Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen Tema 1: PD: El auge económico de Holanda e Inglaterra en el siglo XVII Industria textil holandesa experimentó una formidable expansión en el s. XVII. El asentamiento de los refugiados flamencos favoreció la difusión de las nuevas pañerías. Aunque la manufactura era urbana, sus mayores costes fueron atenuados por la abundante oferta de mano de obra proporcionada por los refugiados, la intensa especialización de los oficios textiles y la introducción de novedades tecnológicas. Los productos atractivos y baratos que fabricaban desplazaron a los artículos tradicionales del mercado internacional; a partir de mediados de la centuria la industria comenzó a sufrir un problema similar debido a la competencia de las nuevas pañerías inglesas, que al disponer de abundante materia prima y ser confeccionadas en el medio rural tenían unos costes de producción inferiores. Las manufacturas holandesas sólo pudieron sobrevivir especializándose en la elaboración de tejidos de elevada calidad, cuyo alto precio atenuaba la incidencia de los elevados costes del trabajo, pero como los mercados para este tipo de productos eran reducidos la producción experimentó cierta decadencia a finales del siglo. La industria textil inglesa fue la que experimentó una reconversión más intensa. A finales del s. XVI se producían paños semielaborados que eran teñidos y confeccionados en los Países Bajos; esta actividad se vio muy afectada por la crisis comercial de los años veinte y por la desestabilización de los mercados del norte y oeste de Europa como consecuencia de la guerra. Además la mejora de la alimentación de la ganadería produjo que la lana inglesa fuera de menor calidad, desarrollo de nuevas pañerías, que habían sido ya introducidas en el país por refugiados flamencos y cuya difusión fue muy intensa a partir de 1620. Sus artículos desplazaron rápidamente a los competidores por los bajos costes de producción derivados de la utilización de mano de obra rural y de la abundancia de materia prima; además las manufacturas contaban con un mercado en expansión gracias a la creciente eficacia de la red comercial inglesa. Además de la industria textil, minería y la metalurgia experimentaron en Inglaterra y el noroeste de Europa los avances más significativos. La existencia de ricos yacimientos, de amplios espacios forestales en los que obtener combustible y los privilegios y ventajas fiscales impulsaron a los holandeses a trasladar a Suecia sus fundiciones de hierro y la producción del armamento. La industria metalúrgica sueca alcanzó rápidamente una posición hegemónica. La producción inglesa, por el contrario, se había estabilizado debido a la escasez de combustible como consecuencia de la intensa deforestación. Alrededor de la mitad de la producción sueca se exportaba a Inglaterra; los problemas energéticos comenzaron a resolverse con la generalización del uso del carbón, que fue utilizado como combustible básico en la calefacción doméstica y en sustitución de la leña o el carbón vegetal en muchas industrias. Esta intensa demanda impulsó la explotación del carbón, lo que favorecerá el posterior proceso de industrialización de Inglaterra. La primera fase de expansión de la economía europea en el mundo había comenzado a alcanzar sus límites a finales del s. XVI, con la detención del crecimiento demográfico y la agudización de las dificultades que repercutieron negativamente sobre el tráfico comercial, mientras que la explotación de los imperios ultramarinos era aun muy superficial. A principios del s. XVII la irrupción de los holandeses en Asia supuso tanto el desplazamiento de los portugueses como el definitivo triunfo de las rutas marítimas sobre las terrestres. Al mismo tiempo se produjo la decadencia de la industria urbana del norte de Italia y la desestabilización del tráfico con Alemania debido a la Guerra de los Treinta Años, por lo que Venecia sufrió una considerable reducción de su actividad comercial, quedando relegada a un segundo plano. El sistema colonial español se había basado en la explotación minera con mano de obra forzosa indígena. La catástrofe demográfica y el agotamiento de los filones más ricos incrementaron los costes de la producción, haciendo que una mayor parte de los minerales se quedara en América para hacer frente a los costes de administración y defensa. La economía americana se hizo más autosuficiente, lo que provocó una reducción del tráfico hispanoamericano. Todo esto consagró el desplazamiento del centro de gravedad del comercio internacional hacia el Atlántico. 1 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen La potencia naval de los holandeses > Amsterdam se convierte en el verdadero centro del sistema económico europeo del s. XVII. Este sistema se basó en la intensificación de las rutas comerciales ya existentes y el aprovechamiento de su posición hegemónica para la creación de nuevas oportunidades de comercio donde antes no existían. Los comerciantes holandeses no tenían que esperar a que los barcos extranjeros les trajeran las mercancías: su flota era la más poderosa de Europa, y sus barcos mejores que los de sus competidores gracias a un nuevo tipo de embarcación, el fluit-ship, de bajo coste y especializado en el transporte de mercancías, con gran capacidad de carga. Su financiación era también innovadora: se fraccionaba el capital en participaciones reducidas en manos de numerosas pequeñas empresas, lo que permitía la diversificación de riesgos. Así, podían ofrecer fletes muy económicos acaparando la mayor parte del tráfico comercial e introduciendo todo tipo de mercancías en otros ámbitos geográficos para dinamizar los intercambios y superar las limitaciones de un intercambio bilateral. La base del sistema comercial holandés - especialización en el comercio de productos voluminosos que se derivó de su control del tráfico báltico. Este tráfico tenía además un carácter estratégico para la república, pues contribuía al abastecimiento cerealístico de una sociedad tan urbanizada como la holandesa, y proporcionaba los pertrechos navales imprescindibles para la actividad de los astilleros. Su establecimiento había requerido la intensificación de las relaciones comerciales con la península Ibérica, de donde procedían el vino, la sal, y especialmente la plata, imprescindible para saldar el déficit que se derivaba del valor superior de las importaciones bálticas. Junto al trigo y al centeno, los holandeses transportaron también productos textiles, pescado, pieles… entablando relaciones con el norte de África con el imperio turco. Tras lograr la hegemonía en el comercio europeo, los holandeses hicieron lo propio con el comercio mundial. A partir de 1590 comenzaron a introducirse en el tráfico asiático de forma pacífica, hasta que en 1602 se creó la Compañía de las Indias Orientales, corporación con un stock permanente de capital reunido a través de la emisión de acciones negociables en bolsa. Para imponer su monopolio, La Compañía fue desplazando violentamente a los portugueses hasta dominar tanto el tráfico de especias como el tráfico que se efectuaba entre el océano Índico y el Pacífico y ejerciendo un papel de intermediación en el propio tráfico intraasiático, logrando reducir con sus beneficios el déficit crónico que Europa tenía con Asia. Al saturarse el mercado europeo de especias, los holandeses diversificaron las mercancías importadas, destacando los productos textiles de la India meridional. Esta evolución favoreció en mayor medida a los ingleses, que estaban más sólidamente asentados en la India. En el continente americano el éxito de los holandeses fue mucho menor. En 1621 se fundó la Compañía de las Indias Occidentales imitando el modelo asiático, pero tuvo un carácter más político, ya que se consideró como un arma contra el tráfico atlántico español. Posteriormente fue ocupando el noroeste de Brasil, donde impulsó el cultivo de la caña de azúcar. Para poder contar con mano de obra, tomó a los portugueses sus enclaves de la Costa de oro africana, introduciéndose en el tráfico de esclavos. Pero la necesidad de preservar el comercio báltico y los crecientes costes de esta política de expansión hicieron a los holandeses abandonar el territorio brasileño. La disponibilidad de una flota tan poderosa y el manejo de mercancías de diversa procedencia permitió a los holandeses intensificar las relaciones comerciales, rompiendo los límites que limitaban su desarrollo. Perfeccionaron el tráfico báltico con la remisión a esta zona de productos coloniales, lo que les permitió reducir tanto el déficit como la proporción de navíos que atravesaban el estrecho del Sund en vacío. Su hegemonía mercantil convirtió a Amsterdam en el centro principal centro financiero de Europa. La creación de la bolsa en 1609 independizó la negociación de mercancías y valores de la celebración de ferias. El Banco de Cambios, creado el mismo año, desplazó las letras de cambio. En el banco se realizaban depósitos y transferencias, cambio de monedas, se aceptaban y negociaban letras… estando sólo excluido el crédito a particulares. La hegemonía holandesa era muy vulnerable ya que descansaba excesivamente en la intermediación; la creciente hostilidad de sus competidores comenzó a restarle dinamismo en el último tercio de la centuria. A partir de 1670 hegemonía inglesa en el comercio internacional. 2 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen En la primera mitad del s. XVII la reestructuración de la industria textil les había permitido superar a los productos holandeses. A partir de la revolución, la política gubernamental estimuló el desarrollo de la marina, la expansión colonial y el comercio de depósito y reexportación. La importación, el procesamiento y la posterior reexportación de productos coloniales se convirtió en el sector que experimentó un crecimiento más rápido durante la segunda mitad del s. XVII. Además del mercado europeo, este tráfico estaba siendo impulsado por la demanda interior, ya que la mayor afluencia de dichas mercancías redujo sus precios y favoreció su consumo por una población que disponía de mayor capacidad de compra. La estrecha vinculación entre el comercio colonial, la fortaleza de la producción y el consumo interior del país constituyen los pilares fundamentales de la vigorosa economía atlántica que Inglaterra había logrado articular a su favor a finales del s. XVII. CB: Concepto de crisis del siglo XVII El siglo XVII - plagado de dificultades, lo que le confiere un carácter sombrío. Esto afecta no sólo el ámbito económico, sino también las relaciones sociales, el mundo político, las creencias religiosas y el pensamiento. La formulación de la “teoría de la crisis general” reforzada por la interpretación cuantitativa del periodo. La “revolución de los precios” culminado a finales del siglo XVI y siglo XVII caracterizado por estancamiento o el retroceso. más prematuro en los países mediterráneos (principios de siglo frente a la década de los 40 en el resto de los países), y a partir de entonces la tendencia es claramente descendente, segunda mitad de la centuria caracterizada en todas partes por el bajo nivel de los precios. correlación estrecha de evolución estancamiento con la afluencia de metales preciosos americanos, apreciándose una gran caída a partir de 1630: Europa se había visto privada con ello de uno de los elementos básicos para el buen funcionamiento de su sistema económico. crecimiento demográfico del s. XVI también se ralentiza, la caída de la producción agrícola resulta también evidente y la actividad industrial experimentó también graves dificultades, que afectaron especialmente a los centros textiles urbanos que gozaban de mayor tradición manufacturera. también se aprecia crisis en la actividad comercial y financiera, se experimentó un retroceso del tráfico comercial en todos los ámbitos geográficos, aunque de duración e intensidad diversa. Todos estos indicadores han sufrido una profunda revisión: Utilizándose fuentes de datos alternativas, ritmo de llegada de metales preciosos no retrocedió, sino que se mantuvo estancado en un nivel elevado en la primera mitad de la centuria y se acrecentó durante la segunda mitad, por lo que no puede hablarse de una drástica y prolongada penuria de metal. Además su ritmo de llegada evolucionó de forma muy diferente a la tendencia de los precios, por lo que ambos factores deben desligarse completamente. El mecanismo de la regulación de precios es mucho más complejo y atiende a la relación oferta-demanda y sus efectos dependen de la posición que ocupen las relaciones de mercado en los distintos grupos sociales. Esto no quiere decir que la sociedad europea no se viera afectada por las dificultades, sino que éstas no tuvieron el carácter continuo y general que se le ha atribuido generalmente. Actualmente se destaca la desigualdad del impacto de “la crisis”. en términos muy generales su impacto fue más precoz en el área mediterránea, donde las dificultades comenzaron también a desaparecer más prematuramente. en el noroeste de Europa su incidencia fue más tardía (mediados del s. XVII – primer tercio del s. XVIII). la crisis no afectó con la misma intensidad a los diversos sectores económicos, más en el ámbito agrícola que en el industrial y comercial. Su incidencia fue muy intensa en los países mediterráneos y en la Europa Oriental. En Francia, la Europa central y Escandinavia se produjo más bien un estancamiento o un leve retroceso; en las Provincias Unidas o Inglaterra sólo se produjeron dificultades episódicas. La desigual incidencia de la crisis > importantes transformaciones 3 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen intensa redistribución del potencial económico, favoreciendo una mayor integración del sistema económico europeo y desplazando su eje de gravedad del Mediterráneo hacia el área noroccidental del continente que no sólo incrementó su peso demográfico a lo largo del s. XVII, sino que lideró el proceso de urbanización y articuló en su favor la creciente diversidad internacional del trabajo. La periferización del Mediterráneo tampoco supuso un absoluto inmovilismo: creciente especialización de la actividad económica y, consiguientemente, un incremento de la interrelación e integración de los mercados. Debate historiográfico. crisis un origen fundamentalmente económico // responsabilidad de los problemas de naturaleza política. Estas simplificaciones se han ido abandonando progresivamente a favor de una interpretación más compleja de la realidad que niega el carácter general de las dificultades y plantea una visión integradora de sus diversas manifestaciones. E. Hobsbawm - crisis del s. XVII fue la “última fase” de la transición entre el feudalismo y el capitalismo. crisis provocada por las barreras puestas por la sociedad feudal al desarrollo del capitalismo, ya que su estructura económica dificultaba el crecimiento del mercado> principal manifestación de la crisis tuviera lugar en el ámbito comercial. Las contradicciones del sistema feudal bloquearon la expansión que se había producido en el s. XVI y provocaron una reducción del mercado tanto en el interior de Europa occidental como en las relaciones que ésta mantenía con la Europa oriental y el mundo ultramarino. Sin embargo la crisis tuvo unos efectos muy positivos de cara a la evolución posterior, ya que destruyó los obstáculos que se oponían al desarrollo del capitalismo, creando las condiciones que hicieron posible la revolución industrial que de produciría en la economía inglesa. H. Trevor Roper contraria a la consideración del conflicto inglés como una revolución burguesa. En su opinión, la revolución inglesa debía insertarse en el contexto de las revueltas políticas que se produjeron en Europa en la década de 1640, que constituían la principal manifestación de la crisis de la centuria, por lo que, más que un carácter económico, su naturaleza era de índole sociopolítica. Las interpretaciones que ponían el acento en los aspectos económicos se centraron en la naturaleza de las dificultades experimentadas durante la centuria: s. XVII -primera gran contracción del nuevo sistema económico. Las capas políticamente dominantes buscaron los medios para hacerlo funcionar en su provecho, por lo que la contracción acabó conduciendo a la consolidación del sistema capitalista. La respuesta fundamental a las dificultades fue el reforzamiento de las estructuras del estado, lo cual permitió la concentración de poder económico y la acumulación de capital, preparando el camino para la revolución industrial. R. Brenner - crisis del s. XVII tuvo un carácter netamente feudal. Fue una crisis agraria derivada del mantenimiento de unas relaciones de producción y extracción del excedente que impedían cualquier mejora de la productividad. D. Parker - otorgan un papel fundamental a la guerra y el proceso de construcción del absolutismo impulsado por ella en el desencadenamiento de las dificultades de la centuria N. Steengard otorga un papel fundamental al estado tanto en el desencadenamiento de la crisis como en su dispar incidencia en los diversos sectores económicos. Considera que lo que se experimentó entonces no fue una crisis de producción, sino una distribución de la renta a través del sector público. El incremento de la presión fiscal provocó la reducción del consumo y la inversión privada. A medida que la interpretación de la crisis se ha ido matizando, se ha diluido la estrecha correlación de ésta con el proceso de desarrollo económico. Se ha destacado la dimensión planetaria del fenómeno, vinculándolo estrechamente con el empeoramiento de las condiciones climáticas que se produjo durante la denominada “pequeña edad glaciar”. El empeoramiento climático habría agudizado los desequilibrios que se produjeron como consecuencia de un crecimiento excesivo de la población durante el s. XVI, cuyas necesidades alimenticias no podían ser cubiertas por una agricultura con una productividad limitada por las condiciones socioeconómicas imperantes en el mundo rural. En la generación de las dificultades de la época incidió también el incremento de la apropiación del producto agrícola por parte de las clases 4 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen rentistas y la agudización de la presión fiscal para hacer frente al creciente coste del aparato del estado. CB: ¿Qué es el mercantilismo La gravedad de las dificultades experimentadas durante la centuria dio lugar a que el estado interviniese intensamente en la actividad económica. Este término fue acuñado a posteriori por los economistas liberales con el fin de designar unas propuestas que consideraban erróneas, ya que, en su opinión, otorgaban mayor importancia al comercio que a la producción. Una serie de teorías y prácticas estatales muy diversas, cuyos orígenes pueden remontarse a la Baja Edad Media, un reflejo del creciente poder de la monarquía, que extendió sus atribuciones a la regulación de la propia vida económica. Los monarcas trataron, por tanto, de lograr la prosperidad de sus vasallos, favoreciendo el incremento de sus ingresos y potenciando el consumo de los productos elaborados en su territorio. Pero este objetivo era meramente instrumental, puesto que lo que realmente se perseguía no era el bienestar de la población, sino que el incremento de la actividad económica nutriese las arcas de la hacienda real y asegurase el poder y la gloria del soberano. Para ello era imprescindible controlar la circulación de los metales preciosos, a los que se otorgaba una gran trascendencia sobre la vida económica. La intervención del estado obedecía también a los requerimientos de los propios empresarios y comerciantes, que necesitaban el apoyo de gobiernos fuertes que les proporcionasen protección y privilegios. Temas básicos del mercantilismo: El incremento del poder por parte del estado. De ahí la creación de grandes compañías comerciales a las que se dotaba de privilegios (exclusividad geográfica y protección del estado), El objetivo era convertir el comercio interno en un medio de adquisición de nuevos mercados para favorecer la expansión de la producción nacional, lo cual acrecentaría la riqueza y el poder del soberano. Se realizaron esfuerzos para atraer la inmigración de artesanos extranjeros especializados en los sectores industriales que se deseaba potenciar; y se castigó severamente la emigración que contribuyese a difundir los secretos de producción existentes en el interior del país. Se combatió la concepción tradicional de la caridad, se crearon talleres y correccionales en los que se recluía a los pobres y se trataba de reconvertirles en súbditos disciplinados y laboriosos. Se trato de desterrar los perjuicios sociales que ensalzaban el rentismo y menospreciaba el trabajo y la inversión publica. Adopción de medidas arancelarias de carácter proteccionista. Aplicación del mercantilismo: El mercantilismo francés (Colbert), adquirió un carácter fundamentalmente industrialista (exenciones fiscales, monopolios temporales de fabricación o venta, prestamos subvencionados, contratos de aprovisionamiento del estado, privilegios honoríficos, etc.). En la mayoría de los países del continente europeo, adquirió su influencia un mayor vigor en el siglo XVIII. El caso holandés es el más atípico, su hegemonía comercial dio lugar a que los holandeses se caracterizaran por la defensa de la libertad comercial y la eliminación de todo tipo de trabas prohibiciones que entorpeciesen el tráfico. No obstante, no dejaron de recurrir a la creación de compañías privilegiadas para regular el comercio extraeuropeo, imponiendo por la fuerza el respeto a sus prerrogativas monopolísticas. Y de hecho, el modelo de estas compañías fue el que trataron de imitar los restantes países. El mercantilismo más original el ingles- tratadistas recomendaron la protección de la agricultura, la política industrial (medidas arancelarias de carácter proteccionista). Pero las mayores realizaciones del mercantilismo inglés tuvieron lugar en el ámbito comercial. Sus compañías privilegiadas alcanzaron un éxito muy similar a las holandesas, las medidas mas trascendentales fueron las destinadas al fomento de su marina nacional, materializándose en las famosas Actas de Navegación. La promulgación de dichas actas provocó el estallido de las tres guerras anglo-holandesa que tuvieron lugar entre 1652-1672. Y sus efectos minaron gravemente la hegemonía holandesa, contribuyendo a establecer el ulterior liderazgo de Inglaterra en el comercio internacional. 5 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen TEMA 2: CB: El barroco. Definición y características de la cultura barroca Barroco es un término que procede del francés baroque y que denomina el movimiento cultural y artístico desarrollado entre el siglo XVII y mediados del siglo XVIII. Actualmente, la historiografía dominante acepta la definición de cultura barroca como la cultura del siglo XVII. No es una cultura espontánea y popular, sino inducida desde el poder, una cultura dirigida, masiva, urbana y conservadora. Tampoco es una cultura ciudadana, sino urbana: se produce una cultura vulgar para masas anónimas, donde la urbe, marco privilegiado, es el gran núcleo de concentración de artistas, de poderosos y de una masa peligrosa y desarraigada. La ostentación opulenta se convierte en la norma. Es una cultura voluntaria y profundamente conservadora, pero que no rechaza lo novedoso, sino que lo desvía hacia esferas poco peligrosas. El barroco como estilo predominante sucedió al renacimiento y precedió al neoclasicismo. Sus características artísticas generales son el predominio de lo decorativo sobre lo estructural, búsqueda de sensaciones de movimiento y tensión, de la emoción antes que la belleza, predominio de lo sensual sobre lo racional, producción de sensación de espacio aéreo y profundidad e inclinación a lo espectacular y monumental. Comenzó a popularizarse en Italia y luego se extendió hacia el resto de Europa. Existen posiciones intermedias o con variantes, como en Francia, o los territorios Habsburgos centroeuropeos y de mayor intensidad en los países de la Europa monárquico – absolutista, eclesiástica, señorial y campesina. La cronología varía en función de cada país y del autor. Nace en Italia en el año 1600, tiene su máxima intensidad en las décadas centrales del siglo y va extinguiéndose cuando Europa entra en una nueva coyuntura. No obstante, los elementos expresivos barrocos se prolongan buena parte del s. XVIII o evolucionan hacia otros estilos (Rococó). Los límites entre el Barroco y el Clasicismo francés (1660-1685) tienden a difuminarse. El clasicismo francés no se explica sin el Barroco, impulsado por Luis XIV y su Corte. El universo cultural barroco, dominante en la Europa del Seiscientos, no prevalece totalmente. Existen zonas donde el Barroco no llega a cristalizar: Inglaterra y la República de Holanda poseen una cultura abierta y tolerante, cuyos grupos dirigentes están vinculados al comercio y las finanzas, y a lo que se añade el elemento religioso, ya que el cristianismo reformado limita considerablemente o prohíbe los recursos estéticos o los temas del Barroco católico. CB: Isaac 0ewton Newton, Sir Isaac (1642-1727), matemático y físico británico, considerado uno de los más grandes científicos de la historia, que hizo importantes aportaciones en muchos campos de la ciencia. Sus descubrimientos y teorías sirvieron de base a la mayor parte de los avances científicos desarrollados desde su época. Newton fue junto al matemático alemán Leibniz uno de los inventores de la rama de las matemáticas denominada cálculo. También resolvió cuestiones relativas a la luz y la óptica, formuló las leyes del movimiento y dedujo a partir de ellas la ley de la gravitación universal. Sus primeros estudios fueron realizados en el Trinity College de Cambridge. Allí entró en contacto con las obras de importantes científicos, que le servirían de base para sus futuros trabajos. En su carrera como científico muchos fueron los aportes realizados y en diferentes campos: óptica, matemática, física. Pero sin duda el mayor y más conocido fue su obra Philosophiae naturalis principia matemática, donde establece las bases de la Mecánica Clásica a través de las Tres Leyes de la Dinámica, llamadas las “leyes de Newton”. Su importancia reside en que a través de ellas se logró explicar el movimiento de los cuerpos, sus efectos y sus causas. La primera ley de Newton es “El Principio de la Inercia”. La segunda de ellas es la “ley de la interacción y la fuerza”. Mientras que la Tercera Ley de Newton es la “ley de acción-reacción”. También en su obra Principia, Isaac Newton desarrolló uno de los conceptos claves de la física moderna: la ley de gravitación universal, más conocida como ley de Gravedad, que sostiene que la fuerza gravitatoria entre dos cuerpos (por ejemplo la Tierra y la Luna) está en relación a la 6 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen masa y la distancia entre sí de los cuerpos. Con este postulado científico, Newton fue capaz de dar explicación a los fenómenos físicos observables en el universo. En sus estudios sobre óptica, Newton demostró que la luz blanca era en realidad la conjunción de una banda de colores. La demostración es el famoso experimento en que se hace pasar la luz por un prisma. Además, en su teoría general sobre la luz determinó que ésta es formada por partículas, y que la trayectoria en que se propaga es una línea recta. Isaac Newton realizó también importantes aportes científicos en otros campos del conocimiento. Desarrolló la ley de conducción térmica, realizó estudios sobre la velocidad del sonido, creó una teoría sobre el origen de las estrellas. En matemática, Newton desarrolló el teorema del binomio, y -junto con Leibniz- el cálculo integral y diferencial. CB: Características del método científico 1. Es fáctico: Es de carácter empírico, se basa fundamentalmente en hechos. 2. Transcendental: Aunque realmente parte de ellos, va más allá de mismos hechos. 3. Verificación empírica: Revisa sus afirmaciones con la realidad. 4. Autocorrectivo y progresivo: En caso de ser necesario, corrige o ajusta sus "…sus conclusiones y es progresivo ya que al no tomar sus conclusiones como infalibles y finales, está abierto a nuevos aportes y a la utilización de nuevos procedimientos y de nuevas técnicas." (Ezequiel Ander-Egg, 1962, p. 11) 5. Formulaciones generales: Aunque no pasa por alto aspectos individuales, se interesa en hechos generales comprobados como ley o clase clasificable y legal. Objetivo: Busca o persigue hallar la verdad fáctica, sin importar lo que piense sobre tal hecho el investigador. Es decir que aunque sus ideales o principios sean distintos, acepta como realidad un hecho comprobado. PD- Religiosidad barroca S. XII comienza con contraofensiva católica q asegura principios de Trento pero reparto permanece estable: católicos en Italia y España, reformados en Suecia, Dinamarca y Provincias Unidas; Imperio, Inglaterra y Francia situaciones más complicadas y conflictivas. Clima enfrentamiento religiosos> necesidad de cerrar filas. Desarrollo religiosidad católica basada en captación de masas: culto santos y reliquias, protagonismo ordenes religiosas, predominio sentimiento sobre razonamiento Ámbito católico: La reforma de la vida religiosa se inició antes del Concilio de Trento; aparecieron nuevas ramas reformadas en las órdenes ya existentes y se fundaron otras nuevas, tanto masculinas como femeninas, para dedicarse a funciones educativas y asistenciales. Se distinguen por su talante con respecto a Roma, más próximo a la autoridad papal; fortalecen el centralismo romano, la unidad de acción eclesiástica y la difusión de los contenidos de los decretos tridentinos. Los problemas doctrinales Se producen tensiones y disputas internas y externas, por ese fortalecimiento y por la falta de un tratamiento a fondo de determinadas cuestiones teológicas. No existió una suficiente clarificación teológica de la cuestión del primado pontificio. Tampoco quedó resuelta la gracia, cómo se conjuga la actuación libre y meritoria del hombre con la acción de Dios en su alma para lograr su salvación. Se prohíbe cualquier debate sobre la gracia. El contacto con pueblos y culturas diferentes a los occidentales, dar pie a discusiones como la querella de los ritos. • El quietismo, desdén hacia las obras externas y su aspiración a la contemplación continúa de la divinidad. El quietismo del XVII tiene sus orígenes en las disputas sobre la gracia, la oposición a la teología y moral de buena parte de los jesuitas. Exaltarán el abandono en Dios y la indiferencia ante el mundo, su único fin es alcanzar la contemplación. • El jansenismo, resulta de las disputas postridentinas sobre la gracia, insistían en la naturaleza corrompida del hombre y en la sola eficacia de la gracia. La consideración del valor de la gracia lleva a una mayor severidad en la calificación moral de los actos humanos. Se suman planteamientos políticos y aspiraciones sociales. Hay tres tipos de jansenistas: los que sostenían los errores teológicos, los que defendían una mayor 7 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen disciplina eclesiástica y una mayor exigencia moral; y los que oponían a los jesuitas y al centralismo romano, y defendían posiciones favorables al galicanismo y episcopalismo. Fue más teológico y estuvo vinculado a las cuestiones disciplinares y políticas. • La querella de los ritos. Tras la extensión de la actividad misionera católica aparecieron una serie de problemas; falta de información fidedigna sobre el nivel de asimilación de la doctrina y moral católicas, que chocaban en ocasiones con realidades muy diferentes, para evitar conflictos se prohibió editar relaciones imaginadas y apologéticas de los territorios de misión. Se generó un amplio debate sobre la naturaleza y modos de la evangelización en tierras orientales. Discusión sobre la calificación a determinadas ceremonias chinas y de la India, sobre la naturaleza y modos de las relaciones culturales, cuáles debían ser las actitudes y comportamientos con relación a los hábitos culturales de los recién conversos. Los ritos chinos vinculados al confucianismo, fueron rechazados por dominicos y franciscanos, declaraban como supersticiosas las prácticas rituales chinas en honra de Confucio, los difuntos y los genios protectores de las ciudades. En 1742 se condenan los ritos chinos. El efecto fue negativo para la marcha de la actividad misionera, y en la Europa católica, merma del prestigio de la Compañía. Ambito reformdo: El s. XVII fue un período de cierto estancamiento, la situación anglicana no es mejor, envuelta en los conflictos políticos internos. La expansión territorial también se estanca (excepto puritanos y cuáqueros), las Iglesias reformadas apenas se proyectan más allá de las fronteras europeas. • El luteranismo. Elaboración teológica sobre las bases de Lutero, avanzó tratando de marcar sus diferencias, con una sistematización formal y argumental muy diferente. La teología luterana se fue convirtiendo paulatinamente en una actividad profesoral y académica. Se protagonizaron controversias teológicas de interés, de contenido cristológico y la eclesiológica. Se fue abriendo paso el movimiento pietista luterano que se difundió con rapidez por el norte de Alemania. Trataba de revitalizar la fe personal e interiorizar la piedad evangélica, se necesitaba volver a una mayor dedicación al estudio de la Biblia y a revitalizar las prácticas relacionadas con el sacerdocio universal. • La Iglesia anglicana. Las fuerzas religiosas tuvieron un papel importante en los acontecimientos políticos, lograron consolidar su posición, tras superar los intentos de recatolización, la oposición de los presbiterianos y la de los puritanos. Hubo una aceptación de todas las formas religiosas protestantes, mientras que el catolicismo fue claramente rechazado. o Jacobo I desbarata el equilibrio alcanzado, su concepción absolutista del poder le hace reforzar el protagonismo de la Iglesia anglicana para de aumentar su control tanto sobre los protestantes disidentes y los católicos. En el sínodo de Hampton Court, se formalizó el reforzamiento, y puritanos y católicos, se sintieron decepcionados por el nuevo rey. Algunos exaltados decidieron entonces terminar con la vida del monarca, el descubrimiento de esta conspiración (Gun Powder Plot) provocó una reacción contra los católicos. Los protestantes puritanos se enfrentaron con las pretensiones eclesiásticas, muchos fueron encarcelados y otros marcharon a otros lugares (Provincias Unidas y colonias americanas, Mayflower). o Con Carlos I las tensiones se agudizaron hasta desembocar en guerra civil, uno de los elementos fue la oposición de Escocia a la uniformización religiosa, la imposición de los principios episcopalianos sobre el presbiterianismo escocés y la devolución a la Iglesia anglicana de las tierras ocupadas por la nobleza escocesa. En 1641 Irlanda se levantó por causas religiosas y políticas; los católicos se alzaron en armas contra los protestantes de la isla. Así inicio de la guerra civil, en las filas realistas (los Caballeros) se encontraba la Iglesia anglicana e incluso los católicos; y que en el parlamentario, los puritanos. Triunfan los parlamentaristas y se instaura el régimen republicano (Commonwealth) gobernado por Oliver Cromwell. Se impuso un estilo de vida próximo al puritanismo en Inglaterra, en Irlanda se perseguirá a los católicos. 