RP.VlSTA MEMORIA POlITKA· NUEVA ETAPA· NO. L • 2013 pp. 13 ·46 FACULTAD DE CIENCIAS J URlD lCAS Y POT.lTlCAS UC CENTRO DE ESTUm Os POli TICOS Y ADMINISTRAT IVOS BL PLAN DB BARRANQUILLA: PROYECC.ION DB CONFLICTOS EN DESARROLLOS POLiTICOS POSTBRIORES Jesus Mendez QUijada* RESUMEN El "Plan de Barranquilla", presentado en la ciudad que Ie da nombre, e122 de marzo de 1931, fue 1a presentacion publica del grupo "Acdon Revolu­ cion aria de Izquierda", liderado por Romulo Betancourt. A pesar de ser un documento al cual estudiosos de 1a politica venezolana Ie han dado poca importanda, dos de sus firmantes - Romu1o Betancourt y Raul Leoni- ocu­ paron 1a presidencia. Mas re1evante, a nuestro juicio varios de sus plantea­ mientos centrales se desarrollaron posteriormente en los acuerdos de 1958. Nos referimos a 1a tenencia de la tierra, las fuerzas armadas , la industria petrolera y 1a educacion, ejes centrales en el program a minima de gobierno pactado por los candidatos a la presidencia de 1a republica en 1958. Tam­ bien, sostenemos, conflictos presentes en el momenta de la firma conti­ nuaron un curso de escalamiento hasta 1a aparicion, en el inicio de los aftos 60, de 1a guerrilla contra el gobiemo electo en 1958. Analizamos el desarrollo de estos dos cursos, ala 1uz de conceptos de la con­ flictologia. Sostenemos que no se trala de cuestiones aleatorias, productos de azaJ, sino de un disefto consciente. En un caso, se hizo un esfuerzo por conciliar posidones entre intereses si bien no antagonicos , sf diferentes, 10 que desemboco en procesos de conciliaci6n. En el otro, por el contrario, se asumi61a confrontacion. No fue aqul el resultado del fracaso de una cona­ Hadon buscada, sino de la decision estrategica de no conciliar. En todo esto esta 1a impronta de un protagonista dave, Romulo Betancourt. Palabras claves: Plan de Barranquilla. R6mulo Betancourt. Conflictologia .. Medico Cirujanu . Auog.1uo. M J.&is tL' i' Sd('/H.larum en I'sicluiat ria. ProfeSOl en Ccntlo de ESlUdios de Posgrado, PdculLacllie- Clcnri;J s Juridicas y Polnk.u.. Urdvrrsidad r~ntral de Venezue1a. Cursando DOllO fil tlO en CHmci.ls Po!Jtic,,-, . Corre<) de< I rMien: J mm dezq u ii ad~ "y;th""." 'm 13 RHVlSTA MEMORIA POLITICA . NUEVA ETAPA, NO. 2' 2013 TIll 13-·16 FACUl.TAD DE ClENClAS JURI DICAS Y POLlT1CAS UC CE NTRO DE ESTUDIOS PO liTICOS Y ADMIN ISTRATrVOS THE "BARRANQUILLA PLAN": PROJECTION OF CONFLICTS IN POSTERIOR POLITICAL DEVELOPMENT JesllS Mendez Quijada" ABSTRACT The "BarranquiUa Plan", a documenL signed in the city which name took, was the firs t public act of "Left Revolutionary Action" group, whose main leader was R6mulo Betancourt. On the one hand, although it is a document a few venezuelan political researchers have paid attention to, two in the sig­ ners - Romulo Betancourt and Raul Leoni- became presidents of the repu­ blic of Venezuela. On the other hand, political agreements achieved many years later, in 1958, included some of the main propositions the "Plan" had (we refer to land property, oil industry, military forces, and education) . Last but not least, we argue that other kind of conflicts the signers faced with in 1931 were worse, and turned in the guerrilla warfare against government, at the beginning of The Sixties. We use concepts of Conflict Resolution to discuss t hose two different poli­ tical courses. We argue that the results did not depend on random Qt- for­ tuitous facts but a conscious decision. On one side, an effort to condliate different although not antagonistic interests was made so, conciliation was achieved. On the other, in contrasL, confrontation was the answer. Il was not an undesirable result in a concili ation process but a wanted one. 'That means confrontation was a strategic decision. The whole p olitical process has a main protagonist, Romulo Betancour l. Key words: Barranquilla Plan. Romulo Bet ancourt. Conflict Resolution . • Surgeon Advocate . M.lgi,tel S'-;pnti.,uml" Psy,hiatTy. Pro("<So, AI CentrrtoT Gr.luuat" Studies Famlty 01 Law and Po hti c.al Scienr..Ccnt ralUnlvers ity ofVen"zu,·la .Sr",\ytngDoctor " f Soil' nCe Pnlltkal Science rcferrnces (U CV) . E-ma tl : jm ,·nJ pzq uIJada"yahoo.CDlTl 14 EL PLAN DE BARRANQUILLA, PROYECCION DE CONFLICTOS EN DESARROLLOS POliTICOS POSTERIORES HI Plan de Barranquilla: Proyecoon de conflictos en desarrollos politicos posteriores Aun en tt~rrninos melaforicos. no es posible concebir la vida humana sin confiictos. Conflicto entre millones de espermatozOIdes por alcanzar un unico ovulo. Conflicto entre el feto, comodamente instalado en el tibio fiuido uterino, y los pulmones listos para aspirar su primera bocanada de aire 10 que obhga a la expulsion. condidon indispensable para que otra etapa de desarrollo se abra. De inmediato, confiiclo enlre los requerimientos permanentes de atencion del recien nacido y las restricciones de quienes deben cuidarlo. Contraposicion entre nuestra necesidad de satisfacernos, de experimentar placer, y los impedimentos con que esa necesidad-deseo se enfrenta. En fiu, Ia tension, el conflicto nos acompanara par [oda nuestra existenda. Y el confiicto no es malo en SI mismo, digamoslo de una vez. De el pueden nacer extraordinarias oportunidades para avanzar aunque, igual, la poten­ cialidad para la destruccion. Somos los hombres quienes deddimos un curso 0 el ot1'O. Can estas ideas compartimos 10 expresado por Eduard Vin­ yamata, 2001: ...los conflictos pueden poseer, como minimo dos signmcadones simul­ taneas. Cuando los confiictos significan y representan o'ecimienlo, oportunidad, posibilidad de innovacion, cambio, regeneracion, esti­ mulo, mejora, descubrimiento y serenidad.. . En este sentido, los con­ aictos son elementos que nos permiten avanzar, mejorar, prever su funcion regeneradora y sacar provecho. Pero el confiicto tambien puede significar destruccion, dominacion, alineacion, frustradon, guerra, desgracia, dolor, sufrimiento, angustia, ofuscaci6n, bloqueo, violencia. En estos casas podemos pensar que se estci produciendo una disfuncion ... (p.14-15). En el area social el conflicto es omnipresente, como 10 apunta el profesor Victor Jansen Ramirez, 2012' El conflicto per se vive en 1a estructura de la sOCledad: es un aspecto intrinseco que nace en las rclaciones entre los individuos en todos los 15 JESUS MENDEZ QUIJADA REVISTA MEMORlA POt.iTICA· NUEVA ErMA· NO.2· 2013 aspectos que prescriban mtercambios de ideas, mtereses, asignaci6n de bienes 0 prestacion de servicios; en fin, es el confllcto el eje sobre el cual gira la convivencia humana y es a la vez la causa para la busqueda de soluciones que permitan fortalecer y mantener la paz social. EI con­ flicto es un fenomeno social inevitable y en oportunidades necesario para aprender de los aciertos y desaciertos que se producen con oca­ sian de la construcci6n de opaones vilidas para conseguir la coopera­ cion de las partes involucradas en las disputas. (p. 70-71) . De modo que tanto individuos como sociedades, grupos, organizaciones, estados han de lidiar con los conflictos permanentemente. Si no hay fonna , entonces, de evitarlos es una necesidad adaptativa del ser humane aprender a convivir con eUos. Mas que convivir, "gerenciar", gestionar de fonna que puedan convertirse en instrumentos positiv~s para el cambio social. Intentar una de.finicion Como suele pasar cuando se intenta definir un termino que nos parece conoddo por todos, f.kilmente identificable, tenemos problemas par la diversidad de acepdones que emergen. El confiicto se evidencia des de 10 interno, especie de confrontaci6n conmigo mismo, mis aspiraciones, poten­ cialidades para alcanzarlas, expectativas de interacciones con otros. En el desarrollo humane esto tiene inmenso impacto duran te la adoles­ cencia cuando la busqueda par consolidar nuestra autoimagen, par un lado, y por construir el propio proyecto de vida, par el otro, son fuentes de tensi6n que a veces sobrepasa 1a capacidad adaptativa individual. En el campo de las interacciones, los conflictos surgen por nuestra necesaria participacion en un conglomerado. En todo eUo eslas tensiones intemas no son in ocentes , por el contrario, se expresan vivamente. Tienen un papel importante en la forma de abordar las situaciones conflicllvas. Todos los elementos complejos en torno at con Ricto se evidencian cuando se trata de poner en blanco y negro una definici6n. Veamos la propuesta por Eduard Vinyamata, 2005: Confiicto: Lucha, desacuerdo, incompatibilidad aparente, confronta­ 0 actitudes hostiles entre dos 0 mas cion de intereses, percepciones 16 Et. PLAN DE BAHRANQUILLI\: PROYECC!ON DE CONFLICTOS EN lJESARROLLOS POI iTICOS POSTl!RIORES partes. E1 confhcto es connatural con la vida misma , esta en relad6n directa con el esfuerzo por vivir. Los confliclos se relacionan can 1a satisfaccion de las necesidades, se encuentra en relaaon con pro­ cesos de estres y sensaciones de temor y con el desarrollo de la <lCClon que puede lleva! 