Crece desde el pie… Desde muchos países de nuestra América Latina y del Caribe nos llegan voces de las comunidades, de grupos de base, de organizaciones de la sociedad civil, de sindicatos y escuelas que nos anuncian actividades, y nos informan de luchas y logros. Son logros, resultados, secuelas de las luchas que venimos realizando desde hace largo tiempo y que, igual que la tierra abonada, rinden frutos. No hay logros pequeños, porque las luchas que los produjeron fueron enormes, arduas, e implicaron asumir objetivos y caminos de acción en conjunto. Por esa razón, desde RAP-AL, vemos con alegría y orgullo que a pesar de los inmensos desafíos involucrados en esta lucha desigual se van alcanzando logros en todos los países de la región. Entre los más recientes podemos citar haber conseguido el veto a la ley de agroquímicos que los grandes productores querían imponer en Paraguay, el análisis para prohibir los plaguicidas más peligrosos que se está realizando en Bolivia y Venezuela, el avance de la agricultura orgánica en Cuba y República Dominicana, las discusiones sobre el impacto del glifosato que se están dando en Argentina, tanto en las universidades como en el mismo congreso de la nación. No son logros aislados, ni se han conseguido actuando solos como RAP-AL. Muy por el contrario, constituyen logros del conjunto de los países y de las organizaciones que, actuando ya sea dentro o fuera de la red, hemos podido llegar a acuerdos a partir de diferencias ideológicas, metodológicas e históricas, que han permitido ponernos objetivos claros y estrategias de acción común. Ahora bien, cada jalón, cada meta nos impone nuevos desafíos. Es así como al retirar Bayer el endosulfán del mercado, este triunfo debe potenciar nuevas acciones, ir por más, construyendo en la diversidad. Los desafíos son enormes, los recursos son escasos, el camino es tortuoso, pero nos queda nuestra fe inquebrantable. Recreemos las utopías, nos queda la vida por delante. Javier Souza Casadinho Coordinador regional de RAP-AL NLAC NLAC 3 2009 Septiembre Por Pilar Cogua Doctora en Ciencias-Biología Universidad Nacional de Colombia, Bogotá. RAPALMIRA (RAP-Colombia) rapalmira @gmail.com El glifosato es usado en Colombia como herbicida en las actividades agrícolas; como madurante en cultivos de caña de azúcar, soja, maíz, piña y sorgo, y para la erradicación de cultivos ilícitos. El objetivo de este estudio es determinar los efectos del glifosato, en su formulación comercial y de sus componentes por separado, en dos especies de peces de cultivo de importancia comercial en el Valle del Cauca. Este ensayo se realizó con la colaboración de los estudiantes del curso de Toxicología Ambiental dictado por el profesor Guillermo Duque Nivia, de la Universidad Nacional de Colombia, sede Palmira. Metodología Se realizaron tres pruebas de toxicidad sobre dos especies de peces: tilapia (Oreochromis nilotica), cultivada en el Valle del Cauca como alimento, y guppy (Poecilia reticulata), cultivada en el Valle del Cauca como pez ornamental. Las pruebas se realizaron en acuarios de 70 litros ubicados en las instalaciones de la Universidad Nacional de Colombia, sede Palmira, cada uno con 26 individuos. En la primera prueba (tratamiento 1) se aplicó en cada especie el herbicida en su formulación comercial Roundup (glifosato + surfactante) a una concentración de 20 mg/L. En la segunda prueba (tratamiento 2) se aplicó en cada especie sal de glifosato (agente activo del herbicida) a una concentración de 17,4 mg/L. En la tercera prueba (tratamiento 3) se aplicó en cada especie el surfactante (polioxietil amina) a una concentración de 2,6 mg/L. Pruebas de toxicidad con glifosato Estudio realizado en peces del Valle del Cauca, Colombia. Figura 1. Número de individuos de la especie Poecilia reticulata muertos por cada día que estuvieron expuestos a cada tratamiento. Tto 1: formulación comercial Roundup (20mg/L). Tto 2: sal de glifosato (17,4 mg/L). Tto 3: surfactante 2,6 mg/L. Figura 2. Número de individuos de la especie Oreochromis nilotica muertos por cada día que estuvieron expuestos a cada tratamiento. Tto 1: formulación comercial Roundup (20mg/L). Tto 2: sal de glifosato (17,4 mg/L). Tto 3: surfactante 2,6 mg/L. Resultados Se observó que la toxicidad fue mayor en el tratamiento 3, con surfactante, para ambas especies; seguida por el tratamiento 1, con la formulación comercial, para ambas especies, y por último el tratamiento 2 con la sal de glifosato para ambas especies (Figura 1 y 2). Se observaron diferencias en resistencia entre las especies, siendo guppy la más resistente comparada con tilapia en todos los tratamientos (Figura 3). Conclusión NLAC 4 Se demuestra que el surfactante es un agente altamente tóxico y que tiene una participación química importante en la formulación del herbicida. Aunque la sal de glifosato sola no es un agente altamente tóxico, en su formulación comercial siempre va combinada con un surfactante, el cual es más tóxico en el ambiente. Septiembre 2009 Guillermo Duque Departamento de IngenieríaIngeniería Ambiental Universidad Nacional de Colombia, Palmira. gduquen@palmira.unal.edu.co Figura 3. Comparación del número de individuos de cada especie muertos por cada día que estuvieron expuestos a cada tratamiento Exitosa campaña de PAN y RAP-AL Bayer dejará de vender endosulfán das cuyos usos no presentan los efectos colaterales mortales de este plaguicida”. Por su parte, Karl Tupper, científico del staff de PAN-Estados Unidos, declaró que “al retirarse Bayer, en el mercado queda un puñado de fabricantes genéricos que venden este veneno. Les pedimos a estas empresas que prioricen la salud y el medio ambiente por sobre las ganancias que obtienen a través de este tóxico y que frenen sus ventas. Es lo único responsable por hacer”. Al respecto, el coordinador regional de la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAP-AL), Javier Souza Casadinho, afirmó: “En América Latina el endosulfán es uno de los tóxicos más utilizados. Desde muchos países estamos llevando a cabo campañas de sensibilización y acciones a nivel político para que este producto sea prohibido. A la vez, estamos realizando acciones de investigación y difusión, y haciendo capacitaciones para reemplazar el endosulfán por alternativas agroecológicas, con el propósito de no requerir más el uso de plaguicidas”. “Nueve países en África Occidental han resuelto prohibir el uso del endosulfán en la agricultura debido a los serios efectos observados en los agricultores y sus familias, y en el medio ambiente. Es necesario seguir presionando para conseguir la total prohibición de este producto en todo el mundo”, manifestó el doctor Abou Thiam, coordinador regional de Pesticide Action Network-África. A nivel internacional, el endosulfán está siendo examinado tanto en el Convenio de Rotterdam, con la finalidad de aplicar normas más estrictas en su comercialización internacional, como en el Convenio de Estocolmo para su prohibición internacional, debido a sus efectos adversos en la salud y el medio ambiente. PAN continuará trabajando para asegurar que el endosulfán sea incluido en la lista de químicos que están prohibidos en todo el mundo. Sin embargo, el progreso de estas iniciativas es obstruido por el gobierno de la India, según la observación de Meriel Watts, coordinadora de PAN-Nueva Zelanda: “En la India, el mismo gobierno que fabrica endosulfán -es dueño de la empresa Hindustan Insecticides, que produce este tóxico- actúa en convenciones internacionales para evitar que el endosulfán aparezca en la lista de productos prohibidos. Tiene miembros tanto en el Comité de Revisión de COPs de la Convención de Estocolmo como en el Comité de Revisión de Químicos de la Convención de Rotterdam”. Ante este claro conflicto de intereses, afirmó M. Watts: “Un fabricante usa su poder para vetar los acuerdos internacionales sobre la fabricación, comercialización y uso del químico”. “Los químicos como el endosulfán, que son tóxicos, bioacumulables y tan persistentes que contaminan nuestros cuerpos, a nuestros bebés y el medio ambiente, no tienen lugar en la agricultura. Les pedimos a los gobiernos y a las industrias que aún usan, fabrican o comercializan endosulfán que sigan el ejemplo de Bayer y dejen de sacar provecho de este veneno tan tóxico”, dijo Mariann Lloyd-Smith, co presidenta de IPEN (2). (Declaración Pública,27/07/09) (*) Uniting Pesticide Action Network, Organic Exchange, eco retailer Adili.com, National Union of Students, Thanal, Fairtrade Alliance Kerala and Zameen Organic. Notas 1- Pesticide Action Network (PAN) es una red que cuenta con la participación de más de 600 organizaciones no gubernamentales, instituciones y particulares en más de 90 países que trabajan para reemplazar el uso de plaguicidas tóxicos por alternativas ecológicamente responsables, económicamente viables y socialmente justas. 2- IPEN es una red global con más de 600 organizaciones no gubernamentales de interés público que trabajan en conjunto para la eliminación de contaminantes orgánicos persistentes, sobre bases socialmente equitativas. 5 NLAC La empresa multinacional química-farmacéutica Bayer se ha comprometido a concluir con la distribución del plaguicida endosulfán en el año 2010 y a reemplazar este tóxico por alternativas menos riesgosas. La decisión es el resultado de una acción innovadora llevada a cabo en 16 países, guiada por Pants To Poverty, empresa fabricante de ropa interior orgánica y de comercio justo, y por su coalición de organizaciones amigas que incluye a Pesticide Action Network (PAN) (1), Fairtrade Alliance Kerala y Zameen Organic (*). En una carta dirigida a la Coalición que lleva adelante la campaña, Bayer expresó: “Planificamos terminar las ventas de endosulfán para fines de 2010 en todos los países donde todavía se encuentra legalmente disponible”. La carta, firmada por la directora de relaciones de inversión de Bayer Crop Science, Judith Nestmann, dice que el endosulfán sería reemplazado por alternativas “con un perfil de riesgo significativamente menor”. La decisión de Bayer es resultado de años de campañas de denuncia realizadas en todo el mundo por parte de PAN, de sus organizaciones constitutivas y aliados, en contra del persistente plaguicida, el cual se vincula a diferentes enfermedades como el autismo, nacimientos con malformaciones y daños en el aparato reproductor masculino, como también a muertes y severos daños a agricultores a través del contacto directo. Este plaguicida se halla prohibido en más de 60 países incluyendo a la Unión Europea. En esta última acción, realizada en 16 países de todo el mundo, la gente intercambió su ropa interior convencional por un par gratuito de ropa interior orgánica y manifestó su apoyo a la producción de algodón sin el uso de endosulfán. La ropa interior convencional fue enviada a la casa central de Bayer con un pedido de que “dejaran de distribuir endosulfán.” Linda Craig, directora de Pesticide Action Network-Reino Unido, dijo: “Nos alegra que Bayer se haya comprometido a dejar de vender endosulfán. Existen muchas alternativas comproba- 2009 Septiembre Problemática de la expansión piñera en Costa Rica Por Fernando Ramírez Muñoz Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas (IRET) Universidad Nacional de Costa Rica (UNA) RAP-AL Costa Rica Venenos en El aumento sin planificación del cultivo de piña en Costa Rica ha provocado una serie de impactos negativos en las regiones donde se produce este monocultivo, como la contaminación con plaguicidas de aguas superficiales y subterráneas utilizadas para suministro de agua potable en muchas comunidades; destrucción de zonas protectoras de bosques y mantos acuíferos; desvío y desaparición de cursos de aguas naturales; pérdidas exageradas de suelo por erosión hídrica; sedimentación en quebradas, lagunas y ríos; pérdida de la biodiversidad en zonas aledañas a piñeras; intoxicación de personas, animales domésticos y silvestres; aparición de plagas de moscas que dejan pérdidas en ganado; presión social a campesinos por las tierras dedicadas a cultivos de seguridad alimentaria; deforestación y otros, transformando miles de hectáreas de una altísima biodiversidad y riqueza en simples desiertos sembrados de piña. NLAC 6 Septiembre 2009 Situación de la producción piñera Costa Rica ha sentido la expansión piñera especialmente en los últimos años. Se ha duplicado el área cultivada en poco tiempo, pasando de 11.000 ha en el año 2000 a cerca de 50.000 ha en 2009, constituyéndose en el segundo producto agrícola de exportación con 27,2 por ciento del total exportado, siendo sólo superado, y muy levemente, por el banano con 27,5 por ciento. Todas estas tierras sustituyeron cultivos como yuca, tubérculos, banano, melón, caña de azúcar, arroz y, por supuesto, grandes áreas de potreros, tacotales (matorrales espesos) y bosques secundarios. Esto convirtió a Costa Rica en el primer productor mundial de piña dorada con una exportación al 2008 de casi 1,5 millones de toneladas de fruta y un ingreso de divisas de US$574 millones en 42.500 hectáreas sembradas por 1.300 productores y con un empleo directo de 25.500 personas. A pesar de este crecimiento vertiginoso de las exportaciones, 1.200 pequeños productores sólo participan en el 4% de la producción total, dejando en manos de sólo 100 productores, controlados en su mayoría por empresas transnacionales, el 96% de los ingresos totales (El Financiero, 29 junio 2009). el agua cuentran los grandes productores. A las comunidades de El Cairo, Luisiana, Milano y Herediana, de Siquirres, la empresa piñera les contaminó su acueducto al aplicar plaguicidas en una zona de protección acuífera y llevan más de un año recibiendo agua a través de un camión cisterna. Las leyes de Costa Rica expresan que se deben impedir las siembras de piña a menos de 15 metros de ríos o quebradas, de 200 metros de nacientes o de 70 metros de nacientes intermitentes. Hace 23 años la piña para exportación era cultivada únicamente en 3.400 ha de la zona sur del país. A partir de los años 90, con la aplicación de los Programas de Ajuste Estructural exigidos por el Banco Mundial y el FMI, la actividad piñera colonizó la zona norte y Atlántica del país, y muy recientemente el Pacífico Norte, donde la piña además ha llegado a competir por el agua utilizada para consumo humano y animal por los productores de subsistencia. El pueblo sureño de Buenos Aires ha sido partícipe de la producción piñera desde hace muchos años, sin embargo hoy es el segundo cantón más pobre del país. Esto sucede igualmente con cantones piñeros de la zona Atlántica como Guácimo, Siquirres, Guatuso y Upala. Al margen de la ley y del ambiente Existen 19 empresas con 90 causas por problemas con el recurso hídrico denunciadas ante el Tribunal Ambiental Administrativo por malas prácticas agrícolas que atentan contra la estabilidad ambiental, económica y de salud de los vecinos de esas fincas. La mayoría de estas denuncias son de empresas de la zona Atlántica, donde se en- NLAC 7 2009 Septiembre Uso de plaguicidas altamente tóxicos En el monocultivo de piña los suelos se manejan intensivamente