VOCES DE LOS PRESOS DE CHIAPAS Mireya P. Ruiz Esparza El 11 de mayo, en entrevista para Rebeldía, los presos de La Voz de Los Llanos nos dijeron: “Queremos repartir las experiencias que hemos teni­ do en la cárcel y apoyar, a lo mejor sirven de algo, no lo sabemos bien, pero creemos que sí”. Sirven de mucho, decimos nosotros. Este artículo tiene ese objetivo: repartir la experiencia, dando voz a l@s pres@s, y sistematizando y condensando la información que apareció respecto a la huelga de hambre llevada a cabo por cerca de 50 pres@s en tres cárceles de Chiapas y una cárcel de Tabasco. Se intenta presentar la experiencia sintetizada sin que se pierda el detalle, esperemos lograrlo, y dejar en esta ventana que se abre lo que aprendimos de esa lucha, lo que seguro seguiremos aprendiendo. Escucharnos para conocernos Nombre, apellidos, rostro e historia tienen los presos políticos, la Otra Campaña sirvió para que llegaran lejos a oídos compañeros, es de­ cir, solidarios. Por medio de la Otra Jovel, en las primeras semanas de la protesta, se conocieron las historias de l@s pres@s polític@s de Chiapas y Tabasco que se pusieron en huelga de hambre, exigiendo su liberación. Historias que nos decían quiénes eran y nos explican el porqué de su lucha afuera y en prisión. Voz a nuestr@s pres@s, que con su testimonio muestran la dolorosa situación del sistema jurídico en Chiapas… en México. Alberto Patisthan Gómez Profesor bilingüe federal de educación primaria (SNTE 07). Participó en la organización independien­ te Sociedad de Solidaridad Social (SSS). Fue deteni­ do el 21 de julio del 2000 por elementos de la AFI (Agencia Federal de Investigación), no le presentaron una orden de aprehensión, recibió insultos, amenazas y estuvo bajo arraigo 30 días. Acusado de homicido a policías, robo con violencia, portación de armas de fuego. Tiene 37 años de edad y está sentenciado a 60 años, lleva en prisión 7 años y 10 meses. Todos sus recursos jurídicos están agotados. José Luis López Sánchez* “El 21 de julio de 1999, me detuvieron en mi comuni­ dad acusado de un delito prefabricado”. Participante en la organización Alianza Campesina para la Liberación Ixtapa (ACLI). Fue detenido sin orden de aprehensión por la Policía Judicial del Estado quienes lo amenaza­ ron, golpearon y torturaron con asfixia usando bolsas de plástico. Es acusado por homicidio, tiene 27 años y lo sentenciaron a 11 años. Llevaba en prisión 8 años y 10 meses, tenía una apelación en curso. Julio César Pérez Ruiz Fue detenido el 23 de enero de 2004 por la Policía Judicial del Estado, sin presentarle orden de aprehen­ sión, recibió amenazas y golpizas por los elementos que lo detuvieron, dejándolo en aislamiento. Acusado de homicidio y robo con violencia, pese a que los testigos presenciales no lo señalan a él. Tiene 24 años y lleva 4 años y 4 meses en prisión, su juicio está en proceso. José Pérez Pérez Fue simpatizante de la CIOAC y predicador en dife­ rentes comunidades. Detenido el 10 de abril de 1998 por elementos de Seguridad Pública, sin presentarle una orden de aprehensión. Durante la detención le dieron golpes y palizas que fracturaron su mandíbu­ la, fue hospitalizado por las secuelas de la tortura, su familia tuvo que pagar los gastos médicos. Su deten­ ción se da en el marco de un conflicto agrario con­ tra el poder de los caciques Carlos Zenteno, Bartolo Carpio, Clemente Zenteno. Es acusado de homicidio, tiene 46 años, tres sentencias: a 29 años, a 8 años y a 32 años, un total de 69 años de sentencia. Lleva 10 años en la cárcel. Marcelino Díaz González Fue detenido sin orden de aprehensión, sufrió ame­ nazas, le pusieron bolsas en la cabeza, golpizas, en­ cierro en un congelador durante 12 horas. Estuvo en arraigo 30 días. Acusado de homicidio, tiene 28 años y está sentenciado a 25. Apeló y está nueva­ mente en proceso. Ramón Guarda Cruz* Activista en la comunidad Arimatea y la región de Palenque. Por ese motivo fue perseguido por los guardias blancas priístas, paramilitares Chinchulines. Fue detenido en 1998 por la Agencia Estatal de Investigación, lo torturaron física y psicológicamente durante la detención y el traslado a prisión. Es acusa­ do de homicidio, tiene 40 años, le dieron una senten­ cia de 14 años. Llevaba 10 años en la prisión. Jorge López López* Fue acusado del asesinato de dos narcotraficantes. Fue detenido dentro de su casa, en su tienda con la que sostenía a su familia, estaba en proceso y tenía más de un año y medio en prisión. Jesús López López Es diabético insulinodependiente tipo 1, requiere atención médica constante. Participaba en la lucha contra el robo del presupuesto público del municipio y contra el saqueo de los bancos de arena y graba de la región cercana al municipio de Mapastepec. Como miembro del Frente Cívico Tonalteco estaba solicitando la creación de una preparatoria. Fue de­ tenido con violencia el 5 de abril del 2007, cuando regresaba de su trabajo sin presentarle una orden de aprehensión. Fue torturado y arraigado durante varias semanas en Tuxtla Gutiérrez. Acusado de se­ cuestro, su juicio está en proceso, aún no tiene sen­ tencia. Lleva en prisión un año. Delia Pérez Arismendi Sin orden de aprehensión, fue detenida en el año 2001 por elementos de la Policía Sectorial y de Seguridad Pública, quienes, aún sabiendo que estaba embarazada de ocho meses, la maltrataron verbal­ mente y con golpes en su cuerpo. En la cárcel, no tuvo atención médica. Dio a luz sola, su hijo nació muerto y no le permitieron darle entierro. A ella no le dieron los cuidados médicos y psicológicos ade­ cuados. La acusan de secuestro, tiene 45 años. El juez Francisco Calvo la sentenció a 15 años, lleva en prisión 7 años. Todos ellos se reivindican de La Voz del Amate, or­ ganización de presos políticos que se formó en enero de 2006. Impulsados por la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, decidieron sumarse a la convoca­ toria zapatista de La Otra Campaña. La mayoría de ellos son tzotziles y tzeltales, desde entonces, instala­ ron un plantón indefinido en el patio del penal. Esta acción les ha dotado de confianza y respeto de parte de los otros