sorta 2009 2 Glosar la pirueta La gestión de un legado de innovación cultural ligado a la danza vasca: Ballets Olaeta 2.2 Llevando el compás Entrañable academia de ballet, rincón que atesora pieza a pieza lustros de danza vasca universal Entrar en escena. El hall de la antigua Academia de Ballets Olaeta sorta 2009 1 Glosar la pirueta Llevando el compás sorta 2009 2.2.1 En el número once de la calle Ercilla de Bilbao se encuentran los locales que acogieron la academia del Ballet durante más de cincuenta años, en el entresuelo izquierda. “Olaeta” aparece rotulada sobriamente la puerta. Es fácil dejarse llevar por la imaginación y ver discurrir por el pasillo grupos de jóvenes tras acabar sus clases de danza en la academia, seguro que con una melodía aún susurrante en los oídos. O tal vez tarareando alguna otra de esas de camaradas de juego. Hoy ya no se escuchan. “Éramos como una gran familia” apunta orgullosa Miren Tere Olaeta cuando le pregunto por la trayectoria de la Academia, que cerró sus puertas definitivamente en 2007. Sin embargo, se advierte que en su interior aún late la actividad, aunque ahora de otra naturaleza. Hace ya varios meses, desde marzo de 2008, que un grupo de personas entra y sale por esa misma puerta con el ballet como una idea sobre la que gira su actividad diaria. Son el equipo de profesionales encargado de ordenar el conjunto de piezas de una colección: el conjunto de vestimentas, materiales de atrezzo, instrumentos musicales, grabaciones audiovisuales y hasta correspondencia privada que en su momento formaron parte del día a día de Ballets Olaeta, y que hoy es un legado sumado al patrimonio público del Territorio Histórico de Bizkaia tras la donación formal realizada a la DFB por la familia Olaeta Torrezuri. Los técnicos realizan su labor ocupando varias de las estancias del piso y, junto con la supervisión de los técnicos del Servicio de Patrimonio Cultural DFB, cuentan con la inestimable colaboración de las hermanas Lourdes y Miren Tere Olaeta, quienes llevan el compás de los trabajos de identificación y contextualización de los materiales inventariados. Exponentes del espíritu creativo y transformador de la realidad que inspiró siempre a Ballets Olaeta se aplican a ello con esmero en lo que fue la sala de estar de la antigua vivienda, adaptada ahora como área de trabajo. Hay en ella dos grandes mesas sobre las que se despliegan documentos de diversa índole: carteles, libros, fotografías... y varios ordenadores completan la imagen de un ámbito laboral de vetusto encanto. Aunque parte de las grabaciones sonoras y audiovisuales se han trasladado para su digitalización a las instalaciones de Eresbil y la Filmoteca Vasca, la mayoría de las piezas del legado Olaeta se encuentran aún en lo que fue el salón de baile de la academia. En su sorta 2009 2 Glosar la pirueta Llevando el compás sorta 2009 hall de acceso aún perviven retazos de sus cincuenta años de ir y venir de dantzaris. A la izquierda de la entrada un tablón de anuncios mantiene fijado un artículo recordatorio de Lide Olaeta con varias fotografías a color de una de las últimas actuaciones del ballet. En su parte inferior, sobre una vieja silla de madera oscura con asiento de mimbre y respaldo cóncavo, otra foto a gran tamaño en blanco y negro donde se puede ver a varios miembros del ballet saludados por el Cardenal de Nueva York. Y al otro lado un óleo retrato de D. Segundo Olaeta, el fundador y alma máter del Ballet. A escasos metros, los acompañantes, testigos silenciosos de D. Segundo y su labor durante más de setenta años, hoy piezas de colección, permanecen reunidos como pretendiendo dar fiel testimonio de su herencia: una fusión artística única de ballet clásico y danza popular vasca. Vistos desde el hall forman una especie de vestuario operístico al que se prestaran a irrumpir precipitadamente decenas de intérpretes y