La acción de la UE contra el cambio climático

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La acción de la UE
contra el cambio climático
A la cabeza de la respuesta mundial
hasta 2020 y más allá
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Al final de la obra figura una ficha bibliográfica.
Luxemburgo: Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas, 2007
ISBN 978-92-79-07038-9
© Comunidades Europeas, 2007
Reproducción autorizada, con indicación de la fuente bibliográfica
Printed in Belgium
Impreso en papel reciclado que ha obtenido la etiqueta ecológica europea para papel gráfico
(http://ec.europa.eu/environment/ecolabel)
La acción de la UE contra el cambio climático
A la cabeza de la respuesta mundial
hasta 2020 y más allá
El calentamiento global debe limitarse a 2 °C
5
El alto coste de no actuar
7
Un reto global que exige acción global
8
Las iniciativas de la UE muestran el camino
9
Declaración de los líderes de la UE sobre la estrategia a partir de 2012, marzo de 2007
13
Los beneficios de la reducción de emisiones para la UE
14
Los países desarrollados deben seguir tomando la iniciativa
16
La acción de los países en desarrollo es esencial
17
Otras cuestiones que abordar
21
El calentamiento global debe limitarse a 2 °C
El cambio climático ya está ocurriendo
El informe científico de febrero de 2007 elaborado por el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC)1 muestra
que la temperatura de la Tierra ha aumentado 0,76 grados centígrados de media desde los tiempos preindustriales y que este
aumento de la temperatura se está acelerando. Además, el nivel del mar ha subido dos veces más rápido entre 1993 y 2003 que
en las tres décadas anteriores. El origen de estos cambios son las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el
ser humano.
De acuerdo con las proyecciones del IPCC, si no se toman medidas para limitar estas emisiones en el futuro, la temperatura
media de la Tierra podría incrementarse entre 1,8 y 4 °C en este siglo. No podemos permitir que esto suceda. La Unión Europea
considera vital que el calentamiento global no supere un incremento de 2 °C con respecto al nivel preindustrial. Existe evidencia
científica considerable de que, por encima de este umbral, pueden producirse cambios irreversibles y potencialmente
catastróficos.
En marzo de 2007, los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE aprobaron una estrategia integrada sobre energía y lucha contra el
cambio climático presentada por la Comisión Europea. Esta estrategia perfila las propuestas de la UE para un acuerdo mundial
que permita combatir el cambio climático después de 2012, fecha en la que expiran los objetivos del Protocolo de Kioto.
De acuerdo con el análisis de la Comisión, para que la temperatura media de la Tierra no suba más de 2 °C es preciso estabilizar
las emisiones mundiales de gases invernadero para 2020 y, para el año 2050, reducirlas hasta el 50 % de los niveles existentes
en 1990.
Este ambicioso objetivo es técnica y económicamente factible si los grandes emisores de estos gases actúan de inmediato. Los
beneficios de actuar compensarán con mucho los costes económicos, que serán moderados.
El cambio climático es un reto global al que sólo se puede responder con eficacia mediante un esfuerzo mundial. Este folleto
presenta y explica las propuestas de acción mundial de la UE y las medidas que la propia UE está adoptando dentro de sus
fronteras.
(1) El IPCC está formado por expertos de primera línea de todo el mundo y su objetivo es evaluar datos científicos, técnicos y socioeconómicos relevantes para entender los riesgos del cambio climático. Sus informes representan el consenso científico internacional más aceptado sobre el cambio climático.
5
6
El alto coste de no actuar
La creciente evidencia de los costes del
cambio climático sólo deja lugar a una
sencilla conclusión: la humanidad no puede
permitirse no hacer nada.
Estudios recientes, como el informe Stern
sobre las repercusiones económicas del
cambio climático, realizado por encargo del
gobierno del Reino Unido, corroboran el
enorme coste que puede tener la inacción.
Estos costes, que aparte de económicos
son también sociales y medioambientales,
pesarán especialmente sobre los países
pobres, pero sobre los países en desarrollo y
los desarrollados también.
Si permitimos que el cambio climático
continúe su curso actual, sus efectos en la
seguridad serán muy graves a escala local y
mundial.
