tapa tiro y retiro√√√ - RAP-AL

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Crece
desde el pie…
Desde muchos países de nuestra América Latina y del Caribe nos llegan voces de las comunidades, de grupos de base, de organizaciones
de la sociedad civil, de sindicatos y escuelas que nos anuncian actividades, y nos informan de luchas y logros.
Son logros, resultados, secuelas de las luchas que venimos realizando desde hace largo tiempo y que, igual que la tierra abonada, rinden
frutos. No hay logros pequeños, porque las luchas que los produjeron fueron enormes, arduas, e implicaron asumir objetivos y caminos
de acción en conjunto.
Por esa razón, desde RAP-AL, vemos con alegría y orgullo que a pesar de los inmensos desafíos involucrados en esta lucha desigual
se van alcanzando logros en todos los países de la región. Entre los más recientes podemos citar haber conseguido el veto a la ley de
agroquímicos que los grandes productores querían imponer en Paraguay, el análisis para prohibir los plaguicidas más peligrosos que se
está realizando en Bolivia y Venezuela, el avance de la agricultura orgánica en Cuba y República Dominicana, las discusiones sobre el
impacto del glifosato que se están dando en Argentina, tanto en las universidades como en el mismo congreso de la nación.
No son logros aislados, ni se han conseguido actuando solos como RAP-AL. Muy por el contrario, constituyen logros del conjunto de los
países y de las organizaciones que, actuando ya sea dentro o fuera de la red, hemos podido llegar a acuerdos a partir de diferencias
ideológicas, metodológicas e históricas, que han permitido ponernos objetivos claros y estrategias de acción común.
Ahora bien, cada jalón, cada meta nos impone nuevos desafíos. Es así como al retirar Bayer el endosulfán del mercado, este triunfo debe
potenciar nuevas acciones, ir por más, construyendo en la diversidad.
Los desafíos son enormes, los recursos son escasos, el camino es tortuoso, pero nos queda nuestra fe inquebrantable. Recreemos las
utopías, nos queda la vida por delante.
Javier Souza Casadinho
Coordinador regional de RAP-AL
NLAC
NLAC
3
2009
Septiembre
Por
Pilar Cogua
Doctora en Ciencias-Biología
Universidad Nacional de Colombia, Bogotá.
RAPALMIRA (RAP-Colombia)
rapalmira @gmail.com
El glifosato es usado en Colombia como
herbicida en las actividades agrícolas;
como madurante en cultivos de caña de
azúcar, soja, maíz, piña y sorgo, y para la
erradicación de cultivos ilícitos. El objetivo
de este estudio es determinar los efectos
del glifosato, en su formulación comercial
y de sus componentes por separado, en dos
especies de peces de cultivo de importancia comercial en el Valle del Cauca. Este
ensayo se realizó con la colaboración de
los estudiantes del curso de Toxicología
Ambiental dictado por el profesor Guillermo
Duque Nivia, de la Universidad Nacional de
Colombia, sede Palmira.
Metodología
Se realizaron tres pruebas de toxicidad sobre dos
especies de peces: tilapia (Oreochromis nilotica), cultivada en el Valle del Cauca como alimento,
y guppy (Poecilia reticulata), cultivada en el Valle del Cauca como pez ornamental. Las pruebas se
realizaron en acuarios de 70 litros ubicados en las
instalaciones de la Universidad Nacional de Colombia, sede Palmira, cada uno con 26 individuos.
En la primera prueba (tratamiento 1) se aplicó en
cada especie el herbicida en su formulación comercial Roundup (glifosato + surfactante) a una
concentración de 20 mg/L. En la segunda prueba
(tratamiento 2) se aplicó en cada especie sal de
glifosato (agente activo del herbicida) a una concentración de 17,4 mg/L. En la tercera prueba (tratamiento 3) se aplicó en cada especie el surfactante
(polioxietil amina) a una concentración de 2,6 mg/L.
Pruebas de toxicidad
con glifosato
Estudio realizado en peces del Valle del Cauca, Colombia.
Figura 1. Número de individuos
de la especie Poecilia reticulata muertos por cada día que
estuvieron expuestos a cada
tratamiento. Tto 1: formulación
comercial Roundup (20mg/L).
Tto 2: sal de glifosato (17,4
mg/L). Tto 3: surfactante 2,6
mg/L.
Figura 2. Número de individuos
de la especie Oreochromis
nilotica muertos por cada
día que estuvieron expuestos
a cada tratamiento. Tto 1: formulación comercial Roundup
(20mg/L). Tto 2: sal de glifosato (17,4 mg/L). Tto 3: surfactante 2,6 mg/L.
Resultados
Se observó que la toxicidad fue mayor en el tratamiento 3, con surfactante, para ambas especies;
seguida por el tratamiento 1, con la formulación
comercial, para ambas especies, y por último el
tratamiento 2 con la sal de glifosato para ambas
especies (Figura 1 y 2).
Se observaron diferencias en resistencia entre las
especies, siendo guppy la más resistente comparada con tilapia en todos los tratamientos (Figura 3).
Conclusión
NLAC
4
Se demuestra que el surfactante es un agente altamente tóxico y que tiene una participación química
importante en la formulación del herbicida. Aunque
la sal de glifosato sola no es un agente altamente tóxico, en su formulación comercial siempre va
combinada con un surfactante, el cual es más tóxico en el ambiente.
Septiembre
2009
Guillermo Duque
Departamento de IngenieríaIngeniería Ambiental
Universidad Nacional de Colombia, Palmira.
gduquen@palmira.unal.edu.co
Figura 3. Comparación del
número de individuos de
cada especie muertos por
cada día que estuvieron expuestos a cada tratamiento
Exitosa campaña
de PAN y RAP-AL
Bayer dejará de vender
endosulfán
das cuyos usos no presentan los efectos colaterales mortales de este plaguicida”.
Por su parte, Karl Tupper, científico del staff de
PAN-Estados Unidos, declaró que “al retirarse
Bayer, en el mercado queda un puñado de fabricantes genéricos que venden este veneno. Les
pedimos a estas empresas que prioricen la salud y el medio ambiente por sobre las ganancias
que obtienen a través de este tóxico y que frenen
sus ventas. Es lo único responsable por hacer”.
Al respecto, el coordinador regional de la Red
de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas
para América Latina (RAP-AL), Javier Souza
Casadinho, afirmó: “En América Latina el endosulfán es uno de los tóxicos más utilizados.
Desde muchos países estamos llevando a cabo
campañas de sensibilización y acciones a nivel
político para que este producto sea prohibido. A
la vez, estamos realizando acciones de investigación y difusión, y haciendo capacitaciones
para reemplazar el endosulfán por alternativas
agroecológicas, con el propósito de no requerir
más el uso de plaguicidas”.
“Nueve países en África Occidental han resuelto
prohibir el uso del endosulfán en la agricultura
debido a los serios efectos observados en los
agricultores y sus familias, y en el medio ambiente. Es necesario seguir presionando para
conseguir la total prohibición de este producto
en todo el mundo”, manifestó el doctor Abou
Thiam, coordinador regional de Pesticide Action
Network-África.
A nivel internacional, el endosulfán está siendo
examinado tanto en el Convenio de Rotterdam,
con la finalidad de aplicar normas más estrictas en su comercialización internacional, como
en el Convenio de Estocolmo para su prohibición
internacional, debido a sus efectos adversos en
la salud y el medio ambiente. PAN continuará
trabajando para asegurar que el endosulfán sea
incluido en la lista de químicos que están prohibidos en todo el mundo.
Sin embargo, el progreso de estas iniciativas
es obstruido por el gobierno de la India, según
la observación de Meriel Watts, coordinadora
de PAN-Nueva Zelanda: “En la India, el mismo
gobierno que fabrica endosulfán -es dueño de
la empresa Hindustan Insecticides, que produce
este tóxico- actúa en convenciones internacionales para evitar que el endosulfán aparezca en
la lista de productos prohibidos. Tiene miembros tanto en el Comité de Revisión de COPs de
la Convención de Estocolmo como en el Comité
de Revisión de Químicos de la Convención de
Rotterdam”. Ante este claro conflicto de intereses, afirmó M. Watts: “Un fabricante usa su
poder para vetar los acuerdos internacionales
sobre la fabricación, comercialización y uso del
químico”.
“Los químicos como el endosulfán, que son
tóxicos, bioacumulables y tan persistentes que
contaminan nuestros cuerpos, a nuestros bebés y el medio ambiente, no tienen lugar en la
agricultura. Les pedimos a los gobiernos y a las
industrias que aún usan, fabrican o comercializan endosulfán que sigan el ejemplo de Bayer
y dejen de sacar provecho de este veneno tan
tóxico”, dijo Mariann Lloyd-Smith, co presidenta
de IPEN (2).
(Declaración Pública,27/07/09)
(*) Uniting Pesticide Action Network, Organic
Exchange, eco retailer Adili.com, National Union
of Students, Thanal, Fairtrade Alliance Kerala
and Zameen Organic.
Notas
1- Pesticide Action Network (PAN) es una red que cuenta
con la participación de más de 600 organizaciones no gubernamentales, instituciones y particulares en más de 90
países que trabajan para reemplazar el uso de plaguicidas
tóxicos por alternativas ecológicamente responsables,
económicamente viables y socialmente justas.
2- IPEN es una red global con más de 600 organizaciones
no gubernamentales de interés público que trabajan en
conjunto para la eliminación de contaminantes orgánicos
persistentes, sobre bases socialmente equitativas.
5
NLAC
La empresa multinacional química-farmacéutica Bayer se ha comprometido a concluir con la
distribución del plaguicida endosulfán en el año
2010 y a reemplazar este tóxico por alternativas
menos riesgosas. La decisión es el resultado de
una acción innovadora llevada a cabo en 16
países, guiada por Pants To Poverty, empresa
fabricante de ropa interior orgánica y de comercio justo, y por su coalición de organizaciones
amigas que incluye a Pesticide Action Network
(PAN) (1), Fairtrade Alliance Kerala y Zameen
Organic (*).
En una carta dirigida a la Coalición que lleva
adelante la campaña, Bayer expresó: “Planificamos terminar las ventas de endosulfán para
fines de 2010 en todos los países donde todavía
se encuentra legalmente disponible”. La carta,
firmada por la directora de relaciones de inversión de Bayer Crop Science, Judith Nestmann,
dice que el endosulfán sería reemplazado por
alternativas “con un perfil de riesgo significativamente menor”.
La decisión de Bayer es resultado de años de
campañas de denuncia realizadas en todo el
mundo por parte de PAN, de sus organizaciones
constitutivas y aliados, en contra del persistente plaguicida, el cual se vincula a diferentes
enfermedades como el autismo, nacimientos
con malformaciones y daños en el aparato reproductor masculino, como también a muertes
y severos daños a agricultores a través del contacto directo. Este plaguicida se halla prohibido en más de 60 países incluyendo a la Unión
Europea.
En esta última acción, realizada en 16 países
de todo el mundo, la gente intercambió su ropa
interior convencional por un par gratuito de ropa
interior orgánica y manifestó su apoyo a la producción de algodón sin el uso de endosulfán. La
ropa interior convencional fue enviada a la casa
central de Bayer con un pedido de que “dejaran
de distribuir endosulfán.”
Linda Craig, directora de Pesticide Action Network-Reino Unido, dijo: “Nos alegra que Bayer
se haya comprometido a dejar de vender endosulfán. Existen muchas alternativas comproba-
2009
Septiembre
Problemática de la expansión
piñera en Costa Rica
Por
Fernando Ramírez Muñoz
Instituto Regional de Estudios en
Sustancias Tóxicas (IRET)
Universidad Nacional de Costa Rica (UNA)
RAP-AL Costa Rica
Venenos en
El aumento sin planificación del cultivo
de piña en Costa Rica ha provocado una
serie de impactos negativos en las regiones donde se produce este monocultivo,
como la contaminación con plaguicidas
de aguas superficiales y subterráneas utilizadas para suministro de agua potable
en muchas comunidades; destrucción de
zonas protectoras de bosques y mantos
acuíferos; desvío y desaparición de cursos
de aguas naturales; pérdidas exageradas
de suelo por erosión hídrica; sedimentación en quebradas, lagunas y ríos; pérdida de la biodiversidad en zonas aledañas
a piñeras; intoxicación de personas, animales domésticos y silvestres; aparición
de plagas de moscas que dejan pérdidas
en ganado; presión social a campesinos
por las tierras dedicadas a cultivos de
seguridad alimentaria; deforestación y
otros, transformando miles de hectáreas
de una altísima biodiversidad y riqueza en
simples desiertos sembrados de piña.
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Septiembre
2009
Situación de la producción piñera
Costa Rica ha sentido la expansión piñera especialmente en los últimos años. Se ha duplicado
el área cultivada en poco tiempo, pasando de
11.000 ha en el año 2000 a cerca de 50.000 ha
en 2009, constituyéndose en el segundo producto
agrícola de exportación con 27,2 por ciento del
total exportado, siendo sólo superado, y muy levemente, por el banano con 27,5 por ciento. Todas
estas tierras sustituyeron cultivos como yuca, tubérculos, banano, melón, caña de azúcar, arroz y,
por supuesto, grandes áreas de potreros, tacotales (matorrales espesos) y bosques secundarios.
Esto convirtió a Costa Rica en el primer productor
mundial de piña dorada con una exportación al
2008 de casi 1,5 millones de toneladas de fruta
y un ingreso de divisas de US$574 millones en
42.500 hectáreas sembradas por 1.300 productores y con un empleo directo de 25.500 personas.
A pesar de este crecimiento vertiginoso de las
exportaciones, 1.200 pequeños productores sólo
participan en el 4% de la producción total, dejando en manos de sólo 100 productores, controlados
en su mayoría por empresas transnacionales, el
96% de los ingresos totales (El Financiero, 29
junio 2009).
el agua
cuentran los grandes productores. A las comunidades de El Cairo, Luisiana, Milano y Herediana,
de Siquirres, la empresa piñera les contaminó su
acueducto al aplicar plaguicidas en una zona de
protección acuífera y llevan más de un año recibiendo agua a través de un camión cisterna. Las
leyes de Costa Rica expresan que se deben impedir las siembras de piña a menos de 15 metros de
ríos o quebradas, de 200 metros de nacientes o de
70 metros de nacientes intermitentes.
Hace 23 años la piña para exportación era cultivada únicamente en 3.400 ha de la zona sur del
país. A partir de los años 90, con la aplicación
de los Programas de Ajuste Estructural exigidos
por el Banco Mundial y el FMI, la actividad piñera colonizó la zona norte y Atlántica del país,
y muy recientemente el Pacífico Norte, donde la
piña además ha llegado a competir por el agua
utilizada para consumo humano y animal por los
productores de subsistencia. El pueblo sureño de
Buenos Aires ha sido partícipe de la producción
piñera desde hace muchos años, sin embargo hoy
es el segundo cantón más pobre del país. Esto
sucede igualmente con cantones piñeros de la
zona Atlántica como Guácimo, Siquirres, Guatuso
y Upala.
Al margen de la ley y del ambiente
Existen 19 empresas con 90 causas por problemas
con el recurso hídrico denunciadas ante el Tribunal Ambiental Administrativo por malas prácticas
agrícolas que atentan contra la estabilidad ambiental, económica y de salud de los vecinos de
esas fincas. La mayoría de estas denuncias son
de empresas de la zona Atlántica, donde se en-
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2009
Septiembre
Uso de plaguicidas altamente tóxicos
En el monocultivo de piña los suelos se manejan
intensivamente y la única especie que se permite
desarrollar es ésa. La biodiversidad es eliminada.
