QUE REFORMA LOS ARTÍCULOS 201 Y 205 DE LA LEY DEL SEGURO SOCIAL, A CARGO DEL DIP. FRANCISCO SARACHO NAVARRO (PRI) De conformidad con lo dispuesto por los artículos 71, fracción II, y 72 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y los artículos, 6o., fracción I, 77 y 78 del Reglamento de la Cámara de Diputados, el diputado federal Francisco Saracho Navarro, del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional de esta LXIII Legislatura, pone a consideración de esta honorable soberanía, iniciativa con proyecto de decreto por la que se reforma el primer párrafo y se deroga el segundo párrafo, ambos del artículo 201 y se reforma el primer párrafo del artículo 205 de la Ley del Seguro Social, al tenor de la siguiente: Exposición de Motivos La discriminación, en cualquiera de sus modalidades, tales como origen étnico, género, creencias religiosas, edad, discapacidad física, el estado civil, la condición social, las opiniones emitidas, las preferencias sexuales, y cualquier otra, son una de las diferentes formas en que se puede afectar a la dignidad humana y los derechos humanos de las personas, ocasionando afectaciones a sus derechos, ya que desafortunadamente, por décadas se han formado patrones de conducta que socialmente se han aceptado, aunque de fondo sean discriminatorios. La discriminación por razón de género , independientemente de que el afectado sea una mujer o un hombre, es una conducta lesiva cuyos efectos se pueden extender hacia terceras personas, como lo son las familias de estos, lo cual la hace aún más perjudicial, razón por la que se hizo necesario establecer expresamente desde la Carta Magna, la mención de su proscripción en nuestro país, tal como lo establece el artículo 1º de nuestra Ley Suprema y muy en especial en el hoy párrafo quinto, mismo que dice lo siguiente: Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género , la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas. Del mismo modo, el anterior párrafo del precepto citado, tiene estrecha vinculación con el artículo 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, mismo que prevé en su primer párrafo, la igualdad que ante la ley deben tener tanto las mujeres como los hombres , y sobre el particular se establece lo siguiente: El varón y la mujer son iguales ante la ley . Esta protegerá la organización y el desarrollo de la familia. Bajo esa lógica, y en el marco de la reforma constitucional en materia de derechos humanos de 2011, es necesario que toda la legislación secundaria sea armonizada en esos términos, con la idea de que pueda ser un verdadero soporte para la realidad actual, combatiendo adecuadamente cada una de sus problemáticas y de esa manera contribuir a una mejor protección de los derechos humanos de las personas, creándoles desde las mismas instituciones, las condiciones necesarias para brindarles un nivel de vida más digno. Para poder garantizar lo anterior, resulta trascendente que también los reglamentos y toda normatividad aplicable dentro de las instituciones gubernamentales, se armonice en ese sentido, además de que también es necesario que se implementen aquellas políticas públicas que garanticen la efectiva igualdad de mujeres y hombres ante la ley, y que de esa manera, se pueda fomentar la tolerancia y respeto por las diferencias biológicas o de pensamiento que pudieran existir por razón de género.1 Así, en todo momento las instituciones gubernamentales deben dar trato equitativo, justo, de tolerancia y respeto, tanto a mujeres, como a hombres, velando por el cabal respeto a sus Derechos Humanos, para contribuir a la disminución de la discriminación por razón de género que culturalmente existe en la sociedad mexicana, como parte de una idiosincrasia y forma de vida que ha permanecido intacta en el tiempo, y que por tal motivo, dichos patrones fueron insertados en la misma legislación, tal como sucede con la Ley del Seguro Social, entre otros ordenamientos legales, que no han sido homologados con el texto constitucional y aún mantiene un contenido anacrónico en diversas de sus disposiciones. En dicho ordenamiento legal, aún prevalecen disposiciones que sostienen a la discriminación por razón de género , restringiendo el ejercicio de los derechos de los varones, lo que constituye una violación a los Derechos Humanos de éstos, reflejándose un verdadero rezago en el texto de este tipo de leyes, cuyo fundamento se encuentra rebasado tanto por la referida reforma constitucional, como por la dinámica social de nuestro país, en