El informe del IPCC de abril de 2007 sobre
las repercusiones del cambio climático señala
que ya se están notando efectos importantes en los ecosistemas, recursos hídricos y zonas costeras de todo el mundo.
El cambio climático afecta a la población de formas muy diversas: mayor mortalidad durante las olas de calor, escasez
de agua o cambios en la propagación de ciertas enfermedades transmitidas por vectores como las garrapatas o los
mosquitos.
El informe Stern pronostica que, a largo plazo, el cambio climático podría erosionar el producto interior bruto (PIB) entre
un 5 % y un 20 % anual, si no se mantiene bajo control mediante la reducción de las emisiones de gases invernadero. Por
tanto, cualquier acción global para combatir el cambio climático es también una estrategia de crecimiento a largo plazo.
Cuanto antes actuemos, menos costosas serán las medidas.
El análisis de la Comisión Europea indica que la inversión necesaria para alcanzar una economía de baja emisión de
carbono le costaría a la humanidad tan sólo un 0,5 % del PIB mundial total entre 2013 y 2030. De acuerdo con estos
cálculos, las medidas contra el cambio climático restarían apenas un 0,14 % a la tasa de crecimiento anual del PIB
mundial hasta 2020. El crecimiento del PIB mundial en el periodo comprendido entre 2005 y 2020 sería pues del 53 %,
sólo ligeramente inferior al 55 % que se proyecta si no se toma ninguna medida. Además, esta cifra no tiene en cuenta
los beneficios que aportaría la rebaja de las emisiones: reducción de los daños causados por cambios en el clima que no
llegarían a producirse, mayor seguridad energética y ahorro en sanidad gracias a la menor contaminación atmosférica.
7
Un reto global que exige acción global
El cambio climático es un problema mundial que sólo puede resolverse con una respuesta mundial. Para limitar el calentamiento
global a no más de 2 °C por encima de la temperatura preindustrial, los debates internacionales deben pasar de la retórica a los
compromisos concretos para reducir las emisiones de gases invernadero. Por ello, para la UE es prioritario alcanzar un acuerdo
internacional que garantice la acción mundial más allá de 2012.
Ya se han puesto las bases para alcanzar este acuerdo. Incluso en los países que no han ratificado el Protocolo de Kioto, existe
una conciencia cada vez mayor de los peligros del cambio climático que está dando lugar a iniciativas regionales para reducir
las emisiones. Las empresas, más que ciertos gobiernos, están adoptando una visión a largo plazo y se están convirtiendo en
la punta de lanza de la acción, exigiendo un marco político coherente, estable y eficiente en el que basar sus decisiones de
inversión.
La mayoría de las tecnologías necesarias para reducir las emisiones ya existen o están a punto de ser operativas (ver gráfico). Lo
que ahora se necesita es que los principales emisores del mundo firmen un acuerdo a largo plazo que garantice la aplicación y
el desarrollo de estas tecnologías.
Equivalente en miles de millones de toneladas CO2
Tecnologías susceptibles de reducir las emisiones mundiales de CO2
procedentes de la combustión energética
8
38
Eficiencia energética
36
34
Abandono de los
combustibles fósiless
32
Energías renovables
30
Energía nuclear
28
Captura y almacenamiento de carbono
26
24
22
2005
Emisiones
de CO2 remanentes
2010
2015
2020
2025
2030
Las iniciativas de la UE muestran el camino
La UE está mostrando el camino, indicando las acciones necesarias a escala internacional para limitar el calentamiento global
a 2 °C con respecto a la temperatura preindustrial, y comprometiéndose a efectuar recortes muy significativos en sus propias
emisiones de gases invernadero.
La UE y otros países desarrollados deben seguir encabezando esta lucha y reducir sus emisiones un 30 % para el año 2020 con
respecto a los niveles de 1990, con la perspectiva de alcanzar rebajas del 60-80 % para el año 2050.
En marzo de 2007, los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE acordaron que para 2020 la Unión rebajaría sus emisiones un 30 %
con respecto a los niveles de 1990, siempre y cuando el resto de países desarrollados se comprometieran a alcanzar reducciones
similares y los países en desarrollo más avanzados también contribuyesen adecuadamente al esfuerzo mundial, en función de
sus posibilidades, todo ello en el marco de un amplio acuerdo mundial aplicable a partir de 2012.