Por tanto, resulta afectada toda interacción biológica en el suelo, y su fertilidad natural, relacionada con la degradación microbial de la materia
orgánica del suelo, es reemplazada con agrotóxicos altamente contaminantes.
En un diagnóstico de uso de plaguicidas efectuado por RAP-Costa Rica (Ramírez y Bravo) se determinó que a cada hectárea de piña, al año 2007, se
aplican entre 16 kg y 22 kg de ingrediente activo
por ciclo, utilizando los siguientes plaguicidas:
herbicidas bromacil, ametrina, diuron, glifosato,
quizalofop y paraquat, este último usado en altísimas cantidades -entre 10 y 16 litros de Gramoxone (paraquat) por hectárea-, dejando grandes cantidades persistentes adheridas al suelo;
fungicidas como mancozeb y metalaxil; insecticidas como carbaril, usado entre 6 a 7 veces por
ciclo, diazinon entre 6 a 13 veces, endosulfán 1
a 2 veces, etoprofos, fosetil aluminio, triadimefon
y clorpirifós; además de enormes cantidades de
fertilizantes químicos y precursores de hormonas
como el etephon, usado de 3 a 4 veces por ciclo.
Otro de los graves problemas de la producción
de piña es la gran cantidad de residuos vegetales que produce. El altísimo uso de paraquat
para secar las plantas después de la cosecha
y su posterior incorporación al suelo genera las
condiciones óptimas para que la mosca paletera
del ganado (Stomoxys calcitrans), hematófaga del
ganado y recientemente de humanos, se convierta
en plaga. Por este motivo, los productores aplican
una semana después del paraquat el insecticida
clorpirifós para tratar de controlar las moscas,
y finalmente encienden fuego a los restos secos
e impregnados de plaguicidas. Muchos de estos
plaguicidas, como el endosulfan, clorpirifós, diuron y otros, poseen átomos de cloro en su molécula, acentuando el problema de la producción
de sustancias altamente peligrosas como son las
dioxinas.
Residuos de agrotóxicos en agua potable
El plaguicida más frecuentemente encontrado
en el agua de las nacientes que abastecen los
acueductos de varias comunidades, como Cairo
y Luisiana, fue el herbicida bromacil -además
de diuron y triadimefon-, detectado por el Laboratorio de Residuos de Plaguicidas del IRET de
la Universidad Nacional (Ruepert et al. 2005),
por el Centro de Investigación en Contaminación
Ambiental (CICA) de la Universidad de Costa Rica
y por laboratorios privados (ChemLab). Esto fue
confirmado por los laboratorios USGS de Denver,
Estados Unidos, y el Omegam de Holanda. Los
análisis efectuados arrojaron los siguientes resultados de residuos de bromacil en algunas fechas
de muestreo.
Cuadro 1. Residuos de bromacil (ug/L)
en agua potable de acueductos
comunales de Siquirres.
Laboratorio
Fecha
Cairo
Luisiana
IRET
21/06/05
0,7
IRET
20/06/06
1,4
CICA
25/09/07
1,87
7,24
IRET
26/09/07
1,2
6,4
ChemLabs
09/12/07
2,6
4,8
ChemLabs
18/06/08
1,8
4,5
Además, en la fecha 25/09/07 se detectaron 1,48
ug/L de diuron en el acueducto de Luisiana.
Fuente: Ruepert, C. 2009 comunicación personal.
Ambientico, junio 2008.
Esto indica una contaminación sistemática desde
hace varios años en el agua de las nacientes de la
zona de Siquirres, especialmente por el herbicida
bromacil, una sustancia altamente móvil y de extrema persistencia en el suelo. En otras partes del
mundo se ha prohibido debido a que ha causado
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Septiembre
2009
contaminación de aguas subterráneas. El bromacil se relaciona con cáncer de tiroides, hígado y
riñón. Además, experimentos con roedores han
demostrado que la exposición a estas sustancias
por largos períodos puede generar cáncer o alteraciones en los cromosomas.
El poder ejecutivo costarricense pretende legalizar
los residuos de diurón en el agua para consumo
humano a cantidades de hasta 1,05 ug/L, e intenta hacer lo mismo con el bromacil: tolerar hasta 5
ug/l en agua para consumo humano y aumentando, vía transitorio, la cantidad de herbicida hasta
10 ug/L en el primer año después de publicado el
decreto (Ambientico, junio 2008). La norma europea para el bromacil establece como límite permisible 0,1 ug/L, pero como derecho fundamental
el agua potable tiene que ser totalmente limpia
y pura. En el Comentario General Número 15 del
Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas (2002) se cita que:
“El agua necesaria para cada uso personal o doméstico debe ser salubre y, por lo tanto, no ha de
contener microorganismos o sustancias químicas
o radiactivas que puedan constituir una amenaza
para la salud de las personas”.
Alternativas y demandas
RAP-Costa Rica se une a muchas organizaciones
comunales, movimientos ambientalistas, universidades estatales y personas responsables para
pedir una moratoria a la siembra de nuevas áreas
de piña en Costa Rica. También exige que se respete la legislación ambiental costarricense y el
derecho que tienen los ciudadanos al suministro
de agua potable limpia y pura. Asimismo, solicita
a las autoridades competentes impulsar el cambio hacia una agricultura sostenible que no atente
contra la salud de los trabajadores y consumidores ni contra el ambiente. La agricultura orgánica
es una adecuada respuesta a estas demandas. En
Costa Rica ya existen alrededor de 1.000 hectáreas de piña orgánica o en proceso de transición,
sin el uso de ningún agrotóxico ni fertilizante químico, siendo también una excelente alternativa
económica para los productores.
Fuentes bibliográficas
• Insensatez piñera. En: El Financiero. 29 de junio al 5 de
julio 2009. San José, Costa Rica.
• IRET. 1999. Manual de Plaguicidas, Guía para América
Central. EUNA. 2 edición. Heredia, Costa Rica. 395 p.
• Piña en Costa Rica: impactos ambientales y sociales.
2008. En: Ambientico N 177, junio 2008. Escuela de Ciencias
Ambientales, Universidad Nacional de Costa Rica. Heredia.
• Ramírez, F; Bravo, V. Diagnóstico de Uso de Plaguicidas en
Piña. IRET-UNA. Costa Rica. Por publicar.
Ruepert, Clemens et al. 2005. Vulnerabilidad de las aguas
subterráneas a la contaminación por plaguicidas en Costa
Rica. Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas,
Universidad Nacional. Costa Rica.
Costa Rica
Fomento a
la agricultura
orgánica
El reglamento contempla la elaboración de planes
operativos para el desarrollo, fomento y promoción
de la producción orgánica a nivel local y regional,
con sus respectivos presupuestos. Esto incluye
apoyos fiscales en capacitación; transferencia;
investigación; intercambio de experiencias; reconocimiento de beneficios ambientales para micro,
pequeños y medianos productores orgánicos;
inspección de fincas, seguimiento y evaluación.
También habrá exoneraciones de vehículos de trabajo, maquinaria, equipos para uso en agricultura
orgánica e insumos agropecuarios orgánicos, así
como exoneración de impuestos de ventas y renta.
Asimismo, se establecerán mecanismos concretos con los Bancos Estatales y el Banco Popular y
de Desarrollo Comunal para apoyar el proceso de
dotación de recursos financieros y de desarrollo
establecido en la Ley Nº 8591.
Se utilizará un sistema participativo de garantía
o certificación participativa, restringido para los
mercados locales en el ámbito del mercado nacional. Además, se implementará un programa permanente de promoción de los productos orgánicos
a nivel nacional e internacional.
El nuevo reglamento también incluye disposiciones para asegurar el acceso y resguardo de las
semillas criollas, y su protección frente a los organismos genéticamente modificados con la idea de
prevenir la contaminación transgénica.
Nota: ver texto completo de la nueva ley en la Base de Datos
de RAP-AL, www.rap-al.org
9
NLAC
El Movimiento de Agricultura Orgánica
Costarricense (MAOCO) logró, por fin, la
dictación del reglamento que permitirá poner
en práctica una ley que fomenta la actividad
agropecuaria orgánica.
Finalmente se aprobó el Reglamento para el Desarrollo, Promoción y Fomento de la Actividad Agropecuaria Orgánica, que especifica cómo poner en
práctica la Ley de Fomento Nº 8591 aprobada el
14 de agosto de 2007, después de varios años de
incidencia del Movimiento de Agricultura Orgánica Costarricense (MAOCO). La nueva normativa se
publicó el 4 de junio en el Diario Oficial La Gaceta
Nº 107, de Costa Rica (www.gaceta.go.cr).
En el reglamento se define la actividad agropecuaria orgánica como “toda actividad agropecuaria y su agroindustria, que se sustente en
sistemas naturales para mantener y recuperar la
fertilidad de los suelos, la diversidad biológica y
el manejo adecuado del recurso hídrico, y que propicie los ciclos biológicos en el uso del suelo. Esta
actividad desecha el uso de agroquímicos sintéticos, cuyo efecto tóxico afecte la salud humana y
el ambiente, así como el uso de organismos transgénicos”. Se valora también que esta actividad
“tiende a un equilibrio sociocultural de las formas
de organización comunitaria indígena y campesina, integra los conocimientos tradicionales a las
prácticas actuales, genera condiciones laborales
justas y defiende el derecho de las personas a
producir alimentos sanos priorizando el uso de los
recursos locales”.
A nivel institucional se crea el Departamento de
Fomento de la Producción Agropecuaria Orgánica,
encargado de dinamizar el sistema en estrecha
coordinación con la gerencia del Programa Nacional de Agricultura Orgánica. A su vez, cada región
contará con un especialista en esta materia que
integrará el Equipo Técnico del Área de Producción Sostenible y será responsable de impulsar y
facilitar las acciones para el desarrollo de la producción orgánica.
2009
Septiembre
Entrevista
María José Guazzelli:
Agrotóxicos, transgénicos y
nanotecnología
NLAC
10
En una entrevista concedida al medio electrónico IHU On-Line, la investigadora brasileña María
José Guazzelli, fundadora del Centro Ecológico del
Municipio de Ipê, en Rio Grande do Sul, analiza
las causas que han llevado a Brasil a convertirse
en el mayor consumidor mundial de plaguicidas.
También advierte que la nanotecnología aplicada a los agrotóxicos acrecienta enormemente los
riesgos para la salud y el medio ambiente. Y que
genes de plantas transgénicas pueden ser transferidos a bacterias intestinales humanas, lo que
en el caso de las plantas Bt significa que “nuestras bacterias intestinales podrían convertirse en
fábricas vivas de agrotóxicos”. Por lo interesante
de su contenido, ENLACE reproduce íntegramente
esta entrevista.
María José Guazzelli, ingeniera agrónoma de la
Facultad de Agronomía de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS), participó en la
década de 1980 en la elaboración de la Ley de
Agrotóxicos de ese estado brasileño (Lei 7747/82).
Es coautora del libro “Agropecuaria sin veneno” y
traductora de los libros “Plantas enfermas por el
uso de agrotóxicos/ Teoría de la trofobiosis”, de
Francis Chaboussou; “Agroecología”, de Stephen
Gliessman; “Nanotecnología/ Los riesgos de la
tecnología del futuro”, del Grupo ETC, y “Ruleta
genética/ Riesgos documentados de los alimentos
transgénicos en la salud”, de Jeffrey Smith.
IHU On-Line: ¿Cuáles son los venenos más
usados en los cultivos brasileños y en qué
cantidad?
María José Guazzelli: En 2008 Brasil se convirtió
en el mayor consumidor mundial de venenos agrícolas (733,9 millones de toneladas), sobrepasando a Estados Unidos (646 millones de toneladas).
En 2007 las ventas en Brasil significaron 5,372
billones de dólares y en 2008, 7,125 billones. El
cultivo que más consume agrotóxicos es la soja.
En total, los herbicidas representan cerca de 45%
de las ventas, los insecticidas 29% y los fungicidas 21%.
De acuerdo con datos de los años 2008 y 2009
de ANVISA (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria), más del 15% de los alimentos del país
tiene exceso de residuos de agrotóxicos. Para la
ANDEF (Asociación Nacional de Defensa Vegetal),
el masivo uso de plaguicidas es “empleo intensivo de tecnología” y el mercado brasileño “tiene
potencial para un avance más consistente en el
futuro”. Buena parte de esa “consistencia” se
debe a las variedades transgénicas.
Septiembre
2009
En 2008 Brasil se convirtió en el mayor
consumidor mundial de plaguicidas.
IHU On-Line: ¿La evolución
de la transgenia es el principal factor del aumento
del uso de agrotóxicos en
las labores agrícolas?
Maria José Guazzelli: La expansión de la frontera agrícola en Brasil también es una
de las causas del aumento del
consumo de plaguicidas, conjuntamente con los cultivos
transgénicos. No por coincidencia algunas de las mayores empresas semilleras del
planeta, que controlan gran
parte del mercado mundial
de semillas patentadas, son
también las mayores empresas de agrotóxicos del mundo,
como Monsanto, Dupont, Bayer y Syngenta.
En 1994 se consumieron cerca de 800 toneladas
de herbicidas en Brasil y en 1998 aproximadamente 1.400, coincidiendo con el período de introducción de la soja transgénica en el país.
La pauta actual de CTNBio muestra claramente
que los transgénicos hacen su parte en el consumo de agrotóxicos. De las seis peticiones de
liberación comercial de semillas transgénicas,
cuatro de ellas han sido modificadas para tolerar
herbicidas y otra es BT tolerante a herbicida. De
las 45 solicitudes de variedades que están siendo
testeadas en el campo, 41 son plantas tolerantes
a herbicidas, o sea el 91% del total.
Un dato interesante es que el único estudio de alimentación de seres humanos con cultivos transgénicos muestra que los genes de las plantas son
transferidos a las bacterias intestinales humanas. En el caso de los cultivos Bt, en los cuales
toda la planta es transformada en un agrotóxico
por la transgenia, si los genes Bt fueran transferidos podrían transformar nuestras bacterias
intestinales en fábricas vivas de agrotóxicos.
No es casual que la Academia Americana de
Medicina Ambiental haya divulgado documentos
sobre alimentos transgénicos pidiendo una moratoria inmediata y afirmando que “los productos
transgénicos representan un serio riesgo para la
salud en las áreas de toxicología, alergias, fun-
ciones inmunológicas, salud reproductiva, metabolismo, fisiología y salud genética”.
Un veneno llamado Roundup
IHU On-Line: ¿Cuál es la composición del
Roundup y por qué es considerado uno de
los agrotóxicos más perjudiciales?
Maria José Guazzelli: El Roundup es un herbicida a base de glifosato muy usado por los agricultores, jardineros e instituciones públicas para
controlar hierbas indeseadas. La mayoría de los
transgénicos cultivados hoy en Brasil son variedades resistentes a ese producto.
Se ha difundido bastante, principalmente por
parte de la industria, que el glifosato es menos
perjudicial que otros herbicidas. ANVISA lo clasifica como clase IV (franja verde). La toxicidad
aguda del glifosato es relativamente baja, pero el
Roundup se compone de glifosato más un surfactante. El surfactante llamado POEA aumenta la
eficacia del producto, como también los riesgos
derivados de su uso. Por tratarse de un producto
sistémico, el Roundup es absorbido incluso por
las semillas y frutos.
El Roundup también es tóxico para animales
acuáticos (experimentos con ratas, en Estados
Unidos, mostraron que más del 80% de ratas
adultas expuestas a Roundup en proporciones
Nanotecnología y plaguicidas
La investigadora brasileña destaca que hay otros
plaguicidas con características muy distintas
a los de uso común que se están comenzando a
aplicar en agricultura, sin haber efectuado estudios de sus impactos sobre la salud y el medio
ambiente. “Son difundidos como ‘de liberación
controlada’ y usan partículas de tamaño nano.
