RCP básica. - ABCDE de Urgencias

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Soporte vital básico pediátrico
SOPORTE VITAL BÁSICO PEDIÁTRICO
(BASADO EN LAS RECOMENDACIONES ERC 2010)
Javier Mateos Lorenzo, Alfredo J. Silva Tojo y
Bibiana Basadre Rodríguez.
Se denomina parada cardiorrespiratoria (PCR) al cese brusco,
inesperado y potencialmente reversible de la circulación y
respiración espontáneas, que implica el cese de la actividad
mecánica del corazón.
SOPORTE VITAL BÁSICO PEDIÁTRICO
Figura 1: algoritmo soporte vital básico.
Urgencias extrahospitalarias pediátricas.
Sección 1. Síndrome coronario agudo


Verificar la seguridad del reanimador y del niño:
solo movilizar al niño si está expuesto a algún peligro
adicional, es decir, si se encuentra en algún lugar
peligroso o inadecuado para la RCP.
Comprobar inconsciencia: valorar la respuesta del
niño ante estímulos como hablarle en voz alta o realizar
pellizcos con suavidad y palmadas en tórax y abdomen. Si
existe sospecha de lesión de la columna cervical
estimular con máximo cuidado y siempre protegiendo el
cuello.
1.
2.

Si el niño responde a nuestros estímulos: se le dejara
en la posición en la que se ha encontrado, evitando
siempre la exposición a peligros adicionales.
Comprobar su situación clínica y pedir ayuda si fuera
preciso. Reevaluar de forma periódica su estado
clínico.
Si el niño no responde a nuestros estímulos: gritar
pidiendo ayuda a las personas del entorno y colocar al
niño en decúbito supino con la cabeza, cuello y
extremidades alineados sobre una superficie dura y
plana siempre que sea posible. Realizar protección de
la columna cervical ante sospecha de lesión cervical.
(A) Abrir la vía aérea: realizar la apertura manual de la
vía aérea mediante la maniobra frente-mentón. Es de
elección en todos los niños, con la excepción de
sospecha de traumatismo cervical. En este caso se
realizará la maniobra de elevación o subluxación
mandibular evitando así los movimientos de la columna
cervical.
1.
2.
Maniobra frente-mentón: colocar la mano en la
frente del niño y presionar con suavidad, intentando
inclinar la cabeza hacia atrás, al mismo tiempo elevar
el mentón, colocando las puntas de los dedos
debajo del mismo, evitando presionar los tejidos
blandos, ya que esto puedo puede obstruir la vía
aérea.
Maniobra de elevación o subluxación mandibular:
colocar los dedos pulgar e índice de cada mano
detrás de cada lado de la mandíbula y empujarla
hacia adelante.
Soporte vital básico pediátrico
Foto 1. Maniobra frente-mentón