y la única especie que se permite desarrollar es ésa. La biodiversidad es eliminada. Por tanto, resulta afectada toda interacción biológica en el suelo, y su fertilidad natural, relacionada con la degradación microbial de la materia orgánica del suelo, es reemplazada con agrotóxicos altamente contaminantes. En un diagnóstico de uso de plaguicidas efectuado por RAP-Costa Rica (Ramírez y Bravo) se determinó que a cada hectárea de piña, al año 2007, se aplican entre 16 kg y 22 kg de ingrediente activo por ciclo, utilizando los siguientes plaguicidas: herbicidas bromacil, ametrina, diuron, glifosato, quizalofop y paraquat, este último usado en altísimas cantidades -entre 10 y 16 litros de Gramoxone (paraquat) por hectárea-, dejando grandes cantidades persistentes adheridas al suelo; fungicidas como mancozeb y metalaxil; insecticidas como carbaril, usado entre 6 a 7 veces por ciclo, diazinon entre 6 a 13 veces, endosulfán 1 a 2 veces, etoprofos, fosetil aluminio, triadimefon y clorpirifós; además de enormes cantidades de fertilizantes químicos y precursores de hormonas como el etephon, usado de 3 a 4 veces por ciclo. Otro de los graves problemas de la producción de piña es la gran cantidad de residuos vegetales que produce. El altísimo uso de paraquat para secar las plantas después de la cosecha y su posterior incorporación al suelo genera las condiciones óptimas para que la mosca paletera del ganado (Stomoxys calcitrans), hematófaga del ganado y recientemente de humanos, se convierta en plaga. Por este motivo, los productores aplican una semana después del paraquat el insecticida clorpirifós para tratar de controlar las moscas, y finalmente encienden fuego a los restos secos e impregnados de plaguicidas. Muchos de estos plaguicidas, como el endosulfan, clorpirifós, diuron y otros, poseen átomos de cloro en su molécula, acentuando el problema de la producción de sustancias altamente peligrosas como son las dioxinas. Residuos de agrotóxicos en agua potable El plaguicida más frecuentemente encontrado en el agua de las nacientes que abastecen los acueductos de varias comunidades, como Cairo y Luisiana, fue el herbicida bromacil -además de diuron y triadimefon-, detectado por el Laboratorio de Residuos de Plaguicidas del IRET de la Universidad Nacional (Ruepert et al. 2005), por el Centro de Investigación en Contaminación Ambiental (CICA) de la Universidad de Costa Rica y por laboratorios privados (ChemLab). Esto fue confirmado por los laboratorios USGS de Denver, Estados Unidos, y el Omegam de Holanda. Los análisis efectuados arrojaron los siguientes resultados de residuos de bromacil en algunas fechas de muestreo. Cuadro 1. Residuos de bromacil (ug/L) en agua potable de acueductos comunales de Siquirres. Laboratorio Fecha Cairo Luisiana IRET 21/06/05 0,7 IRET 20/06/06 1,4 CICA 25/09/07 1,87 7,24 IRET 26/09/07 1,2 6,4 ChemLabs 09/12/07 2,6 4,8 ChemLabs 18/06/08 1,8 4,5 Además, en la fecha 25/09/07 se detectaron 1,48 ug/L de diuron en el acueducto de Luisiana. Fuente: Ruepert, C. 2009 comunicación personal. Ambientico, junio 2008. Esto indica una contaminación sistemática desde hace varios años en el agua de las nacientes de la zona de Siquirres, especialmente por el herbicida bromacil, una sustancia altamente móvil y de extrema persistencia en el suelo. En otras partes del mundo se ha prohibido debido a que ha causado NLAC 8 Septiembre 2009 contaminación de aguas subterráneas. El bromacil se relaciona con cáncer de tiroides, hígado y riñón. Además, experimentos con roedores han demostrado que la exposición a estas sustancias por largos períodos puede generar cáncer o alteraciones en los cromosomas. El poder ejecutivo costarricense pretende legalizar los residuos de diurón en el agua para consumo humano a cantidades de hasta 1,05 ug/L, e intenta hacer lo mismo con el bromacil: tolerar hasta 5 ug/l en agua para consumo humano y aumentando, vía transitorio, la cantidad de herbicida hasta 10 ug/L en el primer año después de publicado el decreto (Ambientico, junio 2008). La norma europea para el bromacil establece como límite permisible 0,1 ug/L, pero como derecho fundamental el agua potable tiene que ser totalmente limpia y pura. En el Comentario General Número 15 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas (2002) se cita que: “El agua necesaria para cada uso personal o doméstico debe ser salubre y, por lo tanto, no ha de contener microorganismos o sustancias químicas o radiactivas que puedan constituir una amenaza para la salud de las personas”. Alternativas y demandas RAP-Costa Rica se une a muchas organizaciones comunales, movimientos ambientalistas, universidades estatales y personas responsables para pedir una moratoria a la siembra de nuevas áreas de piña en Costa Rica. También exige que se respete la legislación ambiental costarricense y el derecho que tienen los ciudadanos al suministro de agua potable limpia y pura. Asimismo, solicita a las autoridades competentes impulsar el cambio hacia una agricultura sostenible que no atente contra la salud de los trabajadores y consumidores ni contra el ambiente. La agricultura orgánica es una adecuada respuesta a estas demandas. En Costa Rica ya existen alrededor de 1.000 hectáreas de piña orgánica o en proceso de transición, sin el uso de ningún agrotóxico ni fertilizante químico, siendo también una excelente alternativa económica para los productores. Fuentes bibliográficas • Insensatez piñera. En: El Financiero. 29 de junio al 5 de julio 2009. San José, Costa Rica. • IRET. 1999. Manual de Plaguicidas, Guía para América Central. EUNA. 2 edición. Heredia, Costa Rica. 395 p. • Piña en Costa Rica: impactos ambientales y sociales. 2008. En: Ambientico N 177, junio 2008. Escuela de Ciencias Ambientales, Universidad Nacional de Costa Rica. Heredia. • Ramírez, F; Bravo, V. Diagnóstico de Uso de Plaguicidas en Piña. IRET-UNA. Costa Rica. Por publicar. Ruepert, Clemens et al. 2005. Vulnerabilidad de las aguas subterráneas a la contaminación por plaguicidas en Costa Rica. Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas, Universidad Nacional. Costa Rica. Costa Rica Fomento a la agricultura orgánica El reglamento contempla la elaboración de planes operativos para el desarrollo, fomento y promoción de la producción orgánica a nivel local y regional, con sus respectivos presupuestos. Esto incluye apoyos fiscales en capacitación; transferencia; investigación; intercambio de experiencias; reconocimiento de beneficios ambientales para micro, pequeños y medianos productores orgánicos; inspección de fincas, seguimiento y evaluación. También habrá exoneraciones de vehículos de trabajo, maquinaria, equipos para uso en agricultura orgánica e insumos agropecuarios orgánicos, así como exoneración de impuestos de ventas y renta. Asimismo, se establecerán mecanismos concretos con los Bancos Estatales y el Banco Popular y de Desarrollo Comunal para apoyar el proceso de dotación de recursos financieros y de desarrollo establecido en la Ley Nº 8591. Se utilizará un sistema participativo de garantía o certificación participativa, restringido para los mercados locales en el ámbito del mercado nacional. Además, se implementará un programa permanente de promoción de los productos orgánicos a nivel nacional e internacional. El nuevo reglamento también incluye disposiciones para asegurar el acceso y resguardo de las semillas criollas, y su protección frente a los organismos genéticamente modificados con la idea de prevenir la contaminación transgénica. Nota: ver texto completo de la nueva ley en la Base de Datos de RAP-AL, www.rap-al.org 9 NLAC El Movimiento de Agricultura Orgánica Costarricense (MAOCO) logró, por fin, la dictación del reglamento que permitirá poner en práctica una ley que fomenta la actividad agropecuaria orgánica. Finalmente se aprobó el Reglamento para el Desarrollo, Promoción y Fomento de la Actividad Agropecuaria Orgánica, que especifica cómo poner en práctica la Ley de Fomento Nº 8591 aprobada el 14 de agosto de 2007, después de varios años de incidencia del Movimiento de Agricultura Orgánica Costarricense (MAOCO). La nueva normativa se publicó el 4 de junio en el Diario Oficial La Gaceta Nº 107, de Costa Rica (www.gaceta.go.cr). En el reglamento se define la actividad agropecuaria orgánica como “toda actividad agropecuaria y su agroindustria, que se sustente en sistemas naturales para mantener y recuperar la fertilidad de los suelos, la diversidad biológica y el manejo adecuado del recurso hídrico, y que propicie los ciclos biológicos en el uso del suelo. Esta actividad desecha el uso de agroquímicos sintéticos, cuyo efecto tóxico afecte la salud humana y el ambiente, así como el uso de organismos transgénicos”. Se valora también que esta actividad “tiende a un equilibrio sociocultural de las formas de organización comunitaria indígena y campesina, integra los conocimientos tradicionales a las prácticas actuales, genera condiciones laborales justas y defiende el derecho de las personas a producir alimentos sanos priorizando el uso de los recursos locales”. A nivel institucional se crea el Departamento de Fomento de la Producción Agropecuaria Orgánica, encargado de dinamizar el sistema en estrecha coordinación con la gerencia del Programa Nacional de Agricultura Orgánica. A su vez, cada región contará con un especialista en esta materia que integrará el Equipo Técnico del Área de Producción Sostenible y será responsable de impulsar y facilitar las acciones para el desarrollo de la producción orgánica. 2009 Septiembre Entrevista María José Guazzelli: Agrotóxicos, transgénicos y nanotecnología NLAC 10 En una entrevista concedida al medio electrónico IHU On-Line, la investigadora brasileña María José Guazzelli, fundadora del Centro Ecológico del Municipio de Ipê, en Rio Grande do Sul, analiza las causas que han llevado a Brasil a convertirse en el mayor consumidor mundial de plaguicidas. También advierte que la nanotecnología aplicada a los agrotóxicos acrecienta enormemente los riesgos para la salud y el medio ambiente. Y que genes de plantas transgénicas pueden ser transferidos a bacterias intestinales humanas, lo que en el caso de las plantas Bt significa que “nuestras bacterias intestinales podrían convertirse en fábricas vivas de agrotóxicos”. Por lo interesante de su contenido, ENLACE reproduce íntegramente esta entrevista. María José Guazzelli, ingeniera agrónoma de la Facultad de Agronomía de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS), participó en la década de 1980 en la elaboración de la Ley de Agrotóxicos de ese estado brasileño (Lei 7747/82). Es coautora del libro “Agropecuaria sin veneno” y traductora de los libros “Plantas enfermas por el uso de agrotóxicos/ Teoría de la trofobiosis”, de Francis Chaboussou; “Agroecología”, de Stephen Gliessman; “Nanotecnología/ Los riesgos de la tecnología del futuro”, del Grupo ETC, y “Ruleta genética/ Riesgos documentados de los alimentos transgénicos en la salud”, de Jeffrey Smith. IHU On-Line: ¿Cuáles son los venenos más usados en los cultivos brasileños y en qué cantidad? María José Guazzelli: En 2008 Brasil se convirtió en el mayor consumidor mundial de venenos agrícolas (733,9 millones de toneladas), sobrepasando a Estados Unidos (646 millones de toneladas). En 2007 las ventas en Brasil significaron 5,372 billones de dólares y en 2008, 7,125 billones. El cultivo que más consume agrotóxicos es la soja. En total, los herbicidas representan cerca de 45% de las ventas, los insecticidas 29% y los fungicidas 21%. De acuerdo con datos de los años 2008 y 2009 de ANVISA (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria), más del 15% de los alimentos del país tiene exceso de residuos de agrotóxicos. Para la ANDEF (Asociación Nacional de Defensa Vegetal), el masivo uso de plaguicidas es “empleo intensivo de tecnología” y el mercado brasileño “tiene potencial para un avance más consistente en el futuro”. Buena parte de esa “consistencia” se debe a las variedades transgénicas. Septiembre 2009 En 2008 Brasil se convirtió en el mayor consumidor mundial de plaguicidas. IHU On-Line: ¿La evolución de la transgenia es el principal factor del aumento del uso de agrotóxicos en las labores agrícolas? Maria José Guazzelli: La expansión de la frontera agrícola en Brasil también es una de las causas del aumento del consumo de plaguicidas, conjuntamente con los cultivos transgénicos. No por coincidencia algunas de las mayores empresas semilleras del planeta, que controlan gran parte del mercado mundial de semillas patentadas, son también las mayores empresas de agrotóxicos del mundo, como Monsanto, Dupont, Bayer y Syngenta. En 1994 se consumieron cerca de 800 toneladas de herbicidas en Brasil y en 1998 aproximadamente 1.400, coincidiendo con el período de introducción de la soja transgénica en el país. La pauta actual de CTNBio muestra claramente que los transgénicos hacen su parte en el consumo de agrotóxicos. De las seis peticiones de liberación comercial de semillas transgénicas, cuatro de ellas han sido modificadas para tolerar herbicidas y otra es BT tolerante a herbicida. De las 45 solicitudes de variedades que están siendo testeadas en el campo, 41 son plantas tolerantes a herbicidas, o sea el 91% del total. Un dato interesante es que el único estudio de alimentación de seres humanos con cultivos transgénicos muestra que los genes de las plantas son transferidos a las bacterias intestinales humanas. En el caso de los cultivos Bt, en los cuales toda la planta es transformada en un agrotóxico por la transgenia, si los genes Bt fueran transferidos podrían transformar nuestras bacterias intestinales en fábricas vivas de agrotóxicos. No es casual que la Academia Americana de Medicina Ambiental haya divulgado documentos sobre alimentos transgénicos pidiendo una moratoria inmediata y afirmando que “los productos transgénicos representan un serio riesgo para la salud en las áreas de toxicología, alergias, fun- ciones inmunológicas, salud reproductiva, metabolismo, fisiología y salud genética”. Un veneno llamado Roundup IHU On-Line: ¿Cuál es la composición del Roundup y por qué es considerado uno de los agrotóxicos más perjudiciales? Maria José Guazzelli: El Roundup es un herbicida a base de glifosato muy usado por los agricultores, jardineros e instituciones públicas para controlar hierbas indeseadas. La mayoría de los transgénicos cultivados hoy en Brasil son variedades resistentes a ese producto. Se ha difundido bastante, principalmente por parte de la industria, que el glifosato es menos perjudicial que otros herbicidas. ANVISA lo clasifica como clase IV (franja verde). La toxicidad aguda del glifosato es relativamente baja, pero el Roundup se compone de glifosato más un surfactante. El surfactante llamado POEA aumenta la eficacia del producto, como también los riesgos derivados de su uso. Por tratarse de un producto sistémico, el Roundup es absorbido incluso por las semillas y frutos. El Roundup también es tóxico para animales acuáticos (experimentos con ratas, en Estados Unidos, mostraron que más del 80% de ratas adultas expuestas a Roundup en proporciones