En estos productos, a los problemas propios de
los agrotóxicos se suma el problema de las sustancias nanotecnológicas que derivarán al agua y
al suelo, donde pueden presentar riesgos de toxicidad. Los productos Karate Zeon, de Syngenta,
son ejemplos de este tipo de tecnología”, dice la
ingeniera agrónoma.
IHU On-Line: En ese sentido, ¿las nanotecnologías pueden agravar aún más la toxicidad de los agrotóxicos? ¿Cuáles son las
relaciones entre esa tecnología y los venenos?
Maria José Guazzelli: A la toxicidad del propio
agrotóxico se suma la toxicidad de la nanopartícula, que tiene relación con su tamaño y estructura.
Las innovadoras propiedades de los nanomateriales ofrecen nuevas oportunidades para la industria ligada a la cadena de producción agrícola,
como agroquímicos y fertilizantes más potentes.
Pero a la vez pueden traer enormes riesgos para
la salud y el medio ambiente. Como son regidas
por las leyes de la física cuántica, las nanopartículas presentan comportamientos distintos de
los habituales en escala macroscópica. Por tanto,
las versiones nano de los químicos ya existentes
deberían ser evaluadas como nuevos químicos.
Pruebas de laboratorio mostraron, por ejemplo,
que nanopartículas de óxidos de metales pueden
penetrar en las células y dañar el ADN. Debido a
su tamaño diminuto, las partículas no son retenidas por las barreras del cerebro o de la placenta.
Los métodos actuales para evaluar riesgos potenciales de los nanomateriales son inadecuados.
Abonos químicos y agrotóxicos
IHU On-Line: ¿El uso de agrotóxicos contribuye también a la infertilidad futura del
suelo?
Maria José Guazzelli: El uso de agrotóxicos contribuye a alterar la flora microbiana, que en gran
medida es responsable de la fertilidad del suelo.
Algunos venenos usados comúnmente también
son capaces de bloquear sinapsis químicas que
permiten el funcionamiento de bacterias fijadoras de nitrógeno, haciendo que el suelo del área
tratada quede más pobre de este nutriente y, por
tanto, demande mayor aplicación de fertilizantes.
IHU On-Line: ¿En qué sentido la teoría de la
trofobiosis contribuye a la construcción de
una agricultura saludable?
Maria José Guazzelli: La palabra trofobiosis (1)
fue usada por el investigador francés Francis
Chaboussou para nombrar su teoría de que no
cualquier planta es atacada por plagas y enfermedades. Una planta sólo será atacada por un
insecto, ácaro, nematoide o microorganismos
(hongos o bacterias) cuando tiene en su savia el
alimento que ellos precisan. Ese alimento está
constituido principalmente por aminoácidos, que
son sustancias simples, rápidamente asimilables. En otras palabras, una planta saludable,
bien alimentada, difícilmente será atacada por
plagas y enfermedades. Las plagas mueren de
hambre en una planta sana.
IHU On-Line: ¿Qué modificaciones provocan
en las plantas los abonos químicos y qué
sustancias generan?
Maria José Guazzelli: Según Chaboussou, debido
a su solubilidad, los abonos químicos provocan
desequilibrios en el metabolismo de las plantas,
haciendo que la planta tenga en su savia una
cantidad mayor de sustancias simples. Esto se
relaciona con la formación de proteínas. Mientras
más intensa sea la síntesis de proteínas, menor
será el excedente de aminoácidos libres, azúcares
y minerales solubles que los insectos y agentes
de enfermedades necesitan para poder alimentarse, ya que tienen una variedad muy pequeña de
enzimas digestivas, lo que reduce su posibilidad
de aprovechar completamente moléculas grandes
(complejas), como las proteínas por ejemplo. Además, la formación eficiente de proteínas aumenta
la capacidad de respiración y de fotosíntesis de
la planta, mejorando todo su funcionamiento. Las
plantas que tienen una nutrición desequilibrada
probablemente necesitarán aplicaciones de agrotóxicos, cerrando el ciclo de dependencia entre
abono químico y veneno agrícola.
HU On-Line: De acuerdo con el modelo de
producción agrícola existente y con el crecimiento de la transgenia,¿es posible hoy
prescindir de los agrotóxicos?
Maria José Guazzelli: El actual modelo de agricultura, usando semillas convencionales o transgénicas, está diseñado para asegurar el lucro a las
empresas. Así, es parte del modelo tener plantas
“abonadas” y plantas modificadas genéticamente que requieren aplicaciones de abonos químicos
y agrotóxicos.
Pero sí es posible prescindir de los agrotóxicos. La
opción es mudar a un sistema de producción que
pretenda preservar la salud y el ambiente, sin renunciar a la viabilidad social y económica. Numerosos estudios indican que la agroecología tiene
capacidad para producir alimentos en cantidad
suficiente para abastecer a la población actual y
futura, además de promover los llamados servicios ambientales. Entre ellos destacan la preservación de la diversidad biológica y la mitigación
de gases de efecto invernadero, contribuyendo
a reducir el calentamiento global. Son sistemas
agrícolas más resilientes, tanto en términos económicos como ecológicos.
(1) Dependencia entre la calidad nutricional de las plantas y
sus parásitos.
Fuente: Publicado en IHU On-line, 07/06/2009 [IHU On-line
é publicado pelo Instituto Humanitas Unisinos - IHU, da
Universidade do Vale do Rio dos Sinos - Unisinos, em São
Leopoldo, RS.].
Colaboración de Jaime Weber, CAPA (RAP-Brasil).
Traducción: Oficina de Comunicaciones y Administración
de RAP-AL.
2009
11
NLAC
normales murió en 24 horas). Puede ser absorbido
por la piel y las mucosas, afectando al sistema
nervioso y a los músculos. Además, provoca hipotensión arterial, dolores intestinales, vómitos,
diarrea, dolor de cabeza, vértigo, ardor en los
ojos, visión borrosa y dificultad para respirar. Es
un disruptor endocrino (provoca daños en el ADN)
y puede activar el desarrollo de cáncer y otras
anomalías que favorecen abortos espontáneos,
nacimientos prematuros y malformaciones en recién nacidos.
Una exposición a Roundup, por algunas horas y en
concentración 10 veces más baja que la usada en
agricultura, tiene efectos tóxicos para las células
de la placenta humana. En diluciones de hasta
10.000 veces, el Roundup altera la producción
hormonal de células placentarias. Niveles extremadamente bajos de exposición a Roundup pueden dar como resultado una producción 90% más
baja de hormonas sexuales masculinas. Como
disruptor endocrino sintético, este agrotóxico
presenta riesgos de daño sexual para los bebés,
como también de tipo cognitivo, en el desarrollo
físico y en el sistema inmunológico, todos de carácter crónico.
En Rio Grande do Sul un estudio en ratas mostró aumento no porcentual de espermatozoides
anormales durante la pubertad, y reducción de la
producción diaria y de la cantidad de espermatozoides en adultos. Una investigación reciente
efectuada en Argentina demostró que el Roundup
produce alteraciones intestinales, cardiacas, y
deformaciones y alteraciones neuronales en embriones anfibios, incluso en dosis muy inferiores a
las usadas en la agricultura.
Cuando se liberó la soja Roundup Ready de Monsanto, el gobierno brasileño, por medio de ANVISA
y del Ministerio de Salud, aumentó en 50 veces
el Límite Máximo de Residuos (LMR) permitido de
glifosato en la soja para que este grano pudiese
ser comercializado legalmente (de 0,2 mg/kg a 10
mg/kg).
IHU On-Line: ¿Hay relación entre agrotóxicos y el mal de Parkinson?
María José Guazzelli: Ya en el año 2000 había
referencia de un estudio en cobayas publicado
en Journal of Neuroscience donde se indicaba
que la exposición simultánea al herbicida Gramoxone (paraquat) y al fungicida maneb, ambos
bastante usados en la agricultura, es un factor
determinante para el desencadenamiento del mal
de Parkinson. Un análisis reciente realizado con
trabajadores rurales mostró resultados similares.
De igual forma, un estudio realizado en 2008 en
la Universidad de Duke, en Durham, Carolina del
Norte, constató que más del 61% de pacientes
con Parkinson había tenido contacto directo con
agrotóxicos.
Septiembre
Brasil
Un millón y medio de
intoxicados
por plaguicidas
Una consecuencia directa del alza del uso de plaguicidas en Brasil es el aumento de intoxicaciones y muertes relacionadas con agrotóxicos. En el
país hay más de un millón y medio de trabajadores rurales intoxicados con plaguicidas, según el
profesor y médico Angelo Trapé, coordinador del
Programa de Vigilancia de Salud de las Poblaciones Expuestas a Agrotóxicos de la Universidad de
Campinas (UNICAMP).
Durante tres años, médicos y estudiantes de este
Programa investigaron a 2.500 trabajadores en
el área metropolitana de Campinas. Se detectó
que 7,5 por ciento de ellos padecía de intoxicación crónica relacionada con la exposición prolongada a agrotóxicos. “Sufren de problemas
renales, dermatológicos, neurológicos, hepáticos
y gastrointestinales que obligan a los afectados
a dejar de trabajar y a someterse a tratamiento
de salud”, afirmó el doctor Trapé, quien lleva 28
años investigando los efectos de estos venenos en
la salud del trabajador. Extrapolando los resultados de este estudio a la población de 20 millones de trabajadores rurales brasileños, al menos
1,5 millón estaría en las mismas condiciones. El
profesor de la UNICAMP aclara que esta es una
estimación conservadora, porque en regiones más
pobres, donde el acceso a información sobre las
consecuencias del uso de agrotóxicos es difícil, la
situación debe ser peor.
La doctora salubrista Leticia Nobre, de Fundacentro, institución del Ministerio del Trabajo de
Bahía, coincide con esa opinión, debido al alto
nivel de subnotificación existente en Brasil. Al
respecto, por tratarse de un gran problema de salud pública, el Ministerio de Salud hizo obligatoria
la notificación de intoxicaciones por sustancias
químicas, incluyendo los agrotóxicos. La doctora
Nobre advierte que la situación es aún más perversa si se observa el número de suicidios cometidos con agrotóxicos. Un reportaje publicado en
la Revista “Galileu” denuncia la alta ocurrencia
de suicidios y problemas de neurocomportamiento entre productores de frutillas y papas de tres
ciudades pequeñas de Sul de Minas: Estiva, Bom
Repouso y Ipuiúna. Los cultivos de frutilla y de
NLAC
12
Septiembre
2009
papa utilizan altas dosis de fungicidas a base de
ditiocarbamato (nombre comercial Dithane, entre
otros). “Este plaguicida se vende libremente, sin
restricción alguna”, destaca Agenicio de Oliveira,
médico de Estiva. En base a su experiencia, afirma que “en la zona hay gran incidencia de personas neuróticas, con problemas de tipo emocional,
siquiátrico y neurológico, lo que tiene una cierta
relación con los agrotóxicos”.
Plaguicidas adulterados
Nada menos que 2,5 millones de agrótoxicos
adulterados detectaron la Agencia Nacional de
Vigilancia Sanitaria (ANVISA) y la Policía Federal
de Paraná en el sur de Brasil. Se trata de los plaguicidas Herbimix (principios activos: atrazina +
simazina), Pyrinex (clorpirifós), Posmil (triazina),
Trop (glifosato) y el regulador de crecimiento Podos (flumetralina).
El Podos, por ejemplo, fue registrado en el Ministerio de Agricultura, sobre la base de la evaluación
toxicológica efectuada por ANVISA, con padrones
toxicológicos de clase III, correspondiente a la
clasificación “medianamente tóxico”. Sin embargo, el producto que estaba siendo comercializado
presentó niveles de toxicidad de clase I, es decir,
“extremadamente tóxico”. Con este grado de toxicidad, el producto que se vendía en el mercado
puede causar ceguera e irritación irreversible en
la córnea en los trabajadores agrícolas que manipulan esta sustancia química.
Como sanción, se prohibió la producción y comercialización de los cinco agrotóxicos adulterados por un plazo de 90 días a la empresa Milenia Agrociencias S/A, filial del grupo israelita
Makhteshim Agan.
Fuentes: Informe de Anvisa, publicado en EcoDebate (www.
ecodebate.com.br) 07/07/2009./ Artículos publicados en
Jornal o Globo y Revista “Galileu”. Informaciones enviadas
por Jaime Weber, de CAPA (RAP-Brasil).
Traducción: Oficina de Comunicaciones y Administración
de RAP-AL.
Marie-Monique Robin
en México
Más de 450 personas desbordaron el 11 de julio
una sala de la Cineteca Nacional de Ciudad de
México para presenciar la exhibición del documental “El mundo según Monsanto”, presentada
por su autora, la periodista y cineasta francesa
Marie-Monique Robin. El evento fue organizado
por la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas en México (RAPAM), la Campaña Sin Maíz
no hay País, la Red en Defensa del Maíz y Greenpeace-México.
En su documental y libro homónimo Marie-Monique Robin denuncia la permanente transgresión
al medio ambiente y a la salud humana en que
incurre la transnacional Monsanto, líder mundial
del mercado de semillas, plaguicidas y transgénicos. Empresa que, por lo demás, busca por todos
los medios comenzar a sembrar maíz transgénico
en el campo mexicano.
Después de la presentación, la periodista francesa sostuvo un diálogo con el público en el cual
se refirió al peligro que significa la expansión de
los cultivos transgénicos para los productos agrícolas originarios, los que terminan siendo contaminados genéticamente. En el caso de México,
son una amenaza de muerte para sus 59 razas de
maíz criollo.
“La investigación de esta reconocida periodista
es un alerta más de lo erróneo y grave que representa abrir las puertas de México al maíz transgénico de empresas como Monsanto. A pesar de las
inquietudes científicas, medioambientales y de
salud que provoca el consumo de transgénicos, la
13
NLAC
Fernando Bejarano (RAPAM),
Marie-Monique Robin, Adelita San Vicente (Campaña Sin Maíz no hay País) y
Aleira Lara (Greenpeace/México).
empresa se ha caracterizado por ocultar la verdad
a los agricultores y consumidores”, declaró Aleira
Lara, responsable de la campaña de agricultura
sustentable y transgénicos de Greenpeace.
“De autorizar la experimentación con transgénicos a Monsanto y otras empresas, se estará ‘legalizando’ la contaminación del territorio nacional,
lo que es totalmente ilegal”, declaró Adelita San
Vicente, representante de la Campaña Sin Maíz
No hay País. “Monsanto u otras empresas podrían
demandar a los miles de productores de maíz y
exigir el pago de regalías si se encuentran parcelas campesinas contaminadas con maíces
transgénicos de su propiedad. Esto significaría la
privatización del maíz por la vía de la contaminación y, con ello, el desmantelamiento del sistema
colectivo que preserva y reproduce la diversidad
genética del alimento básico de nuestro país”,
explicó San Vicente. En consecuencia, añadió:
“Exigimos al gobierno federal que proteja nuestro
maíz y tome medidas urgentes para preservar a
México como centro de origen”.
Por su parte, Alvaro Salgado, de la Red en Defensa
del Maíz indicó que se está fortaleciendo la defensa de los territorios campesinos e indígenas,
donde se impide la entrada de semillas de maíz
transgénico. “Iniciamos una campaña de recolección de firmas para mostrar el rechazo de la sociedad al maíz transgénico en México que ha sido
apoyada por 796 organizaciones y comunidades
de 59 países y 3 mil 115 personas. Esta lista será
entregada a la FAO y a funcionarios mexicanos a
principios de noviembre en Guadalajara, Jalisco,
durante la Conferencia de la FAO sobre las biotecnologías agrícolas en los países en desarrollo”,
afirmó Salgado.
