Comunicado de prensa - Ministerio de Ciencia, Tecnología e

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“2012 - Año de Homenaje al doctor D. MANUEL BELGRANO”
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
Patagonia: descubren nueva especie de dinosaurio
Es un antepasado de los abelisáuridos, carnívoros dominantes en el hemisferio sur. El
esqueleto fue hallado casi completo y revela secretos de su evolución.
Buenos Aires, 23 de mayo de 2012 – El descubrimiento supone una gran
sorpresa por muchos motivos, y responde viejos interrogantes, al tiempo que abre
nuevos. Se trata del esqueleto de un dinosaurio al que bautizaron Eoabelisaurus
mefi, hallado en el cerro Cóndor, Chubut, en el marco de una campaña llevada
adelante en 2009 y 2010 por un grupo multidisciplinario en busca de fósiles del
período Jurásico. Esta novedad científica se publica hoy en la revista Proceedings of
the Royal Society of London.
Diego Pol, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
Técnicas (CONICET) en el Museo Paleontológico “Egidio Feruglio” (MEF) de Trelew,
dirigió la parte del proyecto orientada a restos animales, en el que se encontró a
este ejemplar que vivió hace 170 millones de años. Se trata de un pariente lejano
de Abelisauridae, la familia de carnívoros más característica y abundante del
hemisferio sur durante el Cretácico, la última etapa de la era de los dinosaurios,
entre hace 145 y 65 millones de años. El individuo encontrado, por lo tanto, es 50
millones de años más viejo que sus predecesores.
“Este hallazgo indica que el origen de los abelisáuridos es anterior a lo que se
pensaba, ya que nunca se habían encontrado restos tan antiguos”, señala Pol, y
explica que el esqueleto pertenece al Jurásico –etapa anterior al Cretácico-, y
representa una valiosa evidencia de los pasos evolutivos. “Los abelisáuridos tenían
un cráneo corto y alto, con cuernos en algunas especies, y brazos y manos
diminutas. En el E. mefi vemos solamente las manos pequeñas, porque los brazos
todavía son largos, y la cabeza también es distinta. Esto nos hace pensar que las
características de este animal cambiaron en algún momento, y ahora nos
preguntamos por qué”, apunta el especialista.
Hasta el presente, todos los restos de la familia Abelisauridae habían sido hallados
en África y otras partes de Sudamérica, pero ninguno superaba los 100 millones de
años de antigüedad. Tampoco se había encontrado un esqueleto tan completo,
teniendo en cuenta que al nuevo hallazgo sólo le falta la parte anterior del cráneo.
El hecho de encontrar registros sólo en la mitad sur del planeta hacía pensar a los
científicos que la especie hubiera surgido luego de la división del supercontinente
Pangea en Gondwana (sur) y Laurasia (norte). Pero este descubrimiento echa por
tierra esa posibilidad, ya que el E. mefi vivió antes de la separación continental. De
este modo, se refuerza otra hipótesis según la cual existió un gigantesco desierto
entre los hemisferios que funcionó como una barrera biogeográfica, es decir, un
impedimento para la dispersión de las especies de un lado al otro.
“2012 - Año de Homenaje al doctor D. MANUEL BELGRANO”
Esta campaña contó con el apoyo de la Agencia Nacional de Promoción Científica y
Tecnológica (APCyT) y la Fundación Alemana de Investigación (DFG, por sus siglas
en alemán).
Gran diversidad botánica
Las excavaciones que resultaron en el hallazgo del nuevo dinosaurio también
apuntaron a la paleobotánica, esto es, la búsqueda de restos fósiles vegetales. Al
frente de estos trabajos estuvo el doctor Rubén Cúneo, también investigador del
MEF. En ese sentido, relata que se detectaron numerosos restos pertenecientes a
plantas primitivas vinculadas a las familias de los helechos, cicadales, y coníferas.
Estas últimas fueron halladas petrificadas, dando lugar a nuevas interpretaciones
acerca de su evolución y características ecológicas.
El especialista destaca “el carácter absolutamente diferente de la región patagónica
en términos de su vegetación, habiendo sido de enorme diversidad, y fuente de
energía primaria para toda la vida animal registrada en esa época”.
En referencia al período Jurásico, Cúneo explica que fue entonces cuando los
principales linajes evolutivos de plantas y vertebrados se diversificaron y formaron
los grupos dominantes del ecosistema terrestre. “Al tiempo que comienza el
desmembramiento de Pangea, se producen increíbles transformaciones en los
climas del mundo, donde prevalecían condiciones muy cálidas con ausencia de
casquetes polares, permitiendo que la vida se extendiera hasta muy altas
latitudes”.
Hasta ahora, los acontecimientos del Jurásico han sido conocidos a través de
registros tomados más bien en el hemisferio norte. “Los depósitos en Chubut
equilibran el nivel de conocimiento a escala global, y aportando nuevas evidencias y
teorías respecto de los varios cambios operados a nivel planetario hace más de 150
millones de años”, apuntó.
Acerca del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
Con más de 50 años de existencia, el CONICET trabaja junto al Ministerio de Ciencia,
Tecnología e Innovación Productiva de la Nación en la transferencia de conocimientos y de
tecnología a los diferentes actores que componen la sociedad y que se expresan en ella.
Su presencia nacional se materializa en:
Presupuesto: con un crecimiento de 9 veces para el período 2003 - 2012, pasó de $
236.000.000 a $ 2.085.000.000.
Obras: el plan de infraestructura contempla la construcción de 88 mil m2 con una inversión
de $ 315.000.000. De las 54 obras proyectadas, 30 ya están finalizadas. Los aportes
provienen de fondos CONICET y del Plan Federal de Infraestructura I y II del Ministerio de
Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
Crecimiento: en poco más de 5 años se duplicó el número de investigadores y cuadruplicó
el de becarios, con una marcada mejoría de los estipendios de las becas y los niveles
salariales del personal científico y técnico, en sus diferentes categorías.
“2012 - Año de Homenaje al doctor D. MANUEL BELGRANO”
Carrera de Investigador: actualmente cuenta con 6.939 investigadores, donde el 49% son
mujeres y el 51% hombres. Este crecimiento favoreció el retorno de científicos argentinos
radicados en el exterior.
Becas: se pasó de 4.713 becarios, en 2006, a 8.801 en 2011. El 80% del Programa de
Formación se destina a financiar becas de postgrado para la obtención de doctorados en
todas las disciplinas. El 20% restante a fortalecer la capacidad de investigación de jóvenes
doctores con becas post-doctorales, que experimentó un crecimiento del 500% en la última
década.
Para más información de prensa comuníquese con:
prensa@conicet.gov.ar
(+ 54 11) 5983-1214/16
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