CAPITULO I Antecedentes de la Unión Europea 1.1 Orígenes de la idea de la Unión Europea La Unión Europea ha demostrado ser un modelo económico, político, social y cultural, que marca un hecho inédito en la historia europea y un nuevo rumbo global que hace en particular de esta zona geográfica, un modelo que va convirtiéndose en punto de partida para los procesos de integración mundial. “En lo que hace a los programas de integración económica una de sus características más comunes es la disparidad que existe en el grado de desarrollo de los diferentes países participantes”,1 sin embargo, sí existe la activa y tenaz participación de sus miembros, el objetivo deseado puede alcanzarse. Para Isaac Cohen, consultor internacional y exdirector de la oficina de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL), la integración “es el proceso mediante el cual dos o más gobiernos adoptan, con el apoyo de instituciones comunes, medidas conjuntas para intensificar su interdependencia y obtener así beneficios comunes”,2 esto, aunado al apoyo irrestricto de los Estados y sus instituciones, va consolidando y reforzando lo que hoy conocemos como la Unión Europea. El proceso de integración del que ha sido testigo Europa, no solo abarca la segunda mitad del siglo XX, sino que este proceso ha sido enmarcando por momentos históricos que han proyectado al Continente Europeo como un ejemplo de integración y uno de los actores más importantes del mundo globalizado. 1 Lizano, Eduardo. Escritos sobre Investigación Económica. Costa Rica: Ed. San José, 1982. p. 117. 2 Cohen Orantes, Isaac. El Concepto de Integración. Latinoamérica: CEPAL, No. 15, 1981. p. 154. Dentro de los primeros grandes esfuerzos de que se tiene memoria, fue el realizado por el Imperio Romano; Imperio, que logró reunir lo que hoy representa Israel, Turquía, España, Portugal y el norte de África. “Roma representó más que un típico imperio: en algunos sentidos fue un modelo”;3 El Imperio Romano se caracterizó por una consolidada estructura de gobierno, y aunque duró cerca de 1,000 años, no pudo mantenerse debido en gran medida; a divisiones de carácter interno, emperadores omnipotentes, del cual Susan Alcock manifiesta que “[…] el poder del emperador fue basado en el control de las finanzas del imperio, administración y armamento”;4 al igual que sus grandes fronteras, la reducción de ingresos por concepto de esclavitud, así como las pugnas que se tenían contra el pueblo Persa, hechó abajo el proyecto que se tenía de un poderoso Imperio Romano. Sin duda, Carlo Magno fue un claro ejemplo de conquistador y emperador, siendo el único en unificar por 40 años lo que representa en la actualidad Alemania, Francia y parte de Italia, sin embargo, no pudo conquistar el Emirato de Córdoba. El período de los intelectuales europeos, revivió el espíritu de integración en el continente. Pierre Dubois, jurista de origen francés, fue quien propuso una Confederación Europea, que sería gobernada por un consejo de hombres sabios, expertos y honestos. A su vez surgió también la figura de Emmanuel Kant quien en su ensayo filosófico “La Paz Perpetua”, propone su proyecto político para la instauración de la paz en Europa y en el mundo, y así orienta a los individuos a superar la violencia que impera entre los Estados y a constituir una federación de estados comprometidos con el mantenimiento de la paz regional y universal; además, el propio Kant, advierte “que las guerras internas y externas 3 Alcock, Susan. Empires Perspectives from Archeology and History. United Kingdom: Cambridge University Press, 2001. p. 312 (Traducción Propia). 4 Idem, op. cit. p. 311. (Traducción Propia). 2 destruyen toda constitución estatutaria”,5 es decir, las guerras que atentaban contra la estabilidad europea, no permitían un adecuado orden para la paz en el continente. A principios del Siglo XVII, movimientos políticos y religiosos atentaron contra el poder que conformaba el Sacro Imperio Romano. La cuestión era que la región de Bohemia, en su mayoría protestante, gobernada por los Habsburgo, con gobernante católico; originó que la independencia de Bohemia sirviera de escenario para representar una de las guerras más prolongadas de la historia: la Guerra de los Treinta años, hasta su culminación con la firma de la Paz de Westfalia “[…] de esta manera, Francia se convirtió en el país dominante en Europa y expandió su territorio. En el siglo posterior a la Paz de Westfalia de 1648, con el termino de la Guerra de los Treinta Años, la doctrina de raison d´etat incremento el principio de la diplomacia europea”.6 La Paz de Westfalia supuso la perdida del poder real del emperador y una mayor autonomía de los Estados involucrados (Sacro Imperio Romano, Francia, España, Suecia y Dinamarca). Europa se vio enmarcada en otro hecho histórico que marcó su rumbo global, la Revolución Francesa de 1789, en la cual se dio un importante impulso a nivel europeo y mundial; y de paso se “[…] destruyeron las viejas instituciones y obligaciones feudales, se expropió a la iglesia, se abolió la servidumbre, las desigualdades sociales y las clases privilegiadas”,7 y fue así como la Revolución Francesa dejó su huella en Europa y sirvió de molde para posteriores movimientos de esta clase en todo el mundo, permitiendo a Europa consolidarse rumbo a un nuevo siglo. Siendo uno de los personajes franceses más destacados Napoleón I, quien fracasó en su proceso de integración en Trafalgar y en Rusia. 5 Kant, Emmanuel. Filosofía de la Historia. Buenos Aires: Ed. Nova, 1958. p.188. 6 Kissinger, Henry. Diplomacy. New York: Published by Simon and Schuster, 1994. p. 65. 7 Rudé, G. La Europa Revolucionaria 1783-1815. México: Ed. Siglo XXI, 1974. p. 280. 3 Con el siglo XVIII, el concepto que se impuso en Europa fue el de las soberanías nacionales, el derecho de sus ciudadanos y el equilibrio de fuerzas; sin embargo, las continuas guerras que asolaban Europa impedían cualquier hegemonía unificadora. El principal objetivo europeo era su consolidación interna. Lucien Sainte Lorente clasificó en dos grupos a los defensores de la integración en Europa: “El de las personas que ha propuesto el cambio de estructura de Europa sin contar con los medios ni las circunstancias necesarias para lograrlo, y el de quienes han partido, al defender el ideario, de los supuestos lógicos imprescindibles para alcanzar la unión.8 Por su parte Bernardine de Saint-Pierre proponía garantizar la paz mediante la creación de un gobierno compuesto por una federación de Estados independientes; mientras, el filósofo suizo, Jean Rousseau consideraba en su “Contrato Social”, que "para responder a dos problemas de naturaleza diversa: el uno histórico o de hecho, y el otro ideal o jurídico; a saber: el problema de los orígenes de la sociedad y el del fundamento de la validez es la ley”,9 en aquel momento histórico se estaba conciente que el hombre debía primero agruparse como sociedad para poder después integrarse como Estado, y en ese momento Europa no estaba lista para hacerlo. En aquella época, las constantes ideas nacionalistas poco a poco fueron apoderándose del Continente Europeo, lo que aunado a los sentimientos de identidad colectiva contribuyeron a fortalecer los cambios de sistema de organización social provocados por el período de la Industrialización, como un ejemplo de ello, encontramos la formación de los sindicatos. Lo anteriormente expuesto estaba 8 Prat Ballester, J. La Integración Europea. Barcelona: Ed. Hispano-Europea, 1957. p. 7. 