Comunicado de prensa Ébola, dos años después: ¿Qué hemos aprendido? La Fundación África Viva organiza, de la mano de Médicos Sin Fronteras y el Hospital Sant Joan de Déu una conferencia para exponer los aprendizajes que ha dejado la epidemia de Ébola Miércoles 9 de marzo, 2016. Ayer, miércoles 9 de marzo, tuvo lugar la conferencia sobre los aprendizajes que ha dejado la epidemia de Ébola, tanto en los países en donde causó más muertes, como en los países que colaboraron para acabar con el brote. La charla se impartió en el auditorio “Dr. Joaquin Plaza” dentro de las instalaciones del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. En ella participaron Victoria Fumadó, médico de la Unidad de Medicina Tropical del Hospital Sant Joan de Déu y directora de África Viva Fundación (AVF), y Luis Encinas, Coordinador de Operaciones para Africa Occidental en Médicos Sin Fronteras (MSF) y experto en Ébola. La conferencia duró aproximadamente una hora, en la que tras una breve presentación de África Viva, se le dió la palabra a Luis Encinas para que fuera él el que condujera al público a través del proceso que vivió Médicos Sin Fronteras desde el principio de la epidemia hasta ahora. MSF fue la organización que lideró los procesos médicos necesarios para contener la epidemia y tratar a los pacientes tanto en Liberia como en Guinea y en Sierra Leona, y ahora que prácticamente se ha declarado el final de la epidemia, MSF sigue presente en los tres países. “Es imprescindible continuar trabajando en los tres países, en donde unos sistemas de salud que ya eran débiles antes de la epidemia se han quedado todavía más debilitados. También hay que resaltar que han quedado muy afectados a nivel social y económico. Es necesario que tomemos conciencia de la gravedad y la fragilidad de la situación actual de Sierra Leona, Liberia y Guinea” mencionaba Luis Encinas durante el intercambio con los asistentes. Ambos ponentes quisieron destacar que algunos de los aprendizajes más significativos son: haber encontrado una vacuna para el virus que está en últimas fases de ensayo y haber mejorado los procesos de asistencia a pacientes con posible virus. A nivel del trabajo en el terreno, apuntaron que es importante tener en cuenta la magnitud del desastre social que ha implicado el virus Ébola más allá de la cantidad de muertos por Ébola, puesto que paralelamente se estima que debido al miedo que generó en la población acudir a los hospitales, se multiplicaron las muertes por malaria, por partos mal asistidos o por neumonías entre otros. “Estas muertes no salen contabilizadas en los gráficos, no sabemos cuantos han muerto sin asistir al hospital, y son muertes causadas indirectamente por la epidemia de Ébola” observaba la Dra. Fumadó. Por otro lado, debido a las medidas de precaución que dictaban los protocolos de las organizaciones, en muchos casos las comunidades no podían enterrar a sus familiares, y el Ébola les privó de uno de los actos sociales más fundamentales de su cultura: despedir a los muertos. Tampoco sabemos hasta qué punto el tejido social ha quedado afectado emocional y económicamente y cuanto tardará en recuperarse. La conclusión: la epidemia quizás ha acabado, pero no puede acabarse nuestro apoyo, no podemos olvidarnos de continuar trabajando por reforzar los sistemas de salud locales para que, en un futuro, todos estemos más preparados para enfrentar las emergencias que puedan surgir. .