Nanotecnología y plaguicidas La investigadora brasileña destaca que hay otros plaguicidas con características muy distintas a los de uso común que se están comenzando a aplicar en agricultura, sin haber efectuado estudios de sus impactos sobre la salud y el medio ambiente. “Son difundidos como ‘de liberación controlada’ y usan partículas de tamaño nano. En estos productos, a los problemas propios de los agrotóxicos se suma el problema de las sustancias nanotecnológicas que derivarán al agua y al suelo, donde pueden presentar riesgos de toxicidad. Los productos Karate Zeon, de Syngenta, son ejemplos de este tipo de tecnología”, dice la ingeniera agrónoma. IHU On-Line: En ese sentido, ¿las nanotecnologías pueden agravar aún más la toxicidad de los agrotóxicos? ¿Cuáles son las relaciones entre esa tecnología y los venenos? Maria José Guazzelli: A la toxicidad del propio agrotóxico se suma la toxicidad de la nanopartícula, que tiene relación con su tamaño y estructura. Las innovadoras propiedades de los nanomateriales ofrecen nuevas oportunidades para la industria ligada a la cadena de producción agrícola, como agroquímicos y fertilizantes más potentes. Pero a la vez pueden traer enormes riesgos para la salud y el medio ambiente. Como son regidas por las leyes de la física cuántica, las nanopartículas presentan comportamientos distintos de los habituales en escala macroscópica. Por tanto, las versiones nano de los químicos ya existentes deberían ser evaluadas como nuevos químicos. Pruebas de laboratorio mostraron, por ejemplo, que nanopartículas de óxidos de metales pueden penetrar en las células y dañar el ADN. Debido a su tamaño diminuto, las partículas no son retenidas por las barreras del cerebro o de la placenta. Los métodos actuales para evaluar riesgos potenciales de los nanomateriales son inadecuados. Abonos químicos y agrotóxicos IHU On-Line: ¿El uso de agrotóxicos contribuye también a la infertilidad futura del suelo? Maria José Guazzelli: El uso de agrotóxicos contribuye a alterar la flora microbiana, que en gran medida es responsable de la fertilidad del suelo. Algunos venenos usados comúnmente también son capaces de bloquear sinapsis químicas que permiten el funcionamiento de bacterias fijadoras de nitrógeno, haciendo que el suelo del área tratada quede más pobre de este nutriente y, por tanto, demande mayor aplicación de fertilizantes. IHU On-Line: ¿En qué sentido la teoría de la trofobiosis contribuye a la construcción de una agricultura saludable? Maria José Guazzelli: La palabra trofobiosis (1) fue usada por el investigador francés Francis Chaboussou para nombrar su teoría de que no cualquier planta es atacada por plagas y enfermedades. Una planta sólo será atacada por un insecto, ácaro, nematoide o microorganismos (hongos o bacterias) cuando tiene en su savia el alimento que ellos precisan. Ese alimento está constituido principalmente por aminoácidos, que son sustancias simples, rápidamente asimilables. En otras palabras, una planta saludable, bien alimentada, difícilmente será atacada por plagas y enfermedades. Las plagas mueren de hambre en una planta sana. IHU On-Line: ¿Qué modificaciones provocan en las plantas los abonos químicos y qué sustancias generan? Maria José Guazzelli: Según Chaboussou, debido a su solubilidad, los abonos químicos provocan desequilibrios en el metabolismo de las plantas, haciendo que la planta tenga en su savia una cantidad mayor de sustancias simples. Esto se relaciona con la formación de proteínas. Mientras más intensa sea la síntesis de proteínas, menor será el excedente de aminoácidos libres, azúcares y minerales solubles que los insectos y agentes de enfermedades necesitan para poder alimentarse, ya que tienen una variedad muy pequeña de enzimas digestivas, lo que reduce su posibilidad de aprovechar completamente moléculas grandes (complejas), como las proteínas por ejemplo. Además, la formación eficiente de proteínas aumenta la capacidad de respiración y de fotosíntesis de la planta, mejorando todo su funcionamiento. Las plantas que tienen una nutrición desequilibrada probablemente necesitarán aplicaciones de agrotóxicos, cerrando el ciclo de dependencia entre abono químico y veneno agrícola. HU On-Line: De acuerdo con el modelo de producción agrícola existente y con el crecimiento de la transgenia,¿es posible hoy prescindir de los agrotóxicos? Maria José Guazzelli: El actual modelo de agricultura, usando semillas convencionales o transgénicas, está diseñado para asegurar el lucro a las empresas. Así, es parte del modelo tener plantas “abonadas” y plantas modificadas genéticamente que requieren aplicaciones de abonos químicos y agrotóxicos. Pero sí es posible prescindir de los agrotóxicos. La opción es mudar a un sistema de producción que pretenda preservar la salud y el ambiente, sin renunciar a la viabilidad social y económica. Numerosos estudios indican que la agroecología tiene capacidad para producir alimentos en cantidad suficiente para abastecer a la población actual y futura, además de promover los llamados servicios ambientales. Entre ellos destacan la preservación de la diversidad biológica y la mitigación de gases de efecto invernadero, contribuyendo a reducir el calentamiento global. Son sistemas agrícolas más resilientes, tanto en términos económicos como ecológicos. (1) Dependencia entre la calidad nutricional de las plantas y sus parásitos. Fuente: Publicado en IHU On-line, 07/06/2009 [IHU On-line é publicado pelo Instituto Humanitas Unisinos - IHU, da Universidade do Vale do Rio dos Sinos - Unisinos, em São Leopoldo, RS.]. Colaboración de Jaime Weber, CAPA (RAP-Brasil). Traducción: Oficina de Comunicaciones y Administración de RAP-AL. 2009 11 NLAC normales murió en 24 horas). Puede ser absorbido por la piel y las mucosas, afectando al sistema nervioso y a los músculos. Además, provoca hipotensión arterial, dolores intestinales, vómitos, diarrea, dolor de cabeza, vértigo, ardor en los ojos, visión borrosa y dificultad para respirar. Es un disruptor endocrino (provoca daños en el ADN) y puede activar el desarrollo de cáncer y otras anomalías que favorecen abortos espontáneos, nacimientos prematuros y malformaciones en recién nacidos. Una exposición a Roundup, por algunas horas y en concentración 10 veces más baja que la usada en agricultura, tiene efectos tóxicos para las células de la placenta humana. En diluciones de hasta 10.000 veces, el Roundup altera la producción hormonal de células placentarias. Niveles extremadamente bajos de exposición a Roundup pueden dar como resultado una producción 90% más baja de hormonas sexuales masculinas. Como disruptor endocrino sintético, este agrotóxico presenta riesgos de daño sexual para los bebés, como también de tipo cognitivo, en el desarrollo físico y en el sistema inmunológico, todos de carácter crónico. En Rio Grande do Sul un estudio en ratas mostró aumento no porcentual de espermatozoides anormales durante la pubertad, y reducción de la producción diaria y de la cantidad de espermatozoides en adultos. Una investigación reciente efectuada en Argentina demostró que el Roundup produce alteraciones intestinales, cardiacas, y deformaciones y alteraciones neuronales en embriones anfibios, incluso en dosis muy inferiores a las usadas en la agricultura. Cuando se liberó la soja Roundup Ready de Monsanto, el gobierno brasileño, por medio de ANVISA y del Ministerio de Salud, aumentó en 50 veces el Límite Máximo de Residuos (LMR) permitido de glifosato en la soja para que este grano pudiese ser comercializado legalmente (de 0,2 mg/kg a 10 mg/kg). IHU On-Line: ¿Hay relación entre agrotóxicos y el mal de Parkinson? María José Guazzelli: Ya en el año 2000 había referencia de un estudio en cobayas publicado en Journal of Neuroscience donde se indicaba que la exposición simultánea al herbicida Gramoxone (paraquat) y al fungicida maneb, ambos bastante usados en la agricultura, es un factor determinante para el desencadenamiento del mal de Parkinson. Un análisis reciente realizado con trabajadores rurales mostró resultados similares. De igual forma, un estudio realizado en 2008 en la Universidad de Duke, en Durham, Carolina del Norte, constató que más del 61% de pacientes con Parkinson había tenido contacto directo con agrotóxicos. Septiembre Brasil Un millón y medio de intoxicados por plaguicidas Una consecuencia directa del alza del uso de plaguicidas en Brasil es el aumento de intoxicaciones y muertes relacionadas con agrotóxicos. En el país hay más de un millón y medio de trabajadores rurales intoxicados con plaguicidas, según el profesor y médico Angelo Trapé, coordinador del Programa de Vigilancia de Salud de las Poblaciones Expuestas a Agrotóxicos de la Universidad de Campinas (UNICAMP). Durante tres años, médicos y estudiantes de este Programa investigaron a 2.500 trabajadores en el área metropolitana de Campinas. Se detectó que 7,5 por ciento de ellos padecía de intoxicación crónica relacionada con la exposición prolongada a agrotóxicos. “Sufren de problemas renales, dermatológicos, neurológicos, hepáticos y gastrointestinales que obligan a los afectados a dejar de trabajar y a someterse a tratamiento de salud”, afirmó el doctor Trapé, quien lleva 28 años investigando los efectos de estos venenos en la salud del trabajador. Extrapolando los resultados de este estudio a la población de 20 millones de trabajadores rurales brasileños, al menos 1,5 millón estaría en las mismas condiciones. El profesor de la UNICAMP aclara que esta es una estimación conservadora, porque en regiones más pobres, donde el acceso a información sobre las consecuencias del uso de agrotóxicos es difícil, la situación debe ser peor. La doctora salubrista Leticia Nobre, de Fundacentro, institución del Ministerio del Trabajo de Bahía, coincide con esa opinión, debido al alto nivel de subnotificación existente en Brasil. Al respecto, por tratarse de un gran problema de salud pública, el Ministerio de Salud hizo obligatoria la notificación de intoxicaciones por sustancias químicas, incluyendo los agrotóxicos. La doctora Nobre advierte que la situación es aún más perversa si se observa el número de suicidios cometidos con agrotóxicos. Un reportaje publicado en la Revista “Galileu” denuncia la alta ocurrencia de suicidios y problemas de neurocomportamiento entre productores de frutillas y papas de tres ciudades pequeñas de Sul de Minas: Estiva, Bom Repouso y Ipuiúna. Los cultivos de frutilla y de NLAC 12 Septiembre 2009 papa utilizan altas dosis de fungicidas a base de ditiocarbamato (nombre comercial Dithane, entre otros). “Este plaguicida se vende libremente, sin restricción alguna”, destaca Agenicio de Oliveira, médico de Estiva. En base a su experiencia, afirma que “en la zona hay gran incidencia de personas neuróticas, con problemas de tipo emocional, siquiátrico y neurológico, lo que tiene una cierta relación con los agrotóxicos”. Plaguicidas adulterados Nada menos que 2,5 millones de agrótoxicos adulterados detectaron la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) y la Policía Federal de Paraná en el sur de Brasil. Se trata de los plaguicidas Herbimix (principios activos: atrazina + simazina), Pyrinex (clorpirifós), Posmil (triazina), Trop (glifosato) y el regulador de crecimiento Podos (flumetralina). El Podos, por ejemplo, fue registrado en el Ministerio de Agricultura, sobre la base de la evaluación toxicológica efectuada por ANVISA, con padrones toxicológicos de clase III, correspondiente a la clasificación “medianamente tóxico”. Sin embargo, el producto que estaba siendo comercializado presentó niveles de toxicidad de clase I, es decir, “extremadamente tóxico”. Con este grado de toxicidad, el producto que se vendía en el mercado puede causar ceguera e irritación irreversible en la córnea en los trabajadores agrícolas que manipulan esta sustancia química. Como sanción, se prohibió la producción y comercialización de los cinco agrotóxicos adulterados por un plazo de 90 días a la empresa Milenia Agrociencias S/A, filial del grupo israelita Makhteshim Agan. Fuentes: Informe de Anvisa, publicado en EcoDebate (www. ecodebate.com.br) 07/07/2009./ Artículos publicados en Jornal o Globo y Revista “Galileu”. Informaciones enviadas por Jaime Weber, de CAPA (RAP-Brasil). Traducción: Oficina de Comunicaciones y Administración de RAP-AL. Marie-Monique Robin en México Más de 450 personas desbordaron el 11 de julio una sala de la Cineteca Nacional de Ciudad de México para presenciar la exhibición del documental “El mundo según Monsanto”, presentada por su autora, la periodista y cineasta francesa Marie-Monique Robin. El evento fue organizado por la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas en México (RAPAM), la Campaña Sin Maíz no hay País, la Red en Defensa del Maíz y Greenpeace-México. En su documental y libro homónimo Marie-Monique Robin denuncia la permanente transgresión al medio ambiente y a la salud humana en que incurre la transnacional Monsanto, líder mundial del mercado de semillas, plaguicidas y transgénicos. Empresa que, por lo demás, busca por todos los medios comenzar a sembrar maíz transgénico en el campo mexicano. Después de la presentación, la periodista francesa sostuvo un diálogo con el público en el cual se refirió al peligro que significa la expansión de los cultivos transgénicos para los productos agrícolas originarios, los que terminan siendo contaminados genéticamente. En el caso de México, son una amenaza de muerte para sus 59 razas de maíz criollo. “La investigación de esta reconocida periodista es un alerta más de lo erróneo y grave que representa abrir las puertas de México al maíz transgénico de empresas como Monsanto. A pesar de las inquietudes científicas, medioambientales y de salud que provoca el consumo de transgénicos, la 13 NLAC Fernando Bejarano (RAPAM), Marie-Monique Robin, Adelita San Vicente (Campaña Sin Maíz no hay País) y Aleira Lara (Greenpeace/México). empresa se ha caracterizado por ocultar la verdad a los agricultores y consumidores”, declaró Aleira Lara, responsable de la campaña de agricultura sustentable y transgénicos de Greenpeace. “De autorizar la experimentación con transgénicos a Monsanto y otras empresas, se estará ‘legalizando’ la contaminación del territorio nacional, lo que es totalmente ilegal”, declaró Adelita San Vicente, representante de la Campaña Sin Maíz No hay País. “Monsanto u otras empresas podrían demandar a los miles de productores de maíz y exigir el pago de regalías si se encuentran parcelas campesinas contaminadas con maíces transgénicos de su propiedad. Esto significaría la privatización del maíz por la vía de la contaminación y, con ello, el desmantelamiento del sistema colectivo que preserva y reproduce la diversidad genética del alimento básico de nuestro país”, explicó San Vicente. En consecuencia, añadió: “Exigimos al gobierno federal que proteja nuestro maíz y tome medidas urgentes para preservar a México como centro de origen”. Por su parte, Alvaro Salgado, de la Red en Defensa del Maíz indicó que se está fortaleciendo la defensa de los territorios campesinos e indígenas, donde se impide la entrada de semillas de maíz transgénico. “Iniciamos una campaña de recolección de firmas para mostrar el rechazo de la sociedad al maíz transgénico en México que ha sido apoyada por 796 organizaciones y comunidades de 59 países y 3 mil 115 personas. Esta lista será entregada a la FAO y a funcionarios mexicanos a principios de noviembre en Guadalajara, Jalisco, durante la Conferencia de la FAO sobre las biotecnologías agrícolas en los países en desarrollo”, afirmó Salgado. “El libro y documental de Marie-Monique nos muestra como Monsanto ha sido responsable de fabricar sustancias tóxicas persistentes y bioacumulables que son un problema mundial, como los bifenilos policlorados o PCB. Muestra a Monsanto demandada por personas afectadas por herbicidas -como el ‘agente naranja’-, usados en la Guerra de Vietnam y cómo, a pesar de todo, desea seguir vendiendo herbicidas tóxicos como el glifosato, al que son resistentes los cultivos transgénicos de soja, algodón y maíz que promueve a nivel mundial”, señaló Fernando Bejarano, director de la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas en México (RAPAM). 