CAPÍTULO V: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Al inicio de su práctica docente los maestros practicantes de Educación Comercial y Matemáticas no adjudicaban importancia al desarrollo de conciencia social en el proceso de enseñanza aprendizaje. Esto se evidenció cuando no pudieron definir el concepto conciencia social. Pryor y Pryor (2005) demostraron, en su estudio, que el no tener creencia a favor de un tema en cuestión se convierte en barrera para lograr el éxito en el desarrollo de este tema. Esto coincide con los resultados de esta investigación porque fue el reflexionar, ante la importancia del desarrollo de conciencia social, lo que los hizo atender manifestaciones sociales en sus clases. El maestro practicante de Historia adjudicó importancia al desarrollo de conciencia social cuando definió el mismo. Además, enfatizó en la discusión de temas sociales que aunque estén fuera del currículo deben atenderse. El hecho de pertenecer al área de historia implica predisposición por el aspecto social. Esto coincide con Parker (2002, citado en Pryor y Pryor, 2005) que enfatiza en que a los maestros, a quienes se les incluyó conciencia cívica en sus áreas de contenido curricular (historia, ciencias políticas, economías, geografía y antropología) son los que mayor destreza tienen en enseñar aspectos cívicos como ciudadanía y democracia. Los maestros cooperadores y profesores supervisores reconocen la importancia del desarrollo de una conciencia social. La Universidad debe fomentar el diálogo democrático de estos temas y necesita hacer esfuerzos para que el diálogo se convierta en acción de esta forma el futuro maestro se sentirá comprometido con el desarrollo de la conciencia social.