“El libro y documental de Marie-Monique nos
muestra como Monsanto ha sido responsable
de fabricar sustancias tóxicas persistentes y
bioacumulables que son un problema mundial,
como los bifenilos policlorados o PCB. Muestra
a Monsanto demandada por personas afectadas
por herbicidas -como el ‘agente naranja’-, usados
en la Guerra de Vietnam y cómo, a pesar de todo,
desea seguir vendiendo herbicidas tóxicos como
el glifosato, al que son resistentes los cultivos
transgénicos de soja, algodón y maíz que promueve a nivel mundial”, señaló Fernando Bejarano,
director de la Red de Acción en Plaguicidas y sus
Alternativas en México (RAPAM).
2009
Septiembre
Por
María Isabel Cárcamo
RAPALUY (RAP-Uruguay)
Miles de abejas muertas por el uso de fipronil.
Los hormiguicidas sulfluramida y fipronil fueron
autorizados por resolución del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) del 22 de junio
del 2004, como sustitutos del insecticida organoclorado mirex, que integra la lista de agrotóxicos
prohibidos por el Convenio de Estocolmo, convenio
del cual Uruguay es parte.
La prohibición del mirex se debe a que se trata
de un Contaminante Orgánico Persistente (COPs),
sustancias consideradas peligrosas para la salud
y para el medio ambiente debido a sus propiedades: elevada persistencia en el medio ambiente,
alta toxicidad y capacidad para transportarse a
largas distancias a través del aire y el agua, y
para acumularse en la cadena alimenticia.
Se podría pensar que la prohibición del uso del
hormiguicida mirex constituyó un paso adelante,
ya que se eliminó una sustancia altamente tóxica,
tanto para el medio ambiente como para los seres humanos. Sin embargo, esa resolución no ha
significado avance alguno, ya que los sustitutos
aprobados por el MGAP han resultado ser tan tóxicos y persistentes como el que se eliminó.
El caso del fipronil
NLAC
14
En el momento en que el MGAP aprobó esa resolución ya se conocían los impactos que este insecticida había causado tanto en Europa como en
Estados Unidos. En el caso de Francia, en enero
del 2004 se suspendió la venta de insecticidas a
base de fipronil debido a la muerte de millones
de abejas por la aplicación de este plaguicida en
cultivos agrícolas. Por su parte, la Agencia Ambiental norteamericana (EPA) ya lo había identificado como un posible cancerígeno. Más recientemente, en el año 2008, los apicultores alemanes
lograron que se suspendiera la venta de este insecticida por haber causado la muerte de miles
de sus colmenas.
En el caso concreto de Uruguay, la importación de
friponil en los últimos años asciende a miles de
kilos, tanto bajo la forma de principio activo como
en formulaciones. Los apicultores han constatado
Septiembre
2009
Del mirex al
la muerte de cientos de sus colmenas como resultado del uso masivo de este plaguicida. Fue una
de las causas de la pérdida de 81.000 colmenas
de julio de 2007 a agosto de 2008, lo que significó entre otras cosas el desaparecimiento de 160
fuentes de trabajo familiar.
A raíz de este hecho la Sociedad Apícola Uruguaya
solicitó al gobierno que se restrinja el uso de fipronil, por ser ampliamente conocida su toxicidad
para las abejas y por su persistencia en el medio
ambiente. Las negociaciones finalmente tuvieron
resultados positivos. El 30 de julio, el Ministerio
de Ganadería, Agricultura y Pesca resolvió restringir el uso del insecticida para el control de hormigas en formulación cebo granulado y para uso
curasemilla en arroz (suspensión concentrada).
Si bien esta medida es importante, los usos aún
autorizados continuarán causando daños en el
ambiente, ya que el fipronil es usado masivamente para el control de la hormiga en los monocultivos agrícolas y forestales.
El caso de la sulfluramida
El otro sustituto recomendado por el MGAP cuando prohibió el mirex fue la sulfluramida. Este es
un hormiguicida granulado que se vende bajo
los nombres comerciales de Mirenex-sulf, Attakill
Mir-X-S, Agrimex-S, Sulfa Max Huagro, Mix HorTalf y Fluramin. Al momento de la recomendación
por parte del MGAP, la Agencia de Protección
Ambiental estadounidense (EPA) decía que “observaciones en animales de laboratorio han mostrado que incluso exposiciones pequeñas a este
producto pueden causar alteraciones en el aparato reproductivo y en el desarrollo”. Cabe señalar
que en Estados Unidos las propias empresas que
producen la sulfluramida se han comprometido a
retirar del mercado los productos que contengan
esta sustancia antes del año 2016.
A lo anterior se suma la relación entre la producción y el uso de la sulfluramida con otra sustancia
tóxica: el sulfato de perfluoroctano (PFOS). Durante la IV Conferencia de las Partes del Convenio de
Estocolmo realizada en Ginebra del 4 al 8 de mayo
de este año, uno de los temas analizados fue la
necesidad de incluir al sulfato de perfluoroctano
(PFOS) en la lista de sustancias a ser eliminadas. La preocupación de incluir el PFOS en dicha
lista se basa en que se trata de una sustancia
extremadamente persistente, que no ha mostrado descomposición alguna bajo las condiciones
ambientales en las que ha sido evaluada. Es muy
tóxico para mamíferos y se han encontrado concentraciones altísimas en animales que viven en
el Ártico, muy lejos de la intervención humana. El
PFOS es fácilmente detectable en tejidos humanos, en la sangre y en la leche materna. En un
estudio realizado entre los años 2003 y 2004 en
Estados Unidos se encontró sulfato de perfluoroctano en la sangre de 297 niños de un grupo de
299 menores.
El PFOS es una sustancia producida en forma
intencional y también como subproducto de la
degradación de otros productos químicos. Este
es justamente el caso del agrotóxico sulfluramida
utilizado como hormiguicida, ya que tanto su formulación inicial como su degradación en el ambiente involucran al PFOS. En definitiva, la sulfluramida es una sustancia que resulta ser aún más
persistente y, por tanto, más tóxica que el mirex.
O sea, el MGAP no hizo otra cosa que sustituir un
COP por otro COP aún peor.
Uruguay importa grandes cantidades de este
agrotóxico desde Argentina y Brasil. En el año
2007 las importaciones de cebo granulado de
sulfluramida ascendieron a 156.461 kilógramos
(kg), y además se importaron 469 kg del principio
activo. En el año 2008, las importaciones del producto formulado fueron de 103.681 kg, a los que
se sumaron 311 kg de principio activo.
Tan tóxicos como innecesarios
La importancia del Convenio de Estocolmo es que
ha significado un reconocimiento de que existen
sustancias muy tóxicas que deben ser eliminadas. Lamentablemente, sus avances son muy lentos y las empresas que producen y comercializan
tales agrotóxicos se mueven hábilmente para que
las negociaciones no sólo no afecten, sino incluso
Predio orgánico de Francisco García.
beneficien sus intereses. Por ejemplo, la eliminación de algunas de las sustancias más tóxicas
(como el mismo mirex) fue propiciada por las
propias empresas, porque sus patentes ya habían
expirado y aspiraban a cobrar la patente de sus
nuevos agrotóxicos.
Más allá de las bondades y problemas del Convenio, la respuesta para eliminar definitivamente
los agrotóxicos pasa por buscar alternativas al
modelo de producción basado en monocultivos
agrícolas y forestales, que convierte en plaga a
insectos como la hormiga. Las hormigas son parte
de nuestros ecosistemas y su control no pasa por
la sustitución de un agrotóxico por otro supuestamente “menos contaminante”, como ha sido
el caso del fipronil y la sulfluramida, sino por el
desarrollo de sistemas productivos basados en la
diversidad.
Pero incluso dentro del propio modelo productivo
predominante se han identificado métodos de
control biológico de hormigas -basados en hongos que se desarrollan en granos de arroz- y, por
tanto, no hay ninguna razón válida para seguir
envenenando el ambiente con estas sustancias
tóxicas.
Los daños causados por la sustitución del mirex
por el fipronil y la sulfluramida fueron innecesarios y se pudieron evitar. En base al conocimiento
existente, es hora que el MGAP modifique su postura y los elimine definitivamente para evitar que
sigan impactando sobre el ambiente, la salud de
la gente y otras producciones agropecuarias como
la apicultura.
Contaminación en
Laguna del Sauce
La Laguna del Sauce es la principal fuente de
agua dulce que abastece a gran parte de la
población del departamento Maldonado, incluyendo a su capital (Maldonado) y principal balneario, Punta del Este.
Durante los días 25 y 26 de junio se realizó un
taller, convocado por la intendencia de este departamento, para tratar la grave problemática
que sufren la Laguna del Sauce y su cuenca, y
buscar soluciones. El evento estuvo apoyado por
distintas entidades del Estado y contó además
con la participación de actores de la sociedad
civil de Maldonado.
Las causas del problema
Uno de los grandes temas tratados en el taller
fue el de la “eutrofización” en la laguna. Este
fenómeno ocurre como resultado de una excesiva cantidad de nutrientes (en particular fósforo y nitrógeno) que escurren hacia la laguna
y generan un incremento excesivo de plantas
acuáticas. La primera fase de la eutrofización
es una explosión de algas que provoca un enturbiamiento en el agua que impide que la luz
penetre hasta el fondo del ecosistema. Como
consecuencia, la fotosíntesis productora de
oxígeno se hace cada vez más difícil, en tanto
aumenta el consumo de oxígeno por acción de
los organismos descomponedores. El resultado
es un ambiente con cada vez menos oxígeno que
hace inviable la existencia de la mayoría de las
especies que previamente formaban el ecosistema. Esto es lo que está sucediendo en la Laguna
del Sauce.
La causa principal de la eutrofización se vincula
básicamente a actividades humanas a gran escala como la agricultura, forestación, ganadería
e incluso uso masivo de fertilizantes en jardines
privados ubicados en el entorno de la laguna.
El segundo gran tema analizado en el taller fue
la contaminación por agrotóxicos, producida
por los distintos monocultivos que existen en la
zona, como plantaciones forestales, cultivos de
papa y praderas, a los que se han sumado los
olivos, arándanos y más recientemente alrededor de 1.000 hectáreas de soja transgénica y
otras tantas de maíz transgénico.
También se ha comenzado a desarrollar en la
cuenca la cría de ganado en feedlots (crianza
intensiva en espacios pequeños, fundamentalmente a base de raciones alimenticias, hormonas de crecimiento y antibióticos), aumentando
así la contaminación con sustancias que en
muchos casos se desconocen los impactos que
pueden causar en el agua.
Como consecuencia de tales actividades el uso
de agrotóxicos se ha vuelto cada vez más intenso e incluye herbicidas, fungicidas, hormiguicidas e insecticidas. Todas esas sustancias
aplicadas en el campo terminan siempre en la
laguna, ya sea directamente por escurrimiento
superficial o luego de haberse infiltrado a las
napas subterráneas que la alimentan. El resultado es la contaminación creciente de aguas
destinadas al uso potable.
Durante el desarrollo del taller se expresó gran
preocupación por la contaminación de la principal fuente de agua potable del departamento
y se destacó la importancia de implementar
un ordenamiento territorial de un plan de gestión de la laguna y su cuenca, resaltando que
su principal objetivo debe ser asegurar el suministro de agua potable a los habitantes del
departamento.
Dentro de un conjunto de recomendaciones se
mencionó la importancia de disminuir el ingreso
de agrotóxicos, de nitrógeno y fósforo a la laguna.
La solución más obvia
Si bien es cierto que las causas de la eutrofización son variadas y que no todas se pueden
controlar, la que sí se puede evitar es la provocada por la agricultura que utiliza un paquete
de fertilizantes químicos a base de nitrógeno y
fósforo. También es posible controlar el uso de
agrotóxicos que contaminan la laguna.
La lógica para recuperar la Laguna del Sauce y
empezar a caminar hacia una solución de descontaminación debería de ser la planteada en
el taller por un agricultor orgánico de la zona:
cultivar de manera orgánica, sin fertilizantes
químicos ni agrotóxicos. Este agricultor, que
vive en la zona hace 40 años, sabe muy bien de
lo que habla, ya que por haber sido un productor convencional durante muchos años, conoce
los efectos de los agroquímicos y también sabe,
gracias a su experiencia como productor orgánico, que es posible producir sin ellos.
Apoyar la producción orgánica en la cuenca de
la laguna sería la mejor solución a implementar
desde la intendencia de Maldonado. De esa manera se podría asegurar que no sólo la laguna
vaya recuperando su calidad y pueda volver a
ser una fuente de agua potable saludable, sino
que además la cuenca siga siendo productora
de alimentos y de medios de vida de la población local.
15
María Isabel Cárcamo
RAP- Uruguay
NLAC
fipronil
Sustitución
engañosa en Uruguay
2009
Septiembre
Permetrina
La permetrina, igual que otros piretroides,
imita en su acción plaguicida al piretro natural, sustancia que se comenzó a obtener
del crisantemo a partir de 1850. El primer
piretroide, la aletrina, se creó en un laboratorio en 1949. Desde entonces se han inventado más de mil piretroides sintéticos.
Estas sustancias químicas se produjeron
en abundancia con el predicamento de que
eran “no tóxicos” o “menos tóxicos” que
los plaguicidas organoclorados, organofosforados y carbamatos. Eso explica, en
parte, que el uso de la permetrina para
controlar insectos se haya extendido en
una gran variedad de cultivos, en jardines
y parques, en el interior de las viviendas,
en la actividad ganadera e, incluso, directamente en los seres humanos.
La permetrina actúa sobre el sistema nervioso central y es causa, como lo han demostrado numerosos estudios, de alteraciones y daños cardiovasculares, endocrinos,
reproductivos y del sistema inmunológico.
Y algo más: se transmite a las nuevas generaciones a través de la leche materna.
Qué es la permetrina
Es un plaguicida sintético de amplio espectro
perteneciente al grupo químico de los piretroides,
cuyo mecanismo de acción es la neurotoxicidad.
La permetrina es un piretroide de tercera generación (1).
Se usa principalmente para matar insectos, arañas y orugas, como también para repeler una
amplia gama de insectos. Produce reacciones de
hipersensibilidad en mamíferos, incluyendo a los
seres humanos.
Su fórmula estructural:
NLAC
16
Su nombre químico es 3-(2,2-diclorovinil)-2,2dimetilciclopropanocarboxilato de n-fenoxibencilo
y se identifica con el número CAS 52645-53-1. Su
fórmula global es C21H20Cl2O3. Peso molecular:
391.3
Septiembre
2009
Nombres comerciales
Entre los numerosos productos comerciales cuyo
principio activo es la permetrina, se encuentran
los siguientes: Aldebaran, Alfabios, Alfatrin, Alfapoint, Ambush, Biostrong, Cipertrin, Ciperpoint,
Corsario, Cymbush, Cyperplan, Dalla, Dimetop,
Disparo, Drago, Eksmin, Fastac, Furia, Nurelle,
Rayo, Permetrina Fúmate, Pounce, Ro-ten-plus,
Sherpa, Strongly, Symgard, Talcord y Torpedo,
entre otros.
Propiedades físicas y químicas
La permetrina es un líquido entre amarillo y marrón, viscoso y parcialmente cristalino a temperatura ambiente. Alcanza punto de fusión entre
34º y 39º C, y presión de vapor Pa a 20º C: <10.