No obstante, la UE no esperará para tomar medidas. La UE está decidida a convertirse en una economía de baja emisión de
carbono y alta eficiencia energética. Con este fin, los líderes de la UE se han comprometido de forma firme, e independientemente
del resto de países del mundo, a rebajar las emisiones de la Unión al menos un 20 % con respecto a los niveles de 1990 para el
año 2020.
Esta reducción se conseguirá mediante una combinación de medidas ya existentes puestas en marcha dentro del Programa
Europeo sobre el Cambio Climático –como el régimen de comercio de emisiones de la UE (EU ETS)– y nuevas medidas, incluidas
en la estrategia integrada de energía y lucha contra el cambio climático ratificada por los líderes de la UE en marzo de 2007.
9
Las medidas más importantes sobre energía y cambio climático que, aparte de rebajar las emisiones de gases invernadero,
también servirán para modernizar el sistema energético de Europa y prepararla para un futuro de baja emisión de carbono, son
las siguientes:
Modernización de la política energética de la UE
El plan de acción de la UE sobre energía, aprobado por los líderes de la UE en marzo de 2007, establece medidas concretas
destinadas a crear un sistema energético competitivo, sostenible y seguro, juntamente con una reducción considerable de las
emisiones de gases invernadero para 2020. A continuación se citan algunas de estas acciones:
• Reducción del consumo energético en un 20 % en relación con las tendencias actuales, mediante mejoras
sustanciales en la eficiencia energética de un amplio espectro de equipos y electrodomésticos.
• Aumento de la contribución de las fuentes renovables en el consumo de energía hasta alcanzar el 20 %, en
comparación con el 7 % del año 2007.
• Aumento de la cuota de mercado de los biocombustibles con respecto a la gasolina y el gasóleo hasta alcanzar el
10 %, en comparación con el 1 % de 2007.
• Creación de un marco político que garantice y promueva un uso seguro para el medio ambiente de la tecnología de
captura y almacenamiento geológico de dióxido de carbono (CAC)2. El objetivo es implantar el uso de la tecnología
CAC en todas las nuevas centrales térmicas que se construyan y que utilicen combustibles fósiles, si es posible con
el horizonte de 2020. La Comisión Europea quiere que se construyan doce centrales piloto a gran escala para el año
2015.
Refuerzo del régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (EU ETS)
El régimen de comercio de derechos de emisión3, pionero en su género, es un elemento central de la estrategia a largo plazo de
la UE para combatir el cambio climático. Introducido en enero de 2005, el ETS es el mayor régimen de comercio de emisiones
10
(2) La CAC es una tecnología que consiste en captar el dióxido de carbono generado por grandes productores, como las centrales térmicas, antes de que llegue a emitirse a la atmósfera y almacenarlo a largo plazo en cavidades subterráneas, como yacimientos de gas y petróleo agotados o minas de carbón abandonadas.
(3) Ver también el folleto El comercio de derechos de emisión de la UE: un régimen abierto para fomentar la innovación global
del mundo y uno de los pilares del mercado internacional de compraventa de carbono, que se encuentra en rápida expansión.
El sistema, que hoy se aplica a las instalaciones industriales, cubre el 45 % del total de emisiones de CO2 de la UE. Actualmente
se encuentra en proceso de revisión con el objetivo de reforzarlo y ampliarlo de modo que, a partir de 2013, cubra una mayor
proporción del volumen total de emisiones.
El compromiso asumido de forma individual por la UE para rebajar sus emisiones de gases de efecto invernadero al menos en
un 20 % con respecto a los niveles de 1990 para el año 2020 proporciona a la industria certidumbre respecto a la ambición del
régimen de comercio de emisiones de la UE. Ello, a su vez, genera la seguridad que requieren las inversiones en desarrollo e
implantación a gran escala de tecnologías de reducción de las emisiones y soluciones con baja emisión de carbono.
Limitación de las emisiones del transporte
Mientras la UE reduce las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la fabricación, la generación de energía y
los residuos, las emisiones generadas por el transporte han seguido aumentando. Es preciso invertir esta tendencia.
