qei claves - Foro Química y Sociedad

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claves
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Con este número, son ya seiscientas las ocasiones en las que la revista de la Asociación Nacional de Químicos de España (ANQUE) y el Consejo General de Colegios Oficiales de Químicos acude a su cita con los lectores. Desde hace sesenta años,
Química e Industria es el altavoz de la actividad de los químicos en nuestro país,
así como de los profesionales asociados y colegiados. A lo largo de su trayectoria,
la publicación ha pasado de ser un medio eminentemente técnico a convertirse
en una publicación abierta, divulgativa y dirigida a sectores más amplios de la sociedad. Química e Industria es una revista imprescindible a la hora de esclarecer multitud de cuestiones y disolver malentendidos. Y es que si quienes se dedican a desentrañar los mecanismos que rigen la transformación de la materia saben de sobra
que la química subyace al fundamento mismo de nuestra vida, un público menos
especializado tiende a relacionar dicha ciencia con buena parte de los males que
aquejan a la sociedad. Por eso, la comunicación de las aportaciones de esta ciencia al bienestar, su desarrollo y los retos que afrontan los químicos es fundamental para desterrar una percepción tan parcial como arraigada. Por eso, y por otras
muchas razones, Química e Industria, la mejor fórmula informativa entre matraces y probetas, tiene la intención de encontrarse con sus lectores otras seiscientas
veces. Y muchas más. | Lorena Cabeza y Rocío P. Benavente / divulga
Química e Industria
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] n.º 600 abril-mayo 2012
Los directores de Química e Industria | pág. 18
Una lucha permanente por los intereses de la profesión | pág. 22
Una apuesta por la divulgación y la opinión | pág. 24
600 números
de Química e Industria
Al servicio
de la ciencia
y la profesión
U
e Industria no ha faltado a la cita con su público a lo largo de más
de seis décadas y ha alcanzado un tirada de 15.000 ejemplares. Perseverar en tal puntualidad y semejante asiduidad no es que sea
difícil, sino que, en los tiempos que corren, raya casi en lo milagroso.
En tiempos de bonanza económica o de crisis como la que atraviesa
nuestra nación, con el viento a favor o en contra de la divulgación
científica y la comunicación profesional… Sea como fuere, la revista se ha mantenido fiel a los lectores. Compartido con las cabeceras decanas de la prensa española, tal esfuerzo cobra especial relevancia referido a Química e Industria; al fin y al cabo, se trata de
una revista editada por unas entidades sin ánimo de lucro y elaborada con el único objetivo de impulsar y fortalecer al conjunto de
profesiones ligadas a la química y a su transformación.
na larga dictadura y su conclusión, la transición a la democracia, la aprobación de la Carta Magna, el ingreso de España en la Comunidad Económica Europea, la alternancia en
el poder… La construcción, en suma, de un país que dejó atrás su
aislamiento, característico de buena parte del siglo XX. En el transcurso de la historia inmediata de España, una profesión —la química— se construye a sí misma y crea un medio de comunicación
que sirve no solo de vehículo de información a los especialistas en
los distintos ámbitos de esta ciencia, sino también entre estos y la
sociedad: Química e Industria, la revista de la Asociación Nacional de Químicos de España (ANQUE) y el Consejo General de Colegios Oficiales de Químicos. “Creo que el gran mérito que se puede
atribuir a la revista es que, a pesar de los escollos que ha encontrado en su camino, ha logrado editar estos seiscientos números”,
dice Juan Manuel García Monar, director de la revista entre 1983 y
1989 y autor de la aportación documental del libro sobre la historia de la ANQUE Recuerdos en azul turquí. Mensual hasta 2005, cuando pasó a ser bimestral coincidiendo con el número 558, Química
n.º 600 abril-mayo 2012
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“Técnica y profesional”
Para conocer el origen de la revista hay que remontarse a finales
de 1951, cuando José María Sanz d’Anglada, de la delegación de Bilbao —en aquel entonces, la región vasca era referencia de una in-
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Química e Industria
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Desde los primeros pasos de QUÍMICA
E INDUSTRIA,
fueron los propios químicos
Los directores de
Química e Industria
quienes asumieron la dirección de este medio de comunicación. A lo largo de
la historia de la revista, doce profesionales de primera línea han compaginado
su trabajo habitual con la dirección de la misma. He aquí sus nombres.
1952
1960
1960
1969
1969
1970
José María Sanz d’Anglada
En 1951 la delegación de Bilbao
Francisco Ugalde Fernández
Primer redactor-jefe de
Leopoldo Izu Muñoz
Fue presidente de la Junta de
propuso “la creación de una
Química e Industria, junto a
Gobierno de ANQUE y decano
revista profesional de la
ANQUE”. La Asamblea aprobó
la propuesta por unanimidad y
Sanz d’Anglada, socio de
esta delegación, fue
nombrado primer
director de Química e
Industria y encargado,
por tanto, de ponerla en
funcionamiento.
José María Sanz d’Anglada, a
quien sustituyó tras su
dimisión.
del Consejo General de
Colegios de Químicos. En 1969
fue elegido vicepresidente
primero de la Federación
Internacional de Asociaciones
de Químicos. Medalla de Oro
de la ANQUE en 1979.
