La acción de la UE contra el cambio climático A la cabeza de la respuesta mundial hasta 2020 y más allá Europe Direct es un servicio destinado a ayudarle a encontrar respuestas a las preguntas que pueda plantearse sobre la Unión Europea Número de teléfono gratuito (*): 00 800 6 7 8 9 10 11 (*) Algunos operadores de telefonía móvil no autorizan el acceso a los números 00 800 o cobran por este acceso. Puede obtenerse información sobre la Unión Europea a través del servidor Europa en la siguiente dirección de Internet: http://europa.eu Al final de la obra figura una ficha bibliográfica. Luxemburgo: Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas, 2007 ISBN 978-92-79-07038-9 © Comunidades Europeas, 2007 Reproducción autorizada, con indicación de la fuente bibliográfica Printed in Belgium Impreso en papel reciclado que ha obtenido la etiqueta ecológica europea para papel gráfico (http://ec.europa.eu/environment/ecolabel) La acción de la UE contra el cambio climático A la cabeza de la respuesta mundial hasta 2020 y más allá El calentamiento global debe limitarse a 2 °C 5 El alto coste de no actuar 7 Un reto global que exige acción global 8 Las iniciativas de la UE muestran el camino 9 Declaración de los líderes de la UE sobre la estrategia a partir de 2012, marzo de 2007 13 Los beneficios de la reducción de emisiones para la UE 14 Los países desarrollados deben seguir tomando la iniciativa 16 La acción de los países en desarrollo es esencial 17 Otras cuestiones que abordar 21 El calentamiento global debe limitarse a 2 °C El cambio climático ya está ocurriendo El informe científico de febrero de 2007 elaborado por el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC)1 muestra que la temperatura de la Tierra ha aumentado 0,76 grados centígrados de media desde los tiempos preindustriales y que este aumento de la temperatura se está acelerando. Además, el nivel del mar ha subido dos veces más rápido entre 1993 y 2003 que en las tres décadas anteriores. El origen de estos cambios son las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el ser humano. De acuerdo con las proyecciones del IPCC, si no se toman medidas para limitar estas emisiones en el futuro, la temperatura media de la Tierra podría incrementarse entre 1,8 y 4 °C en este siglo. No podemos permitir que esto suceda. La Unión Europea considera vital que el calentamiento global no supere un incremento de 2 °C con respecto al nivel preindustrial. Existe evidencia científica considerable de que, por encima de este umbral, pueden producirse cambios irreversibles y potencialmente catastróficos. En marzo de 2007, los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE aprobaron una estrategia integrada sobre energía y lucha contra el cambio climático presentada por la Comisión Europea. Esta estrategia perfila las propuestas de la UE para un acuerdo mundial que permita combatir el cambio climático después de 2012, fecha en la que expiran los objetivos del Protocolo de Kioto. De acuerdo con el análisis de la Comisión, para que la temperatura media de la Tierra no suba más de 2 °C es preciso estabilizar las emisiones mundiales de gases invernadero para 2020 y, para el año 2050, reducirlas hasta el 50 % de los niveles existentes en 1990. Este ambicioso objetivo es técnica y económicamente factible si los grandes emisores de estos gases actúan de inmediato. Los beneficios de actuar compensarán con mucho los costes económicos, que serán moderados. El cambio climático es un reto global al que sólo se puede responder con eficacia mediante un esfuerzo mundial. Este folleto presenta y explica las propuestas de acción mundial de la UE y las medidas que la propia UE está adoptando dentro de sus fronteras. (1) El IPCC está formado por expertos de primera línea de todo el mundo y su objetivo es evaluar datos científicos, técnicos y socioeconómicos relevantes para entender los riesgos del cambio climático. Sus informes representan el consenso científico internacional más aceptado sobre el cambio climático. 