SACERDOCIO AARÓNICO, SACERDOCIO DE MELQUISEDEC TIPOS Y DIFERENCIAS PARTE 2 Instrucciones de Melquisedec

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SACERDOCIO AARÓNICO, SACERDOCIO
DE MELQUISEDEC TIPOS Y DIFERENCIAS
PARTE 2
Instrucciones de Melquisedec
28 de septiembre de 2014
Hermano Hugo Guevara:
Declarándolos a ustedes en el nombre de mi Padre Melquisedec y de
mi Madre el Arcángel Miguel, bendecidos con toda bendición.
Invitándoles para que en esta segunda entrega que tenemos para el
día de hoy titulado Sacerdocio Aarónico, Sacerdocio de Melquisedec
Tipos y Diferencias, segunda parte, pues veamos los dos últimos sub
puntos. Si ustedes recuerdan venimos hablando de que este tema lo
hemos subdividido en 8 puntos. En el tema anterior, pues vimos
específicamente 6, pero hoy vamos a ver los puntos 7 y 8.
Para tal efecto, vamos a dar inicio con el punto numero 7, titulado:
VII. Sacerdocio de Aarón vs. Sacerdocio de Melquisedec.
Para esto quiero que vayamos en esta ocasión y voy a dar la
referencia, Hebreos capítulo 7, versos 1 al 28. Ahora bien, doy esta
referencia, pero vamos a tomar algunos apartes de esa porción bíblica
y de esta parte quiero que observemos los versos 1 al 4, iniciando
desde allí. Leamos lo siguiente:
Hebreos 7:1-4
1 Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo,
que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y
le bendijo,
2 a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre
significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto
es, Rey de paz;
3
sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni
fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece
sacerdote, permanece qué, ojo con ese detalle, permanece qué,
sacerdote para siempre.
4 Considerad, pues, cuán grande era éste, a quien aun Abraham el
patriarca dio diezmos del botín.
Aquí cuando observamos este pasaje bíblico de los versos 1 al 4, en lo
que estamos leyendo en Hebreos capítulo 7, nos llama la atención dos
detalles que quiero resaltar. Porque en la primera parte si ustedes
recuerdan, estuvimos hablando acerca de Aarón, de la tribu de Leví,
quedó bien claro para nosotros que nosotros somos esa tribu de Leví
espiritual, que ministra en el templo o sea, en todo lo que tiene que
ver el contexto espiritual. Explicábamos que somos las únicas
personas en el mundo que tenemos esa relación y esa comunicación y
esa comunión con Dios, y todo esto, repito, nos llevaba a entender y a
comprender con una claridad diáfana quiénes somos nosotros hoy en
día dentro del concierto bíblico y dentro de lo que es el concierto
profético de la palabra y de su cumplimiento.
Entonces, decíamos que nosotros somos llamados por la palabra reyes
y sacerdotes. Ahora bien, me llama mucho la atención cuando al
observar lo que estamos leyendo nos dice: “Porque este Melquisedec,
rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo”, presenta las dos figuras
que se relacionan estrechamente con la iglesia. ¿Cuál es? Rey y
sacerdote.
Entonces, vaya teniendo en cuenta esos detalles, vuelvo y le repito,
porque nos generan una correlación estrecha entre lo que están
haciendo en este tiempo nuestros Padres, su función, específicamente
y la relación que eso tiene con nosotros. Para que usted, repito, tenga
bien clarito quién es usted y qué es lo que hoy en día está ocurriendo
con nosotros. ¿Por qué razón? Porque uno de los grandes, maravillosos
puntos que tenemos que agradecer a nuestros Padres para este
tiempo es el hecho de que nosotros sabemos de dónde venimos, en
donde estamos y para donde vamos. Hago énfasis en un punto, de
esas tres etapas, hago énfasis en el hecho de que sabemos dónde
estamos. Mire, es muy importante hoy en día, que usted para poder
llegar a donde vamos tenga muy claro en dónde estamos, o sea qué
estamos haciendo aquí, por qué razón estamos asistiendo a las
reuniones, por qué estamos oyendo estos temas, cuál es el objetivo de
esto. Si usted tiene claro ese punto entonces para usted es muy fácil
dos cosas: primero, saber esperar con paciencia lo que ha de venir;
pero de igual manera, eso le permite a usted tener la capacidad de
aprovechar lo que en el diseño de ese plan que nuestros Padres se han
tomado el trabajo de desarrollar para nosotros, usted y yo podamos
extractar los beneficios que ese plan tiene.
¿Por qué razón? Porque es como por ejemplo, cuando a una persona le
entregan o se gana un ticket que incluya avión, hotel y cuando llega al
hotel, el hotel tiene una serie de beneficios; masajes, bueno una
especie de spa, que tiene gimnasio, tiene piscina, tiene bar, bueno una
serie de lugares y de beneficios que esa persona por tener ese ticket
puede disfrutar. Entonces, qué ocurre, hay gente que muchas veces se
acabaron los 8 días de plan que tenia y no salió de la habitación. No
pudo aprovechar la piscina, no pudo disfrutar las otras opciones de
restaurante que habían, sino que simplemente iba a una sola cafetería
o comía en la habitación. Bueno, cosas como esa. No, no, la idea es
que usted hoy en día conozca todo lo que está pasando, por qué está
viviendo esto y qué beneficios trae para usted el vivir todo esto.