8 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen A la muerte de Cromwell, el régimen se desmorona, hay una oposición cruzada entre los defensores de la Iglesia anglicana, la monarquía, las tendencias puritanas más radicales, y el “gobierno de los santos”. En 1660 se restaura la monarquía, Carlos II, reestablece la Iglesia anglicana. Inicialmente los católicos también vieron reconocidos sus derechos religiosos y civiles, aunque se obligaba a quienes iban a ejercer una función pública a realizar un juramento específico de rechazo del dogma católico y de aceptación de la Iglesia anglicana. o Jacobo II, trató de orientar las instituciones eclesiásticas hacia el catolicismo; por lo que tories y whigs deciden sustituir al monarca y entregar el trono Guillermo III de Orange. Elabora una Proclamación de Derechos estableciendo que Iglesia anglicana seguirá siendo la oficial, toleraran las demás confesiones protestantes, pero la Iglesia católica quedará proscrita. Por el Tratado de Limerick, se obligará a un juramento anticatólico a quienes ocupasen los escaños del Parlamento de Irlanda, así como la prohibición de tener clero y escuelas propias. • Las Iglesias reformadas en América. Los puritanos y los cuáqueros. Se establecen en la costa oriental de América del Norte, no desarrollaron ninguna actividad misionera hasta el XVIII, con la Sociedad Anglicana para la Propagación del Evangelio. o Los puritanos. Su establecimiento se produjo a finales del XVI y comienzos del XVII, en la búsqueda por parte de la Compañía de Londres de colonos y el exilio al que se vio obligada una parte de los puritanos. Los futuros colonos deberían trabajar durante varios años para la Compañía, y podrían establecerse del modo que considerasen más oportuno. La carencia de derechos para asentarse > pacto entre ellos para formalizar su propio sistema de gobierno, así aparecen las primeras colonias de Nueva Inglaterra. El centro de la América puritana será Massachusetts, que desde 1636 contará con una universidad propia, la de Harvard. Este perfil fue diferente al de las colonias de Virginia, con una vigilancia puritana sobre las costumbres y por el protagonismo de la religión en los modos de organizar las relaciones sociales y políticas. o Los cuáqueros. Tras restablecimiento de monarquía, se les obligó a elegir entre la más absoluta privacidad, la prisión o el exilio. La Sociedad de Amigos de la Verdad, quakers o cuáqueros, se mostró contrario al formalismo de la Iglesia anglicana, al control sobre los contenidos de la Biblia, a las diversiones, a la legítima defensa, y a las diferencias sociales; y abogaba por una iglesia sin dogmas, sin clero, sin sacramentos, y en la que la “luz interior” del Espíritu debía ser la única guía del creyente. Se establecieron en Pensilvania. El calvinismo. Presente en la Confederación Suiza, Escocia, zonas de Francia, oeste de Alemania, y en las Provincias Unidas. Aparece la disputa arminiana desarrollo cierta tolerancia dogmática, planteamiento teológico “probarlo todo para quedarse con lo mejor”. Defensa de la unidad de la Iglesia y relativización del dogma central, la predestinación. El enfrentamiento agudizado al trasladarse al terreno político. Fin disputas -Sínodo de Dordrecht: fijación doctrina oficial calvinista sobre gracia y predestinación, y condena cualquier desviación de la ortodoxia. o TEMA 3 PD: La obra política de Luis XIV (política interior) Con la muerte del Cardenal Mazarino en marzo de 1661 comenzó el gobierno personal de Luis XIV. Reinó durante setenta y dos años, más que cualquier otro gobernante europeo moderno, y durante cincuenta y cuatro controló personalmente el gobierno de Francia. Ha sido considerado el máximo exponente del absolutismo práctico y su poder e influencia ha llevado a los especialistas a designar la segunda mitad del s. XVII como “la era de Luis XIV”. Un acontecimiento político de gran trascendencia durante su infancia, los disturbios de la Fronda, marcaron para siempre la prioridad en su estilo de gobierno: eliminar el “desorden” e impedir la desintegración territorial y social garantizando la seguridad interior y exterior. El camino para lograrlo pasaba por construir una infraestructura estatal sólida dependiente de la Corona, reducir o en su caso eliminar todas las autoridades intermedias autónomas y 9 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen - - - - semiautónomas, incrementar la capacidad contributiva de los súbditos erigiendo un aparato fiscal y administrativo modernizado, y fortalecer el ejército permanente. Desarrollo y fortaleza administrativa formación de un aparato administrativo estatal dependiente exclusivamente del Monarca. El antiguo Consejo del Rey se había dividido desde 1661 en varios (Conseil d’en haut- asuntos politica interior y exterior, conseil de Dépêches- provincias, conseil de finances- asuntos financieros et conseil privé-competencias judiciales presidido por canciller). Colaboradores procedentes de nueva nobleza, debían su posición al rey. El núcleo de gobierno estaba representado por los cuatro secretarios de Estado(Asuntos Exteriores, Marina, Guerra y Casa Real), más el inspector general de Finanzas> más destacados, Colbert (intendente de Hacienda) y marqués de Louvois (secretario de guerra) Los intendentes. administración central debía contar con funcionarios eficientes, con Luis XIV y Colbert fueron destacados en todas y cada una de las provincias con carácter permanente. La obra quedó completada en 1689 cuando Bretaña, la provincia más celosa de sus leyes tradicionales, contó con su intendente. Sus competencias: intendentes de justicia (administración de justicia en su provincia), policía ( mantenimiento de la ley y el orden) y finanzas (responsabilidades fiscales). El control de las instituciones políticas preexistentes Esta monarquía con pretensiones fuertemente centralizadoras se superpuso a la estructura social y a las instituciones políticas ya existentes privándolas de gran parte del poder, pero no las destruyó. Los Estados Generales no volvieron a convocarse, aunque no fueron abolidos. Entre las décadas de 1660 y 1670, los parlements, los gobernadores de provincia, los gobiernos municipales y los estados provinciales experimentaron la merma gradual de su poder efectivo, sin embargo, tampoco desaparecieron. El control religioso La concepción absolutista del poder puesta en práctica por Luis XIV le hacía contemplar los asuntos religiosos como factores de comportamiento autónomo o semiautónomo que podían obstaculizar el pleno despliegue de la autoridad real. Adoptó como divisa de su quehacer en estas materias el lema de un autor popular de principios del s. XVI que resumía claramente su intención: Un Dios, una fe, una ley, un rey. Sus problemas en este terreno fueron fundamentalmente tres: la pugna por el fortalecimiento de una iglesia nacional, la cuestión jansenista y el conflicto con la minoría protestante hugonote. La afirmación del galicanismo Las relaciones entre la Corona francesa, la Iglesia católica y el papa fueron a veces extremadamente dificultosas por las libertades galicanas. Su origen databa de la Alta Edad Media y permitían a la iglesia francesa gozar de cierta independencia frente a la autoridad papal. El principal conflicto derivado de estas tensiones fue la orden unilateral de Luis XIV, materializada por sugerencia de Colbert en 1673, de extender a todo el territorio francés el llamado derecho de Regalía contemplado en el acuerdo de 1516. Consistía esta prerrogativa en que el rey podía recibir y administrar los ingresos de ciertas diócesis francesas a la muerte del obispo hasta que su sucesor prestara juramento de fidelidad al monarca. Si el juramento no se realizaba en el plazo de dos meses, los beneficios disponibles en aquellas diócesis pasarían a ser objeto de control real. La mayoría de los obispos cumplieron con los requerimientos. Pero hubo dos que expresaron su malestar en forma de protestas ante el Papado, e Inocencio XI [(1676 – 1689)] intervino en defensa de los prelados. En 1681, tras la muerte de uno de los obispos disidentes, el rey y el clero francés cubrieron la vacante, pero Inocencio XI declaró ilegítima la nominación y amenazó con la excomunión a quienes la aceptaran. La mayoría del clero francés, azuzado por el rey, protestó por lo que se consideraba una intromisión en las libertades de la Iglesia Galicana y pidieron a Luis XIV que convocara una Asamblea General del Clero donde, después de las presiones ejercidas por el rey a través del presidente de la asamblea –el obispo Bossuet—, se aprobaron en marzo de 1682 cuatro propuestas conocidas como Artículos Galicanos en los que se afirmaba la no sujeción de los reyes a la autoridad eclesiástica en los asuntos terrenales , la superioridad de los concilios frente a los papas y se abundaba en el peso de las libertades tradicionales de la iglesia francesa. Este texto, de discutible valor jurídico ya que la Asamblea no tenía las competencias de un concilio, se impuso obligatoriamente en la enseñanza de escuelas y seminarios de toda Francia. El papa 10 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen - - anuló las decisiones de la Asamblea y negó la investidura canónica a todos los nuevos obispos nombrados por el rey, lo que condujo a una situación de bloqueo tal que en 1688 treinta y cinco diócesis francesas estaban vacantes. Ese mismo año Inocencio XI excomulgó al embajador francés en Roma por abusar de su inmunidad diplomática. El rey se incautó entonces de la ciudad papal de Avignon, en octubre de 1688, y se llegó a barajar la posibilidad de que la iglesia francesa se separara de Roma. No obstante, las dificultades exteriores obligaron a Luis XIV a buscar la neutralidad del papa en los conflictos internacionales y, finalmente, la muerte de Inocencio XI, en octubre de 1689, propició la solución a un contencioso que había conmocionado la política internacional de Francia durante tres décadas. El acuerdo llegó en 1693, cuando Inocencio XII [(1691 – 1700)] reconoció a los obispos tras firmar estos una retractación. Luis XIV retiró por su parte el edicto que requería que los Cuatro Artículos Galicanos se enseñaran oficialmente. El jansenismo fue un movimiento de renovación nacido en el seno de la Iglesia a partir de una obra escrita por Cornelius Jansen, obispo de Ypres (1585 – 1638), y titulada Augustinus. Muy influenciada por los escritos de San Agustín, defendía que los seres humanos eran incapaces de alcanzar su salvación sin la gracia de Dios, siendo ésta concedida a muy pocas personas. Abogaba, además, por una disciplina eclesiástica estricta y una moral rigurosa. Con tales argumentos, los jansenistas se acercaban “peligrosamente” a las tesis de Calvino. Sin embargo, muchos encontraron atractivos los principios que preconizaba. El filósofo y matemático Blaise Pascal y el autor teatral Jean Racine fueron jansenistas. Encontró ecos favorables también en ciertos círculos parlamentarios y episcopales, y alrededor del convento de Port – Royal des Champs, cerca de Versalles, creció una próspera comunidad que abrazaba estos principios. Frente a todos ellos los jesuitas pensaban que el jansenismo negaba la responsabilidad y la libertad de los individuos. A lo largo de su reinado, Luis XIV se mantuvo siempre hostil hacia los jansenistas. Respaldado por sus confesores jesuitas, los consideraba peligrosos para la Iglesia y el Estado. En 1653, durante el ministeriado de Mazarino y atendiendo a una petición de los teólogos de la Sorbona, el papa Inocencio X [(1644 – 1655)] había emitido una bula en la que se declaraba que el Augustinus contenía cinco proposiciones heréticas. Tres años después, una Asamblea General del clero francés definió un formulario contra las tesis jansenistas que, sin embargo, fue rechazado por varios miembros del episcopado y por las monjas de Port – Royal. Finalmente, en abril de 1661 se ordenó que todo el clero francés firmara el formulario y que las monjas de Port – Royal abandonaran el convento. En 1668 se llegó a un acuerdo conocido como Paz de la Iglesia, en el que el clero jansenista y el papado aceptaban una situación de compromiso. A lo largo de las décadas de 1670 y 1680 el problema quedó relegado a un segundo plano, pues los conflictos de Luis XIV con el Papado por el asunto de la Regalía y el de los hugonotes, que más tarde analizaremos, copaban casi toda su atención. No obstante una vez alcanzada la paz con Inocencio XII en 1693, el conflicto volvió a recrudecerse. Ni las bulas papales de condena ni las persecuciones efectuadas a comienzos del s. XVIII terminaron con un foco de oposición al rey que podía convertirse en una fuerza política importante. La revocación del Edicto de 0antes La unidad confesional era para los monarcas absolutos, y en especial para Luis XIV, un requisito necesario para el fortalecimiento del Estado. Este principio convertía al edicto de Nantes (1598) y al edicto de Alés (1629), que garantizaban la armonía política y religiosa entre católicos y protestantes, en un compromiso necesariamente provisional. La minoría hugonote, a comienzos del reinado personal de Luis XIV, ascendía a poco más de millón y medio de personas de todos los estratos sociales, repartidas entre París y las regiones de Poitou, Normandía, Aunis, el Delfinado y el Languedoc. Hasta 1679 el rey aceptó la situación heredada, pero en los primeros años de la década de 1680 se hicieron esfuerzos premeditados para suprimir el culto protestante en privado y excluir a los protestantes de ciertas profesiones. Entre las causas a este cambio se suele señalar la evolución de su piedad personal, la influencia de su secreta esposa, Mme. de Maintenon, ferviente católica, pero sobre todo el deseo de demostrar al papa, tras los importantes enfrentamientos mantenidos con él, y a los países que adoptaron la Reforma, con los que estaba en guerra, que la fe del monarca era tan sólida como para expulsar a los protestantes de Francia y así fortalecer la imagen de Rey Cristianísimo. A partir de 1680, se añadieron toda una serie de decretos al Edicto 11 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen - - de Nantes que lo vaciaron paulatinamente de contenido. A esa presión legal se sumó pronto la militar. Utilizando un procedimiento tradicional que consistía en imponer el alojamiento de los soldados a los malos contribuyentes y a los súbditos rebeldes, el intendente de Poitiers, Marillac, decidió en 1681 alojar los regimientos de “dragones” en las casas de los hugonotes más ricos e influyentes. Apoyada por Louvois, la iniciativa se extendió a las regiones del sur. Ciudades y pueblos abjuraron en bloque ante el temor de que los “dragones” entraran en sus casas. A pesar de ello todavía quedaron numerosos protestantes en el reino y, finalmente, en octubre de 1685, Luis XIV revocó completamente el edicto de Nantes con la emisión de otro, el de Fontainebleau. Los templos hugonotes debían ser destruidos, los pastores expulsados del reino. El resto de fieles debían convertirse al catolicismo y se les prohibía emigrar. A pesar de ello el éxodo de los hugonotes tras la conversión forzosa se cifra en un cuarto de millón de personas, que encontraron refugio en Inglaterra, Suiza y Holanda. Muchos de los “nuevos católicos” que permanecieron en Francia se convirtieron en “resistentes”, a veces pasivos y también activos, como lo demuestra la guerra de los camisards protagonizada por antiguos calvinistas residentes en las zonas rurales de Cévennes a comienzos del s. XVIII. De cara al exterior, el Edicto de Fontainebleau suscitó en los países protestantes un gran rechazo. El control económico El problema básico a resolver era la financiación suficiente de la propia monarquía en todas sus facetas, y a este primordial objetivo se orientó la “política económica” desarrollada durante el reinado. Ésta estuvo en manos de Colbert hasta su muerte (1683). Las reformas fiscales, la reglamentación manufacturera y el fomento comercial inspirados en teorías mercantilistas fueron sus principales objetivos. La fiscalidad creación de una administración fiscal estatal que mejoraba la recaudación tributaria y en la que los intendentes eran la pieza clave. Además- otras medidas de contención del gasto y aumento de los ingresos. Colbert consiguió poner cierto orden en el erario y asegurar un presupuesto equilibrado entre 1660 y 1672, gracias a la baja intensidad de las acciones bélicas y a un conjunto de medidas encaminadas a reducir gastos. El aumento de los ingresos se propició a partir de los impuestos indirectos: principalmente gabela de la sal y derechos de aduanas sobre la circulación de las mercancías. Los impuestos directos, las tallas, que habían sufrido un brutal aumento en tiempos de Richelieu y Mazarino y que recaían exclusivamente en los campesinos, representaban en 1661 el 55 % del presupuesto, mientras que en años sucesivos supusieron entre un 31 y un 41 % del total. De 1661 a 1671 las rentas se duplicaron. Desde 1662 los ingresos exceden a los gastos y esto ocurrió todos los años hasta 1672, excepto en 1668. No obstante, con la guerra de Holanda comenzaron las dificultades financieras, que en adelante no cesarán. Los gastos son cada vez más fuertes y están ocasionados por la política agresiva del rey en Europa, la construcción de Versalles y el mantenimiento de la corte. La presión fiscal aumentó y el recurso a medios extraordinarios se generalizó a partir de 1680. Mercantilismo y colbertismo La política económica llevada a cabo por el responsable de finanzas Colbert sistematizó con relativo éxito la doctrina económica mercantilista > propició las exportaciones y la disminución de las importaciones para disponer de una reserva mayor de dinero y metales nobles. El desarrollo comercial y la protección y fomento de las manufacturas nacionales fueron los otros puntales del proyecto económico de Colbert; subvencionó a la industria, estableció aranceles para frenar la competencia exterior y controles de calidad en la producción industrial, desarrolló mercados coloniales que fueron monopolizados por los comerciantes franceses, fundó compañías comerciales ultramarinas, reconstruyó la Armada, y en el interior, puso en práctica una política de construcción de carreteras, puentes y canales.Sin embargo, muchas de estas medidas propiciaron el estancamiento de la producción ya que consolidaban estructuras económicas antiguas. Además se enfrentó con la oposición del rey, favorable habitualmente a su gestión, cuando las necesidades de la guerra se lo imponían y a la resistencia de los sectores implicados en la modernización. Tampoco logró hacer del país un mercado interior único con aduanas exteriores comunes. Por último, debe señalarse que, a pesar de que la Francia del s. XVII seguía dependiendo fuertemente de la producción agrícola –casi un 70 % de la población—, Colbert apenas dedicó atención a esta faceta de la economía, quizás porque la intervención desde el gobierno apenas ofrecía margen de maniobra. No obstante se obtuvieron algunos resultados, modestos si los comparamos con los planes de inicio. Pese al 12 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen fracaso de las compañías comerciales privilegiadas y a la forzosa retirada de los aranceles tras la paz de Nimega, consiguió aumentar el alcance la industria francesa y la calidad de sus productos. Mejoró las comunicaciones interiores –un ejemplo lo constituye el famoso Canal des deux Mers que unía el Atlántico con el Mediterráneo y que se concluyó dos años antes de su muerte— y la marina mercante prácticamente duplicó su tonelaje en dos décadas. A pesar de que se produjeron grandes retrocesos económicos tras la desaparición de Colbert (1683) –el déficit hacendístico creció rápidamente y, a la muerte de Luis XIV, Francia se encontraba sumida de nuevo en el colapso financiero—, muchos de los proyectos del más importante colaborador de Luis XIV se consumaron en el s. XVIII. La reforma militar El casi continuo estado de guerra en Europa fue para muchos soberanos la excusa para perpetuar un ejército permanentemente en armas, que al mismo tiempo se constituía en instrumento de poder dispuesto a intervenir en política exterior e interior. El ejército francés fue además modernizado a fondo. Desde la adopción de nuevas técnicas bélicas hasta la instauración sistemática de organismos para el suministro de soldadas, aprovisionamientos, armamento especializado (industria de St. Étienne) y uniformización de los soldados. Los artífices de esta modernización fueron Turenne, nombrado mariscal – general –título de nuevo cuño que le ponía a la cabeza de toda la maquinaria militar—, en 1660, Le Tellier y su hijo Louvois, los dos sucesivos secretarios de estado para la Guerra. >tenían a comienzos de la Guerra de Sucesión española cerca de 400.000 hombres en armas, casi diez veces más que el número de tropas existentes en 1660. Junto al aumento de personal, se fortaleció la disciplina y por una formación sistemática de la oficialidad educada en escuelas de cadetes. Con todo ello puede entenderse que más de la mitad de los presupuestos anuales de la monarquía se destinasen al ejército. Pero el rasgo más destacable de toda la reforma fue el sometimiento sin condiciones de los jefes militares a la autoridad de la corona, sin autonomía y libre de toda influencia no monárquica. La dirección de la guerra pasó a ser controlada por el gabinete y se privó progresivamente a los oficiales de las decisiones de campaña. La reforma del ejército fue uno de los ejemplos más evidentes del carácter innovador del reinado de Luis XIV. Política y cultura de Corte: Versalles Luis XIV no inventó la Corte. El agrupamiento de nobles, magistrados, pretendientes y pleiteantes o sirvientes en torno a la persona del rey era una constante en las monarquías europeas desde el s. XV. Lo novedoso fue la función política que comenzó a cumplir, destinada en último extremo a fortalecer la autoridad real. La Corte debía proporcionar un marco espléndido y brillante al rey y a su familia, no sólo para satisfacer la vanidad real, sino para dar expresión y fuerza a determinadas expectativas y pretensiones. Las representaciones teatrales, fiestas y bailes en los que el rey participaba personalmente no tenían sólo como objetivo fundamental entretener a la corte, sino adoctrinarla con símbolos e imágenes continuas que publicitaban la grandeza del monarca. En el mismo sentido deben interpretarse la restauración y ampliación de los palacios reales incluyendo el Louvre en París y Fontainebleau en el Loire, y sobre todo la magnífica construcción de Versalles. Versalles ayudó a confirmar la recuperación de la autoridad monárquica y allí se trasladó la Corte en 1682. Los gastos de construcción y mantenimiento supusieron, entre 1671 y 1683, un promedio del 11 % del presupuesto anual. La Corte sirvió también para atraer al entorno inmediato del rey, a la nobleza tanto de espada como de toga. Su presencia continuada ante el monarca era el único modo de que obtuvieran honores y prestigio, la llamada domesticación de la nobleza . En cualquier caso, la corte del Rey Sol y el modelo de gobierno francés influyeron como modelo y ejemplo para amplias zonas del continente. De aquella fascinación no escaparon ni los modos de vestir ni ciertas costumbres. El francés pasó a ser, desde el último tercio del siglo, una lengua universal en la que se comunicaban las elites europeas. La cultura francesa no sólo reflejaba una autorepresentación del absolutismo sino que eran elementos constitutivos de una política cultural sistemática, que ponía a la misma altura la realidad del predominio cultural y la hegemonía política. En las manifestaciones artísticas, el clasicismo francés impuso sus reglas fijas y sus principios de ordenación. Desde la arquitectura de Le Brun y Blondel hasta las obras teatrales de Molière, Racine y Corneille, el ideal del “estilo Luis XIV” dejó su huella. CB: El cardenal Richelieu 13 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen Armand Jean du Plessis, cardenal y duque de Richelieu. Prelado francés que ejerció el poder como ministro de Luis XIII (París, 1568-1642). Procedente de la nobleza de Poitou, entró en la carrera eclesiástica para evitar que su familia perdiera las rentas del Obispado de Luçon (1606). Participó en los Estados Generales de 1614, momento en que la reina regente María de Médicis reparó en su talento y le reclutó para el servicio de la Monarquía. Fue secretario de Estado (ministro) de Interior y de Guerra en 1616. Pero tuvo que dejar el cargo cuando el joven rey Luis XIII quiso tomar en su propia mano los asuntos de gobierno, desterrando a la reina madre a Blois (1617). Richelieu siguió a María de Médicis y actuó como intermediario para reconciliarla con su hijo. Fue así como se ganó la confianza del rey, que le hizo nombrar cardenal en 1622 y le tomó a su servicio como ministro principal (presidente del Consejo Real) en 1624. Durante los 18 años que transcurrieron hasta su muerte ejerció un poder omnímodo, en estrecha colaboración con el rey (circunstancia que, como era costumbre en la época, sirvió para enriquecer y enaltecer a la familia Du Plessis, introduciendo además en la corte y en la administración de la Monarquía a toda una red de clientes y amigos). En 1631 fue nombrado duque de Richelieu, dominio señorial que había adquirido diez años antes. La política interior de Richelieu consistió en reforzar el poder de la Corona, sometiendo tanto a los protestantes franceses (hugonotes) como a los nobles. Acabó con las garantías políticas que Enrique IV había concedido a los protestantes por el Edicto de Nantes (1598) para poner fin a las guerras de religión; y, tras tomar a los protestantes la fortaleza de La Rochela (1628), les impuso la Paz de Alais (1629), por la que perdían las plazas fuertes que garantizaban su autonomía política, aunque conservando la libertad de culto y la igualdad de derechos con los católicos. A los nobles tardó más en someterlos, desbaratando sucesivas conspiraciones, ejecutando a algunos de sus promotores y encarcelando a otros (como los partidarios del hermano del rey, Gastón de Orléans). La obra de Richelieu como protector de las artes y las letras tiene que ver también con el control del poder simbólico, poniendo la creación cultural al servicio de la propaganda del poder absoluto de la Monarquía: fundó la Academia Francesa (1635), sometió a su control la Universidad de París, edificó la Sorbona y el Palacio Real de París, además de interesarse por la pintura y el teatro. Fomentó la economía, entendida como fundamento del poderío de la Monarquía, a la manera de los mercantilistas; para ello fundó varias compañías de comercio y puso las bases del imperio colonial francés con asentamientos en Canadá, Guayana, Martinica, Senegal, Madagascar y la Reunión. Luis XIV y el absolutismo • • • Concepto de absolutismo El monarca es titular de un poder supremo que procedía de Dios y que ejercía de modo directo e inmediato. Todos los actos de legislación, administración y jurisdicción se apoyaban en su última instancia de poder. Límites teóricos: el derecho privado y la propiedad : División entre lo particular y lo privado. El monarca debía contar con el acuerdo del gobernado. la representación corporativa y el papel de las asambleas: cuerpos corporativos considerados miembros del reino y, en representación, tenían su parte en el gobierno. Las asambleas -cuerpos consultivos con funciones de asentimiento y reconocimiento. La mayoría ejercieron severas críticas, por esta razón, los soberanos procuraron reunirlas tan sólo cuando era ineludible. concepto de leyes fundamentales: marco de desarrollo de la doctrina de las leyes fundamentales; apelar a unos principios fundadores del orden que no se podían tocar y de los que emanaba la capacidad de hacer, dispensar o abrogar las leyes ordinarias. La modificación o desconocimiento de estas leyes por el rey, le transformaba en tirano, existiendo el legítimo derecho de resistencia del reino contra él. Las leyes sobre religión, sucesión al trono, imposición de tributos y las que se hubieran reservado a la participación de la comunidad. 14 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen • • • • • • • • Las monarquías del s. XVII no se construyeron conforme al modelo teórico. Fue una forma de Estado que tiende a absolutizar el poder. La concepción de “poder absoluto” fue instalándose en el aparato y progresivamente sobre los distintos grupos sociales. El absolutismo monárquico, no eliminó la capa de relaciones señoriales existentes, procuró absorber esta pluralidad, superponiéndose e imponiéndose a ellos. La nobleza aceptó a cambio de que se mantuviera y fortaleciera ciertos derechos señoriales. Se produjeron revueltas y revoluciones en las que todos los grupos sociales participaron> primera revolución fue en Inglaterra, en Francia movimientos subversivos y revueltas populares. La monarquía de los Austrias levantamientos de protesta popular y descontento de las clases dirigentes. Características de monarquías absolutas: fenómeno del “valimiento” o del “ministeriado : Necesitaron depositar su confianza en un ministro particular que dirigiera sus acciones de gobierno, las coordinara y supervisara. Aparece el “privado”, vínculo personal del monarca. Existencia de un “ejército permanente”, necesario debido a continuados conflictos armados, ya que con la posesión de más se demuestra la fuerza. Los estados absolutistas eran máquinas de batalla, y destinaban entre el 80 y el 90 % de sus rentas a gastos militares. Desarrollo de una “burocracia civil permanente”, que desarrollan la función pública, transición hacia la administración legal. Los cargos burocráticos son una propiedad vendible y ahí se encuentra precisamente la paradoja. La “venalidad” en los oficios públicos tenían varios objetivos; procurarse ingresos para desarrollar sus proyectos por medios extraordinarios; función política, bloqueaba la formación de los sistemas clientelares de la alta aristocracia. El rey se procuró una clientela propia. la puesta en práctica de un sistema nacional de impuestos : el desarrollo de la fiscalidad surge de la necesidad de hacer frente a los gastos bélicos crecientes. Implantación del “derecho codificado”; adopción de la jurisprudencia romana; la voluntad del príncipe tenía carácter de ley y los príncipes estaban libres de las obligaciones legales anteriores, son ideales constitucionales. Desarrollo de “diplomacia nacional”, en la Europa medieval las embajadas eran viajes de salutación, enviadas entre vasallos o entre un príncipe y un soberano. Aparece un sistema formalizado de intercambio interestatal de comunicaciones e informes diplomáticos secretos. La última instancia de legitimidad era la dinastía y no el territorio. El estado es patrimonio del monarca y puede adquirirse por una unión de personas, el matrimonio mecanismo supremo de la diplomacia y el símbolo del fin de la guerra Pensamiento político absolutista Los fundamentos admitidos para el gobierno de los ciudadanos eran la utilidad general y el derecho individual, las experiencias políticas de los autores son clave para entender los diversos planteamientos. Hay políticos pragmáticos (Jacobo I y Richelieu) y los tratadistas. La idea básica es que el hombre era libre en la situación inicial (estado de naturaleza), sometido a graves peligros, debido a múltiples y diversas causas. Esa libertad debía someterse a una autoridad, con la protección necesaria para el mantenimiento de los bienes esenciales. TRATADISTAS PRO ABSOLUTISMO: Jacques Bossuet En la “Defensa de la opción absolutista”, defendió una historia y una filosofía providencialistas, favorable a una mayor independencia del clero francés con respecto a Roma. Thomas Hobbes, sostuvo teorías mecanicistas y naturalistas, defendiendo la Regia prerrogativa. Radical pesimismo acerca del ser humano, situación caótica de lucha total de todos contra todos. El ciudadano debía entregar su libertad a un Estado, sin pedir cuentas al soberano. Promotor de la Sociología científica, aplica al comportamiento humano los mismos principios que al mundo material. LAS TEORÍAS A0TIABSOLUTISTAS. Frente al absolutismo: 15 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen • • • • • - Hugo Grocio Las teorías Iusnaturalistas sentaron las bases del derecho internacional. Se opuso al dominio del mar por parte de cualquier potencia. La guerra sólo era contraria a la Ley Natural si la fuerza se dirigía contra los principios de la sociedad, se convertía en válido para defenderse o frente a una persona que intentase usurpar los derechos de otro. Guerra justa la que se declarase con el fin de alcanzar o de restablecer los fines naturales de la humanidad, orientados a la paz. John Locke, El Liberalismo se oponía a la Monarquía de Derecho Divino y al pesimismo de su compatriota Hobbes. La soberanía residía en el pueblo y no es un poder supremo y respetable si no salvaguarda los Derechos civiles. Defiende el derecho y el deber del pueblo a la rebelión armada contra su rey por causas justas; control de los gobiernos; separación entre la Religión y el Estado.; los hombres nacían naturalmente buenos, independientes e iguales y era la tiranía del mal gobierno la causa de las diferencias sociales que lo degradaban. ORÍGE0ES DEL DERECHO I0TER0ACIO0AL escuela española de la segunda escolástica, se oponían a la jurisdicción universal del emperador y negaban al Papado cualquier tipo de poder temporal sobre los príncipes cristianos. Tiene “poder indirecto”, sólo cuando los fines espirituales estaban amenazados. Para Francisco de Vitoria, el ius gentium, sólo podía dar lugar a una relación provechosa entre los pueblos, en leyes justas para todo el orbe. El ius communicationis, es el derecho que tienen las personas a transitar de un lugar a otro y a relacionarse libremente entre sí. El derecho al comercio o a la emigración. Este planteamiento articulado sobre la legítima ocupación española de las Indias, varió tras la partición de las posesiones de Carlos V y el empuje espiritual de la Contrarreforma. La escuela jesuítica defiende el derecho de gentes dentro del derecho positivo consuetudinario. La óptica calvinista, Hugo Grocio, concluye en un principio de “ley internacional” que podía colaborar en el mantenimiento de la paz. El conflicto colonial ejemplo de fracaso de las negociaciones, podía ser “guerra justa”. La práctica del derecho internacional se fortaleció a partir de los conflictos. La Paz de Westfalia (1648), supuso la consagración del derecho internacional moderno. Se reconoció la existencia de un cuerpo de estados involucrados en un proceso de paz, por encima de los acuerdos o desacuerdos particulares. Fue una solución laica. Mazarino y la Fronda (1648 – 1653) Tras la muerte de Luis XIII, Ana de Austria consiguió la anulación del testamento con el fin de prescindir del Consejo de Regencia y depositó su confianza en Mazarino La política de Richelieu fue continuada por Mazarino, generando del mismo modo fuertes oposiciones y muchas conspiraciones, procedentes de los círculos nobiliarios, la actitud de los miembros de los parlamentos, nobleza de toga , junto con la inquietud de los grupos burgueses ante la disminución de sus beneficios económicos y la reducción de rentas que el régimen de guerra traía consigo, sin olvidar el permanente estado de crispación social de las masas populares . La Cámara de San Luis (1648-1649) o Fronda Parlamentaria El 15 de enero de 1648, Ana de Austria, acudió al Parlamento para solicitar, en sesión privada, el registro de unos edictos fiscales. Al día siguiente se anuló lo concertado en esa sesión. Ante las maniobras de Mazarino para controlar las sesiones, las Cortes presentaron el 13 de mayo el "cese de sesiones", reuniendo las cortes en una sola asamblea, que se reuniría en la Cámara de San Luis del Palacio de Justicia. Los magistrados redactaron una lista de 27 artículos, exigiendo la vuelta de los intendentes, la sumisión obligatoria de las altas de impuestos a la aprobación de las cortes y la garantía de las libertades individuales. El poder de las provincias volvió a manos de los gobernadores y magistrados locales. Tras diversas maniobras para ganar tiempo, Mazarino inició un golpe de fuerza sacando al pequeño Rey de París y asediando la capital con el apoyo militar de Concé. Los parlamentarios e asustaron por la presión militar del primer ministro y por la agitación de los ambientes populares en sus propias líneas de defensa. Por ello, llegaron a un compromiso con Mazarino, la Paz de Rueil (marzo de 1649), por la cual los parlamentarios obtenían un perdon general a 16 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen - - - cambio de no celebrar más reuniones con los tribunales soberanos. El rey regresó a París el 18 de agosto siendo acogido con gran alborozo. La Fronda de los príncipes (1650) El príncipe de Condé fue, junto con Gastón de France, el gran vencedor de la Fronda parlamentaria. Obligó a la reina a conceder los honores a su hermano Conti y a su hermana, Madame de Longueville. Una querella de prelación provocó una viva controversia entre la nobleza, la agitación que ello produjo motivó un "acto de Unión" firmado por más de 800 gentileshombres. La idea de convocar a los Estados Generales para reformar el reino empezó a fraguarse. Tras una nueva insolencia de Condé, Ana de Austria le hizo arrestar, el 18 de enero de 1650, junto con Conti y el duque de Longueville. Los príncipes fueron encarcelados en Vincennes. En revancha, en la provincia, la Fronda se reavivó. La situación sólo fue grave para el poder real en Guyena y Burdeos. Las victorias militares de Mazarino frente a los príncipes fortalecieron su posición y levantaron el recelo del Parlamento de París, que decidió exigir la libertad de los príncipes y reanudar el programa de 1648. La Unión de las Dos Frondas (Dic 1650-Sept.1651) En París, Mazarino cometió el error de negar el capelo a Gondi, impulsando al coadjutor a idear nuevas conspiraciones. En diciembre el Parlamento reclamó a la reina la liberación de los príncipes y el cese de Mazarino que, el 6 de febrero intentó huir a Saint-Germain. 