• Una nueva legislación se halla en preparación para incluir las emisiones procedentes del tráfico aéreo en el ETS a
partir de 2011. Las emisiones generadas por todos los vuelos que partan de la UE o que aterricen en su territorio
quedarían pues cubiertas a partir de 2012. La Comisión Europea también está analizando cómo abordar las
emisiones del transporte marítimo.
• Nueva legislación está también prevista para cumplir con el objetivo de la UE de reducir las emisiones de CO2
generadas por los automóviles de nueva fabricación a 120 gramos por kilómetro para el año 2012.
• La Comisión Europea ha propuesto nuevas normas de calidad de los carburantes con el fin de reducir en un 10 %
para 2020 las emisiones de gases invernadero causadas por la producción, transporte y uso de la gasolina y el
gasóleo. Para cumplir este objetivo, se tiene intención de acelerar el desarrollo y uso de biocombustibles sostenibles
generados a partir de fuentes no alimentarias.
11
Reducciones en otros sectores
• El consumo energético de los edificios puede reducirse hasta en un 30 % mediante dos medidas: la ampliación del
alcance de la legislación europea sobre eficiencia energética de edificios y la introducción de requisitos de eficiencia
que promuevan edificios “pasivos” con muy bajo consumo de energía.
• Se precisan acciones para reducir las emisiones de los demás gases invernadero –no sólo el CO2–, que representan
hasta un 17 % de las emisiones de la UE. Ello exige tomar medidas para limitar las emisiones de metano generadas,
por ejemplo, por los motores de gas, o las de óxido nitroso procedente de las plantas de combustión, que podrían
incluirse en el ETS. Asimismo, es necesario reforzar las medidas destinadas a reducir el uso de gases fluorados y las
emisiones generadas por el sector agropecuario.
Impulso de la investigación y el desarrollo tecnológico
El presupuesto destinado a medio ambiente, energía y transporte dentro del Séptimo Programa Marco de I+D (2007-2013) se
ha incrementado sustancialmente, situándose en 8 400 millones de euros y debería ser utilizado sin tardanza. Ello permitirá
implantar tecnologías limpias lo antes posible y profundizar en el conocimiento del cambio climático y sus consecuencias. El
presupuesto de investigación debería volver a incrementarse después de 2013, y ese aumento debería tener un reflejo en los
presupuestos nacionales.
Otras medidas
La UE está estudiando otras posibles medidas políticas, incluidas acciones relacionadas con el comercio, con el fin de animar a
otros países desarrollados a emprender acciones efectivas para combatir el cambio climático.
La Comisión ya ha puesto en marcha una ambiciosa campaña de concienciación con el fin de llamar la atención de los ciudadanos
sobre el impacto medioambiental de sus gestos individuales e implicar a la población en los esfuerzos para reducirlo.
12
Declaración de los líddderes de la UE sobre la estrategia a partir dee 2012, marzo de 2007
En la reunión del Consejo Eurropeo
o celebrada en marzo de 2007, los Jefes de Estado y de Gobierno
o
de la UE definieron la
postura de la Unión a favor de una acción mundial para com
mbatir el cambio climático a ppartir de 2012. A continuación
m
se extractan las partes más reeelevantes de la declaración:
“El
El Consejo
j Europeo
p qquiere ssubrayar
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capita
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dial supere el umbral de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales.
pre
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El Consejo Europeo destaca el papel impulsor de la UE enn la protección internacional ddel clima y subraya que para
responder de forma efectiva,, eficaz y equitativa, en la esccala que exigen los retos del ccambio climático, es esencial
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va internacional. Para lograrlooo, es necesario iniciar negocciaciones en la conferencia
internacional sobre el clima para llegar a un acuerdo mundial,
u
aplicable a partir de 200012, que se base y amplíe la
arquitectura del Protocolo dee Kioto y que proporcione un m
marco justo y flexible para logrrrar máxima participación (…).
Estás negociaciones deben abrirse
bbrirse a finales del 2007 y com
mpletarse en 2009.
El Consejo
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errrse colectivamente a alcanzar
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para el año 2020, reduccionees de sus emisiones de gases de efecto invernadero del ordeen del 30 % con respecto a los
niveles de 1990. Además, estee esfuerzo debe hacerse con m
miras a rebajar colectivamentee sus emisiones entre un 60 y
un 80 % para 2050, en compaaaración con los niveles de 199000.