Comprobar la vía aérea: descartar visualmente la
presencia de algún cuerpo extraño en boca, si es así y
considera que se puede extraer, realizar un intento con
un movimiento de barrido con un dedo para retirar el
cuerpo extraño. No realizar barrido digital a ciegas.
(B) Comprobar respiración: manteniendo la apertura
de la vía aérea aproximar el oído y la mejilla a la boca del
niño para “VER” si hay movimientos torácicos y/o
abdominales, “OIR” si hay ruidos respiratorios y
“SENTIR” el aire exhalado en nuestra mejilla. Esta
evaluación debe realizarse durante un máximo de 10
segundos, La respiración conocida como “Gasping” (o en
boqueadas), muy lenta e irregular no se consideran
respiraciones efectivas. Si tenemos alguna duda de si la
respiración es normal o no, actuar siempre como si no lo
fuera.
1.
2.
Si la respiración del niño es normal de una forma
espontánea y efectiva: colocar en una posición
lateral de seguridad que nos permita mantener la vía
aérea abierta y una valoración periódica de la
respiración. Esta posición debe permitirnos girar
fácilmente al niño para colocarlo en decúbito supino
en caso de necesidad. Ante sospecha de lesión
cervical u otro traumatismo grave, mantener al niño
en decúbito supino, realizando si es posible
evaluación continua de la respiración.
Si la respiración del niño no es normal o está
ausente, se iniciaran ventilaciones de rescate (5
ventilaciones). En caso de lactantes (<12 meses)
aplicar 5 ventilaciones boca a boca-nariz. En los
Urgencias extrahospitalarias pediátricas.
Sección 1. Síndrome coronario agudo
demás niños se realizaran ventilaciones boca a boca,
utilizando la maniobra frente mentón y haciendo
pinza en la parte blanda de la nariz con los dedos
pulgar e índice de la mano que tiene apoyada sobre
su frente. Se debe garantizar siempre un buen
sellado, para evitar el escape de aire a su alrededor.
Insuflar de una forma lenta y mantenida durante 11.5 segundos, manteniendo una adecuada apertura
de la vía aérea, comprobando la expansión del tórax
con cada insuflación y su descenso al dejar de
hacerlo. Si el tórax no se expande correctamente se
debe ir modificando la maniobra de apertura de vía
aérea, utilizando si es preciso la maniobra de
elevación o subluxación mandibular hasta conseguir
una adecuada ventilación. El reanimador debe
inspirar antes de cada insuflación ya que así
aumentaremos la concentración de oxigeno del aire
exhalado en cada inspiración. Si después de las cinco
insuflaciones no se observa una correcta expansión
del tórax se debe sospechar una obstrucción Vía
aérea por cuerpo extraño (OVACE), realizando las
maniobras indicadas en esta situación, de las cuales
hablaremos más adelante.

(C) Valorar la situación circulatoria del niño:
Consiste en comprobar durante un tiempo máximo de
10 segundos si el niño tiene circulación espontánea, para
ello se buscara la presencia de signos vitales y esto
incluye: cualquier movimiento, tos o respiraciones
normales. Solo se recomienda la comprobación de pulso
arterial central en menos de 10 segundos por
profesionales con experiencia a nivel braquial o femoral en
los lactantes y a nivel carotídeo en los demás niños.
1.
Si hay signos vitales, continuar ventilando a una
frecuencia de 12 a 20 por minuto (de mayor a menor
frecuencia desde lactante a la pubertad), que se
suspenderá si el niño respira de una forma eficaz por sí
mismo. En este caso si permanece inconsciente se
colocará en posición lateral de seguridad llevando a
cabo una reevaluación frecuente de su situación clínica
Soporte vital básico pediátrico
2.