No es soluble en agua y su densidad relativa es
1.2 (agua=1). Los disolventes usados en formulaciones comerciales pueden modificar las propiedades físicas y toxicológicas de esta sustancia
química. Es altamente liposoluble.
En relación con la estabilidad, la permetrina es
combustible y se descompone al arder, produciendo humos tóxicos e irritantes, incluyendo cloruro
de hidrógeno (2). Algunas formulaciones líquidas
pueden ser inflamables y/o explosivas (3). Hay
productos comerciales fabricados a base de permetrina que presentan inestabilidad en el medio
alcalino (4).
Usos
Este plaguicida se usa ampliamente en el sector
agropecuario, solo o mezclado con otros insecticidas sintéticos de volteo. Las aplicaciones de
permetrina en ciertas plantaciones han provocado reiterados debates debido a que mata insectos
indiscriminadamente, sin diferenciar entre parásitos de sembradíos y otros insectos, y porque es
mortal para la vida acuática (5).
En cultivos de invernadero se usa para controlar
insectos masticadores (lepidópteros y coleópteros). También se utiliza para combatir insectos
voladores y trepadores que afectan la salud pública. En medicina humana se indica la permetrina
para erradicar parásitos dérmicos como los piojos
y los causantes de la escabiosis (sarna), y para
el control del dengue en combinación con otros
plaguicidas (6) (7). En el tratamiento de la pediculosis se emplea como alternativa al lindano (8).
En algunos países se usa, además, como repelente de insectos, para lo cual se recomienda volatilizar este compuesto químico sobre mosquiteros y
ropas. En las indicaciones de algunos productos
comerciales se señala que la permetrina es “segura y efectiva a partir de los 2 meses de edad”.
Se advierte que en niños menores de 2 meses hay
riesgo de dificultades respiratorias y de exacerbar
prurito, edema y eritema (9).
En los animales se usa como ectoparasiticida. La
permetrina está registrada en una gran variedad
de formulaciones para el tratamiento de instalaciones donde se crían animales (lecherías, cercados de ganado, cuadras, gallineros, cochiqueras,
entre otros) con la finalidad de controlar moscas
domésticas, moscas de los establos y otras moscas que viven y se desarrollan en el estiércol. Es el
piretroide aprobado para uso animal más extendido en el mundo. Está disponible en forma de aerosol para aplicar sobre los animales, como también
en forma de baños, champúes, crotales (identificaciones que se ponen en la oreja de cada animal), solución de unción y polvo para ser aplicado
en perros, gatos, caballos, vacunos y porcinos en
el control de pulgas, garrapatas y moscas (10).
También se emplea como producto de protección
de la madera.
Modo de acción
La permetrina es un insecticida extraordinariamente activo con un rápido efecto paralizante y
aturdidor sobre una gran variedad de insectos,
llegando a causarles la muerte (11). Por ser liposoluble, tiene capacidad para penetrar las áreas
grasas de los insectos, lo que produce un efecto
de choque inmediato (12). Actúa como una neurotoxina, alterando los canales de sodio de las
membranas de las células nerviosas que regulan
la repolarización, con la consiguiente parálisis del
insecto. Tiene un amplio espectro de acción ectoparasiticida (piojos, ácaro Sarcopetes scabiei
que produce la sarna, etc.) (13).
Absorción
Los seres humanos pueden absorber la permetrina por inhalación, ingestión, por la piel y los ojos
(14). Las piretrinas y los piretroides se absorben
relativamente bien por los tractos gastrointestinales y respiratorio. Su absorción a través de la
piel intacta es relativamente baja (15)
Efectos en la salud
Los piretroides, en general, permanecen por más
tiempo en el ambiente que las piretrinas debido
a que la modificación química de su fórmula los
hace más estables a la luz y al calor.
La permetrina posee una tasa de degradación
moderada en suelos. Su vida media está relacionada con el tipo de suelo, la población microbiana
y su concentración, y con la condición aeróbica del
suelo. Debido a su alta afinidad con la materia
orgánica (Koc=86000), existe un pequeño potencial de movimiento en el suelo o posibilidad de
alcanzar las aguas subterráneas (16). Se estima
una vida media en el suelo de 10 a 25 días. Es
rápidamente hidrolizable bajo condiciones básicas (pH=9), pero no bajo condiciones acídicas y
neutras (17).
Por ser fotoestable (no se degrada con el sol), en
algunos casos sus residuos efectivos permanecen
de 4 a 7 días sobre las hojas de los cultivos (18).
Toxicidad aguda
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica a la permetrina en el grupo II, como “moderadamente peligroso”. La EPA, en tanto, lo ubica
en la clase III (27) con “bajo grado de toxicidad”,
igual que en algunos países latinoamericanos.
Principalmente en exposiciones por inhalación y/o
ingestión, la permetrina excita el sistema nervioso
central, puede provocar convulsiones, temblores,
ansiedad, alergias, malestares gástricos, alteraciones de la conciencia y pérdida del conocimiento. Los efectos de la exposición a este plaguicida
pueden ser agravados en el caso de personas con
trastornos hepáticos y problemas nerviosos (28)
(29). En algunos productos a base de permetrina
se ha establecido una dosis diaria admisible para
los seres humanos de 0,05 mg/kg/día (30). No hay
antídotos específicos (31).
Algunos síntomas de intoxicación aguda son tos,
irritación del tracto respiratorio, enrojecimiento de
la piel, sensación de quemazón y picor, enrojecimiento y dolor en los ojos, dificultad respiratoria,
episodios asmáticos. En ciertos casos se ha producido entumecimiento y hormigueo en las partes
del cuerpo expuestas. La exposición puede causar
efectos en el sistema nervioso de corta duración,
dando lugar a sensaciones faciales de escozor,
picazón y/o quemazón (32). Algunos especialistas
han definido a la permetrina como “toxina neurológica” (33). También puede producir dermatitis
alérgicas severas y reacciones alérgicas sistémicas. Su inhalación provoca una reacción de hipersensibilidad sobre las vías aéreas. La ingestión
de las piretrinas puede producir fatiga, cefalea,
anorexia, náuseas y vómitos. La ingestión masiva
(200-500 ml) de fórmulas concentradas podría
llevar rápidamente al coma. La dosis mínima letal en casos de ingestión oral en adultos está en
el rango de 10 a 100 g (34).
En estudios de laboratorio efectuados en animales se determinó una DL50 oral aguda en la
rata superior a 4.000 mg/kg (35). La toxicidad
aguda dérmica en conejos es LD50 > 4.000 mg/
kg, en tanto la toxicidad aguda inhalatoria es
CL50>5mg/L. Grandes dosis de permetrina ingeridas por animales de laboratorio han producido
signos de toxicidad incluyendo pérdida del control
motor, temblores, actividad decreciente, incontinencia urinaria, descoordinación, sensibilidad
creciente a sonidos y convulsiones (36).
Legislación y regulación
En la Unión Europea se prohibió el año 2000 la
comercialización y utilización de la permetrina en
todos sus usos, debido a los graves daños que
provoca a la salud y al ambiente (19). No obstante, aún se comercializa un número limitado de
productos a base de permetrina, como alternativa
al lindano (20).
No se ha establecido ningún tipo de límite toxicológico para el aire en los lugares de trabajo, ni
biológico (NIOSH REL, OSHA PEL), como tampoco
un nivel guía para fuentes de agua de bebida
humana (21).
Por otra parte, normas internacionales vigentes
clasifican a la permetrina como sustancia tóxica y, en consecuencia, se recomienda evitar que
entre en contacto con alimentos (22).
En Venezuela se han retirado del registro nacional algunas formulaciones de permetrina (Imperator 50 CE, Dragomat).
En Estados Unidos está en uso menos de una
docena de piretroides, pero el más utilizado es
la permetrina. En 1977 fue registrado por la
Agencia de Protección Ambiental de Estados
Unidos (EPA, por su nombre en inglés). Sin embargo, debido en gran parte a su extrema toxicidad acuática, la EPA clasifica a este piretroide
como un plaguicida de uso restringido (23) (24).
Esto significa que solamente puede ser utilizado
por aplicadores certificados o bajo supervisión
directa de un aplicador certificado (25). Sin
embargo, están a la venta numerosos productos que contienen permetrina, como aerosoles
para exterminar insectos en el hogar, pulgas y
garrapatas en los patios; rociadores y aerosoles
antipulgas para gatos y perros; productos para
controlar termitas; productos de uso agrícola y
ganadero, y otros para abatir mosquitos en general (26).
Toxicidad crónica
Muchos fabricantes de productos para uso humano a base de permetrina advierten que su aplicación para el control de la sarna en mujeres embarazadas y en período de lactancia es de elección u
opcional, señalando que “se desconoce si el principio activo se excreta en la leche materna”. Otros
fabricantes, más cautos, recomiendan no aplicar
estos productos en período de lactancia ni a niños
2009
17
NLAC
Persistencia
menores de 2 meses. Algunos incluso aconsejan
evitarlos durante la gestación.
No aluden, sin embargo, a estudios científicos
efectuados fuera del campo comercial, donde se
afirma claramente que la permetrina se excreta
por la leche materna y se elimina por la orina (37).
Por lo demás, se sabe que mientras mayor es la
liposubilidad de una sustancia, mayor es también
su difusión a la leche.
En una investigación realizada en Sudáfrica se
encontraron residuos de permetrina en la leche
materna en madres sometidas a tratamiento contra la malaria (38).[] Tras la exposición ambiental
de madres lactantes en tres poblaciones de Sudáfrica, el estudio mostró concentraciones medias
de permetrina en la leche de 8,3 a 48,4 mcg/L,
por debajo del nivel tolerable del insecticida. En
la misma investigación se hizo notar que no se
ha evaluado de forma sistemática la exposición
de los lactantes tras la aplicación masiva de permetrina a la madre, como ocurre en el caso de
tratamiento contra la sarna.
Otros estudios han descrito efectos cardiovasculares, neurológicos y en el sistema inmunológico
(39). En investigaciones sobre efectos provocados por neurotóxicos en los embriones se ha
comprobado que la permetrina, el paratión y los
policlorobifenilos (PCBs), entre otras sustancias
químicas, dañan la sinaptogénesis, es decir, el
proceso de formación de sinapsis (espacio entre
dos neuronas que sirve para la transmisión de un
estímulo) (40).
La Agencia Internacional para la Investigación del
Cáncer (IARC) no ha clasificado a la permetrina
como cancerígena (41).
Sin embargo, la EPA la clasifica en el grupo C,
como “posible cancerígeno para humanos”, tomando como evidencia estudios en ratones que
experimentaron la formación de tumores en los
pulmones y el hígado (42) (43). Otro estudio en
ratas efectuado por el Ejército de Estados Unidos
en 1994 concluyó que la permetrina es un “posible carcinógeno humano”.
El siguiente ejemplo ilustra un caso particular de
efecto potencial cancerígeno vinculado a la exposición crónica infantil (prenatal) a plaguicidas. El
insecticida permetrina para uso humano (en parasitosis dérmica) fue aplicado durante meses en
su hogar por una mujer embarazada de 27 años.
Su hijo nació prematuramente presentando hepatomegalia e infiltrados violáceos en la piel. Pese
al tratamiento intensivo a que fue sometido, falleció a las 48 horas. El diagnóstico fue leucemia
mieloide aguda. El análisis citogenético de médula ósea demostró un clivaje (primeras divisiones
celulares del cigoto) del gen MLL y traslocación en
las metafases (t11:19, q23, p13). Estas observaciones se replicaron al exponer células a la permetrina. Se postula que este plaguicida atraviesa la
placenta y afecta las células precursoras hematopoyéticas en el feto en desarrollo, provocando la
leucemia (44). Otros estudios ratifican la ocurrencia de leucemia connatal en intensa exposición a
permetrina durante el embarazo (45) (46).
Septiembre
La permetrina también está incluida en la lista
de plaguicidas relacionados con problemas de
fertilidad masculina, debido a que “está ligada al
receptor hormonal sexual en la piel genital humana y células sanguíneas”. Hay evidencias de que
puede disminuir el recuento de esperma (47). Por
su parte, la EPA advierte de posibles efectos sobre
el sistema reproductor femenino e incidencia en
el cáncer de mama, además de aportar evidencias sobre incremento en el peso del hígado y de
la actividad enzimática de este órgano. Estudios
de largo plazo de alimentación con formulaciones
de permetrina proporcionada a ratones y ratas
mostraron aumento del peso del hígado y riñones,
inducción del sistema enzimático microsomal del
hígado metabolizador de drogas y cambios histopatológicos en pulmones e hígado (48).
Asimismo, este plaguicida fue identificado como
disruptor endocrino por la Agencia Ambiental del
Reino Unido (49) (50) (51).
Efectos en el medio ambiente
NLAC
18
Diversos estudios sostienen que la permetrina
puede ser peligrosa para el ambiente y en especial para los peces y las abejas (52). La EPA señala que este plaguicida es peligrosamente tóxico
para las abejas melíferas y otros insectos benéficos, así como para los peces, los insectos acuáticos, el langostino y el camarón (53). La toxicidad
de la permetrina es ligera en aves (54).
Las especies marinas son más sensibles que las
especies de agua dulce. De acuerdo con la designación MARPOL, la permetrina es un severo contaminante marino. Las bacterias, algas, moluscos
y anfibios son mucho más tolerantes a este plaguicida que los peces y artrópodos (crustáceos)
(55).
Las poblaciones de invertebrados y de ostrácodos
(microcrustáceos) pueden ser totalmente eliminadas hasta dos y tres semanas después del
tratamiento con permetrina y otros piretroides
como cipermetrina, deltamentrina, cihalotrina y
fenapropatina. Cuando estos insecticidas se utilizan en programas de control de larvas acuáticas
constituyen un elevado riesgo potencial para los
peces. La mayoría de sus valores de CL (concentración letal) son inferiores a 1.0 ppb y muy
similares a los correspondientes a los invertebrados acuáticos. Incluso algunos peces son más
susceptibles a los piretroides que a los insecticidas organofosforados y carbámicos. Los peces
expuestos experimentalmente a dosis subletales
de permetrina muestran cambios conductuales,
como movimiento rápido de las agallas, alteraciones en el aprendizaje, y nado errático y en la
superficie del agua. Muchos organismos acuáticos aéreos e insectos voladores, como los coleópteros, pueden reducir sus poblaciones durante
varias semanas (Smith y Stratton, 1986). Se han
descrito efectos subletales de los piretroides para
los peces, tanto por exposición directa como a
Septiembre
2009
través de los alimentos. Estos efectos incluyen
separación del epitelio, necrosis de las agallas
e hiperplasia de las células de la mucosa (IPCS,
1991) (56).
Las aves son poco sensibles a los piretroides.
Aparte de que rara vez están expuestas a un rociado directo, los valores de CL se encuentran por
arriba de los 1.000 mg/kg. (57).
Ficha técnica elaborada por la Oficina de Comunicaciones y
Administración de RAP-AL. Julio 2009.
Referencias
(1) Dwight D. Bowman, Randy Carl Lynn et al. Parasitología Veterinaria de Georgi.
Elsevier España, 2004. ISBN 848174719X,
9788481747195. 440 p.
(2) Ficha Internacional de Seguridad Química, ICSC: 0312. Preparada
en el contexto de cooperación entre IPCS y la Comisión de Comunidades
Europeas. CCE, IPCS, 1994.
(3) Ibíd.
(4) Hojas de Datos de Seguridad, Permetrina 25 EC, ANASAC, Chile.
(5) R. H. Ian. Aquatic organisms and pyrethroids (1989). Pesticide
Science 27 (4): 429-457.
