ESCUELA SALESIANA MARIA AUXILIADORA Materia: Religión Tema: Principio de la solidaridad Maestra: Sor Aury García y García. Alumnas: Zuleyma Roxana Castellano Gutiérrez N°: 8 Ana Gabriela Castillo Cruz 9 Mariel Andrea Fuentes Mejía 16 Natalia Marisol Hernández Velasco 22 Gabriela Saraí Mártir Callejas 26 Silvia Marcela Medrano Amaya 27 Andrea Carolina Saravia Abarca 41 Ana Esthefany Vázquez Cornejo 44 N° de lista: 26 Grado: Primer año de bachillerato opción contador Fecha de entrega: 16 de agosto de 2011 Observaciones:_______________________________________________ __________________________________________________________ __________________________________________________________ En el mundo existieron quienes dedicaron su vida a ayudar a los demás. La solidaridad es un virtud que consiste en colaborar con las demás personas en lo que estas necesiten sin esperar nada a cambio. En la actualidad hay personas que llevan a cabo proyectos ya sean grandes o pequeños por el bien del prójimo. En las sagradas escrituras Jesús muestra que amando al prójimo como a sí mismo es como se da la mayor muestra de solidaridad y de allí parten muchas muestras de solidaridad en la Biblia. Principio de la solidaridad Es el vinculo de interdependencia entre los hombre y entre los pueblos, que se manifiesta a todos los niveles con igualdad, es decir todos en dignidad y derechos. El valor que se destaca de este principio es la voluntad va de acuerdo a la solidaridad, si a una persona le nace brindar un servicio de bienes materiales y más surge del corazón y no como una obligación y sin algo a cambio es un complemento a la solidaridad pura. La solidaridad como principio social y como virtud moral Las nuevas relaciones de interdependencia entre hombres y pueblos, que son, de hecho, formas de solidaridad, deben transformarse en relaciones que tiendan hacia una verdadera y propia solidaridad ético-social, que es la exigencia moral ínsita en todas las relaciones humanas. La solidaridad se presenta, por tanto, bajo dos aspectos complementarios: como principio social y como virtud moral. La solidaridad no es un sentimiento superficial por los males de tantas personas, cercanas o lejanas. Es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos las dimensión de la justicia, virtud orientada por excelencia al bien común, y en “la entrega por el bien del prójimo, que está dispuesto a “perderse”, en sentido evangélico por el otro en lugar de explotarlo, y a un “servirlo” en lugar de oprimirlo para el propio provecho.” Solidaridad y crecimiento común de los hombres El término “solidaridad”, ampliamente empleado por el Magisterio, expresa en síntesis la exigencia de reconocer en el conjunto de los vínculos que unen a los hombres y a los grupos sociales entre sí, el espacio ofrecido a la libertad humana para ocuparse del crecimiento común, compartido por todos. La aportación positiva que nunca debe faltar a la causa común, en la búsqueda de los puntos de posible entendimiento incluso allí donde prevalece una lógica de separación y fragmentación, en la disposición para gastarse por el bien del otro, superando cualquier forma de individualismo y particularismo. El principio de solidaridad implica que los hombre de nuestro tiempo cultiven aún más la conciencia de la deuda que tiene con la sociedad en la cual están insertos, de manera que el camino de los hombres no se interrumpa, sino que permanezca abierto para las generaciones presentes y futuras, llamadas unas y otros a compartir, en la solidaridad, el mismo don. La solidaridad en la vida y en el mensaje de Jesucristo La cumbre insuperable de la perspectiva indicada es la vida de Jesús de Nazaret, el Hombre nuevo, solidario con la humanidad hasta la “muerte de cruz”. En Él, y gracias a Él, también la vida social puede ser nuevamente descubierta. El prójimo no es solamente un ser humano con sus derechos y su igualdad fundamental con todos, sino que se convierte en la imagen viva de Dios Padre, rescatada por la sangre de Jesucristo y puesta bajo la acción permanente del Espíritu Santo. Por tanto, debe ser amado, aunque sea enemigo, con el mismo amor con que le ama el Señor, y por él se debe estar dispuesto al sacrifico, incluso extremo: “dar la vida por los hermanos”. 