UNIVERSIDAD DE CHILE FACULTAD DE FILOSOFÍA DEPARTAMENTO DE CIENCIAS HISTÓRICAS TESIS DE GRADO PARA OPTAR AL MAGÍSTER EN HISTORIA MENCIÓN HISTORIA DE CHILE LOS FUNERALES EN LA REPÚBLICA ( 1821 –1925 ) Profesor guía: Sonia Pinto Alumna: Josefina Kuncar Santiago 2006 ÍNDICE INTRODUCCIÓN............................................................................Página 3 RESUMEN DEL PROYECTO.......................................................Página 6 ANTECEDENTES............................................................................Página 8 METODOLOGÍA.............................................................................Página 27 LA MUERTE Y SUS CEREMONIAS...........................................Página 32 LOS FUNERALES EN LA ÉPOCA COLONIAL...................... Página 51 LOS FUNERALES EN LA ÉPOCA REPUBLICANA..................Página 64 A) Los funerales republicanos a través de la prensa y coronas fúnebres. B) Funerales en el Archipiélago de Chiloé. C) Funerales de los disidentes. D) Creación del cementerio Católico E) Funerales excepcionales. CONCLUSIÓN...................................................................................Página 101 ANEXOS.............................................................................................Página 105 BIBLIOGRAFÍA............................................................................... Página 113 2 INTRODUCCIÓN La historia a ampliado su universo de investigación, es decir, esta disciplina, se interesa, ahora, por cualquier actividad humana, ya que todo tiene un pasado que puede reconstruirse “ En los últimos treinta años hemos visto un número notable de historias sobre asuntos que anteriormente se consideraban carentes de historia, por ejemplo, la niñez, la muerte, la locura, el clima, los gustos” 1. El objetivo de esta investigación, es describir, un momento de nuestra historia social, las ceremonias fúnebres, no como una serie de hechos, sino el efecto que este produjo, dándose con las mismas características desde el período colonial. Cada época tiene su forma de expresión. Desde tiempos inmemoriales siempre los hombres han enterrado a sus muertos, y ha existido por lo tanto, un ritual de acuerdo a las diferentes culturas y épocas. La muerte es igual para todos, pero la despedida colectiva que genera el funeral y el legado material de las construcciones monumentales, son una buena muestra que las diferencias culturales, como sociales, se hicieron presentes, tanto, en el período Colonial como Republicano. La investigación, tiene que ver con las expresiones de dolor, que se dieron en Chile en la época Republicana entre 1821 y 1925, fecha en que la iglesia, se separa del Estado. Lo que se pretende, es describir cómo eran los funerales de la época Republicana y demostrar, que el rito funerario, fue parecido a la época anterior, es decir a la Colonia, teniendo, raíces españolas. El hombre le rendirá honor a la existencia de Dios, a través del funeral, esta celebración, será la expresión de toda o una parte de la comunidad . El elemento más relevante en el rito funerario serán: inhumación y el último discurso. 1 El templo, la procesión, la Peter Burke ”Formas de hacer Historia” Madrid, Alianza, 2º edición, 2003, página 14 3 En las exequias coloniales, como Republicanas , la ceremonia era programada por la iglesia, que ofrecía el templo, para realizar el rito funerario, allí también se efectuaron inhumaciones, la iglesia dictó normas que se mantuvieron en el tiempo . Surgen interrogantes, que se centran en la actitud de los hombres frente a la muerte ¿ las expresiones de dolor en la época Republicana eran igual que en la época Colonial ? ¿Qué cambios han experimentado los funerales en la República con respecto a la época colonial ?, ¿ Ha dejado la muerte de ser un hecho cotidiano? , ¿ Qué importancia tienen las cofradías, en los funerales ? ¿ Qué papel desempeñó la mujer en ellos? Preguntas que podrían servir para futuras nuevas investigaciones. Este trabajo esta orientado, por lo tanto a rescatar las costumbres de la gente y su entorno en el período republicano, destacar, su ritual funerario. En el siglo XIX surgen nuevos ritos: Por ejemplo, los funerales de Estado y con la creación de los cementerios fuera de la ciudad de Santiago, a principios del siglo XIX y en regiones, surgió la visita a estos lugares cada 1° de noviembre, esta costumbre persiste hasta el día de hoy, en algunos sepulcros se dejan fotografías del difunto, hábito , que se generalizó a partir de la segunda mitad del siglo. Entendiendo que la conquista de los españoles, abarco una gran territorio de Norte a Sur , se expondrán, los rituales funerarios que se efectuaron en la ciudad de Santiago esto se debe por dos principales motivos: el tipo de fuentes (testamentos, actas del Cabildo, para el período colonial; numerosa bibliografía, periódicos y coronas fúnebres para la época republicana ) . Brevemente se mencionaran, los rituales funerarios del Archipiélago de Chiloé, a pesar de estar en un lugar tan alejado del continente, también se dieron los rituales funerarios, considerando que la actitud frente a la muerte, tuvo otra connotación y que los rituales tuvieron una mezcla de sagrado y profano. En el logro de los objetivos, de esta investigación, se revisarán, en primer lugar, la actitud que se tenía frente a la muerte, principalmente de la élite chilena. El motivo de elegir a este sector de la sociedad, se debe a diversos factores, uno de ellos es que se cuentan con documentos que, ayudan a reconstruir sus funerales ( en sus testamentos, señalaban como último deseo, cómo querían que se desarrollará su funeral, las cartas de mujeres del siglo, los decretos, las construcciones, por ejemplo los mausoleos, muchas veces dan datos relevantes de las características de algunos funerales ), también, por el mismo hecho de que fueron públicos, muchos de ellos eran de gran connotación social, sumándose a esto, el alto costo que tenían los funerales, las misas, los responsos, los sacerdotes que oficiaban la misa, los lugares de entierro etc. 4 Sobre el sector más desposeído, no se abordara, puesto que no hay suficientes documentos, que señalen, cómo eran sus funerales además, no hay indicios, sí ciertamente hubo un ritual católico, 2 Hay muy poca bibliografía que se haya preocupado de describir los funerales del sector más desvalido de la sociedad ( Mencionan a este sector social, los historiadores Diego Barros Arana en “ Los entierros en la época colonial”; Vicuña Mackenna en su libro “La ciudad de los muertos ” ; José Toribio Medina “Cosas de la colonia”; Isabel Cruz “La muerte transfiguración de la vida ; Marco Antonio León “Sepultura sagrada, tumba profana”). Esta investigación es de carácter descriptivo y comparativo. 2 Los funerales del sector más débil de la sociedad eran sepultados en la iglesia del hospital San Juan de Dios, el historiador Diego Barros Arana nos señala que se estableció en Santiago, una cofradía de caridad bajo la advocación de San Antonio de Padua, y con las erogaciones de los hermanos, se estableció un campo santo para ellos . “ Ese fue por cerca de dos siglos el lugar de sepultura de los indios y de los pobres”Diego Barros Arana página 240 el historiador Vicuña Mackenna en su libro” La ciudad de los muertos “ al referirse a este sector menos privilegiado señala” los cadáveres, clavados a martillo, en toscos ataúdes, eran llevados a la iglesia de la caridad como en depósito”Benjamín Vicuña Mackenna “ La ciudad de los muertos” página55 señalaba además que eran enterrados a media noche. El destino de muchos muertos era muy triste “ Damos testimonio que hace tres días, el carretón del panteón dejó tirado en la calle de la Nevería, junto a Santo Domingo, el cadáver de un niño de corta edad, del cual hicieron pronto banquete los perros no saciados en los albañales, según el parte de la policía en aquel día “Benjamín Vicuña Mackenna “La ciudad de los muertos”página 74 El historiador Marco Antonio León al referirse a los funerales de los pobres señalaba que esta población no gozó de un despliegue social, los mendigos y enfermos epidémicos fueron destinados, sin mayores exequias , a la fosa común ( Marco Antonio León “Sepultura Sagrada, tumba profana” página 142) La historiadora, señora Isabel Cruz nos señala en su libro “La muerte transfiguración de la vida” que la iglesia tenía una especial preocupación hacía los más pobres y necesitados, es así como quiso asegurar las mismas clases de entierro para todos ellos. Eximiéndose a los indios de cualquier pago, esto fue estipulado en el Sínodo del obispo Carrasco de 1688, Capítulo V, Constitución XV donde se ordenaba se hiciese para ellos entierros con la “Cruz de balde”, es decir gratis. Estas medidas se mantuvieron en la época republicana. La autoridad eclesiástica alivió a los más pobres del peso oneroso de los funerales-espectáculos que acostumbraban a realizar los más pudientes ( Isabel Cruz “ La muerte transfiguración de la vida” página 131. 5 RESUMEN DEL PROYECTO: Se realizará una breve descripción de los funerales de la elite chilena, en la época colonial, destacando, sus concepciones religiosas, indagando el tenor de sus testamentos, posteriormente se describirán los funerales republicanos. El principal objetivo, es destacar, que el rito funerario, se mantuvo en la época republicana, lo que cambio, fue la forma en que se llevo a cabo. Para lograr este propósito, se describirá, brevemente la actitud frente a la muerte en la época Colonial, ( siglo XVII y XVIII ) y los grandes cambios ocurridos en el siglo XVIII, específicamente la actitud de la ilustración frente a diferentes aspectos de la vida política y social chilena, luego se describirán, las características del período Republicano en relación a la actitud que se tenía sobre la muerte y cómo se llevaron a cabo los funerales. HIPÓTESIS: Los ritos funerarios del siglo XIX tuvieron las mismas características que en el período colonial, el contexto histórico había cambiado, ya no se celebraban por ejemplo funerales reales, el espacio de las inhumaciones no fueron sólo en las iglesias, se habían creado los cementerios, por ejemplo: el cementerio General en 1821 y posteriormente el Cementerio Católico, en 1873, en los períodos estudiados cambian las actitudes ante la muerte pero no el rito funerario que se mantiene hasta el Concilio del Vaticano II. 6 OBJETIVOS GENERALES: Conocer cómo se realizaban los ritos funerarios en la República ( 1821-1925) y establecer sí ellas eran o no una continuación de los de la época colonial. OBJETIVOS ESPECÍFICOS: 1) Señalar cómo se percibía la muerte en los siglos XVII, XVIII Y XIX. 2) Describir la legislación del período Colonial, principalmente la que se dio en el siglo XVIII, y la del siglo XIX. 3) El pensamiento ilustrado: que rompió con las instituciones coloniales, y trató de establecer una igualdad social. 4) Mencionar las instituciones encargadas de realizar los funerales en época colonial como republicana. 5) Comparar testamentos de los siglos coloniales con la época Republicana 6 ) Describir los conflictos entre Iglesia y Estado y revisaremos la actitud del catolicismo frente a las tendencias racionalistas. 7) Describir cómo eran los lugares de inhumación en la época colonial y en la época republicana 8) Mencionar brevemente los funerales coloniales 9) Mencionar brevemente los funerales Republicanos 7 ANTECEDENTES: A principios del año 2005, se encontraron en la Catedral de Santiago, los restos de Diego Portales, esto produjo un gran interés, que desembocó en esta investigación de los funerales de la época republicana, 3 se quiso entender, cómo reaccionaba la sociedad del siglo XIX , frente a la muerte y cómo eran sus ritos fúnebres. Esta investigación forma parte, de lo que se ha denominado historia de las mentalidades, entendiéndola como “La forma particular de pensar y sentir de un pueblo, de un cierto grupo de personas”4, reconstruir la actitud del hombre frente a la muerte y sus rituales fúnebres. La muerte ha sido tratada por diferentes disciplinas : filosóficas, histórica, esto nos ha aclarado muchas dudas sobre el hombre y sus creencias. religiosa e La muerte está rodeada de diferentes ritos , muchos de ellos, han variado, por ejemplo: El testamento, el velorio, el cortejo, el sermón fúnebre, los lugares de inhumación . Pero la liturgia romana, se ha mantenido a través del tiempo, perdurando hasta el día de hoy, las conductas colectivas se repiten, variando en su forma de expresión pero no en el fondo de ellas, por lo tanto hay un hecho concreto, es que el rito funerario ha sobrevivido hasta el día de hoy. Para entender, cómo se fue creando una mentalidad religiosa , hay que remontarse a la época de la conquista de América; Según la Recopilación de Indias : Era obligación de los capitanes del Rey , que al llegar a cualquier provincia de las indias, declarasen la Santa fe. El Español, es hijo de una cultura medieval (toda su existencia estaba marcada por lo religioso, donde existía un total repudio de la magnificencia y belleza de la vida terrena, donde la creencia en el pecado era demasiado poderosa) . 3 Cuando comenzaron a desarrollarse las obras de reconstrucción de la Catedral en Santiago, podía existir la posibilidad de encontrar restos de personajes importantes. El 18 de marzo de 2005 se dio, de manera casual, con un féretro perfectamente conservado que contenía en su interior las osamentas momificadas de un hombre que vestía al estilo del siglo XIX, se pensó que este hombre podría ser Diego Portales. Con el correr de los días y con la aparición de pruebas- como un cilindro encontrado dentro del ataúd a la altura de su rodilla que tenía escrito 1837, fecha en que Diego Portales fue fusilado-es así que se tuvo la certeza de que este era el hombre que . había aparecido en el centro del altar mayor del templo. 4 Jack Le goff “ Las mentalidades una historia ambigua” “Hacer la historia” Volumen tres , Nuevos temas, Editorial Laia, Barcelona, 1983 , página 88 8 La dominación española, había creado un sistema de vida, de acuerdo a su propia cosmovisión; valores, costumbres, instituciones, llegarán con los primeros conquistadores, estos fundarán importantes ciudades, La Serena, Santiago, Concepción, Valparaíso, Valdivia, allí reproducirán sus propias costumbres e instituciones como por ejemplo, sus fiestas religiosas. El Español cristiano a mediados del siglo XVI, propaga el evangelio al tomar posesión de los territorios descubiertos, junto a ellos vinieron ordenes religiosas, como la de los agustinos, franciscanos, dominicos, jesuitas. En el siglo XVII España, se encontraba en una profunda crisis social y económica, llevando a la comunidad al padecimiento de hambre, miserias, a la aparición de pestes, a las pérdidas humanas y con ello, a grandes insatisfacciones sociales. Este siglo fue trágico, con grandes desencantos, penalidades y desilusiones. La creación y expresión del barroco, fue una respuesta a esta crisis, lo que permitió el nacimiento de una nueva conciencia en el hombre moderno, en la que se manifiesta su intervención, sin poder alterar el sistema establecido, la vida cotidiana ni la estructuración de la sociedad. El hombre sólo manifestó la exaltación y el cultivo de la novedad. El arte, la poesía, el teatro y las fiestas, fueron propias de este período barroco, las que respondían a las crisis imperantes. Una de las características del Barroco, es propiamente urbano, es en la ciudad donde se concentraban fiestas y ritos religiosos, dominando, por lo tanto, en todas las ciudades que fundaron los españoles. La ciudad de Santiago, reproducía un modelo de vida, urbano civil y burocrático, mucho más que en las ciudades de Concepción y de Chillán, que tenían un esquema más militar. En el siglo XVII, la vida en Santiago era más pacífica y comercial, esta estabilidad respondía a su alejamiento del teatro de la guerra, es en ella donde se encontrara el centro de predominio hispánico, donde adopta fórmulas festivas importadas reproduciéndolas. En cuanto a la elite, ésta no estaba definida, sino más bien por una serie de elementos materiales y simbólicos, se la llegaba a percibir y a ser reconocida como el grupo dirigente por excelencia. La base esencial era la tierra, la encomienda seguía siendo una referencia normal, sus signos exteriores de su calidad de elite, eran su modo de vida, la vestimenta, sus ceremonias públicas etc. Las exequias en las ciudades, estaban a cargo de las autoridades locales, que se esmeraban, en reproducir las fórmulas rituales oficiales. El Cabildo de Santiago, tenía la misión de adornar la Iglesia, como también de vestir al conjunto de personas de la élite municipal. Las autoridades principales, muchas veces se hacían partícipes con su propio dinero, había una gran tendencia al derroche propio del espíritu barroco. La costumbres funerarias, fueron durante el siglo XVII reglamentadas, la magnificencia que se hacía con motivos de la muerte, fue controlada, al igual que se 9 moderaron los gastos en la cera como en las posas, ( estas eran pequeñas capillas que se ubicaban en el camino donde pasaba el cortejo fúnebre ) con número determinado de luces. También se prohibieron hacer túmulos en las Iglesias, salvo para las personas reales. El templo tomó una gran connotación, en ellos se salvaguardaban reliquias, hay por parte de la población una valoración del templo, allí junto con las figuras religiosas, llegó a ser un receptáculo de los difuntos, quienes estarían protegidos y además que les permitiría esperar la promesa de la resurrección . En relación a las inhumaciones, se originó la costumbre de enterrar a sus muertos cerca de las tumbas de los mártires, o alrededor de las reliquias de los Santos y de las iglesias construidas sobre esas reliquias, se pretendía asegurar la protección del cuerpo para el juicio final. Hasta finales del siglo XVIII no se generalizó la costumbre de señalar mediante una inscripción el sitio de la sepultura, existía, el hábito de amontonar los cuerpos, de superponerlos, “ Después del coro, la capilla o la imagen de la Virgen, se encuentra como lugar de elección de sepultura “ 5 “Una de las localizaciones frecuentes era, en el siglo XII, el banco que la familia tenía en la iglesia”6 En cuanto al cortejo fúnebre se convirtió en una solemne procesión eclesiástica, en una imagen simbólica de la muerte como también de los funerales. Para entender las ceremonias religiosas de la época colonial, se debe comprender que todo el entorno de ella estaba inspirado en una gran religiosidad y el testimonio de ello ha sido sus importantes construcciones. 7 5 Philipe Ariies“El hombre ante la muerte” Taurus Humanidades, 1992, Santillana, .página 74 6 Philipe Aries, ibid, página 74 7 El Papa Pío IV, por la bula de 1561, había designado a Santiago como sede episcopal. Editorial La Catedral ocupaba un lugar preferencial y destacado en el centro de Santiago. En 1650, el Obispo Gaspar de Villarroel había logrado reconstruirla, pero cayo nuevamente en el terremoto de 1647. Volvió a reconstruirse en 1667, pero fue destruida en el terremoto de 1670, reconstruida y consagrada nuevamente en 1687. sabemos que en el gran sismo de 1739 la Catedral se volvió a restaurar a partir de 1745. Antes de ocurrido el gran terremoto del 13 de mayo de 1647, encontramos , la Iglesia de la Merced, San Agustín, La Compañía de Jesús, La Iglesia de San Francisco . Después de ocurrido este desastre el Oidor Polanco de Santillana, pudo levantar una Capilla de emergencia en la plaza de armas, recibiendo ayuda del Virreinato del Perú , es así que se pudo reanudar la Catedral de Santiago en el mismo lugar en que había sido construida ( Eugenio Pereira Salas “Historia del arte, en Chile colonial” página 35). En el siglo XVIII antes de 1730 Se sabe de la existencia de la Iglesia de San Lázaro, que ocupaba la esquina da de Cañada con la calle de cenizas. Posterior al desastre fue destruida en su mayor parte , San Lázaro en 1754, fue reconstruida, al igual que otras iglesias . 10 Las actas del Cabildo de Santiago, dieron cuenta que se construyeron muchos edificios eclesiásticos en la ciudad, la religiosidad española inició a su llegada , la construcción de la iglesia Mayor ( Catedral ) el 18 de mayo de 1561, pero fue destruida en el terremoto de 1647 , los documentos se refieren a muchas construcciones de iglesias tanto en el siglo XVII como en el siglo XVIII; la iglesia de San Lázaro ( que fue destruida en el terremoto de 1730 ) al igual que la iglesia de San Isidro, ésta última fue reconstruida en 1754, la construcción de la iglesia de la Merced descrita en 1714 por el Padre maestro Joseph Dotte 8 , se construyó la iglesia de San Miguel 9 . La destrucción de los templos, por los embates de la naturaleza, hizo de los habitantes de Santiago, hombres de gran esfuerzo, por mantener símbolos que formaban parte de sus creencias, es así como construían y reconstruían los templos que habían sido asolados por los terremotos. La Catedral ocupaba un lugar preferencial y destacado en el centro de Santiago 10, en el terremoto del año de 1647 , como en 1670, y posteriormente en 1739, por ejemplo, sufrió graves daños pero siempre estuvo, por, parte de los habitantes de Santiago, el entusiasmo y la energía de reconstruirla 11. Desde los primeros años capillas e iglesias, fueron verdaderos focos de religiosidad. Los templos pasaban a constituir un refugio y consuelo espiritual en un período donde la acción de la naturaleza ejercía su poder12. Estos lugares sagrados eran engalanados con ricas imágenes de bulto 13. Este espíritu religioso, fue muy predominante “ Innumerables días de guarda y de fiesta, que entretenían , el ocio del pueblo”14, Vicuña Mackenna señala: “ celebrábanse procesiones descomunales”15 que respondía, además, al peligro constante que ocasionaba la guerra de Arauco, atribuyendo a milagros las victorias de los españoles sobre los indígenas. Al hecho que vivían en la perenne zozobra de un alzamiento de castas, 8 “Vestían las paredes del templo en sus murallas y pilares 112 lienzos, con sus marcos dorados página 39, había cuadros de la devoción de la Virgen de la Trinidad. 9 La construcción duró 39 años, y sólo vino a inagurarse en 1702, Eugenio Pereira Salas “ Historia del arte en Chile colonial” página 42 10 El Papa Pío IV, por la bula de 1561, había designado a Santiago como sede episcopal. 11 En el terremoto de 1647 fue destruida,” la ayuda recibida del virreinato del Perú y la generosa contribución de los aterrorizados feligreses, permitieron la reanudación de la obra en el mismo sitio primitivo que había ocupado” ( Eugenio Pereira Salas “Historia del Arte en Chile colonial” página 35) pero en 1650, el Obispo Gaspar de Villarroel había logrado reconstruirla, nuevamente en el año 1670 hubo otro terremoto , pero fue reconstruida y consagrada en 1687.” El año 1696, el gobernador Tomás Marín de Poveda dio cuenta al rey de España que la Catedral se hallaba con el lustre y aparato consiguiente al culto divino y con todas las obras necesarias al servicio de ella y a la necesidad de los ministros , Eugenio Pereira Salas” Historia del Arte en Chile colonial” página 37 sabemos que en el gran sismo de 1739 la Catedral se volvió a restaurar a partir de 1745. 12 Eugenio Pereira Salas “ Historia del Arte en el reino de Chile” Ediciones de la Universidad de Chile, Santiago, 1965, página 34 13 Benjamín Vicuña Mackenna “ Historia crítica y social de Santiago” página 246 14 Benjamín Vicuña Mackenna opt. Cit. Página 361, 362 15 Benjamín Vicuña Mackenna opt. Cit. Página 362 11 principalmente de indios, que le producían a la sociedad un grado de preocupación y misticismo que se veían reflejados en procesiones religiosas. Los conquistadores españoles impusieron, las celebraciones religiosas ( que se realizaban todo el año, con misas y procesiones ) 16que también incluyen las ceremonias fúnebres, la población participaba en todas ellas. La ciudad de Santiago, se caracterizaba por tener más carácter urbano, que otras ciudades del reino de Chile, es por eso que en ella se llevaban a cabo sin grandes dificultades, las ceremonias, se atendía mejor su ornato, sus servicios de utilidad pública, la pavimentación de sus aceras, etc. El ambiente de la ciudad, se veía acompañado por el tañido de las campanas, que eran las que anunciaban mediante sus sonidos no sólo las horas canónicas sino también las litúrgicas 17 Las campanas no sólo exaltaban, sino también convocaban a los fieles. La convocación se refería a las misas, novenas y procesiones del calendario, hasta las grandes ceremonias. Las campanadas realizadas por la iglesia significaban, por lo tanto, diferentes ordenes para los vecinos.18 Santiago estaba muy bien organizado, una de sus instituciones importantes, era la Iglesia Católica, que desempeñó una gran influencia en este período, ella administraba su propia justicia sin intervención de los tribunales seculares, ni de la Real Audiencia, además ejercía el control sobre gran parte del ceremonial de la época, la educación también estaba a su cargo. Otra de las instituciones que se preocupaban por las ceremonias fúnebres, las cofradías19, ocupaban un papel fundamental dentro de las ceremonias religiosas, eran de origen medieval, reunían a diferentes laicos, en torno a una devoción común, cumplían un fin caritativo hacia sus miembros, estas hermandades, desempeñaban un papel importante en la organización del funeral, ya que procuraban al difunto el acompañamiento, honras y oraciones de los pares, todos los habitantes de la ciudad, tenían un lugar en alguna cofradía20 16 Se realizaban en el reino de Chile, fiestas civiles y fiestas religiosas, éstas últimas ocupaban muchos días ( el calendario festivo comenzaba con la Epifanía, y le seguían la fiesta de la Candelaria, Semana Santa, Cuasimodo, San Pedro, San Juan, San Francisco, Navidades) 17 En el sínodo del Obispo Carrasco encontramos la reglamentación del toque de las campanas, se estipulaba cuando debían ser tocadas ( por ejemplo en tiempos de cuaresma, en las estaciones de invierno y de verano se habían estipulado horarios diferentes) 18 Treinta campanadas , obligatorias para congregar público y asistencia al sermón diario. Campanadas para anunciar la llegada del correo de España. Golpes pausados, daban cuenta de la salud de los soberanos. En caso de una enfermedad aumentaban a 100 y a 300 campanadas en caso de fallecimiento. 19 Las cofradías respondían a diversos motivos, el primero de ellos es una seguridad en el más allá, los difuntos se aseguran las plegarias de sus cofradías, eran enterrados en el panteón de la cofradía( Jaime Valenzuela “Las liturgias del poder” página 158, los cofrades participaban en el séquito al lado del clero. Otro de los motivos asistencia a los pobres, a quienes su indigencia priva de todo medio material . Las cofradías aseguraban el servicio de pompas fúnebres de la parroquia. 20 Jaime Valenzuela Márquez“Las liturgias del poder” Centro de investigaciones Diego Barros Arana, año 2001 12 Una de las cofradías más elitistas de la ciudad de Santiago, fue la Cofradía de Veracruz: entre las personas que la componían, se encontraba lo más selecto de la sociedad, integrada por Oidores y sus esposas, por ejemplo.. Sus miembros se preocupaban de que todos los cofrades, tuviesen asistencia espiritual, de las misas que debían decirse por ellos, sus familias. El sector superior de la sociedad Colonial, estaba compuesto por españoles y criollos que residían casi exclusivamente en las ciudades de Santiago y Concepción. Altos funcionarios, por ejemplo el gobernador, los oidores de la Audiencia, algunos militares de grado elevado y las autoridades superiores de la Iglesia. A la élite, le correspondía un papel de primer orden, los beneficios de la gran propiedad, la encomienda y la riqueza. El siglo XVII , se caracterizó por la presencia constante de la muerte violenta, era una experiencia que se vivía cada día producto de la guerra de Arauco, las pestes, la invasión de los corsarios, los desastres naturales como los terremotos, marcaron un hito en ese siglo. La muerte en ese período, se caracterizaba, por la esperanza en la salvación del alma después del trance final, de ahí, la importancia asignada por los testadores al número de misas que solicitan una vez muertos, llamadas capellanías, consistían en un organismo eclesiástico o persona natural que aceptaba la obligación de realizar determinada obra pía, generalmente la celebración de un cierto número de misas, por las intenciones espirituales declaradas por el fundador. A cambio de ello, recibía una renta anual proporcional a su servicio. La muerte, en la época colonial se concebía “Como consecuencia del pecado, de la caída” un trance físico, sí no se había preparado adecuadamente, podía sobrevenir la terrible muerte del alma, por el pecado mortal, que llevaba al hombre a la perdición del infierno. 21 Las honras fúnebres, que se realizaban en esa época respondían a esta concepción de la muerte, como salvación, como coronamiento de la vida, de allí que pasaban a ser especialmente en la élite, momentos cruciales . La mayor parte de los funerales estaban a cargo del Cabildo, los fondos eran sacados de las aportaciones de los mercaderes, de los gremios y de los nobles, estos últimos gastaban verdaderas fortunas. El funeral, se entiende, como un rito religioso, que comprendía el cortejo, misa en la iglesia, la procesión, ya sea a la casa del difunto, a la iglesia y de la misma al lugar del entierro, como el discurso fúnebre. 21 Isabel Cruz “ La muerte transfiguración de la vida” Ediciones Universidad Católica de Chile, 1997, página 50 13 El cristianismo había hecho de las iglesias, el sitio por excelencia del entierro, ella brindaba protección y asilo a los cuerpos, pero esta costumbre la realizaban aquellos que tenían una solvente o regular situación económica. El templo era un lugar muy importante en el pensamiento de la comunidad ya que era el espacio de referencia para conseguir la comunicación con lo divino, era concebido como santo por excelencia, además representaba la imagen del orden, donde la celebración fúnebre adquiere sentido. En este espacio sagrado cargado de sentido, se llevaría a cabo la liturgia, adornada en forma especial para los diferentes tipos de ceremonias. En las ceremonias fúnebres se revestían las iglesias con negras colgaduras, llameantes cirios y de reflejos de vasos sagrados “En la Iglesia permanecía el cuerpo, no uno, sino dos o más días, según la categoría y calidad de las exequias, asistido por las misas, las oraciones”22. En cuanto a las Misas de Exequias, estas se desarrollaron, preferentemente, en la Iglesia Catedral, símbolo grandilocuente del poder eclesiástico y espacio de conmemoración obligado para la mayoría de los miembros de la clase dirigente santiaguina, “ Su centro visual era la capilla ardiente Barroca, monumento funerario triunfante”23. Momento culminante de la misa de honras o de réquiem era el Sermón fúnebre En cuanto al cortejo fúnebre, que llevaba el cadáver a la Iglesia, debía ser engrosado además de uno o más sacerdotes, por el sacristán, religiosos y pobres, todos ellos ataviados con negras túnicas proporcionadas por el testador, en el cumplimiento de cláusulas estrictamente establecidas. El ceremonial barroco de la muerte, fue un ceremonial Católico, dominado por la Iglesia. Era tanta la pomposidad, tanto en los lutos, como en los funerales, que llegó a suscitar una gran cantidad de disposiciones reales . Se reglamentaba la magnificencia que se hacía con motivos de la muerte, el Acta del Cabildo del año de 1631, controlaba el lujo : En sus disposiciones señalaba; que no debían usarse telas ricas, colores sobresalientes ni seda en los ataúdes, consideraba también el monarca que no necesitaban exhibir lutos, los muros de la Iglesia. En cuanto a los gastos del funeral como del entierro , implicaba una jerarquización, el Sínodo del Obispo Carrasco, asignó a todas las personas, el acceso a los mismos tipos de entierros, aunque por un precio diferente, de acuerdo con su situación socio económica”24el objetivo, era crear una igualdad ante la tumba . 22 Isabel Cruz “La muerte Transfiguración de la vida” página. 177 Isabel Cruz opt.cit pp. 174 24 Isabel Cruz “La muerte transfiguración de la vida”página . 131 23 14 Este sistema organizado en torno a la muerte, donde se destacaba, belleza y ostentación en las exequias, empezó a trizarse en Chile, hacia mediados del siglo XVIII, pero este cambio, se fue operando lentamente. En el siglo XVIII, se observa, un gran cambio en el aspecto de los funerales “ La voluntad de simplificar los ritos de la muerte, de reducir la importancia afectiva de la sepultura”25. Hay un deseo de sencillez y de austeridad en las ceremonias fúnebres, esto a raíz de un nuevo concepto de la muerte, ahora ella era concebida como un hecho de orden natural. Este deseo de sencillez, que preludia la desacralización contemporánea de la muerte, se aprecian variantes en la disposición del ritual , el número de misas. Los testamentos, comenzaron a hacerse más lacónicos y escuetos en las cláusulas relativas a cómo debía ser enterrado el difunto, a la procesión, al número de misas “26. Las ceremonias, los pormenores del entierro, interesaron cada menos a los testadores y se fueron dejando a cargo de los albaceas. La Monarquía de los Borbones, reestructuró el aparato de poder americano, sometiendo, a través del regalismo, la iglesia a su control. Prohibió dentro de sus muchas medidas las inhumaciones en las iglesias, consideradas peligrosas para la salud pública modificando las prácticas fúnebres. El edicto del parlamento de Paris, del 12 de marzo de 1763, fue la primera tentativa para modificar la arraigada costumbre de los entierros en las iglesias, los motivos de esta iniciativa era que los habitantes de los alrededores, temían por la infección que les podía producir el aire putrefacto, lo que se pretendía era poder crear cementerios, fuera de la ciudad. El proceso de traslado de los lugares de inhumación, desde la Iglesia a los cementerios “extramuros”fue muy lento. Carlos IV en la Real Cédula del 27 de marzo de 1789, ordenaba que se le informase sobre el establecimiento de cementerios en estos reinos. En ese entonces, el gobernador Ambrosio O’Higgins observaba que el pueblo de Chile, estaba convencido de que el entierro de los cadáveres, debía ser, fuera de las iglesias, hubo, a raíz de esto, mucha resistencia que se sumó a las dificultades económicas. La Real Cédula del 15 de mayo de 1804, insistió sobre la urgencia de la construcción de cementerios fuera de las ciudades. Según las leyes vigentes, sólo los Católicos podían acogerse al entierro en las iglesias. Numerosos militares y comerciantes extranjeros debían ser enterrados en los campos o en los cerros vecinos a las poblaciones. 