0 no hacia wmportamientos agresivos y violentos .... (p.78). Es de advertirse, no obstante, que hay casi tanta diversidad de defmiciones como autores tratan el tema. Sin embargo, existen elementos comunes que Deborah Borisoff y David Victor, 1991, identifican como presentes en 1a nlayoria de los casas : "Los elementos comunes a todas las definiciones citadas se hallan en los termines diferencias, lucha expresa, incompatible, {rustraci6n, interf'erencia, percepd6n e interdependencia." (p. 1). Conflicto politico: entre el poder y 105 valores A los efectos del enfoque que emprendemos en este trabajo, resulta (itil adicionalmente referirnos ados Lipos de conf\lcLo que ahorda Josep Redorta, 2004, en su libra C6mo analizar los con(tictos. En los conRictos de poder se expresa la competitlVldad, "los procesos de jerarquia y dominacion estrin en la medula misma de la sociedad y, a SII vez, en las relaciones grupales e interpersonales" (p. 145) de modo que "un juego de poder puede verse como un proceso competiti]lo", como expresa el mismo autor unas linea.c; mas ade­ lante. (Josep Redorta, 2004, p.146). Con frecuencia, los conAictos politicos tienden a apreciarse de esta manera. Un proceso competiLivo par alcanzar la dominacion jerarqUlCa. DeLenernos alIi es, no obstante, insuficiente. Los valores cuentan. Los valores clefinen nuestras creenaas mas queridas, afmnan nuestra identidad a la vez que nos acercan a quienes comparten con nosotros una vision de la vida, de la 50ciedad, de la trascendencia. POI' cuanto se construyen des de muy tem­ prano, se arraigan, forman parle integral de nuestro propio ser. Cuando er1lran en contradiccion se expresan de manera marcada, se tiende a la pola­ rizacion y desaparecen los matices, ya no hay tonos grises , solo el blanco y el negro, los extremo:>. 17 JESUS ME NDEZ QUIJADA RBVISTA M EMORIA pOLiTrcA • NUEVA ETAPA • NO.2 · 2013 En el trabajo que sigue el conRicto sera protagonista. La forma de abor­ darlo, sin dudas asociada a las caracteristicas personales de los protago­ nistas, marcara el rumbo. Algunos se encaminaran hada alternativas constructivas de concerta­ cion, a traves de Ia conciliacion 1 que permite, mediante acuerdo, convertir Ia confrontacion en colaboracion . Otms , por el contrario, escalanin y, como dice Josep Redorta, 2005, " ... cuando se produce /a escalada de un conflicto, este escalamiento transforma el propio canflicto convirtiendolo en un conflicto de poder que ya no tiene nada que ver con el detonante inidal 0 el conflicto sub­ yacente." (p . 131). El escalamiento puede ser, no obstante, un resultado buscado. Es dedr, el hecho de que un conflicto escale, avance cada vez mas hada la confronta­ don, no necesariamente obedece al fracaso. Cuando hay valores en juego, par ejemplo, especialmente en el campo de 10 politico, en oportunidades la conciliacion no es una altemativa y, por el contrario, el escalamiento surge como election. LQue hacer, digamos, ante una tirania en la que se pisotean derechos burnanos y libertades fundamentales? Lo veremos expresado en la forma como se dirimieron algunos de los confuctos que analizamos en la discus ion que sigue. El Plan de Barranquilla Aparte del interes entre espedalistas , el Plan de Barranquilla pareciera un hermano pobre entre los hitos destacados en la historia poJitica del pais . Ella quizas se expligue por los aparentes pocos efectos inmediatos, al menos reconocidos de manera general, que se Ie pueden atribuir a aquel documento . Muchos podran tenerlo solo como la proclama inicial de algunos opositores, con poca significad6n para la epoca. 0 como la decla­ radon publica de existencia de un grupo politico, de esos que han surgido y desaparecido en Venezuela con tanta velocidad a partir del segundo terdo del sig10 XX. 1 Para I::duard Vi ''Yan1ata. 2001.128, concih.,<ion cs "Ano u proccs" oclecti co con eI rual se cslabl.c~, mediAn te a<uordos 0 no, un camblo de actilwi que pennito """"r de la conrtonl.1ci6n a 1. colabor.lc.i6n lj lJ£ permltc esLlbl,," c~t 18 una rehld6n positiva que ~ h.., visto .tfeclada por lil exist fnci.-. de un co nA kto ..."' EL PI.AN DE IlARRANQUIHA, PROnCClON DE CONfLiCTOS EN DI!5AHROl.I ,as poi.fTlCOS POSH [{JORES Pero algo pasa con esta percepClOn sobre cl Plan de Barranquilla. Fue grande 1a influenCla ejercida por algunos de entre su escasa docena de pre­ sentadores. Dos de ellos, Romulo Betancourt y Raul Leoni, alcanzaron la presidencia de 1a republica y, sm dudas, Romulo Betancourt fue una de las 6guras mas relevantes de to do el siglo XX venezolano. De olm lado, la pro­ yeccion de las propuestas del "Plan" , simples y "reform islas", se h1zo sentir en desarrol1os (l"uciales, como los acuerdos de 1958. A esto Ultimo se apunta entre especialistas. El profesor Manuel Caballero. 2007, por ejemplo, 10 expresa con contundencia: No es demasiado exagerado dedr que jamas, en la hisloria de Vene­ zuela, un documento redactado en tan preccuias condiciones, en el exilio de unos cuantos muchachos desconocidos; y que ademas, al reves de todos los mamfiestos politicos, no ofl'ecia el Cielo para esta tarde 0 manana por la manana a mas tardar; que un documento asi haya tenido la influencia que tuvo, por un largo dempo: de hecho, durante todo el resto del siglo XX. Se puede decir que este Plan es el primer documento de la modernidad en Venezuela. Hasta entonces, las proclamas de los divers os caudillos no hacian mas que repetir las gastadas consign as del lib eralismo, con su invocaci6n de una Ubertad abstracta. (p. 61) . En e1 presente trabajo aspiramos a senalar la proyecd6n de los confiictos presentes para la fecha de Ja presentaci6n del Plan de Barranquilla, -y la manera de abordarlos, especialmente por su protagonista prmcipal, R6mulo Betancourt- en episodios posterjores de concertaci6n 0 de confrontaci6n. Es decir, como algunos avanzaron haCla la conciliaci6n mientras otros, par el contrario, tomaron la via del escaiamlento, en terminos de 1a conflicto­ logia . Mas concretamente, analizaremos el desarrollo de las escaramuzas teo­ ricas iniciales con los fundadores del Partido Comunista de Venezuela como fuente de confrontacion, por un lado, y 1a integrad6n de algunas ideas esen · ciales del Plan - el problema de la tierra, la cuestion militar, la educacion y la mdusllia petrolera- en Ja concertaci6n yacuerdos de 1958, por el otro. ') E<iu,ud Vinyamala, 200l iit,'on. (OnRJnflllJ'_~1 1(lhm "n t1nU;' .ldISciplin,l1'hi )' Ir.lll s ...· ersal de} Contll(,lO, d Cdmbio, (a Cri5~ ... Simmlm(1 ( t~ Rr~I1(urion rJI.' Cnnthno5 y de 'Jraosfc» m~~(.iol1 dl Cvnilll tn~ lomo ~i~lem.J" inteArdll'"~ t! lnH>gr,.~doll·~ lit' tC'nu,·imll.'ntol' h'rniws y hdbil,dild~s. ur ient.ld.I.s J..I u'IIl.J1 Imlt'lItD at·ltls ( (lnfiicrns. fjll~ pll~;ihlt";' "':r)\I~d~ y m..lnefa:: de r~1ciht;jr $oil solucilill pac.ifiC]~' no violt 'ula ." (1) L~n 19 JESUS MENDEZ QUIJADA REVISTAMEMORIA POLiTlCA' NUEVA ETAPA· NO. 2· )013 HI impacto de un protagonista Con frecuencia se discute en tome ala trascendencia de los protagonistas en los eventos hist6ricos. Hay quienes consideran que los acontecimientos solo tienen que ver con la gesti6n de la sociedad, con fuerzas inexorables que mueven su progreso y cuya "Iogica" pemlite establecer leyes predictivas -espede de determinismo hist6rico que Karl Popper subraya en su concepto de historicism 0- y poco importan los .individuos. En esa apreciaci6n, criti­ cada por Popper, 1973, los hombres no son sino piezas aleatorias, intersec­ dones de camino que sirven seg(m las circunstancias.' Aqui nos apartaremos de esta posicion para colocarnos en un angulo que permita ver las interacciones de los acto res. A estos los consideraremos como agentes movilizadores de recurs os , capaces de potenciar, innovar sobre categorias culturales heredadas, en acuerdo can sus propias ideales personales y colectivos, intereses y compromisos, en los terrninos de Emi­ brayer y Goodwin, 1994 ,4. Asi, se permite destacar, entre otros factores, eJ reconocimiento de la capaddad humana de "agenda" como relevante para cualquier intento apropiado de explicacion de los fen6menos hist6ricos. En el campo de la conflictologia, por su parte, el individua, sus actitudes, intereses, emodones, en fin, su mundo personal son relevantes en la forma como se abordan los conflictos . En ese sentido, no podemos ahordar el estudio del Plan de Barranquilla sin atribuirle importancia, la que historicamente Ie corresponde, a un pro­ tagonista central, R6mulo Betancourt. Advertimos que no se tratara de un estudio de la FIgura de Betancourt. Sf de sellalar como su particular vision, su forma de encarar desacuerdos y conflictos presentes cuando se presento el Plan de Barranquilla, infillyeron en el desarrollo posterior de las opdoues de concertacion 0 de confrontadon. Efecto que se proyect6 alln en los acuerdos construidos en 1958, en tomo al Pacto de Punto Fijo. 3 En esta obr3 Popper define eJhistoriilimo como ' un punlCl de vist.il sol"H-e l.as riencia5 :sodflirs que .wp'me que la predicd6n hi.st6rica es el ftIl principal de estas. y que supone que est< fin <5 aIGlny.abl~ POt medio del desc ubrimirnto de los ricm", · 0 los ·modolo... de las ·Ieycs" 0 las ·tende-neLl, · que yacen b.jo Ia evoludan d~ I, histort.1· (p 17). 4 Los au tores S€ refieren .lJtermJno "ageno.01- as!- "f-!Llnl i1n agenc.y. ~s Wi? conceptualize Jl, en~ the capaci ' ty of socially embedded artors to a pproprinte, "'prod,,(,'. and. potent ially. 1:0 innuV.I~ upon rec.,vcd cultural ClItegories anti conditions of action in accordance WIth their personal and rollective Ide.u., intl'r ... ,"". .tnd com­ mItments: (p. 1443). 