Entonces, cuando nosotros estamos viendo allí que Melquisedec, dice:
“rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo”, fíjese que ahí también
volvemos a una vez más a ver las dos figuras, recuérdese de eso, por
favor. Ahí vemos unidas las dos figuras. ¿Por qué razón? Porque Dios
es dos en uno. Entonces, vemos esa faceta de rey, es más, a mí me
gusta mucho porque Mamá cuando se dirige a nuestro Padre le dice –
el Rey-, claro él es el Rey, indiscutible y ella es la Reina; pero
entonces qué bonito cuando nosotros observamos esto, entonces dice:
“rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo” ¿Quién es el sacerdote
del Dios Altísimo hoy en día aquí en la tierra? Bueno, el sacerdote del
Dios Altísimo es nuestra Madre el Arcangel MiguelLisbet. Fíjese todas
esas figuras, vuelvo y repito, usted agarra todas esas figuras y
empieza a darle la correlación que existe entre ellas y le encuentra
sentido, completamente, absoluto.
Ok, pero vamos más adelante. Hay más detalles todavía, mucho más
detalles que hay que ir mirando en este paralelismo o en esta forma
en que se deben revisar, tanto el sacerdocio de Aarón como el
sacerdocio de Melquisedec. Mire bien, quiero invitarlo a Hebreos en el
capitulo 7, pero esta vez vámonos a los versículos 5 al 10. Dice:
Hebreos 7:5-10
5 Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio,
tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es
decir, de sus hermanos, aunque éstos también hayan salido de los
lomos de Abraham. Observe lo que yo le decía en la primera parte. La
tribu de Leví era una tribu que vivía de qué, vivía de todo lo que las
once tribus le aportaban. Bueno, esto también es una figura tipológica
que muy pronto vamos a ver y de la cual nos habló el Edificador en su
tiempo. Yo le hablé en la primera entrega, en la primera parte de este
tema, le hablé de una prosperidad que usted iba a percibir cual nunca
se hubiera imaginado.
Mire, ahora quiero que usted dirija su mente a una situación que esta
ocurriendo, que ya se inició, ya está en proceso, solo que se va a ir
consolidando con el tiempo. Nosotros somos la tribu de Leví del
mundo. ¿Por qué razón? Porque nosotros somos de fe, nosotros somos
la tribu espiritual del mundo, si así lo quiere llamar, somos la Leví
espiritual del mundo. Entonces, cuando nuestra Madre nos ha venido
enseñando cosas como que nosotros ya somos tierra deseable para el
mundo, usted va a observar que el mundo se va a rendir a nosotros.
¿En qué sentido? En el sentido de que el mundo va a empezar a ver
cómo el estar sometidos bajo el Orden de Melquisedec es la fórmula
del éxito en la vida en todos los aspectos, en salud, en prosperidad, en
la familia. Y mamá lo decía claramente, nosotros somos los de
mostrar, o sea el mundo va a ver en nosotros algo que ellos van a
anhelar. Es más, hay un pasaje donde dice que (REF.Zac.8:23) -siete
personas se agarrarán del manto de un judío-, ese judío somos
nosotros, porque nosotros somos el Israel de Dios. Ahora bien, se
agarrará a un judío y le dirá llévanos a donde tú eres.
¿Por qué razón, bendecido? Porque el mundo va a ver –y eso vuelvo y
lo repito, mire los primeros que van a empezar a ver y de hecho ya lo
están viendo son nuestros familiares; los segundos van a ser nuestros
vecinos; los terceros van a ser nuestros amigos y en general aún la
gente que no nos conoce, de una u otra manera va a empezar a ver
los resultados de lo que nosotros estamos viviendo. Entonces, qué
ocurre, bendecido, todo eso nos va a llevar a un punto de que las
naciones –por eso dice que todas las naciones finalmente, terminarán
dándonos sus riquezas-, eso es muy importante. Por esa razón Pablo
hablaba que el que es fiel en lo poco, es fiel en lo mucho, en lo más
grande. Por eso también Jesús decía, hablaba sobre ese punto, él
decía cuando se es fiel en lo poco se es fiel en lo mucho. Por eso Pablo
menciona –yo sé vivir en abundancia y sé tener escasez-. Por eso
hemos sido entrenados, bendecidos. Por eso hemos vivido lo que
hemos vivido, por eso usted no se queje, ni se duela que ha tenido
que vivir momentos angustiosos a veces. Sí, afugias (escasez de
dinero), momentos apretados, mire todos los hemos vivido, pero sabe
por qué, porque ha sido parte de nuestros entrenamiento. Pero ese
tiempo ya terminó, ya ese tiempo terminó, ese tiempo ya se acabó.
Ahora viene un tiempo, le repito, en el que precisamente hemos sido
edificados porque es tanta la prosperidad que viene que si no
tuviéramos el entrenamiento que hemos tenido nos pasaría lo que le
pasa a todos. Por ejemplo, lo que vimos hace poco con un actor que
de pronto muchos de ustedes conocen, Robin Williams, son personajes
que tenían todo, éxito, fama, dinero y aburridos con la vida se suicidó.
Y así mismo ha ocurrido con muchos, o sea eso es una cosa que
nosotros hemos visto. Y mucha gente, por ejemplo en el Japón es muy
común ver que el Japón es uno de los países con la mas alta tasa de
suicidios en el mundo. Y usted va al Japón y en el Japón se vive muy
bien, la gente vive muy bien. Los niveles de pobreza en el Japón son
inexistentes, o sea allá no hay pobres. No es el mismo pobre que
usted de pronto ve en África o ve en algunos países de Latinoamérica.
No, no, no, allá eso no existe. Y la pregunta es: Oiga y si esa gente
tiene toda esa abundancia y viven tan rico y son países tan buenos
para vivir y la gente vive muy bien, ¿por qué la gente se suicida? Pues,
por eso, bendecido, porque están vacíos acá en la mente, están
muertos desde acá, entonces eso es lo que ocurre.
