170-A-09 CÁMARA DE FAMILIA DE LA SECCIÓN DEL CENTRO: SAN SALVADOR, A LAS ONCE HORAS CON TREINTA MINUTOS DEL DÍA CUATRO DE MARZO DE DOS MIL ONCE. Conocemos del Recurso de Apelación interpuesto por la Licda. LUCÍA MARTÍNEZ MARTÍNEZ, como apoderada del Sr. […], mayor de edad, Motorista, del domicilio de Panchimalco, de este Departamento, a quien se le ha dado intervención como Tercero Excluyente. Impugna la Interlocutoria emitida por la Jueza de Familia de San Marcos Licda. MARÍA ELIZABETH CASTRO ZELAYA DE AREVALO, en el PROCESO DE ALIMENTOS, incoado por el Lic. WILLIAM ALEXANDER RIVERA AYALA, Defensor Público de Familia, en representación de la Sra. […], mayor de edad, Cosmetóloga, del domicilio de San Marcos, quien representa legalmente a la niña […], contra el señor […], mayor de edad, empleado, del domicilio de Panchimalco, quien ha sido representado por el Lic. JOSÉ VENTURA TORRES. Ha intervenido a su vez la Licda. ANA GLADYS CALDERÓN MORALES, en calidad de Procuradora de Familia adscrita al juzgado a quo. Se admite el presente recurso por reunir los requisitos de ley. I. A fs. 189 consta la interlocutoria proveída por la a quo en la cual resolvió declarar sin lugar levantar la anotación preventiva de la demanda ordenada en el vehículo placas P-225-418 a nombre del Sr. […]. En virtud, de la referida providencia, a fs. 198/200 la Licda. MARTÍNEZ MARTÍNEZ, presentó escrito interponiendo recurso de apelación, en el cual expresó: Que las resoluciones que pronuncian los juzgadores, tienen que fundamentarse y no limitarse a enunciar normas aplicables, sino que deben plasmarse los criterios interpretativos empleados para su aplicación. Afirma, que no se mencionan las razones constitucionales o legales en la apreciación de la prueba documental, específicamente el testimonio de la Escritura de Compraventa del vehículo, otorgada antes del inicio del presente juicio, y que ante la omisión de no fundamentar su negativa, la jueza ha incurrido en violación al deber constitucional de motivar sus resoluciones, agregando que quien debe alimentos a la niña no es su mandante sino el Sr. […], de ahí la falta de fundamento para mantener la restricción de dicho vehículo. Que tal resolución afecta el derecho de propiedad de su mandante y la libre disposición de sus bienes Art. 2 Cn.; además el derecho al trabajo puesto que el vehículo en mención lo utiliza para repartir su producto dentro y fuera del país, siendo que en este último caso las autoridades siempre le solicitan un poder de la persona que aparece en la tarjeta, el cual debe renovar constantemente, lo que le causa más gastos, condenándosele anticipadamente, cuando en realidad no debe alimentos a la expresada niña. Expone que por la carencia de recursos económicos su mandante no inscribió el vehículo a su nombre, pero de acuerdo a los Arts. 1316, 1597, 1599 y 1605 C.C. la venta es perfecta al cumplir con los requisitos que dichas disposiciones prescriben, además el Art. 17 literal a) de la Ley de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial establece que se reconoce como dueño del vehículo a todo aquel que posee testimonio de escritura pública o los documentos debidamente legalizados ante Notario, en los que conste la propiedad, transferencia o tenencia legítima de un vehículo automotor, las resoluciones y modificaciones de dichos documentos. Aduce que al no ser su mandante el padre de la niña, no hay sustento legal para vincularlo a la medida restrictiva, por ello señala que existe error de derecho ya que él no es el padre de la niña; es decir, es una persona distinta al litigio. Pide se revoque la resolución objeto de apelación. A fs. 210, la Procuradora adscrita al juzgado a quo manifestó: que a pesar de haberse otorgado Escritura Pública de Compraventa del vehículo P-225-418, antes de la presentación de la demanda, está tuvo que haberse presentado al Registro para su debida inscripción, de lo contrario sólo demuestra la propiedad más no la inscripción, por lo que legalmente pertenece al Sr. […], por lo que antes de levantarse la anotación preventiva debe garantizarse la cuota alimenticia. Por su parte, el Lic. RIVERA AYALA a fs. 211/214, se pronunció sobre los argumentos de la alzada en los términos siguientes: Que una de las características que la doctrina refiere respecto de la cuota alimenticia, es la de ser asegurable, ya que la misma sirve para garantizar y conservar la vida del alimentario. Que no obstante que la apelante argumenta, que el vehículo no es propiedad del demandado, sino que por diversas razones no aparece inscrito a favor de su mandante, se debe atender a la naturaleza de los principios registrales que establece la doctrina como el Principio de Rogación, el cual consiste en que una