UNIVERSIDAD NACIONAL DE GENERAL SAN MARTIN Instituto de Investigaciones Biotecnológicas “Factores de virulencia en Brucella abortus: Caracterización del sistema VirB y su rol en la colonización de la célula huesped” “Desarrollo de un sistema de expresión de proteínas recombinantes en Brucella abortus S-19” AUTOR Diego J. Comerci DIRECTOR Rodolfo A. Ugalde Tesis para optar al Título de Doctor en Biología Molecular y Biotecnología de la Universidad Nacional de Gral. San Martín 2002 Publicaciones II Parte de los resultados de esta tesis han sido publicados en los siguientes artículos: “Essential role of the VirB machinery in the maturation of the Brucella abortuscontaining vacuole”. 2001. Diego J. Comerci, María J. Martínez-Lorenzo, Rodrigo Sieira, Jean-Pierre Gorvel and Rodolfo A. Ugalde. Cellular Microbiology. 3:159-168 “A homologue of an operon required for DNA transfer in Agrobacterium is required in Brucella abortus for virulence and intracellular multiplication”. 2000. Rodrigo Sieira, Diego J. Comerci, Daniel O. Sanchez and Rodolfo A. Ugalde. Journal of Bacteriology.182:4849-4855 Vector development for the expression of foreign proteins in the vaccine strain Brucella abortus S-19. 1998. Diego J. Comerci, Guido D. Pollevick, Ana M. Vigliocco, Alberto C. C. Frasch and Rodolfo A. Ugalde. Infection and Immunity. 66:3862-3866 Resumen III El análisis sistemático de secuencias genómicas al azar de Brucella abortus condujo a la identificación del locus virB. El mismo está organizado como un operón conformado por 13 ORFs. El análisis de secuencia de los genes y los productos codificados indican que el operón virB pertenece a la familia de los sistemas de secreción tipo-IV, maquinarias bacterianas supramoleculares dedicadas a la secreción de proteínas y complejos nucleo-proteínas involucradas en una gran variedad de procesos biológicos que implican interacción entre células. El análisis mutacional de distintos componentes del sistema virB indica que el mismo es esencial para el proceso de multiplicación intracelular de Brucella y el establecimiento de la infección en animales, por lo tanto constituye uno los principales factores de virulencia del patógeno. El estudio de los eventos celulares del proceso de colonización de la célula huesped indica que el sistema VirB es necesario para la evasión de la vía endocítica degradativa y el establecimiento del nicho de replicación intracelular en el retículo endoplásmico, sugiriendo que probables moléculas efectoras secretadas por el mismo son las responsables de redirigir el tráfico intracelular de la vacuola que contiene a la bacteria. En la segunda parte se describe el desarrollo de vectores de expresión para Brucella y la expresión de distintos antígenos recombinantes con el fin de explorar el diseño de una nueva generación de cepas vacunales recombinantes. A systematic gene discovery project of Brucella abortus led us to the identification of the virB locus, a collinear arrangement of 13 ORFs organized as an operon. The sequence analysis of the operon indicates that it belongs to the family of type-IV secretion system, bacterial supramolecular complexes involved in several biological processes implicating cell-cell interactions. Mutational analysis of different components encoded indicates that the virB operon is essential for intracellular multiplication and virulence in mice, suggesting that this system is a major determinant of B. abortus virulence. The analysis of the intracellular pathway followed by different virB mutants indicates that a functional virB operon is essential to bypass interactions with the endocytic pathway and to establish an intracellular replication niche in the RER. This suggests that putative effector molecules secreted by the virB system are responsible to modulate the biogenesis of the Brucella-containing vacuole. The second part of this work describes the development of expression vectors for Brucella and the expression of different recombinant antigens in order to explore the generation of novel recombinant vaccine strains. IV INDICE Introducción La brucelosis 1 Patobiología de la brucelosis 2 El género Brucella 2 La biogénesis del fagolisosoma 3 Distintas estrategias para la subversión de la biogénesis del fagolisosoma 5 La internalización de Brucella en la célula huesped 8 Tráfico intracelular de Brucella 9 Los sistemas de secreción bacterianos 14 Los sistemas de secreción tipo IV 18 La búsqueda de factores de virulencia de Brucella 25 Aspectos inmunológicos de la brucelosis 29 Requerimientos de una vacuna ideal contra la brucelosis 31 Vacunas corrientes contra la brucelosis 32 Resultados - Parte I Identificación de un fragmento genómico de B. abortus con alta similitud a sistemas de secreción tipo IV Análisis de secuencia del locus virB 35 36 Proteínas codificadas en el locus virB 37 Los genes virB constituyen un operón que se transcribe al comienzo de la fase estacionaria 42 Los genes virB son esenciales para la replicación intracelular 43 Efecto de distintas mutaciones en virB10 sobre la replicación intracelular 46 virB10 es esencial para la virulencia en ratón 48 Análisis del tráfico intracelular de las mutantes virB10 49 Las mutantes virB10 interaccionan con endosomas tempranos 50 La mutante polar virB10 es incapaz de evadir la vía endocítica y sufre un proceso degradativo 50 La mutante no-polar virB10 es incapaz de formar el nicho replicativo en el RE 55 La mutante no-polar virB10 es reciclada a la superficie celular 57 Resultados -Parte II Diseño y construcción de vectores de expresión para Brucella abortus 61 Expresión de un gen reportero en pBEV 62 El antígeno recombinante es inmunogénico en ratones 63 Subtipos de inmunoglobulinas específicas contra el antígeno recombinante 64 Expresión de otros antígenos heterólogos en pBEV 66 Expresión de VP1 en pBEVσ32 68 Discusión -Parte I El sistema virB de Brucella abortus 74 Discusión -Parte II La expresión de antígenos recombinantes en Brucella abortus S-19 82 V Conclusiones Procedimientos experimentales 87 Cepas y plásmidos 89 Medios y condiciones de cultivo 90 Purificación de ADN genómico 90 Southern blots 90 Clonado de la región virB 91 Secuenciación del locus virB 91 Construcción de la mutante polar virB1 92 Generación de mutantes en virB10 93 Generación de fusiones transcripcionales en virB10 93 Generación de la doble mutante B. abortus virB1::Kan virB10::lacZ-Gm 94 Generación de la mutante B. abortus virB9::Gm 94 Generación de la mutante polar B. abortus ORF13::Kan 94 Deleción del gen virB11 95 Cultivo de células 95 Ensayos de infección en células 96 Ensayos de infección en ratones 97 Anticuerpos y sondas fluorescentes 97 Inmunofluorescencia analítica y cuantitativa 97 Construcción del vector de expresión pBEV 98 Shock osmótico de Brucella 99 Western blots 100 Inmunización de ratones y ensayos de protección 100 ELISA 101 Inoculación experimental de bovinos 102 Bibliografía 103 Introducción 1 La brucelosis La brucelosis es una enfermedad infecciosa causada por bacterias pertenecientes al género Brucella. La misma se transmite al hombre por contacto directo con animales infectados o por consumo de productos contaminados derivados de animales. Esta característica hace que la enfermedad sea una de las zoonosis más distribuidas en el mundo (Corbel, 1997). Los diferentes nombres que ha recibido el mal en distintos lugares a lo largo de los siglos: fiebre ondulante, fiebre de Malta, fiebre de Gibraltar, fiebre del Mediterráneo, fiebre Napolitana, aborto infeccioso o enfermedad de Bang, dan cuenta de la amplia distribución del mismo en la cuenca del mediterráneo y de la complejidad de su sintomatología. La suceptibilidad a la infección de la mayoría de los mamíferos domésticos y salvajes explica la prevalencia de la brucelosis en las principales áreas agrícolas del mundo. Por cierto muy pocos son los países que han escapado a la enfermedad y los que parecen estar libres en general son los que no han implementado acciones sistemáticas para su detección. Las áreas más afectadas se encuentran en Europa (en particular los países de la cuenca mediterránea), Medio Oriente, América y en menor medida Africa y el Lejano Oriente, siendo Oceanía el único continente donde la enfermedad se presenta en las poblaciones animales en forma rara y esporádica (WHO fact sheet N173, 1997). Patobiología de la brucelosis La característica principal de la enfermedad en los animales, aunque la sintomatología varía según la especie, es la placentitis y el aborto en las hembras preñadas y la infección del tracto genital en los machos que en general deriva en orquitis y esterilidad (Nicoletti,1989; Corbel, 1997). En humanos la infección se desarrolla en varios estadios. El período de incubación transcurre entre dos a cuatro semanas posteriores a la entrada del germen y es seguido por un período agudo que resulta de la diseminación septicémica de la bacteria, caracterizado por fiebres altas o moderadas, estacionarias u ondulantes, con una duración que puede variar entre dos a cuatro meses en ausencia de tratamiento activo. El período agudo puede estar acompañado por la formación de un foco secundario de infección localizado en articulaciones, ganglios abdominales, genitales y meninges. La brucelosis crónica puede presentarse rápidamente o bien varios meses o años después de la infección, incluso puede ocurrir sin que el período agudo se manifieste. Los síntomas de la fase crónica suelen ser difusos pero en Introducción 2 general se manifiestan complicaciones osteoarticulares, endocarditis, abscesos hepatoesplénicos y desórdenes neurológicos (Smith y Ficht, 1990). El género Brucella Brucella pertenece a la división α-2 de las Proteobacterias, junto a otros géneros que incluyen bacterias que viven en asociación íntima con células eucariotas como rizobacterias, Agrobacterium y Rickettsiae (Moreno et al, 1990). Los miembros del género Brucella son patógenos intracelulares facultativos. Si bien los estudios de hibridación DNA-DNA determinaron que todos los miembros del género comparten más del 95% de homología, por lo que debería considerárselo un género monoespecífico (Verger et al, 1985), la antigua clasificación en 6 especies basada en la preferencia de huésped y características antigénicas y bioquímicas sigue siendo ampliamente usada. Sin embargo estudios recientes indican que la estructura y organización genómica de una dada especie o aún de cada biovar dentro de una especie, tiene características únicas y distintivas, lo que sugiere que el género consiste en linajes clonales, cada uno adaptado en forma específica, aunque no exclusiva, a su huésped mamífero (Michaux-Charachon et al, 1997; Jumas-Bilak et al, 1998). Se pueden distinguir por lo tanto seis especies dentro del género: B.melitensis, B.suis, B. abortus, B. ovis, B. canis y B.neotomae. B. melitensis presenta tres biovares y suele encontrase en ovejas y cabras aunque también infecta camellos y dromedarios. Es la responsable de la forma más severa de la enfermedad en humanos, incluso la aparición de brucelosis bovina debida a la infección por B. melitensis se está transformando en un serio problema de salud pública en Medio Oriente y el Mediterráneo. B. abortus, la principal responsable de la brucelosis bovina, es la especie más diseminada en el mundo y por lo tanto entraña un gran riesgo para el hombre. Recientemente se ha descripto su presencia en poblaciones naturales de búfalos y renos de Norteamérica. B. suis se encuentra habitualmente en cerdos, liebres, caribús, renos y alces. Las especies menos distribuidas son B. ovis que afecta ovejas, B. canis que infecta perros y B. neotomae aislada de ratas silvestres del género Neotoma. Recientemente se aislaron nuevas especies de Brucella a partir de carcasas de mamíferos marinos como cetáceos y pinnípedos. Esta nueva especie dentro del género posee Introducción 3 características genéticas diferentes a las especies clásicas por lo que recibió el nombre aún no oficial de B.maris o B. delphinii (Jahans et al, 1997; Miller et al, 1999). Todas las especies, con excepción de B. ovis y B. neotomae, son patógenas para humanos. La biogénesis del fagolisosoma La fagocitosis es el paso inicial para la degradación de las células en proceso de muerte, de partículas inertes y de agentes infecciosos. Juega un rol central en procesos biológicos relevantes como inflamación, inmunidad y desarrollo. La fagocitosis ocurre no sólo en células fagocíticas como neutrófilos y macrófagos, también ha sido descripta en células nofagocíticas como fibroblastos, células endoteliales y epiteliales. Luego de la internalización en la célula huésped, las partículas inertes como bolas de látex o levaduras fijadas se localizan en un compartimento limitado por una membrana, conocido como el fagosoma naciente. Inicialmente las membranas de los fagosomas nacientes presentan una composición proteica similar a la de la membrana plasmática de la cual se originan, pero rapidamente comienzan a reciclar los componentes de las mismas y a adquirir marcadores de endosomas tempranos como Rab5 y EEA1, lo que les permite fusionarse con las organelas endocíticas (Duclos y Desjardins, 2000). Comienza entonces un proceso de fusión secuencial caracterizado por la adquisición de marcadores de endosomas tardíos y lisosomas como las glicoproteínas de membrana LAMP, la H+-ATPasa, el receptor de manosa-6-fosfato (MPR), el complejo mayor de histocompatibilidad MHC-II y varias hidrolasas de la familia de la catepsina (Duclos y Desjardins, 2000). Todos estos cambios contribuyen a la formación del fagolisosoma, un compartimento acídico e hidrolítico que permite matar, degradar y procesar a los microorganismos para presentar luego los antígenos en la superficie celular. Se ha propuesto que este proceso ocurre por múltiples eventos de fusión transitoria, siguiendo un mecanismo conocido como “kiss-y-run” (Desjardins et al., 1994; Mayorga et al., 1991; Desjardins M., 1995). De acuerdo con esta hipótesis, el fagososma y el endosoma se mueven a lo largo de los elementos del citoesqueleto e interactúan en puntos focales donde ocurre un evento de fusión transitoria entre ambas membranas, con la formación del poro de fusión que se expande lo suficiente como para permitir el intercambio de contenidos solubles entre ambas organelas. Sin embargo, en lugar de ocurrir un evento de fusión completa, el poro de fusión se cierra y las organelas se separan para poder iniciar otro ciclo de fusión. Por lo tanto Introducción 4 la hipótesis “kiss-y-run” predice que el intercambio de contenidos entre el fagosoma y el endosoma debe ser transitorio, parcial y selectivo en cuanto al tamaño de las partículas que se intercambian. Esta predicción fue confirmada experimentalmente analizando los eventos de fusión luego de la fagocitosis de partículas de oro coloidal de diferente tamaño (Duclos y Desjardins, 2000). El mecanismo “kiss-y-run” confiere ciertas ventajas a la célula: permite a las organelas intercambiar sus contenidos luminales sin mezclar completamente sus membranas, lo que minimiza la necesidad de un posterior proceso de reciclado a gran escala y evita la formación de una organela gigante; restringe la capacidad de los patógenos para invadir y colonizar el camino endocítico completo; el intercambio limitado de moléculas de membrana tiene el potencial de permitir la transformación gradual de la organela tal como se observa a lo largo del proceso de maduración del camino endocítico (Duclos y Desjardins, 2000). El proceso de maduración secuencial del fagosoma naciente en un fagolisosoma es controlado enteramente por la célula. La hipótesis KISS-Y-RUN. En el gráfico se esquematiza el proceso de fusión entre un fagosoma naciente conteniendo una bacteria y un endosoma temprano. La formación del poro de fusión está regulada por un complejo proteico en los que intervienen la GTPasa Rab5 y los efectores EEA1 y Sintaxina 13 entre otros. Los patógenos intracelulares han desarrollado estrategias para evitar el proceso de maduración progresiva de la vacuola que los contiene en un fagolisosoma, evadiendo de esta forma los mecanismos de destrucción celulares y estableciendo un nicho intracelular rico en nutrientes en donde proliferan (Garcia del Portillo y Finlay, 1995; Sinai y Joiner, 1997; Meresse et al., 1999). En los últimos años, varios laboratorios se han dedicado a caracterizar los compartimentos intracelulares en los cuales residen distintos patógenos. El refinamiento de las Introducción 5 técnicas de microscopía junto al mayor conocimiento sobre los eventos de maduración de la vía endo y exocítica han permitido demostrar, usando un conjunto limitado de marcadores, que estos nichos presentan características tanto de organelas endocíticas, organelas del aparato biosintético o del núcleo (Duclos y Desjardins, 2000). A diferencia de las características del fagolisosoma, estas vacuolas especializadas carecen de las propiedades líticas necesarias para matar y degradar a los patógenos y en cambio les confieren un ambiente apropiado para sustentar su supervivencia y proliferación. El proceso de formación de las vacuolas que contienen patógenos intracelulares en un nicho de replicación idiosincrático es controlado por los patógenos que las ocupan. En consecuencia, durante el desarrollo de esta tesis se usará la nomenclatura propuesta por Meresse et al, dejando el término fagosoma para aquellos compartimentos que contienen partículas inertes y que entran en la vía endocítica clásica hasta formar un fagolisosoma y se usará el término vacuola para describir los fagosomas especializados cuyo proceso de maduración es afectado por los patógenos que las ocupan (Meresse et al. 1999). Distintas estrategias para la subversión de la biogénesis del fagolisosoma Varios estudios recientes han comenzado a ampliar el conocimiento sobre los procesos que conducen a la formación de los nichos de replicación de los patógenos intracelulares. Sin embargo, muy poco es lo que se conoce aún sobre los efectores bacterianos y los blancos celulares que determinan la biogénesis de estas vacuolas especializadas. Los mecanismos utilizados por los patógenos para evadir las defensas de la célula huésped son múltiples y sofisticados como para agruparlos en categorías aunque es posible, para su mejor comprensión, delinear tres grandes estrategias: (i) la lisis de la membrana vacuolar, (ii) el arresto del proceso de maduración de la vacuola y (iii) el escape de la vía endocítica. Una de las formas en que los patógenos intracelulares evitan las condiciones hostiles que resultan de la fusión de sus vacuolas con los compartimentos endocíticos degradativos es escapar rápidamente del fagolisosoma naciente hacia el citoplasma. Esta estrategia es usada por Trypanosoma cruzi (Andrews et al.,1990), Shigella (Theriot J.A., 1995), Listeria, y Rickettsia (Heinzen et al., 1999). Estos últimos, una vez que alcanzaron el citoplasma de la célula huésped, adquieren movilidad gatillando la polimerización polarizada de actina lo que les permite diseminarse entre células adyacentes y replicar libremente en el citosol. Introducción 6 Estrategia de supervivencia de Patógenos Intracelulares. En el gráfico se esquematizan las estrategias seguidas por patógenos que evaden la vía endocítica relocalizando sus vacuolas en la vía biosintética como Brucella, Legionella, Rickettsia, Chlamydia y Toxoplasma; aquellos que arrestan el proceso de maduración a distintos niveles de la vía endocítica como Mycobacterium y los promastigotes de Leishmania; o aquellos que resisten el ambiente hostil del fagolisosoma con Coxiella y los amastigotes de Leishmania. Una segunda alternativa usada por los patógenos para evitar el ambiente hostil del lisosoma es arrestar el proceso de maduración de la vacuola naciente a distintos niveles de la vía endocítica, transformándola en una vacuola no-fusogénica. La vacuola que contiene a Mycobacterium tuberculosis conserva las características de un endosoma temprano que no madura en un endosoma tardío/lisosoma ni se acidifica (Deretic et al., 1999). Por ejemplo, la vacuola que contiene a M. bovis retiene la GTPasa de endosomas tempranos Rab5 pero excluye la GTPasa de endosomas tardíos Rab7, indicando un arresto temprano en la maduración (Vía et al., 1997). Un estudio proteómico mostró que la vacuola que contiene a Mycobacterium retiene una proteína celular llamada TACO, que usualmente es liberada del fagosoma antes de que ocurra el evento de fusión (Ferrari et al., 1999). Se propuso entonces que la bacteria retiene esta proteína para bloquear o evitar las propiedades fusogénicas de su vacuola. Esta hipótesis fue confirmada al observarse que los macrófagos hepáticos, que normalmente no expresan TACO, eliminan rápidamente a Mycobacterium. Salmonella typhimurium genera una vacuola caracterizada por la adquisición transitoria de marcadores endosomales tempranos seguido por el enriquecimiento progresivo en ATPasa vacuolar y algunas glicoproteínas lisosomales (Steele-Mortimer et al., 1999). Sin embargo, a diferencia de la maduración de los fagosomas, estas vacuolas carecen del receptor de manosa- Introducción 7 6-fosfato y de enzimas lisosomales (Garcial del Portillo et al., 1995). Se produce entonces la formación de estructuras tubulares enriquecidas en glicoproteínas lisosomales que se conectan con la vacuola que contiene a Salmonella y comienza la proliferación bacteriana. El significado biológico de estas estructuras es aún desconocido (Garcia del Portillo et al., 1993). Una tercera estrategia es el escape de la vía endocítica para replicar en una vacuola localizada en el camino biosintético, en donde la mayoría de las enzimas degradativas están pobremente representadas o son expresadas como precursores inactivos. El ejemplo paradigmático de esta estrategia está ilustrado por Toxoplasma gondii. Su estrategia para la sobrevida intracelular es excluir o remover rápidamente de su vacuola proteínas que fueron derivadas de la membrana plasmática del huésped, privando de esta forma a la vacuola de las señales de reconocimiento para la fusión con los compartimentos endocíticos (Sinai y Joiner, 1997; Suss-Toby et al., 1996). Luego, la exocitosis secuencial de proteínas de Toxoplasma modifican la composición de la membrana vacuolar. Estas vacuolas se asocian posteriormente a mitocondrias y RE y adquiere poros que permiten la libre importación de ATP y pequeñas moléculas del citoplasma del huésped (Schawb et al., 1994). De esta forma, aislando su vacuola del camino degradativo, Toxoplasma contribuye a la formación de un nicho competente para su replicación intracelular. Ejemplos de esta estrategia entre las eubacterias se encuentran en Legionella pneumophila y Chlamydia. Luego de la entrada de L. pneumophila a la célula huésped, la vacuola que la contiene se asocia secuencialmente con vesículas lisas, mitocondrias y RE. Eventualmente se reubican en una posición cercana al núcleo donde se cubren de ribosomas. La vacuola replicativa carece del receptor de transferrina y es incapaz de adquirir marcadores de endosomas tardíos/lisosomas, aunque presenta características morfológicas y funcionales similares a los autofagosomas (Vogel y Isberg, 1999; Swanson y Isberg, 1995). El destino intracelular de L. pneumophila está determinado por la presencia de un sistema de secreción tipo-IV codificado por 24 genes de virulencia denominados dot/icm (Segal et al., 1998; Vogel et al., 1998). La vacuolas que contienen mutantes de L. pneumophila en los genes dot/icm se fusionan rápidamente con lisosomas, lo que resulta en un severo defecto en el crecimiento intracelular. Las mutantes dotA acumulan rápidamente Lamp1 y Rab7 en sus vacuolas indicando que el producto de este gen juega un rol fundamental en la inhibición de la fusión vacuola-lisosoma (Roy et al.,1998). Sin embargo esta mutante avirulenta tiene la capacidad de multiplicarse en una vacuola formada por una cepa salvaje, lo que sugiere que factores Introducción 8 secretados por el sistema Dot/Icm son necesarios y suficientes para la formación del nicho replicativo (Coers et al., 1999). La bacteria parásita intracelular obligada Chlamydia reside en una vacuola que es completamente excluida del camino endocítico. Sin embargo su vacuola es capaz de interaccionar selectivamente con vesículas derivadas del aparato de Golgi que le proveen una fuente de nutrientes necesarios para su crecimiento (Sinai y Joiner, 1997). Chlamydia trachomatis trafica hacia el área de Golgi en donde su vacuola intercepta y se fusiona con vesículas cargadas de esfingomielina, pero no de glicoproteínas, que derivan de Golgi y estaban destinadas originalmente a la membrana plasmática (Scidmore et al., 1996). A pesar de este intercambio, la membrana de la vacuola clamidial excluye proteínas del RE, de Golgi y de la red endosómica y adquiere proteínas bacterianas (Scidmore-Carlson et al., 1999). La evasión de la vía endocítica y la localización de la vacuola en el camino biosintético es la estrategia que sigue Brucella para establecer su nicho de replicación intracelular. La internalización de Brucella en la célula huésped No ha sido descripto aún el mecanismo por el cual Brucella se une e ingresa a la célula huésped. En comparación a otras gram (-) intracelulares como Salmonella, Shigella o Legionella, el número de brucelas que se adhieren a la superficie de la célula huésped es sorprendentemente bajo (Pizarro-Cerdá et al, 1998a; Sola-Landa et al., 1998). Por cierto, está ampliamente descripto que cepas lisas avirulentas y mutantes rugosas se adhieren más eficientemente a la superficie celular que las cepas virulentas (Detilleux et al. 1990, Allen et al. 1998, Ugalde J, observaciones no publicadas). El hecho de que las cepas rugosas avirulentas se adhieran en mayor número y sean internalizadas con mayor eficiencia por la célula que las contrapartes virulentas lisas, sugiere que la cadena O del LPS juega un rol antifagocítico importante, tal vez ocultando zonas hidrofóbicas o cargas iónicas en la superficie de la cepas lisas para evitar que interactúen en forma inespecífica con la célula animal. Por lo tanto, sólo la eficiencia de la penetración y la posterior replicación y supervivencia intracelular correlacionan efectivamente con la virulencia de Brucella. Tampoco se ha descripto aún la presencia de fimbrias o pilis por lo que se considera que estas estructuras no participan del proceso de unión a la célula. Brucella opsonizadas son ingeridas y destruidas más eficientemente por los macrófagos y polimorfonucleares que las no-opsonizadas (Young et al., 1985), lo que sugiere que la Introducción 9 bacteria penetra los fagocitos de los huéspedes no-inmunizados por mecanismos aún desconocidos que no involucran receptores Fc y complemento. El suero inmune o nativo no es necesario para la invasión de Brucella en fagocitos no-profesionales como celulas epiteliales o trofoblásticas, lo que sugiriere que la bacteria posee un mecanismo para invadir estas células mediado tal vez por la interacción de un ligando bacteriano aún no descripto y un receptor celular. Por cierto, mutantes de B. abortus en el sistema de dos componentes BvrR-BvrS son prácticamente incapaces de invadir células HeLa y macrófagos murinos, lo que indica que la bacteria promueve activamente su internalización (Sola-Landa et al. 1998). Tráfico intracelular de Brucella Una vez que se produjo la entrada en la célula huésped, Brucella sobrevive y replica en compartimentos rodeados de membranas, tanto en células fagocíticas como no fagocíticas (Price et al., 1990; Smith y Ficht, 1990; Baldwin y Winter, 1994). Los fagocitos profesionales, como macrófagos y polimorfonucleares, constituyen la primera línea de defensa de los mamíferos, sin embargo Brucella es capaz de eludir la actividad bactericida y replicar dentro de ellos. Estos fagocitos transportarán la bacteria a los nódulos linfáticos del animal, diseminando la infección. En etapas posteriores la bacteria puede localizarse en tejido óseo, articulaciones y sistema nervioso. En ungulados es característico el tropismo hacia órganos reproductivos y placenta, pudiendo replicar activamente en los trofoblastos. (Smith y Ficht, 1990; Enright, 1990). Las células epiteliales también son un lugar para la replicación de Brucella. Recientemente varios estudios han descripto en forma detallada los eventos tempranos y tardíos del tráfico intracelular de Brucella en células fagocíticas profesionales y noprofesionales, en particular el comportamiento intracelular en células HeLa y en la línea celular murina J774. En células HeLa, durante los primeros 15 min p.i., Brucella es detectada transitoriamente en vacuolas caracterizadas por la presencia de marcadores de endosomas tempranos, como transferrina y la proteína periférica de membrana de endosomas tempranos