Entonces, cuando nosotros observamos todo esto debemos tener en
cuenta que va a venir esa etapa, esa etapa se está desarrollando ya
en nosotros, hemos sido entrenados para eso, pero no podemos
olvidarnos de esto que se viene manifestando aquí en esta parte que
está escrita en la palabra, Hebreos 7 del 5 al 10.
Hebreos 7:5-10
5 Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio,
tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es
decir, de sus hermanos, aunque éstos también hayan salido de los
lomos de Abraham.
6 Pero aquel cuya genealogía no es contada de entre ellos, tomó de
Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas. O sea, a
Abraham.
7 Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor. O sea,
Abraham fue bendecido por Melquisedec.
8 Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí,
uno de quien se da testimonio de que vive.
9 Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví, que
recibe los diezmos;
10 porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec le
salió al encuentro.
Qué interesante cuando uno observa lo que dice el verso 8, quiero
enfatizarlo: “Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres
mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive.” Ahí
está hablando específicamente de nuestro Dios, MelquisedecMiguel,
indiscutiblemente.
Ahora bien, póngale mucho cuidado a otro detalle que quiero ir
ampliando aun mucho más. Mire lo que dice los versos 9 y 10. Qué
interesante, dice:
9 Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también, quién, Leví,
que recibe los diezmos;
10 porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec le
salió al encuentro. Esto nos lleva a un punto muy interesante, a que
entendamos ante quién estamos. O sea, ante quién nos han permitido
estar es ante Dios mismo. Como lo decía yo en la primera parte
debemos recordar con mucha claridad que nosotros somos la únicas
personas que tenemos acceso a Dios, desde el punto de vista invisible
y desde el punto de vista visible. Si alguien nos preguntara a nosotros:
-¿Usted conoce a Dios?
-Uy, usted con calidad le dice: Ufff, claro, claro que lo conozco, yo sé
quién es. Claro.
-¿Y, cómo se llama?
-Bueno, MelquisedecMiguel-, ah y usted ahí mismo entra y le aclara –
mire, le quiero aclarar algo y Dios no es uno solo. Dios tiene Esposa.
O sea, nosotros tenemos, óigame bien, y esto para que usted valore
con el aprecio que tiene que valorar la información que tiene. Mire, en
el mundo también nosotros somos exclusivos en ese sentido, somos
las únicas personas que sabemos que Dios tiene Esposa. Entonces, es
interesantísimo porque cuando usted oye hablar a los llamados
cristianos, que no son cristianos, sino cristinos, para ellos es Dios el
Padre y Dios el Hijo; dios el Padre y Dios el Hijo, Dios y Junior. Eso es
todo lo que ellos tienen que claro, pero están total y plenamente
equivocados. Pero a nosotros ya nuestra Madre nos develó ese
misterio, que qué, que Dios tiene Esposa. Por Dios, eso es bien
importante que lo tengamos claro.
Ok, bueno. Vamos adelante y ahora, vamos a los versos 11 y 12, para
que revisemos detalles bien interesantes que hay ahí. Mire bien. Y aquí
empezamos a ver las diferencias, acuérdense que este tema tiene que
ver con los tipos, o sea los símiles, las cosas que los relacionan, que
los correlacionan, pero también muestra las marcadas diferencias
desde el punto de vista ya de la acción y la aplicación del sacerdocio
como tal. Las diferencias entre lo que fue el Sacerdocio Aarónico o
Levítico y el Sacerdocio de Melquisedec. Entonces, observe lo que
dicen los versos 11 y 12. Me llaman mucho la atención
Hebreos 7:11-12
11 Si, pues, la perfección, oiga bien, escuche esa palabra, la perfección
fuera por el sacerdocio levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley),
¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote, según
el orden de Melquisedec…? Uy, ¿a usted no le llama la atención, que se
levantara otro qué, otro sacerdote? Pero dice: …según el orden de
Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón?
12 Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también
cambio de ley;
Bueno, y aquí tenemos que ser bien claros. Óigame bien, mire lo que
pasó, es bien interesante. Esto no ocurrió ni en el tiempo de Jesús de
Nazaret ni ocurrió en el tiempo del Edificador, que se levantara, oiga
bien como dice allí, “que se levantase otro sacerdote”, aquí está
hablando del Sumo Sacerdote, “según el Orden de Melquisedec. Yo le
pregunto a usted: ¿Quién nos ha profundizado en el tema de
Melquisedec? ¿Quién nos ha profundizado en ese punto? El Edificador
habló de Melquisedec y lo proclamó, habló de Él, simplemente habló.
Es más, hay un tema que se llama El Orden de Melquisedec, que lo dio
el Edificador. Pero si usted observa, ¿quién ha entrado a hacer un
trabajo profundo, quirúrgico, minucioso respecto del tema del Orden
de Melquisedec? Hombre, eso está claro, nuestra Madre el Arcángel
Miguel. Es más, si usted observa la reacción de las vírgenes
insensatas, ¿cuál ha sido la reacción de las vírgenes insensatas
respecto del orden de Melquisedec? ¿Lo aceptaron? No, lo rechazaron.
Ahora bien, todo eso nos da a nosotros evidencia de algo que es
supremamente importante, que cuando aquí está hablando de otro
sacerdote según el orden de Melquisedec, inmediatamente apliquemos
la fórmula que mi Padre y mi Madre, me han enseñado y que yo les he
transferido a ustedes, observen el entorno. ¿Cómo así? Claro.