9 Mondolfo, Rodolfo. Rousseau y la Conciencia Moderna. Buenos Aires: Edición Imán, 1943. p.p 78-79. 4 encaminado a despertar los deseos de formar una unión de naciones que se transformara en sentimientos de identidad nacional. La Revolución Industrial se caracterizó por el nacimiento de la industria textil, la máquina de vapor, la invención de la locomotora, la revolución agraria y el crecimiento de la población. Paul Mantoux, historiador francés, en un texto de su autoría publicado en 1906, expresó lo sucedido en el Reino Unido como “[…] uno de los momentos de mayor importancia de la historia moderna, cuyas consecuencias han afectado por entero al mundo civilizado y siguen transformándolo y configurándolo ante nuestros propios ojos”.10 Europa era conciente que a través de estos movimientos sociales, era la mejor forma de irse integrando como continente en un mundo cada vez más competitivo, dejando atrás conflictos vecinales que únicamente conducía a la inestabilidad y la incertidumbre de las naciones europeas en el marco global. El estallido de la Primera Guerra Mundial (1914- 1919), originado principalmente por motivos imperialistas entre potencias europeas (Francia y Alemania; Alemania e Inglaterra; y Austria-Hungría y Rusia), orilló a Europa a replantearse su capacidad de superar nacionalismos agresivos, orientados a construir una Europa unida y pacífica como objetivo común. La Europa de la posguerra tuvo signos de tensión, y se dejaba de manifestó que: La economía europea no solo presentaba señales de debilidad potencial - deudas acumuladas, la decadencia de la industria pesada, la incertidumbre sobre el patrón oro, sino que un elevado porcentaje de la población obrera se pasó la década de los veinte en paro.11 10 Brigge, Asa. Historia Contemporánea de Europa 1789-1989. , Barcelona: Ed. Grijalbo Mondadori, 1997. p. 14. 11 Idem. op. cit. p. 272. 5 El sentimiento de integración europea era cada vez más fuerte, y con el estallido de la Primera Guerra Mundial, se trataban de replantear los destinos regionales de los europeos; y fue así como el diplomático y conde austriaco Richard Coudenhove-Kalergi, fundó en 1923 el movimiento Pan-Europa, definiendo así, el entorno de la época: Europa como concepto político no existe. Esta parte del mundo engloba a pueblos y Estados que están instalados en el caos, en un barril de pólvora de conflictos internacionales, y en un campo abonado de conflictos futuros. Esta es la Cuestión Europea: el odio mutuo de los europeos que envenena la atmósfera. (....) La Cuestión Europea será resuelta sólo mediante la unión de los pueblos de Europa. (...) El mayor obstáculo a la realización de los Estados Unidos de Europa son los mil años de rivalidad entre las dos naciones más populosas de 12 Pan-Europa: Alemania y Francia... Por su parte, la Sociedad de Naciones creada en mayo de 1916, fue estipulada por el Tratado de Versalles con la finalidad primaria de evitar la guerra en el continente, basado en los principios de seguridad colectiva y cooperación internacional. Para 1929 en el marco del consejo de la sociedad de naciones, el primer ministro francés y premio Nóbel de la paz (1929), Briand Aristide, promulgó un célebre discurso sustentado en la prosperidad económica y la cooperación política: Pienso que entre los pueblos que están geográficamente agrupados como los pueblos de Europa, debe existir una suerte de vínculo federal; estos pueblos deben en todo momento tener la posibilidad de entrar en contacto, de discutir sus intereses, de adoptar resoluciones comunes, de establecer entre ellos un lazo de solidaridad, que les permita, en los momentos que se estimen oportunos, hacer frente a las circunstancias graves, si es que estas surgen. (...) Evidentemente, la asociación tendrá efecto sobre todo en el dominio económico: esa es 13 la cuestión que más presiona... 12 Autor Desconocido: La Historia de la UE: http://www.iespana.es/jocana59_es/europa/anteceden.htm 13 Idem. 6 Su discurso fue muy bien acogido y se le encomendó la realización de un memorando, por lo que Aristide en 1930, presentó el “Memorando sobre la Organización de un Sistema de Unión Federal Europea”, sin embargo, el inestable clima mundial de la depresión económica, empezaron a ser mal vistos dentro de Europa; aunado al ascenso político de Adolfo Hitler propiciaron que “una importante parte de la historia de Europa de los 30s, y la llave del exitoso comienzo de la Alemania Nazi, fue el hacer de las economías del este y sureste de Europa a depender de esta”.14 La Europa de los treinta se vio envuelta en el ascenso del nazismo en Alemania y el Fascismo Italiano, así como los deseos expansionistas de Adolfo Hitler convirtieron a Europa en un marco de inestabilidad social y política. Para 1939, Europa se volvía a enfrentar en una guerra mucho más violenta y armamentista que la primera, y fue así como se dio fin a la efímera concordia europea, originando la guerra más sangrienta de la historia moderna universal: La Segunda Guerra Mundial. 1.2 El Camino hacia la Unión Europea La Segunda Guerra Mundial (1939–1945), fue un conflicto originado por los deseos expansionistas e imperialistas de Adolfo Hitler, que culminó con la invasión de Alemania por parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), y los países aliados (Inglaterra, Francia y los Estados Unidos). Con la guerra, Alemania quedó totalmente aniquilada en todos los sectores, provocando que la hegemonía de su poder interno quedara suscrita entre dos naciones: los Estados Unidos y la URSS. Al Finalizar la Segunda Guerra Mundial, las potencias del eje pertenecientes a Europa, como Alemania e Italia, terminaron 14 Wiskermann, Elizabeth. Europe of the Dictators 1919-1945. New York: Harper and Row Publishers, 1966. p. 148 (Traducción Propia). 7 con una economía paralizada, grandes endeudamientos y políticamente exterminadas. El británico John Pinder señalaba que “[…] la Segunda Guerra Mundial fue una catástrofe que motivo un ordenamiento mundial, para muchos europeos, en el que el elemento básico sería la absoluta soberanía de los Estado-Nación”.15 Como se observó, [...] todos los intentos de unificar Europa han fracasado. El emperador romano Augusto no pudo con los pueblos germánicos (9), el alemán Carlomagno se frustró en su campaña contra el Emirato de Córdoba (778), Felipe II de España sufrió una derrota humillante con su "Armada Invencible" (1588), el emperador francés Napoleón I fracasó en Trafalgar (1805) y en Rusia (1812), Adolf Hitler, finalmente... ya se sabe.16 Europa requería una reorganización en todos los niveles, y por ello puso en marcha el “Plan Marshall”, una iniciativa norteamericana que respondiera a la situación existente en toda Europa; los países que se vieron beneficiados por este plan fueron: Portugal, Francia, Italia, Suiza, Austria, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Alemania, Reino Unido, Irlanda, Dinamarca, Noruega, Turquía, Grecia y Suecia. De esta forma se llevó al cabo el Programa de Reconstrucción Europea, orientado a impulsar la integración del continente. El personaje que influyó en la realización de dicho plan fue el entonces secretario de estado norteamericano George Marshall, de ahí el nombre. El Plan Marshall trataba de prevenir la expansión del comunismo y provocar el crecimiento de la industria en Europa. A su vez, y bajo el auspicio y supervisión de los Estados Unidos, se creó la Organización para la Cooperación Económica Europea (OCDE), la cual “satisfacía los requerimientos americanos, recibiendo a su vez la ayuda establecida, encaminada al manejo 15 Pinder, John. The Building of the European Union. New York: Oxford University Press, 1998. p.3 (Traducción Propia). 