REVISTA JURÍDICA VERACRUZANA Organo doctrinario e informativo del H. TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA del Estado de Veracruz-Llave NUMERO 81 TOMO LXV CONSEJO DE LA JUDICATURA MAGDO. RAUL I. AGUILAR MARABOTO PRESIDENTE MAGDA. CELSA GARCIA SERRANO MAGDO. BENJAMIN GARCIMARRERO OCHOA MAGDO. GUSTAVO KUBLI RAMIREZ MAGDO. FERNANDO FIGUEROA BUJAIDAR MAGDO. PEDRO LUIS REYES MARIN LIC. LUIS GONZALEZ GUTIERREZ SECRETARIO DE ACUERDOS Director General Magdo. Alfredo B. Garcimarrero Ochoa Director Editorial. Magdo. Raúl Pimentel Murrieta Consejo Editorial Magdo. Jose L. Alvarez Montero Magdo. Gregorio Valerio Gómez Magdo. Eugenio Vázquez Hernández Magdo. Emilio A. Polanco Servín Magdo. Reynaldo Madruga Picazzo Magdo. Miguel Manzanilla Pavón Magdo. Fernando A. Guzmán Calvo XALAPA-EQUEZ, VER., OCTUBRE - DICIEMBRE 2001 Registrada como Articulo de 2ª clase, el 21 de febrero de 1938.- Esta Revista, que a la fecha es trimestral, fue creada por acuerdo de sesión plenaria del H. Tribunal Superior, el 18 de noviembre de 1937. INDICE Pág. EDITORIAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 DOCTRINA - El estado de derecho y la seguridad pública en México . . . . . . . . . . . Magdo. José Lorenzo Alvarez Montero. 5 - Dos problemas competenciales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23 Magdo. Miguel Manzanilla Pavón. -Necesidad de establecer organos jurisdiccionales . . . . . . . . . . . . . . . 30 para el control constitucional de la entidades federativas Magdo. Raúl Pimentel Murrieta - Un criterio judicial erróneo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Magdo. Eugenio Vázquez Hernández. - Derecho, verdad y sentencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Lic. Alfredo Hernández Campillo 35 38 LEGISLACION - Código de procedimientos administrativos. . . . . . . . . . . . . . . . . 51 JURISPRUDENCIA Y TESIS AISLADAS - En materia Civil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111 - En materia Mercantil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116 - En materia Penal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120 DIRECTORIO - Consejo de la Judicatura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125 - Tribunal Superior de Justicia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126 - Juzgados de Primera Instancia y Menores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129 - Juzgados Municipales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 142 EDITORIAL Enaltece al Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado, la publicación de un nuevo ejemplar de la Revista Jurídica Veracruzana, que demuestra que la obra contenida en este órgano de difusión jurídico-cultural, no ha quedado en el pasado, sino que es fuente de inspiración que norma el ideario jurídico de magistrados, jueces, investigadores, doctrinarios y juristas, que en el horizonte constituido por mas de sesenta y tres años de vida editorial, han colaborado a través de su experiencia en el ámbito del derecho y la administración de justicia. La obra jurídica veracruzana, que ha trascendido en el contexto nacional, no termina hoy, ni empezó ayer, la iniciaron generaciones precedentes, a las cuales es justo rendir un homenaje, y por ello corresponde al actual Consejo Editorial integrado por Magistrados de este Tribunal Superior de justicia, la prosecución de la obra, para cumplir con el tiempo de la historia y ofrecer a los estudiosos del derecho una fuente genuina de conocimientos. El Consejo Editorial, además de integrar artículos doctrinarios, publicar reformas y legislaciones vigentes, así como criterios jurisprudenciales actuales, adquiere el firme compromiso de superar en cada ejemplar su calidad jurídica, a fin de acrecentar el prestigio del derecho veracruzano, que en forma permanente se ha mantenido a la vanguardia, porque como alguna vez expusiera el destacado Maestro Veracruzano Licenciado Aureliano Hernández Palacios, que en una época ocupara el sitial de Presidente del Tribunal superior de justicia,: “solo en el orden jurídico es posible la libertad individual, con la vigencia de la ley se suprime la desigualdad, se asegura la autonomía del pensamiento y la conciencia de los hombres y solo con el supremo imperio de la constitución podemos progresar en la paz, crecer en la justicia y vivir en la democracia. MAGISTRADO RAUL IVAN AGUILAR MARABOTO. DOCTRINA EL ESTADO DE DERECHO Y LA SEGURIDAD PUBLICA EN MÉXICO. Dr.José Lorenzo Alvarez Montero* Con la finalidad de precisar el desarrollo de la presente comunicación iniciaré por proponer los elementos constitutivos y las definiciones de los términos utilizados en el título correspondiente. I.-EL ESTADO DE DERECHO. El estado de derecho como realidad política descansa en dos premisas fundamentales: 1. La vigencia de un orden jurídico que tienda a la realización de la Seguridad Jurídica, el bienestar público general y la justicia y 2. La observancia o cumplimiento de dicho orden por parte de gobernantes y gobernados y I.A. VIGENCIA DEL ORDEN JURÍDICO El primer elemento enunciado precisa que no todo orden jurídico puede ser elemento fundante del estado de derecho sino que es indispensable que el mismo esté impregnado de valores humanísticos y democráticos que *Magistrado de la Sexta Sala del Tribunal Superior de Justicia, Doctor en filosofia con especialidad en educación, Maestría en educación con especialidad en docencia universitaria, Especialidad en derecho fiscal y constitucional, Diplomado en educación superior y Diplomado en «El estado contemporaneo y su reconstrucción institucional». aseguren el ejercicio de la libertad como condición para alcanzar los valores fundamentales mencionados. Aunado a lo anterior deben incorporarse al citado orden principios que alcancen la plenitud del derecho es decir, que cualquier problema que se llegue a plantear tenga una solución, o en otras palabras, que cualquier laguna jurídica pueda ser colmada con la observancia de los principios generales que informen el derecho vigente. Debe asimismo, tratarse de un derecho democrático, o sea, de un conjunto de disposiciones jurídicas que hayan sido aprobadas o ratificadas a través de procedimientos democráticos como sería el referéndum o plebiscito. También resulta necesario que el inicio de vigencia de las leyes y demás disposiciones de carácter general contengan una vacatio legis que posibilite la explicación, difusión y conocimiento de dichas leyes y disposiciones, de tal modo, que exista el espacio temporal suficiente para que los destinatarios de aquellas las comprendan debidamente y estén en la situación de cumplirlas. En 5 consecuencia deben desterrarse las dos practicas autoritarias siguientes: 1. El inicio de vigencia el mismo día o al siguiente de la publicación de las leyes y, 2. El principio de que la ignorancia de la ley no exime su cumplimiento. Finalmente debe agregarse que cuando se trate de disposiciones fundantes de procedimientos judiciales o administrativos resulta necesaria la capacitación de funcionarios y empleados y en general de los servidores públicos que tendrán bajo su responsabilidad el conocimiento y resolución de los asuntos planteados por los gobernados. I.B. CUMPLIMIENTO DEL ORDEN JURÍDICO administrativa a servidores públicos honestos y honrados, con la preparación y el interés prioritario de cumplir con las leyes. Finalmente el estado de derecho implica su sometimiento a la jurisdicción, es decir, que corresponde al poder judicial conocer y resolver en última instancia todas las controversias que se susciten con motivo de la infracción al orden constitucional y legal vigente, por parte de gobernantes y gobernados. Tomando en consideración lo anteriormente señalado me permito proponer como aproximación a una definición del estado de derecho la siguiente: El estado de derecho, es aquélla organización de la sociedad fincada en un orden jurídico cuyo plexo axiológico se finca en la libertad como medio para alcanzar la seguridad jurídica, el bienestar público general y la justicia, así como en el debido cumplimiento de aquel por parte de gobernantes y gobernados, cuya conducta transgresora es sometida a la Jurisdicción. II. EN BUSCA DE UN CONCEPTO DE SEGURIDAD PUBLICA. PRIMERA PROPUESTA. No basta la existencia o vigencia formal del orden jurídico sino que es indispensable su debido cumplimiento, como ya se afirmó por parte de gobernantes y gobernados. El artículo 128 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos prescribe que todo funcionario público, sin excepción alguna, antes de tomar posesión de su encargo, prestará Por lo que se refiere a la expresión “seguridad protesta de guardar la Constitución y las leyes pública” puede afirmarse que esta íntimamente que de ella emanen, de tal forma que están relacionado con el problema de los límites en obligados a cumplir y hacer cumplir el orden el ejercicio del poder político, lo que inevitableconstitucional del país. mente nos conduce y ubica en la concepción del El cumplimiento del derecho vigente, el cual estado de derecho, fundado en el principio del incluye no solo el derecho legislado, reglamen- imperio de la ley, uniéndose así y estableciendo una relación de dependencia tario, jurisprudencial sino incluso el consuetuen caso de que no fuera así el entre los términos utilizados dinario, debe ser en principio voluntario pero cumplimiento debe ser sin o contra en el presente trabajo. No basta la existenla voluntad misma del destinatario Efectivamente el Estado, cia o vigencia formal infractor. Solo así se salvaguardan como expresión suprema de del orden jurídico sino y procuran los valores fundamenla estructura social, conforma que es indispensable tales del derecho. la persona moral de deresu debido cumplimiento. La necesidad de salvaguardar cho público, responsable el estado de derecho a través del de organizar la sociedad y cumplimiento del orden constimantener el orden público, tucional y legal, impone la necesidad de elegir, con el fin de lograr, en un ambiente de paz y nombrar o designar a través de los procedimien- prosperidad, la seguridad jurídica, el bien común tos de elección popular directa o indirecta o y la justicia. Alcanzar tan elevados propósitos no es tarea 6 fácil. Se requiere de una serie de condiciones, organización social a través de un conjunto de conductas y valores interrelacionados, conte- relaciones que se realizan entre el individuo, la nidos en normas jurídicas eficaces, cuyo plexo sociedad y el gobierno. axiológico gire alrededor de la persona humana; Incorporada la Seguridad Pública a las funde directrices políticas, fundadas en la libertad ciones del Estado, ésta se procura a través de un y la autonomía; de estructuras administrativas conjunto de principios, disposiciones, acciones adecuadas, exentas de burocratismo asfixiante, y estructuras que deben normar, encausar y deasí como de la decidida participación responsa- sarrollar dicha función, es decir, que esta función Para la realización de estatal debe desarrollarse con ble de la sociedad. los valores fundamentales base en un orden jurídico, de ...el poder público se ha señalados, se necesita crear acuerdo a ciertos principios instaurado para beneficio y mantener un ambiente morales y de conformidad a un de la sociedad... que propicie el trabajo, las plan y programas de naturaleinversiones, la tranquilidad za político y administrativo. y en general, el desarrollo Sin ignorar que, como permanente de todas las actividades sociales, afirma Lorenzo Thomás Torres, la seguridad pública, en sentido amplio, es una de las cuestiones económicas, políticas y culturales. De este requerimiento social, surge como de mayor complejidad conceptual y operativa condición sine qua non del progreso colectivo, en cualquier comunidad,3 pues se trata de una la seguridad pública como cualidad o caracte- noción que se construye a partir de objetivos rística de un estado de cosas, que proporcione a específicos que implica la participación de la los gobernados un ambiente sano que impulse administración pública a través del Ministerio y propicie el desarrollo de las capacidades hu- Público, las policías preventivas y represivas y del Poder Judicial, considero, que la Seguridad manas. La construcción y mantenimiento de este Pública como función a cargo del Estado se maambiente debe estar a cargo del Estado mexica- nifiesta en un conjunto de programas, acciones no, en donde corresponsablemente participen y procesos tendientes a mantener la paz social gobierno y sociedad, sin olvidar que en este bi- mediante la prevención y persecución de los nomio, como lo señala el distinguido Dr. Serafín delitos, el respeto a la integridad física y moral de Ortiz Ortiz, que el poder público se ha instaurado las personas, sus derechos, bienes y posesiones, para beneficio de la sociedad, por tanto deben así como por conducto del restablecimiento del orden jurídico vulnerado en cada caso particuprevalecer los intereses de la misma.1 La expresión seguridad pública requiere de lar.4 El concepto anterior, coincide con el de una seria reflexión para fijar su alcance y contenido. Para poder penetrar en su complejidad, Lorenzo Thomas Torres, quien afirma que: “La iniciemos por aproximarnos a su definición, seguridad pública, en sentido lato, es un servicio partiendo del significado de los términos que público cuya prestación, en el marco de respeto a las garantías individuales, corresponde en forma lo integran. Entendemos por “seguridad”, la exención exclusiva al Estado y tiene por objeto mantener el de peligros, riesgos o daños, lo que ofrece pro- orden jurídico; proteger la vida e integridad física tección, confianza, tranquilidad a las personas, de las personas, así como sus bienes y derechos; proveniente de que no hay peligro que temer. Y prevenir la comisión de delitos e infracciones por “Público” lo de la generalidad, lo relativo a la a los reglamentos gubernativos y de policía; investigar y perseguir los delitos, administrar comunidad, a la colectividad, lo de todos. 2 De lo anterior se colige que la seguridad pú- justicia para la sanción de éstos; y vigilar que los blica se presenta como una función ligada a la sentenciados purguen las condenas que les sean 7 impuestas procurando la readaptación social de los mismos.5 ” En nuestro régimen jurídico, la Seguridad Pública, de conformidad con lo dispuesto por el párrafo quinto del artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, es una función a cargo de la Federación, el Distrito Federal, los Estados y los Municipios, en sus respectivas competencias. Desafortunadamente, en el mismo párrafo, parece que esta actividad se reduce a las instituciones policiacas, cuando en realidad la riqueza de dicha expresión deviene en una serie de servicios más amplios que le dan forma y contenido a la Seguridad Pública. Efectivamente, en un punto y seguido se dice “La actuación de las instituciones policiales se regirá por los principios de legalidad, eficiencia, profesionalismo y honradez”. Sin embargo, tomando en consideración la aproximación al concepto que hemos formulado líneas arriba, partiendo de su contenido, la exención de peligros, riesgos o daños, lo mismo que lo que ofrece protección, confianza y tranquilidad a la sociedad no puede reducirse al ámbito policiaco. Sin desconocer, desde luego, su importancia, el elemento policial sería solo uno de los aspectos que comprende la Seguridad Pública, indispensable cuando se evade el cumplimiento de la ley y las ordenes de las autoridades judiciales competentes. Corroborando lo anterior, podemos leer en la exposición de motivos de la reforma al artículo 21 Constitucional, lo siguiente: “la iniciativa plantea definir a nivel constitucional las bases sobre las cuales debe regirse la seguridad pública en todo el país. El cambio que se propone demanda una nueva concepción de la profesionalización policial. Es preciso reforzar los procedimientos de evaluación permanente del desempeño profesional de los servidores públicos de seguridad. Se debe crear una verdadera carrera policial sustentada en un régimen de prestaciones económicas y sociales congruente con la importancia y el riesgo de su labor. Es necesario revalorar y dignificar al servidor de la seguridad pública para atraer a esta actividad a mexicanos que encuentren en ella un proyecto digno de vida profesional, sentando las bases de seguridad y reconocimiento social que merecen. Es necesario hacerlo en el ámbito federal y promover, con respeto a la soberanía de los estados y a la autonomía de los municipios, que estos esquemas sean de adopción generalizada. Por ello, la iniciativa propone establecer en el artículo 21 constitucional, la obligación del Estado de velar por la seguridad pública de los gobernados, señalando el mandato para que todos los cuerpos de seguridad pública que pertenezcan a la Federación, entidades federativas y municipios se organicen bajo los principios de legalidad, honestidad, eficiencia y eficacia. En este sentido, se contempla la obligación de la Federación, de las entidades federativas, del Distrito Federal y de los municipios, para coordinarse en esta materia. Ante la creciente capacidad organizativa y movilidad de la delincuencia organizada, el Estado mexicano no debe ni puede hacerle frente mediante una estrategia desarticulada. Es necesario que los tres niveles de gobierno articulen sus potencialidades y compensen sus insuficiencias en materia de seguridad pública. La corresponsabilidad de cada uno de ellos en un fin común garantiza que el sistema de coordinación que se propone sea verdaderamente un esfuerzo nacional en que los órganos constitucionales que dan cuerpo al federalismo participen con iguales derechos y en condiciones equitativas en la realización de un deber común: garantizar la seguridad y la tranquilidad de la población. De ahí que la presente iniciativa proponga facultar al Congreso de la Unión para expedir la ley que fije las bases para la coordinación entre los tres niveles de gobierno, en el marco de un Sistema Nacional se Seguridad Pública.” Complementando la idea anterior, los servicios, que desde nuestro punto de vista deben estar comprendidos en la Seguridad Pública son: la Procuración e impartición de justicia, así como la prevención del delito, y la readaptación social del infractor, valores sociales que le dan un sustrato ético a la importante actividad de las policías preventivas y persecutorias, de modo que dicha seguridad es la manifestación de la ac8 ción gubernamental ejercida para salvaguardar ridad pública no solo como una función que la integridad, interés, derechos y bienes de las comprende las actividades ejecutivas de prepersonas y de las entidades públicas y privadas vención, sino también las acciones sustantivas cumpliéndose con responsabilidad, respetando de investigación y persecución para que los las garantías individuales y evitando el abuso del delincuentes sean enjuiciados, sancionados y poder para mantener el Estado de Derecho6 . readaptados conforme a las leyes. A esta concep Esta proposición responde lo presción define a la seguEs necesario revalorar y dignificar al crito por el artículo 3 ridad pública como servidor de la seguridad pública para de la ley General que todas aquellas activiatraer a esta actividad a mexicanos Establece las Bases de dades encaminadas que encuentre en ella un proyecto Coordinación del Sisa prevenir y disminuir tema Nacional de Selas infracciones y dedigno de vida profesional. guridad Publica que al litos así como las acefecto establece: ciones que realizan el Artículo 3º. Conforme al artículo 21 Constitu- Ministerio Público a través de la procuración de cional y para los efectos de esta Ley, la seguridad justicia, las autoridades administrativas responpública es la función a cargo del Estado que tiene sables de la readaptación social del delincuente como fines salvaguardar la integridad y derechos y la readaptación del menor infractor; así mismo de las personas, así como preservar las libertades, la labor de las instituciones encargadas de la el orden y la paz públicos. protección de instalaciones y servicios estraté Las autoridades competentes alcanzarán gicos del país y, en general, todas las que realicen los fines de seguridad pública mediante la pre- directa o indirectamente, las dependencias y vención, persecución y sanción de las infraccio- entidades que deban contribuir a los fines de la nes y delitos, así como la reinserción social del seguridad pública en México. delincuente y del menor infractor. Es acertado decir que la institución del El estado combatirá las causas que gene- ministerio público, cuando persiguen los delitos ran la comisión de delitos y conductas antisocia- ya cometidos, por medio de la investigación de la les y desarrollará políticas, programas y acciones policía judicial y luego, al ejercitar la acción penal, para fomentar en la sociedad valores culturales y lo que busca es que aquellos se castiguen legalcívicos, que induzcan el respeto a la legalidad. mente, que se sancionen conforme al código La función de seguridad pública se rea- penal con todas las formalidades legales, porque lizará en los diversos ámbitos de competencia, con esto, finalmente, contribuirá al mismo fin de por conducto de las autoridades de policía pre- garantizar el orden jurídico y, por ende, la paz ventiva, del Ministerio Público, de los tribunales, pública. de las responsables de la prisión preventiva, El concepto jurídico construido en la iniejecución de penas y tratamientos de menores ciativa, que recoge las ideas de muchos juristas infractores, de las encargadas de protección de y legisladores, permite afirmar que la importanlas instalaciones y servicios estratégicos del país, tísima tarea de las autoridades judiciales, cuando así como por las demás autoridades que en razón conocen y determinan la situación jurídica de los de sus atribuciones, deben contribuir directa o enjuiciados y los sancionan, restituyen el orden indirectamente al objeto de esta ley. jurídico y con ello, innegablemente obsequia las En la exposición de motivos de la citada finalidades de preservar la paz social. ley, en la parte que nos interesa, se señala: Debe reconocerse igualmente, con la “En esta iniciativa se concibe a la segu- misma línea de pensamiento lógico y jurídico, 9 que la actuación de las autoridades encargadas de la ejecución de las penas, lo que intenta es que quienes hayan cometido ilícitos criminales, se readapten para que no lo vuelvan a cometer y con esta función imprescindible colaboran para asegurar el orden y la tranquilidad social. Podemos entender asimismo que cualquier otra acción, programa o política que realice alguna autoridad de salud, de educación, o de protección del medio ambiente, por ejemplo, pretende capacitar, desarrollar y formar a una sociedad imbuida de valores culturales y cívicos que induzca una conducta colectiva y una actitud de respeto a la legalidad predispuesta hacia la solidaridad social, lo que indudablemente se traduce en una contribución a la preservación del orden público y la paz social de la sociedad. Por eso, la función de seguridad pública estatal se concibe con un sentido preciso que la entiende como la materia de prevenir y perseguir delitos pero también con un sentido lato, la de comprender el resto de las acciones que de una manera conjunta confluyen a las finalidades superiores de sus objetivos. Más adelante indica: Es así, como con una conclusión, que se ha estructurado el concepto de la seguridad pública con dos ejercicios metodológicos: primero por sus acciones y segundo por sus conductas; aquellas son las partes funcionales que componen la seguridad pública, estas las autoridades a través de las cuales se realiza y complementa la función. La iniciativa de ley que se presenta a la soberanía del Congreso de la Unión, busca la consecución del bienestar social a través de la protección de los derechos y bienes del individuo y la preservación de los más altos valores de la sociedad, que son, en última instancia los de la justicia. Agregando: Es indiscutible que la educación, como elemento de formación del ser humano tiende a desarrollar y motivar el amor a la patria y la conciencia en la justicia, como premisas de conducta humana necesarias para la practica de los más altos valores sociales. Por esta razón, se incorpora como instrumento básico del Sistema Nacional de Seguridad Pública la carrera policial obligatoria y permanente de acuerdo con los mecanismos de coordinación, integrando todas las instituciones en que se forme y desempeñen los elementos, sean federales, locales o municipales. La capacitación, el adiestramiento, la actualización y la especialidad de los mecanismos y destrezas adquiridos por los elementos policiales, se desarrollaran a partir de los mecanismos de coordinación y serán condiciones para lograr ascensos y promociones; la especialización profesional redundará en la obtención de agentes e instituciones más eficaces y de alta calidad en beneficio de la comunidad. El texto de la iniciativa concibe la carrera policial como un servicio permanente de carácter profesional, que permite desarrollar todo un ejercicio de vida por parte de los integrantes de las corporaciones de seguridad pública del país y que comprenda un conjunto de mecanismos que vayan desarrollando el trabajo de las policías. La especialización y los diferentes cursos teóricos y prácticos que se impartan irán contribuyendo a la formación policial, deberán aglutinarse y concebirse con una misma visión integral, por los planes y programas de estudio contenidos formales, que puedan llegar a recibir el crédito de escolaridad que toda tarea profesional exige. Para esto habrá de crearse y establecerse academias nacionales y regionales de policía, que sumadas a las que ya existen y operan en los Estados, vayan conduciendo, como un servicio de apoyo nacional, el enfoque y los objetivos de la formación policial y permitiendo así, el desarrollo de una verdadera carrera profesional. Finalmente se hace referencia a la participación de la sociedad en los términos siguientes: El Consejo Nacional tendrá el encargo de establecer los procedimientos necesarios que permitan a la comunidad intervenir en la planeación de políticas y medidas concretas para mejorar los servicios de seguridad pública en sus respectivas localidades, auxiliar a las autoridades en sus 10 tareas y para participar en actividades que no sean confidenciales o pongan en riesgos el buen desempeño de la función de seguridad pública, con lo cual se hace coparticipe al ciudadano de esta importante tarea social, cuya naturaleza debe reconocerse en la corresponsabilidad de sociedad y gobierno.7 En el Estado de Veracruz, de acuerdo a la Ley de Seguridad Pública para la entidad, esa función es prioritaria, coincidiendo en su concepción general con lo dispuesto en el artículo 3 antes citado. Sin embargo, debo destacar que en el artículo 5 de la ley local se dispone que la preservación de la seguridad pública, se sustenta en el constante y efectivo mejoramiento de las condiciones de vida de la población, tomándose en cuenta los requerimientos sustantivos para el desarrollo de la existencia individual y de las relaciones sociales en los diversos planes, programas y presupuestos del gobierno del Estado y de los ayuntamientos de la entidad, de donde resulta una connotación más amplia y completa de la seguridad pública, disposición que no se encuentra en la ley federal mencionada. Atento a todo lo anterior, la primera propuesta sería reformar el párrafo quinto en la parte que hemos venido señalando para indicar que, la seguridad pública tiene como fines salvaguardar la integridad y derechos de las personas, así como preservar las libertades, el orden y la paz públicos mediante la prevención, persecución y sanción de las infracciones y delitos, así como la reinserción social del delincuente y del menor infractor. La vigilancia, por parte de las fuerzas policiales y el funcionamiento de las instituciones de procuración e impartición de justicia, para hacer respetar el orden establecido por las leyes deben ser objeto prioritario de las funciones de gobierno para propiciar la “seguridad pública”. Crear ese ambiente de confianza en el orden, en los organismos y en las fuerzas policiales que lo mantienen y restauran, es una cuestión de inmediata y primordial atención. El orden social establecido por las leyes es resultado y condición de la seguridad pública. Es resultado porque ésta lo procura. Es condición, porque sin orden no puede hablarse de seguridad pública. Debe tenerse presente como lo señaló el ilustre don José Ortega y Gasset que “el orden no es una presión que desde fuera se ejerce sobre la sociedad, sino un equilibrio que se suscita en su interior” 8 De aquí que resulte importante para la sociedad, saber que el orden establecido por las leyes se mantendrá y en caso de ser vulnerado, existen disposiciones, órganos, procedimientos eficaces y servidores públicos capaces de restaurarlo oportunamente. III.- LA JUSTICIA EN TODOS LOS TIEMPOS Y CAMINOS DE LA HISTORIA. De conformidad con la reforma propuesta, la administración de justicia es parte fundamental de la Seguridad Pública. No debe olvidarse que la justicia es y ha sido la aspiración constante de todos los pueblos. La necesidad de justicia de las sociedades recorre todos los caminos y los tiempos de la historia. La justicia como requerimiento humano individual y social es universal y permanente, por ello, las instituciones encargadas de procurar e impartir justicia a quienes la reclaman, juegan un rol trascendental en la seguridad pública. Los actores principales de la procuración e impartición de justicia son: los que la solicitan, los que la procuran, los que la imparten y ejecutan. Podemos así señalar, que las fases de la administración de justicia son: solicitud, procuración, impartición y ejecución. Cada una de estas etapas debe estar regida por disposiciones jurídicas armónicas que en su conjunto conformen un código de justicia, que imponga por igual derechos y obligaciones a los actores del proceso: peticionarios y abogados que los patrocinen, servidores de la procuración de justicia, funcionarios judiciales y responsables de la ejecución de las sentencias. Debe tenerse presente que la Seguridad Pú- 11 blica tiene dos dimensiones, una objetiva y otra subjetiva. La Primera consiste en la existencia de leyes, y el funcionamiento adecuado de instituciones, procedimientos, planes, programas, organización policial, que reconocen y protegen los derechos de los gobernados, resguardan y vigilan el orden social y en el supuesto de que la ley o el orden social sean vulnerados persiguen y sancionan a los delincuentes, restableciendo los derechos conculcados y el orden social transgredido. La segunda deriva del conocimiento real de la primera, es decir, de la existencia y funcionamiento de los elementos y condiciones de la seguridad pública en su dimensión objetiva, se propicia un ambiente de certeza de saber a que atenerse, de confianza y de tranquilidad, por parte de los gobernados y de la sociedad en su integridad. Sin elucubrar y profundizar sobre las distintas concepciones del derecho, que pueden ilustrar y orientar el trabajo legislativo, aquí reduciremos nuestro escenario al denominado derecho vigente, entendido éste como el conjunto de disposiciones jurídicas (imperativo-atributivas) que en una época y lugar determinados, la autoridad política declara obligatorias. Sin embargo, de acuerdo a la concepción neoiusnaturalista, aceptada y propuesta por el suscrito, no cualquier disposición jurídica merece la denominación de derecho, pues para lograrlo, debe incorporar a su contenido valores fundamentales, consecutivos, e instrumentales, correspondiendo a la sociedad fijar el contenido de dicho plexo axiológico, a través de su participación directa en la aprobación del orden jurídico vigente.9 IV. UN PARADIGMA PARA LA SEGURIDAD PUAsí, podemos construir un derecho demoBLICA. crático que responda a los efectivos intereses sociales. Un derecho que contando con la aproFundado en la concepción anterior, para bación de las mayorías asegura, a su vez, su eficaz poder proponer un esquema ético en el marco observancia. de la Seguridad Pública en México, abordaré Considero que las condicionantes políticas someramente, los componentes del modelo actuales permiten repensar, para perfeccionar, el aquí propuesto que pretende desterrar la visión pacto social histórico traído por los iusnaturalismaquiavélica de separar la moral, la política y el tas y el pacto social tácito o implícito de las seuderecho. dodemocracias que nunca justificó la legitimidad Sin desconocer que el derecho, la moral y la de mando de los gobernantes ni la obediencia de los gobernados, para cuentemente política tenganresulta ámbitos propios y que conseconstruir hoy, gobierno conveniente distinEl orden social establecido por las y sociedad, el nuevo guirlos, considero que leyes es resultado y condición de la pacto social expreso, como manifestaciones fundado en una nueva seguridad pública. de la cultura se enfilosofía del Estado, en cuentran íntimamente Es resultado porque ésta lo el que la regla sea la maentrelazadas y que procura. Es condición,, porque sin nifestación expresa de distinguir no neceorden no puede hablarse de seguridad la opinión y la voluntad sariamente nos lleva pública ciudadana, recuperana separar, sino por el do así, su función de contrario, existe una paradigma moral.10 necesidad urgente e imprescindible de converger en un amplio ámEsta regla de expresión directa de la voluntad bito de la función pública. ciudadana deberá reflejarse en las reformas a IV. A.- DERECHO DEMOCRATICO, DERECHO JUS- la Constitución Política de los Estados Unidos TO. Mexicanos, como símbolo y estandarte del 12 nuevo pacto social entre los mexicanos. Así, las participación y cumplimiento de la ley, por lo que necesidades o requerimientos sociales tendrán será necesario difundir y explicar el contenido de ésta, precisar los mecanismos, las propuestas de solución, procedentes de los propios destinatarios de la medios y procedimientos para Los actores principales norma jurídica y ésta, estará el cumplimiento de la misma, sustentada en valores sociales de la procuración e capacitando a los destinatarios expresamente aceptados.11 de las normas para que cada uno impartición de justicia IV. B.