5 6 El alto coste de no actuar La creciente evidencia de los costes del cambio climático sólo deja lugar a una sencilla conclusión: la humanidad no puede permitirse no hacer nada. Estudios recientes, como el informe Stern sobre las repercusiones económicas del cambio climático, realizado por encargo del gobierno del Reino Unido, corroboran el enorme coste que puede tener la inacción. Estos costes, que aparte de económicos son también sociales y medioambientales, pesarán especialmente sobre los países pobres, pero sobre los países en desarrollo y los desarrollados también. Si permitimos que el cambio climático continúe su curso actual, sus efectos en la seguridad serán muy graves a escala local y mundial. El informe del IPCC de abril de 2007 sobre las repercusiones del cambio climático señala que ya se están notando efectos importantes en los ecosistemas, recursos hídricos y zonas costeras de todo el mundo. El cambio climático afecta a la población de formas muy diversas: mayor mortalidad durante las olas de calor, escasez de agua o cambios en la propagación de ciertas enfermedades transmitidas por vectores como las garrapatas o los mosquitos. El informe Stern pronostica que, a largo plazo, el cambio climático podría erosionar el producto interior bruto (PIB) entre un 5 % y un 20 % anual, si no se mantiene bajo control mediante la reducción de las emisiones de gases invernadero. Por tanto, cualquier acción global para combatir el cambio climático es también una estrategia de crecimiento a largo plazo. Cuanto antes actuemos, menos costosas serán las medidas. El análisis de la Comisión Europea indica que la inversión necesaria para alcanzar una economía de baja emisión de carbono le costaría a la humanidad tan sólo un 0,5 % del PIB mundial total entre 2013 y 2030. De acuerdo con estos cálculos, las medidas contra el cambio climático restarían apenas un 0,14 % a la tasa de crecimiento anual del PIB mundial hasta 2020. El crecimiento del PIB mundial en el periodo comprendido entre 2005 y 2020 sería pues del 53 %, sólo ligeramente inferior al 55 % que se proyecta si no se toma ninguna medida. Además, esta cifra no tiene en cuenta los beneficios que aportaría la rebaja de las emisiones: reducción de los daños causados por cambios en el clima que no llegarían a producirse, mayor seguridad energética y ahorro en sanidad gracias a la menor contaminación atmosférica. 7 Un reto global que exige acción global El cambio climático es un problema mundial que sólo puede resolverse con una respuesta mundial. Para limitar el calentamiento global a no más de 2 °C por encima de la temperatura preindustrial, los debates internacionales deben pasar de la retórica a los compromisos concretos para reducir las emisiones de gases invernadero. Por ello, para la UE es prioritario alcanzar un acuerdo internacional que garantice la acción mundial más allá de 2012. Ya se han puesto las bases para alcanzar este acuerdo. Incluso en los países que no han ratificado el Protocolo de Kioto, existe una conciencia cada vez mayor de los peligros del cambio climático que está dando lugar a iniciativas regionales para reducir las emisiones. Las empresas, más que ciertos gobiernos, están adoptando una visión a largo plazo y se están convirtiendo en la punta de lanza de la acción, exigiendo un marco político coherente, estable y eficiente en el que basar sus decisiones de inversión. La mayoría de las tecnologías necesarias para reducir las emisiones ya existen o están a punto de ser operativas (ver gráfico). Lo que ahora se necesita es que los principales emisores del mundo firmen un acuerdo a largo plazo que garantice la aplicación y el desarrollo de estas tecnologías. Equivalente en miles de millones de toneladas CO2 Tecnologías susceptibles de reducir las emisiones mundiales de CO2 procedentes de la combustión energética 8 38 Eficiencia energética 36 34 Abandono de los combustibles fósiless 32 Energías renovables 30 Energía nuclear 28 Captura y almacenamiento de carbono 26 24 22 2005 Emisiones de CO2 remanentes 2010 2015 2020 2025 2030 Las iniciativas de la UE muestran el camino La UE está mostrando el camino, indicando las acciones necesarias a escala internacional para limitar el calentamiento global a 2 °C con respecto a la temperatura preindustrial, y comprometiéndose a efectuar recortes muy significativos en sus propias emisiones de gases invernadero. La UE y otros países desarrollados deben seguir encabezando esta lucha y reducir sus emisiones un 30 % para el año 2020 con respecto a los niveles de 1990, con la perspectiva de alcanzar rebajas del 60-80 % para el año 2050. En marzo de 2007, los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE acordaron que para 2020 la Unión rebajaría sus emisiones un 30 % con respecto a los niveles de 1990, siempre y cuando el resto de países desarrollados se comprometieran a alcanzar reducciones similares y los países en desarrollo más avanzados también contribuyesen adecuadamente al esfuerzo mundial, en función de sus posibilidades, todo ello en el marco de un amplio acuerdo mundial aplicable a partir de 2012. No obstante, la UE no esperará para tomar medidas. La UE está decidida a convertirse en una economía de baja emisión de carbono y alta eficiencia energética. Con este fin, los líderes de la UE se han comprometido de forma firme, e independientemente del resto de países del mundo, a rebajar las emisiones de la Unión al menos un 20 % con respecto a los niveles de 1990 para el año 2020. Esta reducción se conseguirá mediante una combinación de medidas ya existentes puestas en marcha dentro del Programa Europeo sobre el Cambio Climático –como el régimen de comercio de emisiones de la UE (EU ETS)– y nuevas medidas, incluidas en la estrategia integrada de energía y lucha contra el cambio climático ratificada por los líderes de la UE en marzo de 2007. 