En este contexto, el Consejo EEuropeo da su visto bueno al objetivo de la UE de reducir las eemisiones de gases de efecto
invernadero en un 30 % para 2020 con respecto a los nivelles de 1990, que formará partee de la contribución de la UE
a un acuerdo mundial aplicabble a partir de 2012, y que esttá sujeto a que otros países deeesarrollados se comprometan
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energética y baja emisión dee gases de efecto invernadero y decide que, hasta que se cooncluya un acuerdo mundial
aplicable a partir de 2012, y sin perjuicio de su postura een las negociaciones internaciioonales, la UE asume el firme
compromiso de rebajar sus eemisiones de gases de efectoo invernadero al menos en unn 20 % para el año 2020 con
respecto a los niveles de 19900.
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dispuesto a mantener y reforrzar la ayuda a los países en víías
a de desarrollo para reducir ssu vulnerabilidad y facilitar su
adaptación al cambio climáticco.”
13
Los beneficios de la reducción de emisiones de gases invernadero para la UE
Además de contribuir a evitar los efectos más devastadores del cambio climático, la reducción de las emisiones de gases
invernadero supondrá para la UE importantes beneficios, como la mejora de la seguridad energética, la reducción de la
contaminación atmosférica y de los costes sanitarios asociados, y la creación de empleo. Otros países obtendrán beneficios
similares si siguen el mismo camino.
Mejora de la eficiencia y de la seguridad energética
La UE depende cada vez más de la importación de energía. Por ello, la seguridad del suministro preocupa cada vez más. Si las
cosas se dejan como están, las importaciones energéticas de la UE pasarían de representar el 50 % del consumo total de energía
actual a un 65 % en 2030; la dependencia de las importaciones de gas aumentaría del 57 % al 84 %, y las de petróleo, del 82 % al
93 %. Es evidente que, aunque sólo sea para mejorar la competitividad de la UE y dejando a un lado los beneficios asociados a la
reducción de emisiones, sobran razones para hacer un uso más eficiente de los recursos.
Las medidas previstas por la UE dentro de la estrategia integrada sobre energía y cambio climático mejorarán la seguridad
energética, ya que para 2030 reducirán en un 20 % las importaciones de petróleo y gas, en comparación con las proyecciones
que se manejan si no se toman medidas. Además, sin un cambio en su política, se espera que en el año 2030 Estados Unidos,
China y la India importen el 70 % del petróleo que consuman. Por ello, y a medida que los recursos se vuelvan más escasos,
crecerá el riesgo de volatilidad de los precios y de conflictos internacionales.
14
Reducción de la contaminación atmosférica y de los costes sanitarios
La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero servirá también para rebajar la contaminación atmosférica, que
causa 370 000 muertes prematuras en Europa cada año. Con sólo rebajar las emisiones de CO2 un 10 % para el año 2020, se
conseguiría un ahorro en sanidad de 27 000 millones de euros anuales. La contaminación atmosférica está incrementándose
en muchas partes del mundo, sobre todo en los países en desarrollo. De hecho, las diez ciudades con mayor concentración de
partículas nocivas en suspensión se encuentran en Asia y África.
Creación de empleo
Con un crecimiento en torno al 5 % anual en respuesta a la demanda internacional de tecnologías, productos y servicios
ecológicos, las ecoindustrias son uno de los sectores más dinámicos de la economía europea, que ya da empleo a más de
2 millones de personas.
Además, las políticas de lucha contra el cambio climático crean nuevas oportunidades de empleo: por ejemplo, el aumento
del uso de la biomasa para la producción de electricidad y de los biocombustibles para el transporte puede crear hasta
300 000 puestos de trabajo en la UE.
15
Los países desarrollados deben seguir tomando la iniciativa
Sin tener en cuenta las emisiones causadas por la deforestación, los países desarrollados son responsables del 75 % del total
de los gases de efecto invernadero que se vierten a la atmósfera en la actualidad. Estos países son los que cuentan con los
mayores recursos financieros y con la mayor capacidad tecnológica para reducir sus emisiones y, por tanto, son los que deben
hacer mayores esfuerzos por controlar el cambio climático en la próxima década. Los países desarrollados que no ratificaron el
Protocolo de Kioto disponen de aún más potencial de recorte de emisiones que los Estados miembros de la UE.