(6) Kirby C. Stafford III (February 1999). Tick Bite Prevention. Connecticut Department of Public Health.
(7) Farmacopedia.es, www.farmacopedia.es/principios
(8) Informe del Comité de Examen de los Contaminantes Orgánicos
Persistentes sobre la labor realizada en su tercera reunión. Adición:
Evaluación de la gestión de riesgos del lindano. Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), UNEP. Convenio de
Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes. Ginebra, 19 a
13 de noviembre de 2007.
(9) Op.cit 7.
(10) Op.cit 1.
(11) Ibíd.
(12) Hoja de Seguridad Pounce 38.4 EC, FMC Latinoamérica S.A., Buenos Aires, Argentina.
(13) Hoja de Evaluación Terapéutica Vo.3 Nº3, 2001. Atención Primaria
de Asturias, España.
(14) Op.cit 2.
(15) Diagnóstico, tratamiento y prevención de intoxicaciones agudas
causadas por plaguicidas. Curso a distancia dirigido a médicos y enfermeras, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Organización Panamericana de la Salud, Ministerio de Salud, Instituto de Salud del Trabajo, Instituto Nacional de Protección del Medio Ambiente. Lima, Perú
(16) Op.cit 12.
(17) Hoja de Datos de Seguridad. Permetrina 10%. Forma Ltda.. Santiago, Chile.
(18) Op. cit 1.
(19) Decisión 2000/817/CE de la Comisión Europea, 27 de diciembre de
2000). DO L 332 de 28.12.2000, p. 114.
(20) Op.cit 23.
(21) Op.cit 2.
(22) Op.cit 4.
(23) EPA WPS. Síntomas de exposición a pesticidas usados en cultivos
menores en
Colorado. www.epa.gov/region08/toxics/pdf/sintomasdeproductos.pdf
(24) “Pesticide Information Profile: Permethrin,” Extension Toxicology
Network, September 1993, http://pmep.cce.cornell.edu/profiles/extoxnet/metiram-propoxur/permethrin-ext.html on 29 March 2004.
(25) Pesticide Information Profile: Permethrin,” Extension Toxicology
Network, September 1993, http://pmep.cce.cornell.edu/profiles/extoxnet/metiram-propoxur/permethrin-ext.html on 29 March 2004. En:
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(26) Permethrin, Resmethrin, Sumithrin: Synthetic Pyrethroids For Mosquito Control Questions on Pesticides? National Pesticide Information
Center (NPIC) 1-800-858-7378. Current as of: April 17, 2002. US En-
vironmental Protection Agency (EPA). www.epa.gov/opp00001/health/
mosquitoes/pyrethroids4mosquitoes.htm
(27) Hoja de Seguridad de Materiales. Permost, Ministerio de la Protección Social, Colombia.
(28) Op.cit 4.
(29) Hoja de Seguridad para materiales (HSM) Permetrina (>80% CIS)
10%. Cía. Chemotecnica S.A., Buenos Aires, Argentina.
(30) Op.cit 31.
(31) Op.cit 15.
(32) Op.cit 2.
(33) Caroline Cox, “Insecticide FactSheet: Permethrin,” Journal of Pesticide Reform, Vol. 18, No. 2, Summer 1998, <http://www.pesticide.org/
Permethrin.pdf> on 29 March 2004.
(34) Op.cit 21.
(35) Op.cit 1.
(36) Op.cit 30.
(37) Regis A., Pancorbo J. et al. Tratamiento y Reinfestación por Escabiosis Humana: estudio comparativo entre permetrina al 5% vs benzoato de bencilo al 25%. Perú, 2003.
(38) H. Bouwman, B. Sereda and H. M. Meinhardt (2006). Simultaneous
presence of DDT and pyrethroid residues in human breast milk from
a malaria endemic area in South Africa. Environmental Pollution 144
(3): 902-917.
(39) Op.cit 21.
(40) Ortega García J.A., Ferris J. et al. Neurotóxicos medioambientales
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Pediatric Environmental Health Speciality Unit Valencia (PEHSU-Valencia). Hospital Materno Infantil Universitario “La Fe”, Valencia. www.
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(41). Overall Evaluations of Carcinogenicity to Humans. List of all
agents, mixtures and exposures evaluated to date. As evaluated in IARC
Monographs Volumes 1-100A.
http://monographs.iarc.fr/ENG/Classification/crthalllist.php
(42) Cox C., “Insecticide FactSheet: Permethrin,” Journal of Pesticide
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noviembre 2005.
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edn36
(43) Op.cit 37.
(44) Pronczuk J. Exposición a Plaguicidas y Contaminantes Orgánicos
Persistentes (COPs) en la Infancia: ¿Cómo, cuándo y dónde? ¿Cuáles
son las consecuencias? Organización Mundial de la Salud. Ginebra,
Suiza, 20 de abril 2004.
(45) Borkhardt A. Arch Dis Child Fetal Neon, 2003.
(46) Laborde A. Cáncer infantil: efectos comprobados, riesgos sospechados. Exposición materna a plaguicidas. Congreso Internacional de
Toxicología y Seguridad Química. XII Congreso ALATOX, 2004. www.
cepis.ops-oms.org/bvsana/matedu/cancer.pdf
(47) Northwest Coalition for Alternatives to Pesticides, Journal of Pesticide Reform, Eugene, Oregon, Summer 1996. Volume 16, Nº2; de la cual
sólo se seleccionaron aquellos plaguicidas autorizados que aparecen
en Comision Intersecretarial para el Control de Proceso y uso de Plaguicidas, Fertilizantes y Sustancias Tóxicas (CICOPLAFEST) el Catálogo
Oficial de Plaguicidas, México. Junio de 1998. En: Efectos crónicos en
la salud provocados por los plaguicidas. http://ss1.webkreator.com.
mx/4_2/000/000/025/c17/espiral_cap6.pdf
(48) Op. cit 12.
(49) www.environment-agency.gov.uk/issues/endocrin.html
c.europa.eu/index-es.htm
(50) UK Health and Safety Executive list of pesticides used to control
mites in domestic premises, 20/11/98.
(51) Pesticides Trust [now PAN UK] Active Ingredient Database, 1998.
(52) Op.cit 2.
(53) Op. cit 45.
(54) Op.cit 33.
(55) Op.cit 12.
(56) Botello A.V. et al. Golfo de México. Contaminación e impacto ambiental: Diagnóstico y tendencias.
http://books.google.cl/books?id=WwuryOF1jUEC&pg=PA188&lpg=PA1
88&dq=permetrina&s
(57) Ibíd.
Chile
Grave amenaza a
semillas nativas
Bajo presión del gobierno norteamericano y de
las transnacionales de semillas se discute en el
Congreso chileno un proyecto de ley sobre “derechos de obtentores vegetales” que privatiza las
semillas y el conocimiento, amenazando de paso
a la biodiversidad. Tras esta iniciativa están las
corporaciones de semillas y transgénicos, como
Monsanto, dueña del 90 por ciento de la producción global de transgénicos, que en Chile reproduce semillas transgénicas de maíz y soja para
exportación, mediante subcontratos con terceros.
El proyecto está “atado” a lo dispuesto en el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, de
acuerdo al cual Chile debería adecuar sus normas
de propiedad intelectual firmando el Convenio
UPOV 91. Los afectados directos por el proyecto,
entre ellos comunidades campesinas e indígenas
y agricultores orgánicos, expresaron su frontal rechazo a la iniciativa en la Cámara de Diputados.
Hasta allí llegaron representantes de la Asociación de Agricultores Orgánicos de Biobío, Asociación de Agricultura Biológica-Dinámica, Agrupación de Agricultura Orgánica de Chile (AAOCH) y
la Alianza por una Mejor Calidad de Vida (RAPChile), integrada por la Asociación Nacional de
Mujeres Rurales e Indígenas (ANAMURI), Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales
(OLCA) y Corporación de Investigación en Agricultura Alternativa (CIAL), junto con representates de
la Fundación con Todos de Chiloé, Asociación de
19
NLAC
En la Comisión de Agricultura de la Cámara
de Diputados, representantes de RAP-Chile,
ANAMURI, GRAIN, Asociación de
Agricultores Orgánicos y Fundación con
Todos (ambas de Chiloé) y Consejo por
la Soberanía Alimentaria.
Agricultores Orgánicos de Chiloé, Grain, Centro de
Educación en Tecnologías (CET Sur) y Consejo por
la Soberanía Alimentaria.
Ese fue el inicio de una campaña de resistencia
a la ley. Las organizaciones han denunciado el
secretismo con que se venía tratando el tema.
Organizaciones de consumidores y diversas redes
ambientales y sociales se han sumado a la campaña iniciada desde RAP-Chile.
La iniciativa de ley consagra el despojo de los
derechos de los campesinos a disponer del producto de su cosecha cuando han usado semillas
registradas, cuestión que va más allá de los artículos del citado Convenio. En febrero de 2008,
un proyecto similar se aprobó en Costa Rica en
medio de un gran debate social. Pero en ese caso
el agricultor aún puede volver a usar la semilla en
su predio. Además, se excluyó de las variedades
que podían ser inscritas a aquellas protegidas por
“derechos intelectuales comunitarios sui géneris”
(con o sin registro), según lo establecido en la Ley
de Biodiversidad costarricense.
En cambio, con la ley chilena, las plantas nativas
podrían ser apropiadas por una transnacional o
un particular. Aunque Chile ratificó en 1995 el
Convenio de Biodiversidad que debería protegerlas, en este proyecto de ley las especies silvestres
y ligadas al conocimiento ancestral comunitario e
indígena forman parte de aquellas definidas como
“variedades nuevas” que pueden ser registradas.
Las “variedades nuevas” son todas aquellas que
-entre otras condicionantes- no han entrado en el
circuito comercial.
En la justificación de este proyecto de ley presentado por el poder ejecutivo abundan citas a la biotecnología y se postula al país como plataforma
de negocios con plantas que generen “vacunas
y proteínas de interés terapéutico”, es decir, farmocultivos transgénicos. Se deduce de ello que el
proyecto abre el camino a la amplia liberación de
cultivos genéticamente modificados en el país.
Para Guillermo Riveros, presidente de la Asociación de Agricultores Orgánicos del Bio Bío, “esto
implica introducción tácita de los cultivos transgénicos. No sabemos dónde están los cultivos
de semillas orgánicas de exportación. Y está demostrado que no es posible la coexistencia entre
transgénicos y cultivos orgánicos. El futuro de la
agricultura orgánica está en juego”.
2009
Septiembre
Temas de Debate
Arde polémica
por el
Importantes repercusiones tuvo en Argentina una
polémica generada por un artículo publicado en el
suplemento rural del diario “Clarín” del sábado 4
de julio, el principal diario del país, que denosta
las denuncias sobre los daños causados por los
plaguicidas en general, y por el glifosato en particular, como también las investigaciones y otras
actividades efectuadas por los grupos ecologistas
en relación con los agrotóxicos.
La nota titulada “DDT, glifosato y ecologismo”
intenta descalificar las razones que han llevado
a organizaciones como la Asociación de Abogados Ambientalistas (AAA) a solicitar al gobierno
argentino la prohibición del herbicida glifosato, y
de paso hace un paralelo con el proceso que llevó
a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) a prohibir el DDT en Estados Unidos en 1972. Según el
cronista, “hoy se reconoce que (esa prohibición)
fue demasiado precipitada y una decisión jurídi-
ca y científicamente desproporcionada”. También
equipara irónicamente el papel que jugó en ese
proceso Rachel Carlson, autora de “La primavera
silenciosa”, con el que está desempeñando actualmente Marie-Monique Robin con su libro “El
mundo según Monsanto” en las denuncias sobre
las consecuencias negativas de los cultivos de
soja transgénica y su inseparable acompañante,
el herbicida glifosato. En ambos casos califica sus
argumentos de “pseudocientíficos” y señala que
los grupos ecologistas “no están tan preocupados
por las verdades científicas, ni por las eventuales consecuencias negativas de estos productos
sobre el medio ambiente y la salud humana, sino
por las ideologías subyacentes que defienden. En
el mundo abundan los casos que demuestran que
ciencia e ideología no deben mezclarse, para bien
de la humanidad toda”.
En el mismo artículo se afirma que los productos
Piden prohibir
el glifosato y el endosulfán
El Instituto de Salud Laboral y Medio Ambiente (Islyma-CTA) presentó un recurso de amparo ante
la justicia para que se suspenda la comercialización, venta y aplicación del herbicida glifosato
y del insecticida endosulfán, “elementos químicos que componen los herbicidas y plaguicidas
que se utilizan para cultivo en todo el territorio de la República Argentina para cualquier tipo de
sembradío, particularmente la soja, maíz, trigo, girasol, etc.”.
Asimismo, la presentación solicita que “se ordenen sin más trámite la medida cautelar innovativa solicitada, haciendo hincapié en que el derecho ambiental lleva consigo el concepto cautelar
y preventivo, valores que deben ser contemplados severamente por V.E. toda vez que se trata
del cuidado de vidas humanas y de la salud de las personas, extremos que no tienen valor de
reposición”.
Por otra parte, un grupo de vecinos de barrios del sur de la ciudad de Córdoba, nucleados en la
Coordinadora Córdoba en Defensa del Agua y la Vida (CCODAV), presentó una denuncia penal en
la fiscalía para que se controle la calidad del agua proveniente de la planta potabilizadora Los
Molinos, que a su vez proviene del canal a cielo abierto Los Molinos-Córdoba.
La agrupación denunció que, en su transcurso de 64 kilómetros, ese canal “atraviesa miles
de hectáreas de cultivos de soja transgénica, recibe diluvios de agrotóxicos en sus aguas, a
consecuencia de las fumigaciones con aviones, maquinaria o a mano, parte del ‘insustentable y
peligroso paquete tecnológico’ que acompaña a esta industria de los agronegocios destinados a
la exportación, como glifosato, 2,4 D y endosulfán, entre otros insecticidas o agroquímicos”. La
denuncia fue dirigida contra la empresa Aguas Cordobesas.
Fuente: Prensa Red, 25 de junio 2009. Argentina, Córdoba: Con un recurso de amparo,
buscan frenar el uso de glifosato y endosulfán.
NLAC
20
Septiembre
2009
Argentina
glifosato
-Gran parte del conocimiento que hemos creado
investigadores del país y de otras naciones en
torno al impacto de los plaguicidas, tanto en el
ámbito público como privado, reviste las características de científico. Y, lo que es más importante,
sometemos el conocimiento que hemos obtenido,
así como la estrategia que posibilitó su obtención,
al juicio de otros investigadores y de la toda la
sociedad.
-Que los plaguicidas causen daño en la salud no
reviste característica de novedad. Cientos de investigadores alrededor del mundo lo afirmamos,
y no es una cuestión ideológica, es algo que está
probado en ensayos de laboratorio y en investigaciones de campo.
-El golpe de gracia al DDT lo dieron tanto la producción del conocimiento científico, que demostró
cómo impactaba en la salud, como también las
luchas de las personas y comunidades afectadas.
Claro está que se necesitó de personas valientes
que lo anunciaran y denunciaran a la sociedad.
Ese rol lo tuvo Rachel Carlson. La ciencia es una
sola, no existe la pseudociencia, aunque sí existen pseudocientíficos y de ellos podemos obtener
una larga lista en los ejemplos enunciados por
Marie-Monique Robin en el libro “El mundo según
Monsanto”. Este libro describe, utilizando una
innumerable cantidad de citas, investigaciones y
entrevistas, una serie de estrategias de la empresa para manipular investigaciones e intentar, en
vano, demostrar la inocuidad de los plaguicidas.