inscripción podrá pedirse por aquel que tenga un interés legítimo de asegurar su derecho fundamental, tal como ha sucedido en este caso. Asimismo, a tenor del Principio de Prioridad, el cual consiste en que todo acto o contrato que sea registrable y que ingrese primero en un registro público, deberá inscribirse con anterioridad de cualquier otro documento presentado con posterioridad, lo cual es de conocimiento jurídico general, por lo que no puede alegarse ignorancia de ley; que además, no es tolerable la ignorancia de un acto propio, ya que de todos es bien sabido que para que un acto o contrato por medio del cual se garanticen los derechos de propiedad y dominio, surta efectos jurídicos debe ser debidamente presentado e inscrito en el Registro Público correspondiente. Por lo anterior, no es procedente que se levante la anotación preventiva que recae sobre el vehículo propiedad del demandado, por ser la única garantía para exigir el cumplimiento satisfactorio de la obligación alimenticia en caso de incumplimiento. Así también, la anotación preventiva es de carácter provisional y de lo preceptuado por el Art. 267 C.F. se entiende que aún y cuando se haya dictado la sentencia que establezca cuota alimenticia, el juzgador no necesariamente deberá proceder a cancelar la anotación preventiva sin antes garantizar que el alimentante otorgue otra que sea suficiente para sustituir la anterior, lo cual no ha sucedido en este caso, por lo que no hay infracción sobre el derecho de propiedad. Que tampoco se le está violentando el derecho al trabajo al Sr. […], ya que en ningún momento dicha medida implica la sustracción del bien, por lo tanto no existe impedimento alguno para que continué ejerciendo sus actividades laborales. Además, en ningún momento se ha puesto en duda la autenticidad o validez del Testimonio de Escritura Pública de Compraventa, lo que se ha referido es que si bien es cierto, dicho documento ampara la propiedad del Sr. […] tal como lo dispone el Art. 17 literal a de la Ley de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, la misma disposición señala que dicho documento debe inscribirse para que surta efectos contra terceros. Concluye expresando que de conformidad a lo dispuesto por el Art. 159 L.Pr.F., no es en esta instancia el momento procesal oportuno para recibir la prueba ofrecida, la cual dicho sea de paso se recibió por la a quo. Por lo anterior, pide se confirme la resolución impugnada. II. En ese sentido, el objeto de la alzada se circunscribe a determinar si procede revocar la interlocutoria impugnada que declaró sin lugar levantar la anotación preventiva de la demanda que pesa sobre el vehículo placas P-225-418, a nombre del Sr. […], o si por el contrario deberá confirmarse por estar dictada conforme a derecho. En el sub lite, la a quo ordenó la anotación preventiva de la demanda de alimentos a fs. 50, por petición realizada por el Lic. RIVERA AYALA a fs. 46/47, la que recayó sobre el vehículo clase pick up, placas P 225-418, marca Chevrolet, modelo LUV, color gris; con el fin de asegurar el cumplimiento de la sentencia de alimentos que se dictaría oportunamente a favor de la niña […]. Al pronunciarse la sentencia, no se ordenó la cancelación de la anotación dictada con antelación, por lo que se entiende que la misma continúa vigente. Al respecto, el Art. 265 C.F., prescribe lo siguiente: “Podrá pedirse la anotación preventiva de la demanda de alimentos en el registro correspondiente. El juez la ordenará al tener conocimiento de la existencia de bienes o derechos inscritos a favor del alimentante, en cualquier registro público.” Como sabemos, dicha anotación preventiva constituye una forma de garantizar el efectivo cumplimiento de las resultas de un proceso -sobre todo en materia de alimentos-, pues de lo contrario los pronunciamientos se podrían incumplir, volviéndose ineficaces y nugatorios los derechos de los alimentarios. Por ello, el juzgador está facultado para que ante el eventual riesgo o peligro de incumplimiento de la sentencia pueda decretar la medida de anotación preventiva, a fin de asegurar su cumplimiento en bienestar del niño(a). Debe tenerse presente que para decretar dicha medida, la condición sine qua non es que los bienes se encuentren inscritos a favor de quien se reclaman los alimentos; lo cual en el presente caso se verificó, pues a fs. 49 corre agregada la Constancia de Carencia de Bienes extendida por el Jefe del Registro Público de Vehículos Automotores, Lic. Gerardo José Guerrero Larín, de la cual se constata que efectivamente el vehículo placas P225418 está debidamente inscrito a favor del Sr. […], padre de la niña […]. III. Así las cosas, no resulta válido el argumento sostenido por la impetrante al referir que