10 de febrero, los príncipes fueron liberados. El 17, el Parlamento abrió un proceso contra Mazarino. Durante el curso de los meses siguientes, las reuniones informales de los gentileshombres se llevaron a cabo en París. Monsieur fue el portavoz. La nobleza pedía la intervención de los Estados Generales. Su idea era la de tener una monarquía mixta en la que la aristocracia jugara un papel principal. Estas perspectivas no satisfacían a nadie, ni a los líderes de la nueva Fronda, que estaban divididos por los conflictos internos. Condé rechazo proclamarse regente, el clero incitado por Gondi, se oponía al Parlamento. El 7 de septiembre de 1651, Luis XIV alcanzó la mayoría. El 6 de septiembre, el príncipe de Condé abandonó ruidosamente la capital opara reunirse con sus partidarios en Guyena. La Fronda del Gran Condé (Sept.1651- Agosto1653) Sin un verdadero motivo que justificara su inquina por Mazarino, se embarcó en una batalla personal. Firmó un acuerdo con los españoles, prometiendo entregarles un puerto francés: Bourg-sur-Gironde, a cambio de 500.000 escudos para llevarse las tropas. El rey y la reina tuvieron que marcharse de nuevo. En enero de 1652, Ana de Austria llamó a Mazarino. Éste negoció la lealtad de Turenne y el duque de Bouillon. Sin embargo, la vuelta inopinada de Mazarino, indignó nuevamente a París. El Parlamento puso precio a su cabeza (150.000 libras). Monsieur firmó con Condé un manifiesto en el que se pedía la expulsión del cardenal. Condé trató de sorprender a la armada real que avanzaba por Loira, pero fue detenido por Turenne en Bléneau. Ante la fatiga general, Mazarino decidió retirarse a Bouillon para calmar la situación. Dada la determinación de formar un partido dispuesto a poner orden en París, Condé dejó Francia y se fue a Flandes poniéndose al servicio de España. El 21 de octubre de 1652 Luis XIV entró, triunfante, en París. Se instaló en el Louvre, más seguro que el Palacio Real. El cardenal de Retz fue encarcelado. Condé fue desposeído de su título de príncipe de sangre real y condenado a muerte. Conti se casó con una sobrina de Mazarino para evitar la desgracia. La Gran Mademoiselle se encerró en Saint-Fargeau, donde permaneció hasta 1657. Una Cámara de justicia, en el Louvre, prohibió a los magistrados "tomar ninguna medida respecto a los asuntos del Estado". Mazarino regresó el 3 de febrero de 1653, y fue recibido con aplausos. Burdeos, última ciudad de la Fronda cayó en julio de 1653. Fin del gobierno de Mazarino (1653 – 1661) Tras la Fronda, la sensación que prevaleció en Francia fue la de cansancio. Aunque algunos nobles dieron por descontada una victoria de Condé y de los españoles, que de nuevo pondría todo en tela de juicio, la mayoría del país aceptó la reacción absolutista que siguió a la vuelta de Mazarino. Seguro de la confianza de la reina madre y de la gratitud del rey, apoyándose en un importante equipo de colaboradores, envió de nuevo intendentes a las provincias, vigiló a la nobleza y prohibió al Parlamento de París intervenir en los asuntos de Estado, particularmente 17 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen en materia fiscal. De esta manera el fracaso de las ambiciones nobiliarias y parlamentarias desembocó en el fortalecimiento del absolutismo monárquico. En el ámbito financiero, para hacer frente a las necesidades de la guerra con España continuó recurriendo a los expedientes tradicionales, ignorando la miseria de las masas populares al tiempo que personalmente amasaba una inmensa fortuna. Más poderoso que nunca, la firma de la paz con España (Tratado de los Pirineos, 1659), el perdón de Condé y la boda de Luis XIV con la infanta María Teresa (1660) constituyeron el broche final de la asombrosa carrera de Mazarino, que falleció meses después de la entrada triunfal de la pareja real en París (1661). TEMA 4: PD: Causas de la revolución de 1640 Tanto Jacobo I como Carlos I intentaron reinar de modo absolutista, práctica que imperaba en Europa, enfrentándose a un parlamento que debía aprobar la financiación de sus gastos y las decisiones importantes y a las críticas de los grandes pensadores de la época, Hobbes y Locke, que defendían el derecho a la libertad individual y el principio de soberanía que decían residía en el pueblo. El aparente trato de favor de estos monarcas hacia la iglesia escocesa y el alejamiento de un grupo de anglicanos hacia posturas más radicales a los que se llamó “puritanos” fueron los detonantes del radicalismo político, alcanzando ya una importante madurez hacia 1640. El soberano reinante, Carlos I, ante la necesidad de hacer frente a una revuelta escocesa, solicita la correspondiente financiación en el Parlamento, pero la falta de acuerdo provoca que lo disuelva tres semanas después de convocarlo. Sin embargo los parlamentarios contrarios al absolutismo del rey lo vuelven a convocar defendiendo una monarquía constitucional y no absoluta pero sin lograr acuerdos importantes. Ante la confusión existente, Carlos I intenta tomar el control del parlamento por la fuerza lo que desembocó en el estallido de la guerra civil. Del lado real, una parte de los diputados, el clero anglicano, la gran parte de la nobleza y la gentry rural. En el lado opuesto, la otra mitad del parlamento y los poderosos comerciantes y burgueses bajo el liderazgo de Cromwell, un propietario puritano de extrema religiosidad y tendencias políticas radicales. Revolución 1640 En 1637 Escocia pasa a la rebelión abierta. Será una cuestión religiosa (la implantación del Prayer Book), la que levante a los clanes escoceses que firmarán en 1638 el Covenant, un pacto solemne por el que se comprometen a defender la libertad religiosa de Escocia. Carlos presenta batalla, pero su ejército fracasa estrepitosamente y el soberano se ve obligado a negociar (Pacificación de Berwick- Primera guerra de obispos). Para proporcionarse los fondos necesarios para financiar las tropas destinadas a reprimir la rebelión, Carlos I convocó el abril de 1640 al Parlamento, pero lo disolvió al cabo de tres semanas (Parlamento corto). Segunda Guerra de los Obispos: un ejército escocés penetró en Inglaterra, derrotó al ejército real y ocupó la zona de Newcastle. Carlos negoció un acuerdo por el cual el ejército escocés permanecería allí percibiendo una cantidad diaria, hasta que un Parlamento inglés estableciera medidas satisfactorias. El Parlamento inició sus sesiones el 3 de noviembre de 1640 y estaría constituido ininterrumpidamente hasta 1653, el Parlamento Largo. Liderados por John Pym, los Comunes desarrollaron una actividad tensa y muy eficaz para sus propósitos: se promulgaron el Acta Trienal, que obligaba a la corona a convocar al Parlamento como mínimo con esa periodicidad, y otro acta que estipulaba que aquel Parlamento no podría ser disuelto sin su propio consentimiento. Las finanzas reales fueron objeto de un intento consensuado de reforma. Pero este plan no prosperó, aunque sí se estableció un nuevo Book of Rates. Tampoco hubo acuerdo en fijar el futuro de la Iglesia. Carlos obtuvo un acuerdo con los covenanters irlandeses y con este acuerdo su objetivo principal: las causas que habían motivado la convocatoria del Parlamento estaban solucionadas. Pero entonces tuvo lugar una coincidencia fatídica. Dos días después de que se reanudaran las sesiones del Parlamento tras un receso, se produjo un levantamiento católico en Irlanda. Al poco tiempo, el soberano, acusado de ineptitud a raíz de la sublevación católica de Irlanda, intentó encarcelar a los principales miembros de la oposición, lo 18 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen cual provocó la insubordinación del Parlamento y obligó a Carlos a huir al oeste de Inglaterra para unirse a sus partidarios. Tras ello, en 1642 estalló una cruenta guerra civil, que enfrentó a los realistas (Iglesia Anglicana, ciertos sectores de la burguesía y buena parte de la gentry, la aristocracia inglesa) con los partidarios del Parlamento (los pequeños propietarios agrícolas, la burguesía, el pueblo llano y los puritanos). La guerra fue larga y tuvo dos partes. I Guerra civil (1642-45): equilibrio de fuerzas> Carlos se alía con irlandeses y Parlamento con covenanters escoceses. Fracaso de numerosos contactos para imponer paz debido profundo enraizamiento de la figura del re en las sociedades del Antiguo Régimen, de modo que no era fácil pensar en un enfrentamiento a ultranza con el rey y menos aun llevarlo a la práctica. Asumir la guerra total contra el rey era difícil, pero también lo era prescindir del Parlamento. cambio drástico en la oficialidad del ejército y la creación del Ejército Nuevo Modelo, cuyos soldados, a la larga, serían sometidos a un intenso adoctrinamiento calvinista. Su eficacia en el campo de batalla resultó decisiva, como también lo fue la buena dirección política desde Westminster, a cargo de John Pym. Durante aquellos años, las dos Cámaras desmantelaron la Iglesia de Inglaterra. 1645 se produjo la decisiva victoria parlamentaria en Naseby y 1666 rendición tropas realistas en Oxford> final de la primera guerra civil. II guerra civil (1645-48): El rey se entrega a los escoceses que lo entregan al Parlamento. El Consejo del Ejército le presentó las exigentes “Proposiciones de Newcastle” (1646), presbiterianas, q reclamaban la reforma calvinista y la renuncia real al mando militar por 20 años y las más generosas Heads and Proposals (1647), que contemplaban la reforma, pero no abolición, de los obispados y mitigaban el asalto político, que aceptó sin convencimiento o bien rechazó de plano. Politización progresiva del Ejército Nuevo Modelo. Acuerdo Carlos con los escoceses para reemprender la lucha. Intento de huida de Carlos en 1647. Toma del poder por Cromwell en 1648, levantamientos en zonas rurales, en protesta por la política del Parlamento, otros pro–monárquicos- represión del ejército> segunda Guerra Civil. Depuración del Parlamento por Cromwell que hizo juzgar y ejecutar al soberano (30 de enero de 1649), suprimió la monarquía y la Cámara de los Lores y proclamó la República o Commonwealth (mayo de 1649). Carlos I de Inglaterra nace en Dunfermline, Escocia, el 19 de noviembre de 1600. Llegó a reinar Inglaterra, Irlanda y Escocia a partir del 27 de marzo de 1625 hasta el año 1649 cuando fue ejecutado. Enrique, su hermano muere repentinamente de una enfermedad (tifus) en 1612 Carlos se convierte en heredero del trono. Al morir Jacobo I el 27 de marzo de 1625 Carlos toma la corona y el 1 de mayo se casa con Enriqueta María de Francia, católica. el parlamento al ser católica, ya que se temía que Carlos levantara las restricciones impuestas a los católicos romanos. Si bien Carlos aseguró que no haría esto, mintió. La corona de Carlos se oficializa el 2 de febrero de 1626. La oposición era creciente en el parlamento y cámara de los Lores contra Carlos ya que éste desestimaba las decisiones de éste cuando no eran admitidas sus propuestas llegando a disolverlo en 1625 y a tratar de encarcelar a sus opositores con medidas y procedimientos fuera de la ley. La guerra en España no tuvo buenos resultados y sus solicitudes de fondos le eran cada vez más difíciles de conseguir por la vía legal, por lo que terminó actuando por fuera de la vía legal. Es así que nuevamente en 1626 disuelve el parlamento. Cuanto mayor oposición tenían sus propuestas más aumentaba su autoritarismo y acciones arbitrarias encarcelando opositores y llevando a cabo acciones que bajaron más aún su popularidad. Además la guerra contra España y Francia seguía bajando los fondos del reino gastando cada vez más. Esto desembocó a la tiranía absoluta de Carlos que durante once años rompió su relación con el parlamento y debido a esto debió firmar la paz con Francia y España ya que no iba a obtener más fondos para seguir con estas guerras. Sus acciones impopulares se reafirmaron cuando incrementó los impuestos apelando a nuevos y viejos de éstos que se encontraban obsoletos a fin de incrementar las arcas de la corona. 19 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen La política religiosa también fue autoritaria persiguiendo a los puritanos y reformando la religión por parte de William Laud, nuevo arzobispo de Canerbury en 1633. Se intentó en este sentido la uniformidad religiosa por medio de la Corte de Alta Comisión y la Corte de la Silla de Estrella. Medidas éstas realmente autoritarias que incluían persecución y torturas. La brecha entre el parlamento inglés y el rey se pronunció cuando el primero comenzó una campaña de denuncias contra Carlos por todos los atropellos e ilegalidades llevadas a cabo durante su reinado. Fue así que se fueron acumulando las condiciones para la revolución inglesa. Carlos tenía en 1642 el control de la zona norte y oeste de Inglaterra y el parlamento controlaba Londres y el sur. La guerra civil comenzó el 25 de octubre de 1642 terminando con la entrega y derrota de Carlos por parte de los presbiterianos. La segunda guerra civil advino cuando Carlos logra acordar con los presbiterianos escoceses e invaden Inglaterra pero fueron derrotados finalmente en la batalla de Preston en agosto de 1648. El 30 de enero de enero de 1649 Carlos es decapitado. República de Cromwell Tras la muerte de Carlos I, el Parlamento depurado por Cromwell declara la República (commonwealth). Hay que tener en cuenta que, al final de la guerra, Cromwell había depurado el parlamento, que a la sazón trataba de llegar a un acuerdo con el rey para restablecer la monarquía. 45 diputados son detenidos y más del doble expulsados. El Parlamento, se ve reducido así a 60 miembros, todos ellos de las Iglesias independientes. Será conocido como el Rump Parliament. Se elimina también la cámara de los Lores, y se crea un Consejo de Estado cuyos miembros son elegidos por la Cámara de los Comunes. Este Consejo, del que Cromwell es sólo un miembro más, decidirá en materia de política exterior e interior. El poder está pues, en manos de una oligarquía religiosa con apoyo del ejército, también “purgado” de elementos subversivos. Este gobierno debe hacer frente a numerosos conflictos, internos y externos: - En Irlanda, Cromwell entra a sangre y fuego. En un ataque ordenado por el Parlamento contra la población católica sublevada entra en Drogheda y extermina a su población. Los propietarios de las mejores tierras son expulsados, y en su lugar se coloca a protestantes. El ejército inglés, en manos de Ireton seguirá en Irlanda hasta 1652 para controlar todo el país. - También debe frenar las revueltas en Escocia, cuyo parlamento había nombrado rey a Carlos II, hijo del monarca decapitado. Carlos II marcha sobre Inglaterra, pero no encuentra el apoyo esperado y es derrotado por Cromwell en la batalla de Worcester, en 1651. Escocia es sometida al vencedor, que la priva de autonomía y la vincula a Inglaterra. - Hay que añadir la primera guerra anglo-holandesa, en 1652 que es corta y poco decisiva. Problemas comerciales desatan esta guerra, que gana la armada inglesa. Durante este periodo, el Parlamento se muestra ineficaz, y sus continuas tensiones con el ejército (recordemos, fiel a Cromwell), hacen que éste decida deshacerse de él. Se establece un nuevo consejo de Estado, que elige al Parlamento. Este Parlamento tampoco funcionará, y para evitar la anarquía el propio Parlamento se disuelve y el Consejo nombra a Cromwell Lord Protector (1653). Cromwell ostentaría el poder absoluto durante cinco años, hasta su muerte (no provocada) en 1657. Cromwell será jefe del ejército y del Estado, pero estará sometido al control de un Consejo en el ejercicio del poder ejecutivo, y de un Parlamento elegido cada tres años en el poder legislativo. El Consejo está formado por leales de Cromwell y las elecciones a Parlamento trucadas, por lo que el régimen no encuentra, en realidad, ninguna oposición. Los ingleses aceptan este despotismo a regañadientes, puesto que quieren evitar, por encima de todo una nueva guerra civil. Además, Cromwell será escrupuloso con la política religiosa (libertad de la que están excluidos los católicos), y de cara al exterior será el paladín del protestantismo en el exterior (participará del lado de Francia en la guerra que ésta mantiene con España). CB: Oliver Cromwell Oliver Cromwell. Cromwell provenía de una familia de dinero del medio rural. Era protestante independiente (puritano) y fue diputado desde 1628, aunque su carácter rígido e intransigente, le habían apartado siempre de las esferas de poder. Sin embargo, la guerra le 20 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen permite demostrar sus dotes militares. Reorganiza el ejército, que le será muy fiel, y va ganando poder durante el conflicto, hasta erigirse como líder indiscutible a su fin. 1599- 1658 Político inglés. Educado en un ambiente protestante puritano y hondamente anticatólico, en 1628 fue elegido miembro de la Cámara de los Comunes, disuelta al año siguiente por el rey Carlos I. Entre 1629 y 1640, el monarca inglés gobernó sin el Parlamento, impuso una política absolutista y aumentó los privilegios y las prerrogativas de la aristocracia en perjuicio de los intereses de la naciente burguesía. En 1640, el rey se vio obligado a reinstaurar el Parlamento, en el que Cromwell, como representante de Cambridge, destacó por su defensa del puritanismo, su oposición al episcopalismo de la Iglesia de Inglaterra y sus ataques a la arbitrariedad real. Al poco tiempo, el soberano, acusado de ineptitud a raíz de la sublevación católica de Irlanda, intentó encarcelar a los principales miembros de la oposición, lo cual provocó la insubordinación del Parlamento y obligó a Carlos a huir al oeste de Inglaterra para unirse a sus partidarios. Tras ello, en 1642 estalló una cruenta guerra civil, que enfrentó a los realistas (Iglesia Anglicana, ciertos sectores de la burguesía y buena parte de la gentry, la aristocracia inglesa) con los partidarios del Parlamento (los pequeños propietarios agrícolas, la burguesía, el pueblo llano y los puritanos). En ese momento, Cromwell, hombre práctico y dotado de gran talento militar, organizó un ejército revolucionario, el New Model Army, y, tras sufrir algunos reveses, consiguió por último vencer a las tropas realistas en Marston Moore (1644) y Naseby (1645). Un año más tarde, la captura de Carlos I suscitaba un serio conflicto entre el Parlamento, favorable a la restitución del monarca en el trono controlando su poder, y el ejército puritano, decidido a librarse del rey y controlar la Cámara de los Comunes. Aprovechando el intento de huida de Carlos (1647) y tras haber depurado el Parlamento (1648), Cromwell hizo juzgar y ejecutar al soberano (30 de enero de 1649), suprimió la monarquía y la Cámara de los Lores y proclamó la República o Commonwealth (mayo de 1649). Durante los años siguientes, realizó dos campañas para someter a los católicos irlandeses (16491650) y en las batallas de Dunbar y Worcester (1650-1651) aplastó a los realistas escoceses, que habían proclamado rey a Carlos II, primogénito del soberano ajusticiado. La Cámara de los Comunes trató esforzadamente de controlar al ejército, pero todo fue en vano: en 1653, Cromwell la disolvió, cedió el poder legislativo a 139 personas de su confianza y tomó el título de lord protector de Inglaterra, Escocia e Irlanda, con poderes más amplios que aquellos de que había gozado el monarca. Durante su mandato reorganizó la hacienda pública, fomentó la liberalización del comercio, a fin de asegurar la prosperidad de la burguesía mercantil, promulgó el Acta de Navegación (1651), a través de la cual impuso a los Países Bajos la supremacía marítima inglesa, derrotó a las Provincias Unidas (1654), arrebató Jamaica a España (1655), persiguió a los católicos y situó a Inglaterra a la cabeza de los países protestantes europeos. A su muerte (3 de septiembre de 1658), sin embargo, la República se vio inmersa en un período de caos, que acabó con la restauración de la monarquía en la persona de Carlos II por parte del Parlamento (1660). A pesar de su prudencia, el nuevo monarca no dudó en ordenar la exhumación del cadáver del hombre que había firmado la sentencia de muerte de su padre, para cortarle la cabeza y exponerla en la torre de Londres. Carlos II Tras la breve pausa del gobierno del hijo de Cromwell, el país estaba de nuevo en dificultades por el resurgimiento del enfrentamiento entre republicanos y monárquicos. La situación estaba en manos del ejército, cuyo jefe principal —George Monk— conocía sus proyectos hasta el último detalle. Aunque estaba al frente de las milicias de Cromwell, Monk creyó oportuno ponerse de parte de Carlos II, marchó sobre Londres y restauró el poder monárquico (mayo de 1660) aunque sólo en apariencia iba a recuperar su forma absolutista. Durante el reinado de Carlos II siguió incrementándose la eficiencia de la flota, de favorecer el desarrollo de los tráficos comerciales. La confrontación entre anglicanos y puritanos estaba configurando un país más preciso por la simultánea consolidación de los dos partidos —el de los tories y el de los whigs—. Las provocaciones de los whigs permitieron a Carlos II disolver el Parlamento en que eran mayoritarios (1681)y descubrir un complot contra su persona y contra 21 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen su hermano, el duque de York y el heredero al trono, con la consiguiente condena de algunos whigs (1683). Las cuestiones religiosas, unidas al problema de las alianzas exteriores, crean nuevas dificultades. Carlos II (1660-1685), educado en la corte de Luis XIV, es pro-católico pero se esforzará por conciliar sus tendencias con las del Parlamento, y mantiene así el trono pese a las numerosas dificultades con las que se encuentra (1655-1666: Epidemia de peste en Inglaterra e incendio de Londres; 1665-1667: Segunda guerra anglo-holandesa. Paz de Breda: Nueva Ámsterdam (New York), holandesa, se otorga a Inglaterra a cambio del Surinam). A partir de 1668, el rey, que hasta entonces se había mostrado muy prudente, se inclina por una política personal, marcada por la alianza con Luis XIV y la tolerancia hacia los católicos.En 1670 firma secretamente el Tratado de Dover con Luis XIV, por el que Inglaterra apoya a Francia en la guerra contra Holanda. Da comienzo la tercera guerra angloholandesa. El rey levanta las leyes contra los católicos y esta permisividad exaspera al Parlamento, que ve en ella el restablecimiento del papismo. Además, mientras Holanda es un rival comercial, es una potencia protestante, mientras que Francia es decididamente católica, y también potencia económica rival. Tras algunas derrotas navales significativas, Carlos debe firmar finalmente la paz con Holanda. JACOBO II Rey de Inglaterra, Escocia e Irlanda, perteneciente a la dinastía Estuardo (Londres, 1633 Saint-Germain-en-Laye, 1701). Era el segundo hijo de Carlos I. Durante la revolución parlamentaria de 1642, que terminaría con la ejecución de su padre, Jacobo fue hecho prisionero; pero consiguió huir al extranjero en 1648. Tras la restauración de la monarquía en la persona de su hermano, Carlos II (1660), fue nombrado almirante y se distinguió en las guerras navales contra Holanda. En 1671 se convirtió al catolicismo, por lo que fue destituido de sus cargos públicos en virtud de la Ley del Test, que excluía a los que no fueran anglicanos del servicio de la Monarquía (1673); incluso tuvo que huir de Inglaterra a raíz del descubrimiento de una conspiración católica en 1678. Sin embargo, su hermano impidió que el Parlamento le apartara de la sucesión, de modo que, al morir éste en 1685, Jacobo accedió al Trono. En 1687 eliminó las discriminaciones legales contra los católicos, implantando una amplia tolerancia religiosa. Ello le enfrentó con la Iglesia anglicana y con el partido tory, que vinieron a unirse a la oposición radical de los whigs contra las tendencias absolutistas de los Estuardo; estas posturas se endurecieron cuando el nacimiento de un príncipe heredero (Jacobo III) pareció asegurar la continuidad de una dinastía católica. Los líderes protestantes ingleses, que dominaban el Parlamento, lanzaron una revolución en defensa de la monarquía parlamentaria y de la preeminencia de su religión en 1688, e invitaron al estatúder de las Provincias Unidas de los Países Bajos, Guillermo III de Orange, a disputarle el Trono a Jacobo (alegando los derechos que le pudieran corresponder por estar casado con la hija primogénita de éste, María II). Guillermo desembarcó en Inglaterra y, apoyado por las fuerzas parlamentarias, arrebató el Trono a Jacobo; éste intentó recuperarlo desde Irlanda, pero fue derrotado en la batalla de Boyne (1690). Tras la Capitulación de Limerick (1692) se exilió en Francia, donde pasó el resto de su vida intentando recuperar el Trono inglés; pero sólo después de su muerte fue coronada una hija suya, Ana I Revolución Gloriosa Carlos II muere sin descendencia y llega al gobierno su hermano Jacobo II. Católico, intenta la restauración oficial del catolicismo. Sin embargo, Jacobo se encuentra con la violenta oposición del Parlamento, en la que se unen tanto whigs como tories. Los anglicanos se defendieron frente al eventual retorno de las fuerzas del catolicismo y se hizo más preocupante con el nacimiento del hijo del rey en 1688. Jacobo II proclamó en abril de 1687 una declaración de Indulgencia a favor tanto de los disidentes como de los cuáqueros y de los católicos y pretendió que los obispos anglicanos la hicieran leer públicamente lo que provoco diversas detenciones ante la negativa de alguno de ellos. 22 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen Con el nacimiento inesperado de un heredero, los Comunes ven el peligro de que se perpetúe la línea católica (frente a las hermanas del neonato, ambas protestantes), y deciden ofrecer la corona a Guillermo III de Orange, sobrino de Jacobo II, casado con su hija María y príncipe holandés. Invocando “la religión protestante y un Parlamento Libre”, Guillermo hace su entrada triunfal en Londres. Es la incruenta Revolución de la Gloriosa. Por su parte, Jacobo huye a Francia donde es acogido por Luis XIV. En 1677 la hija primogénita de Jacobo II fue casada con el estatúder Guillermo III de Orange, ella anglicana y él calvinista y tras la absolución de los obispos incriminados por Jacobo II, tanto entre los tories como entre los whigs maduró la iniciativa de recurrir a estos príncipes para que ocupasen el trono inglés. Dos elementos contribuyeron al éxito de tal apelación: • la irritante intervención de Luis XIV para impedir la marcha de Guillermo III • y el hecho de que cuando éste desembarcó en Inglaterra (noviembre de 1688), Jacobo II no lo resistió y fue a refugiarse a Francia. Se alcanzó la “revolucionaria” solución de febrero de 1689 que estableció que una nación protestante no podía tener como soberano a un rey católico y según la cual Jacobo II había violado el contrato fundamental que había con el pueblo y por consiguiente el trono estaba vacante. Conciliando el derecho divino y hereditario de la monarquía se estableció que fuesen coronados tanto María como Guillermo, en virtud de la voluntad del pueblo. Guillermo, siguiendo a sus consejeros, no usurpa el trono por la fuerza. Disuelve el Parlamento y convoca uno nuevo, que será el encargado de tomar una decisión. El nuevo Parlamento redacta una carta de derechos Bill of Rights, que el soberano ha de firmar reconociendo los derechos de cada poder. El trono es declarado vacante y Guillermo y Ana coronados rey y reina. La firma de esta Carta significa, en la práctica, el comienzo de la monarquía parlamentaria inglesa. Consecuencias de la Revolución: • División de poderes (legislativo-ejecutivo) y reconocimiento de ciertas libertades y prerrogativas como la libertad de imprenta. Se protege el poder del Parlamento y la inamovilidad de los jueces. • Inglaterra, aliada con Holanda, se convierte en la primera potencia comercial y capitalista del mundo, entrando en pugna con Francia. La hegemonía marítima pasa a Francia. CB: Guillermo III Estatúder de Holanda y rey de Inglaterra (La Haya, 1650 - Londres, 1702). El príncipe de Orange era hijo póstumo de Guillermo II de Nassau (que había sido estatúder en 1647-50). En 1672 fue elegido estatúder de las Provincias Unidas del norte de los Países Bajos, cargo equivalente al de rey. Nada más acceder al poder hubo de afrontar una guerra contra las dos potencias europeas vecinas, Inglaterra y Francia. Consiguió la retirada del ejército francés que había invadido Holanda (1672-73) y la paz con Inglaterra (1674). Mediante su matrimonio con la hija del heredero de los Estuardo (el futuro rey Jacobo II de Inglaterra) en 1677, invirtió las alianzas, formando una coalición europea opuesta a la hegemonía de la Francia de Luis XIV, a la que obligó a garantizar la independencia de los Países Bajos (Paz de Nimega, 1678). El prestigio alcanzado le facultó en 1688 para ser llamado por los protestantes ingleses para encabezar un ejército en contra de su rey Jacobo II, temerosos de que restaurara el catolicismo en sus territorios. Así, entró en Inglaterra en 1688 y fue favorablemente acogido por la nobleza, dando inicio a la llamada Revolución Gloriosa, lo que obligó a Jacobo II a refugiarse en Francia. El Parlamento inglés hizo aceptar a Guillermo la Declaración de Derechos un año más tarde, con lo que ya pudo ser coronado rey, podía alegar derechos al Trono tanto por ser nieto (por parte de madre) de Carlos I de Inglaterra como por estar casado con María Estuardo.. El nuevo soberano fue favorablemente recibido por los escoceses, pero no así por la católica Irlanda, que hubo de ser invadida y vencida en la batalla de Boyne (1690), a pesar de lo cual hubo repetidos intentos por parte de Jacobo II por retomar el trono, con apoyo francés. La presión de Luis XIV de Francia obliga a Guillermo a inscribirse en la Liga de Augsburgo, con la que participará durante años en las guerras continentales. La paz de Ryswick en 1697 le resulta favorable, por cuanto Luis XIV le reconoce como rey de Inglaterra y le devuelve los territorios conquistados. 23 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen La muerte sin descendientes de Carlos II de España (1700) y la aceptación por Luis XIV de la herencia española para la Casa de Borbón desencadenó un nuevo conflicto: Guillermo III se enfrentó otra vez a las ambiciones francesas formando una nueva coalición con los Habsburgo contra la candidatura de Felipe V; pero murió cuando realizaba los preparativos militares para la Guerra de Sucesión Española (1701-14). Poco antes de morir, Guillermo aprobó la Ley de Asentamiento (1701), que excluía del Trono inglés a los católicos, por la cual, si bien a Guillermo III le sucedió Ana I Estuardo (hija de Jacobo II), al morir ésta la Corona recaería sobre la Casa de Hannover.Por otro lado, su gobierno se dejó notar menos en política interior, más controlada por el Parlamento. Éste introdujo grandes reformas, como la creación del Banco de Inglaterra, la libertad de prensa, etc. Las Actas de 0avegación inglesas fueron una serie de leyes que, comenzando por la dictada el 9 de octubre de 1651, restringieron el uso de barcos extranjeros en el comercio de Inglaterra (más tarde Gran Bretaña y sus colonias). Surgieron como consecuencia de la Revolución de 1648, en respuesta al conflicto económico. El resentimiento contra estas leyes motivó las guerras anglo-holandesas y la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos. Estas leyes establecen: * que todas las colonias estuvieran subordinadas al Parlamento (lo que permitiría una política imperial coherente); * Se prohibía cualquier desarrollo industrial de las colonias capaz de competir con el de Inglaterra; * que el comercio con las colonias estuviera monopolizado por los navegantes ingleses. De esta manera, se cerró el imperio a la navegación extranjera. Hasta entonces, Holanda tenía el monopolio del mar. El gobierno de Oliver Cromwell pretendía de esta manera proteger a los comerciantes y armadores ingleses. Perjudicados por la Ley de Navegación los holandeses declaran la guerra a Inglaterra, pero han de firmar la paz ante la superioridad de los ingleses. Esta legislación señaló la trasición de una organización basada en compañías monopólicas a una integración total del comercio del país basada en el monopolio nacional. Los ingresos aduaneros de Inglaterra aumentaron más de tres veces y media entre 1643 y 1659. Al finalizar el siglo eran diez veces lo que habían sido al comenzar TEMA 5: PD: Las revueltas de 1640 en la Monarquía de España. Década de 1640 > período de revueltas que condujeron a una situación verdaderamente crítica sublevaciones de Cataluña, Portugal, Andalucía, Aragón, Nápoles o Sicilia Cataluña > desde la declaración de guerra a España por Francia en 1635, importante centro estratégico. • negativa a reclutar tropas y reunir subsidios expresada en las Cortes de 1626 y años siguientes. • cuando se plantearon las operaciones militares de 1639, Olivares y sus consejeros eligieron deliberadamente Cataluña como frente desde donde combatir a Francia para forzarla a contribuir en el esfuerzo bélico> a raíz de la campaña de Salces, Cataluña obligada a reclutar tropas y ejército real de 9.000 hombres pasó el invierno en el Principado como preparación para la campaña de primavera de 1640. El alojamiento del ejército vulneraba las Constituciones catalanas. • febrero de 1640 Olivares ordenó firmes medidas para el abastecimiento y el pago de las tropas y para nuevos reclutamientos. Por su negativa a colaborar fueron encarcelados un miembro de la Diputación y dos del Consejo Municipal de Barcelona. • principios de mayo los campesinos de las regiones occidentales de Gerona y la Selva atacaron a los tercios y se desató la violencia. A fines de mes las fuerzas campesinas se infiltraron en Barcelona. Allí se les unieron los segadores, trabajadores temporeros, que pronto tuvieron a la ciudad a su merced y mataron al virrey, marqués de Santa Coloma, en el puerto de Barcelona cuando embarcaba para huir (Corpus de la Sang). El vacío político y la revuelta popular indujeron a la Generalitat a convocar una Junta de Braços 24 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen que, bajo la dirección del diputado eclesiástico Pau Clarís, transformó el levantamiento en un movimiento político contra el gobierno de la Monarquía. • ante la radicalización de posturas, los dirigentes de la rebelión fueron incapaces de gobernar Cataluña independientemente, y por iniciativa de Pau Clarís y Francesc Tamarit solicitaron la protección francesa, colocándose bajo el gobierno de Luis XIII el 23 de enero de 1641. Desde entonces Cataluña se convirtió en un teatro de operaciones francesas. Las quejas de los catalanes se volvieron ahora contra Francia. • A mediados de 1651 el ejército español, guiado por don Juan José de Austria, asedió Barcelona. Los franceses fueron incapaces de proporcionar ayuda a la ciudad, que se rindió el 13 de octubre de 1652, aceptando la soberanía de Felipe IV y a don Juan como virrey, a cambio de una amnistía general y de la promesa del rey de observar las constituciones. Portugal - problema fiscal al no proporcionar unos ingresos regulares a la hacienda y Olivares deseaba tropas de Portugal para acabar con la rebelión catalana. La nobleza portuguesa se negó a servir fuera de su país y en otoño de 1640 algunos de sus miembros empezaron a tramar la revuelta, depositando su confianza en don Juan de Braganza, que podía alegar derechos dinásticos al trono portugués y se había convertido en un símbolo de la unidad nacional. Apremiado por un grupo de nobles destacados, y contando con el apoyo de los influyentes jesuitas y de las clases populares, el 1 de diciembre de 1640 fue proclamado rey con el nombre de Juan IV de Portugal. Después de unos años de enfrentamientos, en 1668 la viuda de Felipe IV tuvo que reconocer la independencia de Portugal. Andalucía una conspiración nobiliaria protagonizada por dos miembros de la familia Guzmán pretendió proclamar rey al duque de Medinasidonia siguiendo un plan concebido por el marqués de Ayamonte. Descubierta ésta, Medinasidonia fue confinado en Castilla la Vieja y ejecutado en 1648. Reino de Aragón -En 1641 se destituyó al virrey, duque de Nochera, por su simpatía a la rebelión catalana. En 1643 la permanencia de un ejército provocó la matanza de los soldados valones en Zaragoza. En 1648 fue desarticulada la conspiración del duque de Híjar, un aristócrata gallego que había heredado un título aragonés y pretendía proclamarse rey de Aragón. La conspiración fue descubierta y el duque de Híjar condenado a prisión perpetua en el castillo de León. El reino de Valencia 1646 – 1648 situación calificada por Molas de “prerrevolucionaria”, por la confluencia del esfuerzo de la guerra, la incidencia del bandolerismo y la lucha de las facciones oligárquicas de la capital. Pero en este caso la hábil actuación del virrey, conde de Oropesa, consiguió desactivar una situación conflictiva en la que abundaron las incitaciones a la rebelión siguiendo el ejemplo de Nápoles y Sicilia. 