la cual, tanto hombres, como mujeres participan activamente en los diferentes fenómenos económicos, culturales y sociales que hoy en día se presentan en la vida cotidiana y que de manera necesaria tienen que asumir para contar con las condiciones de vida mínimas e indispensables, por lo que al existir disposiciones legales con este tipo de características, además de ser inconstitucionales, son inútiles y obsoletas. Por tal razón, la Ley del Seguro Social debe ser ajustada a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, a los Tratados Internacionales en Derechos Humanos celebrados por nuestro país, y a la dinámica social que se vive de manera cotidiana hoy en día, debido a que resulta inconcebible que nuestro sistema jurídico aún cuente con leyes, normas o criterios discriminatorios, perjudicando a la familia como grupo primario de la sociedad, en pleno Siglo XXI. Así, el primer párrafo del artículo 201, así como en el primer párrafo del artículo 205, ambos de la Ley del Seguro Social, aun presentan dicho anacronismo. El primer párrafo del artículo 201, nos describe en qué consiste el seguro de guarderías que el Instituto Mexicano del Seguro Social brinda a sus afiliados, refiriendo que dicho seguro se proporcionará a aquellos trabajadores asegurados, hombre o mujer, que durante su jornada laboral tengan la imposibilidad de dar las atenciones adecuadas a sus hijos en sus primeros años de vida, las cuales quedaran a cargo de personal calificado y en instalaciones debidamente acondicionadas por dicho Instituto para tal efecto, siempre que dichos asegurados satisfagan los requisitos expresamente establecidos en la Ley del Seguro Social. En ese sentido, dichos requisitos variaran dependiendo del género del asegurado, ya que sí es del sexo femenino, entonces los requisitos que deberá cubrir será su afiliación al Instituto Mexicano del Seguro Social y la vigencia de sus derechos; sin embargo, en el caso de los varones, además de satisfacer tales requerimientos, también deberá demostrar que es viudo, divorciado, o bien, que tiene otorgada la custodia o patria potestad judicialmente, sin lo cual no podría gozar de dicho seguro de guardería, lo que constituye una discriminación por razón género, al serle exigidos mayores requisitos para ejercer plenamente un derecho fundamental, sin tomar en cuenta las circunstancias personales del asegurado, que le exigen el aprovechamiento de tal prestación. En lo que hace al contenido del primero párrafo del artículo 205 de la Ley del Seguro Social, observamos que guarda la misma línea discriminatoria, al ser enfático en la variación de requisitos para los asegurados, en virtud de ser hombres o mujeres. Bajo esa idea, ambos numerales son discriminatorios en perjuicio de los varones que son afiliados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social, ya que para poder acceder al seguro de guardería, además de satisfacer los diversos requisitos básicos, también estarán obligados a acreditar su viudez, que son divorciados, o bien, que tienen otorgada judicialmente, la custodia o patria potestad de sus menores hijos, exigencia que no se hace con las mujeres, contrariando el espíritu del quinto párrafo del artículo primero constitucional, el cual proscribe la discriminación por género, que es auspiciada por los preceptos que se proponen reformar. De la breve sinopsis que se hace del contenido de los dos primeros párrafos del artículo 201, así como del primer párrafo del artículo 205, ambos de la Ley del Seguro Social, nos percatamos que ambos condicionan a los varones el ejercicio de sus derechos fundamentales que adquirió como trabajador, sólo sí demuestran su viudez, que son divorciados, o que les fue otorgada judicialmente la custodia o la patria potestad de sus menores hijos, a diferencia de cuando los papeles se invierten y no se le exige a la mujer asegurada más que su afiliación y su vigencia de derechos ante el Instituto Mexicano del Seguro Social. Tal condicionante para que los asegurados varones puedan ser sujetos del seguro de guardería, evidencia que los artículos en cuestión no tratan de manera igualitaria a mujeres y hombres, haciendo distinciones que menoscaban los derechos de éstos últimos en virtud a su género, lo que resulta incongruente con la actualidad y la dinámica social del país, en el que el rol que cumplen tanto mujeres, como varones, ha presentando cambios respecto de lo que sucedía hace algunas décadas, por lo que es necesario que la legislación sea capaz de regular tales circunstancias