20 EL PLAN DE BARRANQUILLA: PROYE CCIQN DE CONFf fCTOS EN DESARROLLOS poUncos POSTERIORES No estamos diciendo con ello que el Plan "genera" ni, mucho menos, que fue "causa" de los confuctos que a la distanda se produjeron. Los mismos existian, 0 estaban en desarrollo. Lo que nos interesa es discutir como una deter min ada manera de abordarlos, 0 una decision de no eludirlos como tema del combate politico pudieron influir en eventos lejanos. Es decir, algun escenano de confrontacion expresado tiempo despues pudo, en derta forma, estar vivien do su incubacion para 1931, fecha de pre ­ sentacion del Plan. Nos referimos con esto a las diferencias planteadas con los primeros militantes comunistas. De otro lado, esfuerzos por la concer­ tacion purueron fortalecerse a partir de postulados iniciales presentes en el Plan . Hablamos ahora de planteamientos basicos que mas tarde formaron parte de los acuerdos de 1958, mas especificamente, del plan minima de gobierno susmto por los candidatos a la presidencia de la republica. Un producto colectivo y una huella innegable El Plan de Barranquilla ve luz en la ciudad que Ie da su nombre, el 22 de marzo de 1931. EI documento -carta de presentadon en sodedad de ARDI, Agrupacion Revolucionaria de Izquierda- es tenido como una creadon colectiva. No obstante, varios investigadores coinciden en que su redaccion estuvo a cargo de Betancourt, si no exdusivamente, al menos de manera preponderante. Para Manuel Caballero, hay girDS idiomatkos - "desanal­ fabetizad6n", entre elJos- que se pueden identificar como parte del estilo propio de Betancourt, presente desde su juventud. Manuel Caballero, 2004, Uega hasta a destacar cierta "jaquetoneria" -reveladora, segUn el autor, de la personalidad de Betancourt- al "autocalificar" el Plan como "analisis pene­ trante" de la realidad venezolana: Es un doellmento colectivo, no solamente firmado, sino tambien redac­ Lado a varias manos. Pero a pesar de serlo, est:a marcada en el papel la huella muy acusada de la mas fuerte personalidad del grupo: Romulo Betancourt. Esta huella es detectable con relativa facibdad a traves de ciertos elementos de estilo: formulas alambicadas y percutantes como apelar a "un nuevo y menos gaseoso concepto de la libertad que el pro­ fesado por los jacobinos en todos los tiempos de larepublica"; hablar de "los fideicomisarios en 1a republica de las clases dominantes"; acuiiar un termino bndante con el trabalenguas como "desanalfabetizaci6n"; decir que "caudillismo y latifunrusmo son y han sido, en 10 interior, los 21 JESUS "1ENDEZ QUIJADA REVISTA MEMORIA POJ.lTlr:A· NUINA ETflPf\' NO. 2· 2013 dos terminos de nuestra ecuacion politica y social"; y, por supuesto, 1a jaquetoneria de !lamar "penetrante" a su propio analisis, son algunas de esas huellas de1atoras esparcidas aqui y alIa en el documento y que seiialan la presencia, en el acto de la redaccion, de Romulo Betancourt. (p. 102). Sin embargo, no hay que buscar demaslado en las consonancias estilis ­ tieas para "descubnr" 1a part!cipaCJon prmupalisirna de Romulo Betan ­ court en la redaccion del Plan de Barranquilla. Tal busqueda indirecta por parte de un academico tan acucioso como Manuel Caballero luce incom­ prensible cuando hay una fuente especifica que deja claro el punlo. como se lee en parrafo inserto por el profesor German Carrera Damas, 1994, en "Emergencia de lin Ifder. R6mu.lo Betancou.rt y el Plan de Barranquilla". dtando a Betancourt: HEI plan de Barmnquilla {o redacte yo, "ef{ejando el pensamiento de 10 izquierda moderada de [a emigraci6n, de la que no cr'ee posible. namandose marxista y creyendo honradamente que estd slendo leal a la ideologio rnarxista, sustituir a Gomez par tm gobierno obrero-Lr./.mpesino. ·' (p 26). Toma clara de posmon sobre su responsabilidad, con determinacion que no se ve afectada pOl' las criticas que desperto el escrito. lEs acaso un inlento de Betancourt de asumir toda la carga para dejar a sus compaiieros fllera del alcance de los dardos criticos lanzados contra cl Plan? Acto de honestidad intelectual, diriamos. O. por el contrano. t.,se expresa aqui esa "jaquetoneria" a la que se ren.e re Manuel Caballero? Como sea. 10 cierlo es que, ya par los flujos de poder que interactuaban, ya por la inocultable postura pole1111ca de R{Jmulo Betancourt- quien fungia como figura central en la. propuesta. el debale se aviv6. Nuestro prop6sito es discutir c6mo las disputas pudleron convertirse en Lemas de conlroversias futuras. asociadas a la confrontacion . Y (()!ll0 ;"lSpcctos ccnrrales del Plan formaron parte, mucho despues, de los acuerdos fraguados en 1958, como dijimos arriba, denlro de un gran esfuerzo por la concertacion. HI Plan de Barranquilla, "primer ensayo de historiografia marxista" Aunque no es, par mucha, un ejemplo de concertaci6n general, 51 puede ser estudiado como un antecedente para acuerdos ydesacuerdos a mediano 22 EL PLAN DE BARRANQUll..LA: PROYECCION Dr CONFLICTOS EN DESARROLLOS POLITICOS POSTERIORES plazo, especialmente en cuanto al proceso politico abierto a partir de 1958 y el desarrollo temprano del periodo democratico que se iniciaba. Como destacaremos luego. es llamativo que un do rum en to. difundido escasamente por un grupo reducido de la oposici6n aJ regimen dictato­ rial gomecista. generara tanta controversia Esto refleja las lensiones que estaban en juego, las disputas por elllderazgo y las visiones enfrentadas que po dian expresar los adores. Tensi6n que se deja veT a1 inicio del docu­ mento, ruando se apunta:' Ahora bien, ante el desarrollo de acontecimientos que Ilevaran fatal­ mente a la revolucion, <-cuill es la actitud de los sectores de vanguardia de la oposicion, dentro y fuera del pais? De expectativa; 0 de esfuerzo y labor polarizados exclusivamente hacia una 6.nalidad inmediata: la de derrocar el gomeClsmo. Si la primera acLitud es indigna y vergonzosa, la segunda aun cuando justa en cierta medida, es condenable en su aspecto de tmilateraUdad de 1a accion. Coexistiendo con 1a tare a con­ erela de acopiar elementos de todo orden para 1a lucha armada, debe desarrollarse activamente otra de analisis de los fadores politicos, sociales y economicos que permitieron el arraigo y duraci6n prolon­ gada del orden de cosas que se pretende destruir. Dejando de lado la "expectativa" a que se, queda claro que el Plan enfrenta de inmediato un anruisis mas integrador, ante otros que aspiran igual a actuar eficazmente para derrocar el regimen . Para los segundos, desapare­ cido G6mez y el "gomedsmo" cesarian los males nacionales. La diferencia se apreciara mejor si leemos, ahora destacada, una frase transcrita: "... debe desarroUarse activamente otra de analisis de los factores politicos, sociales y economicos que permitieron el arraigo y duracion prolon­ gada del orden de cosas que se pretende destruir." No basta can Ia susti­ tucion del caudillo. Es mas, se sigue leyendo en el Plan: $i no se cumple esta tarea, el triunfo de 1a revoluci6n, 0 de la acd6n cuaJquiera que termine con el regimen de Gomez, nos hallaria profe­ sando la tesis simpllsta y anti socioJ6gica de gue la 'zamarreria' y la 'ausencia de &onteras morales' en aguel expllcan y jusLllcan el cuarto S Un!izo mos "qui . 1<locu", onto: [ I r L1n de lla rranqluJl>, 193 1. Estudio prdunill iU' d~ Manuel Caball ero . Las posteriores citas del r lan de l!arranqulIL. cn cll exlO so tomaran igu.ll de la mism. ruente. 23 JESUS MENDEZ QUIJADA RFVISTA MEMORIA POLiTICA. NUF.VA l!TAPA· NO. 2·20]3 de siglo de rehabilItaClon. En consecuencia, se caeria tambien en el error de suponer que con la sImple renovacion de la superestructura polilica estaba asegurado para Venezuela un cielo de vida patriarcal. 'Hombres bonrados en el poder y Venezuela esta salvada', es la formula en que traducen su alolondrado oplimismo quienes 5610 en Gomez y en su persistencia radican la causa determinante de nuestra inestabi­ lidad nacionaJ. La verdad de los hechos es alra. Se trata de comprender los fenomenos sonales a partir de LID. instrumento especifrco de analisis , el matenalismo hlstonco, como se ve en e1 parrafo siguiente: El anallsis penetrante de la situaci6n venezolana, la confrontacion de sus problemas can similares en otras pueblos de America Latina, l.a aplicacion al estudio de su evolucion historica de los metodos de la ciencia social contemporanea, el esfuerzo decidido de if mas alla de las explicaciones superficiales de los fenomenos para buscarles sus causas Ultimas. nos llevan al convencimiento de que eJ despotismo ha sido en Venezuela, como en el resto del continenle, expresi6n de una eslructura social economica de caracteres diferenciados y precis abIes sin dificul tad. Estos factores son intemos unos y extern os otros. Los primeros, pueden referirse al que los comprende y explica a todos: la organizacion politico-economica semi- feudal de nuestra sociedad. Los segundos, a la penetracion capitalista extranjera. No se menciona expresamente, pero cuando el documento babla de "la ciencia social contemporanea" podemos leel' su referencia al marxismo y a su herramienta teorica eSb-ella, el materialismo histonco Se pone el acenLo en desentraiiar las "causas liltimas", agu!, una "estrllctum social eCOllomica de caracteres diferenciados". Por eso, no basla con "Ia simple renovacion de la superestructura politica" smo que , en contraposiC1on, es La modlficacion de la infraestnlctura economica la solucion real. Cualquier otm dlseilO no seria sino expresion de "atolondrado optImislno". (,Como no resultar polemicas estas ideas en la Venezuela de 1931? tC6mo no prom over discusiones entre quienes pretendian, con metodos de ana­ lisis y planes de accion radicalmente distintos, desplazar a Gomez y al gomecismo? Las pugnas por el poder no son inocentes, despues de todo . 