- DERECHO Y MORAL son: los que la solicitan los que la procuran, los que la imparten y ejecutan El derecho como producto social se manifiesta en reglas jurídicas para ordenar el comportamiento humano, deviniendo así el derecho, en un fenómeno ético que se revela a través de su axiología y cuya obligatoriedad debe estar fundada, más que en la coerción, en la moralidad que produce reconocimiento y convergencia social. De lo expuesto, resulta la indisoluble relación entre derecho y moral, concebido aquel, como una forma con las características de imperatividad y coercitividad, en tanto que ésta, como la materia o contenido de dichas formas, que le da validez intrínseca por los valores individuales y sociales que encierra.12 Como lo ha señalado Pedro G. Zorrilla Martínez, no se trata de legalizar la moral sino de moralizar el derecho.13 Sin embargo, no es suficiente la existencia de un orden jurídico que tienda a la realización de la justicia, el bien común y la seguridad jurídica, es necesario, el comportamiento ético de quienes tienen a su cargo las diversas funciones públicas del Estado, entre ellas, la de Seguridad Pública, así como el adecuado comportamiento de los gobernados en el cumplimiento de la ley. Sin desconocer que cada época y pueblo ha desarrollado una moral individual y social de acuerdo a su concepción sobre el ser humano, el mundo e incluso el universo, la forma de producción de bienes y servicios y los valores, concebimos a la ética como una disciplina que orienta el quehacer humano fundado en un conjunto de principios morales que tienden al respeto a la vida, la dignidad de la persona, la libertad, derechos, bienes, posesiones, papeles, asuma con responsabilidad la parte que le corresponda.14 Así, existen en la ética, elementos dinámicos y cambiantes y otros, permanentes y constantes que le dan validez universal, que permiten formular un código de conducta que sirva de guía a los servidores públicos en el ejercicio de sus atribuciones y manifieste su compromiso e intención de cumplir con la sociedad, sirviéndola con lealtad y diligencia, respetando sus derechos. Efectivamente, el derecho, como condicionante de la actuación de los servidores públicos, es causa eficiente pero no suficiente para alcanzar la seguridad pública. El orden jurídico requiere y exige, para cumplir sus fines, de destinatarios, “gobernantes y gobernados”, que cumplan sus disposiciones. Cuando unos u otros, o ambos, no adecuan su conducta a las prescripciones jurídicas, los propósitos de las leyes resultan inalcanzables.15 Lo señalado pone de relieve la necesidad de que paralelamente al diseño de un orden jurídico democrático se conforme un sólido cuerpo de servidores públicos cuya conducta esté fundada en el principio ético del “cumplimiento estricto de la ley”.16 En nuestro país, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como las leyes, que de la misma derivan, y que necesariamente requieren de una seria y profunda revisión para reformarlas en lo que sea necesario, contienen una serie de principios ético-jurídicos, como el respeto a la vida y a la dignidad de la persona 13 humana, sus derechos, propiedades, posesiones, papeles, domicilio, libertad, participación en la vida política, económica y laboral, que procuran la realización plena del ser humano. Sin embargo, esta finalidad no es posible lograrla, y no se ha logrado para la inmensa mayoría de mexicanos, cuya actual situación ha empeorado a causa de la incertidumbre e inseguridad en que se vive, sí subsiste y no se combate la corrupción, la negligencia y la ineficacia, entre otros aspectos obscuros, por parte de los encargados de las acciones de Seguridad Pública, así como la desidia, el desinterés y la falta de valor civil de la sociedad.17 V.- DERECHO, MORAL Y POLITICA: Como tercer elemento del modelo propuesto debe incluirse la política, entendida como una disciplina práctica, tendiente a la realización del bien común público. Como lo señala Paulette Dieterlen, “Los valores políticos o de la vida pública son una continuación de los valores éticos o de la vida privada”.18 Por lo que se propone el diseño y aplicación de planes y programas de Seguridad Pública que no sometan, limiten o restrinjan en tiempo, espacio y recursos económicos a las 14 15 entidades federativas o a los municipios, sino por el contrario, que respeten su autonomía y libertad. La desburocratización en las tomas de decisión, tienen como resultado, oportunas y eficaces acciones que coadyuvan al logro de la Seguridad Pública19 . Es decir, debe sumarse a lo señalado, la necesidad de un proyecto político-administrativo, sobre la seguridad pública que respete la autonomía de los Estados y la libertad de los municipios para que de conformidad con sus propias realidades de tiempo, espacio y características singulares, puedan elaborar sus planes y programas sobre este servicio público, que responda adecuada y oportunamente a las necesidades sociales.20 En atención a lo anterior y, recordando la teoría de los tres círculos de nuestro venerable maestro, don Eduardo García Máynez, consideramos que la Seguridad Pública en México sólo podrá lograrse cuando confluyan en ella, derecho democrático, ética en la actuación de gobernantes y gobernados, y políticas gubernativas, fundadas en el respeto a la dignidad humana y a los derechos que de la misma se derivan así como a la autonomía estatal y a la libertad municipal. La exclusión de uno de estos factores (Derecho, Moral y Política), impedirá la realización o logro efectivo de la seguridad pública, como se muestra en la figura siguiente.21 De acuerdo al modelo propuesto solo en el área sombreada puede darse la Seguridad Pública. Esta área es susceptible de ampliarse o restringirse, según la confluencia o incidencia mayor o menor de los tres elementos que la integran. D E p Para lograr lo anterior, resulta necesario: 1. Adicionar los artículos 41, 71, 72, 135 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para incorporar el referendo, el plebiscito y la iniciativa popular, teniendo así los instrumentos indispensables para la construcción del derecho democrático y el plexo axiológico de la sociedad. 2. Reformar el artículo 17 para precisar que a la pronta, imparcial y completa procuración e impartición de justicia, deben concurrir y coadyuvar quienes soliciten esos servicios, sus abogados patrones y los servidores públicos, encargados de dichas funciones, haciéndose responsables de toda actuación contraria a dichos principios. 3. Reformar los Códigos de Procedimientos Civiles y Penales, las leyes orgánicas del Poder Judicial y de las Procuradurías de Justicia o Ministerios Públicos, para disponer las responsabilidades y sanciones de los actores de la administración de justicia. 4. Reformar o expedir las leyes de profesiones de los Estados y del Distrito Federal para precisar las mencionadas responsabilidades y sanciones. 5. Expedir códigos de conducta ética en la procuración e impartición de justicia y reglamentos de peritos, policías preventivas y ministeriales de observancia obligatoria para los correspondientes servidores públicos. 6. Diseñar programas de difusión y explicación de las reformas para la formación y capacitación de los servidores públicos encargados de la Seguridad Pública. Las propuestas formuladas están estrechamente vinculadas a la necesidad de dar respuestas a las cuestiones humanas más importantes de la vida cotidiana, por lo que deberán propiciar la observancia de una conducta ética fundada en el conocimiento, la participación y en la responsabilidad de los actores. Conocimiento para actuar con fundamentos legales; participación para proponer, aprobar u opinar sobre las iniciativas de ley o reformas, y planes y programas que tiendan a lograr la seguridad 16 pública. Responsabilidad, en cuanto a que las conductas maliciosas, ilegales e irresponsables serán sancionadas enérgicamente en términos de la ley. Debe reiterarse que todas las acciones apuntadas tienden a procurar la seguridad y el orden públicos en el Estado, protegiendo los derechos, propiedades, posesiones y especialmente la integridad física y mental de las personas. Las finalidades citadas, le dan a la Seguridad Pública un sentido ético, fundamental para el desarrollo integral de la sociedad, al procurar la seguridad y el orden públicos, es decir, la confianza, la tranquilidad, la protección, eliminando los peligros, los riesgos, los daños que se les pueden causar a las personas.22 ejecución de las sentencias, su otorgamiento queda condicionado a factores de diversas índole, totalmente ajenas a los intereses de quien a obtenido una sentencia favorable. Atento a ello se propone dotar al poder judicial de su propia fuerza policial para ejecutar sus sentencias, solo así se logrará su autonomía funcional y contribuirá efectivamente a la seguridad pública. VII.- CONDUCTA MORAL DE LOS CUERPOS POLICIALES Este punto merece capítulo especial por su enorme trascendencia, y que para algunos constituye la misión imposible del estado, pues se trata precisamente de las actuaciones de las VI.- SEGURIDAD PUBLICA Y EJECUCION DE LAS fuerzas policiales, en donde deben integrarse tanto las policías preventivas como las persecuSENTENCIAS toras o ministeriales. Para recorrer el velo de tan entramado Por cuanto hace a la ejecución de las sentencias, recordamos de nueva cuenta el artículo escenario, resulta oportuno preguntarnos ¿de 17 constitucional que dispone, que la impartición quién ó de quienes se debe cuidar, salvaguardar de justicia será completa y las leyes federales y o proteger la sociedad?. Respuesta: De los que la plenaestablecerán ejecución delos susmedios necesarios para con su conducta locales resoluciones. violentan el orden Reformar el artículo 17 para precisar Como garantía de jurídico y conseque a la pronta, imparcial y completa justicia completa impocuentemente, el procuración e impartición de justicia, ne una obligación a las orden social por autoridades judiciales y deben concurrir y coadyuvar quienes él protegido, de ejecutivas del país, que no los que delinquen, soliciten esos servicios, sus abogados pueden oponer pretextos de los infractores patrones y los servidores públicos... de ninguna índole para de la ley y transproporcionar la fuerza gresores del orden policiaca cuando ésta sea social. De aquí que requerida para la ejecución de las sentencias sable saber cuales son las conductas resulteprohibidas indispendictadas por las autoridades judiciales. La segu- que provocan la perturbación del orden social ridad pública exige que quien vulnere el orden y la violación de la ley, causando con ello daño jurídico sea sancionado, ofreciendo al ofendido a la esfera jurídica de los gobernados: derechos, la certeza de que sus derechos serán restituidos. propiedades, posesión, integridad corporal y De poco o nada sirven las sentencias sin ejecutar, psíquica. ¿qué seguridad pueden ofrecer? El delincuente, el violador del orden Como en el modelo actual, en este jurídico y social, es un individuo que daña a la aspecto, deja prácticamente a la voluntad del sociedad, a la comunidad y a sus miembros en poder ejecutivo y de las dependencias para ello particular, valiéndose en dicha acción de todos facultades, el apoyo de la fuerza pública para la los medios a su alcance y provocando una amplia 17 secuela de inseguridad. El Estado a través del servicio de “Seguridad Pública”, debe proteger a la sociedad y a las personas en particular, de los delincuentes, estableciendo un sistema policial de observación, de prevención y de represión, por lo que la policía no puede ser concebida ni vista como una función o actividad del Estado para limitar o reprimir los derechos de los gobernados, por el contrario, debe ser la fuerza que proteja a la sociedad y a sus miembros de cualquier infractor y por ello, la policía debe estar a disposición de los gobernados, debe actuar y acudir a su llamado, porque la seguridad pública es la seguridad ciudadana. Por otro lado, la represión a los delincuentes o infractores debe realizarse de acuerdo a un sistema razonado y adecuado, es decir, la conducta moral implica por parte del individuo y la sociedad una serie de consideraciones axiológicas que induzcan al cumplimiento de los deberes y a la decisión de actuar bien o en bien de la comunidad a la que pertenecen y a la que sirven. De modo que un sistema razonado, es decir; que responda a la concepción de que el delincuente, por malvado o perturbador que resulte, es un ser humano y que como tal, tiene derechos que deben ser respetados por las autoridades encargadas de aprehenderlo, juzgarlo y readaptarlo. Un sistema adecuado, o sea, capaz de resistir o soportar los ataques de que es objeto por parte de los delincuentes, en otras palabras, eficaz. En esta dificultad de combinar lo razonado y lo adecuado, lo respetuoso y lo eficaz, se debaten las instituciones y los hombres que las encarnan. Unos, en aras de la eficacia, violentan todo derecho, otros, en respeto de los derechos, propician la ineficacia. ¿Cómo resolver este problema? O en otros términos, ¿Cómo lograr que en la prevención y represión de los delitos, los miembros de los cuerpos policiales observen una conducta razonada y adecuada, es decir, respetuosa de los derechos humanos y eficaz?. No tenemos desde luego, como pienso que nadie tiene, una respuesta absoluta, contundente, directa para solucionar este problema tan complejo que responde a múltiples causas, pero no por ello vamos a renunciar a su búsqueda y encuentro. La tiene que haber, es cuestión de esforzarnos, actuando con sinceridad de propósitos, con honestidad y buena fe y deseo de hacer mejor el trabajo. No podemos anular, ni renunciar a los derechos humanos, porque sería condenarnos a nosotros mismos, sería negar nuestra capacidad de pensar, actuar y sentir que es nuestra esencia.23 Tampoco queremos estar expuestos a la delincuencia ocasional, individual u organizada.24 En el debate realizado en sesión pública ordinaria del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, celebrado el martes 5 de mayo de 1996, con motivo de la acción de inconstitucionalidad promovida por integrantes de la LVI Legislatura de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión en contra de las fracciones III y IV del artículo 12 de la Ley General que Establece las Bases de Coordinación del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el Ministro Mariano Azuela Güitrón advirtió que no debe existir pugna entre seguridad pública y garantías individuales, por el contrario se debe tratar de integrar esos dos elementos que la Constitución está salvaguardando, pues no es posible que so pretexto de seguridad pública se pueda atentar contra las garantías individuales.25 SEGURIDAD PUBLICA. SU REALIZACIÓN PRESUPONE EL RESPETO AL DERECHO Y EN ESPECIAL DE LAS GARANTIAS INDIVIDUALES.- El análisis sistemático de los artículo 16, 21, 29, 89, fracción VI, 129 y 133, de la Constitución, así como 2o., 3o., 5o., 9o., 10, 13 y 15, de la Ley General que Establece las Bases de Coordinación del Sistema Nacional de Seguridad Pública; 1o., 2o., 3o.,10 y 11, de la Ley Orgánica del Ejercito y Fuerza Aérea Mexicanos, y 1o., 2o., 9o. y 10 de la Ley Orgánica de la Armada de México, se deduce que el Estado mexicano a través de sus tres niveles de gobierno y de todas las autoridades que tengan atribuciones relacionadas, directa 18 o indirectamente, con la seguridad pública, debe coadyuvar a lograr los objetivos de ésta, traducidos en libertad, orden y paz pública, como condiciones imprescindibles para gozar de las garantías que la Constitución reconoce a los gobernados. El examen de los diferentes preceptos citados, con los demás elementos que permiten fijar su alcance, lleva a concluir que jurídicamente, los conceptos de garantías individuales y seguridad pública no solo no se oponen sino se condicionan recíprocamente. No tendría razón de ser la seguridad pública sino se buscara con ella crear condiciones adecuadas para que los gobernados gocen de sus garantías; de ahí que el Constituyente originario y el Poder Reformador de la Constitución, hayan dado las bases para que equilibradamente y siempre en el estricto marco del derecho se puedan prevenir, remediar y eliminar o, al menos disminuir, significativamente, situaciones de violencias que como hechos notorios se ejercen en contra de las personas en su vida, libertad, posesiones, propiedades y derechos. Por ello, sería inadmisible en el contexto jurídico constitucional interpretar la seguridad pública como posibilidad de afectar a los individuos en sus garantías, lo que daría lugar a acudir a los medios de defensa que la propia Constitución previene para corregir esas desviaciones. Consecuentemente, por el bien de la comunidad a la que se debe otorgar la seguridad pública, debe concluirse que resulta inadmisible constitucionalmente un criterio que propicie la proliferación y fortalecimiento de fenómenos que atente gravemente contra los integrantes del cuerpo social, así como de cualquier otro que favoreciere la arbitrariedad de los órganos del Estado que, so pretexto de la seguridad pública, pudieran vulnerar las garantías individuales consagradas en el Código Supremo. Por tanto, debe establecerse el equilibrio entre ambos objetivos: defensa plena de las garantías individuales y seguridad pública al servicio de aquellas. Ello implica el rechazo a interpretaciones ajenas al estudio integral del texto constitucional que se traduzca en mayor inseguridad para los gobernados o en multiplicación de las arbitrariedades de los gobernantes, en detrimento de la esfera de derecho de los gobernados. Acción de inconstitucionalidad 1/96. Leonel Godoy Rangel y otros. 5 de marzo de 1996. Unanimidad de once votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Mercedes Rodarte Magdaleno. El Tribunal Pleno en su sesión privada celebrada el once de marzo en curso, aprobó, con el número XXVI/1996, la tesis que antecede; y determinó que la votación es idónea para integrar tesis de jurisprudencia. México, Distrito Federal, a once de marzo de mil novecientos noventa y seis.26 Efectivamente, el ser humano y su dignidad deben estar en el centro y ser la última finalidad de la seguridad pública, cualquier conducta contraria a este principio constituye una ofensa intolerable al verdadero sentido de la justicia. Esta es la muy difícil tarea de los cuerpos policiales, porque la sociedad exige eficacia y legalidad. Debe tenerse presente que cuando los requerimientos adquieren connotaciones de bien y mal, formando parte de las convicciones de lo que debe ser y de lo que no debe ser, se transforman en normas morales que imponen límites y establecen valores a la conducta individual y social. De aquí la necesidad de que la corrupción, la negligencia, la ineficacia, la arbitrariedad, el abuso del poder, el enriquecimiento ilegitimo, sean vistas y calificadas como males del Estado, que es necesario combatir y sancionar. En tanto que, en respeto a la dignidad de la persona y al ejercicio de sus derechos, la honradez, la eficiencia, la eficacia, el respeto a la ley, la diligencia y la honestidad, se conviertan en valores comunes que es necesario construir, procurar, conservar y reconocer, pasando a formar parte del código de conducta de los servidores encargados de la seguridad pública. Considero que para lograr lo anterior, la educación en todos los niveles y modalidades, como proceso de formación y perfeccionamiento humano, es el medio más adecuado. Educar a la sociedad para que cumpla con el orden jurídico vigente y educar al elemento humano que tiene a su cargo el servicio de policía. La educación sirve, no solo para saber más, sino para ser mejores. Debe, en consecuencia, fortalecerse la educación cívica a todos los niveles escolares, y 19 de inmediato, al personal de los cuerpos policiales. Diseñar un amplio programa de observación y prevención de la delincuencia, e involucrar a la sociedad civil en su propia seguridad. Revisar la estructura y atribuciones de los órganos de justicia y sus procedimientos, fortalecerla y ampliarla, seleccionando a sus fines.27 personal humano que responda enero 1993, p. 16. 5 TORRES Thomas, Lorenzo; “Seguridad Pública y Procuración de Justicia Jurídica”, núm. 27, Universidad Iberoamericana, México, 1997, pp. 335-336. y la política. La función de Seguridad Pública debe realizarse, desenvolverse y fundarse dentro de un marco jurídico de respeto a la dignidad y los derechos humanos que de ella se derivan. Parafraseando al maestro Pericles Namorado Urrutia puede afirmarse que en esta concepción, pervive el ideal platónico: la aspiración suprema del orden jurídico-político es la creación de un orden moral, para la realización de la virtud de la justicia. Por tanto, el verdadero Estado de derecho es aquel que procura para los gobernados la justicia, el bienestar colectivo y la seguridad pública.28 austral, número 181, novena edición, Editorial Espasa Calpes S.A. Madrid, 1972, p. 18. 9 GARCÍA Máynez, Eduardo; “Filosofía del Derecho”; Edit. Porrúa, México, 1999, p. 439. 10 KERN Lucian, Hans Petes Muller; “La Justicia SÁNCHEZ Sandoval, Augusto; “Derechos Humanos, Seguridad Pública y Seguridad Nacional”; Instituto Nacional de Ciencias Penales, México, 2000, p.83 Sirvámonos de la educa 7 SÁNCHEZ Sandoval, AuLa educación sirve, no ción para inculcar o transformar gusto; “Derechos Humanos, solo para saber más, sino la conducta de los gobernantes Seguridad Pública y Seguridad para ser mejores. y gobernados a fin de lograr, en Nacional”; Instituto Nacional de Ciencias Penales, México, un esfuerzo común, un amplio 2000. p 264. 8 Mirabean o el Político en tríptico, colección escenario de coincidencia del derecho, la moral 6 : ¿Discurso o Mercado? Los nuevos enfoques de la teoría contractualista”; Edit. Gedisa S.A., Colección Estudios Alemanes, Barcelona España, 1992. 11 DE LARA, Del toro, Pablo; “La interpretación originalista de la Constitución (una aproximación desde la filosofía del Derecho)”; Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 1998. 12 SANTIAGO Nino, Carlos, “Derecho, Moral y Política, una revisión de la teoría general del derecho”; Edit. Ariel, S. A., Barcelona España, abril 1994. 13 El Derecho, los Valores y la Cultura. Importancia del estado de Derecho; El Derecho y la Cultura, Núm. 1, Academia para el derecho, la educación y la cultura, octubre-noviembre, México, 2000, pp. 11-13 1 ORTIZ, Ortiz, Serafín; “Función Policial y Seguridad Pública”, Mc Graw Hill, México, 1998, p.28 2 Diccionario de la Lengua Española; Real Academia Española, vigésima primera edición, Madrid, España, 1992, p.1196 y 1317. 3 Seguridad Pública y Procuración de Justicia; Jurídica Anuario de Derecho de la Universidad Iberoamericana, num. 27, México, 1997 y p. 305 y ss. 4ALVAREZ Montero, José Lorenzo; Revista Presencia, num. 75, año IV, Xalapa, Veracruz, 14 VALVERDE, Carlos; “Etica y política”; Cuadernos BAC, Madrid, 1999. 15 LAPORTA, Francisco; “Entre el Derecho y la Moral”; 2da. Edi. Edit. Distribuciones Fontamara, S.A., Biblioteca de Ética , Filosofía del Derecho y Política, México, 1995. 16 THOMPSON Dennis F.; “La Ética política y el ejercicio de cargos públicos”; Edit. Gedisa, serie: política, Barcelona España, 1999. 17 GONZALEZ Ruiz, Samuel y otros; “Seguridad Pública en México; Problemas, perspectivas y propuestas”; Edit. Universidad Nacional Autónoma de México, serie: Justicia, México, 1994. 20 18 DIETERLEN, Paulette; “Relaciones entre la ética y la política, Intersticios”, Escuela de Filosofía, Universidad Intercontinetal, México, 1995 19 ESQUIVEL, Javier; “Racionalidad Jurídica, Moral y Política”; Edit. Distribuciones Fontamara, S.A., Biblioteca de Ética , Filosofía del Derecho y Política, México, 1996. 20 DIAZ, Elías; “Ética contra Política”; 2da. Edi, Edit Biblioteca de Ética , Filosofía del Derecho y Política, México, junio 1998. 21 SANTIAGO Nino, Carlos, “Derecho, Moral y Política, una revisión de la teoría general del derecho”; Edit. Ariel, S. A., Barcelona España, abril 1994. 22 NAKHNIKIAN, George; “El Derecho y las Teorías Éticas Contemporáneas”; Edit Biblioteca BIBLIOGRAFIA de Ética , Filosofía del Derecho y Política, Distribuciones Fontamara, S.A., México, 1991. 23 FIORAVANTI, Mauricio; “Los Derechos fundamentales. Apuntes de historia de las Constituciones”; Edit. Trotta, Madrid, 1997. 24 SÁNCHEZ Sandoval, Augusto; “Derechos Humanos, Seguridad Pública y Seguridad Nacional”; Editado por el Instituto Nacional de Ciencias Penales, México, 2000 25Sentencia, Acción de inconstitucionalidad 1/96. Promovida por: Leonel Godoy Rangel y otros diputados federales, integrantes de la LVI Legislatura. Ministro Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Mercedes Rodarte Magdaleno. Proyecto: Ariel Alberto Rojas Caballero. P 9 y ss., México, 1996 26 Pleno Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Epoca, Tomo III, marzo de 1996, Tesis P.XXVI/96, p: 471. 27 LUNA Arroyo, Antonio; “Concepto y Técnica del Civismo”; Biblioteca de Problemas Sociales de México, Tomo III, México. D. . 1993. MENSAJE pronunciado en el Primer Aniversario de la reforma integral a la Constitución Política de Veracruz; Gobierno del Estado de Veracruz, serie: publicaciones cívicas número 4, febrero 2001, p. 29 yss. 28 21 22 DOS PROBLEMAS COMPETENCIALES Lic.Miguel G. Manzanilla Pavón* Siendo el derecho un producto social, es in- cuestionable que no puede permanecer estático y ajeno a la propia dinámica de la sociedad. Por ello las reformas legales, cuando no obedecen a simples conveniencias políticas, son siempre saludables y normalmente responden a reclamos populares; sin embargo, y cuando no se trata de nuevas leyes, las reformas o adiciones a las ya existentes, con frecuencia dejan lagunas que sólo son apreciadas cuando se ponen en vigor y su aplicación práctica nos revela la deficiencia. Esto es lo que ha sucedido en los temas materia de este trabajo, y que surgen de las reformas al Código de Comercio de mayo de 1996, y de las de la Constitución Política del Estado de Veracruz de febrero del 2000, temas que se relacionan en ambos casos, con problemas de competencia. I.- El primero de los problemas a comentar tiene que ver con las reformas al Código de Comercio arriba citadas, y fue planteado como ponencia en el XXI Congreso Nacional de Tribunales Superiores de Justicia de la Nación celebrado en Veracruz, Ver., en marzo de 1998, ponencia aprobada por la mesa civil correspondiente, y que se reproduce a continuación: “El Código de Comercio fue substancialmente modificado por reformas, adiciones y derogaciones publicadas en el Diario Oficial de la Federación del 24 de Mayo de 1996 y que en la actualidad se encuentran en vigor, con la salvedad derivada del artículo 1° transitorio del decreto en cuestión, relativa a su inaplicación a créditos contratados con anterioridad a la reforma, o a las reestructuraciones o novaciones de los mismos, problema este que ya ha sido motivo de ponencias en nuestro congreso anterior. La reforma en cuestión, cuya paternidad nunca ha sido debidamente publicitada, contiene diversos aciertos, pero también innumerables contradicciones y omisiones que sería prolijo enumerar, y que no son del resorte de una simple ponencia. Así las cosas, en relación con la cuestión competencial, la reforma a los artículos 1114, 1116 y 1117 del Código de Comercio, varió substancialmente el trámite de la declinatoria y de la inhibitoria, estableciendo de entrada que no suspende el procedimiento en que se opongan, y que en ambos casos se resolverán en base a un testimonio de constancias que se integra y se remite al Tribunal de alzada, en donde tras *Magistrado de la Cuarta Sala del Tribunal Superior de Justicia. 23 un breve trámite se resolverá determinando cuál es el Juez competente, con las consecuencias inherentes. integrar el testimonio de constancias aludido, y el procedimiento que se sigue en el tribunal de alzada hasta la resolución. Así las cosas, según la reforma al artículo 1114 las cuestiones de competencia entre los Tribunales de la Federación, entre éstos y los de los estados, o entre los de un estado y otro, serán resueltas por el Poder Judicial de la Federación, en términos del artículo 106 Constitucional y de las leyes secundarias relativas, lo que sólo resulta claro en cuanto a que en efecto, cuando dos jueces ubicados dentro de las hipótesis anteriores se nieguen a conocer, será finalmente la Suprema Corte de Justicia de la Nación quien decidirá el conflicto, de acuerdo con lo que preve la Ley Orgánica del Poder Judicial Federal en su artículo 21 fracción VI. Sin embargo, de conformidad con el artículo Pero lo anterior no clarifica, ni deslinda en 1114 del Código de Comercio, tal procedimiento modo alguno, cómo se van a substanciar tales sólo es aplicable a las concontroversias, cuando por troversias competenciales ejemplo se plantean ante un Siendo el derecho un planteadas entre jueces que Juez común que conoce del producto social, es pertenezcan a un mismo juicio ya sea ejecutivo y ordiincuestionable que estado, porque cuando la nario mercantil, por razón de no puede permanecer controversia es entre jueces la Jurisdicción concurrente, o de diversas entidades fedeestático y ajeno a la en otros términos, ¿cómo trarativas, entre los Tribunales propia dinámica de la mitará la declinatoria o la inhiFederales o entre éstos y bitoria que se le propongan, si sociedad. los de los Estados, la norma las únicas reglas establecidas arriba citada establece que en los artículos 1116 y 1117 corresponde al Poder Judicial de la Federación reformado, solo son aplicables a conflictos entre resolver el conflicto en términos del artículo 106 Tribunales de un mismo estado? de la Constitución y de las leyes secundarias La norma en comento nos remite al artículo respectivas. 106 Constitucional, y éste solo dice que corresAhora bien, en nuestro estado de Veracruz, ponde al Poder Judicial de la Federación en téry considero que lo mismo acontece en toda la minos de la ley respectiva dirimir las controverrepública, la mayor parte de las cuestiones de sias que por razón de competencia se planteen competencia que surgen en los juicios mercan- entre los tribunales de la Federación, entre éstos tiles, de los que conocemos vía la jurisdicción y los de los estados o del Distrito Federal, entre concurrente, son conflictos con jueces de otra los de un estado y otro, o entre un estado y el entidad, o bien entre el fuero común y el fede- Distrito Federal. ral, a los que en consecuencia no se les aplica Pero ¿cuál es la ley respectiva en tratándose el procedimiento enunciado al inicio de este de la materia mercantil, si la reforma al Código trabajo, como tampoco las reglas establecidas en de Comercio no estableció un procedimiento los reformados artículos 1116 y 1117 del propio genérico y alteró lo establecido en los artículos código, que están en relación con la forma de 1096 y 1114 al 1131, creando un procedimiento 24 solo aplicable a las contiendas entre jueces de un mismo estado? ¿Cuáles son las leyes secundarias a que se refiere el reformado artículo 1114? El único ordenamiento que contiene un tratamiento en relación a cuestiones de competencia entre el Poder Judicial Federal, es el Código Federal de Procedimientos Civiles en sus artículos 28 al 32, y podríamos estimar que esa es la ley secundaria a que se refiere la norma arriba citada, pero en contrapartida no debe perderse de vista que el procedimiento previsto por los numerales arriba expuestos está en relación a contiendas de naturaleza civil, y que por otra parte, de acuerdo con el artículo 1054 del Código de Comercio, los Códigos Adjetivos supletorios al mismo, son los locales, o sea, los de los estados y no el Código Federal de Procedimientos Civiles. En consecuencia, la declinatoria y la inhibitoria, cuando se plantean entre jueces de diversas entidades, entre éstos y los Tribunales de la Federación o el Distrito Federal ¿cómo deben substanciarse?, ¿suspenden o no suspenden el procedimiento?, ¿deben tramitarse como incidentes de acuerdo con el nuevo capítulo relativo, que a su vez suprimió los de previo y especial pronunciamiento en términos del artículo 1350 que señala que los incidentes se substanciarán en la misma pieza de autos, sin que suspendan el trámite del juicio en lo principal...? El suscrito considera que en las hipótesis anteriores como no es un tribunal de alzada quien decide la competencia, sino que el propio juez debe pronunciarse ya sea declinando o sosteniendo su competencia, aceptando o rechazando la petición inhibitoria, el procedimiento tiene que substanciarse ante los propios jueces, y necesariamente tiene que dar margen a cuestiones incidentales. Pero si el Código de Comercio es una ley federal, aplicable en toda la república tanto por los jueces federales, como por los del fuero común, vía la jurisdicción concurrente que ha invadido nuestros tribunales, no vemos la razón del porque no establecer en el propio código el procedimiento respectivo, esto es, tanto para el caso que la competencia se plantee entre jueces de una misma entidad, como ya lo hizo en sus artículos 1116 y 1117, como cuando la contienda sea entre jueces de diversas entidades, o entre éstos y los del Poder Judicial Federal o del Distrito Federal, precisando la forma de substanciarse hasta que el Juez resuelva si declina o no su competencia, o si acepta o rechaza la inhibitoria respectiva, así como los recursos admisibles, lo que no resulta contradictorio con el artículo 106 Constitucional, pues resuelto lo anterior la contienda entre jueces propiamente hablando surge cuando aquel en cuyo favor se declinó la competencia no la acepta, o bien cuando aquel a quien se le solicita se inhiba no lo hace, en cuya hipótesis será la Suprema Corte de Justicia de la Nación quien dirima la controversia, pero entre tanto el procedimiento para llegar hasta tal hipótesis es el que no quedó determinado en la ley reformada. En consecuencia, la propuesta concreta sometida a la consideración de esta H. Mesa es que se adicione el capítulo respectivo del Código de Comercio, para establecer con precisión la forma de substanciar las cuestiones de competencia, y concretamente la declinatoria y la inhibitoria, así como sus consecuencias, cuando estas se plantean en relación a jueces de diversas entidades federativas, o entre éstos y los de la federación o del Distrito Federal, o entre los tribunales federales entre sí, hasta que en su caso, se remitan los 25 autos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación de naturaleza administrativa, o a la inversa que para la decisión consecuente.” dentro del procedimiento administrativo se II.