TRABAJO DE APORTES TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS DE PAULO FREIRE PARA EL TRABAJO SOCIAL EN PEDAGOGIA DE LA ESPERANZA ELABORADO POR: JHONATAN MARTINEZ CACANTE ALEJANDRO SALDARRIAGA CRISTIAN EDUARDO BOHORQUEZ DURANGO PROYECTO DE AULA: FUNDAMENTOS TEÓRICOS, METODOLÓGICOS Y DISCIPLINARES DE TRABAJO SOCIAL 2 PROFESORA: NUBIA ARISTIZÁBAL SALAZAR UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS DEPARTAMENTO DE TRABAJO SOCIAL MEDELLIN 2013 Introducción: En este trabajo se pretende hablar de manera breve y precisa sobre los aspectos y aportes que consideramos más pertinentes y/o relevantes de cada momento del libro, ya que se recopilan metodologías, teorías, perspectivas que sirven y de hecho son de gran utilidad al ser incorporados al Trabajo Social. Tomando los grandes aportes que plantea Freire para a los campos de educación, y siendo el Trabajo Social una profesión con una práctica educativa, es una obligación conocer cómo llegar a entablar relaciones sociales con todos los sujetos, con un aprendizaje mutuo, logrando obtener una intervención que busque el desarrollo humano, que las personas y los profesionales obtengan una postura ética, política con un horizonte colectivo, que en realidad este en beneficio de todos los seres humanos. Puesto que si se quiere llegar a un verdadero desarrollo humano es necesario tener una esperanza, tener una lectura clara de la realidad social desde la interpretación del mundo de los sujetos, e ir a la práctica para que todos puedan superar en conjunto la gran diversidad de problemáticas inmersas en la sociedad, aun mas agravadas en las comunidades populares que son las que integran la gran mayoría de población. De una forma lineal en el contenido del trabajo se expone como los procesos de concientización anclado a una espereza y aplicados, puede lograr generar grandes cambios sociales, económicos, políticos, ambientales, gracias al gran trabajo Freire que es el pionero de la educación popular en Latinoamérica, proponiendo su pedagogía social liberadora. Pedagogía de la esperanza es un libro donde Paulo Freire recrea y se reencuentra con un libro que escribió hace un poco más de 20 años “la Pedagogía del Oprimido”, Freire retoma su compromiso ético e histórico enriquecido en su larga lucha que vivió en el exilio y de la misma manera de su experiencia con los campesinos de Chile, de Jamaica y de África, como también de sus encuentros con los trabajadores Españoles inmigrantes en Suiza y de sus debates en Estados Unidos y en Australia. Es el libro de sus recreadas ideas, de sus sueños, de sus búsquedas y su siempre coherente compromiso. Nos invita a luchar por la esperanza que nunca ha muerto ni tampoco los sueños, de luchar por un mundo menos feo y más justo, por un mundo que han soñado muchos y que paradójicamente han muerto en su búsqueda. Se manifiesta en el libro la fuerte posición crítica de Paulo a los sectarismos, al autoritarismo, al neoliberalismo, y defiende arduamente la tolerancia, el respeto por el saber popular y la práctica educativa progresista. El libro consta de tres partes: en el primero Paulo trata de analizar las tramas que condujeron a la gestación con nuevas experiencias, nuevas historias, recuerdos, sentimientos, nuevos saberes etc. de La Pedagogía del Oprimido; entre esas tramas habla sobre su exilio. En el inicio Freire describe sus experiencias como educador en Brasil y el conocimiento que obtuvo cuando trabajo en la SESI (servicio social de la industria) en el área de la educación y la cultura; esta experiencia fue un momento fundamental para la creación del libro La Pedagogía del Oprimido. Paulo comenta en algunas páginas, las crisis existenciales que tuvo y lo que pensaba y sentía cuando no sabía qué hacer con su vida, una de esas experiencias fue cuando se graduó de abogado y consiguió su primer empleo, se dio cuenta de que este no lo hacía sentir bien, sino todo lo contrario, pues pensaba que era ir en contra de las personas y sus ideales. Comenzó a trabajar entonces en el campo pedagógico, desde una perspectiva de educación democrática, progresista y popular que posibilitara a las clases populares el desarrollo de su lenguaje como camino para asumirse como ciudadanos y sujetos críticos ante la realidad en que se encuentran inmersos, que se den cuenta de los derechos que tienen y que luchen por ellos, como el derecho a la tierra, a la libertad de producir, de crear, de tener una vida digna, de ser, a ser respetados como personas y trabajadores, creadores de su propia riqueza, de tener acceso a la cultura, al saber y donde hombres y mujeres se hallen en un proceso de liberación constante. Recalcando siempre que esta clase de educación nunca puede hacerse por el parloteo autoritario y sectario de los “educadores”. Freire rescata la importancia de la lectura y la escritura de la palabra, desde una perspectiva crítica como camino para reescribir el mundo y transformarlo, también desde las experiencias vividas de las personas. Paulo dice que la familia y la escuela son los que reproducen el autoritarismo, y esto hay que empezarlo a cambiar para que exista una verdadera participación, recreación, creación, imaginación de las ideas de todas las personas en búsqueda de la libertad y un desarrollo integral para todos y todas. Freire recalca en la educación popular, que los educadores no deben subestimar los saberes adquiridos en la experiencia con que los educandos llegan a la escuela, sino que más bien en una relación de respeto y voluntad de aprender, se dé una interacción dialógica de los saberes de