Si no hay signos de vida, no palpamos pulso, o
frecuencia cardiaca menor de 60 latidos por minuto, se
iniciaran las compresiones torácicas, siendo combinada
con las insuflaciones de rescate.
Compresiones torácicas (masaje cardiaco): realizaremos las
compresiones torácicas en la mitad inferior del esternón, de
una forma rítmica y continua, sin interrupciones, con la
fuerza necesaria para deprimir el tórax al menos un tercio
del diámetro anteroposterior, sea cual sea la edad de la
víctima, sin tener miedo de empujar demasiado fuerte.
Debemos garantizar la correcta descompresión del tórax y
una repetición de esta maniobra a una frecuencia de al
menos 100 por minuto sin sobrepasar los 120. Evitaremos
la compresión sobre el apéndice xifoides o el abdomen,
para ello comprimiremos el esternón un dedo por encima
de dicho apéndice. Es muy importante colocar al niño sobre
un plano duro y que las compresiones sean de calidad. El
personal sanitario utilizará una relación de masajeventilación de 15 compresiones torácicas y 2 ventilaciones.
Sin embargo cuando haya un solo reanimador podrá optar
por la relación 30/2 para minimizar la interrupción de las
compresiones y perder menos tiempo en las transiciones
entre masaje y ventilación. Esta última secuencia de 30/2 es
la aconsejada para la población general sin conocimientos
específicos en RCP pediátrica. También se considera
aceptable que la población general haga compresiones
torácicas continuas (sin ventilaciones) al igual que en el
adulto. En cuanto a la coordinación de masaje y ventilación
cuando la reanimación se realiza con dos o más
reanimadores, cobra importancia una actuación conjunta y
coordinada y se recomienda el intercambio frecuente de las
tareas (cada 2 minutos, por ejemplo), evitando así la fatiga
del reanimador. El objetivo de esta técnica de masaje
cardiaco es conseguir unas compresiones torácicas de
calidad, llevando a cabo una correcta actuación según las
recomendaciones que acabamos de describir. Esto nos
permitirá conseguir una mínima perfusión adecuada de los
órganos vitales.
1.
Compresiones torácicas en los lactantes (menores
de un año): Se pueden realizar de dos maneras:
Urgencias extrahospitalarias pediátricas.
Sección 1. Síndrome coronario agudo
-Técnica del abrazo: colocar los pulgares sobre la
mitad inferior del esternón (como se explicó
anteriormente) con sus puntas dirigidas hacia la
cabeza del niño, mientras con el resto de los dedos
y las manos se abraza la parte inferior de la caja
torácica del lactante, con la espalda del niño apoyada
sobre los dedos. Está indicada cuando hay dos o más
reanimadores y el reanimador puede abarcar el
tórax entre sus manos.
-Técnica de “dos dedos”: comprimir con los dedos
medio y anular la mitad inferior del esternón. Esta
técnica es preferible cuando hay sólo un
reanimador.
Con ambos métodos se deprimirá la parte inferior
del esternón aproximadamente un tercio de la
profundidad del tórax (más o menos 4 cm)
permitiendo después la descompresión completa.
Fotos 2-3: técnica del abrazo y técnica de los dos dedos.
2.
Compresiones torácicas en niños mayores de un
año: Las compresiones se realizaran con el talón de
una mano o, en el caso de que el niño sea muy
grande o el reanimador no posea suficiente fuerza
física podremos usar las dos manos entrelazadas,
elevando los dedos para asegurar que la presión no
se aplica sobre las costillas. Nos colocaremos en
posición vertical sobre el tórax del niño, con el/los
brazo/s extendido/s y comprimiremos el esternón al
menos un tercio del diámetro del tórax
(aproximadamente unos 5 cm). Igualmente
permitiremos la correcta descompresión del tórax,
procurando no retirar la mano del lugar de
compresión.
Soporte vital básico pediátrico
¿CUANDO INTERRUMPIMOS LA REANIMACIÓN?
Debemos continuar las maniobras de RCP hasta que:



El niño muestre signos vitales: empiece a despertarse, a
moverse, abrir los ojos, a respirar normalmente y se
palpe claramente un pulso con una frecuencia superior a
60 por minuto
Llegue un equipo cualificado y este asuma la reanimación
El reanimador este exhausto o exista peligro para su
integridad física.
¿CUANDO DEBEMOS DE ACTIVAR EL SEM?
Si hay dos reanimadores, uno iniciará maniobras de RCP mientras
el otro activa el servicio de emergencias médicas (SEM).
Si hay un solo reanimador este realizara un minuto de RCP básica
antes de abandonar al niño y solicitar ayuda al SEM. En lactantes y
niños pequeños es posible trasportarlos en brazos continuando la
RCP mientras se va a solicitar ayuda, minimizando así la
interrupción de la RCP.
La única excepción para no realizar un minuto de RCP antes de
solicitar ayuda es en el caso de un niño con un colapso brusco,
presenciado, con sospecha de causa cardiaca, cuando el
reanimador está sólo. En esta situación es probable que la causa
de la parada cardiaca sea por un ritmo desfibrilable, por lo que es
necesario conseguir lo antes posible un desfibrilador manual o
semiautomático.
OBSTRUCCION VÍA AÉREA POR CUERPO
EXTRAÑO. OVACE.
La obstrucción de vía aérea por un cuerpo extraño es una
causa de muerte accidental poco frecuente, con mayor
incidencia en los niños menores de 3-4 años, siendo
potencialmente tratable. En estos casos se suelen producir
por objetos de pequeño tamaño que los niños se llevan a la
boca, ya que en esta etapa de conocimiento del medio, todo
es nuevo para ellos, cobrando importancia la prevención para
que esto no ocurra. El organismo ante el paso de cualquier
cuerpo extraño reacciona automáticamente e intenta
expulsarlo con la tos, pero si la obstrucción es completa y no
se resuelve rápidamente se producirá una hipoxemia seguida
de una PCR, por lo que es importante una rápida actuación de
los testigos. Las recomendaciones de desobstrucción de vía
Urgencias extrahospitalarias pediátricas.
Sección 1. Síndrome coronario agudo
aérea en pediatría son prácticamente igual que en adultos
desde la recomendaciones del 2005, con algunos cambios en
la edad lactante.
Figura 2: Algoritmo de obstrucción de la vía aérea por cuerpo
extraño
Cuando la tos es inefectiva examinar la boca y extraer cuerpo
extraño