- El segundo problema cuyo estudio plan- argumente que la contienda es de naturaleza teamos se encuentra en relación con el Código civil surgiendo en ese momento el problema Procesal Civil del Estado y las reformas a la Consti- que nos ocupa. tución Política de la entidad, de marzo de 1997. Los Jueces de Primera Instancia, cuando se les Nuestra Ley Procesal Civil, en sus artículos ha planteado el problema, sin decir nada sobre 121,122,123,125 y 215 establece los procedi- su competencia, han optado por remitir el expemientos a seguir para dilucidar las cuestiones de diente al Tribunal Superior de Justicia, para que competencia que se plantean entre los Jueces se resuelva por alguna de las Salas en Materia Civiles del Estado, estableciendo la forma en que Civil, apoyándose para ello en el contenido del debe substanciarse la inhibitoria y la declinatoria, artículo 215 del Código Procesal Civil, precepto así como sus efectos. inaplicable, pues como ya se dijo anteriormente, Como se apuntó en el párrafo anterior, las tal numeral reglamenta el trámite de la declinanormas en cuestión se aplican a los conflictos toria de competencia cuando se plantea entre competenciales que se presentan entre los Jue- jueces del mismo estado y obviamente de la ces Civiles de la entidad, pues aún cuando no hay misma competencia civil, como se advierte del norma que expresamente así lo diga, basta ana- propio contexto de la norma que señala que la lizar el contenido de los numerales citados para declinatoria se propondrá ante el Juez que se darse cuenta de ello, además de que los conflictos estime incompetente, y que en su momento el de competencia con jueces de otras entidades superior decidirá determinando y enviando los federativas, o bien con jueces federales, tienen autos al Juez que se considere competente, esto que resolverse conforme a las reglas del Código es, la norma habla simplemente de Jueces y éstos Federal de Procedimientos Civiles, que en sus ar- tienen que ser de la propia entidad por lo que ya tículos 28 al 38 da las bases para ello, precisando se expresó con anterioridad. específicamente las hipótesis correspondientes. Pero tal precepto no puede aplicarse para Finalmente, no podría el Tribunal Superior de una cuestión competencial entre un Juez Civil y Justicia del Estado, a través de sus Tribunales una Sala Regional del Tribunal Contencioso AdColegiados Civiles, ministrativo, o con arrojar competenla propia Sala Sucia a jueces de otro perior, porque una Las reformas o adiciones a las ya estado o de otro Sala en materia civil, existentes, con frecuencia dejan lagunas fuero, que no cono puede arrojar que sólo son apreciadas cuando se ponen rresponden a su competencia oblien vigor y su aplicación práctica nos revejurisdicción. gatoria a otro tribula la deficiencia. Lo anterior renal de especialidad sultaba claro y diferente, como el per fectamente administrativo, pues definido mediante los criterios reiterados de los no es su superior común. Tribunales, sin embargo en la actualidad se preEl artículo 56 fracción XIII de la Constitución senta, cada vez con más frecuencia, un conflicto del Estado vigente, señala que corresponde al competencial que no resulta previsto por nuestra Poder Judicial resolver los conflictos de compeLey Adjetiva vigente. tencia que se susciten entre los Tribunales del En efecto, dentro de los litigios de naturaleza Estado y los Juzgados, y el artículo 38 fracción XV civil, sucede con frecuencia que se plantee la de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado, incompetencia alegándose que el asunto es señala que concretamente es competencia del 26 Pleno del H. Tribunal Superior de Justicia, resolver ciones innecesarias en los procedimientos que los conflictos de competencia que surjan entre atentan en contra del espíritu del artículo 17 las Salas del Tribunal, entre los Tribunales de lo Constitucional, por lo que se hace imperativo entre éstos y los Juzgados y de Conciliación, una reforma al Código ProContencioso Administrativo y de los Juzgados entre cesal Civil, para el efecto de ...se hace imperativo una sí, por lo que a ese nivel precisar la forma de subsreforma al Código Procesal no hay duda de que fitanciar la inhibitoria o la Civil, para el efecto de nalmente y planteada la declinatoria, cuando éstas precisar la forma de subscontroversia entre un Juez se plantean competentanciar la inhibitoria o la Civil y un Tribunal de otra cialmente en relación con naturaleza, será el Pleno declinatoria, cuando éstas se tribunales diversos del escomo superior común el tado, como el Contencioso plantean competencialmente que la dilucide, sin desAdministrativo y los Jueces en relación con tribunales conocer que conforme al Civiles, para determinar su diversos del estado... artículo 55 de la propia trámite y efectos hasta el Constitución, el Tribunal de momento en que surgido lo Contencioso Administrativo forma parte del el conflicto real o sea, el momento en que dos Poder Judicial, pero no del Tribunal Superior de autoridades pretendan conocer o se nieguen al Justicia, pero como quiera, la Ley Orgánica del conocimiento del negocio, sea el Pleno quien Poder Judicial que por ende si le es aplicable, resuelva lo conducente. dio la competencia al Pleno para conocer de la Esto se puede lograr modificándose en pricuestión. mer término el artículo 121 del Código Procesal Sin embargo, ello no resuelve el problema por Civil en su párrafo primero, para señalar “las cuanto a de qué manera se substancia el proce- cuestiones de competencia, entre jueces del dimiento hasta llegar al punto en que el pleno estado, podrán promoverse por inhibitoria o por resuelva, porque las normas procesales civiles declinatoria”, con lo cual precisaríamos en primer no contemplan la posibilidad de controversias término el trámite correspondiente a conflictos distintas de las planteadas entre jueces y esto es entre Jueces Civiles de la entidad. lógico, pues cuando el código fue promulgado, Debe adicionarse, por otra parte, un artículo en primer término no existían los Tribunales que podría ser el 121 Bis, o el 126 Bis, señalanadministrativos en el estado, y por otra parte, do: “cuando las cuestiones de competencia se cuando éstos se crearon, no pasaron a formar planteen entre jueces del estado y tribunales parte del Poder Judicial, sino que se trataba de estatales diversos, la declinatoria se propondrá organismos autónomos regidos por su propia ante el Juez que se estima incompetente, pidiénley. dole que se abstenga del conocimiento y remita La ley de Justicia administrativa no contempla los autos al tribunal considerado competente, disposición alguna relacionada con la compe- el Juez con suspensión del procedimiento y tencia, y el Código de Procedimientos Adminis- vista a la parte contraria por tres días, resolverá trativos para el Estado de Veracruz, que entró en lo conducente sosteniendo o declinando su vigor el primero de Mayo del año en curso, solo competencia. se refiere en sus artículos 312 y 331 a la incomEn caso de que el Tribunal al que se le declina petencia por razón de territorio, no existiendo la competencia no acepte ésta, remitirá los autos mención alguna a la incompetencia por razón al Tribunal Superior de Justicia del Estado, para de la materia, que como ya dijimos se plantea que el Pleno resuelva lo conducente. como un fenómeno real en la entidad. La inhibitoria se planteará ante el Juez que se Lo anterior esta generando confusión y dila27 estima competente, pidiéndole que dirija oficio al Tribunal estimado incompetente para que se abstenga del conocimiento y le remita los autos, y en caso contrario para que los envie al Tribunal Superior de Justicia para que el pleno determine lo que proceda, comunicando lo conducente al Juez requirente para que a su vez remita el expediente formado. Cuando un Juez del estado reciba un oficio inhibitorio de otro tribunal estatal diverso, previa vista a las partes y con suspensión de procedimiento, resolverá si se inhibe del conocimiento, en cuyo caso le remitirá al requirente los autos originales, o bien si sostiene su competencia, en cuyo caso lo comunicará al requirente para que envie el expediente formado al Tribunal Superior de Justicia para que el Pleno resuelva lo conducente, enviando a su vez los autos originales para la decisión respectiva. Las resoluciones finales pronunciadas por el Juez en los trámites de competencia referidos serán apelables en ambos efectos.” Creemos que también el nuevo Código de Justicia Administrativa para el estado de Veracruz debe ser adicionado, pues obviamente ante los tribunales administrativos no solo se planteará la incompetencia por razón de territorio, sino también en razón de la materia, como ya viene sucediendo. Como se dijo al inicio de este trabajo, las reformas que generaron los problemas comentados tuvieron como finalidad el mejoramiento de la impartición de justicia en general, pero es evidente que en lo particular presentan deficiencias que la práctica nos ha enseñado, y que la solución a las mismas tiene que darse necesariamente por la vía legislativa, procurando el perfeccionamiento de los sistemas, que necesariamente cambian ante la creación de nuevas instituciones, de conformaciones diversas de los organismos y de reclamos sociales distintos, siendo precisamente esa la finalidad que se persigue al exponer los problemas planteados. 1.- CONSTITUCION POLITICA DEL ESTADO DE VERACRUZ 2.- LEY ORGANICA DEL PODER JUDICIAL DEL ESTADO. 3.- CODIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES DEL ESTADO 4.- LEY DE JUSTICIA ADMINISTRATIVA 5.- CODIGO DE PROCEDIMIENTOS ADMINISTRATIVOS PARA EL ESTADO DE VERACRUZ. LEYES: 28 29 “NECESIDAD DE ESTABLECER ORGANOS JURISDICCIONALES PARA EL CONTROL CONSTITUCIONAL DE LAS ENTIDADES FEDERA TIVAS” En una sola palabra se albergan a través de su historia todos los ideales y esperanzas de la sociedad de cada Entidad Federativa, y esa palabra se denomina JUSTICIA Lic. Raul Pimentel Murrieta* I.- ANTECEDENTE Y EVOLUCION DE LA ADMINISTRACION DE JUSTICIA ESTATAL. El Estado Mexicano, determinó en la Constitución redactada en el año de 1824 erigirse en una República Federal. respetando la Soberanía de cada una de las entidades federativas y su derecho a legislar y disponer de sus propios tribunales jurisdiccionales, puntualizando en su articulo 160, lo siguiente: «El Poder Judicial de cada Estado se ejercerá por los tribunales que establezca o designe la Constitución; y todas las causas civiles o criminales que pertenezcan al conocimiento de esos tribunales, serán fenecidas en ellos hasta su ultima ins Magistrado del Tribunal Superior de Justicia, Catedrático de la Universidad Xalapa, Secretario de Estudio y Cuenta del Primer Tribunal Colegiado del Séptimo Circuito, Integrante del Primer Consejo de la Judicatura. tancia y ejecución de la ultima sentencia. Tal espíritu ha perdurado en esencia a lo largo del recorrido histórico de la justicia de nuestro país, por lo que, el Poder Constituyente de Querétaro, reiteró en la vigente Constitución Política Mexicana, el respeto a la libertad y soberanía de los estados en su régimen interior, plasmando en el articulo 40 el sentimiento de la ciudadanía de constituirse en República, Representativa, Democrática y Federal, compuesta de estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, pero unidos en una Federación. La capacidad de legislar, existe como una facultad para dictar la Constitución Local, en carácter de norma suprema del 30 Estado. que aun cuando no puede contravenir los términos de la Constitución General de la República, está legitimada para extender en numero o alcance las garantías individuales; sin soslayarse la circunstancia de que de la Constitución Estatal derivan las leyes que requieren los asuntos de la competencia de las autoridades locales, acorde a lo establecido en el articulo 124 de nuestra carta magna, al expresar que las materias que no corresponden expresamente a la Federación serán competencia de los Estados. A través del ejercicio de la soberanía, las entidades federativas han logrado innumerables blasones en el universo de la justicia, entre los cuales basta citar a titulo de antecedentes los aspectos siguientes: El Estado de Veracruz en el año de 1835, elaboró el primer Código Penal de México y segundo de la América independiente. El Estado de Yucatán en el año de 1841, instaló la Suprema Corte de Justicia del Estado, para Conocer del Amparo contra Leyes, facultando a los Jueces de Primera Instancia para el trámite de Juicios con motivo de la vulneración de los derechos de los gobernados contra actos que no correspondieran al orden judicial; estimándose como el primer antecedente del Juicio de Amparo. Asimismo cabe destacar, que cada una de las entidades federativas, ha aportado a través de sus gobernantes y Juristas ejemplares, instituciones y normas que han evolucionado la esfera del derecho, dando origen a la justicia alternativa; que comprende la conciliación, mediación y arbitraje, como instrumentos para la ágil solución de controversias; redes informáticas y tecnología de punta, instalación de consejos consultivos; inamovilidad judicial; construcción de juzgados tipo; fideicomisos de fondo auxiliar para la administración de justicia, ley de justicia indígena, ley de violencia Intrafamiliar, fondo de compensación para las víctimas, ley de responsabilidades de los servidores públicos del estado, independencia presupuestal, tribunales especializados, unidad de jurisdicción, profesio- nalización de la carrera judicial, y otros tantos retos y perspectivas, que seria interminable enunciar en su integridad, que Corresponden a la correcta conducción de la nave en los mares procelosos de la justicia. II.- SISTEMA DE CONTROL CONSTITUCIONAL. El control de la Constitución es el sistema establecido por la ley, la mayoría de las veces por los legisladores constituyentes para mantener incólume el orden constitucional y con el respeto debido a la ley fundamental de un país, así como a su exacto cumplimiento. La exégesis del control constitucional se concentra en dos horizontes: proteger las Garantías Individuales o evitar que se vulnere la soberanía de los Estados que integran la Federación. En tal consecuencia, resulta evidente que al exstir órganos y reglamentación para el control Constitucional Federal, en nada afecta y por el contrario fortalece la autonomía de las Entidades Federativas la creación de normas jurídicas y tribunales especializados para preservar las garantías establecidas en las Constituciones Políticas de cada Estado que, corresponde a un girón territorial del mosaico de la República Mexicana. III.- CREACION DE UN ORGANO JURISDICCIONAL ENCARGADO DEL CONTROL CONSTITUCIONAL EN EL ESTADO DE VERACRUZ. En la Constitución Política del Estado de Veracruz, vigente a partir del día cuatro de febrero del año dos mil, para el establecimiento de un Organo de control de la Carta Magna invocada, se tuvo presente que una de las decisiones políticas fundamentales del Estado mexicano, es su conformación en una Federación compuesta de Estados Libres y Soberanos en todo lo concerniente a su. régimen interior. La separación entre el área de la competencia federal y el área de competencia de las entidades 31 federativas tiene, en la constitución una precisa delimitación en el articulo 124, al precisar que las facultades que no estén expresamente concedidas por la carta magna a los funcionarios federales se entienden reservadas a los estados. Para lograr su propósito se faculta al Pleno del Tribunal superior de Justicia del Estado, a efecto de conocer de las controversias constitucionales que surjan entre dos o más Municipios, un Municipio y el Poder Ejecutivo o Legislativo, así como la contienda entre estos dos Poderes, siempre que las controversias versen sobre disposiciones generales de las dependencias mencionadas y la resolución del Pleno las declare inconstitucionales. También se le otorga competencia para conocer de las acciones de inconstitucionalidad en contra de leyes o decretos que se consideren contrarios a la constitución estatal y que se ejerciten dentro de los treinta días siguientes a su promulgación y publicación. Se establece la facultad del Pleno para el conocimiento de acciones por omisión legislativa, cuando se considere que el congreso no ha aprobado alguna ley o decreto y su omisión afecte el debido cumplimiento de la constitución, determinándose en la resolución un plazo que comprenda dos periodos de sesiones ordinarias del congreso para que expida la ley o decreto de que se trate y para el caso de que no se atienda la resolución, el Tribunal Superior de Justicia dictará las bases a las que deban sujetarse las autoridades, en tanto se expida el ordenamiento legal correspondiente. Para la tutela de los derechos individuales que reconoce la actual Constitución, se instaura el juicio de protección del que conocerá la Sala Constitucional del Tribunal Superior de Justicia, estableciendo un mecanismo para que las personas gocen de los derechos enunciados, así como los que se reserve el pueblo de Veracruz, porque un texto normativo supremo no se limita a la regulación de los órganos de gobierno, sino a la consagración, respeto y enaltecimiento de los derechos del hombre, para permitir el reco- nocimiento y protección de los derechos mas recientes, relacionados con el ambiente, el honor, la intimidad, el desarrollo de la personalidad y el derecho a estar informados de las actividades realizadas por sus representantes políticos. De igual forma se faculta a la Sala Constitucional para sustanciar los procedimientos en materia de controversias constitucionales, acciones de inconstitucionalidad y acciones por omisión legislativa. También se establece la posibilidad de impugnar por la vía jurisdiccional las resoluciones del Ministerio Publico sobre la reserva de la averiguación previa, el no ejercicio de la acción penal y su desistimiento, que se tramitará en única Instancia por la Sala Constituional. Por otra parte, se garantiza el derecho de petición, al obligar a la autoridad a dar respuesta escrita, motivada y fundada, en un máximo de sesenta días naturales. IV.- NECESIDAD DE ESTABLECER ORGANOS JURISDICCIONALES ENCARGADOS DEL CONTROL CONSTITUCIONAL EN LAS ENTIDADES FEDERATIVAS DE LA REPUBLICA MEXICANA. Al Tomar en consideración: a). Que cada día en todo el orbe ganan mayor relevancia los tribunales especializados en materia de justicia constitucional, pues éstos no solamente asumen el gran reto de controlar el apego a la constitución del legislador, depositario de la voluntad popular, sino también velan que ninguno de los miembros de la sociedad se vea reducido en el disfrute de sus derechos fundamentales, a fin de garantizar la reflexiva lectura de la Carta Magna y su interpretación y aplicación uniforme, institucionalizándose en forma detallada entre otros en los países de Venezuela, Portugal y España b ). Que se debe regular de modo coherente e integral, todo el sistema de la jurisdicción constitucional, es decir, los principios básicos que los rijan, su posición frente a los demás órganos judiciales, sus limites, el régimen especifico de 32 competencias, los procedimientos que deban conferida por la historia, como lo ha logrado en tramitarse y los efectos, en cada caso, de las este aspecto la Entidad Veracruzana, en donde sentencias que se emitan. si bien se encuentran pendientes de estudio y c). Que cada entidad tiene su propio régimen aprobación por el Congreso del Estado, normas legal, encabezado por una constitución local, con procedimentales que permitan el cumplimiento una demarcación geográfica delimitada, con una estricto de sus atribuciones por la Sala Constitupoblación y una organización de poderes locales, cional, es evidente que al plasmarse en la Constiejecutivo, legislativo y judicial y una organización tución Local se enmarca el horizonte promitente política y administrativa basada en el numero de para otorgar a los ciudadanos la justicia que se municipios libres y autónomos que determina la reclama. legislación de cada entidad federativa. Ante tales premisas, en la cobertura del silogismo, se arriba a la conclusión de que las Entidades Federativas en uso de la soberanía de que disfrutan consideren la posibilidad de establecer órganos o mecanismos de control constitucional, con la finalidad de salvaguardar los derechos que . . .una ley federal no prevaen relación a la Justicia lolece sobre la local, sino que cal y conforme a la historia se aplica la expedida por la les corresponde. CONCLUSIONES: autoridad competente PRIMERA. El Estado Federal Mexicano se crea en la Constitución Política y es la propia ley fundamental la que constituye dos órdenes subordinados a ella: La Federación y las Entidades Federativas, a las que señala su competencia y limites, además de que entre estos dos órdenes no existe subordinación sino coordinación, por lo que se debe establecer como apotegma que una ley federal no prevalece sobre la local, sino que se aplica la expedida por la autoridad competente. SEGUNDA. Es conveniente que los Estados en la prosecusión del ejercicio de su Soberanía, establezcan un órgano jurisdiccional encargado del control de la Constitución Política Local. TERCERA. En su consecuencia, es necesaria una reforma sustancial en las constituciones políticas de los Estados, para instaurar tribunales que asuman la función de su especialización en la materia, para cumplir con la obligación legal 33 34 En materia de reincidencia UN CRITERIO JUDICIAL ERRONEO Mag.Eugenio Vázquez Hernández* Con fecha 22 de marzo del año en curso, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo Circuito al resolver el juicio de amparo directo número 75/2001, adoptó un criterio a todas luces erróneo en relación al instituto jurídico-penal de la reincidencia. Ahí dejó establecido al interpretar el artículo 69 del Código Penal para el estado de veracruz, que dicho precepto “se refiere a los delitos dolosos o intencionales y excluye a los culposos o imprudenciales, pues respecto de éstos debe tomarse en consideración la mayor o menor gravedad de la culpa en que se haya incurrido”; o sea, que no se puede sancionar a un sujeto como reincidente, si el segundo delito por el que se dicta sentencia en términos del artículo 25 de la propia ley es culposo, o bien, cuando tanto el primero como el segundo (o los que siguen) son culposos; constriñendo la existencia de la reincidencia únicamente para quienes cometan ilícitos dolosos; en apoyo de lo cual invocó la tesis emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación -Quinta Epoca- cuyo rubro y texto son del tenor siguiente: REINCIDENCIA, NO EXISTE EN LOS DELITOS COMETIDOS POR IMPRUDENCIA.- Tratándose de delitos cometidos por imprudencia, es decir, no intencionales, no es jurídico ni legal considerar como reincidente al acusa- do porque la reincidencia o reiteración en la comisión de hechos delictuosos, sólo puede referirse a delitos intencionales, de acuerdo con el artículo 21 del Código Penal del Distrito Federal y de los antecedentes jurídicos y filosóficos que informan tal precepto, ya que en él se habla que se cometa un nuevo delito, procedente de la misma pasión o inclinación viciosa del agente. Amparo penal directo 279/40. Mández Campillo Melesio. 29 de marzo de 1940. Unanimidad de cinco votos. La publicación no menciona el nombre del ponente. Ahora bien, en primer término debe decirse que es diferente el contenido de los artículos 21 y 69 de los Códigos Penal para el Distrito Federal y Veracruz, respectivamente, en donde se prescribe lo relativo a la reincidencia. En efecto, el primero establece que “si el reincidente en el mismo género de infracciones comete un nuevo delito procedente de la misma pasión o inclinación viciosa, será considerado como delincuente habitual, siempre que las tres infracciones se hayan cometido en un periodo que no exceda de diez años”, lo que se ha interpretado en el sentido de la tesis invocada, es decir, que solamente puede haber reincidencia en tratándose de delitos dolosos mas no culposos; en cambio, nuestra Ley Magistrado integrante de la Primera Sala del Tribunal Superior de Justicia del Estado. 35 Penal no hace distingos acerca de la naturaleza de los delitos cometidos, y simplemente señala que: “Al reincidente se le aplicará la sanción que debiera imponérsele por el último delito cometido, la que podrá aumentarse hasta el máximo de treinta ños de privación de libertad, según la peligrosidad del delincuente”. móviles del delito, los daños materiales y morales causados, el peligro corrido, las circunstancias que concurrieron en el hecho y las condiciones personales del ofendido...”; por lo tanto, establece las mismas exigencias a la hora de aplicar el arbitrio judicial -entre otras, tomar en cuenta la peligrosidad como criterio principal de la política punitiva-, lo mismo tratándose de delitos dolosos que culposos. Sin embargo, la obligatoriedad de considerar también el grado de la culpa en tratándose de delitos imprudenciales, tiene su origen en la jurisprudencia obligatoria -Sexta Epoca de la Suprema Corte de Justicia de la Nación cuyo rubro y texto rezan así: IMPRUDENCIA. DELITOS POR. INDIVIDUALIZACION DE LA PENA.- La mayor o menor gravedad de la imprudencia es factor básico para individualizar la pena que se aplique a los responsables de los delitos culposos. Sexta Epoca. Amparo directo 2606/57.- Vicente Cuevas Hernández.- 21 de septiembre de 1957.- Unanimidad de cuatro votos.En Veracruz, el juzgador debe Ponente:Juan José González Bustamente. atender al momento de imponer las sanciones a un acusado por un delito imprudencia, tanto a la gravedad de la culpa como a la peligrosidad de aquél... Por otra parte, hay Estados como chihuahua, cuya Ley Penal establece expresamente que los delitos imprudenciales deben sancionarse tomando en cuenta el grado de culpa, y los dolosos con base en la peligrosidad que se advierta en el sujeto activo del delito; en otros, como el Estado de México y San Luis Potosí, los ilícitos imprudenciales se sancionan tomando en cuenta el grado de la culpa y además la peligrosidad del acusado. En Veracruz, el artículo 65 del Código Penal prescribe que “Los jueces al pronunciar la sentencia que corresponda, fijarán las sanciones que estimen justas, dentro de los límites establecidos por este Código, apreciando conforme a su prudente arbitrio, los antecedentes y condiciones personales del responsable, su peligrosidad, los Amparo directo 3189/56.- Manuel Navarro García.- 24 de septiembre de 1957.- Unanimidad de cuatro votos. Amparo directo 2754/57.- Marco Antonio Arteaga Covian.- 26 de septiembre de 1957. Cinco votos. Amparo directo 3729/57.- Angel Gutiérrez Chávez.- 10 de junio de 1958.- Unanimidad de cuatro votos.- Ponente: Rodolfo Chávez Sánchez. Amparo directo 2032/59.- Adrián García Torres.- 1º de octubre de 1959.- Cinco votos.- Ponente: Rodolfo Chávez Sánchez. 36 De lo anterior se colige lógica y jurídicamente que en Veracruz, el juzgador debe atender al momento de imponer las sanciones a un acusado por un delito imprudencial, tanto a la gravedad de la culpa como a la peligrosidad de aquél, ya que donde la ley no distingue el juzgador no está autorizado a distinguir so pena de violar la ley, máxime que la propia Suprema Corte ha convalidado este criterio en jurisprudencia firme y criterio aislado que son como siguen: REINCIDENCIA, DECLARACIÓN DE LA. Para la declaratoria y punición de la reincidencia es indiferente que los delitos que la motivan sean intencionales o imprudenciales. Sexta Época: Amparo directo 260/59. Antonio López López. 2 de abril de 1959. Unanimidad de cuatro votos. Amparo directo 7450/59. Carlo Romo Andrade. 12 de marzo de 1960. Unanimidad de cuatro votos. Amparo directo 4643/61. Ramón Polanco Cárdenas. 21 de septiembre de 1961. Cinco votos. Amparo directo 8168 /61. Eloy Vázquez Sánchez. 18 de enero de 1962. Unanimidad de cuatro votos. Amparo directo 8271/62. Librado Zubia Ferrales. 21 de noviembre de 1963. Unanimidad de cuatro votos. REINCIDENCIA. Es cierto que algunos tratadistas consideran no idónea la reincidencia si el antecedente delictivo es de especie intencional y el nuevo de grado culposo, en virtud de que el agente, sin querer el resultado lo realiza por imprudencia y por consiguiente , agregan que, no se sabe si la pena se cumplió con la finalidad correctiva o intimidatoria; sin embargo las nuevas tendencias de política criminal consideran que la represión de la conducta de un sujeto está en función de la peligrosidad, de suerte que sea con antecedente de culpa o por dolo, el agente amerita aumento de sanción cuando recae. Pero esencialmente, si el legislador local no distingue al habler de la reincidencia de las especies de la culpabilidad, sino que lisa y llanamente se refiere a nuevo delito. Es indubitable que en el caso fue correcta la calificación del sentenciador impuesta al acusado de ser reincidente, en virtud de que consumó nueva infracción cuando no había extinguido la anterior pena por haberse acogido al beneficio de la condicional. Amparo directo 2440/58.J.Cruz López. 21 de enero de 1959. 5 votos. ponenete: Agustín Mercado Alarcón. puede sustentar otros cuatro en el mismo sentido en breve tiempo, y hacerlo obligatorio para los jueces del orden común en términos del artículo 193 de la Ley de Amparo. Y es ese el motivo de nuestra preocupación. Ya que de esa manera, no sólo se estarían derogando en la práctica algunos contenidos de nuestra Ley Penal, sino abriendo una puerta más a la impunidad, a la vez que se burlaría el sentir de la sociedad expresado por voz del legislador que a diferencia de otros, ha querido que en Veracruz a quien cometa un delito cualesquiera que sea su naturaleza, después de otro por el que se le haya condenado mediante sentencia ejecutoriada, se le castigue como reincidente y se le imponga una sanción privativa de libertad que sumada a la decretada por el último delito, puede llegar hasta un máximo de treinta años según su peligrosidad. Lo delicado del asunto es que el Tribunal que emitió el criterio que ahora se critica, bien 37 Derecho, verdad y sentencia Alfredo Hernández Campillo* Puesto que cada uno es libre de interpretar muchas cosas a su modo, el problema de la validez de la interpretación constituye la obvia contraparte de una interpretación potencialmente exenta de cualquier límite Mauricio Ferraris El siguiente ensayo gira en torno a una pregunta surgida a raíz de la lectura de Interpretación and Legal Theory de Andrei Marmor. La inquietud tiene que ver con el derecho, sus posibles condiciones de verdad y la relación que guardan éstos dos conceptos, con las sentencias emitidas por los tribunales de nuestro país. La exposición que desarrollaré, pretende también interrogar sobre cómo son posibles sentencias en sentido lato, que compartan un referente común denominado derecho y que a la vez giremos en el ejercicio de éste, en torno al concepto de verdad como elemento validador de una resolución judicial. El desarrollo de la argumentación me impone la aceptación de una postura ontológica del derecho y un nivel epistémico de abordaje que a veces crea más compromisos que respuestas a los problemas planteados, por lo que desarrollaré un proceso analítico-descriptivo como herramienta metodológica. Así que al preguntar, he dejado que la misma problemática desarrolle los puntos centrales de estas líneas. Siendo sustancialmente el de precisar los diferentes niveles de interpretación del derecho en nuestra contemporaneidad. Delimitar desde dónde se pueden abordar las conceptualizaciónes de eso que denominamos derecho y las problemáticas que presentan. En la segunda parte expongo cuatro de las posturas más importantes sobre la verdad. Las cuales desde luego son mucho más amplias y tienen muchos más matices de los que yo enumero en este trabajo. No olvidemos que la filosofía siempre ha tenido un enorme interés por el concepto de verdad, y aun cuando existe ya una posibilidad de reconfortamiento en la epistemología, al considerar que las posturas totales no pueden dar cuenta de todo lo que denominamos de manera común como realidad, en algunas partes de nuestra construcción social como el derecho, siguen firmemente arraigadas algunas de las ofertas ofrecidas por la verdad. Y que no son otra cosa que posturas con aspiraciones de totalidad y certidumbre. El arraigamiento de las posturas metafísicas no es en si mismo un problema, ya que bien podemos transitar en un momento *Licenciado en Derecho, Maestrías en Derecho Constitucional y Amparo(UAT) y en Filosofa(UV) alumno del Doctorado en Derecho Público en la Universidad Veracruzana. 38 dado y abandonar al menos en un primer intento esta postura; siempre hay algo que queda en el lenguaje como remedo de una cosmovisión que si bien puede ser abandonada, sigue viva al estarla referenciando con conceptos que no hemos podido sustituir. Los sustantivos al igual que los adjetivos nos han hecho mucho bien, pero también se han convertido en anclajes que nos atan a conceptualizaciones que no puede dar cuenta de su condición o pretensión. Y no es sólo una postura que por un lado nos imponga rechazar una determinada visión del derecho y por el otro nos imponga la condición de seguir utilizando el mismo lenguaje, es de alguna manera una realidad que no se pude negar: tenemos visiones nuevas con lenguajes viejos. Pero es más que eso, es la inveterata consuetudo de no reflexionar sobre las implicaciones que nos impone un constructo lingüístico. Y si bien como decía Nietzsche no podemos saltar fuera de nuestra sombra, es claro que la visión de la sombra puede ser modificada para redefinir que es lo que esperamos del derecho. No quiero con lo anterior decir que el derecho se sustenta como dirían Dworkin en un problema de semántica; por el contrario el problema es mucho más complejo, está imbricado de factores que no se pueden trabajar con visiones reduccionistas. Verlo como estructura, como organismo, como adecuacionismo o como cosmovisión, no son sino indicadores de la misma problemática que éste tiene. * DERECHO. Determinar en qué consiste el derecho nos remite inmediatamente a otra pregunta ¿a qué tipo de derecho nos referimos? ¿desde qué postura teórica? ¿a cuál de todos los derechos? ¿de qué época? ¿de qué país? ¿al de un autor en especial o de una escuela? ¿A un concepto determinado de derecho dentro de una compleja teoría o al concepto que ofrece la teoría en su conjunto?. Vemos claramente como dice Gadamer en Verdad y método, en la pregunta se halla sugerida la respuesta. Tenemos entonces que el derecho pide muchas cosas antes de permitir siquiera ser delimitado. Por lo que desde el mismo enfoque, estaríamos perfilando el tipo de definición que daremos de derecho. Muy bien podríamos hablar entonces de derechos en lugar de derecho. El sólo preguntar si podemos referirnos en singular y no en plural nos mete en un callejón metafísico, que bien valdría la pena como tema de un ensayo futuro. O sería prudente decir, si cuando definimos el concepto de derecho, lo estamos haciendo en un uso coloquial que nos refiere a un término más o menos compartido por una comunidad de estudiosos del tema, o nos referimos a una postura muy personal que estamos desarrollando y que no es del todo conocida. En el Imperio de la justicia ya Dworkin refirió que la mayoría de los desacuerdo en el derecho son problemas de interpretación que muchas veces se arreglan siguiendo un patrón de estipulación conceptual que nos defina qué es cada cosa, y que rol jugará en el lenguaje jurídico. En el foro, tanto los litigantes, los que ejercen la representación social o los que juzgan, no nos ponemos de acuerdo sobre que es eso que denominamos derecho. Suponemos que es un concepto compartido y que está contenido en un corpus juridicus, pero nunca dilucidamos sobre la consonancia conceptual de lo que estamos entendiendo por dicho término. Consideremos algunas situaciones que no permiten la facilidad en cuanto a la estipulación de dicho contenido. Podemos decir que el concepto derecho como construcción social, ha transitado por muchos momentos distintos. Y aun cuando éste se ha estudiado con tintes de novedad, se puede decir que en el siglo veinte nos son heredados tres troncos en donde se consideran la mayoría de teorías sobre el derecho: uno naturalista, uno religioso y uno positivista. Y aun cuando nos apabulle información sobre conceptos de derecho en Platón y Aristóteles, o visualizaciones del derecho en la alta, media o la baja edad media; o en la Ilustración o en el idealismo Alemán, en el rea39 lismo o en el historicismo; o en el normalicismo o intuicionismo, todas estas conformaciones están consideradas en los tres rubros antes mencionados. Cada momento histórico ha construido una propuesta del derecho y ha luchado por imponerla, no siendo en verdad esto lo más destacable; sino la propuesta argumentativa que el mismo concepto propone para validarse a si mismo. Ya que a fin de cuentas, las posturas teóricas a veces se imponen por otro tipo de fuerzas, pero sus debilidades o fuerzas en su argumentación se mantienen listas para ser estudiadas. Haciendo al respecto una apología de la filosofía del derecho, y de los que la consideran poco aportadora de soluciones a los problemas añejos del derecho. Es pertinente mencionar que todos los que ejercen de alguna manera el derecho, sin considerarlo, están sujetos a las propuestas teóricas que se ofrecen. Y el considerar que el ejercicio «práctico» del derecho es muy superior al ejercicio «teórico», sólo es estar considerando la consecuencia y no la génesis. Así que quienes están interesados por los aspectos teóricos del derecho, tienen mejores posibilidades de entendimiento de las problemáticas, que quienes sólo ponderan su aspecto práctico en cualquiera de sus modalidades. Así que para estar en condiciones de dilucidar qué es el derecho tentativamente en este ensayo, tenemos entonces que referirnos a él como una postura positivista la cual desde luego acarrea toda la problemática de certidumbre y verificabilidad que el positivismo tiene. Pero aun así de acotado genera problemas, ya que tenemos una teoría del derecho que lo concibe como un sistema formalista al estilo de la lógica, generando una axiomatización del mismo a niveles que desde luego lo alejan mucho del referente inmediato de nuestra realidad. Existe otra construcción del derecho que se apoya en el historicismo, la cual plantea que el concepto de derecho obedece en mucho al momento histórico en que se concibe la teoría. Esta postura como se podrá entender ha sido atacada de relativista, generando una interesante polémica para determinar cual es la postura que asumen los que la consideran inconstante. Existe otra postura denominada naturalista que considera el derecho como algo cuya condición nos es natural, se le conoce también como jusnatural. Existe otra visión del derecho que lo considera como surgido de una visión teológica que desde luego cada vez tienen mayores dificultades para validar su postura. Hay quien considera otra postura al referirse al derecho como algo que está justificado desde la axiología, la cual como