reclusos del Cereso número 14, El Amate, en Cintalapa, Chiapas. Zacario Hernández Hernández*, Mariano Heredia Gómez*, Enrique Hernández Hernández* y Pascual Heredia Hernández* Pertenecen al Pueblo Creyente, predican la palabra de Dios y son servidores de la comunidad. Presos también en el Cereso de El Amate, son adherentes a la Otra Campaña. El 28 de enero del 2003, en el para­ je de Tres Cruces, municipio de San Juan Chamula, fueron detenidos supuestamente en flagrancia. La de­ tención se da en un operativo en el que participaron elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones, Policía Sectorial, Policía Municipal de Chamula y civiles, quienes tenían encomendado ejecutar una orden de presentación. Son acusados falsamente de los homicidios de siete personas, ocurridos el día de su detención y dos días antes. Ese 28 de enero la esposa de Mariano Heredia Gómez resultó herida y su hijo asesinado, y la esposa de Pascual Heredia, pese a estar embarazada, fue golpeada. Durante la detención y traslado a prisión sufrieron golpes, ame­ nazas de muerte, incomunicación. La sentencia para ellos era de 28 años de prisión y llevaban más de 5 años presos. Domingo Cruz Gómez* Profesor bilingüe de nivel primaria, es músico tra­ dicional de su comunidad. La Agencia Estatal de Investigación, sin orden de aprehensión ni de cateo, se lo llevó preso, recibió golpes y amenazas. Ingresó a prisión el 19 de agosto de 2006, acusado de asal­ to, delincuencia organizada y asociación delictuosa. A sus 43 años, estaba en proceso y llevaba 1 año y 9 meses en prisión. Miguel Gómez Gómez Fue detenido el 14 de septiembre del 2002, sin orden de aprehensión, por elementos de la Agencia Estatal de Investigación quienes le amenazaron, le dieron golpes, lo asfixiaron con una bolsa de plástico y lo privaron de alimentos. Acusado de privación ilegal de la libertad, lo sentenciaron a 20 años. Tiene 48 años de edad y lleva 5 años y 6 meses en prisión. Antonio Gómez Díaz Fue detenido por policías estatales y ejército mexica­ no sin presentarle orden de aprehensión. Fue golpea­ do, inmovilizado, amenazado, torturado con bolsas de plástico en la cabeza. Firmó su autoinculpación bajo tortura. El 29 de noviembre de 2002, ingresó a prisión. Está sentenciado por privación ilegal de la libertad por 30 años y espera la sentencia por delin­ cuencia organizada. Tiene 34 años de edad y lleva en prisión 5 años y 6 meses. Antonio Díaz Ruiz* Fue detenido por elementos de la PGR y PJE, sin una orden de aprehensión, con insultos y amenazas. Por 72 horas desaparecieron a su hijo de 6 años y a su sobrino de 5 años. El 20 de febrero del 2002, fue lle­ vado a prisión. Es acusado de secuestro y le dieron una sentencia de 15 años que la había apelado. Tiene 29 años y llevaba 6 años y 2 meses en prisión. Estos compañeros se reivindican como Grupo de Presos Políticos Zapatistas, aseguran haber pertene­ cido a las bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. También han participado en el plantón que se mantiene desde el 2006 en el Cereso número 14, El Amate, en Cintalapa, Chiapas. Mateo Hernández Bautista* Originario de Rincón Chamula, municipio de San Juan Chamula. Tenía un año y dos meses en prisión acusado de homicidio, su juicio estaba en proceso. Andrés Hernández Hernández* Originario del municipio de Simojovel, fue detenido el 25 de abril de 1997, acusado de homicidio y lesio­ nes. Los caciques de la región tienen relación con su detención. Llevaba 11 años en prisión. Ambos se reivindican de la Central Independiente Obrera, Agrícola y Campesina (CIOAC). Recluidos en el Cereso de El Amate, en Cintalapa, Chiapas. Tiburcio Gómez Pérez Acusado de secuestro, fue detenido el 10 de mayo de 2006, sin orden de aprehensión y por orden del pre­ sidente municipal de Huitiupán, Hernal González, apoyado por el presidente de Sabanilla, Ociel Pérez Parcero (ambos acusados de ser líderes paramilitares de Paz y Justicia). Fue torturado durante cinco horas, le vendaron la cara, las manos, le pusieron bolsas de plástico en la cabeza para asfixiarlo, le rociaron la nariz con Tehuacán y lo trataron de ahogar en un tambo de agua. Le hicieron firmar un documento con una falsa puerta. Fue golpeado y bajo tortura firmó su auto­ inculpación sin saber el contenido del papel porque no habla bien el español. Acusado de homicidio, lo sentenciaron a 14 años. Tiene 33 años y llevaba 7 años 8 meses en prisión. José Luis Gómez Morales* Tiene 35 años, fue detenido el 26 de octubre de 2002 por la Policía Judicial, sin orden de aprehensión. Fue llevado a una casa abandonada donde fue golpeado. Estuvo en prisión acusado de lesiones y negación de pago de pensión alimenticia durante 5 años y 6 me­ ses. Fue sentenciado a más de 6 años por un delito que no cometió. “Todo surgió por no unirme con mis ex suegros en la organización que lleva por nombre Tres nudos… este grupo de personas maltrataba a la gente, los desnudaba, los rasuraba y la hacían correr en la calle descalzo… esta persona era el presidente municipal de Oxchuc”, denuncia. declaración, no tuvo derecho a un defensor de oficio, ni a asistencia médica, ni a una llamada. Fue arraigado 55 días en una casa de arraigo. Tiene 38 años, dos de estar en prisión y su caso está en proceso. Pedro Guadalupe Enriquez Santiz* Fue detenido por la Policía Judicial el 22 de julio del 2000, sin una orden de aprehensión. Durante la deten­ ción y traslado sufrió golpes, fue torturado dos horas para que firmara una declaración. Lo amenazaron con detener a su esposa y a su mamá para presionarlo. “Tuve miedo y los firmé”, dice. No tuvo traductor, metió sus pruebas y no fueron tomadas en cuenta. La parte acu­ sadora no se presentó. Acusado de violación sin haber cometido ese delito, lo sentenciaron a 9 años y 5 meses. Llevaba en prisión 8 años, fue liberado a los 31 años. Julio César Méndez Luna* Fue detenido el 20 de agosto del 2000, dentro de su casa, por la Policía Judicial. Sin orden de cateo ni de aprehensión, entraron a su casa rompiendo la Diego Rodríguez Hernández Fue detenido, sin orden de aprehensión, en su domi­ cilio por un grupo de personas que se hicieron