9 Las medidas más importantes sobre energía y cambio climático que, aparte de rebajar las emisiones de gases invernadero, también servirán para modernizar el sistema energético de Europa y prepararla para un futuro de baja emisión de carbono, son las siguientes: Modernización de la política energética de la UE El plan de acción de la UE sobre energía, aprobado por los líderes de la UE en marzo de 2007, establece medidas concretas destinadas a crear un sistema energético competitivo, sostenible y seguro, juntamente con una reducción considerable de las emisiones de gases invernadero para 2020. A continuación se citan algunas de estas acciones: • Reducción del consumo energético en un 20 % en relación con las tendencias actuales, mediante mejoras sustanciales en la eficiencia energética de un amplio espectro de equipos y electrodomésticos. • Aumento de la contribución de las fuentes renovables en el consumo de energía hasta alcanzar el 20 %, en comparación con el 7 % del año 2007. • Aumento de la cuota de mercado de los biocombustibles con respecto a la gasolina y el gasóleo hasta alcanzar el 10 %, en comparación con el 1 % de 2007. • Creación de un marco político que garantice y promueva un uso seguro para el medio ambiente de la tecnología de captura y almacenamiento geológico de dióxido de carbono (CAC)2. El objetivo es implantar el uso de la tecnología CAC en todas las nuevas centrales térmicas que se construyan y que utilicen combustibles fósiles, si es posible con el horizonte de 2020. La Comisión Europea quiere que se construyan doce centrales piloto a gran escala para el año 2015. Refuerzo del régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (EU ETS) El régimen de comercio de derechos de emisión3, pionero en su género, es un elemento central de la estrategia a largo plazo de la UE para combatir el cambio climático. Introducido en enero de 2005, el ETS es el mayor régimen de comercio de emisiones 10 (2) La CAC es una tecnología que consiste en captar el dióxido de carbono generado por grandes productores, como las centrales térmicas, antes de que llegue a emitirse a la atmósfera y almacenarlo a largo plazo en cavidades subterráneas, como yacimientos de gas y petróleo agotados o minas de carbón abandonadas. (3) Ver también el folleto El comercio de derechos de emisión de la UE: un régimen abierto para fomentar la innovación global del mundo y uno de los pilares del mercado internacional de compraventa de carbono, que se encuentra en rápida expansión. El sistema, que hoy se aplica a las instalaciones industriales, cubre el 45 % del total de emisiones de CO2 de la UE. Actualmente se encuentra en proceso de revisión con el objetivo de reforzarlo y ampliarlo de modo que, a partir de 2013, cubra una mayor proporción del volumen total de emisiones. El compromiso asumido de forma individual por la UE para rebajar sus emisiones de gases de efecto invernadero al menos en un 20 % con respecto a los niveles de 1990 para el año 2020 proporciona a la industria certidumbre respecto a la ambición del régimen de comercio de emisiones de la UE. Ello, a su vez, genera la seguridad que requieren las inversiones en desarrollo e implantación a gran escala de tecnologías de reducción de las emisiones y soluciones con baja emisión de carbono. Limitación de las emisiones del transporte Mientras la UE reduce las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la fabricación, la generación de energía y los residuos, las emisiones generadas por el transporte han seguido aumentando. Es preciso invertir esta tendencia. • Una nueva legislación se halla en preparación para incluir las emisiones procedentes del tráfico aéreo en el ETS a partir de 2011. Las emisiones generadas por todos los vuelos que partan de la UE o que aterricen en su territorio quedarían pues cubiertas a partir de 2012. La Comisión Europea también está analizando cómo abordar las emisiones del transporte marítimo. • Nueva legislación está también prevista para cumplir con el objetivo de la UE de reducir las emisiones de CO2 generadas por los automóviles de nueva fabricación a 120 gramos por kilómetro para el año 2012. • La Comisión Europea ha propuesto nuevas normas de calidad de los carburantes con el fin de reducir en un 10 % para 2020 las emisiones de gases invernadero causadas por la producción, transporte y uso de la gasolina y el gasóleo. Para cumplir este objetivo, se tiene intención de acelerar el desarrollo y uso de biocombustibles sostenibles generados a partir de fuentes no alimentarias. 