se debe suponer, presenta serías dificultades racionales para justificar su postura jurídica a nivel práctico. Lo anterior lo enumero para reflexionar a qué nos referimos cuando tratamos de hablar sobre el derecho, y asumimos apresuradamente que nuestro interlocutor está hablando del mismo concepto de derecho, sin que en realidad hayamos transigido ni estipulado, a qué tipo de derecho nos estamos refiriendo. El derecho visto como un objeto de primer orden, colocado desde la filosofía de la ciencia, la cual se ubica así misma en el segundo nivel, puede ser abordado de diversas maneras. Tenemos así por ejemplo como ya dijimos, un derecho construido sobre una base naturalista. Donde los postulados principales y su apelación van en el sentido de buscar valores que desde luego no tienen referentes que nos permitan discutir en torno a algo común a todos, al menos de primera intención, aquí ya se mezclo jusnaturalismo con axiología. Esta teorización del derecho soportada en valores supremos, muy bien permite validar todo tipo de supuestos. Ante la amplia y dúctil posibilidad de justificar todo tipo de postulados sustentados en el ámbito de la naturaleza, el definir que es eso que llamamos derecho resulta posible y además fácil. Veamos por ejemplo la dificultad que implica hablar del derecho definiéndolo como algo justo. La justicia como avaladora del derecho propicia que el definirlo desde este tipo de sentidos, genere inconformidades con 40 respecto a lo que el derecho íncitamente ofrece. La mayoría de las veces nuestra realidad en el foro no corresponde con lo que el Dr Adolfo de la Sienra denomina conocimiento preteórico. La primera intuición de las personas que por una u otra causa se acercan al derecho es sustentada por esta visión de origen naturalista. Y es la más compartida por la población. En el ejercicio del derecho, una problemática se sitúa en la interpretación. El proceso litigioso se desarrolla en términos de un escamoteo por posicionarse de la norma que mejor conceptualice el caso de derecho que esté en controversia. No ponemos en cuestión ni la intencionalidad de la norma, ni el proceso con el cual ésta se ha de interpretar, sólo debatimos en torno a la interpretación de la misma norma. Y en este momento tan básico del proceso legal, tampoco estamos a la consideración de si la interpretación de la norma la tenemos que hacer teleológica, contextual, histórica, literal, referencial, metafísica, o sociológicamente etc. Para los que ejercemos el derecho, la mayoría de las veces estamos al referente literal, cuando esto es posible, ya que al no serlo, surge entonces otra problemática. ¿Cómo tendremos que interpretar la norma para estar en el mismo nivel de consonancia interpretativa, y poder dirimir las diferencias en cuanto al derecho aplicable?. Lo anterior, es porque si ambas partes aducen tener la razón en términos de interpretación de una norma que les beneficia, puede ocurrir, que el nivel de discusión sea un pseudoproblema, generado por dos niveles de interpretación diferentes, pero vinculados a un mismo problema jurídico. Pero la problemática no queda ahí, toda vez que sobre el procedimiento en sentido general pueden ocurrir muchas cosas. Si el problema de la interpretación en el derecho fuera exclusivamente sobre un solo punto, la cuestión podría ser zanjada, pero tenemos que las discusiones en la mayoría de los casos, obedecen a dos o más puntos de diferencia que se dan entre los litigantes, y que no necesariamente deberán ser considerados a la hora de emitir una resolución un juez. Tenemos entonces una multiplicidad de interpretaciones sobre uno o varios puntos en un litigio. La proveeduría de pruebas por las partes, sólo es un indicador de los diversos puntos de vista en cuanto a la interpretación del derecho, donde no necesariamente se sigue que uno de los dos tenga la razón, y eso suponiendo que el derecho ya haya contemplado el caso que está en disputa. Toda vez que puede estarse litigando en un foro, un asunto que a la larga tal vez siente un precedente judicial y que no está contemplado en el derecho en el momento del litigio. Una pregunta en este punto sería saber, si dentro de la perfectibilidad del derecho, podemos considerar las lagunas que se detectan en los procesos y que conformarán un precedente a modo de tesis aislada. ¿De dónde surge la confianza que le tenemos al derecho cuando lo suponemos completo, y pese a ello consideramos que existen posibilidades de lagunas?. Cuando en el ejercicio del derecho nos enfrentamos a alguna resolución, siempre consideramos que el derecho es algo que se nos debe otorgar en base a cierto tipo de manifestación de agravios que referencian directamente a una normatividad. El problema se complica, cuando de las resoluciones referidas surgen condiciones que no se ajustan a lo que consideran las partes respecto de lo preceptuado en la norma. Si la situación fuera tan simple como referirnos a una norma, entonces no existirían diferencias entre las partes e inconformidades con las resoluciones de las autoridades. Peleamos por dos tipos de diferencias: una que se refiere a las inconformidades del procedimiento incumplido o cumplido de manera deficiente y otra que se refiere a lo que consideramos que son los intereses que se defienden y que no tienen que ver con el procedimiento sino con lo que se denomina el fondo. Algunos el fondo lo confunden con la justicia, y más adelante veremos porque se da esta confusión. Sin embargo si ésta división fuera tan simple y tan clara, el problema no sería mayor, pero en la realidad esta diferencia teórica se confunde de tal manera, que no se sabe cual 41 es el problema, si de fondo o de forma. Tenemos por ejemplo una prueba rechazada por en juez, por no ser ofrecida de acuerdo al procedimiento marcado por la norma, pero que al desecharse ésta afecta contundentemente al fondo. Ahora bien, el problema no para ahí, si consideramos además que litigantes y autoridades consideran como compartido otro concepto y que en realidad no lo es todo se va complicando. Tenemos entonces que las partes en un proceso apelan a la verdad, se habla de la verdad histórica, de la verdad en la sentencia, se protesta lo necesarios que implica decir la verdad, se habla de la verdad con la mayor de las naturalidades; sin embargo, veamos a que nos podemos referir con el concepto de verdad y notaremos que la cosa no es tan clara. ** VERDAD. La verdad es otro elemento que presenta dificultades para que lo utilicemos como una referente común cuando hablamos de las sentencias. Tenemos por lo tanto desde la visión griega cuatro posturas que nos indican posturas de la verdad diferentes y que son vigentes en nuestra contemporaneidad. Tenemos una verdad Ontológica que se sustenta en la relación de la verdad con algo que se refiere al ser en si mismo. Y el que utilicemos el lenguaje para construir una explicación de lo verdad, no son sino meros usos del lenguaje que son muy independientes de eso que se vincula con el Ser. Cuando nos referimos a que algo es verdadero desde esta postura, no estamos más que vinculándolo algo con una verdad que ya existe en el Ser. Existe aquí la dificultad de justificar cómo es que sabemos que existe ese referente ontológico, y mucho más dificultades tenemos, cuando en el litigio suponemos que las partes y la autoridad están compartiendo el mismo concepto ontológico de verdad. Veamos ahora la verdad desde lo Epistemológico, la cual básicamente se refiere a que las cosas tienen una correspondencia con algo que les es verdadero. Es una relación fuertemente arraigada en la escolástica al decir que la verdad es una relación de correspondencia exclusivamente externa del entendimiento con las cosas. Aquí cuando nos referimos al derecho como algo verdadero lo que estamos haciendo es hacerlo correspondiente con la norma. Por lo que la verdad en el derecho desde esta postura es la que se logra al hacerlo refractario con la normatividad. Tenemos además de lo anterior la verdad como postura Lógica, la cual es engañosa, y se refiere a que algo es verdadero cuando presenta una situación coherente, consistente o compatible con proposiciones aceptadas con antelación como verdaderas. De lo que se entiende que si aceptamos como verdaderas las proposiciones previas, entonces la conclusión es necesariamente aceptada. Una aplicación diferente pero sustentada teóricamente en esta postura es la que asumen las autoridades al resolver una sentencia. Tenemos unos antecedentes que se van considerando para validar los resultados que concatenados y sustentados en el arbitrio judicial, de manera lógica se concluyen en los puntos resolutivos. Si los considerandos están erróneos, desde luego que la resolución será lógicamente correcta, pero nos dejará inconformes con su resultado. Por eso lo que está en debate en un litigio, es la demostración o indemostración del material probatorio que influirá en el animo del juzgador. Se define el litigio en las pruebas, y desde ahí se dan las pautas para los considerandos que de manera irremediable se reflejan en la sentencia. Los agravios la mayoría de las veces están centrados en la ponderación de las pruebas, o sea en la aceptación o rechazo de las premisas que validarán las sentencia. Esta postura puede permitir todo tipo de validaciones de la verdad, pues si se me aceptan las premisas necesariamente se me tiene que aceptar la con- 42 clusión. Y si se quiere manipulara la conclusión se hace esto desde las premisas. Tenemos finalmente la verdad Pragmática, postura que ha estado muy de moda y que consiste en un uso de la teoría que busca sólo validar lo que tiene un referente de tipo práctico. La verdad será lo que la utilidad en su sentido más practico determine que sea. Se convierte así la idea de verdad, sólo en un medio para conseguir otro tipo de prioridades mucho más importantes. La idea que se tenga de derecho desde esta postura, implica que represente una realidad social y que se refleje de una manera real desde lo teórico. *** SENTENCIA. Por lo que hace a las sentencia el problema no es menos complejo, ya que de manera general se entiende que una sentencia no es más que el resultado de la decisión de un juez sustentada en el desarrollo de un proceso y que determina su ánimo para emitir la resolución en un determinado sentido. Vista así la resolución no tendría ningún juzgador mayor problema para emitir su sentencia y sólo se debería circunscribir a lo debatido por las partes, y buscar la legalidad existente para emitir una sentencia que dejara satisfecha a las partes. ¿Pero qué es lo que pasa que en la mayoría de los casos las sentencia se recurren? Creo que en este punto la pregunta que nos debe dejar en una reflexión sería: ¿Si los tribunales deben conocer de legalidad o de justicia?: La pregunta formulada de esa manera tan simple puede generar respuestas apresuradas que no refieran en realidad el problema. Si contestamos que deben conocer de legalidad, entonces toda la terminología que indica valores debemos dejarla de lado, y junto con ella la visión preteórica de una pueblo que considera que los tribunales deben administrar justicia. Si decimos que estamos a la justicia como fin de todo tribunal, entonces ¿Por que se definen tantos juicios en términos de la legalidad?. Y si corremos la tentación de decir que los tribunales buscan la justicia sustentándose en la legalidad, entonces tenemos el problema de delimitar cuando la legalidad se usará y evitará que se dé la justicia, y cuando por justificar la justicia, obviaremos la legalidad. Dworkin adquirió tanta popularidad precisamente por sostener teóricamente en Los derechos en serio, que los jueces por sobre la norma, resolvían con la moral. Y que todo juez en casos de vacíos legales se apoyaba en cierta concepción de la justicia, convirtiéndose en un determinado momento, en un legislador al crear derecho que no existía. El problema creo es mucho más complejo, y lo quiero argumentar y justificar desde la misma jurisprudencia mexicana. La cual desde luego nos presenta un abanico de posibilidades y gustos para conformar eso que denominamos derecho o de cómo concebirlo. Aquí se puede acotar que un tema interesante de unos años para acá, ha sido el de si se debe o no reformular la jurisprudencia en nuestro Sistema Jurídico Mexicano, en cuanto a sus alcances y su estructura. Si recentramos el tema de estas líneas y preguntamos por el tipo de criterios que se utilizan para emitir las sentencias, y si estas deben atender a la legalidad o la justicia, el resultado es variado. Por lo que en éste apartado iniciaremos con las posturas jurisprudenciales que respaldan un sistema sustentado en la legalidad y arribaremos a posturas también jurisprudenciales que proponen todo, menos un apego a al legalidad; sino que se acercan más a posturas de tipo ético. He decidido no reparar en si es una jurisprudencia o un precedente; si es del pleno, de una sala o de un Tribunal Colegiado porque lo que estoy tratando de puntualizar es la coherencia del sistema, y no de reparar en sus niveles de emisión de criterios Tenemos así que en siguiente criterio, las posturas jurisprudenciales indican las ideas de verdad legal desde muy diversos ámbitos. Generando el consabido problema de no precisar a que tipo de verdad se refieren, ni a que tipo 43 de legalidad están invocando: CUERPO DEL DELITO, CUANDO EXISTE UNA VERDAD LEGAL SOBRE LA COMPROBACIÓN DEL. Si la Suprema Corte de Justicia niega el amparo contra el auto de formal prisión, existe una verdad legal establecida en cuanto a la comprobación de los elementos constitutivos del cuerpo del delito y debe tenerse por comprobado en el juicio de amparo directo, que se promueve contra la sentencia que impuso pena. TOMO LX, Pág. 2689. Vázquez Concepción.- 30 de junio de 1939.Unanimidad de cuatro votos.Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Época: Quinta Época. Tomo LX. Tesis: Página: 2689. Tesis Aislada. FACULTAD DISCRECIONAL DE PROVEER SOBRE EL DESAHOGO DE PRUEBAS PARA LLEGAR AL CONOCIMIENTO DE LA VERDAD. NINGÚN PERJUICIO LE CAUSA AL QUEJOSO LA CIRCUNSTANCIA DE QUE EL JUZGADOR NO HAGA USO DE LA. (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE CHIAPAS). Los artículos 286 y 287 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Chiapas, establecen una facultad discrecional a proveer sobre el desahogo de pruebas para llegar al conocimiento de la verdad, pero ello es una facultad discrecional reservada al juzgador, que el legislador le concedió con la finalidad de allegarse de elementos para resolver con pleno conocimiento; por tanto, si ya fueron recepcionadas las pruebas sin que el juzgador haya hecho uso de la facultad en comento, ningún perjuicio le causa al quejoso. existencia de la verdad legal, si se trata de amparo concedidos contra sentencias definitivas en proceso o procesos que se hubieran seguido al quejoso por los mismos hechos, y no cuando se trate de amparo que han resuelto sobre simples autos de formal prisión. TOMO XLII, Pág. 1550.- Amparo Directo.- 10975/32 Sec. 2a.- Suaville Luis de.- 11 de octubre de 1934. Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Época: Quinta Época. Tomo XLII. Tesis: Página: 1550. Tesis Aislada. FALSEDAD EN DECLARACIONES JUDICIALES (VERDAD LEGAL). Si se dice en la resolución reclamada, que los testigos incurrieron en falsedad, por ser su afirmación contraria a la verdad legal, probada con una escritura pública, cabe decir que la apreciación de la Sala responsable acerca de que una escritura constituye una verdad legal, es del todo infundada, ya que sólo las sentencias ejecutorias dictadas en juicio contradictorios, establecen la cosa juzgada, sin que los testigos sean evidentemente aptos o no para apreciar si existe o no cosa juzgada en un documento público. Sentencias, nos estemos refiriendo a lo mismo. TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO CIRCUITO. Amparo directo 960/94. Natividad Rivera viuda de Hernández. 16 de febrero de 1995. Unanimidad de votos. Ponente: Ángel Suárez Torres. Secretario: Ronay de Jesús Estrada Solís. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Época: Novena Época. Tomo I, Abril de 1995. Tesis: XX.2 C Página: 153. Tesis Aislada. VERDAD LEGAL. El artículo 129 de la Ley Reglamentaria del Amparo, establece el procedimiento que debe seguirse cuando hubiere exceso o defecto en la ejecución de una sentencia; pero esa Ley no contiene precepto alguno en el que pudiera fundarse la reconsideración de las sentencias dictadas por la Suprema Corte, una vez que han causado ejecutoria, son inatacables y constituyen la verdad legal. TOMO XXVII, Pág. 2529.- Petición de reconsideración a la corte.Mosqueira Daniel.- 9 de Diciembre de 1929. Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Epoca: Quinta Epoca. Tomo XXVII. Tesis: Página: 2529. Tesis Aislada. VERDAD LEGAL. Cuando el procesado alega que diversos amparos ya han resultado la situación por la cual se le procesa, solamente puede deducirse la 44 45 Amparo penal en revisión 3929/48. Robles Martínez León. 8 de diciembre de 1950. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Luis Chico Goerne. La publicación no menciona el nombre del ponente. Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Época: Quinta Época. Tomo CVI. Tesis: Página: 2264. Tesis Aislada. SENTENCIAS DICTADAS A VERDAD SABIDA (LEGISLACIÓN DE VERACRUZ). El artículo 762 del Código de Procedimientos civiles dispone que las sentencias en los juicios de cuantía menor de quinientos pesos, se dictarán a verdad sabida, sin necesidad de sujetarse a las reglas sobre estimación de las pruebas, sino apreciando los hechos según los jueces lo creyeren debido en conciencia; pero esto no significa que basta que el juzgador indique si concede o no valor a las pruebas rendidas, sino que está obligado a expresar los razonamientos lógicos que lo llevaron a determinar su decisión, para que la parte perjudicada pueda impugnarlos. Amparo civil directo 2340/54. Lazcano viuda de Arenas Pomposa. 20 de enero de 1955. Unanimidad de cuatro votos. Relator: José Castro Estrada. Instancia: Tercera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Época: Quinta Época. Tomo CXXIII. Tesis: Página: 383. Tesis Aislada. Tenemos otro criterio en donde se sostiene que no solamente se tiene que buscar la verdad sino que debe ser, la verdad legal. Es obvio que este principio es de construcción eminentemente jurídico, pero refiere a la facultad que tienen la autoridad jurisdiccional de suplir la queja en función de una verdad que se haya en la legalidad. ¿Qué tipo de discrecionalidad es la que utiliza el juez para realizar este tipo de labor?. No acaso busca un valor no referenciado de manera clara que le permite no tan solo el libre ejercicio, sino la profundidad y exhautividad en el ejercicio de sus facultades. Lo adicionalmente destacable, es la actitud que subyace a este criterio, al decir que se debe en un afán de justicia moral, ayudar al más débil o a los menores de edad. Y no estoy en contra de la ley que protege a los menores o incapacitados; sino en contra de las ambigüedades o anfibologías que la misma la ley y desde luego la jurisprudencia presenta, al no definir conceptos e intencionalidades. Leamos detenidamente el criterio de el Tribunal Colegiado: SUPLENCIA DE AGRAVIOS. FACULTAD DEL JUZGA- DOR. CONSISTE EN UN ANÁLISIS OFICIOSO PARA BUSCAR LA VERDAD LEGAL A FIN DE FAVORECER A LA PARTE DÉBIL Y NO A LAS PARTES CONTENDIENTES (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE QUERÉTARO). El artículo 742 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Querétaro, prevé que el tribunal deberá suplir la deficiencia de los agravios expresados cuando se trate de menores o incapacitados; lo que pone de manifiesto la intención del legislador para proteger de esta manera los intereses y derechos de aquellos, entendiéndose dicha facultad no en el hecho de buscar el beneficio de alguna de las partes, como erróneamente lo entendió la ad quem, sino como la facultad del juzgador para, a través de un análisis oficioso, buscar la verdad legal, a fin de salvaguardar y favorecer a la parte débil (en el caso los menores hijos de los contendientes), porque en tal supuesto, la resolución que se emita incide directamente en la situación de éstos. PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO SEGUNDO CIRCUITO. XXII.1o.30 CAmparo directo 693/98.-Víctor Jaime Salinas Urbiola.-24 de septiembre de 1998.-Unanimidad de votos.-Ponente: Augusto Benito Hernández Torres.-Secretaria: Leticia Morales García. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Época: Novena Época. Tomo IX, Mayo de 1999. Tesis: XXII.1o.30 C Página: 1078. Tesis Aislada. En la siguiente postura judicial emitida en la octava época, se determina que la autoridad aun cuando equivocó los preceptos legales de su resolución, no se entiende que esto cause agravios. Tenemos entonces un abandono total de la legalidad y un tránsito hacía las consideraciones que se exponen en el mismo juicio. Aquí es claro que no se está al principio de legalidad, sino a un principio de congruencia entre lo actuado y lo resuelto. ¿A que hora surgió este principio y desplazó al de legalidad? ¿De qué criterio partimos para determinar que prevalece uno y no el otro?. Si la congruencia es de imponerse por sobre la legalidad, entonces, ¿por qué no resolver con congruencia y dejar en segundo término la legalidad? ¿Cómo argumentar el porque preferimos uno sobre el otro?.La respuesta no es sencilla, veamos: SENTENCIA, CITA ERRÓNEA DE PRECEPTOS LEGALES EN LA. No es verdad como se alega que la responsable rebase la acusación del Ministerio Público por el hecho de citar erróneamente determinados pre- 46 ceptos legales, pues esto no causa ningún agravio al acusado, si de los términos literales de la sentencia reclamada aparece que se trata de una verdadera equivocación, consistente en que indebidamente se invocan determinados artículos, debiendo entenderse que se trata de otros. En estas condiciones, no amerita la concesión del amparo. PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SÉPTIMO CIRCUITO. Amparo directo 171/88. Juan Palomares González. 16 de marzo de 1988. Unanimidad de votos. Ponente: Antonio Uribe García. Secretario: Pedro Reyes Marín. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Epoca: Octava Epoca. Tomo I Segunda Parte-2. Tesis: Página: 665. Tesis Aislada. En los siguientes dos criterios judiciales se expone otro problema con respecto a lo que se considera la actividad jurisdiccional y tienen que ver con lo que se denomina «la costumbre». La cual desde luego como fuente del derecho juega un papel importante, pero tampoco se han delimitado sus alcances y cómo en éstos casos termina siendo discrecional. En la primera se sobrepone por encima de la costumbre el derecho, aduciendo que la costumbre que es contraria por pretender validar comportamientos delictuosos. Aquí idea de costumbre debe ser presionada para que la delimitemos, y debamos considera que la costumbre es fuente del derecho, en tanto no contradiga principios de tipo moral. ¿Sería prudente decir, que sólo se concibe la moral como fuente del derecho en tanto tenga una moral que la valide?. Veámoslas: COSTUMBRE CONTRARIA A DERECHO. No son de tomarse en consideración los argumentos que se invoquen por lo que hace a costumbres que existan en cierta región ni la supuesta idiosincrasia de sus habitantes, para que se convaliden comportamientos delictuosos para repeler agravios, pues ello sería justificar actos de venganza de represión, sin que el hecho de punirlas conlleve a los infractores al desprecio público, dado que reconocer el derecho de causar daño por ofensas, si no pretéritas, si evitables por otros medios, equivale a tanto como contrariar la norma de que nadie puede hacerse justicia por su propia mano. Amparo directo 2656/73. Bartolo Reséndiz Castillo. 16 de agosto de 1974. Mayoría de 3 votos. Ponente: Manuel Rivera Silva. Disidente: Ezequiel Burguete Farrera. Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Época: Séptima Época. Volumen 68 Segunda Parte. Tesis: Página: 18. Tesis Aislada. COSTUMBRE, APLICACIÓN DE LA. Atento lo que se dispone en el artículo 16 de la Ley Federal del Trabajo, tratándose de un caso no previsto en la propia legislación, las Juntas están facultadas para resolver la cuestión de acuerdo con la costumbre establecida, si con ello no se viola ningún principio de derecho, ni se está en contravención con ninguna norma establecida. Amparo directo 7755/ 63. Petróleos Mexicanos. 9 de mayo de 1966. Unanimidad de 4 votos. Ponente: Ángel Carvajal. Volumen XXXIX, Quinta Parte, Pág. 13. Amparo directo 875/59. Petróleos Mexicanos. 5 de septiembre de 1960. Unanimidad de 4 votos. Ponente: Ángel Carvajal. Instancia: Cuarta Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Época: Sexta Época. Volumen CVII, Quinta Parte. Tesis: Página: 11. Tesis Aislada. Ahora revisaremos dos posturas, en donde se descansa la decisión judicial en una condicione de verdad, y la autoridad asume que sabemos a que se refiere, y que hay un compartimento del concepto, que nos conlleva a hablar de lo mismo. PROTESTA DE DECIR VERDAD. Es un requisito formal que debe manifestarse de manera expresa en el escrito de demanda de amparo, que no puede ser sustituido por la expresión final «protesto lo necesario» y cuya omisión puede llevar al juzgador de amparo a tener por no interpuesta la demanda. Instancia: Pleno. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Época: Novena Época. Tomo XI, Enero del 2000. Tesis: P Página: 209. Tesis Aislada. PROTESTA DE DECIR VERDAD EN LA DEMANDA DE AMPARO. SU EXPRESIÓN DEBE CONSIDERARSE COMO UN REQUISITO DE CARÁCTER FORMAL QUE NO REQUIERE SOLEMNIDAD NI FORMULA SACRAMENTAL ALGUNA. Si bien la fracción IV del artículo 116 de la ley de la materia establece que en la demanda se indicará la ley o acto que de cada autoridad se reclame y que se manifestará bajo protesta de decir verdad los hechos o abstenciones que le constan al quejoso y que constituyen los antecedentes del acto reclamado o fundamentos de los conceptos de violación, también es cierto que el requisito esencial de la demanda de amparo que dicha fracción contiene, es el de señalar la ley o acto que de cada autoridad se reclama, mientras que la expresión bajo protesta de decir verdad debe considerarse como un requisito de carácter formal que no requiere solemnidad ni fórmula 47 sacramental alguna para expresarse; además dicha manifestación tampoco implica la veracidad de lo afirmado y su omisión sólo produce el efecto de ser sancionada conforme al artículo 211, fracción I, de la citada ley. Por lo que, este Tribunal Colegiado considera que con la expresión de «protesto lo necesario» en la parte final del escrito de demanda de garantías, se satisface el requisito formal a que alude la fracción IV, del supraindicado artículo 116 de la ley de la materia. OCTAVO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Queja 33/95. Operadora de Espectáculos Real de México, S. A. de C. V. 7 de septiembre de 1995. Mayoría de votos. Ponente: Guillermo Antonio Muñoz Jiménez. Disidente: José Luis Caballero Cárdenas. Secretario: Alejandro Sánchez López. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Época: Novena Época. Tomo II, Noviembre de 1995. Tesis: I.8o.C.7 K Página: 576. Tesis Aislada. Revisemos ya casi para finalizar, el criterio en el cual se considera el concepto de espíritu, sin delimitárnoslo en que consiste y que alcances tiene: LEY CONSTITUCIONAL DE 23 DE DICIEMBRE DE 1931, ESPÍRITU DE LA. El espíritu de dicha reforma constitucional, fue acabar, en beneficio, principalmente de la población agrícola de la República y del País en general, con las trabas que los propietarios afectados con dotaciones o restituciones de tierras o aguas, oponían, de diversas maneras, a la resolución del problema agrario, y en modo alguno quitar a los ejidatarios el derecho de promover los recursos que les concede la ley, para obligara las autoridades agrarias a cumplir las disposiciones legales de la materia, puesto que, de lo contrario, no se llegaría a la correcta solución de ese problema, que es de interés público; y que al correr expresamente a dichos propietarios afectados, todo recurso legal ordinario y aun el extraordinario del amparo, contra las expresadas dotaciones o restituciones de tierras o aguas, reconociéndoles, únicamente cuando se trata de dotación el derecho de ser indemnizados, la propia reforma constitucional quiso proscribir para ellos el juicio de garantías, no sólo contra las mismas resoluciones dotatorias o restitutorias, sino también contra los actos que tiendan a la realización de los fines de la Ley Agraria de 6 de enero de 1915, o sean, las dotaciones o restituciones de tierras o aguas, en favor de los pueblos que carezcan de ellas, o que no las tengan en cantidad suficiente para satisfacer sus necesidades, ya de admitirse el juicio de amparo contra estos últimos actos, dejarían de cumplirse los propósitos de la expresada reforma constitucional, o sean, la pronta y correcta resolución del problema agrario. Si el acto que se reclama consiste en una sentencia judicial que nulificó una resolución presidencial dotatoria de ejidos, en cuanto afectó a una finca solamente en una cantidad de tierras, inferior a la solicitada, con el único objeto de que se dicte una nueva resolución más favorable al pueblo, dándole tierras propias para el laboreo y próximas a la población, resolución que necesariamente afectara en mayor extensión la finca de que se trata, es notorio que tal acto reclamado tiene por objeto la realización de los fines de la citada Ley Agraria, o sea, la dotación de tierras propias para el cultivo y para satisfacer las necesidades de los ejidatarios y es claro que conforme a la interpretación dada por la Suprema Corte a la reforma constitucional agraria, el amparo tiene que se improcedente contra tal acto; tanto más, cuanto que, contra la nueva resolución presidencial dotatoria de tierras, que se dictara en cumplimiento de la sentencia judicial reclamada, la parte quejosa no tendría más derecho que el de ser indemnizada, por lo que la circunstancia de no haber sido oída en el juicio en que se dictó la sentencia dicha no le ocasiona mayor perjuicio que se lo hubiese sido, toda vez que en uno y otro casos, contra la nueva resolución dotatoria no tendría más derecho que el de reclamar la indemnización correspondiente. TOMO XXXIX, Pág. 147. Mier de Corcuera Guadalupe.- 7 de septiembre de 1933. Instancia: Segunda Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Época: Quinta Época. Tomo XXXIX. Tesis: Página: 147. Tesis Aislada. Por último, vamos a terminar exponiendo un criterio de la Quinta época, en donde se determina que los criterios que no constituyan jurisprudencia deben representar respetabilidad para quien los lee. En este punto finales reconsideremos cómo es que hemos venido transitando desde un concepto de legalidad un tanto duro, hasta terminar con un concepto totalmente laxo y apartado de toda legalidad. Donde sólo se sopesa una opinión jurisprudencial como respetable. EJECUTORIAS DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA. La circunstancia de que unas ejecutorias 48 no constituyan jurisprudencia conforme a la ley, lo que obligaría a obedecer sus tesis, no priva a las mismas de que se les tenga como una opinión muy respetable, que debe ser aceptada por los tribunales. Amparo civil directo 6898/48. Luque Francisco G. 9 de septiembre de 1949. Unanimidad de cuatro votos. El Ministro Hilario Medina no votó por las razones que constan en el acta del día. Ponente: Agustín Mercado Alarcón. Instancia: Tercera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Época: Quinta Época. Tomo CI. Tesis: Página: 2360. Tesis Aislada. Como pudimos apreciar, no se define contundentemente que tipo de función harán nuestro tribunales. Si son tribunales de legalidad o tribunales de justicia. No se puede dejar de hablar de nuestra perfectibilidad en el proceso de las resoluciones; sino que debemos precisar en que sentido debemos definir el camino que habrán de seguir las sentencias. También tenemos que decir que de alguna manera, que yo no puedo explicar en este momento, existe un criterio muy amplio de lo que es Derecho, de lo que es la verdad y de la finalidad de las sentencias. Pero estamos obligados a seguir delimitando en qué consiste este tipo de quehacer compartido. ¿Dónde está la ruptura entre la intencionalidad inmediata y la teleología del derecho?. Puntualizar el tipo de desacuerdos que he mencionado en estos tres apartados no es en si mismo complejo, sino la complejidad reside en replicarme y justificar cómo es que funcionan como funcionan. Debemos buscar la coherencia que nos permita entender y dar sentido al debate judicial de altura. Y que cuando nos refiramos al Derecho, a la Verdad y a las Sentencias, nos estemos refiriendo a lo mismo. 