pa­ sar por policías. Acusado de homicidio al igual que Agustín Rodríguez Jiménez. Tiene 35 años de edad y fue sentenciado a 26 años. En prisión ha estado durante 5 años. Guadalupe Gómez Cruz* Originario de Guadalupe Victoria, municipio de Pantheló, nació el 17 de noviembre de 1980. Tiene 27 años, el 14 de julio del 2006 fue detenido por perso­ nas que dijeron ser judiciales. Sin una orden de apre­ hensión, lo subieron a una camioneta y lo llevaron preso. Llevaba un año 9 meses en prisión Antonio Ruiz Pérez y Manuel Ruiz Hernández* Antonio, de 37 años de edad, y Manuel, de 27, tío y sobrino. Fueron detenidos el 16 de octubre de 1999 por la Policía Municipal de Pantheló, acu­ sados de homicidio y lesiones. En manos del Ministerio Público en San Cristóbal fueron tortura­ dos, obligándoles a decir que eran culpables. En los careos, la familia del occiso no los identificaba como los asesinos, sin embargo, los sentenciaron a 12 años, llevaban 9 años en prisión. Mario Jiménez López* Originario del municipio de Pantelhó, fue detenido sin orden de aprehensión el 5 de octubre del 2005, por elementos de la Seguridad Pública, quienes lo golpea­ ron y extorsionaron. Acusado de robo de un vehículo, que él había comprado al Sr. Domingo Jiménez sin saber que era robado. Lo sentenciaron a 6 años y 6 meses, llevaba 2 años y 7 meses en prisión. Agustín Rodríguez Jiménez Fue detenido el 20 de mayo de 2003, acusado de homicidio. “Me golpearon… me metieron una soga para ahorcarme… Cuando fui llevado al Ministerio Público de San Cristóbal, también me amenazaba que me va a torturar si no dijera yo la verdad. Y también fui trasladado en la oficina de la judicial, donde me torturaron, me embolsaron, me golpearon. A los tres días me llevaron en el Ministerio Público… me obli­ garon a firmar un papel en blanco que nunca supe de lo que se trataba”. Lo sentenciaron a 26 años 40 días y una reparación del daño de 32 mil pesos. Tiene 36 años y en prisión ha estado durante 5 años. Antonio Díaz Pérez Fue detenido el 21 de septiembre de 2002 por la Policía Municipal. Sin orden de allanamiento ni de aprehen­ sión, entraron a su casa para llevarlo preso, acusado de homicidio. No tuvo traductor, lo torturaron, lo gol­ pearon en el estómago y lo asfixiaron con bolsas de plástico en la cabeza. La familia y la esposa del occiso declararon que no era el culpable. Sentenciado a 25 años, tiene 24. Está en espera de la respuesta a su ape­ lación. Lleva 5 años 8 meses en la cárcel. Juan Díaz López Fue detenido por personas de la comunidad Santa Marta Yolochen, municipio de Chenalhó, sin una orden de aprehensión, acusado de homicidio. Fue llevado con violencia y atado de las manos al lugar de los hechos, en donde lo golpearon. Al llegar el Ministerio Público, fue entregado a los judiciales, quienes también lo torturaron obligándolo a que se declarara culpable. Tiene 25 años. Miguel Díaz López Acusado de homicidio, fue detenido el 22 de sep­ tiembre de 2004. Lo sacaron de su casa sin mostrarle una orden de aprehensión. Lo golpearon, obligándolo a declarar, hasta le dieron choques eléctricos. En el proceso presentó testigos a su favor y la familia del occiso no lo identificó. Tiene 23 años de edad y lleva preso 3 años 8 meses. Todos ellos pertenecen a La Voz de Los Llanos, orga­ nización de presos que se formó hace un año. En entre­ vista con Rebeldía, los presos del Cereso número 5, en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, nos comparten que, inspirados en la lucha que estaban dando los presos de El Amate, cuatro compañeros empezaron a reunirse, a platicar y a perfilar lo que ahora es su organización. “Lo estuvimos planeando pues, y teníamos claro que era para sacar nuestra palabra de que somos inocentes y que había que luchar… No fue fácil pero lo hablamos mucho… antes no se podía, si te veían así platicando, reunidos, venía la guardia y nos dispersaban, querían acusarnos de amotinamiento y de intento de fuga… desde el principio nos veían como revoltosos… y nos andaban acosando”. La mayoría tzotziles, los indígenas de la Voz de Los Llanos se comprometieron a luchar por la libertad de todos, aún fuera del penal1. Pablo Sánchez Gómez*, Timoteo Sánchez Gómez*, Fausto Sánchez Gómez*, José Sánchez Gómez*, Felipe Sánchez Gómez*, Esteban Sánchez Gómez*, Elías Sánchez Gómez* (padre), Elías Sánchez Gómez* (hijo), Pablo Gutiérrez Hernández*, Javier Sánchez López*, Fidencio Sánchez Gutiérrez* y Pedro Méndez Núñez* Presos en el Cereso número 17, de Playas de Catazajá, Chiapas. Pertenece a su grupo Amapola Gómez Pérez*, presa en el Cereso 5, de San Cristóbal de Las Casas, por la misma causa. Unos se reivindican como zapatistas, otros del Partido de la Revolución Democrática. Todos son tzeltales de la comunidad de Busiljá, municipio de Ocosingo. Fueron parte de las quince familias desplazadas, en 1997, por miembros de la Organización para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos (OPDDIC), después de una ola de agresiones contra la comunidad. “Los gobernadores Julio César Ruiz Ferro y Roberto Albores Guillén nunca nos brindaron apoyo, como in­ dígenas desplazados de nuestra comunidad”, dicen. Ocho años después, volvieron a Busiljá. El 22 de febrero de 2006, Pablo Gutiérrez Hernández fue se­ cuestrado por paramilitares de la OPDDIC, lo amena­ zaron con quemarlo vivo a él y a su familia si no decía dónde estaba el “campamento de los zapatistas”. Lo balearon en la cabeza y lo abandonaron a él y a otro priísta muerto en una riña entre ellos mismos. Ocho meses después, sin ninguna orden de aprehensión, lo detuvieron los judiciales, golpeándolo en la cabeza. Acusado de homicidio, fue consignado y enviado al penal. En julio de 2006 y en enero y abril de 2007, fueron detenidos y torturados los otros indígenas de la comunidad, acusados de secuestro y extorsión. Ellos dicen que “los delitos están fabricados por priístas encabezados por el ex diputado Pedro Chulín Jiménez”, a quien acusan de ser líder del grupo para­ militar OPDDIC. Ángel Concepción Pérez Gutiérrez, de 44 años, y Francisco Pérez Vázquez, de 74 años. Ellos llevan 12 años en la cárcel por decisión