Para limitar el calentamiento global a no más de 2 °C por encima del nivel preindustrial, el siguiente paso importante que deben
dar la UE y los demás países desarrollados consiste en comprometerse, en el marco de un nuevo acuerdo internacional, a rebajar
para 2020 sus emisiones colectivas de gases de efecto invernadero en un 30 % por debajo de los niveles de 1990.
Este acuerdo internacional, de aplicación a partir de 2012, debe contener normas vinculantes que aseguren el control y
el cumplimiento de los compromisos adquiridos. En un mercado mundial tan competitivo como el actual, todos los países
necesitan estar seguros de que los demás están jugando limpio y de que todos cumplen sus compromisos.
Creación de un mercado mundial del carbono
Se calcula que los regímenes de comercio de derechos de emisión pueden rebajar el coste de la reducción de
emisiones hasta en un 75 %. Los sistemas similares al ETS de la UE serán una herramienta esencial para que los
países desarrollados cumplan sus compromisos futuros de forma rentable. El marco posterior a 2012 debería
permitir que los distintos regímenes de comercio de emisiones se fusionaran, tomando el ETS de la UE como
pilar central de un futuro mercado mundial del carbono, maximizando así las oportunidades de compraventa y
reduciendo los costes de las medidas lo más posible.
El ETS estimula la inversión en proyectos de ahorro de emisiones en terceros países mediante créditos de
emisión de carbono procedentes de los proyectos del Mecanismo de Desarrollo Limpio y de Implementación
Conjunta, que a su vez forman parte del Protocolo de Kioto. Este tipo de instrumentos continuarán a partir de
2012, pero es esencial mejorarlos y ampliarlos.
16
La acción de los países en desarrollo es esencial
Aunque en el futuro más inmediato son los países desarrollados los que deben llevar el peso de la lucha contra el cambio
climático, sus acciones, por sí solas, no bastan para reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero. A medida
que crecen las economías de los países en desarrollo, crecen también sus emisiones. De hecho, se calcula que para el año 2020
superarán el total de emisiones del mundo desarrollado.
miles de millones
de toneladas de CO2
Proyección de emisiones de gases invernadero
(industria y energía, sin tomar medidas)
25
20
Países desarrollados
15
Países en desarrollo
10
5
0
1990
2000
2020
Es indispensable que los países en desarrollo, en particular las principales economías emergentes, comiencen a limitar el
aumento de sus emisiones tan pronto como sea posible y que, a partir de 2020, empiecen a reducir sus emisiones en términos
absolutos.
Además, es totalmente necesario poner fin a la destrucción de las masas forestales. Las emisiones generadas por la deforestación
en los países en desarrollo deben detenerse e invertirse de aquí a dos décadas. La deforestación de los países en desarrollo
genera el 20 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero, es decir, un porcentaje superior al de todo el transporte.
Detener e invertir este proceso reportará además importantes beneficios en términos de conservación de la biodiversidad y
desarrollo sostenible.
Estas acciones son perfectamente compatibles con el crecimiento económico y la reducción de la pobreza. Al igual que para
Europa, las medidas para combatir el cambio climático también supondrán un beneficio a largo plazo para los países menos
ricos. Dado que las poblaciones más vulnerables son las primeras que sufren el impacto de las inundaciones, tormentas, sequías
y otros efectos del cambio climático, los países en desarrollo deberían tener un gran interés en participar en esta lucha global.
Se espera que para 2020 China y la India dupliquen su PIB y que el de Brasil crezca un 50 %. La Comisión Europea calcula que
la aplicación de medidas para recortar las emisiones sólo restaría un 1 % a este crecimiento del PIB. De hecho, en realidad este
coste seguramente sería aún menor e incluso negativo, ya que en el cálculo no se tienen en cuenta los beneficios que conlleva
evitar los daños causados por el cambio climático.
La UE es consciente de que tiene la gran responsabilidad de apoyar a los países en desarrollo y ayudarles a combatir o adaptarse
al cambio climático, y de que debe predicar con el ejemplo, reduciendo sus propias emisiones.