16 Doppler, Stephan. La Unión Europea: http://www.trabajo.org/htm/unioneuropea.htm 8 correcto de los recursos y el desarrollo de la política económica común”.17 Los planes y programas emprendidos en la región, eran una muestra fiel que los Estados Unidos requerían de una Europa fortalecida y ajena de las presiones comunistas, que orillarían a una nueva inestabilidad en el marco político, no sólo regional, sino mundial. El Plan Marshall duró solamente cuatro años, debido en gran parte a las divisiones de poder; y con el inicio de la Guerra Fría, entre soviéticos y norteamericanos hizo fracasar los proyectos previstos y consagró el principio de cooperación de unos y otros por separado; de esta forma, se dio paso a un nuevo escenario político, que afectó de forma directa a Europa; viendo esta, a través de sus naciones, una nueva forma de organización regional encaminada a la paz y prosperidad social que tanto anhelaba Europa. La iniciativa de tres países europeos, propició un nuevo rumbo regional, en el que decidieron ir más lejos por el camino de la integración política y económica. Esto mediante la creación de una "Unión Aduanera", y aunque fue un avance a pequeña escala, resultó en la formación del BENELUX (Unión Aduanera integrada por los gobiernos de Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo). Sus primeros acuerdos fueron firmados en Londres en 1944 por los gobiernos en el exilio de las naciones anteriormente mencionadas. El BENELUX fue el primer intento de integración supranacional que proclamó la unión económica de un bloque de países; acuerdo que entró en vigor el 1 de enero de 1948 y que inició el camino y marcó el primer hito en el proceso de integración europea. Sin embargo, para la catedrática Zoila Maicas González: “el carácter del BENELUX como un caso de integración general, pero sin la existencia de organismos supranacionales, a consecuencia de esto, provocó que dicha 17 Devinney, Timothy. European Markets after 1992. Canadá: Lexington Books, 1991. p.148 (Traducción Propia). 9 integración no lograra la armonización en muchos aspectos de la política económica de los Estados miembros”.18 Con el apoyo de Jean Monnet y Robert Schuman, patriarca de la integración europea, se llegó a desarrollar un plan para promover la unidad económica y militar de Europa, orientado al mantenimiento de la paz y el progreso europeo, dejando de lado, las guerras que habían asolado Europa en el pasado. El proceso de integración económica europea recibió un importante impulso con la llamada "Declaración Schuman", el 9 de mayo de 1950, y advertía lo siguiente: Una Europa unida no podrá ser lograda de repente ni de conjunto. Deberá ser formada por medidas concretas que establezcan ante todo, una solidaridad de hecho. La unión de las naciones europeas requiere que la vieja oposición entre Francia y Alemania desaparezca. La acción, a este respecto, corresponde a Francia y Alemania. 19 Fue así como se propuso someter la producción Franco-Alemana del Carbón y del Acero, bajo una autoridad común. Tras el éxito del proyecto Schuman, naciones como Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos firmaron en París, en abril de 1951, el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA). De esta forma, “[…] se daba paso a la creación de las primeras instituciones en las cuales los países miembros delegaron los poderes correspondientes a una alta autoridad para controlar directamente todos los problemas relacionados con estos productos”.20 Con la creación de la Comunidad de los seis, que es como se le conoce también a la CECA, se 18 Maicas González, Zoila. La Comunidad Económica Europea. La Habana: Ed. de Ciencias Sociales, 1998. p. 12. 19 Egaña, Manuel. La Comunidad Económica Europea. Caracas, Venezuela: BCV, 1967 p. 27. 20 Maicas González, Zoila. op. cit. p. 14. 10 edificó el primer pilar de la actual Unión Europea y se contribuyó a “una dimensión europea con grandes cambios en sus estructuras nacionales en los ámbitos del comercio, de la economía y, más recientemente, de la política”.21 Sin embargo, fue hasta el tratado de Roma, el 25 de marzo de 1957, donde se puso de manifiesto la necesidad de establecer políticas económicas encaminadas a fomentar la creación de políticas monetarias en los Estados miembros, que contemplaba objetivos inmediatos para el mercado común, como: la disolución de barreras europeas, en el que, el profesor Timothy Devinney nos mostraba que estaban orientadas a la “eliminación de tarifas aduanales, que tiendan a impedir el libre comercio entre sus miembros, así como abolir restricciones con respecto al libre movimiento de ciudadanos, servicios y capitales”.22 Al mismo tiempo se creó la Comunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM), “cuyo papel sería el de crear las condiciones necesarias para el rápido establecimiento y crecimiento de las industrias comunitarias con fines pacíficos”.23 Posteriormente la CECA y el EURATOM, se fusionaron para dar paso a una sola Comisión Europea, con la cual adquirieron, tanto autoridad de tipo político, como económico. Europa se volvía más participativa debido, en gran parte, a la seguridad y confianza de no tener guerras, que atentaran contra el orden regional; así surgió el 25 de marzo de 1957, la Comunidad Económica Europea (CEE), como un ente supranacional y autónomo, que sentó las reglas de sus tratados constitutivos y las bases para la creación de la CEE, marcando un hecho inédito en la historia moderna europea. La consolidación en el marco político de 21 Comunidades Europeas. Del Mercado a la Unión Europea. Europa: Oficina de Publicaciones, 1992. p. 5. 22 Timothy, Devinney. op. cit. p. 23 (Traducción Propia). 23 Maicas González, Zoila. op. cit. p. 14. 11 Europa se iba consolidando, y fue para 1969, en la Conferencia de Jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de la Comunidad Europea celebrada en la Haya, donde aparece el primer pronunciamiento a favor de la creación de una unión económica y monetaria, con la necesidad manifiesta de efectuar un estudio sobre las posibilidades de una evolución de la Comunidad hacia una Unión Económica y Monetaria (UEM). El catedrático, Timothy Devinney, “resaltaba la necesidad de una efectiva armonización de las políticas económicas con objeto de mejorar el funcionamiento del Mercado Común, en el cual se proponía la necesidad de implementar una moneda única para los países de la Comunidad Económica Europea”.24 Para Richard Gibb “[…] la comunidad económica fue inspirada en más que un simple bloque de intercambio comercial. Este se origina en el deseo ferviente de preservar la paz europea que en la creencia de la liberalización del mercado”.25 Para 1970 surge el Informe Werner, más conocido como el “Plan Werner”, presidido por el abogado Pierre Werner, Primer Ministro y Ministro de Hacienda de Luxemburgo. Asimismo, se destaca el carácter anticipador que tuvo el Informe Werner reflejándose, tanto en la caracterización de este proceso, como también en su previsión de un sistema de Bancos Centrales para la CEE; sin embargo, los progresos previstos en el Plan se vieron bloqueados por los problemas emergentes de 1971. En primer plano se inició la inconvertibilidad del dólar, acompañado de su primera devaluación; así como las políticas económicas divergentes debidas a la primera crisis del petróleo, originada por la guerra en Oriente, donde, “la Europa occidental tuvo que enfrentarse a un fenómeno 24 Devinney, Timothy. op. cit. p. 38 (Traducción Propia). 