Poder Judicial de la Nación Neuquén, 6 de octubre de 2011. AUTOS Y VISTOS: Para resolver sobre la oposición al pago de la tasa judicial formulada por la actora en el marco del art. 11 de la ley 23.898 en los presentes caratulados: “OCHOA SANDRO FABIAN Y OTRO C/PLUSPETROL S.A. S/ORDINARIO S/INCIDENTE DE OPOSICION AL PAGO DE LA TASA DE JUSTICIA” (Expte. Nº 170, Folio 334, Año 2011); y CONSIDERANDO: 1) Que conforme surge de la copia de la demanda que obra agregada a fs. 1/7 y del resolutorio de fs. 8/11, ambos del expediente principal, allí compareció el Dr. Juan José Marcos Quarta, en caracter de apoderado de los Dres. Sandro Fabián Ochoa y Rodolfo Ricardo Pérez Moriénaga, a promover demanda de cobro de pesos en contra de Pluspetrol S.A. por el pago de las regalías mensuales desde la fecha de USO OFICIAL la toma de posesión del inmueble –septiembre 2007-, como así también las indemnizaciones que corresponden por el ingreso de la Empresa a realizar las tareas de remediación del suelo. Destacan que la acción se inicia por monto indeterminado y proponen que se parta de la base de que la accionada ha reconocido como monto indemnizatorio y abonado al Sr. Hurtado la suma de $ 110.500. 2) Corrida vista en las actuaciones principales a los fines de la competencia al Ministerio Público Fiscal, a fs. 41/44 de aquél legajo se declaró la incompetencia de este Juzgado Federal en favor de la justicia local, a la que se consideró encargada de dirimir la suerte de la accion interpuesta por el actor. En tal ocasión se ordenó a la actora abonar la tasa judicial, fijándose en la suma de $ 3.315 ($ 110.500 x 3%), en el plazo de cinco días y bajo el apercibimiento previsto por el art. 11 de la ley 23.898. interpuso 3) Tal intimación fue resistida por la actora que el origen recurso de apelación que dio a la presente incidencia –obrante a fs. 13/14 vta., tratado como oposición al pago de la tasa en el marco del art. 11 de la ley 23.898. Alegó el afectado que la tasa de justicia implica un gravamen por la prestación de un servicio y que en el caso de autos la suscripita no llegó a avocarse a este trámite, ya que advirtió desde un inicio la posible incompetencia que luego resolvió; por lo que ni siquiera se llegó a despachar la demanda. Agrega que las actuaciones se remitirán a la justicia provincial y allí su mandante deberá pagar la tasa de justicia, ocurriendo entonces una doble imposición a un mismo hecho. Subsidiariamente, apeló el monto que toma como valor del juicio la suma de $ 110.500. Sostuvo que en primer lugar debió fijarse en función de las actuaciones llevadas a cabo, que fueron mínimas, al haberse declarado la incompetencia y que debió ser por monto indeterminado, tal como se desprende de la demanda. Destaca que la cifra de $110.500 surge de una transferencia reflejada en una cuenta bancaria de un tercero ajeno al juicio –Hurtado-, pudiendo ser el monto otro muy distinto, inferior o superior, que quedará determinado con las pruebas que se produzcan oportunamente. Concluye su presentación, reiterando que atento a que el juicio es por monto indeterminado, de resultar procedente el pago, corresponde abonar la Tasa de Justicia establecida por los art. 5 y 6 de la Ley 23.898. 4) Corrido traslado a la Administración Federal de Ingresos Públicos (fs. 16), tal como lo exige el art. 11 de la ley 23.898, lo contestó a fs. 22/23 expresando que la tasa de justicia es el pago de un servicio directo cuya recaudación pasa a formar parte de los recursos específicos del Poder Judicial de la Nación, siendo facultad exclusiva de la Corte Suprema de Justicia de la Nación determinar su régimen de percepción, limitándose ese organismo al desglose de los certificados de deuda sobre la base de las sumas determinadas en los juzgados y cobro judicial de las deudas la que una vez satisfecha queda a disposición de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. 