Muchos países en desarrollo ya han puesto en marcha medidas que están produciendo reducciones significativas en el aumento
de sus emisiones. Existen numerosas opciones para los países en desarrollo cuyos beneficios compensan los costes. Entre ellas
destacan las siguientes:
• Impulso de la eficiencia energética y, por tanto, de la seguridad energética.
• Aplicación de políticas para promover las fuentes de energía renovables. Estas políticas suelen ser muy rentables,
incluso para las comunidades rurales.
• Mejora de la calidad del aire y, por tanto, de la sanidad pública.
• Captura del metano procedente de fuentes industriales y agropecuarias y aprovechamiento como energía barata.
Estas políticas pueden reforzarse mediante el intercambio de buenas prácticas. La UE tiene intención de mantener y aumentar
la cooperación en este ámbito, con el fin de que la contribución de los países en vías de desarrollo a la lucha contra el cambio
climático sea mayor.
18
Existen diversas opciones para conseguir un mayor compromiso de los países en desarrollo, en el marco de un acuerdo
internacional aplicable con posterioridad a 2012:
Nuevo enfoque del Mecanismo de Desarrollo Limpio
El Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) establecido en el Protocolo de Kioto podría perfeccionarse y ampliarse. El MDL es
un instrumento que permite a los países desarrollados contrarrestar sus emisiones mediante la realización de proyectos de
reducción de emisiones en países en desarrollo, convirtiendo esas reducciones en créditos de emisión. Este mecanismo está
generando un trasvase importante de capitales y tecnologías hacia los países anfitriones que genera crecimiento con baja
emisión de carbono. El alcance del MDL podría ampliarse para cubrir sectores nacionales completos, en lugar de centrarse en
proyectos individuales como hasta ahora, de manera que se generaran créditos de emisión cuando un sector nacional completo
excediera un determinado nivel de emisión.
Mejora del acceso a la financiación para infraestructuras energéticas
Para poder generar la electricidad que necesitan para sustentar su crecimiento económico, los países en vías de desarrollo
necesitan invertir más de 130 000 millones de euros anuales en nuevas infraestructuras. Puesto que las centrales eléctricas se
mantienen en uso durante décadas, es esencial que las que construyan estos países utilicen las tecnologías no contaminantes
más avanzadas, con el fin de minimizar las emisiones. Ahora bien, ello exige invertir unos 25 000 millones de euros más al año.
Los países desarrollados pueden ayudar a salvar esa brecha financiera mediante una combinación de instrumentos: ayudas
al desarrollo, mecanismos innovadores de financiación como el Fondo mundial para la eficiencia energética y las energías
renovables de la UE (GEEREF), y préstamos específicos de instituciones financieras. Cuando antes se supla ese déficit, menos
crecerán las emisiones de los países en desarrollo.
GEEREF
El Fondo mundial para la eficiencia energética y las energías renovables (GEEREF) es un fondo de capital riesgo
mundial creado por la Comisión Europea en el año 2006 y destinado a promover la inversión privada en proyectos de
promoción de eficiencia energética y energías renovables en países en desarrollo y economías en transición.
El objetivo del GEEREF es hacer llegar una energía no contaminante, segura y asequible a los 1 600 millones de
personas en todo el mundo que todavía no tienen acceso a la electricidad. Y el medio para conseguirlo es acelerar
la transferencia, el desarrollo y la aplicación de tecnologías energéticas respetuosas con el medio ambiente. Con ello
se conseguirá luchar contra el cambio climático y la contaminación atmosférica y garantizar una distribución más
equitativa de los proyectos del Mecanismo para un Desarrollo Limpio en los países en desarrollo.
La Comisión va a destinar 80 millones de euros al GEEREF en un periodo de cuatro años, lo que sumado a otras
aportaciones, entre ellas las de Alemania, Italia y Noruega, asciende a un total de 122 millones de euros disponibles
actualmente. Además, se espera que el fondo movilice capital riesgo adicional por un valor de entre 300 millones
y 1 000 millones de euros a largo plazo. El GEEREF debería estar en funcionamiento y tener los primeros fondos
invertidos a final de año.