política del ex gober­ nador de Tabasco, Roberto Madrazo Pintado, y el ex presidente Ernesto Zedillo. Estos dos presos han sido reivindicados por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, desde 1996, y ahora por la Junta de Buen Gobierno del Caracol de Roberto Barrios. Su detención se dio en el marco de un conflicto agrario que lleva más de 50 años, un problema de posesión, despojo y recuperación de tierras. Problema agrario que implicó un enfrentamiento, a finales de 1995, entre los ejidos Tuitzol, de Chiapas, y Agua Blanca, de Tabasco. Detenidos el 9 de julio de 1996, fueron acusados del homicidio del campesino de Agua Blanca muerto en aquella ocasión. Fueron golpeados por la policía, no contaron con traductor y se les siguió un proceso ar­ bitrario, sin considerar a los únicos testigos que te­ nían, por ser sus familiares. Choles de la zona norte de Chiapas, fueron condenados a 25 años de prisión. Hasta el 24 de marzo estuvieron en la Cárcel Pública Municipal de Tacotalpa, Tabasco, al otro día los trasla­ daron al Cereso número 12, de Yajalón, Chiapas. La cloaca de la “justicia” en Chiapas Todas estas historias son un botón de muestra de la represión y la ausencia de justicia que sufren l@s in­ dígenas chiapanec@s. El 10 de junio de 2007, dijo el Subcomandante Insurgente Marcos: “Cuando ha­ blamos de REPRESIÓN, nos estamos refiriendo a todo lo que ésta conlleva: desinformación, campaña propagandística, clima de terror, amenazas y hostiga­ mientos, persecuciones, golpes, secuestros, deporta­ ciones y exilios forzados, encarcelamientos, desapa­ riciones y asesinatos”. Esto fue dicho sobre los casos de Atenco y Oaxaca, pero los casos de los presos de Chiapas están impregnados de lo mismo. La mayoría de los presos son inculpados injusta­ mente, castigados por pertenecer a movimientos so­ ciales, por tanto son presos políticos. Como dijeron los presos del penal de Cintalapa, el 15 de marzo: “Es claro que no nos acusan de sedición, motín o conspi­ ración pero sí de homicidio, secuestro o terrorismo, para que bajo este supuesto hoy se puedan cubrir con el manto de la ley todas las persecuciones políticas que hay en nuestro país”. O como lo denunciaba tam­ bién un ex preso, liberado el primero de abril, en el plantón de Tuxtla Gutiérrez: “…somos presos políticos y de conciencia, porque el gobierno con sus leyes injustas nos ha fa­ bricado diferentes delitos. Esto lo han hecho porque, de por sí, somos personas que nos or­ ganizamos para luchar por las necesidades justas de nuestros pueblos”. La protesta hecha por l@s pres@s indígenas de Chiapas y Tabasco pone en evidencia el clima de terror contra los movi­ mientos sociales independientes y las graves anomalías que se dan en la “impartición de justi­ cia” del anterior y del actual go­ bierno chiapaneco. Gobiernos que, violando los derechos 10 humanos de l@s indígenas, los privan de su libertad con lujo de violencia, bajo tortura los obligan a declarar y les imponen un juicio parcial y amañado, en el que no cuentan con el mínimo recurso de traductor al que tienen derecho; no se les garantiza una defensa ade­ cuada y se basan en el “principio de inmediatez”, mediante el cual conceden mayor valor probatorio a la primera declaración rendida (la obtenida bajo tortura) que a las consecutivas. Al respecto, el Centro de Derechos Humanos Fray Barto­ lomé de Las Casas dice: “La fal­ ta de una defensa profesional, de un traductor y de la aplicación del ‘principio de inmediatez’, en el sentido en que lo expresa la juris­ prudencia mexicana, resultan en alicientes para la tortura, los tratos crueles e inhumanos puesto que no existe un efectivo y adecuado recurso legal que controle y moni­ toree el momento en que una per­ sona se encuentra bajo custodia de la autoridad ministerial”. En comunicación del 8 de marzo, el Frayba resume: “Está situación de violaciones sistemáticas a las garantías de un juicio justo dejan en indefensión a los indígenas sometidos a procesos penales, lo cual crea una sensación de impo­ tencia en ellos que los lleva a bus­ car medios de presión como el de la huelga de hambre, poniendo en grave riesgo su integridad física y su vida”. Tod@s ell@s se declaran ino­ centes y su única demanda es la li­ beración, a través del desistimien­ to de la acción penal del Ministerio de Justicia del Estado. Durante la protesta, todos se declararon en huelga de hambre o en ayuno indefinido hasta que el Estado mexicano restituyera sus dere­ chos, violentados al momento de su detención y durante sus procesos penales. En su movi­ miento existe un fondo político que no quiere ser tocado por el gobierno. “La huelga de hambre no es un juego”: luchando desde la prisión El 12 de febrero de 2008, Zacario Hernández, de Tres Cruces, inicia una huelga de hambre en demanda de su li­ beración y la de sus compañe­ ros Mariano Heredia Gómez2, Enrique Hernández Hernández y Pascual Heredia Hernández. Los dos últimos inician con él un ayuno con la misma demanda. Todos están en el Cereso 14, penal de Cintalapa. En el mismo penal, los presos de La Voz de El Amate están al pendiente, enlazándose a través de los compas de la Otra Campaña con presos de otros penales. En entrevista, los compas de La Voz de Los Llanos nos platican: “con gente que visitaba los otros pena­ les, como El Amate y el de Playas, pues ya estábamos más o menos enterados de lo que hacía cada quien… Estábamos en contacto desde antes, nos escribíamos y nos respondían… sabíamos pues qué andaban ha­ ciendo en otros penales”. Como apoyo a esta huelga de hambre y deman­ dando también la liberación de los presos de Tres Cruces, la organización Pueblo Creyente, de la dióce­ sis de San Cristóbal, convocó a una peregrinación a la que acudieron cientos de personas. En respuesta a esa manifestación y a las misivas del obispo Felipe Ariz­ mendi respaldando su inocencia, el gobierno del esta­ do contestó comprometiéndose a una reunión para el 25 de febrero, la cual fue cancelada 30 minutos antes de la hora acordada para la reunión. Esta respuesta del gobierno de Juan Sabines pro­ vocó una ola de adhesiones al movimiento, presos de varios penales