claves qei Con este número, son ya seiscientas las ocasiones en las que la revista de la Asociación Nacional de Químicos de España (ANQUE) y el Consejo General de Colegios Oficiales de Químicos acude a su cita con los lectores. Desde hace sesenta años, Química e Industria es el altavoz de la actividad de los químicos en nuestro país, así como de los profesionales asociados y colegiados. A lo largo de su trayectoria, la publicación ha pasado de ser un medio eminentemente técnico a convertirse en una publicación abierta, divulgativa y dirigida a sectores más amplios de la sociedad. Química e Industria es una revista imprescindible a la hora de esclarecer multitud de cuestiones y disolver malentendidos. Y es que si quienes se dedican a desentrañar los mecanismos que rigen la transformación de la materia saben de sobra que la química subyace al fundamento mismo de nuestra vida, un público menos especializado tiende a relacionar dicha ciencia con buena parte de los males que aquejan a la sociedad. Por eso, la comunicación de las aportaciones de esta ciencia al bienestar, su desarrollo y los retos que afrontan los químicos es fundamental para desterrar una percepción tan parcial como arraigada. Por eso, y por otras muchas razones, Química e Industria, la mejor fórmula informativa entre matraces y probetas, tiene la intención de encontrarse con sus lectores otras seiscientas veces. Y muchas más. | Lorena Cabeza y Rocío P. Benavente / divulga Química e Industria [ qei 16 ] n.º 600 abril-mayo 2012 Los directores de Química e Industria | pág. 18 Una lucha permanente por los intereses de la profesión | pág. 22 Una apuesta por la divulgación y la opinión | pág. 24 600 números de Química e Industria Al servicio de la ciencia y la profesión U e Industria no ha faltado a la cita con su público a lo largo de más de seis décadas y ha alcanzado un tirada de 15.000 ejemplares. Perseverar en tal puntualidad y semejante asiduidad no es que sea difícil, sino que, en los tiempos que corren, raya casi en lo milagroso. En tiempos de bonanza económica o de crisis como la que atraviesa nuestra nación, con el viento a favor o en contra de la divulgación científica y la comunicación profesional… Sea como fuere, la revista se ha mantenido fiel a los lectores. Compartido con las cabeceras decanas de la prensa española, tal esfuerzo cobra especial relevancia referido a Química e Industria; al fin y al cabo, se trata de una revista editada por unas entidades sin ánimo de lucro y elaborada con el único objetivo de impulsar y fortalecer al conjunto de profesiones ligadas a la química y a su transformación. na larga dictadura y su conclusión, la transición a la democracia, la aprobación de la Carta Magna, el ingreso de España en la Comunidad Económica Europea, la alternancia en el poder… La construcción, en suma, de un país que dejó atrás su aislamiento, característico de buena parte del siglo XX. En el transcurso de la historia inmediata de España, una profesión —la química— se construye a sí misma y crea un medio de comunicación que sirve no solo de vehículo de información a los especialistas en los distintos ámbitos de esta ciencia, sino también entre estos y la sociedad: Química e Industria, la revista de la Asociación Nacional de Químicos de España (ANQUE) y el Consejo General de Colegios Oficiales de Químicos. “Creo que el gran mérito que se puede atribuir a la revista es que, a pesar de los escollos que ha encontrado en su camino, ha logrado editar estos seiscientos números”, dice Juan Manuel García Monar, director de la revista entre 1983 y 1989 y autor de la aportación documental del libro sobre la historia de la ANQUE Recuerdos en azul turquí. Mensual hasta 2005, cuando pasó a ser bimestral coincidiendo con el número 558, Química n.º 600 abril-mayo 2012 [ 17 “Técnica y profesional” Para conocer el origen de la revista hay que remontarse a finales de 1951, cuando José María Sanz d’Anglada, de la delegación de Bilbao —en aquel entonces, la región vasca era referencia de una in- qei ] Química e Industria claves qei Desde los primeros pasos de QUÍMICA E INDUSTRIA, fueron los propios químicos Los directores de Química e Industria quienes asumieron la dirección de este medio de comunicación. A lo largo de la historia de la revista, doce profesionales de primera línea han compaginado su trabajo habitual con la dirección de la misma. He aquí sus nombres. 