11 Reducciones en otros sectores • El consumo energético de los edificios puede reducirse hasta en un 30 % mediante dos medidas: la ampliación del alcance de la legislación europea sobre eficiencia energética de edificios y la introducción de requisitos de eficiencia que promuevan edificios “pasivos” con muy bajo consumo de energía. • Se precisan acciones para reducir las emisiones de los demás gases invernadero –no sólo el CO2–, que representan hasta un 17 % de las emisiones de la UE. Ello exige tomar medidas para limitar las emisiones de metano generadas, por ejemplo, por los motores de gas, o las de óxido nitroso procedente de las plantas de combustión, que podrían incluirse en el ETS. Asimismo, es necesario reforzar las medidas destinadas a reducir el uso de gases fluorados y las emisiones generadas por el sector agropecuario. Impulso de la investigación y el desarrollo tecnológico El presupuesto destinado a medio ambiente, energía y transporte dentro del Séptimo Programa Marco de I+D (2007-2013) se ha incrementado sustancialmente, situándose en 8 400 millones de euros y debería ser utilizado sin tardanza. Ello permitirá implantar tecnologías limpias lo antes posible y profundizar en el conocimiento del cambio climático y sus consecuencias. El presupuesto de investigación debería volver a incrementarse después de 2013, y ese aumento debería tener un reflejo en los presupuestos nacionales. Otras medidas La UE está estudiando otras posibles medidas políticas, incluidas acciones relacionadas con el comercio, con el fin de animar a otros países desarrollados a emprender acciones efectivas para combatir el cambio climático. La Comisión ya ha puesto en marcha una ambiciosa campaña de concienciación con el fin de llamar la atención de los ciudadanos sobre el impacto medioambiental de sus gestos individuales e implicar a la población en los esfuerzos para reducirlo. 12 Declaración de los líddderes de la UE sobre la estrategia a partir dee 2012, marzo de 2007 En la reunión del Consejo Eurropeo o celebrada en marzo de 2007, los Jefes de Estado y de Gobierno o de la UE definieron la postura de la Unión a favor de una acción mundial para com mbatir el cambio climático a ppartir de 2012. A continuación m se extractan las partes más reeelevantes de la declaración: “El El Consejo j Europeo p qquiere ssubrayar brayar y la importancia p capita capital p dee alcanzar el objetivo j estraté estratégico ico de evitar que q el aumento de la temperatura media mun muundial nndial dial supere el umbral de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales. pre prei ein El Consejo Europeo destaca el papel impulsor de la UE enn la protección internacional ddel clima y subraya que para responder de forma efectiva,, eficaz y equitativa, en la esccala que exigen los retos del ccambio climático, es esencial aplicar una acción colectiva va internacional. Para lograrlooo, es necesario iniciar negocciaciones en la conferencia internacional sobre el clima para llegar a un acuerdo mundial, u aplicable a partir de 200012, que se base y amplíe la arquitectura del Protocolo dee Kioto y que proporcione un m marco justo y flexible para logrrrar máxima participación (…). Estás negociaciones deben abrirse bbrirse a finales del 2007 y com mpletarse en 2009. El Consejo C j Europeo E p reitera it qquee la l reducción d ió de d las l emisione emisiones ii en términos té i absolutos b l t es la l piedra edra d angular g l dde un mercado d global del carbono. Los países eess desarrollados deben manten mantener ennne ner la iniciativa y comprometer comprometerse errrse colectivamente a alcanzar alcanzar, para el año 2020, reduccionees de sus emisiones de gases de efecto invernadero del ordeen del 30 % con respecto a los niveles de 1990. Además, estee esfuerzo debe hacerse con m miras a rebajar colectivamentee sus emisiones entre un 60 y un 80 % para 2050, en compaaaración con los niveles de 199000. En este contexto, el Consejo EEuropeo da su visto bueno al objetivo de la UE de reducir las eemisiones de gases de efecto invernadero en un 30 % para 2020 