se pusieron en huelga de hambre o ayuno; además de provocar una ola de solidaridad de diversas organizaciones y colectivos del mundo. En el mismo penal, el 25 y 26 de febrero, trece indígenas se declaran en huelga de hambre y tres más en ayuno. De los declarados en huelga, ocho son miembros de La Voz de El Amate, cuatro del Grupo Presos Zapatistas y uno de la CIOAC. De los declarados en ayuno, dos son miembros de La Voz de El Amate y uno de la CIOAC. Todos se concentran en el plantón. “Después de haber sido hostigados, perseguidos y en casos golpeados o torturados para firmar confe­ siones falsas, nos han encerrado para tratar de parar nuestro esfuerzo y callar nuestra palabra... Sin em­ bargo, pese a nuestras condiciones, hemos mantenido nuestra lucha desde los penales… Pero desgraciada­ mente los gobernantes han endurecido cada vez más su posición, y por sentirse estados fuertes, vienen con­ siderando nuestras justas luchas como meros chanta­ jes o caprichos personales, sin considerar que existe un fondo político social que demanda ser atendido… Ahora nos encontramos frente a la lucha del compa­ ñero Zacario Hernández Hernández y sus hermanos que han cumplido 14 días de huelga de hambre y no existe un planteamiento serio y congruente por parte del gobierno del estado”. Ante esta situación, piden una respuesta coheren­ te por parte del gobierno del estado: la liberación de Zacario y sus compañeros. Llaman a las organizacio­ nes sociales y democráticas a que se manifiesten por la libertad de los presos políticos de Chiapas. En una carta a los presos de Tres Cruces, fecha­ da el 1 de marzo, Ángel Concepción Pérez Gutiérrez y Francisco Pérez Vázquez, presos en el penal muni­ cipal de Tacotalpa, Tabasco, los saludaron, deseando que estuvieran bien de salud y animaron su lucha. Informaron que Ángel estuvo en ayuno y oración del 12 al 19 de febrero y les platicaron su situación como presos injustamente detenidos por delitos que no cometieron. El 4 de marzo, en el Cereso 5, de San Cristóbal de Las Casas, nueve compañeros se declaran en huelga de hambre y cuatro en ayuno, todos pertenecientes a la Voz de Los Llanos. Se instalaron en huelga en el área de visitas del penal. Durante los siguientes días, fueron obligados a esconder su protesta queriéndolos reubicar hasta que se ubicaron en las áreas verdes, de donde aseguraron: ¡no nos moverán! “Esta huelga de hambre es por la libertad de cada uno y mostrar nuestras inocencias… exigimos al mal gobierno de Juan Sabines que incline sus oídos para escuchar nuestras demandas… nos declaramos en huelga de hambre por la misma situación que viven los compañeros de la Voz de El Amate y los compa­ ñeros del Pueblo Creyente… nosotros como presos sufrimos en carne y hueso este dolor tan cruel, todo por las malas aplicaciones e injusticia y corrupción del mal gobierno… exigimos nuestras libertades al gobierno y para todos los compañeros que hasta el día de hoy se encuentran en huelga de hambre”. En su comunicado, también denuncian que han sido víc­ timas de tortura física y psicológica. A través de ella los obligaron a declararse culpables. Piden a los que escuchan que los apoyen en su lucha por la libertad y que denuncien, incluso a nivel internacional, la mala aplicación de justicia del mal gobierno. 11 Es tan evidente lo que saca a la luz esta huelga que, ni siquiera las declaraciones de Jorge Antonio Morales Messner, quien señaló que no habría libertad para ase­ sinos y secuestradores, lo pueden ocultar. La Voz de El Amate le reclama: “¿Acaso ignora de los métodos abu­ sivos que a diario lleva a la practica el poder judicial? Sin respeto a los derechos humanos, buscan culpables y sin ningún método de verdadera investigación, mas que la tortura, llenan los penales de inocentes con deli­ tos prefabricados. Y cuando son verdaderos culpables y pueden subastar el precio de la libertad con altas sumas de dinero, salen libres y estas malarias que representan la Justicia se hacen de la vista gorda”. Ante la actitud del gobierno estatal, los pre­ sos solicitaron la intervención de la Comisión Civil Internacional de Observación a los Derechos Humanos (CCIODH), de Amnistía Internacional, Human Rights Watch y la Cruz Roja Internacional para que velen por “el respeto a los Derechos Humanos… como lu­ chadores sociales somos encarcelados como rehenes políticos, a veces torturados, hasta desaparecidos. El sistema de procuración de justicia actúa con una im­ punidad, fabricando culpables. Y dentro de ese circo romano, donde el César manda y decide todo, noso­ tros los pobres pagamos las consecuencias por no te­ ner dinero para salir de la cárcel, mientras los que de­ linquen son protegidos por este Estado de injusticia”. Otros doce presos se sumaron a la huelga de hambre y al ayuno el 10 de marzo. Once presos en el Cereso 17, de Playas de Catazajá, y una presa en el penal de Cintalapa, todos con una misma causa penal. En este último penal se declaran en huelga de hambre tres militantes del MOCRI. Hasta ese momento, su­ maron 48 los y las presas en protesta en Chiapas y dos en Tabasco que, por su grave estado de salud, no se habían podido sumar al ayuno. En el climax de la rebeldía de l@s pres@s, que ya había expuesto la corrupción y violencia que se vive en el sistema jurídico mexicano, a través de la venta­ na de Chiapas, el gobierno estatal dice en un comu­ nicado que no hay argumentos para autonombrarse “preso político” en su periodo. Aseguró que ninguna persona de los 360 expedientes que iban a revisar fue aprehendida o encarcelada en su gobierno. Anunció que convocaría a una Mesa de Reconciliación para dar respuesta, en un periodo no mayor de 30 días, a 12 todos los expedientes. El número de expedientes y la falta de claridad sobre los nombres de l@s pres@s que estarían a revisión generaron más desconfianza, se consideró que por medio de esta iniciativa se po­ dría favorecer a paramilitares. La respuesta de los presos en El Amate no tardó en circular: “Somos presos políticos porque nuestra detención y encarcelamiento proviene de una política de represión y aniquilamiento del movimiento social en el estado