3avarra en 1648 el capitán Miguel de Itúrbide, caballero de Santiago, enarboló la bandera del legitimismo de los Albret, duques de Bearne, - intentona separatista sin seguidores ni éxito. La revuelta de Palermo mayo de 1647 como un motín de subsistencias, que derivó hacia reivindicaciones sociales y políticas contra los privilegios nobiliarios y el gobierno municipal. La habilidad del virrey, marqués de los Vélez, permitió el control de la situación el mismo año, si bien no quedó definitivamente zanjada hasta la promulgación de una amnistía general en 1648. Revuelta de 3ápoles de 1647 - carácter social en su primera fase, dirigida por el líder popular Massaniello. El asesinato de éste abrió paso a un movimiento independentista que llegó a proclamar una república napolitana con ayuda francesa. Sin embargo, las tropas españolas guiadas por don Juan José de Austria consiguieron sofocar la revuelta en 1648. PD: La hegemonía internacional de Luis XIV En 1661, tras la muerte del cardenal Mazarino, comienza el largo reinado personal de Luis XIV (1643-1715), caracterizado en el ámbito internacional por un expansionismo agresivo, que acabaría reuniendo en su contra a la mayoría de los soberanos europeos. La hegemonía de Francia tuvo como contrapartida, sobre todo en las últimas décadas del reinado de Luis XIV, el 25 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen empobrecimiento de muchos sectores sociales y zonas geográficas del país, a pesar de ostentar la primacía demográfica y económica europea. La política exterior de Luis XIV tuvo su origen en la necesidad de reforzar la defensa continental de Francia, las aspiraciones del rey sobre los territorios del decadente imperio español y el ansia de gloria, una obsesión plenamente coherente con su mentalidad absolutista y el ideal clásico que domina la cultura francesa durante aquellos años. El poderío internacional de Francia, que culmina en el reinado de Luis XIV, se asienta sobre la política de reforzamiento del poder real emprendida por Enrique IV y proseguida por los cardenales Richelieu y Mazarino. A esto se suma la buena organización burocrática y la eficacia administrativa del aparato estatal. Durante este período, se produjo la creación de sucesivas coaliciones internacionales en su contra, tanto de los enemigos tradicionales –como España, Holanda, Inglaterra o el Imperio— como de soberanos católicos con protestantes, consecuencia de la secularización y los principios “estatalistas” que comenzaban a dominar la escena internacional. Se pueden distinguir dos fases en el reinado de Luis XIV: la primera, hasta entrados los años ochenta, dominada por las iniciativas centralizadoras de la maquinaria estatal y la guía económica de Colbert, con una coyuntura, en general, favorable. A partir de entonces, la segunda y última fase, en la que fueron más frecuentes los inviernos largos y fríos, las malas cosechas y el hambre. El incremento del esfuerzo bélico hizo crecer la presión fiscal y el malestar de los franceses Durante el primer periodo, se suceden una serie de intervenciones diplomáticas y militares que van configurando la hegemonía internacional francesa. Así, tras la muerte de Felipe IV (1665), la guerra de Devolución (1667 – 1668), durante la que se produjo la ocupación de amplias zonas de los Países Bajos, así como la totalidad del Franco Condado. Ante esta agresión, se constituye la Triple Alianza de La Haya y la posterior firma del tratado de Aquisgrán (1668), seguido de la guerra contra las Provincias Unidas (1672) y la formación de la Triple Alianza en 1674. Finalmente, la paz de Nimega (1678 – 1679) supuso un gran triunfo para Holanda, que recuperó la totalidad de su territorio y logró la abolición de las tarifas proteccionistas francesas de 1667. Pero, sobre todo, benefició a Francia, a costa esencialmente de España, que perdió el Franco Condado. Entre la paz de Nimega y la tregua de Ratisbona (1684) se produce el punto culminante del predominio de Luis XIV. Desde 1679 se desarrolla un ambicioso plan de ocupación territorial, basado en las imprecisiones de la paz de Nimega, que concedía a Francia una serie de territorios con sus “dependencias”.Se lleva a cabo la política de las “reuniones”, consistente primero en la reivindicación jurídica, a través de las Cámaras de Reunión, y la posterior ocupación de todos los territorios que, en algún momento, hubieran formado parte de cualquier circunscripción de las que pertenecían a Francia, con la finalidad de anexionarse la orilla izquierda del Rin, en perjuicio de posesiones españolas y territorios alemanes. Por dicho método, las tropas de Luis XIV ocuparon diversas zonas de los Países Bajos y Luxemburgo, siendo la anexión más simbólica la de la ciudad libre de Estrasburgo. La reacción del resto de Europa fue la constitución de una coalición defensiva, integrada por las Provincias Unidas, Suecia, el emperador y España (1682). Al año siguiente, sin embargo, ante la invasión de los Países Bajos, sólo España declaró la guerra a Francia, que respondió atacando los Países Bajos, Luxemburgo y Cataluña. Ninguno de los aliados de España intervino, ya que las Provincias Unidas habían firmado una tregua, y el emperador estaba empeñado en la lucha contra los turcos, que habían atacado Viena en 1683. La permisividad ante Luis XIV y el deseo de evitar una guerra llevaron a la tregua de Ratisbona (1684) que acordó una tregua general de 20 años y reconoció a Francia la libre posesión de los territorios incorporados en virtud de las reuniones. En la segunda mitad de los ochenta se produce un giro antifrancés debido a la convicción de los gobernantes europeos de la necesidad de oponer un frente sólido a la agresiva política gala. Una serie de factores favorecen esta situación: el triunfo del Emperador frente a los turcos que permitió una mayor intervención de Leopoldo I en la política europea; la anulación del edicto de Nantes (1685) por Luis XIV, que provocó la indignación generalizada en los países protestantes; la segunda revolución inglesa, que expulsó del trono, en 1688, al católico Jacobo II, inclinado hacia el absolutismo, colocando en su lugar a su hija María y a su 26 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen yerno holandés, Guillermo III de Orange, lo que propiciaba la colaboración antifrancesa de las dos potencias marítimas. En 1686 surge la Liga de Augsburgo, que agrupaba al emperador y una serie de príncipes alemanes (los electores de Baviera, Sajonia y el Palatinado) junto con España y Suecia. Más adelante, se unirían a la coalición Brandeburgo, Inglaterra, las Provincias Unidas y el papa, enfrentado con Francia por la pugna en torno a las regalías galicanas; por último, en 1689, se sumaría Saboya. El conjunto de pactos entre los diversos participantes del bloque antifrancés constituyen la base de la Gran Alianza. La intervención de Luis XIV en la sucesión del obispo – elector de Colonia y la invasión del Palatinado fueron los detonantes de la guerra de los Nueve Años que se desarrolló como una prolongada lucha de desgaste en diversos escenarios europeos y coloniales. En el curso del conflicto, Francia se enfrentó a serias dificultades financieras, económicas y humanas. El agotamiento de los contendientes llevó a una serie de negociaciones que desembocaron en la paz en 1697. Por el tratado de Ryswick, Luis XIV se vio obligado a hacer concesiones a los aliados: la más dura para su orgullo, el reconocimiento como rey de Inglaterra de Guillermo III de Orange, abandonando al pretendiente Estuardo. Se restableció el orden de Nimega: Francia se vio obligada a devolver todas las anexiones hechas con la política de reuniones, a excepción de Estrasburgo, así como las conquistas realizadas en el curso de la guerra. Las Provincias Unidas consiguieron condiciones favorables de comercio con Francia y el derecho a establecer guarniciones en una serie de ciudades de los Países Bajos españoles, con lo que lograban crear una franja defensiva frente a Francia. Saboya, por su parte, recibió la fortaleza de Piñerolo, que había permanecido en manos francesas desde 1631, así como la más reciente posesión gala de Casale, con lo que Francia perdía sus posesiones en Italia. Finalmente, la paz resultó favorable a España, que recuperó Luxemburgo y los territorios y plazas conquistados después de Nimega. Ryswick supuso un primer retroceso en la trayectoria triunfal de Luis XIV y un importante triunfo de la coalición general contra su política. Fue una paz blanca, una especie de tregua que sustituía el predominio francés por un esbozo de equilibrio europeo en el que al peso de Francia, que seguía siendo la potencia más fuerte, se contraponía el fortalecimiento de Austria e Inglaterra. CB: La Triple Alianza de 1667 La boda de Luis XIV (1660) con la infanta española María Teresa, hija mayor de Felipe IV, inició simbólicamente una nueva era de amistad franco – española tras la paz de los Pirineos. Sin embargo, aunque el rey francés evitó la confrontación directa con España, la oposición a los Habsburgo madrileños se mantuvo mediante el apoyo a los rebeldes portugueses frente a España, que culminó, en febrero de 1668, con el reconocimiento, por el tratado de Lisboa, de la independencia de Portugal. Tras la muerte de Felipe IV (1665), Luis XIV hizo que sus juristas defendieran los derechos de su esposa sobre una serie de territorios de la vieja herencia borgoñona de los reyes de España (el Franco Condado, Luxemburgo, Henao y Cambrai), comenzando la guerra de Devolución (1667 – 1668), durante la que se produjo la ocupación de amplias zonas de los Países Bajos, así como la totalidad del Franco Condado. Para evitar la intervención de los países no implicados directamente se realizaron una serie de gestiones diplomáticas previas (en 1662, se firma una alianza con las Provincias Unidas y en 1663 se lleva a cabo la renovación de la confederación del Rin). Sin embargo, ante el riesgo que supone la expansión francesa, Inglaterra y las Provincias Unidas, en unión de Suecia, constituyen la Triple Alianza de La Haya en 1667, lo que condujo a la firma del tratado de Aquisgrán (1668), por el que, a cambio de la restitución del Franco Condado, España cedió Lille, Tournai, Charleroi y otras plazas flamencas. La decadencia de España como gran potencia militar quedaba sancionada. CB: El tratado de Utrecht Las paces concluidas entre los diversos países, en Utrecht (1714) y Rastadt (1715) > reorganización de Europa a partir del reparto de los despojos de la extinta Monarquía Hispánica y el fin de la 27 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen hegemonía de Luis XIV. Utrecht-Rastadt consagró el equilibrio como principio rector de las relaciones internacionales. Su base era la idea de la balanza de poderes en el continente. Las paces - acuerdos, de carácter político, territorial, y comercial. • políticos> reconocimiento de Felipe de Borbón como rey de España, que aceptaron todos los firmantes excepto el Emperador. Previamente el soberano español tuvo que renunciar a sus derechos sucesorios a la corona francesa. Luis XIV se vio obligado a interrumpir su apoyo a los Estuardo pretendientes al trono inglés. Dos soberanos europeos fueron reconocidos como reyes: el elector de Brandemburgo como rey de Prusia y el duque de Saboya como rey de Sicilia. Se creó un nuevo electorado imperial, Hannover, vinculado a Inglaterra por el Acta de Establecimiento, que adjudicaba a los duques la sucesión al trono inglés. • Las cláusulas territoriales afectaron a los dominios europeos que hasta entonces dependían de España. Casi todos ellos pasaron a Austria, que recibió los Países Bajos, Luxemburgo, el ducado de Milán, los presidios de Toscaza, el reino de Nápoles y el de Cerdeña (que cambiaría a Saboya en 1720 por Sicilia). Al duque de Saboya pasaron los territorios de la Lombardía española. Francia logró mantener las principales adquisiciones del reinado de Luis XIV, aunque tuvo que abandonar algunas de las localidades más avanzadas en los Países Bajos y tuvo que ceder a Inglaterra una serie de posesiones coloniales. A cambio, incorporó definitivamente el ducado de Orange. Las Provincias Unidas recibieron el derecho a situar sus guarniciones, de carácter principalmente defensivo, en una zona de los Países Bajos fronteriza con Francia. • El botín de Inglaterra se redujo a Gibraltar y Menorca; el interés prioritario de la recién constituida Gran Bretaña estaba en el ámbito marítimo y mercantil. Las cláusulas comerciales le abrían enormes posibilidades en las Indias españolas. Además del título de “nación más privilegiada” en el comercio colonial hispano, recibió el derecho de “asiento” y el “navío de permiso”. El primero le permitía el monopolio del comercio de negros por un periodo inicial de 30 años mientras que por el segundo tenía derecho a enviar una vez al año un navío de 500Tm a las Indias españolas. Estas concesiones supusieron la primera quiebra legal del monopolio hispano sobre el comercio de sus Indias, consolidándose Inglaterra como la gran potencia mercantil del futuro. Utrecht-Rastadt, Nystadt y Passarowitz significaban el fin de los tres grandes imperios existentes en cada una de las grandes zonas en las que se dividía la Europa de la época: el español en el área centro-occidental, el sueco en el Báltico y el turco en el sureste. CB: El retroceso de Turquía Austria frente al Imperio turco En el sureste de Europa, la época de Luis XIV contempló un doble y complementario proceso, por el que los Habsburgo avanzaron en la creación de un potente estado sobre el Danubio y los Balcanes, en la medida en que se iniciaba el retroceso de las posesiones otomanas en el continente. Leopoldo I [(1658 – 1705)] obtuvo éxitos decisivos en la lucha por terminar con la independencia de Hungría, lo que motivó sus frecuentes enfrentamientos con los turcos. A partir de la mayoría de edad del sultán Mohamet IV [(1648 – 1687)], en 1656, el imperio otomano logró recuperarse un tanto de su prolongada decadencia, gracias a la ocupación sucesiva del cargo de gran visir por los miembros de una dinastía de origen albanés: los Köprülü. El segundo de ellos, Ahmed (1661 – 1676), quien fue seguramente el mejor estadista de la familia, trató de consolidar el poder en los Balcanes y el Mediterráneo. En 1664 logró la soberanía otomana sobre Transilvania; cuatro años después, consiguió que sus tropas rindieran Candía, en Creta, tras la dilatada y heroica resistencia de la plaza durante un cuarto de siglo. Al norte del Mar Negro, aprovechándose de la crisis de Polonia, los turcos se apoderaron de Podolia y la Ucrania polaca (tratado de Bugacz, 1672). Más ambicioso, aunque menos realista, su yerno y sucesor, Kará Mustafá (Mustafá el Negro) (1676 – 1683) trató de reeditar el ideal de Solimán [I] el Magnífico de someter a la cristiandad. Aprovechándose de las sempiternas querellas de la nobleza húngara con el emperador – frecuentemente estimuladas por Luis XIV— envió un potentísimo ejército que puso sitio a Viena, en 1683, obligando a huir a Leopoldo I. 28 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen El papa Inocencio XI [(1676 – 1689)] envió una cuantiosa ayuda económica, pero de todos los príncipes europeos, el único que acudió en ayuda del Emperador fue Juan III Sobieski, rey de Polonia (1673 – 1697) y brillante general, que trataba de unir a la nobleza polaca bajo el ideal de la cruzada antiturca> decisiva victoria de la colina de Kahlemberg 1683, que supuso la desbandada del ejército sitiador y la condena a muerte del visir. El desastre animó a Austria, Polonia y Venecia, las cuales, con los auspicios del Papado, constituyeron una Liga Santa (1684), a la que se uniría dos años después Rusia. Polonia logró recuperar los territorios perdidos en 1672; los venecianos conquistaron Dalmacia, el Peloponeso, Corinto y Atenas […]; Austria, por último, inició la conquista de Hungría: Buda (1686), Transilvania (1690), e inició la marcha hacia el sur por los Balcanes, donde tomó Belgrado (1688) y Nish, avanzando por el Danubio hasta la ciudad de Viddin, en Bulgaria. En la dieta de Presburgo (1687), los húngaros renunciaron al derecho de rebeldía que poseían desde la Bula de Oro de 1222, y aceptaron la sucesión de los Habsburgo al trono de San Esteban. Luis XIV mantuvo habitualmente una política de buena relación con los turcos- constante amenaza para su enemigo el Emperador. Su condición de príncipe católico, no obstante, le había llevado, en 1664, a colaborar con 6.000 hombres en la victoria del ejército austríaco que detuvo a los turcos en la batalla de San Gotardo, en los límites del estado de los Habsburgo. En 1683, por el contrario, optó por continuar sus relaciones amistosas con la Gran Puerta, que no lo fueron tanto con los poderes berberiscos del norte de África. Conflictos por el rescate de los cautivos y competencias mercantiles en el Mediterráneo le llevaron, en los años ochenta, a bombardear repetidamente Argel y Trípoli. guerra de los Nueve Años, un nuevo miembro de la familia Köprülü, Mustafá Zadé, consiguió recuperar efímeramente (1689 – 1691) el Peloponeso y el valle del Morava (Nish y Belgrado). Sin embargo, tras la pérdida de Azov, en Crimea, frente a Pedro I de Rusia (1696), y la importante victoria de Eugenio de Saboya en la batalla de Zentha (1697), los turcos negociaron la paz de Karlowitz (1699), por la que cedían a Austria la totalidad de Hungría, con Transilvania, a excepción del banato de Tamesvar; a Venecia: Dalmacia y el Peloponeso; a Polonia: Podolia y la Ucrania Occidental; y a Rusia: Azov. Dicha paz supuso el comienzo del retroceso turco en Europa y la confirmación de la vocación imperial de Austria en los Balcanes y el sureste europeo. Años más tarde, tras la victoria de Pedro I el Grande sobre los suecos en Poltava (1709), la expansión de un cierto paneslavismo propició la intervención del zar en dicha zona, aliado a los príncipes de Moldavia y Valaquia, con la intención de expulsar a los otomanos. Sin embargo, su derrota en el río Prut (1711) le obligó, incluso, a devolver Azov a los turcos. El sultán entregó entonces los principados autónomos de Moldavia y Valaquia a griegos del barrio ortodoxo de Fanar, en Estambul, que en adelante serían conocidos como los “príncipes fanariotas”. El posterior contraataque de los turcos a la posesión veneciana de Morea (1715) propició el apoyo de los ejércitos austríacos de Eugenio de Saboya a la república italiana. Tras una serie de victorias, conquistó nuevamente Belgrado (1717), forzando a Estambul a firmar la paz de Passarowitz (1718), en la que los turcos, si bien recuperaron la península de Morea, hubieron de aceptar un retroceso mayor que el de 1699, que ratificaba su decadencia. Austria, la gran beneficiada, recibía Tamesvar, que completaba su dominio sobre Hungría, así como parte de Bosnia, Belgrado, el norte de Servia y la pequeña Valaquia. TEMA 6: PD: Evolución de la población en el siglo XVIII: los factores demográficos Aumento de la población del s. XVIII no fue debido a ningún cambio sustancial en el régimen demográfico. No reducción sustancial niveles de mortalidad ordinaria, ni adulta ni infantil, y nupcialidad principal responsabilidad en el ritmo demográfico> ninguna revolución demográfica o inicio de transición demográfica durante el s. XVIII. El crecimiento demográfico de los europeos basado más bien en mejora constante en las perspectivas de vida. > mayores aumentos demográficos se dieron en las regiones y países que protagonizaron una expansión económica más intensa (Inglaterra) o bien que pudieron desarrollar amplios procesos de colonización (Pomerania prusiana). Las mejoras en las perspectivas de vida fueron todavía limitadas y no se extendieron por igual a lo largo de Europa, pero permitieron a los europeos mantener una prolongada fase de crecimiento demográfico que, en general, se mantuvo en toda Europa desde 1720 a 1780. 29 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen - - Factores demográficos: Natalidad: Durante el siglo XVIII se mantuvieron, en general, las altas tasas de natalidadfecundidad, pero no hubo una evolución completamente uniforme. Abundan los países con tendencia a su aumento en relación con un clima económico favorecedor del matrimonio (Inglaterra). Pero hubo casos de evolución contraria, como Francia, debido a la generalización de la práctica de la contracepción. La mortalidad, por su parte, experimentó un ligero descenso, si bien no del todo homogéneo ni simultáneo en los diversos países, motivado, sobre todo, por la menor incidencia de las crisis demográficas y por la atenuación de algunos de los componentes de la mortalidad ordinaria (incremento de la producción agraria, mejora de las comunicaciones, mejora de la asistencia social). La mayor novedad en este sentido fue, sin lugar a dudas, la práctica desaparición de la peste, que desde mediados del siglo XIV había sido uno de los mayores azotes de la población europea. Debido a la falta de censos fiables, cuando los hay, y dificultad de generalizar los datos ofrecidos por los registros parroquiales, las cifras que se manejan sobre la evolución de la población europea del s. XVIII son sólo indicativas de su tendencia secular. En el inicio del siglo, la población continental debió contar en torno a los 115 millones de habitantes, y al finalizar la centuria el total de la población se situó en los 190 millones aproximadamente. Atendiendo a estos datos, Europa vio crecer su contingente demográfico en un 65 %, un incremento todavía más notable si nos retrotraemos a mediados del s. XVII. Entre 1650 y 1750 la tasa de crecimiento se estima inferior al 0,4 % anual, para ganar en vivacidad en el período 1750 – 1800, con un aumento anual del 0,6 %, y pasar a un 0,8 % entre 1800 y 1850. Como ponen de manifiesto estas tasas de crecimiento, el s. XVIII posee un trend expansivo. Los efectos económicos del alza poblacional habían de redundar en el aumento del consumo de alimentos y materias primas, en la mejora de los métodos agrícolas y en las grandes extensiones de tierras cultivadas. El crecimiento de la población europea provocó la puesta en cultivo de nuevas tierras, por ejemplo, en Rusia y el desarrollo de la emigración hacia América, el vagabundeo en el campo y el comienzo del éxodo rural hacia las ciudades. Este excedente de fuerza de trabajo se emplea en las manufacturas tradicionales, en espera del desarrollo de nuevas formas de producción industrial. Habría que señalar, finalmente, que el nuevo régimen demográfico da a Europa una mayor proporción de hombres jóvenes cuyo dinamismo y audacia quizás habría que relacionar con las múltiples innovaciones del siglo. CB: Causas del crecimiento demográfico (examen) Las causas de esta evolución demográfica están aún discutidas. No hay que sobrevalorar la relativa disminución de las guerras, ni las influencias de los progresos en la medicina, que afectan sólo a una minoría. La climatología histórica sugiere una mejora de las condiciones meteorológicas-subidas de la temperatura y menor pluviosidad- lo que podría explicar el crecimiento de los rendimientos cerealísticos y la disminución de fiebres y otras epidemias. De manera general, para Benassar se puede decir que el europeo vive más porque se alimenta mejor. La patata, que se cultivaba en Inglaterra y Alemania, y penetra en Francia por Alsacia, es un alimento muy valioso en épocas de carestía de trigo. La Europa meridional se beneficia de la expansión del maíz. CB: El mundo urbano (examen) La Europa del siglo XVIII era todavía un ámbito esencialmente rural. Según las estimaciones de J. de Vries, sólo el 3,2 % vivía en núcleos mayores de 100.000 habitantes y el 10 por 100, en núcleos mayores de 10.000. Sin embargo, las ciudades experimentaron en este siglo un vigoroso desarrollo. En la Europa central y occidental, el número de las mayores de 10.000 habitantes pasaba de 224 a 364. Se estaba, pues, en la antesala de lo que iba a ser el gran desarrollo urbano posterior. La urbanización contribuyó de forma significativa a este aumento de la mejora de las perspectivas de vida. Aunque se ha insistido mucho en las peores condiciones de vida de los inmigrantes en las ciudades, lo cierto es que la ciudad aportó también factores muy positivos, que tienen que ver con ese aumento de las oportunidades y de las posibilidades. La ciudad del s. XVIII fue estimulada en su crecimiento por la atracción hacia los núcleos urbanos de los 30 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen poderes políticos, sociales, económicos y culturales. En realidad era un fenómeno iniciado en los siglos anteriores, pero que ahora se manifestaba con claridad en toda Europa. No sólo los gobiernos, sino también todas las elites sociales europeas abandonaron definitivamente el campo para trasladarse a la ciudad. Con este traslado, la ciudad aumentó la necesidad de servicios (servicio doméstico, construcción, educación, etc.). Todo ello eran oportunidades para sus habitantes y para unas amplias cuencas de inmigrantes rurales. La urbanización, además, se convirtió en un poderoso agente para extender la sociedad de consumo. No sólo vivían más personas que no producían lo que consumían, sino que la ciudad era un marco privilegiado para ver y ser visto. Las elites encontraron un sitio ideal para mostrar su posición (casas, ropa, carruaje, tertulias, escuela, etc.) y con ellas estimular la imitación en el resto de grupos sociales. Factores como, por ejemplo, la moda, adquirieron en el s. XVIII una importancia auténticamente revolucionaria. CB: Causas del desarrollo urbano en el siglo XVIII Crecieron especialmente las capitales político-administrativas y las ciudades portuarias , algunas de ellas con astilleros- e industriales incluso, aunque todavía a muy pequeña escala, el crecimiento de estaciones termales y balnearios (la inglesa Bath es un caso paradigmático) señala la aparición de nuevas funciones urbanas vinculadas en este caso a la explotación económica del ocio y la preocupación por la salud de las capas altas de la sociedad. El fenómeno afectó prácticamente a toda Europa, si bien no con la misma intensidad -hubo incluso casos concretos, precisamente en el área más urbanizada (Países Bajos), de descenso de la tasa de urbanización-, pero fue en Inglaterra donde adquirió mayores proporciones. Con una ausencia casi total de ciudades (si exceptuamos Londres) en el siglo XVI, su evolución económica potenció de tal forma el desarrollo urbano desde mediados del XVII, que en 1800 presentaba una de las tasas de urbanización más altas de Europa (20 por 100 de población urbana), sólo por debajo de las Provincias Unidas (29 por 100) y superando a las demás áreas tradicionalmente urbanas y, especialmente, al área mediterránea. El peso de la urbanización se había desplazado a la par que el económico, hacia la Europa del Noroeste. La inmigración desempeñó un papel clave en la vida de las ciudades. La presencia de inmigrantes se reflejará, por ejemplo, en la peculiar distribución por edades de su población, con tramos centrales más nutridos de lo habitual. Pero también eran menores las tasas brutas de natalidad. Y, sobre todo, las deficientes condiciones higiénico-sanitarias en que vivía gran parte de su población, propiciaban tasas de mortalidad más altas que en el medio rural, tanto en lo referido a la mortalidad infantil (P. Bairoch califica a la ciudad en esta época de cementerio de bebés) como a la adulta. Los saldos vegetativos urbanos solían ser, pues, negativos o sólo ligeramente positivos. Y esto no cambiará, en el mejor de los casos (algunas ciudades inglesas, por ejemplo), hasta finales del siglo XVIII o, más frecuentemente, hasta bien entrado el XIX. Fue, por lo tanto, la inmigración la gran impulsora de su crecimiento. Y una simple interrupción de la corriente migratoria, sin necesidad de que se produjera un éxodo masivo, provocaría el rápido declive de las ciudades al debilitarse sus bases económicas. CB: Factores de la movilidad social en el siglo XVIII Al hablar del s. XVIII hay que dar por sentado que las características estructurales de la sociedad siguen siendo las mismas que las de los siglos inmediatamente anteriores; es decir, una sociedad de privilegios, jurídicamente desigual, cuyo fundamento, tanto demográfico como económico o de poder político –en su sentido más amplio— era el campo. Sobre esa base, sin embargo, han ido operando una serie de factores que han modificado las manifestaciones externas de esas realidades. El avance del desarrollo del Estado moderno, el crecimiento de los sectores burgueses y los problemas políticos y económicos de la nobleza, con sus correspondientes incidencias en el mundo rural, han hecho que los grupos sociales adquieran una forma diferente. Esas diferencias afectan tanto al tipo y origen de los individuos que los forman, como a su mentalidad y actividades. Sin embargo, siguen encuadrándose, sustancialmente, en los estamentos tradicionales. Esa sustancia se refiere al privilegio, que sigue siendo el fundamento del orden social, si bien el consenso respecto a su existencia y a sus manifestaciones no es tampoco el de antes. 31 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen La Europa occidental vivió una “crisis de la nobleza” que consistió en el cambio de sus componentes. A la ruina económica, el agotamiento demográfico o la pérdida de poder político sufrido por muchos nobles durante la crisis del s. XVII, sucedió una fuerte leva de nuevos nobles nombrados por los monarcas ya en ese mismo siglo y en las primeras décadas del s. XVIII. En todos los países occidentales, la mayoría de los nobles titulados de mediados de siglo tenían un origen muy reciente. Solamente se mantuvieron unas cuantas familias de la nobleza más tradicional que podían retrotraer sus linajes hasta el s. XVI; muy pocos podían hacerlo hasta fechas anteriores. De modo que para la mayoría, la condición de nobleza de sangre era un eufemismo. De entre los nuevos, muchos eran hidalgos –nobles no titulados—, que habían conseguido su carta de hidalguía en fechas tampoco muy lejanas y luego accedieron a un título. Otros muchos eran de origen burgués, no pocos de principios muy modestos. Todos ellos llegaron a ser nobles por servicios al rey, tanto en lo económico, como en lo administrativo, algunos en la milicia. En este siglo, por lo tanto, el ascenso social podía ser muy rápido. La barrera estamental era más frágil que nunca, ya que el rey necesitaba tener su nobleza para mantener la vigencia de la estructura estamental. A la situación nobiliar y privilegiada se adaptaban los nuevos nobles con facilidad. Así pues, la nobleza permanece, aunque los nobles sean otros. No deja de ser cierto, por otra parte, que el cambio de sus individuos traería cambios en la mentalidad y en las actitudes nobiliarias: la defensa de sus privilegios podía compaginarse con el mantenimiento de nuevas ideas económicas e incluso políticas. La aceptación de la revolución por los nobles tuvo mucho que ver con este cambio de personas. Los cambios en las personas no afectaron a las jerarquías, que siguieron siendo las mismas que en épocas anteriores. Si acaso, en algunos países, la vieja nobleza de espada –o quienes así se consideraban— trataron de distanciarse más de los nuevos nobles. la movilidad social del burgués varía a lo largo del siglo según los tres momentos aludidos. En las décadas iniciales se prolonga la situación heredada del siglo anterior en la que la superación de la crisis produjo una fuerte movilidad en los niveles más altos de las fortunas burguesas: los grandes comerciantes y los altos financieros surgidos de la transformación social y económica posterior a 1660 ocupan los huecos creados en los rangos de la nobleza. También los cambios en la organización de la administración del estado han favorecido el encumbramiento de los principales administradores. Con pocas excepciones, estos son los que se ennoblecen en aquellos momentos. En las décadas centrales del siglo se produce una afirmación de la burguesía como grupo social consolidado. Este fenómeno está ligado al crecimiento económico excepcional de esos años, así como al aumento de la burocracia y de las profesiones. Muchos comerciantes y administradores consiguen ennoblecerse en diferentes rangos de la administración y otros muchos lo hacen, aunque sin título, mediante la compra de cartas de hidalguía, que les permite el acceso a un estatuto que les beneficiará en el futuro, a ellos o a sus hijos. En muchos casos, ello incluía la vinculación a la propiedad agraria. En definitiva, el número de burgueses aumenta, sus actividades son ya imprescindibles en una sociedad cada vez más urbana y, a la vez, hay bastantes expectativas de ennoblecimiento. Finalmente, en las últimas décadas del siglo la situación cambia. Se nota ya la contradicción que las aspiraciones burguesas conllevan: resulta peculiar pedir un ámbito institucional sin privilegios para que la acción social y económica discurra con libertad y a la vez desear ennoblecerse y disfrutar de privilegios. La paradoja genera una opinión cada vez más contraria a los privilegios, al tiempo que aumenta el número de burgueses que no pueden acceder a la nobleza y disminuyen proporcionalmente las oportunidades, porque también los propios nobles intentan oponerse a la degradación progresiva de su estatuto. El resultado es la afirmación definitiva de la burguesía como fuerza social operativa, a la espera de que cambie o mejore el orden institucional. El prestigio social está ya en la burguesía por su dinero o su función, su propia actividad económica, que se beneficia, muchas veces, de concesiones monopolistas, es más rentable a corto plazo que los privilegios nobiliarios. En la práctica, pues, los burgueses ocupan ya los puestos sociales más encumbrados sin necesidad de ennoblecerse y en íntima relación con la alta nobleza: existe ya esa aristocracia de notables que caracterizará la elite social del siguiente siglo. 