2009 Septiembre Por María Isabel Cárcamo RAPALUY (RAP-Uruguay) Miles de abejas muertas por el uso de fipronil. Los hormiguicidas sulfluramida y fipronil fueron autorizados por resolución del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) del 22 de junio del 2004, como sustitutos del insecticida organoclorado mirex, que integra la lista de agrotóxicos prohibidos por el Convenio de Estocolmo, convenio del cual Uruguay es parte. La prohibición del mirex se debe a que se trata de un Contaminante Orgánico Persistente (COPs), sustancias consideradas peligrosas para la salud y para el medio ambiente debido a sus propiedades: elevada persistencia en el medio ambiente, alta toxicidad y capacidad para transportarse a largas distancias a través del aire y el agua, y para acumularse en la cadena alimenticia. Se podría pensar que la prohibición del uso del hormiguicida mirex constituyó un paso adelante, ya que se eliminó una sustancia altamente tóxica, tanto para el medio ambiente como para los seres humanos. Sin embargo, esa resolución no ha significado avance alguno, ya que los sustitutos aprobados por el MGAP han resultado ser tan tóxicos y persistentes como el que se eliminó. El caso del fipronil NLAC 14 En el momento en que el MGAP aprobó esa resolución ya se conocían los impactos que este insecticida había causado tanto en Europa como en Estados Unidos. En el caso de Francia, en enero del 2004 se suspendió la venta de insecticidas a base de fipronil debido a la muerte de millones de abejas por la aplicación de este plaguicida en cultivos agrícolas. Por su parte, la Agencia Ambiental norteamericana (EPA) ya lo había identificado como un posible cancerígeno. Más recientemente, en el año 2008, los apicultores alemanes lograron que se suspendiera la venta de este insecticida por haber causado la muerte de miles de sus colmenas. En el caso concreto de Uruguay, la importación de friponil en los últimos años asciende a miles de kilos, tanto bajo la forma de principio activo como en formulaciones. Los apicultores han constatado Septiembre 2009 Del mirex al la muerte de cientos de sus colmenas como resultado del uso masivo de este plaguicida. Fue una de las causas de la pérdida de 81.000 colmenas de julio de 2007 a agosto de 2008, lo que significó entre otras cosas el desaparecimiento de 160 fuentes de trabajo familiar. A raíz de este hecho la Sociedad Apícola Uruguaya solicitó al gobierno que se restrinja el uso de fipronil, por ser ampliamente conocida su toxicidad para las abejas y por su persistencia en el medio ambiente. Las negociaciones finalmente tuvieron resultados positivos. El 30 de julio, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca resolvió restringir el uso del insecticida para el control de hormigas en formulación cebo granulado y para uso curasemilla en arroz (suspensión concentrada). Si bien esta medida es importante, los usos aún autorizados continuarán causando daños en el ambiente, ya que el fipronil es usado masivamente para el control de la hormiga en los monocultivos agrícolas y forestales. El caso de la sulfluramida El otro sustituto recomendado por el MGAP cuando prohibió el mirex fue la sulfluramida. Este es un hormiguicida granulado que se vende bajo los nombres comerciales de Mirenex-sulf, Attakill Mir-X-S, Agrimex-S, Sulfa Max Huagro, Mix HorTalf y Fluramin. Al momento de la recomendación por parte del MGAP, la Agencia de Protección Ambiental estadounidense (EPA) decía que “observaciones en animales de laboratorio han mostrado que incluso exposiciones pequeñas a este producto pueden causar alteraciones en el aparato reproductivo y en el desarrollo”. Cabe señalar que en Estados Unidos las propias empresas que producen la sulfluramida se han comprometido a retirar del mercado los productos que contengan esta sustancia antes del año 2016. A lo anterior se suma la relación entre la producción y el uso de la sulfluramida con otra sustancia tóxica: el sulfato de perfluoroctano (PFOS). Durante la IV Conferencia de las Partes del Convenio de Estocolmo realizada en Ginebra del 4 al 8 de mayo de este año, uno de los temas analizados fue la necesidad de incluir al sulfato de perfluoroctano (PFOS) en la lista de sustancias a ser eliminadas. La preocupación de incluir el PFOS en dicha lista se basa en que se trata de una sustancia extremadamente persistente, que no ha mostrado descomposición alguna bajo las condiciones ambientales en las que ha sido evaluada. Es muy tóxico para mamíferos y se han encontrado concentraciones altísimas en animales que viven en el Ártico, muy lejos de la intervención humana. El PFOS es fácilmente detectable en tejidos humanos, en la sangre y en la leche materna. En un estudio realizado entre los años 2003 y 2004 en Estados Unidos se encontró sulfato de perfluoroctano en la sangre de 297 niños de un grupo de 299 menores. El PFOS es una sustancia producida en forma intencional y también como subproducto de la degradación de otros productos químicos. Este es justamente el caso del agrotóxico sulfluramida utilizado como hormiguicida, ya que tanto su formulación inicial como su degradación en el ambiente involucran al PFOS. En definitiva, la sulfluramida es una sustancia que resulta ser aún más persistente y, por tanto, más tóxica que el mirex. O sea, el MGAP no hizo otra cosa que sustituir un COP por otro COP aún peor. Uruguay importa grandes cantidades de este agrotóxico desde Argentina y Brasil. En el año 2007 las importaciones de cebo granulado de sulfluramida ascendieron a 156.461 kilógramos (kg), y además se importaron 469 kg del principio activo. En el año 2008, las importaciones del producto formulado fueron de 103.681 kg, a los que se sumaron 311 kg de principio activo. Tan tóxicos como innecesarios La importancia del Convenio de Estocolmo es que ha significado un reconocimiento de que existen sustancias muy tóxicas que deben ser eliminadas. Lamentablemente, sus avances son muy lentos y las empresas que producen y comercializan tales agrotóxicos se mueven hábilmente para que las negociaciones no sólo no afecten, sino incluso Predio orgánico de Francisco García. beneficien sus intereses. Por ejemplo, la eliminación de algunas de las sustancias más tóxicas (como el mismo mirex) fue propiciada por las propias empresas, porque sus patentes ya habían expirado y aspiraban a cobrar la patente de sus nuevos agrotóxicos. Más allá de las bondades y problemas del Convenio, la respuesta para eliminar definitivamente los agrotóxicos pasa por buscar alternativas al modelo de producción basado en monocultivos agrícolas y forestales, que convierte en plaga a insectos como la hormiga. Las hormigas son parte de nuestros ecosistemas y su control no pasa por la sustitución de un agrotóxico por otro supuestamente “menos contaminante”, como ha sido el caso del fipronil y la sulfluramida, sino por el desarrollo de sistemas productivos basados en la diversidad. Pero incluso dentro del propio modelo productivo predominante se han identificado métodos de control biológico de hormigas -basados en hongos que se desarrollan en granos de arroz- y, por tanto, no hay ninguna razón válida para seguir envenenando el ambiente con estas sustancias tóxicas. Los daños causados por la sustitución del mirex por el fipronil y la sulfluramida fueron innecesarios y se pudieron evitar. En base al conocimiento existente, es hora que el MGAP modifique su postura y los elimine definitivamente para evitar que sigan impactando sobre el ambiente, la salud de la gente y otras producciones agropecuarias como la apicultura. Contaminación en Laguna del Sauce La Laguna del Sauce es la principal fuente de agua dulce que abastece a gran parte de la población del departamento Maldonado, incluyendo a su capital (Maldonado) y principal balneario, Punta del Este. Durante los días 25 y 26 de junio se realizó un taller, convocado por la intendencia de este departamento, para tratar la grave problemática que sufren la Laguna del Sauce y su cuenca, y buscar soluciones. El evento estuvo apoyado por distintas entidades del Estado y contó además con la participación de actores de la sociedad civil de Maldonado. Las causas del problema Uno de los grandes temas tratados en el taller fue el de la “eutrofización” en la laguna. Este fenómeno ocurre como resultado de una excesiva cantidad de nutrientes (en particular fósforo y nitrógeno) que escurren hacia la laguna y generan un incremento excesivo de plantas acuáticas. La primera fase de la eutrofización es una explosión de algas que provoca un enturbiamiento en el agua que impide que la luz penetre hasta el fondo del ecosistema. Como consecuencia, la fotosíntesis productora de oxígeno se hace cada vez más difícil, en tanto aumenta el consumo de oxígeno por acción de los organismos descomponedores. El resultado es un ambiente con cada vez menos oxígeno que hace inviable la existencia de la mayoría de las especies que previamente formaban el ecosistema. Esto es lo que está sucediendo en la Laguna del Sauce. La causa principal de la eutrofización se vincula básicamente a actividades humanas a gran escala como la agricultura, forestación, ganadería e incluso uso masivo de fertilizantes en jardines privados ubicados en el entorno de la laguna. El segundo gran tema analizado en el taller fue la contaminación por agrotóxicos, producida por los distintos monocultivos que existen en la zona, como plantaciones forestales, cultivos de papa y praderas, a los que se han sumado los olivos, arándanos y más recientemente alrededor de 1.000 hectáreas de soja transgénica y otras tantas de maíz transgénico. También se ha comenzado a desarrollar en la cuenca la cría de ganado en feedlots (crianza intensiva en espacios pequeños, fundamentalmente a base de raciones alimenticias, hormonas de crecimiento y antibióticos), aumentando así la contaminación con sustancias que en muchos casos se desconocen los impactos que pueden causar en el agua. Como consecuencia de tales actividades el uso de agrotóxicos se ha vuelto cada vez más intenso e incluye herbicidas, fungicidas, hormiguicidas e insecticidas. Todas esas sustancias aplicadas en el campo terminan siempre en la laguna, ya sea directamente por escurrimiento superficial o luego de haberse infiltrado a las napas subterráneas que la alimentan. El resultado es la contaminación creciente de aguas destinadas al uso potable. Durante el desarrollo del taller se expresó gran preocupación por la contaminación de la principal fuente de agua potable del departamento y se destacó la importancia de implementar un ordenamiento territorial de un plan de gestión de la laguna y su cuenca, resaltando que su principal objetivo debe ser asegurar el suministro de agua potable a los habitantes del departamento. Dentro de un conjunto de recomendaciones se mencionó la importancia de disminuir el ingreso de agrotóxicos, de nitrógeno y fósforo a la laguna. La solución más obvia Si bien es cierto que las causas de la eutrofización son variadas y que no todas se pueden controlar, la que sí se puede evitar es la provocada por la agricultura que utiliza un paquete de fertilizantes químicos a base de nitrógeno y fósforo. También es posible controlar el uso de agrotóxicos que contaminan la laguna. La lógica para recuperar la Laguna del Sauce y empezar a caminar hacia una solución de descontaminación debería de ser la planteada en el taller por un agricultor orgánico de la zona: cultivar de manera orgánica, sin fertilizantes químicos ni agrotóxicos. Este agricultor, que vive en la zona hace 40 años, sabe muy bien de lo que habla, ya que por haber sido un productor convencional durante muchos años, conoce los efectos de los agroquímicos y también sabe, gracias a su experiencia como productor orgánico, que es posible producir sin ellos. Apoyar la producción orgánica en la cuenca de la laguna sería la mejor solución a implementar desde la intendencia de Maldonado. De esa manera se podría asegurar que no sólo la laguna vaya recuperando su calidad y pueda volver a ser una fuente de agua potable saludable, sino que además la cuenca siga siendo productora de alimentos y de medios de vida de la población local. 