se ha violentado el derecho de propiedad y la libre disposición de los bienes del Sr. […], al ordenarse la anotación preventiva de la demanda de alimentos, en el vehículo relacionado, pretendiendo acreditar dicha circunstancia con el Testimonio de Escritura Pública de Compraventa (fs. 170/171), otorgada en el mes de julio de dos mil ocho (antes de la demanda); teniendo presente como ya se mencionó, que la a quo decretó la anotación preventiva de la demanda en base a la Constancia extendida por el Registro Público de Vehículos Automotores, en donde aparece como titular el alimentante, por lo cual la a quo ha cumplido con el requisito necesario para anotar preventivamente la demanda. Señalándose por otro lado, que en ningún momento se ha puesto en duda la venta del vehículo que efectuó el demandado señor […] al señor […]; sin embargo, ante reclamos de terceros, mientras se encuentre inscrito a favor de este último, dicha inscripción surtirá efectos contra quien aparece como propietario en el Registro, como ha acontecido en la especie. Además, debemos recalcar que el Testimonio de Escritura Pública de Compraventa del vehículo no se inscribió en el Registro de Vehículos, a pesar de haberse otorgado en el año dos mil ocho, siendo uno de los requisitos indispensables para efectos de oponibilidad ante terceros, de conformidad al Art. 17 de la Ley de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, ya que al no estarlo únicamente surte efectos entre comprador y vendedor de conformidad a los Art. 1605 C.C.. No existe en consecuencia violación al derecho de propiedad (Art. 2 Cn.) y a la libre disposición de los bienes (Art. 22 Cn.), puesto que se verificó que el bien se encontraba inscrito a favor del alimentante Sr. […] y no a favor del Sr. […], quedándole en todo caso a salvo, el derecho a este último para incoar la acción legal correspondiente en contra del Sr. […]. Por ello, y tal como lo ha sostenido en precedentes esta Cámara, no es procedente dejar sin efecto la medida cautelar de anotación preventiva de la demanda, puesto que se ha ordenado de conformidad a lo preceptuado por el Art. 265 C.F.; además, el depósito de la cuota alimenticia impuesta en la sentencia se hará de forma personal por el alimentante, siendo necesario y de vital importancia asegurar su cumplimiento, ya que no se cuenta con otra garantía suficiente que asegure su efectivo cumplimiento, y al no estar en presencia de ninguno de los supuestos contemplados por el Art. 267 C.F., deberá continuar vigente dicha medida. No obstante, se acota a fs. 216/217, el obligado propuso la sustitución de dicha garantía por un fiador (garantía personal), lo cual no fue resuelto por el tribunal a quo, lo que deberá realizar, escuchando la opinión de la parte actora, a fin de proceder a la sustitución de dicha garantía, si fuere procedente. Consecuentemente, es procedente confirmar la interlocutoria impugnada por estar dictada conforme a derecho, quedando a salvo en todo caso, el derecho del señor […], de promover la acción legal que corresponda, contra el señor […], ante la jurisdicción competente. No podemos pasar desapercibido en esta instancia, la circunstancia acaecida en la tramitación del presente caso, ante la interposición del recurso de apelación -que hoy conocemos, el cual fue presentado el 24 de septiembre de 2009 y admitido en el efecto devolutivo a fs. 201; lo que si bien habilitó al tribunal a quo para continuar con el proceso, hasta dejarlo en estado de dictar sentencia, no autorizó realizar la audiencia y pronunciar sentencia, finalizando el proceso, tal como lo hizo la a quo el ocho de octubre de dos mil nueve (ver fs. 206/208), en la que pronunció sentencia fijando la cuota, sin que antes se resolviera la apelación, como lo ordena la ley. No obstante, no se anulará dicha sentencia, en razón que el decisorio emitido no incide directamente en el punto objeto de apelación, pues no se apela de la pretensión principal, sino de una medida otorgada durante la tramitación del proceso; asimismo, no se afecta el derecho de la niña […], pero se acota en aras de una mejor administración de justicia. En base a las razones expuesta y con fundamento en los Arts. 2, Cn.; 247, 265, 267 C. F.; 75, 76, 77, 156 y 161 L. Pr. F., esta Cámara RESUELVE: Confírmase la interlocutoria impugnada que declaró sin lugar la cancelación de la medida cautelar de anotación preventiva que recae en el vehículo automotor placas P-225-418, inscrito en el Registro Público de Vehículos Automotores, a nombre de […]. Devuélvanse los autos al juzgado de origen con certificación de la presente. NOTIFÍQUESE. PROVEÍDA POR LOS MAGISTRADOS: DR. JOSÉ ARCADIO SÁNCHEZ VALENCIA Y LICDA. RHINA ELIZABETH RAMOS GONZÁLEZ. A. COBAR A. SECRETARIO.