1952 1960 1960 1969 1969 1970 José María Sanz d’Anglada En 1951 la delegación de Bilbao Francisco Ugalde Fernández Primer redactor-jefe de Leopoldo Izu Muñoz Fue presidente de la Junta de propuso “la creación de una Química e Industria, junto a Gobierno de ANQUE y decano revista profesional de la ANQUE”. La Asamblea aprobó la propuesta por unanimidad y Sanz d’Anglada, socio de esta delegación, fue nombrado primer director de Química e Industria y encargado, por tanto, de ponerla en funcionamiento. José María Sanz d’Anglada, a quien sustituyó tras su dimisión. del Consejo General de Colegios de Químicos. En 1969 fue elegido vicepresidente primero de la Federación Internacional de Asociaciones de Químicos. Medalla de Oro de la ANQUE en 1979. Leopoldo Izu Muñoz. dustria pujante en la que la química tenía gran relevancia—, propuso la creación de una revista “técnica y profesional” dirigida a los químicos asociados. Eran aún los años de la España de la autarquía, en los que el sector industrial empezaba a desperezarse tímidamente y el país abandonaba su ensimismamiento tras ingresar en la ONU y otros organismos internacionales, como la FAO y la UNESCO. “Bilbao era entonces la zona industrial por excelencia y los químicos de allí participaban en esta industria de forma muy importante. Ellos se ofrecieron para encargarse de la revista, y lo hicieron muy bien”, recuerda Manuel del Val, director entre 1972 y 1978, poco después del traslado de la revista a Madrid. “La aparición de Química e Industria fue un hito muy importante para la profesión”, añade. Ahora bien, la revista no ha recorrido un camino exento de obstáculos; conseguir las colaboraciones desinteresadas de los químicos, absorbidos por sus tareas profesionales, fue el primer desafío, pero no el último ni el mayor. La financiación —realizada a través de las cuotas de los asociados y colegiados, las suscripciones externas y las subvenciones de la propia ANQUE y del Consejo General de Colegios de Químicos de España— ha sido un re- Tres portadas correspondientes a las primeras etapas de Química e Industria. ‹Química e Industria ha sido un factor fundamental de cohesión. Con la revista puedes conocer la problemática de la profesión, y eso es importante› Manuel del Val, director de Química e Industria entre 1972 y 1978 Química e Industria [ qei 18 ] n.º 600 abril-mayo 2012 1970 1972 1972 1978 1978 1980 Enrique Asensi Álvarez-Arenas Manuel del Val Cob Carmen Monzón Pinilla Fue presidente de la Junta de Doctor en Ciencias Químicas Doctora en Ciencias Gobierno de ANQUE y de la Asamblea y vicepresidente de la Comisión Permanente del Consejo General de Colegios de Químicos. Medalla de Oro de la ANQUE en 1978. por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en 1957. Desde ese mismo año formó parte de la Junta de Energía Nuclear y en 1973 se incorporó a la empresa Técnicas Reunidas. Ha sido secretario general de la Federación Internacional de Asociaciones de Química y decano del Consejo Superior de Colegios de Químicos. Medalla de Oro de la ANQUE en 2005. Químicas por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), fue catedrática de Magisterio en el Departamento de Didáctica de Ciencias Experimentales en la Facultad de Educación de dicha universidad y decana de esta facultad. Manuel del Val. Poco después se reconocía la revista como órgano oficial del Consejo General de Colegios Oficiales de Químicos y, a finales de la década de los sesenta, cuando Química e Industria había ratificado su nivel de excelencia, se introdujo la publicidad con el objetivo de conseguir su autofinanciación. En 1969 pasa a gestionarse bajo la dirección de Madrid. El primer número que dirigió Leopoldo Izu Muñoz cumplió con las expectativas y casi alcanzó la autosuficiencia económica, debido tanto a los cambios realizados en la gestión de la revista como al aumento de los ingresos por la publicidad. Además, se consiguió mejorar la periodicidad y publicar números especiales, como el extra de- to habitual. En los inicios de Química e Industria, se impulsaron las suscripciones hasta que, más tarde, a mediados de la década de los sesenta, se decidió que cada asociado recibiera la revista de forma gratuita en su domicilio. En 1966, y según afirma Felipe A. Calvo Calvo, miembro de la Comisión de Publicaciones, en el libro Recuerdos en azul turquí, la revista superó “con éxito tanto la inquietud de su nacimiento como la génesis de su desarrollo en un periodo lleno de dificultades. Solo el entusiasmo de su director [entonces, Francisco Ugalde Fernández] y los colaboradores, y la fe de esos profesionales en sí mismos, pudieron crear y sostener dignamente esta obra”. n.º 600 abril-mayo 2012 [ 19 qei ] Química e Industria claves qei Los directores de Química e Industria [cont.] 1980 1983 1983 1989 1989 1998 Ovidio Laguna Castellanos Juan Manuel García Monar Casiano de Alfonso Díaz-Flores Doctor en Ciencias Químicas por Tras licenciarse en Ciencias Doctor en Química Industrial por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en 1958 ingresó Químicas, se incorporó a la empresa Nueva Montaña Quijano, la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en 1963 fue nom- en el Departamento de Plásticos en la que permaneció hasta su brado jefe de la sección de Quí- y Caucho del Patronato Juan de la Cierva, donde fue profesor de jubilación. En 1979 fue elegido vocal del Colegio de Químicos mica Física Industrial del Consejo Superior de Investigaciones Investigación. En 1979 fue nombrado presidente de la Delegación Centro de ANQUE, y en 1996, presidente de la Junta de Gobierno de la Asociación. Es vicedecano del Consejo Superior de Colegios de Químicos. Medalla de Oro de la ANQUE en 2005. de Madrid y de la Delegación Centro. Desde 2004 ha sido secretario de la Mesa de la Asamblea de ANQUE y de la Junta de Gobierno. Realiza la