25 26 Philipe Aries “El hombre ante la muerte” Editorial Taurus Humanidades, 1992, Santillana página 272 Isabel Cruz Opt. Cit página 180 15 En el siglo XIX, la concepción que se tenía a cerca de la muerte, es diferente, al siglo anterior, haciéndola más individual por una parte, más privada que pública, lo que estaba de acuerdo con el ideal de una moralidad más utilitaria y austera, propia de la ilustración Católica . Las condiciones de hacinamiento de los cadáveres propiciaron, que se reclamara un lugar para ellos, las iglesias se habían convertido en un lugar central, donde se realizaba la inhumación, esto conllevo una serie de medidas gubernamentales, que desembocaron en la creación de cementerios, fuera de la ciudad. Pero confluían además del hacinamiento de cadáveres en las iglesias, otro aspecto no menos importante, la higiene del lugar, hubo un momento en la vida de los ciudadanos, en que ya no se toleraron las actitudes, ideas o comportamientos que antes eran tan habituales. Los combates contra la insalubridad, se volvieron un tema general de las políticas europeas, que llegaron a estos rincones de América, hubo, por lo tanto, una política de saneamiento colectivo para impedir la propagación de males, aparece la cal, que tenía como cualidad acelerar la putrefacción de la materia viva. Hubo un deseo de parte de las autoridades, de alejar los cadáveres y sus lugares de entierro de la población. Se tomaron, por lo tanto, cuidadosas medidas para elegir el emplazamiento definitivo del cementerio general. Lo que se pretendía, a raíz de estas políticas de salubridad, crear un nuevo y verdadero espacio de recogimiento, alejado de la Iglesia, y de el mundo de los vivos, pero esta intención sirvió para distinguir los tipos sociales de la época, una distinción que se derivaba, entre otras cosas, de las ceremonias fúnebres. En esta investigación, se toma a un sector de la sociedad, a la Aristocracia: Alberto Edwards en su libro “ La fronda Aristocrática “ la define como una gran masa católica por tradición 27que: “ Se apoyaba en grandes propiedades territoriales y en influencias de familias”28 de este sector social se describirán sus funerales que se destacaron del resto ( sectores bajos, aborígenes ) por la magnificencia de ellos ya que en las procesiones fúnebres destacaba su lujo, también por el lugar donde eran depositados sus cuerpos, preferían la Iglesia, que evidentemente les resultaba de un gran costo. La Independencia fue , un conflicto político y no religioso, pero en el siglo XIX se aspiraba a dejar a la Iglesia en un ámbito más privado y no tener el papel protagónico que alcanzó en los siglos coloniales. 27 28 Alberto Edwards “La fronda Aristocrática” Editorial del Pacífico S.A., 1945 Alberto Edwards opt. Cit. . Página 154 16 A mediados de siglo, el espíritu religioso católico se manifestaba en el uso de calles y plazas, Benjamín Vicuña Mackenna , refiere el cúmulo de procesiones que se daban en la época, las llamadas de Santo Sepulcro, las del señor resucitado, etc, describe la procesión de Vera Cruz “ Compuesta exclusivamente por caballeros, y tenía por objeto honrar la imagen del Cristo histórico” 29 comentaba que: “ Aquella fiesta era exclusivamente aristocrática no podían alumbrar en ella sino los caballeros, y en consecuencia cada cirio, que era de cera barnizada de verde en memoria de las ramas de Toledo y de un grosor extraordinario, valía talvez el salario de muchos meses de un hombre de pueblo” 30en los tañidos de las campanas, también en el santo viático llevado por las calles para dar la comunión a los enfermos. En las mañanas se celebraba misa y en la noche había novenas organizadas por cofradías. Los gobiernos liberales, influenciados por la ilustración, atacaba todo lo que tenía que ver con las ideas barrocas, estableciendo medidas para este efecto : 1) Deseaba terminar con las celebraciones religiosas, Maria Graham en su “Diario de mí residencia en Chile” hacia este comentario : “El gobierno actual, al suprimir muchas de las prácticas religiosas, ha liberado al pueblo de una pesada carga”31 2) Deseaba crear un lugar de inhumación fuera de la ciudad. 3) Darle a los grupos de disidentes un espacio para su educación, para sus ritos y por supuesto un lugar de entierro. Pero la mentalidad decimonónica, aún estaba muy apegada a la religión Católica: La idea, por ejemplo, que el cadáver debía ser enterrado para su mayor seguridad en el interior de las iglesias, era aún muy fuerte, sobre todo para el sector alto de la sociedad, además, se continuaban manifestando prácticas coloniales, por ejemplo, se celebraban fiestas religiosas, María Graham , describe un interesante cuadro de cómo era Chile en el año 1822, allí relata como, aún, se mantenían costumbres españolas: “La gente es aquí tan española en sus costumbres, que será difícil para una persona determinar qué parte de sus superticiones, hábitos e inclinaciones se derivan de los aborígenes chilenos”32 también describe estas fiestas religiosas en pleno siglo XIX ,( Hace mención a la fiesta del Hábeas Cristi,: destacando una diminuta procesión : “Porque era bien poco numerosa, a pesar de formarla todos los dignatarios municipales y militares que pudieran reunirse” 33Pero era en el mar donde se desarrollaba, una parte interesante del espectáculo, unos 150 botes y canoas, adornados con los colores nacionales”34. Otra costumbre propia de la época colonial fueron las misas de difuntos (llamadas capellanías ), otro tipo de testimonios, las cartas, que reflejaban una mentalidad propia de la época colonial: 29 Benjamín Vicuña Mackenna “Historia crítica y social de Santiago” Banjamín Vicuña Mackenna. Opt. Cit. Página 243 31 María Graham “Diario de mi residencia en Chile” páginas 66-67 32 María Graham opt. Cit. página 66 33 María Graham opt. Cit. página 54 34 María Graham opt. Cit. página 55 30 17 En la carta de María Juana de Eyzaguirre que escribe a José Alejo de Eyzaguirre ( fechada el 28 de noviembre de 1822), le comenta el desastre ocasionado por un temblor en varias ciudades de Chile, y cómo se desarrollaron rogativas, para calmar los ánimos 35 , este tipo de manifestaciones eran muy frecuentes en la época anterior. En la Carta de Adriana Montt y Prado a su hijo José M León, en su hacienda Santiago septiembre 1810 36 se desprende la costumbre muy arraigada de ofrecer misas ( capellanías ) a los difuntos, esta creencia en la iglesia , y en su protección , se extendió en todo el siglo XIX y parte del siglo XX, como se observan, en los testamentos dejados por el sector más pudiente de Chile, ejemplo , el testamento de doña Juana Ross de Edwards.37 La señora Juana Ross fue benefactora del Arzobispado de Santiago“La herencia de la ilustre chilena cuya alta caridad llenó su vida y pasa más allá, en obras que ella misma quiso confiar a la iglesia y sólo a la iglesia “38 Las ideas ilustradas durante el siglo XIX, entre ellas la idea de igualdad en la tumba, se esperaba que todos ( ricos y pobres ) fueran inhumados en el mismo lugar; la higiene pública eran aspectos muy relevantes, que comenzaron cada vez a darle la importancia debida, la cultura ilustrada, quiso hacer una diferencia entre el cuerpo y el alma, insistiendo en la oración, pero disminuyendo el culto externo que era muy exagerado desde la época Barroca, donde se destacaban las lloronas, los desfiles, los sones de las campanas, el ornato fúnebre ( cortinajes, vestuario negro ). En cuanto al tema de la igualdad ante la muerte, el gobierno resolvió en 1819 poner en ejecución la idea de establecer un cementerio general fuera de los límites de la ciudad, idea que respondía a sus propósitos ilustrados; El senado consulto de 1819 había 35 “Mí amado José Alejo, deseo que te mantengas sin novedad en la salud y que no haya llegado allá el temblor que hemos experimentado aquí el día 19 a las 11 tres cuartos de la noche. Fue tan grande que pareció que la tierra quería tragarse a todos y los edificios se caían encima. Dicen que duró su extraordinario movimiento cinco minutos y a mí me parece que a lo menos duraría un cuarto de hora. Todo lo pasamos en la huerta y patio de la casa. No nos han hecho daño alguno, sólo algunas pocas tejas del mojinete da a la calle. Las torres de la Merced, las de San Agustín y sacristía y algunas otras casas han padecido, la mayor seria Melipilla y las haciendas de Posay, Chacabuco, Casablanca y Valparaíso, dicen que se ha arruinado del todo. La gente está muy atemorizada, se están haciendo rogativas de la Merced, salió nuestra Señora del trono, esta abajo, se está siguiendo su novena por la mañana, de Santo Domingo han llevado nuestra Señora al tajamar a una casa; sale el rosario y después hay sermón, el Padre Silva es, concurre mucha gente, también hay misión en la dominica, en San Diego, en todas partes, es afuera de las iglesias en la plazuela de las monjitas recoleta” 36 José María: “La muerte del doctor Don Pedro Montt y Prado, mí hermano y tu tío, me causó, a pesar de ser tan esperada, una honda pena y su ausencia no se cicatrizará tan luego. Toda la alta y baja sociedad ha manifestado un gran dolor por su fallecimiento. Era don Pedro tan hábil y tan caritativo que todos lo respetaban entre los pobres. Sus disposiciones son muy cuerdas. Les agradezco ( a ustedes ) el novenario de misas que me remiten”. 37 quién falleciera en Viña del Mar el 25 de junio de 1913 38 “La herencia de la Señora Doña Juana Ross de Edwards y el Arzobispado de Santiago” Santiago de Chile, imprenta y lit. la ilustración 1915. 18 mandado formar cementerios en toda la República por cuenta del Estado y bajo su única y exclusiva dirección. En el año 1821 se crea el Cementerio General 39 primer cementerio ubicado fuera de la ciudad de Santiago. Las medidas que se tomaron daban las señales de una preocupación por el cuerpo del difunto, de un lugar digno donde el difunto descansara , también, hubo preocupación del entorno, fueron plantados en el cementerio diferentes tipos de árboles, por ejemplo el Ñipe: “ planta silvestre de hojas glutinosas que embalsaman y purifican el aire de las fosas entre abiertas” 40con estos procedimientos manifestaba el gobierno un rechazo a la costumbre de enterrar los muertos en la iglesia. 41 El 21 de junio de 1823 el general Freire, decretó que desde el 1 de noviembre no se podía sepultar cadáver alguno en los templos o en otro lugar cualquiera dentro de las poblaciones. “Pese a las prohibiciones que pudieron existir, los lugareños practicaron y mantuvieron en entierro intramuros” 42 no es posible determinar hasta qué fecha se mantuvieron los entierros en el interior de las iglesias . “Muchas familias chilenas pudientes, entrañablemente apegadas a la costumbre ancestral de enterrar a sus muertos en las sepulturas de las iglesias, que por siglos habían sido la mansión de eternidad para sus miembros, desconocieron la ley”43 Desde 1846 hubo una proliferación de cementerios y por ende de reglamentos, hacia las ciudades de San Francisco del Monte, Melipilla, Talca y Concepción., ( muchos de estos recintos eran administrados por religiosos) . Conflicto Estado-Iglesia: En el período de la República conservadora: ( 1830 1861) la vida pública, las ceremonias ( nacimientos, bautizos, funerales ) estaban a cargo de la iglesia, además, estaban respaldadas por el artículo V de la constitución de 1833, que señalaba que la religión de Chile era Católica Apostólica romana, con exclusión de cualquier otro culto público. También se regían por el artículo 80 que señalaba que el 39 Ubicado al norte del Cerro Blanco, esta ubicación geográfica fue muy importante ya que cumplía con el nuevo ideario sanitario, era un requisito que las corrientes de aire se propagaran hacia zonas no pobladas. El presidente del senado requirió del prior del convento de Santo Domingo la entrega de un terreno, propiedad de la orden dominicana, estos cedieron el terreno con el compromiso de que en cuanto estuviera el cementerio se cedieran algunas sepulturas a los miembros de la orden 40 Benjamín Vicuña Makenna “ La ciudad de los muertos” página 111 41 En su inauguración se contó con la presencia del Director Supremo Bernardo OHiggins y el Obispo de la Diócesis Rodríguez: Una vez inagurado el cementerio general, el gobierno exclusivamente y sin intervención alguna de la autoridad eclesiástica, dictó un primer reglamento que en su artículo primero primaba la igualdad de las sepulturas:” Sin más diversidad que la de su mundano precio. Todos los nichos eran plebeyos y valía cada uno treinta pesos “ “Asistieron tropas, cañones, bandas militares y hubo bulliciosas salvas y repiques en la ciudad “ . 42 Marco León “ Sepultura sagrada, tumba profana, los espacios de la muerte en Santiago de Chile 18831932” página 76 43 Isabel Cruz “ La muerte transiguración de la vida ” página 270 19 primer magistrado como los representantes de ambas cámaras del país, tenían la obligación de observar y proteger la religión. Hasta mediados de 1860, no hubo un problema visible entre iglesia y Estado, era la iglesia la que dominaba en todos los aspectos de la vida social, pero, desde el año de 1865 hacia delante, comenzaron a agrietarse ciertos moldes que parecían firmes, comienza la secularización, la separación de las esferas religiosa y civil. Hay dos aspectos muy importantes en la vida de los ciudadanos, uno tiene que ver con el mundo privado, que es propio de cada ser humano y otro aspecto el mundo público. Desde la llegada de extranjeros a este territorio, a comienzos del siglo XIX, las costumbres y ritos que ellos tenían, la realizaban dentro de lo que hemos llamado mundo privado, en 1865 hubo un gran debate para establecer la tolerancia religiosa, consecuencia de ello, se promulga la ley del 27 de julio de 1865, que permitió a quienes, no eran Católicos, profesar su culto dentro de recintos de propiedad particular, al mismo tiempo y después de graves controversias y discusiones que se vieron reflejadas en los diarios de la época se autorizó que sostuvieran escuelas privadas. En el siglo XIX estaban en conflicto dos formas diferentes de entender el problema de la inhumación. Por una parte, se encontraba muy arraigada una mentalidad Barroca, que hacía expresivas una situación límite, como era el de la muerte, las plañideras, los ceremoniales fastuosos no se escatimaban, es así que las preocupaciones eran sobre la despedida del difunto y las misas que por disposición de los deudos se otorgaban para la salvación del alma. Para la Iglesia, la separación entre un espacio público y privado era ajena a su tradición. Todo lo que pasaba de la casa hacia fuera. era público. La iglesia no consideraba sólo el cuidado de las almas, también se preocupaba de la formación ética y moral de los individuos. “El antiguo sistema de relaciones entre la Iglesia y el Estado, perfectamente lógico dentro de un país de unidad moral Católico, ya no se adaptaba sino muy imperfectamente a la necesidad de los tiempos”44 El pensamiento liberal, se impuso no sólo sobre sus tradicionales oponentes conservadores, sino sobre los rasgos tradicionales de la misma sociedad, modernización del aparato público, adopción de órdenes constitucionales, secularización de algunas instituciones de la vida social. Junto con la ideología liberal, ciertos movimientos de raíz , Europea derivados de ella, como el racionalismo, el positivismo y el evolucionismo, se encargan de ir desterrando el papel de la iglesia, del que hacer cultural. El liberalismo no fue un todo monolítico ya que las fuerzas de esta colectividad, se encontraban divididas sobre la materia, los liberales 44 Alberto Edwards “ La fronda aristocrática” página 169 20 de gobierno rehusaban cualquier intento de separación de Iglesia- Estado, los liberales doctrinarios, eran adversos a este privilegio. La soberanía del Estado ya no se funda en un principio religioso, sino en la voluntad de los ciudadanos. La política del siglo XIX va a ser definida en buena medida por la secularización del Estado, es decir por separar la religión de lo estatal. Durante la primera mitad del siglo XIX, la relación de la Iglesia y del poder civil sufrieron roces y que la lucha de estos dos poderes, fue principalmente, tener y mantener derechos que procedían de la época colonial, por ejemplo, de la insistencia del gobierno chileno para lograr que la santa sede reconociese a sus gobernantes el derecho de Patronato45, no fue posible obtenerlo, a pesar de haber enviado el gobierno tres misiones ante la Santa Sede. La jerarquía clerical se mantuvo fiel a la Monarquía española de un modo irrefutable a pesar que los tiempos habían cambiado. Las Constituciones del principios del siglo, mantenían una inclinación hacia la Iglesia, en la Constitución moralista de 1823 de Juan Egaña, que establece la obligatoriedad del culto público de la religión Católica, con exclusión de cualquier otra. La Constitución Chilena de 1833 en su artículo 5 señalaba también que la religión del estado de Chile era Católica Apostólica Romana con la exclusión de cualquier otro culto público. Otro de los temas preocupantes y relevantes del siglo XIX fue la tolerancia religiosa, “ La constitución de 1828 reconoció específicamente la tolerancia religiosa, y aunque la Constitución de 1833 reconoció a la iglesia Católica el carácter oficial, mantuvo en el hecho esa actitud, la cual venía siendo consagrada en diversos tratados internacionales Firmados con Estados Unidos, Inglaterra y Francia”46. A principios del siglo XIX, llegaron muchos emigrantes extranjeros, esto trae, como consecuencia, la llegada de otras creencias religiosas, la protestante, el gobierno por lo tanto, se tuvo que enfrentar a un nuevo problema, la tolerancia religiosa. Se suma a esto, la preocupación de crear cementerios para disidentes. Los extranjeros que llegaron al país aumentaron considerablemente, principalmente en Valparaíso. Según los relatos de los viajeros de comienzos del siglo, Valparaíso, se presentaba como una ciudad cosmopolita, habitada de ingleses, franceses e incluso alemanes. El comercio era una actividad emergente reflejado en la variedad de tiendas instaladas. María Graham al referirse a esta ciudad, describe, que en sus calles se destacaban los carteles de sastres, zapateros, talabarteros y posaderos ingleses. Hubo una tolerancia práctica, los numerosos viajeros que estuvieron en el país durante el período de la independencia ( ingleses y norteamericanos) fueron todos protestantes. Hacia 1840 hubo una actitud más agresiva hacia los disidentes. Juan Egaña en 45 El Patronato había sido concedido al Rey de España, para designar a los administradores religiosos de común acuerdo. 46 Sergio Vergara “ Carta de mujeres ..”página 360 21 su libro “ Memoria política sobre sí conviene en Chile la libertad de cultos “ comentaba cómo la religión se estaba dejando de lado “La tendencia del siglo es a la irreligión; y así vemos que los escritos religionarios se dirigen a encontrar los dogmas incomprensibles, las ceremonias ridículas, el sacerdocio fanático”47. Atacaba con sólidos argumentos la tolerancia religiosa nos dice que “ dos religiones en un Estado, conducen a una lucha que debe concluir con la destrucción del Estado, o de uno de los partidos religiosos”48 Agregaba que la manera de lograr estabilidad y tranquilidad en el Estado era una sola religión; referente a los extranjeros señalaba “ Tampoco queremos que a los extranjeros se les impida la manifestación de su profesión religiosa, evitando siempre el proselitismo y el culto público”49, agregando “En los Estados donde sólo existen dos religiones, peligra siempre la tranquilidad “50. En este ambiente, los extranjeros arraigados, a esta ciudad, estaban iniciando la difusión del protestantismo, los pastores anglicanos y presbiterianos, sin embargo, durante varios años, efectuaban servicios religiosos en los barcos y dirigían oraciones en casas particulares. Se intentaba practicar su culto a pesar de que no había libertad. Esto se traducía en la imposibilidad de celebrar matrimonios y entierros. Hubo en esta época un serio enfrentamiento entre los representantes de la Iglesia Católica y los protestantes. El 30 de noviembre de 1819, los comerciantes de Valparaíso y el Comandante de la flota británica en el Pacífico, Mr W. H Shirreff, elevaron una solicitud para comprar un terreno en Santiago y otro en Valparaíso, con el fin de establecer un cementerio donde los funerales, se efectuaran según los propios ritos protestantes. Hacia 1820 practicaron su culto. En esta década , los extranjeros no católicos habían logrado hacer realidad el cementerio para disidentes. La práctica del culto protestante había encontrado en su primer momento serios obstáculos ya que la constitución de 1833, prohibía cualquier otro culto que no fuera católico, practicaban su religión en privado. Desde la llegada del señor Trumbull, en 1845, su presencia en Valparaíso significó un impulso para el desarrollo del protestantismo, se había desarrollado una activa labor propagandística, consecuencia de ello, fue una gran imagen de poder entre 1850 y 1860. Cuando en la ciudad de Valparaíso, se crea la escuela “ Blas Cuevas” ( 1872 ) que se caracterizó, por no tener, entre su programa, clase de religión, la Iglesia Católica, reaccionó frente a este hecho, ya que no deseaba, ni permitía perder sus derechos y se mantuvo leal a los principios de la Monarquía española, donde la religión Católica era el baluarte en toda América, la educación para, el Arzobispo, Mariano Casanova era un 47 Juan Egaña “Memoria política sobre sí conviene en Chile la libertad de cultos” 1829 página 13 Juan Egaña opt. Cit.página 16 49 Juan Egaña opt. Cit., página 17 50 Juan Egaña opt. Cit. opt. Cit. página 27 48 22 instrumento fundamental, para difundir los principios católicos y para combatir a los protestantes.. Los sectores disidentes, criticaban los excesivos derechos parroquiales, la negativa a sepulturas en sagrado para el difunto que no era católico. Rene Millar en su libro “ Aspectos de la religiosidad porteña, Valparaíso 18301930” señalaba que el culto de los protestantes en el territorio estuvo muy acondicionado por el puritanismo, donde se predicaba un estilo de vida austero, haciendo gala de pietismo, donde la vivencia religiosa estaba sobre el conocimiento dogmático. Debate en 1865 para establecer la tolerancia religiosa, se señalaba que la sociedad podía profesar libremente otros cultos. El enfrentamiento más duro que se dio en Chile, se presentó durante la década de 1870 , hubo un proceso de secularización oficial, es decir un conjunto de leyes, reglamentos y otras disposiciones legales del Estado, que poco a poco despojaron de su contenido religioso a las principales actividades y ceremonias católicas. Reformas constitucionales de la década de 1870. El artículo V, afectaba las creencias religiosas, los radicales, como Don Manuel Antonio Matta, pedían resueltamente que se suspendiese el artículo, los conservadores ultramontanos, consideraban que todo intento de reforma como un atentado contra la conciencia religiosa del país. En tanto las autoridades atacaban con singular calor todas estas ideas, llegando hasta organizar manifestaciones adversas al congreso. Una de las situaciones históricas que gatilló el problema entre la iglesia y el Estado fue la muerte del Coronel don Manuel Zañartu ( moría en casa de su concubina), el 5 de octubre de 1871. El intendente de Concepción, dio órdenes de rendirle los honores públicos que correspondían a un militar de alta graduación, a la sazón comandante del Batallón cívico, conforma a la ordenanza militar. El señor Clemente Fabres nos relata así esta noticia: “En el año 1871, murió en Concepción cierto sujeto que, según las leyes de la iglesia, no merece sepultura en sagrado en sentir del Ilmo. Obispo de esta diócesis. El intendente de la provincia, contra lo dispuesto por la autoridad eclesiástica del lugar, hizo sepultar en el cementerio católico el cadáver del dicho sujeto. El Ilmo. Señor Salas reclamó contra este atropello injuriable de los derechos de la iglesia en una nota que dirigió al gobierno”51 nota fechada el 16 de octubre de 1871. 51 Clemente Fabres, opt. Cit. página 33 23 El obispo de Concepción, don Hipólito Salas, se opuso a que se le sepultara en el cementerio Católico, argumentaba que era una violación escandalosa de la ley Canónica y civil. La sepultación en tierra bendita estaba prohibida y reprobada en estos casos como lo dispone el Derecho Canónico. Debido a la presión de la iglesia, el gobierno dictó un decreto el 21 de diciembre de 1871, el cual terminaba con la exclusión legal del entierro disidente “Articulo 1: Dentro del recinto de cada uno de los cementerios católicos existentes en el día en la república, se destinará un local para el entierro de los cadáveres de aquellos individuos a quienes las disposiciones canónicas niegan el derecho de ser sepultados en sagrado. Dicho local será proporcionado a la importancia de cada población y a la extensión de sus cementerios, debiendo separarse del resto de éste por una reja de fierro o de madera, o por una división de árboles y teniendo en todo caso su entrada por la puerta del cementerio principal”. El decreto obligaba, a que, cada cementerio Católico, destinara un lugar para los no Católicos, además permitía la erección de cementerios particulares. La dictación de este decreto dejaba abierta la posibilidad de la construcción de cementerios particulares, en su artículo 8 señalaba: “ Los cementerios particulares sólo podrán establecerse fuera de los límites urbanos de las poblaciones y previa licencia de la Municipalidad respectiva”52 . Esta disposición, trajo muchos problemas a futuro. El artículo V de la Constitución de 1833. : Expresaba que los grupos disidentes, no podían tener templos, ni escuelas, ni cementerios, que evidenciaran su calidad de tal, todos debían ser Católicos. En la sesión del 22 de julio de 1875 se votaba por fin, la ley interpretativa de la constitución de 1833: Artículo 1: se declaraba que por el artículo V de la Constitución, se permite a los que no profesan la religión Católica Apostólica Romana, su culto, pero que lo practiquen dentro del recinto de edificios, de propiedad particular. El artículo 2 : Se les permitía a los disidentes fundar y sostener escuelas privadas, para la enseñanza de sus propios hijos, en las doctrinas de sus religiones . Cementerio Católico: El 22 de enero de 1878 se llevó a cabo “ La compra de la propiedad de Doña Ventura Silva viuda de Ávila, que vendió a los párrocos de Santiago una parte de la Chacra llamada “ El llano de Santo Domingo”.Espacio representativo 52 Marco Antonio León “Sepultura Sagrada tumba profana” página 99 24 esencialmente de la muerte católica “Ajeno por completo a cualquier intento de secularización”53 Este cementerio se rigió por reglamentos, el capítulo uno haciendo referencia a las sepulturas señalaba “ que el cementerio sería el espacio de entierro consagrado únicamente a quienes fallecieran bajo el alero de la religión Católica” 54 El recinto se dividió en tres grandes áreas ( establecidas en el ritual romano )la destinada por los eclesiásticos, la de los párvulos bautizados y en tercer lugar a la comunidad de fieles. También un muro demarcaría el espacio de entierro: Ley de agosto de 1883: Artículo único : En los cementerios sujetos a la administración del Estado o de las Municipalidades, no podrá impedirse, por ningún motivo, la inhumación de los cadáveres de las personas que hayan adquirido o adquieran sepulturas particulares o de familia, ni la inhumación de los pobres de solemnidad. Esta ley fue un duro golpe para la iglesia, el Vicario Larraín Gandarillas, emitió un decreto execratorio el día 6 de agosto donde se prohibía los servicios religiosos en los cementerios laicos ( los sujetos a la administración del Estado y de las Municipalidades). Eran lugares profanos: Las capillas de estos cementerios, los prelados no debían dar el pase de entierro en estos lugares que no eran benditos. En 1883 se quita a la Iglesia la administración de los cementerios. En 1884 se promulga la ley del registro civil, que dejaba la celebración de los matrimonios, en manos de funcionarios públicos, así como el registro de los nacidos y las defunciones. El artículo V de la constitución de 1833, continuó sin alteraciones hasta que en 1925, la reforma constitucional, lo reemplazo con el inciso segundo del artículo 10 que asegura “ el ejercicio de todos los cultos que no se opongan a la moral “ Bajo este contexto histórico, donde , la iglesia Católica, se ve, amenazada por, ideas liberales ( estos reclamaban que el clero debía abocarse sólo a las funciones sacramentales en los templos y no inmiscuirse en la familia, en la política en la sociedad. ) y la afluencia de otras creencias religiosas, se comenzó a sentir cómo la iglesia reaccionó oponiéndose al pluralismo religioso y una forma de manifestar su malestar y poder, fue a través de la creación de Asociaciones Católicas, las sociedades que se crearon, tenían por 53 54 Marco Antonio León “ de la Capilla...” página334 Marco Antonio León “Sepultura sagrada tumba profana” página 104 25 objeto la caridad y la defensa del catolicismo y de la Iglesia, es decir estas sociedades buscaban el fortalecimiento de la Iglesia. 26 METODOLOGÍA: El principal objetivo, de esta investigación, es demostrar, que los rituales funerarios de la época Republicana, fueron muy parecidos a la época colonial. En ambas épocas se observa : El cortejo fúnebre, la misa, el discurso y finalmente la inhumación. A raíz del rito, se pretende a través de ejemplos, señalar cómo éste, indicaba, la importancia del difunto, queriendo dejar en la memoria colectiva la importancia de los difuntos en la vida pública de la patria. Para lograr este objetivo, se deben precisar algunos términos, por ejemplo, qué se quiere decir cuando nos referimos del concepto de la muerte , las conducta de los hombres frente a ella, en los diferentes períodos ( época colonial y época republicana). Esta investigación, se divide en tres partes; En la primera , se definirán conceptos: la muerte, el espacio sagrado, el espacio profano en estos períodos históricos, se describirá la conducta de los hombres ante la muerte, a través de diferentes fuentes, es una investigación mayoritariamente bibliográfica, recurriendo a otra fuente: los periódicos del siglo XIX. En cuanto al significado que se le da al espacio, se revisó el libro, “ Lo sagrado y lo profano” de Mircea Elade, donde señala la delimitación de cada uno de ellos. En relación a las conductas frente a la muerte se revisó el libro de: de Johan Huizinga “El otoño de la edad media” quién plantea un estudio sobre la mentalidad de una época ; en cambio en el libro de Philippe Ariés “ El hombre ante la muerte”, hace un recorrido por la historia Europea, demostrando, que el hombre ha tenido diversas conductas frente a la muerte, y que con el cristianismo, comenzó la costumbre, de enterrar a los muertos, en las iglesias, que, fue muy difícil erradicarla. Elias Norbert, en su libro “ La soledad de los muertos “, en cambio, hace una reflexión sobre la muerte, da entender, que se ha convertido en un tabú, es algo que queremos desconocer, pero forma parte de la existencia del hombre. En la segunda parte de esta investigación, se referirá a la época colonial , descubriendo, que este período, se ha investigado bastante en el medio chileno. En cuanto al pensamiento que dominaba en el siglo XVII, en Chile colonial, se recurrió al libro “La cultura del barroco” de José Antonio Maravall, el hombre del siglo XVII Español, había sufrido diferentes tipos de crisis, desarrollando un tipo de vida más etéreo, producto de los grandes conflictos sufridos, y por otro lado trascendente, de ahí que esta cultura traspaso las fronteras, llegando con el Español y estableciéndola en nuestro territorio. 27 Sobre las construcciones religiosas, como: las iglesias, los conventos, donde se efectuaban las diferentes fiestas y ceremonias religiosas, se revisó, el libro de Eugenio Pereira Salas “ Historia del arte en Chile colonial” . Para poder entender el significado de las liturgias, se reviso el libro del historiador Jaime Valenzuela “ Las liturgias del poder “, donde el autor, destaca cómo la iglesia, a través de las ceremonias religiosas controla a toda la comunidad de la época. Para desarrollar el tema de los funerales, se revisó el libro “ La muerte transfiguración de la vida” de la historiadora Isabel Cruz, sirvió mucho, ya que hace una descripción de los funerales del siglo XVII, XVIII, tanto de los reyes españoles, como de los Obispos, hace referencia a los cambios ocurridos en el siglo XVIII, con respecto a las actitudes frente a la muerte y los funerales. En el primer capítulo de este libro, se refiere, cómo las diferentes disciplinas filosóficas, históricas, se han preocupado de dar una definición de la muerte, señala la actitud que se tenía de la muerte en la época colonial basándose en diferentes tipos de fuentes, por ejemplo, testamentos, pinturas, actas del cabildo entre otras; en el segundo capítulo hace referencias a las honras fúnebres, resaltando el carácter público de ellas, en el tercer capítulo se refiere a los lugares de inhumación destacando a la iglesia como el principal espacio consagrado a los difuntos. Este texto, es muy completo en cuanto a su extensa e importante información bibliográfica, demás está decir que sirvió de gran ayuda en este trabajo En cuanto a los testamentos coloniales, para entender, sobre la concepción que se tenía de la muerte, esta costumbre, que, era propia de todos los grupos de la sociedad, pero donde tenían mayor relevancia era en los sectores altos, ya que se solicitaban, por ejemplo, capellanías, se revisó: “ Testamentos de indios en Chile colonial 1564-1801” recopilados por Julio Retamal. José Toribio Medina, en su libro “Cosas de la colonia”, allí aborda el tema de algunos funerales, como por ejemplo, el que se le realizó a la madre de Carlos III, transcribe algunas reglamentaciones sobre los lutos. Se indagaron, instituciones tan importantes como, el Cabildo, en la ciudad de Santiago, las Actas de éste hacen referencia, a múltiples puntos, como por ejemplo: las medidas que se tomaban frente a un funeral, la revisión de sus actas, ayudaron a entender la preocupación que se tenía por el orden y la ornamentación en los templos, cada vez que se debía realizar un ceremonial fúnebre, el Cabildo estaba presente, además muchas veces debía costear estas ceremonias, también hacer respetar los decretos que llegaban de la Península. Otra institución de gran alcance fueron las Cofradías, que tuvieron un papel muy importante en la organización de los funerales, Benjamín Vicuña Mackenna en su “Historia crítica y social de Santiago” se refiere a ellas. 28 Se quiso, entender de que se trataba esta institución, sus orígenes sus reglamentos, se revisó el “Manual del cofrade Carmelita o exposición del origen, privilegios y deberes y usos de la cofradía del escapulario de la Santísima Virgen del Carmen” , también un artículo:“ Espacio público y espacio religioso en Chile republicano” , de la historiadora Sol Serrano; también el historiador Jaime Valenzuela en su libro “ Las liturgias del poder “ se refiere a ellas. Para conocer las restricciones que se daban a los clérigos, se hizo una revisión, de los Sínodos del Obispo Carrasco y del Obispo Alday, de los años de 1688, sobre todo, para entender, cómo se regulaba el comportamiento de los individuos en los funerales, estos, ayudó, para entender el desenvolvimiento de los eclesiásticos en diferentes aspectos de las ceremonias fúnebres. En cuanto al tema de la costumbre de las inhumaciones al interior de las iglesias se revisó el artículo de Diegos Barros Arana “El entierro de los muertos en la época colonial” En la tercera parte y final de esta investigación, se aborda el período Republicano, entender la actitud que se tenía frente a la muerte, y cómo se desarrollaban los funerales, para ello, era necesario estar imbuido en un nuevo pensamiento y en el cambio que produjo este, desde mediados del siglo XVIII. Bajo estas ideas , se revisó “ Historia de la Vida privada en Chile”, el Chile moderno de 1840 a 1925; bajo la dirección de Rafael Sagredo y Cristían Gazmuri. Para poder entender el concepto sobre la muerte, se revisó, una serie de testamentos, del siglo XIX, , las cartas, serían una fuente, para poder entender esta mentalidad, el libro de “ Cartas de mujeres en Chile 1630- 1885” , ayudaron, a comprender cómo entendían la muerte, sus creencias. Para comprender en qué condiciones estaba la iglesia en el siglo XIX, se consultó el libro “La iglesia de América latina en el siglo XIX” de Ricardo Krebs. En el libro “Cuatro presidentes de Chile”, de Agustín Edwards, se encontró la relación de la iglesia y el Estado, cómo los gobiernos, tanto conservadores como liberales, se empeñaban en mantener , por un lado el artículo V de la constitución de 1833 y los liberales deseaban modificarla. Se consultó el libro de Juan de Egaña donde da los argumentos para señalar que la tolerancia religiosa es nociva para la tranquilidad y seguridad de nuestro país. Los conflictos ocasionados entre Iglesia y Estado, produjo muchas reacciones en el sector Católico que influyeron en los funerales, es así que revisamos el libro del señor Clemente Fabres, “ Los cementerios Católicos o sea análisis crítico legal del decreto supremo del 11 de agosto de 1883” era como pudimos constatar un gran opositor de esas medidas. 