con respecto a los nivelles de 1990, que formará partee de la contribución de la UE a un acuerdo mundial aplicabble a partir de 2012, y que esttá sujeto a que otros países deeesarrollados se comprometan a reducir de forma comparab comparable compara bble sus emisiones y a que los países en desarrollo económ económicamente micamente más avanzados se comprometan p a contribuir pproporcionalmente oporcionalmente p a sus respo responsabilidades p sabilidades y capacidades p re respectivas. p pectivas. El Consejo j Europeo p invita a estos países a present ntttar ar propuestas sobre su contrib contribución contri bbución a un acuerdo aplicablee a partir de 2012. El Consejo Europeo reitera el compromiso asumido por la UE de transformar Europa en unnna economía de alta eficiencia energética y baja emisión dee gases de efecto invernadero y decide que, hasta que se cooncluya un acuerdo mundial aplicable a partir de 2012, y sin perjuicio de su postura een las negociaciones internaciioonales, la UE asume el firme compromiso de rebajar sus eemisiones de gases de efectoo invernadero al menos en unn 20 % para el año 2020 con respecto a los niveles de 19900. El Consejo Europeo quiere hhacer acer hincapié en la creciente proporción de emisiones de gases de efecto invernadero procedentes d t dde llos países í enn desarrollo d ll y subraya b la l ne necesidad cesidad id d dde que estos t países í aborden b d este t incremento i t y reduzcan red duzcan la intensidad de lass em emisiones misiones causadas por su desa desarrollo d arrollo económico, en línea línea con el principio general de responsabilidades comunes ppero diferenciadas en funciónn de sus capacidades respectiivas. El Consejo Europeo está dispuesto a mantener y reforrzar la ayuda a los países en víías a de desarrollo para reducir ssu vulnerabilidad y facilitar su adaptación al cambio climáticco.” 13 Los beneficios de la reducción de emisiones de gases invernadero para la UE Además de contribuir a evitar los efectos más devastadores del cambio climático, la reducción de las emisiones de gases invernadero supondrá para la UE importantes beneficios, como la mejora de la seguridad energética, la reducción de la contaminación atmosférica y de los costes sanitarios asociados, y la creación de empleo. Otros países obtendrán beneficios similares si siguen el mismo camino. Mejora de la eficiencia y de la seguridad energética La UE depende cada vez más de la importación de energía. Por ello, la seguridad del suministro preocupa cada vez más. Si las cosas se dejan como están, las importaciones energéticas de la UE pasarían de representar el 50 % del consumo total de energía actual a un 65 % en 2030; la dependencia de las importaciones de gas aumentaría del 57 % al 84 %, y las de petróleo, del 82 % al 93 %. Es evidente que, aunque sólo sea para mejorar la competitividad de la UE y dejando a un lado los beneficios asociados a la reducción de emisiones, sobran razones para hacer un uso más eficiente de los recursos. Las medidas previstas por la UE dentro de la estrategia integrada sobre energía y cambio climático mejorarán la seguridad energética, ya que para 2030 reducirán en un 20 % las importaciones de petróleo y gas, en comparación con las proyecciones que se manejan si no se toman medidas. Además, sin un cambio en su política, se espera que en el año 2030 Estados Unidos, China y la India importen el 70 % del petróleo que consuman. Por ello, y a medida que los recursos se vuelvan más escasos, crecerá el riesgo de volatilidad de los precios y de conflictos internacionales. 14 Reducción de la contaminación atmosférica y de los costes sanitarios La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero servirá también para rebajar la contaminación atmosférica, que causa 370 000 muertes prematuras en Europa cada año. Con sólo rebajar las emisiones de CO2 un 10 % para el año 2020, se conseguiría un ahorro en sanidad de 27 000 millones de euros anuales. La contaminación atmosférica está incrementándose en muchas partes del mundo, sobre todo en los países en desarrollo. De hecho, las diez ciudades con mayor concentración de partículas nocivas en suspensión se encuentran en Asia y África. Creación de empleo Con un crecimiento en torno al 5 % anual en respuesta a la demanda internacional de tecnologías, productos y servicios ecológicos, las ecoindustrias son uno de los sectores más dinámicos de la economía europea, que ya da empleo a más de 2 millones de personas. Además, las políticas de lucha contra el cambio climático crean nuevas oportunidades de empleo: por ejemplo, el aumento del uso de la biomasa para la