aportación documental del libro sobre la historia de ANQUE Recuerdos en azul turquí. Medalla de Oro de la ANQUE en 2009. Científicas (CSIC), donde fue profesor de Investigación hasta su jubilación. Además, ha sido secretario del Comité de Relaciones Internacionales de la Comisión Asesora de Investigación Científica y Técnica del Programa de Ciencia y Tecnología de la ONU, vocal de la Junta Directiva de la Delegación Centro de la ANQUE y secretario de la Asamblea. Medalla de Oro de la ANQUE en 2008. Juan Manuel García Monar. Ovidio Laguna. dicado al Simposio de Corrosión y Protección o el que abordó el papel de la energía nuclear. biamos la maqueta y mejoramos las portadas. Luchamos por que Química e Industria fuera más periodística y de más fácil lectura, aunque no llegamos a lo que es hoy”. Aun así, era difícil romper con viejos hábitos que habían acostumbrado a los autores a Aires de modernidad una exhaustividad académica, propia de contenidos puramente En 1972, Manuel del Val tomaba el relevo de la dirección de científicos. “Si mandaban un artículo y era algo largo, necesitaQuímica e Industria. “Era una época en la que todavía estábabas sangre, sudor y lágrimas para acortarlo: ¡todo era demasiado mos en transición entre la sede de Bilbao y Madrid, y eso era imimportante!”, dice Del Val. No obstante, la revista, que seguía sienportante porque Bilbao había dejado el listón muy alto y era fundo elaborada íntegramente por damental continuar su labor”, químicos, avanzó en una direcrecuerda Del Val. Los vientos de ción que luego se ha consolidacambio se hacían notar no solo do: ser una publicación divulen la publicación, sino también gativa y de opinión, con artículos en todo el país, pues era la épode interés tanto para los química del aperturismo en el seno cos como para el público menos del régimen franquista. En 1975, especializado. “No lo conseguimoría el anterior jefe del Estamos entonces totalmente —redo, abriéndose poco después el conoce Del Val—, aunque sí mecamino de transición a la dejoramos el diseño y publicamos mocracia. Los españoles se dieportadas muy atractivas. Aderon entonces al sueño de una Juan Manuel García Monar, director de la revista más, logramos aumentar la pumodernidad encarnada en Eude 1983 a 1989 blicidad con respecto al perioropa y, al parecer, ese mismo esdo anterior”. píritu contagió también a la reLa viabilidad económica de la revista seguía siendo en aquevista de los químicos, pues es en esa época se llevó a cabo un lla época su mayor handicap, y fue motivo de polémica entre los cambio de imagen, convirtiendo un producto que seguía siendo miembros de la ANQUE, por lo que se plantearon opciones coeminentemente técnico en una publicación más atractiva. “Inmo la variación de su periodicidad o la colaboración económitentamos modernizar la revista —dice Manuel del Val—, cam- ‹Yo creo que el gran mérito que se puede atribuir a Química e Industria es que, a pesar de los escollos que ha encontrado en su camino, ha logrado editar estos 600 números› Química e Industria [ qei 20 ] n.º 600 abril-mayo 2012 1998 2003 2004 Antonino de Diego Sánchez Valentín González García Doctorado en Química Técnica Doctor en Química Industrial por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en 1962 se por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y periodista, es incorporó a la Compañía Espa- el actual director de la revista. ñola de Minas de Río Tinto. En Investigador en la Junta de Energía Nuclear, hoy CIEMAT, y en el 1973 fue nombrado director general de Titanio S.A., más adelante conocida como Tioxide España S.A. Ha sido secretario del Consejo General de Colegios Oficiales de Químicos y de la Junta de Gobierno de ANQUE. Medalla de Oro de la ANQUE en 2006. Química e Industria. Centro de Investigación Nuclear de Karlsruhe, en Alemania, es profesor de Ingeniería Química en las universidades Complutense y Autónoma de Madrid. Ha sido director de Comunicación y Relaciones Internacionales de Enresa y jefe del Departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Ministerio de Ciencia e Innovación, gestionando el Plan Nacional de Investigación en ese ámbito. qei Antonino de Diego. Valentín González. Tiempos heroicos ca de las diferentes delegaciones en su publicación. Finalmente, el alivio crematístico en esta etapa procedería del Consejo General de Colegios Oficiales de Químicos de España, que participaría tanto en la propiedad como en la gestión de la revista al 50% junto a la ANQUE. Así, Química e Industria se transformó en la voz de los químicos y el reflejo de su actividad. Totalmente profesionalizada, contaba entonces en su equipo con un redactor-jefe y un periodista para las labores de redacción, así como un director comercial y un equipo de agentes para el departamento comercial. La década de los ochenta del siglo pasado fue fundamental en materia legislativa respecto a la universidad y la ciencia. Así, en 1983 se promulgaba la Ley Orgánica de Reforma Universitaria, sentando las bases de la Universidad española tal y como la conocemos hoy. En ella se recordaba que esta institución es la mejor preparada para asumir el reto del desarrollo científico y técnico, crucial para la transformación del país. Se promulgó la autonomía de las universidades y la libertad docente e investigadora de sus profesores, además de crearse las condiciones propicias para la inmediata incorporación de España al área universitaria europea. En materia científica, en 1986 se promulgaba la que sería conocida como la Ley de la Ciencia, que establecía el Plan Nacional de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico como principal instrumento para impulsar y coordinar el desarrollo científico español. n.