29 La iglesia era muy contraria a las resoluciones que tomaba el gobierno, el Obispo de Concepción Hipólito Salas en su opúsculo “ El despojo de los muertos” refleja el ambiente en que se vivía, la intención de publicar una serie de cartas entre él y el ministro Altamirano era difundir cómo los derechos de la iglesia eran pisoteados, su objetivo era divulgar al público el atropello que se estaba haciendo a la propiedad. En cuanto a los lugares de inhumación, se consultó el libro “ La ciudad de los muertos” de Benjamín Vicuña Mackenna, documento interesante, que en forma casi literaria, relata cómo se gesto la compra de terrenos para realizar el primer cementerio extramuros de Santiago. Se consulto el libro de Marco Antonio León León “Sepultura Sagrada, Tumba profana” que describe el desarrollo y evolución de la historia del cementerio General ( año 1821), la creación del cementerio Católico, los conflictos entre Estado e Iglesia a raíz del decreto de 1871, también nos informa de diversos funerales del siglo XIX, otro libro de este autor, “ La cultura de la muerte en Chiloé” nos describe la conducta que tenían los isleños frente a la muerte, sus comportamientos, donde observamos que hay una gran connotación mitológica. Otro artículo , de este autor, “ De la capilla a la fosa común: El cementerio Católico parroquial de Santiago, 1878-1978” donde hace una referencia a la creación del cementerio Católico. En relación a este tema se transcribió la aprobación de los planos para la construcción del cementerio Católico que se encuentra en el boletín eclesiástico, Tomo VI, 1875-1872 ( que se encuentra en la Biblioteca Nacional de Chile , microfilmado) A raíz, de la llegada de ingleses, alemanes y franceses a nuestro territorio, la iglesia se vio amenazada, por otras creencias diferente a la suya, importante, fue, poder leer el libro de Rene Millar “Aspectos de la religiosidad porteña, Valparaíso 1830-1930 “donde el autor se preocupa de describir entre otros aspectos el culto de los protestantes y el culto católico, destacando como éste último se sobrepuso a las contingencias del momento, creando y desarrollándose con gran fuerza las manifestaciones del poder de la iglesia Católica a través de la creación de cofradías y apoyando las fiestas religiosas. El historiador, Eduardo Cavieres, en su libro “ Comercio chileno y comerciantes ingleses, 1820-1880: ( un ciclo de historia económica ) “ nos describe el impacto y conflicto que le ocasionó a la iglesia la llegada de extranjeros a nuestro territorio, sobre todo a la ciudad de Valparaíso. Las descripciones de los viajeros también pasan a ser un documento valioso María Graham en su “ Diario de mí residencia en Chile” describe la religiosidad en Valparaíso y de la extrañeza, que les daba a los extranjeros la devoción que había por la religión católica. En cuanto a la literatura, también pasa a ser un documento valioso, es así que, se leyó “Memorias del tiempo Viejo”, escrito por Orrego Luco . Al revisar, los diarios de la época, para destacar, entre otras cosas el ambiente de conflicto que se produjo con la llegada de extranjeros, sobre todo protestantes, que transmitían sus costumbres, ( se revisó el diario El Mercurio de Valparaíso del 13 de 30 diciembre de 1872, artículo “ La masonería y el gobernador eclesiástico” donde defienden sus posturas en relación a la enseñanza), también revisamos las actitudes del Arzobispo Casanova respondiendo a través de la prensa las actitudes de los protestantes ( diario el Mercurio de Valparaíso del 14 de diciembre de 1872 artículo “ La religión en la escuela” ). La prensa ayudó a reconstruir los funerales de la época ( ellos describían las ceremonias anunciando como es lógico, el deceso de tal o cual personaje que tuviera alguna connotación pública, posteriormente se dedicaban a realizar una pequeña reseña de su vida y en muchos casos habían palabras de elogio para los difuntos, resaltando su valor, su entereza y o su servicio ). De los diarios que se revisaron “El Ferrocarril” con fecha 21 de julio de 1877 donde se consigna el fallecimiento de Federico Errázuriz, del mismo diario pero con fecha 23 de septiembre de 1880 se refiere la muerte y ceremonia fúnebre del Señor Manuel Montt. El diario “El Ferrocarril” con fecha 10 de junio de 1884 se anuncia y describe el funeral del señor Anibal Pinto; el mismo diario pero con fecha del 19 de julio de 1889 nos informa sobre las ceremonias fúnebres del Señor Domingo Santa María, el “Mercurio de Valparaíso “ del 21 de septiembre de 1891 nos señala la noticia del suicidio de José Manuel Balmaceda. Se quiso indagar, cómo describían y el impacto que les producía ciertas pérdidas de los hombres públicos como por ejemplo de Diego Portales ( Diario el Mercurio de Valparaíso 10 de junio de 1837 ) . Sobre lo ocurrido en el combate Naval de Iquique y Arturo Prat ( revisamos “El ferrocarril “ con fecha 24 de mayo de 1879,” el Mercurio de Valparaíso” del 26 de mayo de 1879, artículo llamado “ La Esmeralda no quiso rendirse” ), se recurrió a la prensa para tener información de otros anuncios de fallecimientos de personajes públicos y notables, por ejemplo el diario “El Ferrocarril” del 27 de enero de 1887 anunciaba la muerte de Benjamín Vicuña Mackenna. También el diario “El Ferrocarril “ con fecha 10, 11 de diciembre de 1863, consigna el incendio de la Iglesia de la Compañía . 31 LA MUERTE Y SUS CEREMONIAS En este breve capítulo, se definirán, algunos términos, donde se inserta esta investigación, se explicará, que se entiende por muerte de acuerdo a las definiciones de filósofos, escritores e historiadores; luego se definirá “ honras fúnebres”, y conceptos como capellanías, y finalmente se pasará a describir las funciones de los Cabildos y las cofradías con respecto a las ceremonias fúnebres. “La historia de la muerte ocupa en la nueva historia de las mentalidades un lugar que en absoluto es menor” 55 con esta frase de Michelle Vovelle queremos comenzar para referirnos a la muerte que actualmente pasa a ser para los historiadores tema de estudio. En primer lugar se debe definir, qué se entiende por muerte, entender cómo la comprendían en el período colonial, y describir las ceremonias fúnebres de esa época, pasando luego a las ceremonias del siglo XIX . La muerte es un tema relativamente reciente, los historiadores franceses se han preocupado principalmente de ella como por ejemplo : Phillipe Ariés, quien nos señala en su libro “ El hombre ante la muerte”cómo en el período antiguo y en la edad Media se entendía la muerte, destacando que en esa época, su presencia se hacía sentir , es decir daba señales que estaba cerca, así por lo menos lo percibía la comunidad, luego nos señala una etapa que llamó “ La muerte propia” donde el testamento tomó gran connotación, por último en el siglo XIX se refiere a una muerte ajena, es la muerte del otro. Michel Vovelle, apuntó ciertas características de la muerte, la calificó como “ muerte sufrida”, que tenía como característica principal sus datos cuantitativos, también nos señala “La muerte vivida” que representaba una serie de gestos que se realizaban frente al deceso de un individuo. En Chile, se cuenta con la investigación, desde los historiadores positivistas (el señor Diego Barros Arana en “ El entierro de la época colonial” nos describe las costumbres coloniales de enterrar muertos en las iglesias, por lo tanto el concepto de muerte era otro, muy arraigado con la iglesia ; el señor Benjamín Vicuña Makenna en su libro “ La ciudad de los muertos”, nos informa de la creación del cementerio general en el año de 1821, de sus reglamentos, del primer entierro que causó gran conmoción en la época; cómo surgió inmediatamente creado, el rito de visitar a los muertos el día de todos los santos, también describe cómo se dieron los cambios dentro del cementerio, las 55 Michele Vovelle “ Ideologías y mentalidades” página 101 32 sepulturas de algunas personas, etc. Perfilándose un concepto diferente al del período colonial, ilustra un nuevo concepto de muerte, más individual. Posteriormente historiadores como la señora Isabel Cruz, con su libro “ Muerte transfiguración de la vida” hace una descripción del concepto de muerte, que se tenía en la época colonial, donde predominaba la ideas cristianas, también menciona los funerales en los tiempos coloniales; donde la muerte era el rito de paso de esta vida a una más gloriosa ; el historiador Marco Antonio León, ha abordado el tema de la muerte en su libro “ Sepultura sagrada tumba profana” donde se ha preocupado de describir los conflictos iglesia Estado que dieron origen a una serie de hechos que llevó finalmente a la separación de estas dos instituciones, analiza las sepulturas del siglo XIX, expresiones por cierto de todo un concepto propio del siglo; también su interesante investigación sobre “ La muerte en Chiloé “, que describe cómo confluyen las propias costumbres de los isleños y las ideas foráneas en la actitud frente a la muerte como también en el rito funerario. Esta investigación, es una descripción de las actitudes colectivas, sus comportamientos frente a un hecho de dolor, la obstinación sobre todo en el período colonial, de enterrar sus muertos en las iglesias, de sus ritos, donde hay una red de gestos muy arraigado. Hay una concepción Católica tradicional de la muerte basada en los evangelios y en la teología cristiana que afirma que la muerte pertenece a la vida56 . La visión que tenía el hombre de la época colonial frente a la muerte, se observan en sus representaciones plásticas57 en sus testamentos y en sus comportamientos, especialmente en las ceremonias fúnebres la presencia de la muerte en la pintura, era un permanente llamado a meditar sobre la fugacidad de la vida”58 La figura de la calavera, representó durante el Barroco, la señal de que la muerte era igual para todos los hombres, en la pintura virreinal, aparece siempre acompañada de un Santo, para recordar lo efímera que es la vida, las representaciones de la muerte , la observamos también en los Vía Crucis, pintados en las iglesias, conventos y capillas, en ninguna iglesia faltaba el Vía Crucis, la muerte no representa el fin de la existencia, Cristo resucita al tercer día, por lo tanto reflejaba la esperanza de una nueva vida. La creencia, que, una vez que el individuo dejaba de existir, el cuerpo y alma se separaban. El alma una vez libre, trascendía la inmortalidad, pero sólo cuando, se había preparado, en vida adecuadamente, para una buena muerte, sí no era así, podía sobrevenir la terrible muerte del alma por el pecado mortal, que llevaba al hombre a la perdición del infierno, que se entendía, como un lugar determinado de la geografía del más allá. 56 Isabel Cruz “ La Muerte transfiguración de la vida” página 32 La pintura Virreinal, procedente de Quito, Cuzco y Alto Perú ofrecía a los chilenos visiones místicas de la eterna bienaventuranza; importancia a la Virgen María, a los santos el cielo era representado por un lugar tranquilo iluminado por una luz dorada( La muerte de San Francisco” “San Francisco entre el cielo y la tierra “ “La coronación de la Virgen María”). 58 Isabel Cruz “ La muerte transfiguración de la vida” Ediciones Universidad Católica de Chile, 1997página 54. 57 33 La idea del cielo y del infierno, estaba en esta época muy arraigada, y fue reforzada por el cardenal jesuita Belarmino en su libro “Arte de bien morir” donde aconsejaba prepararse para la muerte ya que en el infierno se iban a padecer eternamente grandes necesidades. El hombre colonial consideraba la muerte como una realidad universal, sabía que en algún momento moriría, su cuerpo y alma se separarían, y se terminaría el estado de viador ( caminante sobre la tierra ). El hombre muere, porque es pecador, por lo tanto debe tomar en serio la vida, a la muerte sigue el juicio particular, luego vendrá el juicio final, su vida debe ser una preparación para el juicio de Dios. La muerte pasaba a ser una ruptura trágica, pasaba a significar un hecho doloroso, que se manifestaba en las expresiones del funeral. Los testamentos coloniales hacen referencia de la actitud que tenía el testador frente a la muerte, tomaremos como ejemplo el testamento de Felipe de la Vega, donde observamos sus creencias y sus disposiciones testamentarias: Refiriéndose a sus creencias : “ Invocando como primera y ante todas cosas invoco por mis abogados e intercesores a la serenísima siempre virgen maría madre de Dios y señora nuestra y a los Santos mis abogados y a todos los demás de la corte Celestial para que intercedan ante su divina majestad me quiera perdonar mis pecados y cuando de esta vida lléveme a gozar de su santísima gloria” 59. Se observar, que hay una creencia en un mundo diferente, mucho más amable, mucho más glorioso. Para la mujer cristiana la muerte era religiosa y escatológicamente un gran acontecimiento, pues se trataba del momento en que Dios juzgaba el alma de pobres y ricos, premiando o castigando con el cielo, el purgatorio o el infierno, según su actuación en la vida temporal. La proximidad de la muerte, permitía a la mujer fijar su memoria proyectando su voluntad sobre los ámbitos celestiales y terrenales. En el primer ámbito lo hacía disponiendo sobre los cuidados que deseaba para su cuerpo y alma, tomando precauciones post-mortem, sobre su mortaja, vigilia, capellanías, rezos, sepultura. A todos sus testamentos los inicia con la invocación de Dios y la virgen, seguido del nombre de la testante, su lugar de origen60. 59 Julio Retamal: recopilación de testamentos de indios en Chile colonial 1564-1801” Testamento de Felipe de la Vega 60 Testamento de doña Xaviera Bustos fechado en 1790: “En el nombre de Dios todopoderoso. Amen Sepan cuantos esta carta de mí testamento última y postrimera voluntad vieren como yo Doña Javiera Bustos, hija ilegítima de Tomás Bustos y Josefa Almendras, natural de esta doctrina de la Concepción... estando enferma en la cama y sana del entendimiento y mi entero juicio cabal, cual Dios nuestro Señor ha 34 Las invocaciones a Dios, a la virgen y a los ángeles, le dan al testamento un carácter de solemnidad, lo que se pretendía era la salvación del alma, que quedaría en la memoria celestial y la aceptación del cuerpo en el campo santo religioso. La muerte se presenta, ante quienes sobreviven, como un hecho real donde se toma conciencia de nuestra propia finitud. El premio Nobel de literatura, Octavio Paz, señala en su libro “El laberinto de la soledad” que con el advenimiento del catolicismo se modificó radicalmente la concepción de la muerte donde la “ idea de la salvación, que antes eran colectivas, se vuelven personales”61 , “Para los cristianos el individuo es lo que cuenta”62 se interpreta que la muerte de Cristo salva a los hombres pero en forma particular. Octavio Paz, hace una crítica, a la actitud contemporánea sobre la muerte: “En el mundo moderno todo funciona como si la muerte no existiera. Nadie cuenta con ella. Todo la suprime: las prédicas de los políticos, los anuncios de los comerciantes, la moral pública, las costumbres, la alegría a bajo precio y la salud al alcance de todos que nos ofrecen hospitales, farmacias y campos deportivos. “63 El filosofo Sartre en su libro” El ser y la nada. Ensayo de ontología fenomenológica” señala “ la muerte lejos de ser mí posibilidad propia es un hecho contingente que, en tanto que tal, me escapa por principio y pertenece originariamente a mi facticidad. No puedo descubrir mi muerte ni esperarla, ni adoptar una actitud hacia ella pues mi muerte es lo que se me revela como lo indestructible, lo que desarma todas las esperas, lo que se desliza en todas las actitudes y particularmente en las que se adoptaron para con ella, para transformarlas en conductas exteriorizadas y fijadas, cuyo sentido está confiado para siempre a otros que nosotros. La muerte es un puro hecho, como el nacimiento. Nos viene de afuera”64. Josef Pieper en su libro “Muerte e inmortalidad” señalaba que hay temas que son eminentemente filosóficos y uno de ellos es la muerte, ya que obligan a la reflexión” incluso se diría que con ella empieza toda la filosofía” 65 . servido en darme, creyendo como firmemente creo en el Alto misterio de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas y un solo y en todos los demás misterios que tiene nuestra Santa madre iglesia Católica, debajo de cuya creencia y fe he vivido y protesto vivir y morir como fiel y Católica cristiana invocando como invoco a la Serenísima Reina de los Ángeles María Santísima, Señora Nuestra, Madre de nuestro Señor Jesucristo y a todos los demás santos y santas de la corte del cielo para que intercedan con su divina majestad, me perdone mis grandes culpas y ponga mi alma en carrera de salvación cuando de esta presente vida salga..” 61 Octavio Paz “El laberinto de la soledad” página 60 62 Octavio Paz. Opt. Cit.. Página 60 63 Octavio Paz opt. Cit. . Página 2 64 Satre opt. Cit. página 651 65 Josef Pieper “ Muerte e inmortalidad” página 13 35 La muerte es más que un acto humano “ Cuando hablamos de la muerte se carga la entonación sobre el hombre; mientras que el animal perece, se acaba” 66 por lo tanto el autor nos señala que el estado de la muerte es común al hombre como al animal.. También señala la inevitabilidad de la muerte en todos los hombres, esta conciencia, es algo que en la opinión de Pieper, de suma importancia, este hecho es irreversible “Algo que no puede deshacerse no volverse atrás “67con respecto a la percepción de la muerte “hoy sigue teniendo lugar de cuando en cuando, y del cual lo mejor es no hablar, por lo menos en público” 68. El psicólogo, Elias Nolbert en “La soledad de los moribundos” destaca que toda vida tiene un fin, donde lo que se pretende en la actualidad es intentar evitar el pensamiento de la muerte alejando de nosotros su presencia o mirarla de frente, como un dato de la propia existencia. Elias Norbert señala que en la Edad Media, la violencia era un hecho cotidiano, mendigos, lisiados formaban parte de la escena normal en el paisaje medieval, hablar de la muerte no era tan complicado, más aún se hablaba con frecuencia y más abiertamente de ella, en esa época las miserias de la vida formaban parte de la escena normal “ El miedo ante el castigo después de la muerte, el miedo por la salvación del alma se apoderaba a menudo y sin aviso de pobres y ricos” ” El hecho de morir fue en otra época un asunto mucho más público que en la actualidad” 69 “ el morir era entonces, para jóvenes y viejos, algo menos oculto, más familiar, omnipresente” “ En el siglo XVII los hombres todavía podían llorar en público”70 Según Michelle Vovelle hay una muerte sufrida “ es el hecho en bruto de la mortalidad”71 con esto se refiere a la tasa de mortalidad, según el sexo, la edad, etc. Esta investigación tiene que ver con la muerte vivida, que Michelle Vovelle la define como “ La red de gestos y ritos que acompañan el recorrido de la última enfermedad a la agonía, a la tumba y al más allá “ 72 La actitud del hombre frente a la muerte, iba cambiando lentamente , principalmente a mediados del siglo XIX, se disfruta más de la vida, ya no se pensaba en el buen morir como en la época colonial; se distingue una mayor preocupación por la salubridad con respecto por ejemplo a las inhumaciones. El historiador Benjamín Vicuña Mackenna señalaba: 66 Josef Pieper: “ Muerte e inmortalidad “ página 20 Josef Pieper. Opt. Cit. Página 26 68 Josef Pieper opt. Cit página 18 69 Elias Nolbert “ la soledad de los Moribundos” página 26 70 Elias Nolbert opt. Cit. página 37 71 Michelle Vovelle. “ Ideologías y mentalidades”Editorial Ariel, Barcelona, 1985página . Página 102 72 Michelle Vovelle, opt. Cit. página 103 67 36 “Respecto del mundo moral, la diferencia del trance último del ser humano aparece enorme en la comparación de los tiempos. Hoy día la muerte, asemejándose en lo que es posible a las mudanzas de otro género que alcanza la existencia, ha perdido gran parte su antiguo horror. Sea que se crea menos en el diablo y sus satélites, sea que la filosofía y la mayor dilatación de los horizontes de la vida espiritual hayan comunicado a la fe, a la esperanza, a las afecciones íntimas, a las aspiraciones de la eternidad una atmósfera más hermosa y más benigna” 73: la muerte entonces “ no es un castigo : es un viaje”74 El concepto de la muerte en el siglo XIX tiene una significación romántica , es la muerte del otro “ Del inolvidable objeto amado, de la esposa del hijo “75. Hay una gran sensibilidad que se manifiesta a lo largo del siglo XIX de diferentes maneras: En primer lugar, los discursos fúnebres : Lleno de nostalgias añoranzas y reconocimientos, como ejemplo señalamos lo que le dirigían en su honor a Bernardo O’Higgins “El discurso pronunciado por el procurador municipal, José Antonio Argomedo, en la ceremonia de recepción en Santiago de los restos mortales del héroe de Rancagua, señaló que en el acto de “ recuperar las preciosas reliquias de aquel a quien todo se le debía”, los chilenos estaban recobrando la parte de ellos mismos que aún les faltaba. Al señor Zorobabel Rodríguez “ Amante apasionado de la justicia y de la verdad, peleó con valor indomable las batallas del derecho y de la libertad “76 . Un segundo punto en relación a la manera de expresar la gran sensibilidad de la época, los grandes homenajes póstumos: Se le hicieron a Don Bernardo O’Higgins, en el año 1869 al ex presidente José Manuel Balmaceda en 1896 a Orella en 1896, entre otros. En la época colonial, no interesaba en que lugar podía encontrarse el muerto, una vez enterrado, pero en el siglo XIX es todo lo contrario: Se quiere identificar el lugar donde está enterrado el difunto para mejor recordarlo, hay un pensamiento más concreto, no se refleja una actitud espiritual con el sólo hecho de pensar en la trascendencia, se piensa que los restos del ser querido se encuentran allí, en ese lugar. Siguiendo a Philipe Aries, en el sentido que la muerte se concebía como la gran ausencia y por lo tanto la añoranza del ser querido, se reflejan por lo tanto en las sepulturas estas ideas, sin que haya contradicción en lo que se ha mencionado se distingue en la sepultura en primer lugar el poder económico, ya que muchas de estas tumbas son imponentes. Vicuña Mackenna en su libro “La ciudad de los muertos “ señala la existencia en el cementerio general de Mausoleos grandiosos, nombra la capilla de la familia Garín, los sepulcros de la familia Cousiño, de la familia Goyenechea, la de la familia Soto, la de los Balmaceda. 73 Benjamín Vicuña Mackenna , “ Historia crítica y social..” página 549 Benjamín Vicuña Mackenna, opt. Cit. página 549 75 Michelle Vovelle, opt. Cit. página 46 76 Corona Fúnebre de Zorobabel Rodríguez página 10 74 37 Vicuña Mackenna, recuerda las víctimas del incendio de la iglesia de la Compañía, ocurrida el 10 de diciembre de 1863: ”Encuentrese, a manera de un potrerillo en miniatura, imagen del primitivo asiento del panteón- un pequeño cuadro encerrado dentro de una reja, y que tiene en su única puerta de entrada una leyenda verdaderamente terrible y una gran frase que hiela de espanto el corazón del que pasa y recuerda esa leyenda y esa frase dicen así: “incendio de la Compañía 8 de diciembre de 1863. restos de sus víctimas 2.000 “ más o menos”77 Continuando con la idea de mantener el recuerdo vivo de seres de gran significación, en el templo más importante de Santiago, en su Catedral, espacio público yacen :los restos de varios Obispos, Arzobispos, etc. Numerando los nichos de Norte a Sur, tenemos los siguientes nombres Nicho cuatro Don Rafael Fernández Concha (1833-1912) Nicho cinco Don Mariano Casanova ( 1908) Nicho seis Juan Ignacio Gonzalez Eyzaguirre ( 1844-1918) arzobispo de Santiago ) Nicho siete: Crescente Errazuriz Valdivieso ( 1839-1931). Nicho ocho Aldo Laghi nuncio Apostólico. Nicho nueve Isabel Riquelme, madre de Bernardo O’Higgins Nicho doce: Don Manuel Vicuña Larraín 1° Arzobispo de Santiago. En la nave lateral izquierda: José Miguel Aristegui, Obispo fallecido en el año 1876. Puerta que comunica con el patio interior sur, encontramos los restos de Don Juan Melgarejo, fallecido en 1754, Obispo. En la parte posterior del presbiterio se encuentran los restos de Don Luis Muñoz de Guzmán, y de Don Anselmo Benavides.1787. En el coro Encontramos los restos de Don Diego Portales Rodríguez Zorrilla, muerto en 1832 “Este sacerdote murió en España, desterrado por el gobierno de Chile, a causa de sus ideas realistas. Sus restos fueron traídos a Chile en 1852, al cumplirse el primer centenario de su fallecimiento” “ Al lado de una mansión regia, pero en cuyo frontispicio una modestia sublime ha resistido a inscribir un nombre, álzase sobre una columna de mármol liso el busto renegrido de un hombre humilde que vivió siempre en el pórtico de los palacios para servir desde allí a los desheredados de las chozas, de las cárceles y del patíbulo...es el busto de José Romero, tambor de los infantes de la patria en Maipo, edecan honorario de todos los gobiernos “. “ En 1828 fueron traídos desde Mendoza los restos de los tres hermanos Carrera” Los ilustres muertos fueron depositados en la iglesia del monasterio del Carmén de San Rafael, Cañadilla, el 5 de mayo de aquel año. El 13 de junio siguiente se les condujo con gran pompa a la iglesia de la Compañía, donde se celebraron honras fúnebres . 77 Benjamín Vicuña Mackenna “La ciudad de los muertos” página 105, 106 38 El 30 de Septiembre de 1837 fueron depositados en la Recoleta dominicana Diego Portales “ Encerrado en metálico ataúd “ se le enterró en el cementerio en 1837, luego “ Fue traído a la Catedral, acompañándolo en parte en esta fúnebre andanza el también ya finado Don José Tomás Ovalle” La sepultura de María de Mercedes Alcalde fue una “ de las primeras sepulturas que tuvo una cubierta de mármol (1843 )45 junto a ella otra losa, era la tumba de Francisco Bello. El busto del ilustre Sazie, fue colocado en el primer puesto del claustro “ junto a la reja y frente a frente del monumento del general O’Higgins en el departamento de los mausoleos “ “Es uno de los pocos sepulcros que tiene un epitafio de gratitud “. Todos estos casos, demuestran, que el concepto de la muerte, tiene que ver, con la gran ausencia y nostalgia, del ser que se fue, pero que se mantiene en nuestros recuerdos, gracias al tributo que le ofrecemos a través, de la construcción de mausoleos. Un caso especial que se debe tomar en cuenta, es lo que sucede en el Archipiélago de Chiloé : lejos del continente y de las ciudades más importantes : 78 Este Archipiélago también fue conquistado por los españoles allí , se edificaron iglesias y Capillas destinadas a congregar a una población dispersa en torno a la divinidad, que de una u otra manera, articuló un conjunto de manifestaciones sacras como por ejemplo procesiones y rogativas. En Chiloé también llegaron muchas instituciones y costumbres de los españoles como las fiestas religiosas y por ende las costumbres funerarias. Muchos tipos de muertes estaban vinculados con seres mitológicos, los mitos como leyendas eran para los chilotes una respuesta de hechos inexplicables a través de mecanismos no racionales. Las tragedias marítimas estaban vinculadas con seres mitológicos por ejemplo con la Sirena o con la viuda que era el arquetipo universal de la presencia fatídica de la muerte, no podía ser una muerte natural. Las iglesias y capillas, construidas en el archipiélago. se convirtieron en lugares de oración como también en sitios de descanso para los muertos La inhumación dentro de 78 El Archipiélago de Chiloé comprende la gran isla que lleva este nombre y las islas adyacentes . Más de cuarenta islas con una superficie aproximada de 9.500 kilómetros cuadrados. Al norte queda separada de la tierra firme por el canal de Chacao, estrecho que en su parte más angosta sólo mide alrededor de dos kilómetros . Los españoles llegaron en el siglo XVI repartiéndose las tierras, se estableció un grupo de nobles familias, una de las más sobresaliente fue el clan de los Colmeneros de Andrade, grupo de encomenderos, que pasó a poseer con el tiempo grandes riquezas, cargos públicos, colaborando con la Iglesia y con la religión. Las primeras órdenes regulares que se establecieron en Chiloé fueron la de los franciscanos y Mercedarios en el siglo XVI y en el siglo XVII llegaron los Jesuitas. La evangelización que practicaron era de tipo circular, consistía en que los misioneros recorrían todo el contorno de la isla llevando el evangelio estas misiones se realizaban preferentemente en verano, se dirigían a las Capillas donde se realizaban todos los oficios, iban de isla en isla, bautizando a los indios e instruyendo a los colonos, contaban con una iglesia, con conventos ( de Nuestra Señora de la Merced, de San Francisco de Asis ). 39 79 las iglesias también se practicaba, desde la llegada de los españoles hasta el siglo XIX Esta situación marcaba un rasgo de distinción social entre los habitantes de Chiloé. El rito mortuorio Católico, se mantenía en su contenido pero no en la forma, la procesión, tenía un carácter distinto, sobre todo cuando sacaban de la casa al difunto, en cuanto a la misa, era oficiada por el sacerdote o por un fiscal, cuando no podía asistir el sacerdote; también se daba la oración fúnebre. Las honras fúnebres: “ Honrar significa respetar a una persona, enaltecer o premiar su mérito, darle honor o celebridad”80 el término de honras fúnebres que era empleado en los documentos de la época colonial designaban a las ceremonias que se efectuaban tras la muerte. Amunategui señala en su libro “A las puertas de la iglesia “ : se refiere al concepto de las honras. “ Asienta la Academia en su respectivo lugar que el sustantivo plural honras significa oficio solemne que se hace por los difuntos algunos días después del entierro. Hácense también anualmente por las almas de los difuntos”81. Para Amunategui, la expresión “ honras fúnebres no sería aceptable, “ En Chile, al emplear esta expresión, tampoco se repara en que éste o no presente el cadáver o en que haya transcurrido algún tiempo después de su inhumación”82 . En cuanto a las honras fúnebres consignamos en este trabajo las efectuadas a Bernardo O’ Higgins, José Manuel Balmaceda, Manuel Orella, José Manuel Irarrzaval. Hubo un gran homenaje a Bernardo O’Higgins en el año 1869: se inició por el deseo de Pedro Demetrio O’Higgins de erigirle a su padre un mausoleo en Lima que provocó la preocupación de los congresistas de que los restos del general permaneciesen “ desterrados para siempre”83 79 Marco León. “La cultura de la muerte en Chiloé” página 74 Isabel Cruz, “La muerte transfiguración de la vida” página 103 81 Amunategui Reyes, Miguel Luis “En la puerta de la iglesia” en Anales de la Universidad de Chile, 1921 página 183 82 Amunategui, opt. Cit. Página 83 83 La cuadrilla formada por las corbetas O’Higgins, Chacabuco y Esmeralda zarpó desde Valparaíso con dirección al Callao el 9 de diciembre de 1868 sobre la popa de la O’Higgins se elevaba un “Temple fúnebre” destinado a encerrar los restos mortales del padre fundador el viaje del convoy fúnebre al Callao, cuya partida se retrasó unos años por motivo de la guerra contra España, fue percibido por algunos de sus participantes como parte constitutiva de un festival patriótico.. el 19 de diciembre las corbetas chilenas acoderaron en el Callao. El 21 de diciembre, luego de una visita privada de Blanco Encalada al Presidente José Balta, el gobierno del Perú autorizó al prefecto de Lima para que se tomaran todas las medidas conducentes al ceremonial de inhumación de los restos del general O’Higgins” sus restos mortales fueron trasladados con cuidado a un ataúd que se había preparado para tal efecto”. “A las 12 del día del 29 de diciembre el 29 de diciembre el templo de Santo Domingo lucía invadido de público. A la hora que comenzaron las honras fúnebres que los limeños ofrecieron a O’Higgins no había un sitio desocupado en toda la iglesia, la cual se encontraba enteramente cubierta de luto” página 134 80 40 El gobierno se propuso trasladar a Chile las cenizas del Capitán general don Bernardo O’Higgins. Nombró para tal efecto una comisión de honor que quedó compuesta de la siguiente manera: ” Presidíala el Ilustre Almirante don Manuel Blanco Encalada, que así, acercándose a la edad de 80 años, quería ir a pagar el último tributo de su amor a su antiguo jefe y compañero. Como representante del arma de caballería iría el Coronel don Erasmo Jofré, antiguo capitán de la escolta directorial; a nombre de la infantería irían los coroneles Silva Chavez y Carballo; de la artillería el comandante don Marcos Maturana ( hoy general ), y de la guardia cívica el coronel don Manuel Rengifo. En clase de capellán, destinado a servir en la travesía la capilla ardiente de los muertos, se embarcaría el sacerdote don Mariano Casanova, y como cirujano encargado de presenciar la exhumación el doctor Wenceslao Diaz. Como secretario tomaría parte en la comitiva el diputado don Federico Puga, y siete jóvenes oficiales pertenecientes a diversos cuerpos, en calidad de ayudantes. El ministro de la guerra don Francisco Echaurren dio patriótico impulso a estos aprestos y ordenó se entregaran a la comisión cinco mil pesos para sus gastos de representación en Lima” 84 “ Después de una travesía que el respeto, el convoy y el aquilón del Sud hacía lenta y laboriosa, la escuadra hizo su aparición en la rada de Valparaíso, al amanecer del lunes 11 de enero de 1869, y dos o tres horas más tarde, poniéndose en triple fila los botes de la escuadra, se descendió de la O’ Higgins la urna funeraria” 85 El diario “El Ferrocarril del 13 de enero de 1869 señalaba: “Veinte años de destierro en vida y veintiséis de olvido en muerte, son más de nueve lustros de ingratitud que principiamos a espiar, rindiendo como ayer, tributo de gloria a Don Bernardo O’Higgins, que por tres veces derramó su sangre, que por trece años peleó con indomable valentía y con talento superior, las batallas sangrientas que trabaron nuestras improvisadas huestes con los dominadores de la patria, y que en el campo de la política luchó con fruto contra los privilegios, contra la división de castas, contra la esclavitud, contra la monarquía y contra la demagogia y la reacción exclusivista que, bajo un régimen irresponsable, quería abatallar al pueblo”. El diario “El Ferrocarril” describía como la gente en general le quería rendir un último homenaje: “ Desde temprano la población se preparaba a recibir las cenizas del héroe de Rancagua, acudiendo al muelle y sus contornos, que pronto se vieron invadidos por una gran multitud. Los edificios de la plazuela del muelle o de la intendencia, los de la ribera y todos los de la calle Cochrane se veían con sus balcones y ventanas apretados de gente. La bolsa comercial particularmente se hallaba resistiendo un peso enorme, porque 84 Benjamín Vicuña Mackenna “Vida del capitán general don Bernardo O’Higgins” Editorial del Pacífico, Instituto de estudios políticos I.D.E.P. Santiago de Chile 1976, 4° Edición, página 623 85 Benjamín Vicuña Mackenna opt. Cit. Página 626 41 los espectadores no se habían conformado con ocupar, sus balcones sino que habían subido al techo, a la torre, a cuanto lugar daba espacio para ver la gran recepción. El traslado de los restos de Bernardo O’Higgins al cementerio Metropolitano con la participación activa de la población santiaguina además de ser un acto de justicia fue una pedagogía republicana” . El cuerpo de O’Higgins se unía con la república de Chile mediante el ritual patrocinado por la iglesia. El entierro fue el 13 de enero de 1869 en el cementerio general de Santiago. El diario “El ferrocarril” destacaba, el entusiasmo de la gente por despedir a quien fuera uno de sus grandes héroes; la aglomeración de la gente ” Temíamos a cada momento ver desprenderse el antepecho del edificio con el enjambre de gente que se apoyaba en él” . Los bomberos ocuparon su puesto en la explanada del muelle. El escuadrón de caballería se hallaba en la plazuela de San Agustín. Los alumnos de las escuelas, sociedad de artesanos, el pueblo todo, contribuía a dar a aquella multitud una animación y un aspecto extraordinario. El diario “El ferrocarril” , informaba sobre los preparativos para honrar al ex director supremo Don Bernardo O’Higgins: “ Crónica Secretaria del arzobispado de Santiago: De orden del ilustrisímo y reverendísimo señor Arzobispo, se cita al clero de la ciudad de Santiago para que el martes doce del que rige a las cinco y media de la tarde concurra a la iglesia metropolitana, donde S.S. Ilustrísima y reverendísima, acompañado del venerable dean y Cabildo, clero secular y comunidades religiosas, aguardará la comitiva que conduce los restos mortales del señor general Don Bernardo O’ Higgins de la estación del ferrocarril a la iglesia Catedral en la cual depositarán cantándose en seguida la vigilia. A las diez del siguiente día tendrá lugar la misa en la que celebrará de pontifical el ilustrísimo y reverendísimo señor Arzobispo, después de la cual pronunciará la oración fúnebre el presbítero don Salvador Donoso y se cantará el responso solemne. A la función de este día, deberá concurrir el clero como en el de la víspera. Santiago enero 9 de 1869 José Ramón Astorga , secretario José Manuel Balmaceda “ En noviembre de 1896 se produjo finalmente el funeral público, la denominada “ apoteosis” de Balmaceda”86. 