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Creación de mercados sectoriales de emisiones
Otra opción es la de introducir un sistema de comercio de emisiones entre empresas a escala sectorial en aquellos sectores
industriales de países en desarrollo en los que exista capacidad para hacer un seguimiento de las emisiones y garantizar el
cumplimiento de los compromisos. Esto sería particularmente conveniente para los sectores que hacen un uso más intensivo
de la energía, como la generación eléctrica, el hierro y el acero, el cemento, el refinado de petróleo y el papel. Dichos regímenes
podrían tener carácter internacional o nacional, en cuyo último caso, los sistemas de comercio de los países en desarrollo
deberían estar ligados a los de países desarrollados, como el ETS de la UE. Los objetivos de los sectores participantes se irían
ampliando gradualmente, hasta alcanzar niveles similares a los aplicados a esos mismos sectores en los países desarrollados.
Aceptación de límites de emisión vinculantes como un paso adelante en el proceso de desarrollo
A medida que alcanzan un nivel similar al de los países desarrollados, los países en desarrollo deberían también asumir
compromisos vinculantes de reducción de emisiones. Estos compromisos estarían ajustados a su nivel de emisiones y a sus
posibilidades técnicas y financieras.
Exención de los países menos desarrollados
Los países menos desarrollados no deberían estar obligados a reducir sus emisiones, ya que sus niveles de emisiones son bajos.
Dichos países sufrirán de forma desproporcionada los efectos del cambio climático y, por ello, la UE tiene intención de potenciar
la cooperación para ayudarles a responder a los retos del clima, por ejemplo, mediante medidas para mejorar la seguridad
alimentaria y la preparación ante desastres. Será necesario incrementar la ayuda para que los países más vulnerables se adapten
al cambio climático. Asimismo, la UE y los demás países desarrollados deben impulsar el número de proyectos MDL en estos
países.
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Otras cuestiones que abordar
El futuro acuerdo internacional también debería considerar las siguientes cuestiones:
Cooperación internacional en investigación y tecnología
La intensificación de la cooperación en este ámbito aceleraría el intercambio tecnológico necesario para crear una economía
mundial con baja emisión de carbono. La cooperación internacional en el ámbito de la investigación aumentará el conocimiento
de los efectos locales y regionales del cambio climático y ayudará a crear medios para que las poblaciones puedan combatirlos y
adaptarse a ellos. La UE debería encabezar este movimiento y reforzar la cooperación con otros países en materia de investigación
y tecnología; esto podría traducirse en la puesta en práctica de proyectos tecnológicos piloto a gran escala, en especial en el
ámbito de la captura y el almacenamiento geológico del carbono, en países en desarrollo de especial interés.
Adaptación al cambio climático
La puesta en marcha de medidas para ayudar a los países en desarrollo a adaptarse a las inevitables consecuencias del cambio
climático debe ser parte integrante de un futuro acuerdo internacional. La necesidad de adaptarse al cambio climático debería
tenerse en cuenta en las decisiones de inversión tanto pública como privada.
Normas de eficiencia energética
Es necesario llegar a un acuerdo internacional sobre normas de eficiencia energética, con un compromiso activo de los
países fabricantes de aparatos. Este acuerdo facilitará el acceso al mercado y contribuirá a reducir las emisiones de gases
de efecto invernadero.
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Comisión Europea
La acción de la UE contra el cambio climático
A la cabeza de la lucha mundial hasta 2020 y más allá
Luxemburgo: Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas
2007 — 24 pp. — 21 cm x 21 cm
ISBN 978-92-79-07038-9
Puede solicitar ejemplares gratuitos de esta publicación en:
Comisión Europea
Dirección General de Medio Ambiente
Centro de información (BU-9 0/11)
B-1049 Bruselas
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Créditos fotográficos (de izquierda a derecha):
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P.7: © EC/ECHO/Martinus Jansen.
P.11: Digitalvision.
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P.14: Digitalvision; Photodisc; © EC/ECHO/François Goemans.
P.15: © EC/ECHO/Thomas Pfeiffer; EC/p-012491-00-08-h; © EC/2005.
P.16: Deutsche Börse.
P.18: Digitalvision; EC DG RTD.
P.20: © EC/ECHO/Beatriz Suso.
P.21: IEA
KH-77-07-144-ES-C
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