Observen el entorno, simplemente es –oye, ¿y quién es el que está
hablando tanto de Melquisedec? ¿Quién fue que nos dijo que Dios se
llamaba Melquisedec? Que ya no se llamaba José Luis De Jesús
Miranda. ¿Quién fue que nos llevó a reflexionar respecto de, oye y
cómo se llamaba el dios que moraba en el velo de José Luis De Jesús
Miranda? ¿Quién nos hizo esa reflexión? ¿Quién nos hizo esas
preguntas? ¿Quién nos llevó a ese discernir estas verdades? Pues,
nuestra Madre el Arcángel Miguel. Eso no tiene vuelta de hoja,
bendecido. Eso es muy claro y usted, si es justo y honesto, usted sabe
que eso es así. Usted sabe que yo no estoy aquí inventándome nada.
Bueno, entonces póngale cuidado. Ahora, fíjese usted lo que dice allí
mismo, estoy en los versos 11 y 12. Mire bien lo que dice por ahí el
verso 12:
11 …y que no fuese llamado según el orden de Aarón?
12
Porque cambiado el sacerdocio, oiga ese punto, cambiado el
sacerdocio, necesario es que haya también cambio de qué, de ley;
Claro, por eso es que hoy estamos hablando de qué, del evangelio
eterno, bendecido. Es por eso que hay otra dispensación, que hay un
elemento doctrinal que sustenta esta dispensación. Bueno, en el
tiempo del Edificador, ¿qué era lo que sustentaba doctrinalmente la
dispensación del Edificador? El evangelio de la incircuncisión,
bendecido. Eso está muy claro. Usted fue testigo de eso, usted lo
vivió, yo lo viví. Ahora, cambiamos de dispensación, aparece el otro
sacerdote, otro sacerdote, ojo con eso, diferente a Aarón.
Ahora, ¿por qué razón aparece otro sacerdote diferente a Aarón?
Piense, bendecido. ¿Aarón qué hacía? Bueno, era el Sumo Sacerdote.
¿Qué quiere decir eso? Bueno, que era la persona que se presentaba
en el Lugar Santísimo representando al pueblo delante de Dios. O sea,
que era un mediador entre Dios y los hombres. Sencillo. Entonces,
ahora dice: “otro sacerdocio según el orden de Melquisedec”. Oye ¿y
quién está haciendo eso? Eso lo está haciendo el Arcángel Miguel,
Lisbet. ¿Por qué razón? Ya lo hemos dicho y lo sigo enfatizando para
que le quede bien claro. Sencillo, sencillísimo. Mire, Melquisedec está
en el Lugar Santísimo, el Arcángel Miguel, nuestro Sumo Sacerdote
está ejerciendo su labor sacerdotal y aparte de eso es el sacrificio
perfecto. Entonces, cuando usted observa esto, allí es cuando vuelvo y
le digo, mire su entorno.
-¿Qué veo?
-Sencillo, veo que hay una persona que está desarrollando un
sacerdocio espiritual conforme al Orden de Melquisedec, porque ella
fue la que me enseñó que Papá, su nombre es Melquisedec.
Uy, tremendo! Tremendo. Entonces, todo me va ajustando, bendecido.
Todo va ajustando perfectamente.
Ahora bien, vámonos a los versos 15 al 19, de ahí mismo, de ese
capítulo 7 de Hebreos. Mire lo que dice:
Hebreos 7:15-19
15 Y esto es aun más manifiesto, si a semejanza de Melquisedec se
levanta un sacerdote distinto,
16 no constituido conforme a la ley del mandamiento acerca de la
descendencia, sino según el poder de una vida indestructible.
17
Pues se da testimonio de él:
Tú eres sacerdote para siempre,
Según qué, según el orden de Melquisedec. ¿Quién nos ha
enseñado? Allí es donde quiero enfatizar. ¿Quién nos ha enseñado que
estamos bajo la Orden de Melquisedec? ¿Quién nos ha enseñado el
Orden de Melquisedec? Nuestra Madre, el Arcángel Miguel.
18 Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su
debilidad e ineficacia
19 (pues nada perfeccionó la ley)… Claro, bendecido. Una de las cosas
que hoy podemos dar fe nosotros es que caminamos en perfección.
Por eso le digo, esto no tiene nada que ver con el Edificador. ¿En qué
sentido? En el sentido de que con el Edificador nosotros no llegamos a
esa perfección, es más fuimos edificados para poder entrar a esta
etapa, a esta dispensación. Pero bien nos lo dijo nuestra Madre,
que nosotros éramos una iglesia niña, una iglesia carnal. Eso está bien
claro. Ahí no había una perfección todavía. Es más, acuérdense, el
Edificador lo dijo muchas veces, -somos una iglesia de cojos-. Hoy en
día no, bendecido. Hoy en día ese punto no es, ¿por qué razón?
Porque hoy en día la clave, óigame bien, recuerde las características
para poder estar dentro del templo y específicamente, para poder
estar dentro del Lugar Santísimo, usted tiene que estar limpio. Si
usted no está limpio, si usted no camina en pulcritud, óigame bien, no
puede estar en el Lugar Santísimo, porque le cae fuego. Mire, la figura
que se manejaba. Cuando el Sumo Sacerdote estaba impuro, había
alguna fallita, alguna cosita, ¡pup!, desaparecían. Entonces,
exactamente es lo mismo hoy.