producción de electricidad y de los biocombustibles para el transporte puede crear hasta 300 000 puestos de trabajo en la UE. 15 Los países desarrollados deben seguir tomando la iniciativa Sin tener en cuenta las emisiones causadas por la deforestación, los países desarrollados son responsables del 75 % del total de los gases de efecto invernadero que se vierten a la atmósfera en la actualidad. Estos países son los que cuentan con los mayores recursos financieros y con la mayor capacidad tecnológica para reducir sus emisiones y, por tanto, son los que deben hacer mayores esfuerzos por controlar el cambio climático en la próxima década. Los países desarrollados que no ratificaron el Protocolo de Kioto disponen de aún más potencial de recorte de emisiones que los Estados miembros de la UE. Para limitar el calentamiento global a no más de 2 °C por encima del nivel preindustrial, el siguiente paso importante que deben dar la UE y los demás países desarrollados consiste en comprometerse, en el marco de un nuevo acuerdo internacional, a rebajar para 2020 sus emisiones colectivas de gases de efecto invernadero en un 30 % por debajo de los niveles de 1990. Este acuerdo internacional, de aplicación a partir de 2012, debe contener normas vinculantes que aseguren el control y el cumplimiento de los compromisos adquiridos. En un mercado mundial tan competitivo como el actual, todos los países necesitan estar seguros de que los demás están jugando limpio y de que todos cumplen sus compromisos. Creación de un mercado mundial del carbono Se calcula que los regímenes de comercio de derechos de emisión pueden rebajar el coste de la reducción de emisiones hasta en un 75 %. Los sistemas similares al ETS de la UE serán una herramienta esencial para que los países desarrollados cumplan sus compromisos futuros de forma rentable. El marco posterior a 2012 debería permitir que los distintos regímenes de comercio de emisiones se fusionaran, tomando el ETS de la UE como pilar central de un futuro mercado mundial del carbono, maximizando así las oportunidades de compraventa y reduciendo los costes de las medidas lo más posible. El ETS estimula la inversión en proyectos de ahorro de emisiones en terceros países mediante créditos de emisión de carbono procedentes de los proyectos del Mecanismo de Desarrollo Limpio y de Implementación Conjunta, que a su vez forman parte del Protocolo de Kioto. Este tipo de instrumentos continuarán a partir de 2012, pero es esencial mejorarlos y ampliarlos. 16 La acción de los países en desarrollo es esencial Aunque en el futuro más inmediato son los países desarrollados los que deben llevar el peso de la lucha contra el cambio climático, sus acciones, por sí solas, no bastan para reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero. A medida que crecen las economías de los países en desarrollo, crecen también sus emisiones. De hecho, se calcula que para el año 2020 superarán el total de emisiones del mundo desarrollado. miles de millones de toneladas de CO2 Proyección de emisiones de gases invernadero (industria y energía, sin tomar medidas) 25 20 Países desarrollados 15 Países en desarrollo 10 5 0 1990 2000 2020 Es indispensable que los países en desarrollo, en particular las principales economías emergentes, comiencen a limitar el aumento de sus emisiones tan pronto como sea posible y que, a partir de 2020, empiecen a reducir sus emisiones en términos absolutos. Además, es totalmente necesario poner fin a la destrucción de las masas forestales. Las emisiones generadas por la deforestación en los países en desarrollo deben detenerse e invertirse de aquí a dos décadas. La deforestación de los países en desarrollo genera el 20 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero, es decir, un porcentaje superior al de todo el transporte. Detener e invertir este proceso reportará además importantes beneficios en términos de conservación de la biodiversidad y desarrollo sostenible. Estas acciones son perfectamente compatibles con el crecimiento económico y la reducción de la pobreza. Al igual que para Europa, las medidas para combatir el cambio climático también supondrán un beneficio a largo plazo para los países menos ricos. Dado que las poblaciones más vulnerables son las primeras que sufren el impacto de las inundaciones, tormentas, sequías y otros efectos del cambio climático, los países en desarrollo deberían tener un gran interés en participar en esta lucha global. Se espera que para 2020 China y la India dupliquen su PIB y que el de Brasil crezca un 50 %. La Comisión Europea calcula que la aplicación de medidas para recortar