EEA1 (Pizarro-Cerdá et al. 1998b). Las misma interacción fue observada usando cepas atenuadas de B. abortus. A diferencia del destino intracelular que siguen los fagosomas que contienen partículas inertes como bolas de látex, que expresan marcadores de endosomas tardíos como el receptor de manosa-6-fosfato prelisosomal (M6PR), a los 30-60 min p.i. las vacuolas que contienen a Introducción 10 Brucella no adquieren M6PR en su forma catión dependiente ni catión independiente (PizarroCerdá et al 1998b). Estos resultados indican que Brucella, en forma similar a S. typhimurium (García del Portillo y Finlay, 1995) se ha desviado del camino endocítico. En el período postinfección que va de los 40 minutos hasta las 4 horas, las bacterias se localizan en vacuolas que adquieren glicoproteínas lisosomales como LAMP1 y LAMP2, pero no hidrolasas lisosomales como catepsina-D (Pizarro-Cerdá et al, 1998b). Estudios ultraestructurales revelaron que estos compartimentos poseen características morfológicas similares a autofagosomas multimembranosos cubiertos de ribosomas (Pizarro-Cerdá et al., 1998b). Estructuras similares habían sido ya observadas en 1990 por P. G. Detilleux y col. en el modelo de infección en células Vero. Estos investigadores habían observado alrededor de las 12-24 hs p.i. que, a diferencia de las monocapas control, en las monocapas infectadas era más frecuente observar vesículas autofágicas, muchas de las cuales poseían brucelas en su interior y las denominaron “figuras en forma de mielina” por las múltiples membranas concéntricas que rodean a la bacteria (Detilleux et al.,1990). Varias líneas de evidencias, más allá de las características ultraestructurales, apoyan la idea de que Brucella explota transitoriamente el camino autofágico de la célula huésped. Primero, el compuesto autofluorescente monodansylcadaverina (MDC), que se acumula específicamente en autofagosomas (Biederbick et al., 1995), colocaliza con las bacterias internalizadas a partir de las 2 hs p.i.. Segundo, la proteína traslocadora reticular sec61β se encuentra en estas vacuolas junto con LAMP1 y LAMP2 pero no catepsina-D, ribophorina ni BiP, lo que confirma que los autofagosomas nacientes se originan de subcompartimentos del RE (Pizarro-Cerdá et al., 1998b; Dunn, 1990 a,b). Tercero, inhibidores de la autofagia como wortmanina y 3-metiladenina reducen la replicación intracelular de Brucella, mientras que potenciadores de la vía autofágica como el hambreado de aminoácidos aumentan la recuperación de bacterias intracelulares (Pizarro-Cerdá et al.,1998ª). Una vez que Brucella ha alcanzado el autofagosoma, la vacuola es incompetente para fusionarse con compartimentos endocíticos cargados con materiales administrados exógenamente. Dos fuertes evidencias apoyan esta noción: primero, cuando se administra seroalbúmina bovina acoplada a fluorsceína (BSA-FITC) a células infectadas por varias horas, la marca fluorescente no llega al compartimento que contiene a Brucella (Pizarro-Cerdá et al., 1997). Segundo, la bacteria es capaz de proliferar intracelularmente bajo concentraciones bactericidas de gentamicina y estreptomicina en el medio de cultivo celular (Baldwin y Winter, 1994; Pizarro-Cerdá et al., 1998). En cambio, en el caso de la infección con mutantes de Introducción 11 Listeria incapaces de escapar al citoplasma de la célula huésped, el antibiótico es conducido a la vacuola que contiene al parásito impidiendo su replicación (Drevets et al., 1994). El autofagosoma sin embargo no es el nicho de replicación intracelular. A partir de las 12-24 hs p.i., las bacterias comienzan un período de replicación exponencial en un compartimento que ha excluido LAMP1 y LAMP2, que ya no se marca con MDC pero que retiene aún la marcación con Sec61β y adquiere calnexina y calreticulina, lo que indica que se trata del RE como habían sugerido estudios previos en células Vero y trofoblastos bovinos (Anderson y Cheville,1986; Meador y Deyoe, 1989; Detilleux et al., 1990; Pizarro-Cerdá et al.,1998b). Otra proteína reticular como la disulfuro isomerasa (PDI) está presente en la membrana del compartimento replicativo de Brucella. El hecho de que la Brefeldina A1 provoque la redistribución del complejo de Golgi alrededor de la bacteria, sugiere que Brucella replica en un compartimento que retiene no sólo las características morfológicas sino las propiedades funcionales del retículo endoplásmico. Este hecho es demostrado también por la vacuolización del compartimento replicativo después del tratamiento de la células HeLa Introducción 12 infectadas con proaerolisina de Aeromonas hydrofila, una toxina conocida por su capacidad de desorganizar específicamente los sáculos del retículo endoplásmico (Abrami et al., 1998). Resumiendo, en células fagocíticas no-profesionales como HeLa o Vero, Brucella interacciona con endosomas tempranos, se desvía de los compartimentos endocíticos tardíos y explota transitoriamente la vía autofágica de la célula huésped para posteriormente alojarse en el retículo endoplásmico donde comienza la etapa de replicación exponencial. El tráfico intracelular de Brucella en macrófagos no ha sido investigado tan exhaustivamente como en células fagocíticas no-profesionales. Los trabajos realizados por el grupo de Gorvel concluyeron que durante los primeros minutos de la infección en macrófagos, Brucella es capaz de interaccionar con endosomas tempranos caracterizados por la presencia de EEA1 en forma similar a lo observado en HeLa, y que posteriormente la bacteria colocaliza en compartimentos LAMP-positivos/catepsinaD-negativos para terminar formando un nicho replicativo en el RE (Pizarro-Cerdá et al., 1997; J-P. Gorvel, comunicación personal), por lo que los autores concluyen que la bacteria sigue caminos intracelulares similares a los descriptos en células fagocíticas no-profesionales. Sin embargo un trabajo reciente del grupo de Mayorga, estudiando el camino seguido por B. abortus en la línea macrofágica murina J774, ha arrivado a conclusiones diferentes. Los investigadores observaron, por medio de microscopía electrónica, la cinética de fusión de las vacuolas que contienen a Brucella con lisosomas preformados cargados de partículas de oro coloidal. Sus resultados indican que durante las primeras horas de la internalización, Brucella retrasa significativamente la fusión de su vacuola con lisosomas preformados, evita la fusión con los endosomas nacientes y con compartimentos proteolíticos, en concordancia con lo observado en HeLa. Sin embargo, en las etapas tardías, los autores no observan colocalización de la bacteria con el marcador autofágico MDC, ni con el marcador reticular 3,3’dihexyloxacarbocyanine iodide (DiOC6). En cambio, un porcentaje significativo de bacterias se encuentran en grandes fagosomas que se han acidificado y están cargados con oro coloidal, lo que sugiere que se trata de fagolisosomas (Arenas et al., 2000). La diferencia observada en el transporte de Brucella en células fagocíticas profesionales y no-profesionales son interpretadas por los autores como dos alternativas de la misma estrategia de sobrevida intracelular. En el caso de la internalización en fagocitos profesionales, que poseen una vía endocítica mucho más activa que HeLa, el retraso de la fusión con lisosomas no sería suficiente para evitar la fusión con compartimentos tardíos por lo que se forma el fagolisosoma. A pesar de que estos Introducción 13 compartimentos se acidifican, los autores observan que la morfología de Brucella parece normal, por lo que sugieren que resiste la digestión en el fagolisosoma (Arenas et al. 2000). Sin embargo en este estudio no se caracteriza la naturaleza del compartimento replicativo y el único criterio para determinar la viabilidad bacteriana es la observación morfológica y no el recuento de bacterias intracelulares viables. El hecho de que Brucella resista la acidificación de su vacuola en macrófagos está de acuerdo con los hallazgos del grupo de Montpellier, Francia. Estos autores observaron que en J774, la acidificación a pH 4.3 de la vacuola que contiene a B. suis, es esencial para la supervivencia intracelular. Distintos inhibidores de la ATPasa vacuolar y neutralizadores del pH inhiben la replicación intracelular de B. suis (Porte et al., 1999). Por lo tanto, la acidificación temprana de la vacuola brucélica es esencial para la sobrevida del patógeno, tal vez porque aporta un señal que es percibida por la bacteria para activar un conjunto de genes necesarios para remodelar o alterar su tráfico intracelular. Recientemente, un estudio ingenioso demostró cuán adaptada está Brucella a la sobrevida en la vacuola. Por medio de ingeniería genética, los investigadores lograron introducir en B. suis un sistema de expresión de citolisina híbrida conteniendo listeriolisina de Listeria monocytogenes junto al sistema de secreción de hemolisina de E. coli, lo que resulta en la secreción de listeriolisina activa por parte de Brucella. En contraste a lo que ocurre en los monocitos humanos infectados con la cepa parental control, las vacuolas que contienen a las brucelas hemolíticas aparecen dañadas al microscopio electrónico y esta ruptura correlaciona con la incapacidad de la cepa para replicar en la línea macrofágica humana (Köhler et al.,2001). La pérdida de la capacidad de replicación intracelular podría ser explicada como consecuencia de una neutralización temprana del pH intravacuolar debido a la lisis de la membrana vacuolar por la acción de la listeriolisina. Además, resulta interesante comprobar que un factor de virulencia esencial para un Gram(+) como L. monocytogenes, adaptada para escapar al citoplasma de la célula huésped, cuando es expresado en un Gram(-) como B. suis inhibe completamente la capacidad de replicación intramacrofágica, lo que demuestra que la estrategia intracelular específica que despliega un patógeno no puede ser fácilmente alterada. En un trabajo posterior, los investigadores analizaron in vivo las propiedades fusogénicas de la vacuola brucélica en la línea J774, demostrando que los fagosomas conteniendo bolas de látex se fusionan a lisosomas aún en presencia de Brucella. Este resultado indica que la inhibición de la fusión a lisosomas se restringe a la vacuola que contiene al Introducción 14 patógeno sin alterar la maquinaria celular de fusión, a diferencia de lo que ocurre con Salmonella y otras enterobacterias (Naroeni et al. 2001). En el mismo trabajo los autores desarrollaron un ensayo de reconstitución in vitro usando citometría de flujo para estudiar la interacción entre vacuolas conteniendo B. suis vivas o muertas con lisosomas de la línea J774. Sus resultados indican claramente que las vacuolas que contienen B. suis muertas se asocian a lisosomas en una forma que es dependiente de componentes del citosol, energía y temperatura (maduración normal del fagosoma). Sin embargo no se observó interacción entre vacuolas conteniendo bacterias vivas y lisosomas (Naroeni et al., 2001). Por lo tanto, estos resultados indican que la inhibición del reconocimiento entre la vacuola brucélica y el lisosoma es un fenómeno restringido a la vacuola del patógeno, debido tal vez a modificaciones en la membrana vacuolar y que esta modificación depende de un metabolismo bacteriano activo, confirmando los resultados obtenidos en células HeLa por el grupo de Gorvel. Todos estos estudios recientes sobre el tráfico que sigue Brucella, ya sea en fagocitos profesionales o no-profesionales, sugieren que probables efectores secretados por la bacteria son los responsables de (i) inhibir el proceso normal de maduración del fagosoma en un fagolisosoma y la subsecuente degradación del patógeno por la maquinaria de defensa celular y (ii) de redirigir el tráfico de la vacuola brucélica hacia el RE para el establecimiento del nicho de replicación intracelular. Actualmente los factores bacterianos implicados en estos procesos son completamente desconocidos. Los sistemas de secreción bacterianos Uno de los hallazgos más sorprendentes de la última década de investigación en genética y bioquímica bacteriana es el descubrimiento de que los procariotas poseen múltiples mecanismos para la secreción de proteínas. Para las bacterias patógenas, en particular para las patógenas intracelulares, la secreción de proteínas efectoras hacia compartimentos extracelulares constituye un rasgo clave de la virulencia, dado que la mayoría de los pasos del proceso infectivo involucran alguna forma de interacción con el ambiente exterior (ya sea el lumen intestinal, una mucosa, el citosol o una vacuola) y los productos proteicos deben por lo tanto localizarse en la envoltura celular o ser secretados (Lory,1998). La comparación de las secuencias de varios sistemas de secreción extracelular junto con ensayos de complementación funcional de los componentes secretorios individuales, permitió clasificarlos en categorías relacionadas mecanísticamente sugiriendo que los mecanismos Introducción 15 básicos de secreción dentro de cada categoría particular probablemente sean similares o idénticos. En base a estas similitudes se han definido cinco categorías de sistemas de secreción conservados, denominados tipo I, II, III, IV y V (Lory, 1998). Los sistemas de secreción tipo I se caracterizan porque las proteínas secretadas a través de ellos carecen del característico péptido señal y no utilizan el camino secretorio general conocido por sus siglas inglesas GSP (General Secretory Pathway), codificado en los genes sec. El modelo paradigmático de los sistemas tipo-I lo constituye el sistema de secreción de la αhemolisina de E. coli (Lory, 1998; Hueck, 1998). Otros miembros de este grupo son el sistema de secreción de la adenilato ciclasa de Bordetella pertussis, la secreción de la leucotoxina de Pasteurella haemolytica y la secreción de proteasa de Pseudomonas aeruginosa y Erwinia chrysanthemi. En general, los sistemas tipo-I parecen ser bastante sencillos. En todos los casos estudiados, la maquinaria está formada por tres componentes: (i) una ATPasa de transporte localizada en la membrana interna homóloga a transportadores ABC (por las siglas inglesas ATP-Binding-Cassette) que media el proceso de translocación dependiente de energía; (ii) una proteína de la membrana externa relacionada a TolC de E. coli, que es exportada vía el camino sec y (iii) una proteína dimérica que se extiende desde la membrana interna hasta la membrana externa y forma el canal por el que pasan las proteínas a ser secretadas (Fath y Kolter, 1993). En general, los genes codificantes de los componentes del aparato, junto a las correspondientes proteínas de secreción, forman parte del mismo “cluster” u operón. Estas proteínas son secretadas directamente desde el citoplasma hacia el exterior sin entrar en contacto con el periplasma, aunque pequeños péptidos que utilizan este camino pueden ser escogidos desde un pool periplásmico. La señal de secreción parece ser específica para cada subfamilia: por ejemplo las proteasas no suelen ser secretadas vía el sistema para hemolisina y viceversa. La naturaleza de la señal de secreción para la familia de las proteasas parece ser conformacional, mientras que para la α-hemolisina de E.coli son varios residuos aminoacídicos clave dispersos en la secuencia, irrespectivamente de la estructura secundaria que adquieren. Introducción 16 Exterior ME EP MI Citoplasma Esquema de los principales sistemas de secreción bacterianos. En el gráfico se esquematiza el arquetipo del sistema de secreción tipo-1, el sistema Hly de E.coli, el sistema tipo-II de secreción de pululanasa de K. oxitoca y el sistema tipo-III de Yersinia spp. ME. Membrana externa, MI, membrana interna, EP, espacio periplásmico. Los sistemas de secreción tipo-II son parte de un camino de secreción en dos etapas: la primera comprende la exportación de proteínas al periplasma por medio del sistema sec, conocido también como GSP, seguido por la translocación a través de la membrana externa en la que interviene una maquinaria secretoria compuesta al menos por 12 proteínas diferentes (Nunn, 1999). Estos sistemas también son conocidos como la “rama terminal del camino secretorio general”. El arquetipo de los sistemas tipo-II lo constituye el sistema de secreción de la pululanasa de Klebsiella oxitoca. La característica principal de la exportación vía el camino sec es la presencia de un péptido señal en el N-terminal de la proteína de exportación. Esta secuencia es clivada por la peptidasa del péptido señal presente en la membrana interna cuando la proteína alcanza el periplasma. En E. coli el GSP comprende un número de proteínas de membrana interna (SecD a SecF y SecY), una ATPasa asociada a la membrana citoplasmática (SecA) que aporta la energía para la exportación, una chaperona (SecB) que se une a las proteínas presecretorias y la peptidasa del péptido señal, más un cierto número de proteínas accesorias (Hueck, 1998). En el caso de la secreción de pululanasa, el transporte a través de la membrana externa requiere la acción de 14 factores de secreción adicionales, codificados en un mismo “cluster” genético que son necesarios y suficientes para el proceso. Al menos siete de estas proteínas se localizan en la membrana interna mientras que PulS y PulD se ubican en la membrana externa (Pugsley, 1993). Otros ejemplos de secreción tipo-II, en los que los genes y Introducción 17 el orden de los mismos están conservados, incluyen el locus out para la secreción de enzimas pécticas y celulasas de Erwinia spp., la secreción de elastasa, exotoxina A, fosfolipasa C y otras proteínas por medio del sistema xcp de P.aeruginosa, el operón exe para la secreción de amilasa y proteasa de Aeromonas hydrophila y el sistema xps de Xanthomonas campestris para la secreción de poligalacturonasa. En general, los sistemas tipo-II son el camino principal utilizado por las Gram(-) para la secreción de enzimas extracelulares degradativas (Hueck, 1998). Sin embargo la característica más llamativa de estos sistemas es que gran parte de sus componentes son homólogos a los requeridos para la biogénesis de los pili tipo-IV, conocidos también como N-metil-fenilalanil pili (Martinez et al., 1998; Nunn, 1999), por lo que se postula que ambos sistemas tienen un origen evolutivo común. Las evidencias más fuertes que soportan esta noción, fueron aportadas por los estudios sobre la biogénesis del pili de P. aeruginosa. Durante este proceso, la modificación post-traduccional de la pilina (clivaje del péptido señal y metilación del N-terminal) y el sistema GSP utilizan una misma enzima bifuncional, producto del gen pilD. Es más, incluso la síntesis de las subunidades de la pilina es necesaria para la secreción eficiente de exoenzimas vía el sistema tipo-II (Lory, 1998; Nunn, 1999). El sistema de secreción tipo-III, como el sistema de secreción tipo-I, es independiente del sistema sec. Está presente en un gran número de bacterias patógenas de animales y vegetales, en las cuales constituye un factor de virulencia clave dado que su función es la secreción de una gran diversidad de proteínas patogénicas hacia el citoplasma de las células eucarióticas (Lee, 1997). Los aparatos tipo-III están compuestos por aproximadamente 20 proteínas, la mayoría de las cuales se ubican en la membrana interna, junto a un componente localizado en la membrana externa y una ATPasa asociada a la membrana interna (Hueck, 1998). Resulta interesante destacar que la mayoría de las proteínas de la membrana interna son homólogas a componentes del aparato biosintético del flagelo tanto de Gram(-) como de Gram(+), mientras que el componente de la membrana externa es homólogo a PulD, la secretina de membrana externa de los sistemas tipo-II. Como en los sistemas tipo-I y tipo-II, los genes que codifican el aparato tipo-III están ordenados en “clusters”. Las proteínas secretadas por este sistema no están sujetas a procesado de péptido señal y si bien se cree que la señal para el reconocimiento reside en un segmento de 15-20 aa del N-terminal, no se ha observado aún ninguna similitud estructural ni de secuencia entre distintas proteínas secretadas por el sistema tipo-III. Estas evidencias han llevado a postular que la señal para la secreción esta dada por el reconocimiento de pequeñas proteínas citoplasmáticas, tipo-chaperonas, que protegerían a los Introducción 18 factores secretados de la interacción prematura con otros componentes citoplásmicos y los guiarían hacia el aparato secretor (Hueck, 1998; Galán y Collmer, 1999). De acuerdo con la similitud que comparte con el sistema de biosíntesis del flagelo, los aparatos tipo-III se ensamblan formando una estructura supramolecular que se expande entre la membrana interna y externa y protruye hacia el exterior. Esta organela recibió el nombre de “complejo aguja” o inyectosoma (Galán y Zhou, 2000; Hoiczyk et al., 2001). Los ejemplos más estudiados de sistemas de secreción tipo-III son los islotes de patogenia SPI-1 y SP-2 de Salmonella spp., el sistema Ysc de Yersinia spp. y el sistema Hrp de Pseudomonas syringae. Los sistemas de secreción tipo-IV serán tratados en detalle en la sección siguiente. Recientemente se ha descripto una familia de proteínas de secreción que presentan características únicas y que han recibido el nombre de sistemas de secreción tipo-V o autotransportadores (Henderson et al., 1998). Estos sistemas son los más sencillos de todos los descriptos, dado que los requerimientos para la secreción están contenidos en la estructura proteica y el proceso es independiente de energía. Todas las proteínas que son secretadas por este mecanismo poseen tres dominios: (i) un péptido señal para dirigir la translocación al periplasma, (ii) la proteína de secreción madura o dominio pasajero y (iii) una región Cterminal o dominio β-amfipático que forma un poro en la membrana externa a través del cual el dominio pasajero pasa a la superficie celular. Como ejemplos de sistemas autotransportadores se pueden mencionar la proteasa IgA1 de Neisseria y Haemophilus (Poulsen et al., 1989), los miembros de la familia serin-proteasas de Enterobacteriaceae SPATEs (Henderson et al., 1998), la adhesina AIDA-I de E. coli y la toxina vacuolizante de Helicobacter pylori VacA (Cover, 1996). Los sistemas de secreción tipo-IV Los sistemas de secreción tipo-IV fueron definidos originalmente en base a las homologías existentes entre tres complejos multimoleculares diferentes: el sistema de exportación del complejo-T de Agrobacterium tumefaciens (VirB), necesario para la transformación tumoral de plantas susceptibles; el sistema de transferencia conjugativa (Tra) del plásmido del grupo IncN, pKM101 y el sistema de transporte (Ptl) de la toxina pertussis de Bordetella pertusiss (Pohlman et al., 1994; Christie y Vogel, 2000). El miembro arquetípico de la familia lo constituye el sistema virB de A. tumefaciens. Esta maquinaria está dedicada al transporte de una larga hebra de DNA simple cadena, conocida como T-DNA, a través de las Introducción 19 membranas bacterianas y de la célula vegetal, en la cual el T-DNA se integra al genoma de la planta. Una vez integrado, la expresión de oncogenes portados por el T-DNA resulta en la división celular incontrolada y la formación de tumores o agallas (Zambrisky, 1992). Varios sistemas tipo-IV están compuestos por un conjunto completo de proteínas homólogas a las VirB de Agrobacterium, incluso en muchos casos el orden de los genes dentro de los operones correspondientes es el mismo, lo que es altamente sugerente de un ancestro común a todos. Los sistemas de transferencia de los plásmidos RP4 y Tra del plásmido Ti de A. tumefaciens parecen ser quimeras entre homólogos del sistema VirB y proteínas Tra de un ancestro no relacionado. El sistema Dot/Icm de Legionella pneumophila, que juega un rol esencial en la virulencia del patógeno, fue en principio agrupado junto al sistema VirB de Agrobacterium, sin embargo estudios posteriores demostraron que este sistema está relacionado al sistema de Tra de los plásmidos IncI ColIb-P9 de Shigella flexneri. Por cierto al menos 16 genes dot/icm codifican proteínas relacionadas al sistema de transferencia del plásmido de Shigella, incluso conservan la misma organización genética (Segal y Shuman, 1999). Recientemente se ha descripto en L. pneumophila la presencia de un sistema adicional tipo-IV. Este sistema, denominado lvh, que no participa en la virulencia aunque es capaz de transferir plásmidos mobilizables del grupo IncQ, contiene un set completo de genes homólogos al virB de Agrobacterium (Segal et al., 1999). El sistema Ptl de Bordetella pertussis está compuesto por nueve genes homólogos y organizados del mismo modo que los genes virB de Agrobacterium, con la excepción de los homólogos a virB1 y virB5 que están ausentes (Weiss et al., 1993). Dentro del islote de patogenia cag de Helicobacter pylori se ha identificado la presencia de seis genes homólogos a los virB, que están implicados en la secreción hacia la célula epitelial de una proteína denominada CagA. Esta proteína media el proceso de reorganización del citoesqueleto de actina y de la superficie celular para la formación de la estructura de pedestal a la que se une Helicobacter, pero además promueve la secreción, por parte de la célula gastrica, de citoquinas proinflamatorias (Covacci et al, 1999; Stein et al., 2000). Se han descripto homólogos a sistemas de secreción tipo-IV en varios patógenos como Rickettsia prowazekii, Bordetella bronchiseptica y Bartonella henselae, pero aún no se ha demostrado la funcionalidad de los mismos. Introducción 20 Comparación de los sistemas de secreción tipo-IV. En el gráfico se agrupan los distintos sistemas en, a) sistemas dedicados a la secreción de complejos DNA-proteinas como los sistemas conjugativos, b) los dedicados a la secrecíon de proteinas como el sistema ptl de B. pertussis y c) sistemas relacionados al sistema Tra de los plásmidos IncI de S. flexneri. Actualmente hay tres tipos de sustratos conocidos que son transportados por los sistemas tipo-IV: intermediarios de la conjugación del DNA, la multimérica toxina pertussis (PT) y proteínas monoméricas como la primasa, RecA, VirE2 y VirF de Agrobacterium y CagA de Helicobacter. Es importante destacar que en el caso de la transferencia de DNA, el intermediario de la conjugación no es el DNA desnudo sino DNA simple cadena asociado a una o más proteínas que son co-transportadas. Hay varias evidencias experimentales que soportan la noción de que los sistemas tipo-IV son sistemas de secreción de proteínas en los cuales la señal de reconocimiento para la translocación del sustrato y la función “piloto” para el pasaje por el conducto de secreción son aportadas por la fracción proteica del complejo nucleoproteína y no por el DNA (Christie P.,1997). En el caso de la transferencia del T-DNA por A. tumefaciens, estas funciones las cumplen la proteína VirE2 que se une al DNA simple cadena y VirD2 que es la que cliva el T-DNA en el origen de transferencia y permanece unida covalentemente al 5’ fosfato. Además se ha demostrado recientemente que el sistema de Introducción 21 conjugación RP4 es capaz de transferir la proteína RecA a E. coli aceptoras, independientemente del DNA (Heinemann, 1999). La diferencia entre los sistemas tipo-IV dedicados a la secreción de proteínas y aquellos involucrados en la transferencia de DNA parece radicar en que estos últimos poseen una proteína adicional homóloga a VirD4 de A. tumefaciens. La familia de proteínas VirD4 posee motivos de unión a nucleótidos del tipo Walker A que son necesarios para que el proceso de transferencia de DNA sea posible. Estas proteínas se localizan en la cara citoplasmática de la membrana interna y podrían interactuar con los componentes del aparto de secreción. Se cree que VirD4 y sus homólogas TraG del sistema RP4, TrwB del plásmido R388 y TraD del plásmido F acoplan tanto espacial como temporalmente el procesamiento del DNA y la reacción de transferencia. Estudios de sistemas de transferencia quiméricos compuestos por un aparato de translocación y proteínas de acople heterólogas sugieren que estas proteínas aportan las bases para el reconocimiento y la exportación de sustratos plasmídicos específicos (Cabezon et al., 1994). Sin embargo un estudio reciente demostró que un homólogo a VirD4 presente en Helicobacter pylori es necesario para la secreción de CagA por el sistema tipo-IV (Stein et al., 2000). Por lo tanto las funciones de estas proteínas no se limitan a las reacciones de transferencia de DNA sino que jugarían un rol más general en el tráfico del sustrato a través de las maquinarias tipo-IV. Exterior ME EP MI Citoplasma Grupos Funcionales de los Sistemas de Secreción tipo IV. Los componentes externos del aparato de secreción tipo IVcomoVirB2, VirB1* y VirB5 son traslocados al periplasma