Entonces, a qué hemos llegado, bendecido, a esa perfección. Hoy en
día podemos decir que estamos en esa perfección. Entonces, no fue ni
en la época de Aarón, porque dice que nada perfeccionó esa ley; ni
tampoco en la época de Jesús de Nazaret por efecto de que ahí todavía
se manejaba la cuestión del tabernáculo. Ahora bien, cuando llegamos
al tiempo del Edificador, tampoco. Porque ahí apenas se estaba
manifestando lo que era la iglesia, pero con todo y eso, recuerde, esa
era una masa que estaba constituida con trigo y cizaña. Entonces,
¿qué se necesitaba? Pasar a esta dispensación para que sacada la
cizaña, que fue lo primero que dice claramente la parábola que el
dueño del campo sacó, él sacó primero, saca lo primero, lo primerito
que él sacó qué fue, la cizaña. Entonces, cuando sacan la cizaña queda
el trigo puro. ¿Qué quiere decir eso? ¿Cuál es la figura del trigo? La
iglesia. Pero la iglesia es santa y sin mancha, bendecido, o sea, en
perfección. Eso es lo que estamos viviendo hoy.
Ahora, de qué se trata entonces el tema que nuestra Madre tanto ha
insistido; limpieza, purificación y emblanquecimiento. ¿Para qué todo
eso? Para morar en el Lugar Santísimo, bendecido, sino entonces no
se pudiera vivir allí. Que eso le quede muy claro.
Muy bien, entonces continuamos. Miremos ahora el verso 17 de ese
mismo capítulo.
17 Pues se da testimonio de él:
Tú eres sacerdote para siempre, esa palabra la quiero enfatizar,
para siempre, según qué, según el orden de Melquisedec.
Lo que hoy se está viviendo, ya no es un sacerdocio temporal.
Recuerde, en otras épocas, moría el Sumo Sacerdote entonces había
que levantar otro, moría el Sumo Sacerdote había que levantar otro.
Hoy no, bendecido. ¿Por qué razón? Recuerden bendecidos, Cristo está
en el primer puesto en el punto de la transformación. Recuerde lo que
nos dice la primera carta del apóstol Pablo a los Corintios, en el
capítulo 15 en los versos 22 al 23. Cuando habla del orden de la
transformación dice: “Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo,
en su venida.” Entonces, ¿qué quiere decir eso? Este Sumo Sacerdote
va a ser transformado juntamente con la tribu de Leví espiritual, o sea
juntamente con nosotros. Entonces, qué ocurre, por eso dice: “Tú eres
sacerdote para siempre”, para siempre. ¿Según qué orden? Según el
orden de Melquisedec. ¿Por qué? Porque ellos dos uno son.
Ahora bien, revisemos los versos 18 y 19, de Hebreos capítulo 7.
Hebreos 7:18-19
18 Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su
debilidad e ineficacia
19 (pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor
esperanza, por la cual nos acercamos a Dios. Claro, es que mire, todo
esto que le estoy leyendo aquí y que usted encuentra en los versos 19
de una manera muy particular es simplemente, la justificación clara,
diáfana de esta dispensación y de su protagonista. Si alguien quiere
venir a buscar pruebas diciendo: -Oye, pero ustedes están hablando
dis que están en una dispensación nueva. ¿Cómo así? Pero, si ya el
Edificador allá dijo que ya la iglesia está edificada, que ya la amada
está edificada, que la iglesia está edificada.
Sí, claro, hay que saber entender ese concepto. Pero eso no implica de
que no venía una nueva dispensación. ¿Edificado respecto de qué?
¿Edificados para qué? Bueno, para poder entrar a esta nueva etapa,
que el ismo apóstol Pablo, que las insensatas dice y enarbolan seguir y
que –Pablo, Pablo para arriba y Pablo para abajo-, pues el mismo
Pablo que lo ha mencionado también en muchas ocasiones. Ok.
Entonces que quede eso bien claro, bendecidos. Claro con eso.
18 Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su
debilidad e ineficacia, óigame bien,
19 (pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor
esperanza, por la cual nos acercamos a Dios. Hoy podemos decir eso.
Ya lo hemos mencionado desde la primera parte. Nosotros somos las
únicas personas que nos podemos acercar a Dios. Gracias a qué, pues
gracias a ese sacerdocio que hoy se ha levantado conforme al Orden
de Melquisedec, presidido, manejado por quién, por el Arcángel
Miguel, nuestra Madre Lisbet.
Ahora bien. Fíjese usted que cuando usted sigue revisando más
detalles, vámonos a los versos 20 y 21 de ahí mismo, de Hebreos
capítulo 7. Fíjese usted que ahí puntualiza lo siguiente. Dice:
Hebreos 7:20-21
20 Y esto no fue hecho sin juramento;
21 porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos
sacerdotes; pero éste, con el juramento del que le dijo:
Juró el Señor, y no se arrepentirá:
Tú eres sacerdote para siempre,
Según el orden de Melquisedec.
Aquí quiero puntualizar esto, bendecidos. Esto que quede bien claro, la
única persona que puede ejercer ese sacerdocio es el Arcángel Miguel.
Ahora bien. ¿Por qué es tan importante hablar de este sacerdocio?
Mire, primero, porque ya en la primera parte hemos demostrado la
relación que existe en la sombra. O sea, por qué razón se levantó ese
sacerdocio en la sombra, allá en el sacerdocio levítico, en el sacerdocio
Aarónico. Bueno, sencillo, porque era una sombra de lo que tenía que
venir para que entendiésemos que se requería un personaje, una
etapa y una circunstancias en las cuales un grupo, el pueblo de Dios,
el verdadero pueblo de Dios que es la iglesia se pudiera relacionar
directamente con Dios, porque ese es su plan, ese es su objetivo,
básicamente. Ahora, eso se logra hoy. Hoy se está logrando gracias a
qué, a la presencia, repito, del Arcángel Miguel en medio nuestros y de
la dispensación del Orden de Melquisedec.
Ok. Ahora, mire bien lo que dice los versos 22 al 25. Detalle
importante, allí mismo en Hebreos capítulo 7. Dice:
Hebreos 7:22-25
22 Por tanto, Jesús, o sea, nuestra Madre, es hecho fiador de un mejor
pacto.