25 Gibb, Richard. Continental Trading Blocs. The Grow of Regionalism in the World Economy. England: John Wiley and Sons, 1994. p. 105 (Traducción Propia). 12 económico nuevo: la estagflación (estancamiento y, por lo tanto para estructural y coyuntural, junto con altos índices de inflación)”,26 provocaron que las aspiraciones europeas se redujeran en un objetivo más modesto, orientado a la vinculación de las monedas de los países de la Comunidad, antecedente inmediato del actual Sistema Monetario Europeo (SME), que perseguía la abolición gradual de la propia fluctuación. A su vez el Consejo de Ministros de la CEE, creó la llamada “serpiente monetaria” o “parrilla de paridades”, en la cual se decide limitar la banda de la fluctuación entre las seis monedas de la Comunidad Europea a +/- 2.25 %. Por su parte el Reino Unido, Irlanda y Dinamarca acuerdan formar parte de la serpiente monetaria, anticipándose a su ingreso en la Comunidad Europea en 1973. Sin embargo, la serpiente se redujo al Marco Alemán y las monedas de BENELUX; debido en gran medida a “[…] una nueva fase de crisis monetaria internacional, que anuncia el 12 de febrero de 1973, una segunda devaluación del dólar norteamericano (10% aproximadamente)”,27 por lo tanto, era evidente la imposibilidad de retornar a una situación de Sistema Monetario Internacional (SMI), regido por el Fondo Monetario Internacional (FMI). En abril de 1973, surge el Fondo Europeo de Cooperación Monetaria (FECOM), “que tenía por misión el apoyo de la política monetaria a corto plazo y la gestión de las reservas monetarias de la comunidad”.28 Fue así como el FECOM sirvió para reforzar la política comunitaria, que ya contaba con un Comité Monetario, creado por el Tratado de 26 Brigge, Assa. op. cit. p. 405. 27 Maicas González, Zoila. op. cit. p. 23. 28 Muns, Joaquín. La Unión Económica y Monetaria de la Comunidad Económica Europea y su Futuro. México: EML, 1992. p. 3. 13 Roma. El FECOM tenía objetivos relacionados a: gestionar las facilidades de crédito a corto plazo, efectuar liquidaciones entre bancos centrales y facilitar las intervenciones en los mercados de divisas; sin embargo, el FECOM, no logró consolidarse tal y como se tenía previsto, pues éste sólo fungía como serpiente monetaria y no estaba clasificado como oficial. Para 1979, se llevó a cabo la creación del Sistema Monetario Europeo (SME), que tenía como finalidad “la creación de una zona de estabilidad monetaria en Europa”.29 De esta manera se retomó la iniciativa de hacer de Europa una zona de estabilidad cambiaria; en el que parte importante de este proceso, fueron las naciones e instituciones de la CEE. La decisión de crear el SME se debió en gran parte, al entendimiento Franco - Alemán simbolizado en las personas de Valery Giscard d’ Estaing y Helmut Schmidt, así como al apoyo del británico Roy Jenkins, entonces Presidente de la Comisión Europea. El funcionamiento del SME fue el punto de inicio para poder gestionar la tan anhelada Unión de toda Europa. Para el Dr. Joaquín Muns, licenciado en derecho y doctor en ciencias económicas por la Universidad de Barcelona, el SME, se basaba en tres instrumentos principales, […] la creación de la UME como embrión de la futura moneda europea, los márgenes de flotación ya mencionados, y la mejora de los mecanismos de crédito, instándose al Consejo, 30 a la Comunidad Europea y a los Bancos Centrales a ponerlo en práctica. Europa mostraba que “la transición a la UEM, se debe a la unión económica multinacional, que es políticamente necesaria en una institución”.31 De esta forma se 29 Idem. op. cit. p. 4. 30 Idem. op. cit. p. 17. 14 pretendía ver en Europa un área de estabilidad cambiaria, evitando de esta manera la inestabilidad e incertidumbre derivadas de la variabilidad de los tipos de cambio y así conseguir una estabilidad interna, tanto en precios, como en costes. La referencia para el mecanismo de cambios del SME fue la “Unidad de Cuenta Europea” (ecu), el cual significó un principio de relativa independencia inicial de los europeos frente al dólar americano; ya que representaba un medio de pago y reserva de los bancos centrales, no siendo moneda de curso legal en la CEE. El ecu fue una reserva económica posterior a 1979 referente a transferencias bancarias, cartas de crédito, cheques de viajero y otras formas representadas en ecus”,32 además, el ecu pasó a servir como unidad para cálculos presupuestarios dentro de la Comunidad Europea. El ecu cabe definirlo como la unidad monetaria del SME constituida por una cesta de monedas formada por cantidades fijas de doce monedas comunitarias (marco alemán, franco francés, florín holandés, franco belga, franco luxemburgués, lira italiana, corona danesa, libra irlandesa, libra esterlina, dracma griego, peseta española y escudo portugués); es decir, consiste en la suma de cantidades concretas de cada una de las monedas de los estados miembros de la Comunidad Europea. El economista, Paul Welfens consideraba que “[…] una antigua rivalidad entre el ecu, el dólar y el yen podrían crear un entorno global competitivo en una economía cada vez más competitiva”.33 La cesta del ecu debía revisarse periódicamente, en principio cada cinco años, con el fin de adaptarla al peso comparativo de los países de la 31 Pentecost, Eric. European Monetary Integration. Past, Present and Future. Cheltenham, UK: Edward Elgar Publishing Limited, 2000. p. 7 (Traducción Propia). 32 Henderson, Conway. International Relations. Conflict and Cooperation at the Turn of the 21st Century. , EEUU: Mc Graw Hill, 1998. p. 29 (Traducción Propia). 33 Welfens, Paul. European Monetary Integration, From German Dominate to an EC Central Bank?. Germany: Verlag – Springer, 1991. p. 41 (Traducción Propia). 15 Comunidad Europea, en función de tres elementos: Producto Interno Bruto (PIB), comercio intracomunitario y cuota en el FECOM; sin embargo, desde 1993 fue suprimido definitivamente por el artículo 109.6 del Tratado de Maastricht. Para Paul Welfens, las principales funciones del ecu radicaban en: Servir de unidad para los cálculos presupuestarios en la Comunidad Europea, como medio de pago y reserva de los Bancos Centrales, como magnitud de referencia en el sistema de tipos de cambio, emisiones de capital como empréstitos públicos y privados en los países comunitarios, así como en cuentas bancarias, comercio exterior, tarjetas de crédito, entre otros efectos financieros.34 Aunque la creación del SME, en general, se puede considerar positiva; pues, además de conseguir el mantenimiento de una cierta estabilidad cambiaria y un mayor grado de coordinación de las políticas económicas, afianzó la cooperación entre Bancos Centrales y consiguió un mayor nivel de convergencia en términos de tipos de interés e inflación. Y aunque la SME y el ecu no lograron consolidar todos sus objetivos, el SME mantuvo la estabilidad y el desarrollo que requerían los países miembros. El 1º de julio de 1987, la aprobación del Acta Única Europea, supuso un paso más en el proceso de consecución de la Unión Económica y Monetaria, impulsando la cooperación de las políticas económicas y monetarias. Dentro del contexto del Acta Única se fortaleció el Sistema Monetario Europeo. Como presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors: Sugería que el Acta Única Europea tuviera seis objetivos principales: la creación de un mercado único sin fronteras, la introducción de una política regional estructural, promover 34 Idem. op. cit. p. 40. (Traducción Propia). 