-El rechazo a una tecnología no sólo puede darse
por la obtención de conocimiento científico que
pruebe su impacto en la salud, sino que también pueden existir y deben aceptarse razones de
índole filosófica, ética y cultural. A lo largo del
mundo miles de habitantes de las comunidades
brindan muestras, con palabras y marcas en su
propio cuerpo, del impacto de los plaguicidas en
su salud, lo que les imposibilita el desarrollo de
una vida plena.
-La agricultura moderna realizada en Argentina,
basada en la adopción de un paquete tecnológico
asentado en semillas transgénicas, fertilizantes,
herbicidas e insecticidas, posee un gran impacto
ambiental, por lo cual no es creíble la afirmación
de que haya realizado un gran servicio al ambiente. Muy por el contrario, ha producido contaminación de ríos y arroyos, pérdida de diversidad,
desmonte, etc. Incluso ha impactado en otras
actividades, como la apicultura.
-Por nuestra parte, a quienes defendemos la existencia de una producción agropecuaria rentable y
verdaderamente sustentable nos preocupa el respeto por la vida de los seres humanos y del resto
de los seres vivos que habitamos este planeta y
con los cuales somos interdependientes. Mal que
nos pese, la ciencia y la ideología se mezclan,
porque ambas las hacemos seres humanos. Leyendo el libro “El mundo según Monsanto” y analizando la realidad argentina y mundial, tenemos
muchos ejemplos de esto, de cómo se intenta en
vano manipular los resultados de investigaciones
que siempre hablan por sí mismos.
(Ver documento completo en www.rap-al.org)
Documental
“El mundo según Monsanto”
en español
RAP-AL tiene el agrado de anunciar que esta película que desenmascara a la transnacional Monsanto, líder mundial del mercado de semillas, cultivos transgénicos y plaguicidas, se encuentra
ahora en versión original doblada al español. Esto permitirá ampliar su difusión a sectores muchos
más amplios de los pueblos latinoamericanos y del Caribe.
El documental, realizado por la cineasta y periodista francesa Marie-Monique Robin, es resultado
de una investigación de varios años que abarcó diversas regiones del mundo tras las huellas de
una de las empresas más controvertidas de la historia industrial. Desde su creación en 1901, Monsanto ha ido acumulando infinidad de procesos judiciales debido a la toxicidad de sus productos.
Mediante documentos inéditos y testimonios de víctimas, científicos y ex funcionarios públicos, “El
mundo según Monsanto” reconstruye la génesis de un imperio industrial que, a base de mentiras,
colusión con los poderes públicos estadounidenses, presiones y actos de corrupción, ha llegado a
ser el primer productor de semillas del mundo. Y con la venia de los gobiernos, sigue recurriendo
a métodos ilegítimos e ilícitos para expandir los cultivos transgénicos en nuestros países, sin un
verdadero control de sus efectos en la naturaleza y la salud humana.
El documental, producido por Arte France, tiene 109 minutos de duración y se puede adquirir en
los siguientes contactos:
* Javier Souza, CETAAR/RAP-Argentina.
Rivadavia 4097 - P.O. Box 89 (1727)
Marcos Paz, Bs. As. Argentina
Telefax: (54220) 4772171.
E-mail: javierrapal@yahoo.com.ar
* Oficina de Comunicaciones y
Administración RAP-AL
Providencia 365 - Of. 41. Santiago, Chile.
Telefax: (56-2) 3416742. E-mail: info@rapal.cl
21
NLAC
químicos y transgénicos “le han hecho un gran
servicio al medio ambiente”.
En abierta polémica con estas aseveraciones, Javier Souza Casadinho, ingeniero agrónomo (Ms.
Sc.) argentino y coordinador regional de RAP-AL,
difundió el documento “Acerca de la ciencia,
los científicos y el impacto de los plaguicidas”,
el cual tuvo amplias repercusiones en su país.
ENLACE destaca a continuación algunos puntos
principales de ese documento:
2009
Septiembre
Entrevista
Eduardo Freyre
Transgénicos:
no basta la buena fe
NLAC
22
En medio de debates y controversias sobre alimentos transgénicos en Cuba, el concurso de la
revista teórica Temas (2008) premió el artículo
“Habla un transgénico”, una obra muy original
que aborda el tema desde una óptica irónica, pero
profunda y concisa. Su autor, Eduardo Francisco
Freyre Roach, doctor en Filosofía y profesor titular
de la Universidad Agraria de la Habana, es miembro de RAP-Cuba. El premio coincidió con el anuncio hecho por científicos del Centro de Ingeniería
Genética y Biotecnología (CIGB) sobre el inicio de
ensayos de campo con un maíz transgénico en la
central provincia de Sancti Spíritus. Se trata de
una variedad cubana de ese cultivo que se modificó genéticamente con el propósito de hacerla resistente a la “palomilla del maíz”, principal plaga
que afecta a esta planta en Cuba. Según reveló
el diario Juventud Rebelde el 26 de febrero, “la
investigación, avalada por los rigurosos controles
de seguridad biológica y ambiental establecidos
en Cuba, se halla en fase de introducción con el
objetivo de obtener semillas que permitirían, posteriormente, su extensión productiva para consumo humano y animal, siempre y cuando éste sea
aprobado por los organismos competentes”.
En una entrevista, Freyre abordó diferentes aristas de este polémico tema.
¿Qué desventajas y riesgos para la salud
humana y el medio ambiente originarían
los alimentos transgénicos?
Como se sabe, estos “alimentos” son productos
o derivados de organismos genéticamente modificados, en los cuales se manipula el genoma.
¿Dónde caen los genes de interés y elementos
citoplasmáticos inadvertidos, que se bombardean
hacia el núcleo de la célula? ¿Cuál será, a largo
plazo, el comportamiento del organismo en el ecosistema, considerando su constante variabilidad?
En este y otros asuntos hay mucha incertidumbre,
reconocida por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO),
la Organización Mundial de la Salud (OMS), las
investigaciones independientes (no de las transnacionales) y reportes de experimentos.
Con toda razón se teme que, quizás no a corto,
pero sí a mediano y largo plazo, estos alimentos
provoquen alergias, toxicidad, dificultades inmunológicas, cáncer, infertilidad y hasta trastornos
endocrinos.
Septiembre
2009
Ni hablar de la posibilidad de contaminación
transgénica, que pone en peligro a las especies
silvestres y cultivadas. ¿Pudiera controlarse el
flujo natural y el flujo social de genes? ¿Qué decir
acerca de si la transgénesis es compatible sólo
con una agricultura industrializada a gran escala, con extensos monocultivos, uso intensivo
de plaguicidas y fertilizantes químicos, ahorro o
abaratamiento de mano de obra? Ni quienes abogan por la transgénesis descartan esos riesgos,
aunque suelen plantear que son mínimos y controlables técnicamente. A mi modo de ver, en esta
tecnología que está hecha a la medida de intereses transnacionales y del mercado, la prioridad
hay que concederla al principio precautorio, como
se estipula en la Declaración de Río, el Convenio
de Biodiversidad y el Protocolo de Cartagena.
¿Algún beneficio en la producción de
alimentos transgénicos?
Sí, creo que tal vez sería ventajosa, en caso que
se demostrara que un transgénico es medicinal
o indispensable desde el punto de vista farmacéutico. Es decir, si no hay otra forma de resolver
el problema. Cuba ha tenido importantes éxitos
en eso y se sabe que un cultivo así se encuentra en condiciones de confinamiento. En ese caso
no se está aceptando indulgentemente el riesgo, sino más bien se tolera, pues no queda otra
salida. Siempre habría que ver si no existe otra
solución efectiva y, a la vez, menos riesgosa. Es
más, veo otra ventaja: avanzar en el conocimiento
fundamental o básico de los procesos genéticos.
La isla está apostando cada día más a los productos intelectuales y a la formación de recursos
humanos. En eso no debemos quedarnos rezagados, y el esfuerzo consagrado que hacen nuestros
investigadores del Centro de Ingeniería Genética y
Biotecnología es realmente titánico.
A pesar de las advertencias de académicos
como usted, el país se apronta para la
producción en gran escala de ese maíz.
¿Cuál es la reacción del sector académico
adverso a la producción de transgénicos?
Personalmente, la noticia no me sorprendió, porque sobre todo desde finales de la década de los
noventa se viene hablando públicamente y con
mucha fuerza de este asunto. Muchos colegas
del movimiento de la agricultura orgánica tendrían que sentirse preocupados, como yo, por este
acontecimiento. Hablando por mí, y no por otros,
veo en la liberación de transgénicos en Cuba una
gran amenaza para la directriz agroecológica de
connotación estratégica (no solo coyuntural) de
nuestra política agraria. Sin embargo, doy un alto
valor al trabajo que día a día, consagradamente,
están haciendo nuestros compañeros investigadores de biotecnología para ofrecer mejores semillas a los agricultores. Incluso celebro el maíz
que han logrado, y el hecho que durante más de
20 años han trabajado ardua y responsablemente
para que “nuestros transgénicos” tengan excepcionales garantías de bioseguridad. Esto significa
que mis objeciones contra la liberación de transgénicos en Cuba nada tienen que ver con una desacreditación de lo que el país está haciendo en
tal sentido, pues a fin de cuentas es verdad que
necesitamos que mejore la producción agrícola y
sustituir importaciones.
Eduardo Freyre, de RAP-Cuba, doctor en
Filosofía y profesor titular de la Universidad
Agraria de la Habana.
Simplemente, para mí, teniendo en cuenta los debates que hay en el mundo sobre esta tecnología
y los riesgos potenciales que entraña, me parece
que es mejor prescindir de los transgénicos y concentrarnos en las opciones que da la agroecología, los programas, la entrega de tierras ociosas,
el redimensionamiento de la tenencia de la tierra
y el mercado agropecuario, los diversos incentivos
para vivir y trabajar en el campo, el fortalecimiento de las localidades (municipios) y del sector cooperativo campesino, y el rescate de las Unidades
Básicas de Producción Cooperativa.
Cuba
Aún no ha sido valorado del todo el aporte que
han hecho las producciones agroecológicas en el
sector campesino y cooperativo, y sus potencialidades si se duplican las tierras y los incentivos
para este tipo de producción.
Sentido realista
Cuba necesita producir alimentos para
aumentar disponibilidades y reducir
importaciones. ¿No cree usted que esa es
una razón poderosa para que los científicos del CIGB estudien y aspiren a que
el resultado de sus investigaciones pueda
contribuir a resolver una carencia del
país con estas producciones?
Sí es una razón poderosa, pero no suficiente. No
basta tener buenas intenciones, es necesario tener un sentido realista de la situación y entender
que un remedio puede resultar peor que la enfermedad. ¿Qué significa decir que los transgénicos
pudieran contribuir a resolver una carencia del
país? Bueno, para mí no tiene sentido que nos
arriesguemos en algo que sabemos no es ni la
cuarta parte de la solución que buscamos. La
sustitución de importaciones no es algo que se
resuelva con facilidad, pues su causa no es totalmente coyuntural, sino histórica, y depende de
múltiples factores.
Menos mal que ya no se invoca que los transgénicos rinden más, aunque, a decir verdad, recuerdo
que una vez una máxima autoridad del Centro de
Ingeniería Genética y Biotecnología aseguró que
el maíz transgénico que tienen rinde cuatro veces
más que el disponible actualmente en el país.
También el CIGB, a tono con la tendencia mundial, está trabajando en plantas resistentes al
glisofato, uno de los plaguicidas más temidos
en la actualidad. Se presupone que se recurrirá a
este plaguicida en dependencia de la medida que
se adopte. La resistencia de las plagas, tarde o
temprano, hará de las suyas, y entonces volvemos
al mismo círculo vicioso.
Pienso que no podemos ver las cosas aisladas. El
transgénico es sólo una parte de la historia, quizás incluso no sea la fundamental. La agricultura
es mucho más compleja que obtener una planta
transgénica en un laboratorio. Actualmente tene-
mos más agro-químicos que en años anteriores,
al mejorar la situación financiera del país, pero
ahora hay que encarar el desafío de su utilización puntual y eficiente, pues puede ocurrir que el
deseo de aumentar la producción, por una parte,
y la adicción a estos productos de algunos agricultores, por otra, conduzcan otra vez a su uso
indiscriminado.
Agricultura orgánica
¿Qué soluciones propone para mejorar
los rendimientos agrícolas y resolver el
déficit alimentario de Cuba?
Estimo que primero hay que pensar en la optimización y resistencia de nuestros agroecosistemas.
Estoy de acuerdo con los compañeros del CIGB en
que es muy importante atender los costos, de forma tal que el ansia de lograr altos rendimientos
no se convierta en una batalla pírrica. Empero,
no hay solución tipo panacea tecnológica de un
proceso tan complejo como la producción agrícola. Se entretejen múltiples factores, que van
desde los tecnológico-productivos hasta los de
índole organizacional. Mientras más potenciemos
la agricultura local y avancemos en la iniciativa
local, habrá mayores posibilidades.
En todos estos años de crisis, Cuba ha demostrado las amplias potencialidades de su sistema
económico, político y social, y apuesta por la agricultura orgánica que desarrolló para enfrentar
táctica y estratégicamente esa difícil etapa. Estoy
convencido de que no se pueden ver los problemas
aislados unos de otros, cada vez debemos ver los
asuntos en sistema. Por ejemplo, no podríamos
aspirar a la productividad y a los rendimientos
que el país necesita sin resolver las dificultades
de los incentivos, los suministros de insumos a
los agricultores, el éxodo rural y de profesionales
de la agricultura y la cuestión de la comercialización.
Sin quitar mérito a las bondades del patrón de
la llamada revolución verde que el país asumió,
debemos aprender de los problemas que nos creó.
En fin, en la isla se ha demostrado -y hasta autoridades del Banco Mundial la han elogiado por
eso- que, con agricultura orgánica o agroecología
a gran escala, sí es posible resolver los dilemas
que nos causó.
En estos momentos se negocia un régimen internacional sobre responsabilidad
y compensaciones ante los riesgos para
la biodiversidad del transporte transfronterizo de transgénicos, comprendido en
el Protocolo de Cartagena. Hubo una reunión en México para acordar el proyecto
de régimen, pero el caso continúa en fase
de negociación. ¿Conoce cuál es la postura de Cuba en esas negociaciones? ¿Considera usted necesario ese régimen para
regular el movimiento transfronterizo de
transgénicos?
La verdad es que no conozco la posición cubana respecto a este asunto. Sé que Cuba ratificó
el protocolo de Cartagena el 17 de septiembre
de 2002, y también que están ardiendo las negociaciones relativas a la aplicación del artículo
27 de ese Protocolo, que trata precisamente de la
responsabilidad y compensación por daños provocados por organismos genéticamente modificados y otros productos de la biotecnología. Aún
no hay acuerdo y, como es lógico, Estados Unidos
y Argentina siguen reticentes en esas discusiones. Pero me parece que los acuerdos serían muy
pertinentes para la región. Algunos consideran
que el maíz que importamos de Estados Unidos
puede ser transgénico. Un convenio como ese podría despejar esa duda. Si se dan garantías en
tal sentido, tendremos un argumento menos para
recurrir a los transgénicos.
He escuchado a personas que abogan por los
transgénicos y sostienen que consumimos productos de ese tipo. Pero me pregunto si se está
analizando esto, si en biotecnología se ha hecho
un peritaje al respecto. Estoy averiguándolo, pues
no me conformo con que me digan que es posible
que estemos consumiendo productos transgénicos importados. Esto debemos aclararlo y confío
en que se esté haciendo algo. Nuestro gobierno e
investigadores son muy celosos en eso. Por otra
parte, pienso que en Cuba debemos debatir este
tema. Internamente no tenemos ese litigio entre
empresas y Estado, pero ¿quién pagaría los platos
rotos? ¿Quienes abogan por los transgénicos en
Cuba han pensado en eso? ¿El CIGB los pagaría?