Leopoldo Izu Muñoz.
dustria pujante en la que
la química tenía gran relevancia—, propuso la creación de una revista “técnica y profesional” dirigida a
los químicos asociados.
Eran aún los años de la España de la autarquía, en
los que el sector industrial
empezaba a desperezarse
tímidamente y el país
abandonaba su ensimismamiento tras ingresar en
la ONU y otros organismos internacionales, como la FAO y la UNESCO. “Bilbao era entonces la zona industrial por excelencia y los químicos de allí participaban en esta industria de forma muy importante. Ellos se
ofrecieron para encargarse de la revista, y lo hicieron muy bien”,
recuerda Manuel del Val, director entre 1972 y 1978, poco después
del traslado de la revista a Madrid. “La aparición de Química e
Industria fue un hito muy importante para la profesión”, añade.
Ahora bien, la revista no ha recorrido un camino exento de obstáculos; conseguir las colaboraciones desinteresadas de los químicos, absorbidos por sus tareas profesionales, fue el primer desafío, pero no el último ni el mayor. La financiación —realizada
a través de las cuotas de los asociados y colegiados, las suscripciones externas y las subvenciones de la propia ANQUE y del Consejo General de Colegios de Químicos de España— ha sido un re-
Tres portadas correspondientes a las primeras
etapas de Química e
Industria.
‹Química e Industria ha sido un
factor fundamental de cohesión.
Con la revista puedes conocer
la problemática de la profesión,
y eso es importante›
Manuel del Val, director de Química e Industria entre 1972 y 1978
Química e Industria
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]
n.º 600 abril-mayo 2012
1970
1972
1972
1978
1978
1980
Enrique Asensi Álvarez-Arenas
Manuel del Val Cob
Carmen Monzón Pinilla
Fue presidente de la Junta de
Doctor en Ciencias Químicas
Doctora en Ciencias
Gobierno de ANQUE y de la
Asamblea y vicepresidente de
la Comisión Permanente del
Consejo General de Colegios de
Químicos. Medalla de Oro de la
ANQUE en 1978.
por la Universidad
Complutense de Madrid (UCM)
en 1957. Desde ese mismo año
formó parte de la Junta de
Energía Nuclear y en 1973 se
incorporó a la empresa
Técnicas Reunidas. Ha sido
secretario general de la
Federación Internacional de
Asociaciones de Química y
decano del Consejo Superior de
Colegios de Químicos. Medalla
de Oro de la ANQUE en 2005.
Químicas por la Universidad
Complutense de Madrid
(UCM), fue catedrática de
Magisterio en el
Departamento de Didáctica
de Ciencias Experimentales
en la Facultad de Educación
de dicha universidad y
decana de esta facultad.
Manuel del Val.
Poco después se reconocía la revista como órgano oficial del
Consejo General de Colegios Oficiales de Químicos y, a finales
de la década de los sesenta, cuando Química e Industria había
ratificado su nivel de excelencia, se introdujo la publicidad con
el objetivo de conseguir su autofinanciación. En 1969 pasa a
gestionarse bajo la dirección de Madrid. El primer número que
dirigió Leopoldo Izu Muñoz cumplió con las expectativas y casi alcanzó la autosuficiencia económica, debido tanto a los cambios realizados en la gestión de la revista como al aumento de
los ingresos por la publicidad. Además, se consiguió mejorar la
periodicidad y publicar números especiales, como el extra de-
to habitual. En los inicios de Química e Industria, se impulsaron
las suscripciones hasta que, más tarde, a mediados de la década
de los sesenta, se decidió que cada asociado recibiera la revista
de forma gratuita en su domicilio. En 1966, y según afirma Felipe
A. Calvo Calvo, miembro de la Comisión de Publicaciones, en el
libro Recuerdos en azul turquí, la revista superó “con éxito tanto
la inquietud de su nacimiento como la génesis de su desarrollo
en un periodo lleno de dificultades. Solo el entusiasmo de su director [entonces, Francisco Ugalde Fernández] y los colaboradores, y la fe de esos profesionales en sí mismos, pudieron crear y
sostener dignamente esta obra”.
n.º 600 abril-mayo 2012
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] Química e Industria
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Los directores de Química e Industria [cont.]
1980
1983
1983
1989
1989
1998
Ovidio Laguna Castellanos
Juan Manuel García Monar
Casiano de Alfonso Díaz-Flores
Doctor en Ciencias Químicas por
Tras licenciarse en Ciencias
Doctor en Química Industrial por
la Universidad Complutense de
Madrid (UCM), en 1958 ingresó
Químicas, se incorporó a la empresa Nueva Montaña Quijano,
la Universidad Complutense de
Madrid (UCM), en 1963 fue nom-
en el Departamento de Plásticos
en la que permaneció hasta su
brado jefe de la sección de Quí-
y Caucho del Patronato Juan de
la Cierva, donde fue profesor de
jubilación. En 1979 fue elegido
vocal del Colegio de Químicos
mica Física Industrial del Consejo Superior de Investigaciones
Investigación. En 1979 fue nombrado presidente de la Delegación Centro de ANQUE, y en
1996, presidente de la Junta de
Gobierno de la Asociación. Es
vicedecano del Consejo Superior
de Colegios de Químicos. Medalla de
Oro de la
ANQUE
en 2005.
de Madrid y de la Delegación
Centro. Desde 2004 ha sido secretario de la Mesa de la Asamblea de ANQUE y de la Junta de
Gobierno. Realiza la aportación
documental del libro sobre la
historia de ANQUE Recuerdos en
azul turquí. Medalla de Oro de la
ANQUE en 2009.