en beneficio de todos los mexicanos, máxime si en ellos se encuentran involucrado el desarrollo de niñas y niños. De tal forma es que la dinámica social que existía durante la época en la cual fueron redactados los preceptos que se propone reformar, era diferente a la que se vive hoy en día, debido a que existe una importante necesidad tanto de hombres, como de mujeres, en participar activamente en los diferentes procesos económicos y en los diferentes ámbitos y sectores laborales del país, sin que ello implique él descuidar aspectos tan sensibles e importantes como lo es la familia, máxime que se trata de niñas y niños, por lo que resulta muy importante que ésta también se vea beneficiada con las prestaciones de seguridad social que se genera por el trabajo desempeñado por los trabajadores varones, como parte de un derecho fundamental consagrado en la misma Constitución para ellos. Al ser una necesidad que ambos padres de familia salgan a trabajar para contribuir al gasto diario y manutención del hogar, es una circunstancia que implicaría descuidar a la familia y una merma económica al tener que pagar para que sus menores hijos sean cuidados por una tercera persona, ya que sí es el varón el que tiene la prestación de la seguridad social, se vería impedido para ingresar a sus hijos a una guardería del Instituto Mexicano del Seguro Social, al no ser viudo, divorciado, o tener otorgada la custodia o patria potestad de sus menores hijos judicialmente, por lo que más allá de ser una evidente discriminación por razón de género, tales disposiciones son un obstáculo para que las familias mexicanas busquen condiciones de vida mejores, de calidad y más digna. Ahora bien, de acuerdo al entramado constitucional vigente, la discriminación en cualquiera de sus modalidades, es contemplada como una afectación a la dignidad humana, como un Derecho Humano, por lo que toda ley o disposición que haga apología o fomente este tipo de conductas discriminatorias, es inconstitucional, razón por la que es necesario que estos artículos sean adecuados a la Carta Magna y a la realidad de nuestro país.2 Bajo ese contexto, los dos primero párrafos del artículo 201, así como del primer párrafo del artículo 205, ambos de la Ley del Seguro Social, al ser discriminatorios, también son inconstitucionales,3 así como también en otros criterios emitidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, mismos que por analogía tienen aplicación a la problemática planteada, evidenciando el rezago y anacronismo que existe en algunas disposiciones legales de dicho ordenamiento, al regular el otorgamiento de la seguridad social.4 Esa analogía que existe entre el criterio emitido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que se cita al pie de página, y la problemática narrada, es que en ambos casos existe una clara restricción a los varones asegurados para que accedan a derechos de seguridad social, como lo es el seguro de guardería, ya que a diferencia de las mujeres, a los varones se les exige mayores requisitos que condicionan su ejercicio, cuyos efectos negativos, perjudican a sus familias, quienes al ser los beneficiarios, pueden ver comprometido su desarrollo personal. Es el caso que desde el 29 de junio del año en curso, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver un amparo presentado por un varón afiliado al Instituto Mexicano del Seguro Social, determinó declarar como inconstitucionales los artículos 201 y 205 de la Ley de Seguro Social, los artículos 2 y 3 del Reglamento de Guarderías de ese Instituto, así como aquella normatividad administrativa que regula el seguro de guarderías, tomando como argumento principal, el espíritu del artículo 1º y artículo 4, ambos de la Constitución Política, por lo que han quedado sin efectos tales numerales, sin embargo, debe realizarse el trabajo legislativo conducente para que el contenido de dichas disposiciones sean apegadas a la Carta Magna y a la realidad de nuestro país. Sobre ese particular, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Organización de las Naciones Unidas, elaboró en su 39º período de sesiones en 2007, la Observación general número 19 que es relativa al derecho a la seguridad social, y en ella realiza una interpretación amplia sobre el goce que de dicho derecho fundamental deben tener los individuos, destacándose lo siguiente: “El derecho a la seguridad social incluye el derecho a no ser sometido a restricciones arbitrarias o poco razonables de la cobertura social existente, ya sea del