vía el sistema sec. La transglicosidasa lítica periplásmica VirB1 sufre un segundo procesamiento en el C-terminal para dar VirB1* que se encuentra como componente menor del T-pilus. Los componentes del canal de secreción están formados por las proteinas VirB3 y VirB6-10. Las ATPasa de membrana son VirB4, VirB11 y VirD4. ME, membrana externa. MI, membrana interna. EP, espacio periplásmico. Introducción 22 Las proteínas que componen los aparatos tipo-IV pueden agruparse en tres grupos funcionales tal como se muestra en el esquema superior: (1) proteínas localizadas en la superficie celular que forman estructuras adhesivas como el pilus-T o el pilus de conjugación, (2) componentes del canal de secreción o el canal de apareamiento y (3) ATPasas de membrana. Probablemente todas estas proteínas se ensamblen formando una estructura supramolecular, sin embargo aún no hay evidencias de que exista una interacción física entre el pilus y el canal de secreción. VirB2 es la subunidad principal del pilus-T de Agrobacterium. Es un polipéptido corto que se sintetiza como una preproteína de 12.5 kDa y sufre un procesamiento del péptido señal para dar una proteína madura de 7 kDa que se cicla por la formación de un enlace peptídico covalente entre el N y C terminal. Este mismo fenómeno fue descripto también en la homóloga TrbC del sistema RP4 (Eisembrandt et al., 1999). Durante el proceso de maduración de la pilina TrbC intervienen al menos tres enzimas: la peptidasa LepB remueve el péptido señal, una peptidasa aún no identificada remueve 27 aa del C-terminal y por último, la enzima TraF, codificada en el plásmido IncP, remueve 4 aa adicionales del C-terminal (los aa AEIA) y cataliza el enlace entre el N-terminal truncado y el C-terminal, formando el péptido cíclico por medio de un mecanismo que semeja al de la díada catalítica de las peptidasas del péptido señal. Los péptidos cíclicos de este tamaño no son comunes entre los procariotas. El único ejemplo adicional conocido hasta la fecha es la bacteriocina cíclica de Enterococcus faecalis (Samyn et al., 1994). La pilina VirB2 se polimeriza para formar el pilus-T, un filamento de 10 nm de ancho con un espacio luminal de 2nm de diametro, que protruye de la envoltura celular y suele localizarse en uno de los polos de la bacteria (Lai y Kado, 2000). La biogénesis del pilus-T es dependiente de la expresión de todos los genes virB, por lo que se considera que el aparato de transporte tipo-IV es el que media el proceso de ensamble del pilus. El pilus-T es esencial para la transferencia del T-DNA a la célula vegetal y la virulencia de Agrobacterium, pero la función precisa que cumple es desconocida. Se ha postulado que podría servir como un instrumento para percibir al huésped luego de la adhesión o que funciona como un conducto para “inyectar” el complejo T-DNA y las proteinas efectoras a la célula blanco. Introducción 23 Esquema de ciclado de la Pilina-T y ensamble del Pilus-T. VirB2 es traslocada al periplasma vía el sistema sec. Durante este proceso el péptido señal es removido por la peptidasa leader. VirB2 sufre un segundo procesado proteolítico del C-terminal y luego es ciclada. Se postula que la forma cíclica de VirB2 se asocia a VirB5 en el periplasma y este complejo se ensambla y protruye de la superficie bacteriana para formar el pilus-T. El proceso de ensamble es dependiente de la expresión de todos los componentes del aparto VirB. Estudios de fraccionamiento subcelular demostraron que VirB5 co-purifica en bajas cantidades con el pilus-T, por lo que puede considerárselo como un componente menor del pilus (Schmidt-Eisenlohr et al., 1999). Resultados similares fueron reportados para el homólogo de VirB5, TraC del plásmido pKM101 (Schmidt-Eisenlohr et al., 1999). VirB1 tiene motivos que están conservados entre las lisozimas eucarióticas y las transglicosilasas líticas bacterianas, por lo que se postula que participa en la degradación localizada de la pared de peptidoglicano para permitir el ensamble del aparato tipo-IV. VirB1 es procesada para dar una proteína madura de 73 aa. La forma procesada es detectada en los sobrenadantes de cultivos de Agrobacterium por lo que se considera que forma parte de los componentes externos del aparato tipo-IV (Christie, 1997). Estas evidencias condujeron a postular que la proteína virB1 de A. tumefaciens cumpliría dos funciones: la forma madura periplásmica después del procesamiento del péptido señal prepararía el sitio en la envoltura celular para el ensamble del aparato por medio de la lisis localizada de la pared de peptidoglicano. Luego ocurre el procesamiento de la forma periplásmica para dar un producto Introducción 24 correspondiente a los 73 aa del C-terminal asociado a estructuras de alto peso molecular en la membrana externa junto a VirB9, cuya función sería la de estabilizar el pilus o los intermediarios durante el ensamble del mismo (Zupan et al., 1998). Varios estudios estructurales y genéticos indican que las proteínas VirB6 a VirB10 forman las subunidades del canal de secreción (Christie, 1997). VirB6 es una proteína altamente hidrofóbica. Posee seis dominios transmembrana y se la encuentra firmemente asociada a la membrana interna, por lo que se la considera la candidata principal para la formación del poro en la membrana interna (Zupan et al., 1998). VirB7 es una lipoproteína de membrana externa que interacciona consigo misma y con VirB9, por formación de puentes disulfuro entre cisteínas únicas presentes en cada proteína. Los heterodímeros VirB7-VirB9 se localizan en la membrana externa y pueden iniciar el ensamble del transportador. Deleciones en virB7 reducen los niveles celulares de VirB4, 5, 8, 9 y 10, por lo que se considera que es esencial para la síntesis o la estabilidad de estos productos durante el ensamble del complejo (Zupan et al., 1998). VirB9 es necesaria también para la formación de oligómeros junto a VirB10: una proteína transmembrana con un pequeño dominio N-terminal citoplásmico y un gran dominio C-terminal periplásmico, cuya función probablemente sea la de unir los componentes citoplasmáticos y de membrana externa del canal de secreción (Christie y Vogel, 2000). VirB4 y VirB11 poseen motivos conservados de unión a nucleótidos del tipo Walker A que son esenciales para su función. Ambas proteínas se ensamblan como homodímeros in vivo. Un estudio reciente determinó que en solución, VirB11 y sus homólogas TrbB del plásmido RP4, TrwD del plásmido R388 y RP0525 del islote de patogenia cag de Helicobacter pylori, se ensamblan como anillos hexaméricos y este ensamble es dependiente del motivo Walker A, por lo que se deduce que el cambio conformacional inducido por ATP contribuye a la morfogénesis del transportador o a la translocación del sustrato a través del canal (Krause et al, 2000 a, b). La familia de transportadores tipo-IV se ha vuelto en los últimos años un área muy activa de estudio. Estos sistemas no sólo están bastante dispersos entre las eubacterias sino que son muy versátiles, como queda evidenciado por los distintos usos que hacen de ellos varios patógenos de mamíferos y vegetales. El sistema virB de A. tumefaciens es sin duda el más promiscuo de estos sistemas, dado que es capaz de transferir DNA y proteínas a una gran variedad de tipos celulares como plantas, bacterias, levaduras, hongos y células humanas (Christie y Vogel, 2000). Introducción 25 En cuanto a la funcionalidad, los sistemas tipo-IV mantienen ciertas semejanzas a los sistemas tipo-III. Ambos sistemas secretan sustratos por medio de un proceso que requiere el contacto físico con la célula blanco. Ambos sistemas requieren el acoplamiento o la acción de proteínas del tipo chaperonas para dirigir la secreción del sustrato a través de la maquinaria. Ambos sistemas elaboran estructuras supramoleculares como pili o filamentos que de alguna forma contribuyen al proceso de secreción. Sin embargo sólo los sistemas tipo-IV parecen ser capaces de exportar largas cadenas de DNA. Mecanísticamente los sistemas tipo-IV también guardan semejanzas con los sistemas tipo-II. En particular, el sistema Ptl de B. pertussis es bastante similar al sistema de exportación tipo-II de la toxina colérica, que a su vez guarda relaciones estructurales con la toxina pertusis. Ambos sistemas son capaces de permitir la transmisión de DNA a través de la envoltura celular: prueba de ello es la capacidad del sistema tipo-II de Vibrio cholerae (Eps) para transferir no sólo la toxina colérica sino el fago filamentoso CTXφ (Davis et al., 2000). A pesar de los enormes esfuerzos realizados, los sistemas tipo-IV continúan siendo las maquinarias de transporte menos caracterizadas y varios aspectos de la biología del proceso implicado permanecen oscuros. En particular aún no se conocen cuales son las señales celulares que inducen la expresión de estos genes en patógenos intracelulares como Legionella o Rickettsia, ni la naturaleza y función de la proteínas efectoras secretadas por los mismos. La búsqueda de factores de virulencia de Brucella Durante la pasada década, la investigación sobre los aspectos moleculares de la patogenia de Brucella se incrementó notablemente, en particular los referentes a la búsqueda de los factores de virulencia del patógeno. Las líneas de trabajo principales abordaron el problema tomando como modelo las investigaciones llevadas a cabo en patógenos intracelulares facultativos como Salmonella tiphymurium y Listeria monocytogenes. Dado que los miembros del género no producen cápsulas ni fimbrias, no son móviles ni producen exotoxinas, se razonó que la virulencia debía residir en factores estructurales como el LPS y las proteínas de membrana externa (OMPs) y/o en los genes que le confieren al patógeno la capacidad de resistir los mecanismos bactericidas del macrófago (Sangari y Aguero, 1996). Con este marco conceptual se encaró la búsqueda de los factores de virulencia de la bacteria. La adaptación de las técnicas de clonado y reemplazo genético para su aplicación en Brucella permitió la identificación de genes como catalasa (kat) (Sha et al, 1994), superóxido Introducción 26 dismutasa (sod) (Sriranganathan et al, 1991; Tatum et al, 1992), RecA (Tatum et al, 1993), la serin proteasa inducida por heat-shock HtrA (Tatum et al, 1994; Roop et al, 1994; Elzer et al. 1994), bacterioferritina y ureasa (Denoel et al., 1997). La disrupción de estos genes y el análisis de las mutantes en el modelo de virulencia murino demostraron que las cepas no son atenuadas. Por lo tanto el rol que cumplen estos genes en la virulencia es marginal o nulo. A principio de los años 50, un poliol de cuatro carbonos, el eritritol, fue implicado en la virulencia de Brucella. Los argumentos que soportaban la hipótesis de que los genes necesarios para el catabolismo del eritritol celular son esenciales para la virulencia eran los siguientes: (i) todas las cepas patógenas del género pueden metabolizar eritritol, (ii) el eritritol está presente en la placenta de los ungulados, en donde Brucella se encuentra en grandes concentraciones y (iii) la cepa vacunal atenuada naturalmente B. abortus S19, es inhibida por la presencia del azúcar en el medio de cultivo (Sangari y Aguero, 1996). Sin embargo esta hipótesis tampoco resultó exitosa. El análisis del locus eri demostró que la cepa vacunal S-19 posee una deleción del gen que codifica para la D-eritrulosa-1-P dehidrogenasa, lo que resulta en la acumulación de un metabolito intermediario tóxico para la cepa (Sangari et al., 1994). La posterior construcción de mutantes en el locus eri que retenían la patogenia demostró que estos genes no son determinantes de la virulencia. La identificación y el clonado de proteínas inducidas bajo heat-shock también fue explorado. La inactivación insercional de las chaperonas DnaK y DnaJ condujo a la conclusión de que DnaK, pero no DnaJ, es requerida para el crecimiento in vitro de Brucella a 37°C. Los experimentos de infección realizados con ambas mutantes indicaron que la mutante dnaK de B. suis es capaz de sobrevivir en fagocitos profesionales pero no de replicar, mientras que la cepa parental salvaje y la mutante dnaJ multiplican normalmente (Köhler et al., 1996). En forma similar, la generación de brucelas auxótrofas para purinas por deleción del gen purE atenúa el crecimiento de B. melitensis en macrófagos (Crawford et al., 1996). Sin embargo, tanto la mutante purE como la dnaK son cepas metabólicamente defectivas que presentan un crecimiento anómalo in vitro y requieren medios suplementados y condiciones de cultivo particulares. Por lo tanto estos defectos genéticos generales, aunque importantes e interesantes para un posible desarrollo de nuevas cepas vacunales atenuadas, no pueden ser considerados como factores de virulencia. La observación de que las cepas rugosas, que carecen del antígeno-O del LPS, son generalmente atenuadas o avirulentas condujo a hipotetizar que el LPS de Brucella sería Introducción 27 esencial para la supervivencia intracelular y por lo tanto un factor de virulencia relevante (Riley y Robertson, 1984; Schurig et al., 1991). Sin embargo estos estudios fueron realizados con cepas rugosas obtenidas por pasajes sucesivos en medios selectivos o generadas espontáneamente por medio de un mecanismo, cuyas bases genéticas aún se desconocen, denominado “variación de fase”, mediante el cual las variantes rugosas aparecen en el cultivo (Henry, 1933). La posterior generación de mutantes rugosas genéticamente definidas permitió determinar que el LPS no juega un rol esencial en la invasión ni en la replicación intracelular, aunque en el modelo murino de infección las mutantes rugosas son atenuadas o avirulentas (Godfroid et al., 1998; Allen et al., 1998; Ugalde et al., 2000). Si bien estos trabajos demuestran que la atenuación que presentan las cepas rugosas genéticamente definidas no se debe a la incapacidad de replicar intracelularmente, las causas de la atenuación no están claras. Es probable que la mayor susceptibilidad de estas cepas a la lisis mediada por complemento y/o la inestabilidad de su membrana sean factores más relevantes para la virulencia que la simple ausencia o presencia del LPS (Sangari y Aguero, 1996). De hecho, B. ovis y B. canis, los dos únicos miembros con fenotipo rugoso del género Brucella, son completamente virulentas en sus respectivos huéspedes mientras que B. neotomae, que naturalmente se presenta en fase lisa, es no patogénica. Otros candidatos explorados como posibles factores de virulencia fueron las proteínas de membrana externa (OMPs). El rol hipotético que jugarían las OMPs en la virulencia fue inferido a partir de la observación de que la respuesta inmune protectiva es generada en parte contra estas proteínas. Sin embargo, si bien la respuesta inmune protectiva estimulada por las OMPs está bien documentada para varios patógenos Gram(-) (Kuusi et al.,1979; Gilleland et al., 1984), el rol que cumplen los anticuerpos anti-OMPs en la inmunidad de la brucelosis no es claro. Los genes que codifican para varias proteínas de superficie y OMPs de Brucella han sido clonados (Mayfield et al., 1988; Ficht et al., 1988; Tibor et al., 1994; Wergifosse et al., 1995). Los estudios de disrupción genética demostraron que estos genes no tienen efecto sobre la virulencia del patógeno. Todos los esfuerzos conducentes a la identificación de los genes de virulencia descriptos previamente no arrojaron resultados alentadores. El concepto “enterobacteria como modelo de patógeno intracelular facultativo” y la hipótesis de que la bacteria encuentra un ambiente hostil dentro de la célula huésped, han demostrado que no son aplicables a Brucella. Introducción 28 La descripción reciente de los eventos intracelulares en la biogénesis de la vacuola que contiene a Brucella junto a la de otros patógenos reveló que la estrategia seguida por Brucella es más cercana a la de L. pneumophila y Chlamidiae que a la que despliegan enterobacterias como Salmonella o Gram(+) como Listeria. Un programa de búsqueda sistemática de genes por secuenciación de bibliotecas genómicas llevado a cabo en nuestro laboratorio permitió identificar 925 nuevos genes que representan aproximadamente el 20 % del genoma de B. abortus. El hallazgo más sorprendente de este proyecto fue la cantidad de genes con alta identidad (superior al 55%) a genes involucrados en la interacción entre patógenos y endosimbiontes del grupo α-2 de las Proteobacterias con sus huéspedes vegetales (Ugalde, 1999; Sanchez et al., 2001). Por ejemplo, B. abortus posee genes idénticos a nodN, fixO, fixN, nodG, phaA, ndvB y bacA de Rhizobium meliloti, los cuales participan en distintos procesos de la simbiosis con alfalfa como la fijación de nitrógeno en el nódulo, la diferenciación del bacteroide o la síntesis de los factores nod (Ugalde, 1999). Posee además genes idénticos a los que participan en el catabolismo de octopinas y manopinas en los tumores formados por Agrobacterium tumefaciens y genes con alta identidad a los responsables de la síntesis del flagelo. Cabe destacar que Brucella es un patógeno que no forma flagelo ni fimbrias, por lo que puede postularse que estos genes podrían ser parte de un sistema de secreción tipo-III presente en Brucella. Recientemente, Sola-Landa et al. identificaron en B. abortus los genes bvrS-bvrR, los cuales codifican un sistema de dos componentes con una gran similitud a los sistemas ChvIExoS de R. meliloti y ChvI-ChvG de A. tumefaciens necesarios para la regulación de los procesos que conducen a la endosimbiosis y la tumorigénesis respectivamente (Sola-Landa et al., 1998). Las mutantes bvrR-bvrS de B. abortus muestran mayor sensibilidad a defensinas, poseen una capacidad de invasión reducida tanto en células fagocíticas como no-fagocíticas, son incapaces de replicar intracelularmente y de generar un proceso infectivo crónico en ratones. En forma similar, Le Vier et al. aislaron un fragmento genómico de B. abortus que codifica un gen idéntico a bacA de R. meliloti, necesario para la exitosa diferenciación de Rhizobium y el establecimiento de la endosimbiosis en el nódulo. Las mutantes bacA de Brucella son incapaces de replicar y sobrevivir dentro del macrófago y de establecer un proceso de infección crónica en ratón (Le Vier et al, 2000). En nuestro laboratorio se identificó el gen responsable de la síntesis de glucanos cíclicos de B. abortus (Iñon de Iannino et al, 1998; Iñon Introducción 29 de Iannino et al., 2000). Los glucanos cíclicos han sido descriptos exclusivamente en miembros del grupo α-2 de Proteobacterias, como Agrobacterium y Rhizobium, en los cuales cumplen funciones esenciales para la interacción con las plantas huéspedes (Puvanesarajah et al., 1985; Geremia et al., 1987). Las mutantes de B. abortus incapaces de sintetizar glucanos cíclicos muestran una reducción significativa de la virulencia en el modelo murino. Estos hallazgos, junto a la noción de que Brucella es un patógeno refinado que modula la respuesta de la célula infectada para evitar la exposición a condiciones hostiles o de estrés, ha permitido generar un nuevo marco conceptual más acertado que el precedente para encarar el estudio de los mecanismos moleculares que subyacen a la enfermedad. Aspectos inmunológicos de la brucelosis La inmunidad protectiva contra la infección por Brucella ha sido estudiada principalmente en el modelo murino. El criterio usado para estimar el grado de protección es el recuento de unidades formadoras de colonias (ufc) recuperadas del bazo o hígado a determinados intervalos de tiempo después del desafío con una cepa virulenta. Los experimentos de inmunización pasiva y activa demostraron que la respuesta inmune protectiva en ratón es tanto del tipo humoral como celular (Joint WHO/FAO/OIE report, 1997). El primer antígeno brucélico que demostró ser protectivo fue el lipopolisacárido liso (SLPS). Estos experimentos se llevaron a cabo mediante transferencia pasiva de anticuerpos monoclonales (Mabs) dirigidos contra la cadena-O del S-LPS. En cambio, anticuerpos monoclonales contra el lipopolisacarido rugoso (R-LPS) reconocen débilmente a las bacterias en fase lisa y por consiguiente no muestran un grado de protección significativa ante el desafío con cepas lisas (Joint WHO/FAO/OIE report, 1997). El efecto protectivo del S-LPS también ha sido demostrado por medio de experimentos de inmunización activa utilizando como inmunógeno distintas preparaciones de S-LPS acoplado a seroalbúmina o a porinas de Brucella (Jacques et al.,1991; Winter et al., 1988). En resumen, estos datos indican que el S-LPS y más precisamente el antígeno-O, juegan un rol importante en la inmunidad protectiva contra la brucelosis. Sin embargo otros antígenos, probablemente proteicos, deben estar involucrados en la protección, dado que los experimentos de inmunización pasiva o activa mediada por anticuerpos basados en el S-LPS, si bien reducen significativamente el nivel de infección, no la eliminan por completo. Además está documentado que la vacunación con cepas rugosas que Introducción 30 carecen del antígeno-O, es un medio eficaz para proteger ratones contra el desafío con cepas lisas virulentas de B. abortus, B. suis y B. melitensis (Winter et al.,1996). La inmunidad protectiva mediada por células contra B. abortus, ha sido demostrada por medio de experimentos de transferencia pasiva de esplenocitos enriquecidos en células T. La transferencia de células combinadas con suero inmune ha dado mejores niveles de protección que la transferencia individual de ambas fracciones. Los experimentos de transferencia pasiva después de la depleción in vivo usando Mabs anti-CD4 o anti-CD8 o con subpoblaciones purificadas de células CD4 y CD8 sugieren que ambas subpoblaciones T están involucradas en la protección mediada por células. Por lo tanto, la resistencia adquirida a la infección por B. abortus en ratón, es resultado de los efectos combinados, y probablemente interactivos, de los anticuerpos y células T efectoras de ambos linajes (Araya et al, 1989). Estudios posteriores utilizando como modelo la infección de ratones knock-out para los complejos mayores de histocompatibilidad I y II (MHC-I y MHC-II), demostraron que las células T-CD8 juegan un rol importante durante la eliminación de brucelas después del pico de infección, tal vez porque lisan macrófagos infectados (Oliveira y Splitter, 1995). Las citoquinas involucradas en la respuesta inmune celular contra la infección primaria por B. abortus han sido estudiadas también en el modelo murino. Citoquinas proinflamatorias como el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α), interleuquina 1 (IL-1), IL-6 y factor estimulante de colonia-granulocito-macrófago (GM-CSF) así como citoquinas derivadas de células T como interferón gama (IFN-γ), IL-12 e IL-10 pero no IL-4 han sido detectadas en los sobrenadantes de esplenocitos de animales infectados reestimulados con antígenos brucélicos (Liautard et al., 1996; Jiang y Baldwin, 1993). El rol de estas citoquinas en el control de la infección ha sido investigado por inyección de citoquinas recombinantes o por inhibición de la actividad usando Mabs específicos. Las citoquinas derivadas de macrófagos, como IL-1, IL-12 y TNF-α, contribuyen al control de la infección temprana por Brucella: IL-12 estimulando a las células NK y T para producir IFN-γ y TNF-α por la vía independiente de IFN-γ, probablemente para reclutar fagocitos en el sitio de la infección, activar macrófagos y promover la formación de granulomas (Zhan y Cheers, 1995; Fernandez-Lago et al., 1996). El IFN-γ es una de las citoquinas más importantes en la resistencia a la infección por B. abortus. Es un potente activador de macrófagos y monocitos, su actividad metabólica es producir intermediarios oxidativos y otras moléculas microbicidas. De hecho se ha reportado que el IFN-γ es capaz de reducir el crecimiento de Brucella en macrófagos, aunque no es Introducción 31 suficiente para lograr la eliminación total de las bacterias intracelulares. Para el control efectivo de las bacterias intracelulares se necesita la acción adicional de hierro y TNF-α, la producción de oxido nítrico (NO), IL-2, IL-1, IL-6 y GM-CSF. En cambio, IL-10 e IL-4 contribuyen negativamente a la resistencia contra la infección por B. abortus, porque inhiben las funciones efectoras del macrófago y la producción de IFN-γ. En suma, estos datos indican que para la resistencia óptima contra brucela, las vacunas deben estimular preferentemente la subpoblación Th-1 (IFN-γ e IL-2) y no la subpoblación Th-2 (IL-4 e IL-10). Además, la respuesta Th-1 con producción de IFN-γ promueve la secreción de anticuerpos del isotipo protectivo IgG2a e IgG3 contra el LPS. La inmunización de ratones con B. abortus muertas, a diferencia de las vivas, resulta en la producción de citoquinas del tipo Th-1 y Th-2 sin estimular la secreción de TNF-α (Zhan y Cheers, 1995; Zhan et al., 1996). También se ha demostrado que la inmunización de ratones con extractos proteicos solubles de B. abortus resulta en una alta frecuencia de células T-CD4 productoras de IL-4, lo que indica que la respuesta se orientó hacia el tipo Th-2. Además, estas células CD4 productoras de IL-4, son incapaces de mediar la resistencia contra la infección en los ratones receptores, mientras que los que recibieron células CD4 productoras de IFN-γ pueden controlarla efectivamente (Zhan et al., 1995). En conclusión, los datos actuales indican que tanto los anticuerpos contra el antígeno-O, como la respuesta celular del tipo Th-1 inducida por proteínas, son necesarias para conferir un grado de protección óptima contra B. abortus. Requerimientos de una vacuna ideal contra la brucelosis Por lo que se desprende de lo mencionado anteriormente, las vacunas vivas han demostrado ser superiores a los productos inactivados o fracciones subcelulares para la prevención de la brucelosis animal (Nicoletti, 1990). Las vacunas vivas son efectivas, baratas y la inmunidad que generan es más persistente. Una vacuna viva ideal debería no producir enfermedad en los animales vacunados, debería evitar la infección en ambos sexos en cualquier edad, evitar el aborto y la esterilidad, proveer protección a largo plazo contra la infección y el aborto con una única dosis, no estimular la generación de anticuerpos persistentes que interfieran con la precisión de los serodiagnósticos durante la vigilancia epidemiológica, no ser transmitida a otros animales si la cepa vacunal establece una infección latente de largo plazo, ser biológicamente estable, no revertir a virulencia tanto in vitro como in vivo, no ser patógena para el hombre, no contaminar carne ni leche y ser cultivable en condiciones de producción a Introducción 32 gran escala (Adams, 1990). Además, una vacuna viva ideal debería contener marcadores genéticos o fenotípicos que permitan diferenciarla fácilmente de las cepas virulentas de campo. Vacunas corrientes contra la brucelosis bovina El control de la infección en bovinos, especialmente en países con grandes poblaciones ganaderas cuya producción es del tipo extensiva, se ha llevado a cabo con éxito por medio de la vacunación con la cepa atenuada B. abortus S-19 (Nicoletti, 1990). Está ampliamente documentado que la inmunización con B. abortus S-19 confiere un alto nivel de protección contra la infección y el aborto producido por cepas patógenas de campo (Nicoletti, 1990). Las características principales de la cepa 19 son la baja patogenicidad, la capacidad de establecer una infección limitada en los bovinos que imita el proceso de infección natural por cepas salvajes confiriendo protección y su sensibilidad a bajas concentraciones de eritritol en el medio de cultivo. Sin embargo la causa de su atenuación aún permanece desconocida. Cabe destacar que la cepa 19 fue obtenida por pasajes sucesivos en medios de cultivo a partir de una cepa virulenta de B. abortus aislada de una vaca infectada. A pesar del buen nivel de protección que confiere y de la marcada atenuación, la cepa 19 dista de ser una cepa vacunal ideal. Se han reportado casos de infección humana provocados por inoculación accidental con la cepa 19 y en muchos casos, si se suministra a bovinos preñados es capaz de inducir aborto. Sin embargo estas no son las principales desventajas de esta cepa vacunal. Debido a la similitud antigénica que comparte con las cepas lisas virulentas, en particular respecto de la estructura de S-LPS, la cepa B. abortus S-19 genera anticuerpos anti-LPS que son persistentes e indistinguibles de los generados por infecciones naturales provocadas por cepas salvajes (Nicoletti, 1990; Sutherland y Searson, 1990). Esta característica indeseable complica la interpretación de los test serodiagnósticos utilizados corrientemente durante las campañas de vigilancia epidemiológica y vacunación masiva para el control de la