49 LEGISLACION CODIGO DE PROCEDIMIENTOS ADMINISTRATIVOS PARA EL ESTADO DE VERACRUZ-LLAVE. LIBRO PRIMERO DISPOSICIONES PRELIMINARES TITULO PRIMERO PRINCIPIOS GENERALES Artículo 1. Las disposiciones del presente Código tienen por objeto Regular los actos y procedimientos de la Administración Pública estatal, del organismo autónomo responsable de la Fiscalización Superior en el Estado y el juicio contencioso administrativo ante el órgano jurisdiccional competente; así como establecer las bases generales de los actos y procedimientos administrativos en los municipios de la entidad. Los procedimientos administrativos regulados por leyes especiales se regirán por éstas en lo que no se opongan al presente Código y, en lo no previsto en dichas leyes, se aplicarán las disposiciones de este ordenamiento. Quedan excluidos de la aplicación de este Código los actos administrativos y los procedimientos en materia laboral, electoral, de derechos humanos, de procuración de justicia, así como los actos de nombramiento y remoción de los servidores públicos estatales y municipales. Artículo 2. Para efectos del presente Código, se entenderá por: I. Acto Administrativo: declaración unilateral de voluntad, externa, particular y ejecutiva, emanada de la Administración Pública, que tiene por objeto crear, transmitir, reconocer, declarar, modificar o extinguir una situación jurídica concreta para la satisfacción del interés general; II. Administración Pública: dependencias, entidades, órganos y servidores públicos del Poder Ejecutivo, así como de los Ayuntamientos, en los términos que establezcan las leyes; III. Anulabilidad: reconocimiento de la Autoridad, en el sentido de que un acto administrativo no cumple con los requisitos de validez que establecen este Código y demás leyes del Estado, subsanable por la propia autoridad al cumplirse dichos requisitos; IV. Autoridad: órgano o servidores públicos, estatales o municipales, así como las personas físicas o morales de carácter privado que realicen funciones derivadas de la concesión de un servicio público, que con fundamento en la ley emiten actos administrativos que afectan la esfera jurídica del gobernado, susceptibles de exigirse mediante el uso de la fuerza pública o bien a través de otras autoridades. También tendrá este carácter el Organo de Fiscalización Superior del Estado; V. Código: el Código de Procedimientos Administrativos para el Estado de Veracruz-Llave; VI. Formalidades: los principios esenciales y bases del procedimiento administrativo y del juicio contencioso, con apego a las garantías de legalidad, seguridad jurídica, audiencia e irretroactividad, establecidos en las leyes, que deben observarse para que los interesados o las partes obtengan una decisión ajustada a derecho; VII. Incidente: procedimiento que tiende a resolver controversias de carácter accesorio,que surge dentro del juicio contencioso, que no se refiere al fondo del asunto, sino a la validez del proceso en sí mismo; VIII. Interesado: particular que tiene un interés legítimo respecto de un acto, en el procedimiento 51 administrativo o en el juicio contencioso; IX. Interés Legítimo: derecho de los particulares vinculado coon el interés público y protegido por el orden jurídico, que les confiere la facultad para activar la actuación pública administrativa, respecto de alguna pretensión en particular; X. Interlocutoria: resolución que se dicta dentro del juicio contencioso que no resuelve la cuestión principal; XI. Juicio Contencioso: sucesión de actos jurisdiccionales, realizados conforme a este Código, cuya finalidad es la restauración de un derecho o la resolución de una controversia mediante la sentencia; XII. Juicio de Lesividad: procedimiento incoado por la autoridad ante el Tribunal, para solicitar la declaración de nulidad de resoluciones administrativas favorables a los particulares, por considerar que lesionan a la Administración Pública al interés público; XIII. Normas: Leyes, Reglamentos, Decretos, Acuerdos, Bandos u otras disposicones de carácter general, que rijan en el Estado de Veracruz- Llave; XIV. Nulidad: expresión, manifestación o reconocimiento emanados del órgano competente, en el sentido de que un acto administrativo no cumple con los elementos de validez que se establecen en este Código y que por lo tanto no genera efectos jurídicos; XV. Oficina Ejecutora; autoridad fiscal estatal o municipal que, de conformidad con las normas aplicables, tiene atribuciones para ordenar y substanciar el procedimiento administrativo de ejecución; XVI. Organo: autoridad encargada de la función de Fiscalización Superior en el Estado de Veracruz-Llave; XVII. Procedimiento Administrativo: conjunto de actos y formalidades jurídicas realizados conforme a lo dispuesto por este Código, tendentes a producir un acto de la Administración Pública; XVIII. Resolución Administrativa: acto administrativo que pone fin a un procedimiento de manera expresa o presunta en caso del silencio de la autoridad, que decide todas y cada una de las cuestiones planteadas por los interesados o previstas por las normas; XIX. Revocación: acto administrativo emitido por la autoridad por virtud del cual se retira y extingue a otro que nació válido y eficaz, que tendrá efectos sólo para el futuro, el cual es emitido por causas supervenientes de oportunidad e interés público previstos en las normas que modifican las condiciones iniciales en que fue expedi do el original; XX. Servidores Públicos: las personas que desempeñan un empleo, cargo o comisión de cualquier naturaleza en las dependencias y entidades de la Administración Pública estatal o municipal, o en el Organo de Fiscalización Superior de Estado; y XXI. Tribunal: Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Poder Judicial del Estado de Veracruz-Llave. Artículo 3. La Administración Pública, conforme a los principios de descentralización, desconcentración, coordinación, cooperación, eficiencia y eficacia, deberá abstenerse de prácticas que impliquen vías de hecho administrativas contrarias a las garantías constitucionales, a las disposiciones previstas en este Código o en otras normas. El incumplimiento de las disposiciones previstas en este ordenamiento dará lugar a la responsabilidad de los servidores públicos, en términos de la ley de la materia y este Código, sin perjuicio de las demás responsabilidades que señalen las leyes del Estado. Artículo 4. El procedimiento administrativo y el juicio contencioso se regirán por los principios de legalidad, prosecución del interés público, igualdad y proporcionalidad, imparcialidad, sencillez, celeridad, oficiosidad, eficacia, publicidad, gratuidad y buena fe; en consecuencia: I. Se ajustarán estrictamente a las disposiciones de este Código; II. Sus trámites serán sencillos, evitando formulismos innecesarios; III. Deberán tramitarse y decidirse de manera pronta y expedita; IV. Se impulsarán de oficio, sin perjuicio de la intervención de las partes interesadas; V. Se cuidará que alcancen sus finalidades y 52 efectos legales; VI. Las actuaciones serán públicas, salvo que la moral o el interés general exija que sean secretas; VII. Serán gratuitos, sin que pueda condenarse al pago de gastos y costas; y VIII. Las autoridades, el Órgano, el Tribunal y las partes interesadas se conducirán en las promociones y actuaciones, con honradez, transparencia y respeto. TITULO SEGUNDO DE LAS RELACIONES ENTRE LA ADMINISTRACION PUBLICA Y LOS PARTICULARES. CAPITULO I DE LOS DERECHOS DE LOS PARTICULARES INTERESADOS Artículo 5. En sus relaciones con la Administración Pública, los particulares tienen los siguientes derechos: I. Conocer, en cualquier momento, el estado que guardan los expedientes en los que acredite la condición de interesado, y obtener copias certificadas de documentos contenidos en ellos; II. Identificar a la autoridad y al personal al servicio de la administracióno pública bajo cuya responsabilidad se tramiten los expedientes; III. Obtener constancia de los documentos que presenten; IV. Utilizar la lengua nacional, o la del pueblo indígena al que pertenezcan, de conformidad con las normas; V. Aportar las pruebas que estimen pertinentes y formular alegatos; VI. Abstenerse de presentar documentos no exigidos por las normas aplicables, o que ya se encuentren en poder de la autoridad actuante; VII. Obtener información y orientación acerca de los requisitos jurídicos o técnicos que las normas impongan a los proyectos, actuaciones o solicitudes que se propongan realizar; y VIII. Abstenerse de comparecer ante la autoridad cuando el citatorio no esté debidamente fundado. CAPITULO II DE LAS OBLIGACIONES DE LA ADMINISTRACION PUBLICA Artículo 6. La Administración Pública, en sus relaciones con los particulares, tendrá las siguientes obligaciones: I. Hacer constar en los citatorios por los que se ordene la comparecencia de los particulares el lugar, fecha, hora y objeto de la misma, así como los efectos de no atenderla; II. Requerir informes, documentos y otros datos durante la realización de verificaciones y visitas domiciliarias, en los casos previstos por este Código o en las normas; III. Guardar absoluta reserva en lo concerniente a las declaraciones y datos suministrados por los particulares o por terceros con ellos relacionados. Dicha reserva no será aplicable en los casos en que deban ser suministrados a los seridores públicos encargados de la administración o defensa de los intereses públicos, ni cuando sean solicitados por autoridades competentes; IV. Hacer del conocimiento de los particulares, cuando así lo soliciten, el estado de la tramitación de los expedientes en los que acrediten la condición de interesados; V. Hacer constar, en forma escrita, la recepción de los documentos que le presenten; VI. Recibir las pruebas y alegatos que les presenten; y VII. Informar y orientar a los particulares sobre el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones. TÍTULO TERCERO DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS CAPÍTULO I DE LOS ELEMENTOS Y LOS REQUISITOS DE VALIDEZ Artículo 7. Se considerará válido el acto administrativo que contenga los siguientes elementos: I. Que sea emitido por autoridad competente, en términos de las normas aplicables; II. Estar fundado y motivado; III. Que sea expedido sin que en la manifestación de voluntad de la autoridad medie dolo, mala fe o violencia, o que exista error de hecho o de 53 derecho sobre el objeto o fin del acto; IV. Que su objeto sea posible de hecho y esté previsto por la norma aplicable, determinado o determinable y preciso en cuanto a las circunstancias de tiempo y lugar; V. Cumplir con la finalidad de interés público, sin que puedan perseguirse otros fines distintos de los que justifican el acto; VI. Constar por escrito en papel oficial, salvo el caso de la negativa ficta; VII. Contener firma autógrafa de la autoridad; VIII. Expedirse, en caso de afirmativa ficta, la certificación correspondiente de acuerdo con las normas de este Código, relativas a la terminación del procedimiento administrativo; y IX. Expedirse de conformidad con el procedimiento administrativo que establezcan las normas aplicables, en lo que no se opongan al presente Código y, en su defecto, por lo dispuesto en este ordenamiento. Artículo 8. Son requisitos de validez del acto administrativo escrito, los siguientes: I. Señalar el lugar y la fecha de su emisión. Tratándose de actos administrativos individuales deberá hacerse mención, en la notificación, de la oficina en que se encuentre y pueda ser consultado el expediente respectivo y, en su caso, el nombre del interesado a quien vaya dirigido; II. En el caso de actos administrativos que por disposición legal deban ser notificados personalmente, se hará mención de esta circunstancia en ellos; III. Tratándose de actos administrativos recurribles, deberá mencionarse el término con que se cuenta para interponer el recurso de revocación, así como la autoridad ante la cual debe ser presentado; y IV. Que sea expedido sin que medie error respecto a la referencia específica de identificación del expediente, documento o nombre completo del destinatario. CAPITULO II DE LA EFICACIA Y LA EJECUTIVIDAD Artículo 9. El acto administrativo será válido mientras su invalidez no haya sido declarada por la autoridad competente o por el Tribunal, en términos de las normas jurídicas aplicables o, en su defecto, de este Código. Artículo 10. El acto administrativo válido será eficaz, ejecutivo y exigible desde el día siguiente al en que surta sus efectos la notificación realizada de conformidad con las disposiciones de este Código. Artículo 11. Se exceptúan de lo dispuesto en el artículo anterior, los siguientes actos administrativos: I. Los que otorguen un beneficio, concesión, licencia, permiso o autorización al interesado, en cuyo caso su cumplimiento será exigible a partir de la fecha de su emisión, de la certificación en caso de afirmativa ficta, o cuando señale fecha de inicio de vigencia; y II. Los que ordenen la inspección, investigación o vigilancia en los términos de este Código y demás normas aplicables. En este supuesto, dichos actos serán exigibles desde la fecha en que los expida la Administración Pública o el Órgano. Artículo 12. Los actos administrativos, tales como reglamentos, decretos, acuerdos, circulares, o cualesquiera otras disposiciones de observancia general, obligan y surten sus efectos, tres días después de la fecha de su publicación en la Gaceta Oficial del estado, a menos que en ellos se señale expresamente el día de inicio de su vigencia. En los lugares distintos del de publicación de ésta, además del plazo señalado, es necesario que transcurra un día más por cada cuarenta kilómetros de distancia, o fracción que exceda de la mitad. Los actos administrativos de carácter individual, cuando lo prevean los ordenamientos aplicables, deberán publicarse en el referido órgano informativo oficial. Los manuales, instructivos y formatos que, para su organización y funcionamiento expida la Administración Pública estatal y el Organo, se publicarán en la Gaceta Oficial del estado previamente a su aplicación. Los bandos de policía y gobierno, reglamentos, circulares y disposiciones administrativas de observancia general, expedidos por los ayuntamientos en sus respectivas jurisdicciones, surtirán sus efectos tres días después de su publicación en la Tabla de Avisos del Palacio Municipal. Artículo 13. Los actos administrativos a que se refiere los párrafos primero y cuarto del 54 artículo anterior, sólo podrán ser abrogados o derogados por otro posterior que así lo declare expresamente, o porque contenga disposiciones total o parcialmente incompatibles con el anterior, siempre que el acto anterior sea de igual o menor jerarquía que el posterior. Artículo 14. Los actos administrativos que requieran para su validez de la aprobación de uno o más órganos de la Administración Pública, distintos de quien lo emitió, en términos de las normas aplicables, únicamente tendrán eficacia y ejecutividad una vez que se produzca dicha aprobación. Artículo 15. El acto administrativo válido es ejecutivo cuando el ordenamiento jurídico aplicable reconoce a la Administración Pública la facultad de obtener su cumplimiento mediante el uso de medios de ejecución forzosa. CAPÍTULO III DE LA NULIDAD, ANULABILIDAD Y REVOCACIÓN Artículo 16. La omisión o irregularidad de cualquiera de los elementos de validez exigidos por el artículo 7 de este Código, producirá la nulidad del acto administrativo. El acto administrativo que se declare jurídicamente nulo, será inválido; no se presumirá legítimo ni ejecutable, ni podrá subsanarse, sin perjuicio de que pueda emitirse un nuevo acto. La declaración de nulidad producirá efectos retroactivos. En el caso de actos consumados, o bien, de aquellos que, de hecho o de derecho sean de imposible reparación, la declaración de nulidad dará lugar a la responsabilidad del servidor público que lo hubiera emitido u ordenado y a la responsabilidad patrimonial del Estado. Artículo 17. La omisión o irregularidad de los requisitos de validez señalados en el artículo 8 de este Código, producirá la anulabilidad del acto administrativo. El acto anulable se considerará válido; gozará de presunción de legalidad y ejecutividad; y será subsanable por la autoridad competente en el momento que se percate de este hecho, mediante el total cumplimiento de los requisitos exigidos por el ordenamiento jurídico para la plena validez y eficacia del acto. El saneamiento del acto anulable, tendrá por efecto que éste se considere como si siempre hubiere sido válido. Artículo 18. El superior jerárquico podrá, de oficio, reconocer la anulabilidad o declarar la nulidad del acto en vía administrativa, cuando éste no reúna los requisitos o elementos de validez que señala este Código. También podrá revocarlo de oficio, cuando sobrevengan cuestiones de oportunidad e interés público previstos en Ley. Cuando se haya generado algún derecho o beneficio al interesado, no se podrá anular de oficio el acto administrativo. En este caso, la autoridad, para demandar su nulidad, tendrá que iniciar juicio de lesividad ante el Tribunal, salvo en los casos en que las nomas aplicables permitan a la autoridad revocar o anular oficiosamente dichos actos administrativos, o cuando el interesado se haya conducido con dolo, mala fe o violencia para obtener disolución favorable. Artículo 19. Cuando se trate de actos favorables al particular, la autoridad podrá ejercitar su acción ante el Tribunal, dentro de los cinco años siguientes a la fecha en que haya sido notificada la resolución. En caso de que dichos actos tengan efectos de tracto sucesivo, la autoridad podrá demandar su nulidad en cualquier momento, pero la sentencia que el Tribunal dicte, sólo pódrá retrotraer sus efectos hasta los cinco años anteriores a la presentación de la demanda. CAPITULO IV DE LA EXTINCION Artículo 20. El acto administrativo de carácter individual se extingue, sin necesidad de declaracióno jurisdiccional, por cualquiera de los siguientes supuestos: I. El cumplimiento de su objeto, motivo o fin; II. La falta de realización de la condición o término suspensivo dentro del plazo señalado para tal efecto; III. La realización de la condición resolutoria; IV. La renuncia del interesado, cuando los efectos jurídicos del acto administrativo sean de interés exclusivo de éste, y no se cause perjuicio al interés público; 55 V. La revocación o el rescate, según sea el caso, por cuestiones supervenientes de oportunidad o interés público, en los términos de las normas aplicables; o VI. La conclusión de su vigencia. TITULO CUARTO DISPOSICIONES COMUNES AL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO Y AL JUICIO CONTENCIOSO CAPITULO I DE LAS FORMALIDADES Artículo 21. Las promociones y actuaciones deberán escribirse en idioma español. Los documentos redactados en otro idioma, se acompañarán de su correspondiente traducción; en caso de que no se exhiba esta, la autoridad o el Tribunal la obtendrán de manera oficiosa, a costa del interesado. Para el caso de las promociones y documentos que los integrantes de los pueblos indígenas asentados en el Estado de Veracruz-Llave dirijan a las autoridades o al Tribunal, se estará a lo que disponga la ley de la materia. Artículo 22. Las promociones y actuaciones se harán en forma escrita. Cuando una diligencia se practique de manera oral, su desarrollo deberá documentarse inmediatamente; al efecto, podrán utilizarse formas impresas que estén legalmente autorizadas, así como los elementos incorporables a un sistema de compilación y reproducción mecánico o electrónico, que garantice su conservación y recuperación completa y fidedigna. Artículo 23. En las actuaciones, se escribirán con letra las fechas y las cantidades. No se emplearán abreviaturas, ni se enmendarán las frases equivocadas sobre las que sólo se pondrá una línea delgada que permita la lectura, salvándose al final con toda precisión el error cometido antes de que se firmen. Artículo 24. Toda promoción deberá contener la firma autógrafa de quien la formule, requisito sin el cual no se le dará curso. Cuando el promovente no sepa o no pueda firmar, estampará su huella digital. En caso de duda sobre la autenticidad de la firma, la autoridad o el Tribunal podrán llamar al interesado, dándole un plazo de tres días, para que en su presencia ratifique la firma y el contenido del ocurso. Si el interesado negare la firma o el contenido del escrito, se rehusare a contestar o no compareciere, se tendrá por no presentada la promoción. Artículo 25. Las partes podrán consultar los expedientes en que se cursa el procedimiento administrativo o el juicio contencioso, y obtener, previo pago de los derechos correspondientes, copia certificada de los documentos y actuaciones que lo integren. Artículo 26. Cuando se destruyan o extravíen los expedientes o alguna de sus piezas, las autoridades o el Tribunal ordenarán su reposición, de oficio o a petición de parte. CAPITULO II DE LA LEGITIMACION DE LAS PARTES Artículo 27. No procederá la gestión de negocios ante las autoridades o el Tribunal. Quien promueva a nombre de otro, deberá acreditar que la representación le fue otorgada a más tardar, en la fecha de la presentación del escrito inicial, de la demanda o de la contestación, en su caso. La representación de los interesados se otorgará en escritura pública o carta poder firmada ante dos testigos y ratificadas las firmas ante notario o ante los secretarios del Tribunal, sin perjuicio de lo que disponga la legislación de profesiones. Artículo 28. Los interesados podrán autorizar para oír notificaciones en su nombre a cualquier persona con capacidad legal, quien quedará facultada para ofrecer y rendir pruebas, presentar alegatos, interponer recursos, comperecer a las audiencias, recibir documentos y formular otras promociones en el procedimiento administrativo, pero no podrá desistirse del procedimiento ni delegar sus facultades en terceros. En el juicio contencioso, para el ejercicio de estas mismas facultades, únicamente podrá autorizarse a licenciados en derecho con cédula profesional legalmente expedida. Artículo 29. Los menores de edad, los sujetos a interdicción, las suceciones, los concursos mercantiles y las personas morales, actuarán por conducto de sus representantes, en términos de 56 la legislación aplicable. Artículo 30. Cuando una solicitud o promoción se formule por dos o mas personas, deberán designar un representante común entre ellas. Si no se hace el nombramiento la autoridad o el tribunal tendrán como representante común a la persona mencionada en primer término. Los interesados podrán revocar, en cualquier momento, la designación del representante común, nombrando a otro, lo que se hará saber por escrito a la autoridad o al Tribunal. Artículo 31. En el juicio contencioso, las autoridades podrán acreditar delegados, atendiendo a los requisitos establecidos en las normas aplicables y, en su caso, en este Código. Los delegados tendrán amplias facultades para ofrecer y rendir pruebas, presentar alegatos, interponer recursos, comparecer a las audiencias, recibir documentos y formular otras promociones; pero no podrán desistirse del juicio de lesividad, ni delegar sus facultades en terceros. CAPITULO III DE LAS ACTUACIONES Artículo 32. Las promociones y actuaciones, se efectuarán en días y horas hábiles. Serán días hábiles todos los del año, excepto los sábados, domingos y aquéllos que las normas declaren inhábiles. La permanencia de personal de guardia no habilitará los días. Serán horas hábiles las comprendidas entre las nueve y las dieciocho horas. Artículo 33. Las autoridades o el Tribunal podrán habilitar los días y horas inhábiles, cuando hubiere causa urgente que lo exija. En el acuerdo que al efecto se expida, se expresará la causa de la habilitación y las diligencias que habrán de practicarse, el cual se notificará personalmente a los interesados. Si una diligencia se inició en día y hora hábiles, puede continuarse hasta su fin sin interrupción y sin necesidad de habilitación expresa. Queda prohibida la habilitación que produzca o pueda producir el efecto de que se otorgue un nuevo plazo o se amplíe éste para interponer medios de impugnación. Artículo 34. Cuando por culaquier circunstancia no se lleve a cabo una actuación o diligencia en el día y hora señalados, las autoridades o el Tribunal harán constar la razón por que no se practicó. Artículo 35. Las autoridades o el Tribunal podrán ordenar, de oficio o a petición de parte, subsanar las irregularidades u omisiones que observen en la tramitación del procedimiento administrativo o del juicio contencioso para el sólo efecto de su regularización, sin que ello implique que puedan revocar sus propias resoluciones, debiendo notificar personalmente a las partes. Artículo 36. En el procedimiento administrativo no se pruducirá la caducidad por falta de impulso. En el juicio contencioso no se producirá la caducidad de la instancia por inactividad procesal de las partes. CAPITULO IV DE LOS TERMINOS Y NOTIFICACIONES Artículo 37. Las notificaciones se efectuarán, a más tardar, el día hábil siguiente al en que se dicte el acto administrativo o la resolución y se harán: I. Personalmente a los interesados y por oficio a las autoridades, en su caso, cuando se trate de emplazamientos, citaciones, requerimientos, reposiciones de autos, regularización del procedimiento y demás resoluciones o actos administrativos que puedan ser impugnados. En estos casos, también podrán efectuarse por correo registrado con acuse de recibo; II. Por edicto que se publique por una sola vez en la Gaceta Oficial del Estado, y en uno de los periódicos de mayor circulación estatal o nacional, tratándose de emplazamientos, citaciones, requerimientos y demás resoluciones o actos administrativos que puedan impugnarse, cuando el interesado a quien deba notificarse haya desaparecido, se ignore su domicilio, se encuentre fuera del territorio del Estado sin haber nombrado representante legal, o hubiere fallecido y no se conozca al albacea de la sucesión aquien deba notificarse; III. Por estrados ubicados en las oficinas de la administración pública, del Organo o del Tribunal abiertas al público, cuando así lo señale la parte interesada o se trate de actos distintos 57 a emplazamientos, citaciones, requerimientos y demás resoluciones o actos que puedan ser impugnados; y IV. En las oficinas de la administración pública, del Organo o del Tribunal, si se presentan los interesados a quienes deba notificarse, incluyendo las que deban practicarse personalmente o por oficio. Artículo 38. Las notificaciones personales se harán en el domicilio que para tal efecto se haya señalado. Tratándose del procedimiento administrativo, cuando éste se inicie de oficio, las notificaciones se practicarán en el domicilio registrado ante las autoridades. Las notificaciones se entenderán con la persona que deba ser notificada o su representante legal; a falta de ellos, el notificador dejará citatorio con cualquier persona que se encuentre en el domicilio para que se le espere a una hora fija del día hábil siguiente, y de negarse a recibirlo, se fijará en la puerta o lugar visible del propio domicilio. Si quien haya de notificarse no atendiere el citatorio, la notificación se hará por conducto de cualquier persona que se encuentre en el domicilio en que se realice la diligencia y, de negarse a recibirla, se realizará por instructivo que se fijará en la puerta de ese domicilio. En los casos en que el domicilio se encontrare cerrado, la citación o notificación se entenderá con el vecino más cercano, debiéndose fijar una copia adicional en la puerta o lugar visible del domicilio. En el momento de la notificación se entregará al norificado o a la persona con quien se entienda la diligencia, copia simple del documento a que se refiere la notificación. El notificador asentará razón de todas y cada una de las circunstancias observadas en la diligencia de notificación. Artículo 39. Las notificaciones deberán hacerse en días y horas hábiles, con una anticipación de cuarenta y ocho horas, por lo menos, al momento en que deba efectuarse la actuación o diligencia a que se refieren, excepto las que se practiquen con motivo de las facultades de comprobación de las autoridades competentes. Artículo 40. Las notificaciones surtirán sus efectos el día hábil siguiente al en que se practiquen o, en su caso, el día hábil siguiente al en que el interesado o su representante legal se hagan sabedores de la notificación emitida o irregular. Artículo 41. Cuando la ley no señale plazo para la práctica de alguna actuación o para el ejercicio de un derecho, se tendrá el de tres días hábiles. Artículo 42. Transcurridos los plazos fijados a las partes interesadas para ejercer un derecho dentro del procedimiento administrativo del juicio contencioso, sin que éste se haya hecho valer, se tendrá por precuído, sin necesidad de declaración expresa. Artículo 43. El cómputo de los plazos se sujetará a las siguientes reglas: I. Comenzarán a correr desde el día hábil siguiente al en que surta efectos la notificación y se incluirán en ellos el día del vencimiento; II. En los plazos fijados en días por éste Código, las autoridades o el Tribunal, sólo computarán los días hábiles; III. En los plazos señalados en años o meses y en los que se fije una fecha determinada para su extinción, se entenderán comprendidos los días inhábiles; y IV. Los plazos señalados en horas y los relativos al cumplimiento del acuerdo de suspensión del acto impugnado, se contarán de momento a momento. Artículo 44. Cuando se alegue que un acto o resolución definitivos no fue notificado o que lo fue ilegalmente, se estará a lo siguiente: I. Si el particular interesado afirma conocer el acto o resolución definitivos, la impugnación contra la notificación se hará valer mediante la interposición del recurso administrativo o juicio contencioso que proceda contra dicho acto o resolución, en el que manifestará la fecha en que lo conoció. En caso de que también impugne el acto o resolución, los agravios se expresarán en el citado recurso o juicio contencioso, conjuntamente con los que se formulen contra la notificación; II. Si el interesado niega conocer el acto o resolución, lo manifestará al interponer el recurso administrativo o juicio contencioso ante las autoridades o el Tribunal, según sea el caso. a) Tratándose del recurso administrativo, la autoridad dará a conocer al interesado, el acto junto con la notificación que del mismo se hubiera practicado, para lo cual éste señalará en el escrito de interposición del recurso, el domicilio en que se le debe dar a conocer y el nombre de la persona facultada al efecto. Si no hace alguno de los 58 señalamientos mencionados, la autoridad le dará a conocer el acto o resolución por estrados. b) En el caso del juicio contencioso, si el demandante manifiesta que no conoce el acto administrativo que pretende impugnar, así lo expresará en su demanda, señalando la autoridad a quien atribuye su emisión, su notificación o su ejecución. En este caso, al contestar la demanda, la autoridad acompañará constancia del acto administrativo y de su notificación. En ambos supuestos, el interesado tendrá un plazo de diez días a partir del siguiente al en que la autoridad o el Tribunal, según el caso, se lo haya dado a conocer, para ampliar el recurso administrativo o la demanda, impugnando el acto y su notificación o sólo la notificación; III. La autoridad o el Tribunal estudiarán los agravios expresados contra la notificación, previamente al examen de la impugnación que, en su caso, se haya hecho del acto administrativo; IV. Si se resuelve que no hubo notificación o que fue ilegal, se tendrá al recurrente o demandante como sabedor del acto o resolución desde la fecha en que manifestó conocerlo, o en que se le dio a conocer en los términos de la fracción II, quedando sin efectos todo lo actuado con base en aquélla y se procederá, en su caso, al estudio de la impugnación que se hubiese formulado contra dicho acto; y V. Si se resuelve que la notificación fue legalmente practicada y, como consecuencia de ello, la impugnación contra el acto o resolución se interpuso extemporáneamente, se desechará el recurso o sobreseerá el juicio. CAPÍTULO V DE LOS MEDIOS DE PRUEBA SECCIÓN PRIMERA DE LAS REGLAS GENERALES Artículo 45. En el procedimiento administrativo, en el recurso de revocación y en el juicio contencioso se admitirán toda clase de pruebas, excepto la confesional de las autoridades mediante absolución de posiciones, las que no tengan relación con el asunto, las que resulten inútiles para la decisión del caso, así como las que sean contrarias a la moral o al derecho. Artículo 46. La autoridad o el Tribunal podrán ordenar, en todo tiempo, sea cual fuere la natura- leza del caso, la práctica, repetición o ampliación de cualquier diligencia probatoria; o bien, acordar la exhibición o desahogo de pruebas, siempre que se estime necesario para el conocimiento de la verdad sobre el asunto. El acuerdo relativo se notificará a las partes, a fin de que puedan intervenir, si así conviene a sus intereses. Artículo 47. Los actos administrativos se presumen legales; sin embargo, las autoridades deberán probar los hechos que los motiven cuando el interesado los niegue lisa y llanamente, a menos que la negativa implique la afirmación de otro hecho. Artículo 48. Sólo los hechos están sujetos a prueba; el derecho lo estará únicamente cuando se funde en leyes extranjeras. Los hechos notorios no necesitan ser probados y las autoridades o el Tribunal deben invocarlos, aunque no hayan sido alegados por las partes. Artículo 49. Los servidores públicos y los terceros están obligados en todo tiempo a prestar auxilio a las autoridades o al Tribunal en la averiguación de la verdad; en consecuencia, deben, sin demora, exhibir documentos y cosas que tengan en su poder, cuando para ello fueren requeridos. Las autoridades y el Tribunal tienen la facultad y el deber de compeler a los servidores públicos y a los terceros por los medios de apremio para que cumplan con esta obligación; en caso de oposición, oirán las razones en que la funden y resolverán lo conducente sin ulterior recurso. De la mencionada obligación están exentos los ascendientes, descendientes, cónyuge, amasio, concubino y personas que deban guardar secreto profesional, en los casos en que se trate de probar contra la parte con quien estén relacionados. Artículo 50. Son medios de prueba: I. La confesional; II. Los documentos públicos o privados; III. La testimonial; IV. El reconocimiento o inspección; V. La pericial; VI. La presuncional; VIl. Fotografías y demás elementos aportados por la ciencia; y VIII. Los demás medios que produzcan convicción. Las actuaciones harán prueba plena y deberán ser tomadas en cuenta por la Autoridad o el 59 Tribunal al momento de resolver, sin necesidad de ser ofrecidas como tales. SECCIÓN SEGUNDA DE LA CONFESIONAL Artículo 51. La confesión puede ser expresa o tácita: expresa, la que se hace al formular o contestar un escrito o demanda, absolviendo posiciones o en cualquier otro acto del procedimiento administrativo o del juicio contencioso; tácita, la que se presume en los casos señalados por la ley. La confesión sólo produce efectos en lo que perjudica al que la hace. Artículo 52. No se admitirá la confesional de las autoridades mediante absolución de posiciones. No queda comprendida en esta excepción, la petición de informes a las autoridades, respecto de hechos que consten en sus expedientes, archivos o registros. Artículo 53. Al ofrecerse la prueba confesional, se presentará el pliego que contenga las posiciones en sobre cerrado, el que deberá guardarse y permanecer así hasta la fecha en que hayan de absolverse las posiciones. Artículo 54. El interesado que haya de absolver posiciones será citado personalmente, a más tardar, cuarenta y ocho horas antes de la señalada para la diligencia, bajo el apercibimiento de que, si dejare de comparecer sin causa justificada, será tenido por confeso de las posiciones que se califiquen como legales. El interesado estará obligado a absolver personalmente las posiciones cuando así lo exija el que las articula o cuando el apoderado ignore los hechos. Pueden articularse posiciones al mandatario, siempre que tenga poder bastante para absolverlas o se refieran a hechos ejecutados por él en el ejercicio del mandato. Artículo 55. Si el citado para absolver posiciones comparece, la autoridad o el Tribunal abrirán el pliego y procederán a realizar la calificación de las posiciones. Artículo 56. Las posiciones serán desechadas cuando no cumplan con los requisitos siguientes: I. Deberán articularse en términos precisos; II. Deberán referirse a hechos propios del absolvente que sean objeto del procedimiento o de la litis planteada; y III. No deberán ser insidiosas ni contendrán más que un solo hecho cada una. Un hecho complejo podrá comprenderse en una sola posición, cuando por la íntima relación que exista entre los hechos que lo componen no pueda afirmarse o negarse uno sin afirmar o negar el otro. Se tendrán por insidiosas las preguntas que se dirijan a ofuscar al que ha de responder, con el objeto de obtener una confesión contraria a la verdad. Artículo 57. Si fueren varios los que han de absolver posiciones al tenor de un mismo interrogatorio, las diligencias se practicarán separadamente y en un mismo día, siempre que sea posible, evitando que los que absuelvan primero se comuniquen con los que han de absolver después. Artículo 58. En ningún caso se permitirá que la persona que ha de absolver posiciones esté asistida por su abogado o apoderado, ni se le dará traslado de las posiciones, ni termino para que se aconseje; concediéndosele únicamente el uso de la voz al final del desahogo de la prueba para manifestarse respecto de las posiciones que a su juicio hayan sido indebidamente calificadas. Si el absolvente no habla español, podrá ser asistido por un intérprete y, en este caso, la autoridad o el Tribunal lo nombrarán. Artículo 59. La autoridad o el Tribunal, previa 60 toma de protesta de decir verdad al absolvente, procederán al interrogatorio. El interrogatorio será aclarado y explicado al absolvente al formulársele cada pregunta, a fin de que conteste a cada una de ellas con pleno conocimiento de causa. Las respuestas serán en sentido afirmativo o negativo, pudiendo quienes las hagan agregar las explicaciones que consideren necesarias y, en todo caso, darán las que la autoridad o el Tribunal les pidan. Artículo 60. Terminado el interrogatorio, la parte que lo formuló podrá articular oral y directamente, en el mismo acto y previo permiso de la autoridad o del Tribunal, nuevas posiciones al absolvente, previa calificación de las mismas. Artículo 61. Si la parte absolvente se niega a contestar o contestare con evasivas o dijere ignorar los hechos propios, la autoridad o el Tribunal la apercibirán de tenerla por confesa, si insiste en su actitud. Artículo 62. La autoridad o el Tribunal podrán, en el acto de la diligencia, interrogar al absolvente sobre todos los hechos y circunstancias que sean conducentes a la averiguación de la verdad. Artículo 63. Las respuestas a las posiciones serán asentadas