86 Carmén Mc Evoy “ Los funerales republicanos en América del sur” página XXXI 42 “El entierro del grande hombre tuvo lugar a las 7 y media p.m. en forma y condiciones que arrojaron sombras sobre todos y cada uno de los que pudieron evitarlo. Un piquete de soldados de caballería iba tras el coche mortuorio por precaución de un desorden “El pueblo ha rendido ayer su tributo de admiración y de gloria al apóstol sublime que interpretó sus ideales, que luchó por su grandeza y se sacrificó por su libertad. La manifestación de ayer es uno de esos hechos culminantes en la historia de los pueblos, uno de esos hechos que resume una época y que encierra en sí todas las conquistas, todos los progresos, todas las múltiples energías de una generación. Aquello fue un vértigo patriótico, una explosión gigantesca del sentimiento popular, una verdadera y augusta glorificación pública” “El funeral de Balmaceda, que puede ser percibido como un evento estrictamente civil, constituyó un acto de reconciliación republicana y marco también el deseo de dejar atrás el drama de la guerra civil “ Junto con las exequias religiosas de rigor, se mezclaban ritos oficiales como los estandartes con crespones negros, propios de la ritualidad de los bomberos. Manuel S Orella.: Otro homenaje póstumo se le hicieron al marino de la guerra del pacífico El diario “El ferrocarril “ del 24 noviembre 1896 señalaba : Sepultación de los restos del capitán de corbata Don Manuel S Orella. Grandiosa manifestación popular. La ceremonia religiosa ( del mercurio) El articulista describía el gran entusiasmo de los habitantes de la ciudad de Valparaíso para despedir a este hombre que peleó en la guerra del pacífico, señalaba con mucha emoción como el clima muchas veces adverso no impidió que se le rindieran homenajes al capitán de corbeta, señalando que una cualidad de los ciudadanos de Valparaíso era que no olvidaban a los servidores de su país: “ Valparaíso, nov 23 de 1896: ni el sol que desde temprano comenzó a quemar de un modo extraordinario, ni el viento su molesto compañero desde hace varios días, fueron un inconveniente para que Valparaíso pagase su deuda de gratitud a uno de los más ilustres marinos de la guerra del pacífico, el capitán de corbeta don Manuel Joaquín Orella, arrebatado a su patria y a su familia por traidora enfermedad en lejanas playas, en plena juventud, cuando aún no contaba un tercio de siglo. La manifestación de ayer ha demostrado que los porteños no olvidan a los buenos servidores del país, a aquellos que en horas difíciles supieron colocarse a la altura de su deber, que en ocasiones equivale al sacrificio de la ´propia vida”. “ Minutos después de las 8 de la mañana tuvo lugar el trasbordo de las cenizas del capitán Orella del presidente Pinto a la lancha del Blanco arreglada al efecto. 43 “ Durante esta ceremonia los botes de guerra mantuvieron sus remos arbolados y pusieron sus banderas a media asta. La pequeña urna, hermoso trabajo hecho por chilenos de Guayaquil, contiene varios días en el interior, siendo metálica la que encierra las cenizas de Orella, cuyos restos fueron cremados al exhumarlos. Cerca de medio de centenar de embarcaciones de guerra ocupados por los comandantes y tripulantes de la armada y tal vez el doble de botes fleteros formaron carrera a la lancha del “ blanco” dividida en dos numerosas escuadrillas, que con todo orden avanzaban hasta el malecón, mientras que los buques de guerra hacían disparos periódicamente en señal de duelo”. El cortejo fúnebre en este caso fue por mar y que hubo en este homenaje elementos profanos aceptados por la concurrencia A las nueve de la mañana desembarcaba la urna, y organizada la comitiva en la forma dispuesta de antemano, el cortejo se puso en marcha. Formaban parte de él el comandante general de marina el intendente, el vicealmirante Montt, el contra Almirante Simpson, gran número de jefes y oficiales de marina , ministros de la corte de apelaciones funcionarios públicos y deudos y amigos del capitán Orella: era un brillante cortejo. Cinco bandas de música, el orfeón, la de la 6 ° compañía de bomberos, la de la armada, la de la artillería de Costa y la del batallón de infantería- habían sido convenientemente distribuidas “ “ Los cadetes de la escuela Naval escoltaban el carro mortuorio y el de coronas y formaban guardia de honor en el templo. El diario “El ferrocarril” nos hace una descripción del Templo espíritu Santo” Este se encontraba sencilla y severamente enlutado con negras colgaduras en las ventanas, puertas o intercolumnas, como igualmente en el altar mayor. En la nave central se alzaba un elegante catafalco, sobre el cual se colocó la urna por los sobrevivientes de Iquique, cubriéndolas con las coronas ofrecidas por los deudos del ilustre marino. La misa comenzó a las nueve y media, cantada por el gobernador eclesiástico y termino a las diez y cuarto, hora en que se organizó la comitiva para dirigirse a la cripta donde debían ser depositadas las cenizas. Por último señalamos el homenaje póstumo al señor senador Irarrazaval: José Manuel Los diarios consignaban su llegada desde Estados Unidos : “ Valparaíso Noviembre 24: Los restos del señor Irarrazaval, fallecido en febrero último en Estados Unidos, llegaron hoy en el vapor “Condor” a bordo de éste tendrá lugar a las once y media una misa oficiada por el gobernador eclesiástico, señor Jara y una hora más tarde se desembarcará la urna.” 44 “Desde el muelle Prat hasta la estación del puerto, donde habrá listo un tren especial que partirá a la una del día para Santiago, formarán el regimiento de artillería de coasta y el batallón de infantería para hacer los honores correspondientes a un senador fe la república”. “ La caja mortuoria en que venían los restos permaneció en la Capilla del sagrario hasta las ocho y cuarto de la mañana de ayer, honra en que fueron trasladados a la Catedral por los deudos del señor Irarrazaval” “En la Catedral el ataúd fue colocado sobre un severo catafalco rodeado de cirios, el cual se hallaba colocado bajo dosel y grandes colgaduras de terciopelo negro, en el centro 25 de noviembre en concepción. Los restos del señor Irarrazaval: Concepción, 23 noviembre: espléndida estuvo ayer la manifestación del duelo de la sociedad de concepción a bordo del “ Condor” por el señor Irarrazaval. A las 8 de la mañana salió de esta ciudad para Talcahuano el tren especial, conduciendo a ciento cincuenta personas de lo mejor de esta sociedad. El apostadero Naval facilitó lanchas a vapor para trasladar a los asistentes a bordo del “Condor”, allí se cantó la vigilia y el arcediano Zañartu celebró una misa de réquiem. A nombre del partido conservador de Concepción se depositó una hermosa cruz sobre el féretro, dedicándosele además varias coronas de flores naturales de la nave principal del templo, al pie del presbiterio. “Esta parte de la iglesia, destinada a los invitados a las honras fúnebres, estaba ocupada por cinco hileras laterales de asientos y se encontraba completamente enlutado. Alas 8 y tres cuartos de la mañana se hallaba el templo lleno de invitados y de una numerosa afluencia de fielese. “La ceremonia religiosa en que participó el ilmo y Rvmo Arzobispo de Anazarbo doctor Joaquín Larraín Gandarillas, comenzó a las 9 y fue presidida por los deudos del señor Irarrazaval y por los ministros de Estado, señores Carlos Antúnez, Justiniano Soto, Federico Puga Borne, Elías Fernández, Albano y Francisco de Borja Valdés, que ocupaban los asientos de honor. “El cementerio y la tumba de la familia Irarrazaval habían sido adornados de antemano con profusión de flores y guirnaldas verdes. Antes de procederse a la inhumación de los restos hicieron uso de la palabra los siguientes señores: 45 Vice-presidente de la cámara de senadores, Señor Ramón E. Santelices, a nombre de este alto cuerpo legislativo. Señor Rafael Errazuriz Urmeneta, a nombre de la cámara de diputados. Julio Novoa Gormaz, a nombre de la Municipalidad , Carlos Walker Martínez a nombre de la Universidad Católica. Al ser inhumados los despojos fúnebres, el batallón número 3 de infantería hizo las tres descargas cerradas, preescritas para los honores correspondientes a un general de Brigada”. Las Capellanías: Esta institución estaba muy arraigada en la población chilena tanto en la época colonial como en la República eran Como sabemos en la época colonial había una preocupación de los hombres por el bien morir ya que de ello dependía su vida en el más allá, el objetivo de las capellanías por lo tanto era la salvación de su alma. La mayoría de las personas pensaban que después de su muerte purgaban sus pecados en el purgatorio para que desde allí sus almas pasarían al cielo consiguiendo la salvación eterna. Estas consistían en que se imponía la celebración de un cierto número de misas anuales en determinada capilla, iglesia o altar, afectando para su sostenimiento las rentas de los bienes que se especificaban, la persona que las fundaba , ( fundador) , donaba un fondo para el sostenimiento de un capellán y dicho capellán estaba comprometido a decir cierto número de misas en la memoria del primero y de todos los de su intención. La cantidad donada se invertía y el capellán recibía la renta que producía la inversión, que generalmente era del cinco por ciento anual. Cada fundación contaba asimismo, con un patrono, o patrón, para vigilar el buen desarrollo material y espiritual de la capellanía. La característica principal de las capellanías, consistía en que pasaban a ser perpetuas.87 87 La fundación de una capellanía se establecía mediante un convenio escrito, firmado ante un notario. Allí se definían los términos de la capellanía: el monto, las obligaciones del capellán y los bienes sobre los que se imponía la fundación ( cuando ésta no se fundaba mediante dinero en efectivo ), así como las personas en quienes debían recaer los cargos de capellán y patrono, se establecían las fechas y el lugar donde debían decirse las misas . Se determinaban los requisitos para la sucesión de capellanes y patronos, después de la muerte o renuncia de la persona que ocupaban estos cargos. Sí había algún problema, en relación al cumplimiento por parte de los capellanes de sus obligaciones, podían solicitar al Obispo de la diócesis correspondiente una reducción del número de misas, un cambio de lugar para decirlas o la autorización para nombrar a un interino o un sustituto, a fin de que dijera las misas en su nombre, ( peticiones que sólo eran concedidas cuando había causas debidamente justificadas ). La fundación de una capellanía podía hacerse en vida o disponerse mediante una cláusula testamentaria. En el primer caso, el fundador llevaba a cabo los trámites de la fundación y casi siempre, él mismo se constituía en el primer patrón. En el segundo, los albaceas eran quienes realizaban la fundación y el 46 Existía una gran esperanza en las misas, las personas trataban de garantizar que se rezara por sus almas Otra institución importante que se preocupó de las ceremonias fúnebres fueron las cofradías, se encuentran en Chile desde los inicios de la época colonial, sus integrantes eran quienes estaban dedicados a la organización de las fiestas para la virgen de su advocación, como de asistencia entre sus propios componentes, en la enfermedad, o en la muerte, todas ellas redactaban sus reglas y tenían sus propios estatutos en los que organizaban la vida interna de la comunidad religiosa. Las cofradías consistían por lo tanto en una asociación de personas aprobadas por la iglesia que tenían por objeto practicar buenas obras y ejercicios de piedad. Las cofradías se sostenían con donaciones piadosas de los vecinos ( censos , capellanías ). La mayoría de sus afiliados era gente necesitada y perteneciente a los estratos marginados de la sociedad, había cofradías donde sus componentes tenían una buena situación , por ejemplo la cofradía de Vera Cruz. Todos sus miembros , tenían derecho a una muerte y a un entierro dignos, estos sólo debían estar al día en sus pagos correspondientes, los cofrades colaboraban con los gastos del funeral. El cortejo fúnebre, era presidido por el estandarte de la cofradía. A los mayordomos se les reservaba una ceremonia en los que se cuidaban los detalles con mayor atención que en el caso de los restantes integrantes. Habían fórmulas de fraternidad entre los miembros cofrades, expresadas en lo material ( entierro y funeral ) como en lo espiritual, que contempla desde la celebración del entierro y misas de réquiem ( todo a costa de la cofradía ). La hermandad se comprometía con velas, paños negros, bayetas y derechos del cura párroco. “La iglesia , encontró en el establecimiento de las cofradías, un recurso que excita la caridad de los fieles, y es el sostén de la virtud” Las ceremonias funerarias: Consistían en: Misas: Podemos distinguir diferentes tipos de misas, las de “ Cuerpo presente” celebradas con el cadáver en la iglesia. Misas de honras o de réquiem” Estas son realizadas el día del entierro; y las misas que se realizan con posterioridad al entierro. El cortejo fúnebre: Era un acto ritual, tenía en la época colonial un sentido fastuoso, se le daba una gran importancia a este acto, sobre todo los testadores, ya que en patronato recaía en alguno de los descendientes del fundador, en un clérigo o en una institución religiosa, según la voluntad del fundador. 47 sus últimos deseos especificaban la altura de la cruz, la jerarquía del sacerdote que la portaría, el número de acompañantes. En el barroco el cortejo tenía su espacio de ostentación, todos los nobles y los representantes institucionales conformaban este cortejo. En el siglo XIX comprendió una serie de conductas convencionales, donde además de símbolos como la bandera o estandarte, había códigos sonoros adecuados a la ocasión. Hay en el cortejo una serie de emociones que impactan por sus formas y también por su contenido. En cuanto a la inhumación en el período colonial no fue una ceremonia, sino un acto rápido y simple, privado de solemnidad, que tenía lugar después que se cantaban o rezaban los últimos responsos. La costumbre de enterrar a los muertos en la iglesia, causaba según el historiador Diego Barros Arana, graves inconvenientes, por un lado las imperfecciones de un suelo constantemente removido y por otro debido a la frecuencia de esta práctica, se convertía en un lugar de infección. En el período colonial, no hubo un interés por individualizar y señalar las sepulturas “ salvo en el caso de personas destacadas”88 Desde comienzos del siglo XVIII, surge en Europa una nueva actitud frente a la muerte como también hacia los muertos, la costumbre de enterrar a los difuntos en las iglesias comenzó a originar graves críticas sobre todo en lo referente a la salud pública . Se pretendía crear cementerios que estuvieran alejados de la ciudad. Estas nuevas ideas llegaron a América tempranamente, y fueron aceptadas, mucho antes del siglo XIX, el gran argumento era que se temía por el contagio de enfermedades que provocaba la expulsión de humores propios de los difuntos. Pero la llegada de la república no significó la desaparición de la costumbre de las inhumaciones en las iglesias, no era una práctica que pudiera desaparecer tan fácilmente de la mentalidad decimonónica; los que más enterraban sus muertos en las iglesias eran miembros de familias pudientes. El Estado no pudo controlar estas costumbre tan arraigada proveniente del período colonial. Hay un espacio público y un espacio privado que en algunos casos tienen connotaciones de carácter sagrada. La iglesia, el cementerio, son espacios públicos como sagrados.( La iglesia constituyo durante la época colonial, como en gran parte del siglo XIX un lugar de inhumación ) . 88 Isabel Cruz “La muerte transfiguración de la vida” , página 246 48 El cementerio, fuera de la ciudad cobró, gran connotación, Johan Huizinga describía el cementerio de los inocentes en Paris como: “ Un paseo en donde las personas lograban un efectivo punto de encuentro, principalmente bajo un espectáculo reiterativo de entierro y exhumaciones” 89, los cementerios tenían un vínculo con la religión Católica a través del símbolo de la cruz. El cementerio era fiel exponente de los tres dogmas de la inmortalidad del alma, la comunión de los Santos y la resurrección de los muertos, quedaba fuera de todo contacto mundano o comercio humano. Debían mantenerse cerrados, no se permitían reuniones profanas como reuniones de placer, de juego, de comercio etc. Hubo jerarquía en los entierros, había diferencias espaciales, para la clase dirigente, se reservaron las capillas familiares ubicadas en las galerías principales del cementerio católico. COSTOS FUNERARIOS: La muerte en las épocas estudiadas, significaban un costo económico, de este dependía la jerarquía social y la magnificencia del funeral, para estas dos épocas hubo un arancel diferenciado. La jerarquización de los funerales, fue oficializada por la autoridad eclesiástica. Hubo , una estratificación socio-racial que se expreso, en el aspecto económico de los funerales, que aseguraba las prerrogativas de la ostentación en los diferentes niveles. En cuanto a los costos funerarios de la época colonial, en el Sínodo del obispo Carrasco ( del año de 1688 ) aseguró a todas las personas el acceso a los mismos tipos de entierros, aunque por un precio diferente de acuerdo con su situación socio-económica. En un entierro mayor de español, con cruz alta y sacristán, en la forma en que disponía el ritual romano, tenía el costo de ocho pesos y sí se hacía en otra iglesia fuera de la parroquia, doce pesos. Cada una de las posas que se hicieren en las esquinas de las calles por donde iba el acompañamiento del entierro, costaba un peso y nueve reales. Por un entierro mayor de español, en la parroquia con cruz alta, vigilia, misa y dos responsos todo contado 17 pesos. Se fijaba el costo de 6 pesos por una misa de honras al cabo de un año de la muerte, cantada, con vigilia y diáconos, y de cinco pesos sin diácono. Un gasto muy importante para la época era la cera para alumbrar estas ceremonias. 89 Johan Huizinga, “El otoño de la edad media” página 211 49 Por un novenario de misas cantadas con vigilia y responso cantado al final, tres pesos por cada misa y cuatro reales por cada responso. Un entierro mayor de español rezado en la propia parroquia un entierro menor con cruz baja y oficio rezado y cinco pesos dos reales en iglesia de convento o monasterio. Entierro de españoles: El entierro tipo más caro de esta categoría costaba la mitad del de español, es decir, siete pesos en la parroquia y fuera de ella el tercio reglamentario más, el entierro de segunda categoría costaba cuatro pesos en la iglesia y tres pesos en cementerio, el de tercera categoría, tres pesos. El entierro más solemne costaba cinco pesos sí se le agregaban posas se cobraba la suma de cuatro pesos por cada una. Gasto máximo, para un funeral de primer nivel: el de la realeza, también excepcionalmente el del obispo de Santiago Alonso de Pozo y Silva en 1745. Siglo XIX: La funerarias o empresas de pompas fúnebres, se convirtieron en la expresión de un proceso consciente de comercialización de la muerte, que se manifestó cuando la autoridad de la iglesia “ fue incapaz de conservar la gestión de las sepulturas, frente a los logros técnicos y sociológicos que introducían la urbanización “ la mayoría de ellos se encargaban no sólo de vender ataúdes, además se especializaban en el enlutado de salones, la preparación de la capilla mortuoria, el traslado del cuerpo, la fabricación de coronas florales.90 90 Marco León “Sepultura sagrada, tumba profana” 50 LOS FUNERALES EN LA COLONIA El espíritu colonial, se entiende, a través de las representaciones religiosas y sus prácticas devotas, sobre todo en las celebraciones y ceremonias. El hombre de esta época, levanta templos y conventos, venera a la majestad real a través de un culto público, que llega a ser importante en la vida social, ostenta su poder , presentándose en ceremonias públicas con sus mejores ropas y ubicándose en el mejor lugar en la iglesia. En esta época, hay una veneración a los santos, a sus imágenes, a las reliquias, a los lugares santos y las cosas consagradas a Dios. A Chile, llegaban muchas colecciones de imágenes de bulto para adornar los altares. Según Johan Huizinga en su libro “El otoño de la Edad Media “, los santos eran figuras muy importantes y estas estaban siempre presentes tanto en la vida familiar como en el diario vivir, “ Con ellos se enlazaban todos los impulsos religiosos más superficiales y sensibles “91 “La individualidad de los Santos era robustecida aún por la función especial que asumían muchos de ellos en la fe popular: a éste se dirigían las gentes en una determinada necesidad”92 El hombre en la época colonial, era muy religioso, Benjamín Vicuña Mackenna, en su libro “Historia crítica y social de Santiago “nos comentaba que , “ No había en aquel siglo eminentemente eclesiástico agua en nuestra ciudad que no estuviese bendita”93 y que todos los hombres estaban sujetos a sus creencias religiosas, que comprendían, además la creencia en los milagros que eran estimuladas, por ejemplo, en las apariciones de la Virgen María, ocurridos en el siglo XVIII 94, estas creencias, por lo tanto, regían su vida. Se celebraban en esta época muchas fiestas religiosas, los habitantes de las ciudades se guiaban por un calendario litúrgico, en él aparecían diferentes festividades que convocaban a las fiestas , desde el mes de enero, al mes de diciembre, se celebraban tanto a los santos patronos, la semana santa, la Asunción de la Virgen, las Navidades, que se caracterizaban por las muchas procesiones que se hacían, Benjamín Vicuña Mackenna , nos señala que en las celebraciones de Semana Santa habían muchas procesiones tanto en la 91 , Johan Huizinga “El otoño de la edad media “Alianza Editorial, Madrid, 1982, página 236 Johan, Huizinga opt.cit. página 242 93 Benjamín Vicuña Mackenna “Historia crítica y social de Chile” página 240 94 Juan Bautista de Borda, el 20 de mayo de 1743 relata su testimonio acerca de un milagro ocurrido después de una gran rogativa a nuestra Señora del Socorro, primera patrona de la ciudad de Santiago, esta rogativa duró 9 días, el último de los cuales había un cielo despejado, en la iglesia se había realizado una devota exhortación por el padre lector Fray Juan Joseph, al salir de la iglesia, cayó mucho agua, lloviendo hasta el otro día ( José Toribio Medina “Cosas de la colonia” página 234,235 92 51 mañana como en la noche “ el sello predominante impreso por el siglo XVII en nuestra sociedad, fue el del espíritu religioso”95 En este ambiente espiritual, se encuentran los funerales coloniales, entendiéndolos como un rito religioso, que comprendía el cortejo, misa en la iglesia, la procesión, ya sea a la casa del difunto, a la iglesia y de la misma al lugar del entierro, como el discurso fúnebre. Las exequias que nos relatan las fuentes, eran públicas y muy pomposas, tan magníficas eran, que la Corona tuvo que reglamentar la excentricidad de los funerales. Cuando se desarrollaban los funerales públicos, el aspecto de la ciudad se transformaba, el exterior de las casas era adornado con telas negras , también los templos “ Las imágenes de devoción y la decoración permanente de la iglesia se cubrían con bayetas negras y generalmente se desplegaban lienzos con imágenes de esqueletos y calaveras”96; muchas veces las telas que se usaban eran de alto costo, esta ornamentación luctuosa llegaba incluso a los ataúdes, que eran revestidos de seda negra. A raíz de esto surgieron diversas restricciones, por ejemplo la del año de 1565 por Felipe II que había reglamentado el porte de vestimenta de luto por mas de seis meses en el caso de los fallecimientos reales, (sólo en estos casos se podía enlutar la ciudad). En la pragmática de 1691, se establecía la diferencia que debía existir entre el luto público que los vasallos notables y autoridades debían llevar por muerte de un personaje real, y los que estaban autorizados a usar, para los funerales particulares. En el Acta del Cabildo del año de 1631 disponían, que no debían usarse telas ricas, colores sobresalientes ni seda en los ataúdes, consideraba también, que no necesitaban exhibir lutos los muros de la Iglesia. Pero en general había un incumplimiento a las disposiciones reales. Cuando las condiciones económicas cambiaron y se produjo un mejoramiento substancial del nivel de ingresos de la élite a raíz del comercio desarrollado con el Perú a partir de las últimas décadas del siglo XVII: se gastaron más de 10 mil pesos en los funerales de un rico mercader de la ciudad de Santiago ( por los años de1681 ). En el año1693 se dispuso : Cuando se había de cargar luto por alguna persona real, los hombres podían traer capas largas y faldas caídas hasta los pies, y las mujeres, monjiles de bayeta, si fuese invierno, y de lanillas con tocas, en verano, y mantos delgados que no fuesen de seda, en ambos casos, hasta el día de las honras, poniéndose después, el alivio de luto correspondiente, y prohibiéndose en todo caso, que por causa semejante cargase luto la servidumbre. 95 96 Banjamín Vicuña Mackenn “ Historia Crítica y social..”página 361. Isabel Cruz “ La muerte transfiguración de la vida” página 194 52 “El luto de personas particulares, aunque fuesen de la primera nobleza, debía consistir solamente en capas largas, calzones y ropilla de bayeta o paño, y sombrero sin forros, debiendo limitarse el duelo a los parientes por consanguinidad, ascendientes o descendientes por el suegro y la suegra, y por el marido o la mujer o el heredero aunque no fuese pariente”97. “ Después de los entierros, que se hicieren fuera de la Catedral, vuelvan a ella los curas con sus capas de coro y los clérigos con sobrepelliz, acompañando la cruz, pena de percibir la limosna del colector, y a este, de 10 pesos sí lo exhibiese “98. También había disposiciones con respecto a los ataúdes, estos debían ser muy sencillos en su interior, no debían cubrirse de seda “ Sino de bayeta o paño u holandilla negra”99 En cuanto a la ornamentación de la iglesia no se podían enlutar tampoco los bancos, se podía hacerlo “ el pavimento que ocupaba el féretro y las hachas de los lados” Las reglamentaciones se ampliaron hacia los sermones públicos, los sínodos desaprobaban que el sermón fuera dicho sin antes revisarlo “ principalmente, sí han tenido alguna estimación virtuosa, por referirse cosas extraordinarias contra los decretos de la silla apostólica, por lo cual manda su señoría ilustrísima, que estos sermones, antes de predicarse, se le manifiesten, y a sus sucesores, sin cuya aprobación , no se digan”100 Las campanas tuvieron, en esta época, su tiempo de esplendor, manejadas por la iglesia, eran las que anunciaban diversos acontecimientos de interés público 101. Con ellas, también se tomaron medidas, en los Sínodos del Obispo Bernardo Carrasco y del Obispo Alday, señalaban cómo y cuando debían ser tocadas, 102 En cuanto al Cortejo fúnebre, que consistía en llevar el cadáver a la Iglesia, debía ir en este orden: el sacerdote, el sacristán, religiosos y pobres todos ellos ataviados con negras túnicas proporcionadas por el testador en el cumplimiento de cláusulas estrictamente establecidas. Diego Barros Arana, describe el cortejo fúnebre, destacaba en primer lugar, que había en el una expresión muy ostentosa ya que al son de las campanas de la iglesia o de la parroquia, convocaban a los habitantes del lugar, especialmente a los clérigos a participar de este evento. 97 José Toribio Medina opt. Cit. página 60 “ Sínodos y Concilios 1584-1961 “ en revista N° 3 Instituto Historia Universidad Católica de Chile 1964 página 101 99 José Toribio Medina “ Cosas de la colonia” Fondo histórico y bibliográfico, José Toribio Medina, Santiago de Chile, 1952, Imprenta Universitaria página 60. 100 “ Sínodos y Concilios..” página 187 101 Sergio Vergara “ Los relojes y la noción del tiempo en la época colonial” 102 “ Sínodos y Concilios “ página 101 98 53 El cura se revestía, con capa de coro y los clérigos con sobrepelliz, y a la hora fijada, salían en procesión hacia la casa mortuoria, con vela en mano y con la cruz parroquial, entonando salmos y las otras preces del caso 103. “La comitiva precedida por la cruz parroquial, se distribuía en dos filas por ambas veredas de las calles que era preciso recorrer, dando los lugares preferentes a los sacerdotes que marchaban cantando las oraciones de los difuntos”104 El Sínodo de 1763 establecía que se hiciera este cortejo con permiso del Obispo y después del anochecer. “ El féretro era llevado a brazos por cuatro hombres que estaban al servicio de la iglesia o de la parroquia “105 “ Mando que el día de mí entierro acompañen mí cuerpo el cura y el sacristán de la iglesia a quien tocare con cruz alta”.106 Al saberse la noticia de las muertes reales: “Junto a las distintas órdenes de regulares y a la cofradía de la capital, los vicarios del Monarca, los funcionarios de la burocracia y la élite capitular, vestidos de luto riguroso- loba con capucha- y ordenados jerárquicamente, desfilaban desde los edificios civiles al templo principal”107 Le seguían los vecinos y moradores notables. La poca distancia entre el edificio público y el templo, obligaba al cortejo, a llevar un ritmo pausado en su caminar. Había una lentitud en el recorrido, esto permitía que la multitud agolpada, los observara , estos sentían el poder de las instituciones que los gobernaban ya que a través de sus vestimentas, de los puestos que ocupaban en las diversas instituciones que integraban, transmitían su influencia y su poder. El templo Construcción sagrada, destinada a ser cualitativamente diferente respecto de otros sitios públicos o de concurrencia diaria, en este espacio sagrado cargado de sentido, se llevaría a cabo la liturgia, adornada en forma especial para los diferentes tipos de ceremonias. Era un lugar muy importante en el pensamiento de la comunidad ya que era el espacio de referencia para conseguir la comunicación con lo divino, era concebido como santo por excelencia, además representaba la imagen del orden, donde la celebración fúnebre adquiere sentido. En las ceremonias fúnebres, la iglesia, se revestía con negras colgaduras, las decoraciones permanentes como por ejemplo la de los Santos, se cubrían con bayetas negras, en este espacio sagrado se distinguió el Túmulo, construcción de tipo efímera, hecha generalmente de madera, llameantes de cirios y de reflejos de vasos sagrados 108. 