Indispensables códigos de ética y conducta en las empresas

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Indispensables códigos de ética y conducta en las
empresas
CPC Ramón Martínez Liñán*
Los auditores pueden proponer controles internos
La actuación profesional de todos los hombres es un problema de actitud, el acto personal
y el acto público o profesional abordan la disyuntiva moral de que cada quien decide cómo
vivir.
Lo anterior, nos permite afirmar que los seres humanos vivimos un vértigo de libertad en
cada acto de decisión.
Al mismo tiempo, el mundo práctico y real de la época que vivimos enfrenta un desarrollo
y un progreso asombrosos.
Una auténtica revolución se ha ido desplegando en el mundo de la información y de la
comunicación; concretamente, la globalización de los mercados ha provocado grandes
avances del comercio internacional.
Por ello, ante estos dos aspectos de nuestra realidad privada y pública, hoy más que
nunca es inaplazable el ejercicio profesional del Contador Público guiado por normas
éticas.
Es responsabilidad de la administración moderna de las empresas, la fijación obligatoria
de los códigos de conducta y ética para el personal, los cuales deben ser considerados
como parte del control interno.
Esto significa, que como auditores externos debemos llevar a cabo un estudio de dicho
control interno y aplicar pruebas de cumplimiento para la verificación del establecimiento
de dichos códigos,
Y no sólo concretar sobre la procedencia y aplicabilidad de la forma, entorno y contenido
de los señalamientos que fomentan la honradez y la ética en los manuales
correspondientes, sino además, comprobar:
El cumplimiento por parte del personal de lo expuesto en los manuales respectivos sobre
el comportamiento, conducta y ética empresarial.
La manifestación por escrito del personal sobre el cumplimiento y adherencia a códigos.
La existencia de señalamientos vía boletín interno o desplegados en la pared, de que han
existido o no violaciones a dichos códigos.
El establecimiento del buen ejemplo a seguir en los altos rangos o niveles en la empresa.
Que exista un ambiente positivo de trabajo que coadyuve a la buena diligencia y
cooperación del personal a cumplir con los códigos de conducta.
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La evaluación continua al personal de la entidad sobre el comportamiento moral y
disciplinario y la manifestación escrita correspondiente.
La existencia de procedimientos apropiados que minimicen la posibilidad de
contratar o promover personas con bajos niveles de decencia y honestidad.
Que se haya efectuado el entrenamiento adecuado al personal, según las
características de los puestos que ocupan y que se haya informado sobre el
compromiso honesto que deben seguir, según sus responsabilidades y el apego a
los códigos de ética y conducta.
Por último, es menester conseguir ciertos principios de ética para la administración
que ejecuta, toma de decisiones y actúa dentro del marco de sus
responsabilidades:
Mantendrá un apropiado nivel de competencia; transmitirá a otros su experiencia y
conocimiento; cuidará la estabilidad de su empleo; no aceptará ni encubrirá
situaciones.
Asimismo, cuidará su imagen y preservará su honorabilidad; se fijará una rigurosa
actitud discriminatoria hacia toda falsedad; hará prevalecer la mayor imparcialidad
e independencia; no aceptará o recibirá atenciones y contará con el tiempo
suficiente.
Se reduce el riesgo de fraude
Uno de los boletines correspondientes a las Normas y Procedimientos de
Auditoría, hace referencia a temas de gobierno corporativo y de mejores prácticas,
que sin duda alguna, son una valiosa ayuda para disminuir el riesgo de fraude en
la información financiera, de tal manera que la administración de las empresas
tenga la responsabilidad directa de establecer controles apropiados y al mismo
tiempo vigilar que estén funcionando adecuadamente.
Es importante mencionar también aquellas partes o elementos que directa o
indirectamente, ya sean internos o externos, influyen en las decisiones en la
empresa, tendientes a crear y mantener una cultura de conciencia ética y de
honestidad, de tal manera, que a través de la supervisión y vigilancia y con el
establecimiento de una línea abierta de comunicación, se logre conocer
incumplimientos o violaciones a los Códigos de Conducta y Ética.
*El autor es integrante de la Comisión de Auditoría del Colegio de Contadores Públicos de México
(CCPM).
Los artículos y respuestas expresan la opinión de los profesionistas de las diferentes comisiones.
Envíe sus dudas y comentarios a: consulta. fiscal@ccpm.org.mx
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