literalmente en el acta respectiva a medida que se vayan produciendo, y serán firmadas al margen de las fojas en que se contengan. De igual forma, los absolventes firmarán los pliegos de posiciones. Si no supieren firmar pondrán su huella digital y si no quisieran hacer lo uno ni lo otro, firmarán sólo el personal actuante de la autoridad o del Tribunal y se hará constar esta circunstancia. Firmada el acta y los pliegos de posiciones, no podrá variarse su contenido. Artículo 64. En caso de que la persona que deba absolver posiciones no pueda ocurrir a la diligencia por causa justificada, calificada por la autoridad o el Tribunal, se señalará nueva fecha para el desahogo de la prueba y, de subsistir el impedimento, el personal actuante de la autoridad o del Tribunal se trasladará al lugar donde la persona se encuentre para el desahogo de la diligencia, a la que podrá asistir la otra parte. Artículo 65. La persona legalmente citada a absolver posiciones será declarada confesa de las que sean calificadas como legales cuando: I. Sin justa causa no comparezca; II. Insista en negarse a declarar; o III. Al declarar, insista en no responder afirma- tiva o negativamente o en manifestar que ignora los hechos. Cuando el citado para absolver posiciones no comparezca, el personal actuante de la autoridad o del Tribunal abrirán el pliego y calificarán las mismas antes de hacer la declaración de tener por confeso al absolvente. En los demás casos, al terminar la diligencia se hará la declaración. No podrá ser declarado confeso el llamado a absolver posiciones si previamente no hubiere sido apercibido legalmente. SECCIÓN TERCERA DE LOS DOCUMENTOS PÚBLICOS Y PRIVADOS Artículo 66. Son documentos públicos aquellos cuya formulación está encomendada por ley a las personas dotadas de fe pública y los expedidos por servidores públicos en el ejercicio de sus funciones. La calidad de públicos se demuestra por la existencia regular sobre los documentos, de sellos, firmas u otros signos exteriores que, en su caso, prevengan las normas, salvo prueba en contrario. Artículo 67. Los documentos públicos expedidos por autoridades de la Federación, de los Estados, del Distrito Federal o de los municipios harán fe en el Estado de Veracruz-Llave, sin necesidad de legalización. Para que hagan fe los documentos procedentes del extranjero, deberán presentarse debidamente legalizados por las autoridades diplomáticas o consulares, o ajustarse a los convenios que la Federación haya celebrado en esta materia . Artículo 68. Los documentos públicos se tendrán por legítimos y eficaces, salvo que se impugnare expresamente su autenticidad o exactitud por la parte a quien perjudiquen. En este caso, se ordenará el cotejo y se diligenciará la inspección de los documentos públicos con los protocolos y archivos en el local donde se halle la matriz, en presencia de las partes, si concurrieren, a cuyo fin se señalará previamente el día y la hora, salvo cuando se hiciere en el acto de la audiencia de pruebas. Artículo 69. Son documentos privados los que no reúnen las condiciones previstas para los 61 documentos públicos. Artículo 70. Los documentos que se ofrezcan como prueba deberán acompañarse al escrito inicial, al escrito de interposición del recurso de revocación, a la demanda, a su contestación, o, en su caso, a sus respectivas ampliaciones. La presentación de documentos públicos podrá hacerse en copia simple, si el interesado manifestare que carece del original o copia certificada, pero no producirá ningún efecto si en la fase de instrucción del procedimiento administrativo o del recurso de revocación, o en la audiencia del juicio contencioso, no se exhibiere el documento en original o copia certificada. Artículo 71. Cuando las pruebas documentales no obren en poder del oferente, o cuando no hubiere podido obtenerlas a pesar de tratarse de documentos que legalmente se encuentren a su disposición, éste deberá señalar el archivo o lugar de su ubicación, para que a su costa se mande expedir copia certificada de ellos, o se requiera su remisión cuando ésta sea legalmente posible. Para este efecto, deberá indicar con toda precisión los documentos y tratándose de los que pueda tener a su disposición, bastará con que acompañe copia de la solicitud debidamente presentada por lo menos cinco días antes de la presentación del escrito en que las ofrezca. Se entiende que el interesado tiene a su disposición los documentos, cuando legalmente pueda obtener copia autorizada de los originales o de las constancias. En ningún caso se requerirá el envío de un expediente administrativo. Artículo 72. A fin de que las partes puedan rendir sus pruebas, las autoridades tienen obligación de expedir con toda oportunidad las copias de los documentos que les soliciten; si no se cumpliera con esta obligación, la parte Interesada solicitará a la autoridad o al Tribunal que requiera a los omisos. Cuando sin justa causa la autoridad requerida no expida las copias de los documentos ofrecidos para probar los hechos que se le imputan y siempre que los documentos solicitados hubieran sido identificados con toda precisión tanto en sus características como en su contenido, se presumirán ciertos los hechos que se pretendan probar con esos documentos. En los casos en que la autoridad requerida no sea parte, la autoridad o el Tribunal podrán hacer valer como medida de apremio la imposición de una multa de cincuenta a cien días de salario mínimo vigente en la capital del Estado a la autoridad omisa, sin perjuicio de las demás sanciones que procedan por las responsabilidades en que incurra. Artículo 73. Presentado el escrito inicial, el de interposición del recurso de revocación, el de demanda, el de su contestación, o, en su caso, los de sus respectivas ampliaciones, no se admitirán otras pruebas documentales, excepto las que se hallen en alguno de los casos siguientes: I. Que sean de fecha posterior a dichos escritos; II. Las de fecha anterior respecto de las cuales, bajo protesta de decir verdad, la parte que las presente asevere no haber tenido conocimiento de su existencia, salvo prueba en contrario de parte interesada, en su caso; o III. Las que no haya sido posible obtener con anterioridad, por causas que no sean imputables a la parte interesada, siempre que se haya hecho oportunamente el señalamiento del archivo o lugar en que se encuentren los originales. Artículo 74. Los documentos que no se presenten en idioma español, deberán acompañarse de su traducción, de la que se mandará dar vista a la parte contraria, en su caso, para que dentro de tres días manifieste si está conforme. Si lo estuviere o no contestase la vista, se estará a la traducción aportada; en caso contrario, la autoridad o el Tribunal nombrarán traductor, en términos de lo dispuesto por el artículo 21 del presente Código. Artículo 75. Podrá pedirse el cotejo de firmas y letras, siempre que se niegue o que se ponga en duda la autenticidad de un documento privado, o bien de un documento público que carezca de matriz. La persona que solicite el cotejo designará el documento o documentos indubitados con que deba hacerse, o pedirá a la autoridad o al Tribunal que lIame al interesado para que en su presencia ponga la firma o letras que servirán para el cotejo. Artículo 76. Se considerarán indubitados para el cotejo: I. Los documentos que las partes reconozcan 62 como tales, de común acuerdo; II. Los documentos privados cuya letra o firma hayan sido reconocidas en el procedimiento administrativo, en el recurso de revocación o en el juicio contencioso por aquél a quien se atribuya la dudosa; III. El escrito impugnado en la parte en que reconozca la letra como suya aquél a quien perjudique; IV. Las firmas puestas en actuaciones, en presencia de la autoridad o del secretario del Tribunal, por la parte cuya firma o letra se trata de comprobar; o VI. En general, las firmas estampadas ante fedatarios públicos. Artículo 77. Las partes sólo podrán objetar los documentos dentro de los cinco días siguientes al en que surta sus efectos la notificación del acuerdo que los haya admitido como pruebas o, en su caso, al contestar la demanda o su ampliación. SECCION CUARTA DE LA TESTIMONIAL Artículo 78. Quienes tengan conocimiento de los hechos que las partes deben de probar, están obligados a declarar como testigos, que nunca serán más de tres por cada hecho que exija distinto interrogatorio. Artículo 79. La parte que ofrezca la prueba testimonial deberá indicar el nombre y domicilio de los testigos y tendrá la obligación de presentarlos. Cuando se trate del juicio contencioso y el oferente estuviere imposibilitado para presentar a los testigos, lo manifestará así bajo protesta de decir verdad y pedirá que se les cite, en cuyo caso el Tribunal ordenará la citación, con el apercibimiento de aplicación de las medidas de apremio previstas por este Código, al testigo que no comparezca sin causa justificada o que se niegue a declarar. En caso de que el señalamiento del domicilio de algún testigo resulte inexacto, o de comprobarse que se solicitó su citación con el propósito de retardar el juicio, se impondrá al promovente multa de cincuenta a cien días de salario mínimo general vigente en la capital del Estado en la fecha de su imposición. La prueba testimonial será declarada desierta cuando el oferente no presente a declarar a sus testigos ante la autoridad, o no se presenten a la segunda citación del Tribunal, imponiéndose las multas con que hubieren sido apercibidos como medida de apremio. La falta de cumplimiento de alguno de los requisitos para el ofrecimiento de la prueba testimonial, dará lugar a su desechamiento. Artículo 80. Los servidores públicos no están obligados a declarar como testigos. Sólo cuando la autoridad o el Tribunal lo estimen indispensable para la investigación de la verdad, se les solicitará que rindan su testimonio por oficio, conforme al interrogatorio escrito que para tal efecto presente el oferente de la prueba. Artículo 81. La autoridad o el Tribunal señalarán día y hora para la recepción de la prueba testimonial. Para el examen de los testigos se presentarán, al ofrecerse la prueba, interrogatorios escritos. Las preguntas deberán tener relación directa con los puntos controvertidos, no serán contrarias al derecho o a la moral y deberán estar concebidas en términos claros y precisos, sin que pueda ir implícita la respuesta en ellas ni se comprenda en una sola más de un hecho. La protesta y examen de los testigos se hará en presencia de las partes que concurrieren. Al final del examen de cada testigo, las partes podrán, por una sola vez y en forma oral, formularle repreguntas, previa autorización de la autoridad o del Tribunal. La autorización a una de las partes implica la de la otra. Artículo 82. Cuando el testigo resida en lugar distinto al de la autoridad o del Tribunal, el promovente deberá, al ofrecer la prueba, presentar sus interrogatorios por escrito con las copias respectivas, para que las otras partes dentro de los tres días siguientes al en que surta sus efectos la notificación del acuerdo correspondiente, puedan presentar sus interrogatorios escritos de repreguntas. En este caso, se librará exhorto u oficio, en el que se incluirán, en pliego cerrado, las preguntas y repreguntas. Artículo 83. Serán desechadas las preguntas y repreguntas, cuando: I. No cumplan con los requisitos previstos en el artículo 8l de este Código; II. Se refieran a hechos o circunstancias que ya constan en el expediente; 63 III. Sean contradictorias con una pregunta o repregunta anterior; o IV. Se refieran a opiniones o creencias de los testigos. Artículo 84. Después de tomarse al testigo la protesta de conducirse con verdad y de advertirle de las penas en que incurren los testigos falsos, se hará constar su nombre y apellidos, edad, estado civil, domicilio, ocupación, si es pariente consanguíneo o afín de alguna de las partes y en qué grado, si es dependiente o empleado del que lo ofrece, o tiene con él sociedad o alguna relación de intereses, si tiene interés directo o indirecto en el asunto o en otro semejante y si es amigo íntimo o enemigo de alguna de las partes. A continuación se procederá al examen, previa calificación de las preguntas. Artículo 85. Los testigos serán examinados separada y sucesivamente, sin que unos puedan presenciar las declaraciones de los otros. A este efecto, se fijará un solo día para que se presenten los testigos que deban declarar conforme a un mismo interrogatorio, y se designará el lugar en que deban permanecer hasta el final de la diligencia. Artículo 86. La autoridad o Tribunal tendrán la más amplia facultad para hacer a los testigos las preguntas que estimen conducentes a la investigación de la verdad, así como para cerciorarse de la idoneidad de los mismos, asentándose todo en el acta. Artículo 87. Si el testigo no habla español, rendirá su declaración por medio de intérprete, quien será nombrado de oficio por la autoridad o por el Tribunal. Cuando el testigo lo pidiere, además de asentarse su declaración en español, podrá escribirse en su propio idioma por él o por el intérprete. Artículo 88. Antes de rendir su declaración, el testigo deberá firmar al margen el interrogatorio. Cada respuesta se hará constar en el acta respectiva. Artículo 89. Los testigos están obligados a dar la razón de su dicho y la autoridad o el Tribunal deberán exigirla, explicando previamente en qué consiste. Artículo 90. El testigo firmará su declaración al margen de las hojas en que se contenga, después de habérsele leído o de que la lea por sí mismo y la ratifique; si no puede o no sabe leer, la decla- ración le será leída por el personal actuante de la autoridad o del Tribunal; y, si no puede o no sabe firmar, imprimirá su huella digital. La declaración, una vez firmada, no podrá variarse. Artículo 91. En el acto del examen de un testigo, las partes interesadas podrán atacar el dicho de aquél por cualquier circunstancia que, en su concepto, afecte su credibilidad, ofreciendo en ese momento las pruebas que estimen conducentes. Una vez impugnado el dicho de un testigo, se dará el uso de la palabra al oferente, quien en ese acto podrá ofrecer las pruebas que al respecto considere pertinentes, las que se desahogarán dentro de los tres días siguientes. Al valorar la prueba testimonial, la autoridad o el Tribunal apreciará las impugnaciones y justificaciones que se hayan planteado. Artículo 92. Si algún testigo no puede concurrir a la diligencia, por causa justificada calificada por la autoridad o el Tribunal, se señalará nueva fecha para el desahogo de la prueba y de subsistir el impedimento, se declarará desierta. SECCIÓN QUINTA DEL RECONOCIMIENTO O INSPECCIÓN Artículo 93. La inspección podrá practicarse a petición de parte, o de oficio, con citación previa y expresa, para aclarar o fijar hechos relativos al asunto que no requieran conocimientos técnicos especiales, señalando para tal efecto día, hora y lugar en que deba practicarse. Cuando la prueba se ofrezca por alguna de las partes se indicará con precisión el objeto de la misma, el lugar donde deba practicarse y la relación con los hechos que se quieran probar. Las partes, sus abogados, representantes o apoderados, podrán concurrir a la inspección y hacer las observaciones que estimen oportunas. De la diligencia se levantará acta circunstanciada que firmarán los que en ella intervengan. A criterio de la autoridad o del Tribunal, o a petición de parte, se levantarán planos u obtendrán imágenes del lugar o bienes inspeccionados, que se agregarán al acta. SECCIÓN SEXTA DE LA PERICIAL Artículo 94. La prueba pericial procede cuando 64 sean necesarios conocimientos especiales en alguna ciencia, técnica, arte, oficio o industria; más no en lo relativo a conocimientos generales, por lo que se desecharán de oficio aquellas periciales que se ofrezcan para este tipo de conocimientos, o en relación a hechos que se encuentren acreditados con otras pruebas, o si se refieren a simples operaciones aritméticas o similares. Los peritos deben tener cédula profesional que los acredite en la especialidad a que pertenezca la cuestión sobre la que habrán de rendir dictamen, si estuviere legalmente reglamentada; si la especialidad no estuviere reglamentada, podrá ser nombrada cualquier persona que, a criterio de la autoridad o del Tribunal, posea conocimientos en la misma. Artículo 95. La prueba pericial se sujetará a las siguientes reglas: I. En su ofrecimiento, se señalará con toda precisión la ciencia, arte, técnica, oficio o industria sobre la cual deba practicarse; los puntos sobre los que versará y las cuestiones que se deben resolver; así como la cédula profesional, calidad técnica, artística o industrial del perito que se proponga, nombre, apellidos y domicilio de éste. La falta de cualquiera de los requisitos anteriores motivará el desechamiento de la prueba; II. En caso de estar debidamente ofrecida, se admitirá, requiriendo, en su caso, a la contraria para que designe al perito que le corresponda y adicione el cuestionario, quedando obligados los oferentes a que sus peritos, dentro de los tres días siguientes al en que surtan sus efectos las notificaciones de los acuerdos respectivos, presenten escrito en el que acepten el cargo conferido y protesten su fiel y legal desempeño, debiendo anexar copia de su cédula profesional o documentos que acrediten su calidad de perito en el arte, técnica, oficio o industria para el que se les designa, manifestando, bajo protesta de decir verdad, que conocen los puntos cuestionados y pormenores relativos a la pericial, así como que tienen la capacidad suficiente para emitir dictamen sobre el particular, quedando obligados a rendir su dictamen dentro de los diez días siguientes a la fecha en que hayan presentado los escritos de aceptación y protesta del cargo de peritos; III. La autoridad o el Tribunal, podrán adicionar los cuestionarios; IV. Cuando los peritos rindan sus dictámenes, y estos resulten contradictorios, la autoridad o el Tribunal designarán un perito tercero en discordia tomando en cuenta la ordenado por el articulo 97 de este Código; V. La falta de aceptación y protesta del cargo por el perito del oferente, dará lugar a que se tenga por desierta la prueba. Si la contraria no designare perito, o el perito por ésta designado, no presentara el escrito de aceptación y protesta del cargo, dará como consecuencia que se tenga a ésta por conforme con el dictamen pericial que rinda el perito del oferente. VI. En el supuesto de que el perito designado por alguna de las partes, que haya aceptado y protestado el cargo conferido, no presente su dictamen pericial en el plazo concedido, se entenderá que dicha parte acepta a aquel que se rinda por el perito de la contraria, y la pericial se desahogará con ese dictamen. Si los peritos de ambas partes, no rinden su dictamen dentro del plazo concedido, se declarará desierta la prueba; y VII. Las partes quedan obligadas a pagar los honorarios de los peritos que hayan nombrado, así como a presentarlos cuantas veces sea necesario. También quedarán obligadas a presentar el dictamen pericial dentro del plazo señalado, debiendo presentar los peritos el original de su cédula profesional y de los documentos anexos a sus escritos de aceptación y protesta del cargo. Artículo 96. Las partes en cualquier momento podrán convenir en la designación de un solo perito para que rinda su dictamen al cual se sujetarán. También podrán manifestar su conformidad con el dictamen del perito de la contraria y hacer observaciones al mismo, que serán consideradas en la valoración de pruebas. Artículo 97. Cuando la autoridad o el Tribunal consideren indispensable la prueba pericial para la solución del asunto, determinarán de oficio su procedencia. En esta caso, nombrarán al perito, preferentemente de entre los que tengan adscritos, sin que sea necesario la designación de otro perito. Artículo 98. Los peritos no son recusables, pero los nombrados por la autoridad o por el Tribunal deberán excusarse en las hipótesis previstas por el artículo 128 de este Código o, en su caso, por el artículo 163 de la Ley Orgánica del Poder 65 Judicial del Estado. SECCIÓN SÉPTIMA DE LA PRESUNCIONAL Artículo 99. Presunción es la consecuencia que la ley establece expresamente; o la autoridad o el Tribunal deducen de un hecho conocido, debidamente probado para averiguar la verdad de otro desconocido que es consecuencia ordinaria de aquel. La primera se llama legal y la segunda humana. Artículo 100. Quien haga valer una presunción legal estará obligado a probar el hecho en que la funda. Las presunciones humanas admitirán prueba en contrario. SECCIÓN OCTAVA DE LAS FOTOGRAFÍAS Y DEMÁS ELEMENTOS APORTADOS POR LA CIENCIA Artículo 101. Para acreditar hechos o circunstancias que tengan relación con el asunto que se ventile, las partes podrán presentar fotografías, copias fotostáticas, videos, cintas cinematográficas, discos compactos o magnéticos y cualquier otro producto de almacenamiento de sonidos o imágenes. Artículo 102. Como medio de prueba deben admitirse también los registros dactiloscópicos, fonográficos y demás descubrimientos de la ciencia, técnica o arte que produzcan convicción en el ánimo de la autoridad o del Tribunal. Artículo 103. La parte que presente estos medios de prueba, deberá proporcionar a la autoridad o al Tribunal, los aparatos o elementos necesarios para que pueda apreciarse el valor de los registros y reproducirse los sonidos e imágenes. SECCIÓN NOVENA DE LA VALORACIÓN DE LAS PRUEBAS Artículo 104. La autoridad y el Tribunal tendrán la más amplia libertad para hacer el análisis de las pruebas rendidas, mediante la aplicación de las reglas de la lógica y de la sana crítica; así como para determinar su valor, apreciándolas en su conjunto, a menos que este Código establezca las reglas específicas para hacer la valoración. Artículo 105. No tendrán valor las pruebas rendidas con infracción a lo dispuesto en este Código, a menos que sean el único medio por el que la autoridad o el Tribunal puedan formar su convicción respecto a los hechos de que se trata. En este caso, deberán fundar especial y cuidadosamente esta parte de su resolución. Artículo 106. La confesión expresa hará prueba plena cuando concurran en ella las circunstancias siguientes: I. Que sea hecha por persona capaz y legitimada para hacerla; II. Que sea hecha con pleno conocimiento y sin coacción ni violencia; o III. Que sea de hecho propio o, en su caso, del representante, delegado o síndico y concerniente al asunto. Artículo 107. Los hechos propios de las partes aseverados en sus promociones o en cualquier otro acto del procedimiento administrativo, del recurso de revocación o del juicio contencioso, harán prueba plena en su contra, sin necesidad de ofrecerlos como prueba. Artículo 108. La confesión ficta produce el efecto de una presunción cuando no haya pruebas que la contradigan. Artículo 109. Los documentos públicos hacen prueba plena, sin perjuicio de lo dispuesto por el artículo 68 de este Código. Harán prueba plena los hechos legalmente afirmados por la autoridad en documentos públicos, pero, si en estos últimos se contienen declaraciones de verdad o manifestaciones de hechos de particulares, los documentos sólo prueban plenamente que, ante la autoridad o fedatario que los expidió, se hicieron tales declaraciones o manifestaciones, pero no prueban la verdad de lo declarado o manifestado. Tratándose de actos de verificación o de comprobación de las autoridades, se entenderán como legalmente afirmados los hechos que constan en las actas respectivas. Artículo 110. Las copias certificadas hacen fe de la existencia de los originales. Artículo 111. La documental privada, inspección, , pericial y testimonial serán valoradas según el prudente arbitrio de la autoridad o del Tribunal. 66 Artículo 112. Para que las presunciones sean apreciables como medios de prueba, es indispensable que entre el hecho demostrado y aquél que se trata de deducir haya un enlace preciso. La autoridad o el Tribunal apreciarán en justicia el valor de las presunciones. Artículo 113. Las fotografías, copias fotostáticas, videos, cintas cinematográficas, discos compactos o magnéticos y demás pruebas aportadas por la ciencia, técnica o arte quedan a la prudente calificación de la autoridad o del Tribunal. Artículo 114. La valoración de las pruebas se hará de acuerdo con lo dispuesto en el presente Código, a menos que por el enlace de las pruebas rendidas y de las presunciones formadas, la autoridad o el Tribunal adquieran convicción distinta respecto del asunto. En este caso. deberán motivar cuidadosamente esta parte de su resolución. CAPÍTULO VI DE LOS MEDIOS DE APREMIO Artículo 115. Las autoridades o el Tribunal, para hacer cumplir sus determinaciones o para imponer el orden podrán. según la gravedad de la falta. hacer uso de alguno de los siguientes medios de apremio y medidas disciplinarias: I. Apercibimiento; II. Amonestación; III. Multa de cincuenta a cien días de salario mínimo vigente en la capital del Estado; si el infractor fuese jornalero, obrero o trabajador, no podrá ser sancionado con multa mayor al importe de su jornal o salario de un día; y tratándose de trabajadores no asalariados, la multa no excederá del equivalente a un día de su ingreso; IV. Expulsión temporal de las personas del lugar donde se lleve a cabo la diligencia o actuación, cuando ello sea necesario para su continuación; V. Auxilio de la fuerza pública; o VI. Los demás que establece este Código. La multa a que se refiere la fracción II tendrá el carácter de crédito fiscal y se fijará en cantidad líquida, haciéndose efectivo conforme al procedimiento de ejecución. CAPÍTULO VII DE LAS RESOLUCIONES EN GENERAL Artículo 116. Se entenderán como resoluciones definitivas aquellas que pongan fin al procedimiento administrativo o al juicio contencioso, las que deberán fundarse y motivarse, ser claras, precisas y congruentes, y decidirán todas las cuestiones planteadas por las partes, así como las derivadas del expediente. Cuando se trate de cuestiones conexas que no hubieran sido planteadas, las autoridades o el Tribunal podrán pronunciarse sobre ellas, previa vista a las partes por el plazo de cinco días para que formulen lo que a su derecho convenga y aporten, en su caso, los medios de prueba que consideren oportunos. Artículo 117. En los procedimientos administrativos incoados a petición del interesado, la resolución que sobre ellos recaiga será congruente con las peticiones formuladas, sin que en ningún caso pueda agravarse su situación inicial. Artículo 118. Las resoluciones dictadas en el procedimiento administrativo expresarán los recursos o medios de defensa que contra las mismas procedan, así como la autoridad o el Tribunal ante el que deban presentarse y el plazo para interponerlos. Artículo 119. Las autoridades o el Tribunal en ningún caso podrán abstenerse de dejar en estado de resolución los expedientes, bajo pretexto de silencio, oscuridad o insuficiencia de los preceptos legales invocados por las partes. Artículo 120. Las autoridades o el Tribunal no podrán variar ni modificar sus resoluciones después de dictadas y firmadas. No obstante, cuando se trate de precisar algún concepto o suplir alguna omisión, lo podrán hacer de oficio, dentro del día siguiente a la notificación correspondiente, o a petición de parte interesada, por escrito presentado dentro del mismo plazo, resolviéndose lo que se estime procedente dentro del día siguiente a la presentación del escrito. Al hacer la aclaración, las autoridades o el Tribunal, no podrán modificar los elementos esenciales de la resolución, ni variar su substancia. El acuerdo que decida la aclaración de una resolución, se considerará parte integrante de ésta. Se tendrá como fecha de notificación de la resolución, la del acuerdo que decida la aclaración de la misma. 67 LIBRO SEGUNDO DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO TÍTULO PRIMERO DISPOSICIONES GENERALES CAPÍTULO I Artículo 121. Las disposiciones de este Código se aplicarán a los actos que emitan la Administración Pública o el Órgano dentro del procedimiento administrativo y que produzcan efectos en la esfera jurídica de los particulares. Artículo 122. El procedimiento administrativo podrá iniciarse de oficio o a petición del interesado y tenderá a asegurar el cumplimiento de los fines de la Administración Pública o del Órgano, así como a garantizar los derechos e intereses legítimos de los particulares, de conformidad con lo dispuesto en las normas aplicables. Artículo 123. Los informes, manifestaciones, o declaraciones rendidos por los interesados a la autoridad, se presumirán ciertos salvo prueba en contrario; sin embargo, podrán ser objeto de control y verificación por parte de la autoridad. Si los informes, manifestaciones o declaraciones proporcionados por el particular resultaren falsos, se aplicarán las sanciones administrativas correspondientes, sin perjuicio de lo dispuesto en el Código Penal para el Estado Libre y Soberano de Veracruz-Llave. Estas mismas sanciones se aplicarán a los titulares, representantes legales o delegados de las autoridades que rindan informes, manifestaciones o declaraciones falsas. Artículo 124. Los interesados podrán participar en el procedimiento administrativo con el carácter de peticionario, afectado o tercero perjudicado. Es peticionario quien dirige a la autoridad una solicitud. Afectado es la persona perjudicada por un acto administrativo en sus derechos e intereses legítimos. El tercero perjudicado es aquél que tiene una pretensión contraria con la del peticionario. Artículo l25. En los procedimientos administrativos no se podrán exigir mayores formalidades y requisitos que los expresamente establecidos en este Código y en las normas aplicables. En el caso de revalidación de licencias, autorizaciones o permisos, el trámite se podrá hacer mediante una solicitud por escrito, que contendrá la manifestación del peticionario, bajo protesta de decir verdad, en el sentido de que las condiciones en que se le otorgó originalmente la licencia, autorización o permiso de que se trate, no han variado, debiendo acompañar una copia simple de dicho documento. Este trámite se podrá realizar dentro de los quince días previos a la conclusión de su vigencia, sin perjuicio del pago de derechos que la revalidación origine y de las facultades de verificación de las autoridades. El procedimiento de revalidación no será aplicable a las concesiones. Artículo 126. Los interesados tienen en todo momento el derecho de obtener información sobre los procedimientos y el estado en que se encuentren, así como el acceso a los expedientes que con motivo de sus solicitudes o por mandato legal, formen las autoridades. Asimismo, se les podrán expedir a su costa y siempre que así lo soliciten, copias y certificaciones de los documentos que obren en los expedientes, previo pago de los derechos que correspondan. Sólo podrá negarse la información o el acceso a los expedientes, cuando: se involucren cuestiones relativas a la defensa o seguridad nacionales; esté protegida dicha información por el secreto industrial, comercial o por disposición legal; o porque el solicitante no sea el interesado o su causahabiente, o no acredite su interés legítimo en el procedimiento administrativo. Artículo 127. Las actuaciones se verificarán en las oficinas de la autoridad. En el caso de que la naturaleza de la diligencia así lo requiera, y sea necesario o conveniente para agilizar el procedimiento, el desahogo de la diligencia podrá trasladarse a otro sitio, previa constancia debidamente fundada y motivada de esta circunstancia. CAPÍTULO II DE LOS IMPEDIMENTOS, EXCUSAS Y RECUSACIONES Artículo 128. Los instructores de expedientes en el procedimiento administrativo deberán manifestar que están impedidos para conocer de los asuntos de su competencia, en los casos siguientes: I. Si tienen un interés directo o indirecto en el 68 asunto de que se trate o en otro semejante, cuya resolución pudiera influir en la de aquél; II. Si tienen interés directo o indirecto en el asunto de que se trate: su cónyuge, sus parientes consanguíneos en línea recta sin limitación de grados, colaterales dentro del cuarto grado o los afines dentro del segundo; III. Cuando ellos, su cónyuge o alguno de sus hijos, sea heredero, legatario, donante, donatario, socio, acreedor, deudor, fiador, fiado, arrendador, arrendatario, principal, dependiente o comensal habitual de alguna de las partes, o administrador actual de sus bienes; IV. Si son administradores o accionistas de la persona moral interesada en el expediente; V. Cuando ellos, su cónyuge o alguno de sus parientes consanguíneos en la línea recta, sin limitación de grados, de los colaterales dentro del segundo, o de los afines en el primero, sigan contra alguna de las partes, o no haya pasado un año de haber seguido, un juicio civil o una causa criminal, como acusadores, querellantes o denunciantes, o se hayan constituido parte civil en causa criminal seguida contra cualquiera de ellas; VI. Cuando alguna de las partes o sus representantes o abogados, es o ha sido denunciante, querellante o acusador del servidor público de que se trate, de su cónyuge o de alguno de sus expresados parientes, o se ha constituido parte civil en causa criminal seguida contra cualquiera de ellos; VII. Si tuvieran parentesco de consanguinidad dentro del cuarto grado o de afinidad dentro del segundo con cualquiera de los interesados, con los administradores o accionistas de las personas morales interesadas o con los asesores, representantes, abogados o personas autorizadas que intervengan en el procedimiento; VIII. Si tienen amistad estrecha o enemistad manifiesta con alguna de las personas mencionadas en la fracción anterior; IX. Si intervienen como peritos o como testigos; X. Si tienen alguna relación, de cualquier naturaleza, con las personas físicas o morales interesadas directamente en el asunto; XI. Si son tutores o curadores de alguno de los interesados, o no han transcurrido tres años de haber ejercido dicho encargo; o XII. Por cualquier otra causa prevista en los ordenamientos jurídicos aplicables. Artículo 129. El instructor que se encuentre en alguno de los supuestos que señala el artículo anterior, se excusará del asunto sin demora, y lo comunicará a su superior jerárquico, quien resolverá lo conducente dentro de los tres días siguientes. Artículo 130. En el caso de que se declare improcedente la excusa planteada, el superior jerárquico devolverá el expediente para que el instructor continúe conociendo del mismo. Tratándose de excusas procedentes, la resolución que se dicte deberá contener el nombre del instructor que deberá conocer del asunto, quien habrá de tener la misma jerarquía del impedido. Si no existiera instructor de igual jerarquía al impedido, el superior jerárquico conocerá directamente del asunto. Artículo 131. Cuando el superior jerárquico tenga conocimiento que sus subalternos se encuentran en alguno de los supuestos que establece el artículo 128 de este Código, ordenará que se abstenga de intervenir en el negocio. Artículo 132. Cuando el servidor público no se abstenga de intervenir en un asunto, a pesar de encontrarse en alguno de los supuestos que establece el artículo 128 de este Código, y sin perjuicio de la responsabilidad en que haya incurrido, el interesado podrá promover la recusación en cualquier momento de la secuela del procedimiento administrativo, siempre que no se haya emitido la resolución que en derecho corresponda. El particular interesado tendrá la posibilidad de alegar la recusación al interponer el recurso de revocación en contra de la resolución que ponga fin al procedimiento. Artículo 133. La recusación deberá plantearse por escrito ante el superior jerárquico del servidor público que se recusa. En este escrito se expresará la causa o causas en que se funde el impedimento, debiéndose ofrecer en el mismo los medios probatorios pertinentes. Al día siguiente de la presentación del ocurso en los términos del párrafo anterior, el