Científicas (CSIC), donde fue profesor de Investigación hasta su
jubilación. Además, ha sido secretario del Comité de Relaciones
Internacionales de la Comisión
Asesora de Investigación Científica y Técnica del Programa de
Ciencia y Tecnología de la ONU,
vocal de la Junta Directiva de la
Delegación Centro de la ANQUE
y secretario de la Asamblea.
Medalla de Oro de la ANQUE
en 2008.
Juan Manuel
García Monar.
Ovidio Laguna.
dicado al Simposio de Corrosión y Protección o el que abordó
el papel de la energía nuclear.
biamos la maqueta y mejoramos las portadas. Luchamos por que
Química e Industria fuera más periodística y de más fácil lectura, aunque no llegamos a lo que es hoy”. Aun así, era difícil romper con viejos hábitos que habían acostumbrado a los autores a
Aires de modernidad
una exhaustividad académica, propia de contenidos puramente
En 1972, Manuel del Val tomaba el relevo de la dirección de
científicos. “Si mandaban un artículo y era algo largo, necesitaQuímica e Industria. “Era una época en la que todavía estábabas sangre, sudor y lágrimas para acortarlo: ¡todo era demasiado
mos en transición entre la sede de Bilbao y Madrid, y eso era imimportante!”, dice Del Val. No obstante, la revista, que seguía sienportante porque Bilbao había dejado el listón muy alto y era fundo elaborada íntegramente por
damental continuar su labor”,
químicos, avanzó en una direcrecuerda Del Val. Los vientos de
ción que luego se ha consolidacambio se hacían notar no solo
do: ser una publicación divulen la publicación, sino también
gativa y de opinión, con artículos
en todo el país, pues era la épode interés tanto para los química del aperturismo en el seno
cos como para el público menos
del régimen franquista. En 1975,
especializado. “No lo conseguimoría el anterior jefe del Estamos entonces totalmente —redo, abriéndose poco después el
conoce Del Val—, aunque sí mecamino de transición a la dejoramos el diseño y publicamos
mocracia. Los españoles se dieportadas muy atractivas. Aderon entonces al sueño de una
Juan Manuel García Monar, director de la revista
más, logramos aumentar la pumodernidad encarnada en Eude 1983 a 1989
blicidad con respecto al perioropa y, al parecer, ese mismo esdo anterior”.
píritu contagió también a la reLa viabilidad económica de la revista seguía siendo en aquevista de los químicos, pues es en esa época se llevó a cabo un
lla época su mayor handicap, y fue motivo de polémica entre los
cambio de imagen, convirtiendo un producto que seguía siendo
miembros de la ANQUE, por lo que se plantearon opciones coeminentemente técnico en una publicación más atractiva. “Inmo la variación de su periodicidad o la colaboración económitentamos modernizar la revista —dice Manuel del Val—, cam-
‹Yo creo que el gran mérito que se
puede atribuir a Química e
Industria es que, a pesar de los
escollos que ha encontrado
en su camino, ha logrado editar
estos 600 números›
Química e Industria
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1998
2003
2004
Antonino de Diego Sánchez
Valentín González García
Doctorado en Química Técnica
Doctor en Química Industrial
por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en 1962 se
por la Universidad Complutense
de Madrid (UCM) y periodista, es
incorporó a la Compañía Espa-
el actual director de la revista.
ñola de Minas de Río Tinto. En
Investigador en la Junta de Energía Nuclear, hoy CIEMAT, y en el
1973 fue nombrado director general de Titanio S.A., más adelante conocida como Tioxide
España S.A. Ha sido secretario
del Consejo General de
Colegios Oficiales de Químicos
y de la Junta de Gobierno de
ANQUE. Medalla de Oro de la
ANQUE en 2006.
Química e Industria.
Centro de Investigación Nuclear
de Karlsruhe, en Alemania, es
profesor de Ingeniería Química
en las universidades Complutense y Autónoma de Madrid.
Ha sido director de Comunicación y Relaciones Internacionales de Enresa y jefe del Departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Ministerio
de Ciencia e Innovación, gestionando el Plan Nacional de Investigación en ese ámbito. qei
Antonino
de Diego.
Valentín González.
Tiempos
heroicos
ca de las diferentes delegaciones
en su publicación. Finalmente, el
alivio crematístico en esta etapa
procedería del Consejo General
de Colegios Oficiales de Químicos de España, que participaría
tanto en la propiedad como en la gestión de la revista al 50% junto a la ANQUE. Así, Química e Industria se transformó en la voz
de los químicos y el reflejo de su actividad. Totalmente profesionalizada, contaba entonces en su equipo con un redactor-jefe y un periodista para las labores de redacción, así como un director comercial y un equipo de agentes para el departamento
comercial.