15 María Isabel Cárcamo RAP- Uruguay NLAC fipronil Sustitución engañosa en Uruguay 2009 Septiembre Permetrina La permetrina, igual que otros piretroides, imita en su acción plaguicida al piretro natural, sustancia que se comenzó a obtener del crisantemo a partir de 1850. El primer piretroide, la aletrina, se creó en un laboratorio en 1949. Desde entonces se han inventado más de mil piretroides sintéticos. Estas sustancias químicas se produjeron en abundancia con el predicamento de que eran “no tóxicos” o “menos tóxicos” que los plaguicidas organoclorados, organofosforados y carbamatos. Eso explica, en parte, que el uso de la permetrina para controlar insectos se haya extendido en una gran variedad de cultivos, en jardines y parques, en el interior de las viviendas, en la actividad ganadera e, incluso, directamente en los seres humanos. La permetrina actúa sobre el sistema nervioso central y es causa, como lo han demostrado numerosos estudios, de alteraciones y daños cardiovasculares, endocrinos, reproductivos y del sistema inmunológico. Y algo más: se transmite a las nuevas generaciones a través de la leche materna. Qué es la permetrina Es un plaguicida sintético de amplio espectro perteneciente al grupo químico de los piretroides, cuyo mecanismo de acción es la neurotoxicidad. La permetrina es un piretroide de tercera generación (1). Se usa principalmente para matar insectos, arañas y orugas, como también para repeler una amplia gama de insectos. Produce reacciones de hipersensibilidad en mamíferos, incluyendo a los seres humanos. Su fórmula estructural: NLAC 16 Su nombre químico es 3-(2,2-diclorovinil)-2,2dimetilciclopropanocarboxilato de n-fenoxibencilo y se identifica con el número CAS 52645-53-1. Su fórmula global es C21H20Cl2O3. Peso molecular: 391.3 Septiembre 2009 Nombres comerciales Entre los numerosos productos comerciales cuyo principio activo es la permetrina, se encuentran los siguientes: Aldebaran, Alfabios, Alfatrin, Alfapoint, Ambush, Biostrong, Cipertrin, Ciperpoint, Corsario, Cymbush, Cyperplan, Dalla, Dimetop, Disparo, Drago, Eksmin, Fastac, Furia, Nurelle, Rayo, Permetrina Fúmate, Pounce, Ro-ten-plus, Sherpa, Strongly, Symgard, Talcord y Torpedo, entre otros. Propiedades físicas y químicas La permetrina es un líquido entre amarillo y marrón, viscoso y parcialmente cristalino a temperatura ambiente. Alcanza punto de fusión entre 34º y 39º C, y presión de vapor Pa a 20º C: <10. No es soluble en agua y su densidad relativa es 1.2 (agua=1). Los disolventes usados en formulaciones comerciales pueden modificar las propiedades físicas y toxicológicas de esta sustancia química. Es altamente liposoluble. En relación con la estabilidad, la permetrina es combustible y se descompone al arder, produciendo humos tóxicos e irritantes, incluyendo cloruro de hidrógeno (2). Algunas formulaciones líquidas pueden ser inflamables y/o explosivas (3). Hay productos comerciales fabricados a base de permetrina que presentan inestabilidad en el medio alcalino (4). Usos Este plaguicida se usa ampliamente en el sector agropecuario, solo o mezclado con otros insecticidas sintéticos de volteo. Las aplicaciones de permetrina en ciertas plantaciones han provocado reiterados debates debido a que mata insectos indiscriminadamente, sin diferenciar entre parásitos de sembradíos y otros insectos, y porque es mortal para la vida acuática (5). En cultivos de invernadero se usa para controlar insectos masticadores (lepidópteros y coleópteros). También se utiliza para combatir insectos voladores y trepadores que afectan la salud pública. En medicina humana se indica la permetrina para erradicar parásitos dérmicos como los piojos y los causantes de la escabiosis (sarna), y para el control del dengue en combinación con otros plaguicidas (6) (7). En el tratamiento de la pediculosis se emplea como alternativa al lindano (8). En algunos países se usa, además, como repelente de insectos, para lo cual se recomienda volatilizar este compuesto químico sobre mosquiteros y ropas. En las indicaciones de algunos productos comerciales se señala que la permetrina es “segura y efectiva a partir de los 2 meses de edad”. Se advierte que en niños menores de 2 meses hay riesgo de dificultades respiratorias y de exacerbar prurito, edema y eritema (9). En los animales se usa como ectoparasiticida. La permetrina está registrada en una gran variedad de formulaciones para el tratamiento de instalaciones donde se crían animales (lecherías, cercados de ganado, cuadras, gallineros, cochiqueras, entre otros) con la finalidad de controlar moscas domésticas, moscas de los establos y otras moscas que viven y se desarrollan en el estiércol. Es el piretroide aprobado para uso animal más extendido en el mundo. Está disponible en forma de aerosol para aplicar sobre los animales, como también en forma de baños, champúes, crotales (identificaciones que se ponen en la oreja de cada animal), solución de unción y polvo para ser aplicado en perros, gatos, caballos, vacunos y porcinos en el control de pulgas, garrapatas y moscas (10). También se emplea como producto de protección de la madera. Modo de acción La permetrina es un insecticida extraordinariamente activo con un rápido efecto paralizante y aturdidor sobre una gran variedad de insectos, llegando a causarles la muerte (11). Por ser liposoluble, tiene capacidad para penetrar las áreas grasas de los insectos, lo que produce un efecto de choque inmediato (12). Actúa como una neurotoxina, alterando los canales de sodio de las membranas de las células nerviosas que regulan la repolarización, con la consiguiente parálisis del insecto. Tiene un amplio espectro de acción ectoparasiticida (piojos, ácaro Sarcopetes scabiei que produce la sarna, etc.) (13). Absorción Los seres humanos pueden absorber la permetrina por inhalación, ingestión, por la piel y los ojos (14). Las piretrinas y los piretroides se absorben relativamente bien por los tractos gastrointestinales y respiratorio. Su absorción a través de la piel intacta es relativamente baja (15) Efectos en la salud Los piretroides, en general, permanecen por más tiempo en el ambiente que las piretrinas debido a que la modificación química de su fórmula los hace más estables a la luz y al calor. La permetrina posee una tasa de degradación moderada en suelos. Su vida media está relacionada con el tipo de suelo, la población microbiana y su concentración, y con la condición aeróbica del suelo. Debido a su alta afinidad con la materia orgánica (Koc=86000), existe un pequeño potencial de movimiento en el suelo o posibilidad de alcanzar las aguas subterráneas (16). Se estima una vida media en el suelo de 10 a 25 días. Es rápidamente hidrolizable bajo condiciones básicas (pH=9), pero no bajo condiciones acídicas y neutras (17). Por ser fotoestable (no se degrada con el sol), en algunos casos sus residuos efectivos permanecen de 4 a 7 días sobre las hojas de los cultivos (18). Toxicidad aguda La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica a la permetrina en el grupo II, como “moderadamente peligroso”. La EPA, en tanto, lo ubica en la clase III (27) con “bajo grado de toxicidad”, igual que en algunos países latinoamericanos. Principalmente en exposiciones por inhalación y/o ingestión, la permetrina excita el sistema nervioso central, puede provocar convulsiones, temblores, ansiedad, alergias, malestares gástricos, alteraciones de la conciencia y pérdida del conocimiento. Los efectos de la exposición a este plaguicida pueden ser agravados en el caso de personas con trastornos hepáticos y problemas nerviosos (28) (29). En algunos productos a base de permetrina se ha establecido una dosis diaria admisible para los seres humanos de 0,05 mg/kg/día (30). No hay antídotos específicos (31). Algunos síntomas de intoxicación aguda son tos, irritación del tracto respiratorio, enrojecimiento de la piel, sensación de quemazón y picor, enrojecimiento y dolor en los ojos, dificultad respiratoria, episodios asmáticos. En ciertos casos se ha producido entumecimiento y hormigueo en las partes del cuerpo expuestas. La exposición puede causar efectos en el sistema nervioso de corta duración, dando lugar a sensaciones faciales de escozor, picazón y/o quemazón (32). Algunos especialistas han definido a la permetrina como “toxina neurológica” (33). También puede producir dermatitis alérgicas severas y reacciones alérgicas sistémicas. Su inhalación provoca una reacción de hipersensibilidad sobre las vías aéreas. La ingestión de las piretrinas puede producir fatiga, cefalea, anorexia, náuseas y vómitos. La ingestión masiva (200-500 ml) de fórmulas concentradas podría llevar rápidamente al coma. La dosis mínima letal en casos de ingestión oral en adultos está en el rango de 10 a 100 g (34). En estudios de laboratorio efectuados en animales se determinó una DL50 oral aguda en la rata superior a 4.000 mg/kg (35). La toxicidad aguda dérmica en conejos es LD50 > 4.000 mg/ kg, en tanto la toxicidad aguda inhalatoria es CL50>5mg/L. Grandes dosis de permetrina ingeridas por animales de laboratorio han producido signos de toxicidad incluyendo pérdida del control motor, temblores, actividad decreciente, incontinencia urinaria, descoordinación, sensibilidad creciente a sonidos y convulsiones (36). Legislación y regulación En la Unión Europea se prohibió el año 2000 la comercialización y utilización de la permetrina en todos sus usos, debido a los graves daños que provoca a la salud y al ambiente (19). No obstante, aún se comercializa un número limitado de productos a base de permetrina, como alternativa al lindano (20). No se ha establecido ningún tipo de límite toxicológico para el aire en los lugares de trabajo, ni biológico (NIOSH REL, OSHA PEL), como tampoco un nivel guía para fuentes de agua de bebida humana (21). Por otra parte, normas internacionales vigentes clasifican a la permetrina como sustancia tóxica y, en consecuencia, se recomienda evitar que entre en contacto con alimentos (22). En Venezuela se han retirado del registro nacional algunas formulaciones de permetrina (Imperator 50 CE, Dragomat). En Estados Unidos está en uso menos de una docena de piretroides, pero el más utilizado es la permetrina. En 1977 fue registrado por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por su nombre en inglés). Sin embargo, debido en gran parte a su extrema toxicidad acuática, la EPA clasifica a este piretroide como un plaguicida de uso restringido (23) (24). Esto significa que solamente puede ser utilizado por aplicadores certificados o bajo supervisión directa de un aplicador certificado (25). Sin embargo, están a la venta numerosos productos que contienen permetrina, como aerosoles para exterminar insectos en el hogar, pulgas y garrapatas en los patios; rociadores y aerosoles antipulgas para gatos y perros; productos para controlar termitas; productos de uso agrícola y ganadero, y otros para abatir mosquitos en general (26). Toxicidad crónica Muchos fabricantes de productos para uso humano a base de permetrina advierten que su aplicación para el control de la sarna en mujeres embarazadas y en período de lactancia es de elección u opcional, señalando que “se desconoce si el principio activo se excreta en la leche materna”. Otros fabricantes, más cautos, recomiendan no aplicar estos productos en período de lactancia ni a niños 2009 17 NLAC Persistencia menores de 2 meses. Algunos incluso aconsejan evitarlos durante la gestación. No aluden, sin embargo, a estudios científicos efectuados fuera del campo comercial, donde se afirma claramente que la permetrina se excreta por la leche materna y se elimina por la orina (37). Por lo demás, se sabe que mientras mayor es la liposubilidad de una sustancia, mayor es también su difusión a la leche. En una investigación realizada en Sudáfrica se encontraron residuos de permetrina en la leche materna en madres sometidas a tratamiento contra la malaria (38).[] Tras la exposición ambiental de madres lactantes en tres poblaciones de Sudáfrica, el estudio mostró concentraciones medias de permetrina en la leche de 8,3 a 48,4 mcg/L, por debajo del nivel tolerable del insecticida. En la misma investigación se hizo notar que no se ha evaluado de forma sistemática la exposición de los lactantes tras la aplicación masiva de permetrina a la madre, como ocurre en el caso de tratamiento contra la sarna. Otros estudios han descrito efectos cardiovasculares, neurológicos y en el sistema inmunológico (39). En investigaciones sobre efectos provocados por neurotóxicos en los embriones se ha comprobado que la permetrina, el paratión y los policlorobifenilos (PCBs), entre otras sustancias químicas, dañan la sinaptogénesis, es decir, el proceso de formación de sinapsis (espacio entre dos neuronas que sirve para la transmisión de un estímulo) (40). La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) no ha clasificado a la permetrina como cancerígena (41). Sin embargo, la EPA la clasifica en el grupo C, como “posible cancerígeno para humanos”, tomando como evidencia estudios en ratones que experimentaron la formación de tumores en los pulmones y el hígado (42) (43). Otro estudio en ratas efectuado por el Ejército de Estados Unidos en 1994 concluyó que la permetrina es un “posible carcinógeno humano”. El siguiente ejemplo ilustra un caso particular de efecto potencial cancerígeno vinculado a la exposición crónica infantil (prenatal) a plaguicidas. El insecticida permetrina para uso humano (en parasitosis dérmica) fue aplicado durante meses en su hogar por una mujer embarazada de 27 años. Su hijo nació prematuramente presentando hepatomegalia e infiltrados violáceos en la piel. Pese al tratamiento intensivo a que fue sometido, falleció a las 48 horas. El diagnóstico fue leucemia mieloide aguda. El análisis citogenético de médula ósea demostró un clivaje (primeras divisiones celulares del cigoto) del gen MLL y traslocación en las metafases (t11:19, q23, p13). Estas observaciones se replicaron al exponer células a la permetrina. Se postula que este plaguicida atraviesa la placenta y afecta las células precursoras hematopoyéticas en el feto en desarrollo, provocando la leucemia (44). Otros estudios ratifican la ocurrencia de leucemia connatal en intensa exposición a permetrina durante el embarazo (45) (46). Septiembre La permetrina también está incluida en la lista de plaguicidas relacionados con problemas de fertilidad masculina, debido a que “está ligada al receptor hormonal sexual en la piel genital humana y células sanguíneas”. Hay evidencias de que puede disminuir el recuento de esperma (47). Por su parte, la EPA advierte de posibles efectos sobre el sistema reproductor femenino e incidencia en el cáncer de mama, además de aportar evidencias sobre incremento en el peso del hígado y de la actividad enzimática de este órgano. Estudios de largo plazo de alimentación con formulaciones de permetrina proporcionada a ratones y ratas mostraron aumento del peso del hígado y riñones, inducción del sistema enzimático microsomal del hígado metabolizador de drogas y cambios histopatológicos en pulmones e hígado (48). Asimismo, este plaguicida fue identificado como disruptor endocrino por la Agencia Ambiental del Reino Unido (49) (50) (51). Efectos en el medio ambiente NLAC 18 Diversos estudios sostienen que la permetrina puede ser peligrosa para el ambiente y en especial para los peces y las abejas (52). La EPA señala que este plaguicida es peligrosamente tóxico para las abejas melíferas y otros insectos benéficos, así como para los peces, los insectos acuáticos, el langostino y el camarón (53). La toxicidad de la permetrina es ligera en aves (54). Las especies marinas son más sensibles que las especies de agua dulce. De acuerdo con la designación MARPOL, la permetrina es un severo contaminante marino. Las bacterias, algas, moluscos y anfibios son mucho más tolerantes a este plaguicida que los peces y artrópodos (crustáceos) (55). Las poblaciones de invertebrados y de ostrácodos (microcrustáceos) pueden ser totalmente eliminadas hasta dos y tres semanas después del tratamiento con permetrina y otros piretroides como cipermetrina, deltamentrina, cihalotrina y fenapropatina. Cuando estos insecticidas se utilizan en programas de control de larvas acuáticas constituyen un elevado riesgo potencial para los peces. La mayoría de sus valores de CL (concentración letal) son inferiores a 1.0 ppb y muy similares a los correspondientes a los invertebrados acuáticos. Incluso algunos peces son más susceptibles a los piretroides que a los insecticidas organofosforados y carbámicos. Los peces expuestos experimentalmente a dosis subletales de permetrina muestran cambios conductuales, como movimiento rápido de las agallas, alteraciones en el aprendizaje, y nado errático y en la superficie del agua. Muchos organismos acuáticos aéreos e insectos voladores, como los coleópteros, pueden reducir sus poblaciones durante varias semanas (Smith y Stratton, 1986). Se han descrito efectos subletales de los piretroides para los peces, tanto por exposición directa como a Septiembre 2009 través de los alimentos. Estos efectos incluyen separación del epitelio, necrosis de las agallas e hiperplasia de las células de la mucosa (IPCS, 1991) (56). Las aves son poco sensibles a los piretroides. Aparte de que rara vez están expuestas a un rociado directo, los valores de CL se encuentran por arriba de los 1.000 mg/kg. (57). Ficha técnica elaborada por la Oficina de Comunicaciones y Administración de RAP-AL. Julio 2009. Referencias (1) Dwight D. Bowman, Randy Carl Lynn et al. Parasitología Veterinaria de Georgi. Elsevier España, 2004. ISBN 848174719X, 9788481747195. 