servidor público que se recusa será emplazado para que en el plazo de dos días haga las manifestaciones que estime pertinentes. Transcurrido este plazo, haya o no producido el 69 servidor público su informe, el superior jerárquico señalará la fecha de la audiencia para desahogar pruebas, recibir alegatos y pronunciar la resolución, la que deberá emitirse en un plazo no mayor de cinco días. Artículo 134. En el caso de que la recusación sea procedente y fundada, la resolución respectiva señalará el servidor público que deba sustituir al recusado en el conocimiento y substanciación del procedimiento administrativo. Artículo 135. Si se declarara improcedente o infundada la causa de recusación que se hubiere alegado, el recusante no podrá volver a hacer valer alguna otra causa de recusación, en ese procedimiento, a menos que sea superveniente o que en su defecto, haya cambio de servidor público, en cuyo caso podrá hacer valer la causal de impedimento respecto a éste. Artículo 136. La intervención del servidor público que se encuentre en alguno de los supuestos del artículo 128 de este Código, no implicará la invalidez de los actos administrativos en que haya intervenido, cuando éstos sean favorables al particular, pero en todo caso dará lugar a responsabilidad administrativa, en términos del presente Código o de las normas aplicables. Artículo 137. En los casos en que se esté conociendo de algún impedimento, el procedimiento en el cual se haya presentado la excusa o la recusación se suspenderá hasta en tanto se resuelve sobre ellas. Artículo 138. Contra las resoluciones pronunciadas en materia de impedimentos, excusas y recusaciones no procederá recurso alguno. TÍTULO SEGUNDO DEL PROCEDIMIENTO ORDINARIO CAPÍTULO I DEL INICIO Y SUBSTANCIACIÓN Artículo 139. Cuando el procedimiento se inicie a petición de parte y la ley de la materia no señale los requisitos específicos, el escrito inicial deberá cumplir con los siguientes: I. La autoridad a la que se dirige; II. El nombre, denominación o razón social del interesado y, en su caso, del representante legal, agregándose los documentos que acrediten la personería, así como la designación de la persona o personas autorizadas para oír y recibir notificaciones y documentos; III. El domicilio para recibir notificaciones; IV. La petición que se formula; V. La descripción clara y sucinta de los hechos y razones en los que se apoye la petición; VI. Las pruebas que, en su caso, se ofrezcan; y VII. El lugar, fecha y firma del interesado o, en su caso, la de su representante o apoderado legal. Artículo 140. Cuando el escrito inicial no contenga los requisitos o no se acompañe de los documentos previstos en el artículo anterior, la autoridad prevendrá por escrito y por una sola vez al interesado o, en su caso, a su representante o apoderado legal, para que dentro del plazo de cinco días siguientes al en que surta efectos la notificación de dicha prevención, subsane la falta. En el supuesto de que en el plazo señalado no se cumpla con la prevención, la autoridad resolverá que se tiene por no presentada la solicitud. Si la promoción no fue firmada se estará a lo dispuesto en el artículo 24 de este Código. Contra el desechamiento o la negativa de dar trámite a las solicitudes o promociones, procederá el recurso de revocación. Artículo 141. Los escritos iniciales deberán presentarse en las unidades receptoras de la autoridad; las subsecuentes promociones, en el caso de que el interesado resida en lugar distinto de aquéllas, podrán enviarse vía correo registrado con acuse de recibo, siempre que el envío se efectúe desde el lugar en que resida el interesado. Artículo 142. Cuando un escrito sea presentado ante una autoridad incompetente, dicha autoridad deberá rechazar la promoción de plano, indicando al promovente ante quién debe presentarlo. Artículo 143. Los escritos que se reciban vía correo registrado con acuse de recibo, se considerarán presentados en la fecha que los reciba la autoridad competente, salvo que se trate del desahogo de requerimientos o de promociones sujetas a término, en cuyo caso se tendrá como fecha de presentación aquella en que se depositen en la oficina de correos. Artículo 144. En ningún caso se podrán recha- 70 zar los escritos que se presenten en las unidades receptoras de documentos de las autoridades competentes. Será causa de responsabilidad administrativa para el servidor público de la autoridad competente, la negativa a recibir las promociones de los particulares. Artículo 145. Para el adecuado control de los asuntos que se substancien a través de procedimientos administrativos, se establecerá un sistema de identificación de los expedientes que comprenda, entre otros datos, los relativos al número progresivo, al año y la clave de la materia que corresponda, mismos que deberán ser registrados en un Libro de Gobierno. Asimismo, se deberán agregar al expediente las constancias de notificación, los acuses de recibo, todos los documentos aportados como pruebas, así como aquellos en que consten las diligencias practicadas en el procedimiento. Artículo 146. En el despacho de los asuntos se deberá observar un orden riguroso en la tramitación y resolución de los expedientes de la misma naturaleza, que únicamente podrá modificarse cuando exista causa de orden público debidamente fundada y motivada, de la que quede constancia en el expediente. El incumplimiento de esta disposición será causa de responsabilidad para el servidor público que conozca del procedimiento. Artículo 147. Iniciado el procedimiento, la autoridad, a fin de asegurar la eficacia de la resolución que pudiera recaer, podrá adoptar las medidas provisionales establecidas en este Código u otras normas aplicables, siempre que existieren elementos suficientes. Artículo 148. En las promociones, actuaciones o resoluciones del procedimiento administrativo podrán utilizarse formas impresas autorizadas previamente y publicadas en la Gaceta Oficial, las cuales serán distribuidas gratuitamente por las autoridades. En caso de no existir formas autorizadas, las promociones se presentarán en escrito libre. Artículo 149. Cuando así lo establezcan las normas aplicables o se considere conveniente, la autoridad que conozca del procedimiento administrativo solicitará de las demás autoridades, informes u opiniones necesarios para resolver el asunto, citándose el precepto normativo que así lo establezca o motivando, en su caso, la conveniencia de solicitarlos. Los informes u opiniones solicitados a que se refiere el párrafo anterior, podrán ser obligatorios o facultativos, vinculantes o no. Salvo disposición legal en contrario, los informes y opiniones serán facultativos y no vinculantes para la autoridad que los solicitó y deberán incorporarse al expediente. El servidor público al que se le solicite un informe u opinión, deberá emitirlo dentro del plazo de diez días, salvo disposición que establezca otro plazo. Si transcurrido el plazo a que se refiere el párrafo anterior, no se recibiese el informe u opinión, cuando se trate de aquellos de carácter obligatorio o vinculante, se entenderá que no existe objeción a las pretensiones del interesado. Artículo 150. Con el escrito inicial se deberán ofrecer pruebas, siempre que la naturaleza del asunto así lo exija y lo prescriban las normas. La autoridad acordará dentro de los tres días siguientes sobre la iniciación del procedimiento y, en su caso, sobre la admisión de las pruebas ofrecidas, señalando día y hora para su desahogo, mismo que deberá verificarse dentro de los quince días siguientes al en que surta efectos la notificación al interesado del acuerdo inicial. Desahogadas todas las pruebas, se emitirá resolución dentro del plazo de diez días. Contra el desechamiento de pruebas no procederá recurso alguno, sin perjuicio de que esta circunstancia se pueda alegar al impugnarse la resolución administrativa. Las pruebas supervenientes podrán ofrecerse hasta antes de que se dicte resolución en el procedimiento administrativo. CAPÍTULO II DE LA TERMINACIÓN Artículo 151. Ponen fin al procedimiento administrativo: I. La resolución definitiva; II. El desistimiento; III. La imposibilidad material de continuarlo por causas supervenientes; IV. La configuración de la afirmativa ficta; o V. La configuración de la negativa ficta. 71 Artículo 152. La resolución que ponga fin al procedimiento indicará: I. Lugar y fecha de emisión; II. El nombre de la persona a la que se dirija; cuando éste se ignore, se señalarán los datos suficientes para su identificación; III. La decisión de todas las cuestiones planteadas, en su caso; IV. Los fundamentos y motivos que la sustenten; V. Los puntos decisorios; y VI. El nombre, cargo y firma autógrafa de la autoridad que la emita. Artículo 153. Cuando se impongan sanciones administrativas, la motivación de la resolución considerará las siguientes circunstancias: I. La gravedad de la infracción en que se incurra; II. Los antecedentes del infractor; III. Las condiciones socioeconómicas del infractor; IV. La reincidencia en el incumplimiento de obligaciones, en su caso; y V. El monto del beneficio, daño o perjuicio económico, derivado del incumplimiento de obligaciones, si lo hubiere. Artículo 154. Los actos administrativos serán ejecutados por las autoridades en términos de ley, salvo en los casos en que se otorgue legalmente la suspensión. Para la ejecución de los actos, la autoridad deberá notificar a los interesados el mandamiento que la autorice. Artículo 155. Todo interesado podrá desistirse del procedimiento administrativo que promueva cuando sólo afecte a sus intereses. En caso de que existan varios interesados, el desistimiento sólo operará respecto de quien lo hubiese formulado. Artículo 156. El desistimiento deberá ser presentado por escrito, ya sea por el interesado, su representante legal o su apoderado con facultades para ello; y para que produzca efectos jurídicos tendrá que ser ratificado por comparecencia ante la autoridad que conozca del procedimiento, dentro de los tres días siguientes a su presentación. Artículo 157. Cuando se trate de autorizaciones, licencias o permisos, las autoridades deberán resolver el procedimiento administrativo correspondiente, en los términos previstos por las normas aplicables; y sólo que éstos no contemplen un plazo específico, deberá resolverse dentro de los cuarenta y cinco días siguientes, contados a partir de la presentación de la solicitud. En estos casos, si la autoridad no emite su resolución dentro de los plazos establecidos, habiendo el interesado cumplido los requisitos que prescriben las normas aplicables, el silencio se entenderá como resolución afirmativa ficta, en todo lo que te favorezca, salvo en los siguientes casos: I. Tratándose de materias relativas a la salubridad general o a las actividades riesgosas que se definan en los diferentes ordenamientos jurídicos, y a falta de definición, se considerarán como tales aquellas que en forma directa o inminente pongan en peligro la seguridad y tranquilidad públicas, o alteren el orden público; II. Tratándose del derecho de petición formulado por los particulares con fundamento en el artículo 7 de la Constitución Política del Estado, sin que la autoridad emita resolución expresa; o III. En todos aquellos en que las normas establezcan que la falta de resolución tendrá efectos de negativa ficta. En los casos previstos en las fracciones I y II de este artículo, el silencio de las autoridades se considerará como negativa ficta, ante lo cual el interesado podrá interponer los medios de defensa que en derecho correspondan. En el caso de que se interponga el recurso de revocación contra la negativa ficta, y este recurso a su vez no sea resuelto expresamente, se estará a lo previsto en el artículo 273 de este Código. Artículo 158. Cuando por el silencio de la autoridad, en los términos señalados en el artículo anterior, el interesado presuma que ha operado en su favor la afirmativa ficta, deberá solicitar, para la plena eficacia del acto presunto, en el plazo de diez días, la certificación de que ha operado esta resolución ficta. El interesado deberá promover ante la Contraloría General o los órganos de control interno de los ayuntamientos o ante quien, por acuerdo del Cabildo, ejerza las funciones de control, en su caso, la certificación de la afirmativa ficta, acompañando necesariamente el acuse de recibo de la solicitud no resuelta. Dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a que el respectivo órgano de control reciba la solicitud de certificación, debe- 72 rá remitirla al superior jerárquico de la autoridad omisa, quien en un plazo no mayor de cinco días, contados a partir de que reciba dicha solicitud, deberá proveer lo que corresponda, debiendo enviar en todos los casos, copia de la proveído al órgano de control requirente. La certificación que se expida hará una relación sucinta de la solicitud presentada y del procedimiento seguido, de la fecha de iniciación y de vencimiento del plazo con que contó la autoridad para dictar su resolución, así como la manifestación de que ha operado la afirmativa ficta. Cuando el superior jerárquico niegue la expedición de la certificación solicitada, tendrá que fundar y motivar dicha negativa en su resolución. Cuando se expida al interesado una certificación relativa a licencia, permiso, o autorización, que genere el pago de contribuciones o derechos, de conformidad con la ley de la materia, el superior jerárquico deberá señalar al interesado el pago de los mismos, tomando en consideración para su determinación, los datos manifestados en la solicitud respectiva, así como la naturaleza del acto. La certificación de afirmativa ficta producirá todos los efectos legales de una resolución favorable, por lo , que es deber de todas las personas y autoridades su reconocimiento. Para la revalidación de una resolución afirmativa ficta, en caso de que sea legalmente necesaria, la misma se efectuará en los términos, plazos y condiciones que señala el artículo 125 de este Código. Si la certificación no fuese emitida en el plazo que señala este artículo, la afirmativa ficta será eficaz, y se podrá acreditar mediante la exhibición de la solicitud del trámite respectivo y de la petición que se hizo de la certificación ante el superior jerárquico. Dicha omisión será considerada como una falta grave que deberá ser sancionada por la Contraloría General o por los órganos internos de control de los ayuntamientos, en su caso, en los términos de la ley de la materia. Artículo 159. No se configurará la resolución afirmativa ficta, además de los casos señalados en las fracciones I a III del artículo 157, en los siguientes: I. Tratándose de peticiones que impliquen la adquisición de la propiedad o posesión de bienes del Estado, municipios u organismos autóno- mos; II. El otorgamiento de concesiones para la prestación de servicios públicos; III. La autorización de fraccionamientos o subdivisiones de terrenos; IV. La autorización de exenciones para el pago de créditos fiscales; V. Las solicitudes de devolución, de compensación y de autorización para el pago en parcialidades de créditos fiscales; VI. La resolución del recurso administrativo de revocación; o VII. Cuando la petición se hubiere presentado ante autoridad incompetente o el interesado no haya reunido los requisitos que señalen las normas aplicables. Artículo 160. Contra la negativa a otorgar la certificación de afirmativa ficta o su omisión en otorgarla, procederá el recurso de revocación previsto en este Código o el juicio contencioso ante el Tribunal. Artículo 161. Incurren en responsabilidad administrativa, sancionable conforme a la ley de la materia, los servidores públicos encargados de resolver los procedimientos administrativos, si no emiten la resolución definitiva en el plazo previsto en este Código. TÍTULO TERCERO DE LOS PROCEDIMIENTOS ESPECIALES CAPÍTULO I DE LAS FACULTADES DE COMPROBACIÓN Artículo 162. Las autoridades podrán, de conformidad con las normas, verificar bienes, personas y vehículos de transporte, con el objeto de comprobar el cumplimiento de las disposiciones legales y reglamentarias de carácter local; para lo cual, practicarán visitas de verificación o domiciliarias, mismas que serán ordinarias o extraordinarias. Las primeras se efectuarán en días y horas hábiles; las segundas, en cualquier tiempo. Artículo 163. Toda visita de verificación o domiciliaria deberá ajustarse a los procedimientos y formalidades que establezcan este Código y las demás normas. Artículo 164. La autoridad fiscal, a fin de com- 73 probar que los contribuyentes, los responsables solidarios o los terceros con ellos relacionados han cumplido con las disposiciones fiscales y, en su caso, determinar las contribuciones omitidas o los créditos fiscales, así como para comprobar la comisión de infracciones a las disposiciones fiscales, estará facultada para: I. Rectificar los errores aritméticos, omisiones u otros que aparezcan en los documentos a que se refiere la fracción VIII del artículo 171 de este Código, para lo cual podrá requerir al contribuyente su presentación; II. Requerir informes o documentos a los contribuyentes, responsables solidarios o terceros con ellos relacionados, para que los exhiban en su domicilio, establecimientos o en las oficinas de la autoridad, a efecto de llevar a cabo la revisión de su contabilidad; III. Practicar visitas domiciliarias en los términos de este Código, así como para verificar el cumplimiento de las obligaciones en materia de expedición de comprobantes fiscales; IV. Revisar los dictámenes formulados por contadores públicos sobre los estados financieros de los contribuyentes, así como la declaratoria por solicitudes de devolución de saldos a favor y cualquier otro dictamen que tenga repercusión para efectos fiscales formulado por contador público y su relación con el cumplimiento de disposiciones fiscales; V. Recabar de los servidores públicos y de los fedatarios, los informes y datos que posean con motivo de sus funciones; y VI. Allegarse las pruebas necesarias para formular la denuncia, querella o declaratoria ante el ministerio público por la probable comisión de delitos fiscales. Las actuaciones que practiquen las autoridades fiscales tendrán pleno valor probatorio. La Secretaría de Finanzas y Planeación, o las Tesorerías Municipales, en su caso, serán coadyuvantes del ministerio público, en términos del Código de Procedimientos Penales para el Estado. Las autoridades fiscales podrán ejercer estas facultades conjunta, indistinta o sucesivamente, entendiéndose que se inician con el primer acto que se notifique al contribuyente. SECCIÓN PRIMERA DE LAS VISITAS DE VERIFICACIÓN Artículo 165. Para practicar una visita de verificación, el personal actuante deberá estar provisto de orden escrita con firma autógrafa expedida por la autoridad competente en la que deberá precisarse el nombre, denominación o razón social de la persona o personas a las que vaya dirigida, el lugar o zona que ha de verificarse, el objeto de la visita, el alcance que deba tener, su duración y las disposiciones legales que la fundamenten. Los propietarios, responsables, encargados u ocupantes de establecimientos objeto de la verificación, estarán obligados a permitir el acceso y dar facilidades e informes a los verificadores para el desarrollo de su labor, así como a exhibir la documentación que les sea requerida. Artículo 166. Al iniciar la visita, el verificador deberá exhibir credencial vigente con fotografía, expedida por la autoridad que lo acredite para desempeñar dicha función, así como la orden expresa a que se refiere el artículo anterior, de la que deberá entregar copia al propietario, responsable, encargado u ocupante del establecimiento. Artículo 167. De toda visita de verificación se levantará acta circunstanciada, en presencia de dos testigos propuestos por la persona con quien se hubiere entendido la diligencia o por quien la practique, si aquélla se hubiere negado a proponerlos. De toda acta se dejará copia a la persona con quien se entendió la diligencia, aunque se hubiere negado a firmar, lo que no afectará la validez de la diligencia ni del documento de que se trate, siempre y cuando el verificador haga constar esta circunstancia. Artículo 168. En las actas de verificación se hará constar: I.Nombre, denominación o razón social del visitado; II. Hora, día, mes y año en que se inicie y concluya la diligencia; III. Calle, número, colonia, población, teléfono u otra forma de comunicación disponible y código postal en que se encuentre ubicado el lugar donde se practique la visita; IV. Número y fecha de la orden de verificación y del oficio de comisión que la motivó; V. Nombre y cargo de la persona con quien se 74 entendió la diligencia; VI. Nombre, domicilio y documentos con que se identificaron las personas que fungieron como testigos; VII. Hechos observados por el visitador durante la diligencia; VIII. En su caso, las observaciones del visitado en relación a los hechos asentados en el acta; y IX. Nombre y firma de quienes intervinieron en la diligencia, incluyendo los de quien o quienes la hubieren llevado a cabo. Artículo 169. Los visitados a quienes se haya levantado el acta de verificación podrán formular observaciones en el acto de la diligencia y ofrecer pruebas con relación a los hechos contenidos en ella, o bien por escrito, así como hacer uso de tal derecho dentro de los cinco días siguientes a la fecha en que se hubiere levantado el acta de verificación. Artículo 170. Las autoridades, con base en los resultados de la visita de verificación o del informe de la misma, podrán dictar medidas de seguridad para corregir las irregularidades que se hubiesen encontrado, notificando al interesado el acuerdo correspondiente y otorgándole el plazo que señalen las normas de la materia. Dichas medidas tendrán la duración estrictamente necesaria para la corrección de las irregularidades detectadas. Son medidas de seguridad las disposiciones que dicte la autoridad para proteger la salud y la seguridad públicas. Las medidas de seguridad se establecerán en cada caso por las normas. les podrán ser substituidos por la autoridad que expidió la orden; en este caso, se comunicará por escrito al visitado el nombre de los substitutos; y c) Tratándose de visitas domiciliarias de carácter fiscal, las contribuciones cuyo cumplimiento vaya a ser objeto de revisión y, en su caso, los ejercicios a que deberá limitarse la visita. Esta podrá ser de carácter general para verificar el cumplimiento de las disposiciones fiscales en determinado plazo o concretarse únicamente a determinados aspectos, pero sólo en materia de impuestos o derechos, incluso aquellos de carácter federal cuya administración le haya sido SECCIÓN SEGUNDA DE LAS VISITAS DOMICILIARIAS Artículo 171. Las visitas domiciliarias para comprobar que se han acatado las disposiciones legales o reglamentarias se sujetarán a lo siguiente: I. Sólo se practicarán por orden escrita de la autoridad competente, en la cual se expresará: a) El nombre, denominación o razón social de la persona visitada y el lugar donde la visita deba llevarse a cabo. Cuando se ignoren éstos, se señalarán datos suficientes que permitan su identificación; b) El nombre de los auditores, inspectores o visitadores que practicarán la diligencia, los cua- 75 encomendada al Estado, o aquellos impuestos sobre los cuales tenga participación y se faculte a las autoridades fiscales estatales o municipales para su verificación; II. La visita se realizará en el lugar o lugares señalados en la orden; III. Si al presentarse los auditores, inspectores o visitadores al lugar en donde deba practicarse la diligencia, no estuviere el visitado o su representante legal, dejarán citatorio con la persona que se encuentre en dicho lugar para que el mencionado visitado o su representante legal los esperen a hora determinada del día siguiente para recibir la orden de visita; si no lo hicieren, la visita se iniciará con quien se encuentre en el lugar visitado. Si el domicilio donde deba practicarse la visita se encontrare cerrado, el citatorio se dejará con el vecino más próximo; IV. Al iniciarse la visita en el domicilio señalado en la orden, los auditores, inspectores o visitadores que en ella intervengan se identificarán debidamente ante la persona con quien se entienda la diligencia, requiriéndola para que designe dos testigos; si éstos no son designados o los designados no aceptan servir como tales, los auditores, inspectores o visitadores los designarán, haciendo constar esta circunstancia en el acta que levanten, sin que ello invalide los resultados de la visita; V. Los testigos podrán ser sustituidos en cualquier tiempo por no comparecer al lugar donde se esté llevando a cabo la visita, por ausentarse antes de que concluya la diligencia o por manifestar su voluntad de dejar de ser testigo; en tales circunstancias, la persona con la que se entienda la visita deberá designar de inmediato a otros y ante su negativa o impedimento de los designados, los auditores, inspectores o visitadores podrán designar a quienes deban sustituirlos. La sustitución de los testigos no invalida los resultados de la visita; VI. En la práctica de visitas domiciliarias las autoridades podrán solicitar el auxilio de otras que sean competentes, para que continúen una visita iniciada por aquéllas, notificando al visitado la sustitución de autoridad y de auditores, inspectores o visitadores. Podrán también solicitarles practiquen otras visitas para comprobar hechos relacionados con la que estén practicando; VII. Tratándose de visitas domiciliarias a esta- blecimientos que expendan bebidas alcohólicas y se encuentren funcionando sin autorización o fuera de giro autorizado, la orden se entregará al propietario o encargado del establecimiento; VIII. Los libros, registros, sistemas, declaraciones fiscales, avisos, solicitudes y demás documentos que integren su contabilidad, serán examinados en el establecimiento, domicilio u oficina del visitado. Los auditores, inspectores o visitadores estarán facultados para obtener copias de dicha contabilidad y demás documentos que acrediten el cumplimiento de las disposiciones aplicables, para que, previo cotejo con sus originales; sean certificadas por autoridad competente o fedatario público; IX. Al concluirse la visita, se levantará un acta donde se harán constar los resultados en forma circunstanciada; X. El visitado, los testigos y los auditores, inspectores o visitadores firmarán el acta. Si el visitado o los testigos se niegan a firmar, así se hará constar, sin que esta circunstancia afecte el valor probatorio del documento. Un ejemplar del acta se entregará, en todo caso, al visitado o a la persona con la que se entienda la diligencia; y si se negare a recibirla se enviará por correo registrado con acuse de recibo al día siguiente; XI. Con las mismas formalidades indicadas en la fracción anterior, se levantarán actas parciales o complementarias para hacer constar hechos concretos en el curso de una visita; XII. Cuando en el desarrollo de una visita las autoridades conozcan hechos u omisiones que puedan entrañar incumplimiento de las normas, los consignarán en forma circunstanciada en actas parciales. También se asentarán en dichas actas los hechos u omisiones que se conozcan de terceros. En la última acta parcial que al efecto se levante, se hará mención expresa de tal circunstancia y entre ésta y el acta final, deberán transcurrir cuando menos veinte días, durante los cuales el visitado podrá presentar los documentos, libros o registros que desvirtúen los hechos u omisiones; En materia fiscal, los contribuyentes visitados dentro de este plazo probatorio podrán optar por corregir su situación fiscal. Cuando se trate de más de un ejercicio revisado o fracción de éste, se ampliará el plazo por quince días más, siempre 76 que el visitado presente aviso dentro del plazo inicial de veinte días; XIII. Se tendrán por consentidos los hechos consignados en las actas a que se refiere la fracción anterior, si antes del cierre del acta final el visitado no presenta los documentos, libros o registros de referencia o no señala el lugar en que se encuentren, siempre que éste sea el domicilio fiscal o el lugar autorizado para llevar su contabilidad, o no prueba que éstos se encuentran en poder de la autoridad; y XIV. Las autoridades deberán concluir la visita domiciliaria dentro de un plazo máximo de tres meses contados a partir de que se le notifique al visitado la orden de visita respectiva. Artículo 172. Los visitados, sus representantes, o la persona con quien se entienda la visita en el domicilio fiscal, están obligados a permitir a los visitadores designados por las autoridades fiscales el acceso al lugar o lugares objeto de la misma, así como mantener a su disposición la contabilidad y demás papeles que acrediten el cumplimiento de las disposiciones fiscales de los que los visitadores podrán sacar copias para que previo cotejo con sus originales se certifiquen por autoridad competente o fedatario público y sean anexados a las actas finales o parciales que levanten con motivo de la visita. También deberán permitir la verificación de los documentos, discos, cintas o cualquier otro medio procesable de almacenamiento de dalos que tenga el contribuyente en los lugares visitados. Cuando los visitados lleven su contabilidad o parte de ella con el sistema de registro electrónico, o microfilmen o graben en discos ópticos o en cualquier otro medio que autorice la Secretaría de Finanzas y Planeación, mediante reglas de carácter general, deberán poner a disposición de los visitadores el equipo de cómputo y sus operadores, para que los auxilien en el desarrollo de la visita. Cuando se dé alguno de los supuestos que a continuación se enumeran, los visitadores podrán recoger u obtener copias de la contabilidad y demás papeles relacionados con el cumplimiento de las disposiciones fiscales, para que, previo cotejo con los originales, se certifiquen por los visitadores: I. El visitado, su representante o quien se en- cuentre en el lugar de la visita se niegue a recibir la orden; II. Existan dos o más sistemas de contabilidad con distinto contenido, sin que se puedan conciliar con los datos que requieren los avisos o declaraciones presentados; III. Se lleven dos o más libros sociales similares con distinto contenido; IV. No se hayan presentado todas las declaraciones a que obligan las leyes fiscales, por el período al que se refiere la visita; V. Los datos anotados en la contabilidad no coincidan o no se puedan conciliar con los asentados en las declaraciones o avisos presentados o cuando los documentos que amparen los actos o actividades del visitado no aparezcan asentados en dicha contabilidad, dentro del plazo que señalen las leyes fiscales, o cuando sean falsos o amparen operaciones inexistentes; VI. Se desprendan, alteren o destruyan parcial o totalmente, sin autorización legal, los sellos o marcas oficiales colocados por los visitadores o se impida por medio de cualquier maniobra que se logre el propósito para el que fueron colocados; VII. Cuando el visitado sea emplazado a huelga o suspensión de labores, en cuyo caso la contabilidad sólo podrá recogerse dentro de las cuarenta y ocho horas anteriores a la fecha señalada para el inicio de la huelga o suspensión de labores; o VIII. Si el visitado, su representante o la persona con quien se entienda la visita se niega a permitir a los visitadores el acceso a los lugares donde se realiza la visita; así como a mantener a su disposición la contabilidad, correspondencia o contenido de cajas de valores. En los supuestos a que se refieren las fracciones anteriores, se entenderá que la contabilidad incluye, entre otros, los papeles, discos y cintas, así como cualquier otro medio procesable de almacenamiento de datos. En el caso de que los visitadores obtengan copias certificadas de la contabilidad, por encontrarse el visitado en cualquiera de los supuestos previstos por el tercer párrafo de este artículo, deberán levantar acta parcial al respecto, con la que podrá terminar la visita domiciliaria en el domicilio o establecimientos del visitado, pudiéndose continuar el ejercicio de las facultades de comprobación en el domicilio del visitado o en 77 las oficinas de las autoridades fiscales, donde se levantará el acta final, con las formalidades a que se refiere el citado artículo. Lo dispuesto en el párrafo anterior no es aplicable cuando los visitadores obtengan copias de sólo parte de la contabilidad. En este caso, se levantará el acta parcial señalando los documentos de los que se obtuvieron copias, pudiéndose continuar la visita en el domicilio o establecimientos del visitado. Artículo 173. Las autoridades fiscales deberán concluir la visita que se desarrolle en el domicilio fiscal de los contribuyentes o la revisión de la contabilidad, dentro del plazo a que se refiere la fracción XIV del artículo 171 de este Código. Lo antes dispuesto no es aplicable a aquellos contribuyentes que estén obligados a dictaminar sus estados financieros u opten por hacerlo en los términos de la ley de la materia, por lo que en el caso de visita o revisión a los mismos, las autoridades fiscales podrán continuar con el ejercicio de sus facultades de comprobación sin sujetarse a la limitación antes señalada. El plazo a que se refiere el primer párrafo de este artículo, podrá ampliarse por períodos iguales hasta por dos ocasiones, siempre que el oficio mediante el cual se notifique la prórroga correspondiente sea expedido por el superior jerárquico de la autoridad fiscal que ordenó la visita o revisión. Cuando las autoridades no cierren el acta final de visita o no notifiquen el oficio de observaciones o, en su caso, el de conclusión de la revisión dentro de los plazos mencionados, ésta se entenderá concluida en esa fecha, quedando sin efectos la orden y las actuaciones derivadas de dicha visita o revisión. Artículo 174. Las autoridades fiscales podrán concluir anticipadamente la visita en el domicilio fiscal cuando se dé alguno de los siguientes casos: I. Cuando el visitado antes del inicio de la visita hubiere presentado aviso ante la Secretaría de Finanzas y Planeación manifestando su deseo de presentar sus estados financieros dictaminados por contador público autorizado, siempre que dicho aviso se haya presentado en el plazo y cumpliendo los requisitos que establecen las leyes fiscales; o II. En los casos a los que se refiere el artículo 18I de este Código. En el caso de conclusión anticipada a que se refiere la fracción I de este artículo se deberá levantar acta en la que se señale esta situación. SECCIÓN TERCERA DEL CONTROL DE OBLIGACIONES FISCALES Artículo 175. Los sujetos pasivos y los responsables solidarios, en los casos que establezcan las leyes tributarias, tendrán obligación de presentar declaraciones, manifestaciones o avisos en las formas que al efecto aprueben las autoridades fiscales y de proporcionar los datos, informes y documentos que en dichas formas se requieran. Las declaraciones, manifestaciones o avisos se presentarán en las Oficinas de Hacienda, Tesorerías municipales, cobradurías o bancos que correspondan al domicilio fiscal del contribuyente. En todos los casos se devolverá al interesado una copia sellada de su promoción. Cuando las leyes tributarías no señalen plazo para la presentación de declaraciones, manifestaciones o avisos, se tendrá por establecido el de quince días siguientes a la realización del hecho imponible o generador de la obligación de que se trate. Artículo 176. Cuando las personas obligadas a presentar declaraciones, avisos y demás documentos no lo hagan dentro de los plazos señalados en las leyes tributarias, las autoridades fiscales exigirán la presentación del documento respectivo ante las oficinas correspondientes, procediendo en forma simultánea o sucesiva a realizar uno o varios de los actos siguientes: I. Cuando los contribuyentes omitan presentar en el período de pago la declaración mensual correspondiente, la autoridad fiscal competente podrá hacer efectiva al contribuyente o responsable solidario que haya incurrido en la omisión, una cantidad similar al de la última declaración presentada o cualquiera de las seis últimas. En caso de que el contribuyente no hubiere presentado anteriormente sus declaraciones, la autoridad fiscal hará la determinación en forma presuntiva, para lo cual el contribuyente deberá proporcionarle los datos de su contabilidad; II. Tratándose de aquellos casos en que se co- 78 nozca de manera fehaciente la cantidad a la que le puede ser aplicada la tasa o cuota respectiva, la propia autoridad fiscal podrá hacer efectiva al contribuyente una cantidad igual a la contribución que a éste le corresponda determinar; III. Cuando el contribuyente omita presentar en forma consecutiva las últimas tres declaraciones de las contribuciones a que se encuentra obligado o cuando no atienda a dos requerimientos de la autoridad en los términos que menciona la fracción III de este artículo, la autoridad fiscal competente podrá ordenar la práctica de visita domiciliaria; o IV. Requerir la presentación del documento omitido en un plazo de quince días para el primer requerimiento, y de seis días para el subsecuente. Si no se atiende el requerimiento se impondrá la multa correspondiente, en términos de la ley de la materia. La autoridad en ningún caso formulará más de dos requerimientos por una misma omisión. Artículo 177. Cuando las autoridades fiscales soliciten de los contribuyentes, responsables solidarios o terceros, informes, datos o documentos o pidan la presentación de la contabilidad o parte de ella, para el ejercicio de sus facultades de comprobación, fuera de una visita domiciliaria, se estará a lo siguiente: I. La solicitud se notificará en el domicilio manifestado ante el Registro Estatal de Contribuyentes por la persona a quien va dirigida y en su defecto, tratándose de personas físicas, también podrá notificarse en su casa habitación o lugar donde éstas se encuentren. Si al presentarse el notificador en el lugar donde deba de practicarse la diligencia, no estuviere la persona a quien va dirigida la solicitud o su representante legal, se dejará citatorio con la persona que se encuentre en dicho lugar, para que el contribuyente, responsable solidario, tercero o representante legal lo esperen a hora determinada del día siguiente para recibir la solicitud; si no lo hicieren, la solicitud se notificará con quien se encuentre en el domicilio señalado en la misma; II. En la solicitud se indicará el lugar y el plazo en el cual se debe proporcionar los informes o documentos; III. Los informes, libros o documentos requeridos deberán ser proporcionados por la persona a quien se dirigió la solicitud o por su representante; IV. Como consecuencia de la revisión de los informes, datos, documentos o contabilidad requeridos a los contribuyentes, responsables solidarios o terceros, las autoridades fiscales formularán oficio de observaciones, en el cual harán constar en forma circunstanciada los hechos u omisiones que se hubiesen conocido y entrañen incumplimiento de las disposiciones fiscales del contribuyente o responsable solidario; V. Cuando no hubiere observaciones, la autoridad fiscalizadora comunicará al contribuyente o responsable solidario, mediante oficio, la conclusión de la revisión de gabinete de los documentos presentados; VI. El oficio de observaciones se notificará cumpliendo con lo señalado en la fracción I de este artículo y en el lugar especificado en dicha fracción. El contribuyente contará con un plazo de cuando menos quince días por ejercicio revisado o fracción de éste, sin que en su conjunto exceda de un máximo de cuarenta y. cinco días contados a partir del siguiente a aquél en el que se le notificó el oficio de observaciones, para presentar los documentos, libros o registros que desvirtúen los hechos u omisiones asentados en el mismo; y VII. La resolución que determine las contribuciones omitidas se notificará cumpliendo con lo señalado en la fracción I de este artículo y en el lugar especificado en dicha fracción. Artículo 178. En el caso de que con motivo de sus facultades de comprobación, las autoridades fiscales soliciten datos, informes o documentos del contribuyente, responsable solidario o tercero, se estará a los siguientes plazos: I. Los libros y registros que formen parte de su contabilidad, solicitados en el curso de una visita, deberán presentarse de inmediato, así como los diagramas y el diseño del sistema de registro electrónico, en su caso; II. Seis días contados a partir del siguiente a aquel en que se le notificó la solicitud respectiva, cuando los documentos sean de los que deba tener en su poder el contribuyente y se los soliciten durante el desarrollo de una visita; y III. Quince días contados a partir del siguiente a aquel en que se le notificó la solicitud respectiva, en los demás casos. 