La década de los ochenta del siglo pasado fue fundamental en
materia legislativa respecto a la universidad y la ciencia. Así, en
1983 se promulgaba la Ley Orgánica de Reforma Universitaria,
sentando las bases de la Universidad española tal y como la conocemos hoy. En ella se recordaba que esta institución es la mejor preparada para asumir el reto del desarrollo científico y técnico, crucial para la transformación del país. Se promulgó la autonomía
de las universidades y la libertad docente e investigadora de sus
profesores, además de crearse las condiciones propicias para la
inmediata incorporación de España al área universitaria europea.
En materia científica, en 1986 se promulgaba la que sería conocida como la Ley de la Ciencia, que establecía el Plan Nacional de
Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico como principal instrumento para impulsar y coordinar el desarrollo científico español.
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Las dos últimas cabeceras de
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En las décadas de los
setenta y los ochenta
del siglo XX, los problemas económicos
acuciaban a la revista,
hasta el punto de que
se llegó a plantear su
desaparición. “En 1974
se habló incluso de facultar a la Junta de Gobierno de la ANQUE para que, en el supuesto
de que el primer semestre fuera malo, se suprimiera la publicación”, recuerda Juan Manuel García Monar. No sucedió tal
cosa, pero lo cierto es que se arrastró un déficit económico importante durante años, lo que obligó a sanear las cuentas. “En
1980 hubo una crisis en la Asamblea, cuya postura era, desde el
principio, cerrar la revista —dice García Monar—. Entonces Ovidio Laguna, presidente de la delegación de la ANQUE en Madrid, dijo que esta delegación se haría cargo de la publicación,
tanto de la parte editorial como de la económica. Él quería sacarla adelante”.
Laguna estuvo tres años al frente de Química e Industria; pero, debido a la falta de tiempo para su gestión, tuvo que renunciar a la dirección, de la que se haría cargo Juan Manuel García
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Química e Industria
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Una lucha permanente por los intereses de la profesión
M
uchas son las especialidades que conforman el campo de
mente, y los que estábamos asociados permanecíamos unidos a
la química, y muy diversos los ámbitos a los que pertenecen: ingeniería química, problemas y soluciones ener-
través de las distintas asambleas y reuniones; el químico que no
estaba en ellas se encontraba fuera de juego —dice Del Val—. En
géticas, química verde, medicina, materiales y un largo etcétera. Por
la revista se habla de los resultados de las reuniones, los acuerdos,
supuesto, hay cuestiones que conciernen, si no a todos los quími-
las recomendaciones… Así te puedes enterar de cuál es la proble-
cos, sí a buena parte de ellos: cambios en la legislación, la percep-
mática de la profesión, y eso es importante”.
ción que de la química tiene la sociedad o la participación de los
profesionales en sectores emergentes, como la consultoría o la
Del Val recuerda un caso concreto —el papel del químico en la
sanidad— en el que la unión de la lucha por la profesión protago-
genética. Se trata de cuestiones que atañen a todos aquellos que
nizada por las asociaciones y Colegios y la información aportada
quieren estar al día acerca de las oportunidades y los desafíos
relacionados con su profesión.
En este sentido, la opinión de Manuel del Val, director de la revista de 1972 a 1978, viene a ratificar lo dicho. “Química e Industria
ha sido un factor fundamental de cohesión. La ANQUE ha sido siempre muy activa, los químicos hemos luchado juntos histórica-
por Química e Industria jugó un papel determinante. “El químico
ahora está perfectamente integrado en la sanidad, pero esto lo logramos en aquellos tiempos y la revista fue un cauce importante para
ello —afirma—. Continuamente aparecían decretos que asignaban
plazas solo a farmacéuticos, y nosotros los impugnábamos, de
modo que todas las sentencias nos resultaban favorables. La revis-
Reportajes sobre los congresos internacionales de Tenerife
(izquierda) y Oviedo (arriba), organizados por la ANQUE.
Monar de 1983 a 1989. “En un primer momento, se me vino el fondo patrimonial de cuatro millones de pesetas”, afirma. “Ése
mundo encima porque yo trabajaba en una empresa y estaba fue mi éxito”, dice satisfecho, y matiza que este resultado no huocupado prácticamente todo el día, tenía muy poco tiempo pa- biera sido posible si la situación del país, que en aquel momenra dedicarme a aquello”, recuerda García Monar. A pesar de que to era razonablemente buena, no hubiera acompañado.