103 Diego Barros Arana. El entierro de los muertos en la época colonial”Tomo X, 1911 página Diego Barros Arana, Opt. Cit. Página 234 105 Diego Barros Arana, Opt. Cit. Página 234 106 Julio Retamal, testamento de Felipe de la Vega 107 Jaime Valenzuela “ Las liturgias del poder” Centro de investigaciones Barros Arana, año 2001 Página 203 108 Isabel Cruz opt. Cit., página 174 104 54 “En la Iglesia permanecía el cuerpo, no uno, sino dos o más días, según la categoría y calidad de las exequias, asistido por las misas, las oraciones”109 Misas de Exequias: Estas se desarrollaron en la Iglesia Catedral, símbolo grandilocuente del poder eclesiástico y espacio de conmemoración obligado para la mayoría de los miembros de la clase dirigente santiaguina, “ su centro visual era la capilla ardiente Barroca, monumento funerario triunfante”110 Momento culminante de la misa de honras o de réquiem era el Sermón fúnebre, sería en este donde se señalaba la extensión de la fe y la defensa de la iglesia. Inhumación: El cristianismo había hecho de las iglesias el sitio por excelencia del entierro, ella brindaba protección y asilo a los cuerpos pero esta costumbre la realizaban aquellos que tenían una solvente o regular situación económica. Víctor Barahona en su libro” Sepulturas en el convento “ nos da testimonios de esta costumbre al encontrar restos humanos en diferentes iglesias: “La demolición de la iglesia de las Claras, donde hoy se levanta la Biblioteca Nacional, y antes de ella, la iglesia de San Diego, transformada en biblioteca del instituto nacional, al costado oriente de la Universidad de Chile, y por último, las totales demoliciones de las iglesias de las Capuchinas, Rosas, Carmelitas al pie de Santa Lucía, y sobre todo, la hermosa capilla ideada por Toesca, del hospital de San Juan de Dios, que fundara don Pedro de Valdivia, hecha hace dos años solamente, nos permitió ver, en esta última, macabro hacinamiento de osamentas” En las inhumaciones cristianas, no todas las personas son iguales al momento de la muerte, ni todas podían ser enterradas en los templos. La élite prefería el interior de las iglesias, lo más cerca posible del altar mayor, de la capilla o de la imagen del Santo patrono . “Mi cuerpo sea sepultado en la iglesia del convento de nuestra señora de la Merced”.111 Se hacían entierros en los conventos: Domingo de Bayllo solicitaba en su testamento: “Quiero que mi cuerpo sea sepultado en el convento de mi padre San Francisco debajo y junto a la capilla del agua bendita que está en bóveda en la muralla debajo del coro entrando por la puerta principal a mano derecha”112 Diego Barros Arana nos describe como se efectuaba el entierro en esta época“La fosa del entierro había sido abierta de antemano. Removíanse el piso del templo en una 109 Isabel Cruz opt. Cit página 177 Isabel Cruz opt.cit página 174 111 “ Los conquistadores españoles introdujeron en sus colonias de América la práctica de enterrar los cadáveres en las iglesias cuando los deudos del difunto podían pagar esta distinción, o en un patio inmediato al templo cuando el muerto pertenecía a las clases desheredadas de la fortuna” 24 Julio Retamal, Testamento de Felipe de la Vega 112 Isabel Cruz “La muerte transfiguración de la vida” Página 132 110 55 extensión de dos o tres varas, extraíase la tierra necesaria para dar cabida al ataúd, y cuando éste había sido sepultado, se acomodaban, las losas o los ladrillos cuidadosamente para hacer desaparecer toda señal del sitio en que se habían hecho el entierro” Cuando los lugares de entierro estaban en el interior de las iglesias, se realizaba una doble procesión : partían de la iglesia a la casa mortuoria en busca del difunto, la procesión estaba compuesta por el cura y los clérigos, luego al llevar el féretro, los acompañaban una numerosa comitiva, no necesariamente la familia. En el lugar del entierro se encontraba el sacerdote con capa de coro y los clérigos con sobrepelliz. Cuando el difunto era importante, las posas o pequeñas capillas funerarias estaban adornadas con cirios. Cuando la procesión era de mayor categoría, se hacía con cruz alta, asistiendo el cura y sacristán de la Catedral. En cuanto a los gastos del entierro como el funeral, implicaba una jerarquización “El Sínodo del Obispo Carrasco asignó a todas las personas el acceso a los mismos tipos de entierros, aunque por un precio diferente, de acuerdo con su situación socio económica”113. Los gastos que producían los funerales eran muy altos, sí se toma en cuenta que son realizados por las autoridades. El derecho de entierro a la iglesia, tenía diversos costos según el sitio elegido. Los templos estaban divididos en cuatro secciones. En la primera, inmediata al presbiterio, se pagaban en la Catedral 50 pesos por la rotura del suelo y 12 pesos en las otras iglesias. En la segunda sección, la Catedral cobraba 25 pesos y 8 pesos, las demás iglesias. En la tercera sección, la Catedral estipulaba 10 pesos y seis, las demás. En el último cuarto, situado cerca de la puerta de entrada, el derecho era de 6 pesos en la Catedral y 4 en las otras iglesias114 Un entierro mayor de español con cruz alta costo 8 pesos. Cada una de las posas que se hacían en las esquinas de las calles por donde iba el acompañamiento del entierro, costaba un peso y 9 reales. Sí en los entierros se pedía que el cura fuera con capa, se debían dar dos pesos por el uso de esta vestimenta. Un gasto importante para la época era la cera para alumbrar estas ceremonias, esta se ponía en ciriales, altares y tumbas. La mayor parte de los funerales, estaban a cargo del Cabildo, que debían obtener recursos, a través de las aportaciones de los mercaderes, de los gremios y de los nobles, estos últimos gastaban verdaderas fortunas. Luego de saberse en Santiago la muerte de un miembro de la realeza, el Cabildo debía conseguir géneros y paños negros, tanto para enlutar el interior de la Catedral como 113 114 Isabel Cruz opt. Cit. página 131 Isabel Cruz opt. cit página 256 56 para vestir al conjunto de regidores y a los encargados de publicar el bando oficial por las calles. El Cabildo destinaba “ una parte importante de sus fondos con el objeto de financiar los trajes de luto de sus miembros”115 Las cofradías, tuvieron un papel muy importante en la organización de los funerales, como también, en el costo que este producía, la cofradía de la Veracruz 116 “ dependía del patronazgo del Cabildo, éste participaba activamente en la elección anual de mayordomos en el cobro y administración de las limosnas, y sobre todo, en la organización de su participación en el calendario litúrgico”117 Las pompas fúnebres, se rigieron por el ritual de funerales de 1614, dictado pos el Papa Pablo V, según este, se encausaba a la iglesia lo esencial de los gestos donde prevalecía la misa y la absolución, se hizo prevalecer la liturgia Romana y más precisamente romana franciscana. Las liturgias mortuorias de los monarcas 118 no constituían una ceremonia fúnebre completa, debido que no estaba presente el cuerpo del difunto119. Era costumbre que al ocurrir el fallecimiento del Rey o de algún familiar de la Monarquía española se informaba de este hecho a todos los dominios españoles. Las autoridades, civiles, como eclesiásticas comunicaban a sus súbditos este hecho, para que se llevaran a cabo las ceremonias fúnebres respectivas . “Promulgaban la nueva con voz dolorida en los cuatro ángulos de la plaza seguidos de una escolta de cuatro maceros y veinte y cuatro dragones con las espadas desenvainadas, el corregidor de la ciudad, el alguacil mayor y el regidor menos antiguo, y así se notificaba al pueblo, se entristece dignamente para acompañar en su aflicción a los que habían heredado una corona, y al propio tiempo quedaba hecho el convite para las exequias del difunto”.120 Las campanas de las iglesias, anunciaban el acontecimiento, desde la Catedral, doscientas campanadas anunciaban la muerte del rey, de la reina y de los príncipes. Posteriormente se realizaba la lectura pública del bando, elaborado por el Cabildo ( que 115 Jaime Valenzuela opt. Cit. Página 356 La cofradía de la Veracruz, era una de las más elitistas de la ciudad, la integraban lo más selecto de la sociedad( encontramos a los oidores y sus esposas ). Concentraba su devoción en el culto a una imagen del llamado “ Cristo de la Veracruz” en su procesión “ compuesta exclusivamente por caballeros, y tenían por objeto honrar la imagen de cristo histórico” benjamín Vicuña Mackenna “Historia crítica y social de Santiago”, página 242 117 Jaime Valenzuela, opt. Cit. Página 262 118 La práctica de la celebración de los funerales de los monarcas, tienen su origen en las exequias celebradas en honor del emperador Carlos V, en 1558, el funeral era el momento adecuado para pasar revista a los hechos memorables en la vida del monarca difunto. 119 Jaime Valenzuela opt.cit. página 190 120 Benjamín Vicuña Mackenna “Historia crítica y social de Santiago” 116 57 decretaba duelo colectivo y anunciaba la fecha en que se llevarían a cabo las exequias públicas). “ El día de las exequias era precedido por las oraciones de vísperas cantadas en presencia de las principales autoridades” 121 La misa en la Catedral, era celebrada por el Obispo, vestido de pontifical : ” las distintas órdenes religiosas de la Capital participaban celosamente de toda esta escenificación litúrgica “ 122. Luego de la liturgia Central que se desarrollaba dentro del templo se procedía al cortejo fúnebre, junto a las distintas órdenes regulares y a las Cofradías de la capital, la burocracia, la élite capitular, ordenados jerárquicamente, desfilaban a lo largo del espacio que separaba los edificios civiles del templo principal. Los días posteriores a las exequias también se realizaban misas y prédicas alusivas al difunto La muerte del monarca no era simultánea, al hecho del fallecimiento, era una muerte imaginaria, las autoridades y el pueblo, debían reconstruir, unas exequias, sin el cuerpo presente. En los funerales de los monarcas, era costumbre que se construyeran Túmulos que ocupaban todo el presbiterio de la Catedral En el año de 1697: Se celebró la muerte de la reina Mariana de Austria, madre de Carlos II , Hubo en esta ceremonia una especial preocupación: La iglesia fue revestida de colgaduras de seda negra y morados, se pusieron crecido número de tarjas con varios dísticos y poesías, latinas como castellanas 123 Se construyó un Túmulo 124 que ocupó, todo el presbiterio de la Catedral, rodeado de una serie de columnas, con una altura de tres pisos. “Erigiose el Túmulo en lo alto del presbiterio, señoreando el cuerpo principal de la iglesia, su fábrica fue compuesta de Jónico, Dórico y Corintio, fue de alto de quince varas y dos tercias, con el ancho correspondiente al espacio de la primera grada, quedando con bastante desembarazo los huecos necesarios que ocuparon los prebendados”125 “ Tuvo esta limosna, compostura de tres cuerpos de alto, ceñidos con rectitud a las reglas de la arquitectura, con treinta y dos columnas repartidas en sus varas y pedestales, y en el tercer cuerpo que terminaba en el pavimento de la Iglesia”126 121 Isabel Cruz “ La muerte transfiguración de la vida” página 193 Isabel Cruz, opt cit página 194 123 Eugenio Pereira Salas” Historia del arte en Chile colonial “ página 38 124 El Túmulo era una construcción con materiales ligeros, decorado con molduras, columnas, figuras pintadas o esculpidas. Enriquecido con lemas, cartelas, leyendas y poesías alusivas al Rey fallecido. A través del Túmulo real, se quería simbolizar el paso del monarca desde la esfera terrenal a la celestial, por tal motivo, el Túmulo fue una construcción en altura, se levantaba en el centro de la iglesia 125 Eugenio Pereira Salas. Opt. Cit. página 37 126 Eugenio Pereira Salas opt.cit, página 37,38 122 58 En los costados de este monumento se colocaron cuatro estatuas que representaban la Justicia, la Misericordia, Europa y América. Esta ceremonia luctuosa, había podido ser financiada con la expansión productiva y comercial de la región agrícola de la capital. Estas exequias llegarían a ser un ejemplo general que abrió el camino para las ceremonias futuras. Al celebrarse la muerte del Rey Carlos II, en 1702, estas se habrían desplegado con una Pompa y aparatos inusitados en Santiago, esto nos lleva a concluir que, en esta época había una mayor holgura presupuestaria. El funeral del rey Carlos III, provocó que en todas las ciudades del reino de Chile, se realizarán las honras fúnebres con mucha pompa y aparato, concurriendo la mayor parte de la nobleza del reino. El 28 de marzo de 1789, se conoció la noticia del deceso del rey. Los miembros del Cabildo de Santiago habían recibido la real Cédula el 24 de mayo, donde Carlos IV notificaba la muerte de su padre. Se dieron las órdenes correspondientes, para que en la Catedral, en los conventos y parroquias se diese el anuncio, luego de éste, continuaron los pésames de rigor, a los que concurrieron todos los tribunales, cuerpos militares, órdenes religiosas, el Tribunal de la Real Audiencia. La celebración de las exequias de Carlos III, también se celebraron en Valparaíso , el gobernador, José Salvador, costeó de su bolsillo un catafalco: “ Constaba el monumento, de los tres cuerpos de rigor. El primero se erguía con tres arcos de medio punto, sobre seis columnas, y era coronado por una balustrada con pedestales. Bajo el arco Central, un altar con dosel destinado a la misa de honras. Remataba este cuerpo en los extremos, un par de pirámides sobre pedestales. El segundo cuerpo constaba de cuatro columnas que soportaban un entablamento con balustrada. En el vano central, una sencilla plataforma con decoración romboidal y sobre ella, la tumba con el cojín, el cetro y la corona real. El tercer piso remataba con un frontón ondulado, flanqueado por cuatro obeliscos y el escudo real, en medio del frontón una puerta u horcina dejaba ver una cruz y un cojín sobre un altar” 127. El Túmulo, dedicado al monarca, se colocó sobre el presbiterio de la iglesia Catedral, se elevaba hasta el techo de la iglesia. En cuanto a la muerte de los hermanos del Rey Felipe II (ocurrida el año 1715) fueron pagados con el impuesto de Balanza, también se celebraron los funerales de la Reina María Luisa, Gabriela de Saboya, primera mujer de Felipe V fallecida en 1716; las de Felipe V muerto en Madrid el 9 de julio de 1746, de Oidor Decano de la Real Audiencia, también la de los integrantes del Cabildo secular. 127 Isabel Cruz opt. Cit. página 228 59 La ciudad de Valdivia celebró las exequias de la reina María de Braganza, mujer de Fernando VI, el 8 y 9 de noviembre de 1759, solemnes oficios litúrgicos en el templo, asistencia del Cabildo eclesiástico y capitular, autoridades, oficialidad, nobleza y pueblo. El gobernador Amat y Juniet, recibió la real Cédula el 18 de octubre de 1760, donde se le participaba la muerte de la reina Maria Ana de Sajonia, esposa de Carlos III . La noticia se publicó en toda la ciudad, el luto debía durar, seis días. Quien hace una descripción de la real honra, fue el escribano y secretario mayor del reino, Juan Jerónimo Ugarte ( reproducida literalmente en José Toribio Medina “ Cosas de la colonia” )128 128 “Habiendo recibido la real cédula fecha en Buen Retiro a 18 de octubre de 1760 en que su Majestad se dignó participarle la muerte de la reina Nuestra Señora doña María Ana de Sajonia, acaecida el 27 de noviembre del mismo año, a las tres y media de la tarde, a fin de que disponga se hagan las honras y exequias que en tales casos se acostumbran: la tomó en su mano, la besó, y puesto en pie, la colocó sobre su cabeza, y dando las más expresivas señales de sentimiento por noticia tan infausta a la monarquía, dijo que la obedecía y obedeció como a carta a nuestro rey y señor natural ( que Dios guarde los años que la cristiandad ha menester ), mandando en su ejecución y cumplimiento que el siguiente día 18 del mismo mes, a las horas acostumbradas y con la mayor solemnidad, se promulgase por bando en esta ciudad y lugares más públicos de ella tan sensible noticia para que, en consecuencia del justo dolor que deben manifestar los vasallos, cargasen el riguroso luto acostumbrado en semejantes ocasiones, desde el día lunes veinte de dicho mes en los seis subsecuentes, y que se procediese a las exequias, funerales y demás sufragios, señalando a este fin el día lunes veintisiete para la ceremonia de los pésames que debían darse a su señoría por los Tribunales, Cuerpos y demás gremios concurrentes en iguales casos, señalando, asimismo, los días seis y siete del presente mes de mayo para las vísperas y exequias fúnebres que debían practicarse en esta Santa Iglesia Catedral; nombrando para la dirección e intendencia de las funciones al Señor Don Melchor de Santiago Concha oidor y alcalde de corte de esta Real Audiencia, y en efecto, el citado día lunes veintisiete de abril, a las once horas de la mañana en que, , comenzando el doble de campanas por la iglesia Catedral, se anunció a los demás de los conventos de religiosos y religiosas que siguiesen con puntualidad, estando dicho Presidente puesto en pié en lo más interior de una de las piezas de las casas de su morada, comenzaron a entrar por su orden los Tribunales y Cuerpos de esta ciudad, así políticos como militares, eclesiásticos y seculares, significando cada uno en su respectivo lugar, con las más eficaces y tiernas expresiones, los motivos del universal sentimiento con que debían estar traspasados los corazones de sus fieles vasallos con la temprana y lastimosa muerte de nuestra Reina y señora. Y concluida aquella ceremonia a las doce del día, se retiraron con el mismo orden que habían entrado, y dejando a dicho señor Presidente recogido en dicha su casa, continuando su melancólica postra; y cargando todos desde aquél día el riguroso luto que se les previno hasta que, habiendo llegado el día seis de este presente mes y año desde las horas del mediodía, el doble general de campanas, acompañado del estruendo general de la artillería que se disparó en el cerro de Santa Lucía, en que la nueva compañía de artilleros tenía dispuesta cierta especie de batería, le participó al pueblo ser la víspera de las exequias fúnebres, en cuya conformidad, a las tres y media de la tarde, acudieron los tribunales y Cuerpos por su orden al palacio de dicho señor Presidente, de donde lo sacaron en forma de duelo con el más solemne acompañamiento, y atravesando la plaza mayor, en que estaban formadas las compañías del número, y hacía valla la de Dragones, entraron a la iglesia a tiempo que la descarga de fusiles y salva de la artillería ayudaban a solemnizar función tan seria, pues dicha iglesia, no sólo con el adorno de su soberbio y majestuoso mausoleo iluminado con primorosa simetría, sino también colgado de innumerables y vistosas tarjas, en que se veían muchas poesías lúgubres; en la asistencia plena de las comunidades y clero que con inmenso pueblo, al golpe de dos coros de música, respiraba toda gravedad, respeto y afectuosos sentimientos por la soberana de que se hacía memoria, y comenzando los oficios, dieron fin algún tiempo después de entrada la noche, con lo que, concluidas las vísperas, se retiró el acompañamiento, dejando a dicho señor presidente en el paraje mismo donde se le sacó” “ José Toribio Medina “ Cosas de la Colonia” página 82 60 En cuanto a la muerte del Jesuita Ignacio García: “ Cuya forma de santidad motivó la especial preocupación del Cabildo para organizarle un funeral a su altura, para asegurar así la difusión de esta vida modelo”129 . Siglo XVIII En el siglo XVIII, las colonias americanas se vieron afectadas por cambios profundos, que surgieron a raíz de quienes detentaban el poder en España. En el año de 1700, llegó al trono la dinastía de los Borbones, esto ocasionó variaciones en lo administrativo, político y social. Se despachó una Real Cedula, para dejar entrar en los puertos de las indias a los barcos franceses. Estas fueron las primeras medidas que quebraron los antecedentes exclusivistas de los españoles, fue así que cualquier nave francesa que llegara a los puertos americanos, aprovecharía la ocasión para vender subtrepticiamente sus mercaderías. La corona española, no sólo debió tolerar la presencia francesa, sino que tuvo que contratar sus servicios especiales principalmente en la ciudad de Concepción, donde la forma de vida francesa se fue extendiendo, llegando a influir en las costumbres de otras ciudades, como por ejemplo en Santiago. En los puertos de Valparaíso, Talcahuano, Copiapó se instalaron mercaderes franceses y posteriormente ingleses, todo esto trajo como consecuencia, una adquisición de costumbres nuevas. El siglo XVIII, se caracterizó por la creación de nuevas ciudades ( no se habían fundado ciudades desde el desastre de Curalaba ocurrido en 1598 que asoló las siete ciudades del Sur ). Lo que se destaca en ellas es que se asemejan en estructura a las ciudades ya fundadas y donde no faltaron las celebraciones religiosas todas con características peninsulares. A mediados del siglo XVIII, surgieron variaciones en las celebraciones ocasionadas por la inmigración extranjera, esta influencia se apropio y acomodó en las costumbres de las grandes urbes, principalmente en los estratos sociales más altos, pero no tuvieron ingerencia en las ceremonias religiosas ya que sus características esenciales se mantuvieron El sistema organizado en torno a la muerte donde se destacaba el lucimiento y belleza de las exequias empezó a trizarse en Chile hacia mediados del siglo XVIII, pero este cambio se fue operando en forma muy lenta. Un ejemplo de esto lo encontramos en las Pompas del Obispo de Santiago Alonso de Pozo Quien fue sepultado en la Iglesia de la Compañía, hubo gran derroche de cera, las casas se enlutaron con colgaduras de bayeta hubo para esa ocasión invitaciones especiales, gran decoración funeraria no hubo moderación en los costos ni en los gestos ni en las imágenes. El costo de este entierro, fue 129 Isabel Cruz.opt.cit página 139 61 muy alto para la época ( 6 mil 171 pesos y 3 reales ). En este funeral se colocaron posas en el recorrido entre la casa y la iglesia. Se hicieron túmulos en su honor, el monumento funerario fue adornado con poesías y lemas alusivos a las virtudes del Obispo. Hubo misas rezadas y cantadas y por último estuvo presente el sermón fúnebre. En las exequias del Padre Ignacio García, ocurridas en 1745, se invitaron a los vecinos de la ciudad, a los miembros de la Real Audiencia, al gobernador, a las órdenes religiosas, distinguiéndose entre otras cosas por una excesiva duración. Otro de los funerales y entierros más solemnes y caros de la época, fue el de la Marquesa de Piedra Blanca de Guana, 130 en la Serena, se realizó con toda la solemnidad posible. Su cuerpo fue amortajado con el hábito de la Virgen Santísima de la Merced y descanso en la Iglesia de Santo Domingo. “ Es mi voluntad que mi cuerpo sea enterrado en la iglesia de Santo Domingo, en la misma sepultura donde descansan los huesos de mís padres y le acompañe el cura y sacristán con cruz alta”131 ( símbolo de la riqueza e importancia social de la familia). Las ceremonias de presidentes y gobernadores se reglamentaron y se formalizaron en la “Tabla de la ceremonia y etiqueta del cabildo de Santiago” de 1760.Primero se asistía a la misa de Réquiem en la Catedral, y después, fijada la hora del entierro, avisaba el oidor decano para acudir a las casas de la Real Audiencia y desde ahí se trasladaban al lugar desde donde salía el cortejo. Allí Cargaban el cuerpo, los miembros de la Real Audiencia, del Cabildo secular y dos alguaciles. Las ideas ilustradas que proclamaban el igualitarismo, el deseo de romper con las distinciones sociales, la elaboración de una política a favor de la higiene y la necesidad de restringir las exacerbadas manifestaciones públicas de dolor, que debían ser reemplazadas por prácticas de carácter más bien interno, repercutieron también en los funerales, donde hay un deseo de sencillez y de austeridad en las ceremonias, se optó por la “ voluntad de simplificar los ritos de la muerte, de reducir la importancia afectiva de la sepultura” 132 y de autoridad en los funerales: que significó una restricción del ritual y de los gastos y una recuperación de los usos primitivos y más simples de la iglesia 133. Este deseo de sencillez que preludia la desacralización contemporánea de la muerte, se aprecian variantes en la disposición del ritual por ejemplo en la procesión. Los testamentos, comenzaron a hacerse más lacónicos y escuetos en las cláusulas relativas a cómo debía ser enterrado, a la procesión, al número de misas “ 134, las ceremonias, los pormenores del entierro, interesaron cada menos a los testadores y se fueron dejando a cargo de los albaceas. Ejemplo Domingo de Bayllo que en año de 1748 130 Nacida en la Serena en 1663, la Marquesa de Piedra Blanca una vez viuda asumió la posesión de los bienes de su marido, una encomienda compuesta de 541 personas 131 Jorge Pinto “La serena colonial” página 233 132 Philipe Aries “El hombre ante la muerte” página 272 133 Isabel Cruz opt. Cit. página 140 134 Isabel Cruz Opt. Cit página 180 62 dejó estipulado que deseaba ser enterrado sin ataúd “como hermano pobre”, que no se convide a las órdenes religiosas al responso. El objetivo, era crear una igualdad ante la tumba , pero la ideología ilustrada no percibió que había ya una costumbre arraigada y muy profunda de la religiosidad Católica donde tomaban el espacio sagrado de la iglesia como un recinto vinculado a lo sagrado a lo divino. El proceso de traslado de los lugares de inhumación, desde la Iglesia a los cementerios “extramuros”responde a muchas situaciones sobre todo higiénicas: Diego Barros Arana nos señala en su obra “ Los Entierros en la época colonial” cómo debían ventilar las iglesias en las noches, abriendo las puertas de las iglesias para que saliera el mal olor expedido por los muertos que estaban enterrados allí. No sólo las iglesias estaban impregnadas de malos olores, también había insalubridad en las calles, ya que era natural que estas muchas veces acogieran además de los desperdicios de los transauntes “ Almohadas, pellejos, las tablas y otros objetos que sacaban de las sepulturas y que habían servido a los enfermos, por lo cual, a fines de 1771, hubo que pasar oficio a los provinciales para que se abstuviesen de semejante abuso” 135. Carlos IV en la Real Cédula del 27 de marzo de 1789, ordenaba que se le informase sobre el establecimiento de cementerios en estos reinos. En ese entonces, el gobernador Ambrosio O’Higgins, observaba que el pueblo de Chile estaba convencido de que el entierro de los cadáveres fuera de las iglesias, perjudicaba la suerte del alma de los difuntos, hubo, a raíz de esto, mucha resistencia . Real Cédula del 15 de mayo de 1804, insistió sobre la urgencia de la construcción de cementerios fuera delas ciudades. Según las leyes vigentes, sólo los Católicos podían acogerse al entierro en las iglesias. Numerosos militares y comerciantes extranjeros debían ser enterrados en los campos o en los cerros vecinos a las poblaciones. 135 José Toribio Medina “ Cosas de la colonia” . página 3 63 FUNERALES EN LA ÉPOCA REPUBLICANA El siglo XIX se asemejaba en muchos aspectos a la época colonial, en relación a algunas creencias y costumbres, María Graham en su “Diario de mí residencia en Chile” , ofrece un interesante cuadro de nuestro país del año 1822, allí relata cómo aún se mantenían costumbres españolas: “Será difícil para una persona determinar qué parte de sus superticiones, hábitos e inclinaciones se derivan de los aborígenes chilenos”136 Con respecto a las creencias, las rogativas, eran muy propias en esa época cuando acontecía algún desastre natural, que en cierta manera calmaban los ánimos, a modo de ejemplo, en algunas epístolas se referían a ellas, eran las rogativas, una forma de creencia muy abigarrada, donde había gran convicción de que serían efectivas contra las diferentes inclemencias del tiempo, como los temblores, la carta de María Juana de Eyzaguirre dirigida al señor José de Alejo de Eyzaguirre, fechada el 28 de noviembre de 1822, señala, al referirse a las consecuencias dejadas por un temblor: “La mayor ruina ha sido por fuera : [a [ Melipilla y las haciendas de Posay, Cacabuco, Casa Blanca se le han caído las casas y Valparaíso dicen que se ha arruinado al todo” más adelante agrega “ la gente está muy atemorizada: se están haciendo rogativas de la Merced” 137 . Otra de las costumbres muy arraigadas, era, la frecuente solicitud de mandar a decir misas a los difuntos ( las llamadas capellanias ).Por otro lado, los avisos en el diario “El Ferrocarril” anunciaban diversas misas y sus respectivas procesiones 138 136 María Graham “Diario de mi residencia en Chile” Editorial del Pacífico S.A. Santiago 1956 página 66 Sergio Vergara “ Cartas de mujeres en Chile 1630- 1885” Editorial Andrés Bello, 1987” página 124 138 Leemos en el diario “El Ferrocarril” anuncios sobre actividades religiosas, transcribiremos algunas de ellas 26 septiembre 1880: Noticias religiosas Jubileo Circulante-Rosas Merced: hoy a las 4 y media P.M. Vísperas cantadas; y mañana a las 10 misa en el honor de la Virgen de Mercedes con acompañamiento de orquesta. Predicará el sermón el presbitero Señor Salvador Donoso. A las 4 y media P.M procesión que recorrerá las calles de las Claras y Monjitas hasta la Catedral, tomando después los cortados de la plaza hasta llegar por lo de la Merced al templo donde partió. Con fecha del 5 de julio de 1889 tenemos “El Ferrocarril “ Santa Ana: Con mucha solemnidad se esta siguiendo en esta parroquia la novena del santísimo sacramento. El altar Mayor en el cual está expuesta la divina majestad, se haya magníficamente engalanado con flores dispuestas con sencillez y mucha elegancia. 137 64 La sociedad estaba muy influenciada por la iglesia, en variados aspectos, considerándola como su protectora, de allí que se la encuentra muy apegada a la costumbre de inhumar a los muertos en los templos, prerrogativa que tenía la alta sociedad. Los nacimientos, bautizos y funerales, estaban a cargo de la iglesia, esta institución estaba abalada y protegida por la Constitución de 1833, que en su artículo V señalaba que la religión de Chile, era Católica Apostólica Romana, con exclusión de cualquier otro culto público. En el artículo 80 de esta Constitución, señalaba que el primer Magistrado como los representantes de ambas Cámaras del país, tenían la obligación de proteger y observar la religión. En el año de 1821 se crea el Cementerio General, ubicado fuera de la ciudad de Santiago, cuyos objetivos se condecían con las ideas liberales, estaba regido por reglamentos, que tenían como objetivo terminar con las viejas costumbres coloniales, sobre todo con el hábito de un sector de la sociedad de realizar inhumaciones en el interior de las iglesias, que como se verá, era muy difícil de erradicar. El cementerio, fue distribuido desde sus inicios de tal forma, que los sectores altos se encontraban en espacios lujosos, se agregaba a esto la adquisición de un coche de primera clase para los difuntos de la élite, se añade a estas comodidades, un trato distinto, hacia este grupo, cuando: “El ataúd exhala miasmas deletéreos, un sepulturero enciende en una pequeña estufa, anexa al pasadizo de las mesas de mármol en que se reza los últimos responsos, un palo de colliguay, traído de los matorrales de la dehesa y comprado por el establecimiento como el mejor incienso al aire libre”139. Al parecer el féretro también tenía una característica propia de los sectores altos: “Los cadáveres que se llevan a los templos como son siempre de personas pudientes, van encerrados en dos cajas muy sólidas y tan perfectamente cerradas que no permiten exalación alguna “140. Los restos del parlamentario conservador, Señor Walker Martinez “ Descansan dentro de una caja de plomo, tapizada de raso. Esta caja está dentro de otra de ébano y ambas se encierran dentro de una magnífica urna de caoba con aplicaciones de metal, que deja ver a través de un cristal el rostro del muerto, rodeado de un sudario de seda blanca”141 El Cementerio general se rigió por reglamentos y en su artículo primero “ Establecía la perfecta igualdad legal de las sepulturas, sin más diversidad que la de su La procesión, probablemente, recorrerá las siguientes calles: San Martín compañía, Miguel Luis Amunategui y Catedral, como en años anteriores, serán adornadas en sus frentes con objetos de gusto y valiosos. Habíamos olvidado decir, que la orquesta ha ejecutado todas estas noches las mejores piezas del repertorio religioso” 139 Benjamín Vicuña Mackenna “La ciudad de los muertos” Santiago, 18 septiembre, 1877 Página 110 140 Clemente Fabres “ Los cementerios Católicos o sea análisis crítico legal del decreto supremo del 11 de agosto de 1883” página 59 141 Corona Fúnebre de Walker Martinez página 92 65 mundano precio. Todos los nichos eran plebeyos y valía cada uno treinta pesos”142 Había una diferenciación en cuanto al precio. En este primer reglamento, se restringían las expresiones públicas de dolor de los familiares y de los amigos, solicitando que se abstuvieran de realizar estas manifestaciones, para que esto fuera efectivo, en el artículo XV , se prohibía que los dolientes fueran tras el féretro bajo una multa de 300 pesos 143. Se permitía , todo género de acompañamiento pero estaban excluidos los deudos y amigos. 144 El 30 de agosto de 1833, el cementerio general tuvo su segundo reglamento: Se establecía que “ Los capellanes debían rezar todas las noches el rosario acompañados de los sepultureros y conductores de los carros y carrelones”145 En relación al tema de las inhumaciones, disponía que: “ Los entierros debían hacerse forzosamente entre las doce de la noche- a la hora de las ánimas y las cinco de la mañana- a la hora de los brujos”146 Las inhumaciones respondían a lo establecido por el derecho Canónico “El derecho Canónico priva de sepultura eclesiástica 1) a los infieles, 2) a los herejes notorios” “ A los suicidas, si antes de morir no dan señales de penitencia, 6) a los pecadores públicos que mueren sin dar señales de penitencia”147 A pesar de la creación del cementerio general, que tenía entre sus objetivos, eliminar las diferencias sociales ante la muerte, se seguían realizando inhumaciones en los templos ,esto conllevo a una nueva disposición del gobierno, el 21 de junio de 1823, el General Freire decretó que desde el 1 de noviembre de ese año no se podrían sepultar cadáver alguno en los templos o en otro lugar cualquiera dentro de las poblaciones.” La sepultación fuera del cementerio había sido rigurosamente prohibida bajo una multa de 500 pesos desde 1823”148 “ muchas familias chilenas pudientes, entrañablemente apegada a la costumbre ancestral de enterrar a sus muertos en las sepulturas de las iglesias que por siglos habían sido la mansión de la eternidad para sus miembros desconocieron la ley” 149 Erradicar las costumbres, era muy difícil, en el sínodo de 1851, se tocó el tema de las inhumaciones, el obispo Justo Donoso estipuló: 142 Benjamín Vicuña Mackenna, “ La ciudad de los muertos” página 25 Benjamín Vicuña Mackenna “La ciudad de los muertos “ . página 28 144 Benjamín Vicuña Mackenna opt. Cit. página 28 145 Benjamín Vicuña Mackenna opt. Cit. página 61 146 Benjamín Vicuña Mackenna opt. Cot. página 61 147 Crescente Errazuriz “ Compendio de derecho Canónico “ página 242 148 Benjamín Vicuña Mackenna , opt. Cit página 65 149 Isabel Cruz. “ La muerte transfiguración de la vida” Ediciones Universidad Católica de Chile 1999 página 270 143 66 “Conforme a la práctica generalizada en el país: Mandamos que en ellos [ los cementerios ] sean sepultados todos los cadáveres de los fieles, bajo la pena de privación del oficio contra los sacristanes que permitieren el entierro de algún cadáver dentro de la Iglesia, y la pecuniaria de doce pesos [...], empero, a los albaceas o dolientes que lo solicitaren, que puedan trasladar a las iglesias los restos de las personas finadas, con tal que hayan transcurrido dos años desde el entierro” Se quería erradicar la costumbre de enterrar los cadáveres en las Iglesias, ese hábito se mantuvo, a pesar de la intención de cambiar una actitud que por muchos años, estaba arraigada en la población. La mentalidad decimonónica, aún estaba muy apegada a esa costumbre, sobre todo para el sector alto de la sociedad. El señor Clemente Fabres, gran opositor de las ideas liberales, criticaba las diferentes disposiciones del gobierno, por ejemplo el que no se deba enterrar en las iglesias: “La salubridad pública en el caso actual es un pretexto miserable, pues todo el mundo sabe, incluso el Señor Santa María aunque vayan pocas veces a los templos, que sólo se llevan allí los cadáveres de personas muy pudientes, de manera que en el año no se llevan tal vez ni treinta cadáveres a los templos y en Santiago hay más de cincuenta templos”150. Marco Antonio León define el funeral señalando que este : “ Comprendía las misas en la iglesia, la p rocesión al cementerio y la oratoria o discursos a que daba origen el entierro de una persona”151. por lo tanto el funeral es una despedida que tiene elementos que son invariables como el cortejo fúnebre, el último discurso y la inhumación. Los funerales que se han desarrollado en Chile han pasado diferentes períodos y características; se podría clasificarlo en un antes del decreto de 1871 y un después de ese decreto. En el siglo XIX, se practicaron dos tipos de inhumaciones, el rito funerario, por lo tanto ya no era uno solo. El cortejo fúnebre: Es una procesión de individuos que esta compuesta por lo general por la familia del difunto, amigos cercanos, sí el difunto tenía un cargo público, se integraban a esta procesión , las instituciones correspondientes; el cortejo fúnebre tuvo un gran impacto social . 