16 la cooperación en investigación y tecnología, cooperación política monetaria, asumir una 35 política social y la implementación de una política ambiental. De esta forma se produjeron importantes reformas orientadas al fortalecimiento del sistema europeo, y […] se produjo la introducción de la reforma institucional, a fin de agilizar la toma de decisiones en el Consejo, se dirigió a la definitiva formación de una Europa sin fronteras; es decir, al Mercado Interior Único, englobándose en este bloque todas las cuestiones monetarias y se abarcarán las políticas de investigación y desarrollo tecnológico, medio 36 ambiente y asuntos sociales. Por lo que respecta al artículo 236 del Tratado de la Unión Europea en su artículo 102 “A” se determinó que: con el fin de garantizar la convergencia de las políticas económicas y monetarias los Estados miembros, se cooperara con diversos objetivos comunes: Equilibrio de la balanza de pagos, estabilidad de precios, confianza en la moneda y alto nivel de empleo. En 1988, el Consejo Europeo reunido en Hannover, decidió la formación de un Comité, formado por los gobernadores de los Bancos Centrales de los Estados miembros de la CEE y por tres expertos independientes, con la dirección del entonces presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, y así anticipar las grandes líneas de lo que podría ser el camino hacia la Unión Monetaria. Como resultado de esos trabajos, el Informe Delors se hizo público el 13 de abril de 1989 reiterándose la determinación de realizar progresivamente la Unión Monetaria, se acordó iniciar su primera fase el 1 de julio de 1990, y asimismo, se comenzó los trabajos preparatorios para la Conferencia Monetaria Intergubernamental Comunitaria. 35 Aldcroft, Derek. op. cit. p. 239 (Traducción Propia). 36 Pinder, John. op. cit. p. 18 (Traducción Propia). 17 En la reunión de junio de 1989 en Madrid, el Consejo Europeo aprueba el Informe Delors, donde Jacques Delors y los gobernadores de los bancos centrales nacionales “[…] consideraban la necesidad de establecer una unión económica y monetaria”.37 El Informe proponía una Unión Económica y Monetaria desarrollada en tres etapas; se manifestaba la necesidad de una mayor convergencia económica, acompañada de una estrecha coordinación en política económica y monetaria; así como la creación de un Banco Central Europeo independiente, y poniendo como punto culminante del proyecto, la adopción de una moneda común. Fue así como a raíz de dicho informe, que el Consejo Europeo de Madrid, de junio de 1989 decidió iniciar la 1ª Fase de la Unión Económica y Monetaria (UEM), el 1 de julio de 1990. De esta forma “la comunidad tuvo que asumir un papel político en consonancia con su creciente importancia económica”,38 pero sobre todo, asumió un papel decisivo en lo que sería la futura Unión Europea. 1.3 Fases Económicas de la Unión Monetaria Europea (UME) La UEM fue concebida con una moneda única en un mercado único, en donde las personas, las mercancías, los servicios y los capitales circulen sin restricciones. El 10 de diciembre de 1991 la Comunidad Económica Europea le daba paso a la Unión Europea, y con ello iba gestándose un importante bloque regional en el que El tratado de Maastricht sobre la Unión Europea ha establecido un ambicioso calendario para la consecución de la Unión Económica y monetaria y de la unión política. El tratado 37 Idem. op. cit. p. 19 (Traducción Propia). 38 Relaciones Exteriores de al Comunidad Europea. Europa en un Mundo Cambiante. Bruselas: Ed. Desconocida, 1993. p. 3. 18 representa el principal cambio en las reglas comunitarias desde la creación de la 39 Comunidad. Los requisitos sobre los que fue planeada la UME establecieron criterios de convergencia de vital importancia para el funcionamiento de ésta, así como: límites a la deuda pública, el déficit público, la tasa de inflación, los tipos de interés y la estabilidad de los tipos de cambio. Matthias Kaelberer manifestó que “[…] un aspecto simbólicamente importante en el proceso de la unificación monetaria fue el rol del dinero en crear una identidad colectiva debido al uso del dinero nacional. De acuerdo a lo anterior, regularizaron el dinero en razón de incrementar el poder del Estado, para crear una gran integración y cohesión nacional”.40 Para ello, se planearon tres fases o etapas sucesivas de construcción de la Unión Europea, las cuales se fijaron en el articulado del Tratado de la Unión Europea, concretamente en el Título VI del artículo 102.A al 109.M, así como una serie de protocolos sobre: Estatutos del Sistema de Bancos Centrales (SEBC) y del Banco Central Europeo (BCE), estatutos del Instituto Monetario Europeo (IME), como procedimiento aplicable en caso de déficit externo y, condiciones para la transición a la tercera fase de la Unión Monetaria.41 El proceso de transición hacia la creación de una UEM, se dividió en tres etapas, cada una con determinados objetivos: La primera fase o etapa se inició el 1 de julio de 1990 y culminó el 31 de diciembre de 1993, fase que aparece definida en el Informe Delors, 39 Comunidades Europeas. El Mercado Único en Marcha. Luxemburgo: Oficina de Publicaciones oficiales de las Comunidades Europeas, 1992. p. 39. 40 Kaelberer, Matthias. The Euro and European Identity. Review of International Studies. Vol. 30. Num. 2, Abril 2004. p. 163. (Traducción Propia). 41 Henning, Randall. Cooperating with Europe’s Monetary Union. Washington D.C: Institute for International Economics, 1997. p. 34 (Traducción Propia). 