En cuanto a los contenidos de la revista, es en esta época cuanel negocio editorial no era su especialidad, este director se propuso hacer algo para sacarlo adelante: “Si el problema de la re- do se empiezan a introducir artículos divulgativos, además de noticias relacionadas con el munvista era que no tenía publicido de la química y de artículos
dad suficiente para cubrir su
científicos de una extensión limicoste, entonces lo que había
tada. “Los contenidos de Química
que hacer era encontrar esa
e Industria eran tradicionalpublicidad”. Dicho y hecho:
mente uno de los caballos de baGarcía Monar trabajó de matalla de las asambleas —señala
nera incansable en procurar los
García Monar—. Eran reunioanunciantes necesarios para la
nes multitudinarias, con ochensupervivencia de la publicación.
ta o cien asambleístas, cada uno
“Cuando llegué a la revista, la
Antonino de Diego, director de Química e Industria
tenía una opinión distinta y nunsituación económica era muy
entre 1998 y 2003
ca llovía a gusto de todos”. Garmala, y cuando me marché,
cía Monar, que trató de dimitir
después de ocho años, dejé un
‹Me parece muy adecuado ofrecer
una visión de la vertiente más
social de la química y dar a
conocer cuáles son sus principales
aportaciones al bienestar›
Química e Industria
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ta lo publicaba y la información animaba a la gente a seguir luchan-
sobre todo para las pymes, un problema a la hora de cumplirlo. Por
do. Aquello fue, sin duda, el germen de lo que hoy es la presencia
eso, la revista ha publicado ya varios artículos en los que se expli-
del químico en la sanidad”. En el ámbito de la sanidad, cabe también citar la importancia de la mencionada unión de los Colegios
ca en qué consiste esta normativa. Además, en un futuro inmediato se quiere responder de forma pormenorizada a aspectos más
y Química e Industria en el reconocimiento de las plazas de quí-
concretos relacionados con este reglamento.
micos residentes QIR: “Esto fue un gran trabajo de los Colegios, con
la cohesión y la cooperación aportadas por la revista”, dice quien
Y hay más cuestiones abordadas en profundidad por Química
e Industria, como el cambio protagonizado por la llamada quími-
fuera director de la publicación. Según Del Val, otro ejemplo más
ca verde. Esta, más que una rama de la química, es una filosofía que
reciente del papel fundamental de la revista es “la lucha por esta-
impregna cada vez más todas las aplicaciones prácticas de esta dis-
blecer los currículos de las diferentes profesiones en las que tiene
ciplina, debido a la fuerte demanda social y a la gran reducción de
cabida la química; una lucha por estar en una posición adecuada
y equilibrada entre todas ellas”.
Indiscutiblemente, cuestión de primer orden y de interés común
costes que implica. La relación de la química con el cambio climático
y los procesos relacionados con este fenómeno, como la captura y
almacenamiento de CO2, han ocupado también un lugar preferen-
de la que se ha hecho eco Química e Industria es el reglamento
REACH (Registration, Evaluation, Authoritation and Restriction of
Chemicals), aprobado por la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA) en diciembre de 2006. La amplitud y
complejidad de este reglamento puede suponer para las empresas,
te en las páginas de la revista. Al abordar este tipo de cuestiones,
el objetivo de Química e Industria es mantener informados a los
lectores sobre los temas que preocupan a los químicos, sin dejar
de fomentar constantemente su unión y la acción coordinada en
defensa de la profesión.
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garía hasta 1998. En 1986, España ingresó en la Comunidad Económica Europea, dejando atrás una etapa caracterizada por el
recalentamiento de la economía y la posterior caída de la actividad productiva, en la primera mitad de los noventa. A esto se
añadían las consecuencias de la Guerra del Golfo, que agravó la
crisis económica. En la revista —y en general, en la prensa española de la época— esta situación se tradujo en una caída de
la publicidad a causa del bache que atravesaban las empresas
y, por tanto, también los anunciantes habituales.
como director de la revista en varias ocasiones a causa de la falta
de tiempo disponible, delegaba en el redactor-jefe la revisión, corrección y edición de los artículos remitidos por los químicos para su publicación. A cambio, centró su actividad sobre todo en el
saneamiento de las cuentas de la revista, con el fin de garantizar
su supervivencia.
En 1989 se aceptaba la dimisión como director de Química e
Industria de Juan Manuel García Monar, quien cedía el relevo
a Casiano de Alfonso, cuya permanencia en el cargo se prolon-
n.º 600 abril-mayo 2012
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Química e Industria
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Una apuesta por la divulgación y la opinión
L
a transmisión de conocimientos a la
pan, por ejemplo, de innovaciones impor-
dan cita informaciones sobre industria y
sociedad de forma amena y sin traicionar el rigor se ha convertido en los
tantes en determinados procesos y se presentan desde un punto de vista más gene-
empresas, química verde, farmacéutica, energía y materiales, entre otras cuestiones. A es-
últimos años en uno de los objetivos prin-
ral, resultan interesantes para un público
ta sección se añade una entrevista que da
cipales de las organizaciones e institucio-
más amplio”.
cuenta del trabajo de los profesionales en pri-
nes científicas. La idea que subyace a este
Este proceso de transformación de
mera persona, mientras que expertos en di-
propósito es que el conocimiento del trabajo de los científicos y sus aportaciones al
Química e Industria se materializaba en
2005, al establecerse un acuerdo con una
ferentes áreas firman los artículos sobre las
materias que mejor conocen. A lo largo de
bienestar y el progreso de la sociedad es tan
empresa externa —RGB Comunicación—,
la historia de Química e Industria se han
necesario como beneficioso.