440 p. (2) Ficha Internacional de Seguridad Química, ICSC: 0312. Preparada en el contexto de cooperación entre IPCS y la Comisión de Comunidades Europeas. CCE, IPCS, 1994. (3) Ibíd. (4) Hojas de Datos de Seguridad, Permetrina 25 EC, ANASAC, Chile. (5) R. H. Ian. Aquatic organisms and pyrethroids (1989). Pesticide Science 27 (4): 429-457. (6) Kirby C. Stafford III (February 1999). Tick Bite Prevention. Connecticut Department of Public Health. (7) Farmacopedia.es, www.farmacopedia.es/principios (8) Informe del Comité de Examen de los Contaminantes Orgánicos Persistentes sobre la labor realizada en su tercera reunión. Adición: Evaluación de la gestión de riesgos del lindano. Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), UNEP. Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes. Ginebra, 19 a 13 de noviembre de 2007. (9) Op.cit 7. (10) Op.cit 1. (11) Ibíd. (12) Hoja de Seguridad Pounce 38.4 EC, FMC Latinoamérica S.A., Buenos Aires, Argentina. (13) Hoja de Evaluación Terapéutica Vo.3 Nº3, 2001. Atención Primaria de Asturias, España. (14) Op.cit 2. (15) Diagnóstico, tratamiento y prevención de intoxicaciones agudas causadas por plaguicidas. Curso a distancia dirigido a médicos y enfermeras, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Organización Panamericana de la Salud, Ministerio de Salud, Instituto de Salud del Trabajo, Instituto Nacional de Protección del Medio Ambiente. Lima, Perú (16) Op.cit 12. (17) Hoja de Datos de Seguridad. Permetrina 10%. Forma Ltda.. Santiago, Chile. (18) Op. cit 1. (19) Decisión 2000/817/CE de la Comisión Europea, 27 de diciembre de 2000). DO L 332 de 28.12.2000, p. 114. (20) Op.cit 23. (21) Op.cit 2. (22) Op.cit 4. (23) EPA WPS. Síntomas de exposición a pesticidas usados en cultivos menores en Colorado. www.epa.gov/region08/toxics/pdf/sintomasdeproductos.pdf (24) “Pesticide Information Profile: Permethrin,” Extension Toxicology Network, September 1993, http://pmep.cce.cornell.edu/profiles/extoxnet/metiram-propoxur/permethrin-ext.html on 29 March 2004. 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(33) Caroline Cox, “Insecticide FactSheet: Permethrin,” Journal of Pesticide Reform, Vol. 18, No. 2, Summer 1998, <http://www.pesticide.org/ Permethrin.pdf> on 29 March 2004. (34) Op.cit 21. (35) Op.cit 1. (36) Op.cit 30. (37) Regis A., Pancorbo J. et al. Tratamiento y Reinfestación por Escabiosis Humana: estudio comparativo entre permetrina al 5% vs benzoato de bencilo al 25%. Perú, 2003. (38) H. Bouwman, B. Sereda and H. M. Meinhardt (2006). Simultaneous presence of DDT and pyrethroid residues in human breast milk from a malaria endemic area in South Africa. Environmental Pollution 144 (3): 902-917. (39) Op.cit 21. (40) Ortega García J.A., Ferris J. et al. Neurotóxicos medioambientales (I). Pesticidas: efectos adversos en el sistema nervioso fetal y posnatal. Pediatric Environmental Health Speciality Unit Valencia (PEHSU-Valencia). Hospital Materno Infantil Universitario “La Fe”, Valencia. www. pehsu.org/az/pdf/neurotoxicos1.pdf (41). 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XII Congreso ALATOX, 2004. www. cepis.ops-oms.org/bvsana/matedu/cancer.pdf (47) Northwest Coalition for Alternatives to Pesticides, Journal of Pesticide Reform, Eugene, Oregon, Summer 1996. Volume 16, Nº2; de la cual sólo se seleccionaron aquellos plaguicidas autorizados que aparecen en Comision Intersecretarial para el Control de Proceso y uso de Plaguicidas, Fertilizantes y Sustancias Tóxicas (CICOPLAFEST) el Catálogo Oficial de Plaguicidas, México. Junio de 1998. En: Efectos crónicos en la salud provocados por los plaguicidas. http://ss1.webkreator.com. mx/4_2/000/000/025/c17/espiral_cap6.pdf (48) Op. cit 12. (49) www.environment-agency.gov.uk/issues/endocrin.html c.europa.eu/index-es.htm (50) UK Health and Safety Executive list of pesticides used to control mites in domestic premises, 20/11/98. (51) Pesticides Trust [now PAN UK] Active Ingredient Database, 1998. (52) Op.cit 2. (53) Op. cit 45. (54) Op.cit 33. (55) Op.cit 12. (56) Botello A.V. et al. Golfo de México. Contaminación e impacto ambiental: Diagnóstico y tendencias. http://books.google.cl/books?id=WwuryOF1jUEC&pg=PA188&lpg=PA1 88&dq=permetrina&s (57) Ibíd. Chile Grave amenaza a semillas nativas Bajo presión del gobierno norteamericano y de las transnacionales de semillas se discute en el Congreso chileno un proyecto de ley sobre “derechos de obtentores vegetales” que privatiza las semillas y el conocimiento, amenazando de paso a la biodiversidad. Tras esta iniciativa están las corporaciones de semillas y transgénicos, como Monsanto, dueña del 90 por ciento de la producción global de transgénicos, que en Chile reproduce semillas transgénicas de maíz y soja para exportación, mediante subcontratos con terceros. El proyecto está “atado” a lo dispuesto en el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, de acuerdo al cual Chile debería adecuar sus normas de propiedad intelectual firmando el Convenio UPOV 91. Los afectados directos por el proyecto, entre ellos comunidades campesinas e indígenas y agricultores orgánicos, expresaron su frontal rechazo a la iniciativa en la Cámara de Diputados. Hasta allí llegaron representantes de la Asociación de Agricultores Orgánicos de Biobío, Asociación de Agricultura Biológica-Dinámica, Agrupación de Agricultura Orgánica de Chile (AAOCH) y la Alianza por una Mejor Calidad de Vida (RAPChile), integrada por la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (ANAMURI), Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA) y Corporación de Investigación en Agricultura Alternativa (CIAL), junto con representates de la Fundación con Todos de Chiloé, Asociación de 19 NLAC En la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, representantes de RAP-Chile, ANAMURI, GRAIN, Asociación de Agricultores Orgánicos y Fundación con Todos (ambas de Chiloé) y Consejo por la Soberanía Alimentaria. Agricultores Orgánicos de Chiloé, Grain, Centro de Educación en Tecnologías (CET Sur) y Consejo por la Soberanía Alimentaria. Ese fue el inicio de una campaña de resistencia a la ley. Las organizaciones han denunciado el secretismo con que se venía tratando el tema. Organizaciones de consumidores y diversas redes ambientales y sociales se han sumado a la campaña iniciada desde RAP-Chile. La iniciativa de ley consagra el despojo de los derechos de los campesinos a disponer del producto de su cosecha cuando han usado semillas registradas, cuestión que va más allá de los artículos del citado Convenio. En febrero de 2008, un proyecto similar se aprobó en Costa Rica en medio de un gran debate social. Pero en ese caso el agricultor aún puede volver a usar la semilla en su predio. Además, se excluyó de las variedades que podían ser inscritas a aquellas protegidas por “derechos intelectuales comunitarios sui géneris” (con o sin registro), según lo establecido en la Ley de Biodiversidad costarricense. En cambio, con la ley chilena, las plantas nativas podrían ser apropiadas por una transnacional o un particular. Aunque Chile ratificó en 1995 el Convenio de Biodiversidad que debería protegerlas, en este proyecto de ley las especies silvestres y ligadas al conocimiento ancestral comunitario e indígena forman parte de aquellas definidas como “variedades nuevas” que pueden ser registradas. Las “variedades nuevas” son todas aquellas que -entre otras condicionantes- no han entrado en el circuito comercial. En la justificación de este proyecto de ley presentado por el poder ejecutivo abundan citas a la biotecnología y se postula al país como plataforma de negocios con plantas que generen “vacunas y proteínas de interés terapéutico”, es decir, farmocultivos transgénicos. Se deduce de ello que el proyecto abre el camino a la amplia liberación de cultivos genéticamente modificados en el país. Para Guillermo Riveros, presidente de la Asociación de Agricultores Orgánicos del Bio Bío, “esto implica introducción tácita de los cultivos transgénicos. No sabemos dónde están los cultivos de semillas orgánicas de exportación. Y está demostrado que no es posible la coexistencia entre transgénicos y cultivos orgánicos. El futuro de la agricultura orgánica está en juego”. 2009 Septiembre Temas de Debate Arde polémica por el Importantes repercusiones tuvo en Argentina una polémica generada por un artículo publicado en el suplemento rural del diario “Clarín” del sábado 4 de julio, el principal diario del país, que denosta las denuncias sobre los daños causados por los plaguicidas en general, y por el glifosato en particular, como también las investigaciones y otras actividades efectuadas por los grupos ecologistas en relación con los agrotóxicos. La nota titulada “DDT, glifosato y ecologismo” intenta descalificar las razones que han llevado a organizaciones como la Asociación de Abogados Ambientalistas (AAA) a solicitar al gobierno argentino la prohibición del herbicida glifosato, y de paso hace un paralelo con el proceso que llevó a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) a prohibir el DDT en Estados Unidos en 1972. Según el cronista, “hoy se reconoce que (esa prohibición) fue demasiado precipitada y una decisión jurídi- ca y científicamente desproporcionada”. También equipara irónicamente el papel que jugó en ese proceso Rachel Carlson, autora de “La primavera silenciosa”, con el que está desempeñando actualmente Marie-Monique Robin con su libro “El mundo según Monsanto” en las denuncias sobre las consecuencias negativas de los cultivos de soja transgénica y su inseparable acompañante, el herbicida glifosato. En ambos casos califica sus argumentos de “pseudocientíficos” y señala que los grupos ecologistas “no están tan preocupados por las verdades científicas, ni por las eventuales consecuencias negativas de estos productos sobre el medio ambiente y la salud humana, sino por las ideologías subyacentes que defienden. En el mundo abundan los casos que demuestran que ciencia e ideología no deben mezclarse, para bien de la humanidad toda”. En el mismo artículo se afirma que los productos Piden prohibir el glifosato y el endosulfán El Instituto de Salud Laboral y Medio Ambiente (Islyma-CTA) presentó un recurso de amparo ante la justicia para que se suspenda la comercialización, venta y aplicación del herbicida glifosato y del insecticida endosulfán, “elementos químicos que componen los herbicidas y plaguicidas que se utilizan para cultivo en todo el territorio de la República Argentina para cualquier tipo de sembradío, particularmente la soja, maíz, trigo, girasol, etc.”. Asimismo, la presentación solicita que “se ordenen sin más trámite la medida cautelar innovativa solicitada, haciendo hincapié en que el derecho ambiental lleva consigo el concepto cautelar y preventivo, valores que deben ser contemplados severamente por V.E. toda vez que se trata del cuidado de vidas humanas y de la salud de las personas, extremos que no tienen valor de reposición”. Por otra parte, un grupo de vecinos de barrios del sur de la ciudad de Córdoba, nucleados en la Coordinadora Córdoba en Defensa del Agua y la Vida (CCODAV), presentó una denuncia penal en la fiscalía para que se controle la calidad del agua proveniente de la planta potabilizadora Los Molinos, que a su vez proviene del canal a cielo abierto Los Molinos-Córdoba. La agrupación denunció que, en su transcurso de 64 kilómetros, ese canal “atraviesa miles de hectáreas de cultivos de soja transgénica, recibe diluvios de agrotóxicos en sus aguas, a consecuencia de las fumigaciones con aviones, maquinaria o a mano, parte del ‘insustentable y peligroso paquete tecnológico’ que acompaña a esta industria de los agronegocios destinados a la exportación, como glifosato, 2,4 D y endosulfán, entre otros insecticidas o agroquímicos”. La denuncia fue dirigida contra la empresa Aguas Cordobesas. Fuente: Prensa Red, 25 de junio 2009. Argentina, Córdoba: Con un recurso de amparo, buscan frenar el uso de glifosato y endosulfán. NLAC 20 Septiembre 2009 Argentina glifosato -Gran parte del conocimiento que hemos creado investigadores del país y de otras naciones en torno al impacto de los plaguicidas, tanto en el ámbito público como privado, reviste las características de científico. Y, lo que es más importante, sometemos el conocimiento que hemos obtenido, así como la estrategia que posibilitó su obtención, al juicio de otros investigadores y de la toda la sociedad. -Que los plaguicidas causen daño en la salud no reviste característica de novedad. Cientos de investigadores alrededor del mundo lo afirmamos, y no es una cuestión ideológica, es algo que está probado en ensayos de laboratorio y en investigaciones de campo. -El golpe de gracia al DDT lo dieron tanto la producción del conocimiento científico, que demostró cómo impactaba en la salud, como también las luchas de las personas y comunidades afectadas. Claro está que se necesitó de personas valientes que lo anunciaran y denunciaran a la sociedad. Ese rol lo tuvo Rachel Carlson. La ciencia es una sola, no existe la pseudociencia, aunque sí existen pseudocientíficos y de ellos podemos obtener una larga lista en los ejemplos enunciados por Marie-Monique Robin en el libro “El mundo según Monsanto”. Este libro describe, utilizando una innumerable cantidad de citas, investigaciones y entrevistas, una serie de estrategias de la empresa para manipular investigaciones e intentar, en vano, demostrar la inocuidad de los plaguicidas. -El rechazo a una tecnología no sólo puede darse por la obtención de conocimiento científico que pruebe su impacto en la salud, sino que también pueden existir y deben aceptarse razones de índole filosófica, ética y cultural. A lo largo del mundo miles de habitantes de las comunidades brindan muestras, con palabras y marcas en su propio cuerpo, del impacto de los plaguicidas en su salud, lo que les imposibilita el desarrollo de una vida plena. -La agricultura moderna realizada en Argentina, basada en la adopción de un paquete tecnológico asentado en semillas transgénicas, fertilizantes, herbicidas e insecticidas, posee un gran impacto ambiental, por lo cual no es creíble la afirmación de que haya realizado un gran servicio al ambiente. Muy por el contrario, ha producido contaminación de ríos y arroyos, pérdida de diversidad, desmonte, etc. Incluso ha impactado en otras actividades, como la apicultura. -Por nuestra parte, a quienes defendemos la existencia de una producción agropecuaria rentable y verdaderamente sustentable nos