sector público o del privado, así como del derecho a la igualdad en el disfrute de una protección suficiente contra los riesgos e imprevistos sociales...”5 Es importante mencionar que esta es una problemática generalizada en el país, por lo que actualmente existen propuestas de las diferentes fuerzas políticas que integran esta Cámara de Diputados, para reformar los artículos 201 y 205 de la Ley del Seguro Social, y de esa manera eliminar aquellos obstáculos que restringen el ejercicio de los derechos de seguridad social de los trabajadores varones, propiciando el desarrollo y progreso de las familias mexicanas. Por todas las consideraciones vertidas en la iniciativa planteada, es necesario armonizar la Ley del Seguro Social con la protección a los derechos humanos que hace la Carta Magna, ya que solo de esa forma se podrán homologar los requisitos para que tanto mujeres, como hombres, accedan al disfrute de la seguridad social que tienen como prestación en su respectiva fuente laboral, eliminando aquellos vestigios de discriminación que aún podemos observar en algunos ordenamientos legales, contribuyendo con los esfuerzos que viene realizando el Gobierno Federal para darle solución a aquellos tramites, controversias o problemáticas cotidianas que impiden a las personas, propiciar su desarrollo o establecen obstáculos para disfrutar plenamente de sus derechos. Por lo anterior, proponemos a esta soberanía el siguiente proyecto de Decreto Primero. Se reforma el primer párrafo y se deroga el segundo párrafo, ambos del artículo 201 de la Ley del Seguro Social, para quedar como sigue: Artículo 201. El ramo de guarderías cubre el riesgo de no poder proporcionar cuidados durante la jornada de trabajo a sus hijos en la primera infancia, de la mujer trabajadora y del varón trabajador, mediante el otorgamiento de las prestaciones establecidas en este capítulo. Derogado ... Segundo. Se reforma el primer párrafo del artículo 205 de la Ley del Seguro Social, para quedar como sigue: Artículo 205. Las madres y padres asegurado s, tendrán derecho a los servicios de guardería, durante las horas de su jornada de trabajo, en la forma y términos establecidos en esta Ley y en el reglamento relativo. ... Transitorios Primero. El presente decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. Segundo. Como consecuencia de la presente reforma, deberán reformarse o derogarse, según el caso, todas aquellas disposiciones que sean contrarias al decreto que antecede. Notas 1 Es aplicable el siguiente criterio jurisprudencial emitido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.... Registro No. 180345, Localización: Novena Época, Instancia: Primera Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XX, Octubre de 2004, Página: 99, Tesis: 1a./J. 81/2004, Jurisprudencia, Materia(s): Constitucional... Igualdad. Límites a este principio. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que todos los hombres son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacionalidad, raza, sexo, religión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social, de manera que los poderes públicos han de tener en cuenta que los particulares que se encuentren en la misma situación deben ser tratados igualmente, sin privilegio ni favor. Así, el principio de igualdad se configura como uno de los valores superiores del orden jurídico, lo que significa que ha de servir de criterio básico para la producción normativa y su posterior interpretación y aplicación, y si bien es cierto que el verdadero sentido de la igualdad es colocar a los particulares en condiciones de poder acceder a derechos reconocidos constitucionalmente, lo que implica eliminar situaciones de desigualdad manifiesta, ello no significa que todos los individuos deban ser iguales en todo, ya que si la propia Constitución protege la propiedad privada, la libertad económica y otros derechos patrimoniales, está aceptando implícitamente la existencia de desigualdades materiales y económicas; es decir, el principio de igualdad no implica que todos los sujetos de la norma se encuentren siempre, en todo momento y ante cualquier circunstancia, en condiciones de absoluta igualdad, sino que dicho principio se refiere a la igualdad jurídica, que debe traducirse en la seguridad de no tener que soportar un perjuicio (o privarse de un beneficio) desigual e injustificado. En estas condiciones, el valor superior que persigue este principio consiste en evitar que existan normas que, llamadas a proyectarse sobre situaciones de igualdad de hecho, produzcan como efecto de su aplicación la ruptura de esa igualdad al generar un trato discriminatorio entre situaciones análogas, o bien, propicien efectos semejantes sobre personas que se encuentran en situaciones dispares, lo que se traduce en desigualdad jurídica. 