En 2004, y en consonancia con este objetivo, Química e Industria inauguraba una
nueva etapa, al asumir su dirección Valentín González, profesor de Ingeniería Química en la Universidad Complutense (UCM) y
la Universidad Autónoma de Madrid (UAM)
y exdirector de Comunicación de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa). Por aquel entonces, el Consejo de Redacción decidió apostar por una publicación
menos técnica y más divulgativa y de opinión, en la que las diferentes especialidades
de la química se viesen representadas y que,
al mismo tiempo, despertara el interés de los
lectores ajenos a esta disciplina.
Valentín González sostiene que los artículos demasiado específicos y centrados en
un ámbito determinado interesan solo a los
lectores que se ocupan de esa área concreta. “El mundo de los químicos es enormemente amplio y hay muchas especialidades. Los trabajos más técnicos, si no se
refieren a tu campo específico, no tienen
demasiado interés. Sin embargo, si se ocu-
que edita, coordina y gestiona la elaboración de la revista. Entonces se empezó a dar
cabida en sus páginas a colaboraciones no
solo de los químicos, sino también de profesionales de la comunicación y la divulgación. En esta misma época, además, se
pasó de editar once números al año a seis,
periodicidad que permite realizar una
selección más exigente de los contenidos.
Coincidiendo con este proceso de cambio, Química e Industria introdujo secciones como Química y Educación, Relaciones
Internacionales o Claves, que contribuyen
a proporcionar una amplia visión del mundo de la química. Claves es la sección que
aborda en profundidad aquellos temas que
más interesan a todos los químicos o a un
sector muy amplio de la profesión. Mediante un análisis exhaustivo, esta sección
aporta gran variedad de puntos de vista, relevantes por la autoridad en la materia de
quienes los exponen.
Por su parte, las noticias más importantes referidas al ámbito de la química tienen
cabida en la sección Actualidad, donde se
publicado entrevistas con políticos, como
Josu Jon Imaz o los entonces ministros Miguel Sebastián, José Montilla y Juan Carlos
Aparicio; científicos y académicos de gran
autoridad, como Avelino Corma, Eugenio
Coronado, María Vallet-Regí y Miguel Ángel Alario; empresarios, como Francisco
Belil, Antón Valero, Fernando Iturrieta y
Luis Serrano. Además, la revista ha servido de soporte cualificado de todas las grandes citas organizadas por ANQUE y el Consejo de Colegios o en las que han participado, como los congresos internacionales
de Tenerife y Oviedo, o las tres citas de Expoquimia, abordados con la publicación de
números especiales.
Gracias a las novedades introducidas en
sus páginas y a su rigor, Química e Industria
ha dejado de ser una revista hecha por y
para los químicos, convirtiéndose en un
medio accesible y atractivo para profesionales de otros ámbitos que tienen en
común su interés por esta ciencia y su
progreso, y para informar a toda la sociedad.
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Portada dedicada a la última
edición de Expoquimia.
fueron las armas esgrimidas en la lucha por superar la
crisis publicitaria de los noventa del siglo pasado.
A pesar de que la revista había mejorado mucho
desde el punto de vista editorial, su situación económica se fue haciendo cada vez más frágil. Por eso, en
el siguiente mandato el saneamiento de las cuentas sería la prioridad, para así garantizar la supervivencia
de Química e Industria. En semejantes circunstancias, Antonino de Diego asumía la dirección, para
ejercerla de 1998 a 2003. “Se trataba de una situación de urgencia, verdaderamente problemática
desde el punto de vista de la viabilidad económica
—afirma De Diego—. Básicamente, mi aportación
a la revista fue su reestructuración económica,
para lo que puse a su disposición toda mi experiencia profesional como gestor económico y financiero”. “Se trataba de sanear la estructura financiera, la adecuada utilización de los recursos humanos
disponibles y la reducción de los costes que la revista tenía enton-
Calidad frente a la crisis
La etapa de Casiano de Alfonso se caracterizó por que, a pesar de las dificultades económicas que atravesaba la publicación, se
dio un gran impulso a la parte editorial. “Casiano de Alfonso dedicó mucho tiempo a la
revista y esta mejoró notablemente”, recuerda García Monar. El objetivo entonces era mejorar la aceptación de Química e Industria y
ganar con ello anunciantes, para lo cual se invirtieron muchos esfuerzos en la mejora del papel, el color, la impresión, la composición y la
maquetación. Se quería llegar no solo a los químicos, sino a todos los técnicos y empresarios relacionados con la industria química. La mejora
de la calidad de la revista y la reducción de costes
Química e Industria
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n.º 600 abril-mayo 2012
ces —recuerda De Diego—. Creo que este proceso de saneamiento
permitió después a mi sucesor, Valentín González, dar a la revista
una orientación distinta, sin la preocupación del peso económico
en medio de la cual me desenvolví en mis años de gestión”.