19 celebrada en el Consejo Europeo de Hannover, en junio de 1988; que entre los principales objetivos de esta primera etapa fueron: Estabilidad de los precios. Alcanzar el mayor grado posible de convergencia económica, en el que los niveles de inflación no excedan el 1.5 % de los miembros más fuertes, destinado a garantizar la necesaria convergencia hacia la Unión Económica Monetaria. Disciplina Presupuestaria. Con un déficit presupuestario menos al 3% del PNB y que la duda pública no exceda el 60% del PNB. Así como acabar el proceso de construcción del Mercado Interior, eliminando las barreras físicas, técnicas y fiscales que impiden su pleno desarrollo. Estabilidad Económica. Evitando caer en devaluaciones que atenten contra los demás estados miembros. Y eliminar cualquier clave de restricciones en lo referente a la libre 42 circulación de capitales y servicios financieros. Como consecuencia, el Consejo de Ministros de la Unión Europea, basándose en los informes previos de la Comisión, asumió la tarea de evaluar los progresos realizados concernientes a la estabilidad de precios y al saneamiento de las finanzas públicas. Esta primera etapa estaba orientada a realizar una verdadera convergencia económica entre sus miembros, mediante la eliminación de barreras técnicas, fiscales y físicas; orientadas, en todo momento, a la eliminación de obstáculos en la libre circulación de capitales, en virtud de lograr un mayor grado de convergencia económica entre sus miembros. La segunda fase de la UME comenzó el 1 de enero de 1994, y culmino el 31 de diciembre de 1998. Esta fase puede considerarse de transición y ajuste de las políticas monetarias; uno de sus aspectos clave, desde el punto de vista de la Unión Monetaria, fue “la creación del Instituto Monetario Europeo (IME), embrión del futuro Banco Central 42 Dinan, Desmond. Ever Closer Union?. An Introduction to the European Community. Colorado: Rienner, 1994. p. 427 (Traducción Propia). 20 Europeo (BCE), que tiene como principal función organizar el paso a la tercera fase”.43 Con el Consejo de Bruselas en 1998, se planteó la evaluación de los criterios de convergencia, la determinación de los países que formaran parte de la UME (Alemania, Bélgica, España, Francia, Italia, Irlanda, Luxemburgo, Austria, Países Bajos, Portugal y Finlandia); la creación del BCE y el establecimiento del SEBC, integrado por el BCE y los bancos centrales nacionales. Dentro de la UME, se contempló la creación del Instituto Monetario Europeo (IME), el cual reforzaba la cooperación entre los bancos centrales de los países miembros, coordinaba las políticas monetarias y realizaba los preparativos del Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC). El IME contaba con personalidad jurídica propia y se administraba y gestionaba por un Consejo, que integran su Presidente y los Gobernadores de los Bancos Centrales de los Estados miembros de la Unión Europea. Los miembros del Consejo del IME actuaban con absoluta independencia, existía sólo una cierta coordinación observable en ciertos hechos como, que el Presidente del Consejo de Ministros Comunitario y un miembro de la Comisión participaban, sin derecho a voto, en las reuniones del Consejo del IME. El aspecto sobresaliente fue “[…] la instauración de un sistema europeo de bancos centrales, que absorbería todos los dispositivos monetarios existentes: el FECOM, el comité de gobernadores de bancos centrales, los subcomités de análisis de la política monetaria permanente”;44 de esta forma, se consolidó la estabilidad monetaria en Europa. 43 Idem. op. cit. p. 426 (Traducción Propia). 44 Muns, Joaquín. op. cit. p. 82. 21 El IME, reforzó la cooperación entre los Bancos Centrales de los países miembros y mejoró la coordinación de las políticas monetarias de los Estados miembro, a fin de asegurar la estabilidad de precios; supervisó el funcionamiento del SME, que junto con la Comisión Monetaria celebraba consultas sobre asuntos concernientes a los Bancos Centrales, en caso de afectar a los Mercados Financieros; facilitó la utilización del ecu en toda clase de operaciones y supervisó su desarrollo; incluyendo la buena marcha del sistema de compensación entre Bancos Centrales; fomentó la armonización de las estadísticas en el ámbito monetario y financiera, y promovió la eficacia de los pagos transfronterizos, eliminando las costosas barreras que subsisten.45 Además, en esta segunda etapa, en lo referente a política monetaria, cada Estado garantizó la independencia de su Banco Central pasando a gozar de completa autonomía, especialmente en lo referente a la fijación del tipo de interés. De lo anteriormente expresado, nos hace referencia Joaquín Muns en su libro “La Unión Económica y Monetaria de la Comunidad Económica Europea y su Futuro”: La tarea clave del sistema europeo de bancos centrales sería la de iniciar la transición de la coordinación de las políticas monetarias nacionales independientes por el Comité de gobernadores de bancos centrales, que caracterizó la primera etapa, a la formulación e implantación por el propio sistema europeo de bancos centrales por una política monetaria 46 común, programada de forma que tenga lugar en la última etapa. 45 Dinan, Desmond. op. cit. p. 426 (Traducción Propia). 46 Muns, Joaquín. op. cit. p. 84. 22 Asimismo, en esta etapa, se definieron una serie de objetivos por cumplir de parte del Banco Central Europeo (BCE), destacándose lo estipulado en el artículo 105 que señala: El principal objetivo del Sistema de Bancos Centrales de Europa (SBCE), es mantener la estabilidad cambiaria o de los precios. Sin perjudicar el objetivo primario de la estabilidad cambiaria del SBCE, el cual es brindar soporte a la política económica general de la comunidad comprometiéndose al estricto cumplimiento de los objetivos anteriormente 47 planteados. De esta forma se comprometía garantizar la independencia de los bancos centrales y fue así como el IME dio paso al BCE y al SEBC. También, el escritor Desmond Dinan nos señala que se establecieron como condiciones para presupuestos dos criterios básicos plenamente exigibles en la tercera fase de la Unión Monetaria: La proporción entre el déficit público y el PIB no había de superar un valor de referencia- inicialmente el 3%- a menos que el exceso descienda de modo sustancial y continuado hasta llegar a un nivel que se aproxime al valor de referencia o el valor de referencia se sobrepase sólo temporalmente y de manera leve. Y, “la proporción entre la deuda pública acumulada y el PIB, no rebasará un valor de referencia –inicialmente el 60% - salvo que el exceso evolucione a un ritmo satisfactorio para su ajuste”.48 Por lo que si un Estado miembro no cumplía con estos criterios, la Comisión tenía potestad para elaborar un informe en el que utilizaría otro criterio; concretamente, que el déficit no supere los gastos públicos de inversión. 47 Issing, Otmar. Monetary Policy in the Euro Area. Strategy and Decision- Making at the European Central Bank. New York: Cambridge University Press, 2001. p. 65 (Traducción Propia). 48 Dinan, Desmond. op. cit. p. 427 – 428 (Traducción Propia). 23 La consecución para el paso de la segunda a la tercera fase requirió del cumplimiento por parte de los Estados miembros que aspiraban a ingresar en la Unión Monetaria, de los criterios de Maastricht, tales criterios de convergencia normal eran: contar con una tasa de inflación como máximo del 1.5% por encima de la media (aritmética) de los tres Estado miembros con la inflación más baja, situar los tipos de interés dentro de un margen de dos puntos por encima de la media (aritmética) de los tres Estados miembros con los tipos más bajos, no tener un déficit fiscal superior al 3% del PIB, no llegar al 60% en ratio deuda pública/ PIB y, presentar una razonable estabilidad cambiaria en el Sistema Monetario Europeo (SME).49 Todas estas condiciones pueden quedar traducidos en los siguientes criterios: “estabilidad de precios, sustentabilidad de unas finanzas públicas saneadas, mantenimiento de los tipos de cambio en los márgenes de fluctuación normales que establece el mecanismo de tipos de cambio del Sistema Monetario Europeo”,50 y, por último, convergencia de los tipos de interés a largo plazo. Fijada la lista de los socios de la Unión Monetaria se constituyó formalmente el Banco Central Europeo a modo de órgano ejecutivo del SEBC. El SEBC se compondría del conjunto del Banco Central Europeo y de los Bancos Centrales de los Estados miembros, su objetivo esencial sería mantener la estabilidad de precios en una economía de mercado abierto y de libre competencia, favoreciendo una eficiente asignación de recursos. El SEBC asumió todas las responsabilidades monterías, tales como: elaborar y aplicar la política monetaria, cuyo consejo general y consejo ejecutivo pasarían a desempeñar las funciones contempladas en los estatutos; donde el consejo general del SEBC sería el único 49 Idem. op. cit. p. 427 (Traducción Propia). 