enfermedad, dado que todos ellos se basan en la detección del antígeno inmunodominante de Brucella, el S-LPS. Debido a este inconveniente se han propuesto y diseñado varias alternativas con el objeto de solucionarlo. Entre las más importantes se pueden destacar las siguientes: (1) La generación de nuevas cepas vacunales vivas rugosas que carezcan del antígeno-O y por consiguiente que no estimulen la generación de anticuerpos anti-S-LPS. Introducción 33 (2) La generación de cepas vacunales vivas en fase lisa que sean defectivas para la expresión de una proteína inmunodominante. Esta estrategia permitiría discriminar entre animales infectados de vacunados por la ausencia de anticuerpos contra el marcador en los animales vacunados. (3) La generación de nuevos test diagnósticos que permitan diferenciar los anticuerpos generados por la vacunación con S-19 de los generados por una infección natural. Las tres primeras alternativas han sido exploradas por varios grupos de trabajo en el área. La generación de nuevas cepas vacunales rugosas ha arrojado resultados alentadores. La cepa rugosa B. abortus RB51 fue obtenida por medio de pasajes sucesivos de la cepa virulenta B. abortus S-2308 en medios de cultivo suplementados con el antibiótico rifampicina (Schurig et al., 1991). Esta cepa carece del antígeno-O del LPS lo que confiere el fenotipo rugoso. En consecuencia es incapaz de estimular la generación de anticuerpos anti-cadena-O, que son los inmunodominantes durante la infección y los que generan problemas cuando se realiza el serodiagnóstico. En el ganado, su efecto protectivo es similar al producido por la cepa 19, es rápidamente eliminada del animal y su efecto abortivo es muy reducido o nulo. Puede ser fácilmente diferenciada de otras cepas de B. abortus por electroforesis en campos pulseados o por PCR. Sin embargo, los animales vacunados con RB51 no reaccionan ante los serodiagnósticos convencionales para brucelosis. Este hecho puede ser más perjudicial que benéfico ya que invalida los test corrientes para la detección del mal. Por lo tanto la utilización de una cepa rugosa en una campaña de vacunación masiva requiere la implementación de un serodiagnóstico que discrimine en forma sencilla a los animales vacunados de los infectados. Recientemente esta cepa ha sido condicionalmente licenciada en los Estados Unidos para su uso en bovinos. Desde ese momento se han denunciado 32 casos de exposición accidental a la cepa RB51. Tres de estas 32 personas desarrollaron signos de inflamación en el sitio de la inoculación seguido por fiebre intermitente, cefaleas, mialgias y niveles elevados de transaminasas y lactato deshidrogenasa en suero (MMWR, 1998). El hecho de carecer de un diagnóstico específico para la detección de los animales vacunados con RB51 resulta una seria desventaja para su uso en grandes poblaciones animales. Mutantes rugosas de B. abortus en el gen rfbU que codifica para la fosfomanomutasa y para el gen pgm, que codifica para la fosfoglucomutasa, están siendo probadas como nuevas cepas vacunales rugosas (Winter et al., 1996; Ugalde et al., 2000). Introducción 34 La segunda alternativa es la generación de cepas vacunales con deleciones en algún gen que codifique para un antígeno inmunodominante. Tales mutantes no deberían inducir respuesta de anticuerpos contra el antígeno escogido. Este antígeno podría servir para desarrollar un test de detección inmunológica que permita identificar a los animales infectados de los vacunados. Pero esta estrategia implicaría que bajo el hipotético test diagnóstico, los animales cuyo resultado sea positivo serían con certeza considerados como “infectados” mientras que los que obtengan un resultado negativo caerían dentro de la categoría “probables vacunados/no vacunados”. Por consiguiente los animales con resultado negativo en el primer test deberían ser sometidos a un segundo test diagnóstico que confirme su status inmunológico. Si bien esta alternativa es factible, para países como la Argentina es inviable por el alto costo que implica la implementación de dos serodiagnósticos distintos en una campaña de control de la brucelosis. En los últimos años se han desarrollado nuevos test diagnósticos que permiten superar los problemas generados por la vacunación con S-19. Entre ellos se puede destacar el método de Elisa competitivo desarrollado por K. Nielsen (Nielsen et al.,1995). Este método se basa en la detección de anticuerpos contra la cadena-O del S-LPS. Los animales vacunados pueden ser facilmente discriminados de los infectados ya que a los tres meses post-vacunación con S-19, los títulos de inmunoglobulinas contra la cadena-O caen por debajo de un valor de cut-off determinado experimentalmente, mientras que los títulos anti-cadena-O de los animales en un proceso de infección activa permanecen por encima de ese valor. Un alternativa aún no explorada es la generación de una cepa vacunal que exprese un antígeno heterólogo. Esto resultaría en una vacuna etiquetada con una marca antigénica distintiva que permitiría la rápida y sencilla diferenciación entre animales vacunados de infectados. Además, el desarrollo de la tecnología para la expresión de antígenos heterólogos en Brucella permitiría explorar su uso como posible “carrier” de antígenos heterólogos protectivos contra otros patógenos del ganado. Esto resultaría en una vacuna viva bi o polivalente. La segunda parte de esta tesis trata este tema. Resultados 35 PARTE I Identificación de un fragmento genómico de B.abortus con alta similitud a sistemas de secreción tipo-IV Como parte de un esfuerzo para identificar secuencias genómicas de B. abortus llevado a cabo en nuestro laboratorio (Ugalde, 1999; Sanchez et al, 2001), se aisló un fragmento genómico que mostraba una homología significativa con la región C-terminal del gen virB9 y con la región N-terminal del gen virB10 de Agrobacterium tumefaciens y ptlG y ptlH de Bordetella pertussis. En A. tumefaciens, estos genes pertenecen al operón virB que codifica una maquinaria multimolecular responsable de la transferencia del T-DNA de la bacteria al núcleo de la célula vegetal. Los genes homólogos en B. pertussis son miembros del operón ptl que codifica el sistema de secreción de la toxina pertussis. El clon identificado, denominado B2A3, fue secuenciado completamente y utilizado como sonda en un experimento de hibridación contra una genoteca de cósmidos de B. abortus 2308 con el objeto de aislar la secuencia completa de los mismos. Este procedimiento condujo a la identificación de los cósmidos reactivos pVK8.3, pVK8.25 y pVK8.38. Se purificó el ADN de los tres cósmidos y se los digirió con diferentes enzimas de restricción para analizar el tamaño de los insertos por Southern blot usando como sonda el clon B2A3. El análisis reveló que el cósmido pVK8.3 contenía el inserto más pequeño (20 kb). En forma simultanea e independiente a nuestro trabajo, el grupo de O’Callaghan en Nîmes, Francia, analizando un banco de mutantes por transposición de B. suis incapaces de replicar en células HeLa, identificó un clon que contenía una secuencia genómica con alta similitud al gen virB10 de A.tumefaciens. Posteriormente los investigadores identificaron la secuencia completa de una región genómica de 11.860 pb que contiene 11 ORFs homólogos al operón virB de A. tumefaciens (O’Callaghan et al., 1999). Para la misma época, el grupo de Ficht en Texas, USA, identificó por medio de STM (Signature-Tagged Mutagenesis) dos mutantes por transposición en B. abortus idénticas a las recién publicadas de B. suis (virB1 y virB10) que eran incapaces de establecer un proceso de infección crónica en ratón (Hong et al., 2000). Con el objeto de acelerar el proceso de clonado y secuenciación del locus virB de B. abortus, se decidió entonces encarar el secuenciado tomando como base la secuencia correspondiente al locus virB de B. suis dado el alto grado de identidad de secuencia entre ambas especies. Para ello se diseñaron un set de 44 primers para obtener 22 amplicones solapados de tamaño promedio 530 pb que sumados a los 1.500 pb del clon B2A3 ya Resultados 36 secuenciados cubren el locus virB completo. Ocho clones independientes de cada amplicón fueron sometidos a secuenciación automática y las secuencias fueron ensambladas y editadas (para detalles ver la sección correspondientes Procedimientos Experimentales). Análisis de secuencia del locus virB El análisis de la secuencia del locus virB de B. abortus reveló la presencia de 13 ORFs colineales en la misma orientación, contenidos en un locus de 11.767 pb según se esquematiza en la Fig. 1. Cabe destacar que el arreglo de todos los ORFs conserva la misma distribución y orientación que el operón virB de A.tumefaciens y el operón ptl de Bordetella pertusiss, un fenómeno denominado sintenia. En consecuencia, denominamos virB a los 11 primeros ORFs con identidad a los correspondientes virB1-virB11 de A. tumefaciens. Los dos ORFs localizados río abajo de virB11, que no están presentes en A.tumefaciens ni en B. pertusiss, se denominaron ORF13 y ORF12 respectivamente. Los 13 ORFs están precedidos por potenciales sitios de unión a ribosomas con homología a las secuencias consenso Shine-Dalgarno de E. coli. La mayoría de los sitios de unión a ribosomas y/o los codones de iniciación se solapan con las secuencias terminales de los ORFs que los preceden, lo que sugiere que los mismos están transcripcionalmente acoplados. Este fenómeno también se observa en A. tumefaciens y B. pertussis. Fig. 1. Representación esquemática del operón virB de B. abortus Hay dos regiones intergénicas cortas entre virB5-virB6 (184 pb) y virB6-virB7 (164 pb). Entre virB1 y virB2 hay una gran región intergénica de 436 pb que contiene una secuencia repetitiva palindrómica degenerada de 121 pb, similar a las secuencias repetitivas BruRS1 que son características de regiones intergénicas de Brucella y que probablemente funcionen como sitios de inserción de IS711. Una segunda secuencia repetitiva palindrómica degenerada de 138 pb está presente río abajo del ORF12, en este caso la secuencia es similar a las BruRS2 previamente descriptas (Halling and Bricker, 1994). La presencia de ambas secuencias repetitivas en los extremos del locus virB sugiere que el mismo podría haberse adquirido por Resultados 37 transferencia horizontal. Sin embargo la región tiene un contenido de GC que no diverge significativamente al del resto de genoma (55.5% versus 57%). Estas secuencias repetitivas están organizadas en forma similar a las descriptas en el locus virB de B. suis excepto por una inversión de 18 pb de la región flanqueada por la repetición invertida al final del locus de B. abortus. El análisis comparativo entre el locus virB de B. abortus y B. suis indicó que ambos son 99,7% idénticos. Sin embargo se pudieron observar dos diferencias significativas: 1) B. abortus 2308 posee una deleción de 9 pb “en fase” en la posición 8.897 correspondiente al gen virB10 respecto de la homóloga en B. suis; 2) en la posición 10.739 correspondiente a la región 3’ del gen virB11, B. abortus posee una inserción de 1 base lo que resultaría en una proteína de 363 aa de longitud que difiere del tamaño predicho para la equivalente en B. suis, cuya longitud es de 397 aa. Las homólogas VirB11 de B. abortus y B. suis son 99% idénticas en los primeros 309 aa, pero las secuencias divergen significativamente en la porción C-terminal debido a la inserción de 1 base presente en B. abortus. Para discernir si esta diferencia refleja una divergencia real entre ambas proteínas o es debida a un error del proceso de secuenciación, se amplificaron, clonaron y secuenciaron las regiones correspondientes al 3’ del gen virB11 de B. abortus S-19, B. suis 1330 y el miembro más divergente del grupo, B. ovis REO198. Encontramos que todas las secuencias analizadas codifican para un producto predicho de 363 aa idéntico al de B. abortus 2308. Por lo tanto la diferencia fue debida a un error en la secuencia publicada del locus virB de B. suis 1330. Proteínas codificadas por el locus virB de Brucella abortus Con el objeto de buscar similitudes de secuencia que proporcionen algunas claves sobre las funciones bioquímicas de las proteinas VirB de Brucella abortus, se compararon las secuencias codificadas en el locus virB con proteinas depositadas en bases de datos. Este análisis mostró que las proteínas codificadas por la región virB son similares a los componentes descriptos en otros sistemas de secreción tipo-IV como el operón ptl de B. pertussis, el operón virB de A. tumefaciens y los sistemas de transferencia de los plásmidos IncN e IncP entre otros. VirB1 posee una secuencia consenso para clivaje del péptido señal y contiene motivos aminoacídicos conservados que estan presentes en lisozimas eucarióticas y transglicosidasas líticas solubles de fagos y bacterias, por lo que pertenece a esta familia de proteinas. Las transglicosidasas líticas solubles (SLT) de bacterias degradan la mureína clivando el enlace Resultados 38 β1,4-glicosídico entre el ácido N-acetilmurámico y la N-acetilglucosamina con la formación concomitante de una unión 1,6 anhidro en el residuo del ácido murámico. Un dominio de alrededor de 90 aa localizado en la porción C-terminal de las SLT está presente en VirB1 así como en un gran número de proteínas procarióticas y de fagos (Mushegian et al., 1996). Este dominio SLT está involucrado en la actividad catalítica. 1 1 D L I I K A A E K Y G I D P S L L A A I A Q Q E S G F N P N A I S G S G A V G L consenso SLT F L V L A Q Q C A P T V A P Q T M A A I V Q V E S G F N P Y A I G V V G G R L V virB1 41 41 M Q I M P - - - - - S T A K A L G L K G - - - - - - I P G E D - - - - - - - - - consenso SLT R Q P V S L D E A I T T A Q S L E A K G W N F S L G I A Q V N R Y N L P K Y G S virB1 61 81 - - - D L L D P C D N I S A G A K Y L K H L Y K R F - - - - - - - - G G N L W L consenso SLT T Y A Q A F D P C K N L K M G S K I L E D C Y R R A I V K M P G Q E Q G A L R A virB1 90 A L A A Y N A G 121 A F S C Y Y A G consenso SLT virB1 Decoration 'Decoration #1': Shade (with solid deep red) residues that match consenso VirB2 posee una secuencia para el procesado del péptido señal por lo que probablemente sea secretada. Contiene también dos regiones con alta probabilidad de formar hélices transmembranas hidrofóbicas, estas regiones están conservadas en todas sus homólogas. Los dos residuos alanina que preceden el sitio de clivaje del péptido señal en TrbC se encuentran conservados en una posición comparable en VirB2 de B. abortus y PtlA de B. pertussis (ver recuadro en la figura inferior). Además, se encuentra también presente, en una posición relativa similar, la secuencia AEIA requerida para el clivaje del tetrapéptido Cterminal y el proceso de ciclado, por lo que es probable que VirB2 sea también una pilina cíclica (ver recuadro en la figura inferior). La homóloga a VirB2 de A.tumefaciens es la subunidad principal del pilus-T. Si bien estructuras tipo pili no han sido observadas en Brucella, los estudios de microscopía electrónica de los estadios intracelulares de la bacteria son escasos, por lo que no puede descartarse que Resultados 39 este tipo de apéndices estén presentes durante el proceso de maduración del nicho replicativo intracelular. VirB4 y VirB11 poseen motivos de unión a nucleótidos trifosfato del tipo Walker-A (GQSGAGKT, residuos 544-551 en virB4 y GETGSGKTT, residuos 184-192 en virB11). Ambos motivos son esenciales para la funcionalidad del complejo virB de Agrobacterium. VirB4 y VirB11 no presentan consensos para clivado del péptido señal ni dominios transmembranas por lo que su probable localización es en el citoplasma o asociadas a la membrana interna como se ha reportado para todas las homólogas. VirB4 presenta en la porción C-terminal de su secuencia un motivo conservado de alrededor de 200 aa que está presente en todos los miembros de la familia de ATPasas de transporte tipo IV. VirB11 presenta motivos conservados con la superfamilia de ATPasas presentes en los sistemas de secreción tipo II y Tipo IV, que a su vez se subdividen en las familias PilB (sistemas Tipo II) y virB11 (sistemas Tipo IV) (Planet et al., 2001). En el recuadro se muestra el motivo Walker A de unión a NTP. Resultados 40 VirB6 tiene seis probables dominios transmembrana y no posee consenso para procesado del péptido líder por lo que probablemente sea una proteína integral de la membrana interna. Por analogía con el modelo de A. tumefaciens, VirB6 podría formar el poro del canal de secreción y por consiguiente interactuaría con los sustratos secretados. Por cierto, virB6 muestra un menor grado de identidad de secuencia con PtlD de B. pertusis respecto del resto de las proteínas virB. Esta diferencia podría reflejar diferencias en los sustratos secretados por los distintos sistemas. VirB7 posee consenso para clivaje de péptido señal tipo II característicos de lipoproteínas procarióticas (LA↓GCTTT, residuos 14-20) por lo que probablemente sea una lipoproteína anclada a la envoltura externa como en el sistema de Agrobacterium y Bordetella. En estos sistemas, VirB7 forma un complejo covalente con VirB9 a través de un puente disulfuro que es esencial para la síntesis o la estabilidad de VirB4, 5, 8, 9, 10 y 11 (Zupan et al, 1998). VirB9 de B. abortus posee sólo un residuo cisteína que se encuentra dentro del péptido señal. Por lo tanto la posible interacción con VirB7 en el sistema de Brucella no sería por medio de la formación de un puente disulfuro. De hecho se ha demostrado en A. tumefaciens que ambas proteinas pueden dimerizarse aún en ausencia de cisteínas (Baron et al, 1997; Das et al, 1997). Además la homólogas TraF del pKM101 y TrwF del R388 carecen de residuos cisteínas. VirB10 carece de consensos de secreción pero presenta un probable dominio transmembrana en la porción N-terminal (aa 33-52), por lo que podría tratarse de una proteína integral de la membrana interna como se ha observado en el sistema de Agrobacterium. ORF 13 codifica para una proteína hipotética de 83 aa de probable localización citoplásmica que no posee similitudes con ninguna proteína depositada en las bases de datos. Resultados 41 En cambio el ORF12 codifica para una proteína de 172 aa que posee consenso para clivaje por peptidasa tipo II característicos de lipoproteínas (LAA↓CSSP, residuos 13-19) y muestra similitudes con la proteína, Upf30.5, codificada en el sistema de conjugación del plásmido R751 de Enterobacter aerogenes (Thorsted, et al., 1998), pero no posee homologías evidentes con el resto de los sistemas tipo-IV descriptos. La porción C-terminal de ORF12 presenta un dominio conservado presente en la familia de proteínas OmpA. Esta familia está compuesta por proteinas de membrana externa, en su mayoría porinas y lipoproteínas. A continuación se muestran las similitudes entre las proteínas VirB de B. abortus con las presentes en los sistemas de secreción tipo IVde B. pertussis y A. tumefaciens. B. abortus VirB % de Identidad (I) y Similitud (S) con otros sistemas Tipo IV Ptl VirB C58 Tra pKM101 Probable Localización/Función ORF MW (kD) I S I S I S 1 25.3 23 -- -- 33 46 41 54 Periplasma/ME, Transglicosidasa 2 11.1 7.4 45 57 19 50 20 52 ME, Pilina/contacto celular 3 13 35 52 27 42 26 42 MI, desconocida 4 94.5 51 67 30 49 30 49 Citoplasma, ATPasa de transporte 5 26.8 24.6 -- -- 24 45 31 51 ME, componente del pilus 6 36.1 19 41 20 36 20 42 7 5.9 39 56 27 52 25 56 8 26.5 41 65 29 42 36 55 Transmembrana, formación del poro ME, Lipoproteína, complejo con VirB9? MI periférica, desconocida 9 31.9 45 58 27 42 28 45 ME, complejo con VirB7? 10 41.2 35 52 39 59 35 53 Integral de MI, desconocida 11 40.9 46 59 36 54 31 48 Citoplasma, ATPasa de transporte 13 9.2 -- -- -- -- -- -- Citoplasma? , desconocida 12 19 -- -- -- -- -- -- Lipoproteína, desconocida 4.3 30 17.5 Resultados 42 Los genes virB constituyen un operón que se transcribe al comienzo de la fase estacionaria Si bien la mayoría de los genes del locus virB se solapan, lo que indicaría que están transcripcionalmente acoplados, la presencia de una gran región intergénica conteniendo una secuencia repetitiva palindrómica entre los genes virB1 y virB2 podría indicar que virB1 no forma parte del mismo policistrón. Con el objeto de estudiar como estos genes son expresados en brucela, se construyeron dos tipos de fusiones transcripcionales. En primer lugar, un cassette lacZ-accI sin secuencias promotoras, fue insertado en el sitio NruI de la secuencia codificante del gen virB10, generándose la cepa mutante B. abortus 2308 virB10::lacZ-accI. En segundo lugar, para determinar si los genes virB funcionan como un operón comenzando desde virB1, se insertó un cassette polar que confiere resistencia a kanamicina en el sitio BamHI de la secuencia codificante del gen virB1. Este constructo fue insertado en el genoma de la cepa B. abortus virB10::lacZ-accI para generar la doble mutante B. abortus virB1::Km virB10::lacZ-accI (Fig. 2). Fig. 2 Esquema de las fusiones transcripcionales en virB10. En el gráfico se representan las fusiones transcripcionales utilizadas en los ensayos de actividad β-galactosidasa Ambas mutantes fueron usadas en ensayos de medición de la actividad β-galactosidasa durante el crecimiento vegetativo. Como se grafica en la Fig. 3, la actividad β-galactosidasa comienza a incrementarse a partir de la 20 hs de crecimiento en la mutante virB10::lacZ-accI a medida que se reduce la pendiente de la curva de crecimiento, alcanzando un valor de inducción 30 veces mayor a las 36 h (DO600 2.6). Sin embargo la actividad β-galactosidasa no se incrementa cuando una mutación polar es introducida en virB1. Estos resultados indican que el Resultados 43 locus virB es un operón transcripto desde virB1 al comienzo de la fase estacionaria de crecimiento. Fig. 3 Ensayo de actividad β-galactosidasa. En A) se muestran los valores de actividad β-galactosidasa para las mutantes virB10::lacZ-accI (z) y virB1::Km, virB10::lacZ-accI ({). En B) se muestran los valores de DO600 correspondientes a los puntos indicados en el gráfico superior. Los valores de actividad se expresan como A420× Vol/A600 Los genes virB son esenciales para la replicación intracelular Uno de los aspectos más enigmáticos de la presencia del operón virB en B. abortus es el rol que juega en la biología de esta bacteria. A pesar de los enormes esfuerzos llevados a cabo en varios laboratorios durante la pasada década, muy pocos determinantes de la virulencia han sido descriptos hasta la fecha. La ausencia de plásmidos en el género Brucella, así como la ausencia de exotoxinas, indicarían en principio que el operón virB cumple una función distinta a la descripta en A.tumefaciens y B. pertussis. La función del operón virB de Brucella fue estudiada en células HeLa, por medio del análisis del comportamiento intracelular de distintas mutantes en ensayos de protección a la gentamicina. Este ensayo permite cuantificar la tasa de crecimiento intracelular dado que la gentamicina/estreptomicina elimina diferencialmente a las bacterias extracelulares sin afectar a Resultados 44 las intracelulares. Las monocapas (1×105 células por pocillo) fueron inoculadas con B. abortus 2308 (cepa virulenta) o las distintas mutantes, a una multiplicidad de infección (MOI) de 500 en medio MEM completo e incubadas por una hora. Finalizado el período de infección, los pocillos fueron lavados extensivamente para eliminar las bacterias no adherentes y se agregó medio fresco conteniendo gentamicina y estreptomicina. A diferentes tiempos postinfección (p.i.) los pocillos fueron lavados, las células lisadas y se determinó el número de bacterias viables intracelulares. Para determinar el comportamiento de una mutación que afecta al operón virB en conjunto, se construyó una mutante polar en virB1 por inserción de un cassette que confiere resistencia a kanamicina y que posee secuencias terminadoras (Oka et al., 1981). En la Figura 4 se observa que a las 4 h p.i., las UFC intracelulares de la cepa parental y mutante polar virB1 son similares. Sin embargo a tiempos mayores (24 y 48 h p.i.) las UFC de la mutante comienzan a decrecer, no pudiéndosela aislar a las 48 h p.i., mientras que la cepa parental crece exponencialmente alcanzando 7.4×107 UFC/ml en el mismo período. Los ensayos de exclusión de Tripan Blue indicaron que no había diferencias en la viabilidad celular entre las células infectadas con la cepa parental y la mutante. El fenotipo de la mutante polar virB1::Km pudo ser revertido al introducir en la misma el cósmido pVK8.3 que contiene el operón virB completo, mientras que el plásmido pBBR4virB1, que contiene sólo al gen virB1 bajo el promotor lac, fue incapaz de reestablecer el fenotipo replicativo parental, lo que confirma la naturaleza polar de la mutación introducida en virB1. Fig. 4 Replicación intracelular de la cepa parental y de la mutante polar virB1 en HeLa. Las monocapas de células fueron inoculadas como se indica en Proc. Experimentales. Las UFC intracelulares de cada cepa fueron determinadas para cada punto indicado. Cada valor es el promedio de tres experimentos independientes realizados por duplicado. En todos los casos el error estándar es menor al 5 %. Resultados 45 Con el objeto de extender el análisis a otros genes del locus virB se construyeron las siguientes mutantes: una mutante por inserción de un cassette no polar en el gen virB9, una mutante por remplazo del gen virB11 y una mutante por inserción de un cassette polar en el ORF13. El comportamiento de las mismas fue analizado en células HeLa. Fig.5 Replicación intracelular de las mutantes virB9 y virB11. En el panel de la izquierda se muestra el comportamiento intracelular de la mutante no polar virB9::Gm (F) y de la misma mutante complementada (J). El panel de la derecha muestra el comportamiento intracelular seguido por la mutante ΔvirB11 (F) y el de su correspondiente complementada (J) Cada valor representa el promedio y el desv. std. de tres experimentos independientes hechos por duplicado. Como se muestra en la Fig. 5, las mutantes virB9 y virB11 fueron incapaces de sobrevivir y replicar intracelularmente en forma similar a lo observado con la mutante polar virB1. El defecto provocado por estas mutaciones pudo ser revertido al sobreexpresar virB9 y virB11 respectivamente y no se observaron diferencias en la viabilidad celular entre las células infectadas con la cepa parental o las distintas mutantes. En cambio, como puede observarse en la Figura 6, la mutación introducida en el ORF13 no afectó la capacidad de B. abortus para sobrevivir y replicar intracelularemente en HeLa, dado que no se observaron diferencias significativas entre esta mutante y la cepa parental virulenta. Fig. 6 Replicación intracelular de la mutante polar ORF13::Km. El gráfico muestra el patrón de replicación intracelular en HeLa de la mutante polar ORF13::Km. Cada valor representa la media más el desv. std. de tres experimentos independientes realizados por duplicado. Resultados 46 El análisis de todos estos resultados en conjunto indica que el operón virB de Brucella es esencial no sólo para la replicación intracelular sino para la sobrevida de la bacteria después de su entrada a la célula huésped, y aparentemente no está involucrado en el proceso de invasión, dado que no se observaron diferencias en las UFC durante las primeras horas p.i.. No se observó daño celular en los cultivos inoculados con las cepas mutantes o parental, por lo tanto la falta de recuperación de mutantes viables no fue resultado de la muerte celular sino del control efectivo de la supervivencia intracelular del patógeno. A pesar de que las mutaciones introducidas en el operón virB son de distinta naturaleza (inserciones polares, no-polares, reemplazo génico), los correspondientes fenotipos son similares. Esto sugiere, como fue observado en otros sistemas tipo–IV descriptos previamente, que la presencia de todos los componentes del aparato de secreción son necesarios para el correcto ensamblaje y función del mismo. Los resultados obtenidos con la mutante polar en el ORF13 sugieren que los dos ORF adicionales presentes en el locus virB de Brucella probablemete no participen en la formación del complejo VirB. Datos similares fueron obtenidos en el laboratorio de O’Callaghan con una mutante por inserción en el ORF12 de B. suis. Esta mutante es capaz de replicar en forma similar a la cepa parental en monocitos humanos, de lo que se concluye que también es dispensable para la replicación en líneas macrofágicas (O’Callaghan et al, 1999). Efecto de distintas mutaciones en virB10 sobre la replicación intracelular La proteína VirB10 es uno de los componentes más representados en todos los transportadores tipo IV descriptos, incluso hay homólogos presentes en los sistemas de Mating Pair Formation (Mpf) de los plásmidos IncP RK2 y el sistema Trb del plásmido Ti de A.tumefaciens. VirB10 es una proteína integral de la membrana interna con un pequeño dominio citoplasmático, una región transmembrana y un gran dominio periplasmático, pero la función que cumple dentro de la maquinaria virB no está del todo clara, aunque se sabe que es un miembro importante del canal de transporte conformado por las proteínas VirB 6, 7, 8, 9. Para analizar el rol que cumple virB10 en B. abortus, se construyeron dos tipos de mutantes por inserción: la mutante virB10::Km tiene insertado en el sitio NruI, un cassette polar que confiere resistencia a kanamicina; la mutante virB10::accI tiene insertado en el mismo sitio un cassette no-polar que confiere resistencia a gentamicina (ver Fig. 7). En ambas mutantes la secuencia codificante de virB10 fue interrumpida en el aa 201. Resultados 47 Fig. 7 Representación esquemática de las mutaciones introducidas en virB10. El comportamiento intracelular de ambas mutantes fue analizado en células HeLa en ensayos de protección a la gentamicina. Como se muestra en la Fig. 8, durante las primeras 8 h p.i. el número de bacterias intracelulares de ambas mutantes no mostró diferencias significativas respecto de la cepa parental. Sin embargo, a partir de las 8 h p.i., la cepa salvaje comienza a replicar exponencialmente mientras que ambas mutantes se ven severamente afectadas en la capacidad de sobrevivir en HeLa, siendo completamente eliminadas a las 48h p.i. cuando la cepa salvaje ha alcanzado 1.38×107 UFC/ml. En ningún caso se observó daño celular, por lo tanto la falta de recuperación de mutantes viables se considera resultado del control efectivo de la supervivencia y multiplicación intracelular de la bacteria. La mutante no-polar virB10 conteniendo el plásmido pBBR2virB10 y la mutante polar virB10 conteniendo el cósmido pVK8.3 revierten el fenotipo mutante a niveles similares a los de la cepa parental, lo que demuestra el rol esencial que juega este gen en la funcionalidad de la maquinaria virB necesaria para la vida intracelular de Brucella. Fig 8. (A) Replicación intracelular de las mutantes virB10 en HeLa. (Ο) Cepa parental B. abortus 2308.