En 1996, Lorenzo Baselga, actual secretario general técnico del
Consejo General de Colegios Químicos de España y de la ANQUE,
iniciaba su andadura en estas organizaciones y, por tanto, tam-
‹El objetivo se ha cumplido: que la
revista sea un elemento de
comunicación de prestigio para
todos los químicos y las personas
interesadas en la química›
Lorenzo Baselga, secretario general técnico del Consejo
General de Colegios de Químicos de España
bién en Química e Industria. Ese año se planteó la urgente necesidad de reestructurar la revista para asegurar su sostenibilidad
económica. “Para afrontar esta nueva etapa, liderada por Carlos
Mingarro y Antonino de Diego, y con la colaboración de Ovidio
Laguna, hubo que reordenar la situación de déficit arrastrada en
los últimos años y redimensionar los recursos humanos que se
dedicaban a la revista, para así tratar de adaptar los
costes a los ingresos”, sostiene Baselga. “Me atrevo
a afirmar que sin aquellas
decisiones hoy no habría
Química e Industria”.
Aun así, y a pesar de
que la meta prioritaria era
garantizar la continuidad
de una revista que ya se
había convertido en el órgano de expresión de los
químicos, en esta etapa
se avanzó tímidamente en
la dirección de hacer de
Química e Industria una
publicación todavía más
divulgativa y de opinión
al alcance de sectores más
Artículo sobre Internet y la química.
amplios de la sociedad.
“Al principio la revista tenía un contenido especialmente técnico, y fue entonces cuando
se empezó a dar paso a opiniones y colaboraciones externas y ajenas a nuestras asociaciones”, dice De Diego.
Informar a toda la sociedad
La revista prosiguió su andadura, y lo hacía, según dice Antonino
de Diego, como “consecuencia histórica de la evolución de nuestro país, a la que Química e Industria se va adaptando a medida
que transcurre el tiempo. Al principio la idea era que fuese un mecanismo de comunicación interna entre los químicos, con poca
proyección externa y mucho contenido técnico”. Las cosas, sin
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claves
La revista abre sus páginas a los científicos más relevantes. Como ejemplo, las entrevistas realizadas a los prestigiosos químicos María
Vallet-Regí, Premio Nacional de Investigación en 2008, y Avelino Corma, Medalla de Oro 2001-2010 del Foro Química y Sociedad.
embargo, han cambiado mucho en los últimos años y la revista los primeros años: “Yo acabé la carrera en 1966 y me hice socio de
sirve ahora como canal de comunicación, por un lado, entre los la ANQUE en 1967. Conozco la revista desde entonces, y conserquímicos y la sociedad y, por otro, entre los mismos químicos, que vo todos los números. Recuerdo que a finales de los sesenta ya pudespliegan sus conocimientos en 2.000 especialidades distintas y bliqué artículos en revistas de Estados Unidos, y nos decían: ‘¿Papara quienes puede ser muy útil saber en qué consiste grosso mo- ra qué queréis publicar en el extranjero, si tenéis aquí revistas en
do el trabajo de otros colegas. “Me parece un giro muy positivo y las que podéis publicar?’, y publicábamos en estas revistas pero
con el que siempre he estado de acuerdo —afirma Antonino de también nos gustaba hacerlo fuera. En aquella época no existía la
Diego—. Ofrecer una visión de la presencia de la química en su obsesión, y la necesidad, por las citaciones, el impacto, etcétera.
vertiente más social y dar a conocer cuáles son sus principales Mucho después se ha hecho imprescindible publicar en las meaportaciones a la sociedad me parece muy adecuado. Creo que la jores revistas y Química e Industria siguió existiendo como purevista ha ido por el buen camino y ha sido fruto de la evolución blicación científica; pero con la cantidad de especialidades diferentes que hay en el colectivo de los químicos, era muy difícil que
de los tiempos”.
En este mismo sentido se pronuncia Juan Manuel García Mo- te interesara un artículo científico que no tenía nada que ver con
nar, quien cree que “la nueva orientación de la revista ha sido lo tu área. Aun así, en esa época se habló mucho incluso de transmejor que ha hecho esta publicación. Cada químico se ocupa de formar la revista en una verdadera publicación científica, con touna cosa diferente: yo he trabajado toda mi vida en el campo de dos los costes que eso suponía”, recuerda Valentín González.
Cuando el actual director tomó las riendas de Química e Industria
la metalurgia, otros se dedican a la investigación, otros a la enseñanza, y con esta revista puedes enterarte de muchas cosas de las en 2004 tenía tras de sí una carrera, no solo como químico, profesor e investigador, sino también como divulgador, periodista y,
que de otra forma nunca tendrías noticia”.
En suma, Química e Industria ha dejado de ser una revista he- en concreto, director de Comunicación de Enresa y de su revista
cha por y para los químicos para dar cabida a contenidos que lle- Estratos entre 1990 y 1996. “Mi intención cuando llegué a esta regan no solo a estos profesionales —expertos a menudo en áreas vista fue convertirla en una de las que se conocen como de alta dimuy concretas, pero también desconocedores de otros campos vulgación”, es decir, una publicación que, sin descuidar el rigor, fuepertenecientes a esta misma ciencia—, sino también a personas ra accesible a un lector no especializado, aunque ya interesado en
afines que puedan estar interesadas en los avances de la química, cuestiones científicas.