50 Issing, Otmar. op. cit. p. 98 (Traducción Propia). 24 responsable de las decisiones sobre las intervenciones en el mercado de cambios en terceras monedas, decisiones que se ajustarían a la política de tipos de cambio de la comunidad. La ejecución de las intervenciones se encomendó a los bancos centrales nacionales o al SEBC; a su vez, se pondrían en común las reservas oficiales del SEBC y, por último, se realizarían los trabajos de carácter técnico y normativo necesarios para preparar la transición a una moneda única, donde, el paso a una moneda única tendría lugar en esta etapa.51 Finalmente, del 1º de enero de 1999, al 1º de julio de 2002, se culminó la creación de la Unión Económica Monetaria; donde, en el Consejo Europeo de Madrid, se adoptó un tipo de cambio fijo e irrevocable, por el cual el euro sustituía las monedas nacionales; mientras que el BCE quedaría en lugar del IME; y el SEBC iniciaría plenamente el ejercicio de sus funciones. Con ello el BCE “[…] asumió la responsabilidad de toda la política monetaria en la zona del euro, siendo esta la segunda área económica más grande del mundo después de los Estados Unidos”.52 Dentro de la tercera fase cabe distinguir tres etapas para la introducción de la moneda única: * Del 1 de enero de 1999 al 31 de diciembre del 2001: el euro no se encontraría disponible en forma de billetes y monedas; y se utilizarían para cobros y pagos físicos las monedas nacionales, como divisiones del euro; sin embargo, “el euro sí podrá ser usado para denominar operaciones financieras y mercantiles, aunque para realizar los cobros y pagos físicos que las mismas impliquen se deberán convertir los importes en euros a moneda nacional, a un tipo de conversión fijo e irrevocable”.53 El inicio de esta fase supuso la 51 Muns, Joaquín. op. cit. p. 86. 52 European Central Bank. The Monetary Policy of the ECB. Germany: ECB, 2001. p. 9 (Traducción Propia). 53 Temperton, Paul. The euro. New York: John Wiley and Sons, 1998. p. 21 (Traducción Propia). 25 adopción de una política monetaria común para todos los países que accedan a la misma. De esta forma el ecu dejaba de existir como cesta de monedas y se convertía en euro, aunque cabe recordar que éste ya había sido designado en la cumbre de Madrid de 1995. En 1997, el Consejo Europeo de Ámsterdam, aprobó el pacto de estabilidad y crecimiento, en la cual se adoptaron mecanismos concernientes a la regulación de los tipos de cambio entre el euro y las monedas nacionales que no participaban en la UEM, entre las reformas aplicadas, se destacan las siguientes: Fomento de la política de protección ambiental, nuevas políticas sobre empleo y mercado laboral, en el que las instituciones europeas elaboraran orientaciones en pro de aplicarlas para cada Estado; funciones del BCE, disposiciones acerca del papel del IME, reforma del articulado del tribunal Europeo de Cuentas, nuevas medidas sobre visado, reforzamiento en los derechos humanos, y como condición para el ingreso a la Unión; asilo e inmigración, en la cual, se definió una política exterior y de seguridad común y modificaciones en cooperación aduanal y penal. El objetivo del Consejo de Ámsterdam, se centraba en capacitar a la Unión Europea política e institucionalmente, para responder a los desafíos del futuro, debido en gran a la situación internacional, las consecuencias sobre el empleo, la lucha contra el terrorismo, la delincuencia internacional y el tráfico de estupefacientes, así como, los desequilibrios ecológicos y las amenazas para la salud pública. “De hecho el pacto de el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, firmado durante el Consejo Europeo de Ámsterdam en junio de 1997, perpetúa uno de los cuatro criterios de convergencia del tratado de Maastricht: el hundimiento hasta el tres por ciento del PIB del déficit público; también prevé, mediante un 26 procedimiento especial llamado del déficit público excesivo (DPE), severas sanciones financieras para los Estados que no lo respeten”.54 Con el Tratado de Niza, en el año 2000, se culminó una serie de asuntos jurídicos encaminados a la correcta estructuración de la Unión Europea, entre ellos se encontraban: máximo número de Comisarios de 27 en el año 2005, un comisario por Estado miembro (los países grandes tendrían 2), nueva ponderación de votos en el Consejo, máximo de miembros del PE a 732 incluyendo los nuevos miembros, adopción de la Carta de Derechos Fundamentales, extensión del voto por mayoría calificada a cerca de 30 áreas antes sujetas a la unanimidad, ampliación del proceso de cooperación reforzada y, convocatoria a otra conferencia Intergubernamental (CIG), para el 2004.55 * Del 1 de enero de 2002 al 30 de junio de 2002, “comenzó la circulación de billetes y monedas en Euros, que coexistirán con las monedas y billetes nacionales.56 Durante este período se previó la sustitución paulatina de las monedas nacionales por la moneda única (Ver Tabla 1). TABLA 1 Tipos de Conversión del Euro 54 Plihon, Dominique. Política Monetaria Global y Centralizada. Le Monde Diplomatique. Año 5, num. 51. Diciembre de 2001. p. 17. 55 Autor Desconocido. Sistema Político Europeo: http://www.sre.gob.mx/belgica-ue/instituciones.htm#Tratado%20de%20Niza 56 Temperton, Paul. op. cit. p. 355 (Traducción Propia). 27 MONEDA UNIDADES DE MONEDA NACIONAL POR 1 EURO 40.3399 1.95583 166.386 6.55957 0.787564 1936.27 40.3399 2.20371 13.7603 200.482 5.94573 Franco Belga Marco Alemán Peseta Española Franco Francés Libra Irlandesa Lira Italiana Franco Luxemburgués Florín Holandés Chelín Austriaco Escudo Portugués Marco Finlandés Fuente: Montañez, Elvira. Antecedentes y Nacimiento del Euro: http://www.finanzas.com/id.749362/noticias/noticia.htm * A partir del 1 de julio de 2002, los billetes y monedas en Euros se convirtieron en los únicos de curso legal para los países que habían accedido a la tercera fase de la Unión Económica Monetaria. Además se garantizaba que: […] su dimensión económica y comercial será comparable a la de los Estados Unidos y superior a la del Japón; si se exceptúan los intercambios intracomunitarios, el grado de apertura de la zona del euro será del 10,2%, equivalente al de los Estados Unidos y del Japón; la creciente sincronización de los ciclos económicos de los distintos Estados miembros, debido a una mejor coordinación de las políticas económicas, reforzará la importancia de la coyuntura económica de la zona del euro para el resto del mundo; debido a la desaparición de las tensiones entre las monedas europeas (que podrían ser provocadas por factores externos a la Unión), los resultados económicos de la zona del euro serán 57 menos sensibles a las fluctuaciones de los tipos de cambio. 