preocupa el respeto por la vida de los seres humanos y del resto de los seres vivos que habitamos este planeta y con los cuales somos interdependientes. Mal que nos pese, la ciencia y la ideología se mezclan, porque ambas las hacemos seres humanos. Leyendo el libro “El mundo según Monsanto” y analizando la realidad argentina y mundial, tenemos muchos ejemplos de esto, de cómo se intenta en vano manipular los resultados de investigaciones que siempre hablan por sí mismos. (Ver documento completo en www.rap-al.org) Documental “El mundo según Monsanto” en español RAP-AL tiene el agrado de anunciar que esta película que desenmascara a la transnacional Monsanto, líder mundial del mercado de semillas, cultivos transgénicos y plaguicidas, se encuentra ahora en versión original doblada al español. Esto permitirá ampliar su difusión a sectores muchos más amplios de los pueblos latinoamericanos y del Caribe. El documental, realizado por la cineasta y periodista francesa Marie-Monique Robin, es resultado de una investigación de varios años que abarcó diversas regiones del mundo tras las huellas de una de las empresas más controvertidas de la historia industrial. Desde su creación en 1901, Monsanto ha ido acumulando infinidad de procesos judiciales debido a la toxicidad de sus productos. Mediante documentos inéditos y testimonios de víctimas, científicos y ex funcionarios públicos, “El mundo según Monsanto” reconstruye la génesis de un imperio industrial que, a base de mentiras, colusión con los poderes públicos estadounidenses, presiones y actos de corrupción, ha llegado a ser el primer productor de semillas del mundo. Y con la venia de los gobiernos, sigue recurriendo a métodos ilegítimos e ilícitos para expandir los cultivos transgénicos en nuestros países, sin un verdadero control de sus efectos en la naturaleza y la salud humana. El documental, producido por Arte France, tiene 109 minutos de duración y se puede adquirir en los siguientes contactos: * Javier Souza, CETAAR/RAP-Argentina. Rivadavia 4097 - P.O. Box 89 (1727) Marcos Paz, Bs. As. Argentina Telefax: (54220) 4772171. E-mail: javierrapal@yahoo.com.ar * Oficina de Comunicaciones y Administración RAP-AL Providencia 365 - Of. 41. Santiago, Chile. Telefax: (56-2) 3416742. E-mail: info@rapal.cl 21 NLAC químicos y transgénicos “le han hecho un gran servicio al medio ambiente”. En abierta polémica con estas aseveraciones, Javier Souza Casadinho, ingeniero agrónomo (Ms. Sc.) argentino y coordinador regional de RAP-AL, difundió el documento “Acerca de la ciencia, los científicos y el impacto de los plaguicidas”, el cual tuvo amplias repercusiones en su país. ENLACE destaca a continuación algunos puntos principales de ese documento: 2009 Septiembre Entrevista Eduardo Freyre Transgénicos: no basta la buena fe NLAC 22 En medio de debates y controversias sobre alimentos transgénicos en Cuba, el concurso de la revista teórica Temas (2008) premió el artículo “Habla un transgénico”, una obra muy original que aborda el tema desde una óptica irónica, pero profunda y concisa. Su autor, Eduardo Francisco Freyre Roach, doctor en Filosofía y profesor titular de la Universidad Agraria de la Habana, es miembro de RAP-Cuba. El premio coincidió con el anuncio hecho por científicos del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) sobre el inicio de ensayos de campo con un maíz transgénico en la central provincia de Sancti Spíritus. Se trata de una variedad cubana de ese cultivo que se modificó genéticamente con el propósito de hacerla resistente a la “palomilla del maíz”, principal plaga que afecta a esta planta en Cuba. Según reveló el diario Juventud Rebelde el 26 de febrero, “la investigación, avalada por los rigurosos controles de seguridad biológica y ambiental establecidos en Cuba, se halla en fase de introducción con el objetivo de obtener semillas que permitirían, posteriormente, su extensión productiva para consumo humano y animal, siempre y cuando éste sea aprobado por los organismos competentes”. En una entrevista, Freyre abordó diferentes aristas de este polémico tema. ¿Qué desventajas y riesgos para la salud humana y el medio ambiente originarían los alimentos transgénicos? Como se sabe, estos “alimentos” son productos o derivados de organismos genéticamente modificados, en los cuales se manipula el genoma. ¿Dónde caen los genes de interés y elementos citoplasmáticos inadvertidos, que se bombardean hacia el núcleo de la célula? ¿Cuál será, a largo plazo, el comportamiento del organismo en el ecosistema, considerando su constante variabilidad? En este y otros asuntos hay mucha incertidumbre, reconocida por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS), las investigaciones independientes (no de las transnacionales) y reportes de experimentos. Con toda razón se teme que, quizás no a corto, pero sí a mediano y largo plazo, estos alimentos provoquen alergias, toxicidad, dificultades inmunológicas, cáncer, infertilidad y hasta trastornos endocrinos. Septiembre 2009 Ni hablar de la posibilidad de contaminación transgénica, que pone en peligro a las especies silvestres y cultivadas. ¿Pudiera controlarse el flujo natural y el flujo social de genes? ¿Qué decir acerca de si la transgénesis es compatible sólo con una agricultura industrializada a gran escala, con extensos monocultivos, uso intensivo de plaguicidas y fertilizantes químicos, ahorro o abaratamiento de mano de obra? Ni quienes abogan por la transgénesis descartan esos riesgos, aunque suelen plantear que son mínimos y controlables técnicamente. A mi modo de ver, en esta tecnología que está hecha a la medida de intereses transnacionales y del mercado, la prioridad hay que concederla al principio precautorio, como se estipula en la Declaración de Río, el Convenio de Biodiversidad y el Protocolo de Cartagena. ¿Algún beneficio en la producción de alimentos transgénicos? Sí, creo que tal vez sería ventajosa, en caso que se demostrara que un transgénico es medicinal o indispensable desde el punto de vista farmacéutico. Es decir, si no hay otra forma de resolver el problema. Cuba ha tenido importantes éxitos en eso y se sabe que un cultivo así se encuentra en condiciones de confinamiento. En ese caso no se está aceptando indulgentemente el riesgo, sino más bien se tolera, pues no queda otra salida. Siempre habría que ver si no existe otra solución efectiva y, a la vez, menos riesgosa. Es más, veo otra ventaja: avanzar en el conocimiento fundamental o básico de los procesos genéticos. La isla está apostando cada día más a los productos intelectuales y a la formación de recursos humanos. En eso no debemos quedarnos rezagados, y el esfuerzo consagrado que hacen nuestros investigadores del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología es realmente titánico. A pesar de las advertencias de académicos como usted, el país se apronta para la producción en gran escala de ese maíz. ¿Cuál es la reacción del sector académico adverso a la producción de transgénicos? Personalmente, la noticia no me sorprendió, porque sobre todo desde finales de la década de los noventa se viene hablando públicamente y con mucha fuerza de este asunto. Muchos colegas del movimiento de la agricultura orgánica tendrían que sentirse preocupados, como yo, por este acontecimiento. Hablando por mí, y no por otros, veo en la liberación de transgénicos en Cuba una gran amenaza para la directriz agroecológica de connotación estratégica (no solo coyuntural) de nuestra política agraria. Sin embargo, doy un alto valor al trabajo que día a día, consagradamente, están haciendo nuestros compañeros investigadores de biotecnología para ofrecer mejores semillas a los agricultores. Incluso celebro el maíz que han logrado, y el hecho que durante más de 20 años han trabajado ardua y responsablemente para que “nuestros transgénicos” tengan excepcionales garantías de bioseguridad. Esto significa que mis objeciones contra la liberación de transgénicos en Cuba nada tienen que ver con una desacreditación de lo que el país está haciendo en tal sentido, pues a fin de cuentas es verdad que necesitamos que mejore la producción agrícola y sustituir importaciones. Eduardo Freyre, de RAP-Cuba, doctor en Filosofía y profesor titular de la Universidad Agraria de la Habana. Simplemente, para mí, teniendo en cuenta los debates que hay en el mundo sobre esta tecnología y los riesgos potenciales que entraña, me parece que es mejor prescindir de los transgénicos y concentrarnos en las opciones que da la agroecología, los programas, la entrega de tierras ociosas, el redimensionamiento de la tenencia de la tierra y el mercado agropecuario, los diversos incentivos para vivir y trabajar en el campo, el fortalecimiento de las localidades (municipios) y del sector cooperativo campesino, y el rescate de las Unidades Básicas de Producción Cooperativa. Cuba Aún no ha sido valorado del todo el aporte que han hecho las producciones agroecológicas en el sector campesino y cooperativo, y sus potencialidades si se duplican las tierras y los incentivos para este tipo de producción. Sentido realista Cuba necesita producir alimentos para aumentar disponibilidades y reducir importaciones. ¿No cree usted que esa es una razón poderosa para que los científicos del CIGB estudien y aspiren a que el resultado de sus investigaciones pueda contribuir a resolver una carencia del país con estas producciones? Sí es una razón poderosa, pero no suficiente. No basta tener buenas intenciones, es necesario tener un sentido realista de la situación y entender que un remedio puede resultar peor que la enfermedad. ¿Qué significa decir que los transgénicos pudieran contribuir a resolver una carencia del país? Bueno, para mí no tiene sentido que nos arriesguemos en algo que sabemos no es ni la cuarta parte de la solución que buscamos. La sustitución de importaciones no es algo que se resuelva con facilidad, pues su causa no es totalmente coyuntural, sino histórica, y depende de múltiples factores. Menos mal que ya no se invoca que los transgénicos rinden más, aunque, a decir verdad, recuerdo que una vez una máxima autoridad del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología aseguró que el maíz transgénico que tienen rinde cuatro veces más que el disponible actualmente en el país. También el CIGB, a tono con la tendencia mundial, está trabajando en plantas resistentes al glisofato, uno de los plaguicidas más temidos en la actualidad. Se presupone que se recurrirá a este plaguicida en dependencia de la medida que se adopte. La resistencia de las plagas, tarde o temprano, hará de las suyas, y entonces volvemos al mismo círculo vicioso. Pienso que no podemos ver las cosas aisladas. El transgénico es sólo una parte de la historia, quizás incluso no sea la fundamental. La agricultura es mucho más compleja que obtener una planta transgénica en un laboratorio. Actualmente tene- mos más agro-químicos que en años anteriores, al mejorar la situación financiera del país, pero ahora hay que encarar el desafío de su utilización puntual y eficiente, pues puede ocurrir que el deseo de aumentar la producción, por una parte, y la adicción a estos productos de algunos agricultores, por otra, conduzcan otra vez a su uso indiscriminado. Agricultura orgánica ¿Qué soluciones propone para mejorar los rendimientos agrícolas y resolver el déficit alimentario de Cuba? Estimo que primero hay que pensar en la optimización y resistencia de nuestros agroecosistemas. Estoy de acuerdo con los compañeros del CIGB en que es muy importante atender los costos, de forma tal que el ansia de lograr altos rendimientos no se convierta en una batalla pírrica. Empero, no hay solución tipo panacea tecnológica de un proceso tan complejo como la producción agrícola. Se entretejen múltiples factores, que van desde los tecnológico-productivos hasta los de índole organizacional. Mientras más potenciemos la agricultura local y avancemos en la iniciativa local, habrá mayores posibilidades. En todos estos años de crisis, Cuba ha demostrado las amplias potencialidades de su sistema económico, político y social, y apuesta por la agricultura orgánica que desarrolló para enfrentar táctica y estratégicamente esa difícil etapa. Estoy convencido de que no se pueden ver los problemas aislados unos de otros, cada vez debemos ver los asuntos en sistema. Por ejemplo, no podríamos aspirar a la productividad y a los rendimientos que el país necesita sin resolver las dificultades de los incentivos, los suministros de insumos a los agricultores, el éxodo rural y de profesionales de la agricultura y la cuestión de la comercialización. Sin quitar mérito a las bondades del patrón de la llamada revolución verde que el país asumió, debemos aprender de los problemas que nos creó. En fin, en la isla se ha demostrado -y hasta autoridades del Banco Mundial la han elogiado por eso- que, con agricultura orgánica o agroecología a gran escala, sí es posible resolver los dilemas que nos causó. En estos momentos se negocia un régimen internacional sobre responsabilidad y compensaciones ante los riesgos para la biodiversidad del transporte transfronterizo de transgénicos, comprendido en el Protocolo de Cartagena. Hubo una reunión en México para acordar el proyecto de régimen, pero el caso continúa en fase de negociación. ¿Conoce cuál es la postura de Cuba en esas negociaciones? ¿Considera usted necesario ese régimen para regular el movimiento transfronterizo de transgénicos? La verdad es que no conozco la posición cubana respecto a este asunto. Sé que Cuba ratificó el protocolo de Cartagena el 17 de septiembre de 2002, y también que están ardiendo las negociaciones relativas a la aplicación del artículo 27 de ese Protocolo, que trata precisamente de la responsabilidad y compensación por daños provocados por organismos genéticamente modificados y otros productos de la biotecnología. Aún no hay acuerdo y, como es lógico, Estados Unidos y Argentina siguen reticentes en esas discusiones. Pero me parece que los acuerdos serían muy pertinentes para la región. Algunos consideran que el maíz que importamos de Estados Unidos puede ser transgénico. Un convenio como ese podría despejar esa duda. Si se dan garantías en tal sentido, tendremos un argumento menos para recurrir a los transgénicos. He escuchado a personas que abogan por los transgénicos y sostienen que consumimos productos de ese tipo. Pero me pregunto si se está analizando esto, si en biotecnología se ha hecho un peritaje al respecto. Estoy averiguándolo, pues no me conformo con que me digan que es posible que estemos consumiendo productos transgénicos importados. Esto debemos aclararlo y confío en que se esté haciendo algo. Nuestro gobierno e investigadores son muy celosos en eso. Por otra parte, pienso que en Cuba debemos debatir este tema. Internamente no tenemos ese litigio entre empresas y Estado, pero ¿quién pagaría los platos rotos? ¿Quienes abogan por los transgénicos en Cuba han pensado en eso? ¿El CIGB los pagaría? Hay que pensar en el régimen de indemnización a los campesinos que no siembren transgénicos y sean contaminados. En nuestro país esto no es un problema y se puede dormir tranquilo no sólo porque el producto que ofrece esa institución tendría garantías de bioseguridad excepcionales, sino también porque la filosofía de nuestro Estado es que nadie nunca esté desamparado. De todas formas, como dije, no basta la buena fe. 23 Economics Press Service www.cubaalamano.net IPS-Cuba NLAC Maíz criollo cubano. 