“Quería publicar artículos que pudieran servir a químicos que
aun sin ser especialistas en la materia. “El objetivo que nos planteábamos se ha cumplido: que la revista sea un elemento de co- trabajaran en cualquier especialidad y que quisieran tener un conocimiento general sobre asmunicación de prestigio, no sopectos concretos de otras espelo ya para las instituciones, sino
cialidades, sin llegar al conocitambién para todos los químimiento exhaustivo, además de
cos y las personas interesadas
que fueran interesantes tamen lo que la química hace por el
bién para lectores no especialisostenimiento de la calidad de
zados”, dice González.
vida”, dice Lorenzo Baselga.
Desde sus inicios, Química e
Industria ha conocido una imPor todos y para todos
portante evolución. Quien hoy
Dicho y hecho: cuando Valenes su actual director y presidente
tín González asumió la direcJosé María Cerezo, diseñador y director de arte de la revista
del Consejo de Redacción, Vación de Química e Industria, la
lentín González, recuerda bien
publicación dio el giro definiti-
‹En esta última etapa, los
contenidos pasaron a ser más
vivos, frescos y próximos, y todos
los dispositivos gráficos tenían
que contribuir a ese fin›
Química e Industria
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Páginas de Química e Industria que recogen sendas entrevistas con Cristina Garmendia, entonces ministra de Ciencia e Innovación, y Juan Carlos Aparicio, químico y en su día ministro de Trabajo y Asuntos Sociales.
vo para convertirse en lo que es hoy: una revista divulgativa y de mento para la mejora de la calidad de vida, e indispensable en el deopinión, dirigida a todo el colectivo de químicos y a personas de sarrollo de la humanidad. Es necesario que la sociedad conozca el
otros ámbitos con un interés previo en esta ciencia. Para ello se beneficio que la química y sus profesionales le suponen en su vida
siguieron dos estrategias: en cuanto a los contenidos, dar entra- cotidiana”. Química e Industria da forma a ideas como estas al trada a profesionales de la comunicación; en cuanto a su diseño, tar de manera general, y con una perspectiva amplia, el trabajo realizado cada día por los químicos, las principales innovaciones de
cambiar la maqueta para hacerla más fresca y atractiva.
Sobre la primera cuestión, Valentín González comenta: “Decidi- su ciencia y los retos que afronta una profesión que, por su carácter
mos dar entrada a periodistas especializados, porque nos interesa transversal, está presente en una enorme variedad de campos.
No obstante, en un futuro próximo, la revista ha de superar, de
contar con gente que entienda sobre ciencia y que, al mismo tiempo, sea capaz de asimilar la información, hacer las preguntas clave nuevo, el obstáculo que supone la crisis económica en la que se
y sintetizar aquella de manera atractiva”. José María Cerezo, res- encuentra inmerso el país. En este sentido, el Consejo de Redacponsable del diseño y director de arte de Química e Industria, recuerda ción estudia nuevas fórmulas, como patrocinios de temas relatambién cómo los contenidos pasaron a ser, en esta última etapa, cionados con la química o acuerdos con instituciones interesadas también en la divulgación
“más vivos, frescos y próximos,
de aspectos concretos de esta
capaces de transmitir lo que hadisciplina.
ce la química por la sociedad”. El
En los últimos años, Química
diseño, por tanto, tenía que
e Industria se ha convertido en
apuntar en la misma línea, y “tofruto de la colaboración de los
dos los dispositivos gráficos dequímicos, pero también de pebían contribuir a este fin”. Para
riodistas, diseñadores, editores
ello se propuso hacer una revisy otros muchos profesionales
ta más vistosa en la que el color
que trabajan por reflejar de forjugara un papel protagonista, a
ma amena, divulgativa y rigula vez que rigurosa, estructurada
rosa los avances de la química,
y fácilmente legible.
los retos que encuentra en su
El diseño fue el siguiente
camino y los desafíos que afroncambio visible para los lectores,
tan los profesionales de esta
ya que con el contenido se estaciencia. Los miembros de las
ba en general de acuerdo (“Todistintas sociedades de la quídavía no conozco a nadie que
mica —tanto la ANQUE como
me haya dicho que no le gusta
los Colegios— luchan por hala revista”, dice Valentín Gon- La revista publica exhaustivos artículos de investigación.
cer realidad esa vieja máxima
zález). La misión de la publicaque reza: “La unión hace la fuerción sigue siendo, además de
za”. La revista, que es su medio
tratar todas las cuestiones que
de expresión, recoge la voz claatañen a la química y sus prora y experta con la que se dirifesionales, transmitir valores cogen los químicos, en su conmo los que expresa Lorenzo BaValentín González, director de Química e Industria
junto, a todos los ámbitos de la
selga cuando afirma: “La química
y presidente del Consejo de Redacción
sociedad.
ha sido, es y será el mejor instruqei
‹Quise convertir la revista en una
publicación de alta divulgación›
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Química e Industria
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