24 EL PLAN DE BARRANQUlllA: PROYECCION DE CONH1CTOS EN DESARROLLOS POLiTICOS POSTERIORES Asi queda dibujada una de las caracteristicas que llevan a Manuel Caba­ llero. 2004. a defmir al Plan de Barranquilla como "el primer ensayo de histo­ riografia marxista" escrito en Venezuela que, en palabras mas contundentes, "senala, en el terreno teo rico, el inicio de la modemidad en la historia de nuestro pais." EstiJo de anal isis que impaetaria no solo las diseusiones oaeidas con Ia presentacion del Plan sino muchas otras en el futuro, como 10 destaea Caba­ liero, 2004,"En breves lfneas se siIJtetiza IIna concepcion de 1a historia llenezo­ lana que los marxistas repetiran desde eIJtonces casi sin modi~caci61l, aun entre histol'iadores profesionales." (p. 101). Infiuencia marxista, pero ... La inBuencia marxista en el Planla destaean, por su parte, olros autores. Asi 10 encontramos en Naudy Suarez Figueroa, 2008. Pero en este se nota una bCtsqueda clara por contextualizar la inBuencia dentro de 10 que signi ­ ficaba un deslinde respecto de las posiciones de los fundadores del partido comunista, fieles a las lineas sOVleLlcas rigidamente dictadas desde la In ter­ nacianal Camunisla. El profesor Suarez anota : Mien tras el programa comunista repite las tesis y consignas del VI congreso de la International Camunistu, con defeetos de perspectiva y objetividad maylisculos, exlste en el Plan de Barrunquilla una intere­ sante exploraci6n, enmarcada tambien dentro del metoda marxista, de las ralces historicas -politic as, economicas, sodales- gue debian fun ­ damentar una teoria de la revoluci6n venezolana necesaria. (p. 142). No se trataba, destaea Suarez en la misma obra, de lrasladar mecaniea­ mente los metoclos de analisis y las recelas que de cllos derivaban otros grupos inf1uidos pOl' el marxismo. Por el contrario: "COIl todo, los conceptos de Betancourt tenian mllcho de "marxismo de tierra caliente ": con esta logradn expresi6n definina el ensayista l1enezolano Mariano Picon-Salas, !nucha des ­ pues, el pathos po/(Uco de Betancourt, !iii corresponsal de los afios 30." (p. 142). EI (al-acler de ensaya historiografico marxis ta del Plan tiene, desde luego sus limitaciones. Algunas probablemente re1acionadas can el propio metodo de anall5is; alras con la madurez alcanzada por sus autores, especialmente Betancourt, a qUlen, no obstante, podriamos ver como angustJado por consLruir su propia referencia inteleetual y, por supuesto, su liderazgo. Asi 25 JESUS MENDEZ QUIJADA REVISTA MEMOIUA POl.lTlCA· NUEVA ETMA· NO. 2· 2013 10 deja ver el profesor German Carrera Damas, 1994, refiriendose al Plan de Barranquilla: .. La tosca combinaCion de historicismo, determinismo sodal-hlS­ t6rico y marxismo primario que (onforman los parrafos inidal.es del Plan de Barranquilla, ofrece la clave del camino ideologico recorrido par el autor. Recuerdese la estructura ideo16gica de algunos parrafos: la caracterizacion suscinta del cuadro politico de America Latina y de Venezuela en los aiios 29 a 31 culminan con la siguien te asercion: "son factores concurrentes que nos autorizan a esperar un pronto y decisivo confticto enlre las masas populares de Venezuela y eL gobiemo de los Gomez". (p.ll). La comprension "determinista" de La h istoria es una de las criticas que m uchos te6ricos han hecbo a los esquemas marxistas de anaJisis, en donde la accion de los individ uos resulta poco impact an te. meros colaboradores en el desenvolvimiento de d ertas fuerzas. las leyes inexorables que con ducen a un desenlace previsible. Lo individual como busqueda German Carrera Damas, 2004. ve en una personal. solidtud de ayuda qu e Betancourt Ie hiciera para local.izar un os escrito$ de Lenin, un esfuerzo p o r comprender, -aparte de "los acon tecimientos que Ilevardn {i nalmente a la revo­ luci6n"- , el papel de los individuos. Diriamos, apreciar el impacto de los actores ejerciendo 10 que mas arriba se definio como "agencia", en terminos de Emibrayer y Goddwin. As!, el profesor Carrera afirma: La proyecClon de esta conclusion sobre un conjunlo documen tal, tanto previo como correlativo, me lleva a pensar que el verdadero proposito del Plan no fue el formuJar un programa de accion revoludonaria sino el permillr practicar, con referenda a un conjunto de proposiciones, el deslinde de las actitudes, peto sobre todo de los prop6sitos. La forma casi intransigente como Betanc.ourt manejoJa discus ion suscitada por su documento, me permite pensar que estaba. sobre todo, interesado en identificar a quienes habrian de ser "los suyos", como condic.ion necesaria a la conformaci6n de su liderazgo . (p. 12). 26 El. PLAN DE BARRANQVTLLA PROYECClON DE CONFLICTOS I N DESARROLJ.OS POl.ITICOS POSTERlORES Audaz interpretaci6n, a nuestro juicio. que abona terreno para entender el tono encendido de las discusiones, en las cuales Betancourt no se ahorraba calificativos para suhrayar la pugnacidad con que personalmente enfren­ laba a sus adversarios, definidos de manera mtly espedfica en el Lampo de los militantes comumstas. En nuestra argumentaci6n posterior aspiramos a explorar como estos conflictos fueron escalando. al punto de desembocar en Fuente de conIrontaClon definitiva. No inlentaremos evaluar en detalle eJ origen de Jas infiuencias marxistas en Romulo Betancourt. Tampoco su militancia en el Partido Comunista de Costa Rica ni la evoluci6n de su pensamiento, tarea que supera infinita­ mente los limites de este trabajo y que ha sido abordada con profusion. y con acierto, par reconocidos espedalistas. Puede resultar utH, no obstante, echar una ojeada al impacto que acon­ tecimientos internacionales, especmcamente 1a revolud6n bolchevique, tuvieron en un grupo numeroso de dirigentes estudiantlles gue formaron parte de la Hamada generaci6n del 28. Sirve para este prop6sito leer un parraio del profesor Manuel Caballero, 2004: ... ~uando se producen aquellos acontecimientos que en 1928 termi­ naran aventando al exilio a la mayoria de los (involuntarios) autores del Libro Rojo, hace apenas cuatro meses que la Revoluci6n Rusa acaba de cumplir dlez aftos . Todavia conserva sus mayusculas, todavia el prestigio virginal de Ochlbrc, y mucho mas anLe aguellos muchach os que apenas sabran de su existencia cuando comiencen a transitar los caminos del destierro. Las "nuevas teorias sodales", como can pud~r e hipocresla se les llamara mas tarde, les llegan a traves de la propaganda de la Intcrnacional Comunista y del ejemplo sin cesar exaltado de la Revolucion Rusa. En sintesis, que "Se opera en 1a mayoria de los estudiantes exiliados ese fenomeno comun a 1a juventud americana de los an os treinta" que con fervor dt: ne6fitos absorbian cuanto esO"ibieron los cJasicos del socialismo, llegando a sonar con una revoluci6n a 1a bolchevigue, "con nuestro zar de Maraca, fusilado al amanecer"; llegando incluso a pensar "por un momento" que en Rusia "se estaba forjando un tipo de organlzaci6n social de vigencia ecwnenka. (p. 106). 27 JESliS M~N[)EZ QUIJADA REVISTA MEMORIA POLlTlCA . NUEVA ETAPA • NO. 2· 2013 El individuo que pone su huel1a, que de alguna manera imprime un color propio a los acontecimientos y que, en cierta forma, inRuye en su curso. El individuo, claro, sumergido en sus propias influencias que no puede aban­ donar, de modo que se expresan tambien en el tono dado al abordaje de los conRictos. La polemica, compaiiera congenita Una primera caracteristica reJevante a considerar es que la postura expre­ sada par los firmantes del Plan no solo se aparta de la concepcion caudi­ llista, La combate. La define como uno de los males que imponen el dense manto de la miseria, analfabetismo, carenoas en salud y, en fin, precarias condiciones de vida sufridas par la gran mayoria de la poblacion. Construldo en dos partes diferenciables , La primera se dedica al diagnos­ tieo, como vimos, influida par la teo ria marxisLa La segunda tiene las pro­ puestas que eL propio Plan reconoce como "refomUstas". Este calificativo, que muchos se apresuraron a resaltar como aitica propia contra el Plan, .fue arnpliamente discutido en intercambios epistolares y debates protagon i­ zados por los firmantes, basicamente por Betancourt. Es claro que en estas discusiones se expresa la busqueda de deslinde que advierten tanto German Carrera Damas como Naudy Suarez Figueroa en comentarios lranscritos arriba. Programa minimo dice el Plan : "Hemas dicha programa minima, porque el suscrita hoy par nosotros apenas contempla los mas urgentes problemas nacia­ nales y pan/ue er (onten ido mismo de nuestros postlllados de accion es apenas reformista." Aspeclo que seria centro de disputas Un anllguo compaiiero de luchas de BeLancourt, corredactor con el del panfieto antigomecista "La huella de la pezuna". Miguel Otero Silva. tercio desde Paris , dande com­ parlia con un grupo de universltarios definidamente comunistas, para C1i­ Licar duramente el Plan: Objetivamente el Programa es pobrisima. 'Revision de los contratos y concesiones celebradas par la Nacion can eL capitalismo nacional y ex tranjero , . Revision solamente. 