de Chiapas, tanto a organizaciones socia­ les como hacia el propio EZLN… hablar de una co­ misión de reconciliación que apenas se va a reunir es el colmo de la burla, primero, porque nuestra deman­ da de libertad tiene prácticamente años y, segundo, porque hablar de un término de 30 días es poner en riesgo la vida de los compañeros que hoy nos encon­ tramos en huelga…” También La Voz de Los Llanos, en respuesta, denuncia y exige solucionar la situación de l@s pres@s en huelga de hambre y ayuno: “Estar en huelga de hambre no es un juego. Como organiza­ ciones sociales, exigimos al gobierno de Chiapas nuestra libertad inmediata”. Hacia la libertad El 17 de marzo, le dieron su documento de liberación a Zacario Hernández a los 34 días de huelga de ham­ bre, esa noche levanta la huelga. Lo liberan al otro día. Todos coinciden en considerar esta liberación como resultado de su lucha al interior de los penales y resultado también del trabajo de las organizacio­ nes sociales, en particular Pueblo Creyente y la Otra Campaña, además de los familiares. Informan que los demás seguirán en protesta: “Estamos firmes... Fue un triunfo de la resistencia. El gobierno tuvo que li­ berarlo por la fuerza de nuestra lucha”. Para entonces, la salud de los huelguistas se ha deteriorado mucho, han disminuido el consumo de miel ya que está generándoles diarreas y dolor esto­ macal, unos con fuertes dolores de cabeza, otros han iniciado a arrojar sangre por la boca. El 23 de marzo, los presos del Cereso 17 informaron que dos de sus compañeros dejan la huelga por problemas de salud, al mismo tiempo, anunciaron que Pedro Méndez Núñez se sumaba a la huelga. El 24 de marzo, en el Cereso 14, intensifican su acción Pascual Heredia y Enrique Hernández, de Pueblo Creyente, quienes a 44 días de ayuno inician una huelga de hambre total. Ese mismo día, la Otra Campaña de Tabasco anuncia que los pre­ sos de Tacotalpa, don Ángel y don Francisco, iniciaron un ayuno en demanda de la libertad de los presos en huelga de hambre y por su propia liberación. Su acción duró cuatro días debido a su grave estado de salud. Simultáneamente, a las afueras del palacio de go­ bierno del estado en Tuxtla Gutiérrez, familiares de los presos y adherentes a la Otra Campaña inician un plantón en las escalinatas del palacio. Varios se decla­ raron también en huelga de hambre. A finales de mar­ zo, l@s pres@s de la Voz de El Amate denuncian que, durante su protesta, han vivido bajo hostigamiento, acoso y amenazas: “El gobierno siempre ha querido callar nuestro movimiento y mantiene controlada la radio y TV. Como si no pasara nada. No quieren que el mundo se entere de los bajos métodos y la mala investigación que utilizan al detener una persona... Además, nosotros en ningún momento pedimos esa revisión. Lo que demandamos es nuestra libertad in­ mediata e incondicional. Somos inocentes, no tene­ mos porqué pedir perdón. ¿A quién? ¿Nos devolverá los años que hemos sobrevivido en esta cárcel? ¿A quién? ¿Reparará los daños morales y materiales? Con nada pagan todo lo mal que hemos vivido”. El 31 de marzo, el gobierno de Chiapas ordena la liberación de 137 pres@s. De los participantes de la huelga de hambre y ayuno, 30 fueron libera­ dos. Del penal de Cintalapa fueron liberados nueve compañer@s: dos de Pueblo Creyente (con 42 días de ayuno y 6 de huelga de hambre); tres de La Voz de El Amate (con 35 días de huelga); dos del Grupo de Presos Zapatistas (con 35 días de huelga) y dos de la CIOAC (uno con 34 días de huelga y el otro con 34 días de ayuno). Del penal de San Cristóbal fueron liberados nue­ ve compañer@s: siete de La Voz de Los Llanos (con 27 días de huelga de hambre y uno con 27 días de ayuno) y una de la comunidad de Busiljá (con 21 días de ayuno). Del penal de Playas de Catazajá fueron liberados los doce de la comunidad de Busiljá (con 21 días de huelga de hambre). Dos de los presos del MOCRI, quienes dejaron la huelga tres días antes, también fueron liberados. En un hecho cínico, el mismo día de su liberación, varios de los liberados del penal de Playas de Catazajá, fueron “recapturados por agen­ tes de la policía y fueron golpeados”. Sus abogados lograron que se respetara su liberación. Los liberados se sumaron, un día después de su liberación, al plantón. Dijeron: “Para nosotros, la cár­ cel es un infierno, donde vivimos mucho dolor, mucha angustia, muchas enfermedades. Pero no sólo nosotros que estamos dentro lo sufrimos, también nuestras fami­ lias y amigos, porque la cárcel destruye hogares, separa familias y se pierden hijos. Y todo este dolor se hace más grande porque es injusto que estemos adentro”. Exigieron al gobierno la liberación de todos los compañeros presos injustamente. En Chiapas, queda­ ron presos 15 compañeros, 11 en huelga de hambre y cuatro en ayuno. En Tabasco, quedaron presos los dos indígenas choles recluidos en Tacotalpa. El 5 de abril, tras 53 días de protesta, los presos de la Voz de El Amate, del Grupo Zapatista y de La Voz 13 de Los Llanos, levantaron la huelga. En un comunica­ do dirigido a los adherentes a la Otra Campaña, a los medios alternativos, a las ONGs, al Pueblo Creyente, a la Sexta Internacional, entre otros, explicaron que tomaron esa decisión después de leer la carta que el obispo emérito Samuel Ruiz les envió, donde les pe­ día la suspensión de la huelga, comprometiéndose a seguir luchando por su liberación. Agradecieron a la comunidad local, nacional e internacional por el apo­ yo brindado tanto en la huelga como en el plantón. Afirmaron: “Una vez más, ha quedado demostrado que gracias a la lucha del pueblo se puede llegar a consolidar el éxito por la libertad. Gracias a esta huel­ ga, varios compañeros injustamente presos obtuvie­ ron su libertad”. Al día siguiente se levantó el plantón de familia­ res y ex presos que se encontraba en Tuxtla Gutierrez, y se trasladaron a San Cristóbal de Las Casas para acordar acciones futuras. En conferencia de prensa, el 7 de abril, exigieron la liberación de los presos aún recluidos en los penales de Chiapas y Tacotalpa. Informaron que seguirían impulsando acciones por la 14 libertad de sus 17 