ambos, donde el educador al enseñar aprende, y al aprender enseña. Otro aspecto muy importante de esta primera parte done el autor hace mención de que los oprimidos conozcan el porqué, las causas y consecuencias de su situación de oprimido. Develar la realidad no libera a los oprimidos, pero si se da un paso para saber cómo transformarla; por lo tanto hace un llamado a que hay que tener una esperanza pero crítica impulsada desde la acción-reflexión-acción. En otra etapa del libro Freire retoma algunos momentos y analiza varias críticas que le hicieron en la pedagogía del Oprimido en los años setentas, como las que hicieron varias mujeres en relación al lenguaje machista utilizado en La pedagogía del Oprimido como por ejemplo la siguiente cita: “de esta manera, profundizando la toma de conciencia de la situación los hombres se apropian de ella como realidad histórica y, como tal capaz de ser transformado por ellos”. Y en una crítica le preguntaban ¿porque no incluía a las mujeres también? Paulo acepto esta crítica y a partir de esto se dio cuenta que para cambiar el mundo se debe cambiar del lenguaje. Otra de las críticas, era que el lenguaje que utilizaba en la pedagogía del oprimido, era muy técnico y elitista, lo cual consideraban una falta de respeto con la clase popular pues era inteligible. Y de que como era posible una persona que escribía para las clases populares no lo hiciera de una forma más entendible, donde el acto de aprender-enseñar se adapte al contexto cultural de las masas populares. En esta parte Freire nos dice que la educación siempre es directiva, pues tiene un propósito político. Lo que no se puede hacer como educador progresista es convertirla en manipulación y autoritarismo, pero lo que sí es éticamente valido es que las y los educadores progresistas sean coherentes con su sueño democrático, respetando a los educandos con sus diversas ideas y posiciones, y por ello mismo no los manipulen nunca, ya que enseñar no se reduce a la pura transmisión de conocimientos sobre un objeto o contenido, pues no tiene sentido memorizar mecánicamente. Por lo tanto deben volverse más tolerantes, transparentes, críticos y curiosos. Ya finalizando el libro nos cuenta sobre la exigencia y la dificultad que tiene el acto de enseñar, plantea que es algo que se debe construir y ser asumida por los alumnos, aunque es una disciplina complicada es muy placentera, porque describiendo las relaciones contradictorias de las partes con una totalidad, en la defensa de una racionalización critica y con esperanza, podemos llegar a lograr ser personas de inserción en el mundo, y no quedarnos solo en la adaptación a él Pero se debe trabajar muy duro en la concientización, no se puede dejar simplemente como una etapa donde se muestra una descripción o revelación de la realidad, hay que llegar a una autenticidad que se da cuando la práctica del desvelamiento de la realidad, llega a formar una unidad dinámica y dialéctica con la acción de transformación de la realidad. Conclusiones: Trabajo Social es una profesión ampliamente educativa, y uno de los legados que podemos aprender de Freire desde una perspectiva progresistamente posmoderna y democrática es el apoyo que podemos dar a la formación de la clase trabajadora en cuanto conozcan sus derechos; como el de saber cómo son las dinámicas y cómo funciona su sociedad, sus deberes, de conocer la historia de la clase obrera y campesina, el papel que han jugado los movimientos populares en la reconstrucción más democrática de la sociedad, la historia del país, la geografía, la comprensión critica del lenguaje, de la escritura y de la lectura del mundo, y así contribuir al desarrollo de sus potencialidades para que se asuman como sujetos políticos y transformen su mundo en la búsqueda siempre de un beneficio colectivo, teniendo en cuenta el lenguaje, ideología, educación, experiencias y saberes de las clases populares. El legado de Freire sobre la educación popular es adquirir conocimientos y empoderar a las masas populares para el desarrollo de sus potencialidades, de leer y conocer la realidad desde la experiencia del pueblo y la academia, en una relación dialógica entre educandos y educadores o educadoras donde ambos aprenden y ensenan a la vez, siempre teniendo en cuenta que es un acto político que busca el cambio y la transformación de una sociedad menos injusta, menos dañina. Conocer el saber popular, valorarlo, y no subestimarlo, no significa que nos tenemos que quedar en ese saber, sino buscar la manera de trascenderlo, para forjar un mundo mejor. Otro asunto importante es incorporar en cada una de las disciplinas la propuesta de EDUCACIÓN POPULAR de Freire, esta no tiene que ser por ningún motivo una educación autoritaria, sectaria ni mecanicista, como la existen e imperante en el sistema capitalista, usada para reproducir una ideología de opresión, sino que el reto está en buscar una educación progresista, democrática y emancipadora que desarrolle un estimulo a la indagación, a la creatividad, al pensamiento crítico de los educandos y los educadores, y como no a laborar para que las personas tenga un pensamiento propio. Hay que entablar un dialogo critico, pero siempre existiendo el respeto, que es la base para que no llegue a un autoritarismo, sería incoherente buscar una liberación cuando no somos capaz de ser respetuosos con los demás discursos, así no se compartan, por eso como lo dice Paulo una de las tantas tareas del educador/a progresista, con el análisis político serio y correcto. Es necesario descubrir posibilidades para la esperanza.