º 600 abril-mayo 2012 Las dos últimas cabeceras de [ 21 En las décadas de los setenta y los ochenta del siglo XX, los problemas económicos acuciaban a la revista, hasta el punto de que se llegó a plantear su desaparición. “En 1974 se habló incluso de facultar a la Junta de Gobierno de la ANQUE para que, en el supuesto de que el primer semestre fuera malo, se suprimiera la publicación”, recuerda Juan Manuel García Monar. No sucedió tal cosa, pero lo cierto es que se arrastró un déficit económico importante durante años, lo que obligó a sanear las cuentas. “En 1980 hubo una crisis en la Asamblea, cuya postura era, desde el principio, cerrar la revista —dice García Monar—. Entonces Ovidio Laguna, presidente de la delegación de la ANQUE en Madrid, dijo que esta delegación se haría cargo de la publicación, tanto de la parte editorial como de la económica. Él quería sacarla adelante”. Laguna estuvo tres años al frente de Química e Industria; pero, debido a la falta de tiempo para su gestión, tuvo que renunciar a la dirección, de la que se haría cargo Juan Manuel García qei ] Química e Industria claves qei Una lucha permanente por los intereses de la profesión M uchas son las especialidades que conforman el campo de mente, y los que estábamos asociados permanecíamos unidos a la química, y muy diversos los ámbitos a los que pertenecen: ingeniería química, problemas y soluciones ener- través de las distintas asambleas y reuniones; el químico que no estaba en ellas se encontraba fuera de juego —dice Del Val—. En géticas, química verde, medicina, materiales y un largo etcétera. Por la revista se habla de los resultados de las reuniones, los acuerdos, supuesto, hay cuestiones que conciernen, si no a todos los quími- las recomendaciones… Así te puedes enterar de cuál es la proble- cos, sí a buena parte de ellos: cambios en la legislación, la percep- mática de la profesión, y eso es importante”. ción que de la química tiene la sociedad o la participación de los profesionales en sectores emergentes, como la consultoría o la Del Val recuerda un caso concreto —el papel del químico en la sanidad— en el que la unión de la lucha por la profesión protago- genética. Se trata de cuestiones que atañen a todos aquellos que nizada por las asociaciones y Colegios y la información aportada quieren estar al día acerca de las oportunidades y los desafíos relacionados con su profesión. En este sentido, la opinión de Manuel del Val, director de la revista de 1972 a 1978, viene a ratificar lo dicho. “Química e Industria ha sido un factor fundamental de cohesión. La ANQUE ha sido siempre muy activa, los químicos hemos luchado juntos histórica- por Química e Industria jugó un papel determinante. “El químico ahora está perfectamente integrado en la sanidad, pero esto lo logramos en aquellos tiempos y la revista fue un cauce importante para ello —afirma—. Continuamente aparecían decretos que asignaban plazas solo a farmacéuticos, y nosotros los impugnábamos, de modo que todas las sentencias nos resultaban favorables. La revis- Reportajes sobre los congresos internacionales de Tenerife (izquierda) y Oviedo (arriba), organizados por la ANQUE. Monar de 1983 a 1989. “En un primer momento, se me vino el fondo patrimonial de cuatro millones de pesetas”, afirma. “Ése mundo encima porque yo trabajaba en una empresa y estaba fue mi éxito”, dice satisfecho, y matiza que este resultado no huocupado prácticamente todo el día, tenía muy poco tiempo pa- biera sido posible si la situación del país, que en aquel momenra dedicarme a aquello”, recuerda García Monar. A pesar de que to era razonablemente buena, no hubiera acompañado. En cuanto a los contenidos de la revista, es en esta época cuanel negocio editorial no era su especialidad, este director se propuso hacer algo para sacarlo adelante: “Si el problema de la re- do se empiezan a introducir artículos divulgativos, además de noticias relacionadas con el munvista era que no tenía publicido de la química y de artículos dad suficiente para cubrir su científicos de una extensión limicoste, entonces lo que había tada. “Los contenidos de Química que hacer era encontrar esa e Industria eran tradicionalpublicidad”. Dicho y hecho: mente uno de los caballos de baGarcía Monar trabajó de matalla de las asambleas —señala nera incansable en procurar los García Monar—. Eran reunioanunciantes necesarios para la nes multitudinarias, con ochensupervivencia de la publicación. ta o cien asambleístas, cada uno “Cuando llegué a la revista, la Antonino de Diego, director de Química e Industria tenía una opinión distinta y nunsituación económica era muy entre 1998 y 2003 ca llovía a gusto de todos”. Garmala, y cuando me marché, cía Monar, que trató de dimitir después de ocho años, dejé un ‹Me parece muy adecuado ofrecer una visión de la vertiente más social de la química y dar a conocer cuáles son sus principales aportaciones al bienestar› Química e Industria [ qei 22 ] n.