32 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen Esto afecta con plenitud a los países donde el desarrollo social se encuentra más avanzado, especialmente Gran Bretaña y Francia. En los países mediterráneos el proceso existe exactamente igual en esencia, aunque en menor intensidad. Si pudiéramos medir ésta en términos de porcentaje de burgueses respecto a la población total, o de niveles de fortuna, diríamos que países como España, Italia o incluso Alemania están algunos puntos por debajo de los primeros. Pero en todos los casos la burguesía existe. También sería necesario recordar la incidencia regional en cada uno de los países: determinadas regiones o ciudades tienen una burguesía muy desarrollada, mientras que tal grupo es apenas inexistente en otros lugares. Igualmente cabe recordar que, en términos generales, la Europa del Este no experimentó un proceso de cambio social tan rápido y, por lo tanto, la presencia de la burguesía es muy minoritaria. CB: La burguesía del XVII (examen) La actividad burguesa tiene que ver con unos factores estructurales que se manifestaron con bastante fuerza en el s. XVIII por primera vez en Europa. El aumento de la población produjo un aumento de la demanda de bienes económicos y de servicios profesionales y administrativos, lo que proporcionó un aumento de posibilidades para la actividad burguesa. Como consecuencia, la actividad económica creció mucho en todos los sectores, a la vez que mejoraba la técnica y avanzaba la ciencia. Los burgueses pudieron hacer esencialmente lo mismo que hacían antes, pero pudieron hacerlo mejor, con más eficacia y en mayor número. Las administraciones estatales también crecieron como efecto de la centralización y de la progresiva asunción de competencias por parte de los estados, así como por la importancia y elevado coste de los conflictos bélicos. Todo eso era trabajo para los burgueses. Dado que la ciudad se convirtió en el centro de operaciones de todas estas actividades, la concreción de todos estos hechos se puede ver en el aumento en términos absolutos de la población urbana, especialmente en las áreas más desarrolladas, donde los burgueses tomaron también mayor protagonismo. La burguesía está bastante mezclada. En muchas ciudades, sobre todo aquéllas que tenían mayor grado de autogobierno con respecto a los poderes centrales, subsistía en el s. XVIII una burguesía podríamos llamar tradicional, heredera de los antiguos patriciados urbanos. Se podría caracterizar a estos burgueses como los privilegiados del municipio, es decir, personas y familias que, desde antiguo, habían dominado los gobiernos municipales, habían conseguido así una situación privilegiada de facto, y disfrutaban de numerosas rentas, muchas de ellas derivadas de las actividades económicas del municipio. A este grupo es al que se le puede aplicar con más precisión el término burgués en el sentido histórico que queda señalado. Pero la complejidad del desarrollo urbano hizo que otros individuos vinieran a turbar la tranquilidad de esos burgueses. A los nuevos, que provienen de otros ámbitos emergentes, les aplicamos el término burgués por analogía, tanto con los más tradicionales, como con los personajes prototípicos de la burguesía decimonónica, una tipología ya presente en el dieciocho, pero aún menos desarrollada. Estos ámbitos son la economía, la administración y las profesiones. La burguesía comercial. De la nueva burguesía, la más característica es la burguesía de los negocios. En ella cabría distinguir dos grandes esferas de actividad, el comercio y las finanzas. Los comerciantes son, sobre todo, los grandes comerciantes internacionales. Están presentes fundamentalmente en los grandes puertos que son cabeza del comercio europeo y americano. Se dedican a negocios de exportación e importación de productos coloniales, y a la reexportación de los últimos dentro del ámbito europeo. Aunque existan compañías privilegiadas, el comerciante más característico trabaja en compañías comanditarias de base familiar, formadas por pocos socios, siempre muy conocidos entre ellos. Estos grandes comerciantes son seguramente los más ricos de su clase; son los grandes armadores, los que controlan las firmas del comercio internacional y de los seguros marítimos, unas actividades relativamente especializadas. En cierto modo pertenecen, a pesar de todo, a una burguesía tradicional que siempre se ha dedicado al gran comercio sin tener demasiada relación con otros negocios. Por debajo de ellos, en el interior del país, otros parecen estar en un escalón inferior, tanto por la capacidad económica como por el prestigio social. Son los comerciantes que manejan los tráficos internos, que ponen en relación la producción y la demanda interiores, con las 33 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen terminales de exportación e importación. También ellos funcionan por lazos de confianza similares a los anteriores y, a su vez, se relacionan con los primeros por los mismos motivos, aunque el comercio interior es más fácil de conocer. En algunos casos, estos grandes comerciantes del interior provienen de los antiguos gremios de comerciantes. En el s. XVIII, los gremios de comerciantes, aunque mantuvieron algunos privilegios y normas corporativas, habían evolucionado hacia formas de organización capitalistas y en la práctica funcionaban como grandes corporaciones. Por debajo de los mundos mercantiles más adinerados están los pequeños comerciantes de la ciudad, los tenderos, o del campo, los buhoneros y trajinantes, que marcan una línea fronteriza de lo burgués, dado que la mayoría de ellos trabajan con las manos y muchos no son siquiera acomodados. El tendero urbano es el escalón más alto, no sólo por su mayor posibilidad de hacer negocios, sino por la relación con otros grupos que les abastecen de unos productos que exigen el recurso a los comerciantes más elevados. La burguesía financiera. El mundo de las finanzas es un sector también variado. Hay una finanza tradicional, la de los préstamos rurales y urbanos, que muchas veces está unida a la burguesía rentista tradicional, o a los terratenientes. Probablemente, lo más característico del s. XVIII sea la mezcla entre finanzas y comercio, así como el mayor número de personas que participan en ello: los comerciantes adinerados tratan de participar en actividades financieras de alto nivel, que además de beneficios les proporcione relaciones para aumentar sus negocios y ascender socialmente; por su parte, los grandes financieros que controlan flujos importantes de dinero, necesitan enlazar con los comerciantes para asegurar el abastecimiento de los productos que ofrecen a gran escala. De este modo, se forman redes verticales y horizontales donde los negocios están integrados en su conjunto, a la vez que dentro de ellos hay una mayor división del trabajo. La burguesía industrial. En el s. XVIII se produce también el nacimiento de la burguesía industrial, si entendemos ésta compuesta por aquellos personajes para quienes la industria supone una actividad central. Típico del s. XVIII es e modelo que podríamos llamar el fabricante – mercader. Se trata de fabricantes, en su origen maestros gremiales, que cada vez más han saltado la barrera gremial que trataba de separar industria y comercio, y comercializan sus propios géneros. Hay también otras formas industriales tradicionales [(p.ej. minas –cuando no pertenecían a nobles—, fraguas o astilleros)], pero que siempre tuvieron una organización de tipo capitalista y que, por lo tanto, sus dueños se deben considerar burgueses. Por otra parte, en el s. XVIII habrá formas industriales nuevas favorecidas por el aumento de la demanda. Muchas personas, casi siempre con antecedentes en el comercio, se decidieron a establecer fábricas de nueva planta, que se aprovecharon tanto de los avances tecnológicos como de la legislación que favoreció la libertad de creación de empresas. Las formas organizativas eran variadas, pero su dueño es un organizador, un empresario según la terminología actual, que evidentemente se encuadra entre los burgueses de la nueva industria. Funcionarios y profesionales liberales. Otro sector burgués característico es el de los funcionarios. En todos los países del occidente europeo creció la complejidad de las administraciones, sobre todo de la administración central, que es donde el fenómeno burgués se manifiesta con mayor claridad. Las formas de organización administrativa están cambiando. Los nuevos puestos eran copados por la burguesía o por hidalgos aburguesados. Es cierto que muchos se ennoblecerán, o recibirán títulos o grandezas, pero su mentalidad sigue siendo burguesa de cara a las decisiones políticas y a la mentalidad sobre qué es lo necesario para la sociedad. Como en otros sectores sociales, la administración es toda una jerarquía, desde quienes ocupan los cargos más elevados, junto al rey, hasta los oficiales de menor rango. Los primeros son generalmente personas que han estudiado en las universidades, tienen una formación técnica que les permite desarrollar su labor y normalmente han desarrollado una carrera en la misma administración. Su valía personal, además de las influencias, les han ido elevando. Por debajo se van escalonando en rangos inferiores los empleados de los distintos departamentos, tanto en la corte como en provincias. El límite por debajo es difícil de precisar. En algunos casos se han marcado fronteras de renta: un determinado sueldo indica ya una capacidad adquisitiva acomodada que nos permite hablar de burguesía; pero ese sueldo indica también la responsabilidad, así es que podemos señalar una línea clara en el concepto, aunque 34 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen probablemente más difícil de señalar en la realidad, que es la capacidad de mando. La competencia directiva es la marca del burgués, ya desde sus escalones más bajos. La administración no eran sólo los departamentos del gobierno. La administración de justicia era un mundo particular. Los juzgados y audiencias se llenan de profesionales que han estudiado su carrera y que aspiran a los mejores cargos. A diferencia de los juristas que trabajan en los organismos oficiales y que, por lo tanto, son asimilables a la administración, otros ejercen por libre. Estos forman parte de las profesiones liberales, que también tienen un desarrollo especial en este siglo, al hilo del cambio social que se estaba produciendo. Los abogados abundan y tienen un gran prestigio. Las corporaciones de abogados gozaban, en muchos países, de privilegios similares a las de los patricios. Algo parecido ocurría con los médicos, una profesión que también creció en presencia y prestigio durante esta época. Por debajo de estas profesiones estaban otras emparentadas, pero inferiores, como es el caso de los notarios y cirujanos. Se trataba de actividades consideradas manuales y cuya preparación no exigía estudios, por lo que estaban ya fuera de lo que podemos considerar burgués. De hecho, su subordinación a las otras profesiones era clara. El s. XVIII verá también proliferar la profesión de intelectual, término genérico que puede aplicarse a actividades muy variadas: profesores, filósofos, escritores de literatura, periodistas. También es característico de este siglo que cada vez más personas del estado llano se lanzaron a vivir de esas actividades, de modo que las convirtieron en profesión en el sentido moderno de la palabra, una actividad y un medio de vida. A todos estos profesionales habría que añadir los militares. TEMA 7: CB: Verlaggsystem El Verlaggsystem es una de las formas de organización de la producción protocapitalista que lleva consigo la separación de capital y trabajo. Sus orígenes se documentan al menos desde el s. XIII. Aunque se desconoce su origen, parece que podría haber surgido en el Sur de Flandes y Norte de Italia, desarrollándose progresivamente a lo largo de la Edad Moderna, sobre todo en el s. XVII y XVIII. Se constituye como un sistema de trabajo doméstico cuyo funcionamiento se caracteriza por la existencia de artesanos dispersos, no pertenecientes a un gremio, y un mercader, empresario o verlager, propietario de la materia prima y, a veces, también de los medios de producción. Este último, reparte esa materia prima entre trabajadores geográficamente dispersos, normalmente campesinos, para que, a cambio de un salario, elaboren un determinado producto o desarrollen una fase de la elaboración del producto. Una vez terminado, el verlager lo recibe y si es necesario lo acaba, procediendo posteriormente a su comercialización y distribución. En principio es un sistema totalmente distinto al gremio. El Verlaggsystem busca ante todo la ausencia de reglamentación, puesto que así puede influir en el proceso de elaboración, variar la producción en función de las necesidades del mercado, e intentar reducir costos procurando salarios más bajos. Una de las peculiaridades del Verlaggsystem es su ubicación marginal dentro de la formación social. El proceso de protoindustrialización tiene dos fases históricamente reconocidas: el Kaufsystem, en que el empresario proporcionaba la materia prima y recogía el producto terminado, pero el telar era propiedad del trabajador; y el Verlaggsystem, donde los medios de producción pertenecían también al empresario. El Verlaggsystem se difunde a partir de la segunda mitad del s. XVIII, propiciando un crecimiento protoindustrial, siendo un elemento decisivo en las primeras fases de la Revolución Industrial. En Inglaterra y hasta 1830 es más importante la producción industrial por este sistema que la producción que se desarrolla por la industria concentrada. Cumple una función esencial en la prerrevolución industrial. CB: El Asiento de 0egros y el 0avío de Permiso En los tratados de Utrecht y Rastadt de 1713-1714, tras la Guerra de Sucesión española, se reconoce a Felipe V como rey de España, pero al mismo tiempo debe ceder a Austria los países Bajos y sus posesiones italianas y conceder a Inglaterra importantes privilegios comerciales. La trata de negros era el único medio de comercio legal de los países europeos en 35 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen la América española y la paz de Utrecht dio el monopolio de introducción de esclavos a Inglaterra durante treinta años (el denominado asiento de negros), permitiéndosele a la Compañía del Mar del Sur la apertura de una serie de factorías en lugares estratégicos. A cambio de los negros se llevaban oro, plata y frutas de esas tierras. También consiguieron, por el mismo espacio de tiempo, el derecho a enviar una vez al año a la América española un navío de 500 toneladas llamado “navío de permiso” para comerciar libremente en ella. Estas concesiones supusieron la primera quiebra legal del monopolio hispano sobre el comercio de las Indias, consolidándose Inglaterra como la gran potencia mercantil del futuro. El asiento de negros y el “Navío de permiso” quedaron anulados con el inicio de la llamada Guerra de la Oreja de Jenkins en 1739. PD: La revolución industrial del siglo XVIII El s. XVIII aportó una de las mayores innovaciones en el progreso económico de la Humanidad: la Revolución Industrial. Desde mediados del s. XVIII hasta aproximadamente la mitad de la centuria siguiente se produjo una rápida transición hacia la mecanización industrial. Este cambio en la capacidad productiva fue muy importante porque terminó afectando al conjunto de la economía y de la sociedad, y de hecho iniciaron el tránsito al mundo contemporáneo. El incremento de la población y la mejora en las condiciones de vida producidos durante el siglo XVIII constituyó un estimulo para las manufacturas. Esto introdujo cambios en la organización del trabajo, produciéndose el traslado progresivo de la industria de la ciudad al campo, instaurándose cada vez más el sistema de industria a domicilio, ya iniciado en el siglo anterior. Para facilitar la reducción del periodo de movimiento del capital circulante y el aumento de volumen de la producción, al mismo tiempo que se mantenía el control sobre los trabajadores, se inició un proceso de concentración industrial, especialmente en los sectores de la hulla, el algodón y el acero. Gran Bretaña conserva hasta 1760 su estructura tradicional de putting-out system, corriente en la industria lanera, en el que los campesinos son propietarios de una rudimentaria maquinaria y s dependen de comerciantes-manufactureros que distribuyen la materia prima y fijan los precios. Pero pronto apareció un nuevo sistema, el factory system, caracterizado por la mecanización, la concentración técnica y geográfica y la división del trabajo industrial, afectando principalmente a la industria textil y metalúrgica. Este proceso se dio sólo en determinados países, mientras que otros fueron incapaces de responder a estas nuevas necesidades debido al poder de los gremios, la falta empresarioscomerciantes … Solo Gran Bretaña se industrializó en el siglo XVIII, después de 1760 y gradualmente, en unas pocas regiones y en algunas ramas de industria. Algunas áreas de Bélgica y Suiza y algunos enclaves de Francia y Europa central se encontraban en los principios de la industrialización hacia 1800, aunque en los últimos años del XVIII la mayor parte de Europa estaba afectada por la industrialización de manera indirecta. Así, el aumento de la producción fue enorme en el sector textil. A principios del siglo XVIII la mayor parte de los paños de lana, lino, algodón y mezcla se producían en grandes regiones rurales de Inglaterra, Francia, Alemania, Países Bajos y Suiza. La hilatura y el tejido de algodón crearon numerosas fábricas en localidades tan alejadas entre sí como Manchester, Amberes, Tournai, Neuchâtel, Dresde o Barcelona. El mayor crecimiento proporcional correspondió a los tejidos de algodón. La manufactura de la lana era la base del sector, siendo los principales países productores Francia, zonas de Champaña, Languedoc y Normandía, que incrementó su producción total en un 60 por 100 aproximadamente entre 1703 y 1789, y, sobre todo, Inglaterra (West Riding, Yorkshire, Lancashire), cuyo consumo de lana bruta se multiplicó por 2,5 a lo largo del siglo. Las regiones situadas en las inmediaciones de Lille y Rouen estaban entre las zonas más industrializadas del continente (con Barcelona, Ginebra, Zurich y Génova). París, además, aparecía como un gran centro de mercado entre las grandes capitales, al lado de Ámsterdam, Ginebra o Frankfurt. El desarrollo del puerto de Le Havre favoreció también la industria algodonera normanda, aunque los tejidos de algodón no fueron tan importantes como en Inglaterra, en Francia siguió prevaleciendo la elaboración de la seda, la lana y el lino. 36 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen Creció también, y en mayor proporción que la pañería de lana, la producción de lienzos y telas de lino (en los Países Bajos austriacos, Francia, Escocia, Irlanda, Silesia prusiana...), que tenían buena salida en las colonias, donde, entre otros usos, se empleaba para vestir a los esclavos. En las regiones de Valencia y Cataluña se registró a finales de 1750 un florecimiento de las actividades relacionadas con el algodón y la seda. La transformación industrial catalana caracterizó la situación española y su relación con un satisfactorio mercado colonial de exportación facilitó la transformación de las industrias textiles rurales en actividades más mecanizadas. En Austria, la emperatriz María Teresa intentó también promover el surgimiento de las manufacturas textiles. Con todo, hasta finales del siglo XVIII, cuando el proceso de hilatura del algodón se pudo desarrollar rápidamente en Bohemia, la elaboración del lino, la lana y el algodón siguió siendo una ocupación rural invernal. Por lo que respecta a las industrias extractivas, la metalurgia del hierro fue la más importante del siglo, tendiendo a desplazar al cobre pese al aumento de su producción. Los principales productores eran Suecia y Rusia cuyo principal cliente era Gran Bretaña, donde se instalaron las grandes firmas siderúrgicas (Coalbrookdale, Bersham, Birmingham), así como en Francia (Niederbronn junto a Estrasburgo, Hayange, Le Creusot). En Silesia (Alemania) se activó una pequeña metalurgia local y la construcción de altos hornos por el interés estatal. Hasta 1775, el hierro importado de Suecia y de Rusia había aún dominado el mercado inglés: las transformaciones tecnológicas invirtieron entonces el proceso. Mientras Francia produjo 132.000 tn. de hierro en 1796, la siderurgia de los Urales proporcionó 160.000 tn. En el carbón, aunque predomina la pequeña empresa, aparecen ya algunas grandes explotaciones, especialmente en Inglaterra, en las regiones de Northumberland y Durham. Las explotaciones carboníferas se beneficiaron de la progresiva, aunque muy lenta, sustitución del carbón vegetal por el mineral. En Alemania destacaban ya los yacimientos del valle del Ruhr, si bien el grueso de la producción continental se daba en los Países Bajos austriacos y en Francia. Al aparecer la fábrica, las dispersas zonas manufactureras del siglo XVII dejan paso a las nuevas «regiones industriales». En Inglaterra se reconocen como tales el Yorkshire, el Lancashire, la región de alrededor de Birmingham, el área de Northumberland- Durham, el sur de Gales y, sobre todo, el gran centro dual de Manchester-Liverpool, centrado en torno a la producción y exportación de algodón. En Francia, el área del nordeste crece rápidamente; en los Países Bajos lo hace la región en torno a Lieja; en Alemania, Sajonia; en España, Cataluña; en Rusia, la región de los Urales, cuyo desarrollo se vincula estrechamente con la producción metalúrgica. CARACTERÍSTICAS DE LA REVOLUCIÓ0 I0DUSTRIAL I0GLESA La Revolución Industrial es un proceso de crecimiento económico, que se identifica con toda la economía del s XVIII. El factory sistem, fue su manifestación externa más clara, en la medida en que la RI permitió una nueva organización económica. No es un proceso que tenga una sola causa, sino muchas, que se entrelazan y superponen cronológicamente. Es un fenómeno de generación de rentas que permiten satisfacer necesidades crecientes. Por lo tanto, se basa en el aumento de la demanda, en íntima conexión con las posibilidades de aumentar la producción. La RI se produjo por primera vez en Inglaterra, apareciendo sus manifestaciones en las dos últimas décadas del s XVII. Su nombre va unido a la fuerte transformación que se produjo en las formas industriales, pero éstas dependieron de otros muchos factores (compradores y comerciantes, empresarios y obreros, agricultura productiva, flujos financieros, etc.), que tuvieron que desarrollarse mucho antes, para que se pudiera pasar al aumento del capital fijo, a la mecanización y a la producción en serie que supone el factory sistem. Inglaterra tenía ventajas con respecto a los países del continente: Una tradicional mejor definición de los derechos de propiedad en industria y comercia, que facilitaba las expectativas reales de ganancia. Una mentalidad comercial más abierta, ya que los segundones aristocráticos quedaban fuera de la herencia de la propiedad de la tierra. 37 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen Un mercado interno sin barreras, que pronto se extendió a su imperio colonial, en cuyo seno los súbditos ingleses operaban con total libertad. Hasta finales del s XVII, Inglaterra no tuvo interés por influir en la política internacional de la que además estaba físicamente alejada, por lo que todas las fuerzas nacionales se orientaron al desarrollo mercantil, sin monopolios, ni restricciones. En Inglaterra, es más fácil la RI, pues las dos revoluciones políticas del s XVII, alejaron el absolutismo político, el autoritarismo y la arbitrariedad en muchas instancias sociales y económicas. En esto Inglaterra sacó al menos un siglo de ventaja a Francia. Al llegar el s XVIII, Inglaterra, con un escenario preparado, va a poder sacar más ventajas que otros a las condiciones favorables del momento, por lo que alcanzará techos más altos: Primera fase: se desarrolla la producción agrícola y de la industria tradicional, y además hay un desarrollo de los servicios comerciales y financieros. Segunda fase: Fase de mecanización y transformación de las estructuras productivas. CB: ¿Qué es la fisiocracia? La fisiocracia defiende la importancia de la agricultura como fuente única de riqueza. El producto sacado de la tierra tiene una circulación a través de la cual deja una serie de beneficios; al final, tiene que haber un excedente suficiente para la nueva inversión en la tierra y el comienzo de un nuevo ciclo. Según las ideas de Quesnay, definidor del sistema, la industria y el comercio, que transforman y distribuyen el producto, son operaciones estériles –no crean riqueza—, pero absolutamente necesarias. Ambas deben ser libres para que el ciclo económico se realice sin interrupciones. Se defiende, por lo tanto, la libertad comercial y una estructura capitalista de la propiedad de la tierra según la cual lo importante es la disposición que el terrateniente haga de sus rentas. fisiocratismo, o sea los partidarios del orden natural, los que se oponen al régimen social “civilizado” de coerción económica. Uno de sus principales defensores fue Quesney, médico de Luis XV. Según él, la riqueza de los países dependía únicamente de la agricultura, ya que el comercio y la industria dependían de ella. El retorno a la tierra había de ir acompañado de la libertad económica y de la supresión de los monopolios y reglamentos que obstaculizasen el desarrollo “natural” de la producción y la circulación de mercancías. Su fórmula fue “dejad hacer, dejar pasar” Según Quesney, la industria y el comercio, que transforman y distribuyen el productos, son operaciones estériles-no crean riqueza-pero absolutamente necesarias. Ambas deben ser libres para que el ciclo económico se realice sin interrupciones. Se defiende, por lo tanto, la libertad comercial y una estructura capitalista de la propiedad de la tierra según la cual lo importante es la disposición que el terrateniente haga de sus rentas. Quesnay Economista francés, creador de la escuela fisiocrática (Méré, Île-de-France, 1694 - París, 1774). Tras formarse de manera tardía y autodidacta, François Quesnay llegó a hacerse cirujano en 1718; luchó contra las especulaciones propias de la medicina de la época y adquirió el suficiente prestigio como para convertirse en secretario de la Academia de Cirugía (1737) y médico de la corte de Luis XV (1752). Recibió la protección de la amante del rey, Madame de Pompadour, que le ayudó a ganarse la confianza real como consejero. Con más de sesenta años empezó François Quesnay a interesarse por la economía.Los fisiócratas mantuvieron contactos con otros pensadores de tendencia ilustrada, como los enciclopedistas Diderot y D’Alembert (que permitieron a Quesnay redactar los artículos sobre «Granos» y «Agricultores» de su Enciclopedia) La doctrina esencial de la fisiocracia se encuentra recogida en el Tableau économique (cuadro económico) que Quesnay elaboró en 1758, modificándolo y perfeccionándolo en múltiples ediciones posteriores. Se trataba de un modelo de reproducción económica que analizaba la circulación de la renta en una sociedad dividida en tres clases: agricultores, propietarios y los demás, a los que caracterizaba como clase estéril. La agricultura era en aquella teoría la única actividad realmente productiva, de la que dependían todas las demás. En consecuencia, había que fomentar un desarrollo económico basado en una agricultura altamente capitalizada y tecnificada; y para ello propuso (en sus Máximas generales 38 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen del gobierno económico de un reino agrícola, 1760) una política económica liberal: libertad de precios y de mercado, libertad de empresa y de cultivos, libertad de circulación y de comercio, reducción de las barreras aduaneras, simplificación del sistema tributario reduciéndolo a un único impuesto sobre la renta de la tierra… Su crítica al mercantilismo y al modelo económico intervencionista del Antiguo Régimen sentó las bases de la economía política liberal (que se desarrolló en Gran Bretaña a partir de Adam Smith) y ejerció una gran influencia en la época de la Revolución francesa (1789). CB: Adam Smith Liberalismo económico. La principal figura de esta escuela (también llamada de Manchester) fue el escocés Adam Smith, quien publicó en 1759 la “Teoría de los sentimientos morales”, un primer intento serio de presentar la nueva moral individualista del capitalismo moderno. El respeto al orden natural le llevó a buscar la armonía que debía regir en la vida económica, al igual que la gravedad gobernaba el cosmos. La encontró en el sentimiento de simpatía o comunidad de intereses mutuos de las personas cuando, llevadas por sus intereses particulares, se encuentran con los demás. Ese mutuo interés hará que nos pongamos de acuerdo, sin necesidad de recurrir a ninguna norma, ni económica, ni moral. El lugar de encuentro de esos intereses es, naturalmente, el mercado, donde confluyen la demanda de necesidades y la oferta de productos. El mercado se regula automáticamente, sin intervención, merced a una “mano invisible” que no es otra que la de los mencionados intereses. En 1776 publicó “Investigaciones sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones” donde formula sus teorías económicas y cristaliza el espíritu liberal y naturalista, reflejando los progresos técnicos en la agricultura y la industria, las nuevas concepciones comerciales y el espíritu filosófico de la Ilustración. Smith combatió la acumulación de riqueza y metales preciosos por parte de los Estados, y estableció que la base de la riqueza tampoco se hallaba en la agricultura, sino pura y simplemente en el trabajo individual. La actividad económica de un país era la suma de los esfuerzos de los trabajos individuales. La riqueza de las naciones consistía en el acrecentamiento de los productos y los objetos de cambio. Smith proclamó la plena libertad económica, el derecho del hombre a disponer libremente de su trabajo y la ineptitud del Estado como ente económico. Por lo tanto debían suprimirse cuantas restricciones se opusieran a este desarrollo. La supresión de aduanas, el libre cambio entre naciones, la búsqueda del mercado más barato para la adquisición de materias primas, tales debían ser los principios internacionales. En el interior el Estado había de limitar su actividad a una función jurídica. Adam Smith sistematizará toda la vida económica bajo un pensamiento liberal. El respeto al orden natural le llevó a Smith a buscar la armonía que debía regir la vida económica, al igual que la gravedad gobernaba el cosmos. La encontró en el sentimiento de simpatía o comunidad de intereses mutuos de las personas cuando, llevadas por sus intereses particulares, se encuentran con los de los demás. Este mutuo interés hará que nos pongamos de acuerdo, sin necesidad de recurrir a ninguna norma, ni económica ni moral. El lugar de encuentro de estos intereses es, naturalmente, el mercado, donde confluyen la demanda de necesidades y la oferta de productos. El mercado se regulará automáticamente, sin intervención, merced a una “mano invisible” que no es otra que los mencionados intereses, porque nadie comprará más caro, si puede comprar barato, ni producirá si no vende. La ley de la oferta y de la demanda regirá este mercado de modo natural. Esto es posible gracias al valor real que tienen las cosas, que no es otro que el trabajo que cuesta fabricarlas, o dicho de otro modo, el que el comprador se evita al no tener que fabricarlas. En la medida en que el trabajo sea más especializado, podrá ofrecer mayor rentabilidad. A su vez, el capital permite aumentar el valor del trabajo, mejorando la productividad. Por ello, la acumulación de capital, resultado del ahorro de las clases ricas, y su inversión en distintas formas, con el consiguiente aumento de trabajadores, se convirtió en factor fundamental del crecimiento. Las ideas de Smith, fruto de su observación sobre la vida económica de la Inglaterra de su tiempo, tendrán una importancia permanente hasta hoy y favorecerán la iniciativa privada y el 39 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen espíritu de trabajo. Aunque Smith propugnaba una actitud moral para evitar los abusos de los capitalistas, no dijo cómo se podía hacer y, de hecho, sus teorías sirvieron después para justificar egoísmos descarnados. Por otra parte, su fe en un mecanismo natural deja a la persona a merced de unas impersonales circunstancias económicas que en la práctica dominan sobre otras consideraciones. Entre sus aportes más importantes se destacan: * La diferenciación clara entre valor de uso y valor de cambio. * El reconocimiento de la división del trabajo, entendida como especialización de tareas, para la reducción de costos de producción. * La predicción de posibles conflictos entre los dueños de las fábricas y los trabajadores mal asalariados. * La acumulación de capital como fuente para el desarrollo económico. * La defensa del mercado competitivo como el mecanismo más eficiente de asignación de recursos. CB: ¿En qué consiste la concentración industrial y por qué se produce? Tanto el trabajo agremiado como la industria capitalista se organizaban formalmente de manera dispersa, en pequeños talleres, casi siempre de naturaleza doméstica. La dispersión era geográfica, técnica y en la mayor parte de los casos, también financiera. Como evolución de este modelo se desarrolla una concentración que es también geográfica –en un solo local—, técnica –empresas mecanizadas—, y financiera, ya que exige una mayor capitalización y control de mercados. Las primeras concentraciones se dieron en el proceso de acabado de los tejidos, en las cabeceras de las regiones industriales (paños de Abbeville), en el estampado de los algodones (industrias algodoneras de Bélgica, Suiza, Sajonia o Cataluña), o con algunas técnicas sederas, como el hilado a la piamontesa, o el telar Vaucanson. Algunas empresas concentraron a muchos obreros, como la que regía Oberkampf, cerca de París, que empleaba a más de mil en un solo edificio. Pero el futuro de la concentración está ligado a la mecanización de las primeras fases del proceso y se desarrolló en primer lugar en las hilaturas mecanizadas inglesas. Las formas concentradas adquieren más volumen en el sector metalúrgico. Son ejemplos característicos las empresas de Abraham Darby en Coalbrookdale, que tenía ocho altos hornos con 1.600 obreros, o las de Wilkinson en Bersham, con 2.000 obreros […]. Ejemplos importantes de concentración industrial son también los arsenales de las marinas estatales. Constituían enormes complejos que aglutinaban talleres siderúrgicos y textiles, además de los específicamente navales. Fueron también pioneros en la adopción de novedades técnicas y científicas. También se desarrolló en el s. XVIII el tipo de concentración financiera horizontal, entre empresas del mismo ramo. Le Creusot, formada en 1781, fue el primer trust siderúrgico, con capital francés e inglés. Pero sobre todo, se hizo frecuente la unión de varias empresas para tratar de controlar el mercado, establecer cuotas de producción y precio, e influir en los gobiernos para una política favorable. Las manufacturas estatales de tipo colbertista se desarrollaron durante el s. XVIII en algunos países. Respondían al modelo mercantilista de fomento industrial del estado que financiaba y dirigía una empresa que se concentraba por motivos de control y prestigio, no por necesidades técnicas ni de mercado. Hubo algunos logros en el desarrollo de nuevas tecnologías, sobre todo cuando tomaron un sesgo experimental, pero tuvieron un grave fracaso financiero, sobre todo cuando pretendieron producir para un mercado amplio, porque no eran competitivas. Son específicas las industrias de lujo para abastecer a la corte, las de abastecimiento militar, y las que elaboran el tabaco en monopolio, como la de Sevilla. Expansión de la agricultura en XVIII El siglo XVIII es el último siglo de la historia de Europa occidental del que se puede afirmar todavía que las actividades económicas estuvieron dominadas por la tierra. A comienzos del s. XVIII predominan aún los paisajes agrarios heredados en los que la tendencia a la especialización aún no se ha marcado mucho. En general, hay un predominio del openfield, que permite en muchos casos el aprovechamiento común, y las técnicas agrícolas se han 40 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen modernizado poco, aunque ya son frecuentes, según las zonas, avances como el arado brabanzón o el collarón para los caballos de tiro. También se han introducido sistemas de rotación de cultivos, aunque muy localizados. Todo esto sufrirá importantes modificaciones. La mayor innovación del paisaje es la tendencia a los cercamientos (enclosures), que se produce en todas partes donde dominaba el campo abierto. Es una respuesta al cambio de condiciones de cultivo de la tierra, jurídico y económico. Una agricultura en general rentable, requiere ser dirigida individualmente con mentalidad empresarial; de ahí el recurso al uso exclusivo de la tierra cercada. En ella se podrán hacer innovaciones, aprovechar mejor los recursos y sacar un mayor beneficio. Con el cercamiento se agranda también la propiedad en las zonas del norte de Europa donde se desarrolla la nueva agricultura capitalista. El aumento general de la demanda necesita una producción mucho mayor, que se conseguirá en parte con nuevas técnicas de cultivo, pero también con la extensión de las labores. En la primera mitad del siglo la producción pudo aumentar casi exclusivamente gracias a las roturaciones, con las que se ganan tierras abandonadas en los peores momentos del s. XVII. En la segunda mitad del siglo, en cambio, disminuyen las roturaciones y en muchos sitios se introducen nuevas técnicas. Si la extensión hace descender la media de los rendimientos al ponerse en cultivo tierras peores, en las tierras buenas y allí donde aparecen nuevas técnicas, los rendimientos aumentaron notablemente, muchas veces acompañados de nuevos cultivos. La producción agraria se verá incentivada por el aumento de la población; también en muchos sitios mejoraron los niveles de vida, aunque fuera sectorialmente, según determinados grupos sociales, lo que incrementó la capacidad adquisitiva y la demanda. La agricultura fue capaz de dar de comer mejor y a más cantidad de habitantes por unidad de producción, aunque también exista la ayuda de los productos coloniales alimenticios. Aumentó también la población urbana, que en Inglaterra, a fin de siglo, llegó a ser cercana al 40 % del total. La tradicional interacción entre campo y ciudad se convirtió en algunos lugares en una subordinación del campo a la urbe y hubo un progresivo incremento de la población dedicada a servicios sobre la población activa agraria. Existen ya provincias enteras que condicionan su agricultura al abastecimiento de grandes ciudades cercanas, como son Londres, París o Madrid. Otras veces, la actividad comercial exportadora de la ciudad es la que condiciona los cultivos cercanos, como es el caso de Burdeos y sus viñedos. También se va modificando la estructura de la propiedad agraria. La posesión de la tierra es más apetecible y los burgueses –comerciantes, burócratas cualificados— la buscan, tanto por el beneficio económico, como por el deseado estatus de rentista. A veces sirve la compra directa; otras, basta la apropiación a la que habilitan las deudas impagadas de los campesinos a los que se ha prestado con hipoteca de su tierra. En todo el Occidente se produce una tendencia a la desaparición del pequeño propietario, convertido en arrendatario. Aumento de la producción, introducción de novedades y a la vez mantenimiento de las estructuras tradicionales, son una suma de realidades que a veces han sido interpretadas como revolución agraria y otras simplemente como fenómenos de crecimiento. Desde el punto de vista descriptivo sigue habiendo un predominio de la agricultura tradicional. Por otra parte, la imagen crítica que solemos tener de la agricultura en algunos países corresponde al secano, donde hubo pocos cambios y la producción aumentó de manera extensiva. No obstante, en muchos sitios crecieron también los cultivos de regadío con técnicas tradicionales. La demanda de estos productos hizo que la huerta ganara terreno al secano, especialmente cerca de las ciudades. A ello habría que añadir el desarrollo de los cultivos de exportación. Lo esencial de esta “nueva” agricultura está en la rotación de cultivos, con especies que regeneren el suelo y por lo tanto el abandono del sistema de tres hojas en barbecho. En concreto, fue la introducción del cultivo del nabo en Norfolk lo que produjo una auténtica conmoción. Se pasaría a una rotación de cuatro cultivos, muy eficaz: trigo, trébol, cebada o avena y nabos. Esto permitía, además, una mejor alimentación del ganado al tiempo que aumentaba el abono disponible y se mejoraban los rendimientos. Se trata más bien de un fenómeno de difusión, pues todo era ya conocido, aunque había sido aplicado pocas veces. En muchos lugares se hicieron experiencias agronómicas –desarrollo de huertas, cultivo de frutales, estudios de sistemas de 41 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen regadío, etc.