La información sanitaria, las TIC y la toma de decisiones: Un camino por recorrer… Estaba cantado que este delantero no se adaptaría a nuestro equipo viniendo del Calcio. Por cierto, para esa tos que tienes, tómate dos píldoras de XYZ…”. Esta conversación podría escucharse en cualquier lugar del país en una situación cotidiana. Es normal, viviendo en una sociedad en la que todos llevamos dentro un entrenador de fútbol y un prescriptor de recetas amateur. En el siglo XXI, el fútbol se ha convertido en nuestro circo y la salud, cada vez más, en nuestra fijación. Y de la misma manera que le pasó al fútbol hace unos años con la llegada de las televisiones, muchas cosas están cambiando en el ámbito de la sanidad con la llegada de nuevas situaciones. La esperanza de vida ha aumentado de manera significativa durante las últimas décadas, gracias a las mejores condiciones de vida, las intervenciones de salud pública y el progreso de la atención médica. En 2007 la esperanza de vida al nacer en España se situó en 81,1, lo que supone más de dos años por encima de la media de los países de la OCDE. Sin embargo, ganar años de vida no significa que se haga de manera saludable, se observa una tendencia creciente de la prevalencia de enfermedades crónicas asociadas al envejecimiento de la población. Estas circunstancias dibujan un escenario en el que el consumo de recursos asociados al cuidado de la salud se enfrenta a un crecimiento sin precedentes. Por otro lado, el cambio en el estilo de vida y una sociedad en la que se manifiestan nuevas situaciones estructurales y donde el ciudadano reclama cada vez con voz más alta su papel protagonista, nos obliga a replantearnos las necesidades actuales y el difícil reto de frenar el crecimiento de los costes sanitarios manteniendo un modelo de servicio seguro y de calidad. Más personalización, más información y menos listas de espera Hasta ahora, el incremento del gasto y de la actividad generada parece no haber sido suficiente para satisfacer ni a pacientes, ni a profesionales, ni a gestores. Los ciudadanos exigen más personalización de la asistencia, más información y menos listas de espera. Los profesionales reclaman más medios, más formación y una gestión menos economicista, que evalúe y mida la calidad de los servicios y no sólo la cantidad ofrecida de los mismos. Finalmente, los gestores tienen la titánica tarea de hacer esto posible salvaguardando la sostenibilidad del sistema. Ante este reto, y en un entorno de contención de presupuesto, los gestores se ven forzados a estudiar la cadena de valor sanitaria con la voluntad de optimizarla, obteniendo más, con igual calidad y seguridad y con los mismos euros; a examinar cómo el gasto se transforma en medios, estos en actividad y finalmente ésta en resultado. La necesidad de optimización de gastos y la maximización de ingresos Optimizar la transformación del gasto en medios, pasa por la mejora en el control y gestión de las compras, la logística y los aprovisionamientos. Unificación de catálogos, agrupación de necesidades, establecimiento de estrategias de compra por familia y otras iniciativas en este ámbito deben permitir maximizar el rendimiento del gasto, con la ayuda de sistemas de información para la cadena logística. Pasa también por la maximización de la cadena de ingresos, aflorando nuevos recursos para el sistema al ser capaces de detectar nuevas fuentes de facturación y cobro, con la ayuda de sistemas de información para la identificación de los diferentes tipos de pacientes. Sistemas analíticos y de gestión, el inicio del camino Mejorar la transformación de los medios en actividad requiere profundizar en el control analítico y de gestión, perfeccionando el control de costes por GRD, por episodio o por paciente, de manera que sea posible afrontar de forma informada decisiones de inversión (qué gestor, en estos últimos años, no ha pensado en hacer un proyecto de tele asistencia en su ámbito de responsabilidad… muchas veces sin saber a ciencia cierta los costes actuales del servicio asociado) o de externalización. Esto demandará adicionalmente una sincronía entre la información contable y la información asistencial, de forma que sea posible conjugar la información de ambos, con la ayuda de sistemas de información analíticos. En búsqueda del beneficio social Finalmente, está uno de los grandes desafíos de los diferentes sistemas sanitarios del estado: transformar la actividad en resultado, entendido como beneficio social (en definitiva, mejorar la salud de la población). Para ello habrá que lanzar proyectos orientados a racionalizar la actividad, a medir los resultados asociados a las diferentes actividades y a orientar políticas de dirección por objetivos a la mejora del resultado y a la prevención y no al incremento de la actividad o el gasto. Seguiremos con interés las iniciativas en curso en este sentido de la Dirección Nacional de Salud y Bienestar Social sueca o el National Health Service británico. Análisis y reporting, la asignatura pendiente Sistemas de información asistenciales, logísticos, contables, analíticos o de remuneración son críticos para medir y controlar cada una de las áreas afectadas. Muchas organizaciones sanitarias así lo han detectado y el esfuerzo en años recientes en estos ámbitos ha sido importante. Pero hay que recordar que, después de una transformación de sistemas tan profunda como una implantación SAP, el camino no acaba, sino empieza. Es a partir de este momento, al tener la información integrada, disponible y estructurada, cuando podemos dar un paso más y sistematizar el uso de esta información, haciéndola accesible a los usuarios adecuados al nivel necesario. Después de haber implantado los sistemas asistenciales y de backoffice, probablemente sigamos tan ciegos y faltos de información como antes. Para poder abordar con garantías los nuevos retos que se nos plantean, necesitamos optimizar el reporting base de los propios sistemas transaccionales, que probablemente no hayan sido la prioridad en el momento de la implantación original y desplegar sobre ellos herramientas analíticas y de reporting más potentes, como las de Enterprise Performance Management del portfolio Business Objects de SAP. Queda mucho camino por recorrer y, como decíamos al principio de estas líneas, la salud es el gran objetivo del S.XXI. Así que si el delantero no marca, cambiémoslo mientras queda tiempo de partido. Ricardo Langa, responsable de soluciones SAP de everis Yolanda Lupiáñez, responsable de Sanidad de everis en Catalunya