las emisiones sólo restaría un 1 % a este crecimiento del PIB. De hecho, en realidad este coste seguramente sería aún menor e incluso negativo, ya que en el cálculo no se tienen en cuenta los beneficios que conlleva evitar los daños causados por el cambio climático. La UE es consciente de que tiene la gran responsabilidad de apoyar a los países en desarrollo y ayudarles a combatir o adaptarse al cambio climático, y de que debe predicar con el ejemplo, reduciendo sus propias emisiones. Muchos países en desarrollo ya han puesto en marcha medidas que están produciendo reducciones significativas en el aumento de sus emisiones. Existen numerosas opciones para los países en desarrollo cuyos beneficios compensan los costes. Entre ellas destacan las siguientes: • Impulso de la eficiencia energética y, por tanto, de la seguridad energética. • Aplicación de políticas para promover las fuentes de energía renovables. Estas políticas suelen ser muy rentables, incluso para las comunidades rurales. • Mejora de la calidad del aire y, por tanto, de la sanidad pública. • Captura del metano procedente de fuentes industriales y agropecuarias y aprovechamiento como energía barata. Estas políticas pueden reforzarse mediante el intercambio de buenas prácticas. La UE tiene intención de mantener y aumentar la cooperación en este ámbito, con el fin de que la contribución de los países en vías de desarrollo a la lucha contra el cambio climático sea mayor. 18 Existen diversas opciones para conseguir un mayor compromiso de los países en desarrollo, en el marco de un acuerdo internacional aplicable con posterioridad a 2012: Nuevo enfoque del Mecanismo de Desarrollo Limpio El Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) establecido en el Protocolo de Kioto podría perfeccionarse y ampliarse. El MDL es un instrumento que permite a los países desarrollados contrarrestar sus emisiones mediante la realización de proyectos de reducción de emisiones en países en desarrollo, convirtiendo esas reducciones en créditos de emisión. Este mecanismo está generando un trasvase importante de capitales y tecnologías hacia los países anfitriones que genera crecimiento con baja emisión de carbono. El alcance del MDL podría ampliarse para cubrir sectores nacionales completos, en lugar de centrarse en proyectos individuales como hasta ahora, de manera que se generaran créditos de emisión cuando un sector nacional completo excediera un determinado nivel de emisión. Mejora del acceso a la financiación para infraestructuras energéticas Para poder generar la electricidad que necesitan para sustentar su crecimiento económico, los países en vías de desarrollo necesitan invertir más de 130 000 millones de euros anuales en nuevas infraestructuras. Puesto que las centrales eléctricas se mantienen en uso durante décadas, es esencial que las que construyan estos países utilicen las tecnologías no contaminantes más avanzadas, con el fin de minimizar las emisiones. Ahora bien, ello exige invertir unos 25 000 millones de euros más al año. Los países desarrollados pueden ayudar a salvar esa brecha financiera mediante una combinación de instrumentos: ayudas al desarrollo, mecanismos innovadores de financiación como el Fondo mundial para la eficiencia energética y las energías renovables de la UE (GEEREF), y préstamos específicos de instituciones financieras. Cuando antes se supla ese déficit, menos crecerán las emisiones de los países en desarrollo. GEEREF El Fondo mundial para la eficiencia energética y las energías renovables (GEEREF) es un fondo de capital riesgo mundial creado por la Comisión Europea en el año 2006 y destinado a promover la inversión privada en proyectos de promoción de eficiencia energética y energías renovables en países en desarrollo y economías en transición. El objetivo del GEEREF es hacer llegar una energía no contaminante, segura y asequible a los 1 600 millones de personas en todo el mundo que todavía no tienen acceso a la electricidad. Y el medio para conseguirlo es acelerar la transferencia, el desarrollo y la aplicación de tecnologías energéticas respetuosas con el medio ambiente. Con ello se conseguirá luchar contra el cambio climático y la contaminación atmosférica y garantizar una distribución más equitativa de los proyectos del Mecanismo para un Desarrollo Limpio en los países en desarrollo. La Comisión va a destinar 80 millones de euros al GEEREF en un periodo de cuatro años, lo que sumado a otras aportaciones, entre ellas las de Alemania, Italia y Noruega, asciende a un total de 122 millones de euros disponibles actualmente. Además, se espera que el fondo movilice