5) Llegados de tal manera los autos a despacho para resolver, necesario es recordar que la suscripta se expidió sobre un planteo similar al ahora formulado en autos “PROVINCIA DEL NEUQUEN C/ YPF S.A. S/ ORDINARIO S/ INCIDENTE DE TASA DE JUSTICIA” (Expte. Nº 122, Folio 317, Año 2003), mediante SI del 22/10/07. Sostuve entonces que como principio general, la ley 23.898 impone la obligación de abonar la tasa judicial en un solo pago en oportunidad de interponerse la demanda o Poder Judicial de la Nación formular la primera petición, de modo que ella queda a cargo del actor, quien luego podrá repetirla del condenado en costas. Se recordó que “La instancia se abre con la primera petición que se formula, que genera la obligación de pagar la totalidad de la tasa respectiva en la oportunidad indicada por la ley 23.898. Para cumplirla se debe contemplar aquélla en forma independiente de las contingencias procesales que eventualmente se particularidad produzcan del y caso.” con (cfr. Apelaciones en lo Civil, sala G • Mónica c. Coviello, Mario. • abstracción Cámara de la Nacional de 31/05/1996 • Vázquez, LA LEY 1997-C, 964, (39.539-S) - DJ 1997-2, 782, SJ. 1377.). Así, en nuestro supuesto -como en aquél-, por imperio de los arts. 2, 4 y 9 de la ley 23.898, el actor USO OFICIAL debió abonar una tasa judicial del 3% del monto de su reclamo al promover la demanda. Sin embargo ello no aconteció -ni en este legajo, ni en el que se cita como antecedente-, y fue posteriormente, en ocasión de emitir este tribunal resolución mediante la cual se declaraba su incompetencia, que se intimó a la actora a abonar la tasa judicial. En este marco, se entendió en aquél supuesto, la mera circunstancia de haberse declarado la incompetencia de este tribunal para continuar interviniendo en el trámite oportunamente iniciado por la Pcia. del Neuquén, no resultaba óbice para que la misma debiera afrontar el pago de la tasa judicial que tiene por fundamento solventar un servicio prestado por el Estado. Consideré que ello tampoco resultaba impedimento para que eventualmente la actora continúe con la tramitación de proceso judicial en la justicia ordinaria, por lo que no afectaba los principios constitucionales establecidos en los art. 17 y 18 de la CN como afirmaba la recurrente. Igualmente se descartó que mediase doble imposición, pues en un caso, la tasa responde al servicio prestado en el ámbito federal, y en el otro, al brindado por la justicia local. Se trata en definitiva, a mi juicio, de dos prestaciones distintas, por la cual se debe abonar en cada caso una remuneración. En función de todo ello, en aquél precedente se rechazó la oposición formulada. La Alzada revocó sin embargo aquélla remarcando, en lo que nos interesa, que sobreabundar creo necesario decir decisión “...a riesgo de aquí que, más allá de aquella enumeración —que se aprecia defectuosa y parcial (y por ello la decisión de la jueza de grado tiene su asidero)— entiendo que hay un principio del derecho tributario que no puede desconocerse: la tasa es la contraprestación por un servicio. Y aun cuando se admite que en ciertas situaciones se cobre el total de la gabela aunque el servicio no se haya prestado efectivamente de manera íntegra (caducidad de la instancia, desistimiento del proceso, excepciones que le ponen fin, por citar sólo algunos casos), en tales supuestos media una participación procesal positiva u omisiva del responsable para que el trámite acabe antes de su fin natural que es la sentencia definitiva, circunstancia que aquí no se presenta ya que el juicio sigue su curso y esa decisión fue adoptada sin intervención activa o por omisión de la obligada”. Agregó cobrar por que: la “Sostener totalidad lo del contrario servicio equivale requerido a y desentenderse de que éste será prestado por otro (en el caso el Poder Judicial de la Provincia de Neuquén), jurisdicción en la que los litigantes también deben abonar la tasa que se genera con la prestación de ese mismo servicio”. “Es, para decirlo muy sintéticamente, una lucha o tensión entre dos