º 600 abril-mayo 2012 ta lo publicaba y la información animaba a la gente a seguir luchan- sobre todo para las pymes, un problema a la hora de cumplirlo. Por do. Aquello fue, sin duda, el germen de lo que hoy es la presencia eso, la revista ha publicado ya varios artículos en los que se expli- del químico en la sanidad”. En el ámbito de la sanidad, cabe también citar la importancia de la mencionada unión de los Colegios ca en qué consiste esta normativa. Además, en un futuro inmediato se quiere responder de forma pormenorizada a aspectos más y Química e Industria en el reconocimiento de las plazas de quí- concretos relacionados con este reglamento. micos residentes QIR: “Esto fue un gran trabajo de los Colegios, con la cohesión y la cooperación aportadas por la revista”, dice quien Y hay más cuestiones abordadas en profundidad por Química e Industria, como el cambio protagonizado por la llamada quími- fuera director de la publicación. Según Del Val, otro ejemplo más ca verde. Esta, más que una rama de la química, es una filosofía que reciente del papel fundamental de la revista es “la lucha por esta- impregna cada vez más todas las aplicaciones prácticas de esta dis- blecer los currículos de las diferentes profesiones en las que tiene ciplina, debido a la fuerte demanda social y a la gran reducción de cabida la química; una lucha por estar en una posición adecuada y equilibrada entre todas ellas”. Indiscutiblemente, cuestión de primer orden y de interés común costes que implica. La relación de la química con el cambio climático y los procesos relacionados con este fenómeno, como la captura y almacenamiento de CO2, han ocupado también un lugar preferen- de la que se ha hecho eco Química e Industria es el reglamento REACH (Registration, Evaluation, Authoritation and Restriction of Chemicals), aprobado por la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA) en diciembre de 2006. La amplitud y complejidad de este reglamento puede suponer para las empresas, te en las páginas de la revista. Al abordar este tipo de cuestiones, el objetivo de Química e Industria es mantener informados a los lectores sobre los temas que preocupan a los químicos, sin dejar de fomentar constantemente su unión y la acción coordinada en defensa de la profesión. qei garía hasta 1998. En 1986, España ingresó en la Comunidad Económica Europea, dejando atrás una etapa caracterizada por el recalentamiento de la economía y la posterior caída de la actividad productiva, en la primera mitad de los noventa. A esto se añadían las consecuencias de la Guerra del Golfo, que agravó la crisis económica. En la revista —y en general, en la prensa española de la época— esta situación se tradujo en una caída de la publicidad a causa del bache que atravesaban las empresas y, por tanto, también los anunciantes habituales. como director de la revista en varias ocasiones a causa de la falta de tiempo disponible, delegaba en el redactor-jefe la revisión, corrección y edición de los artículos remitidos por los químicos para su publicación. A cambio, centró su actividad sobre todo en el saneamiento de las cuentas de la revista, con el fin de garantizar su supervivencia. En 1989 se aceptaba la dimisión como director de Química e Industria de Juan Manuel García Monar, quien cedía el relevo a Casiano de Alfonso, cuya permanencia en el cargo se prolon- n.º 600 abril-mayo 2012 [ 23 qei ] Química e Industria claves qei Una apuesta por la divulgación y la opinión L a transmisión de conocimientos a la pan, por ejemplo, de innovaciones impor- dan cita informaciones sobre industria y sociedad de forma amena y sin traicionar el rigor se ha convertido en los tantes en determinados procesos y se presentan desde un punto de vista más gene- empresas, química verde, farmacéutica, energía y materiales, entre otras cuestiones. A es- últimos años en uno de los objetivos prin- ral, resultan interesantes para un público ta sección se añade una entrevista que da cipales de las organizaciones e institucio- más amplio”. cuenta del trabajo de los profesionales en pri- nes científicas. La idea que subyace a este Este proceso de transformación de mera persona, mientras que expertos en di- propósito es que el conocimiento del trabajo de los científicos y sus aportaciones al Química e Industria se materializaba en 2005, al establecerse un acuerdo con una ferentes áreas firman los artículos sobre las materias que mejor conocen. A lo largo de bienestar y el progreso de la sociedad es tan empresa externa —RGB Comunicación—, la historia de Química e Industria se han necesario como beneficioso. En 2004, y en consonancia con este objetivo, Química e Industria inauguraba una nueva etapa, al asumir su dirección Valentín