bailarines de ambos sexos para cambiarse de atuendo y reaparecer en un escenario. Lo primero que centra la atención del que se aproxima a su interior son dos trajes dispuestos en perchas colgadas en sendas columnas maestras de roble de estilo rústico. Uno es de tonos violáceos y verdes con botonadura adiamantada y cuello blanco de puntilla. El otro granate aterciopelado combinado con bandas de motivos dorados y azul celeste. Aparecen junto a una máscara inexpresiva de estilo veneciano con cabellera rubia y txapela igualmente granate. Podrían pasar muy bien por ser los ‘guardianes’ simbólicos del salón. A sus pies un buen número de instrumentos musicales y elementos de atrezzo: un acordeón marca ‘Paolo Soprani’, una pareja de zapatillas de cuero cuyo color original se advierte fue el rosa y que presenta evidentes muestras de desgaste sobre las zonas de apoyo al bailar; a su lado, sobre un platillo de vajilla con motivos florales, varios fragmentos de distintos tamaños de un mineral de tonalidad coralina, y dos cencerros que han perdido hace ya tiempo su brillo original y presentan un color macilento de cobre viejo. El conjunto tiene la compañía de un pellejo de vino sobre el que apoya una quincena de txistus de distintos tamaños, y que parecen descansar formando pasillo a un trío de albokas. También está presente una pandereta en cuya parte interior se lee con letras mayúsculas ‘OLAETA’, marca sin duda identificativa para evitar extravíos; y un vaso ‘suletino’, empleado en algunas de las composiciones del ballet. El grosor de la parte inferior de este vaso es prácticamente el doble que el de la sorta 2009 3 Glosar la pirueta Llevando el compás sorta 2009 empleada para verter el líquido a beber, trasladando una sensación de gran estabilidad (si cabe hablar de ella, teniendo en cuenta lo diminuto de su tamaño como plataforma de baile). Y en el centro de esta irregular composición central un estuche aparece abierto con tres batutas de diferentes materiales: una de madera con forma de bola circundada por cinco líneas horizontales en su parte más gruesa, otra de empuñadura metálica... “Éste y éste, fíjate...” señala Lourdes Olaeta seleccionando para mí dos de los trajes más antiguos que se conservan. Dado el estado de compostura del que aún hacen gala me sorprende saber que son nada más y nada menos que de hace setenta años. Coinciden Lourdes y Miren Tere al comentarme que fue la primera de ellas la que más se implicó en el diseño de vestimentas para el ballet sorta 2009 4 Glosar la pirueta Llevando el compás sorta 2009 (hasta su retirada en la década de los 60), de modo que buena parte de las que se conservan nacieron de la sensibilidad y buen hacer de Lourdes. “Ese era un tutú hecho en la Ópera de París...” comenta, y prosigue dándome infinidad de detalles sobre el resto de trajes de baile que, detrás, en cinco percheros sobre ruedas, componen un mosaico tejido de las más variadas combinaciones de color, algunos con sus sombreros a juego. Puedo ver aquí uno de uniforme dieciochesco, allí un vestido de tonalidad cruda con adornos florales voluminosos a modo de seis grandes rosas, con cierre de cordones dorados... Otros se disponen colgados sobre las blancas paredes: a uno de los lados varios trajes de bailarina, dos rosas, otro verde, con las zapatillas de ballet a modo de improvisadas hombreras, sujetadas de sus finas cintas en las perchas. Y más allá cuatro trajes para pequeñas bailarinas, azules y rojos, con tul y motivos brillantes de adorno. En su parte inferior, apoyados sobre las barras de madera que servían de sujeción a los bailarines, tres pequeños paraguas abiertos... “¿Recuerdas cuando Víctor estaba empleando humo para una de las escenografías y aquello empezó a descontrolarse?, ¿y cuando con sólo seis añitos Josean 1 cayó de bruces el pobrecito contra el suelo en aquella actuación, frente a frente de