(Q) Mutante no-polar virB10::Gm. (▲) Mutante polar virB10::Km. (B) Replicación intracelular de las mutantes complementadas. Los símbolos indican las correspondientes mutantes complementadas como en (A). Cada valor es la media más el Des. Std. de tres experimentos por duplicado. *, P<0.05; **, P<0.01. El análisis estadístico se realizo con t test. Resultados 48 Para determinar si la maquinaria virB es necesaria para la supervivencia intracelular en células fagocíticas profesionales, se realizaron ensayos de protección a la gentamicina infectando la línea macrofágica murina J774.A1 con las mutantes virB10 polar y no-polar y con la cepa parental virulenta. En la Figura 9 se observa que, en forma similar a lo que ocurre en células Hela, las mutantes virB10 son incapaces de sobrevivir y replicar intracelularmente en la línea macrofágica murina, a diferencia de lo que ocurre con la cepa parental. Por lo tanto, los resultados anteriores indican que VirB10 es un componente esencial de la maquinaria VirB necesaria no sólo para la efectiva colonización de células epiteliales sino también de fagocitos profesionales. Fig 9. (A) Replicación intracelular de las mutantes virB10 en J774 A.1. virB10 es esencial para la virulencia en ratón El efecto de virB10 en la virulencia de Brucella fue evaluado en el modelo murino. Números iguales de UFC (5×104) de la cepa parental y mutantes virB10 polar y no-polar fueron inoculadas intraperitonealmente a ratones hembra BalB/C de 90 días de edad. A los 15 días p.i. los ratones fueron sacrificados y se realizo recuento de viables en bazo. Como se muestra en la Figura 10, los ratones que recibieron la mutante polar virB10 controlaron completamente la infección, recuperándose menos de 10 UFC por bazo, mientras que los ratones que recibieron la cepa parental presentaron una típica infección aguda por Brucella (4×105 UFC/bazo). En el caso de la mutante no-polar virB10, si bien no es completamente eliminada, sufre una reducción de 1000 veces en los recuentos de viables respecto de la cepa parental, confirmando el rol esencial de virB10 en la virulencia. Tanto la mutante polar como la no-polar recuperan el fenotipo virulento cuando se las complementa con los plásmidos pVK8.3 y pBBRvirB10 Resultados 49 respectivamente. Tomados en conjunto, estos resultados muestran que el sistema virB es uno de los determinantes principales en la patogénesis de Brucella. 7 log ufc/bazo 6 5 4 3 2 1 Wild type virB10 polar virB10 no-polar virB10 polar pVK-virB virB10 no-polar pBBR4-virB10 Fig 10 Persistencia de las mutantes virB10 en bazo de ratones infectados. El número de bacterias viables en bazo fue determinado a los 15 dias p.i. según se describe en Proc. Exp. Los valores representan las medias más los Des. Std. (n=5). Análisis del tráfico intracelular de las mutantes virB10 Como se puede observar en los ensayos de replicación intracelular en células HeLa, B. abortus S2308 sigue un proceso de dos pasos acoplados: un período lag que dura entre 10 y 12 horas, durante el cual las bacterias se hallan dentro de las células pero no replican; seguido de un período de crecimiento exponencial. El requerimiento de un operón virB activo para la supervivencia intracelular de Brucella puede tener dos posibles explicaciones: (1) el operón virB es esencial para el establecimiento de un nicho de replicación intracelular competente o (2) el operón virB es necesario para la replicación intracelular una vez que el nicho replicativo se ha formado. Con el objeto de determinar qué paso del proceso de formación de la vacuola replicativa de Brucella está afectado en las mutantes virB10, se realizaron estudios del tráfico intracelular en células HeLa por medio de inmunofluorescencia doble y de colocalización con marcadores endocíticos por medio de microscopía confocal con laser de barrido. Las mutantes virB10 interaccionan con endosomas tempranos Resultados 50 En un trabajo reciente, Pizarro-Cerdá et al. describieron que el primer paso del tráfico intracelular seguido por B. abortus 2308 en células HeLa es la interacción transitoria con endosomas tempranos (Pizarro-Cerdá et al., 1998b). Evaluamos entonces la capacidad de las mutantes polar y no-polar virB10 de interactuar con estos compartimentos subcelulares en comparación con la cepa parental. En forma similar a lo que ocurre con la cepa salvaje, entre los 5 y 10 min p.i. ambas mutantes se localizaron en vacuolas tempranas caracterizadas por la presencia de la proteína periférica de membrana específica de endosomas tempranos EEA1 (Mu et al., 1995) (Figura 11 a y b). A los 10 min p.i., entre el 10-15 % de las vacuolas que contienen a la cepa salvaje o a las mutantes virB10 poseen el marcador de endosomas tempranos en cantidad similar a las vacuolas conteniendo partículas de látex. La interacción es transitoria dado que a los 40 min p.i., menos del 2 % de las partículas de látex, cepa salvaje o mutantes virB10 colocalizan con EEA1. El bajo nivel de colocalización observado en las vacuolas que contienen tanto a las partículas inertes como a las bacterias sugiere que la entrada en HeLa no es sincrónica y que, una vez dentro de la célula, la interacción con compartimentos endosomales tempranos es rápida y transitoria. No se observaron diferencias en la tasa de adherencia e internalización entre mutantes y cepa salvaje, confirmando las observaciones realizadas en los ensayos de replicación intracelular. Estos resultados indican que los eventos tempranos en la biogénesis de la vacuola que contiene a Brucella no se ven afectados por mutaciones que alteran la integridad del complejo virB. La mutante polar virB10 es incapaz de evadir la vía endocítica y sufre un proceso degradativo Se ha propuesto que las cepas patógenas de Brucella inhiben la fusión entre la vacuola bacteriana y los lisosomas (Frenchick et al., 1985; Pizarro-Cerdá et al., 1998a). Comparamos entonces la capacidad de las vacuolas que contienen Brucella de adquirir proteínas asociadas a lisosomas. Tanto las vacuolas que contienen a las mutantes polares y no-polares virB10 acumulan gradualmente la glicoproteína de membrana marcadora de endosomas tardíos/lisosomas, LAMP1. A las 4 h p.i., el 80-90% de la vacuolas son positivas para LAMP1 en forma similar a la cepa salvaje (ver Fig. 12 y 16). Durante las primeras 4 h p.i. ambas mutantes parecen seguir la misma cinética de adquisición de LAMP1. Sin embargo entre las 4h p.i. y las 12 h p.i., LAMP1 Resultados 51 bacteria EEA1 Superpuesto B. B. % de vacuolas conteniendo EEA1 virB10 no-polar virB10 polar S 2308 A. 15 bolas de latex S 2308 10 virB10 polar virB10 no-polar 5 0 5 10 40 Tiempo p.i. (min) Fig. 11. A. Distribuci—n de EEA1 y bacterias a los 10 min de la internalizaci—n en HeLa. Las vacuolas conteniendo bacterias internalizadas fueron marcadas con anticuerpo anti-EEA1 (flechas). La barra representa 10 m. B. Distribuci—n de EEA1 en vacuolas conteniendo bolas de latex o distintas cepas de Brucella a los 5, 10 y 40 min p.i. Los valores fueron calculados como se describe en Procedimientos Experimentales. Los datos representan la media mas el D.S. de dos experimentos independientes Resultados 52 4 h p.i. LAMP1 Superpuesto LAMP1 Superpuesto virB10 no-polar virB10 polar S 2308 bacteria 24 h p.i. virB10 no-polar virB10 polar S 2308 bacteria Fig. 12. Distribuci—n de LAMP1 y bacterias a las 4 y 24 h p.i. . CŽlulas HeLa fueron infectadas con las cepas indicadas por 1 h. A las 4 o 24 h p.i. las cŽlulas fueron procesadas para doble inmunofluorescencia como se indica. Las flechas indican vacuolas que contienen bacterias internalizadas marcadas con LAMP1. A las 24 h p.i la cepa virulenta ha establecido el nicho de replicaci—n intracelular (delimitado por lineas punteadas) mientras que las mutantes virB10 polar y no-polar aœn retienen el marcador. ObsŽrvese que la mutante no-polar se distribuye en la superficie de la cŽlula huesped (delimitado por linea punteada). La barra representa 10 m. Resultados 53 comienza a ser excluído de las vacuolas que contienen a S2308 mientras que las mutantes virB10 lo retienen en sus vacuolas (Fig. 16). Fig. 16. Cinética de adquisición de LAMP1, β en las vacuolas que Catepsina D y Sec61β contienen Brucella. Células HeLa fueron infectadas con la cepa salvaje virulenta S2308 (A), mutante polar virB10::Km (B) o mutante no-polar virB10::Gm (C) y procesadas para microscopía de fluorescencia doble indirecta para los tiempos indicados, como se describe en Proc. Exp. Para determinar el porcentaje de bacterias que colocalizan con el marcador indicado, un mínimo de 100 bacterias fueron contadas por cada muestra. Los datos indican las medias de dos experimentos independientes. En cada caso, el Desv. Estd. no excedió la escala ploteada. Analizamos entonces la distribución en los compartimentos vacuolares de la hidrolasa ácida lisosomal Catepsina D, que se acumula dentro de lisosomas. Catepsina D comienza a ser reclutada gradualmente en las vacuolas que contienen a la mutante polar virB10 siguiendo la misma cinética de incorporación de LAMP1 (94% de vacuolas positivas a las 4 h p.i.). Como se observa en la Figura 13, tanto las bacterias intactas como los productos de degradación bacterianos, detectados con anticuerpos anti-LPS, colocalizan con catepsina D a las 12h p.i. y 24 h p.i., sugiriendo que la vacuola que contiene a la mutante polar avirulenta ha interactuado con lisosomas. En cambio la mayoría de las vacuolas que contienen tanto a la cepa salvaje como a Resultados 54 catepsina D superpuesto virB10 no-polar virB10 polar S 2308 bacteria Fig. 13. Distribuci—n de catepsina D en las vacuolas que contienen bacterias internalizadas a las 24 h p.i. CŽlulas HeLa fueron infectadas con S2308, virB10 polar o no-polar por 1 h. Despues de 24 h de incubaci—n las cŽlulas fueron procesadas para doble inmunofluorescencia indirecta como se describe en Proc. Exp. A las 24 h p.i., la mutante virB10 polar sufre un proceso de degradaci—n por el cual tanto las bacterias intactas (flecha) como probables productos de degradaci—n (puntas de flecha) colocalizan con el marcador lisosomal. En cambio la cepa parental virulenta ha establecido su nicho de replicaci—n intracelular y la mutante virB10 no-polar muestra una baja o nula colocalizaci—n con catepsina D (puntas de flecha) mientras que la mayoria de las bacterias se distribuyen en la superficie celular (delimitada por linea punteada). La barra representa 10 m. Resultados 55 la mutante no-polar virB10 excluyen catepsina D. A las 12 h p.i. la enzima lisosomal fue detectada en menos del 10% de la vacuolas que contienen tanto a la cepa S2308 como a la mutante virB10 no-polar (ver Figura 16). Analizados en conjunto, estos resultados demuestran que la mutante polar virB10 es incapaz de evadir la vía endocítica y es dirigida a los lisosomas en donde sufre un proceso degradativo. Este resultado es consistente con la rápida eliminación de la mutante observada en los ensayos de replicación intracelular y en el modelo de infección murino. Se puede concluir que el sistema de secreción virB es esencial para que Brucella evada en forma eficiente la vía endocítica y la posterior degradación en lisosomas. En contraste a lo anterior, las vacuolas que contienen a la mutante no-polar virB10 permanecen positivas para LAMP1 pero nunca adquieren el marcador lisosomal catepsina D, lo que sugiere que la maquinaria virB defectiva sólo en virB10 es aún competente para evitar interacciones con lisosomas. La mutante no-polar virB10 es incapaz de formar el nicho replicativo en el RE El siguiente paso del análisis consistió en determinar si las vacuolas que contienen a las mutantes son capaces de adquirir los marcadores reticulares sec61β y calreticulina con la formación concomitante del nicho replicativo. El translocador reticular sec61β fue reclutado en las vacuolas que contienen a la cepa salvaje S2308 a partir de las 4 h p.i. con una cinética similar a la descripta previamente (PizarroCerdá et al, 1998b). A las 24 h p.i., calreticulina está presente en las vacuolas que contienen a la cepa salvaje S2308 en plena fase replicativa. En cambio, tanto la mutante polar como la no-polar en virB10 fueron incapaces de reclutar sec61β y calreticulina en sus vacuolas (Fig. 14 y 16). Como control, la mutante no-polar complementada con el plásmido pBBRvirB10, que permite la expresión de virB10 bajo el control del promotor lac, muestra el mismo comportamiento que la cepa parental alcanzando y replicando en el compartimento tipo-RE. El mismo resultado se observa con la mutante polar complementada con el cósmido pVK8.3 (Fig. 15). El análisis comparativo de la cinética de adquisición de los distintos marcadores utilizados sugiere que la maquinaria VirB cumple un rol esencial en el tráfico intracelular de Brucella, posibilitando la exclusión de LAMP1 y adquisición de sec61β. La mutante no-polar virB10 es capaz de evitar la interacción con los compartimentos endosomales tardios/lisosomales en forma análoga a la cepa salvaje. Sin embargo es incapaz de completar el proceso de maduración de la vacuola que la contiene, caracterizado por la exclusión gradual de Resultados 56 calreticulina superpuesto virB10 no-polar virB10 polar S 2308 bacteria Fig. 14. Distribuci—n de calreticulina y bacterias a las 24 h p.i. CŽlulas HeLa fueron inoculadas con las cepas indicadas por 1 h y procesadas para inmunofluorescencia doble despues de 24 h de incubaci—n. Las punta de flecha indican bacterias que no colocalizan con el marcador reticular. Calreticulina no est‡ presente en las vacuolas que contienen a las mutantes virB10 polar y no-polar, mientras que la cepa parental ha establecido su nicho de replicaci—n y colocaliza con el marcador reticular (delimitados por linea punteada). La barra representa 10 m. virB10 polar virB10 no-polar Fig. 15. Las mutantes virB10 polar y no-polar complementadas recuperan la capacidad de formar el nicho replicativo. CŽlulas HeLa fueron infectadas por 1 h con las correspondientes mutantes complementadas. A las 24 h de incubaci—n las cŽlulas fueron procesadas para inmunofluorescencia. A la izquierda, B. abortus virB10 polar (pVK-virB). Derecha, B. abortus virB10 no-polar (pBBR-virB10). Ambas cepas establecieron su nicho de replicaci—n intracelular (lineas punteadas). La barra representa 10 m. Resultados 57 LAMP1 y la adquisición de marcadores reticulares y en consecuencia es incapaz de establecer el nicho replicativo. Esto indica que el sistema de secreción virB defectivo en virB10 retiene la capacidad de evitar la fusión de la vacuola con el lisosoma pero ha perdido la capacidad de establecer el nicho replicativo. La mutante no-polar virB10 es reciclada a la superficie celular Durante la realización de los estudios de tráfico intracelular se observó que a partir de las 12 h p.i. un número creciente de mutantes no-polares se localizaban en las proximidades de la superficie celular (ver figuras 12, 13 y 14), un fenómeno nunca observado en las primeras etapas de la infección. Para determinar si las bacterias se localizaban extracelularmente estrechamente asociadas a la membrana celular o se hallaban dentro de las células, se realizaron marcaciones diferenciales antes y luego de la permeabilización con saponina para discriminar bacterias intracelulares de extracelulares (ver Procedimientos Experimentales). El número de bacterias intracelulares y extracelulares por célula infectada fue estimado a las 24 h p.i. Como se muestra en la Figura 17, la cepa salvaje se encuentra predominantemente en el interior de la célula huésped y sólo se detecta un bajo número de bacterias extracelulares (44 bact. intra./cel. infect. versus 7 bact. extra./cel. infect.). En cambio, la mutante virB10 no-polar se encuentra casi exclusivamente en forma extracelular (20 bact. extra./cel.infect. versus 0.4 bact. intra./cel.infect). En el caso de la mutante polar los números de bacterias intracelulares y extracelulares fueron 1 y 0 respectivamente, debido a que a las 24 h p.i., la mayoría de las mutantes polares fueron degradadas después de la interacción con lisosomas. Fig. 17. Distribución de bacterias intra y extracelulares por célula infectada. Células HeLa fueron infectadas con la cepa virulenta parental S2308, la mutante polar virB10::Km o mutante no-polar virB10::Gm. A las 24 h p.i. los cultivos fueron lavados fijados y procesados para inmunofluorescencia doble indirecta como se describe en Proc. Exp. El número de bacterias extracelulares (barras blancas) e intracelulares (barras negras) por célula infectada, fue estimado por microscopía confocal con laser de barrido. Los datos representan las medias más el Desv. Std. de dos determinaciones hechas por duplicado Resultados 58 Una explicación trivial para este fenómeno es que un número reducido de bacterias pudo haber permanecido en el medio de cultivo y subsecuentemente proliferaron. Esta explicación se descartó debido a que todos los experimentos se realizaron en presencia de gentamicina y estreptomicina en cantidades equivalentes a 40 veces la concentración mínima inhibitoria. Un explicación alternativa es que las bacterias extracelulares pudieron ser liberadas al medio de cultivo por citólisis o apoptosis de las células infectadas. Para excluir esta posibilidad se examinó la capacidad de las células de excluir el colorante trypan blue a las 15, 24 y 48 h p.i.. En todas las muestras estudiadas, la morfología de las células fue normal y la capacidad de exclusión de trypan blue fue similar a la de la cepa parental (≈ 90% ) indicando que las bacterias no fueron liberadas por muerte celular. El proceso de reciclado al espacio extracelular fue evaluado infectando células HeLa con la mutante no-polar, la mutante complementada y la cepa parental. Se permitió el contacto entre célula y bacteria por una hora, al cabo de ese período se removieron las bacterias no adherentes y se agregó medio fresco conteniendo gentamicina y estreptomicina para eliminar toda bacteria no internalizada. Luego de tres horas, se reemplazó el medio conteniendo los antibióticos por medio fresco sin antibióticos para permitir la supervivencia extracelular y se estimó el número de viables a los tiempos indicados. En un experimento paralelo se evaluó la capacidad de replicación intracelular permitiendo que los antibióticos estuvieran presentes en el medio de cultivo durante todo el ensayo. Fig. 18. Cinética de exclusión de la célula huésped. Células HeLa fueron infectadas con la cepa parental virulenta S2308 (panel superior), mutante no-polar virB10::Gm (panel medio) o mutante no-polar virB10::Gm complementada (panel inferior) por el lapso de una hora. Al final del período el medio de cultivo fue removido, lavado y reeplazado por medio fresco con antibióticos. Al cabo de 4 h p.i., a la mitad de las muestras se les reemplazó el medio de cultivo por medio fresco sin antibióticos (fig. blancas), la otra mitad permaneció con antibióticos durante todo el experimento (fig. negras). A los tiempos indicados las células fueron lisadas y se determinó el número de bacterias viables. Los datos representan el promedio de dos determinaciones independientes realizadas por triplicado. En todos los casos los valores correspondientes al Desv. Std. no superaron el área ploteada Resultados 59 Como se puede observar en la Fig. 18, los resultados muestran que cuando los antibióticos estuvieron ausentes, las UFC de la mutante no-polar comienzan a aumentar a partir de las 8 h p.i. alcanzando 2×106 a las 42 h p.i., en contraste con el comportamiento de la mutante cuando los antibióticos están presentes en el medio de cultivo, indicando que la mutante nopolar es incapaz de proliferar intracelularmente. En cambio, el comportamiento de la cepa salvaje y de la mutante complementada fue el mismo bajo ambas condiciones de cultivo, indicando que ambas cepas replican intracelularmente. El fenómeno del reciclado a la superficie celular puede observarse en la Fig. 19. En la misma se muestra una marcación para inmunofluorescencia triple. Los límites de la membrana plasmática fueron marcados con anticuerpos anti-MHC-I; las bacterias intra y extracelulares fueron marcadas con anticuerpos anti-LPS. Puede apreciarse una mutante virB10 no-polar que se encuentra por fuera de la célula estrechamente asociada a la membrana plasmática, mientras que otra mutante, aún intracelular, comienza el proceso de fusión de su vacuola con la membrana plasmática en un evento similar a la exocitosis. Estos resultados estan en acuerdo con los ensayos de inmunofluorescencia y confirman que la mutante no-polar virB10 presenta un fenotipo “bizarro”, caracterizado por la progresiva exclusión de la célula huésped a partir de las 8 h p.i.. Superpuesto MHC-I en Membrana LPS Extracelular LPS Intra y Extracelular Resultados 60 Fig. 19. La mutante B. abortus virB10 no-polar es reciclada a la superficie celular. CŽlulas HeLa fueron infectadas con la mutante no-polar virB10 por 1 h y procesadas para triple inmunofluorescencia 15 h despues de la incubaci—n como se describe en Proc. Exp. Para diferenciar entre bacterias intra y extracelulares, las mismas se marcaron con anticuerpo de conejo anti-LPS previo a la permeabilizaci—n con saponina, luego de la permeabilizaci—n se utiliz— anticuerpo de vaca anti-LPS. Los limites de la membrana celular se marcaron con anticuerpo anti- MHC-I previo a la permeabilizaci—n. La flecha indica una bacteria internalizada en los momentos previos a la exclusi—n de la cŽlulas huesped. La punta de flecha indica una bacteria que ya ha sido excluida de la cŽlula. La barra representa 10 m. Resultados 61 Parte II Diseño y construcción de vectores de expresión para Brucella abortus Con el objeto de explorar el posible uso de la cepa vacunal B. abortus S-19 como “carrier” vivo de antígenos heterólogos para su posible aplicación en el etiquetado antigénico de la cepa vacunal o para la generación de vacunas vivas polivalentes, se procedió a desarrollar un vector de expresión para Brucella. El plásmido escogido para la construccion del cassette de expresión fue el vector de amplio rango de huésped pBBR1mcs. Este vector es replicativo en el contexto de Brucella, mantiene un número de copias intermedio (entre 20-50 copias/célula) y se mantiene en forma estable aún sin presión de selección (Kovach et al., 1995; Elzer et al., 1995). Para permitir la producción del antígeno recombinante en cantidades compatibles con el desarrollo de una respuesta inmune, se escogió la secuencia promotora del gen bcsp31 de Brucella. La proteína BCSP31 es expresada constitutivamente por Brucella tanto bajo condiciones de cultivo en el laboratorio como durante el proceso de infección. Además los anticuerpos anti-BCSP31 son detectados tanto en sueros de animales vacunados con S-19 como en animales infectados por cepas salvajes, lo que indica que el promotor es activo durante el proceso de infección (Bricker et al., 1988; Halling et al., 1991). El hecho de que este promotor sea funcional en E. coli facilita la construcción del vector de expresión (Mayfield et al., 1988). Fig. 21. Representación esquemática del vector de expresión para Brucella. En A. se esquematiza la región promotora y el péptido señal junto a la secuencia “linker” para el clonado en fase del gen reportero. En B. se esquematiza el vector conteniendo el gen reportero SAPA. En el mismo se muestra la secuencia aminoacídica de una de las 14 repeticiones en tandem. Resultados 62 En segundo lugar se eligió la secuencia codificante correspondiente al péptido señal de la proteína BCSP31. Su utilidad sería la de direccionar la expresión del antígeno recombinante hacia el periplasma de la bacteria. Esto podría ser conveniente para evitar posibles efectos tóxicos o la formación de cuerpos de inclusión que suelen generarse cuando una proteína recombinante es expresada constitutivamente o en altas cantidades por un promotor fuerte. Río abajo del codón que codifica para la Pro-31 se agregó una secuencia “linker” que contiene sitios para las enzimas de restricción KpnI, SacI y EcoRI. Estos sitios permiten la fusíon en fase del gen que se desea expresar. El vector resultante fue denominado pBEV (Fig. 21). Expresión de un gen reportero en pBEV Se escogió como gen reportero del vector de expresión para Brucella, la secuencia que codifica para un antígeno repetitivo de Trypanosoma cruzi denominado SAPA (Pollevick et al., 1991). El fragmento escogido consta de una región 5’ y 3’ no-repetitiva más una región central compuesta por 14 unidades repetidas en tandem, cada una de 36 pb de longitud. El gen reportero fue insertado en el sitio EcoRI del pBEV quedando en fase con el codón de iniciación y el péptido señal como lo confirmó el análisis de secuencia. La expresión del antígeno repetitivo en B. abortus S-19 conteniendo pBEV-SAPA fue analizada por medio de Western blot. Como se observa en la Fig. 22, dos bandas reactivas con un tamaño molecular aparente de 45 y 55 kDa fueron detectadas en el extracto total de las bacterias tranformadas con pBEV-SAPA. Se observan además bandas de menor tamaño que probablemente sean productos de degradación de la unidades repetitivas, a juzgar por el patrón regular que presentan. El producto recombinante también es expresado en E.coli S17.1 λpir utilizada como cepa donora durante la conjugación de pBEV-SAPA a Brucella, confirmando que el promotor escogido también es funcional en E. coli como fue reportado previamente. El antígeno recombinante es traslocado eficientemente al periplasma de Brucella y es prácticamente indetectable en la fracción citoplásmica. Como control, el suero no reacciona con el extracto total de B. abortus S-19 transformada con el vector pBEV que carece del inserto de DNA que codifica la proteína reportera. No se observó ninguna diferencia en las características de crecimiento en cultivo entre la cepa recombinante y la cepa parental control. Resultados 63 Fig. 22. Expresión del antígeno recombinante en el periplasma de B. abortus S-19.Western-blot de extractos proteicos de B. abortus o E. coli revelados contra suero de conejo anti-SAPA. Las cuatro calles de la izquierda corresponden a extractos proteicos de B. abortus S-19 tal como se indica en la figura. La calle de la derecha corresponde a extracto proteico total de E. coli transformada con pBEVSAPA. Se indican las posiciones de los marcadores de peso molecular. El antígeno recombinante es inmunogénico en ratones El paso siguiente fue evaluar si el antígeno recombinante era capaz de generar una respuesta inmune durante la vacunación con B. abortus S-19 pBEV-SAPA en ratones BALB/c. A distintos tiempos post-vacunación, la presencia de anticuerpos específicos