CANTATA Literalmente, la «cantata» es una pieza que se canta y se distingue de la pieza para ser tocada o «sonada» en acontecimientos católicos (la «sonata»). Desde la época barroca, la cantata es una composición para una o más voces solistas que se acompañan de instrumentos. Las cantatas se crearon para ritos religiosos, tanto católicos (las cantatas sacras) como protestantes. Esas cantatas tenían una parte oral muy consistente, destinadas a ser cantadas por los feligreses. El gran maestro de la cantata religiosa fue Johann Sebastian Bach. Las cantatas de Bach tenían generalmente un coro inicial en que los sopranos iniciaban el tema musical seguido por las otras voces; se sucedía por medio de arias con recitativos cortos, a veces con instrumentos solistas que tocaban la melodía preparada para la voz (es lo que se denomina obligato). La congreación de fieles conocía los corales de antemano, ya que se iniciaba el servicio religioso con un « preludio coral » que tocaba el órgano. Estos corales de Bach fueron la base de los coros de los grandes oratorios, como el oratorio de Navidad y las Pasiones según San Mateo y san Juan. Pero en la época barroca también existe la cantata profana, de origen italiano, que en 1620 aparece ya como género y que se consolida a finales del siglo XVII. Alessandro Scarlatti compuso cantatas por medio de una sucesión de recitativos con tiempo rápido y arias da capo (que repetían el tema del inicio en la última parte vocal según la estructura A-B-A). Scarlatti concibió estas cantatas para un público culto y muy selecto, por lo que la armonía y las melodías contrapuntísticas resultaban complejas, tendiendo a no acentuar en demasía la escritura en arioso para conceder más importancia a los ritornelli instrumentales. Este modelo fue magistralmente adoptado por Vivaldi en las cantatas sacras y por Händel. Händel compuso cantatas que eran como pequeñas óperas. Eran cantatas líricas de alto contenido dramático, algunas concebidas para voz y bajo continuo; otras para voz, bajo continuo y orquesta. Destacaron Acis, Galatea y Polifermo y Apolo y Dafne y los españoles Pepe Herrero y Carlos Prieto