Hay que pensar en el régimen de indemnización
a los campesinos que no siembren transgénicos
y sean contaminados. En nuestro país esto no es
un problema y se puede dormir tranquilo no sólo
porque el producto que ofrece esa institución tendría garantías de bioseguridad excepcionales,
sino también porque la filosofía de nuestro Estado
es que nadie nunca esté desamparado. De todas
formas, como dije, no basta la buena fe.
23
Economics Press Service
www.cubaalamano.net
IPS-Cuba
NLAC
Maíz criollo cubano.
2009
Septiembre
Diálogo
Por Javier Souza Casadinho
Coordinador regional
RAP-AL
ONGs - Gobiernos 2009
Organizado por el Centro de Estudios sobre Tecnologías Apropiadas de la Argentina (CETAAR), que
coordina RAP-AL en Argentina, se realizó el VIII
Encuentro Diálogo ONGs - Gobiernos 2009 el 26 de
agosto, con el tema “Análisis y discusión sobre el
Registro Legal de Plaguicidas y el Registro de Intoxicaciones”. Participaron los coordinadores nacionales de RAP-AL y representantes de diferentes
ministerios de Chile, Paraguay, Brasil, Uruguay y
Argentina. Además, se contó con la participación
de estudiantes, representantes de ONGs, asesores
de legisladores y miembros de comunidades argentinas afectadas por fumigaciones.
Al dar la bienvenida, el coordinador regional y
del Cono Sur de RAP-AL, Javier Souza Casadinho,
comentó los objetivos del taller en el sentido de
“analizar las condiciones de utilización de los
plaguicidas en el contexto social, económico y
ambiental del Cono Sur, y considerar los mecanismos inherentes al registro legal y al registro
de intoxicaciones por plaguicidas”. Enfatizó que
“debemos analizar como y por qué se producen
las intoxicaciones por plaguicidas con la finalidad de reducirlas; por ejemplo, prohibiendo los
insecticidas más peligrosos”.
La doctora Viviana Crapanzano, del Centro de
Toxicología del Hospital Posadas, analizó a partir
de los datos relevados y analizados durante el año
2006 las características que poseen las intoxicaciones por plaguicidas en Argentina. Entre otras
cosas, afirmó: “Las consultas sobre intoxicaciones con plaguicidas son en su mayoría telefónicas y se han incrementado en los últimos años,
la zona más afectada es la región pampeana y el
grupo etario más involucrado es aquel de entre 6
y 10 años”.
En primer plano, Hebe González, de Altervida,
Paraguay, y Dra. Clelia Vallebuona, del
Ministerio de Salud de Chile.
NLAC
24
Septiembre
2009
Dr. Ernesto de Titto, coordinador de la
Comisión Nacional sobre Intoxicaciones
con Plaguicidas de Argentina
El doctor Ernesto de Titto, coordinador de la comisión nacional de Argentina sobre intoxicaciones
con plaguicidas, se refirió a aspectos relevantes
de este trabajo. Respecto de la inclusión de las
ONGs en la comisión, señaló que “pese a que
varias organizaciones de la sociedad civil han
pedido su inclusión, y se está analizando la propuesta, no se han generado los tiempos propicios
para hacerlo”. También reconoció que la carencia
de un adecuado registro de intoxicaciones a nivel
país dificulta dimensionar el problema. En esto
influyen problemas relativos a la burocracia estatal, como también un inadecuado conocimiento sobre toxicología por parte del personal de la
salud.
Por su parte, la doctora Clelia Vallebuona, del
Ministerio de Salud de Chile, destacó que los
objetivos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica en Plaguicidas son “detectar tempranamente los casos y brotes epidémicos de
intoxicación aguda por plaguicidas, para aplicar
oportunamente las medidas de prevención y control”. Según informó, el 2008 se registraron 849
intoxicaciones agudas en el país, 122 más que el
año anterior. El 51 por ciento de las intoxicaciones es de tipo laboral. Los tipos de plaguicidas
responsables de estos casos son organofosforados (38%), piretroides (24%), carbamatos (6%)
y otros no especificados (32%). Los ingredientes
activos más involucrados son metamidofós, cipermetrina, clorpirifos y lambdacialotrina.
María Elena Rozas, coordinadora nacional de
RAP-Chile, expuso el problema de las enfermedades crónicas provocados por intoxicaciones
crónicas, como alteraciones genéticas y cánceres, y efectos diferidos, como es el caso de las
malformaciones congénitas. “Estos costos en la
salud de las personas expuestas a plaguicidas
se mantienen ocultos, no se han investigado”,
señaló. Destacó, asimismo, la necesidad de “sacar del registro los plaguicidas extremadamente
tóxicos, por su efecto agudo y crónico, y poner en
funcionamiento programas de capacitación sobre
alternativas agroecológicas. Estas son medidas
indispensables para avanzar hacia la reducción y
eliminación total del uso de plaguicidas, y evitar
graves enfermedades y muertes”.
En tanto, el doctor Javier Malet, de Uruguay, explicó como se registran los plaguicidas en su país
atendiendo a las características agrícolas, sanitarias y domisanitarias. El Ministerio de Salud
Pública tiene incumbencia respecto del registro
de productos, empresas, investigaciones epidemiológicas y relacionadas con la problemática
ocupacional vinculada al manejo de sustancias
tóxicas.
Trabajando juntos en la
reducción del uso de los
plaguicidas.
Margarita Goycochea, del Foro Ambiental
de los Toldos, Bs As. y Cecilia Bianco, del
Taller Ecologista.
Luego, María Isabel Cárcamo, coordinadora nacional de RAP-Uruguay, dijo que “cuando hablamos de intoxicaciones conviene comenzar a analizar qué es la salud y los factores determinantes
entre los que sobresalen los estilos de vida y el
medio ambiente”. En especial, hizo hincapié en
las aplicaciones de plaguicidas en las cercanías
de las escuelas. El 17 de noviembre 2008, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay prohibió la aplicación aérea de plaguicidas
en todo tipo de cultivo, a una distancia inferior a
50 metros del límite del predio de escuelas rurales. En aplicaciones terrestres, la prohibición se
reduce a una distancia inferior a 30 metros de dichos centros escolares. “En la misma resolución
se exhorta -NO SE PROHIBE- que las aplicaciones
aéreas y terrestres se efectúen en días inhábiles o
fuera del horario escolar. Esta situación muestra
a las claras que no se protege la salud de los niños”, advirtió María Isabel.
A continuación, Hebe González, de Alter Vida y
coordinadora nacional de RAP-Paraguay, señaló
que “la necesidad de un adecuado registro obedece a visibilizar en su verdadera dimensión un
problema de salud pública, adecuar políticas y
buscar mecanismos para reducir los riesgos, y
profundizar el análisis sobre un desarrollo más
incluyente con los mismos derechos y oportunidades para todos los sectores”. Explicó que la
mayoría de los casos de intoxicación por agrotóxicos se producen en localidades alejadas de las
ciudades, donde los centros asistenciales locales
no cuentan con los insumos e infraestructura su-
analizar en profundidad como los plaguicidas
afectan a las comunidades, en especial a aquellas cercanas a los puertos y centros de acopio de
cereales y oleaginosas, resaltó que los desafíos
son “realizar un ordenamiento urbano, informar,
promover la participación, comprometernos, realizar estudios de impacto con audiencias públicas
y, desde los gobiernos, controlar el sistema y realizar las penalidades efectivas”.
Javier Souza Casadinho comentó los objetivos,
metodología de trabajo y resultados del monitoreo
comunitario de base que se está realizando en los
cinco centros regionales de PAN internacional. “El
monitoreo constituye una excelente herramienta
para que las comunidades se involucren en la
problemática relacionada con la salud. Podemos
conocer la dinámica de uso de los plaguicidas y
su vinculación con la aparición de problemas en
la salud. En este momento se están realizando
monitoreos en Argentina, Bolivia y México. En
Argentina el monitoreo se realizó junto al Movimiento Campesino Santiagueño (MOCASE) y da
cuenta que las comunidades afectadas por las
fumigaciones aéreas sufren problemas de salud
como las afecciones endocrinas”.
Verónica Maldonado, del MOCASE, también comentó algunos aspectos relevantes de la problemática de las fumigaciones aéreas y sus
relación con problemas en la salud. Ella afirmó:
“Hay dificultades para que las personas afectadas sean atendidas en los centros de salud y
que estos casos sean registrados en las planillas
correspondientes. Las fumigaciones aéreas son
un problema adicional al que ya tenemos en la
lucha por la tierra en un territorio dominado por
los terratenientes”.
Al finalizar las exposiciones se pudo hacer preguntas, y antes del cierre se analizó y discutió
sobre las intoxicaciones, las limitaciones del marco legal, las necesidades de participación y, en
especial, sobre los alcances y limitaciones de la
propuesta agroecológica para producir alimentos
sanos y al alcance de todos.
Fue una jornada en la que se trabajó y discutió
con respeto, aspecto que una vez más destaca la
importancia de estas reuniones como parte de la
estrategia de trabajo de RAP-AL en la región de
América Latina y el Caribe.
Reunión ONG -Gobiernos del
Cono Sur sobre plaguicidas
25
NLAC
Cono Sur
ficientes para tratar intoxicaciones y, en particular las que se deben a plaguicidas. Eso no sólo
dificulta la atención, sino también el diagnóstico
y el registro de los casos. A raíz de hechos como
el incendio de un depósito de plaguicidas en zona
urbana, el gobierno tomó medidas que influyeron
positivamente en el registro.
Por su parte, Jaime Ayala, del Servicio Nacional
de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas de
Paraguay, realizó un exhaustivo análisis de la documentación y requerimientos para el registro de
plaguicidas. También se explayó sobre el Registro
por Equivalencia Química que toma en cuenta las
investigaciones y registros realizados en otros
países. Al respecto, afirmó: “Obtenemos así un
nivel mínimo de calidad de los productos formulados, se puede conocer el origen de la mercadería,
se evita el sacrificio de animales y se reconoce el
procedimiento a nivel internacional”.
Gonzalo Entenza, representante argentino en la
Estrategia Internacional sobre el Manejo de Sustancias Químicas (SAICM), explicó como funciona
esta estrategia que se propone una reducción en
el impacto de las sustancias químicas a partir del
reemplazo de las sustancias tóxicas, limitaciones
en su utilización y manejo adecuado para evitar
daños en la salud.
Jaime Weber, de CAPA, coordinador nacional
de RAP-Brasil, indicó que “es indispensable la
participación de la sociedad civil, de las universidades, del Estado y de las empresas en la
toma de decisiones respecto de los registros de
plaguicidas y de las intoxicaciones”. Agregó que,
como una muestra de la importancia del impacto
de algunos plaguicidas, los Ministerios de Salud,
Ambiente y Agricultura de Brasil se hallan investigando para revalidar o no los siguientes plaguicidas: glifosato, acefato y cihexatina”.
En el último panel, con participantes de Argentina, Margarita Goycochea, del Foro Ambiental de
los Toldos (Buenos Aires) denunció que “las fumigaciones aéreas están envenenando a las comunidades y provocan afecciones a nuestros hijos,
pero el pueblo resiste y busca solucionar el problema”. Añadió que “debemos unirnos todas las
comunidades afectadas y hacer que se sancione
una legislación que impida las fumigaciones y los
plaguicidas más tóxicos”.
Cecilia Bianco, del Taller Ecologista, luego de
2009
Septiembre
Alternativas
Soja sin
glifosato
Testimonio de una exitosa experiencia de intercultivo
realizada en Argentina.
NLAC
26
Septiembre
2009
En el verano del 2003-2004 cultivamos 4 hectáreas de soja no transgénica sin herbicida en la
localidad de Mercedes, provincia de Buenos Aires.
El proyecto consistía en usar como primer herbicida un cincel con forma de chapas triangulares de
borde afilado. Estas chapas se desplazan debajo
de la tierra a una profundidad de 2 cm. con el
objetivo de cortar las raíces. El segundo herbicida
era una superpoblación de soja y mijo intercalado
en forma soja-mijo-mijo-soja, y así siguiendo con
2 de mijo y una de soja. La relación mijo-soja es
benéfica por tratarse de la combinación de una
gramínea con una leguminosa. Experiencias anteriores nos habían demostrado que en toda relación benéfica entre distintas especies vegetales a
menor distancia entre ellas, mayor rendimiento.
eso que llaman “maleza” (hierbas no deseadas).
Cuando hay una especie seca y otra a la que le
falta poco para secar se puede hilerar el campo y
cosechar después.
Hay que cosechar todo, incluso las hierbas, y luego separar.
Se puede sembrar soja sobre pastura viva de gramíneas.
Por cada 200 ó 500 plantas de soja debe haber
una de chamico o miyaya (Datura stramonium,
Datura ferox) que sale sola y atrae a la chinche de
la soja. La roya de la soja viene cuando a la tierra
le falta silicio. Muchas gramíneas suben silicio y
lo entregan a la tierra en forma de rastrojo.
El único agroquímico usado fue la inoculación de
bacterias y el resultado fue óptimo.
Resultado
Posible y rentable
Se usó soja y mijo orgánicos. Al momento de sembrar había un monocultivo de cardencha o cardo
(Dipsacus fullonum) seco. Se pasó la segadora y
no el cincel que se había preparado, porque no
hacía falta. La sembradora usada permitía hacer
intercultivos usando el sembrador de fertilizante
granulado para el mijo. El rendimiento en soja
fue el doble de los promedios informados en esa
época. En el momento lo atribuimos al efecto del
intercultivo, pero no es así. Ignorábamos que la
soja convencional rinde casi el doble que la transgénica.
Queda demostrado que el glifosato no hace falta.
Por tanto, no hace falta que la soja sea transgénica. La soja convencional es más barata y produce
más. El herbicida es un gasto inútil. El intercultivo requiere más gasto en semilla, pero hay más
para vender y no requiere más gasto en siembra y
cosecha. Si aplicamos las leyes de la permacultura al campo no se puede sembrar nada solo. Hay
que juntar dos o tres especies y, además, no se
puede hacer una sola siembra por año. Deben ser
dos o más. Esto mejora la tierra por razones que
se explican en “Cómo tratar la tierra” (1).
Recomendaciones
Conclusión
No se pueden hacer intercultivos con plantas
que no son amigas entre ellas, como es el caso
de maíz con soja. Las especies a sembrar deben
tener semillas de distinto tamaño, porque la cosechadora no las separa. Hay que separarlas después, bajo techo, con máquinas clasificadoras de
semillas (que son núcleos de cosechadoras con
motor eléctrico).
En una misma siembra no se pueden poner plantas con distinto periodo, porque deben secarse al
mismo tiempo a menos que se siembren en distinta fecha con sembradoras especiales. Pero no
lo recomendamos, porque mientras se espera el
momento de la segunda siembra se va instalando
Proponemos que los agrónomos argentinos, el INTA, las
Facultades de Agronomía y todos los productores abandonen
la militancia en favor de empresas extranjeras, y se pongan
al servicio de la salud y la prosperidad de nuestro país. Con
esto también se gana dinero.
Proponemos que nuestros representantes elaboren y aprueben
una ley que prohíba el uso del glifosato y la soja transgénica,
ya que esto no perjudica los intereses de los productores,
como se creía hasta ahora. Por ignorancia.
(1) www.permacultura.com.ar/libros/index.html
Antonio Urdiales Cano
www.permacultura.com.ar
info@permacultura.com.ar
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