57 Autor Desconocido. El euro y la Economía Int.: http://europa.eu.int/scadplus/leg/es/lvb/l25032.htm 28 Para Wolfang Reinecke “[…] fue difícil que cada estado nación y el sistema internacional han afrontado en los últimos años y el cambio que ellos seguirán experimentando”,58 con referencia a la evolución de la entonces Comunidad Europea en tan poco tiempo. La soberanía de la política cambiaria continuó en manos de los gobiernos, ya que será el Consejo Europeo quien tendrá que definir las líneas de la política cambiaria; sin embargo, el Banco Central Europeo (BCE) debe ser consultado en estas cuestiones y tiene la responsabilidad de la aplicación de la política de tipo de cambio, en cambio, los bancos nacionales sólo pueden operar en el mercado de cambios por encima de determinados límites si previamente han obtenido la autorización del BCE. Kaelberer expresa que la Unión Monetaria Europea se estableció como un espacio público europeo. El euro sirvió como una herramienta de comunicación entre Europa. Los consumidores realizan sus transacciones con la misma moneda. Ellos reconocen los euros como su moneda e incluso los precios son equiparables en el mismo lenguaje. En este sentido, la identidad no es exclusiva de las naciones Estado, y el euro y el BCE pueden servir como una nueva formación colectiva de identidad.59 Con respecto al Banco Europeo de Inversiones (BEI), al igual que el Banco Central Europeo es un órgano financiero, “creado en 1958 bajo el artículo 129 y 130 del Tratado de Roma, busca asistir el desarrollo económico de la comunidad”.60 El BEI, contribuye actualmente a lograr los objetivos de la Unión, financiando proyectos de inversión que promuevan la integración europea, el desarrollo equilibrado y la cohesión económica y 58 Wolfgang, Reinicke. Building a New Europe. The Challenge of System, Transformation and Systemic Reform. Washington D.C: Brookings Papers Institute, 1992. p. 138 (Traducción Propia). 59 Kaelberer, Matthias. op. cit. p. 176. (Traducción Propia). 60 Dinan, Desmond. op. cit. p. 316 (Traducción Propia). 29 social. Se financia en los mercados financieros y su capital mediante contribuciones, es la que reflejan su peso económico en la Unión. El apoyo de los Estados miembros, da al BEI el máximo grado de solvencia (AAA) en los mercados monetarios, lo cual, le permite invertir en proyectos de interés público. El banco tiene su sede en Luxemburgo, cuenta con personalidad legal y única estructura administrativa: El Consejo de Gobernadores, conformado por los ministros de todos los Estados miembro, es encargado de dirigir la política general de préstamos y autoriza la financiación de proyectos fuera de la UE; el Consejo de Administración, presidido por el presidente del banco, que cuenta con veintidós miembros (veintiuno nominados por el Consejo de Gobernadores y uno por la Comisión), se encarga de aprobar las operaciones de préstamo y empréstito, y se asegura que el banco gestione correctamente cada asunto que le concierne; el Comité de Dirección, cuenta con siete miembros (el presidente del banco y seis vicepresidentes), con seis años en el cargo, donde el ejecutivo del banco, se encarga de gestionar las actividades cotidianas y brinda recomendaciones a los directores del mismo; por último, el Comité de Auditores, cuenta con tres miembros, con la misma cantidad de años de gestión, y verifica que el banco opere correctamente.61 El BEI es una institución autónoma que toma sus propias decisiones de préstamo, basándose en las características de cada proyecto y las oportunidades ofrecidas por los mercados financieros, y cada año presenta un informe de actividad. El Banco coopera con las instituciones de la UE: por ejemplo, sus representantes pueden participar en las comisiones del Parlamento y el Presidente del BEI puede asistir a las reuniones del Consejo. Desmond Dinan, profesor de historia, explica que las actividades que desarrolla el 61 Idem. op. cit. p.p 319 - 320 (Traducción Propia). 30 banco deben de seguir las siguientes líneas: Hacer más competitivas a las industrias europeas y las pequeñas empresas, con infraestructura, incluyendo autopistas, aeropuertos y redes ferroviarias, así como telecomunicaciones y energía), que tiendan a impulsar el desarrollo de la infraestructura la cual representa el 45% de los prestamos que realiza el banco dentro de la comunidad; protección del medio ambiente: incluso, antes de signarse el Tratado de Maastricht, se recalco en la necesidad de una política de protección ambiental, en la cual el banco tiene bien definida esta necesidad, y considera cualquier impacto ambiental como parte de sus prioridades; Posición internacional de la industria dentro de la Unión y fuera de las fronteras, donde el banco realiza ajustes en materia industrial con respecto a su estructura, promoción e innovación; por último, apoya las actividades de la Pequeña y Mediana Empresa (PYME): Realizando préstamos a los países miembros, en caso de ser aprobado.62 Finalmente, el BEI es el accionista mayoritario del Fondo Europeo de Inversiones, creado en 1994 para financiar inversiones en pequeñas y medianas empresas (PYME). El Banco trata directamente grandes industriales, mientras que para las PYME, trabaja con bancos y organismos financieros especializados de Europa. Como observamos las instituciones económicas de la UE brindan el soporte político que la unión requiere, brindándole la estabilidad institucional, para que los planes y objetivos en materia económica puedan desarrollarse con la firmeza que se necesita. La moneda única (euro) no puede por si sola posicionarse en donde se encuentra en el plano internacional, requiere la estructura antes explicada para su correcto funcionamiento. 62 Idem. op. cit. p. 319 (Traducción Propia). 31 Si bien es cierto que el euro tiene tanto ventajas como desventajas, las primeras hacen que la balanza sea totalmente favorable en la interacción regional y mundial; permite que los ciudadanos se desplacen de un país a otro con la misma moneda; beneficia a la economía al no haber inestabilidad cambiaria; pero sobre todo, promueve el proceso de integración europea. Para Robert Mc Cauley “[…] la banda monetaria de la unión en Europa introducirá un euro que podría generar mayor peso como moneda internacional que lo que consiguió el marco alemán, pero menor peso que la adhesión monetaria en la suma de las monedas constituyentes del euro”.63 Es decir, el euro brindará, la estabilidad y solidez que requiere Europa, en una zona cada vez más globalizada y expectante de mayor solidez a nivel político y económico. La introducción del euro es la pieza clave que impulsará las políticas integradoras de la UE, brindándole a la zona ventajas competitivas, como son: estabilidad cambiaria, utilización de una sola moneda (euro) dentro del mercado interno, simplificación de los costes de transacción y bajos tipos de interés. Todo esto hace de esta región, una de las más fuertes en el ámbito económico y político, lo cual se estudiará el siguiente capítulo, a través de un análisis institucional detallado del por que la Unión Europea, es la zona de integración regional más importante y compleja del orbe. 63 McCauley, Robert. The Euro and the Dollar. New Jersey: International Finance Section, 1998. p.50. 32