compañeros, y llamaron a todos a sumarse a la nueva etapa de la lucha. No salieron todos Hasta el 7 de marzo el gobernador de Tabasco dio se­ ñales de que veía y oía lo que llamaron la crisis peni­ tenciaria. Por medio del funcionario de la Consejería Jurídica les dijo a don Ángel y don Francisco que po­ dían ser liberados si le pedían perdón. “¿De qué vamos a pedir perdón?... Es el gobierno de Tabasco el que debe pedir disculpas al pueblo de Chiapas por encarcelar sin motivo a sus indígenas…. No a mí ni a mi papá, sino al pueblo de Chiapas”, dijo Ángel. Anunciaron, junto a la Otra Campaña de Tabasco, que el 21 de abril iniciarían una huelga de hambre por 72 horas o por el tiempo que fuera nece­ sario en demanda de su libertad. La Otra Campaña de Tabasco y familiares estarían, al mismo tiempo, en plantón afuera del penal. Esta doble acción den­ tro y fuera del penal se haría bajo la consigna “¿De qué tenemos que pedir perdón?”, dicen los compas de Tabasco, ya que pedir perdón implica responsabi­ lizarse de un crimen que no cometieron. Don Ángel y don Francisco iniciaron su huelga y al siguiente día anunciaron que sería indefinida. El mismo día en que iniciaron los compas presos de Tabasco su huelga de hambre, fueron agredidos brutalmente los diez presos de La Voz de Los Llanos —aún débiles por la huelga de hambre que realiza­ ron— y sus tres simpatizantes, que se les unieron cuando finalizaron la huelga (Mateo Gómez Santiz, Agustín Díaz Gómez y Orlando Santizo Castillo). Fueron apaleados, golpeados, pateados y a algunos los zambulleron en agua para asfixiarlos. En entrevista colectiva con la revista recuerdan: “…llegan Los Precisos y nos van agarrando a uno por uno y nos llevaron a los baños. Oíamos que decían ‘todavía faltan unos, vayan por ellos’ y nos buscaron por toda la cárcel y nos llevaron a los que quedamos… nos dieron una golpiza con palos, todas nuestras ca­ misas estaban con sangre, a algunos todavía se les ven las cicatrices. Después de que nos golpearon, nos llevaron a la enfermería, pero no nos dieron ni hicie­ ron nada, decían nada más: ‘se ve que están bien’… Mientras nos golpeaban había custodios ahí mirando, pero sólo se hicieron pendejos, nomás miraron”. Pese a que los mantenían aislados, decidieron responder. Volvieron a hacer uso de las redes que han hecho con ONG’s, organizaciones sociales y colec­ tivos de la Otra Campaña: “… hablamos inmediata­ mente con los del Frayba, que siempre han apoyado, y salió la denuncia. Salió en muchos periódicos y eso ya menos les gustó a las autoridades del penal… las autoridades obligaron a firmar a internos un desplega­ do que decía que no nos querían por revoltosos. Y, la verdad, si no hubiera habido el apoyo de afuera, pues nos hubieran trasladado y dividido”. Nos cuentan que el 25 de abril los amenazaron, les dijeron: “¿ya pensaron bien lo que están haciendo?… ustedes saben que Bartolo (uno de Los Precisos) tiene paga y tiene controlada a la población de internos, ustedes no tienen nada, piensen bien si quieren seguir así, se puede manchar su expediente y no quieren que pase eso ¿verdad?” Pero, una vez más, lo denunciaron y se publicó en varios medios locales, nacionales e in­ ternacionales. “Fue entonces que nos habló el director y nos dijo que quería que lleváramos esto en ‘Santa Paz’, y nos dijo que a lo mejor él tampoco amanecía, que lo iban a correr y, pues no, pero desde entonces todos ya conocen al director como el Santa Paz”, di­ cen a Rebeldía. Y agregan: “Lo que logramos fue que trasladaran a Los Precisos a otros penales. En vez de que nos tras­ ladaran a nosotros, los trasladaron a ellos. Y eso fue otro pequeño triunfo de estar organizados. Desde en­ tonces, ya no hay Precisos en esta cárcel, quedan Los Malandros pero ellos, sin el poder de Los Precisos, no hacen mucho. La población interna entonces nos agradeció, todos salimos beneficiados con el traslado de Los Precisos”. El 24 de abril, la Otra Tabasco denuncia que me­ diante un operativo policíaco sacaron a los huelguis­ tas del penal de Tacotalpa, sin avisar a sus familiares. Durante un día completo las autoridades no daban información de su paradero, extraoficialmente se sa­ bía que habían sido traslados a un hospital en Tuxtla Gutiérrez. Fue hasta el 25 de abril que la Junta de Buen Gobierno de Roberto Barrios informó que a los compañeros bases de apoyo zapatista los habían re­ cluido en el Cereso número 12, de Yajalón. Hasta ahora, no está clara la situación jurídica de los indígenas choles, presos zapatistas. Los organis­ mos de derechos humanos pensaron que esta acción era respuesta al compromiso adquirido por el gobierno de Juan Sabines de trasladarlos a Chiapas para otorgar­ les el beneficio de la libertad. Por el momento no exis­ te ningún indicio de que esto vaya a suceder. Mientras tanto, los presos esperan la resolución, en condiciones menos favorables de reclusión, sin atención médica y en medio de un ambiente tenso en el que, con muchas trabas, sólo dejan que los visiten sus familiares. No está de más decir que, durante todo este proce­ so, los indígenas presos en distintos penales han estado denunciando hostigamiento y represión por parte de las mafias de internos, personal médico, custodios y funcio­ narios, muestra de que existe una línea institucional. Los intentaron obligar a dejar la huelga comiendo frente a ellos y ofreciéndoles comida; los insultaron a ellos y a sus familiares; los trataron de aislar ponien­ do cercas entre ellos y los demás reclusos y quitán­ dolos constantemente del lugar donde se mantenían en huelga; los intentaron someter prohibiéndoles ir al baño; restringieron su visita, permitiendo la entrada 15 sólo a familiares; recibieron amenazas de destruir su plantón y de ser trasladados a otro penal, acrecentando la tensión con la presencia del comando Lobo, vinculado al traslado de presos. Además de lo injusto de estar en la cárcel por un delito que no co­ metieron, tienen que sufrir día a día el sistema carcelario que se cons­ truye sobre relaciones basadas en la violencia. “...Vivir en la cárcel es duro”, dicen. Tejiendo lazos: solos no hubiéramos podido La Internet