150 Clemente Fabres.” Los cementerios Católicos ..” página 58 Marco Antonio León “ Sepultura sagrada, tumba profana” Centro de investigaciones Barros Arana, 1999 página 142 151 67 Se distinguía en el cortejo, el carácter social del muerto, esto llegaba a causar entre la población de la época, gran expectación y mucho entusiasmo por presenciar este tipo de ceremonias, así nos lo relata Luis Orrego Luco en su libro “ Memorias del tiempo viejo” : ” Los señores y niñas del barrio asomaban a los balcones para ver pasar los fúnebres convoyes encabezados por un enorme carro coronado por una cruz y tirado por caballos enjaezados de negro, con grandes pompones de pluma y seguido por la multitud de coches de trompa. Cada entierro era motivo de entusiasmo y de jolgorio para el barrio. Mañana entierran a la fulanita.., o don perengano, no dejes de venir, hijito a mirarlo desde el balcón. Y se invitan aún a las de barrios lejanos como para una matinée, repartiéndose helados y barquillos a visitas”152. A principios del siglo XIX El cadáver era llevado en un “ carro transparente que hoy llevan dos mulas blancas al trote”153. El carro donde se llevaba al muerto era un; “ Coche de cuatro ruedas, cubierto de colgaduras de terciopelo, con galones de plata y cuatro llorosos plumeros en sus ángulos “ 154 . “ El terciopelo era de algodón ( pana ), los galones de plata falsa” “todos eran tirados por mulas” 155 En general el cortejo fúnebre estaba constituido por los convoyes que marchaban a pie, en profundo y respetuoso silencio, distinguiéndose claramente la diferencia entre los pobres y los ricos, habían dos grandes categorías “ Los pobres de solemnidad y los ricos con solemnidad”156. Otro medio de transporte eran las Calesas, que se congregaban en la casa del muerto “ No hay mas diferencia de aquel tiempo al presente, que la del vehículo, porque la criatura es una e invariable” 157 Cuando llega la hora de la conducción, los hombres se dirigen a la iglesia a pie y descubiertos, bien en vehículo. Los parientes más cercanos van encabezando al cortejo. “Los capellanes debían recibir los cadáveres en la puerta del cementerio, con capa de coro, y llevarlos hasta la fosa recitándoles responsos en cada poza”158 “El servicio eclesiástico y sagrado del cementerio había sido confiado, según ya tenemos noticias, por el reglamento de 1821, a dos capellanes que se alternaban en el altar y en la fosa, y a un conductor o eclesiástico encargado de percibir los derechos y de acompañar los cadáveres fuera, desde la iglesia de caridad, donde eran depositados en los primeros tiempos, fuera desde su domicilio”159 En 1821 se mantenía el ritual romano: 152 Luis Orrego Luco “ Memorias de tiempo viejo” Benjamín Vicuña Mackena, “ La ciudad de los muertos” página 57, 58 154 Benjamín Vicuña Mackenna . opt.cit. página 60 155 Benjamín Vicuña Mackenna. Opt.cit. página 60 156 Benjamín Vicuña Mackenna.opt. cit. página 54 157 Benjamín Vicuña Mackenna, opt.cit. página59 158 Benjamín Vicuña Mackenna . opt. Cit página 29 159 Benjamín Vicuña Mackenna , opt. Cit. página 46 153 68 bendecir la fosa con la oración Deus Cujus Miseraline, mantener divisiones dentro del cementerio, preservar la jerarquía y excluir a quienes se encontraban ajenos a las reglas de la iglesia católica. Los sacerdotes debían exigir la presentación del pase de entierro. El cuerpo quedaba entonces en las manos de la iglesia, este sería honrado por sus seres queridos y será colocado en el altar, a su alrededor abran cirios encendidos. Después de la ceremonia religiosa, solo los parientes y amigos íntimos iban en cortejo al cementerio. En cuanto a los entierros intramuros: En las iglesias y parroquias era muy común en la época colonial y fue muy difícil desarraigarla en el siglo XIX, una posible respuesta a esta actitud ( sin considerar que el lugar más adecuado, para muchos, era la iglesia por su carácter sagrado) era la percepción que se tenía de los cementerios, como lugares inmundos y profanos. A raíz del decreto del 11 de agosto de 1883, que prohibía el entierro en los cementerios construidos después del decreto de 1871, refiriéndose específicamente al cementerio Católico, la población Católica reaccionó a este proceder, de diferentes formas y una de ellas fue la de volver a llevar sus difuntos a los templos; el señor Ramón Subercaseux en su libro nos cuenta : “ Entre muchos casos de personas conocidas recuerdo el del respetable doctor Javier Tocornal, hermano de don Manuel Antonio, murió pidiendo que lo enterraran en suelo bendito. Para cumplir con este deseo, justo e inofensivo, los deudos después de ocultar las faces de la agonía y de la muerte que dieron fin a la enfermedad sentaron al difunto, vestido como de diario dentro de su propio cupé y lo sacaron a la media luz para enterrarlo en no se que sitio privado”160 Hubo, una gran obstinación de un sector de la sociedad, de enterrar sus muertos en los templos y no aceptar sin embargo los lugares administrados por el Estado o las Municipalidades. En relación al rito funerario ( en lo que respecta a las misas ) : “ Es general costumbre, sancionada por la iglesia, la de conducir los restos de los difuntos al templo antes de darle sepultura. Así se hace en todas las naciones de Europa. En el templo se reza el oficio litúrgico, se celebra la Santa misa y sacerdotes y fieles oran juntos por el eterno descanso del muerto. El sacerdote representa en ese momento a la sociedad espiritual y a nombre de los apóstoles, de los mártires y de todos los Santos, es decir en representación de la iglesia, ruega y suplica al Dios Omnipotente abrevie el tiempo de la expiación y reciba en su eterno descanso al que ha dejado esta triste vida “161. “ Cuando se entierra un cadáver en una iglesia, aunque sea el cadáver de un Obispo, se bendice la sepultura, aunque este la iglesia consagrada, porque la consagración y bendición de la sepultura tiene distinto fin que la consagración y bendición de la iglesia”162. 160 Ramón Subercaseux “Memorias de ochenta años. Recuerdos personales..” Boletín Eclesiástico 162 Clemente Fabres “ Discursos parlamentarios” 161 69 Llamó mucho la atención, a los santiaguinos cuando se inaguró el cementerio ,con el primer difunto, que fue una monja que fue llevada hasta su descanso eterno el día el 9 de diciembre de 1821 “Era llevada a enterrar la monja de Santa Clara, Sor Ventura Fariña, quien fue el primer mortal que estrenó el cementerio. El 14 de aquel mes fue enterrado el primer hombre, el español don Estebán Cea, y ambos acompañamientos fúnebres pasaron por el puente [ Puente de Cal y Canto ], en dirección a la Cañadilla, la vía más antigua y trajinada de Santiago por vivos y muertos, por ánimas alzadas y por diablos sueltos “163 .Debió ser grande el impacto de este nuevo espacio para los muertos ya que se registraron los nombres de los primeros difuntos. Una característica importante de los funerales de la época republicana, era que estos, hasta el decreto de gobierno del año de 1871 fueron esencialmente católicos postergando al sector disidente que hasta esa fecha tuvo que realizar sus funerales en forma privada. ( Como hemos señalado hasta esa fecha los disidentes se las tuvieron que ingeniar para dar una digna sepultura a sus difuntos), es así como los funerales se regían por el derecho Canónico como por el ritual romano. El historiador Benjamín Vicuña Mackenna describe un funeral del año de 1827: ya muerto el individuo, su cuerpo es llevado a la iglesia: “ Ha de seguirse el viaje de la mañana hasta otra iglesia, la misa de dos horas, los templos enlutados por contrata, las músicas, los cantos, los cirios, las silletas alquiladas junto con la paciencia y el tiempo de las gentes, gratis las últimas...y en seguida otro tercer viaje, que no es el último, al túmulo de liso mármol en que se rezan los últimos responsos”164 Para esa fecha “ se adoptó la laudable costumbre del viaje directo y a la luz del día, del hogar al sepulcro, que restituía a la muerte uno de sus más grandes y queridos atributos, la simplicidad”165 “El intendente de Santiago don José Santiago Luco, el 5 de diciembre de 1827- ha visto con el mayor sentimiento repetirse en estos días la conducción de cadáveres al Panteón, y una ceremonia que por su naturaleza debe ser lo más triste para los dolientes e igualmente un recuerdo para los espectadores de la nada a que todos hemos de ser reducidos, se ha convertido en un paseo en la emulación porfia por sobresalir en acompañamiento de carruajes y demás aparatos “166 163 Rosales Justo Abel “El puente de cal y canto, Historia tradiciones” Editorial Difusión S.A. 1888, página 93. 164 Benjamín Vicuña Mackenna “La ciudad de los muertos” página 57 165 Benjamín Vicuña Mackenna opt. cit página 56 166 Benjamín Vicuña Mackenna opt. Cit. página 56,57 70 En cuanto a la ornamentación de los lugares como sus calles y sus templos, estos eran revestidos de telas negras, símbolo del dolor, la iglesia Catedral, contaba desde el 31 de enero de 1877, con un reglamento de exequias, el texto dividía el luto de la iglesia para las exequias en categorías: Solemnísimas: Se ponían cortinas en todas las puertas que comunican la iglesia con el exterior, en el coro alto desde la barandilla hasta abajo, en el retablo del testero de la nave principal de la iglesia, en las barandillas de las tribunas que están sobre el coro bajo hasta la parte inferior de éste y en los arcos que dividen la nave principal de las colaterales.167 Gracias a la descripción de Abel Rosales en su libro,”El puente de Cal y Canto, historia” se tiene noticias , de la ornamentación funeraria en el año de 1880: “ El puente [ Cal y Canto ] ostento elegantes colgaduras negras con franjas y lágrimas de plata, formando un gran arco en la cima, para dar paso a las urnas que encerraban los restos de Thompson, el héroe del mar, muerto en el Huáscar frente al Morro de Arica y mártir de Tarapacá”168. “La capital había vestido también magníficamente para hacer a aquellos una recepción digna de sus altos hechos, y hasta el cementerio fue cubierto con fúnebres colgaduras en su parte exterior”169. En los funerales de Estado, existía este tipo de ornamentación suponiendo que este procedimiento se realizó durante todo el siglo XIX La preocupación por engalanar la iglesia, mantiene el esplendor de épocas pasadas “ cuanto se iba a ofrecer la ceremonia fúnebre, los templos enlutados por contrata, las músicas, los cantos, los cirios, las silletas alquiladas”171 Para el funeral de Carlos Walker Martinez “El templo metropolitano había sido rigurosamente enlutado. Gruesos cortinajes negros cubrían las puertas de entrada, la nave central ha sido severamente adornada. Desde el techo al suelo ha sido forrado con negras telas. Casi en el fondo se alza un regio catafalco, rodeado de multitud de grandes cirios, convenientemente distribuidos se ven plantas de diversas clases”172 En cuanto a los discursos frente a los muertos: Está avocado de acuerdo a la condición del difunto a su entereza, a su valentía, cuando éste había participado en batallas, por ejemplo, a los caídos en la batalla naval de Iquique ( en el año de1879) o cuando era un hombre que se había destacado en el servicio público, no encontramos un discurso que se centre sobre la trascendencia y los pecados, así lo distingue por ejemplo el diario “ El Mercurio de Valparaíso”; Sobre la muerte de Arturo Prat: el diario señalaba: “ Este joven, 167 Marco Antonio león “ Sepultura sagrada tumba profana” página 143 Justo Abel Rosales, “El puente de cal y canto, Historia tradiciones” página 99 169 Justo Abel Rosales, opt. Cit. página 99 171 Vicuña Mackena “ La ciudad de los muertos” página 57 172 Corona Fúnebre de Walker Martínez página 172 168 71 ilustrado y valiente marino ha muerto con toda la gloria que era de esperar de sus antecedentes como caballero y de su escuela como marino chileno”173. A) Los funerales republicanos a través de la prensa y coronas fúnebres: Michelle Vovelle, dice que en el siglo XIX convivieron diferentes tipos de funerales que estaban en primer lugar vinculados con la iglesia, posterior a la revolución francesa se adoptaron medidas donde predominó durante todo el siglo un carácter de secularización que conllevo a que en muchos funerales se dieran otro tipo de ritos no solamente el católico, es decir se fueron generalizando funerales laicos. Se señalaran algunos funerales, por orden cronológico: entremezclando los funerales de Estado, ( que cuentan con ciertas características relevantes: un hombre excepcional, la intención de legar a la posteridad el recuerdo de un gran hombre ) se destacara la ceremonia , el discurso fúnebre, y los monumentos. El evento de la muerte se torna en constante fuente de poder; el muerto se eleva a otra condición. El funeral de Estado pasa a convertirse en un instrumento político, donde tuvo la capacidad de actualizar la memoria republicana que constituyeron imaginarios políticos. Después de la independencia de Chile la relación entre la política y la sociedad no fueron tan problemáticas ya que la tradición se mantuvo, ( el rito funerario católico), hubo excepciones pero se realizaron, es el caso de Bernardo O’Higgins ( funeral efectuado en el año de 1869 y en el caso de José Manuel Balmaceda en 1896 ) el difunto es un personaje excepcional, donde la ceremonia que se efectuara hacia su persona tendrá cierta particularidad que se definirá a partir de sus efectos en el imaginario colectivo, los rituales en este caso son cuidadosamente elaborados, en primer lugar es anunciado a través de la prensa el fallecimiento del personaje, luego de la infausta noticia, hace una breve reseña de su vida, elogia la figura del difunto destacando su personalidad, su valor, se preocupan de invitar a gente a las exequias, estas invitaciones se hacen públicas ya que se consignan a través del periódico, políticos e intelectuales manifestaran representando a los demás, el dolor de la eterna ausencia. Estos rituales colaborarán en la creación de un imaginario nacional. “ El ritual funerario y su lenguaje universal, dirigido a los sentimientos y los sentidos, se convirtieron en una herramienta ideológica de enorme utilidad política”174. Tanto la calidad del ritual funerario como el de la tumba, sirvieron para confirmar la jerarquía social de las familias importantes e incluso de las naciones. 173 Diario “ El mercurio de Valparaíso” 26 de mayo de 1879 Carmén Mc Evoy “ Funerales republicanos en América del sur: tradición ritual y nación 1832-1896, página XIX 174 72 El estilo del funeral reflejó una posición social, ya que con esta ceremonia el poder y la fortuna burguesa se exhibían públicamente. Hay por lo tanto una importancia política e ideológica en los funerales de Estado, hay una sensación de unidad e identificación. Un elemento muy importante es dejar a la posteridad el recuerdo de un gran hombre, se desea convertirlo en un símbolo. En los funerales que se reseñan, hay un propósito de parte del Estado y este valorar al personaje elevarlo a una categoría de héroe en algunos casos, en otro reconciliarse con la historia política, también demostrar el valor y esfuerzo de los hombres públicos que ejercieron poder en nuestro país. En el funeral se dan elementos desde la época colonial: a través de la ceremonia se quiere demostrar el poder que ejerció el difunto y la institución que en ese momento está a cargo de ella, lo destaca y lo realza, también quiere manifestar el poder de la iglesia y del ejército. En el cortejo fúnebre, donde hubo una gran participación, fue muy bien organizado ya que se le quería dar la connotación de seriedad a ese momento. En cuanto al discurso fúnebre, éste manifestaba el sentimiento propio del gran dolor que significaba perder un ser tan valioso, de una gran creatividad, donde se declaraban los triunfos , los esfuerzos y los logros del difunto. Camilo Henriquez Gonzalez ( 1769-1825 ): Recibió las órdenes sacerdotales. Fue uno de los pocos que proclamaron la necesidad de la independencia absoluta de España. Fue diputado al Congreso de 1811, desempeñó diversos cargos. “Su fallecimiento ocurrió en Santiago el 16 de marzo de 1825. en sus funerales se llevaron a cabo ceremonias especiales de duelo público que dispusieron oportunamente el gobierno y el parlamento. De orden del primero se dispararon salvas en el fuerte del cerro Santa Lucía mientras se efectuaba el entierro, y por disposición del segundo una delegación especial de sus miembros pasó a expresar sus condolencias a la familia, los diputados asistieron en cuerpo a los funerales y, en fin, conforme el uso de la época, vistieron luto tres días”175. Bernardo O’ Higgins: ( 1775-1842), Quien fuera el libertador de Chile, destacándose por sus innumerables batallas, murió en Lima-Perú. Vicuña Mackenna señala los últimos momentos de Bernardo O’Higgins “ En la noche del 28 de septiembre le sobrevino en el Callao un ataque que se juzgo mortal “176 , debido a esto fue trasladado a la ciudad de Lima Bernardo O’Higgins , “ Había hecho colocar delante de su lecho un altar portátil en que oía todas las mañanas las misas 175 Raúl Silva Castro “Escritos políticos de Camilo Henriquez “ , impresa en Santiago de Chile 1847 página 36,37, 176 Benjamín Vicuña Mackena “ Historia Crítica y social de Santiago” página 610 73 llamadas de San Gregorio, y durante el día y parte de la noche tenía a su lado un joven dependiente”177 . En la mañana del 23 de octubre dejó de existir. “Así falleció, dice su propia hermana en una carta al general Prieto del 14 de noviembre de 1842, el hombre de cuya memoria no sólo vivirá en Chile sino en toda la América” 178. El 26 de octubre O’Higgins fue sepultado en el cementerio general de Lima “ y un mes más tarde se celebraron sus exequias con inusitada pompa en la iglesia de la Merced” 179 . La noticia de la muerte de Bernardo O’Higgins llegó a Chile a mediados de noviembre de 1842. “El gobierno del general Bulnes decretó por su parte el 24 de noviembre que el ejercito vistiera de luto durante 8 días” 180. Diego Portales: ( 1793-1837 ) Las circunstancias convirtieron a Diego Portales en político, era un convencido de que las leyes y las constituciones no son las que moldean a los pueblos. Propiciaba el principio de la autoridad. Fue ministro bajo la presidencia de José Joaquín Prieto. Su muerte causó gran impresión,( Portales recibió dos balazos: el primero, en el omóplato derecho, lo que hace pensar que fue herido por la espalda, y el segundo en la mandíbula, cuya profundidad le trituró los dientes, arrancó casi todo el labio, le destruyo el ángulo derecho, y aún una parte del carrillo correspondiente( según el informe forense). El diario de la época, “El Mercurio de Valparaíso” , dio detalles de cómo había sucedido el fatal acontecimiento. 181 “El instinto popular no encuentra posibilidad alguna de que un crimen tan escandaloso se haya podido maquinar en Chile. Casi universalmente se designa como su instagador y autor original al déspota. No es la primera vez que se ha manchado y complicado en asesinatos. El general Blanco en Chuquisaca, pereció del mismo modo a mano de sus agentes en un motín militar dirigido a él. ¿ Y Chile podría soportar impunemente que la vida de sus hombres más esclarecidos haya estado a sus órdenes? ¡no ¡ Chile ha querido combatir por asignar su independencia y bienestar, y ahora tiene el doble motivo de combatir por su honor y 177 Benjamín Vicuña Mackenna opt. Cit. Página 610 Benjamín Vicuña Mackenna opt. Cit. página 611 179 Benjamín Vicuña Mackenna página opt. Cit. 611 180 Benjamín Vicuña Mackenna opt. Cit. Página 619 181 “El Mercurio 10 de junio de 1837 178 74 decoro, por su gloria y por castigar al malvado que ha esparcido el luto y las lágrimas en su reino, con el más horrible atentado que su personalidad podía maquinar” “ Sabemos que el malogrado e ilustre ministro de la guerra, en el acto de ser aprehendido por los malvados corifeos del motín del día 3 del corriente, llamó enérgicamente a su presencia al hombre pérfido que los prendía, para demandarle el motivo de su traición e iniquidad y que sólo recibió por contestación palabras de más soez y de la perfidia más brutal. El señor ministro estaba en el sencillo traje de ciudadano que habitualmente llevaba, y el miedo de sus asesinos en el acto de ejecutar la prisión, les hacia “ bocarle pistolas” y fusiles para que guardase silencio. El señor ministro fue conducido de la plaza pública, lugar de la revista, a un calabozo inmundo en donde permaneció cargado de cadenas y con centinelas de vista hasta el día 4. de ahí fue trasladado con grillos en un birlocho a uno de los suburbios de Quillota a donde acababa de trasladarse el campamento de los sublevados y habiendo tenido lugar la defección del regimiento “ cazadores a caballo”, le exigieron que firmase una orden para el gobierno militar de Valparaíso mandando se le entregase esta plaza y la Escuadra. El señor ministró contestó que estando preso no tenía investidura alguna, y que aún teniéndola no podía ser obedecida por no estar autorizado para darla por su estado. Fue asesinado vilmente. En cuanto a los funerales no se mencionó nada, ni se señaló donde fue sepultado, inferimos que se hizo una ceremonia privada. Lo que sí se mencionó fue el funeral de sus compañeros. “El 7 del corriente a las 2 de la tarde tuvo lugar el entierro del capitán de guardia Nacional D. Santiago Saldivar, muerto en la batalla de Barón. La ilustre Municipalidad y el cuerpo de oficiales de la Guardia Nacional acompañaban al féretro”. La compañía de granaderos del 27 batallón que mandaba el finado en el Barón, precedía al féretro con la música del batallón a su cabeza”. Un acompañamiento numeroso de ciudadanos cerraba la comitiva. En el acto de colocar el ataúd en el sepulcro, se le hicieron los honores militares de ordenanza. Todo el concurso manifestó el pesar que generalmente ha existido la pérdida de este joven, que con tanto entusiasmo contribuyó por su parte a la derrota de los malvados. El cadáver de don Manuel Cavada, asesinado en el mismo lugar que el señor ministro Portales por los sublevados, seguía al féretro que iba colocado el capitán Don Santiago Saldivar.” 182 Al señalar los funerales de José Miguel Infante debemos describir brevemente el contexto de la época : En la década de 1840 se produjeron situaciones, Francisco Bilbao 182 “El Mercurio de Valparaíso 10 de junio de 1837 75 publicaba en 1844 “ Sociabilidad chilena”; por otro lado José Victorino Lastarria desmistifica la labor evangelizadora de la corona española . Se había creado por otro lado “ La revista católica” en 1843 su propósito era combatir las ideas del siglo. La iglesia no deseaba abandonar su control en ningún aspecto, en este contexto falleció: José Miguel Infante: ( 1778-1844) Formó parte de las primeras juntas de gobierno, fue ministro en muchas carteras, diputado, miembro de la Corte de Apelaciones, fundador del Instituto Nacional. En el contexto en que vivió José Miguel Infante, podemos señalar que había una gran polémica con el poder de la iglesia, un año antes de su muerte, se había creado la revista Católica, cuyos objetivos era la defensa de la iglesia frente a las ideas secularizadoras de los liberales José Miguel Infante muere en el gobierno de Manuel Bulnes el diario “El siglo” del 9 de abril señala sobre sus últimos momentos: “A las diez de la noche de ayer recibió los últimos consuelos religiosos el Ilmo señor obispo don José Ignacio Cienfuegos, su antiguo colega en los trabajos de la independencia, asociado del señor Dean de esta Catedral Dr. D. José Alejo Eyzaguirre. Algunas horas antes había escuchado, con satisfacción , las reflexiones de su verdadero amigo y deudo el presbitero don Domingo Farias”. Con la firma de Juan Blest y Francisco Lafarque se confirmó que José Miguel Infante falleció producto de un enfisema pulmonar que le provocó una neumonía. El historiador Diego Barros Arana relata que nunca se había visto en Santiago una “ concurrencia más numerosa en el entierro de una persona, aún de patriotas de gran prestigio, y de relaciones de familia mucho más extensa que las de Infante”183 Los alumnos del Instituto Nacional decidieron desafiar la prohibición del gobierno y tomarse feriado el día 11 de abril para asistir al entierro. Su casa, en calle Estado, esquina sureste de moneda, se repletó de gente. El diario el Progreso relata que un gran número de carruajes siguió al féretro, y que entre las autoridades lo acompañaban el ministro de la guerra, así como los generales Pinto y Lastra. También se hicieron presentes los capitanes del antiguo cuerpo de infantes de la patria. 10 de abril de 1844”Justo es que el gobierno honre sus cenizas; así lo exigen la gratitud y la necesidad de fomentar el patriotismo, de cuya acción pende el dominio de la libertad” “Una columna de bronce debería erigírsele, porque una columna de bronce representa fielmente la constancia de un apóstol infatigable de la libertad” 184 183 184 Diego Barros Arana “Un decenio en la historia de Chile “ Diario “El siglo “ 10 de abril de 1844 76 Francisco Bilbao despidió al héroe en la puerta del cementerio, en su calidad de alumno del Instituto Nacional. “Sus restos fueron colocados en el Panteón sin cumplir con el rito de paso prescrito por la iglesia Católica”185. “ La iglesia Católica, respondiendo a lo que parecía un imperativo para quienes no habían demostrado la fidelidad exigida, consideró que Infante no daba pruebas suficientes de catolicidad, y por medio del vicario delegado, impidió el uso del templo de Santo Domingo y la predicación de una oración fúnebre que había compuesto el prior dominico, Fray José Santa- Ana”186. En el año en que fallece Andrés Bello ( 1865 ) se observa, que hay un proyecto liberal se lucho hasta conseguirlo la eliminación del artículo V de la Constitución de 1833, hubo, un acuerdo que permitía la interpretación del artículo permitiendo otros cultos. Andrés Bello: Nació en Venezuela en 1780 muere, en Chile, el 15 de octubre de 1865 : republicano, católico, llegó a Chile en 1829 ; gran reformador educacional, en el contexto en que vivió Andrés Bello observamos que hubo un gran debate intelectual donde se propiciaban los nuevos lineamientos en cuanto a la educación. Fue fundador de la Universidad de Chile. Andrés Bello era adherente a la iglesia Católica, era un gran creyente. Falleció en 1865, fueron convocados a asistir al funeral, ministros, senadores, diputados, empleados de la administración pública, dignatarios eclesiásticos. Su funeral fue costeado por el Tesoro Nacional, se proclamó para el 17 de enero en la Catedral Nacional la misa que fue encomendada al Decano de la Facultad de teología, Canónigo José Manuel Orrego. Los discursos del cementerio fueron encomendados a Ignacio Domeyco. “ El funeral de Andrés Bello confirmó la certeza que animaba a la clase dirigente chilena, como grupo constructor de memoria, el ser católico era de gran importancia ya que podía ingresar al panteón de los héroes. Manuel Bulnes Prieto: ( 1799-1866 ) Desde muy niño ingresó como Cadete al ejército del rey. Participó activamente en las campañas de la independencia y alcanzó el grado de general de brigada a los 32 años. Destruyó la banda de los Pincheira y la Confederación Perú- Boliviana. Un año después que se decreto la libertad de cultos, fallece el ex presidente Manuel Bulnes.. 185 186 Carmen Mc Evoy “ Los funerales ..” página 41 Carmén Mc Evoy opt.cit. página 42 77 El diario “El ferrocarril” del 19 de octubre de 1866, anunciaba la muerte de Manuel Bulnes, señalando que este hombre había contribuido a darle gloria y honra a nuestra patria dejando por lo tanto a la posteridad “ una página brillante y un alto ejemplo de valor y patriotismo” 183 El diario proseguía “ El general Bulnes vivirá siempre en el corazón agradecido de sus conciudadanos, como uno de sus emblemas más puros y radiantes de sus glorias Nacionales su nombre marcará siempre para la república una época de progreso y de ventura y a los aplausos de sus contemporáneos se unirán los de la posteridad.184 “Habiendo perdido la república, uno de sus más distinguidos servidores, y el ejército uno de sus más ilustres jefes, en la persona del benemérito general de división don Manuel Bulnes, el supremo gobierno ha acordado que se le hagan los honores siguientes: A las seis y media del día de mañana asistirán los señores jefes y oficiales, tanto del ejército como de la guardia Nacional, a la casa del finado señor general con el objeto de acompañar sus restos al templo, de la Catedral. A las nueve y media de la mañana del día 20 del corriente se encontrarán formados en la plaza de la independencia dos secciones de artillería, el batallón Buin 1° de la línea y un escuadrón del regimiento de cazadores a caballo. Estas fuerzas serán mandadas por el comandante general de armas, y les servirán de ayudantes el Sargento Mayor don Joaquín Cortés, el de igual clase graduado don Elidio Gomez Solar, y los capitanes don Federico Jorge Bunster y don Weneslao Gacitua. A la misma hora asistirán al templo de la Catedral los señores jefes y oficiales del ejército y guardia Nacional con el objeto de asistir a sus honras y acompañar sus restos al cementerio. Jofré185 En los honores fúnebres a Manuel Bulnes ( 1866 ) se presentaron en su hogar los señores jefes y oficiales, tanto del ejército como de la guardia Nacional, los señores diputados don Antonio Varas, Marcial Gonzalez, Manuel a. Matta, Miguel L. Amunategui y Benjamín Vicuña Mackenna. Federico Errázuriz Zañartu: ( 1825- 1877 ) Se graduó de abogado en 1846, participó en el movimiento revolucionario del 20 de abril de 1851, siendo desterrado al Perú. Después de volver a Chile, fue parlamentario y ministro en la época de la fusión liberalconservadora que lo llevó a la presidencia en 1871 El diario “El Ferrocarril” con fecha sábado julio 21 de 1877 señalaba con respecto a su desceso: 183 Diario “El Ferrocarril” 19 de octubre de 1866 Diario “El Ferrocarril” 19 de octubre de 1866 185 Diario “El Ferrocarril” 19 de octubre de 1866 184 78 “ En la mañana de ayer Santiago fue sorprendido por una nueva tan dolorosa como inesperada. El señor don Federico Errázuriz había muerto súbitamente a las dos de la madrugada”.186 “Habiendo fallecido esta mañana el ilustre ex presidente y primer consejero de Estado don Federico Errázuriz, un escuadrón montado del regimiento de cazadores a caballo, vestido de parada y con la banda de música, se encontrará mañana a las ocho y cuarto A.M. en la casa habitación del expresado señor para escoltar el coche de gobierno en su ida al cementerio. En todos los cuarteles de esta guarnición permanecerá enarbolado a media asta por hoy y mañana el pabellón Nacional- Baquedano.187 Por secretaría se ha hecho la siguiente invitación a los señores miembros del consejo de Estado: secretaria del consejo de Estado: Santiago, julio de 1877: habiendo fallecido anoche a las dos A.M el señor Vice- presidente del consejo don Federico Errázuriz, tengo encargo del señor ministro del interior, para invitar a U.S. a fin de que se sirve concurrir a la casa mortuoria del día de mañana a las 8.A.M. Alameda de las delicias Número 110, de donde partirá el cortejo fúnebre”.188 El ciudadano eminente y distinguido que trabajó constantemente por la posteridad de su patria; el magistrado inteligente y laborioso que rigiendo los destinos de su país las más importantes reformas que constituye la felicidad de los pueblos, el ciudadano Federico Errázuriz, en fin acaba de morir, y la dolorosa impresión que este funesto acontecimiento ha causado en el corazón de los hombres amantes de la justicia, apenas nos da tiempo para invitar a todos los hombres honrados y patriotas para concurrir a la casa del Ilustre finado y de allí al cementerio general, mañana a las 8 A.M. para cumplir así con el último deber, tribulando un justo homenaje de reconocimiento a la memoria de uno de los mejores hijos de la patria”. A ambos ex presidentes, Manuel Bulnes, Federico Errazuriz, se le tributaron importantes honores que fueron otorgados en su casa mortuoria; según los periódicos, los restos de Manuel Bulnes fueron trasladados a la iglesia Catedral no así a Federico Errázuriz quien fue conducido directamente al cementerio. Arturo Prat Chacón : Ingresó a la escuela Naval a los 10 años de edad, combatió en la guerra con España ( captura de la “Covadonga “ por la “ “Esmeralda “ en Papudo 1865 ) se recibió de abogado (1875 ), fue en misión secreta a Argentina ( 1878 ) murió sobre la cubierta del Huascar, en Iquique como comandante de la Esmeralda, en 1879, tenía 31 años. 186 “El ferrocarril” 21 de julio de 1877 “El Ferrocarril” 21 de julio 1877 188 “El Ferrocarril” 21 de julio de 1877 187 79 Con relación al combate Naval de Iquique “El Mercurio de Valparaíso “ con el titulo” la Esmeralda no quiso rendirse “ señalaba: “Vengar a esos héroes y luego eternizar su memora en el mármol y en el bronce. Ya que el océano no consciente epitafios que transmitan a la posteridad las hazañas de los que recibe en su profundo seno, en nuestras plazas, en nuestras calles, a la orilla de ese mismo mar cómplice y testigo de la catástrofe, que se levantó en breve un monumento conmemorativo de los mártires de la Esmeralda Refiriéndose a Arturo Prat :“Este joven, ilustrado y valiente marino ha muerto con toda la gloria que era de esperar de sus antecedentes como caballero y de su escuela como marino chileno; pero no morirá por cierto en la memoria de este pueblo agradecido, que hoy lo llora, y mañana le inmortalizará como se inmortaliza a los verdaderos héroes” “En cuanto se tuvo conocimiento de las noticias transmitidas por el cable, las campanas de la Matriz y San Francisco fueron echadas a vuelo” “Al oír repiques a tal hora los vecinos de los cerros supusieron que algo muy importante ocurría, y era de ver como bajaban por millares a la parte baja de la ciudad” cable sub-marino” “Esmeralda: Con el pabellón izado en el pico de mezana echada a pique al tercer ataque con el espolón del Huascar”. “Muertos: capitanes Prat sobre la cubierta del Huascar, seguido de cuatro más que lo abordaron”. “Teniente Serrano, guardia marina Riquelme, ingeniero primero Hyatt, tercero mantesala y Gutierrez, Segundo Mutilla y 150 tripulantes” El diario “El Ferrocarril “ dedico muchas columnas sobre el Combate Naval de Iquique, como dato importante señalaba, que las noticias se transmitían a través del telégrafo y primaba gran cantidad de texto sin intercalarlos con fotografías. Las descripciones de cada suceso reflejaban la adhesión de la población porteña a este hecho. El diario “El Ferrocarril “ señalaba con fecha del 24 de mayo de 1879: “El telegrama llegado ayer al señor Ministro de la guerra, en que el general en jefe del ejército del norte comunica el anuncio dado por el transporte Lamar de un combate Naval ocurrido el 21 en Iquique, entre nuestras Corbetas de madera Esmeralda y Covadonga y los encorazados, ha absorbido por completo, como era natural, la atención pública”.189 Al referirse a Arturo Prat, el diario “El Mercurio de Valparaíso” señalaba: “Este joven ilustrado y valiente marino ha muerto con toda la gloria que era de esperar de sus 189 Diario “El ferrocarril 24 de mayo de 1879 80 antecedentes como caballero y de su escuela como marino chileno; pero no morirá por cierto en la memoria de este pueblo agradecido, que hoy lo llora y mañana le inmortalizará como se inmortaliza a los verdaderos héroes”190. Monumento A los héroes del Combate de Iquique “ En medio de la profunda emoción que agita en estos momentos el alma de todos los ciudadanos, cuando han llegado las primeras noticias del heroísmo más espléndido y del sacrificio más noble de nuestros bravos marinos, cuando la vieja y querida Esmeralda termina su gloriosa existencia con el acto más sublime de abnegación y de amor por el nombre y por las glorias de Chile y cuando la pequeña Covadonga destroza con valentía sin igual al blindado peruano Independencia. Toca a todos los hombres de patriotismo que admiran las grandes virtudes de los héroes, dar principio, sin pérdida de un instante a la obra de justicia, de honor y conmemoración Nacional. Desde el mismo momento, en que se ha recibido la noticia de ese brillante triunfo y de tan sublime sacrificio que tiene escasos ejemplares en la historia de los pueblos, por mi parte, yo que he sido un antiguo admirador de nuestra marina y también antiguo amigo de sus jefes y oficiales, me hago un honor y un deber el invitar a todos los hombres de corazón y patriotismo para que contribuyan con su óbolo a una suscrición Nacional para levantar un monumento de gloria a los héroes que tan notablemente sucumbieron en el combate de Iquique” Francisco Echaurren El diario “ El Mercurio de Valparaíso” no menciona los funerales de los caídos en la guerra del Pacífico. Manuel Montt : ( 1809- 1880 ) Estudio en el Instituto Nacional y después se recibió de abogado ( 1831 ). Fue inspector, profesor y rector de aquel establecimiento, en el cual restableció el orden y la disciplina. Fue ministro de Prieto y del presidente Bulnes, luego fue presidente de la república entre 1851 y 1861. Con respecto a su muerte, el diario El Ferrocarril del 23 de septiembre de 1880 señala: “Don Manuel Montt ( Editorial del diario oficial) Santiago, septiembre 22- ha muerto el Señor Don Manuel Montt, y con el último aliento por él exhalado en hora que aún era de esperanzas para su familia y para sus amigos más íntimos, han terminado cincuenta años de una vida pública, como pocas laboriosas de luz y de constante lucha y en todas ocasiones eminente.191 190 191 Diario El Mercurio de Valparaíso Diario “El ferrocarril 23 de septiembre de 1880 81 Antiguo rector del Instituto Nacional, antiguo Diputado, Ministro de Estado con dirección e iniciativa, codificador de nuestra legislación Civil; y en dos períodos constitucionales Presidente de la República” Septiembre, 22- Mañana, a las 10 A.M. se encontrarán en la plaza de la Independencia, a inmediaciones de la Iglesia Metropolitana, un batallón de regimiento movilizado Curicó, con su banda de música, a las órdenes del respectivo jefe, con el objeto de acompañar hasta el cementerio los restos mortales del Señor Presidente de la Excelentísima Corte suprema y Senador de la República don Manuel Montt, que deberán salir de aquel templo, ejecutando al tiempo de dar sepultura al cadáver, las tres salvas prevenidas por el artículo 42, título 82 de la ordenanza general. Ochenta hombres de la fuerza de policía, al servicio de la guarnición, con la banda de música del regimiento número 1 de artillería a la cabeza, al mando de un capitán se encontrarán igualmente en la plaza a la hora indicada y con el expresado objeto. El señor general de Brigada Don Emilio Sotomayor mandará en jefe dichas fuerzas, sirviéndole de ayudantes los que tenga a bien elegir de la Escuela Militar. Se invita a los señores jefes y oficiales para que asistan a las exequias, que darán principio en la mencionada iglesia a la hora citada”. Prieto “El Ferrocarril” 23 de septiembre Alos miembros de la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago se ha pasado la siguiente nota N° 590: Debiendo celebrarse mañana jueves exequias oficiales por el Presidente de esta Corte, Señor Don Manuel Montt, esta Corte espera que su señoría ilustrísima tendrá a bien acompañarla en la ceremonia, en testimonio de respeto por el primer dignatario de la administración de justicia. La reunión tendrá lugar en la Catedral a las 9 y media de la mañana. Dios guarde a V.S.I.