González, profesor de Ingeniería Química en la Universidad Complutense (UCM) y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y exdirector de Comunicación de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa). Por aquel entonces, el Consejo de Redacción decidió apostar por una publicación menos técnica y más divulgativa y de opinión, en la que las diferentes especialidades de la química se viesen representadas y que, al mismo tiempo, despertara el interés de los lectores ajenos a esta disciplina. Valentín González sostiene que los artículos demasiado específicos y centrados en un ámbito determinado interesan solo a los lectores que se ocupan de esa área concreta. “El mundo de los químicos es enormemente amplio y hay muchas especialidades. Los trabajos más técnicos, si no se refieren a tu campo específico, no tienen demasiado interés. Sin embargo, si se ocu- que edita, coordina y gestiona la elaboración de la revista. Entonces se empezó a dar cabida en sus páginas a colaboraciones no solo de los químicos, sino también de profesionales de la comunicación y la divulgación. En esta misma época, además, se pasó de editar once números al año a seis, periodicidad que permite realizar una selección más exigente de los contenidos. Coincidiendo con este proceso de cambio, Química e Industria introdujo secciones como Química y Educación, Relaciones Internacionales o Claves, que contribuyen a proporcionar una amplia visión del mundo de la química. Claves es la sección que aborda en profundidad aquellos temas que más interesan a todos los químicos o a un sector muy amplio de la profesión. Mediante un análisis exhaustivo, esta sección aporta gran variedad de puntos de vista, relevantes por la autoridad en la materia de quienes los exponen. Por su parte, las noticias más importantes referidas al ámbito de la química tienen cabida en la sección Actualidad, donde se publicado entrevistas con políticos, como Josu Jon Imaz o los entonces ministros Miguel Sebastián, José Montilla y Juan Carlos Aparicio; científicos y académicos de gran autoridad, como Avelino Corma, Eugenio Coronado, María Vallet-Regí y Miguel Ángel Alario; empresarios, como Francisco Belil, Antón Valero, Fernando Iturrieta y Luis Serrano. Además, la revista ha servido de soporte cualificado de todas las grandes citas organizadas por ANQUE y el Consejo de Colegios o en las que han participado, como los congresos internacionales de Tenerife y Oviedo, o las tres citas de Expoquimia, abordados con la publicación de números especiales. Gracias a las novedades introducidas en sus páginas y a su rigor, Química e Industria ha dejado de ser una revista hecha por y para los químicos, convirtiéndose en un medio accesible y atractivo para profesionales de otros ámbitos que tienen en común su interés por esta ciencia y su progreso, y para informar a toda la sociedad. qei Portada dedicada a la última edición de Expoquimia. fueron las armas esgrimidas en la lucha por superar la crisis publicitaria de los noventa del siglo pasado. A pesar de que la revista había mejorado mucho desde el punto de vista editorial, su situación económica se fue haciendo cada vez más frágil. Por eso, en el siguiente mandato el saneamiento de las cuentas sería la prioridad, para así garantizar la supervivencia de Química e Industria. En semejantes circunstancias, Antonino de Diego asumía la dirección, para ejercerla de 1998 a 2003. “Se trataba de una situación de urgencia, verdaderamente problemática desde el punto de vista de la viabilidad económica —afirma De Diego—. Básicamente, mi aportación a la revista fue su reestructuración económica, para lo que puse a su disposición toda mi experiencia profesional como gestor económico y financiero”. “Se trataba de sanear la estructura financiera, la adecuada utilización de los recursos humanos disponibles y la reducción de los costes que la revista tenía enton- Calidad frente a la crisis La etapa de Casiano de Alfonso se caracterizó por que, a pesar de las dificultades económicas que atravesaba la publicación, se dio un gran impulso a la parte editorial. “Casiano de Alfonso dedicó mucho tiempo a la revista y esta mejoró notablemente”, recuerda García Monar. El objetivo entonces era mejorar la aceptación de Química e Industria y ganar con ello anunciantes, para lo cual se invirtieron muchos esfuerzos en la mejora del papel, el color, la impresión, la composición y la maquetación. Se quería llegar no solo a los químicos, sino a todos los técnicos y empresarios relacionados con la industria química. La mejora de la calidad de la revista y la reducción de costes Química e Industria [ qei 24 ] n.