anti-SAPA fue analizada en el suero de los ratones inoculados. El análisis de western blot (Fig. 23) mostró que los sueros de los ratones vacunados con la cepa vacunal recombinante son reactivos contra el antígeno repetitivo purificado como proteína de fusión a GST a partir de los 18 días postvacunación y se incrementa hasta los 30 días p.v. a juzgar por la intensidad de las bandas reactivas. No se detectaron anticuerpos específicos contra el antígeno recombinante en el suero de los ratones vacunados con la cepa parental control en ninguno de los intervalos de tiempo testeados. Fig. 23.El antígeno recombinate es inmunogénico en ratones. Western blot de GST-SAPA purificada y revelada con una mezcla de sueros de ratónes inoculados con, (A) B. abortus S-19 pBEV (control) a los 10 y 30 días p.i. y (B) sueros de ratones inoculados con B. abortus S-19 pBEV-SAPA a los 10, 18, 23 y 30 días p.i. Resultados 64 Los títulos de anticuerpos contra el antígeno recombinante y contra el antígeno inmunodominante de Brucella, el LPS, se determinaron por medio de un ensayo de ELISA cinético a distintos tiempos p.v. Los títulos de anticuerpos anti-LPS alcanzaron valores cinéticos equivalentes durante el tiempo de muestreo, tanto en los ratones que recibieron la cepa vacunal recombinante como en los que recibieron la cepa parental control (Fig. 24). Los anticuerpos específicos contra el antígeno recombinante SAPA fueron detectables tan pronto como a los 10 días p.v. y a partir de ese momento se incrementaron hasta el fin del período de muestreo (Fig. 24). Por lo tanto, la expresión del antígeno recombinante repetitivo en el periplasma de B. abortus S-19 es compatible con la generación de una respuesta inmune humoral específica contra el antígeno y no altera la respuesta serológica contra el antígeno inmunodominante de la bacteria. Fig. 24. Títulos de anticuerpos anti-SAPA y anti-LPS en ratones inoculados con B. abortus S-19 pBEVSAPA. Enzimoinmunoensayo cinético de sueros agrupados de ratones inoculados con B. abortus S-19 (pBEVSAPA) o B. abortus S-19 pBEV (control) recogidos a los 10, 18, 23 y 30 días p.i. En todos los casos los sueros fueron testeados contra LPS de B. abortus y GST-SAPA. Los valores del eje y representan los valores medios de las pendientes (×103) para cada suero. Las barras de error indican el Desv. Std. Subtipos de inmunoglobulinas específicas contra el antígeno recombinante Los subisotipos de las inmunoglobulinas específicas inducidas contra el antígeno recombinante fueron analizados por ELISA. Estos ensayos mostraron que el subisotipo predominante de las inmunoglobulinas específicas contra el antígeno recombinante fue IgG2a con bajo titulo de IgG1 (Fig. 25). Este resultado es consistente con el tipo de respuesta Th1 generada por la vacunación con B. abortus S-19. Resultados 65 Fig. 25. Subclases de IgG inducidas contra el antígeno recombinante. Enzimoinmunoensayo de sueros agrupados de ratones inoculados con B. abortus S-19 pBEVSAPA contra GST-SAPA. Como anticuerpos secundarios se utilizaron anti-IgG1 y anti-IgG2a de ratón acoplados a HRP. Para determinar el título se utilizó la inversa de la dilución mayor cuyo valor de ABS 405nm fuera superior a la media + 3Desv. Std de 5 sueros normales. Para determinar si la respuesta humoral generada contra SAPA depende de la capacidad del “carrier” bacteriano para establecer un proceso de infección limitada o de la cantidad de antígeno recombinante presente en el inóculo, se inocularon ratones con el mismo número de B. abortus S-19 pBEV-SAPA vivas o inactivadas por calor. A los 30 días p.i. la presencia de anticuerpos anti-SAPA en el suero de los animales inoculados fue analizada por ELISA. En la Fig. 26 se observa que la cantidad de antígeno recombinante presente en el inóculo inactivado por calor no es suficiente para generar anticuerpos específicos anti-SAPA, por lo tanto la capacidad de generar una respuesta inmune humoral contra el antígeno heterólogo depende de la capacidad de Brucella de establecer una infección limitada en el huésped. Fig. 26. La inmunogenicidad del antígeno recombinante depende de la viabilidad de Brucella. Enzimoinmunoensayo cinético de sueros agrupados de ratones a los 30 días de la inoculación con B. abortus S-19 pBEVSAPA contra GST-SAPA. Cada valor de pendientes (×!03) corresponde a un pool de 5 sueros. Resultados 66 Expresión de otros antígenos heterólogos en pBEV Con el objeto de analizar la capacidad del vector desarrollado para la expresión de otros antígenos heterólogos de utilidad en medicina veterinaria, se procedió a clonar en el mismo el gen vp1 que codifica para la proteína de cápside VP1 del virus de la fiebre aftosa (FMDV) O1Caseros y el gen etx*, modificado por ingeniería genética, que codifica el toxoide epsilon de Clostridium perfringens D. El gen etx*, porta un cambio aminoacídico generado por mutagénesis dirigida, que resulta en el cambio de la His136 por Pro136. Este cambio aminoacídico en la secuencia del toxoide anula por completo su toxigenicidad sin alterar la inmunogenicidad y en consecuencia, el antígeno modificado es adecuado para la inmunización y protección contra la enterotoxemia generada por C. perfringens D (J. Ugalde y D. Comerci, resultados no publicados). La expresión del toxoide recombinante fue analizada por medio de western blot. Como se muestra en la Figura 27, una banda reactiva de aprox. 32 kD, correspondiente al toxoide recombinante, junto a una banda de menor tamaño correspondiente al procesado del péptido señal aportado por el pBEV, más una banda de aprox. 26 kD presumiblemente producto del clivaje proteolítico del toxoide, están presentes en los extractos totales de B. abortus S-19 transformadas con el pBEV-etx* (Fig. 27 calle 3). Estos productos no se observan en la calle 1 correspondiente al extracto total de B. abortus S-19 pBEV. Como control positivo de la reacción de western blot, la calle 2 muestra el perfil de expresión de etx* en E. coli como proteína de fusión a un tag de histidinas en el vector pTrcHis. La banda de ≈35 kD corresponde a la proteína fusionada y la banda menor a productos del procesado proteolítico. Las bandas superiores corresponden a probables agregados proteicos. Fig 27. Expresión de etx* en pBEV. Western-blot de extractos totales proteicos de B. abortus S-19 pBEV-etx* revelados contra suero de conejo anti-etx. Calle 1. B. abortus S-19 pBEV (control). Calle 2. E. coli pTrcHis-etx* Calle 3. B. abortus S-19 pBEV-etx* Se indican las posiciones de los marcadores de peso molecular. Resultados 67 Para determinar si el toxoide recombinante se acumula como cuerpo de inclusión en Brucella o permanece en la fase soluble, se separaron luego de la ruptura por sonicación, las fracciones solubles e insolubles de un cultivo de B. abortus S-19 pBEV-etx* y se realizó el western blot. En la Figura 28 se observa que el toxoide recombinante está presente tanto en el pellet como en la fase soluble. En forma análoga a lo observado con el sistema de expresión del antígeno repetitivo SAPA, la expresión del toxoide epsilon no alteró las características de cultivo la cepa B. abortus S-19. Fig. 28. Distribución de etx* en fase soluble y cuerpos de inclusión. Western-blot de fracción total, fracción soluble e insoluble de B. abortus S-19 pBEV-etx* reveladas contra suero de conejo anti-etx*. De izq. a der.: fracción total, pellet y sobrenadante de B. abortus S-19 pBEV-etx*, fracción total de B. abortus S-19 pBEV (control negativo). Se indican las posiciones correspondientes a los marcadores de peso molecular. A pesar de haberse intentado numerosas veces, variando relaciones molares entre inserto y vector o probando distintas estrategias de fusión, el clonado del gen codificante de la VP1 del FMDV en el vector de expresión de Brucella pBEV resultó infructuoso. La ausencia de clones que expresaran la VP1 recombinante luego de la transformación de las mezclas de ligación en E. coli, junto a la detección de clones que portaban el gen insertado en el pBEV, pero que presentaban rearreglos y deleciones de las secuencias nucleotídicas de vp1, nos indicaban que la expresión constitutiva de este antígeno particular generaba efectos letales o deletereos para la bacteria. Expresión de VP1 en pBEVσ32 Resultados 68 Para superar el inconveniente surgido durante los intentos de expresión de VP1 en pBEV, se decidió desarrollar un segundo tipo de vector de expresión cuyo promotor fuera inducible y menos potente. El promotor escogido fue el correspondiente al gen dnaK de B. abortus. Las características principales de este promotor es que es inducible bajo condiciones de heat-shock durante el cultivo vegetativo de Brucella bajo condiciones de laboratorio, pero también se induce luego de que la bacteria es internalizada por células fagocíticas profesionales, según lo indicaban los trabajos previos (Cellier et al., 1992). El hecho de que los anticuerpos anti-DnaK sean detectables en los sueros de animales inoculados experimentalmente con Brucella, indican que el promotor también es activo durante el proceso de infección. En consecuencia se construyó el vector de expresión inducible pBEVσ32 tomando como base el pBEV, según se muestra en el esquema de la Figura 29. Fig.29. Representación esquemática de la región de clonado del vector pBEVσ σ32. El vector pBEVσ32 porta la secuencia correspondiente al promotor dnaK más secuencias de unión a ribosomas, codón de iniciación y secuencias “linker” del pBEV. La funcionalidad del pBEVσ32 fue analizada usando el gen reportero SAPA. Como se muestra en la figura 30 panel A, la expresión del antígeno repetitivo puede observarse en las calles 2 y 3 correspondientes al extracto total de B. abortus S-19 pBEVσ32 -SAPA cultivadas a 30°C y al extracto inducido a 42°C durante 120 min respectivamente, pero no se observa en la calle 1 correspondiente al extracto total de B. abortus S-19 pBEVσ32 (ctrl. negativo). Como control positivo se utilizó un extracto total de B. abortus S-19 pBEV-SAPA. Puede apreciarse que tanto a 30°C como a 42°C hay un nivel similar de expresión del antígeno recombinante. La intensidad de las bandas correspondientes al antígeno recombinante expresado bajo el promotor dnaK son considerablemente menores que las obtenidas para el mismo antígeno bajo el promotor constitutivo del pBEV. Si se tiene en cuenta que las cantidades de bacterias sembradas Resultados 69 en las distintas calles son equivalentes, se puede concluir que el promotor dnaK es menos potente. En la Figura 30 panel B, se observa que al incubar las bacterias a 37°C y 42°C durante 30 min., se incrementa progresivamente la cantidad del producto recombinante. Luego de 120 min. de tratamiento a las temperaturas de inducción, los niveles de expresión del antígeno recombinante vuelven a los niveles basales observados al comienzo del ensayo. Por lo tanto el nivel máximo de inducción de pBEVσ32 se logra a los 30 min del incremento de la temperatura de cultivo de 30°C a 42°C. Como se muestra en la Fig. 30 panel C, gran parte del antígeno recombinante SAPA expresado en pBEVσ32 permanece en fase soluble en forma similar a lo observado cuando se lo expresa en pBEV. Sólo la banda de 55 kD, correspondiente a probables agregados proteicos, fracciona en cuerpos de inclusión insolubles. A B C Fig. 30. Expresión de SAPA en el vector inducible pBEVσ σ32. Western-blot de extractos proteicos de B. abortus pBEVσ32-SAPA revelados contra suero de conejo anti-SAPA. Panel A, calle 1: extracto total de B. abortus pBEVσ32, calle 2: extracto total de B. abortus pBEVσ32-SAPA a 30°C, calle 3: extracto total de B. abortus pBEVσ32-SAPA a 42°C por 120 min., calle 3: extracto total de B. abortus pBEV-SAPA. Panel B, perfil de expresión de SAPA a distintos tiempos y temperaturas de inducción. Panel C, distribución de SAPA en fracción soluble o cuerpos de inclusión. Se indica la posición de los marcadores de peso molecular. Se procedió entonces a analizar la expresión de VP1 en pBEVσ32. El vector pBEVσ32VP1 fue introducido en B.abortus S-19 por conjugación, los clones exconjugantes fueron seleccionados en placas TSB suplementadas con carbenicilina 50 μg/ml y ácido nalidíxico 5 μg/ml, repicados y sometidos a la temperatura permisiva para la inducción. La Figura 31 panel A muestra que la expresión del antígeno viral en Brucella se induce al desplazar la temperatura de cultivo de 30°C a 42°C, mientras que no se detecta expresión del producto recombinante en la calle correspondiente a las bacterias transformadas con pBEVσ32 (control negativo). El antígeno viral recombinante, luego de 2 h de inducción, se agrega en cuerpos de inclusión que se particionan en el pellet luego del fraccionamiento celular (Fig. 31, panel B). Resultados 70 De los resultados anteriores se concluye que el uso de un promotor más débil e inducible en el vector de expresión fue suficiente para permitir la expresión del antígeno viral VP1 en forma de cuerpos de inclusión. Sin embargo, a pesar de intentarlo varias veces por técnicas diferentes, fue imposible detectar la presencia de anticuerpos anti-VP1 luego de la inmunización de ratones con la cepa recombinante B. abortus S-19 pBEVσ32-VP1. A B Fig 31. Expresión de VP1 en el vector inducible pBEVσ σ32. Western-blot de extractos proteicos de B. abortus S19 pBEVσ32-VP1 revelados contra suero de conejo anti-VP1 01-Caseros. Panel A, perfil de expresión de VP1 a distintos tiempos de inducción a 42°C. De izq. a der.: B. abortus S-19 pBEVσ32, B. abortus S-19 pBEVσ32-VP1 a 30°C (tiempo 0), B. abortus S-19 pBEVσ32-VP1 a 42°C por 30 y 120 min., GST-VP1 (ctrl. positivo). Panel B, distribución de VP1 en fase soluble y cuerpos de inclusión. Extractos proteicos de B. abortus S-19 pBEVσ32-VP1 inducidas a 42°C por 120 min. De izq. a der.: extracto soluble, cuerpos de inclusión, extractos totales inducidos, extractos totales sin inducir, extracto total inducido de B. abortus S-19 pBEVσ32 (ctrl. negativo). Resultados 71 Atenuación y eficacia protectiva de la cepa S-19 recombinante Los parámetros básicos de la infección por B. abortus S-19 fueron analizados para determinar si la expresión del antígeno recombinante repetitivo afecta la atenuación de la cepa S-19. Ratones BALB/c fueron inoculados por vía intraperitoneal con 107 UFC de B. abortus S19 pBEV-SAPA o B. abortus S-19. A distintos tiempos p.v. los bazos fueron removidos, pesados y se estimó el número de UFC recuperadas. Tiempo postinfección B. abortus S-19 B. abortus S-19 pBEV-SAPA Días log10 UFC/bazo (media±DS) log10 UFC/bazo (media±DS) 0 7±0.3 7±0.3 10 7.7±0.5 7.5±0.4 20 5.96±0.72 5.38±0.34 30 3.43±0.27 Cada punto de muestreo corresponde a 5 animales. 2.24±0.38 Como se observa en la tabla superior, ambos grupos de animales lograron controlar la infección en forma similar. El número de UFC recuperadas fue levemente superior en los animales que recibieron la cepa parental en cada intervalo analizado, lo que indica que la cepa recombinante es eliminada más rápidamente, tal vez por el estrés que genera en la bacteria la expresión del antígeno heterólogo. La esplenomegalia, una consecuencia característica de la infección por Brucella, fue similar en ambos grupos de animales. Por lo tanto se estimó la capacidad protectiva de la cepa vacunal recombinante. Los animales se dividieron en tres grupos de 5 cada uno. Los dos primeros grupos recibieron 1×107 UFC intraperitoneales de B. abortus S-19 y B. abortus S-19 pBEV-SAPA respectivamente. El tercer grupo recibió solamente solución salina fisiológica. Ocho semanas posteriores a la vacunación, los tres grupos de animales fueron desafiados con 5×104 UFC i.p. de la cepa virulenta B. abortus S2308. A las dos semanas p.d. los bazos fueron removidos y se determinó el número de UFC de la cepa patógena. Como se observa en la tabla siguiente, los animales vacunados con la cepa S-19 o con la cepa S-19 portando el vector recombinante no presentan diferencias significativas respecto del nivel de protección conferido contra el desafío con la cepa patógena, mientras que el grupo control sin vacunar presenta un proceso de infección activa. Por Resultados 72 lo tanto, la expresión de un antígeno recombinante en la cepa vacunal B. abortus S-19 no altera sus propiedades protectivas en el modelo murino. Vacuna Log10 UFC de B. abortus 2308 en bazo (media ± DS) log10 unidades de protección Salina 6.2±0.53 0 S-19 2.95±0.48 3.25 S-19 pBEV-SAPA 3.03±0.56 3.17 Los tres lotes (n=5) fueron desafiados con 5×104 UFC de B. abortus S2308 a las 8 semanas de la vacunación. Las unidades de protección se calculan como la diferencia entre logUFC del grupo vacunado respecto del grupo control sin vacunar. Inoculación experimental en bovinos La capacidad de la cepa vacunal recombinante de generar anticuerpos específicos contra la etiqueta molecular fue evaluada en bovinos. Un lote de 5 terneras Angus de seis meses de edad fueron inoculadas por vía subcutanea con 5×109 u.f.c. de B. abortus S-19 pBEV-SAPA. Como control se utilizó un lote de 5 terneras Angus de la misma edad que recibieron 5×109 UFC de B. abortus S-19 por la misma vía. Los sueros correspondientes a distintos tiempos p.v. se analizaron por ELISA para determinar la concentración de anticuerpos específicos contra el LPS bacteriano y el antígeno recombinante repetitivo. Fig.32. Presencia de anticuerpos anti-SAPA y anti-LPS en terneras inoculadas. Enzimoinmunoensayo de sueros bovinos a los 60 días de la inoculación con B. abortus S-19 o B. abortus S19 pBEV-SAPA contra LPS brucélico o GSTSAPA. Resultados 73 Los resultados que se muestran en la Fig. 32 indican que los animales inoculados con B. abortus S-19 pBEV-SAPA presentan una alta concentración de anticuerpos específicos contra el antígeno heterólogo. En cambio, el lote inoculado con B. abortus S-19 presenta un muy bajo nivel de anticuerpos anti-SAPA. Si bien el número de animales es bajo como para definir un valor de corte significativo, todos los sueros del lote control muestran valores de Abs 405 nm menores a 0.3 por lo que puede asumirse este valor como corte. La generación de anticuerpos anti-SAPA no altera la respuesta contra el antígeno inmunodominante de Brucella , el LPS, a juzgar por los valores similares de anticuerpos anti-LPS en los dos lotes. Este comportamiento es similar al observado en las inoculaciones experimentales en el modelo murino e indica que el antígeno heterólogo se expresa en el contexto de B. abortus en cantidad y forma suficiente como para generar respuesta humoral específica. Discusión 74 PARTE I El sistema virB de Brucella abortus Las bacterias del género Brucella son parásitos intracelulares facultativos que han desarrollado la capacidad de evadir los mecanismos de defensa de la célula huésped remodelando las vacuolas endocíticas en organelas especializadas que son permisivas para su crecimiento. Un gran número de patógenos bacterianos que replican dentro de células eucarióticas comparten esta estrategia aunque, en la mayoría de los casos, los factores codificados por los patógenos que conducen la biogénesis de este tipo de organelas son desconocidos (Sinai y Joiner, 1997; Meresse et al., 1999). En este trabajo se describen algunos de los determinantes genéticos requeridos para la biogénesis de una organela que permite la replicación intracelular del patógeno B. abortus. A pesar de los esfuerzos llevados a cabo en la última década, muy poco es lo que se conoce sobre los mecanismos genéticos y moleculares que subyacen al proceso infectivo. La hipótesis de que Brucella encuentra un ambiente hostil dentro de la célula huésped ha permitido identificar varias proteínas de respuesta al estrés aunque el rol que juegan en la virulencia es sólo marginal o accesorio. Por cierto resulta llamativo que varios estudios tendientes a individualizar genes de virulencia por medio de técnicas de avanzada como STM (SignatureTagged Mutagenesis) o Inducción Diferencial de Fluorescencia (IDF) hayan identificado tan pocos genes de respuesta a estrés (Boschiroli et al, 2001). Haciendo un análisis crítico de lo anterior, resulta evidente que la hipótesis conductora no fue la apropiada. Una hipótesis más ajustada a los datos aportados por este y otros trabajos es que la bacteria modula la respuesta de la célula infectada para evitar la exposición a tales condiciones de estrés. El trabajo pionero que demostró que un gen necesario para la virulencia de Agrobacterium tumefaciens y para el establecimiento del proceso simbiótico entre Rhizobium meliloti y leguminosas está presente también en Brucella, en la cual cumple un rol accesorio en la virulencia (Iñon de Iannino et al., 1998), abrió un nuevo panorama en la investigación sobre los mecanismos moleculares de la patogénesis de la brucelosis. La aplicación posterior de las técnicas de mutagénesis por transposición permitieron identificar un sistema de dos componentes, BvrRS, que participa en el proceso de internalización en células HeLa y en la modulación del camino endocítico (Sola-Landa et al.,1998). Este sistema es similar a los sistemas chvG-chvI de A. tumefaciens y exoS-chvI de R. meliloti en los que regulan el proceso Discusión 75 infectivo o la invasión del nódulo, respectivamente (Charles y Nester, 1993; Cheng y Walker, 1998). A partir de estos trabajos, fue evidente que Brucella comparte más estructuras y mecanismos moleculares con patógenos vegetales y endosimbiontes del grupo α-2 que lo que se había pensado anteriormente y el sistema virB, cgs y bvrRS son claros ejemplos de esto. Esta idea fue reforzada con la aplicación de programas sistemáticos de búsqueda de genes por secuenciación al azar de genotecas, que permitió encarar la búsqueda “racional” de probables genes involucrados en el proceso infectivo. El estudio de Sanchez y col. permitió identificar en B. abortus la presencia de 1.199 nuevos genes entre los cuales sorprende la cantidad de secuencias con alta identidad a genes que participan en la síntesis de factores nod y fijación simbiótica de nitrógeno por R. meliloti como fixO, fixN, fixR, nodN, nodG y bacA o genes similares a los involucrados en el establecimiento del proceso patogénico de A. tumefaciens, como los genes virB9 y virB10 o en el catabolismo de manopinas como mocB (Ugalde, 1999). Por cierto a partir de este descubrimiento comenzó este trabajo de tesis. El objetivo original fue identificar si B. abortus poseía un sistema de secreción tipo-IV equivalente al de A. tumefaciens y analizar el probable rol que cumpliría en la virulencia. El análisis de secuencias obtenidas al azar condujo a la identificación el locus virB de B. abortus. La organización genética y la identidad de secuencia permiten agruparlo a la familia de transportadores tipo-IV presentes en varios géneros de bacterias tanto patógenas como de vida libre (Christie y Vogel, 2000). Dentro de esta familia se puede establecer una clara división funcional entre los transportadores. Siguiendo la clasificación propuesta por Christie y Vogel, los sistemas tipo IV se dividen en el subgrupo A, conformado por los sistemas dedicados a la translocación de ADN o complejos nucleoproteínas como los sistemas de transferencia conjugativa de plásmidos de los grupos IncN, IncW, IncP, IncRh1 e IncF, a los que pueden sumarse el sistema virB de A. tumefaciens y el sistema lvh de L. pneumophila; y aquellos involucrados en la secreción de proteínas que conforman el subgrupo B, representados por el sistema Ptl de B. pertussis y el sistema Cag de H. pylori, junto con el sistema dot/icm de L. pneumophila, el locus virB de R. prowazekii y el locus homólogo a virB de Bartonella henselae. Estos dos últimos ejemplos se los considera como dedicados a la exportación de proteínas aunque aún no se han demostrado las funciones que cumplen ni los productos secretados. El operón virB de B. abortus probablemente pertenezca al subgrupo B dado que es muy improbable que esté involucrado en la transferencia de ADN por las siguientes razones: Discusión 76 1) a pesar de la intensa búsqueda llevada a cabo en varios laboratorios, no se ha detectado jamas la presencia de plásmidos naturales en el género Brucella. 2) no se ha podido demostrar el intercambio genético natural entre miembros del género. 3) ensayos preliminares llevados a cabo en nuestro laboratorio demostraron que el operon virB es incompetente para la transferencia conjugativa del plásmido del grupo IncQ, RSF1010, a diferencia de los operones homólogos virB de A.tumefaciens y dot/icm y lvh de L. pneumophila que si son competentes para su transferencia (R. Sieira, resultados no publicados). 