2 Tiene aplicación el siguiente criterio emitido por el Máximo Tribunal de nuestro país... Registro No. 171756, Localización: Novena Época, Instancia: Segunda Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XXVI, Agosto de 2007, Página: 639, Tesis: 2a. CXVI/2007, Tesis Aislada, Materia(s): Constitucional...Garantía de no discriminación. Su protección constitucional. De los artículos 1o., párrafo tercero, y 4o., párrafo primero, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se advierte que la no discriminación es una verdadera garantía individual, consistente en el derecho subjetivo público del gobernado de ser tratado en la misma forma que todos los demás y el correlativo deber jurídico de la autoridad de garantizar un trato idéntico a todas las personas ubicadas en las mismas circunstancias. Ahora bien, conforme a tales preceptos, en la Nación Mexicana está prohibido todo tipo de discriminación que atente contra la dignidad humana, anule o menoscabe los derechos y libertades del varón y la mujer, porque ambos deben ser protegidos por la ley sin distinción alguna, independientemente de sus preferencias y, por ello, deben gozar de los mismos derechos y de la igualdad de oportunidades para ejercer las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural, civil o en cualquier otra. 3 Es aplicable el criterio sostenido en la Contradicción de tesis 154/2009, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXX, Octubre de 2009, página 639... Tema: Pensión por viudez. el acreditamiento de la dependencia económica respecto de la trabajadora asegurada fallecida a que condiciona el artículo 130, párrafo segundo, de la Ley del Seguro Social para su otorgamiento, se estableció tanto para el viudo como para el concubinario, sin embargo tal condicionante ha sido declarada inconstitucional por la SCJN, sustentada por el Primer Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la Quinta Región y el Décimo Primer Tribunal Colegiado en materia de Trabajo del Primer Circuito. Ministra ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretaria: María Antonieta del Carmen Torpey Cervantes. 4 Registro No. 167886, Localización: Novena Época, Instancia: Segunda Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta XXIX, Febrero de 2009, Página: 470, Tesis: 2a. VI/2009, Tesis Aislada, Materia(s): Constitucional, laboral... Pensión por viudez. el artículo 130, párrafo segundo, de la Ley del Seguro Social, al condicionar su otorgamiento a que el viudo o concubinario acredite la dependencia económica respecto de la trabajadora asegurada fallecida, viola las garantías de igualdad y de no discriminación. La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que en los artículos 1o., párrafo tercero y 4o., párrafo primero, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se contienen las garantías individuales de igualdad y de no discriminación, que tutelan el derecho subjetivo del gobernado a ser tratado en la misma forma que todos los demás y el correlativo deber jurídico de la autoridad de garantizar un trato idéntico a todas las personas ubicadas en las mismas circunstancias, lo que proscribe todo tipo de discriminación que atente contra la dignidad humana y anule o menoscabe los derechos y libertades del varón y la mujer, porque ambos deben ser protegidos por la ley sin distinción alguna. En ese contexto, el artículo 130, segundo párrafo, de la Ley del Seguro Social, al condicionar el otorgamiento de la pensión por viudez a que el viudo o concubinario acredite la dependencia económica respecto de la trabajadora asegurada fallecida, a diferencia de la viuda o concubina de un asegurado, a quien no se le exige ese requisito, sin otra razón que las diferencias por cuestión de género y las económicas, viola las citadas garantías individuales, al imponer al varón una condición desigual respecto de la mujer. 5 Observación General número 19. El derecho a la seguridad social (artículo 9). 39º periodo de sesiones (2007)”. En: Recopilación de las observaciones generales y recomendaciones generales adoptadas por órganos creados en virtud de tratados de derechos humanos. Volumen I. Naciones Unidas, ONU, página 181. Palacio Legislativo de San Lázaro, a 7 de septiembre de 2016. (Rúbrica)