1. AYUDAR A LAS PERSONAS DE CORAZON. 2. HACER ACTOS BONDADOSOS, SIN ESPERAR NADA A CAMBIO. 3. SER HUMILDE AL AYUDAR. 4. SOLIDARIZARCE CON LOS MÁS NECESITADOS. 5. NO PEDIR SOLO POR NUESTRO BIEN, SINO TAMBIEN POR LOS DEMAS. 6. HACER AYUNO DE CORAZON POR LAS INTENSIONES DE LOS DEMAS. 7. AYUDAR A TODOS SIN DISCRIMINACION. 8. DAR TODO NUESTRO ESFUERZO CUANDO SE AYUDA A LOS DEMAS. 9. QUE CADA UNO PONGA AL SERCICIO LOS DONES QUE NOS HAN OTORGADO. 10. AYUDAR SIN QUE LOS DEMAS SE DEN CUENTA. Rectitud e intensiones (Mt 6,1) “Guárdense de las buenas acciones hechas a la vista de todos, a fin de que todos las aprecien. Pues en ese caso, no les quedaría premio alguno que esperar de su Padre en esta en los cielos.” Reflexión: Debemos ayudar a nuestro prójimo de corazón no solo por ser reconocido porque entonces dios no nos recompensara, puesto que no se hace de corazón , ni por ayudar a los demás sino que es por buscar nuestro bien propio. Limosna (Mt 6, 2-4) “Cuando ayudes a un necesitado, no lo publiques al son de trompetas; no irrites a los que dan espectáculo en las sinagogas y en las calles, para que los hombres los alabe. Yo se lo digo ellos han recibido ya su premio. Tú, cuando ayudes a un necesitado, ni siquiera tu mano izquierda debe saber lo que hace la derecha: tu limosna quedara en secreto. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te premiara.” Reflexión: cuando se ayuda a una persona no se debe divulgar para vanagloriarse s si mismo, porque entonces se busca no se es solidario con el prójimo, ya que solo se busca que los hombres lo alaben, cuando se quiera ser solidario debe hacerse en lo secreto porque Dios nos observa en lo secreto y el nos da la recompensa. ¿Cómo he de orar? (Mt 6, 5-13) Reflexión: cuando recemos lo hagamos de corazón, y sin que nadie nos mire ni nos oiga porque Dios lo quiere así, y cuando estemos rezando no solo pidamos por nuestro bienestar sino también por el de los demás. ¿Cuál es el verdadero ayuno? (Mt 6, 16-18) “Cuando ustedes hagan ayuno, no pongan cara triste, como lo que dan espectáculo y aparenta pálidos, para que todos noten sus ayunos. Yo se lo digo: ellos han recibido ya su premio. Cuando tú hagas ayuno, lávate la cara y perfúmate el cabello. No sol los hombres los que notaran tú ayuno, sino tú Padre que ve las cosas secretas y tú Padre que ve en lo secreto, te premiara. Reflexión: Cuando hagamos una obra como el ayuno por las demás personas no debemos de demostrarlo ni de decirlo a nadie ya que eso es del corazón puro y sincero de una mano solidaria que te ayuda tanto en manera espiritual como física. ¿A quién estas sirviendo? (Mt 6,24) “Nadie puede servir a dos patrones: necesariamente odiara a uno y amara al otro o bien cuidara al primero y despreciara al otro. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al Dinero.” Reflexión: no podemos ayudar al prójimo, y buscar vanagloriarnos o beneficiarnos a costa de la supuesta ayuda que se va hacer, porque ayudamos de corazón o la utilizamos para ganar fama. CUADRO DE EVALUACION INTEGRANTES Zuleyma Castellano Ana Gabriela Castillo Mariel Andrea Fuentes Natalia Hernández Gabriela Saraí Mártir Silvia Marcela Medrano Andrea Carolina Saravia Ana Esthefany Vásquez PROCESO DE ELABORACION AUTOEVALUACION Redacción, decálogo. 3 Presentación, decálogo 4 Reflexión de citas, decálogo 3 Personaje, decálogo 4 Redacción, decálogo 4 Personaje, decálogo 4 Resumen, decálogo 4 Presentación, decálogo 3 El principio de la solidaridad es muy importante ya que podemos hacer algo por las demás personas sin que esperemos nada a cambio. Hay que poner en práctica el ser solidario ya que Dios es muy solidario con nosotros, entonces del mismo modo debemos de ser solidarios con los demás. Cuando hagamos algo por las persona no esperemos una recompensa o que todo el mundo lo sepa porque entonces no estarías siendo completamente solidario.