- Alvaro Covarrubias-a la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago. Los honores fúnebres que se le tributaron se los hicieron por lo tanto en la plaza de la Independencia, no se alude que alguna procesión se haya dirigido a la casa mortuoria. Anibal Pinto : ( 1825-1884 ) Estudió en el Instituto Nacional y en la Universidad, recibiéndose de abogado. Fue intendente de Concepción, diputado, senador y ministro de Estado de Errázuriz Zañartu. Elegido Presidente de la república en 1876, en 1878 tuvo que afrontar una crisis económica y posteriormente, la guerra contra la alianza Perú- boliviana. 82 A raíz de su fallecimiento, el diario “El Ferrocarril” con fecha 10 de junio 1884 lamentaba este hecho señalando: “La República acaba de perder al gran ciudadano, al patriota ilustre, al íntegro estadista Señor Anibal Pinto, que con extraordinario acierto y gloria dirigió los destinos del país en el pasado período presidencial. Su nombre emblema de las recientes glorias nacionales, vivirá eternamente gravado en el corazón del patriotismo agradecido” 11 de junio Valparaíso, junio 10 de 1884: “El señor don Anibal Pinto ha muerto, he aquí la dolorosa noticia con que Valparaíso fue sorprendido ayer, pocos momentos después de que este diario anunció a sus lectores que su salud se encontraba seriamente comprometida, a las 12 y cuarenta minutos el señor Pinto exhalaba su último aliento, sin dolor y sin fatiga, rodeado de los suyos y en ese distinguido aislamiento que forma la majestad tradicional de los ex presidentes de la república de Chile de quienes va a buscar la muerte con todo el recogimiento de la grandeza. La intendencia ha dado cuenta del fallecimiento del señor Pinto en las siguientes notas a la Municipalidad, citando a sesión y al señor García Huidobro, superintendente del cuerpo de bomberos, invitándolo a que coadyuve a las manifestaciones de duelo. Espero que la ilustre Corporación tendría a bien reunirse en los salones de la intendencia a las 3 P.M. de hoy día a fin de que, en representación de la ciudad, acuerde los honores fúnebres que deben tributarse a la memoria de tan esclarecido ciudadano”. La comandancia general de armas dio ayer orden del día, Valparaíso junio 9 de 1884:: mañana a las 12 M. Se encontrarán los señores jefes y oficialese francos de la guarnición en esta comandancia general para acompañar hasta la estación del Barón, los restos mortales del ex presidente de la república don Anibal Pinto. La asistencia será en traje de parada. Con igual objeto, mañana a las 12 y media P.M. se encontrará toda la fuerza disponible del regimiento de marina, con su dotación de jefes y oficiales y la banda de música, en la calle del teatro, casa número 56. El fuerte de San Antonio, desde las 10 A.M. hasta las 2 P.M., hará un disparo de cañón de cuarto en cuarto de hora en señal de duelo-Toro-H. Formarán también un piquete de caballería de la guardia Municipal. La Municipalidad asistiría en cuerpo para formar parte del cortejo, los miembros de la Municipalidad acordaron nombrar a los señores Willshaw, Viel, Soto Aguilar, Navarro y es secretario para que acompañen el cadáver hasta la capital. 83 Se acordó publicar una hoja suelta instando al pueblo, en nombre de la Municipalidad, a acompañar los restos del señor Pinto hasta la estación del Barón. Se han nombrado las siguientes comisiones para acompañar los restos del señor Pinto: Superintendente don Carlos García Huidobro, Comandante don Manuel del Río y directores señores Caldera, Dubreuil, Dever y Soto Aguilar.192 ( El señor Pinto era superintendente del cuerpo de bomberos de Santiago ). El carro mortuorio de cristal ha sido engalanado con coronas y rigurosamente enlutado con crespones. El cortejo desde la estación al cementerio, se tocará una campanada cada cinco minutos. Comisión del senado: La comisión nombrada por el senado para que reciba los restos del señor Pinto, y acompañe al cementerio se compone de los señores: José Manuel Encina, Víctor Lamas y Javier Luis Zañartu. Hubo homenajes de parte de los bomberos, del Senado, de la comandancia de armas. El tren trae los restos de Pinto, se hará una salva de 15 cañonazos en un punto conveniente de la Alameda “ y se disparará un cañonazo cada cuarto de hora hasta puestas de sol en la plaza Gamero.” “El regimiento de granaderos a caballo, dará los batidores correspondientes para abrir la marcha del cortejo, como también la guardia de honor que irá a los lados del carro mortuorio” Domingo Santa María Gonzalez: Se recibió de abogado y participo en los movimientos revolucionarios de 1851 y 1859 contra Manuel Montt, siendo desterrado en ambos casos. Fue diputado, magistrado, y ministro en varias oportunidades. Liberal de avanzada, fue elegido presidente de la república en 1881. Promovió las reformas laicas ( registro civil, matrimonio civil y cementerios laicos . puso término a la guerra del pacífico. El diario “ El Ferrocarril” del 19 de julio de 1889, anunciaba la muerte del que fuera presidente de Chile. “El último ex presidente de la República y miembro actual del Senado, Señor Domingo Santa María, ha sucumbido en la mañana de ayer. Aunque afectado seriamente en su salud desde las postrimerías de su período presidencial, este acontecimiento, fue una sorpresa para el país, que no lo había visto ajeno a los movimientos y actividad del mundo político. 192 Diario “El Ferrocarril “ 10 de junio 1884 84 El Señor Santa María, a quien cupo desempeñar papel tan espectable en la historia política de estos últimos cuarenta años, por su mismo retiro de la presidencia de la República, conservaba todavía, las influencias que procura el ejercicio del poder y con ellas el cortejo de contrarias apreciaciones que acompaña a los que viven mezclados en agitaciones de la política militante de actualidad”193 “El Ferrocarril” 18 de julio 1889 “En la mañana de hoy ha dejado de existir el esclarecido ciudadano don Domingo Santa María de acuerdo con S.E. el Presidente de la República, tengo el honor de ponerlo en conocimiento de U.S., para que, sí lo tienen a bien, se sirva impartir las órdenes del caso para que los cuerpos de la guarnición, tributen a sus restos honores fúnebres, correspondientes al elevado rango que desempeñaba. El cortejo saldrá mañana a las tres de la tarde, de su casa habitación. Dios guarde a U.S.- Demetrio Lastarria.- Al señor Ministro de guerra”. Santiago 18 de julio de 1889: mañana viernes a las 3 P.M. tendrá lugar los funerales del Senador Vice- presidente del consejo de Estado y ex presidente de la República, señor Domingo Santa María, y a fin de tributar honores fúnebres a su memoria, sirvase U.S., disponer que a la hora indicada se encuentren reunidos los cuerpos de la guarnición en las inmediaciones de la casa mortuoria con el objeto de acompañar sus restos al cementerio general. El general de Brigada don Alejandro Gorostiaga mandará en jefe las fuerzas expresadas. Dios guarde a usted Abraham Konig- Al comandante general de armas de la provincia.194. Según la prensa, se le tributaron los honores fúnebres correspondientes donde un cortejo se aposento en su casa y desde allí acompañaron sus restos hacia el cementerio no se menciona en este caso que hubiese habido una misa en alguna iglesia. Benjamín Vicuña Mackenna: ( 1831- 1887) Combatió en el motín del 20 de abril de 1851 y en la revolución del mismo año contra Manuel Montt. Fue diputado, senador, periodista, diplomático, candidato a la presidencia. Como intendente de Santiago realizó una labor extraordinaria. En relación a su muerte el diario “ El Ferrocarril” con fecha 27 enero 1887 A las 12:50 P.M. de hoy es esperado en la estación de los ferrocarriles del Estado, el convoy que debe conducir los restos del Señor Benjamín Vicuña Mackenna. El cuerpo de bomberos 193 194 “El ferrocarril” 19 de julio de 1889 Diario “El Ferrocarril “ 19 de julio 1889 85 Los cuarteles de las diversas Compañias del Cuerpo de bomberos izaron ayer a media asta sus banderas, en señal de duelo por el fallecimiento del ex director de la 3° Compañía, Señor Vicuña Mackenna. Ayer, en el tren expreso de la tarde partieron a Valparaíso como cincuenta miembros del cuerpo de bomberos para hacer hoy guardia de honor a los restos del antiguo director de la 3° Compañía. Esta misma pasó ayer notas al directorio delc cuerpo y a las demás Compañias comunicándoles el fallecimiento de su ex director y miembro honorario de la 3° e invitándolos a la recepción de los restos del señor vicuña Mackenna. Al cuartel de la 3° compañía fue conducido anoche el carro de cristal del cementerio, con el objeto de adornarlo convenientemente para la traslación de los restos del Señor Vicuña Mackenna. Las siguientes invitaciones para acompañar los restos del señor benjamín Vicuña Mackenna han sido dirigidos a los voluntarios de diversas compañias del cuerpo de bomberos” . Asistencia del ejército La comandancia general de armas dispuso ayer, que hoy concurrieran a la estación de los ferrocarriles, para asistir a la traslación de los trestos del señor Vicuña Mackenna, el batallón Buin 1 de línea y el regimiento de granaderos a caballo. Este mismo cuerpo dará la escolta para las comisiones de las cámaras. LOS FUNERALES Ayer se anunció que las honras fúnebres del señor Vicuña Mackenna tendrían lugar en el templo de San Juan de Dios, lo que explica que en algunas invitaciones se les menciones como punto de reunión. Más tarde se fijó definitivamente la iglesia de la merced para celebrar los funerales; y al efecto, desde las primeras horas de la mañana de hoy se comenzará la ornamentación del templo al cual serán trasladados, desde la estación de los ferrocarriles, los restos del Señor Vicuña Mackenna. En el interior de la iglesia, y frente al altar principal, se colocará el catafalco. Las columnas que dividen las naves se enlutarán convenientemente y la fachada se cubrirá con cortinajes y otros adornos destinados para las exequias solemnes. Los funerales se verificaran mañana jueves, a las ocho y una vez terminados la comunidad piensa acompañar los restos hasta la ermita de Santa Lucia, en cuya cripta serán sepultados”191 José Manuel Balmaceda: Al asumir el poder, José Manuel Balmaceda, gozaba de prestigio y de mucho apoyo principalmente de las provincias, en su gobierno hubo una proliferación en la construcción de obras públicas, fue un presidente que se preocupó de dar bienestar al país. 191 Diario “El Ferrocarril “ 17 de enero 1887 86 Hacia 1890: las agresiones hacia el gobernante eran extremadamente duras, que se reflejaba en la prensa. Poco a poco fue perdiendo adherentes, incluso del Congreso Nacional. En el año de 1891 se desencadenó, una guerra civil. Balmaceda se suicidó el 19 de septiembre en la legación argentina, para entender el porqué de esta decisión, hubo una gran disputa entre el parlamentarismo y el presidencialismo. En enero de 1891 se levantó la escuadra contra el gobierno, iniciando la rebelión del Congreso, José Manuel Balmaceda, respondió con la instalación de la dictadura, asumió por lo tanto todo el poder político consecuencia de esto, se clausuró la prensa opositora. la batalla de Con Con y de placilla marco el fin de este conflicto, el resultado de esto, el gobierno fue derrocado, imponiéndose el sistema parlamentario, bajo este contexto, donde el ambiente estaba enardecido, los funerales del presidente, no tuvieron ningún tipo de homenajes. Los periódicos de la época consignaron lo sucedido con el presidente: 21 septiembre 1891 “Desde las 4 de la tarde de ayer comenzó a circular entre el público la noticia de que el dictador Balmaceda habría puesto fin a su existencia. Aunque se avanzaban detalles que daban mucha verosimilitud al suceso, todos los acogían con incredulidad, considerándolos otros tantos adornos de las mil versiones que desde días atrás venían corriendo respecto del escondite del dictador” “ El Mercurio de Valparaíso” del 21 de septiembre de 1891 publicaba “ Se convino entre los conocedores del secreto en que este se mantendría hasta que los restos del ex presidente queden sepultados, lo cual se determinó verificarlos, sin pompa por su puesto, en la noche misma del suicidio”192. “Persistían de que el suicidio había ocurrido en casa del ministro argentino, señor Uriburu y la multitud, ávida de saber la verdad, comenzó a acudir en gran número a esa legación”. “El Presbitero don Francisco Lisboa, quien anunció que efectivamente el Dictador se había suicidado en la mañana. Algunos exaltados querían ver el cadáver, otros pedían que fuera entregado al pueblo” “Los miembros de la Junta de Gobierno, los ministros diplomáticos, miembros de las cortes de justicia, jueces, médicos y particulares tenían conocimiento horas antes de este suceso” 192 “El Mercurio de Valparaíso 21 septiembre 1891 87 Una vez que se constató la muerte del Presidente Balmaceda193 se procedió a su entierro. “ A las siete y media, estando ya la calle desierta, el cuerpo del ex presidente era envuelto en una sábana y llevado en un coche de posta a su última morada” . Junto con las exequias religiosas de rigor, se mezclaban ritos oficiales como los estandartes con crespones negros, propios de la ritualidad de los bomberos. B) CORONAS FÚNEBRES: Son una recopilación de datos sobre la muerte de un servidor público, en general son extractos de la prensa de la época, donde se señalan las principales actividades del funeral, sin antes dar una breve biografía del difunto. Zorobabel Rodríguez: Nació en Quillota el 4 de octubre de 1839, falleció el 29 de septiembre de 1912, abogado servidor público, colaboró durante largos años en el diario “ La estrella” haciendo crítica literaria, en 1891 tomó parte como diputado, en la revolución del Congreso contra el presidente Constitucional, Señor José Manuel Balmaceda. Fue nombrado superintendente de aduanas, este cargo lo alejó completamente del periodismo. Fue una de las figuras intelectuales más destacadas de Chile. Una vez fallecido, en 1912, la junta ejecutiva del partido conservador invitó a todas las instituciones de caridad de beneficencia e instrucción que concurran a los funerales. “Las honras fúnebres se harán en el templo del Espíritu Santo, que ha sido enlutado totalmente “194 “ Grandes colgaduras de crespón negro y franjas de plata pendían de los diversos pilares e imprimían al sagrado recinto un sello imponente de tristeza y duelo “ 195 corona “En medio de la nave central, al pié del presbiterio, alzábase magnífico el túmulo sobre que descansaba el ataúd, rodeado de plantas tropicales y guirnaldas “ 196. Terminados los funerales, el féretro fue llevado a la estación de Bellavista, de donde partió para la ciudad de Santiago en un tren especial. El colegio de Salecianos envió su banda de músicos para que acompañara al cortejo hasta la referida estación 197 En el recorrido se presentó una jerarquía oficial: familiares, miembros de la clase política, figuras que desplazaron al sacerdote. 193 Uriburu, Walker Martinez, Melchor Concha y Toro, Jorge Montt ( Presidente de la junta) Waldo Sdilva, los embajadores de Alemania barón Gutschmid, Brasil, Enrique de Barros Cavalganti de Lacerda, y Uruguay, José Arieta; el ministro de la Corte Suprema José Barceló, el decano de la facultad de medicina y rector de la Universidad de Chile, José Joaquín Aguirre el intendente de Santiago, Carlos Lira, y Domingo de Toro Herrera, cuñado de Balmaceda, todos ellos deberían dejar constancia del suicidio en un acta de dos copias. 194 La corona Fúnebre de Zorobabel Rodríguez página 164 195 La corona Fúnebre de Zorobabel Rodríguez página 164 196 La corona Fúnebre de Zorobabel Rodtriguez página 164 197 La corona Fúnebre de Zorobabel Rodtriguez página 154 88 Dentro de los asistentes encontramos al intendente de la provincia “ altos jefes de la marina y del ejército, miembros de la Municipalidad, del cuerpo de bomberos, del cuerpo consular, de la cámara de comercio, de las sociedades de beneficencia y de instrucción “ 164Tmbién había miembros del clero, los superiores de los jesuitas, carmelitas descalzos, Sagrados corazones, Merced, Salecianos , franciscanos y del Corazón de María Carlos Walker Martinez: Fue literato y poeta, miembro del parlamento y del foro, diplomático y ministro de Estado. Los funerales que se le hicieron nos recuerdan los funerales coloniales; en primer lugar observamos como el templo para esta ocasión, fueron ornamentados grandiosamente luctuosa, la procesión estuvo integrada por religiosos que cantaban sus cánticos fúnebres mientras marchaban. “Honda impresión ha producido en los círculos políticos y sociales la noticia del fallecimiento del honorable señor senador de Santiago, don Carlos Walker Martinez presidente honorario del directorio general del partido conservador” 198 “ Probablemente esta tarde será embalsamado el cadáver y depositado en seguida en un magnífico féretro para su traslado mañana a la iglesia Catedral donde se verificará un gran servicio religioso en la mañana del sábado. La autoridad eclesiástica dedicará especial homenaje a la memoria del esclarecido campeón católico”199 De las últimas noticias 7 octubre 1905 “Desde muy temprano, una enorme concurrencia invadió la plaza de la independencia, frente a la Catedral, donde se efectuarían las solemnes honras en homenaje a la memoria del extinto. El templo se hallaba enteramente enlutado, y cerca del presbiterio, en un magnífico catafalco, descansaba la urna mortuoria, casi cubierta por las coronas”200 “Durante el trayecto, los religiosos entonaban algunos cánticos fúnebres y los numerosos espectadores se descubrían reverentes a la pasada del carro mortuorio. Cuando la cabeza del desfile llegó a la esquina de la plaza de armas por la calle de Compañía, las campanas de la iglesia Catedral tocaron, de minuto en minuto, dobles mayores “201 Las exequias fúnebres estuvieron a cargo del Estado como un homenaje a los servicios prestados por el señor Walker Martinez a la nación. Sus restos fueron trasladados de su casa a la iglesia Metropolitana, distinguiéndose una procesión muy variada y encabezada por una columna que portaba la cruz alta, se distinguían en esta procesión comunidades religiosas : “Primero marchaban las sociedades obreras, las comunidades religiosas y el seminario; adelante del carro iban los miembros del centro conservador y lo rodeaban los miembros de la junta ejecutiva y del Directorio general del partido conservador “202. 198 Corona Fúnebre de Walker Martínez página 181 Corona Fúnebre de Walker Martínez página 182 200 Corona Fúnebre de Walker Martínez página183 201 Corona Fúnebre de Walker Martinez páginas 188, 189 202 Corona Fúnebre de Walker Martínez página 171 199 89 “La procesión tomaba muchas cuadras, los cánticos entonados por los religiosos”203”La procesión recorrió las calles de huérfanos, Amunategui, Compañía y Plaza. Un gentío extraordinario asistía al fúnebre desfile. Al asomar el cortejo a éste paseo, las campanas de la Catedral comenzaron a doblar pausada y tristemente” “Durante el trayecto, los religiosos entonaban algunos cánticos fúnebres”204. “En la puerta del templo esperaba la llegada del cortejo el señor prebendado don Luis Campino, acompañado de los presbíteros: Lizama y Gueera “205 A las 9 de la mañana se dio comienzo a la ceremonia religiosa con una misa oficiada por el Vicario, don Manuel A. Román, y acompañada por un coro de artistas ejecutaron la misa de Sttafolini. Asistía al acto el ilustrísimo y reverendo Señor Arzobispo de Santiago, acompañado del venerable Cabildo eclesiástico y de delegaciones de todas las comunidades religiosas”206. “El templo metropolitano había sido rigurosamente enlutado. Gruesos cortinajes negros cubrían las puertas de entrada, la nave central ha sido severamente adornada. Desde el techo al suelo ha sido forrado con negras telas. Casi en el fondo se alza un regio catafalco, rodeado de multitud de grandes cirios, convenientemente distribuidos se ven plantas de diversas clases”207 En relación al discurso fúnebre, hubo mucho sentimiento, al referirse a la pérdida de este hombre, donde se llegó a decir que era irremplazable, ejemplo de una conducta muy arraigada a la fe cristiana. En todo el discurso fúnebre resalta su condición de hombre católico, y dedicado al servicio público” imitad, jóvenes, su fe y tendréis su patriotismo y su amor a la libertad, y su amor a la justicia y al derecho y sereis grandes y felices como él” 208 Richard Fontecilla: ( 27 de enero de 1865-13 de mayo de 1912) “ Perteneciente a una respetada familia de esta capital “ 209 abogado, fue profesor de derecho civil en la Universidad Católica, miembro de la comisión conservadora y consejero de Estado en dos períodos consecutivos. Sus restos fueron trasladados a la Parroquia de Ñuñoa “El señor cura y Pbros Manuel de la Cruz Flores y don Juan C Ramón Cañón , lo recibieron en la puerta de la iglesia con las preces de estilo” 210 203 Corona Fúnebre de Walker Martínez página 171 Corona Fúnebre de Walker Martínez página 188 205 Corona Fúnebre de Walker Martínez página189 206 Corona Fúnebre de Walker Martínez página 183 207 Corona Fúnebre de Walker Martínez página 172 208 Corona Fúnebre de Walker Martínez página 14 209 Corona Fúnebre de Richard Fontecilla página 5 210 Corona Fúnebre de Richard Fontecilla página 37 204 90 “ Los restos del señor Richard Fontecilla serán conducidos a la Catedral, hoy a las 4 P.M. desde la Parroquia de Ñuñoa. Esta disposición se ha tomado en cumplimiento del deseo manifestado por el Iltmo. Y Rvdmo, señor Arzobispo, de celebrar solemnes honras fúnebres por el descanso del alma del señor Richard, las que se verificarán el miércoles a las 9 de la mañana. Después de las honras, los restos serán conducidos al cementerio católico211 “El templo se encontraba rigurosamente enlutado y en el centro de la nave principal, se formó un sencillo catafalco, donde fueron colocados los restos. En la puerta de la iglesia aguardaba, revestido con sus ornamentos sagrados, el prebendado don Baldomero Grossi, acompañado de varios sacerdotes y numeroso público”212 “A las 9 A.M. se dio principio en la iglesia metropolitana a una solemne misa de réquiem por el descanso del alma del que fue un cumplido caballero y un abnegado servidor público” 213 Terminados los oficios se dirigieron al Cementerio Católico. Antes de ser inhumados hicieron uso de la palabra en elogio del que fue don Enrique Richard Fontecilla, los señores Alejandro Huneeus, a nombre del partido conservador; el señor Alfredo Barros, a nombre del centro cristiano: don Roberto Peragallo, a nombre de la Universidad Católica; y don Ernesto Barros Jarpa, a nombre del centro de derecho de esa Universidad”214 Al referirnos a los diferentes tipos de funerales que se dieron entre 1821 y 1925 observamos cómo estos tenían las mismas características ( cortejo fúnebre, misas, inhumación, discursos ) . Observamos que en el cortejo fúnebre tuvo gran connotación ya que era integrado, sobre todo en los funerales de Estado, por la totalidad de las instituciones; llegando a ser ostentoso tanto por la cantidad de los concurrentes como también en gran parte de ellos, se incorporaron elementos profanos como salvas que llenaban el espacio con sonidos poco habituales en la ciudad, no dejaron de cantarse los cánticos religiosos ( recordándonos los tiempos coloniales) . En la mayoría de estos funerales, se realizaron las misas correspondientes en el espacio sagrado( el templo ). 211 Corona fúnebre de Richard Fontecilla página 30 Corona Fúnebre de Richar Fontecilla página 40 213 Corona Fúnebre de Richard Fontecilla página 44 214 Corona Fúnebre de Richard Fontecilla página 50 212 91 En cuanto a la inhumación, los presidentes señalados, como los hombres públicos ( Walker Martinez, Vicuña Mackenna, Richard Fontecilla ) no fueron inhumados en la iglesia. En cuanto al discurso fúnebre, este estuvo presente en todos los funerales y todos ellos tenían en común recordar al difunto como un ser humano de gran valor, un gran ejemplo que dejó a la posteridad un mensaje de fe y de progreso. El fin del discurso era rescatar en el homenaje , al hombre luchador y valiente. C) FUNERALES EN EL ARCHIPIÉLAGO DE CHILOÉ: Tiene una connotación distinta comparada con los funerales del Continente, ya que la mentalidad en el Archipiélago estaba sujeta a lo racional y a lo sobrenatural, todas las explicaciones a cerca de una tragedia tenían vinculaciones con diferentes espíritus “ la muerte en el Archipiélago chilote se encuentra vinculada con el resto de los sistemas de creencias que ha generado la comunidad de la isla”215 La presencia del sacerdote no era permanente” La comunidad se apoyo en diferentes personajes como el rezador, quien a pesar de no ser un sacerdote, cumplía un papel relevante durante los últimos momentos de la vida del chilote”216 Cuando fallecía alguien, se divulgaba la noticia a través de dos formas, una de ellas era a través de la palabra y otro por el sonido de las campanas. Sacar el cadáver del hogar con los pies o cabeza por delante, tenía diferentes significados, había temor de que el espíritu del fallecido regresara. La iglesia era un lugar público, de oración además de ser un espacio sagrado, era un espacio de entierro. Se encontraron muchos cuerpos inhumados al interior de la iglesia Santa María de Achao. Inhumaciones: se hacían en el interior de las iglesias, mediante un pago podían acceder a ser sepultados en los templos , “Las disposiciones restrictivas para la sepultación en las iglesias, dictadas por el gobierno republicano chileno, se hicieron extensivas a todo Chiloé después de su liberación en manos españolas en 1826” 217 D) FUNERALES DE LOS DISIDENTES: Son pocas las noticias que se tienen sobre ellos, no tenían un lugar destinado para su sepultura, los cadáveres eran enterrados en diferentes lugares, ( en el campo o en los cerros, muchos comerciantes sepultaban a sus seres queridos en sus propias casas ). A raíz de que no había un lugar de entierro para los disidentes, Don Bernardo O’Higgins había querido edificar en el cerro Santa Lucía ( 215 Marco Antonio León “ La cultura de la muerte en Chiloé” Centro de investigaciones Barros Arana, 1999 página 44 216 Marco León opt.cit. , página 56 217 Marco León “ La cultura de la muerte en Chiloé” página 76 92 llamado en ese entonces Cerro Huelen ) una necrópolis “ Que recordara en su portada todas las glorias de Chile y diera albergue entre sus rocas de duro basalto, a los huesos de sus grandes ciudadanos. La pequeñez de los espíritus y de los recursos no dio lugar a tan señalado monumento. Pero en cambio se arrojaron en el sitio que le habían sido destinado, con desorden y casi con horror los huesos de los protestantes “218. Un grupo de extranjeros residentes, solicitaron al gobierno, el derecho de cementerio con fecha 30 de noviembre de 1819, cuarenta y ocho extranjeros protestantes, en su mayor parte ingleses, se dirigieron al gobierno donde solicitaban comprar un terreno “para enterrar a los muertos según sus ritos religiosos”219. El 14 de diciembre se expidió un decreto “ Es muy justo que los extranjeros residentes en Chile hagan las funciones funerales de sus difuntos según los ritos de sus creencias. Estos actos en nada contrarian los de nuestra religión Católica. Ellos se han conducido hasta el día con la mejor política, sin mezclarse directa ni indirectamente en materias de creencia. En su virtud, se concede a los suplicantes la licencia que piden para comprar en esta ciudad y en la de Valparaíso en terreno a propósito destinado a hacer en él sus ritos fúnebres.-insertese lo actual en la Gaceta ministerial- O’ Higgins- Echeverria”220. Los protestantes establecidos en Valparaíso, compraron una porción de terreno para sepultar a sus muertos. María Graham describe, la despedida que se le hizo a su difunto esposo, es una descripción de un funeral de un protestante: “ La falua del capitán de la Doris trajo a tierra los restos de mi indulgente amigo, compañero y esposo. Acompañabanlos todos sus hombres y las tripulaciones del Blossom y de los buques americanos con sus banderas unidas y entrelazadas con las de Inglaterra y Chile; los músicos tocaban juntos los himnos adecuados al sepelio de un hombre puro de corazón; la comitiva era numerosa y se habían agregado a ella muchos que pensaban en los que ya no existen”221. Chile estaba cambiando debido a la influencia del liberalismo. En la década de 1870, comenzaron a producirse cambios en el plano religioso que tuvo grandes e importantes repercusiones ya que comenzaron a quebrarse los moldes de la mentalidad decimonónica. Una situación que produjo roce entre el Estado y la iglesia fue el conflicto, sobre la decisión del destino del cuerpo del Coronel Manuel Zañartu, “Emparentado con algunas de las familias más importantes de la región”222 fallecido el 5 de octubre de 1871, el intendente de Concepción ( Anibal Pinto Garmendia), dio ordenes de rendirle los honores públicos 218 Benjamín Vicuña Mackenna, “ La ciudad de los muertos “ página 37 Diego Barros Arana “ El entierro de los muertos en la época colonial” Tomo X, 1911. Página 250 220 Diego Barros Arana, opt.cit. . página 250 221 María Graham “Diario de mí residencia en Chile “ página 21 222 Agustín Edwards “Cuatro presidentes de Chile” página 150 219 93 que correspondían a un militar de alta graduación a la razón comandante del batallón cívico conforme a la ordenanza militar. El obispo de Concepción, señor Hipólito Salas, se opuso que se le sepultara en el cementerio Católico, argumentando que era una violación escandalosa de la ley Canónica y civil. “ El gobierno en concepto de Santa María, debía llamar al orden a ese Obispo” 223 haciéndole ver que los cementerios habían sido secularizados no sólo por las leyes escritas sino por el espíritu elevado de la época, que nació de la revolución “ 224 Había, un sector de la población , que desaprobaba el entierro del Coronel en un espacio sagrado, este sentir lo dio a conocer el señor Clemente Fabres “En el año 1871, murió en Concepción cierto sujeto que, según las leyes de la iglesia, no merece sepultura en sagrado en sentir del Ilmo. Obispo de esta diócesis. El intendente de la provincia, contra lo dispuesto por la autoridad eclesiástica del lugar, hizo sepultar en el cementerio católico el cadáver del dicho sujeto. El Ilmo. Señor Salas reclamó contra este atropello injuriable de los derechos de la iglesia en una nota que dirigió al gobierno”225 nota fechada el 16 de octubre de 1871. Debido a la presión de la iglesia, el gobierno dictó un decreto el 21 de diciembre de 1871, el cual terminaba con la exclusión legal del entierro disidente “Articulo 1: Dentro del recinto de cada uno de los cementerios católicos existentes en el día en la república, se destinará un local para el entierro de los cadáveres de aquellos individuos a quienes las disposiciones canónicas niegan el derecho de ser sepultados en sagrado. Dicho local será proporcionado a la importancia de cada población y a la extensión de sus cementerios, debiendo separarse del resto de éste por una reja de fierro o de madera, o por una división de árboles y teniendo en todo caso su entrada por la puerta del cementerio principal”. El decreto obligaba, por lo tanto a que cada cementerio Católico destinara un lugar para los no Católicos, además permitía la erección de cementerios particulares. En su artículo 8 señalaba: “ Los cementerios particulares sólo podrán establecerse fuera de los límites urbanos de las poblaciones y previa licencia de la Municipalidad respectiva” 226. El 4 de junio de 1872 se presentó un proyecto de ley, que llevaba las firmas de Domingo Santa María y Aniceto Albano, que permitía la sepultura con cualquier ceremonia religiosa, autorizando a las sectas religiosas la construcción de cementerios con el permiso municipal, someter los cementerios a los reglamentos y vigencia de la policía, e inmiscuirse en algunos asuntos internos de éstos. 223 Agustín Edwards “Cuatro presidentes ..” página 151 Agustín Edwards opt. Cit. página 151 225 Clemente Fabres, opt. Cit. página 33 226 Marco León “ Sepultura Sagrada tumba profana” página 99 224 94 “Que la ley promulgada el 4 del corriente mes ha tenido por exclusivo objeto dar sepultación honrosa a los cadáveres de todas las personas que fallezcan en el territorio de la república, sin que pueda limitarse en los cementerios del Estado y de las Municipalidades el derecho adquirido por los dueños de las tumbas”. “ En los cementerios sujetos a la administración del Estado o las Municipalidades, no podrá impedirse, por ningún motivo, la inhumación de los cadáveres de las personas que hayan adquirido o adquieran sepulturas particulares o de familia ni la inhumación de los pobres de solemnidad”227. “El origen del Cementerio Católico de Santiago se encuentra determinado por estas ideas sobre la promiscuidad de los sepulcros” 228 E) CREACIÓN DEL CEMENTERIO CATÓLICO: El origen del cementerio Católico de Santiago se encuentra determinado por la idea de mantener los sepulcros libres de otras creencias y manifestación que no le son propias 229. “Cementerio Parroquial de Santiago (366) Santiago, junio 11 de 1879: con lo expuesto por la junta de fábrica del cementerio Católico parroquial de Santiago, en su comunicación de veintisiete de marzo último se aprueban los cinco planos que para dicho cementerio ha hecho don Pablo Lathoud. “Nuestro secretario de cámara asignará con el número 1 ( N° 1 ) haciendo referencia a este decreto, el plano general del cementerio que aparece firmado por el arquitecto señor Lathoud el ocho de abril del año último, y en el cual figuran los diversos departamentos del cementerio tal cual se ha proyectado y debe quedar cuando este ocupado todo el terreno que se ha comprado con este objeto” 230 También este cementerio se rigió por reglamentos, el capítulo uno haciendo referencia a las sepulturas señalaba “ que el cementerio sería el espacio de entierro consagrado únicamente a quienes fallecieran bajo el alero de la religión Católica” 104 sepultura. 