'Nacionalizaci6n de Jas caidas de agua ' . De las caidas solamente. No se alude a la expropiacion de los grandes tenatenientes sin indemnizacion, ill a la reparticion de las 28 EL PLAN Dr BARRANQUI1.IA PROYECCJON DE CONF1.1CTOS FN flESARROLLOS POI.ITTCOS POSTF.RlOr'ES tierras a los campesinos pobres, ni a la disrninuci6n de las jornadas de trabajo, ni al derecbo a las huelgas. En general, el proletariado no aparece por ninguna parte Mirmo yo: radicalmente, con un programa clarificado y revoJuclOnario, trabajando con las masas y por las masas es eI UDico modo de lograr algo. Existe la organizad6n y la disciplina, trabajo de zapa, certera, demoledor. Y vue1ve el ejemplo admirable: la revolucion rusa: Con un programa intermediaria, timorato, Ja labor es contraproducente: Le hacemos el juego a los explotadores." AI decir del profesor Naudy Suarez, 10 que pedia Otero era la aplicaci6n de una receta que adopLara el programa que se elaboro en e1 VI Congreso de la Internadonal Comunista para paises en condiciones de colonia 0 semi-colonia, lineamientos acogidos en el manifiesto inaugural del Partido Comunista de Venezuela, en 1931. La confrontaaon te6rica se expresa igual en una carta de Salvador de La Plaza para R6mulo BetancourL, del27 de agosto de 1931 citada por Carrera Damas, que deja claras las djferencias: El origen de nuestros desacuerdos esta en que nosotros aceptamos como marxistas-Ieninistas, los lineamientos de la Internacional Comu­ nista y ustedes, llamandose mancistas, no 10 aceptan. Hablemos claro y dejemonos de medias tintas. Es ese eL origen de los desacuerdos que existen entre nuestros companeros del Peru y los apristas ... til no intentas revisar la experienciainternacional aJ enfrentar el programa minimo del Plan de Barranquilla al program a minima de la Interna­ donal Comunista yen toda la pagina 8 de tu carta te pronuncias contra la acusaci6n de los ultraizquierdistas que ya empiezan a tildarlos de oportunistas, seguidores; sin querer ver que ello es consecuencia 16gica de la persistencia de ustedes en poner a la cola y no a la cabeza del movimien to revolucionario, ala clase obrera de Venezuela. Profundiza tu posicion y veras como se tambalea a tus pies todo el andamiaje que has constrwdo. La plaLaforma del Plan de Barranquilla no es que sea minima, timorata, es que no responde ala revoluci6n: 1a lucha agraria y 6 EJ leJ<lo.o cxtraj<> de lin" cart.1 de Mlg",-I OtL'T(l SLiVJ • Rom"l" BeL"'!""'t . lid ~4 de db. il de 1931 Tr.nsrril.1 por Naudy Su.\rez Figuer'l,)J 2008, en EI joven Bd.mcourt Seri,,' (-ll.1demos de lrlt.1'dS POhUt:.1S. CilT'lr.a!i.. Funda­ c;,I" R6mul" ll,ullcoun. P 112. j 29 JESUS MENDEZ QUIJADA REVISTA MEMORIA POI.ITlCA· NUFVA ETAPA· NO.2· 2013 la lucha anttimperiallsta no se plantean. como no se plantean quienes y que fuerzas van a llevar ala practica esos puntas de la reforma." De nuevo can despUegue de su tono polemlCo. en una carta del ano 1932 Betancourt destaca 10 insalvable de las discrepancias que estaban plan­ teadas: No mas bohemia "revolucionaria", porque esa manera de ser revolucio­ nario debe ir entre comillas, porque no es autentica, y en vez de ella. acdon segura, firme , basada en un metodo: el marxista, y orientada en una tactica; no la que se irnporte de ultramar can el mismo criteria colonialista y servil con que los abuelos del ano transplantaron de la Francia jacobina codigos y constitudones, sino la que nosotros mismos forjaremos en la lucha y la experiencia diaria. Precisamente, este es el pun to esenciaJ de la divergenda de nuestro sec tor con el Partido Comu­ nista Venezolano, elias prefieren aceptar, sin beneficios de inventario, la linea de accian que les trazan los bur6s de la III Intemacional, las mas de las veces, par no decir en Ja totalidad de las veces. formulada de acuerdo can esquemas mecanicos, librescos, sin conexian can nuestra realidad varia y compleja; nosotros, nuestras armas de lucha contra la reaccian nacional e internadonal, contra el gamonalismo cri.ollo y contra la penetracian conquistadora extranjera , armas no pedidas a prestamo a partidos que actuan en medios econamica, social y poli­ ticamente diferentes de los nuestros, sino en la realidad americana, mavil, operante, dialectica,8 Tan claras y definidas diferencias habrian de tamar el camino del escala­ miento. L1amamos la atencian aqui. de nuevo, sobre el escalarniento como deciSion. No como fracaso de la conciliacion sino un rumho autcinomo, deli­ nido como estrategia. 7 EI texto fue lomold,)de UIL] carta de S.,1".wor de I.a 1"1.'";1 " Ri>mulo ilet.H"·()UI 1 del 27 do' "g<!<[o.ie 1'.'.1·1. I""" crlta POt Genn.i.n C;rru~r(l Damas, 19<J4. en EmPTgencia de un liCiN RomuJa B'~t.lncolln y d PIAn fll' Boll r..:mf.Jllll la. . C."KO>. F',ndad6n ll<muJHJ Gallogos. Pp, 67 68. RTpxto tornado Ute ("ltd. de ROlllulo Belilncourt t1 Antonio Garda , de 14 de mayo de 1937. San Jose, Cost-a RiG]. ArrhivCt dt" R0I11u1" BtH.an[Durt. Tom., 4 Cuacas. PIJIH1'lc:i6.n R61Uulo B~t;.ult.:otlrl 30 El PLAN Df: BARRANQUILLA: PROYECCION [IF CON~I.lCTOS HN DESARROLLOS POrJTTCOS rOSTERIORES Un enfrentamiento "defmitivo" No era discusion teolica unicamente. Estaba pOl' definirse mas que un simple debate academico sobre melodos de lucha 0 interpretaci6n de la sociedad. Las pugnas pOl' el poder no son inocentes, repetimos Y la que se perfilaba aqui lucia definitiva. AI menos en las palabras de Carina Yuris­ Villasana, 2004, quien afirma: "Pam Betancourt, eJ enfrentamiento que ine­ lIitablemente sobrevendria COIl el PC em de vida 0 muerte pam ambos."(p. 87) . Si consideramos la lucha armada emprendlda pOl' el Partido Comunista, recien iniciado el periodo democratico en 1958, los comunistas no habrian Ieido esta afirmacion como mera meLifora. Del lado de Betancourt tampoco se asumio la cuest i6n como disrusion entre intelectuales. Hombre de acaon, no hay dudas. Quizas uno de los pri­ meros hechos concretos que evidenciaban 10 en con ado de la lucha fue el episodio relacionado con la conferenda de trabajadores, en 1944 . lnstalada eI 23 de marzo de 1944, la Segunda Conferencia de Trabajadores de Venezuela dehia discutir sobre la refundacion de la Confederacion de Tra­ bajadores de Venezuela, cuyo Comite Ejecutivo elegiria. Se considerarian, ademas, temas relacionados con el Seguro Social Obligatorio, la reforma agraria y de la ley del trabajo, los trabajadores ante la posguerra y la partici­ pacion de los obreros venezolanos en el Congreso Mundial, a celebrarse en Londres en juDio siguiente. Para cualquiera que ruera importancia a1 movimiento obrero, se trataba de un episodio crucial. Y, aun ruando el Plan de Barranquilla se apartaba de la concepcion marxista dcisica que atribuye al proletariado la hegemonia en el movimiento revolucionario, saltaria a la vista que en la organizaci6n de rnasas los trabajadores habrian de descollar. lnduso en un esquema de alianzas de clases, como el que se defini6 en los posluJados del recien cons­ liluido partido Accion Democratica. En representaci6n de unos den mil trabaJadores y unas 150 organ i­ zaciones sindicales, segun cifras de Celestino Mata, fundador de la CTV, entre los delegados habia una importante presencia de comurustas. Esto se evidenciaba en que JesUs Faria, dirigente comunista, presidiera el comile Organizador. En esas condiciones adversas, sostiene Yuris-Villasana,que 31 ,IEStiS MENDEZ QUIJADA REVlS1A MEMORIA POL1TICA • NUEVA ETAPA • NO. 2 • 201.'3 "Betancourt maniobr6 hcibilmente para lograr el dominio de La CTV"pero en este caso, asumiendo ella versi6n de Juan Bautista Fuenmayor. la "habi­ lidad" rebas6 ellimite hasta terrenos menos elegantes: ...para ella, busc6 la manera de evidenciar el predominio comunista en la Convenci6n y. ante algunas manifestaciones en contra de la inter­ venci6n de Marcano, los 41 representanLes de Acdon Demoaatica abandonaron el recinto. Hecho esto. se dirigieron al diario Ahara y delataron a los comunistas. No podemos olvidar que estaba vigente la ConsLituci6n que proscribialas actividades comunistas (Inciso VI) ... En el fondo, delataba la filiad6n 'politica de la mayoria de los delegados obreros de Ja Convend6n, exponiendolos a persecuden politica"" (p. 88). Se destaca una diferencia que existia antes y que alcanza niveles criticos en hechos posteriores. Aqui esta el nucleo central que, a nuestro juicio, no podia tener ya un camino distinto al escalamiento. Y se escal6 hasta desem­ bocar en confrontaci6n que el partido comunista plante6 como enfrenta· miento armado contra el sistema democratico reden inaugurado en 1958. Pensamos que el confucto sigui6 un curso de escalamiento, es decir. se fue agravando. no s610 porque Betancourt no se planteara resolverlo sino porque deddie asumir la confrontacion. Una consecuencia de tal diseno es la exclusi6n del Partido Comunista del Pacto de Pun to Fijo. Por su lado, los comunistas radicalizaron su postura hasta promover y parLicipar en el movimiento guerrillero que intento denocar militarmente la democracia reden instaurada a partir de 1958. Elambito de la concertacion Djjimos al inicio que los conflictos existentes cuando se €labore el Plan de Barranquilla tuvieron dos tipos de desarrollo. Unos escalaron basta derivar en autenticas confrontaciones , como analizamos ya. Orr-os evolucionaron de forma que promovieron concertaci6n fructifera Veamos ahora eSlOS. Destacaremos cuatro temas cruciales. El problema militar y el caudi­ llismo. E1 problema de 1a tierra. La