2009 Septiembre Diálogo Por Javier Souza Casadinho Coordinador regional RAP-AL ONGs - Gobiernos 2009 Organizado por el Centro de Estudios sobre Tecnologías Apropiadas de la Argentina (CETAAR), que coordina RAP-AL en Argentina, se realizó el VIII Encuentro Diálogo ONGs - Gobiernos 2009 el 26 de agosto, con el tema “Análisis y discusión sobre el Registro Legal de Plaguicidas y el Registro de Intoxicaciones”. Participaron los coordinadores nacionales de RAP-AL y representantes de diferentes ministerios de Chile, Paraguay, Brasil, Uruguay y Argentina. Además, se contó con la participación de estudiantes, representantes de ONGs, asesores de legisladores y miembros de comunidades argentinas afectadas por fumigaciones. Al dar la bienvenida, el coordinador regional y del Cono Sur de RAP-AL, Javier Souza Casadinho, comentó los objetivos del taller en el sentido de “analizar las condiciones de utilización de los plaguicidas en el contexto social, económico y ambiental del Cono Sur, y considerar los mecanismos inherentes al registro legal y al registro de intoxicaciones por plaguicidas”. Enfatizó que “debemos analizar como y por qué se producen las intoxicaciones por plaguicidas con la finalidad de reducirlas; por ejemplo, prohibiendo los insecticidas más peligrosos”. La doctora Viviana Crapanzano, del Centro de Toxicología del Hospital Posadas, analizó a partir de los datos relevados y analizados durante el año 2006 las características que poseen las intoxicaciones por plaguicidas en Argentina. Entre otras cosas, afirmó: “Las consultas sobre intoxicaciones con plaguicidas son en su mayoría telefónicas y se han incrementado en los últimos años, la zona más afectada es la región pampeana y el grupo etario más involucrado es aquel de entre 6 y 10 años”. En primer plano, Hebe González, de Altervida, Paraguay, y Dra. Clelia Vallebuona, del Ministerio de Salud de Chile. NLAC 24 Septiembre 2009 Dr. Ernesto de Titto, coordinador de la Comisión Nacional sobre Intoxicaciones con Plaguicidas de Argentina El doctor Ernesto de Titto, coordinador de la comisión nacional de Argentina sobre intoxicaciones con plaguicidas, se refirió a aspectos relevantes de este trabajo. Respecto de la inclusión de las ONGs en la comisión, señaló que “pese a que varias organizaciones de la sociedad civil han pedido su inclusión, y se está analizando la propuesta, no se han generado los tiempos propicios para hacerlo”. También reconoció que la carencia de un adecuado registro de intoxicaciones a nivel país dificulta dimensionar el problema. En esto influyen problemas relativos a la burocracia estatal, como también un inadecuado conocimiento sobre toxicología por parte del personal de la salud. Por su parte, la doctora Clelia Vallebuona, del Ministerio de Salud de Chile, destacó que los objetivos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica en Plaguicidas son “detectar tempranamente los casos y brotes epidémicos de intoxicación aguda por plaguicidas, para aplicar oportunamente las medidas de prevención y control”. Según informó, el 2008 se registraron 849 intoxicaciones agudas en el país, 122 más que el año anterior. El 51 por ciento de las intoxicaciones es de tipo laboral. Los tipos de plaguicidas responsables de estos casos son organofosforados (38%), piretroides (24%), carbamatos (6%) y otros no especificados (32%). Los ingredientes activos más involucrados son metamidofós, cipermetrina, clorpirifos y lambdacialotrina. María Elena Rozas, coordinadora nacional de RAP-Chile, expuso el problema de las enfermedades crónicas provocados por intoxicaciones crónicas, como alteraciones genéticas y cánceres, y efectos diferidos, como es el caso de las malformaciones congénitas. “Estos costos en la salud de las personas expuestas a plaguicidas se mantienen ocultos, no se han investigado”, señaló. Destacó, asimismo, la necesidad de “sacar del registro los plaguicidas extremadamente tóxicos, por su efecto agudo y crónico, y poner en funcionamiento programas de capacitación sobre alternativas agroecológicas. Estas son medidas indispensables para avanzar hacia la reducción y eliminación total del uso de plaguicidas, y evitar graves enfermedades y muertes”. En tanto, el doctor Javier Malet, de Uruguay, explicó como se registran los plaguicidas en su país atendiendo a las características agrícolas, sanitarias y domisanitarias. El Ministerio de Salud Pública tiene incumbencia respecto del registro de productos, empresas, investigaciones epidemiológicas y relacionadas con la problemática ocupacional vinculada al manejo de sustancias tóxicas. Trabajando juntos en la reducción del uso de los plaguicidas. Margarita Goycochea, del Foro Ambiental de los Toldos, Bs As. y Cecilia Bianco, del Taller Ecologista. Luego, María Isabel Cárcamo, coordinadora nacional de RAP-Uruguay, dijo que “cuando hablamos de intoxicaciones conviene comenzar a analizar qué es la salud y los factores determinantes entre los que sobresalen los estilos de vida y el medio ambiente”. En especial, hizo hincapié en las aplicaciones de plaguicidas en las cercanías de las escuelas. El 17 de noviembre 2008, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay prohibió la aplicación aérea de plaguicidas en todo tipo de cultivo, a una distancia inferior a 50 metros del límite del predio de escuelas rurales. En aplicaciones terrestres, la prohibición se reduce a una distancia inferior a 30 metros de dichos centros escolares. “En la misma resolución se exhorta -NO SE PROHIBE- que las aplicaciones aéreas y terrestres se efectúen en días inhábiles o fuera del horario escolar. Esta situación muestra a las claras que no se protege la salud de los niños”, advirtió María Isabel. A continuación, Hebe González, de Alter Vida y coordinadora nacional de RAP-Paraguay, señaló que “la necesidad de un adecuado registro obedece a visibilizar en su verdadera dimensión un problema de salud pública, adecuar políticas y buscar mecanismos para reducir los riesgos, y profundizar el análisis sobre un desarrollo más incluyente con los mismos derechos y oportunidades para todos los sectores”. Explicó que la mayoría de los casos de intoxicación por agrotóxicos se producen en localidades alejadas de las ciudades, donde los centros asistenciales locales no cuentan con los insumos e infraestructura su- analizar en profundidad como los plaguicidas afectan a las comunidades, en especial a aquellas cercanas a los puertos y centros de acopio de cereales y oleaginosas, resaltó que los desafíos son “realizar un ordenamiento urbano, informar, promover la participación, comprometernos, realizar estudios de impacto con audiencias públicas y, desde los gobiernos, controlar el sistema y realizar las penalidades efectivas”. Javier Souza Casadinho comentó los objetivos, metodología de trabajo y resultados del monitoreo comunitario de base que se está realizando en los cinco centros regionales de PAN internacional. “El monitoreo constituye una excelente herramienta para que las comunidades se involucren en la problemática relacionada con la salud. Podemos conocer la dinámica de uso de los plaguicidas y su vinculación con la aparición de problemas en la salud. En este momento se están realizando monitoreos en Argentina, Bolivia y México. En Argentina el monitoreo se realizó junto al Movimiento Campesino Santiagueño (MOCASE) y da cuenta que las comunidades afectadas por las fumigaciones aéreas sufren problemas de salud como las afecciones endocrinas”. Verónica Maldonado, del MOCASE, también comentó algunos aspectos relevantes de la problemática de las fumigaciones aéreas y sus relación con problemas en la salud. Ella afirmó: “Hay dificultades para que las personas afectadas sean atendidas en los centros de salud y que estos casos sean registrados en las planillas correspondientes. Las fumigaciones aéreas son un problema adicional al que ya tenemos en la lucha por la tierra en un territorio dominado por los terratenientes”. Al finalizar las exposiciones se pudo hacer preguntas, y antes del cierre se analizó y discutió sobre las intoxicaciones, las limitaciones del marco legal, las necesidades de participación y, en especial, sobre los alcances y limitaciones de la propuesta agroecológica para producir alimentos sanos y al alcance de todos. Fue una jornada en la que se trabajó y discutió con respeto, aspecto que una vez más destaca la importancia de estas reuniones como parte de la estrategia de trabajo de RAP-AL en la región de América Latina y el Caribe. Reunión ONG -Gobiernos del Cono Sur sobre plaguicidas 25 NLAC Cono Sur ficientes para tratar intoxicaciones y, en particular las que se deben a plaguicidas. Eso no sólo dificulta la atención, sino también el diagnóstico y el registro de los casos. A raíz de hechos como el incendio de un depósito de plaguicidas en zona urbana, el gobierno tomó medidas que influyeron positivamente en el registro. Por su parte, Jaime Ayala, del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas de Paraguay, realizó un exhaustivo análisis de la documentación y requerimientos para el registro de plaguicidas. También se explayó sobre el Registro por Equivalencia Química que toma en cuenta las investigaciones y registros realizados en otros países. Al respecto, afirmó: “Obtenemos así un nivel mínimo de calidad de los productos formulados, se puede conocer el origen de la mercadería, se evita el sacrificio de animales y se reconoce el procedimiento a nivel internacional”. Gonzalo Entenza, representante argentino en la Estrategia Internacional sobre el Manejo de Sustancias Químicas (SAICM), explicó como funciona esta estrategia que se propone una reducción en el impacto de las sustancias químicas a partir del reemplazo de las sustancias tóxicas, limitaciones en su utilización y manejo adecuado para evitar daños en la salud. Jaime Weber, de CAPA, coordinador nacional de RAP-Brasil, indicó que “es indispensable la participación de la sociedad civil, de las universidades, del Estado y de las empresas en la toma de decisiones respecto de los registros de plaguicidas y de las intoxicaciones”. Agregó que, como una muestra de la importancia del impacto de algunos plaguicidas, los Ministerios de Salud, Ambiente y Agricultura de Brasil se hallan investigando para revalidar o no los siguientes plaguicidas: glifosato, acefato y cihexatina”. En el último panel, con participantes de Argentina, Margarita Goycochea, del Foro Ambiental de los Toldos (Buenos Aires) denunció que “las fumigaciones aéreas están envenenando a las comunidades y provocan afecciones a nuestros hijos, pero el pueblo resiste y busca solucionar el problema”. Añadió que “debemos unirnos todas las comunidades afectadas y hacer que se sancione una legislación que impida las fumigaciones y los plaguicidas más tóxicos”. Cecilia Bianco, del Taller Ecologista, luego de 2009 Septiembre Alternativas Soja sin glifosato Testimonio de una exitosa experiencia de intercultivo realizada en Argentina. NLAC 26 Septiembre 2009 En el verano del 2003-2004 cultivamos 4 hectáreas de soja no transgénica sin herbicida en la localidad de Mercedes, provincia de Buenos Aires. El proyecto consistía en usar como primer herbicida un cincel con forma de chapas triangulares de borde afilado. Estas chapas se desplazan debajo de la tierra a una profundidad de 2 cm. con el objetivo de cortar las raíces. El segundo herbicida era una superpoblación de soja y mijo intercalado en forma soja-mijo-mijo-soja, y así siguiendo con 2 de mijo y una de soja. La relación mijo-soja es benéfica por tratarse de la combinación de una gramínea con una leguminosa. Experiencias anteriores nos habían demostrado que en toda relación benéfica entre distintas especies vegetales a menor distancia entre ellas, mayor rendimiento. eso que llaman “maleza” (hierbas no deseadas). Cuando hay una especie seca y otra a la que le falta poco para secar se puede hilerar el campo y cosechar después. Hay que cosechar todo, incluso las hierbas, y luego separar. Se puede sembrar soja sobre pastura viva de gramíneas. Por cada 200 ó 500 plantas de soja debe haber una de chamico o miyaya (Datura stramonium, Datura ferox) que sale sola y atrae a la chinche de la soja. La roya de la soja viene cuando a la tierra le falta silicio. Muchas gramíneas suben silicio y lo entregan a la tierra en forma de rastrojo. El único agroquímico usado fue la inoculación de bacterias y el resultado fue óptimo. Resultado Posible y rentable Se usó soja y mijo orgánicos. Al momento de sembrar había un monocultivo de cardencha o cardo (Dipsacus fullonum) seco. Se pasó la segadora y no el cincel que se había preparado, porque no hacía falta. La sembradora usada permitía hacer intercultivos usando el sembrador de fertilizante granulado para el mijo. El rendimiento en soja fue el doble de los promedios informados en esa época. En el momento lo atribuimos al efecto del intercultivo, pero no es así. Ignorábamos que la soja convencional rinde casi el doble que la transgénica. Queda demostrado que el glifosato no hace falta. Por tanto, no hace falta que la soja sea transgénica. La soja convencional es más barata y produce más. El herbicida es un gasto inútil. El intercultivo requiere más gasto en semilla, pero hay más para vender y no requiere más gasto en siembra y cosecha. Si aplicamos las leyes de la permacultura al campo no se puede sembrar nada solo. Hay que juntar dos o tres especies y, además, no se puede hacer una sola siembra por año. Deben ser dos o más. Esto mejora la tierra por razones que se explican en “Cómo tratar la tierra” (1). Recomendaciones Conclusión No se pueden hacer intercultivos con plantas que no son amigas entre ellas, como es el caso de maíz con soja. Las especies a sembrar deben tener semillas de distinto tamaño, porque la cosechadora no las separa. Hay que separarlas después, bajo techo, con máquinas clasificadoras de semillas (que son núcleos de cosechadoras con motor eléctrico). En una misma siembra no se pueden poner plantas con distinto periodo, porque deben secarse al mismo tiempo a menos que se siembren en distinta fecha con sembradoras especiales. Pero no lo recomendamos, porque mientras se espera el momento de la segunda siembra se va instalando Proponemos que los agrónomos argentinos, el INTA, las Facultades de Agronomía y todos los productores abandonen la militancia en favor de empresas extranjeras, y se pongan al servicio de la salud y la prosperidad de nuestro país. Con esto también se gana dinero. Proponemos que nuestros representantes elaboren y aprueben una ley que prohíba el uso del glifosato y la soja transgénica, ya que esto no perjudica los intereses de los productores, como se creía hasta ahora. Por ignorancia. (1) www.permacultura.com.ar/libros/index.html Antonio Urdiales Cano www.permacultura.com.ar info@permacultura.com.ar