4) los estudios del tráfico intracelular de las mutantes virB llevados a cabo en este trabajo que demuestran que la capacidad de la bacteria para modular la vía endocítica se encuentra afectada. Todas estas observaciones están más acordes con un modelo en el que el aparato virB actúa directa o indirectamente alterando las propiedades fusogénicas de la vacuola que transfiriendo ADN a la célula huésped. La incapacidad que muestran distintas mutantes virB para replicar y sobrevivir en células en cultivo, ya sean fagocitos profesionales o no, sumadas a la imposibilidad de establecer un proceso infectivo, como muestran los ensayos de inoculación en ratones, indican que el sistema virB constituye uno de los principales determinantes de la virulencia de Brucella. Como ya ha sido reportado en varios estudios precedentes, la capacidad de replicación intracelular correlaciona con la virulencia. Los estudios realizados con las mutantes virB confirman que el proceso clave para el posterior desarrollo y manifestación de la brucelosis es la colonización de la célula huésped y esto sólo se logra si la integridad del operón virB no está afectada. Distintos estudios llevados a cabo por otros laboratorios en forma simultánea con el presente trabajo confirman nuestros hallazgos. Un análisis de mutantes por transposición de B. suis incapaces de replicar en células HeLa permitió a los investigadores del grupo de Nimes, Francia, identificar el locus virB (O’Callaghan et al., 1999). Este grupo analizó además la capacidad de replicación intracelular en macrófagos humanos de cuatro mutantes independientes en los genes virB2, virB5, virB9 y virB10, llegando a la conclusión que todos son esenciales para la virulencia. Sin embargo una mutante en el orf12 es capaz de replicar en los macrófagos en forma similar a la cepa parental virulenta, lo que sugiere que esta proteína no es necesaria para la multiplicación en macrófagos. En forma similar, nuestros estudios de infección en HeLa de la mutante polar en el orf13, muestran que este orf y el orf 12 Discusión 77 son dispensables para el proceso de replicación intracelular. Ambos resultados sugieren que los productos codificados por el ORF13 y el ORF12 no participan en la formación del complejo virB. El producto codificado por el ORF13 es una proteína hipotética de 83 aminoácidos que no tiene similitudes con ninguna secuencia depositada en los bancos de datos ni está presente en ninguno de los sistemas tipo-IV descriptos. El producto del ORF12 presenta una secuencia consenso de lipoproteínas (LAAC, residuos 13-16) y un probable sitio de clivaje de péptido señal que generaría una proteína de 17.5 kDa con homología a Upf30.5, una proteína también hipotética, que probablemente este involucrada en la formación del puente de conjugación del plásmido R751 de Enterobacter aerogenes (Thornsted et al., 1998) y a la adhesina F de los patógenos vegetales Pseudomonas fluorescens y P. syringae implicada en la unión a los pelos radiculares de la planta (De Mot et al., 1994). En base a estas similitudes, O’Callaghan especula que este producto probablemente participa en la interacción de Brucella con células no-fagocíticas actuando como una adhesina. Sin embargo nuestros estudios de infección en HeLa con la mutante polar en ORF13 no muestran una reducción en la internalización de la mutante respecto de la cepa parental virulenta y por lo tanto, el rol exacto que cumplen el ORF13 y 12 debe ser estudiado con mayor profundidad. Dos trabajos de publicación reciente, en los que se describe el uso de la técnica STM para el aislamiento de factores de virulencia en B. suis y B. abortus, identificaron inserciones en los genes virB2, virB4, virB6 y virB8 que afectan la capacidad replicación en macrófagos humanos (Foulongne et al., 2000), mientras que el análisis de las mutantes incapaces de iniciar el proceso de infección crónica en ratones permitió aislar a los genes virB1 y virB10 (Hong et al., 2000). Estos resultados confirman nuestras observaciones sobre el comportamiento avirulento de las mutantes virB10 en ratones BALB/c y remarcan la importancia del sistema tipo-IV como factor necesario para el establecimiento de la infección. Los estudios de fusión a lacZ permitieron determinar que el locus virB es un operón que se activa al comienzo de la fase estacionaria del crecimiento vegetativo. Si bien en este trabajo no se ha explorado el patrón de expresión del operón virB durante los estadios intracelulares de Brucella, es dable postular que el mismo es activo en la fase lag intracelular, esto es, durante las primeras 12 h p.i. en las cuales Brucella permanece intracelular pero no replica, ya que en este lapso se está produciendo la maduración de la vacuola en un nicho replicativo y este proceso se logra con éxito sólo si el operón virB es activo. Una vez formada la vacuola replicativa , comienza la fase de replicación intracelular exponencial y la actividad del operón virB sería innecesaria. Estudios de inducción intracelular del operón virB en la línea J774.A1 Discusión 78 llevados a cabo en nuestro laboratorio, sugieren que el mismo sufre una importante inducción en las primeras 12 h p.i., previo al estadio de replicación intracelular (Sieira, resultados no publicados). Recientemente O’Callaghan y colaboradores observaron, por medio de inducción diferencial de fluorescencia, que el promotor virB se induce específicamente dentro del macrófago y que la acidificación de la vacuola es una de las señales percibidas por la bacteria para activar el sistema. (D. O’Callaghan, comunicación personal). El requerimiento de un operón virB activo para la supervivencia intracelular de Brucella puede tener dos explicaciones posibles: 1) el operón virB es esencial para la formación de un nicho de replicación intracelular competente, o 2) el operón virB es necesario para la replicación una vez que el nicho de replicación intracelular se ha establecido. Los análisis a nivel subcelular del tráfico seguido por las mutantes polares y no-polares en virB10 permitieron discriminar entre estas dos alternativas. El sistema tipo-IV codificado por el operón virB es esencial para la biogénesis del nicho replicativo. Los estudios de colocalización con marcadores endocíticos tempranos durante los primeros minutos de la internalización de la bacteria junto al comportamiento observado en los estudios de infección en células en cultivo sugieren que el complejo virB no está involucrado ni en el proceso de invasión ni en los primeros pasos de la internalización en fagocitos noprofesionales. Las vacuolas que contienen tanto a la cepa salvaje como a las mutantes virB10 interactúan en forma rápida y transitoria con endosomas tempranos caracterizados por la presencia del marcador EEA1. La fusión de la vacuola que contiene a Brucella con endosomas tempranos ha sido descripta también en macrófagos murinos (Pizarro-Cerdá et al., 1998b) y más recientemente en macrófagos humanos (Rittig et al., 2001). La interacción de parásitos intracelulares con compartimentos endosomales tempranos no es un fenómeno extraño, ha sido demostrada en la infección de macrófagos derivados de monocitos humanos por Mycobacterium avium y M. tuberculosis (de Chastelier et al., 1995; Clemens y Horwitz, 1996) y datos recientes mostraron que Salmonella typhimurium adquiere EEA1 antes de localizarse en vesículas conteniendo glicoproteínas lisosomales como LAMP-1 (Meresse et al., 1999; SteeleMortimer et al., 1999). El defecto en la biogénesis de la vacuola permisiva para la replicación intracelular de Brucella es ilustrado por el trafico alterado que muestran las mutantes virB10. A diferencia del proceso de maduración que sufre la vacuola que contiene a la cepa virulenta B. abortus 2308, la vacuola que contiene a la mutante polar virB10 muestra una rápida cinética de adquisición de los marcadores lisosomales LAMP-1 y catepsina-D, alcanzando un estado estable de Discusión 79 acumulación de ambos alrededor de las 4 h p.i. (94% de vacuolas positivas para los dos marcadores) sin adquirir marcadores reticulares. Este resultado indica que la vacuola que contiene a la mutante polar virB10 interacciona con lisosomas en donde la bacteria sufre un proceso degradativo, lo que explica el fenotipo avirulento que muestra la mutante en los ensayos de infección en células en cultivo y en ratones. El resultado sugiere además que una mutación que interrumpe a VirB10 y afecta la transcripción de los genes río abajo afecta el proceso por el cual Brucella escapa de la vía endocítica. Este proceso de escape está caracterizado por la progresiva exclusión de LAMP-1 de la membrana vacuolar y la adquisición del marcador de retículo endoplásmico Sec61β, dos fenómenos no observados en la vacuola que contiene a la mutante polar. Homólogos a VirB10 y VirB11 están presentes en todos los sistemas tipo-IV descriptos. VirB11 tiene homólogos también en los sistemas tipo-II y en las maquinarias de ensamblaje de las pilinas tipo-IV. La función precisa de VirB10 es desconocida en todos los sistemas tipo-IV, sin embargo varios estudios topológicos llevados a cabo en A. tumefaciens sugieren que esta proteína transmembrana se ensambla formando complejos de alto peso molecular que dependen de la presencia del complejo VirB7-VirB9, aunque no se ha demostrado que exista interacción física entre ellos (Zupan et al., 1998; Burns, 1999). Probablemente, como postula Kado, los componentes VirB6-10 formen en conjunto una estructura tubular que se expande entre ambas membranas formando el canal de translocación (Kado, 2000). VirB11 posee motivos de unión a nucleótidos trifosfato y actividad ATPasa. En A. tumefaciens, H. pylori y en el operón Trb de los plásmidos RP4, estas proteinas se ensamblan formando homomultímeros hexaméricos (Rashkova et al., 2000; Krause et al., 2000a). Recientemente se ha logrado determinar la estructura cristalina de la ATPasa HP0525 de H. pylori (Yeo et al., 2001). Este estudio reveló que en el hexámero, los dominios N- y C-terminales de cada monómero forman dos anillos los cuales en conjunto forman una cámara abierta hacia un lado y cerrada hacia el otro. El ADP/ATP se une a la interfase presente entre ambos anillos y esta unión concertada de ATP y posterior liberación de ADP regularía la apertura y cierre del poro. En base a estas evidencias los investigadores postulan que HP0525 funcionaría como un poro o portal en la membrana interna involucrado en la translocación de proteínas, ya sea la proteína efectora CagA o componentes de la maquinaria de secreción tipo IV como lo postulaban varios estudios previos (Christie, 1997; Zupan et al., 1998; Burns, 1999; Kado, 2000). Discusión 80 Si bien no se dispone de pruebas formales sobre el funcionamiento o la topología del sistema virB de Brucella, haciendo una analogía con los estudios arriba descriptos, es lícito postular que el severo defecto observado en el tráfico intracelular de la mutante polar virB10 sea consecuencia de la ausencia de un complejo virB funcional. Más allá de la función mecanística del complejo virB de Brucella, la descripción del tráfico intracelular de la mutante polar virB10 implica que el sistema virB per se, o probables moléculas efectoras secretadas por el mismo, están implicados en evitar la fusión de la vacuola con los lisosomas. Esquema del trafico intracelular en HeLa seguido por las mutantes virB10 Los estudios realizados sobre la mutante no-polar virB10 muestran que esta cepa es competente para evadir el camino endocítico pero es incapaz de alcanzar el RE para establecer el nicho de replicación intracelular. Este hallazgo implica que la evasión de la vía endocítica no es un proceso suficiente para permitir la multiplicación intracelular de Brucella, se requiere además un proceso de maduración caracterizado por la exclusión progresiva de LAMP-1 de la membrana de la vacuola y la adquisición de marcadores reticulares como Sec61β, aunque no se descarta que en el proceso intervengan otros factores aún desconocidos. El proceso de formación de la vacuola replicativa también es dependiente de la integridad del complejo virB. Es probable que esta mutante posea un complejo virB defectuoso pero parcialmente funcional. Un sistema de transporte defectuoso podría ser competente para evitar las interacciones entre la vacuola y los lisosomas pero incapaz de completar el proceso de maduración de la vacuola para Discusión 81 el establecimiento del nicho replicativo. Sorprendentemente, a partir de las 12 h p.i., la mutante sufre un proceso de exclusión de la célula siendo reciclada a la superficie celular. Este transporte retrógrado no ha sido observado previamente y probablemente indique una posible interacción de Brucella con el camino exocítico. Una caracterización más profunda del proceso de reciclado podría aclarar el mecanismo que subyace a este fenómeno. Otro patógeno intracelular, Legionella pneumophila ha desarrollado una estrategia similar para modular el destino de su vacuola. Luego de ser internalizada, las vacuolas que contienen a L. pneumophila se asocian secuencialmente con vesículas lisas, mitocondrias y RE (Horwitz, 1983a,b). La vacuola replicativa es incapaz de adquirir marcadores de endosomas tardíos-lisosomas y se cubre de ribosomas en una posición perinuclear en forma similar a lo observado en Brucella. En forma similar a lo que ocurre durante el tráfico intracelular de Brucella, la vacuola que contiene a L. pneumophila es completamente segregada de la vía endocítica. L. pneumophila controla el proceso de formación de su vacuola replicativa a través de la acción específica de los genes dot/icm, un grupo de 24 genes que codifican una maquinaria de secreción tipo-IV como es el caso del operón virB de Brucella. A pesar ser un área de intensa investigación, la identificación de las moléculas efectoras que gobiernan el crecimiento intracelular y el destino de la vacuola de Legionella ha mostrado ser dificultosa y poco fructífera. Sin embargo hay un consenso generalizado entre los investigadores del área quienes postulan que los probables efectores son los responsables de la biogénesis de la organela replicativa (Segal et al., 1998; Vogel et al., 1998; Coers et al.,1999; Coers et al.,2000). Las similitudes entre el comportamiento intracelular de Brucella y Legionella sugieren que ambos microorganismos podrían utilizar mecanismos moleculares comunes para el establecimiento de sus respectivos nichos replicativos. La pronta publicación de las secuencias genómicas completas de Brucella y Legionella permitirán realizar búsquedas comparadas de los probables factores bacterianos involucrados en estos procesos. Discusión 82 PARTE II La expresión de proteínas recombinantes en B. abortus S-19 La cepa vacunal B. abortus S-19 es una cepa naturalmente atenuada cuya característica principal es el alto nivel de protección que confiere ante la infección con cepas virulentas de B. abortus. Esta característica, sumada al bajo costo y la facilidad de su producción la convirtieron en una de las cepas vacunales vivas más utilizadas en medicina veterinaria. Sin embargo, la similitud antigénica entre la cepa 19 y las cepas virulentas de campo respecto del antígeno inmunodominante, el LPS, dificulta la discriminación serológica entre los animales vacunados de los infectados, debido a la persistencia en el suero de los anticuerpos anti-LPS (Brooks-Worrel y Splitter, 1992; Sutherland y Searson, 1990). Debido a este inconveniente se han propuesto y diseñado varias alternativas para solucionarlo, como el desarrollo de nuevas cepas vacunales que carecen del antígeno-O del LPS (cepas rugosas), generación de cepas en fase lisa defectivas para la expresión de una proteína inmunodominante y la generación de nuevos test diagnósticos que permiten diferenciar los anticuerpos generados por la vacunación con S-19 de los generados por una infección natural. Una alternativa no testeada es la expresión de un antígeno heterólogo en S-19 que resulte en una cepa vacunal portando una etiqueta antigénica distintiva que permita una rápida discriminación entre animales vacunados de infectados. Con el fin de analizar esta última alternativa, fue necesario desarrollar un vector de expresión para Brucella. Para ello tomamos en consideración ciertas características que debía poseer este vector: 1- Teniendo en cuenta la imposibilidad de controlar la expresión del antígeno recombinante una vez que la cepa vacunal se encuentra en el animal, el promotor elegido debería permitir la expresión en forma constitutiva del producto a niveles compatibles con la generación de una respuesta serológica específica 2- El vector debe mantenerse en forma estable en la bacteria aún sin la presencia de una presión selectiva 3- Con el objeto de minimizar los probables efectos tóxicos o la generación de cuerpos de inclusión que suelen formarse cuando una proteína recombinante es expresada constitutivamente o en grandes cantidades, se decidió dirigir la expresión del antígeno heterólogo al periplasma de Brucella Discusión 83 En consecuencia se eligió la secuencia promotora y las señales secretorias del gen bcsp31 de B. abortus, una proteína periplásmica inmunodominante que es detectable en infecciones naturales así como en animales vacunados (Bricker et al., 1988; Mayfield et al., 1988). El vector escogido para realizar la construcción fue el pBBR1MCS4. Si bien en el momento del desarrollo el pBBR era el único vector replicativo conocido para Brucella, su uso era apropiado ya que se había reportado su estabilidad aún sin presión selectiva (Kovach et al., 1995). La decisión de dirigir la expresión del antígeno heterólogo al periplasma de Brucella fue tomada basándose en un principio empírico propio del laboratorio y teniendo en cuenta lo reportado en la literatura: si bien no hay forma de predecir el estado que adquirirá una proteína recombinante en su nuevo “ambiente” celular (degradación, agregación o plegamiento correcto), en muchos casos los problemas encontrados por la formación de cuerpos de inclusión o por degradación de productos recombinantes en el citoplasma no suelen encontrarse cuando la expresión se redirige hacia el periplasma, aunque esta afirmación no entraña un principio general (Barth et al., 2000; Halfmann et al., 1993; Bowden et al., 1991). En este trabajo se muestra que con el vector diseñado, un antígeno repetitivo heterólogo puede ser expresado en el periplasma de Brucella en forma estable. La mayoría de la proteína recombinante fue detectada en la fracción periplásmica de la bacteria, presumiblemente en forma soluble ya que permanece en el sobrenadante de la fracción luego del tratamiento suave utilizado para liberar el contenido periplásmico. La expresión del antígeno repetitivo no altera las características de cultivo de la cepa 19 ni modifica la característica atenuación de la cepa vacunal a juzgar por los ensayos de persistencia en ratones. La capa vacunal recombinante induce una fuerte respuesta serológica específica contra SAPA como puede apreciarse en los ensayos de ELISA, sin afectar la respuesta serológica contra el LPS. Esto indica que el vector de expresión es mantenido en forma estable sin presión selectiva y que la secuencia promotora escogida es activa durante la infección limitada provocada por la cepa 19 recombinante. Las subclases de IgG inducidas contra SAPA son predominantemente del tipo IgG2a con muy bajos títulos de IgG1, lo que sugiere un desarrollo predominante de respuesta inmune Th1 (Stevens et al.,1988) que es el tipo de respuesta estimulada por Brucella (Agranovich et al.,1999; Scott et al., 1997). La respuesta serológica contra el antígeno recombinante no Discusión 84 depende de la cantidad del mismo presente en el inóculo, sino de la competencia de la cepa recombinante para generar una infección limitada en el huésped a juzgar por la ausencia de anticuerpos anti-SAPA cuando los animales se inmunizaron con la cepa recombinante inactivada por calor. La expresión de SAPA en la cepa 19 no afecta la eficacia protectiva de la misma frente a la infección de los ratones con la cepa virulenta S-2308. Los estudios de inoculación en bovinos se correlacionan con lo observado en los ensayos en ratón: los anticuerpos anti-SAPA son detectables a los 60 días p.v., sin observarse una alteración de los títulos anti-LPS brucélicos. Por lo tanto el vector es estable también en bovinos y la expresión de SAPA es compatible con la generación de una respuesta humoral específica. La eficacia protectiva de la cepa recombinante no ha podido ser evaluada en bovinos debido principalmente a una imposibilidad práctica. Aunque en este trabajo se describe la expresión de un antígeno repetitivo en la cepa vacunal S-19 para demostrar la factibilidad de la estrategia, es posible expresar en este vector epitopes protectivos contra otros patógenos de importancia en la ganadería. El vector desarrollado fue de utilidad para la expresión del toxoide recombinante epsilon de C. perfringens D. Con respecto a la expresión del antígeno VP1 del virus de la aftosa, fue necesario modificar el vector de expresión intercambiando el promotor constitutivo por un promotor más débil e inducible, con el objeto de reducir los efectos deletereos que generaba la expresión del antígeno viral en pBEV. Como muestran los análisis por western blot, la expresión de VP1 se indujo al incubar las bacterias a 42°C, sin embargo esto no fue suficiente para estimular la generación de anticuerpos específicos contra el antígeno aftoso, ya sea porque el nivel de expresión no fue lo suficientemente elevado como para estimular la respuesta humoral o por el stress que genera en el “carrier” la expresión del antígeno recombinante. Esto confirma que la expresión de proteínas recombinantes en sistemas heterólogos son más una cuestión de arte que de ciencia exacta, los sistemas de expresión no son universalmente explotables ni generalizables, cada producto particular y el sistema de expresión escogido deben ser analizados en detalle para determinar su factibilidad y eficacia. Esta tecnología ha sido usada recientemente para expresar proteínas recombinantes modelo en la cepa vacunal B. abortus RB51 bajo el promotor lac (Vemulapalli et al., 2000) y en otras cepas bacterianas atenuadas como Bacillus anthracis (Brossier et al., 1999), bacilo de Discusión 85 Calmette-Guerin (Cirillo et al., 1995), Vibrio cholerae (Killeen et al., 1999), Listeria monocytogenes (Weiskirch y Paterson, 1995) y Lactobacilus casei (Zegers et al., 1999). La ventaja de usar una potencial vacuna viva multivalente basada en la cepa vacunal B. abortus S19 es su aplicabilidad a poblaciones de animales domésticos y salvajes que requieren vacunación contra la brucelosis. En el modelo que se analizó en este trabajo se utilizó un vector de expresión autónomo que porta un marcador de resistencia a antibióticos. En el diseño de una cepa vacunal multivalente, sin embargo, es conveniente generar una inserción genómica estable del cassette de expresión con el objeto de evitar su pérdida durante las divisiones sucesivas de la cepa portadora en la ausencia de la presión selectiva. Para eso debe escogerse una región genómica que sea blanco para la integración del cassette que no interrumpa una secuencia genética importante para la capacidad protectiva de la cepa vacunal. Una probable región genómica para generar integraciones podría ser el gen cgs que codifica para la sintetasa de glucanos cíclicos de Brucella (Iñon de Iannino et al., 1998). Está documentado que la disrupción de esta secuencia en la cepa vacunal S-19 no sólo no afecta su capacidad protectiva sino que reduce significativamente su virulencia residual (Briones et al., 2001). Alternativamente se puede utilizar un vector de replicación autónoma que porte resistencia a sales mercuriales o arseniales en lugar de resistencias antibióticas como se ha utilizado en V. cholerae (Killen et al., 1999). Otra posible aplicación de la tecnología desarrollada es el etiquetado antigénico de la vacuna brucélica. El principal problema de los países que implementan campañas de vacunación contra la brucelosis es la discriminación de los animales vacunados de los infectados. Los resultados aquí presentados indican que el uso de una cepa vacunal portando una etiqueta antigénica distintiva como SAPA, permite diferenciar en forma rápida y específica a los animales vacunados por medio de un ensayo de ELISA. Incluso es posible implementar un diagnóstico rápido basado en el uso de tiras reactivas como los utilizados frecuentemente para la detección de embarazos. El antígeno repetitivo SAPA es un excelente candidato para su uso como etiqueta antigénica dado que es relativamente fácil de expresar en forma recombinante, probablemente porque su estructura tridimensional es sencilla . Además es un excelente inmunógeno, cada una de las 14 repeticiones en tandem porta al menos tres epitopes B (C. Buscaglia, comunicación personal). Discusión 86 El uso de una vacuna brucélica etiquetada no sólo puede ser útil para la discriminación de los animales vacunados: puede incluso ser una herramienta de utilidad en política sanitaria para la implementación de una campaña de vacunación a gran escala. La inclusión de distintas repeticiones antigénicas sintéticas pueden servir para diferenciar animales vacunados de distintas zonas geográficas, en distintos períodos de vacunación o para etiquetar productos de diferentes empresas. Conclusiones 87 • El locus virB de Brucella abortus está contenido en un fragmento de 12 Kpb y está compuesto por 13 ORFs colineales en la misma orientación. Todos los ORFs están precedidos por potenciales sitios de unión a ribosomas. • El locus virB codifica para una probable maquinaria de secreción tipo-IV. • El locus virB es un operón transcripto desde virB1 al comienzo de la fase estacionaria de crecimiento vegetativo. • Distintas mutaciones que afectan la integridad de los componentes del operón virB anulan la capacidad de supervivencia y replicación intracelular de B. abortus tanto en fagocitos profesionales como no-profesionales. Este defecto además anula la capacidad de la bacteria de establecer un proceso infectivo en ratones. Por lo tanto el sistema VirB constituye uno de los principales determinantes de la virulencia de Brucella. • Si bien los primeros eventos del tráfico intracelular de Brucella no se encuentran afectados por mutaciones polares y no-polares sobre el gen virB10, los eventos tardíos se encuentran alterados. • Mutantes polares en virB10 pierden la capacidad de aislar la vacuola que las contiene de la via endocítica y en consecuencia sufren un proceso degradativo debido a la formación del fagolisosoma. • En cambio mutantes no-polares isogénicas retienen la capacidad de evadir la via endocítica degradativa en forma similar a la cepa parental virulenta, sin embargo son incapaces de modular el proceso de maduración de las vacuolas que las contienen y establecer un nicho intracelular competente para su replicación. • Por lo tanto el sistema VirB cumple una función esencial en el proceso de aislamiento de la via endocítica y formación de la vacuola replicativa de Brucella. Los resultados sugieren que la función de mismo es secretar moléculas efectoras que alteran el trafico de la bacteria. Conclusiones 88 • Los resultados confirman que la formación del nicho de replicación intracelular es un proceso en varios pasos que involucran la evasión de la via endocítica degradativa y la interacción con la via biosintética para el establecimiento del nicho de replicación en el RER. • La expresión de antígenos recombinantes heterólogos en B. abortus usando los vectores de expresión desarrollados demuestra que esta tecnología es aplicable al género Brucella. • Los vectores desarrollados permiten la expresión constitutiva o termoinducible de antígenos recombinantes. Los mismos son competentes tambien para redirigir la expresión del antígeno al periplasma de la bacteria. • La expresión constitutiva de un antígeno repetitivo como SAPA en el periplasma de B. abortus S-19 es compatible con la generación de una respuesta inmune humoral contra el mismo sin alterar las propiedades culturales, de atenuación, ni la eficacia protectiva de la cepa vacunal, sugiriendo que el desarrollo de nuevas cepas vacunales de Brucella recombinantes y polivalentes es una tecnología factible. Procedimientos experimentales 89 Cepas o Plásmidos Brucella abortus 2308 S-19 virB1::Kan virB9::Gm virB10::Kan virB10::Gm ΔvirB11 virB1::Kan virB10::lacZ-Gm virB10::lacZ-Gm ORF13::Kan Características Fuente o Referencia Salvaje, lisa, virulenta, Nalr cepa vacunal, lisa, Nalr r 2308 Nal Kanr, inserción de cassette Kanr polar en virB1 2308 Nalr Gmr, inserción de cassette nopolar en virB9 2308 Nalr Kanr, inserción de cassette polar en virB10 2308 Nalr Gmr, inserción de cassette nopolar en virB10 2308 Nalr Gmr, deleción de virB11 y reemplazo por cassette no-polar virB1::Kan con fusión transcripcional virB10::lacZ-Gm 2308 Nalr Gmr, fusión transcripcional lacZ-Gm en virB10 2308 Nalr Kanr, inserción de cassette polar en ORF13 Stock del laboratorio Stock del laboratorio Este trabajo Este trabajo Este trabajo Este trabajo Este trabajo Este trabajo Este trabajo Este trabajo Escherichia coli DH5αF’Iq F’ φ80dlacZΔM15(lacZYA-argF)U169 deoR recA1 endA1 hsdR17 (rk- mk+) phoA supE44 λ- thi-1 gyrA96 relA1/F’proAB+ lacIq ZΔM15 zzf::Tn5(Kmr) Stock del laboratorio S17.1 λpir Nals Herrero et al, 1990 Vector de amplio rango de huésped, Kanr Vector de amplio rango de huésped, Ampr Fragmento EcoRI de 0.88 kb conteniendo el gen virB1 clonado en pBBR1MCS-4 Fragmento EcoRI de 1.2 kb conteniendo el gen virB10 clonado en pBBR1MCS-2 Fragmento HindIII-HincII de 1.6 kb conteniendo el gen virB9 clonado en pBBR1MCS-4 FragmentoEcoRI de 1,4 kb conteniendo el gen virB11 clonado en pBBR1MCS-4 Cósmido Fragmento HindIII de 20 kb conteniendo el operón virB clonado en pVK 102 Vector de clonado Fragmento BamHI-EcoRI de 250 pb conteniendo promotor y péptido señal del gen bcsp31 de B. abortus clonado en pBBR1MCS-4 Fragmento EcoRI de 850 pb conteniendo la secuencia codificante del antígeno SAPA de T. cruzi clonado en pBEV Fragmento genómico Sau3A de 1.5 kb conteniendo los genes virB9-virB10 de B. abortus clonado en pBluescript SK Cassette no-polar accI (Gmr) en pSportI Cassette polar Kanr en pUC4 Cassette lacZ-Gm para fusión transcripcional, clonado en pUC9 Kovach et al.,1995 Kovach et al.,1995 Plásmidos pBBR1MCS-2 pBBR1MCS-4 pBBR4-virB1 pBBR2-virB10 pBBR4-virB9 pBBR4-virB11 pVK102 pVK8.3 pGEM-T easy pBEV pBEV-SAPA pB2A3 pSPG1 pUC4K pAB2001 Este trabajo Este trabajo Este trabajo Este trabajo Stock del laboratorio Este trabajo Promega Corp. Este trabajo Este trabajo Ugalde R. A., 1999 Ugalde et al, 2000 Pharmacia Corp Becker et al, 1995 Procedimientos experimentales 90 Medios y condiciones de cultivo Las cepas de Brucellae fueron cultivadas a 37°C en agitador rotatorio (200 rpm) o en placas de petri por 24-48 hs en medio tripticasa de soja (TSB) con el agregado de antibióticos según el requerimiento de cada cepa. Los antibióticos utilizados a la concentración final indicada fueron: kanamicina (50 μg/ml), gentamicina (2,5 μg/ml), tetraciclina (2,5 μg/ml), ampicilina (50 μg/ml), carbenicilina (50 μg/ml) y ácido nalidíxico (5 μg/ml). Las cepas de Escherichia coli fueron cultivadas a 37°C en agitador rotatorio (200 rpm) o en placas de petri por 12-18 hs en medio Luria-Bertani (LB) con el agregado de antibióticos según el requerimiento de cada cepa. Los antibióticos utilizados a la concentración final indicada fueron: ampicilina (100 μg/ml), kanamicina (50 μg/ml), tetraciclina (20 μg/ml), gentamicina (20 μg/ml) y trimetoprima (20 μg/ml). Purificación de ADN genómico Para la extracción y purificación de ADN genómico de B. abortus se siguió la técnica del CTAB (Meade et al, 1982) con algunas modificaciones. Las bacterias fueron cosechadas por centrifugación a 4000×g (aproximadamente 1 g de peso húmedo), lavadas dos veces y resuspendidas en una solución 10mM Tris pH 7,6, 10mM EDTA. Luego fueron sometidas a lisis por el agregado de SDS 0.5% final y proteinasa K, 100μg/ml. Se incubo 1 h a 37°C. Luego de la incubación, se agregó NaCl hasta llevar la concentración a 0.8 M y se agregó una solución de CTAB/NaCl para acomplejar y remover la pared celular, polisacáridos y proteinas. Se incubó a 65°C por 30 min y se procedió a la extracción con cloroformo/alcohol isoamílico. La fase acuosa conteniendo el ADN genómico se extrajo con un volumen igual de fenol/cloroformo/alcohol isoamílico y la fase acuosa fue precipitada con 0.6 volúmenes de isopropanol. El ADN genómico precipitado fue secado y resuspendido en buffer TE y congelado a -20°C para su posterior uso. Southern blots El ADN purificado fue digerido en forma completa con las enzimas de restricción indicadas en cada caso y 5 μg de cada digesto fueron resueltos por electroforesis en geles de agarosa 0,8-1% en 0,5× Tris-borato-EDTA (45mM Tris-borato, 1mM EDTA, pH 8,0) a 0,5 volts/cm en presencia de 0,5 μg/ml de bromuro de etidio. Para la transferencia a membranas de nitrocelulosa se siguió la técnica