industria petrolera nacional can revision de las concesiones otorgadas al capital nacional y extranjero. La educacion 32 EI. PLAN DE llAHRANQUIU.A: PROYECC[ON DE CONFI,lCTOS EN LlESARROl.1.0S I'OJ.lTICOS l'OSTERIORES como soporle del desarrollo. Temas que identifi.caremos luego entre las pro · puestas que formaron parte del programa minimo de gobierno, firmado par los candidatos a la presldenCla de la republica en diciembre de 1958 HI problema milltar y el caudillismo: Un rasgo central del Plan es su caraCler civilista. A1 respecto, Manuel Caballero ha resaJtado como significativ~ que entre quienes 10 Elrman no se encuentra ningun coronel a general. Por €l contrario, desde eJ comienzo se desliga del caudillismo y 10 denunda como uno de los males centraJes de nuestra historia. Es mas, no par azar el punto primero entre los del pro­ grama presentado reza: ''Hombres civiles al maneJo de la cosa plibllca. Exclu· sion de todo elemento militar del mecanismo admillistrativo durante el periodo precol1stitucional. Lucha contra el caudillismo militarista." La propuesLl resume una conclusion muy debatida y expresada con toda daridad en la primera parte elel Plan, la que contiene el diagnost.ico de la situacion de Venezuela' Caudillismo y latifundismo son y han sido, en 10 interior, los dos ter­ minos de nuestra ecuacion polltlca y sodal. Para caudillos y 1atifun­ distas la situacion semihambrienta de las masas y su ignorancia son condiciones indispensables para asegurarse impunidad en la explota­ don de ellas. Sin libertad economica, analfabetos y degenerados par los vicios, los trabajadores de 1a ciudad y del campo no pueden elevarse a Ia comprensi6n de sus necesidades ni son capaces de encontrarle cauce a sus anhelos confusos de ilignidad civil. y un poco mas abajo: Si en la alianza latifundista-caudilJista se apoyaron primero las oli ­ garqUlas y luego la autoaacia para explotar al pais, minar esa alianza, luchar contra ella hasta destruirla, debe ser la aspiracion consdente de los venezolanos can un nuevo y menos gaseoso concepto de la libertad que el profesado por los jacobi nos de todos los tiempos de la Republlca, convencidos ingenuos de que sufragio universal . el juido pOl' jurados y otras conquistas de arden democratico oastan para asegurar el'respeto a 1a ley' y '1a feliddad de los pueblos' 33 JESUS M~NDEZ QUIJADA REVISTA MEMORIA POLITICA • NUEVA ETAPA· NO 2·2013 Este parrafo critica algunOS postulados ciasicos Ubera]es , aunque esa cri­ tica no significa un divorcio radical a definitivo can los mismos. De hecho, el sufragio universal, con todo y tenerlo como insuficiente aqui, fue lIno de los puntales de accion de la Junta Revolucionaria de Gobierno que presidIo Betancourt en 1945. El derecho al voto, universal, directo, secreta, ejercido por todos los ciudadanos par la sola condici6n de ciudadania, se constituyo en una de las grandes conqllistas dvicas de la epoca republicana. La sustitucion del caudillo no basta Lo central es la confrontadon con el modele caudillista, de un lado, y con quienes pensaban que la sustitucion de un caudillo por otro serra suficiente para resolver la situacion de atraso de la poblacian. El enfoque civilista del Plan es, por sllpuesto, congruente con la vocaci6n civiUsta de Betancourt, esa que expresa tan vivamente cuando rinde home­ naje aJ Gran Mariscal de Ayacucho: Lo que en Sucre reclama fervor de recuerdo y proposito de imitaci6n es el firme valor civil, ciudadano, que fisonomiza su personalidad, de grande hombre. Valor civil, el (mico valor, en concepto de Unamuno, porque aun el valor guerrero, cuando deja de cumplir esa condician, ya nos es valor, sino barbarie. Desde sus primeros aiios de servicio bajo las banderas de emancipacian, ya esta virtud es su guia. 9 En su affu de anwsis historico, Betancourt no se ahorra lengua para rati­ ficar su apreciacion sobre la ancestral influenda negativa del caudillismo en la conduccion de la cuestiones del Estado: De Paez a Juan Vicente Gomez, aparte fugaces momentos de ges tion civil, ha gobemado a Venezuela el sable barbaro. La causa de ese predominio de fuerzas cavern arias tiene sus raices teologicas en la despoblacion de hombres civiles que signinco para mi pais su quijotismo emancipador. La generaci6n que hubiera podido estabi­ 9 ConfetenciA inld.l pn I~ AlI.nza Unionist" de I. Gran Colomb i., pubhcadJ en I a Nru;ion de Barr.nquJlld. Ca · lombl., d 29 de may" de 1930. ell: Mmulo BVLlncow:l. AtHologia Polltica. Volumen Primefo 1978· 1935. 1"111­ dadon Rumui" Betancourt. C."'GIS 1990. r. 185. 34 EI. PLAr-.: DE BARRANQU ILLA. I'HOYECC10N Dr. CONFI.ICroS EN nr:SARHOLLOS pOliTICOS POSTERIORES liZ<1f la RepublICa desapareci6 integra apLastada debajo de los easeos de las caballerias realistas; y ha sido necesario un siglo de sacrifi­ cios, de pmebas de gestaci6n dolorosa en la matriz casUgada de la raza, para que cuale Y salga afuera. a la superficie de la realidad sodal, armada de una concienCla de su rrusi6n hist6rica, 1a otra generadon, 1a de boy, 1<1 que tiene 20 arlOS de vida y una [e ineon movible en sus propias capacidades y en las capacidades virtuaJes. 0 Esta historia de caudillismos apuntalada par guerreros que terminaban pisoteando 1a condicion civil, la ubica el Plan en los teropranos tiempos de la lucha emancipadora. No es que no hubiera existido un respetable grupo civiliSla, que el propio Betancourt personalizaba en Antonio Jose de Sucre, como expresara en eonferencla reseiiada arriba, Es que, para seguir su linea ruscursiva, quedal'On sepultados en la propla guerra, 0 fueron harridos por las luchas intestinas en las que la vocaci6n sanguinaria sLlstituia toda argu­ mentacion, La afirmacion recogida en el Plan es clara· A traves de den ailos, para las masas populares la situacion continua identica, Escindida Venezuela de la Gran Colombia, los 'canasti­ lleros' del ano 30, aliados con la burguesia rural de eepa 1atifundista se compactaron alrededor de Paez, traldor a los ideales de su c1ase y conculcador sistematico de la libertad econ6mica de los hombres con los wales habla luchado por la conquista de 1a libertad politica. En las combinaciones de los dirigentes 'god os', del 30 al 46, no se conto nunca, para nada, al pueblo, ala nadon. Anos despues, wando se estructuran los acuerdos de 1958, esta preocu · pacion civilista y contra el caudillismo militar se expresa en el tratamiento dado a la cllesti6n de las fuerzas armadas y en el compromiso de defensa de la constitucionalidad y del derecho a gobernar conforme al resultado electoral, uno de los elementos centrales del Pacto de Punto Fijo. No es Ja montonera, ni el caudillo que euente con mas fuerza 0 habiHdad para impo­ nerse. Ahora es la voluntad popular, el pueblo, secularmente ignorado en las decisiones, convertido en protagonista y decisoL 10 r>lS("IIr!iU dE' tlJusura dl' 1" Fif'';f;1 fie V,'llf';o:ue-b . l'rDnLlllclJdo rn r.l (OnOiemorac;on uri s dl.' julio d(' 1811, C:t>lebr.:Jd...., par la ..\ !ianz3 Unionist.] (lL-}.1 Lroln Lotompm, ('n .. Ilcatw Munidpal dt~ Il.nf.1ntlIl11),1, de JI~ juhu 11t: 1-)3ll En Romulo BC'lalltOuIl. z\ntolo~id Polilicit aln•• prt'ul.1t1a. r. 19·1 . 35 JESUS MENDEZ QUIJADA REVISTA MEMORIA POLiTICA· NUl!VA FTAPA· NO.2 · 2013 E1 programa minima comun de gobierno, pactado por los candidatos horas antes de las elecdones de diciembre de 1958, deja clara la posicion de las Fuerzas Armadas Nacionales como "cuerpo apolitico obediente, 110 delibe­ rante", principia elevado a rango constitucional en el articulo 132 de la Constitucion de 1961, publicada en la Gaceta Oficial numero 662 , extraor­ dinario, del 23 de enero de ese ana: l Art. 132: Las Fuerzas Armadas Nacionales forman una instituClon apolitica, obediente y no deliberante, organizada por el Estado para asegurar la defensa nacional, la estabilidad de las instituciones demo­ witicas y el respeto ala Constitucion y a las leyes, cuyo acatamiento estara siempre por encima de cualquier otra obligadon. Las Fuerzas Armadas Nacionales estaran al servicio de la Republica, y en ningu.n caso al de una persona 0 pardalidad politica. No es la primera vez que aparece en la Constitudon esta referenda expresa a las Fuerzas Armadas Nacionales. En la Constitucion de 1947, dictada por la Asamblea Nadona! Constituyente durante el periodo en que Betancourt presidio la Junta Revoludonaria de Gobierno, se incluyo un capitulo, el ter­ cero, dentro del titulo cuarto , sobre las Fuerzas Armadas Nadonales.IlEl articulo 93 se redacto en forma f iUY similar al articulo 132 de la Constitu­ don de 1961. Como se sabe, la vigencia de esta Constitucion fue efimera, derogada como fuese por efecto del golpe de Estado de noviembre de 1948. La J unta Militar ordeno aplicar la Constitucion del 20 de julio de 1936, reformada el 5 de mayo de 1945. En 1936 el articulo 45 constitucional establecia que "La fuerza armada no puede deliberar, ella es pasiva y obediente..." mientras que ia Constitucion publicada en la Gaceta Oficiai nillnero 372, extraordinario, del 15 de abriI de 1953, contenia un articulo del siguiente tenor: 'llrt. 56. Las fuerzas Armadas Nacionales son una institucion pro(esionai, impersonal, apolitica, af servicio exclusivo de 10 nadon. Las Fuerzas Armadas Nacionales tienen por objeto fundamental garantizar la derensa de la Nadon, 11 Gaceta Olicial. extraordinaria, nun,"", 194. del 30 d~ ,uilCl d.1947. El a rt kuJo <l3 "syble(1a: lris fuerzas Ar· madas Nacionales r;;onsntuye:n un.) mstih.:.cion .1pohtlCa. ('s('ndalmente pro~.sionat. ohedit'nu: y no d('hber.ln[~. y se orgarlizan p,"> gHantiz.ar I. defcn•• nadonal. mantenor In est~billdad intenla), r.spalchr _I cumplimiento de 1. ConsUtud6n y dt' L1s leyes ... " 36 EL PLAN DE BARRANQUILLA: PROYECCION DE (ONnICTOS EN DESARROLLOS pOliTICOS POSTERIORES mantener La estabilidad interna y apoyar el ctJmplimiento de la Constitucion y las leyes. " La novedad en esta materia se introdujo en 1947. ruando se estableci6 el canlcter apohllco. Por su parte, 1a definici6n de las fuerzas annadas como obedientes y no deliberan tes es una de las disposiciones con mas an tigiiedad en la historia constitucional venezolana. Asi, se Ie encuentra en todas las constituciones, desde 1830. entre disposiaones complementanas (1864. art. 116; 1874. art. 116; 1881, art. 113; 1891. art.113); disposiciones gene­ rales (1893, art. 145; 1901, art. 137; 1904, art. 122; 1909, art. 140; 1914. art. 125; 1922, art. 125); en dtulos refel'idos a la fuerza armada (1830. art. 180; 1857, art, 92; 1858, art. 143); 0 en titulo relativo a 1a soberania y el poder publico (1925. 