Detección de la obstrucción de la vía aérea por un
cuerpo extraño: hay que diferenciar una obstrucción
leve de una obstrucción grave. En las leves hay una
obstrucción incompleta de la vía aérea y el niño está
consciente, con una tos y una respiración efectiva,
mientras que en las graves hay una obstrucción completa
y el niño no tiene una tos efectiva, presenta cianosis y
dificultad para hablar y/o respirar, estando consciente en
un primer momento, pero si la situación no se soluciona
rápidamente perderá la consciencia en breves minutos.
Desobstrucción de la vía aérea por un cuerpo
extraño: en las obstrucciones leves en las que el niño
tose con fuerza no debemos interferir en su tos
espontánea ni en sus esfuerzos por respirar, si el niño
tiene edad para entendernos, se le animara a toser.
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En las obstrucciones graves habrá que actuar
rápidamente. Mientras que el niño permanezca
consciente se hará la siguiente secuencia de actuación:
1.
2.
3.
Se darán 5 golpes en la espalda:
-En niños mayores: Procederemos igual que en los adultos,
nos colocaremos a un lado y ligeramente por detrás de la
víctima, con una mano sostenemos el tórax de la víctima e
inclinaremos bien a la víctima hacia delante, de tal forma que
si se consigue movilizar el objeto, que obstruye la vía aérea,
este salga por la boca y no progrese más en la vía aérea.
Daremos 5 golpes interescapulares bruscos con el talón de
la otra mano.
-En lactantes y niños pequeños: cogeremos al niño sobre
nuestro antebrazo, con la cabeza hacia abajo, para que si
conseguimos movilizar el cuerpo extraño, este pueda salir.
Daremos 5 golpes interescapulares bruscos con el talón de
la otra mano.
Comprobar después de cada golpe interescapular si la
obstrucción se ha solucionado, ya que nuestro objetivo es
aliviar la obstrucción después de cada golpe y no realizar los
5 de manera consecutiva.
Si con los golpes interescapulares no se ha solucionado la
obstrucción se procederá a:
-En niños mayores: se darán 5 compresiones abdominales
(maniobra de Heimlich). Para ello nos colocaremos detrás
de la víctima y la rodearemos con los brazos por parte alta
del abdomen, inclinándola hacia adelante. Colocaremos el
puño cerrado entre el ombligo y el apéndice xifoides, con la
otra mano agarraremos el puño y tiraremos con fuerza
hacia adentro y hacia arriba hasta solucionar la obstrucción
o completar las 5 compresiones.
-En niños pequeños o lactantes, no se realizarán las
compresiones abdominales, por el alto riesgo de lesionar
vísceras abdominales, debido a que la posición más
horizontal de las costillas deja a las vísceras de la parte
superior del abdomen más expuestas a los traumatismos. En
este caso apoyaremos la espalda del lactante sobre nuestro
antebrazo, con la cabeza hacia abajo y con dos dedos de la
otra mano procederemos a hacer fuerza sobre el tercio
inferior del esternón hasta solucionar la obstrucción o
completar las 5 compresiones.
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Sección 1. Síndrome coronario agudo
4.
5.
-Después de cada compresión comprobaremos si la
obstrucción se ha solucionado.
Si la obstrucción persiste alternaremos 5 golpes
interescapulares con 5 golpes abdominales y/o torácicos
según la edad del niño hasta solucionar la obstrucción o el
niño pierda la consciencia.
Si el niño está inconsciente se procederá a realizar RCP
según protocolo de SVB pediátrico.
BIBLIOGRAFÍA
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



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support.Resuscitation. 2010; 81: 1364-88.
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