—, aunque a veces no pasaron de ensayos teóricos con escaso éxito. No pocas veces estas experiencias fueron hechas de la mano de los gobernantes en los reales sitios. • • TEMA 8: PD: La Ilustración. Concepto y características Se conoce como Ilustración el movimiento cultural e intelectual que se desarrolló en Europa a lo largo del siglo XVIII, en especial durante el período de 1715 a 1789, y que tuvo como objeto primordial la difusión de la filosofía racionalista en todos los ámbitos del saber humano. La aceptación de la cultura de la Ilustración supuso, por un lado, la afirmación de la fe absoluta en la razón humana como base de todo conocimiento, y por otro la adopción del espíritu libre y crítico en el análisis de las actividades humanas y en la resolución de sus problemas. Esta nueva actitud intelectual, a la vez crítica y reformadora, caló especialmente en el seno de la burguesía, clase social ascendente en la Europa del siglo XVIII. Y es que la doctrina de la Ilustración se reveló como una eficaz arma ideológica para luchar contra las estructuras de la sociedad y cultura del Antiguo régimen, en particular contra los privilegios estamentales y los dogmas de la Iglesia católica. La plasmación concreta de los ideales ilustrados, como las libertades y la igualdad, tuvo como primer marco sociopolítico la Revolución francesa de 1789. La filosofía de la Ilustración aportó una serie de privilegios universales que afectaron muy profundamente a hábitos y ámbitos muy diversos de la sociedad. Por su parte, las ideas de carácter social, político y religioso estuvieron en la base reivindicativa de los movimientos liberales que presidirán el siglo XIX europeo. Montesquieu. Voltaire y Rousseau fueron los grandes deudores de este trascendental corpus teórico. El primero en su obra "El espíritu de las leyes"(1748) reformuló el principio liberal de la división de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial). El segundo, muy anticlerical, se erigió en crítico implacable de la jerarquía eclesiástica, defendió la tolerancia religiosa y la "religión natural"o deismo, que admitía la idea de Dios, pero negaba la revelación. Y el tercero desarrolló conceptos tan básicos para la historia política moderna como la soberanía nacional o la igualdad de todos los individuos ante la ley. Razón, Naturaleza y Progreso son tres palabras que resumen el concepto de Ilustración, o siglo de las luces, unas nuevas ideas que destacan el fin de las “tinieblas”, un triunfo del racionalismo y del espíritu crítico llevado a su máxima expresión por los filósofos. Las raíces del pensamiento de la Ilustración se encuentran en el siglo XVII: en la influencia del cartesianismo, en los avances científicos y, sobre todo, en el pensamiento del empirismo inglés y de su gran figura, Locke. Durante los años de tránsito de una centuria a otra, el periodo que Paul Hazard denominó la crisis de la conciencia europea, sus ideas empiezan a formularse y el camino queda listo para que aparezcan sus grandes definidores. No tardarán mucho. Su lugar de residencia por antonomasia será Francia, cuna también de gran parte de las principales figuras. Las ideas principales son: La razón o, más precisamente, la confianza en la luz de la razón, naturaleza, tolerancia, progreso y civilización. En una buena parte de los Ilustrados, especialmente en Francia, el ejercicio de la razón derivó en una impugnación de lo sobrenatural, de la revelación, y de muchas creencias cristianas consideradas como prejuicios; en un verdadero proceso al Cristianismo y, más aún, a la cristiandad y a la Iglesia católica del Antiguo Régimen. La naturaleza, que reemplaza con frecuencia a Dios, se entiende a la vez como algo real e ideal, positivo (dado) y normativo (que dicta sus normas) para fundamentar la ética y la política. La tolerancia civil de diversas convicciones religiosas será preconizada por todos los ilustrados, para superar el clima de persecuciones anteriores por motivos confesionales. En el fondo se defendía una idea que se había ido abriendo camino ya en Inglaterra, Holanda y, con más dificultades, en la propia Francia. Esta idea está relacionada, con cierta frecuencia en el Siglo de las Luces, con una actitud de indiferentismo o relativismo religioso (así en Lessing). La creencia en el progreso de la civilización, tanto en el plano material como ético, es una de las ideas más definitorias de la visión del mundo ilustrada. Esta idea implica, por una parte, que la edad de oro no está en un pasado perdido, sino en el futuro. Por otra, presupone que el perfeccionamiento es una pauta natural de evolución. La creencia en el progreso alcanzará su formulación paradigmática en el último tercio del s. XVIII en Turgot y en Condorcet (éste ya en 42 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen plena Revolución francesa), pero es una apuesta compartida por Voltaire (aunque con más cautela), por ilustrados británicos (como el inglés Gibbon), por españoles (como el catalán Capmany) y por muchos otros. Cara a conseguir ese progreso, los ilustrados concedían una atención muy importante al desarrollo de los conocimientos útiles para el dominio de la naturaleza y la creación de bienestar y de riqueza material. Por otra parte, para un buen número de ilustrados la fe en el progreso suministra, en bastantes casos, una aparente alternativa a la escatología cristiana, si bien para muchos otros ambas se combinan. En cuanto a civilización, otro concepto ilustrado clave, es un neologismo utilizado, significativamente, por primera vez por el marqués de Mirabeau, en Francia en 1756, y adoptado rápidamente en otros países europeos. Civilización indicaba a la vez el estadio avanzado de la sociedad y de la cultura, y el proceso mediante el que se había llegado a ese estadio. La civilización, como estadio avanzado, englobaba no sólo un conjunto de conocimientos y valores culturales, sino también un desarrollo tecnológico y político – social. Todas esas ideas – fuerza de la Ilustración, y algunas otras conexas (como libertades y reforma) configuran un sistema de valores (axiología) en el que predomina un racionalismo utilitarista, heredado todavía más de Bacon y de Locke que de Descartes. Con todo, la visión del mundo ilustrada es deudora, en buena medida, de la cristiana [(p.ej. en su concepción universalista y finalista de la aventura humana)]. CB: Montesquieu El barón de Montesquieu (1689-1755) escribe una ingeniosa sátira de las costumbres e instituciones de Francia (Cartas Persas), donde critica la unidad de religión y el absolutismo heredado de Luis XIV, pero será con su obra “El espíritu de las leyes” (1748) donde analice todos los sistemas políticos conocidos, el republicano, basado en la virtud, donde el pueblo en democracia o sólo una parte (aristocracia) tienen el poder soberano. El gobierno despótico, basado en el temor, donde una sola persona, sin leyes ni reglas dirige todo a su voluntad y caprichos.; y el gobierno monárquico, basado en el honor, donde gobierna una sola persona pero según unas leyes establecidas. Montesquieu apoya la monarquía moderada de tipo inglés donde la libertad esté asegurada en la separación de los tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial. Filósofo ilustrado, en 1784 publica su obra de mayor repercusión, "El espíritu de las leyes", en la que expone su teoría acerca de la existencia de un orden en el acontecer histórico y unas leyes que condicionan la actuación humana. Según Montesquieu, los códigos legales y las instituciones que rigen la vida de los pueblos tienen una estrecha relación con condicionantes de carácter cultural (costumbres, religión, etc) y natural (clima, geografía, etc). Las reglas que determinan el comportamiento de los hombres no son permanentes ni absolutas, sino que surgen y son modificadas según los contextos históricos y culturales, los tipos de gobierno y el carácter de la sociedad. Su ideología política advierte la existencia de tres tipos posibles de gobierno: república, monarquía y despotismo, cada uno con sus propias normas y pautas de actuación. Para Montesquieu, la república debe gobernarse por el principio de la virtud, el amor a la patria y la igualdad. La monarquía se rige por el honor, mientras que el despotismo está gobernado por el terror. Desde este punto de vista, cada forma de gobierno se rige por principios distintos de los que derivan códigos legales y morales diferentes que condicionan los más variados aspectos del comportamiento de los hombres. La decadencia de los sistemas de gobierno se produce cuando los principios de gobierno no son debidamente cumplidos o sufren alteración, corrompiéndose todo el sistema de gobierno. De este modo, su análisis histórico encuentra un modelo de explicación racional del devenir de los pueblos y naciones. Montesquieu critica la forma de gobierno que él mismo denomina despotismo, esto es, la sujeción de los individuos no a las leyes sino a la fuerza del gobernante. Encuentra contradictorio que el terror, principio que rige las formas de gobierno despóticas, haya de asegurar la paz y la seguridad de los gobernados, restringiendo su libertad. Contra la república, participación de los ciudadanos en su propio gobierno, Montesquieu alega que es necesaria una excesiva implicación de los individuos en las tareas de gobierno y que la extensión del estado queda muy limitada. Pone como ejemplo de esta forma política a las 43 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen ciudades-estado de la Antigüedad, y sitúa su decadencia y conversión en tiranías en el alejamiento de los asuntos públicos por parte de sus ciudadanos. La tercera figura política, la monarquía constitucional, es para Montesquieu la mejor forma de gobierno, al reunir en sí misma las ventajas de la república y de las monarquías absolutas. En este sentido, Inglaterra constituye la representación gráfica de los postulados de Montesquieu. El reparto del poder del estado es necesario para evitar la acumulación en una sola mano que pueda ejercerlo de manera despótica. Para ello, debe dividirse en tres partes, cada una con una misión específica y diferente, que supongan un equilibrio y contrapesen la actuación de las demás. La división de poderes en tres (legislativo, ejecutivo y judicial) y su adscripción a instituciones diferentes es garantía, según Montesquieu, contra un gobierno tiránico y despótico. La fórmula propuesta es hoy plenamente aceptada por los regímenes democráticos, que basan en este esquema político sus planteamientos de gobierno. Montesquieu falleció en París en 1755. CB: Voltaire Nacido en París el 21 de noviembre de 1694, François-Marie Arouet, de sobrenombre Voltaire, estudió entre los jesuitas del colegio Louis le Grand. Hijo de notario, pronto se dedicó a la escritura y al ensayo filosófico, inscrito su pensamiento en plena época y ambiente de expansión del movimiento ilustrado. Seguidor de la obra de Bayle, al que admira, su pensamiento se muestra racionalmente crítico contra lo que determina como "prejuicios". Así, su agnosticismo racionalista y espíritu independiente le llevan a atacar cuestiones fundamentales de su tiempo como el absolutismo y la superstición, por considerarlas alejadas de la razón y no sometidas al examen de la reflexión y el análisis. Su escepticismo religioso hay que inscribirlo en el deismo, doctrina según la cual Dios está presente en la naturaleza como entidad creadora y ordenante, aunque no en la historia, ámbito de desenvolvimiento del ser humano. Herederos de su pensamiento son Kant, Hegel, Saint-Simon o Marx. Tras escribir la tragedia "Edipo", publicada en 1718, viaja a Gran Bretaña, conociendo allí a Locke y Newton. De nuevo en Francia publica en 1734 sus "Cartas filosóficas" y en 1764 su "Diccionario filosófico". También realiza aportaciones a la "Enciclopedia" de Bayle, Diderot y D´Alambert, recopilación sistemática del saber acumulado de la época en la que también interviene Rousseau. En 1759 publica su mejor obra filosófica, "Cándido", una obra sobre la idoneidad del mundo tal como lo conocen los hombres, el conformismo y la búsqueda de la felicidad. Su calidad estilística y profundidad de pensamiento será alabada por genios como Goethe. Las raíces de su pensamiento se hallan en pensadores de la talla de Spinoza o Bayle, a los que añade el refinamiento expositivo y el tratamiento satírico. Autor teatral, entre sus obras cabe citar "Bruto" (1730) o "La muerte de César" (1735). También realizó escritos de tono satírico como "El templo del justo" (1733) o ensayos, como "Ensayo sobre las costumbres" (1756). Voltaire falleció en París el 30 de mayo de 1778. CB: Diderot Diderot, (1713-1784), será un avanzado pensador que en 1750 publicó el Prospecto de la Enciclopedia o diccionario razonado de ciencias, artes y oficios, que al año siguiente y con la ayuda de D’Alembert redacta numerosos artículos contando también con otros muchos colaboradores y especialistas. CB: Rousseau Rousseau (1712-1778) en 1755 formula una nueva teoría al indicar la propiedad como fuente de la injusticia, de la tiranía de los ricos y de la opresión política, (Discurso sobre el origen de la desigualdad), ahondando en 1762 con su obra Contrato Social, una sociedad ideal donde el hombre debe someterse a la voluntad general expresada directamente por el pueblo soberano, al que el gobierno está subordinado. Idea de democracia que inspiró la Revolución Francesa. Rousseau además ataca el autoritarismo en la educación y las virtudes de la educación rural, en contacto con la naturaleza y en ambiente familiar, poniendo de moda entre las clases altas el retirarse al campo y reunirse con la familia 44 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen J.J. Rousseau (1712-1778) hizo una aportación mayor que sus predecesores con "Émile" y con "Contrat social". Él moldeó la idea de un hombre bueno y generoso en origen que no puede comportarse como tal por culpa del estado. Propugnaba una educación adecuada para acabar con el egoísmo que se había apropiado de los hombres y precisaba que se hacía necesario eliminar en la medida de lo posible la influencia del ambiente en el desarrollo del hombre. A escala colectiva, Rousseau sostuvo que el soberano debía serlo por voluntad general. Estos soberanos deberían de todas maneras ejercer el poder como si fuese expresión de un consenso universal. CB: La Enciclopedia El pensamiento Ilustrado triunfó y se consolidó en Francia con una segunda generación de Ilustrados: los enciclopedistas. Dentro de ellos se distinguen una tendencia volteriana (de carácter racionalista, materialista y aristocrática) y otra rusoniana (de carácter más sentimental, espiritual y popular). Aún así, ambas conservaron una marcada voluntad reformista. La primera de ellas es la propiamente llamada enciclopedista y coge su nombre de la "Enciclopedia", conjunto de 17 volúmenes editados en París, Francia, entre 1751 y 1772, por Denis Diderot y Jean d´Alambert, con el objetivo genérico de difundir las ideas de la Ilustración francesa. Los fines de la Enciclopedia eran dos: difundir la ciencia y los nuevos conocimientos y criticar, o aplicar la «luz» de la razón, a todos los campos del saber, en especial a aquellos en que se pone de manifiesto de forma más directa la concepción político-social y religiosa de la época. La Enciclopedia francesa del s. XVIII surge casi de forma anecdótica, al aceptar Diderot la traducción del diccionario de Chambers, Cyclopaedia o Universal Dictionary of Art and Sciences (1728), inicialmente confiada a otros, que Diderot comenzó más bien a transformar y reconstruir que simplemente a traducir. Los editores aceptaron la sugerencia de publicar una obra original y así nació el proyecto o Prospecto de la Enciclopedia, en 1750. Diderot pidió la colaboración de d´Alembert, quien se encargó de redactar el Discurso preliminar. En él d´Alembert presenta la Enciclopedia como un sistema de todos los conocimientos humanos; al ser éstos inabarcables, busca una manera de representarlos en síntesis y, para ello, sigue la clasificación del «árbol del canciller Bacon», que divide la actuación de las facultades intelectuales y fabriles del hombre en facultades de memoria, razón e imaginación. La memoria es la sede de la experiencia o del conocimiento directo (historia); la razón, de la reflexión hecha con el razonamiento (filosofía); la imaginación, de la imitación reflexiva (bellas artes o poesía). Cada uno de estos grandes grupos de ciencias y actividades humanas se subdivide en muchos otros apartados que configuran, en definitiva, el árbol «de las ciencias, de las artes y de los oficios». El primer volumen aparece en 1751; su publicación se suspenderá en 1752, tras la publicación del segundo volumen, y en 1759, cuando d´Alembert se retira del proyecto y se suprimen los permisos de publicación concedidos. A partir de esta fecha, publicados siete volúmenes, Diderot prosigue solo la edición de diez volúmenes de texto y cuatro de índices hasta 1765 y, posteriormente, cuatro volúmenes más de índices hasta 1772. Colaboran en la obra Rousseau, Voltaire, Duclos, Holbach, Quesnay, Turgot, Toussaint y otros escritores y philosophes ilustrados (hasta un total de 160). En conjunto, la Enciclopedia es una “prudente apología del progreso humano, separada de todo dogma y de toda autoridad” (R. Mandrou). En algunos artículos se hace una crítica hábil, semiencubierta, a veces contradictoria, del Antiguo Régimen y del Cristianismo. Pero las prohibiciones que sufrió se atemperaron por el apoyo de algunos personajes influyentes del entorno cortesano y la presión de lo que más tarde se llamaría la opinión pública. Una opinión pública que la propia Enciclopedia, cuyo éxito fue considerable, contribuía a crear. Se publicó, traducida y adaptada, en otros países, aunque en Europa central tuvo mala acogida. Es difícil calibrar la influencia real de la Encicplopedia, incluso en Francia, pues la suscripción o adquisición de ella no indica necesariamente que se compartiera su filosofía de fondo. El éxito de la Enciclopedia de Diderot animó a otros proyectos análogos. Así, desde 1778, el de la Enciclopedia metódica, dirigida por Panckoucke, que actualizaba la anterior, sin el talante más bien anticristiano de aquélla. 45 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen Deismo El deísmo representa la formulación religiosa más extendida entre los autores ilustrados. Se podría definir como la creencia en un Dios racional sin dogmas ni obligaciones para quienes lo practiquen, al contrario de lo que sucede en los credos tradicionales. Enraizado en el Renacimiento, su primer y principal centro de formulación estará en Inglaterra, si bien Francia reelaborará de nuevo su núcleo doctrinal cuando reciba las ideas desde las islas. El camino lo inicia Locke (1632-1704) con su obra El Cristianismo racional, publicada en 1694, y culmina en Toland (1670-1722) cuyo Cristianismo sin misterio (1696) es un tratado de filosofía deísta, lleno de ideas de sus predecesores, que levantó gran escándalo e incluso fue condenado por el Parlamento irlandés. El deísmo mantiene su antigua síntesis entre Dios, Razón y Naturaleza, pues todas las consideraciones llevaban al hombre insatisfecho a pensar que bajo la diversidad religiosa existía un cuerpo de creencias comunes puesto por aquella última en todos los individuos, a saber: la existencia de un Dios, que salva y castiga, y la obligación del hombre de adorarle, en palabras de lord Herbert of Cherbury (1583-1648), cuando define la religión natural. La propia observación de la naturaleza y la existencia de una serie de leyes que la regían implicaban la existencia de un Dios supremo, un supremo arquitecto, responsable de la creación.. Partiendo de una Naturaleza ordenada matemáticamente, el hombre puede llegar a través del razonamiento hasta su Arquitecto, al que se hace objeto de una creencia positiva aunque imprecisa. Este Dios se concibe como una fuerza benevolente, autora del universo newtoniano, pero que no interviene en él ni por la revelación ni por el milagro. La Naturaleza se vale por sí misma; es suficientemente sabia como para hacer siempre lo mejor evitando lo redundante y lo superfluo. Dios es también garantía de justicia y de moralidad, siendo ésta uno de los principales valores deístas. El proceso mental llevaba a Dios a través de la razón, no dejando espacio a aquello que no se conformase con ella (revelación, tradición, autoridad). Dado que el mundo estaba regido por leyes eternas e inmutables, carecía de sentido todo acto de fe o el recurso a lo sobrenatural,, la trascendencia o el milagro. Frente a un deísmo aristocrático y escéptico, se encontraba E. Bolingbroke (1762-1751), quien sostenía que la creencia en un ser superior era patrimonio de espíritus selectos, mientras que la masa de ignorantes debía permanecer adormecida. Paralelamente hubo un deísmo poético, cargado de aparente y superficial optimismo. Otra tendencia, protagonizada por T.Lessing (1729-1781), elaboró una filosofía de la religión desde una perspectiva histórica. Con este planteamiento se justificaron y aceptaron las religiones positivas y reveladas como manifestación de un momento histórico al que la razón puso fin, acabando con la creencia en el premio y el castigo y sustituyéndola por una ética racional y práctica, orientada al amor a la verdad en sí misma. Finalmente hubo una vertiente, más agresiva y arrojada, que sirvió como marco a posturas materialistas en el que no dejó de fluctuar el sensismo deísta de Voltaire. Expulsión Compañía Jesús La Compañía de Jesús ocupó un papel preeminente en el panorama de la época, que conservaron a lo largo de toda la Contrarreforma, erigiéndose en la primera potencia espiritual. Su poder era inmenso, ya que ejercían gran influencia en las cortes europeas; controlaban la instrucción y la cultura, educaban a muchos de los miembros de las clases dirigentes, eran confesores de reyes. Su situación económica era inmejorable, ya que poseían enormes patrimonios y se dedicaban con éxito al comercio. Igualmente fueron los más eficaces evangelizadores del Imperio ultraoceánico. A estos recelos, se sumaba el hecho de su cuarto voto de obediencia directa al papa. En la segunda mitad de la centuria la Compañía se convirtió en el símbolo vivo y más fácilmente identificable del poder eclesiástico tradicional. Los estados ilustrados veían e ellas un obstáculo a la existencia de soberanías genuinamente absolutas. En Portugal, la iniciativa de su expulsión fue tomada por el reformador Pombal en 1759. En Francia (1764) por el Parlamento, azuzado por los “filósofos”. En España la expulsión (1767) tuvo un matiz peculiar, dada la íntima vinculación de los jesuitas con la vieja aristocracia y la reciente acusación de haber participado en los motines de 1766. En Nápoles y en Parma el procedimiento fue el mismo. No contentos con la expulsión, los diferentes estados presionaron para conseguir su abolición, 46 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen lo que obtuvieron del débil y pusilánime Clemente XIV (1773, Dominus Ac Redemptor). Su desaparición, hasta 1814, privó al pontificado de uno de sus más sólidos apoyos y aceleró su decadencia, del mismo modo que truncó la posibilidad de conciliación entre las formas religiosas tradicionales con los nuevos vientos del siglo. En su exilio, los jesuitas fueron acogidos en países como Rusia y Prusia, donde aparentemente, al menos, la tolerancia había ganado más batallas. 1 2 3 4 Metodismo Movimiento de renovación cristiana, fundado en Inglaterra por John Wesley en 1738, con la finalidad de facilitar en los medios populares el conocimiento de la Biblia y la vivencia cristiana. En las colonias norteamericanas el metodismo desembocaría después en la creación de la Iglesia Metodista Episcopal. El Metodismo va a significar la mayor reforma ocurrida dentro de la Iglesia anglicana desde su fundación. Su principal artífice es John Wesley (1703-1791), hijo de un rector anglicano, y él mismo sacerdote. Sus primeras actuaciones se producen junto a su hermano Charles y su amigo George Whitefield con quienes funda en Oxford, donde estudian, el Holy Club. Su objetivo era potenciar las obras religiosas en el seno de la alta Iglesia al tiempo que difundían el comportamiento religioso entre el mundano ambiente universitario. Fue entonces cuando se les dio, de forma irónica, el apelativo de metodistas, por ciertas formas de su espiritualidad. La obra personal de John Wesley se inicia años después, tras su regreso de Georgia, a donde marchó al morir su padre (1735), y sus contactos con los hermanos moravos. De ellos tomó su fervor y el impulso misionero que siempre le caracterizó y que faltaba en la Iglesia inglesa, incapacitada por su piedad fría y racional para llegar a las clases populares, en especial a las incipientes concentraciones de obreros industriales. A estos grupos va a dirigir principalmente su mirada; para ellos elaborará una teología ecléctica adecuada a su objetivo: calmar la ansiedad que detecta en gran parte del pueblo y que él mismo había compartido hasta entonces. Para 1742 el metodismo se separa por disidencias en ciertos puntos doctrinales de los Hermanos Moravos. Su fundador mantiene casi intacta la teología de la Iglesia establecida -en este caso, la anglicana-, pero se aleja de ella en la práctica de la fe y la organización de los fieles, temas en los que resurgen ideas del primitivo luteranismo. Wesley y los metodistas ponen el acento en la perfección de la vida cristiana, la evangelización popular, el poder de la gracia y el sacerdocio universal, reivindicado en razón de la importancia dada al sentimiento personal de lo religioso. En este terreno se va a ir más allá de lo conocido, desdeñándose las órdenes eclesiásticas y capacitándose a los seglares para predicar e impartir los sacramentos. Los primeros son ordenados en 1763 por un obispo griego. También sus comunidades, aun recomendando la obediencia parroquial, se organizan de forma diferente a la establecida. Las primeras reglas datan de 1743 y se irán completando progresivamente. Poco a poco, más que un grupo dentro del anglicanismo es otra ecclesia, con ritos, incluso himnos propios y, además, con creciente eco social debido a la naturaleza revitalista de su doctrina, la energía puesta en las predicaciones, la actitud tolerante y flexible de su fundador en el momento de admitir seguidores. Al final, la escisión está servida; para cuando muera Wesley, en 1791, es un hecho irreversible. Esta situación sembró la inquietud entre las clases superiores del país, pero a la larga el alcance político del metodismo no fue el que se había temido. Lejos de ser una doctrina revolucionaria hizo, por el contrario, que el descontento del pueblo se manifestase de un modo religioso y conservador. Introdujo en la vida inglesa un clima de caridad y humanidad; los metodistas se ponen en cabeza de todas las campañas contra el libertinaje, al alcoholismo, las malas costumbres; multiplican las iniciativas filantrópicas: visitas a los pobres y encarcelados, creación de escuelas dominicales, dispensarios, sociedades de préstamo sin interés; levantan a la opinión pública contra el tráfico negrero y la esclavitud. El desarrollo del metodismo es una de las bases de la profunda mutación del modo de vida de los ingleses en la segunda mitad del siglo: austeridad, comedimiento, piedad compasiva, 47 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen fraternidad activa dan a la sociedad británica una gravedad y seriedad que rompe con el abandono de la época inmediatamente anterior. El pietismo En la Alemania luterana tuvo gran importancia, sobre todo entre 1730 y 1750, el pietismo (fundado en 1670 por P. Spener) el cual acentuaba los aspectos místicos y caritativos del cristianismo. El pietismo influyó a su vez en el nacimiento de la corriente espiritual de los Hermanos Moravos, con centro en Herrnhut (“la protección del Señor”). Esta corriente irradió también a otros países europeos y de ultramar. Creado por Felipe Jacobo Spener (1635-1705), pastor protestante de Frankfurt, su objetivo inicial era la lucha contra los vicios del clero y la excesiva rigidez en que había caído la Iglesia establecida. De ahí que retome la primitiva idea luterana de la democracia eclesiástica y vuelva a propugnar el sacerdocio universal así como la lectura regular de la Biblia. Ello, a su vez, concuerda con la mayor importancia que otorga a la conversión individual y a la oración realizada en soledad por el creyente. Este protagonismo dado a la acción personalizada de cada fiel en su salvación y dentro de la Iglesia, no impide a Spener poner, paralelamente, especial énfasis en ensalzar la predicación y la educación en tanto que medios excepcionales para propagar y mantener la fe. A fin de favorecer esta última, propugna la reforma de la enseñanza de la teología e inicia, en 1670, la fundación de los llamados Colegios de Piedad, lugares donde se podrá rezar y estudiar los textos bíblicos en grupos reducidos. Cinco años más tarde, el pensamiento pietista queda recogido en la obra de su creador Pia desideria... TEMA 9: PD: El Sistema de Utrecht y la aplicación de la teoría del “equilibrio” Guerra de Sucesión española. A la muerte de Carlos II, todas las potencias, excepto el Imperio, reconocieron a Felipe V como heredero, pero la prepotencia de Luis XIV (expulsión de los holandeses de las plazas ocupadas en Flandes en la paz de Ryswick, ingerencia en el comercio de las Indias, etc.) indujo a las potencias marítimas a concertar la Gran Alianza, junto con el Imperio, en defensa de la candidatura del archiduque Carlos, a lo que Luis XIV respondió reconociendo a Jacobo III como rey de Inglaterra. El gobierno whig reaccionó declarando la guerra a Francia en 1702. El conflicto se internacionalizó al apoyar Francia a Felipe V, además de Baviera y Colonia, y al archiduque (proclamado rey como Carlos III), además de los aliados (Inglaterra, Provincias Unidas y el Imperio), la mayoría de los estados alemanes, Dinamarca y Prusia, y, a partir de 1703, Saboya y Portugal. En un primer momento, los borbónicos ocuparon el Milanesado, pero una reacción aliada en 1704 condujo a la ocupación de Baviera y a la expulsión de los franceses de la orilla derecha del Rin. Una serie de victorias aliadas, como la de Turín (1706), Ramillies (1706) u Ouedenarde (1707) no sólo desalojaron a los borbónicos de Flandes y el norte de Italia, sino que obligaron a Francia a replegarse a su territorio. En España la contienda tomó además un cariz de guerra civil, ya que los territorios de la Corona de Aragón apoyaron a Carlos y no empezaron a ser ganados por Felipe V hasta la batalla de Almansa (1707), pasando a tomar la iniciativa en la península. Sin embargo, los ingleses ya habían ocupado Gibraltar (1704) y Menorca (1708), y los aliados ocupaban Milán (1706), Nápoles (1707) y Cerdeña (1708), con lo que la situación pasó a ser crítica para el bando borbónico, sobre todo después de la rendición de Tournai y Mons en 1708-1709 y las derrotas de Malplaquet (1709) y Geytrudenberg (1710), llegando a estar Luis XIV, con Francia invadida por el norte, a punto de capitular (no lo hizo por la pretensión aliada de que contribuyera a expulsar a su nieto del trono). La situación dio un vuelco en los años siguientes por circunstancias ajenas a la guerra: la muerte de José I en 1711 convirtió al archiduque Carlos en el nuevo emperador, Carlos VI. Esta coyuntura provocó los temores de los propios aliados (sobre todo de Inglaterra, donde los tories, pacifistas, habían llegado al poder en 1710), que no querían ver reeditado el imperio de Carlos V. Esto, junto con algunas victorias borbónicas, como en Brihuega y Villaviciosa (1710), o Denain (1712), empujó a los contendientes a buscar la paz, que se concertaría en Utrecht (1713) y Rastadt (1714). 48 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen Por su parte, Felipe V concluyó la conquista de los últimos reductos austracistas en la península en 1714 (Barcelona) y 1715 (Mallorca). En Utrecht- Rastadt no sólo se decidió la desmembración de la monarquía hispánica y el fin de la hegemonía francesa, sino que se dio paso a un nuevo orden mundial basado en un equilibrio entre las grandes potencias (Francia y Austria) del que Inglaterra sería garante. Los acuerdos logrados se pueden agrupar en tres tipos: POLÍTICOS: • Reconocimiento de Felipe V como rey de España (no fue reconocido por Austria) y renuncia de éste al trono francés. • Fin del apoyo francés a los pretendientes Estuardo al trono inglés. • Reconocimiento como reyes del elector de Brandemburgo (rey de Prusia) y del duque de Saboya (rey de Sicilia). • Creación del Electorado de Hannover (a cuyos duques se adjudicaba la sucesión al trono inglés por el Acta de Establecimiento de 1701). TERRITORIALES: • Cesión de España a Austria de los Países Bajos, Luxemburgo, Milán, los presidios de Toscana, Nápoles y Cerdeña (que cambiarían a Saboya por Sicilia). • Cesión de España a Saboya de Sicilia y parte de la Lombardía española (Lomellina y Valsesia). • Cesión de Francia a Inglaterra de ciertos enclaves coloniales (Acadia, Terranova, Bahía del Hudson y la Isla de san Cristóbal), así como algunas plazas fuertes de los Países Bajos a las Provincias Unidas (Furnes, Ypres, Tournai, Mons, Charleroi, Gante, Namur, Menin y Poperinghe), y demolición de las fortificaciones de Dunkerke. • Incorporación a Francia del ducado de Orange. • Incorporación a Prusia del Güeldres español y Neuchâtel. • Inglaterra obtendría Gibraltar y Menorca. COMERCIALES • Status de Inglaterra como “nación más privilegiada” en el comercio con las Indias Españolas. • Derecho de asiento (monopolio por 30 años de la trata de negros en la América Española). • Navío de permiso: derecho anual de enviar un navío de 500 Tm. a las Indias Españolas (ruptura del monopolio comercial español en América). Las guerras del siglo XVII trajeron la disolución del concepto medieval de la Comunidad Cristiana de Europa. Unos barajaron las ideas de los Imperios Universales y otros volvieron a las ideas italianas del siglo XV de mantener la paz mediante un equilibrio entre las grandes potencias. Este sistema de equilibrio tenía sus ventajas: podía utilizarse para justificar la declaración de guerra contra una potencia que amenazara tal equilibrio, aunque paradójicamente se tendió a utilizar para justificar la agresión. El sistema tardó en imponerse, por la reticencia, entre otros de Francia, poco proclive a renunciar a su preponderancia en el continente. Por otras razones, potencias emergentes, como Prusia o Rusia, o aquellas en decadencia, pero aún con aspiraciones de remontarla, como el Imperio Otomano, eran contrarias igualmente, ya que este equilibrio suponía el mantenimiento de un statu quo que a estas tres potencias le interesaba modificar a su favor. Se ha atribuido a los británicos la aplicación y extensión del concepto de equilibrio, considerándose una victoria el hecho de que las ideas inglesas empezaran a estar de moda en el siglo XVIII. La Alianza de la Haya, de 1702, se formó con el objetivo de limitar el poderío francés en Europa. Por otro lado el equilibrio de Utrecht de 1713 se basaba en las ideas de que las monarquías españolas u francesas deberían permanecer siempre separadas. El equilibrio europeo después de Utrecht se había estructurado en base a tres grandes potencias: Inglaterra y Austria que salían victoriosas de la contienda, y Francia cuyo poderío militar continuaba siendo muy considerable aún después de las derrotas recibidas. Muy pronto se añadió a este grupo Rusia. En un segundo plano, pero interviniendo directamente en la política internacional quedaron Holanda, la segunda potencia marítima de la época; España, temible y poderosa todavía por sus inmensos recursos coloniales, y Turquía, enorme conjunto vacilante. 