227 Clemente Fabres opt. Cit. página 2 Marco León “De la capilla a la fosa común: El cementerio Católico parroquial de Santiago 1878- 19722 “ en Historia N° 27, Santiago 1993, página 340 229 Marco León “ De la capilla .....” página 340 El 22 de enero de 1878 se llevó a cabo “ La compra de la propiedad de Doña Ventura Silva viuda de Ávila, que vendió a los párrocos de Santiago una parte de la Chacra llamada “ El llano de Santo Domingo”. “Cuando se inició la compra del terreno, se sabía que el campo Santo se encontraba signado como un cementerio particular, lo cual permitía considerarlo como un espacio oficial de entierro para la iglesia”Espacio representativo esencialmente de la muerte católica “Ajeno por completo a cualquier intento de secularización” página 334 “De la capilla a la fosa ... ”Marco Antonio León León. 230 Boletín eclesiástico tomo VI 1875, Biblioteca Nacional de Chile 228 95 El recinto se dividió en tres grandes áreas ( establecidas en el ritual romano )la destinada por los eclesiásticos, la de los párvulos bautizados y en tercer lugar a la comunidad de fieles. También un muro demarcaría el espacio de entierro para los disidentes y los no creyentes. Luego de haber bendecido este lugar, se procedió a la inhumación de los primeros cadáveres que llegaron a ser 38 231 La capilla de este cementerio también pasó a ser un espacio de entierro que continuaron realizándose232 . La atención al público iba desde las 12 horas hasta las 17, los días de la semana, los festivos se atendía desde las 15 horas hasta las 17 horas. Los precios, en el cementerio Católico fluctuaban en sumas que iban desde los 4 mil pesos, correspondientes a la sepultura perpetua de primera clase. En lo que se refiere a los derechos de inhumación y exhumación, se excluía en los primeros a ciertas personas de pagar los derechos de entierro ( los clérigos, los niños y los adultos pobres. “ Las sepulturas de familia debían pagar un derecho de 20 pesos” 233. Los derechos de cruz, campana, incensario, cera, acompañamiento con sobrepelliz o con capa, música y posas, se pagaban aparte. F) FUNERALES EXCEPCIONALES: Hubo interrupciones en el rito, a raíz de la prohibición de inhumación en el cementerio católico el año de 1883 que se extendió hasta 1890, el rito funerario se altero ya que, muchas familias de los difuntos, inhumaban sus familiares clandestinamente, no cumpliendo el decreto 234 Debido al decreto del 2 de agosto, donde señalaba que los cementerios sujetos a la administración del Estado o de las municipalidades, no debía impedirse la inhumación de los cadáveres el arzobispado respondió de la forma más drástica con un decreto execratorio del cementerio laico, donde declaraba como lugares profanos, a los cementerios que dependían del Estado o de las municipalidades prohibiendo las misas en las capillas de los 231 Marco León “ De la capilla a la fosa común ” página 106 Marco Antonio León opt. Cit. página 107 233 Marco León opt. Cit. página 107 232 234 “Arzobispado de Santiago de Chile-Núm 4292-Santiago- Agosto27 de 1880: Quedamos instruidos por la comunicación de usted fecha 20 del que sigue, de que Don Manuel Olegario Soto ha obtenido de la Municipalidad de Rengo, según lo expone a Usted el Inspector del 4° distrito de la 5° subdelegación de Caupolicán en el oficio que en copia acompaña licencia para establecer en la hacienda de Cauquenes, un cementerio laico, en el cual hasta el 7 del que rigiese habían sepultado diez cadáveres de los feligreses católicos de esa parroquia, la lista de los cuales envió a Usted mismo inspector para que procediera Usted a asentar las correspondientes partidas de defunción. 96 cementerios, suprimiendo los responsos de los capellanes, los párrocos no podían expedir permisos de sepultación, no se podían celebrar misas de exequias a quienes pretendían enterrar a sus difuntos en los cementerios fiscales. A raíz de la secularización hubo bastantes críticas a los cementerios laicos. El señor don Pedro Antonio Errazuriz, hombre, muy respetable de Santiago por el lustre de su familia distinguida y antigua, y más que todo por su piedad cristiana y destacados servicios prestados a la beneficencia pública, como este caballero había desempeñado por mucho tiempo y hasta el momento de su muerte el cargo de administrador del hospital San Vicente de Paul con un celo y una abnegación superiores a todo elogio y sin recibir retribución de ningún género las hermanas de la caridad pidieron que se les hiciesen los oficios fúnebres correspondientes en el templo del mismo hospital y mediante un sacrificio piadoso lograron enviar oculto el cadáver en un carretón destinado a la venta de cerveza al cementerio de renca, que todavía se mantiene en el poder de la iglesia a pesar de la intentona del intendente de Santiago, para apoderarse de él. En el momento en que el cadáver del Señor Errazuriz era extraído ocultamente y por puerta excusada del hospital entraba por la principal un oficial con un piquete de soldados para apoderarse del cadáver y llevarlo al cementerio execrado235. Eulogio Altamirano “ Mando sepultar en el cementerio Católico a la fuerza el cadáver de un individuo a quien no quiso dar el pase correspondiente el cura respectivo, porque no merecía sepultura en sagrado, pues, según nuestros recuerdos, era el de un suicida” Estos no acogían en su lugar santo como es lógico a los suicidas, los que no profesaban la fe Católica. El 11 de agosto, apareció otra disposición que terminó por prohibir el entierro en los cementerios construidos bajo la ley de 1871, esta medida afectaba directamente al cementerio Católico. Decreto del 24 de julio de 1883 donde se prohibía, hasta nueva resolución, toda exhumación en el cementerio. Hubo interrupciones en el rito especialmente cuando Chile se vio afectado por diversos acontecimientos que no se previeron como el gran incendio que se produjo en la iglesia de la Compañia como , la epidemia de la viruela. A raíz del gran impacto que causó el incendio de la Compañía el 8 de diciembre de 1863, periódicos como “ El Ferrocarril” nos ofrece información sobre este fatal accidente, abordando diferentes puntos que en su conjunto dan a conocer el gran impacto que produjo en la época debido a la cantidad de muertes y en las condiciones en que fallecieron más de 2 mil personas, los artículos desentrañan la impotencia que manifiestan por este accidente que nunca debería haber existido. 235 Clemente Fabres 97 Consignamos este hecho, debido a que la mayor parte de quienes estaban esa noche en el templo eran personas pertenecientes a la aristocracia que muchas de ellas estaban acompañadas por sus sirvientes. El diario “ El Ferrocarril” con fecha 10 de diciembre y como título “Exequias solemnes en honor de los muertos en el incendio de la Compañía” describe el impacto de la noticia, que es fue muy grande, comparan las muertes ocasionadas por el incendio, con la guerra de la independencia señalando que este primer hecho sobrepaso las muertes, más cuando quienes fallecieran eran personas inocentes “ Más de dos mil mujeres, la mayor parte en el esplendor de la edad, mueren abrazadas por las llamas. Ninguna batalla desde la guerra de la independencia hasta el día de hoy había costado a Chile la pérdida de tantos hombres”236 Hay un gran reproche a la propia sociedad sobre lo ocurrido, el diario “ El Ferrocarril “ prosigue: “Pensamos en los que viven, y aunque tarde tratemos de prevenir el mal. Nosotros que vemos el incendio sólo un fenómeno físico, sólo una catástrofe horrible de aquellas a que está sujeta la desgraciada prole de Adán. Sólo culpamos la obstinación e imprudencia en asinar cuatro mil personas con trajes engorrosos e inflamables en un templo que por su inmensa cantidad de gas estaba de antemano caldeado hasta el extremo de que la menor chispa hubiera producido la más rápida conflagración”237 El diario destaca que “ el templo no estaba preparado para acoger a tanta gente y el peligro que provocaba la iluminación del templo, personas bien informadas hacen subir el número de las luces 7.000, casi todas las lámparas eran de ese fluido que se llama vulgarmente gas portátil” 237. por otro lado hacen la observación respecto a las puertas del templo, señalando que eran pocas y estrechas, crítica además que la apertura de los templos en la noche, era muy perjudicial. “El Ferrocarril”con fecha 10 de diciembre y como título “exequias solemnes en honor de los muertos en el incendio de la Compañía” señalaba “ La consternación más terrible domina hasta este instante a la sociedad. Nadie hay que no lamente la pérdida de algún deudo querido en la fatal noche del 8 del corriente, y en tal desgracia inútiles son los consuelos humanos. Hay un deber sagrado que cumplir lo más prontamente posible y es el de tributar los últimos honores a las desgraciadas víctimas dándoles un adiós solemne dirigiendo por ellas al todopoderoso nuestras preces. Para esto el Iltmo Rno, señor arzobispo ha determinado que el próximo 16 del corriente, a las 9 de la mañana, se celebren unas exequias solemnes por todos los que han perecido. Y como ningún lugar parece más a propósito para elevar al cielo nuestras fervientes plegarias por las amadas víctimas que aquel en que terminaron su preciosa vida, se ha elegido para dichas exequias el vestíbulo de la misma iglesia de la Compañía. Con este objeto se va a preparar convenientemente este local. Asistirá el Iltmo y rno señor arzobispo, el clero y corporaciones religiosas. Hará la oración fúnebre el presbítero don Mariano Casanova. 236 Diario El ferrocarril “ 11 de diciembre de 1863 Diario el Ferrocarril 10 de diciembre de 1863 237 Diario el Ferrocarril 10 de diciembre de 1863 237 98 “El ferrocarril “ 10 de diciembre 1863 “Por el incendio era difícil reconocer los cuerpos: Se levantará una suscrición por la autoridad competente, para erigir un mausoleo en un local especial donde solamente se colocarán los restos de todos esos mártires de la fe, o dignos devotos de la reina de los cielos que han ido a visitarla de más cerca, dejándonos sumidos en un amargo dolor” de Ustedes S.S E.E, S. J.J. P.E.M. “El Ferrocarril” 10 de diciembre “La horrible catástrofe del martes “ “Santiago amaneció ayer de luto las familias que habían pasado la noche recorriendo la ciudad en busca de sus allegados, se trasladaban al lugar de la catástrofe para volver con la certidumbre de su desgracia. La iglesia había sido rodeada de guardias en todas direcciones, tanto para permitir la extracción de los cadáveres como para evitar tumultos sin objeto y que no contribuirán sino hacer más dificultosa la operación” “El ferrocarril” Honras fúnebres por las víctimas del incendio del templo de la Compañía Estando convencido el que suscribe de que la horrible catástrofe que en estos momentos arranca lágrimas de amargura a todo noble y sensible corazón, y persuadido de que no existirá tal vez una sola alma en esta ilustrada capital que no gima desesperada por la muerte de un esposo, un padre, de un hijo, de un amigo etc, se hace por el momento el eco de tan triste clamor ofreciendo en unión de toda la comunidad que refleja la única acción que le es dado practicar en obsequio de los que marcharon a la eternidad. Convencido de que la caridad es, sin duda, la primera senda que conduce a una inmortalidad feliz, e impulsado por el deber que nuestro ministerio nos impone, invitamos a todos los fieles que quieran asistir a las exequias que hemos determinado hacer a favor de todas las víctimas y que tendrán lugar en este convento de Santo Domingo, el día 13 del presente a las nueve de la mañana.Santiago, dic 10 de 1863 Frai Pío Vicente Duboize Prior Este grave accidente, fue de gran impacto y la prensa lo manifestó, al transcribir lo que el diario “El Ferrocarril” señalaba, se destaco, el profundo desasosiego que causo este 99 fatal incendio, los articulistas de ese entonces manifestaban su propia opinión del suceso apuntando la gran impotencia que les produjo el incendio de la iglesia de la Compañía. El escritor Orrego Luco alude este hecho en “Memorias del tiempo viejo” señala allí cómo Lucía Bulnes de Vergara comentaba este incendio ”Era terrible, exclamaba doña Lucia3 no era posible salvar a los que se quemaban, pues cuantos lo intentaron fueron virtualmente arrastrados al interior del templo por miles de brazos que les cogían como tentáculos “238 Hubo honores fúnebres y estos se hicieron a un conglomerado de personas que no fueron identificados, se hicieron los ritos correspondientes, objetando el cortejo fúnebre. A fines del siglo XIX se presentó una peste, el cólera “ Según las estadísticas del Registro civil, que no son completas ni exhaustivas en aquella época, debido a la epidemia de cólera que azotó Chile entre 1886-1888 murieron 28.432 habitantes” 239 “Esa epidemia de cólera morbus que vino allá por el año ochenta y tantos, fue terrible”240. “Fue verdaderamente una epidemia terrible. Los convoyes fúnebres se multiplicaban en las calles de Santiago. Era algo peor que una batalla. Jóvenes, viejos, niñas hermosísimas, muchachos en la fuerza de la edad desaparecían de súbito y casi todos los hogares se hallaban enlutados”241 Hubo facilidades para establecer cementerios esporádicos, habilitados mientras durasen las epidemias en la ordenanza general de salubridad del 10 de enero de 1887 señalaba: como debían manejarse en estas situaciones de emergencia donde los gobernadores debían habilitar locales especiales de inhumación, también, entre otras disposiciones, se prohibía la exposición del cadáver, todas estas disposiciones afectaron la ritualidad. 238 Orrego Luco “ Memorias del tiempo viejo “ página 75 “ Nacer para morir o vivir para padecer. Los enfermos y sus patologías” “ Rafael Sagredo en “ Historia de la vida privada en Chile” bajo la dirección de Rafael Sagredo y Cristián Gazmuri” página 29 240 Orrego Luco “Mamorias del tiempo viejo” página 61 241 Orrego Luco, opt. Cit. página 61 239 100 CONCLUSIÓN Los grupos sociales son quienes reconstruyen los recuerdos, los que determinan lo que es memorable y cómo será recordado, los recuerdos públicos, por lo tanto, serán transmitidos a través de los periódicos, de imágenes como las fotografías, y también a través de los monumentos conmemorativos. Los funerales de la época republicana se han ceñido por ciertos elementos que han perdurado desde la colonia y han dejado en la memoria colectiva un importante recuerdo a través de los medios de transmisión que en este caso para la investigación aquí señalada han sido los diarios de la época, Coronas fúnebres, monumentos, sin dejar de mencionar el espacio que es un vínculo muy fuerte con los recuerdos, nos referimos al espacio de la iglesia, al espacio de los cementerios, toda esta memoria colectiva definirá la identidad de quienes se suman al rito que los convoca. Los rituales son propios de toda cultura, que rememoran el pasado, constituyen un recuerdo de un hecho que trasciende a través del tiempo, pero también imponen determinadas interpretaciones del pasado, en muchos lugares como en el territorio Americano se han celebrado las ceremonias fúnebres, que han combinado elementos sagrados como profanos. Todo rito mortuorio es una síntesis de contenidos culturales heterogéneos que pueden provenir de las autoridades oficiales de una Iglesia o ser la expresión de costumbres religiosas propias de una comunidad. En Chile, el ritual funerario, de carácter Católico, se mantuvo como un único rito desde la época colonial, hasta 1871. Los ritos funerarios, pasaron a ser en la época de la colonia una serie de situaciones heredada de padres a hijos, pero en un sentido institucional, como sabemos la corona española era quién nos regía políticamente y a ella rendíamos pleitesía. Para la época Colonial se concuerda, con el historiador Jaime Valenzuela, donde explicaba en su libro “Las liturgias del poder “ que en la liturgia estaba representada el 101 poder español, de ahí la magnificencia del funeral, que siendo tan espectacular estaba concebido para la realeza y para los miembros de la iglesia, las reglamentaciones sobre los lutos, estaba abocada a reglamentar estas manifestaciones a los vasallos, pero cuando se trataba de las autoridades se confeccionaban los túmulos y se ornamentaban las iglesias. Las misas fúnebres en la Catedral eran sólo para la familia real y para los Obispos, ofreciéndonos como mensaje que además de ser un hecho religioso, era un hecho social, trascendente para los deudos y para la sociedad en su conjunto. En los funerales coloniales se desplegaban una serie de artificios sobre todo en el cortejo fúnebre, que además de participar la mayor cantidad de las autoridades, siendo este por lo tanto jerarquizado, utilizaban símbolos que los distinguían ( cruz alta ), este cortejo tenía como característica que se detenía en ciertos lugares, llamados posas, que estaban adornados para la ocasión. En el rito fúnebre también tuvo importancia la decoración , elemento que sirvió para destacar el poder de algunos, como por ejemplo el del monarca Los rituales, son actitudes repetidas a través de un largo período, se podría aventurar en señalar que, quienes participaban de las ceremonias fúnebres tenían una identidad que la compartían entre ellos sobre todo del sector más alto, es decir la ritualidad aseguraba la identidad de un grupo social, así lo comprendimos por diferentes maneras de manifestarse. En el siglo XIX hay un contexto histórico diferente, donde la razón prima sobremanera, donde además se propagan ideas como la libertad e igualdad. Para el período republicano, las condiciones históricas que se dieron en esta época difirieron sustancialmente de la anterior ya que nos encontramos con un siglo XIX, libre de la autoridad española donde quiso primar la tolerancia, entendiendo ésta como la libertad de cada cual para ejercer sus derechos y obrar como mejor le parezca, ayudo mucho a estas concepciones las ideas liberales que propagaban la igualdad, pero se aceptaba a la religión revelada e impuesta por Dios. Después de lograda la independencia de Chile, quedaba una gran tarea: una reconstrucción nueva en lo que se refiere a las tradiciones, que de una u otra manera no estuvieran vinculadas con el Viejo Mundo. En el período de la independencia se creó una nueva Bandera, se escribieron constituciones políticas, se abolieron algunas fiestas como los Carnavales, se redujeron los días feriados, se creó la canción Nacional. Pero los funerales de presidentes y hombres al servicio público se mantuvo el rito que también entrañaba una importancia fundamental para que estos quedaran gravados en la memoria colectiva y producir por lo tanto un gran impacto, pero se agregó otro, el de los funerales de Estado que tiene una notable importancia ya que su fin ( además de los honores correspondientes )es que estos queden para la posteridad como ejemplo, ellos nos comunican la existencia de grandes hombres y sus acciones al servicio público. 102 La ceremonia fúnebre cumple en este sentido una importante función ya que despliega contenidos valoricos que lo transmiten la prensa de la época como los discursos que se dieron en el momento. La prensa llevaba la información a los hogares chilenos, una vez que se anunciaba la muerte de un personaje público, se reseñaba su trayectoria pública, se invitaba luego, a participar en los funerales, convocando a la gente en tal o cual iglesia, pero preferentemente las exequias de hombres ilustres se realizaban en la catedral. El mayor porcentaje de funerales en la época republicana eran Católicos, a pesar de los problemas que se presentaron entre la iglesia y el Estado, personas de un alto sector podían acceder a un funeral, donde muchas veces las exequias eran publicadas en la prensa, ( Diario “ El Mercurio de Valparaíso”, diario “El ferrocarril”) , en los funerales de Estado se congregaba lo más selecto de la sociedad, donde había misa cantada, un importante sermón y un entierro donde la élite prefería hasta muy entrado el siglo XIX las iglesias como lugares de descanso. Los cortejos fúnebres de una u otra época eran no muy diferentes, en el período colonial, el cortejo fúnebre estaba engrosado por uno o más sacerdotes, todos vestían con túnicas negras que habían sido proporcionadas por el testador, el transporte del cadáver era hecho de una manera muy ostentosa, las campanas repicaban, en las manos de los que acompañaban al difunto, llevaban velas encendidas, entonando salmos y con la cruz parroquial . En los funerales de Estado, el cortejo fúnebre también tuvo un gran impacto, también estuvo engrosado por personajes muy importantes, Observamos cómo en el cortejo Fúnebre participaban todas las instituciones republicanas apoyado por la prensa de la época que en muchas ocasiones invitaba al público al funeral. Se agregaban , elementos nuevos, sobre todo en los cortejos También la ornamentación de calles e iglesias tomó al igual que en la época colonial un significado especial, la ornamentación de estos espacios públicos representaba la importancia del difunto. La ornamentación en ambas épocas representaban el gran dolor por la persona ausente, cubriendo prácticamente toda la iglesia de telas negras. En el siglo XIX hay una actitud más racional en cuanto al destino del cuerpo, ahora este será inhumado en un lugar donde se podrá ubicar fácilmente donde sus deudos podrán ir a llorarle o rezar por él. El rito funerario católico, fue el que primó en todo el siglo XIX, a pesar que desde el año de 1871, no sólo se enterraran en los cementerios, difuntos católicos, también por la ley de cementerios de ese año, hubo un espacio dentro del cementerio, que fue ocupado por los disidentes, pero hubo algunas excepciones, en cuanto a la realización del rito funerario, por ejemplo, en el incendio de la Iglesia de la Compañía ocurrido el 8 de diciembre de 1863; la epidemia de viruela, hubo una epidemia, posteriormente en 1882-1886 donde hubo 18.359 cadáveres, según el historiador Marco Antonio León en su libro “Sepultura sagrada, tumba profana” debido a este problema se tomaron medidas de urgencia que 103 hicieron imposible un funeral tradicional, por lo tanto hubo una interrupción de los rituales, que además conllevo a otro ritual condenado por la iglesia, la cremación. La aceptación de la cremación chocaba con el dogma de la resurrección de la carne, pero la costumbre de la cremación, sólo paso a ser tolerada en el concilio Vaticano II. Cuando en el año 1883 hasta 1890 fue cerrado el cementerio Católico, en ese entonces sólo se hicieron inhumaciones pero en forma clandestina, por lo tanto el rito funerario muchas veces tuvo que excluirse A través de la prensa de la época decimonónica hay una preocupación de ensalzar las obras de los muertos desde el mismo instante que estos personajes dejaron de existir y se trata de dejar a la posteridad un digno recuerdo así lo vemos con la muerte de Diego Portales, Arturo Prat, Bernardo O’Higgins entre otros, y de todos los presidentes del siglo XIX como de hombres que sirvieron de algún modo a la patria ( ejemplo de ello Benjamín Vicuña Mackenna) . Comienza con la inauguración mortuorio, Marco León en su artículo muy significativo ya que comenzó una los cementerios fuera de las ciudades, encuentro. del cementerio general, en 1821, un nuevo ritual “Fiesta de los difuntos” señala que este hecho, es nueva costumbre y que surgió desde el traslado de los cementerios , pasaron a constituir espacios de El 1° de noviembre pasó a ser la fecha obligada de visita a los difuntos., como nos señaló Vicuña Mackenna en su libro “ La ciudad de los muertos” esa fecha se convirtió en un lugar de encuentro, el alcohol, la comida y la reunión de amigos y familiares pasó a constituirse en un nuevo lugar de sociabilidad. En general, en la política chilena, no se encontraron hombres públicos que predicaran otra religión que no fuera la Católica, por lo tanto la generalidad de ellos recibió el rito funerario católico. El rito fúnebre, se mantuvo en el período que va desde el año de 1821 hasta 1925, además tomó gran relevancia ya que a través de este, se reflejaba el poder que ostentaba el difunto y lograba a su vez la formación de la identidad de Chile. 104 ANEXOS 105 ANEXO1 Diario “El Mercurio” 16 de agosto, 2005 “Esta noticia nos da la oportunidad de hacer memoria de su buena función en Chile” La noticia circuló en todos los medios de comunicación. En la tarde del viernes, obreros que trabajaban en las obras de remodelación de la Catedral de Santiago encontraron, según estudios arqueológicos, lo que podrían ser los restos del cuerpo de Diego Portales. El Mercurio viernes 10 de marzo de 2006 “ LOS RESTOS DE PORTALES ESTÁN EN UN LUGAR DIGNO Y RESERVADO” “Los restos de Diego Portales están en una sala de la biblioteca-museo de la Catedral Metropolitana, lugar escogido por sus propios familiares y el ministro de educación de la época, Sergio Bitar, mientras se terminaba la ” cripta cívica”- detrás del altar mayor-donde quedará finalmente el féretro del estadista. El deán de dicho templo, padre Damián Acuña, dijo que dichos restos se encuentran en un lugar “ digno y reservado” que fue aceptado por todas las partes involucradas. De esta manera, el sacerdote respondió a la carta publicada por este diario y que firma Francisco Vargas. A juicio del lector, el féretro está “abandonado, expuesto y en una sala con aspecto de oscura bodega” 106 El padre Acuña recuerda que los restos llegaron a la Catedral el 11 de abril del año pasado, cubiertos por el emblema Nacional, desde el hospital clínico de la Universidad de Chile, donde se constató su autenticidad. El féretro fue recibido en la puerta de la Catedral por el obispo auxiliar de Santiago Ricardo Ezzati y el ministro de educación Sergio Bitar. Luego se ofició un responso en presencia de unas cien personas, entre las que se encontraban unos 25 parientes, entre ellos la bisnieta, María Portales Navarro, de 85 años, quien llamó la atención por el gran parecido con el ex estadista. “Después de dicha ceremonia, el féretro fue llevado hasta donde está: el salón de la biblioteca museo. En esa oportunidad lo acompañaron los familiares, el ministro Bitar y otras personas. Todos acordaron que quedaría en ese lugar hasta que se terminara la cripta cívica”. “El Mercurio” comprobó que el féretro de Portales quedara al centro. A los lados podrán ir otros dos ataúdes. Uno de esos lugares será ocupado por el que tiene los restos de José Tomás Ovalle, quien también al igual que Portales, fue encontrado bajo el presbiterio cuando se iniciaron las obras de la nueva cripta para arzobispos y cardenales. Diario el Mercurio Miércoles 21 de junio 2006 Catedral Metropolitana CUERPO DE DIEGO PORTALES DESCANSA EN NUEVA CRIPTA El Cardenal Errázuriz presidio liturgia y responso El cuerpo de Diego Portales fe trasladado pasado el mediodía de ayer a su lugar definitivo: la cripta cívica de la Catedral Metropolitana, la cual está ubicada en la parte posterior del Altar Mayor del templo. Durante una liturgia de la Palabra con responso fúnebre, el cardenal Francisco Javier Errázuriz reseñó el momento en que murió Portales y cómo afectó a la sociedad chilena de la época “ por fin, después de tantos decenios, sus restos van a encontrar una digna morada en la criíta cívica que Chile le ha construido para albergarlo” dijo. Ala ceremonia religiosa concurrieron la Presidenta Michelle Bachelle; el ministro de educación , Martín Zilic, autoridades políticas y unos 70 familiares del destacado servidor público. Entre ellos estaba su única bisnieta viva, María Portales Navarro. Tras la muerte de Portales, hace 19 años, ésta es la segunda vez en la historia que su cuerpo es depositado en la Catedral. 107 La primera vez fue el 15 de julio de 1837, semanas después de haber sido fusilado en el cerro Barón de Valparaíso, cuando tenía 44 años. FAMILIARES CONTENTOS El féretro con su cuerpo fue encontrado en marzo del año pasado, cuando empezaron los arreglos bajo el altar Mayor. Ayer, junto a unos 70 de sus parientes, entre ellos varios tataranietos, el ataúd con el cuerpo de Portales y envuelto en la bandera nacional ingresó por última vez a su lugar definitivo. Diego Castro Portales, uno de sus tataranietos, dijo que le parece muy significativo que el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, y en su momento el del Presidente Ricardo Lagos, hayan asumido el compromiso de que quedaran en la Catedral. “Nosotros ( sus familiares ) estamos muy conformes del lugar en que quedaron los restos de don Diego Portales. Un lugar magnífico, muy bonito y digno. Para quien en su muerte sufrió tanto, creo que éste es un digno lugar para que repose para siempre” explicó. En dicha cripta también quedaron los restos de José Tomás Ovalle, ex Presidente provisional del país en 1830 108 ANEXO N° 2 El Mercurio de Valparaíso del 13 diciembre 1872 La masonería y el gobernador eclesiástico” La orden masónica tiene por base la existencia de Dios, la inmortalidad del alma y el amor a la humanidad. La masonería no se ocupa, ni de las diversas religiones existentes en el mundo, ni de las constituciones civiles de los estados; a la altura en que se coloca, debe respetar y respeta, tanto la fe de los religiosos como las simpatías políticas de sus miembros. “Cuando supimos que el Señor Trumbull se había alarmado de que no se enseñara religión en la escuela Blas Cuevas, y que el Señor Casanova calificaba ese establecimiento de ateo, nos pareció inútil contestar. La alarma del Señor Trumbull era tan infundada, y los calificativos del Señor Casanova tan injustos que no había para que defenderse. Las gentes ilustradas saben perfectamente que se llama ateo al que predica ateismo, y que por lo mismo no podía aplicarse ese calificativo a una escuela en que no se habla de religión, y sólo porque nos limitábamos a enseñar lectura, escritura, aritmética, gramática y los demás conocimientos generales. Las gentes pobres, con el buen sentido y la buena fe que les caracteriza, muy luego comprendieron que no tenía cara alguno de malo: se enseñaba y continuaron mandándonos sus hijos para que aprovecharen la enseñanza que les dábamos, sin exigirles la abjuración de su fe. Por último, el mismo Señor Trumbull, guiado por el amor a la verdad y el espíritu verdaderamente evangélico que todos le conocemos, se convenció al día siguiente de lo infundado de sus alarmas, y vino a ayudarnos, aceptamos el puesto 109 que se le ofreció en el directorio de la escuela para que viera que no perseguíamos fin alguno inmoral. Últimamente, cuando el Señor Casanova nos atacó por la prensa, tampoco creímos que debíamos contestar. El se quejaba de que en la memoria del Serenisímo Gran Maestre de la orden hubiese calificado de ignorantes o maliciosos a los que acusaban de otra la escuela Blas Cuevas, pero desde que el mismo señor Casanova persistía en acusarnos de ateismo sin merecerlo, y desde que no daba razón alguna seria para sostener que los masones estamos obligados a costear escuelas donde se propague la religión Católica, es claro que no había para que contestarle. El ataque que se nos ha hecho últimamente tampoco merece un debate formal. Pero como en algunas de las defensas hechas a nuestro favor, y en la carta del señor Casanova, se estudia la cuestión, a fin de evitar confusiones y a fin de que no se nos atribuyan artículos extraños, vamos a dar una explicación al público pero no una respuesta al Señor Casanova, pues a pesar del respeto que nos merece, no nos hallamos en el caso de formar polémicas religiosas como todo el que quiera calumniarnos llamándonos ateos ni mucho cuando esas polémicas sólo sirven azuzar odios de que queremos privar a nuestro país. En todas las religiones, como es bien sabido, existen dos partes, bien distintas, las creencias dogmáticas y las doctrinas morales. Respecto de la moral hay una uniformidad superior a la que existe sobre las ideas sociales o políticas, todos los fundadores de religión han tratado de buscar la virtud como base de progreso y ninguna ha sido bastante osado para invocar el crimen como medio para hacerse oír. Los unos creen que Dioses un ser personal, a la imagen y semejanza del hombre, que habita en una región distinta del espacio; los otros piensan que la naturaleza y Dios forman un solo todo, y por último otros conciben un ser espiritual separado de la materia que nos rodea dotado de todas las perfecciones posibles, creador de cuanto existe y principalmente de las leyes inmutables que nos rigen. La comisión 110 ANEXO 3 14 diciembre 1872 Señores Editores del mercurio: La religión en la escuela Señor cura Don Alejo Infante: La escuela, para ser útil, ha de tener por fin principal la educación de los niños y no sólo su instrucción, menester es ahora buscar las bases sólidas sobre que ha de levantarse esa obra. El niño tiene una inteligencia y ha de ser enriquecida con útiles conocimientos, tiene un corazón que es necesario formar para el bien, tiene una voluntad pronta para todo, que es urgente inclinar nuevamente a la virtud. Casanova 111 ANEXO N° 4 Decreto de execración de los cementerios de la arquidiócesis administrados por el Estado o las Municipalidades. Arzobispado de Santiago de Chile Santiago, agosto 7 de 1883 En el número 1,895 del diario oficial, correspondiente al 4 del actual, se publicó la siguiente ley: “Santiago, agosto 2 de 1883- por cuanto el Congreso Nacional ha prestado su aprobación al siguiente proyecto de ley: Artículo único- En los cementerios sujetos a la administración del Estado o a las Municipalidades, no podrá impedirse, por ningún motivo, la inhumación de los cadáveres de las personas que hayan adquirido o adquieran sepulturas particulares o de familia ni la inhumación de los pobres de solemnidad. I por cuanto oído el concejo de Estado, he tenido a bien probarlo, por tanto comuniquese, y llevese a efecto como ley de la república. -Domingo Santa María- J.M. Balmaceda. 112 BIBLIOGRAFÍA Ariés, Philippe “ La muerte en Occidente” Argos Vergara 1991 “El hombre ante la muerte” Taurus Humanidades, 1992, Editorial Santillana. Eliade, Mircea “ Lo sagrado y lo profano” Editorial Labor S.A. Barcelona, 1992 Faeverger y colaboradores“El hombre frente a la muerte” Ediciones Troquel, Buenos Aires, 1994. Huizinga, Johan Le Goff, Jacques Piere “El otoño de la edad media “ Alianza Editorial, Madrid, 1982. “Las mentalidades. Una historia ambigua” , en Jacques Le Goff y Nora ( dirs ), hacer Historia, Volumen III. Nuevos temas, Editorial Laia, Barcelona, 1985 Maravall, José Antonio “ La cultura del Barroco” Ariel, Barcelona, 1983. Norbert, Elias Octavio Paz “La soledad de los moribundos” Fondo de cultura económica, 1989 “El laberinto de la soledad” Fondo de cultura económica, México 1959 “Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe” Seix Barral, Barcelona, 1982. Piepper, Josef “ Muerte e inmortalidad” Herder, Barcelona, 1977. 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