23 Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la
muerte, ya lo había dicho yo, no podían continuar;
24 mas éste, está hablando del Arcángel, por cuanto permanece para
siempre, tiene un sacerdocio inmutable; o sea o va a ser reemplazado
por nadie, óigame bien, ni puede ser reemplazado por nadie, ni puede
venir ningún busca pan a querer reemplazarlo. Que eso le quede bien
claro.
25 por lo cual puede también salvar perpetuamente… Óigame bien,
usted allá, oveja terca que está perdiendo su tiempo y que tiene que
estar acá, escúcheme bien con atención: por lo cual puede también
salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo
siempre para interceder por ellos.
Mire, la transformación, lo dije en la primera parte pero quiero ser
enfáticos, hay puntos que Papá y Mamá me dicen –hágale énfasis a
este punto, porque es muy importante que quede como testimonio a
las naciones-; la única persona por medio de la cual usted puede
llegar a la transformación es la transformación misma, es el
Arcángel Miguel Lisbet. Ella es la transformación. Por eso, vuelvo
y le repito, puede que me vuelva muy reiterativo, pero ahí quiero
serlo:
25
por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se
acercan a Dios… ¿Quién es la única persona que en este momento nos
acerca a Melquisedec? El Arcángel. Entonces, cuando usted lee, si le
da un poquito para atrás dice: “Por lo cual puede también salvar
perpetuamente”, óigame bien, perpetuamente. La única persona que
puede darnos esa salvación, la salvación del cuerpo es el Arcángel,
entonces no se ponga a perder tiempo por otro lado. Ahí está claro,
está claramente determinado.
Ahora bien, al iniciar el verso 22, utiliza la palabra una palabra:
22 Por tanto, Jesús es hecho, o sea el Arcángel, es hecho fiador de un
mejor pacto. Qué interesante porque me tomé el trabajo de averiguar
qué era fiador. Dice: Persona que responde por otra en el caso de que
esta no cumpla la obligación de pago que contrajo.
Mire, a gran responsabilidad que hoy tienen estos personajes que se
han dividido, que se salieron empezando por Satanás, es que esas
personas están tomando el papel de fiador delante de Papá. O sea,
ellos están queriendo representar, óigame bien, a esas personas que
les han seguido delante de Papá. No son aceptos, óigame bien. ¿Y qué
quiere decir eso? Que usted, que ha confiado en esos personajes está
endeudado con Dios. Entonces, para que usted sepa que cogió un
fiador que no tiene ni donde caerse muerto. Que eso le quede claro.
Ahora bien, vámonos a mirar otros detalles. Mire bien el verso 26 al
28. Es interesante dice:
Hebreos 7:26-28
26 Porque tal sumo sacerdote nos convenía…, fíjese bien las
características que está mostrando de nuestro Arcángel en esa
perspectiva como Sumo Sacerdote, nos convenía. No es cualquiera,
óigame bien, no es cualquiera. Por eso le hago énfasis, que se salga de
allá donde está con esos busca pan. Porque tal sumo sacerdote nos
convenía, cómo, santo, inocente, sin mancha, apartado de los
pecadores, y hecho más sublime que los cielos;
27 que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes,
de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los
del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a
sí mismo.
28
Porque la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres; pero
la palabra del juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho perfecto
para siempre. O sea, a la Esposa.
¿Cómo fue hecha para siempre la Esposa? Bueno, ya nuestra Madres
nos lo dijo y lo hemos explicado en la primera parte. Sencillo, cuando
nuestro Padre estaba en la cruz, ella misma nos explicó, ahí estaban
los dos. Por eso, repito, por eso Juan le llama a nuestra Madre también
dentro de los títulos que utiliza le dice el Cordero Inmolado. Claro, la
única persona, por eso le repito, la única persona que hoy en día
puede estar como Cabeza de la iglesia es el Arcángel Miguel. Nadie,
absolutamente nadie más lo puede hacer. Por eso, el liderazgo que
usted escogió, insensata, es un liderazgo pésimo. Porque ese liderazgo
no le representa a usted delante de Dios. Cuando Dios ve a ese líder,
óigame bien, lo aborrece. Y por ende, de carambola, como se dice
cuando se juega billar, lo aborrece a usted. Usted está siendo en este
momento aborrecido por Dios mismo. Dese cuenta de eso, por favor.
Dese cuenta de eso, despierte. Sobre todo, obviamente, esto lo estoy
dirigiendo exclusivamente, obviamente a aquellas personas que tienen
que regresar. Entonces, vaya sumando y restando todos los elementos
que durante todas estas temáticas les hemos insistido a esos
escogidos confundidos. Entonces, para que lo tenga presente.
Mire bien, dice claramente que ese sumo sacerdote nos convenía. En
ese punto quiero hacer un énfasis bien claro: nos convenía. Es
eminentemente necesario que esté con nosotros, que esté de parte
nuestra. Asi es de que vuelvo y le repito, no pierda su tiempo porque
los que están allá como fiadores, no son dignos representantes suyos
delante de Dios.
Ahora bien, vámonos al punto numero 8, el punto con el cual vamos a
cerrar.
VIII. El Arcángel MiguelLisbet, El Gran Sumo Sacerdote del Nuevo
Pacto.