º 600 abril-mayo 2012 ces —recuerda De Diego—. Creo que este proceso de saneamiento permitió después a mi sucesor, Valentín González, dar a la revista una orientación distinta, sin la preocupación del peso económico en medio de la cual me desenvolví en mis años de gestión”. En 1996, Lorenzo Baselga, actual secretario general técnico del Consejo General de Colegios Químicos de España y de la ANQUE, iniciaba su andadura en estas organizaciones y, por tanto, tam- ‹El objetivo se ha cumplido: que la revista sea un elemento de comunicación de prestigio para todos los químicos y las personas interesadas en la química› Lorenzo Baselga, secretario general técnico del Consejo General de Colegios de Químicos de España bién en Química e Industria. Ese año se planteó la urgente necesidad de reestructurar la revista para asegurar su sostenibilidad económica. “Para afrontar esta nueva etapa, liderada por Carlos Mingarro y Antonino de Diego, y con la colaboración de Ovidio Laguna, hubo que reordenar la situación de déficit arrastrada en los últimos años y redimensionar los recursos humanos que se dedicaban a la revista, para así tratar de adaptar los costes a los ingresos”, sostiene Baselga. “Me atrevo a afirmar que sin aquellas decisiones hoy no habría Química e Industria”. Aun así, y a pesar de que la meta prioritaria era garantizar la continuidad de una revista que ya se había convertido en el órgano de expresión de los químicos, en esta etapa se avanzó tímidamente en la dirección de hacer de Química e Industria una publicación todavía más divulgativa y de opinión al alcance de sectores más Artículo sobre Internet y la química. amplios de la sociedad. “Al principio la revista tenía un contenido especialmente técnico, y fue entonces cuando se empezó a dar paso a opiniones y colaboraciones externas y ajenas a nuestras asociaciones”, dice De Diego. Informar a toda la sociedad La revista prosiguió su andadura, y lo hacía, según dice Antonino de Diego, como “consecuencia histórica de la evolución de nuestro país, a la que Química e Industria se va adaptando a medida que transcurre el tiempo. Al principio la idea era que fuese un mecanismo de comunicación interna entre los químicos, con poca proyección externa y mucho contenido técnico”. Las cosas, sin n.º 600 abril-mayo 2012 [ 25 ] qei claves La revista abre sus páginas a los científicos más relevantes. Como ejemplo, las entrevistas realizadas a los prestigiosos químicos María Vallet-Regí, Premio Nacional de Investigación en 2008, y Avelino Corma, Medalla de Oro 2001-2010 del Foro Química y Sociedad. embargo, han cambiado mucho en los últimos años y la revista los primeros años: “Yo acabé la carrera en 1966 y me hice socio de sirve ahora como canal de comunicación, por un lado, entre los la ANQUE en 1967. Conozco la revista desde entonces, y conserquímicos y la sociedad y, por otro, entre los mismos químicos, que vo todos los números. Recuerdo que a finales de los sesenta ya pudespliegan sus conocimientos en 2.000 especialidades distintas y bliqué artículos en revistas de Estados Unidos, y nos decían: ‘¿Papara quienes puede ser muy útil saber en qué consiste grosso mo- ra qué queréis publicar en el extranjero, si tenéis aquí revistas en do el trabajo de otros colegas. “Me parece un giro muy positivo y las que podéis publicar?’, y publicábamos en estas revistas pero con el que siempre he estado de acuerdo —afirma Antonino de también nos gustaba hacerlo fuera. En aquella época no existía la Diego—. Ofrecer una visión de la presencia de la química en su obsesión, y la necesidad, por las citaciones, el impacto, etcétera. vertiente más social y dar a conocer cuáles son sus principales Mucho después se ha hecho imprescindible publicar en las meaportaciones a la sociedad me parece muy adecuado. Creo que la jores revistas y Química e Industria siguió existiendo como purevista ha ido por el buen camino y ha sido fruto de la evolución blicación científica; pero con la cantidad de especialidades diferentes que hay en el colectivo de los químicos, era muy difícil que de los tiempos”. En este mismo sentido se pronuncia Juan Manuel García Mo- te interesara un artículo científico que no tenía nada que ver con nar, quien cree que “la nueva orientación de la revista ha sido lo tu área. Aun así, en esa época se habló mucho incluso de transmejor que ha hecho esta publicación. Cada químico se ocupa de formar la revista en una verdadera publicación científica, con touna cosa diferente: yo he trabajado toda mi vida en el campo de dos los costes que eso suponía”, recuerda Valentín González. Cuando el actual director tomó las riendas de Química e Industria la metalurgia, otros se dedican a la investigación, otros a la enseñanza, y con esta revista puedes enterarte de muchas cosas de las en 2004 tenía tras de sí una carrera, no solo como químico, profesor e investigador, sino también como divulgador, periodista y, que de otra forma nunca tendrías noticia”. En suma, Química e Industria ha dejado de ser una revista he- en concreto, director de Comunicación de Enresa y de su revista cha por y para los químicos para dar cabida a contenidos que lle- Estratos entre 1990 y 1996. “Mi intención cuando llegué a esta regan no solo a estos profesionales —expertos a menudo en áreas vista fue convertirla en una de las que se conocen como de alta dimuy concretas, pero también desconocedores de otros campos vulgación”, es decir, una publicación que, sin descuidar el rigor, fuepertenecientes a esta misma ciencia—, sino también a personas ra accesible a un lector no especializado, aunque ya interesado en afines que puedan