valores: el acrecentamiento de los ingresos presupuestarios del Poder Judicial de la Nación y el respeto de una garantía establecida en la Constitución Nacional”. Sin ánimo de polemizar, argumento no guarda relación entiendo que aquél con la naturaleza jurídica de la tasa. Sobre el punto, es necesario recordar que “tasa es la prestación Estado, en pecuniaria virtud de exigida una ley por compulsivamente la por realización de el una actividad, que afecta especialmente al obligado siendo de notar al significa respecto, que que la la ultima actividad parte estatal del debe concepto no traducirse necesariamente en una ventaja o beneficio individual, sino tan solo que debe guardar cierta relación con el sujeto de la obligación por jurídicamente cualquier con el circunstancia servicio público que lo vincule instituido". (Cfr. Carlos M. Giuliani Fonrouge, “Derecho Financiero”, Volumen Poder Judicial de la Nación II, Editorial Depalma, 4ª. Edición, pág. 1067). Explica el autor citado que tanto la prestación del servicio como la imposición de su compensación tienen como fundamento el poder de imperio del Estado, y este último tiene como finalidad la de allegar fondos para cubrir las necesidades públicas. Si bien la jurisprudencia estableció que la tasa solo se debe existiendo una efectiva prestación del servicio, también se aceptó la posibilidad de cobro del tributo con anterioridad a la actividad estatal y esta es la posición seguida por la doctrina dominante. Con ello se dejó de lado el criterio por el cual la graduación del monto de la tasa se realizaba de acuerdo con la ventaja recibida con el servicio, para adoptar el criterio de la existencia del servicio mismo que presta el Estado. Lo importante como fundamento del USO OFICIAL gravamen es la existencia de una organización administrativa que esté en condiciones de prestar el servicio que da origen a la imposición del tributo, más allá del servicio efectivamente recibido por el usuario. Si la razón que sirve de fundamento jurídico a la tasa es la prestación de un servicio estatal, es menester que el producto tenga como único destino el servicio mismo, entendido éste en términos amplios. Expone el autor citado que “Es inadmisible radicar el fundamento pueden darse jurídico de la tasa en accidentalmente, como el circunstancias hecho de que que el servicio sea en favor del obligado, que le reporte alguna utilidad o ventaja, obligatorio. Los que sea de uso servicios del Estado facultativo se y no organizan en función del interés público, y no del particular...Que esas tasas reporten beneficios o ventajas de orden individual es cuestión accidental o accesoria,...”, pues la tasa es exigible en tanto se lleve a cabo la actividad administrativa prevista por la ley, aunque el afectado no hubiere requerido el servicio.(obra citada, pág. 1066). “Desde el momento que la tasa y el impuesto pertenecen a la misma categoría jurídica, por derivar ambos del poder surge por tributario, imperio de la la obligación ley, emergente de independientemente aquella de la voluntad de los particulares, al realizarse el presupuesto fáctico previsto. Constituye pues una relación obligatoria y no voluntaria o facultativa, no siendo posible rehusarse a su satisfacción aunque una este vez no consideraciones relacionadas organizado sea son con el utilizado válidas actos aún cuya servicio respectivo, individualmente. Tales en tasas el caso realización de depende de la voluntad el interesado, ...porque al mediar su requerimiento y ponerse en ejecución administrativa, se la crea correspondiente una relación actividad obligatoria que determina el pago de la tasa, aún compulsivamente y bajo pena de sanciones de índole fiscal.” A tenor de este mencionado en la marco conceptual, que no fuese resolución revocada por la Alzada, y considerando además que la situación procesal difiere de la juzgada en el precedente aludido -pues allí se trataba de determinar la tasa faltante en el marco del art. 5 de la