COLEGIO PARROQUIAL “SANTA ROSA DE LIMA” Joaquín Bernal 650 – Lince AÑO y SECCIÓN: 5O __ ÁREA: COMUNICACIÓN INTEGRAL PROF.: Wagner Del Castillo Figueroa EL NEOCLASICISMO El SIGLO DE LAS LUCES El siglo XVIII es llamado el Siglo de las Luces o Siglo de la Razón, porque en este periodo llegó a su culminación el entusiasmo por la razón humana. En este siglo surgió el Racionalismo, una ideología que afirmaba a la razón como la luz que ilumina, guía y valora la vida de los hombres. El Racionalismo se levantó contra las creencias sin base científica, los fanatismos y las supersticiones que hasta entonces habían guiado muchos aspectos de la vida. Por otra parte, apareció por primera vez la idea de que sólo mediante el progreso era posible obtener el bienestar y la felicidad. Y para los racionalistas, el progreso material y espiritual era el resultado de aplicar la razón y el conocimiento. Estas ideas originaron un gran afán por el estudio científico y aceleraron el desarrollo de las ciencias naturales. Se crearon así museos, observatorios y jardines botánicos. Las bibliotecas se multiplicaron y las expediciones científicas se hicieron cada vez más fuertes. Además, el uso de la razón puso de al descubierto las injusticias y los grandes errores de la sociedad de la época. En Francia apareció la Ilustración, un movimiento basado en el Racionalismo, que defendía los derechos de la libertad e igualdad de los hombres y que emprendió una dura crítica contra el orden establecido. EL DESPOTISMO ILUSTRADO El régimen que político y de gobierno por ese entonces era el Absolutismo (régimen según el cual el rey tenía el control absoluto del Estado); sin embargo las ideas difundidas por la Ilustración penetraron las cortes Europeas y los monarcas se sintieron atraídas por ellas. Es así que, los reyes tenían a “ilustrados en sus cortes”, es decir, personas muy cultas que los asesoraban en las reformas necesarias. Por tal motivo, empezaron a favorecer las artes y las ciencias; se preocuparon por difundir la educación y la cultura; modificaron la economía y atendieron el progreso de sus súbditos; pero sin que ellos intervinieran en política. A esa forma de gobierno se llamaba Despotismo Ilustrado que tenía como lema “Todo por el pueblo, pero sin el pueblo” UN NUEVO CONCEPTO DEL ARTE: NEOCLASICISMO El racionalismo penetró también en el arte, surgiendo así un movimiento que invocaba a la serenidad de la razón, buscaba recobrar el equilibrio y la armonía propias de la cultura y las artes clásicas (Grecia y Roma). Se alejaron así de la exageración y rebuscamiento del arte barroco, propios del siglo anterior. El lema de esta nueva orientación artística fue “la única belleza es la clásica y el arte no debe sino imitarla”. A ese movimiento que persiguió estos ideales se difundió por toda Europa con el nombre de Neoclasicismo. La vuelta a los modelos clásicos no significó una renovación creadora del arte, como sucedió en el Renacimiento, sino la implementación de un conjunto de preceptos y normas que el arte debía cumplir con absoluta fidelidad acerca de los preceptos de los antiguos. LA ENCICLOPEDIA Durante el siglo XVII aparecieron obras de carácter general que pretendían cubrir enteramente los diferentes campos del saber. La más importante fue la Enciclopedia, que se escribió en Francia entre 1751 y 1772, y constaba de 17 volúmenes de texto y 11 de láminas. La dirección de esta gigantesca obra estuvo a cargo del pensador francés Diderot y en su colaboración participaron 130 redactores. EL SIGLO DE LA MÚSICA Durante el siglo XVIII dos tendencias musicales, la barroca (que viene del siglo anterior) y la neoclásica, llevaron a su máxima expresión los modelos de la música culta. La corriente barroco tuvo sus mayores representantes en tres grandes compositores: Johann Sebastian Bach, Frederich Haendel y Antonio Vivaldi. La corriente neoclásica se inauguró con Haydn, llamado “el padre de la sinfonía” porque fijó las leyes de la sinfonía clásica. Luego aparecería Wolfang Amadeus Mozart, admirado por su genialidad y precocidad, pues empezó a componer a los 6 años de edad. EL SENTIDO DE LA LITERATURA NEOCLÁSICA Buscaban que la literatura fuera un vehículo de enseñanza, es decir, que sirviera para formar espiritual e intelectualmente a los hombres. Los temas elegidos debían de hacer reflexionar sobre aspectos morales y formas de conducta. También trataron de cambiar a través de sus críticas las costumbres de la gente de su época. Para facilitar su objetivo didáctico y moralizador, los escritores utilizaron y lenguaje claro, sencillo y armonioso; de esta manera el lector no tendría ninguna dificultad en asimilar las enseñanzas de sus obras. EL RETORNO A LO CLÁSICO (normas clásicas) Los autores neoclásicos sentían una profunda admiración por la obra de los autores clásicos, pues consideraban que ésta era la única capaz de formar y educar al hombre. Por eso volvieron a ponerse de moda, como en el Renacimiento, las normas o preceptos literarios que siguieron los autores griegos y romanos. Estas normas estaban basadas en los dictados de dos autores clásicos: Aristóteles, filósofo griego, y Horacio, poeta romano. Dichas normas obligaban principalmente a lo siguiente: Mantener la separación de los géneros. Por esta razón no debía mezclarse en una misma obra lo trágico con lo cómico, el tono elevado con el tono familiar, la prosa con el verso. Respetar las tres unidades clásicas de acción, de tiempo y de lugar. Esta regla iba dirigida principalmente al género teatral y establecía que la acción principal no debía distraerse con historias secundarias; además, sólo podía durar una jornada y debía transcurrir en un solo lugar o escenario. LOS GÉNEROS NEOCLÁSICOS NARRATIVO: o ENSAYO: fue el género neoclásico por excelencia, pues permitía exponer sus nuevas ideas y criticar a la sociedad de su tiempo. Los principales ensayistas fueron los franceses Voltaire, Montesquieu y Rousseau. o FÁBULA: tuvo muchos seguidores y se escribía en verso. Los fabulistas más destacados fueron Jean de La Fontaine (Francia) – Félix María Samaniego (España). o NOVELA: Se escribieron numerosas novelas que relataban viajes a remotas y a veces inexistentes civilizaciones. La mayoría de estas obras contenían una dura crítica a la sociedad europea y particularmente a los aristócratas y burgueses, a quienes se les censuraban sus expresiones rebuscadas y superficiales. Por esos muchos narradores recrearon la figura del “buen salvaje”: el indígena que gracias a la sencillez de sus costumbres se mantenía puro y auténtico. La novelistas más destacados fueron: Daniel Defoe (Robinson Crusoe) y Jonathan Swift (Los viajes de Gulliver) DRAMÁTICO: En este género fueron donde se aplicaron con mayor rigurosidad las normas grecolatinas. Las dos especies teatrales más trabajadas fueron: o TRAGEDIA: Se inspiraron en los temas y personajes del teatro griego, en la historia antigua o en la Biblia. Sus personajes eran arrastrados por grandes pasiones pero, a diferencia de la tragedia griega, no sucumbían a ellas sino que se salvaban o condenaban por el uso de la razón. o COMEDIA: Se dedicó principalmente a la crítica de costumbres. Inspirados en los “personajes tipo” creados por la comedia clásica, mostraban en sus protagonistas los vicios, virtudes y defectos de los hombres del siglo XVIII. Moliere (francés) fue uno de los comediógrafos más importantes.