estar interesadas en los avances de la química, cuestiones científicas. “Quería publicar artículos que pudieran servir a químicos que aun sin ser especialistas en la materia. “El objetivo que nos planteábamos se ha cumplido: que la revista sea un elemento de co- trabajaran en cualquier especialidad y que quisieran tener un conocimiento general sobre asmunicación de prestigio, no sopectos concretos de otras espelo ya para las instituciones, sino cialidades, sin llegar al conocitambién para todos los químimiento exhaustivo, además de cos y las personas interesadas que fueran interesantes tamen lo que la química hace por el bién para lectores no especialisostenimiento de la calidad de zados”, dice González. vida”, dice Lorenzo Baselga. Desde sus inicios, Química e Industria ha conocido una imPor todos y para todos portante evolución. Quien hoy Dicho y hecho: cuando Valenes su actual director y presidente tín González asumió la direcJosé María Cerezo, diseñador y director de arte de la revista del Consejo de Redacción, Vación de Química e Industria, la lentín González, recuerda bien publicación dio el giro definiti- ‹En esta última etapa, los contenidos pasaron a ser más vivos, frescos y próximos, y todos los dispositivos gráficos tenían que contribuir a ese fin› Química e Industria [ qei 26 ] n.º 600 abril-mayo 2012 Páginas de Química e Industria que recogen sendas entrevistas con Cristina Garmendia, entonces ministra de Ciencia e Innovación, y Juan Carlos Aparicio, químico y en su día ministro de Trabajo y Asuntos Sociales. vo para convertirse en lo que es hoy: una revista divulgativa y de mento para la mejora de la calidad de vida, e indispensable en el deopinión, dirigida a todo el colectivo de químicos y a personas de sarrollo de la humanidad. Es necesario que la sociedad conozca el otros ámbitos con un interés previo en esta ciencia. Para ello se beneficio que la química y sus profesionales le suponen en su vida siguieron dos estrategias: en cuanto a los contenidos, dar entra- cotidiana”. Química e Industria da forma a ideas como estas al trada a profesionales de la comunicación; en cuanto a su diseño, tar de manera general, y con una perspectiva amplia, el trabajo realizado cada día por los químicos, las principales innovaciones de cambiar la maqueta para hacerla más fresca y atractiva. Sobre la primera cuestión, Valentín González comenta: “Decidi- su ciencia y los retos que afronta una profesión que, por su carácter mos dar entrada a periodistas especializados, porque nos interesa transversal, está presente en una enorme variedad de campos. No obstante, en un futuro próximo, la revista ha de superar, de contar con gente que entienda sobre ciencia y que, al mismo tiempo, sea capaz de asimilar la información, hacer las preguntas clave nuevo, el obstáculo que supone la crisis económica en la que se y sintetizar aquella de manera atractiva”. José María Cerezo, res- encuentra inmerso el país. En este sentido, el Consejo de Redacponsable del diseño y director de arte de Química e Industria, recuerda ción estudia nuevas fórmulas, como patrocinios de temas relatambién cómo los contenidos pasaron a ser, en esta última etapa, cionados con la química o acuerdos con instituciones interesadas también en la divulgación “más vivos, frescos y próximos, de aspectos concretos de esta capaces de transmitir lo que hadisciplina. ce la química por la sociedad”. El En los últimos años, Química diseño, por tanto, tenía que e Industria se ha convertido en apuntar en la misma línea, y “tofruto de la colaboración de los dos los dispositivos gráficos dequímicos, pero también de pebían contribuir a este fin”. Para riodistas, diseñadores, editores ello se propuso hacer una revisy otros muchos profesionales ta más vistosa en la que el color que trabajan por reflejar de forjugara un papel protagonista, a ma amena, divulgativa y rigula vez que rigurosa, estructurada rosa los avances de la química, y fácilmente legible. los retos que encuentra en su El diseño fue el siguiente camino y los desafíos que afroncambio visible para los lectores, tan los profesionales de esta ya que con el contenido se estaciencia. Los miembros de las ba en general de acuerdo (“Todistintas sociedades de la quídavía no conozco a nadie que mica —tanto la ANQUE como me haya dicho que no le gusta los Colegios— luchan por hala revista”, dice Valentín Gon- La revista publica exhaustivos artículos de investigación. cer realidad esa vieja máxima zález). La misión de la publicaque reza: “La unión hace la fuerción sigue siendo, además de za”. La revista, que es su medio tratar todas las cuestiones que de expresión, recoge la voz claatañen a la química y sus prora y experta con la que se dirifesionales, transmitir valores cogen los químicos, en su conmo los que expresa Lorenzo BaValentín González, director de Química e Industria junto, a todos los ámbitos de la selga cuando afirma: “La química y presidente del Consejo de Redacción sociedad. ha sido, es y será el mejor instruqei ‹Quise convertir la revista en una publicación de alta divulgación› n.º 600 abril-mayo 2012 [ 27 qei ] Química e Industria