Y allí, simplemente vamos al capítulo siguiente, Hebreos capítulo 8, de
los versos 1 al 13. Como les digo, no los vamos a leer todos, no los
vamos a analizar todos pero vamos a entrar a tomar algunas parte y
con esto ya cerramos esta segunda parte. El verso 1 y 2 del capítulo 8
de Hebreos nos dice:
Hebreos 8:1-2
1 Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo, acuérdese
de lo que nos enseñó el Edificador, los capítulos y los versículos
simplemente son una separación, digámoslo así, para administrar lo
que está allí, pero el sentido completo es una carta que no tiene ni
capítulos ni versículos. Por eso dice: Ahora bien, el punto principal de
lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, cuando
se usa la expresión “tal”, es dándonos a entender la calidad de sumo
sacerdote que tenemos, el cual se sentó a la diestra del trono de la
Majestad en los cielos,
2 ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó
el Señor, y no el hombre.
Mire, esto acaba de ratificar lo que le vengo diciendo. Solo hay un
sumo sacerdote, y éste es el tiempo, bendecido. Por eso Hebreos lo
manifiesta. Hebreos es un libro que fue escrito para la iglesia, óigame
bien, tenga eso presente. Hebreos fue un libro que escribió María
Magdalena para la iglesia, dejando instrucciones muy claras. Por eso
tiene, óigame bien, por eso tiene una correlación directa, lo que este
libro dice o esta carta dice y lo que nuestra Madre nos ha venido
enseñando. ¿Por qué? Porque es la misma persona. Es la misma
persona. Por eso existe esa correlación.
Entonces, fíjese usted. Dice, “ese tabernáculo”. ¿Qué tabernáculo es?
La mente. ¿Quién levantó ese tabernáculo? MelquisedecMiguel,
bendecido. Entonces, allí solamente puede ministrar una clase, o sea
un tal sumo sacerdote, una clase sacerdotal exclusiva, que es Dios
mismo, bendecido. Por esa razón estamos hablando de que ese sumo
sacerdote es el Arcangel MiguelLisbet.
Ok. Ahora bien, vamos a continuar, ahí mismo en el capítulo 8 de
Hebreos, pero ahora miremos los versos 3 al 7. Observe qué detalle
tan interesante. Dice:
Hebreos 8:3-7
3
Porque todo sumo sacerdote está constituido para presentar ofrendas
y sacrificios; observe el oficio, por lo cual es necesario que también
éste tenga algo que ofrecer.
4 Así que, si estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote,
habiendo aún sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley;
5 los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales,
como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo,
diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha
mostrado en el monte.
6 Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, mire cómo hace las
diferencias, por favor. Ojo con esto, subraye eso, por favor, cuanto es
mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores
promesas.
7 Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se
hubiera procurado lugar para el segundo. Aquí simplemente, nos
deben hacer una pregunta. Aquí está hablando de dos sacerdocios aquí
está hablando de dos pactos, aquí está hablando de dos
dispensaciones. Ya tenemos identificada una, por decirlo de alguna
manera. O sea, ya tenemos identificada la dispensación Aarónica, ya
tenemos identificado el sacerdocio de Aarón.
Pero, ¿y en dónde vamos a encontrar el otro sacerdocio? Ese que es
según el Orden de Melquisedec. Ese que está hecho bajo mejores
promesas. Ahora, déjeme decirle algo. Esas mejores promesas,
¿cuándo se iba a cumplir? ¿En qué momento se iban a ver? ¿En qué
momento todo eso que estaba en ese pacto, en ese nuevo pacto se iba
a cumplir? Bueno, en los días del Edificador no se cumplió. Se habló de
él, mas no hubo cumplimiento. Piense en esos detalles, bendecidos.
Ahora, revise usted un detalle que está en los versos 4 y 5. Dice:
Hebreos 8:4-5
4 Así que, si estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote,
habiendo aún sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley;
5 los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales,
como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo,
diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha
mostrado en el monte. Fíjese que a Moisés le mostraron toda una serie
de figuras que son la sombra de lo que hoy estamos viviendo. Es
interesantísimo. O sea para que usted entienda, repito, esa parte me
gusta enfatizarla, hay dos sacerdocios entonces ya, vuelvo y le repito,
ya cuando usted se mete al Pentateuco, específicamente de Éxodo a
Deuteronomio, usted ve todo lo que es ese sacerdocio Aarónico,
porque están los levitas y habla de todo el tabernáculo, todo lo que
había dentro del lugar santísimo, todo, todo, absolutamente todo. Eso
está claro, está identificado. Y luego Hebreos, viene y nos habla de un
sacerdocio, de un tabernáculo espiritual, de un orden, de un sacerdote
bajo el orden de Melquisedec, con unas características diferentes, un
sacerdocio inmortal. O sea, una serie de elementos, que uno dice –
oye, un momento, aquí hay dos sacerdocios, aquí hay dos personajes.
Pero los sacerdocios son diferentes, el uno es físico, el otro es
espiritual-.
Entonces, todo eso, vuelvo y le repito, téngalo presente. Ubíquelo en
el contexto temporal. Ya el primero, el de Aarón, ya lo tenemos
ubicado, el sacerdocio temporal. ¿Y dónde ubicamos el otro? ¿En qué
tiempo lo podemos ubicar? Piense, bendecido. Son detalles que hay
que mirar con detenimiento.
Ok, pero sigamos que hay más, hay mucho más. Ya estamos
terminando, pero hay detalles muy interesantes. Los versos 8 al 10,
ahí mismo del capítulo 8 de Hebreos. Dice:
Hebreos 8:8-10
8 Porque reprendiéndolos dice:
He aquí vienen días, dice el Señor,
En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo
pacto; ojo con eso, un nuevo pacto.
9 No como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la
mano para sacarlos de la tierra de Egipto;
Porque ellos no permanecieron en mi pacto,
Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor.
10 Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel, o sea con
la iglesia, porque esto ya está en Hebreos.
