info@tulesiondeportiva.com LESIONES DEL HOMBRO LUXACIÓN ACROMIO-CLAVICULAR y LUXACIÓN ESTERNO-CLAVICULAR Introducción El cinturón escapular está compuesto por tres articulaciones reales: la acromio-clavicular, la escapulo-humeral y la externo-clavicular y dos articulaciones funcionales: la toraco-escapular y la subacromial. Elementos de la cintura escapular. En azul las articulaciones funcionales, en rojo las verdaderas articulaciones. En la luxación acromio-clavicular se pueden dañar una serie de estructuras que, si no se reparan bien, pueden comprometer la función y estabilidad de la articulación, como función y estabilidad, como los ligamentos coraco-claviculares, la cápsula articular o los músculos deltoides y trapecio. Mecanismo Las luxaciones acromio-claviculares pueden producirse por un traumatismo directo sobre el hombro o por un traumatismo indirecto, sobre el codo o la mano. En este caso, al caer sobre el brazo en abducción o separación, la clavícula hace palanca sobre la primera costilla y rompe los ligamentos coraco-claviculares Clínica El paciente presentará dolor en el extremo de la clavícula y limitación funcional en ese hombro. Puede apreciarse deformidad y asimetría, con respecto al hombro contrario, según el grado de afectación. Si la articulación está inestable y desplazable puede existir el “signo de la tecla”, al apretar la clavícula esta se reduce y al soltar vuelve a levantarse o desplazarse. El diagnóstico se completará con las pruebas de imagen, generalmente radiografías simples en proyección AP y axilar (especialmente útil para la deformidad tipo IV) y, excepcionalmente, resonancia magnética o TAC. En los grados 5 y 6 (ver luego) hay que descartar alteraciones neurovasculares asociadas. info@tulesiondeportiva.com Las radiografías comparativas en carga, o con peso en los brazos, pueden ayudar a diagnosticar y clasificar la lesión. El tipo de lesión, y de paciente, determinará el tratamiento de elección y el pronóstico. Clasificación de Rockwood Rockwood clasificó en 6 tipos las lesiones acromioclaviculares. Tipo I. Hay un daño de la cápsula articular. Los ligamentos coraco-acromiales están íntegros. No hay deformidad del hombro, sólo dolor en la articulación. La radiografía es normal. Pueden apreciarse calcificaciones tardías, una vez cura la lesión, u osteofitos en la articulación. Tipo II. Cuando hay ruptura de la cápsula articular y daño incompleto de los ligamentos coraco- claviculares. Puede existir cierta deformidad del hombro, el dolor puede ser más intenso y la lesión es, potencialmente, inestable. Asimetría respecto al hombro sano. Tipo III. Cuando la lesión es más grave y los ligamentos coraco-claviculares, cápsula articular están rotos. Puede existir daño muscular del deltoides en su inserción clavicular. Se puede producir una gran deformidad y daño de la articulación por tracción del trapecio. Tipo IV. La lesión es igual a la del tipo 3, pero la clavícula está luxada o desplazada a posterior. Su extremo está incarcerado o introducido dentro del trapecio. Tipo V. En este tipo existe un daño de todas las estructuras capsulares y de los ligamentos y también de los músculos deltoides y trapecio. La clavícula está luxada y ascendida, con respecto al acromion. Puede ser reducible con la presión con la mano, pero al soltar se vuelve a luxar: “signo de la tecla”. Tipo VI. Es muy rara. Existe una luxación anterior. La clavícula se coloca por detrás del tendón conjunto del coracobraquial y bíceps. Se puede producir por un mecanismo combinado con abducción forzada. info@tulesiondeportiva.com Clasificación de Rockwood Tratamiento En los tipos I y II el tratamiento recomendable es el tratamiento ortopédico, con el brazo en cabestrillo, medicación, hielo, analgésicos, antiinflamatorios y medidas físicas, seguido de fisioterapia. En el tipo I puede bastar con 1-2 semanas de tratamiento y en el tipo II con 2-4 semanas. En el tipo III puede hacerse tratamiento sintomático en pacientes de baja demanda física, durante 3-6 semanas con inmovilización y terapia física o tratamiento quirúrgico en trabajadores manuales y deportistas. En los tipos IV, V, VI se suele indicar la reconstrucción quirúrgica, reparando músculos y ligamentos. Hay múltiples operaciones descritas y, a día de hoy, ninguna ha demostrado superioridad sobre otras. Se realizan reparaciones y plastias tendinosas, enclavijamientos con agujas (Phemister); reparación con tornillos, alambres, placas clavícula. específicas e incluso la resección de extremo externo de El objetivo es recuperar la fuerza, evitar la deformidad y el dolor, y dejar un hombro funcional sin pérdida de movilidad. info@tulesiondeportiva.com Julián Mora, con la bici de montaña después de una luxación acromio-clavicular. Luxación acromio-clavicular. Luxación acromio-clavicular en reconstrucción con TAC 3D. Deformidad residual y asimetría de hombros en paciente joven. info@tulesiondeportiva.com LUXACIÓN ESTERNO-CLAVICULAR La clavícula es el único hueso de la cintura escapular unido al tronco, por la articulación con el esternón. En esta articulación, contribuyen a la estabilidad los ligamentos esternoclavicular, interclavicular y costoclavicular. La luxación externo-clavicular es una lesión infrecuente, pero descrita, en el ámbito deportivo y que puede asociarse a lesiones importantes de las estructuras vasculares del mediastino superior. Mecanismo de lesión Puede dañarse por un mecanismo indirecto: el traumatismo del hombro puede hacer que la primera costilla actúe como un fulcro sobre el que se desliza o apalanca la clavícula, que se desplaza, dañándose la articulación con el esternón. En este caso el desplazamiento suele ser superior y anterior. Puede producirse por un mecanismo directo. En este caso el desplazamiento de la clavícula es a posterior y superior y habría que descartar el daño de estructuras torácicas. Se necesita un traumatismo de mayor energía para producirse una luxación posterior. Clasificación Se consideran los siguientes grados de lesión: Grado I: esguince Grado II: subluxación Grado III: luxación -anterior -posterior o intratorácica Diagnóstico Además de la clínica, con dolor, acortamiento y actitud de flexión del cuello y del hombro, la deformidad o la limitación funcional podremos completar el estudio con una radiografía o, en casos con desplazamiento posterior o traumatismos de alta energía con un TAC, que nos permita descartar lesiones intratorácicas, del mediastino superior. Estas se han diagnosticado en el 10% de las luxaciones posteriores. Se puede producir, si no se diagnostica o se trata correctamente un síndrome del estrecho torácico. Si nuestra exploración es precoz podemos ver un hueco o vacío en la articulación, si es tardía, la tumefacción puede enmascarar la lesión y hemos de pedir el TAC porque la radiografía no es sensible para descartar el problema. Tratamiento En la mayoría de los casos de grado I y II, esguince y subluxación, y en muchos de grado III el tratamiento será la reducción cerrada y la inmovilización con un vendaje en “8”. En los casos sintomáticos, con incarceración o posible daño de las estructuras vasculares del mediastino superior puede ser necesaria la reducción abierta, la reparación o la resección.