49 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen El gobierno español no había aceptado las capitulaciones generales de Utrecht-Rastatt, ni la consiguiente distribución de fuerzas en el Mediterráneo occidental. La Guerra de Sucesión había demostrado que España era aún capaz de reacciones insospechadas en el campo militar, y que este potencial podía ser puesto en juego para recuperar su antiguo rango en el Mediterráneo y en Italia. En 1714 se produce en España una auténtica revolución palatina ocasionada por el segundo matrimonio de Felipe V con Isabel de Farnesio, y que provocó el cambio de influencia en la corte española, pasando de ser francesa a italiana. La nueva soberana aspiraba a librar a Italia de alemanes y asegurar los ducados de Parma y Toscana a sus hijos, puesto que la Corona de España correspondía a los hijos del primer matrimonio de Felipe V. Alberoni, ministro italiano en la corte española, preparó diplomáticamente la denuncia española del Tratado de Utrecht. Para ello se acercó al rey inglés Jorge I y firmó un tratado comercial muy favorable a los intereses británicos. Pero a pesar de ello Inglaterra no estaba dispuesta a pisotear Utrecht y en 1716 se aproximó a Francia firmando un acuerdo anglo francés. A pesar de ello Alberoni decidió actuar, y en 1717 el ejército español desembarca por sorpresa en Cerdeña, a lo que Austria fue incapaz de responder y pidió la ayuda inglesa. Estos iniciaron contactos diplomáticos con Francia y Austria, llegando en 1718 a unos acuerdos que determinaban la renuncia del emperador a la corona española, el reconocimiento del derecho sucesorio de Parma y Toscana a favor del príncipe Carlos, hijo mayor de Isabel de Farnesio, y la permuta de la Cerdeña austríaca por la Sicilia saboyana. España rechazó este plan y se dispuso a una segunda acometida en el Mediterráneo y, en julio de 1718, desembarcó en Sicilia apoderándose de la isla. Esto alarmó a la potencia naval británica, que sin previo aviso, destruyó la flota española, y apoyó la reconquista austríaca de Sicilia, y asolaba las costas cantábricas de la península, mientras los franceses invadían Navarra y Guipúzcoa, y atacaban el norte de Cataluña. Poco después España se adhería a la Cuádruple Alianza y se firmaba la paz. Las tentativas de España de restablecer por sí sola el antiguo orden en el Mediterráneo oriental, habían fracasado por las conveniencias de Inglaterra y Austria, y la política de la Regencia francesa. Las rivalidades entre España y Francia con el imperio austriaco, terminaron por acercar diplomáticamente a los dos países, donde gobernaban los Borbones. Los dos estados se pusieron de acuerdo y firmaron el llamado Primer Pacto de Familia en noviembre de 1733, en cuyas cláusulas principales constaba la oposición al reconocimiento de la Pragmática Sanción y al enlace de la heredera de Austria con el duque de Lorena y, al mismo tiempo, el auxilio de Francia a las pretensiones de España sobre Gibraltar e Italia. Tras acabar la guerra de la cuádruple y ser separado Alberoni del gobierno, la amistad con Francia se imponía de nuevo y Luis, el hijo de Felipe V, casaba con una hija del regente, duque de Orleans, pactándose también el matrimonio de Luis XV con Mariana Victoria de España, pacto que no se cumpliría. La política italiana impulsada por Isabel de Farnesio propició el acercamiento de España a Francia, y se firmó el tratado de Fointenebleau, nuevo y Segundo Pacto de Familia, por el cual Francia se comprometía a ayudar a la recuperación de Menorca y Gibraltar. El pacto provocó la ruptura de hostilidades con Inglaterra, que se prolonga con la guerra de la Pragmática. El Tercer Pacto de Familia se firma en tiempos de Carlos III, y era una completa fusión y alianza en materia internacional, pues las dos partes defendían sus respectivos intereses como propios, aportarían hombres y barcos en proporción y no firmarían paces por separado. En la práctica la dirección política la llevaría Francia. El pacto se firmaba en agosto de 1761, e Inglaterra declaraba inmediatamente la guerra. - CB: ¿En qué consistieron las transformaciones militares y navales del siglo XVIII Los gobiernos del siglo XVIII se aprestaron decididamente a desarrollar al máximo tres instrumentos fundamentales de poder: los ejércitos, las armadas y la diplomacia. A finales del siglo XVII y comienzos del XVIII, muchos ejércitos europeos adquirieron mayores dimensiones que nunca. Esto era el reflejo del gran desarrollo de los sistemas administrativos y financieros. El crecimiento militar más notable fue el de Francia, aunque las potencias que disponían de menos recursos se esforzaron también para incrementar su poderío 50 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen - - militar, como Rusia con Pedro I. Las otras potencias tambien acrecentaron sus ejércitos, como Inglaterra que recurrió a las “fuerzas auxiliares extranjeras” generalmente, daneses y alemanes o el ejército de los Habsburgo, que en los primeros años del siglo XVIII recibió ayuda inglesa. Un caso especial fue el de Prusia a partir de mediados del siglo XVIII, cuyo ejército llegó a ser equivalente al 7 % de la población del país. A comienzos del siglo XVIII, las armadas europeas crecieron al igual que los ejércitos, pero su aumento fue mucho menos general y constante y experimentó fluctuaciones diversas. La causa radicaba en la concepción de la mayoría de los estados europeos, para los cuales el poderío militar era más importante que el naval. Esta concepción se iría debilitando con el paso del tiempo. En la primera mitad del siglo XVIII, la guerra terrestre seguía teniendo primacía sobre la naval y, así, la marina se empleaba esencialmente para proteger los movimientos de las tropas terrestres. Hacia mediados del siglo XVIII, sin embargo, las armadas de las grandes potencias crecieron mucho más que los ejércitos de tierra, puesto que el objetivo de los enfrentamientos se centró en los imperios coloniales y en la conquista de los mercados y el comercio ingerente a ellos. El s. XVIII profesionalizó la diplomacia. Lo más frecuente era que en las propias oficinas de las Secretarías de Estado, o de la recién creada Foreign Office, se impartiese un cierto tipo de aprendizaje, más práctico que teórico, o que en las propias embajadas atendieran a este fin, regulándose también los pasos a seguir para pasar de joven de lenguas o de agregado a secretario o ministro plenipotenciario con una cierta continuidad. A medida que avanza el siglo, la creciente nacionalización de este servicio en todos los estados fue también otra nota característica, con la excepción de Rusia, donde los extranjeros siguieron desempeñando un importante papel. No fue la reestructuración del personal diplomático la única novedad que trajo la centuria. También fue un considerable avance el que se desarrollaran una serie de servicios especializados, dirigidos a proporcionar información. Traductores, geógrafos, archiveros, expertos en cifras y asesores jurídicos eran considerados como imprescindibles a la hora de resolver o tramitar los asuntos ordinarios y, por ello, se fueron incorporando a las secretarías de Estado o de Asuntos Exteriores. También se hizo un serio esfuerzo por racionalizar la organización diplomática, que creció significativamente, permitiendo una mayor presencia oficial de los distintos estados en toda Europa. Y no menos importante fue el desarrollo de la red consular que refleja bien la importancia que las cuestiones económicas y comerciales estaban alcanzando. CB: ¿Qué fue la Liga de la 0eutralidad Armada? La dureza británica para mantener el control de los mares tras el inicio de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos (1775) dio lugar a la creación de una coalición formada por Dinamarca, Prusia, Suecia y Rusia en 1780, con el fin de obligar al Reino Unido a respetar los derechos de los países neutrales durante dicha guerra. Posteriormente se unieron a la Liga Austria, Portugal, los Países Bajos, las Dos Sicilias y Francia. En respuesta, Inglaterra declaró la guerra a Holanda. Guerra de Sucesión de Polonia La Guerra de Sucesión Polaca (1733 -1738), fue una guerra con un alcance global europeo a la vez que una guerra civil polaca, cuyo objetivo inicial era el de determinar quién iba a suceder a Augusto II como rey de Polonia y Lituania, pero que en realidad supuso también un nuevo enfrentamiento dirigido por los Borbones con la intención de socavar o eliminar el poder de los Habsburgo en la Europa occidental, como continuación de la propia Guerra de Sucesión Española. La guerra enfrentó por un lado a los partidarios de Federico Augusto II, elector de Sajonia, quien reinaría en Polonia con el nombre de Augusto III y por otro a los partidarios de Estanislao Leszczynski, quien a su vez había ya reinado (y reinaría de nuevo) en Polonia con el nombre de Estanislao I. Augusto III recibió durante estas luchas la ayuda del Imperio ruso, del Imperio austriaco y del Sacro Imperio Romano Germánico, con Sajonia especialmente (territorio del que además era soberano), mientras que Estanislao I fue apoyado por Francia, Baviera, ducado de Saboya, el 51 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen reino de Cerdeña y España. Tras cinco largos años de lucha, cada uno de los países involucrados en la guerra buscó el medio de hacer valer en los acuerdos de paz las ventajas alcanzadas en la lucha. Las conversaciones preliminares desembocaron en el Tratado de Viena, firmado en el mismo 1735 (aunque no fue ratificado hasta 1738), que puso fin al conflicto. La primera consecuencia de los acuerdos de paz, por lo que respecta a Polonia, causa teórica de la guerra, fue que Augusto III de Polonia quedó completamente consolidado como rey del país, quedando definitivamente descartado Estanislao I Leszczynski. No obstante, la dependencia en la que quedaba el país respecto de las grandes potencias no tardaría en pasarle una amarga factura, con los repartos de Polonia entre los países vecinos en el último cuarto del siglo XVIII. Guerra de Sucesión de Austria (1640-48) En 1740 fallece el Emperador de Austria Carlos VI. En 1713 por la Pragmática Sanción nombra su sucesora a su Hija Maria Teresa quien sería a su muerte la Emperatriz de Austria. Aunque dicha pragmática sanción fue admitida por los principados alemanes integrados en el Sacro Imperio Romano Germánico, y por el resto de las potencias europeas, disgustó a otros pretendientes. El príncipe Elector de Baviera y el Duque de Sajonia, casados con sobrinas del emperador Carlos VI. En favor de las pretensiones bávaras se pronunciaron Prusia, Francia, España, Suecia, Polonia y varios estados alemanes e italianos. En favor de María Teresa se pronunciaron Sajonia, Inglaterra, Rusia, Holanda y otros estados alemanes e italianos. La guerra comenzó con la invasión prusiana de la Silesia austriaca. Simultáneamente el Elector de Baviera invade Bohemia y ocupa Praga donde es proclamado emperador con el nombre de Carlos VII. Estas primeras fases de la guerra demostraron la falta de coordinación entre los distintos grupos de partidarios de unos y otros, de forma que cada país actuaba en defensa de sus intereses sin una estrategia común. Pronto Prusia abandona la guerra al serle reconocida por Austria la posesión de Silesia. La marcha de Prusia de la guerra permitió a los austriacos y rusos penetrar en Baviera y Bohemia obligando a los bávaros a pedir la paz. Sin embargo Francia y España avanzaban peligrosamente en las posesiones austriacas en Flandes e Italia lo que obligó a los aliados austriacos a formar la Liga de Worms. Como respuesta Francia y España firmaron el Segundo Pacto de Familia (1643). Francia lo hizo para debilitar a Inglaterra y Austria, sus rivales más directos por la hegemonía en Europa; España, para intentar recuperar sus posesiones en Europa perdidas tras la Guerra de Sucesión Española. En el frente occidental las victorias francesas fueron importantes. Las batallas más importantes fueron las de Mollwitz (1741), Wettingen (1743), y Hohenfriedburgo (1745). Sin embargo, en Lombardia, la guerra favoreció a los aliados austriacos. Sólo la entrada otra vez en guerra de Prusia y la victoria hispano napolitana en Valletri (1744) permitieron equilibrar la guerra en ese frente. La muerte de Carlos VII provocó el fin de la guerra al desaparecer uno de los pretendientes al trono austriaco. El resultado fue el mantenimiento del "status quo" europeo salvo para Prusia que consolidaba su dominio sobre Silesia y se convertía en una gran potencia militar. Guerra de los 7 años Se denomina Guerra de los Siete Años o Guerra Carlina a la serie de conflictos internacionales desarrollados entre 1756 y 1763, para establecer el control sobre Silesia y por la supremacía colonial en América del Norte e India. Tomaron parte, por un lado, Prusia, Hanóver y Gran Bretaña junto a sus colonias americanas y su aliado Portugal tiempo más tarde; y por otra parte Sajonia, Austria, Francia, Rusia, Suecia y España, esta última a partir de 1761. Se produjo un cambio de coaliciones con respecto a la Guerra de Sucesión Austriaca, si bien el conflicto de Silesia y la pugna francobritánica siguen siendo las claves. El conflicto, que movilizó un contingente de tropas desconocido hasta entonces, se desarrolló además en varios frentes debido a las distintas campañas que se llevaron a cabo en Alemania y a 52 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen la dispersión de los dominios franco – ingleses: Sajonia, Estiria y Bohemia resultaron particularmente afectadas; en el Mediterráneo, las islas inglesas se convirtieron en objetivo; en Canadá, las inmediaciones del lago Ontario fueron el centro de los enfrentamientos, y en la India, la lucha se polarizó en torno a Calcuta. La guerra de los Siete Años terminó en 1763. El 10 de febrero, el Tratado de París fue firmado por el duque Choiseul, el marqués de Grimaldi y el duque de Bedford. William Pitt se había empecinado en mantener vivo el conflicto hasta lograr el aniquilamiento de la fuerzas de Francia. Los tratados de paz que pusieron fin a la Guerra de los Siete Años representan una victoria para Gran Bretaña y Prusia, y para Francia la pérdida de la mayor parte de sus posesiones en América y Asia. El 15 de febrero se firmó el Tratado de Hubertusburg, que confirmó a Silesia como posesión prusiana y convirtió a Prusia en potencia europea. Respecto a Francia, la pérdida no fue sentida como algo catastrófico. Se conservaban los derechos pesqueros en Terranova y la población católica francófona de Quebec recibiría un trato de respeto. Por otro lado, las pérdidas en la zona del Caribe pueden ser compensadas, pues la colonia principal francesa del Mar Caribe, Puerto Príncipe (Haití), produce la mitad del azúcar consumido en todo el mundo, y su comercio con África y las Antillas está en pleno apogeo. Tema 10-11: CB: Concepto de Despotismo ilustrado. El Despotismo Ilustrado aparece en la Europa del siglo XVIII como un intento de simbiosis entre la política y la filosofía, ya que era creencia generalizada entre los filósofos (con raras excepciones, como Rousseau) que el bienestar del pueblo tendría como origen el trono. Así, bastaría con conquistar al monarca (en vez de hacer una revolución para convencer al pueblo entero) y hacer que éste aceptara poner en marcha las reformas necesarias para alcanzar el mayor bien común. La expresión «Despotismo Ilustrado» fue utilizada por vez primera por la historiografía romántica a mediados del siglo XIX. El fenómeno es complejo y varía de un país a otro. Los elementos que caracterizan al Despotismo Ilustrado son básicamente dos: Por una parte, la influencia de las ideas ilustradas en el terreno de la cultura y la acción gubernamental, imbuida de espíritu de reforma y con pretensiones de favorecer paternalmente la felicidad pública de los súbditos e incrementar el prestigio de la Dinastía reinante en el concierto internacional. Por otra, la aplicación decidida de una política destinada a contener los privilegios nobiliarios y eclesiásticos, cuyos intereses estamentales habían constituido un tradicional obstáculo para el fortalecimiento del poder del monarca. En virtud de ese doble carácter, el tiempo histórico del Despotismo Ilustrado queda circunscrito al periodo que comienza con la subida al trono de Federico II de Prusia y María Teresa de Austria en 1740 y finaliza al concluir el reinado de José II en 1790, cuando el estallido de la Revolución francesa da paso a una realidad nueva, cerrándose definitivamente la vía de las reformas prudentes encabezadas por los reyes llamados «ilustrados». Los protagonistas de esta colaboración entre las ideas de la Ilustración ilustradas, y el Estado fueron monarcas como Federico II de Prusia, Catalina la Grande de Rusia, la Emperatriz austriaca María Teresa y su hijo y sucesor José II, Carlos III de España, y ministros con gran ascendiente sobre los reyes a los que servían, como el marqués de Pombal en el Portugal de José I, o Bernardo Tanucci en el Nápoles de Fernando IV, o la Toscana del Gran Duque Pietro Leopoldo. El programa de los gobiernos «ilustrados» de la segunda mitad del siglo XVIII tenía antecedentes muy sólidos en el absolutismo de fines del siglo XVII y primeras décadas del Setecientos, caracterizándose por: - Reforzar la tendencia a una mayor centralización que, gracias a una burocracia eficaz, aumentaría la actividad de la maquinaria del estado. - Reorganizar la fiscalidad, evitando las numerosas desviaciones y exenciones. 53 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen - Clarificar el procedimiento judicial por medio de la recopilación de leyes y la aplicación de principios humanistas y utilitaristas en el campo penal. - Incrementar la actividad económica mediante la favorable acogida de innovaciones técnicas y ciencias aplicadas. - Promocionar la cultura y el saber científico creando instituciones para la difusión educativa. - - Secularizar la monarquía absoluta y las normas sociales, distinguiéndolas de la fe, practicando la tolerancia religiosa. El objetivo último del Despotismo Ilustrado era hacer compatible el fortalecimiento máximo del poder del monarca con el desarrollo ordenado y equilibrado de la sociedad. CB: 0ecker y la convocatoria de los Estados Generales Jacques Necker es nombrado ministro de Hacienda en 1776. En 1778 Francia entra en la Guerra de Independencia de las Trece Colonias como aliada de las Colonias americanas contra Inglaterra. Para hacer frente a los gastos bélicos, Necker obtuvo créditos, fundamentalmente de la banca protestante. El ministro evitó reformas drásticas del sistema financiero y se limitó a reforzar el control sobre los tesoreros y los recaudadores de impuestos. Necker creó dos asambleas provinciales de carácter consultivo pero, su intento de establecer asambleas en todas las ciudades y una asamblea nacional que registrase los edictos encontró una fuerte oposición. En 1781 Necker publica un presupuesto que genera una gran controversia debido a que se hacen públicos los gastos de la Corte. En Mayo de ese mismo año el ministro dimite. Con la firma de la Paz de Versalles entre los Estados Unidos e Inglaterra en 1783, Francia recupera sus colonias, lo que agrava la situación financiera. Ese mismo año es nombrado secretario de Hacienda Charles Alexandre de Calonne. Calonne intentó recuperar el programa de reformas de Turgot, sin embargo su proyecto fue rechazado por una Asamblea de Eotables, la mayoría pertenecientes al partido cortesano de María Antonieta. Luis XVI destituye al ministro en 1787. Durante la etapa de Calonne (1783-87), las malas cosechas provocan crisis de abastecimiento y levantamientos populares. Además, la industria sufre un retroceso debido a la competencia de los productos ingleses. El nuevo ministro de Hacienda, Lomenie de Brienne, se encuentra con una difícil situación: la falta de recursos y los efectos de las malas cosechas de 1786, que retrasaron el pago de impuestos y provocaron una serie de bancarrotas. Brienne intentó hacer frente a la situación con nuevos créditos y una política de ahorro, a la que se opuso el Parlamento de París, que aspiraba a la convocatoria de estados Generales. Se trató de suprimir de nuevo los Parlamentos pero, la agitación de las provincias y la reacción a favor de la convocatoria de Estados Generales, apremiaron a Luis XVI, que convocó los Estados Generales para el 5 de Mayo de 1789. Necker retoma su cargo de secretario de Hacienda. La convocatoria de Estados Generales, que se habían reunido por última vez en 1614, se realiza como anteriormente, esto es: se convoca a los participantes por estamentos, teniendo cada orden un voto. El Tercer Estado no acepta esta situación, que sería perjudicial para sus intereses, pues la nobleza y el clero unirían sus votos en contra del Tercer Estado. En diciembre de 1788 el Parlamento aceptó que el número de representantes del Tercer Estado fuesen tantos como los del clero y la nobleza juntos. Los representantes del Tercer estado, todos pertenecientes a la burguesía, con los medios económicos necesarios para realizar una campaña política, asumieron el monopolio de la expresión política del Tercer Estado. Estos burgueses fueron los autores de los “cahiers de doléances”, listas de reclamaciones y quejas ante el rey. Éstos, en general, insistían en la igualdad civil de los tres órdenes de la sociedad y en la abolición de los privilegios aristocráticos. Hay que destacar la influencia del panfleto de Sièyes (“¿Qué es el Tercer Estado?”), en el que se reclamaba la participación de los representantes del Tercer Estado en la dirección política del país, identificando a este estamento con la nación. El 5 de Mayo de 1789 se inauguraron en Versalles los Estados Generales. Participaban 270 representantes de la nobleza, 291 del clero y 578 del Tercer Estado. Los diputados del Tercer Estado se opusieron a las deliberaciones por separado de cada orden y, el 17 de Junio se constituyeron en Asamblea Nacional, a la que se unieron diputados reformistas de los otros dos estamentos. Fue éste un acto revolucionario, pues la constitución de los estados generales no podía ser modificada sin consentimiento del rey. La Asamblea Nacional se concentra en el local 54 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen del Juego de la Pelota jurando no disolverse hasta haber redactado una nueva Constitución. El 9 de Julio, la convención, a la que se habían unido el estamento del clero y la nobleza, se define como Asamblea Constituyente. La emergencia de Prusia El gran elector de Brandeburgo, Federico Guillermo, fue el verdadero artífice del poderío prusiano; ante la dispersión geográfica de sus dominios, afirmó su autoridad estableciendo un mecanismo institucional adecuado, con una serie de innovaciones en el aparato administrativo, creando una burocracia centralizada y competente, sometiendo a su poder a los diversos grupos sociales -nobleza- e instituciones provinciales Estados y municipios-. Todo ello se combinó con la introducción de gravámenes sobre el consumo y la reglamentación de la recaudación para obtener ingresos regularmente, al tiempo que creaba un ejército permanente e iniciaba una política exterior agresiva. Su hijo, Federico III de Brandeburgo, sigue sus pasos pero intentando ampliar considerablemente los objetivos de los Hohenzollern, y logrando satisfacción con la transformación de sus territorios en reino independiente; el estallido de la Guerra de Sucesión española le dio la oportunidad de conseguir plena soberanía para sus dominios a cambio de ayuda militar al emperador por lo que en enero de 1701 se convierte en primer rey de Prusia, con el reconocimiento internacional. Después de su abuelo, el nuevo y homónimo soberano Federico Guillermo I (1713-1740) llevó el absolutismo militar a un nivel de plena madurez. Escribió un reglamento para la infantería, el adiestramiento y las evoluciones tácticas dieron a la infantería prusiana una flexibilidad y una precisión de maniobra desconocidas hasta entonces en Europa. Los efectivos del ejército alcanzaron los 83.000 hombres llegando a ser el cuarto del continente. CB: Federico II, "le roy philosophe". 1740 - 1786 Nacido en Berlín el 24 de enero de 1712, es el tercer rey de Prusia. Conocido como el "Rey Filósofo", tras suceder en el gobierno a su padre Federico Guillermo I (1740) convirtió al tradicional estado ducal de los Hohenzollern en una de las más fuertes potencias europeas. Tras tomar el trono, la sucesión en Austria le hace cambiar la tradicional política de alianza con los Habsburgo por una política de enfrentamiento. Así, se alía con Francia en contra de la emperatriz María Teresa y obliga a ésta a reconocer la anexión de Silesia por parte de Prusia. Esta conquista procura a Prusia el control sobre una región económicamente poderosa, con 25000 km2 y 125000 habitantes. La paz de Dresde, en 1745, por la que Prusia anexiona Silesia, procura además al país y a Federico II un período de 10 años de paz, en los que puede reorganizar la administración y el gobierno. Sus reformas políticas se encaminan a crear nuevos ministerios e impulsar la economía, cuestión prioritaria tras una larga etapa de guerras. En agricultura, dedica sus esfuerzos a modernizar las técnicas y organizar la producción, para lo que contacta con fisiócratas, selecciona las razas animales y discute con Voltaire sobre la calidad de los abonos. La desecación del curso inferior del Oder hace ganar a Prusia nuevos y fértiles territorios de cultivo. En otro ámbito de actuación, prepara a su ejército para los posibles conflictos que se puedan plantear en el futuro. Consciente de que la paz de Aquisgrán, en 1748, es tan sólo un paréntesis de tranquilidad en las relaciones europeas, reorganiza el ejército y le dota de estructuras modernas, formando una tropa de 150000 hombres que convierte a Prusia en el país militarmente más preparado de su época. Austria no se resigna a la pérdida de Silesia, mientras que otros países temen la aparición de una nueva potencia rival en el corazón de Europa. Así, tras invadir Francia la región prusiana de Sajonia, se desencadenan las hostilidades. Participan en la coalición antiprusiana Austria, Francia, Suecia y Rusia, mientras que Federico II recibe la ayuda -débil, por otro lado- de Inglaterra. La guerra de los Siete Años, entre 1756 y 1763 costará a Prusia cuantiosas pérdidas y estará a punto de provocar el desastre. La posterior alianza con Rusia y su monarca, Catalina II, dará a Prusia un respiro y pondrá las bases de la primera repartición de Polonia, sucedida en 1772. Ejemplo del absolutismo monárquico imperante en la época, su figura ha representado 55 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen tradicionalmente la política ilustrada. Sin embargo su gobierno no realizó reformas estructurales en el ámbito social ni está imbuida por las ideas políticas y reformistas de otros monarcas coetáneos. Más parece que su política estuvo dictada por el pragmatismo y la necesidad que por un proyecto de cambio y modernización de las estructuras prusianas. Intentó modernizar la producción agrícola aplicando las ideas fisiocráticas, si bien en la cuestión fiscal las dejó de lado. En materia industrial, siguió una radical política colbertista encaminada a proteger los productos prusianos: aranceles a los productos del exterior, exenciones de impuestos a la industria nacional, implantación de monopolios, etc. El resultado es un gran desarrollo de la industria prusiana y un fuerte incremento poblacional, que hace pasar al país de 2,5 millones de habitantes al comienzo de su gobierno a 6 millones al final. Personaje contradictorio, expone sus teorías, totalmente contrarias a su práctica- en "AntiMaquiavelo", publicado en 1739. Su creación de una Federación de príncipes independientes demostrará su utilidad en 1785 cuando finalice la amistad con Rusia y Austria aspire a beneficiarse del debilitamiento prusiano, y preconizará el posterior papel central de Prusia en Europa a finales del siglo XIX. Federico II falleció en Sans-Souci el 17 de agosto de 1786. CB: Carlos VI y la Pragmática Sanción. Leopoldo I [(1658 – 1705)], en 1703, para asegurar la indivisibilidad de los dominios de la Casa, firmó el Pactum Mutuae Successionis, que aseguró en la línea femenina la herencia del conjunto de los dominios de su Casa, en el caso probable de que fallara la línea masculina. José I [(1705 – 1711)] murió en 1711 y la Casa la heredó como único varón su hermano, el Archiduque Carlos, elegido también para la corona imperial. Casado en 1708 con Isabel [Cristina] de Brunswick [– Wolfenbüttel (n. 1691 – † 1750)], al comienzo de su reinado, sin hijos todavía y por si acaso sólo tenía hijas, apoyándose en el Pactum Mutuae Successionis, Carlos VI [(1711 – 1740)] tomó la decisión de promulgar la Pragmática Sanción en 1713, para asegurar y perpetuar la herencia dinástica. Años después nacía su hijo Leopoldo [Juan (n. abril 1716 – † noviembre 1716)], que apenas viviría un año y después dos hijas, María Teresa (1717) y María Ana (1718). Con María Teresa como primogénita el camino empezaba a despejarse, sólo faltaba que lo reconocieran los estamentos de Hungría y, por añadidura, los demás estados de dentro y fuera del Sacro Imperio. En 1720, cumpliéndose el trámite propuesto por el soberano, se envió a las Dietas de los diferentes territorios los correspondientes documentos para que acataran la Pragmática. Prácticamente todas la aceptaron, incluidos los estados de las nuevas posesiones italianas y de los Países Bajos; incluso se aseguraba su defensa con “bienes y sangre en todos los tiempos” y, en Transilvania, se incluyó como ley fundamental. Tan sólo en Hungría y, en menor grado, en el Tirol, los estamentos presentaron reparos con el argumento de que, al estar ya promulgada la pragmática, se había conculcado su derecho de consulta previa y de aprobación. En Hungría, concretamente, iba contra el derecho que tenían a la elección de rey en caso de extinción de la línea masculina. Sin embargo, la difícil situación que se vivía por el peligro otomano, y el predominio del grupo prohabsbúrguico, hizo que finalmente la Dieta diera su acuerdo favorable. Despotismo ilustrado en Austria: Mª Teresa y Jose II MARIA TERESA DE AUSTRIA María Teresa I de Austria (13 de mayo de 1717 – 29 de noviembre de 1780) fue Archiduquesa de Austria, Reina de Hungría y Bohemia y consorte del emperador Francisco I. Hija del emperador Carlos VI, a quien sucedió en sus dominios patrimoniales al morir en 1740, y de Isabel Cristina de Brunswick. Madre de los emperadores José II y Leopoldo II. Entre el resto de su descendencia destaca María Antonieta de Austria, última reina absolutista de Francia. La mayor parte de los Estados europeos habían reconocido esta sucesión y la Pragmática Sanción de 1713 que declaraba indivisibles los territorios de la Casa de Austria. Pero diversos acontecimientos produjeron un giro en el apoyo a Maria Teresa, desencadenando la Guerra de Sucesión Austriaca (1740-48). María Teresa salvaguardó tras el Tratado de Aquisgrán (1748) el grueso de sus Estados y la corona imperial para su esposo, Francisco de Lorena (1745-65) y que se la reconociera como sucesora y reina de los dominios habsbúrguicos. 56 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen concluido el conflicto sucesorio con los tratados de paz y convencida de la responsabilidad negativa de las bases feudales en que se apoyaba, asistida en un primer momento en consejeros de la talla de Bartenstein, se propuso un programa de reformas con el fin de aumentar la autoridad real y de transformar las bases tradicionales en la administración de sus dominios. A lo largo de su reinado centró su atención en muchas ocasiones en Hungría, donde pasará mucho tiempo. En 1749 ordena la remodelación del Palacio de Buda, fundará en 1760 la guardia personal noble húngara, con sede en Viena y compuesta por 120 nobles húngaros, y posteriormente creará la orden de caballería de San Esteban en 1764. De esta forma, María Teresa se convertirá en una de los Habsburgo más populares y apreciados en el Reino de Hungría. De la mano de su canciller Kaunitz formó una alianza con Francia para recuperar Silesia, lo que dio inicio a la Guerra de los Siete Años (1756-63), que no le devolvió Silesia, pero que le permitió extender sus dominios en Galicia (o Galitzia) y la Bucovina, garantizando la sucesión imperial para su hijo José II (1765-90). Participó en el Primer Reparto de Polonia (1772) y renunció a luchar por la sucesión de Baviera. La confianza de María Teresa [I] en el príncipe Kaunitz hizo que, tras su labor diplomática, asumiera las materias de interior y continuara las reformas que había puesto en marcha Haugwitz. El objetivo de Kaunitz era el mismo: aumentar el poder de la Casa de Austria limitando a los estamentos. Empezó suprimiendo el Directorio Público de las Cámaras y poniendo un Consejo de Estado en 1761, que coordinara todas las acciones de gobierno interior y aconsejara a la reina en todo. El presidente sería él mismo. Sin embargo, estas reformas se quedaron en la cúspide y no afectaron a las constituciones internas de los territorios, aunque sí a la autonomía de los estamentos, pues la aparición de nuevos funcionarios hacía que asumieran parte de sus anteriores funciones. No obstante, la inexperiencia de los nuevos y su incapacidad limitaron el alcance de las reformas. La siguiente fase reformadora coincide con la corregencia de José II [(1765 – 1790)]. María Teresa reorganizó sus reinos introduciendo reformas propias del despotismo ilustrado, modernizó el ejército, sometió los poderes locales al gobierno central, impulsó las ciencias y las artes y limitó la influencia de la Iglesia Católica. Moravia y Bohemia fueron unificadas con Austria, pero no Hungría, donde María Teresa realizó concesiones a la nobleza, a cambio de la ayuda que le había prestado durante la guerra. José II (1780 – 1790) y el josefismo Heredero de los derechos dinásticos, conocedor de las dificultades de su madre para gobernar territorios con constituciones feudales y con ideas despóticas, José II [(1765 – 1790), de carácter menos dialogante que su madre, era un católico de su tiempo, piadoso a la vez que instruido y dominado por las doctrinas de la Ilustración y del Despotismo, lo que le hacía que viera los asuntos de conciencia religiosa como pertenecientes al fuero interno de cada individuo, importándole lo que cada persona aportara al Estado. En general, la acción política interior de José [II] no fue sino una continuación de la marcada por su madre y por él vivida en la corregencia, pero durante su reinado la expresó con más fuerza. Efectivamente, si en las fases anteriores fueron atacados, fundamentalmente, los estamentos civiles, en este reinado el que iba a ser el foco de atención de la política real era el eclesiástico, junto con los territorios que antes escaparon a las reformas. Desde el tiempo de su corregencia, había puesto su empeño en el ejército y era muy consciente de las debilidades estructurales que soportaba, así como de la interacción que debía producirse entre los diferentes sectores económicos y de su hacienda para hacer eficaz una milicia permanente y que no fuera sólo defensiva. Su conocimiento previo del reformismo le hacía entender que sólo un crecimiento económico y la contribución regular de los grupos más pudientes podían cambiar la naturaleza financiera de la hacienda y el ejército. Por otra parte, los resultados de la puesta en práctica de las medidas aplicadas por Federico II en Brandemburgo – Prusia le sirvió de espejo para aplicarlas en los dominios austriacos. Desde el principio, impuso la sobriedad en la corte y simplificó la administración: la Cámara de Corte y la Chancillería de Austria y Bohemia se fundieron, y también lo hicieron la doble Chancillería de Hungría y Transilvania, etc. Pero sobre todo acometió el cambio de las bases fiscales de su hacienda (elaboración de un censo de población y de un catastro de la propiedad 57 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen para todos sus dominios). El objetivo era aliviar a los más débiles y repartir la carga fiscal con arreglo a la riqueza, fundamentalmente fundiaria. Esta reforma, iniciada en 1781, no tendría su culminación hasta 1789. En cuanto a la política industrial, las reformas afectaron a las corporaciones gremiales, y, respecto al comercio, se evitaba la importación con prohibiciones expresas y se favorecía la diversificación productiva interior. Las actuaciones sobre el estamento eclesiástico no iban contra la Iglesia, sino contra determinada organización de la Iglesia que limitaba la capacidad política real, el regalismo y el crecimiento económico. El regalismo de José [II] se expresaba en su deseo de constituir una Iglesia particular como la tenían otros estados (especialmente los afectados por la Reforma), con su derecho a nombrar obispos y otras dignidades eclesiásticas. Para él, antes que nada, el clero debía servir a los fines dinásticos del Estado. Esta posición partía del principio que apoyaba la monarquía de derecho divino, y del que se deriva una autoridad real que nadie puede limitar. Obviamente, la subordinación eclesiástica a su autoridad terrenal suponía cuestionar el predominio papal y la autoridad de éste, tal y como hasta entonces se había expresado en los dominios habsbúrguicos. Las medidas de sometimiento iban desde la supresión de fiestas religiosas hasta la validación de los matrimonios canónicos por las autoridades civiles. Pero, sin duda, la actuación más importante fue un conjunto de disposiciones que iban contra el patrimonio eclesiástico y que atentaban contra el derecho y las bases materiales de ese cuerpo político (muchos monasterios fueron disueltos y sus rentas utilizadas con fines civiles). En otro orden de cosas, José II abolió la censura que la Iglesia imponía a los medios de prensa, toleró a otras confesiones y religiones (Patente de Tolerancia, 1781), y en 1783 hizo que el Estado asumiera la enseñanza, lo que suponía la eliminación del monopolio que, en este ámbito, había tenido la Iglesia. Todas estas reformas, junto a las que se venían aplicando desde su época de corregente, se aplicaron de manera intransigente a todos los campos de la administración y de la cultura y pasaron por encima de los derechos corporativos, imponiendo despóticamente un derecho autocrático que fortalecía la patrimonialización dinástica. Por otra parte, la unificación de los derechos de propiedad territorial para posibilitar la contribución de los bienes inmuebles, junto a la reorganización financiera, hizo aumentar los ingresos fiscales y cambiar las relaciones socioeconómicas en el campesinado. Todo este proceso engarzaba con el finalismo de las ideas ilustradas de alcanzar la felicidad y es lo que se ha llamado josefismo. La presión impositiva sin el concurso de los estamentos, a la larga, no se reveló eficaz en Austria. Los estamentos y los territorios supieron esperar su momento. Éste llegó al final del reinado, cuando, poco antes de su muerte, José II tuvo que ver cómo los territorios que había concentrado en su Casa se llenaban de revueltas (desde Hungría a los Países Bajos) contra su política. Tras su muerte, su sucesor [y hermano] Leopoldo II [(1790 – 1792)] tuvo que reconducir el proceso reformador, a fin de salvar a la Casa de Austria de la ruina, negociando con los estamentos y devolviéndoles derechos y libertades que convertían el anterior derecho autocrático en humo de paja[…]. Las prácticas despóticas se revelaron ineficaces en Austria y el absolutismo ilustrado quedó en poco más que un sueño pasajero. CB: Repartos de Polonia. Durante el s. XVIII va a culminar la peculiar trayectoria política seguida por Polonia a lo largo de la Edad Moderna. Su clase dominante, la nobleza, se negó sistemáticamente a organizar el poder político en torno a una monarquía fuerte, capaz de consolidar ese inmenso y desprotegido espacio. El miedo al absolutismo se tradujo en una república nobiliaria en donde el poder de unas grandes familias de magnates, secundados por una nutrida nobleza media, se expresó a través de sus cámaras representativas, el Senado y la Cámara de Diputados –[en] cuya actuación conjunta constituían la Dieta— así como de numerosas asambleas locales o Dietinas. Este entramado institucional aristocrático bloqueó cualquier tentativa de centralización monárquica, de poder ejecutivo por parte del rey. La progresiva decadencia interior y exterior del conglomerado polaco – lituano desembocará en su desaparición traumática al finalizar la centuria con los tres sucesivos Repartos de Polonia. 