ley 23.898, y no del ingreso del tributo-, estimo posible mantener el criterio originalmente sentado, aún frente a la opinión -en principio- desfavorable del Superior. Es que a tenor de lo reseñado, la tasa de justicia ha sido prestado fijada por para el afrontar Estado, y el servicio requerida la jurisdiccional prestación del servicio se crea la relación obligatoria con prescindencia de las ulterioridades del proceso. De modo que aquél precepto debe ser aplicado al caso que nos ocupa, encontrándose debidamente formulada entonces la intimación al pago de la tasa de justicia. Superado el primer aspecto de la oposición, esto es, el referido a la exigibilidad de la tasa judicial, resta analizar el agravio en subsidio introducido por la accionante, atinente al monto sobre el cual la misma fue fijada. La parte objeta que no se haya fijado la tasa en proporción al servicio efectivamente prestado, argumento inatendible y carente de todo fundamento legal, desde el momento en que se advierte que la ley 23.898, a diferencia de su antecedente, no prevé el pago parcial de la tasa por etapas del proceso, sino que establece un único pago cualquiera sea la cantidad de etapas transitadas. “La ley 23.898 -tasas judiciales- es terminante cuando determina las oportunidades, según la naturaleza de los procesos, en que la tasa de justicia deberá ser integrada, sin contemplarse pagos Poder Judicial de la Nación fraccionados o diferidos en modo alguno” (Cfr. Nacional de Apelaciones en lo Comercial, sala A • • Rossi, Araceli y otro. • Cámara 14/07/1999 LA LEY 1999-F, 378 - DJ 2000-1, 735). Cuestiona además la actora que se haya considerado como monto reclamado la suma de $ 110.500, alegando que la demanda es de monto indeterminado, habiendo simplemente hecho referencia a una suma liquidada a modo ejemplificativo. Pide por ello que subsidiariamente se apliquen los arts. 5 y 6 de la ley 23.898. La lectura del escrito inicial, cuya copia luce a fs. 1/7, y en especial de su capítulo 4. “Pretensión”, parece en principio dar la razón a la recurrente, pues allí se menciona que se requiere el pago de las regalías mensuales desde la fecha en que su parte tomó posesión del inmueble, en USO OFICIAL septiembre de 2007, hasta la actualidad y para el futuro, como así también las indemnizaciones que corresponden por el ingreso de la empresa a realizar tareas de remediación del suelo, aclarando que por ello, “esta acción se inicia por monto indeterminado, ya que la normativa se debe aplicar en base a las pericias que oportunamente se practiquen y, especialmente, la indemnización de daños no tasados deberá ser determinada por V.S. en función a esas mismas pericias” (fs. 5 vta.). Sin embargo, a renglón seguido se afirma: “Por otra parte, se deberá partir de la base que la accionada ha reconocido como monto indemnizatorio el importe abonado al Señor Hurtado ($ 110.500), no pudiendo ser inferior la suma que se fije en estos autos, pero sí superior, en caso de corresponder legalmente.” De modo que la actora ha fijado un monto mínimo para su reclamo, quedando indeterminada sólo su mayor cuantía. La fijación de la tasa judicial sobre esta menor porción del crédito reclamado no puede entonces ocasionar perjuicio alguno a la actora, pues en todo caso, la base para fijar la tasa será mayor, pero nunca inferior al piso mínimo en el que situó su pretensión. Por todo lo expuesto, estimo que no corresponde hacer lugar a la oposición formulada, por lo que RESUELVO: 1) RECHAZAR la oposición formulada por la actora (fs. 13/14 vta.) contra el punto II de la Resolución que en copia luce a fs. 11 en cuanto la intima al pago de la tasa judicial. 2) Firme que sea la presente, habiéndose remitido las actuaciones principales a la sede provincial, en esta pieza al actor intímase a cumplir en el plazo de cinco (5) días con el pago de la tasa de justicia de $ 3.315 bajo apercibimiento de aplicar la multa prevista por el art. 11 de la ley 23.898. Notifíquese y regístrese.