Después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes, ojo con este detalle, pondré mis leyes en la
mente de ellos,
Y sobre su corazón las escribiré;
Y seré a ellos por Dios,
Y ellos me serán a mí por pueblo;
Sencillo, bendecido. Un punto de reflexión facilito. Primero, habla de
un nuevo pacto, muy bien, téngalo presente, un nuevo pacto. Ahora,
recuerde, para que me entienda esto, tiene que recordar que pasó en
el antiguo pacto. El antiguo pacto es cuando Moisés recibe la ley que
contenía los diez mandamientos, los estatutos y ordenanzas y el
aspecto sacrificial. Todo eso lo toma Moisés de la mano de Papá y va y
se lo presenta al pueblo. El pueblo acepta ese orden, ese
mandamiento, ese pacto lo aceptan. Perfecto. Toman ese pacto. Listo.
Dicen que van a ser regidos por ese pacto. Ahora bien, hay una
característica que quiero que usted observe lo que le estoy diciendo.
Cuando el primer pacto fue dado, el pueblo lo conoció, el pueblo de
Israel o sea los judíos, los hebreos, ellos estaban en el desierto, ellos
fueron sacados de Egipto. O sea que ese grupo que había allí eran los
judíos y para ellos fue esa ley. Sencillo, o sea a ellos se les entregó
esa ley para ellos. El representante de ellos, Moisés. Va y la recoge,
viene y se las cuenta y dice –listo, aceptamos esa ley, aceptamos ese
pacto-. Perfecto.
Pero, acá está hablando de un nuevo pacto. Ese nuevo pacto tiene
unas características. Dice que pondré mis leyes en sus corazones y en
sus mentes las escribiré. Oh es diferente porque el primero era escrito
en tablas. Ok. Entonces, piense en esto, bendecido. Entonces habla de
un nuevo pacto quiere decir que ese nuevo pacto tiene unas
características diferentes al primero. Ojo con ese detalle. Pero dice que
va a escribir sus leyes en nuestros corazones, o sea en nuestras
mentes. Wow, qué interesante. Ahora bien, mire esto, porque por eso
le hice énfasis a que el primer pacto fue recibido por el pueblo judío. El
pueblo judío estaba constituido, no estaba en Egipto, o sea no se
puede decir que los egipcios y los judíos oyeron el primer pacto. No,
no, no, solo los judíos.
Ahora bien, hoy en día, mire lo que ha ocurrido. Hoy en día, cuando
nuestro Padre y nuestra Madre el Arcángel Miguel han sacado la cizaña
solo quedó el trigo. El trigo es la iglesia, entonces este nuevo pacto ha
sido presentado, porque este nuevo pacto es para la iglesia. Pero la
iglesia es solamente aquellos que estamos bajo el Orden de
Melquisedec y que nuestra cabeza es Cristo, o sea el Arcángel
MiguelLisbet. Esa es la iglesia. Entonces, para que usted me entienda,
eso no ocurrió en los días del Edificador. Son cosas que usted tiene
que pensar y observar. Eso no ocurrió en los días del Edificador, eso
ocurrió en este tiempo bajo el capitaneo del Arcángel Miguel.
Entonces, cuando usted mira esos detalles, usted empieza a decir –uy,
ahora es que entiendo. Claro, por eso hay una nueva dispensación y
por eso hay un nuevo protagonista-. Y esas son algunas de las
características de lo que acá adentro, en este tiempo está pasando.
Entonces, póngale mucho cuidado a ese detalle porque es bien
importante de considerarlo.
Ahora, quiero cerrar con los versos 11 al 13, del mismo capítulo 8 de
Hebreos, donde nos dice:
Hebreos 8:11-13
11 Y ninguno enseñará a su prójimo,
Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor;
Porque todos me conocerán,
Desde el menor hasta el mayor de ellos.
12 Porque seré propicio a sus injusticias,
Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades. ¿A
usted no le suena eso a borrón y cuenta nueva, bendecido? Claro.
Dice:
13 Al decir: Nuevo pacto, oiga bien este énfasis, ha dado por viejo al
primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a qué, a
desaparecer.
“Ninguno dirá: Conoce al Señor, porque todos me conocerán”, pero
todos son quiénes. Todos son la verdadera iglesia. Una de las
características para que usted pueda determinar -¿Oye, yo seré un
miembro de la iglesia?
Sencillo, sencillísimo. ¿Conoce usted al Señor? ¿Usted lo conoce?
Claro. ¿Cómo se llama? MelquisedecMiguel. ¿Le queda claro eso? Sí,
claro. Ah, Dios es dos en uno, él tiene Esposa. Ok, el uno, Melquisedec
está en luz inaccesible (en la mente). ¿Y la otra parte dónde está, la
Esposa dónde está? Pues está en frente nuestro, el Arcángel
MiguelLisbet. Sencillo. Entonces, nadie dirá eso, nadie dirá conoce al
Señor. ¿Por qué? Porque todos me conocerán.
Entonces, bendecidos, básicamente cuando ustedes observan esto,
mire que hasta se incluye borrón y cuenta nueva, cuando dice: “y
nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades”. Fíjese
que eso no lo tenía el primer pacto. El primer pacto no dice eso. Pero
en este nuevo pacto, hay eso. Ahora, cuando nosotros vimos que eso
se materializó, se llevó a cabo. Bueno, cuando nuestra Madre nos
compartió el “borrón y cuenta nueva”.
Bendecidos, como siempre un verdadero gusto, privilegio maravilloso
de dirigirme a ustedes. Y pues, como siempre, declarándoles a todos
ustedes, bendecidos en el nombre de mi Padre Melquisedec y mi
Madre el Arcángel Miguel.
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