1928, 1929, ] 931, art . 47; 1936. art. 46; 1945, articulo 47).12 Ha de notarse 10 que para algunos podrfa resultar una sutu diferencia. Tanto la Constituci6n de 1947 como la de 1961 defmen a las Fuerzas Armadas Nacionales como una instituci6n apolitica, obediente y no delibe­ rante mientras, la de 1953 sigue definiendola como apolitica pem prescinde de los vocablos obediente y no deliberante. Mas aHa de 1a formalidad, no parece que se modificara mucho la con­ cepci6n tradicional de las Fuerzas Armadas porque se mantuviera en la Constitution de 1953 la calificaci6n de apolitica, nacida de la Constitu­ ci6n de 1947. Despues de todo, el presidente de la republica, Marcos Perez Jimenez, tom61as riendas a raiz de acontecimientos posteriores al golpe de Estado de 1948. Tampoco extrana que 1a restricti6n de la beligerancia y el sometimiento a obediencia, vigentes desde 1830, no se constituyeran en elementos de tensi6n durante mas de den aDOS. Se t rataba de un pais donde. por encima de las restricciones col1stitucionales, los militares dirigian la politica y se alzaban y asumian el gobiemo sin mas limites que los derivados de su capa­ cidad de fuego . 12 Para abundar en f"~ ta ma l '.'n..i seo pUf'~ consul tar Las (Oll Stl tLJ t.:loncs de Venezut!la Estudio prelimmar de AII.n R. Rlew.'r Car ids 1"85. Madr id. C"ecUcion Ed icio nes de I, Universidad CatoHc., dol To,hir., InSuluto d. Estuwos de Admlnisrracion toe.11y Cpntr(l de P.StudlO5 Cons titucionalcs . 37 .I1,slls MENDEZ QUIJAJ IA llEVISTA MEMORIA roLiTJCA· NueVA FTAPA· NO ;0. JllLl LQue resultaba distinto, cabe pregunlarse, wando el Plan proponia excluir a los mililares de la actividad politica? Sin dudas, la conviccion de que detras de esa propuesta habia una decision civilistJ £olida. El problema de la tierra El binomio caudil1smo-laufundismo emerge como uno de los puntos c1aves en el diagnostico social que el Plan de Barranquilla ofrece. En la base de la consideracion esta la alianza entre los latifundistas, herederos de los mantuanos que, en palabras del Plan, (ueron a la guerra en defensa de sus intereses de clase y se nuclearon alrededor de jefes militares tnunfantes para proleger tales intereses: Caudillismo y laLifunrusmo son y han sido, en 10 interior. los dos ter­ minos de nuestra ecuaoon politica y social. Para caudillos y latifun­ distas la situacion semihambrlenta de las masas y su ignorancia son condiciones indispensables para asegurarse impl1nidacl en la explota­ cion de ellas . Sin libertad economica, analfabetos y degenerados per los vicios, los trabajadores de Jd ciudad y del campo no pueden elevarse a la comprension de sus necesidades ni son capacps de encontrarle cauce a sus anhelos confusos de dignidad civil. De esle modo, Ja acclon no es completa si se sustituye un caudillo par otro sin incidir en las relaciones estructurales qlle se han tejidu desde la propia Colonia: Si en la alianza Iatifundista-caudillista se apoyaron f>ri mera las oli­ garquias y luego la autocracia para explotar al pais, minar esa allanza, luchar conlra ella hasla destruirla, debe ser la aspiracion conscienle de los venezolanos con un nuevo y menos gaseoso concepto de la IibertaJ que el profesadu por los jacobinos de lOdos los tiempos de 13 Repu­ blica .. La afirmaci6n da paso a unaconclusi6n categ6rica que aparta J los autares del Plan de la tcndencia mas extendida en su tiempo, la de quienes cretan que el problema, 0 13 solucion, era la sustltucion Jel caudillo de turno: 38 EL PLAN DE BARRANQUlLLA: PROYECCION DC CONFUCTOS EN DESARROLLOS POLfTICOS POSTERIORES Nuestra revoluci6n debe ser social y no meramente politica. Liquidar a Gomez y con el al gomecismo, vale decir, al regimen 1atifundista-cau­ dillista, entrafla 1a necesidad de destruir en sus fundamentos econ6­ micos y sociales un orden de cosas profundamente enraizado en una sociedad donde la cuestion de 1a injusticia esendal no se ha plante ado jamas. Y de inmediato surge 1a idea: "... un pedazo de tierra, sin capataces y sin amos, para ef campesino desposeido por fa voracidad de los terratenientes.. ." Es verdad que entre los puntos del programa no se incluyo algo pareddo a reparricion de tierras de latifundistas, sino que se limito ala confiscacion de los bienes de Gomez, sus famiUares y servidores. Lo que SI se dijo fue que tales bienes comenzarian, de inmediato, a ser "explotados por el pueblo y no porlos jefes revolucionarios triunfantes". Diferencia resa1tante con alzamien tos, monto­ neras 0 revoluciones previas en las wales las lierras de los derrotados se distribuian entre los nuevos jefes. El programa mlnimo conjunto de gobierno de 1958 SI con tenia un com­ promiso para adelantar la "RefonnaAgraria concebida como uno de los instru­ mentos fundamentales de la transfonnad6n econ6mica del pais." Tal iniciativa estana dirigida a "en focar el problema rural en todos sus aspectos; econ6micos, sociales, tecl1icos, wlturales etc. Y orientarse espedalmente haaa el aumel1to y la dillersi(zcacion de la producd6n agricola y pecuaria." Nuestra opinion es que este acuerdo, pactado dentro de la concer taci6n de 1958, puede considerarse a su vez como parte del desarrollo de algunas de las id eas ya plasmadas en el Plan de Barranquilla, que fueron ev01ucio­ nando con e1 tiempo. Es re1evante que en aras de propiciar 1a concertaci6n, y seguramente como mueslra de 1a madurez alcanzada desde 1a propuesta inicial, el program a minima conjunto establecia que esa reorganizaci6n del regimen de 1a propiedad de 1a tierra "garantizarci y estimu/arci fa propiedad privada que cumpla su fundon econ6mica Ysocial." La industria petrolera nadonal y la revision de las concesiones otorgadas al capital nadonal y extranjero En el acapite "Penetracion capitalista extranjera", eJ Plan examina con detalles la consoUdaClol1 de un tipo de reJacion economica que establece 39 JESUS MENDEZ QlJlJADII REVISTA MFMORL\ POLiTICA· NUEVA IiTAPA· NO. 2· 2013 alianzas lacbcas can Gomez, para garantizarse la explotacion de los recursos ele la nacion. Es una relaci6n de dobJe sentido. El capital transna­ cional, con participacion del gobierno norteamericano, apoya al dictador m ientras este Ie facilita el acceso a las nqllezas y se mantiene a los traba­ jadores en condiciones de explotaci6n semi esclavista. Se trata, de acuerdo con este punLo de vista, de un acuerdo que consolida la tiranfa a cambia de que se facilite la exploladon por el capital ex Lranjero que controla "casi toda la economia nacional" 0 aquella parte que Gomez no se ha reservado para Sl, para sus familiares 0 allegados: La alianza t.icita de los explotadores exlTanjeros con Los explota dares criollos se transforma en expresa obligaci6n contractual cuando Gomez, en los dias de la reaccion, pide ayuda a Estados Unidos contra posibles movimientos castris tas, ofreciendo de paso la soluci6n de todos los conflictos de orden internaClonal can las grandes potencias, vale decir, ofreciendol.e a los capitanes de industria de esas potencias proteccion y apoyo para que realizasen en nuestro pais sus calculados planes de conquista econ6mica. Gomez ha side consecuente con ese compromiso. Las industrias no afectadas directamente par su monopolio personal han sido entre­ gadas sLlcesivamente, sin control de ninguna clase, a la explotad6n cap italista extranjera ... En cambia de esa politica de puerta abierta para la explotaci6n imperialista, que ha entregado las mas productivas Fuentes de riqueza venezolana a unas cuantas docenas de banqueras e indushiales yanquis 0 ingleses, la international de los gobiernos capi­ talis tas Ie ha prestado resuel ta ayuda, en Lodos los terrenos, aI despo­ Lismo. No es una alianza ad-hoc, algo desarroJlado exclusivamente para el caso venezolano. No es que ese capital exlranje.ro tenga alguna preferencia espe­ CIal par Gomez, derivada de (ierta caracteris tica personal que cautive a los inverslOnistas. iNol Es Wla espccie de diV1sion internacional de tareas, 10 cual haee que lJ. fuerza contra ia que hay que luchar sea mucho mas pode­ rosa: Si relacionamos la situacion venezolana, en su aspecto internaclOnal con las Je los otras paises del con tinente, comprobamos que no se trata en nuestro caso