de transferencia por capilaridad descripta en Molecular Procedimientos experimentales 91 Cloning (Sambrook et al, 1989). Las membranas de nitrocelulosa fueron prehibridadas en 3× SSC, 5× reactivo de Denhardt, 0,5% SDS, 100 μg/ml ADN esperma de salmón por 2 h a 50°C. Las hibridaciones se llevaron cabo por 18-20 h con las sondas y en las condiciones requeridas por cada experimento. Luego de los lavados, las membranas fueron expuestas sobre películas radiográficas con pantallas intensificadoras a -70°C. Clonado de la región virB En un esfuerzo por identificar en forma sistemática secuencias genéticas de B. abortus llevado a cabo en nuestro laboratorio (Ugalde R. A., 1999; Sanchez et al., 2001) se identificó un fragmento de ADN de 1.5 kb con alta identidad a los genes virB9-virB10 de A. tumefaciens y ptlF-ptlG de B. pertussis (GeneBank, número de acceso AQ752936). Este clon, denominado pB2A3, fue usado como sonda en un experimento de hibridación de colonias sobre una genoteca de B. abortus en cósmido pVK102 (Iñon de Iannino et al, 1998), con el objeto de aislar el locus virB completo. La técnica de hibridación de colonias se realizó en la forma clásica tal como se describe en Molecular Cloning (Sambrook et al, 1989). Los cósmidos purificados de tres colonias reactivas fueron sometidos a digestión completa con las restrictasas HindIII, AvaII y EcoRI, los digestos fueron resueltos por electroforesis en geles de agarosa 0,8%, transferidos y sometidos a análisis de Southern blot usando como sonda el clon pB2A3, para confirmar el resultado de la hibridación sobre colonias. El cósmido pVK8.3 que contiene el fragmento de ADN mas pequeño (20 kb) fue elegido para los análisis de secuenciación y complementación genética. Con el objeto de acelerar el proceso de clonado y secuenciación del locus virB, en lugar de proceder de la forma clásica, se decidió diseñar un set de 44 oligonucleótidos complementarios a la secuencia codificante del locus virB de B. suis 1330, de forma tal de obtener, por medio de PCR sobre el cósmido pVK8.3, 22 amplicones solapantes de tamaño promedio 530pb que cubren el locus virB entero. Secuenciación del locus virB Luego de realizadas las reacciones de PCR, los amplicones fueron clonados en el vector pGEM-T easy y se purificaron los plásmidos por el método de la lisis alcalina (Sambrook et al., 1989) seguido de precipitación con polietilenglicol 8000. Los plásmidos obtenidos se sometieron a análisis de secuenciación automática. Ocho clones independientes de cada Procedimientos experimentales 92 amplicón fueron secuenciados. Las reacciones de secuencia se realizaron sobre cada molde con los oligonucleótidos T7 y/o SP6 usando el kit BigDye Terminator Cycle Sequencing Ready Reaction (Applied Biosystem) en ciclador térmico Genius (Techne) con AmpliTaqr DNA polimerasa (FS enzyme) siguiendo el protocolo provisto por el fabricante. Las reacciones fueron analizadas en un secuenciador automático ABI Prism 377 (Applied Biosystem). Las secuencias fueron ensambladas y editadas usando el software Phred-Phrap-Consed System en un ambiente LINUX. Las secuencias fueron comparadas contra la base de datos de proteínas no-redundante del National Center for Biotechnology Information (NCBI) usando los programas BLASTx y/o BLASTp del servicio en red BLAST del NCBI (Altschul et al., 1990). La secuencia completa del operón virB de B. abortus se encuentra depositada en el GenBank bajo el número de acceso AF226278. Construcción de la mutante polar virB1 Un amplicón de 881 pb conteniendo el gen virB1 fue obtenido a partir de una reacción de PCR sobre ADN genómico de B. abortus 2308 usando los oligonucleótidos 5’CGCTGATCTATAATTAAGGCTA-3’y 5’-TGCGACTGCCTCCTATCGTC-3. El producto de PCR fue ligado al vector pGEM-T easy para generar el plásmido pGEM-T-virB1. El plásmido resultante fue linearizado con BamHI y ligado a un fragmento de 1,3 kb que codifica para un cassette polar de resistencia a kanamicina, de esta forma se generó el plásmido pGEMT virB1::Kan. Todos los plásmidos de la línea pGEM-T son incapaces de replicar autónomamente en Brucella por lo que funcionan como vectores suicidas. El pGEM-TvirB1::Kan fue electroporado en B. abortus 2308 y las colonias que sufrieron eventos de doble recombinación homóloga fueron seleccionadas en placas TSB con el agregado de kanamicina y repicadas en réplica a placas TSB ampicilina. Las colonias Kanr Amps fueron seleccionadas y sometidas a análisis de PCR y Southern blot para confirmar que el gen salvaje virB1 había sido reemplazado por la copia interrumpida por el cassette kanamicina. Este procedimiento generó la mutante polar B. abortus virB1::Kan. El fragmento de 881 pb conteniendo el gen virB1 salvaje fue escindido del pGEM-TvirB1 por EcoRI y ligado al sitio EcoRI del vector replicativo para Brucellae, pBBR1MCS-4 de forma tal que el gen quede bajo la acción del promotor lac presente en el vector. El plásmido resultante, denominado pBBR4-virB1, fue introducido en la cepa E. coli S17.1 λpir y posteriormente movilizado a B. abortus virB1::Kan por conjugación biparental. Procedimientos experimentales 93 Generación de mutantes en virB10 Para obtener mutantes polares y no-polares en el gen virB10 se realizaron dos tipos de mutagénesis por inserción dirigida. El plásmido pB2A3, que contiene a los genes virB9-virB10 de B. abortus 2308, fue linearizado con NruI y ligado a un fragmento HincII de 1,3 kb que codifica para un cassette polar de resistencia a kanamicina o a un fragmento SmaI de 0,7 kb que codifica para un cassette de resistencia a gentamicina que carece de secuencias terminadoras transcripcionales. Los plásmidos resultantes, denominados pB2A3::Kan y pB2A3::Gm fueron introducidos en B. abortus 2308 por electroporación. Dado que pB2A3 es un derivado de pBluescript SK, es incapaz de mantenerse en forma autónoma en Brucella y en consecuencia funciona como vector suicida. Por lo tanto las colonias que fueron Kanr Amps o Gmr Amps en las correspondientes placas de selección fueron consideradas como posibles dobles recombinantes. Los análisis de PCR y Southern blot confirmaron que el gen salvaje virB10 había sido interrumpido por los cassettes polar y no-polar. De esta forma se generó la mutante polar B. abortus virB10::Kan y no-polar B. abortus virB10::Gm. Los plásmidos para la complementación de las mutantes virB10 fueron generados de la siguiente manera. Una PCR preparativa fue llevada a cabo con los oligonucleótidos 5’GGGAATTCGTCAGGCACAATAAAGTCAC-3’y 5’-CCACAGTGCCAGGCGTCAAG-3’ para amplificar un fragmento de 1244pb que contiene el gen virB10 completo. El amplicón fue clonado en pGEM-T easy para generar el vector pGEM-T-virB10. Este vector fue digerido con EcoRI, se purifico el inserto de 1,2 kb que contiene a virB10 y posteriormente el fragmento fue ligado al sitio EcoRI de los vectores pBBR1MCS-2 y pBBR1MCS-4 bajo el promotor lac. Los plásmidos resultantes, denominados pBBR2-virB10 y pBBR4-virB10 fueron introducidos en E. coli S17.1λpir por el método de la transformación con Cl2Ca (Inoue et al., 1990) y luego movilizados por cruce biparental a la mutante no-polar B. abortus virB10::Gm o a la mutante polar B. abortus virB10::Kan respectivamente. Generación de fusiones transcripcionales en virB10 El plásmido pAB2001 fue digerido con HindIII para liberar un fragmento de ADN de 4,5 kb que contiene el cassette lacZ-accI carente de secuencias promotoras. Los extremos cohesivos de este fragmento de ADN fueron rellenados con T4 DNA polimerasa (New England Biolabs) y ligados al sitio NruI del vector pB2A3. El plásmido resultante, denominados Procedimientos experimentales 94 pB2A3::lacZ-Gm fue introducido en B. abortus 2308 por electroporación. Se seleccionaron las colonias Gmr Amps como posibles dobles recombinantes y los eventos correctos de doble recombinación homóloga fueron confirmados por análisis de PCR y Southern blot. Este procedimiento generó la cepa B. abortus virB10::lacZ-Gm que posee una fusión transcripcional del cassette lacZ en el gen virB10. Generación de la doble mutante B. abortus virB1::Kan virB10::lacZ-Gm El vector pGEM-T-virB1::Kan fue introducido en la cepa B. abortus virB10::lacZ-Gm por electroporación. Las bacterias fueron sembradas en placas TSB conteniendo gentamicina(2,5 μg/ml) y kanamicina (50 μg/ml). Las colonias resistentes a ambos antibióticos fueron repicadas en réplica a placas TSB conteniendo ampicilina (50 μg/ml). Las colonias Kanr Gmr Amps fueron seleccionadas como posibles dobles recombinantes y el evento de reemplazo génico de virB1 fue confirmado por análisis de PCR. Generación de la mutante B. abortus virB9::Gm Un fragmento de ADN de 1651 pb conteniendo el gen virB9 completo fue amplificado a partir de ADN genómico de B. abortus 2308 con los oligonucleótidos 7086U y FusB9D. El producto de PCR fue ligado al vector pGEM-T generándose el plásmido pGEM-T-virB9. Este vector fue linearizado con EcoRI y ligado al fragmento de 0,8 kb del gen accI que codifica para resistencia a gentamicina, generándose el vector pGEM-T-virB9::Gm. Esta construcción fue introducida en B. abortus 2308 por electroporación y las colonias Gmr Amps seleccionadas para confirmar el evento de doble recombinación homóloga por PCR. El gen virB9 fue escindido del vector pGEM-T-virB9 por corte con las enzimas HincII-HindIII y ligado al vector pBBR1MCS-4 bajo el promotor lac para generar el vector complementante pBBR4-virB9. Generación de la mutante polar B. abortus ORF13::Kan Un fragmento de 2,2 kb conteniendo la porción C-terminal del gen virB11 y el ORF13 completo fue amplificado por PCR a partir de ADN genómico de B. abortus . El producto de PCR fue digerido por EcoRI y clonado en el vector pBBR1MCS-4 para generar el vector pBBR4-ORF13. Este vector fue linearizado con NdeI, los extremos cohesivos fueron rellenados con DNA Polimerase Klenow Fragment (New England Biolabs) y ligados a un fragmento HincII de 1,3 kb que contiene al cassette polar Kanr del vector pUC4K (Pharmacia), Procedimientos experimentales 95 generándose el vector pBBR4-ORF13::Kan. Este vector fue digerido con EcoRI, el fragmento de 2,5 kb correspondiente al ORF13 interrumpido con el cassette Kanr fue purificado y ligado al sitio EcoRI del pBluescript KS II que funciona como vector suicida en el contexto de Brucella. El vector generado, denominado pBlue-ORF13::Kan fue introducido en B. abortus 2308 por electroporación y las colonias Kanr Amps seleccionadas y posteriormente analizadas por PCR para comprobar que el evento de reemplazo genético del ORF13 por la copia interrumpida había ocurrido correctamente. Deleción del gen virB11 El fragmento EcoRI de 1,2 kb del vector pGEMT-virB10, que contiene el gen virB10 completo fue ligado al sitio EcoRI del pBluescript KS II, generándose el vector pBlue-virB10. Un fragmento BamHI de 0.8 kb que contiene al gen accI del vector pSPG1 fue ligado al sitio BamHI del vector pBlue-virB10 de forma tal que el cassette Gmr quede río abajo y en el mismo sentido que el gen virB10. Este procedimiento generó el vector pBlue-virB10-Gm. Un producto de amplificación por PCR de 850 pb que contienen al ORF13-ORF12 fue ligado al vector pGEM-Teasy y luego liberado por restricción con NotI. El fragmento NotI fue ligado al pBluevirB10-Gm en el sitio NotI río abajo y en el mismo sentido de transcripción de la construcción virB10-Gm, generándose así el vector pBlue-virB10::Gm-ORF13-ORF12. Esta construcción fue introducida en B. abortus 2308 por electroporación para generar la deleción del gen virB11 y su reemplazo por el marcador accI que confiere resistencia a gentamicina. Las colonias resistentes a gentamicina y sensibles a ampicilina fueron seleccionadas y posteriormente analizadas por PCR para confirmar que el reemplazo de virB11 por accI había ocurrido. Cultivo de células Las células Hela fueron cultivadas en botellas de 75 cm2 (Falcon; Becton-Dickinson) a 37°C en atmósfera de CO2 al 5% con Medio Mínimo Esencial de Dulbecco (MDMEM; Gibco BRL) suplementado con suero feral bovino (Gibco BRL) al 10% y 2mM glutamina sin el agregado de antibióticos (medio de cultivo celular). Las células fueron usadas entre los pasajes 1 y 15 y fueron divididas 1:10 o 1:4 dos veces por semana. Para las inoculaciones de la monocapas, las placas de cultivo de 24 pocillos (Falcon; Becton-Dickinson) fueron sembradas con 500μl de 1×104 o 1×105 células por pocillo (para el análisis por microscopía confocal, las Procedimientos experimentales 96 células fueron sembradas en placas de 24 pocillos conteniendo cubreobjetos de vidrio de 12mm de diámetro). Los mismos procedimientos se utilizaron para cultivar la línea celular murina J774.A1. En este caso el medio de cultivo utilizado fue RPMI (Gibco BRL) suplementado con suero fetal bovino 10% (Gibco BRL) y 2mM glutamina. Ensayos de infección en células Stocks de B. abortus congelados a -70°C fueron utilizados para sembrar 10 ml de TSB, con el agregado de antibióticos según el requerimiento de cada cepa. Después de 18-20 hs de cultivo a 37°C y 200 rpm (fase logarítmica), las bacterias fueron cosechadas por centrifugación, lavadas dos veces en solución tampón fosfato salina (PBS) pH 7.4 y resuspendidas en medio de cultivo celular a una concentración de 5×107 UFC/ml sin el agregado de antibióticos. Los números bacterianos fueron estimados por comparación de la densidad óptica del cultivo a 600 nm contra una curva standard y determinados por conteo retrospectivo. Después que las células HeLa fueron sembradas en placas de 24 pocillos (105 células/pocillo), el medio fue removido y las células inoculadas con las bacterias resuspendidas en medio de cultivo celular o con una dilución 1:20 000 de una solución 10% de bolas de látex teñidas cuando fue necesario. Para asegurar un contacto estrecho entre las células y las bacterias, las placas fueron centrifugadas por 10 min a 141×g a temperatura ambiente e inmediatamente incubadas a 37°C en atmósfera de CO2 al 5% (tiempo 0). Después de 1 h, los pocillos fueron lavados 5 veces con PBS (pH 7.4) y se agregó medio de cultivo celular conteniendo 100μg/ml de gentamicina y 50μg/ml de estreptomicina para eliminar todas las brucelas no internalizadas. En los experimentos de infección a tiempos cortos (5, 10 y 40 min) no se agregaron antibióticos. En los experimentos de infección a largo plazo, el medio de cultivo celular fue reemplazado a las 24 h por medio fresco con el agregado de gentamicina y estreptomicina. A los tiempos indicados, el número de brucelas intracelulares viables fue determinado de la siguiente forma: las células fueron lavadas 5 veces con PBS estéril (pH 7.4) y tratadas con una solución de Triton X-100 al 0,1% final en agua bidestilada estéril, los lisados fueron diluidos en forma serial en solución fisiológica estéril y plaqueados en medio TSB con el agregado de los antibióticos necesarios. Procedimientos experimentales 97 Ensayos de infección en ratones Ratones hembra de la línea BALB/c de 60 días de edad fueron inoculados intraperitonealmente con 104 UFC de B. abortus 2308, las mutantes B. abortus virB10::Kan, B. abortus virB10::Gm o las respectivas mutantes complementadas. A los 15 días postinfección (p.i.), los ratones fueron sacrificados, los bazos removidos, pesados y homogeneizados en 1ml de solución fisiológica estéril. Los homogenatos de tejidos fueron diluidos en forma seriada y plaqueados en TSB por duplicado con el agregado de los antibióticos apropiados. Las UFC fueron determinadas después de 3-4 días de incubación a 37°C. Anticuerpos y sondas fluorescentes El anticuerpo policlonal de conejo anti-antígeno endosomal temprano 1 (EEA1) fue obsequio del Dr. H. Stenmark, The Norwegian Radium Hospital, Oslo, Noruega; el anticuerpo policlonal anti- LAMP1 humano fue obtenido del Dr. M. Fukuda, The Burnham Institute, La Jolla, CA, USA; el anticuerpo policlonal de conejo anti-catepsinaD fue un obsequio del Dr. S. Kornfeld, Washington University School of Medicine, St Louis, MO, USA; los anticuerpos policlonales de conejo anti-calreticulina y anti-calnexina fueron obtenidos de Affinity Bioreagents. El anticuerpo policlonal de conejo anti-sec61β fue un obsequio de Bernhard Dobberstein, ZMBH, Heidelberg, Alemania. Los anticuerpos policlonales de vaca y conejo anti-B. abortus 2308 fueron obtenidos mediante procedimientos standard (Pizarro-Cerdá et al., 1998). Los anticuerpos secundarios utilizados fueron : anticuerpo policlonal de burro anti-IgG de conejo acoplado a FITC; anticuerpo de burro anti-IgG de ratón conjugado a FITC; anticuerpo policlonal de cabra anti-IgG de vaca conjugado a Texas Red (TxR) y anticuerpo de burro anti-IgG de ratón conjugado a Cy5 (Jackson ImmunoResearch Laboratories). Inmunofluorescencia analítica y cuantitativa A diferentes tiempos post-inoculación, los cubreobjetos fueron lavados 5 veces en PBS (pH 7.4) para remover las bacterias no adherentes y fijados por 15 min en paraformaldehido 3%, pH 7.4 a temperatura ambiente. Luego las células fueron lavadas tres veces en PBS seguido por una incubación de 10 min en PBS con NH4Cl 50 mM para extinguir la fluorescencia debida a los grupos aldehido libres. Posteriormente los cubreobjetos fueron incubados con diluciones apropiadas de los anticuerpos primarios dirigidos contra los distintos marcadores intracelulares en PBS-5% suero de caballo-0,1% saponina por 20 min en cámara Procedimientos experimentales 98 húmeda a temperatura ambiente. Después de este período, los cubreobjetos fueron lavados serialmente en lavados en PBS-5% suero de caballo-0,1% saponina, PBS y agua bidestilada e incubados con la dilución apropiada de los anticuerpos secundarios en la solución arriba descripta y siguiendo el mismo procedimiento. Luego, los cubreobjetos fueron montados en portaobjetos sobre gotas de Mowiol (Aldrich) y dejados 1 h en oscuridad para permitir el secado. Los preparados que no fueron analizados inmediatamente fueron guardados a –20 grados. Los análisis de inmunofluorescencia indirecta y confocal fueron realizados en un microscopio Leica LaserTechnik TCS 4DA usando objetivo 100× de inmersión en aceite. Las líneas de láser utilizadas fueron: 488 nm para FITC; 568 nm para TxR y 647 nm para Cy5. Las proyecciones fueron salvadas en formato TIFF e importadas a ADOBE POTHOSHOP para editar y superponer las imágenes usando el formato RGB. Para determinar el porcentaje de bacterias o bolas de látex que colocalizaban con el marcador intracelular estudiado, se contaron un mínimo de 80-100 bacterias intracelulares (reveladas por inmunofluorescencia indirecta) o bolas de látex (reveladas por emisión de autofluorescencia roja) en el canal rojo y luego las muestras fueron observadas bajo el canal verde o azul, según correspondiera. Los ensayos fueron realizados en duplicado. Para analizar el porcentaje de bacterias intracelulares y extracelulares, las bacterias extracelulares fueron marcadas por incubación con anticuerpo de conejo anti-LPS seguido de la marcación con anticuerpo de burro anti IgG de conejo conjugado a FITC previo a la permeabilización con saponina. Luego las células fueron permeabilizadas para permitir la marcación de las bacterias intracelulares con suero de vaca anti-LPS seguido de la marcación con suero de cabra anti-IgG bovina conjugado a TxR. Los límites de las células o las vacuolas replicativas pueden ser vistos aumentando el contraste de las imágenes confocales lo que permitió graficarlas con líneas punteadas usando las herramientas apropiadas del software PHOTOSHOP. Construcción del vector de expresión pBEV Un fragmento de ADN de 250 pb que codifica parala región promotora, el codón de iniciación y los los primeros 31 codones correspondientes al péptido señal del gen bcsp31 de B. abortus S19 (Mayfield et al.,1988) fue amplificado por PCR usando los oligonucleótidos 5’GACTGGATCCGCGGCCGCCTGCAA-3’ y 5’-ACTGGTACCGGGGCCTGTGCAAC-3’. Estos oligonucleótidos contienen sitios de restricción para BamHI y KpnI, respectivamente para Procedimientos experimentales 99 facilitar los procedimientos de clonado. Como ADN molde, se utilizó un vector derivado de pUC19 conteniendo la secuencia completa del gen bcsp31 previamente clonado en nuestro laboratorio. El fragmento de 250 pb fue ligado a los sitios BamHI y KpnI del vector pUC19 y la construcción resultante fue introducida en E. coli DH5αF’Iq según el procedimiento clásico de transformación por Cl2Ca (Inoue et al., 1990). La construcción fue analizada por mapeo de restricción y secuenciación. Esta construcción fue designada pUC-PROM. Dado que pUC-PROM posee un origen de replicación basado en ColE1, es incapaz de mantenerse en forma autónoma en el contexto de Brucella. Por lo tanto, un fragmento BamHIEcoRI de 250 pb fue escindido de pUC-PROM y ligado a los sitios correspondientes del vector de amplio rango de huesped (replicativo en el género Brucellae) pBBR1MCS-4. Este vector, que contiene la región promotora, el codon iniciación y el péptido señal de bcsp31 mas tres sitios de restricción en tandem y en fase (KpnI-SacI-EcoRI) fue denominado pBEV. Como gen “reporter”de esta construcción se utilizó la secuencia codificante del antígeno repetitivo de Trypanosoma cruzi, SAPA. Este antígeno esta formado por 14 unidades repetitivas en tandem, cada una conformada por 12 aminoácidos de longitud (Pollevick et al., 1991). Un fragmento de ADN de 850 pb codificantes del antígeno repetititvo fue introducido en fase en el sitio EcoRI de pBEV. El vector recombinante resultante, denominado pBEVSAPA, fue introducido en E. coli DH5αF’Iq competentes y la formación del nuevo gen híbrido fue analizado por secuenciación. Posteriormente, pBEV y pBEV-SAPA fueron introducidos en E. coli S17.1 λpir para ser transferidos por conjugación a B. abortus S19. Shock osmótico de Brucella Para la preparación del contenido periplásmico de Brucella se siguió el protocolo desarrollado por T. Stabel con menores modificaciones (Stabel et al., 1994). Un cultivo de B. abortus fue cosechado por centrifugación, lavado y resuspendido en solución fisiológica a una concentración final de 1-5×1010 bacterias /ml. Las bacterias fueron centrifugadas a temperatura ambiente por 10 min a 6000×g y resuspendidas en 1ml de Tris 0,2M pH 8,0. Se agregó luego un 1 ml de solución Tris 0,2M pH 8,0, Sacarosa 1M y Zwittergent 3-16 0,5%. Se incubó 10 min a temperatura ambiente y se agregó lisozima hasta una concentración final de 100μg/ml. Se procedió a incubar el preparado hasta notar un cambio en la turbidez de la muestra. Luego se agregaron 2 ml de agua bidestilada y se incubó con agitación suave por 2 h a 25 °C. Despues de este período se centrifugó la muestra por 30 min a 25 °C y 8000×g. La fracción periplásmica ( Procedimientos experimentales 100 4ml del sobrenadante) fue extraída para su posterior análisis y el pellet (fracción protoplástica)fue lavado dos veces con solución fisiológica y separado para su posterior uso. Western blots Los lisados bacterianos totales, las fracciones protoplásticas y periplásmicas fueron solubilizadas en solución amortiguada de Laemmli en presencia de ditiotreitol como agente reductor a 100°C por 5 min (Laemmli, 1970).Los extracto protéicos fueron resueltos por electroforesis en geles desnaturalizantes de poliacrilamida-SDS 10% (SDS-PAGE) y transferidos a filtros de nitrocelulosa tal como se describe en Molecular Cloning (Sambrook et al., 1989). La expresión de la proteína recombinante fue detectada en los filtros por incubación con suero hiperinmune de conejo contra SAPA en dilución 1:500 (Pastini et al., 1994) seguido de la incubación con anticuerpo secundario de cabra anti-IgG de conejo conjugado a peroxidasa de rábano (HRPO) (Dako Immunoglobulins) diluído 1:2000 y revelado con 4-cloro-1-naftol como cromógeno (Sigma Chemical Corp.). Para estudiar la respuesta inmune generada contra la proteína recombinante expresada en Brucella, 50 ng de proteína híbrida SAPA-glutatión-S-transferasa (GST-SAPA) purificada de E. coli fueron solubilizadas en solución amortiguada de Laemmli, resueltas por SDS-PAGE, transferidas a membranas de nitrocelulosa e incubadas con los sueros de los animales inmunizados. Los filtros fueron luego incubados con proteína A-I125 (Dupont NEN Research Products) y expuestos en placas radiográficas. Inmunización de ratones y ensayos de protección Ratones BALB/c hembras de 60 dias de edad fueron inoculados intraperitonealmente con 1×107 ufc de Brucellae en 0,2 ml de solución fisiológica. Grupos de 8 ratones fueron inoculados con B. abortus S19 (pBEV), B. abortus S19 (pBEV-SAPA) y B. abortus S19 (pBEV-SAPA) inactivadas por incubación a 65°C por 1 h, respectivamente. A los 10, 18, 23 y 30 dias p.i., dos animales por grupo fueron sangrados y sacrificados, el suero fue recogido y guardado a -20°C hasta su uso; los bazos fueron extraídos, pesados y homogeneizados en 1ml de solución fisiológica esteril para realizar recuento de viables por dilución y plaquéo en medio TSB suplementado con los antibióticos necesarios. Para los ensayos de protección, dos grupos de 10 ratones fueron inoculados intraperitonealmente con 1×107 UFC de B. abortus S19 y B. abortus S-19 (pBEV-SAPA) Procedimientos experimentales 101 respectivamente. Sesenta dias post-inoculación los ratones fueron desafiados con 5×104 UFC intraperitoneales de la cepa virulenta B. abortus 2308. A los 7 y 28 dias post-desafío, 5 ratones de cada grupo fueron sacrificados, los bazos removidos y homogeneizados como ya se describió para efectuar el recuento de viables. ELISA La respuesta de anticuerpos murinos contra el LPS de Brucella y contra el antígeno recombinante SAPA fueron evaluados por ensayos de ELISA indirecto. Para la detección de los anticuerpos anti-LPS se siguió la técnica desarrollada por Nielsen con algunas modificaciones (Nielsen et al., 1995). Placas de poliestireno (Nunc 92620) fueron sensibilizadas con S-LPS a una concentración de 1 μg/ml en solución amortiguada de carbonato de sodio 0,006M pH 9,6. Los sueros de los ratones para cada período de muestreo fueron combinados y dispensados a una dilución 1:25 en solución PBS 10mM, 0,015M EDTA, 0,015M EGTA, 0,05% Tween 20 pH 6.3. La reactividad de los sueros fue detectada incubando con suero de cabra anti-Ig de ratón conjugado a peroxidasa (HRPO) (Jackson ImmunoResearch Laboratories Inc.) diluído 1:2500 en PBS 10 mM, 0,05% Tween 20 pH 7,2 y revelada con una solución de sustrato/cromógeno 1mM de 2,2-azino-bis(3-ethylbenzil-thiazoline-6-sulfonic acid)diammonium salt (ABTS), 4 mM H2O2 en 0,05 M de solución amortiguada citrato pH 4,5. Las lecturas fueron tomadas a 405 nm cada minuto, sobre los primeros 15 minutos de reacción con el programa ELISA 2.20 ADRI (Nielsen et al., 1992) en un lector de ELISA conectado a una computadora (Titertek Multiscan). Los valores de absorbancia en el rango lineal versus tiempo fueron utilizados para calcular las pendientes para cada suero por análisis de regresión lineal. Los valores de las pendientes (multiplicads por 103), que son directamente proporcionales a la concentración de anticuerpos específicos presentes en la muestra (Winter et al., 1988), fueron graficados para cada muestra. El mismo procedimiento se siguió para evaluar la respuesta serológica contra el antígeno recombinante SAPA. En este caso las placas de poliestireno fueron sensibilizadas con 500ng de SAPA recombinante en solución amortiguada de carbonato de sodio 0,006M pH 9,6. Para la detección de los distintos isotipos de inmunoglobulinas, se utilizaron anticuerpos secundarios de cabra conjugados a HRPO antiIgG1 y IgG2a de ratón diluídos 1:500 en PBS 10 mM, 0,05% Tween 20 pH 7,2. En este caso los títulos de anticuerpos específicos contra SAPA fueron expresados como la máxima dilución Procedimientos experimentales 102 cuyo valor de absorbancia a 405 nm fue mayor al valor promedio + 3 DS de 5 sueros murinos normales. Inoculación experimental de bovinos Diez terneras de 6 meses de edad fueron divididas en dos lotes. El lote control, compuesto por 5 terneras, fue inoculado por vía subcutanea con 5×109 UFC de la cepa vacunal B. abortus S19 resuspendidas en solución fisiológica esteril. El grupo experimental, compuesto por 5 terneras, recibió la misma dosis y por la misma vía de la cepa vacunal etiquetada B. abortus S19 (pBEV-SAPA). Previo a la vacunación en manga, los animales fueron sangrados y los sueros preinmunes guardados a -20°C hasta su uso. A los 60 días post-vacunación los animales fueron sometidos a sangrados exploratorios y los sueros fueron congelados hasta su uso. Bibliografía 103 Abrami, L., M. Fivaz, P-E. Glauser, R. G. Aperton, and F. G. van der Goot. 1998. A poreforming toxin interacts with a GPI-anchored protein and causes vacuolation of the endoplasmic reticulum. J. Cell. Biol. 140:525-540. Adams, L. G. 1990. Development of live Brucella vaccines. In: Adams, L. G. (ed.). 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