58 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen Esta última fase de la historia de la Polonia moderna se suele dividir en dos períodos. La primera mitad del siglo cubre la época de los reyes sajones (1697 – 1763) [–junto con el breve reinado en dos fases de Stanislas I Leszcynski (1704 – 1709 y 1733 – 1734)—], en donde se acentúa, por un lado, y se manifiesta a los ojos de toda Europa, por otro, la crisis interna y la debilidad internacional del Estado. La segunda mitad, el reinado de Stanislas [II] Augusto Poniatowski (1764 – 1795), conoce la reacción, por fin, a la crisis con la aplicación de una serie de reformas que podían haber supuesto el resurgir de Polonia si la disensión interior y, sobre todo, la intervención de las poderosas potencias vecinas (Rusia, Prusia, Austria) no lo hubiesen frustrado. La Reforma de 1764 tiene lugar cuando [Stanislas II] Augusto Poniatowski accede al trono con el apoyo del partido reformista dirigido por los Czartoryski (la familia de su madre) y es secundada por un clima de opinión pública favorable, que se procurará sostener y en general se mantendrá a lo largo de todo su reinado. El rey se propone dar mayor eficacia a la gestión gubernamental y limitar las facultades de la Dieta. Este modelo constitucional de Gobierno de Gabinete personal del rey con un Parlamento reformado sucumbe ante la reacción de las fuerzas conservadoras y la intervención exterior (Rusia 1767). Los graves desórdenes internos, desde la inestabilidad en el campo hasta la formación de la Confederación de Bar (1768) en nombre del exclusivismo católico y en contra de Rusia, consolidan la intervención militar rusa. [Stanislas II] Poniatowski no tiene más remedio que retroceder en su reforma, restablecer el liberum veto y aceptar la tutela de Catalina II sobre el orden constitucional polaco. Los recelos de las potencias ante la excesiva influencia rusa hacen que, a iniciativa de Federico II [(1740 – 1786)], Prusia, Austria y Rusia procedan al I Reparto de Polonia en 1772 en nombre del equilibrio en la zona. Rusia se incorpora la antigua Bielorrusia y Austria, Galitzia, mientras que Prusia unifica territorialmente las dos Prusias, salvo Dantzig. Todo ello le reporta a Polonia la pérdida de un 30 % de su territorio y del 35 % de su población. La Reforma de 1775, obra de la Dieta de la Partición (1773 – 1775), supone un nuevo intento de reorganizar el poder central en detrimento aparente del rey y en beneficio de los magnates. La Reforma de la Gran Dieta de 1788 – 1792 supera no sólo los principios y tendencias del reformismo anterior, sino el alcance de cualquier reformismo europeo. En realidad, se la ha llegado a comparar con la Asamblea constituyente francesa por su carácter de “Dieta gobernante”, que acumula los poderes legislativo y ejecutivo y reestructura el sistema político en base a principios de derecho natural y contrato social. La solución alumbrada fue el nuevo orden diseñado por la Constitución de 1791, para cuya aprobación como Ley Fundamental fue preciso una especie de golpe de Estado con apoyo de las masas populares urbanas. Su fuente de inspiración es una amalgama de pensamiento constitucional tradicional polaco del s. XVI con ideas e instituciones contemporáneas de Francia e Inglaterra. En su articulado se establece la soberanía nacional, la separación de poderes, la abolición de los restrictivos liberum veto y derecho de confederación nobiliar y el reforzamiento del poder real, con la declaración del carácter hereditario de la monarquía y la irresponsabilidad política del rey, que preside un consejo de ministros responsables ante la Dieta. También se prevé un impuesto sobre la tierra capaz de levantar un ejército de 100.000 hombres. Aunque socialmente era mucho más moderada que los modelos francés y americano, pues dejaba intactas las estructuras socioeconómicas del Antiguo Régimen, fue inmediatamente impugnada por la reacción conservadora interna (contrarrevolución de Targowica) y considerada peligrosa por Rusia y Prusia, que invadieron el país imponiendo la situación anterior a 1791 y el II Reparto de Polonia de 1793. Prusia obtuvo Dantzig y Posnania. Rusia se quedó con Podolia, Ucrania y el oeste de Bielorrusia. La rebelión radical a que esta segunda gran crisis política de amputación territorial (3/5 partes de lo que quedaba) y poblacional (reducción a 4 millones) [dio lugar] precipitó los acontecimientos hacia la disolución completa del Estado. El general Tadeus Kosciusko [(n. 1746 – † 1817)] aglutinó la variedad de revueltas urbanas y militares que estallaron por doquier y proclamó el Acta de Insurrección, que estableció una dictadura revolucionaria, ideológica y socialmente confusa, pero con ribetes de jacobinismo maximalistas que bastó como pretexto a las potencias vecinas para enmascarar sus apetitos territoriales, denunciando los peligros de extender al Vístula los fenómenos revolucionarios ocurridos a orillas del Sena. Con la apoyatura 59 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen y excusa de la disidencia interna Austria, Rusia y Prusia invadieron el país en 1794 y consumaron el III Reparto. El nombre de Polonia desaparecía del Derecho Internacional en 1795. En noviembre abdicó el rey, que moría en San Petersburgo tres años más tarde. Polonia ya no figuraba en el mapa político europeo. Pedro I el Grande Cuando comienza el reinado personal de Pedro [I] existía una convergencia entre la necesidad de reformar y la disponibilidad del utillaje occidental necesario para realizar la transformación sobre el modelo europeo. El resultado más inmediato va a ser un nuevo tipo de Estado, de inspiración plenamente europea, pero que se construye con medios rusos; los de un poder litúrgico y una autoridad incontestada, la autocracia, que impone el avasallamiento de la sociedad, amplía la exigencia de servicio y ejerce una violencia desde arriba que parece, a veces, la caricatura monstruosa del modelo. Un Estado que pretende administrar, reorganizar y desarrollar la sociedad con criterios racionales, al servicio de una utilidad colectiva traducida como engrandecimiento estatal. Por tanto, una concepción dinámica que chocará con la interpretación negativa y pasiva del Estado ortodoxo zarista, simple sello sagrado sobre un cuerpo social que se administra autónomamente. Las resistencias fueron, pues, múltiples. La más peligrosa, la religiosa: la oposición de la Iglesia y de los Antiguos Creyentes, que culminó con la muerte en prisión del zarevich Alexis. También las sublevaciones cosacas: Bulavin en el Don (1706 – 1707) Mazepa y los zaporozegs en Ucrania (1709). Y a nivel popular hubo un rechazo instintivo a las innovaciones externas (afeitado, calendario juliano, vestido, fumar, etc.); factor añadido al universal resentimiento generado por la ingente presión física y financiera que se tuvo que soportar (capitación e impuestos variopintos, movilizaciones militares, mano de obra para la construcción de San Petersburgo, carreteras nuevas, canales fluviales, fortalezas o trabajo en los astilleros). Este nuevo Estado petroviano va a imprimir rasgos durables a la Rusia imperial posterior en varios ámbitos: las Fuerzas Armadas, la Administración, la Iglesia y la Sociedad. Sus reformas en todos estos aspectos tienen siempre, no lo olvidemos, un paralelo en Suecia o Prusia, en la obra de Carlos XI o de Federico Guillermo, erigida en el modelo de incidencia más inmediata. Las Fuerzas Armadas constituyeron el objetivo prioritario y de dedicación más personal de Pedro [I]. El Ejército experimentó un proceso de europeización (modernización) y nacionalización (rusificación). La Marina fue una creación ex novo e implicó un esfuerzo titánico. El desarrollo de Ejército y Marina tuvo un efecto multiplicador en la vida económica rusa. Las necesidades militares y navales de pólvora, uniformes, madera, hierro, equipo moderno, etc., están en la base de la siderurgia de los Urales, arsenales, astilleros, industrias estatales varias, etc. La Administración, tanto central como local, tendió a una mayor centralización burocrática. Sus hitos institucionales básicos fueron, en la primera, el Senado y los colegios administrativos; en la segunda, la organización provincial. La administración central se completó con la introducción de altos oficiales [(como el procurador general, que gobernaba el país cuando el zar se ausentaba)] que, en representación del zar, supervisaron tanto el Senado como los colegios. La administración local conoció la división del territorio en gobernaciones provinciales [o voievodias], articuladas en condados y distritos, su burocratización y el refuerzo del control central. El marco fundamental de toda esta actividad burocrática quedó definido para el futuro en el Reglamento de 1720, cuya filosofía pretendía racionalizar las funciones y despersonalizar las instituciones, subrayando el valor de la colegialidad, el carácter abstracto de la Administración y la función organizativa de la misma. La reforma de la Iglesia –para la que Pedro [I] contó con la ayuda inestimable de[l arzobispo] Teófanes Prokopovitch [(n. 1681 – † 1736)], su principal inspirador— supuso la máxima ruptura con la tradición moscovita y exigió incluso, dada la pérdida por parte del poder supremo de su carácter sagrado, una nueva fundamentación ideológica del absolutismo, en base ahora al derecho natural. Una secuencia de hechos marca la infeudación de la Iglesia al Estado. En 1721 la culminación llegó con la abolición formal del Patriarcado, la publicación del Estatuto Religioso, que convertía a la Iglesia en una parte del Estado, y la creación del Santo Sínodo para su gobierno, en realidad un colegio administrativo más del aparato estatal pero dedicado a 60 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen asuntos eclesiásticos. El resultado fue la destrucción de la autonomía de la Iglesia y la ruptura definitiva de su poder político. Y la sociedad se europeizó, pero sólo en el nivel de la clase dirigente, comprometida con el estado por la exigencia de servicio. Ya en 1714 la introducción del principio de primogenitura buscaba atraer al resto de la familia al servicio del Estado. Esto quedó institucionalizado en la Tabla de Rangos [o tchin] de 1721, clave de bóveda de la política de Pedro [I] y que consagra el principio de que el servicio es la única fuente de ennoblecimiento y ascenso social. Sus formas de servicio –Corte, Administración, Ejército— y las exigencias culturales implícitas en ellas – adquisición de una cultura europea— hicieron posible la transformación de la nobleza de servicio militar tradicional en burocracia y en elite cultivada, capaz de rivalizar dos generaciones después con sus colegas europeas. Una elite nueva, llamada a dirigir Rusia no tanto por sus orígenes genéticos como por la adopción de un sistema de ideas y valores distintos de la clase de servicio moscovita tradicional. No obstante, la occidentalización –en realidad educación— se detiene aquí. La mayoría de la sociedad rusa queda al margen, con el subsiguiente acrecentamiento del abismo que siempre ha separado en Rusia elites y pueblo. Éste, en su inmensidad campesina, lo único que experimenta es un cambio hacia la homogeneización y nivelación que le produce la magnitud de cargas que el Estado le hace soportar y que vuelve irrelevantes las viejas distinciones legales y económicas del pasado. CB: Catalina II de Rusia. (1762-1796) Tras la muerte de Pedro el Grande, gran impulsor de la occidentalización, en 1725, el país cayó en manos de una serie de zares de carácter aristocrático y reaccionario que devolvieron a Rusia a las antiguas tradiciones. No sería hasta el advenimiento de Catalina II cuando los reformistas alcanzarían de nuevo el poder. Catalina II asume el poder tras un golpe de estado que derroca a su esposo Pedro III. Alemana de origen y francesa por educación, fue rusa por ambición e interés. Utilizó las energías de una nobleza llena de vigor, y llevó a cabo los sueños imperiales de Pedro I. Catalina (1762-1796) fijó definitivamente el régimen social y político que habían preparado sus predecesores. Todas sus reformas descansan sobre el nuevo papel desempeñado por la nobleza. Se tuvo que enfrentar a la sublevación del cosaco Pugachev en 1773, quien se hizo abanderado de los movimientos populares exacerbados por la miseria y la privación. La rebelión duró dos años y determinó la aceleración del proceso de reestructuración del Estado. En 1775 se reorganizó la administración local, con una relativa descentralización del poder, se crearon 44 gobiernos provinciales, el cargo de gobernador imperial y la intervención de los nobles en la elección de los magistrados económicos y judiciales del distrito, tras este primer paso, se simplificaron muchos organismos del Estado, el peso de los negocios públicos recayó en el Senado que cobró nueva vitalidad. En 1785 se promulgó la Carta de la Nobleza, codificación de todas las prerrogativas alcanzadas, y que ratificaba la hegemonía de los aristócratas en la sociedad y la vida pública de Rusia y su unión con el emperador. En cambio la situación de los campesinos continuó empeorando. El desarrollo de la economía y las instituciones públicas y las grandes obras de colonización e interés, completan la obra de Catalina II. Los objetivos principales del gobierno de Catalina II fueron conseguir salidas al mar para Rusia y la occidentalización del país. Para ello centralizó la administración (superponiendo un consejo imperial al Senado), creó colegios centrales (a imagen de los ministerios franceses), remodeló territorialmente las provincias, que pasaron de 8 a 50 y agilizó la justicia, creando tribunales distintos para cada orden (ninguno para los siervos). Impuso la tolerancia religiosa y confiscó los bienes del clero ortodoxo, que destinó a asistencia social y educación (ésta con fines utilitaristas, destinada a nutrir de técnicos al Estado). En cuanto a la cultura, fundó en 1783 la Academia Rusa y ejerció de gran mecenas de la vida intelectual. Impulsó desde el estado la industrialización del país, para lo que incentivó a los nobles para la puesta en marcha de fábricas y manufacturas con mano de obra servil. Favoreció además la colonización de amplias zonas en la cuenca del Volga, Ucrania y Crimea con población alemana, y fundó ciudades y villas. Catalina II convirtió a Rusia en una gran potencia con una occidentalización superficial pero con una estructura medieval. 61 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen CB: Tanucci y el Reino de las Dos Sicilias. Después de la victoria del ejército de Carlos de Borbón sobre los austríacos en 1734 se estableció en el sur de Italia el reino de las Dos Sicilias, formalmente independiente de España, pero vinculado por lazos dinásticos a ésta. La posterior ocupación del ducado de Parma, sancionada en 1748 por el tratado de Aquisgrán, que asignó el trono a Felipe [I] de Borbón [(1748 – 1765)], vino a satisfacer en buena medida las aspiraciones de Isabel de Farnesio, segunda esposa de Felipe V [de España (1700 – 1746)], empeñada en revisar el sistema de Utrecht y lograr para sus hijos territorios en los que reinar. En 1759, Carlos [VII] de Borbón dejó Nápoles para convertirse en rey de España [con el nombre de Carlos III (1759 – 1788)]. Dado que las coronas de España y Dos Sicilias no podían unirse en una sola cabeza, el monarca abdicó en favor de su hijo Fernando [IV de Nápoles y III de Sicilia (1759 – 1816) –posteriormente, Fernando I de las Dos Sicilias (1816 – 1825)—], menor de edad, y dejó el gobierno a cargo de un consejo de Regencia (que no se disolvió hasta 1767). Bajo el control de Tanucci, dicho consejo trató –aunque con tibieza— de modernizar las estructuras económicas y sociales del país. La dramática carestía de 1764, que sólo en la ciudad de Nápoles causó más de 40.000 muertes, puso de manifiesto el retraso meridional, así como la necesidad imperiosa de buscar soluciones. Sin embargo, Tanucci no pudo o no quiso vencer la resistencia de los grupos dominantes, ni la pasividad de la burocracia. Así, por ejemplo, mientras que en Toscana la crisis dio origen a la liberalización del comercio de granos, en Nápoles no sólo se abortó el intento, sino que la nobleza togada que controlaba la oficina de abastos impidió que se llevase a cabo cualquier reforma en el sistema de aprovisionamiento de la capital. El mayor éxito de Tanucci se fraguó en la lucha contra la Compañía de Jesús. La expulsión de los jesuitas abrió la posibilidad de ensayar diversos planes de reforma, tanto en la enseñanza como en la agricultura, no todos los cuales se verificaron. Sólo diez años después del extrañamiento, destituido ya Tanucci, comenzó a aplicarse parcialmente el proyecto de reforma educativa ideado por el ilustrado Antonio Genovesi [(n. 1713 – † 1769)], que contemplaba la creación de escuelas públicas, la difusión de la enseñanza en italiano y la introducción de nuevas materias en la universidad. Con mayor prontitud se procedió en cambio al reparto de las tierras de la Compañía en Sicilia y Nápoles. La operación fue imponente –sobre todo en la isla— pues casi 45.000 hectáreas se distribuyeron entre campesinos pobres. No obstante, a largo plazo los resultados fueron decepcionantes, ya que, faltos de recursos para financiar los gastos de explotación, muchos campesinos acabaron traspasando sus tierras a los grandes propietarios. Reformas de Felipe V España se moderniza en el tercio del siglo que reina Felipe V. Se han adquirido fórmulas administrativas, recaudatorias y de organización en general, que habían dado la victoria a Francia. Había remozado su ejército incorporando alemanes, franceses, ingleses y suizos, que quedarían formando ya regimientos en el ejército español. - Se procede a la restauración de la riqueza nacional y de la hacienda pública, el fomento de la población y el cultivo de la tierra, el renacimiento de las industrias tradicionales y de las relaciones mercantiles, y de la difusión de la cultura con un marcado sentido popular y profesional. - Los Borbones abolieron por medio de los Decretos de Nueva Planta, los fueros o leyes especiales políticas de Aragón, Cataluña, Valencia y Mallorca, que se habían mostrado hostiles al advenimiento de la nueva monarquía, manteniendo su situación privilegiada Navarra y el País Vasco. Felipe V impuso en Cataluña el Catastro, contribución única, en sustitución del antiguo sistema fiscal vigente hasta entonces. - Se afianzó el poder real, particularmente en sus relaciones con la Iglesia, consecuencias de estas luchas fueron: el pase regio o permiso real que había de preceder a la publicación española de toda bula papal, la disminución de los tributos en dinero que se pagaban a la curia romana, la modificación de algunos tribunales eclesiásticos de España, el reconocimiento del patronato real, o sea del derecho del monarca a nombrar para ciertos cargos y beneficios de las iglesias españolas, la reducción de la competencia jurisdiccional de la Inquisición y del Tribunal de 62 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen Cruzada en asuntos no religiosos; la supresión del fuero personal de los eclesiásticos en casos de tumulto, asonadas y falta de respeto a los magistrados civiles; el proyecto para desamortizar muchos bienes de la Iglesia; y la expulsión de los jesuitas por razones políticas. Todas estas medidas tuvieron el efecto de robustecer la autoridad del monarca como representante del Estado. El reformismo borbónico de Carlos III (1759 – 1788) Con la ayuda del marqués de la Ensenada, Carlos III decide abordar las reformas del reinado, pero tendrá que posponerlo unos años mientras se resuelve la participación española en la Guerra de los siete años, a la que se ve abocada España por la presión británica sobre las colonias españolas en América. Finalizado el conflicto se acometen las reformas sociales y económicas más urgentes. Se liberalizó el comercio de los cereales y se autorizó el comercio desde cualquier puerto español con América, rompiendo el monopolio del puerto de Cádiz instaurando con ambas medidas el libre comercio. Otro de sus ministros, Campomanes redactó el tratado de regalía de amortizaciones que limitaría las propiedades de la iglesia y se encargó a Esquilache la mejora del orden público, que sus medidas provocó la revuelta que lleva su nombre y sería la excusa de la expulsión de España y las posesiones americanas de la Compañía de Jesús a los que se acusó de instigar la revuelta. Consecuencia de esta expulsión hubo que hacer frente a la educación hasta entonces en manos del clero. Se abordó también la reforma agraria para ordenar la distribución de la tierra y el régimen de la propiedad de la tierra aunque esta reforma no fue implantada hasta final de siglo y se vió muy marcada por los acontecimientos de la revolución francesa. Por último se trabajó en la restauración del prestigio internacional, tratando de conservar las posesiones imperiales que quedaron tras el reparto de Utrech. Esto llevaba consigo el involucrarse en los conflictos armados como sucedió en la guerra de independencia de los estados unidos. El gasto bélico provocó una importante merma en las arcas reales que se quiso compensar con la emisión de títulos de deuda pública, creándose para tal gestión el Banco de San Carlos que años más tarde iría a la quiebra. En el orden político, Floridablanca propuso la creación de la Junta Suprema de estado, órgano precursor de actual consejo de ministros. Las reformas de Pombal Sebastião José de Carvalho e Melo, más conocido como marqués de Pombal o conde de Oeiras, (Lisboa, 13 de mayo de 1699 - Pombal, Coímbra, 8 de mayo de 1782). Estadista portugués. Fue primer ministro del rey José I (1750-1777), y se le considera hasta nuestros días una de las figuras más controvertidas y carismáticas de la Historia Portuguesa. Representante del despotismo ilustrado en Portugal en el siglo XVIII, vivió en un período de la historia marcado por la Ilustración, y desempeñó un papel fundamental en el acercamiento de Portugal a la realidad económica y social de los países del Norte de Europa, más dinámicos que Portugal. Pombal puso en práctica un vasto programa de reformas, cuyo objetivo era racionalizar la administración sin debilitar el poder real. Para alcanzar dicha meta, el ministro incorporó las nuevas ideas divulgadas en Europa por los iluministas, pero al mismo tiempo conservó aspectos del absolutismo y de la política mercantilista. El Marqués de Pombal fue la figura clave del gobierno portugués entre 1750 y 1777. Abolió la esclavitud en las colonias de las Indias, reorganizó el ejército y la marina, reestructuró la Universidad de Coimbra y acabó con la discriminación de los "cristianos nuevos”, a pesar de que no terminó oficialmente con la Inquisición portuguesa, en vigor de jure hasta 1821. Fue uno de los principales responsables de la expulsión de los Jesuitas de Portugal y sus colonias. Pero una de las más importantes reformas fue en el terreno financiero, la creación de varias compañías y asociaciones corporativas que regulaban la actividad comercial, así como la reforma del sistema fiscal. Naturalmente, todas estas reformas ocasionaron el odio de las clases altas. Tras la muerte de Jose I, fue destituido por su sucesora María I. 63 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen TEMA 12: PD La dinastía Hannover y el desarrollo del Parlamentarismo británico. Las revueltas del siglo XVII, la dictadura de Cromwell y la “Gloriosa Revolución” de 1689 habían demostrado a los monarcas británicos la imposibilidad de gobernar ignorando a las Cámaras parlamentarias, que eran las únicas que podían votar nuevos impuestos en Inglaterra. Tras la Gloriosa, el rey debe firmar la carta de Derechos (Bill of Rights), un nuevo pacto constitucional entre los poderes. La Carta reconocía: - La libertad de prensa, al margen del control monárquico - El carácter no permanente del ejército - Que el Parlamento aprobaba todos los nuevos impuestos (base para la división de poderes entre legislativo y ejecutivo) - Garantizaba el derecho de propiedad privada e individual. Esto constituye un nuevo tipo de gobierno, que limita el poder del Rey, y da una mayor participación a las oligarquías del país. En 1701, el Act of Settlement (que en principio era sólo un acuerdo para fijar la sucesión de la reina Ana Estuardo) asentó definitivamente el proceso, consolidando la separación entre poder judicial y legislativo. Mientras todo este proceso tiene lugar en Inglaterra, fuera de ella, Jacobo II, que había huido a Francia tras la revolución de la Gloriosa, conspira para recuperar el trono. Es el conocido movimiento jacobita, que tendrá amplios apoyos en Irlanda y Escocia. Así pues, mientras el nuevo monarca inglés, de la casa Orange, Guillermo III, se ocupa en resolver el problema jacobita y también en la guerra contra Francia, el parlamento va aumentando sus parcelas de poder: - Se limita la duración del Parlamento a tres años, para evitar que se eternicen en las cámaras parlamentos demasiado dóciles al rey. - Se fiscalizan los gastos reales y también los gastos del gobierno. Hay que tener en cuenta que en esta época no existe aún lo que podríamos considerar unos presupuestos generales. El dinero se saca de unas cosas y se emplea en otras. Si falla en el ingreso, no se puede realizar el gasto, a pesar de que existan excedentes en otras áreas. - El poder tangible del Gobierno lo detenta un Gabinete de ministros constituido en torno al rey, y generalmente formado por la opción mayoritaria del Parlamento. Esta situación desemboca en una nueva configuración de los poderes que al final terminaría con su definitiva separación: el poder ejecutivo recaería sobre el monarca, apoyado por la burocracia, los ministros y los gobiernos locales el poder legislativo lo ejercería el parlamento, formado por la cámara de los comunes y la cámara de los lores, que proponen a su vez a los ministros el poder judicial, separado del ejecutivo en 1701, recaería sobre los tribunales. A pesar de las reticencias de los monarcas, y de los intentos de recorte de poder, el Parlamento está determinado a cumplir el Bill of Rights, y lentamente se va consolidando este sistema, ayudado por el talante de la casa Hannover, así como por el talante dinámico y expansivo de una sociedad que se halla en pleno proceso de revolución industrial. Ambos factores contribuyeron al desmantelamiento del Antiguo Régimen en Inglaterra. La nueva dinastía de Hannover fue establecida tras la muerte de Ana Estuardo. Tanto Jorge I (1714-1727) como Jorge II (1727-1760) fueron ante todo alemanes y electores de Hannover, y pusieron muy poco empeño en intervenir en los asuntos de gobierno, tal como les permitía la llamada prerrogativa regia. Su trono estaba consolidado por la voluntad casi unánime de los pobladores del reino, y el fracaso del intento de Jacobo Estuardo, hijo de Jacobo II, en 1715, así como las posteriores tentativas jacobitas, que demostraron palpablemente la adhesión de Inglaterra y Escocia a la dinastía hannoveriana que representaba los principios nacidos en la revolución de 1768. Se consideran los logros más destacados del primer monarca de la dinastía, Jorge I, la consolidación de la sucesión protestante, la atenuación de las controversias religiosas y el carácter rutinario que otorgó a la actividad parlamentaria. Jorge I sube al trono contra la opinión de los tories, y es por ello que se apoyará en Gabinetes con ministros whig, entre los 64 Preguntas autoevaluación HBEM + preguntas examen que destacan Towshend, Robert Walpole, Stanhope y Halifax. El rey disuelve las cámaras y convoca nuevas elecciones que ganan los whig con holgura. Este cambio de la mayoría habría estado influido por el deseo de estabilidad, pero sobre todo por la propia naturaleza del sistema electoral, caracterizado por la irregularidad de los distritos electorales y por favorecer el control gubernamental a través de una amplia clientela de miembros de la administración, del ejército y de la marina. El intento de control del parlamento lleva a un fuerte descontento social, que entronca con el movimiento jacobita. El levantamiento se produce y fracasa y el rey aprovecha para modificar la ley, y aumentar de 3 a 7 años la duración de cada Parlamento. En 1727 muere repentinamente Jorge I, dando paso a su hijo, Jorge II, quien mantiene durante los primeros años de su mandato una fuerte rivalidad con el que había sido primer ministro con su padre, el whig Walpole, pero la eficacia del estadista le obliga a recurrir una y otra vez a él. La caida de Walpole en 1742, tras perder el apoyo de la Cámara de los Comunes, demostró que un primer ministro, para mantenerse en el poder necesitaba tanto el apoyo del rey como el de los Comunes, pues aun conservando el primero, el retroceso de su influencia en la Cámara había forzado su salida del gobierno. Este hecho resultaba doblemente significativo por cuanto su mandato sirvió para otorgar a los Comunes un poder hasta entonces desconocido y que actuaba en detrimento de la propia Cámara de los Lores. A las rencillas por el poder se unen los enfrentamientos con Francia, y el resurgimiento del levantamiento jacobita, de manos del príncipe Carlos Eduardo, respaldado por Francia, y conocido como Bonnie Prince Charly. Jorge III, nieto del rey anterior, será el primer rey de la dinastía nacido y formado en Inglaterra. Sube al poder en 1760, tras el fallecimiento de su abuelo, y se le considera responsable de una época en la que el poder real será más fuerte. Durante su reinado, se producen las crisis con las colonias, por problemas derivados de la imposición de tasas y aranceles sobre los colonos, acción a la que responden con boicot a los productos de la metrópoli y el fin de la guerra de los Siete Años. Uno de las primeras acciones del rey es firmar la paz con Francia, que se materializa en el Tratado de París de 1763. Todo ello con una fuerte oposición de la opinión pública y comerciantes, que provocan la dimisión del ministro Bute que realiza este encargo. El intento de control de las Cámaras mediante sobornos y prebendas valdrá al soberano un descrédito general, y el cuestionamiento de su autoridad. Se suceden los gobiernos. Primero, el de Lord North, un buen administrador, con el que la vida pública parece calmarse. Luego, con William Pitt el Joven, que asciende al poder con sólo 24 años de edad, un gobierno convulso, que hubo de hacer frente a la enfermedad mental de Jorge III, la Revolución Francesa, y la guerra con los insurgentes (que causan una gran brecha dentro de los partidos ingleses), y el incremento de las aspiraciones independentistas en Irlanda, que logra apaciguar con la Union Act, el tratado más importante de su gobierno, firmado en 1800, que preveía la absorción del Parlamento irlandés por el británico y que finaliza el proceso de configuración de la Inglaterra moderna, iniciado a principios de la centuria. En 1832 una reforma parlamentaria facilita la descomposición de un gobierno oligárquico a favor de otro electo. Las transformaciones económicas y financieras, además de constitucionales, marcan el origen del moderno Estado británico, esponsorizado por el joven Banco de Inglaterra. Pero no todo cambió. La Gloriosa no trajo una sustantiva renovación de las élites, que en cualquier caso sufrieron reajustes. Además, si bien es cierto que en 1714 la Armada británica era la mayor del mundo, y empleaba a más hombres que cualquier otra industria del país, esto no se debía a la revolución, sino a una reforma empezada mucho antes. Asimismo, los cambios institucionales tienen como modelos los holandeses, y también el nuevo sistema financiero se basa en el de los Países Bajos. CB. John Locke. Radical whig, Locke debe exiliarse en Holanda a causa de un complot contra Carlos II. Allí tiene una intensa vida política, relacionándose con los principales líderes whigs, y retornará a Inglaterra junto a Guillermo de Orange para con sus ideas, contribuir a la causa whig. Locke no fue el ideólogo de la Gloriosa, pero con sus escritos contribuye a explicar y legitimar esta revolución, y dar cuenta de la importancia de dicho movimiento, que sacude toda la estructura institucional británica. 65