de una politica determinada a tina situacion dada, 10 EL PLAN DE BARRANQUILLA­ PROYECCI6 N DE CONFLICTOSEN OESARROJ LOS 1'01 iTICOS POSTERIORE$ sino de una tactica uniforme aplicada en todas las zonas de inversi6n y explotacion imperialista desde que el capitalismo evolucion6 de su etapa librecambista a la monopolista, tipica en el illLimo estado de su proceSD orgaruco que act.ualmente estamos contemplando . ...La intemacionaJ imperialista ha sostenido a Gomez en Venezuela como sostiene y sostendra en cualquiera de estos paises a goblernos de fuerza, que con represiones brutales ahogue toda aspiracion de mejoras de las clases trabapdoras, que por el utilitarismo de sus ges­ tores no vacile en poner al servicio de la expJotaci6n extranjera los medios de producdon del pais. Esta reahdad impoue una conducLa de suficiente contundencia como para lidiar con dos grandes fren tes, el interno, con su inmensa carga de repre­ sian, autoritalismo y raices dictatoriales, y el externo, interesado en man­ tener la situacion para aprovecharla en Ja consolidacion de sus intereses. Encima, en el frente interno G6mez habia logrado establecer aUanzas eti­ caces con diferentes sectores que Ie permitian cierto grade de legitimidad a la vista de tales adores. Se comprende asi que la respuesta sea radical: "En consecuencia, la lucha en nuestro pueblo contra el absolutismo politico por la defensa de la autonomfa eco71omica y para la proteccion de las clases prodllctoras plantea de una vez la cuestion de defensa nacional de la penetracion capitalista extranjera." EI ramcalismo expresado en el ancilisis, no obstante, contrasta con la pro­ puesLa espedfica que se recoge en el plan de acuon. Va se explico que el propio Plan se autodefine como programa minimo y que sus presentadores aciaran, para adelantarse a critieas 0 para situar la cuesti6n en el contexto objetivo correeto, que se trata de una propuesta reformisia. Aslluce 10 plan­ teacio, en el punto VII del programa: Revisi6n de los contratos y concesiones celebrados por la nacion con el capitalismo nadonal y extranjero. Adopcion de una politica econo·· mica contraria a la contralacion de emprestitos. Nadonalizacion de las caidas de agua. Control por el Estado 0 el Municipio de las industrias que par su caracter constihryen manop olios de servicios publicos. La evoluci6n desde este punto hasta los acuerdos de 1958 es notable. Expreslon de un desarrollo que va hacia la consolidacian de la concertacion, 41 JESUS MI~NDEZ QUJ.lAJ)A REVISTA MEMOI{IA POUTlCA· NUEVA ETAl'A· NO. '2. '2013 del acuerdo. via conciJiaci6n. Aqui, se trat6 de un aspecto del confucto que se "gerencia" de manera distinta. sj comparamos con aquellos cuyo curso fue hacia el escalamiento. Ya antes, durante el gobierno de la Junta Revollidonaria de Gobiemo pre­ sidida por Betancourt, en 1945. se adelantaron acciones especificas para tratar de lograr C1erto equilibrio en las ganancias producidas poria explo­ tacion petrolera. La decisi6n de no otorgar mas concesiones. por una parte, y la redefinici6n de regalias en terminos del conoddo 50/50 -popularizado para la epoca como fifty/fifty-, por la otra, formaron parte, a nuestro juicio. de medidas econ6micas que en cierta forma aparedan esbozadas en el Plan. El radicalismo debi6 matizarse. Asi como la dictadura gomedsta construyo alianzas intemas con sectores diversos, ganando legitimidad, la construc­ cion de acuerdos en 1958 requeria de aeercamientos que pudieran garan­ tizar una nueva eorrelacion de fuerzas, no en terminos partidistas sino de aetores sodales diversos. Un giro de este tipo penniti6 que para abril de 1958 Fedecamaras suscribiera con el Comite Sindical Unifi.cado un pacta dirigido a contribuir can la estabilidad que diera soporte a 1a concertacion de ese ano. En el programa minima comun de gabiemo . que nace del Pacto de Punto Fijo, se dediea una parte a la cuestion economica: El Estado reconoce 1a funcian primordial que cumple la iniciativa pri­ vada como factor de progreso y 1a colaboraClon en este mismo sentido de las inversiones extranjeras; por consiguientc, les eSlimulara y pro­ tegera dentro de los Iimi.tes eSlabJecidos por el interes publico y social yel ejerdcio cabal de Ja sobcrania nacional Denlro de esa orientaci6n se plan lea tratar en el pais "lin voltlmen apre­ ciable de materias primos, en partiwlar del petroleo y del hierro", asi como la "reorganizaci6n.. ampliaci6n y defensa de indllstrias estatales como la Petroqlli­ mica y la Sidenirgica:' EJ desarrollo de las ideas iniciales del Plan de Barranquilla. en este caso, dio paso a una postura mas conciliadora que propici6los acuerdos. Pero, de 42 I3L PLAN DE BARRANQUII.I.A: PROYECCJUN Dl: CONI'LlCTOS EN DESARRDI. LOS POLI TICOS POSTER IOR£S nuevo, destacamos que la semilla estaha mcuhandose en aquellas ideas pri­ migenias y que el tratamiento a este conflicto, lejos del escalamiento hacia la confrontacion, desemboco en concerlacion, La educacion EI ultimo punto que abordaremos como herencia del Plan, trasladada a la concertaClon de 1958, es la. educaci6n, E1 rnovimJento estudiantil de 1928 se sabia parte de una elite, un puflado absolutamente minoritario de ciu­ dadanos entre un tumul to extensisimo de olros que casi no tenian ciuda­ danfa, sumidos en pobreza, enfermedades yanalfabetismo , Una propuesta progresista, para no entrar en la defin icion de 10 revol u­ eionario, tenia que haeer del problema educacion uno en tre los m.i s tras­ cendentes, Justamen Le, en el Plan se plasma un reclan10 pOl' el ahandono ancestral de esta area: En cuanta a education popular, un 90% de analfabetos demuestra como d pesar del 'magnanimo' decreto de Guzman Blanco y de los demas 'esfuerzos' posteriores en el mismo sentido -incluyendo la reden te campana de desanalfabetizadon decretada pOl' Samuel Nino-, los ftdei­ comisarios en 1<1 RepUblica de Ja clase dominante colonial han realizado a cabahdad el anhelo expresado en 1796 por los mun idpes de Caracas, en Acta dirigida al rey, de que se continuara negando a las clases bajas Ila ilustraci6n de que hasta entonces habian carecido'". EJ balance de un siglo para Jos de abajo, para la masa . es este: hambre. ignorancia y vieio, Esos tres soportes han sostenido el edifieio de los despotismos , A pa rtir de esta ti'Pificacion de Ja situadon, se propone "Intensa campana de desa nalfabetizaci6n de las masas ohm'as y campesinas. Ensel'ianza tecnica illdllstrialy agricola, Autonomia ulliversitaria funcionalyeconomica ," Es curioso que en ague! palS rural, casi todo analfabeta, en donde escasamente algunos tenian acceso a la educaci6n elemental y poquisimos a la universidad, los gestores del Plan pianleen la auLonomia universitaria como un objetivo Probablemen te infiuencia de las luchas asociadas a la refonna univers itaria de Cordoba. de 1918, chispa que se extendi6 mas aUa de 10 meramente aca ­ dem ico para eotrar en el terreno de La difusi6n de las ideas sociales 43 JESlJS MENDEZ QUIJADA REVISTA MEMORIA POLiTICA • NUEVA ETAPA • NO, ~ • 2013 El pragrama minima wnjunta de gabiemo de 1958 incluy6 una ambiciosa propuesta en materia educaLiva: Fomento de la educaci6n popular en todos sus aspectos , desde el pre­ escolar y 1a primaria hasta la Universidad. Revision a fo ndo del sistema educaciona I en sus distintas ramas a fin de adaptarlo a las necesidades reales del desarrollo econ6mico y cultural del pais. Campana para ena­ dicar totalmenle el analfabetismo del territono nacional. Intervend6n del estado en la Educaci6n sin detrimento del principio de la libertad de enseftanza. Protecci6n y dignificaci6n del magisterio . Medidas para incremental' al maximo Ia formacion de maestros. Defensa de los valores rustoricos y artisticos nacionales y del paLrimonio espiritual de Venezuela. Estos acuerdos fueron refrendados en la Constitucion de 1961, mas importante que eso, dieron paso a un importanlisimo esfuerzo del Estado dirigido a mejorar las condiciones de educaci6n de la poblacion . lndepen­ dientemente de los debates y los redamos en cuanto a1 desempeiio de los gobiernos surgidos a partir de l Pacto de Punto Fijo, algo que no deberia desconocerse es el impulso real que tuvo la educacion a todos sus niveles. Baste pre cisar que para1958. seglin la profesora Laura de Gurfinkel, 2003, e156% de la pobladon era analfabeta. En 1998 esa cifra habia caido al 7%. De n uevo, evidenciarnos la presencia de elementos del Plan de Barranquilla en acuerdos y concertaci6n. E5 daro que no pretendemos presentar esos desarrollos como consecuencia inercial de aquel proyecto. Lo que hemos querido discutir es como los confiictos, las tensiones, tuvieron caminos dis­ bntos. En unos casos avanzaron hacia la confrontad6n. En otros fueron base para construir esccnarios de concertaci6n . La influencia que el liderazgo pudo ejercer para seguir una u otTa via tuvo que ver con las definiciones, a partir de la concepcion del Estado que deberia desarrollarse. De alii que la confrontaci6n no se eludio cuando se penso que era la alternativa correcta. Asi mismo, las coinddencias en tomo a los temas que propiciaron la concertaci6n fueron trabajadas con esmero, sacrificando en el camino algun radicalismo. 44 EI. PLAN DE BARRANQU[Ll.A PROYECClON Ott CONFLlCTOS EN DESARROLI.OS POLITICOS POSTERIORES Refel'encias Arclllvo de Romulo Belancourt. Torno 4. 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