aita... y aunque no se había hecho nada grave para lamentar sí tenía susto: ‘Don Segundo... ¡que me he hecho mucho daño!’ recuerdan Miren Tere y Lourdes con una sonrisa emocionada. La razón de que me hayan contado esa anécdota se encuentra a nuestros pies. Sobre el suelo entarimado del salón cobra protagonismo un buen número de grandes cajas de cartón. Unas contienen decenas de fotografías en blanco y negro, y coloridos carteles promocionales –muchos enmarcados, otros apilados en un medido desorden-; otras, el resto de trajes de baile, con el nombre de la función a la que pertenecen con una cartela: “Contrapás”, “Kasket”... Sonoros nombres que contribuyen a recuperar vivencias imborrables e inspiran también a Miren Tere para describirme el principal espacio de trabajo de los bailarines en la academia, recordándolo como sólo puede hacerlo quien, como ella, en labor compartida con su hermano Víctor, la dirigió y en la que desarrolló su carrera profesional durante décadas. “¿Y esas marcas en el suelo, para qué servían?” le pregunto, indicando una cuadrícula marcada con cinta adhesiva blanca, aún nítida en buena parte del entarimado del suelo. “Era la guía para los más pequeños, de modo que la tenían como 1 Nombre ficticio sorta 2009 5 Glosar la pirueta Llevando el compás sorta 2009 referencia para ubicarse a la hora de practicar. Poníamos unos tacos de madera con letras A, B, C...”, me explica. Tras enseñarme el resto de habitaciones que componían el universo de la academia y compartir conmigo alguna otra anécdota sobre la larga trayectoria del Ballet y sus giras por Norteamérica llega la hora de despedirme. Unos instantes antes Miren Tere recibe una llamada en su teléfono móvil. El hilo de su conversación gira sobre un encuentro concertado con los integrantes de las primeras promociones de dantzaris. Exultante ante la posibilidad de volver a ver a antiguos compañeros me invita amable y espontáneamente “¿te apuntas a esta cita con el Ballet?” La fecha es unos días más tarde y yo no le puedo confirmar mi asistencia en ese momento por lo que agradezco la invitación y, tras un abrazo, abandono la antigua academia inmerso en un único pensamiento: lo afortunadas que serán las generaciones venideras por poder contar con todo este bagaje artístico y de trayectoria humana, protegido por la DFB. ¿Único? Aún no he dejado tras de mí el portal y me encuentro casi sin percatarme de ello susurrando una melodía (nota): “La Academia Olaeta somos una gran familia... si bailas contrapás llevando el compás...” Invitación irrechazable. A invitación de Miren Tere Olaeta tuve la oportunidad de vivir los emotivo reencuentro de los momentos del integrantes de las primeras promociones de Ballets Olaeta (Junio 2009) Nota: Miren Tere la había cantado durante nuestra entrevista. Según ella, la canción surgió de su impulso por animar a los jóvenes alumno/as cuando, con frecuencia, los acercaba en su propio automóvil hasta sus domicilios a la sorta 2009 6 Glosar la pirueta Llevando el compás sorta 2009 conclusión de las clases. Le pedí que intentara recordar la letra en su integridad y tan solo unos días más tarde me la hizo llegar por correo. Más de un antiguo dantzari seguro que aún la guarda entre sus más gratos recuerdos: La academia Olaeta Somos Una gran familia Cuando suena La orquesta Bailamos De maravilla Si tú quieres Si tú quieres Intervenir A Olaeta debes ir Y si prestas atención Bailarás en la actuación Chin pon Si bailas suletinos Qué fino fino fino Si bailas Kasket Muy bien muy bien muy bien Si bailas contrapás Llevando el compás Y todos juntos contentos Con Olaeta a triunfar sorta 2009 7 Glosar la pirueta Llevando el compás sorta 2009 Entre dantzaris. Con Miren Tere, en el centro de la imagen, reencuentro de compañeros de las primeras promociones de Ballets Olaeta (Junio 2009). sorta 2009 8 Glosar la pirueta Llevando el compás