fue una herramienta que sirvió para estar al día de los aconte­ cimientos de la huelga y de la puesta en marcha de movilizaciones, even­ tos, huelgas, ayunos, mítines, marchas a favor de la liberación de las y los presos políticos en Chiapas y Tabasco. Se movilizaron varias ONG’s, organizaciones sociales y colectivos de todo el mundo. Dicen los presos de La Voz de Los Llanos a Rebeldía: “Hemos reci­ bido solidaridad de muchos grupos, de aquí de Chiapas, de México y de muchos países, unos que ni sabemos dónde mero están… Si no hubiera estado toda esa gente pendiente de nosotros y de la lucha, otra hubiera sido la historia, siempre nos levantaron la moral, y no estamos tan sor­ prendidos porque siempre confiamos en que el pueblo lucha y apoya”. Durante todo el tiempo que duró la protesta, se hicieron manifesta­ ciones de apoyo y denuncia a nivel local, nacional e internacional. Se realizaron ayunos solidarios de 24 horas (algunos simultáneos en varios estados), marchas-procesiones-peregrinaciones hacia los penales y hacia el plantón instalado por familiares, visitas a los presos en los penales, oraciones, misas, plantones de tiempo indefinido, plantones de 24 horas, eventos culturales, comunicados, caminatas, manifestaciones de solida­ ridad, mítines en las casas de representación de Chiapas, un pronuncia­ miento público mundial y mítines frente a las embajadas mexicanas. Sería difícil nombrar a cada uno de los colectivos que se sumaron a este esfuerzo, pero podemos nombrar algunos de los lugares en los que se desarrollaron acciones de apoyo: México (en varios estados del país), Grecia, Reino Unido, Alemania, Estados Unidos, Noruega, Suecia, Italia, Canadá, Estado Español, País Vasco, Francia, Argentina, entre otros. Destaca el pronunciamiento mundial firmado por el premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel, los músicos Manu Chao y Amparanoia, los escri­ tores Javier Sicilia, Jean Robert, Sylvia Marcos, Xóchitl Leyva y otros. Y el comunicado donde el escritor británico John Berger, junto con intelec­ tuales de México y otros países, demanda la liberación de los presos za­ patistas Ángel Concepción Pérez Gutiérrez y Francisco Pérez Vázquez, en una carta dirigida a los gobernadores de Chiapas y Tabasco. A través de un comunicado dirigido al Encuentro Europeo de Solidaridad con los Zapatistas y la Otra Campaña de México, llevado a cabo en Grecia, los días 9, 10 y 11 de mayo, el comité de los ex presos políticos y presos injustamente de Chiapas afirman que si no fuera por 16 las movilizaciones y el apoyo en México y en los otros países no se hubiera logrado su liberación. Agradecen con todo su corazón a los pueblos del mundo, porque aseguran que unidos hicieron la fuerza. Los presos de La Voz de Los Llanos les piden que sigan pendientes de la lucha que segui­ rán dando, como de los presos políticos que siguen injustamente encarcelados, no sólo en Chiapas, sino también puntualmente los pres@s de Atenco y Oaxaca. En esta lucha, la comunicación fluyó entre los presos de los dife­ rentes penales, entre ellos y las or­ ganizaciones sociales y colectivos locales, entre ellos y las organiza­ ciones y colectivos de México y el mundo. Se dejó que la palabra re­ corriera geografías, esto hizo que se conociera en todo el mundo a cada uno de los presos involucra­ dos en la protesta, que se conocie­ ra su lucha colectiva. Conocer al otro implica respetarlo, dicen los zapatistas. Conocimos a los pre­ sos encarcelados injustamente y se construyó a través de su histo­ ria y esfuerzo nuestra admiración y respeto. En la huelga y en las moviliza­ ciones merecen una especial men­ ción las organizaciones y colecti­ vos de la Otra Campaña. La Otra Campaña se perfiló abajo y a la iz­ quierda en toda la protesta, con los adherentes presos que formaban parte integral de ésta; con los co­ lectivos adherentes cercanos a los presos, quienes apoyaron constan­ temente en la comunicación entre los presos y a difundir las comu­ nicaciones de éstos, como la Otra Jovel, el colectivo Ik de Chiapas o La Otra de Tabasco; con las organizaciones y co­ lectivos que se dispusieron a visitar a los presos, así como a hacer eventos y movilizaciones denunciando al gobierno del estado de Chiapas y Tabasco. Tod@s ell@s hicieron caminar a la Otra Campaña, porque la Otra Campaña camina y es con los que caminan y son Otra Campaña en sus luchas. Antonio Díaz Ruiz, del Comité de ex presos polí­ ticos y presos injustamente Voces Inocentes, designa­ do por este comité para hablar con la revista, lo dice de la siguiente manera: “Mucha gente despertó con este movimiento, muchas organizaciones, muchos grupos, colectivos y nosotros. Nos dio más fuerza. Adherentes de la Otra de otros estados estuvieron al pendiente”. Queda claro en los cuerpos débiles de los presos, que el otro gran triunfo —además de cimbrar el sistema de “justicia” chiapaneco y lograr liberar a 31 hombres y una mujer encarcelad@s injustamen­ te— fue la organización. Dicen los de La Voz de Los Llanos: “Formar un grupo no es fácil, tiene sus obstáculos, pero en la mente tenemos la meta de estar firmes en la lucha. Hemos visto el logro y no porque seamos fuertes sino porque estamos organizados y tenemos el apoyo de mucha gente. Solos no hubiéramos podido”. El triunfo de esta lucha no es completo, aún fal­ tan 17 compañer@s por liberar: ocho en el penal de Cintalapa, seis de La Voz de El Amate y dos del Grupo de Presos Zapatistas; siete en el penal de San Cristóbal, miembros de La Voz de Los Llanos; y dos en el penal de Yajalón, bases de apoyo zapatistas. La lucha sigue hasta lograr que todos estén fuera de las cárceles: Alberto Patishtán, Julio César Pérez, José Pérez, Marcelino Díaz, Jesús López, María Delia Pérez, Antonio Gómez, Miguel Gómez, Tiburcio Gómez, Diego Rodríguez, Agustín Rodríguez, Antonio Díaz, Juan Díaz, Miguel Díaz, Nicolás Pérez, Ángel Concepción Pérez y Francisco Pérez. LIBERTAD!!!! Notas: * Liberados. 1. No contamos con las historias de Nicolás Pérez Núñez, preso aún y Felipe Gómez Pérez, liberado. 2. Lo liberaron para arraigarlo primero en un asilo de ancia­ nos y después en su casa. 17