capital riesgo adicional por un valor de entre 300 millones y 1 000 millones de euros a largo plazo. El GEEREF debería estar en funcionamiento y tener los primeros fondos invertidos a final de año. 19 Creación de mercados sectoriales de emisiones Otra opción es la de introducir un sistema de comercio de emisiones entre empresas a escala sectorial en aquellos sectores industriales de países en desarrollo en los que exista capacidad para hacer un seguimiento de las emisiones y garantizar el cumplimiento de los compromisos. Esto sería particularmente conveniente para los sectores que hacen un uso más intensivo de la energía, como la generación eléctrica, el hierro y el acero, el cemento, el refinado de petróleo y el papel. Dichos regímenes podrían tener carácter internacional o nacional, en cuyo último caso, los sistemas de comercio de los países en desarrollo deberían estar ligados a los de países desarrollados, como el ETS de la UE. Los objetivos de los sectores participantes se irían ampliando gradualmente, hasta alcanzar niveles similares a los aplicados a esos mismos sectores en los países desarrollados. Aceptación de límites de emisión vinculantes como un paso adelante en el proceso de desarrollo A medida que alcanzan un nivel similar al de los países desarrollados, los países en desarrollo deberían también asumir compromisos vinculantes de reducción de emisiones. Estos compromisos estarían ajustados a su nivel de emisiones y a sus posibilidades técnicas y financieras. Exención de los países menos desarrollados Los países menos desarrollados no deberían estar obligados a reducir sus emisiones, ya que sus niveles de emisiones son bajos. Dichos países sufrirán de forma desproporcionada los efectos del cambio climático y, por ello, la UE tiene intención de potenciar la cooperación para ayudarles a responder a los retos del clima, por ejemplo, mediante medidas para mejorar la seguridad alimentaria y la preparación ante desastres. Será necesario incrementar la ayuda para que los países más vulnerables se adapten al cambio climático. Asimismo, la UE y los demás países desarrollados deben impulsar el número de proyectos MDL en estos países. 20 Otras cuestiones que abordar El futuro acuerdo internacional también debería considerar las siguientes cuestiones: Cooperación internacional en investigación y tecnología La intensificación de la cooperación en este ámbito aceleraría el intercambio tecnológico necesario para crear una economía mundial con baja emisión de carbono. La cooperación internacional en el ámbito de la investigación aumentará el conocimiento de los efectos locales y regionales del cambio climático y ayudará a crear medios para que las poblaciones puedan combatirlos y adaptarse a ellos. La UE debería encabezar este movimiento y reforzar la cooperación con otros países en materia de investigación y tecnología; esto podría traducirse en la puesta en práctica de proyectos tecnológicos piloto a gran escala, en especial en el ámbito de la captura y el almacenamiento geológico del carbono, en países en desarrollo de especial interés. Adaptación al cambio climático La puesta en marcha de medidas para ayudar a los países en desarrollo a adaptarse a las inevitables consecuencias del cambio climático debe ser parte integrante de un futuro acuerdo internacional. La necesidad de adaptarse al cambio climático debería tenerse en cuenta en las decisiones de inversión tanto pública como privada. Normas de eficiencia energética Es necesario llegar a un acuerdo internacional sobre normas de eficiencia energética, con un compromiso activo de los países fabricantes de aparatos. Este acuerdo facilitará el acceso al mercado y contribuirá a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. 21 Comisión Europea La acción de la UE contra el cambio climático A la cabeza de la lucha mundial hasta 2020 y más allá Luxemburgo: Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas 2007 — 24 pp. — 21 cm x 21 cm ISBN 978-92-79-07038-9 Puede solicitar ejemplares gratuitos de esta publicación en: Comisión Europea Dirección General de Medio Ambiente Centro de información (BU-9 0/11) B-1049 Bruselas http://bookshop.europa.eu Créditos fotográficos (de izquierda a derecha): Portada: Digitalvision; Photodisc. P.5: Digitalvision. P.6: Photodisc. P.7: © EC/ECHO/Martinus Jansen. P.11: Digitalvision. P.12: © EC/p-012491-00-04h; Photodisc. P.14: Digitalvision; Photodisc; © EC/ECHO/François Goemans. P.15: © EC/ECHO/Thomas Pfeiffer; EC/p-012491-00-08-h; © EC/2005. P.16: Deutsche Börse. P.18: Digitalvision; EC DG RTD. P.20: © EC/ECHO/Beatriz Suso. P.21: IEA KH-77-07-144-ES-C