79 Los plazos a que se refieren las fracciones II y III de este artículo, se podrán ampliar por las autoridades fiscales por diez días más, siempre que, mediante escrito, sea solicitado por el interesado antes de vencer el plazo de que dispone para presentar la documentación solicitada, cuando se trate de informes cuyo contenido sea difícil de proporcionar o de difícil obtención. Artículo 179. Se presumirán ciertos, salvo prueba en contrario, los hechos afirmados en los dictámenes formulados por contadores públicos sobre los estados financieros de los contribuyentes; en cualquier otro dictamen que tenga repercusión fiscal formulado por contador público o relación con el cumplimiento de las disposiciones fiscales; o bien en las aclaraciones que dichos contadores formulen respecto de sus dictámenes. SECCIÓN CUARTA DE LA DETERMINACIÓN PRESUNTIVA Artículo 180. Las autoridades fiscales que, al ejercer las facultades de comprobación, conozcan de hechos u omisiones que entrañen incumplimiento de las disposiciones fiscales, determinarán las contribuciones omitidas mediante resolución. Cuando las autoridades fiscales conozcan de terceros, hechos u omisiones que puedan entrañar incumplimiento de las obligaciones fiscales de un contribuyente o responsable solidario sujeto a las facultades de comprobación, le darán a conocer a éste el resultado de aquella actuación mediante oficio de observaciones, para que pueda presentar documentación a fin de desvirtuar los hechos consignados en el mismo, dentro del plazo de quince días, por ejercicio fiscal revisado. Artículo 181. Las autoridades fiscales podrán determinar presuntivamente las contribuciones a cargo de los sujetos pasivos, cuando éstos: I. Se opongan u obstaculicen la iniciación o desarrollo de las facultades de comprobación de las autoridades fiscales; u omitan presentar la declaración de las contribuciones hasta el momento en que se inicie el ejercicio de dichas facultades y siempre que haya transcurrido más de un mes desde el día en que venció el plazo para la presentación de la declaración de que se trate; II. No presenten los libros y registros de contabilidad, la documentación comprobatoria de más del tres por ciento de alguno de los conceptos de las declaraciones, o no proporcionen los informes relativos al cumplimiento de las disposiciones fiscales; o III. Se adviertan otras irregularidades en su contabilidad que imposibiliten el conocimiento de sus operaciones. La determinación presuntiva a que se refiere este artículo, procederá independientemente de las sanciones a que haya lugar de conformidad con la ley de la materia. Artículo 182. Para los efectos de la determinación presuntiva a que se refiere el artículo anterior, la autoridad fiscal calculará los ingresos brutos de los contribuyentes por actividades sobre los que proceda el pago de contribuciones, para el período o ejercicio de que se trate, indistintamente con cualesquiera de los siguientes procedimientos: I. Utilizando los datos de la contabilidad del contribuyente; II. Tomando como base los datos contenidos en las declaraciones de pago correspondiente a cualquier contribución, sea del mismo ejercicio o de cualquier otro, con las modificaciones que, en su caso, hubieran tenido con motivo del ejercicio de las facultades de comprobación; III. A partir de la información que proporcionen terceros a solicitud de las autoridades fiscales, cuando tengan relación de negocios con el contribuyente; IV. Con otra información obtenida por las autoridades fiscales en el ejercicio de sus facultades de comprobación; o V. Utilizando medios indirectos de la investigación económica o de cualquier otra clase. Artículo 183. Cuando en el desarrollo de una visita en el domicilio fiscal, la autoridad fiscal se dé cuenta de que el visitado se encuentra en alguna de las causales de determinación presuntiva señalada en este Código, siempre que tenga elementos suficientes para apreciar en lo fundamental la situación fiscal del visitado, dicha autoridad podrá proceder conforme a lo siguiente: I. En un plazo que no excederá de quince días después de iniciada una visita en el domicilio fiscal, se le notificará al visitado, mediante acta parcial, que se encuentra en posibilidad de que 80 se le aplique la determinación presuntiva a que se refiere este Código; II. Dentro de los quince días siguientes a la fecha de notificación del acta parcial, el visitado podrá corregir su situación fiscal en las distintas contribuciones que se causen por ejercicio a que haya estado afecto en el periodo sujeto a revisión, mediante la presentación de la forma de corrección de su situación fiscal, de la que proporcionará copia a los visitadores. Dicho plazo podrá prorrogarse por una sola vez por quince días más; y III. La autoridad podrá concluir la visita o continuarla. En primer caso levantará el acta final haciendo constar sólo el hecho de que el contribuyente corrigió su situación fiscal. En el caso de que la autoridad continúe la visita, deberá hacer constar en el acta final todas las irregularidades que hubiera encontrado y señalará aquéllas que hubiera corregido el visitado. Concluida la visita en el domicilio fiscal, para iniciar otra en la misma persona, se requerirá nueva orden, inclusive cuando las facultades de comprobación sean para el mismo ejercicio y por las mismas contribuciones. Artículo 184. Para la comprobación del pago de las contribuciones, la autoridad fiscal presumirá, salvo prueba en contrario: I. Que la información contenida en la contabilidad, documentación comprobatoria y correspondencia que se encuentren en poder del contribuyente, corresponde a operaciones celebradas por él, aun cuando aparezcan sin su nombre o a nombre de otra persona, siempre que se logre demostrar que al menos una de las operaciones o actividades contenidas en tales elementos, fue realizada por el contribuyente; II. Que la información contenida en los sistemas de contabilidad, a nombre del contribuyente, localizados en poder de personas a su servicio, o propietarios de la empresa, corresponde a operaciones del contribuyente; III. Que los depósitos en la cuenta bancaria del contribuyente que no correspondan a registros de su contabilidad que esté obligado a llevar, son ingresos por los que se deben pagar contribuciones; IV. Que son ingresos del contribuyente por los que se deben pagar contribuciones, los depósitos hechos en cuenta de cheques personal de los gerentes, administradores o terceros, cuando efectúen pagos de deudas de la empresa con cheques de dicha cuenta o depositen en la misma, cantidades que correspondan al contribuyente y ésta no los registre en contabilidad; V. Que los cheques librados contra las cuentas del contribuyente a prestadores de servicios al mismo, que no correspondan a operaciones registradas en su contabilidad, son pagos por servicios por los que el contribuyente obtuvo ingresos; y VI. Que cuando los contribuyentes obtengan salidas superiores a sus entradas, la diferencia resultante es un ingreso omitido. Artículo 185. Siempre que los contribuyentes se coloquen en alguna de las causales de determinación presuntiva a que se refiere este Código y no puedan comprobar por el período objeto de revisión sus ingresos así como el valor de los actos o actividades por los que deban pagar contribuciones, se presumirá que son iguales al resultado de alguna de las siguientes operaciones: I. Si con base en la contabilidad y documentación del contribuyente o información de terceros pudieran reconstruirse las operaciones correspondientes cuando menos a treinta días lo más cercano posible al cierre del ejercicio, el ingreso o el valor de los actos o actividades, se determinará con base en el promedio diario del período reconstruido, el que se multiplicará por el número de días que correspondan al período objeto de la revisión; o II. Si la contabilidad del contribuyente no permite reconstruir las operaciones del período de treinta días a que se refiere la fracción anterior, las autoridades fiscales tomarán como base la totalidad de ingresos por los que debió pagar las contribuciones que observen durante siete días incluyendo los inhábiles, cuando menos, y el promedio diario resultante se multiplicará por el número de días que comprende el período objeto de revisión. Al ingreso o valor de los actos o actividades estimados presuntivamente por alguno de los procedimientos anteriores, se le aplicará la tasa que corresponda. Artículo 186. Para comprobar los ingresos por los cuales se debió pagar las contribuciones, la autoridad fiscal presumirá, salvo prueba en contrario, que la información o documentos de 81 terceros relacionados con el contribuyente, corresponden a operaciones realizadas por éste, cuando: I. Se refieran al contribuyente designado por su nombre, denominación o razón social; II. Señalen como lugar para la prestación de servicios relacionados con las actividades del contribuyente, cualquiera de sus establecimientos, aun cuando exprese el nombre, denominación o razón social de un tercero, real o ficticio; III. Señalen el nombre o domicilio de un tercero, real o ficticio, si se comprueba que el contribuyente entrega o recibe bienes o servicios a ese nombre o en ese domicilio; o IV. Se refieran a cobros o pagos efectuados por el contribuyente o por su cuenta, por persona interpósita o ficticia. Artículo 187. Las autoridades fiscales emitirán la resolución al procedimiento a través del cual ejerzan cualesquiera de las facultades de comprobación a que alude este Capítulo, dentro de los quince días siguientes contados a partir de la fecha del levantamiento del acta final u oficio de observaciones, en su caso. Los hechos que se conozcan con motivo del ejercicio de las facultades de comprobación previstas en este Código, o en las leyes fiscales, o bien que consten en los expedientes o documentos que lleven o tengan en su poder las autoridades fiscales, podrán servir para motivar sus resoluciones. Las copias o reproducciones que deriven del microfilm o disco óptico de documentos que tengan en su poder las autoridades fiscales, tienen el mismo valor probatorio que tendrían los originales, siempre que dichas copias o reproducciones sean certificadas por autoridad competente. Artículo 188. Las contribuciones omitidas que la autoridad fiscal determine como consecuencia del ejercicio de sus facultades de comprobación, así como los demás créditos fiscales, deberán pagarse o garantizarse, junto con sus accesorios, dentro de los quince días siguientes a aquel en que haya surtido efectos su notificación. Artículo 189. Las facultades de la autoridad fiscal para determinar las contribuciones omitidas y sus accesorios, así como para imponer sanciones por infracciones a dichas disposiciones, se extinguen en el plazo de cinco años contados a partir del día siguiente a aquel en que: I. Se presentó la última declaración de pago, o se presentó la declaración del ejercicio cuando se tenga obligación de hacerlo. En estos casos las facultades se extinguirán por ejercicios completos, incluyendo aquellas facultades relacionadas con la exigibilidad de obligaciones distintas de la de presentar la declaración del ejercicio. No obstante lo anterior, cuando se presenten declaraciones complementarias el plazo empezará a computarse a partir del día siguiente a aquel en que se presentan, por lo que hace a los conceptos modificados en relación con la última declaración de esa misma contribución; II. Se presentó o debió haberse presentado declaración o aviso que corresponda a una contribución que no se calcule por ejercicios o a partir de que se causaron las contribuciones cuando no exista la obligación de pagarlas mediante declaración; III. Se hubiere cometido la infracción a las disposiciones fiscales; pero si la infracción fuese de carácter continuo o continuado, el término correrá a partir del día siguiente al en que hubiese cesado la consumación o se hubiese realizado la última conducta o hecho, respectivamente; o IV. Se levante el acta de incumplimiento de la obligación garantizada, tratándose de la exigibilidad de fianzas a favor de la Secretaría de Finanzas y Planeación o Tesorerías municipales constituidas para garantizar el interés fiscal, la cual será notificada a la afianzadora. Artículo 190. En los casos de responsabilidad solidaria el plazo para la extinción de las facultades a que se refiere el artículo anterior será de cinco años, contados a partir de que la garantía del interés fiscal resulte insuficiente. El plazo de caducidad no está sujeto a interrupción y sólo se suspenderá cuando se ejerzan las facultades de comprobación de las autoridades fiscales a que se refieren las fracciones II, III y IV del artículo 164 de este Código, o cuando se interponga el recurso de revocación o juicio contencioso. El plazo de caducidad, que se suspende con motivo del ejercicio de las facultades de comprobación antes mencionadas, inicia con la notificación de su ejercicio y concluye cuando se notifique la resolución definitiva por parte de la autoridad 82 fiscal. La suspensión a que se refiere este párrafo estará condicionada a que cada mes se levante cuando menos un acta parcial o final, o se dicte la resolución definitiva. De no cumplirse esta condición se entenderá que no hubo suspensión. En todo caso, el plazo de caducidad que se suspende con motivo del ejercicio de las facultades de comprobación, adicionado con el plazo por el que no se suspende dicha caducidad, no podrá exceder de diez años. Las facultades de las autoridades fiscales para investigar hechos constitutivos de delitos en materia fiscal, no se extinguirán conforme a este artículo. Los contribuyentes, transcurridos los plazos a que se refiere este artículo, podrán solicitar se declare que se han extinguido las facultades de las autoridades fiscales. Artículo 191. El crédito fiscal se extingue por prescripción en el término de cinco años. El término de la prescripción se inicia a partir de la fecha en que el pago pudo ser legalmente exigido y se podrá oponer como excepción en el recurso de revocación. El término para que se consuma la prescripción se interrumpe con cada gestión de cobro que la autoridad notifique o haga saber al deudor o por el reconocimiento expreso o tácito de éste respecto a la existencia del crédito. Se considera gestión de cobro cualquier actuación de la autoridad dentro del procedimiento administrativo de ejecución, siempre que se haga del conocimiento del deudor. Los interesados podrán solicitar a la autoridad la declaratoria de prescripción de los créditos fiscales. CAPÍTULO II DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO DE EJECUCIÓN Artículo 192. Las autoridades fiscales competentes exigirán el pago de los créditos fiscales que no hubieren sido cubiertos o garantizados dentro de los plazos señalados por la ley, conforme al procedimiento que señala este capítulo. Los vencimientos que ocurran durante el procedimiento administrativo de ejecución, incluso recargos, gastos de ejecución y otros accesorios, se harán efectivos con el crédito inicial, sin nece- sidad de ninguna formalidad especial. Artículo 193. Cuando sea necesario emplear el procedimiento administrativo de ejecución para hacer efectivo un crédito fiscal, las personas físicas y las morales estarán obligadas a pagar el dos por ciento del crédito fiscal por concepto de gastos de ejecución, por cada una de las diligencias que a continuación se indican: I. Por requerimiento de pago; II. Por embargo; y III. Por remate, enajenación fuera de remate o adjudicación al fisco. Cuando el dos por ciento del crédito sea inferior al importe de dos días de salario mínimo general vigente en la capital del Estado, se cobrará este importe en vez del dos por ciento. En ningún caso los gastos de ejecución, por cada una de las diligencias a que se refiere este artículo, podrán exceder de la cantidad equivalente al salario mínimo general vigente en la capital del Estado elevado al año. Asimismo, se pagarán por concepto de gastos de ejecución, los extraordinarios en que se incurra con motivo del procedimiento administrativo de ejecución, incluyendo, en su caso, los que deriven de embargos, que únicamente comprenderán los de transporte y almacenaje de los bienes embargados, de avalúos, de impresión y publicación de convocatorias y edictos, de investigaciones, de inscripciones o cancelaciones en el registro público que corresponda, los erogados por la obtención de certificados de liberación de gravámenes, los honorarios de los depositarios y de los peritos, así como los honorarios de las personas que contraten los interventores o administradores, salvo cuando dichos depositarios renuncien expresamente al cobro de tales honorarios. Los gastos de ejecución se determinarán por la oficina ejecutora, debiendo pagarse junto con los demás créditos fiscales salvo que se interponga el recurso de revocación. Los ingresos recaudados por concepto de gastos de ejecución, se destinarán a las autoridades fiscales para el establecimiento de fondos de productividad y para financiar los programas de formación de servidores públicos del fisco, salvo que por ley estén destinados a otros fines. Artículo 194. Las autoridades fiscales, para hacer efectivo un crédito fiscal exigible y el im- 83 porte de sus accesorios legales, formularán el mandamiento de ejecución, debidamente fundado y motivado, en el que se ordene requerir al deudor para que efectúe su pago de inmediato, con el apercibimiento de que si no lo hiciere, se le embargarán bienes suficientes para garantizar el monto del crédito y sus accesorios. Artículo 195. El requerimiento de pago se hará con las mismas formalidades de las notificaciones personales. Se entregará a la persona con quien se entienda la diligencia, copia del mandamiento de ejecución y se levantará acta pormenorizada del requerimiento, de la que también se le proporcionará copia. Artículo 196. El embargo de bienes y negociaciones procederá: I. Cuando no se efectúe el pago en los términos del artículo 194 de este Código; II. A petición del interesado, para garantizar un crédito fiscal; o III. Cuando a criterio razonado de la autoridad fiscal hubiere peligro de que el obligado se ausente, enajene u oculte bienes o realice cualquier maniobra tendente a evadir el cumplimiento del crédito fiscal. La resolución que determine el crédito se notificará al interesado dentro de los treinta días posteriores a la fecha del embargo precautorio. Si el crédito fiscal se cubre en la diligencia del requerimiento de pago, el deudor no estará obligado a pagar gastos de ejecución. Artículo 197. Las autoridades fiscales designarán por escrito a notificadores ejecutores para que con ese carácter diligencien los actos administrativos que les encomienden. El notificador ejecutor designado por la oficina en que sea radicado el crédito fiscal, se constituirá en el domicilio del deudor, practicará la diligencia de embargo y levantará acta pormenorizada de la que se entregará copia a la persona con quien se entienda la misma. Si el requerimiento de pago se hizo por edicto, la diligencia de embargo se entenderá con una autoridad administrativa estatal o municipal de la circunscripción donde estén ubicados los bienes, salvo que en el momento de iniciarse la diligencia compareciera el deudor, en cuyo caso se entenderá con él. Artículo 198. El deudor o, en su defecto, la persona con quien se entienda la diligencia, tendrá derecho a que en esta intervengan dos testigos y a designar los bienes que deban embargarse, siempre que se sujete al orden siguiente: I. Los bienes muebles, inmuebles o la negociación, en los casos que estos se hayan ofrecido como garantía del interés fiscal; II. Los bienes inmuebles, cuando se trate de contribuciones a la propiedad inmobiliaria; y III. En los demás casos: a) Dinero y metales preciosos; b) Acciones, bonos, cupones vencidos, valores mobiliarios y, en general, créditos de inmediato y fácil cobro a cargo de entidades o dependencias de la federación, estados o municipios o de personas físicas o morales de carácter privado de reconocida solvencia; c) Alhajas y objetos de arte; d) Frutos o rentas de toda especie; e) Bienes muebles no comprendidos en los incisos anteriores; f) Bienes inmuebles; y g) Negociaciones comerciales, industriales o agropecuarias. Artículo 199. El notificador ejecutor podrá señalar bienes sin sujetarse al orden establecido en la fracción III del artículo anterior: I. Si el deudor no señala bienes o los señalados por éste no son suficientes a criterio del notificador ejecutor o si no ha seguido el orden al hacer el señalamiento; o II. Si el deudor, teniendo otros bienes susceptibles de embargo, señalare: a) Bienes ubicados fuera de la circunscripción de la oficina ejecutora; o b) Bienes que ya reportaren cualquier gravamen real. Artículo 200. Si al estarse practicando la diligencia de embargo, el deudor hiciere pago del adeudo, el notificador ejecutor suspenderá la diligencia y expedirá recibo de entero por el importe del pago. Artículo 201. Si al designarse bienes para el embargo se opusiere un tercero, fundándose en el dominio de ellos, no se practicará el embargo si se demuestra en el mismo acto la propiedad con prueba documental suficiente a criterio del notificador ejecutor. La resolución dictada tendrá el carácter de provisional y deberá ser sometida a ratificación, en todos los casos, de la oficina 84 ejecutora, a la que deberán allegarse los documentos exhibidos en el momento de la oposición. Si a criterio razonado de la oficina ejecutora las pruebas no son suficientes, ordenará al notificador ejecutor que continúe con el embargo y notificará al interesado que puede hacer valer el recurso de revocación o el juicio contencioso. En todo momento, los opositores podrán ocurrir ante la oficina ejecutora haciéndole saber la existencia de otros bienes propiedad del deudor del crédito fiscal, libres de gravamen y suficientes para responder de las prestaciones fiscales exigidas. Esas informaciones no obligarán a la ejecutora a levantar el embargo sobre los bienes a que se refiere la oposición. Artículo 202. Si los bienes señalados para la traba de ejecución estuvieren embargados por otras autoridades no fiscales o sujetos a cédula hipotecaria, se practicará no obstante el embargo. Los bienes embargados se entregarán al depositario designado por la oficina ejecutora, excepto en los casos en que exista un depositario judicial, y se dará aviso a la autoridad correspondiente, quien deberá notificar al o los interesados para que puedan hacer valer el medio de impugnación respectivo. Si los bienes señalados para la ejecución hubieren sido ya embargados por parte de otras autoridades fiscales, federales o locales, se practicará el embargo, entregándose los bienes al depositario que designe la oficina ejecutora y se dará aviso a dichas autoridades. En caso de inconformidad, la controversia resultante será resuelta por los tribunales competentes; en tanto se resuelve el procedimiento respectivo, no se hará aplicación del producto del remate. Artículo 203. Quedan exceptuados de embargo: I. El lecho cotidiano y los vestidos del deudor y de sus familiares: II. Los muebles de uso indispensable del deudor y de sus familiares, que no sean de lujo, a criterio razonado del notiticador ejecutor; III. Los libros, instrumentos, útiles y mobiliario indispensables para el ejercicio de la profesión, arte u oficio a que se dedique el deudor; IV. La maquinaria, enseres y semovientes propios para las actividades de las negociaciones industriales, comerciales o agropecuarias, en cuanto fueren necesarias para su funcionamiento, a criterio del notificador ejecutor, pero podrán ser objeto de embargo con la negociación a que estén destinados; V. Los granos, mientras éstos no hayan sido cosechados, pero no los derechos sobre las siembras; VI. El derecho de usufructo, pero no los frutos de éste; VII. Los derechos de uso o de habitación; VIII. El patrimonio de familia en los términos que establezcan las normas; IX. Los sueldos y salarios, en los términos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y de la Ley Federal del Trabajo; X. Las pensiones de cualquier tipo; y XI. Las tierras ejidales o comunales, en términos de la ley de la materia. Artículo 204. El notificador ejecutor trabará embargo en bienes suficientes para garantizar las prestaciones pendientes de pago, los gastos de ejecución y los vencimientos futuros, poniendo todo lo embargado, previo inventario, bajo la guarda del o de los depositarios que fueren designados anticipadamente por la oficina ejecutora. El nombramiento del depositario podrá recaer en el ejecutado. Artículo 205. El embargo de créditos será notificado personalmente por el notificador ejecutor a los deudores de los créditos, para que hagan el pago de las cantidades respectivas en la caja de la oficina ejecutora, apercibidos de doble pago en caso de desobediencia. Cuando un deudor, en cumplimiento a lo dispuesto en el párrafo anterior, hiciere pago de un crédito cuya cancelación deba anotarse en el Registro Público que corresponda, el jefe de la oficina ejecutora requerirá al acreedor embargado para que, dentro de los cinco días siguientes al en que surta efectos la notificación, firme la escritura de pago y cancelación o el documento en que deba constar el finiquito, sin perjuicio de las determinaciones de las autoridades jurisdiccionales competentes. En el caso de abstención del acreedor, transcurrido el plazo indicado, el jefe de la oficina ejecutora firmará la escritura o documentos relativos en rebeldía de aquél, lo que hará del conocimiento 85 del Registro Público que corresponda para los efectos procedentes. Artículo 206. Cuando se embarguen dinero, metales preciosos, alhajas, objetos de arte o valores mobiliarios, el nombramiento de depositario no podrá recaer en el ejecutado. En todo caso, el notificador ejecutor o el depositario los entregará inmediatamente, previo inventario, en la caja de la oficina ejecutora. Las sumas de dinero objeto del embargo, así como el importe de los frutos y productos de los bienes embargados, o los resultados netos de las negociaciones embargadas, se aplicarán a cubrir el crédito fiscal en los términos del artículo 236 de este Código, al recibirse en la caja de la oficina ejecutora. Artículo 207. Si el deudor o cualesquiera otra persona impidiere materialmente al notificador ejecutor el acceso al domicilio de aquél o al lugar en que se encuentren los bienes, siempre que el caso lo requiera, el notificador ejecutor solicitará el auxilio de la fuerza pública para llevar adelante el procedimiento de ejecución. Artículo 208. Si durante el embargo, la persona con quien se entienda la diligencia no abriere las puertas de las construcciones, edificios o casas señalados para la traba, en los que se presuma existan bienes muebles embargables, el notificador ejecutor, previo acuerdo fundado y motivado del jefe de la oficina ejecutora, hará que ante dos testigos sean rotas las cerraduras que fuere necesario para que el depositario tome posesión del inmueble o para que siga adelante la diligencia. En igual forma procederá el notificador ejecutor cuando las personas con quienes se entienda la diligencia no abrieren los muebles en los que aquél suponga, por algún motivo, guarden dinero, alhajas, objetos de arte u otros bienes embargables. Si no fuere factible romper o forzar las cerraduras, el mismo notificador ejecutor trabará embargo en los muebles cerrados y en su contenido, los sellará para garantizar su inviolabilidad y los enviará en depósito a la oficina ejecutora, donde serán abiertos en el plazo no mayor de tres días por el deudor o su representante legal y, en caso contrario, por un experto designado por la propia oficina. Si no fuere factible romper o forzar las cerradu- ras de cajas y otros objetos unidos a un inmueble o de difícil transportación, el notificador ejecutor trabará embargo sobre ellos y su contenido y los sellará; para su apertura se seguirá el procedimiento establecido en el párrafo anterior. Artículo 209. El notificador ejecutor subsanará cualquier otra dificultad que se suscite en la diligencia de embargo, dando aviso de inmediato al jefe de la oficina ejecutora. Artículo 210. El jefe de la oficina ejecutora, bajo su responsabilidad, nombrará y removerá libremente a los depositarios, quienes tendrán el carácter de administradores en los embargos de bienes inmuebles; o de interventores con cargo a la caja o de administradores en los embargos de negociaciones comerciales, industriales o agropecuarias, sin perjuicio, de las determinaciones de las autoridades jurisdiccionales competentes. Artículo 211. El embargo de bienes inmuebles, de derechos reales o de negociaciones de cualquier género, se inscribirá en el Registro Público que corresponda. Cuando los bienes inmuebles, derechos reales o negociaciones queden comprendidos en la jurisdicción de dos o más oficinas del Registro Público, en todas ellas se inscribirá el embargo. El nombramiento de depositario interventor o administrador deberá anotarse en el Registro Público que corresponda. Artículo 212. El depositario desempeñará su cargo conforme a las normas, con todas las facultades y responsabilidades inherentes, y tendrá en particular las siguientes obligaciones: I. Garantizar su manejo a satisfacción de la oficina ejecutora; II. Manifestar a la oficina ejecutora su domicilio, así , como los cambios de éste; III. Remitir a la oficina ejecutora inventarios de los bienes o negociaciones objeto del embargo, con expresión de los valores determinados en el momento de la diligencia, incluso los de arrendamiento, si se hicieron constar en la misma o, en caso contrario, luego que sean recabados. En todo caso, en el inventario se hará constar la ubicación de los bienes o el lugar donde se guarden, a cuyo respecto todo depositario dari cuenta a la misma oficina ejecutora de los cambios de localización que se efectuaren; IV. Recaudar los frutos y productos de los 86 bienes embargados y, después de separar las cantidades que correspondan por concepto de salarios y demás créditos preferentes a que se refiere este Código, en su caso, retirar de la negociación intervenida o bien inmueble administrado, el diez por ciento de los ingresos en dinero y entregar su importe en la caja de la oficina ejecutora, diariamente o a medida que se efectúe la recaudación, a efecto de que se destine a cubrir el crédito fiscal; V. Ejercitar ante las autoridades que correspondan las acciones y actos de gestión necesarios para hacer efectivos los créditos materia del depósito o incluidos en él, así como las rentas, regalías y cualesquiera otras prestaciones en numerario o en especie; VI. Erogar gastos de administración, mediante aprobación de la oficina ejecutora, cuando sean depositarios administradores, o ministrar el importe de tales gastos previa la comprobación procedente, si fueren depositarios interventores; VII. Rendir cuentas mensuales comprobadas a la oficina ejecutora; VIII. El depositario interventor que tuviere conocimiento de irregularidades en el manejo de las negociaciones sujetas a embargo o de operaciones que pongan en peligro los intereses del fisco estatal o municipal, dictará las medidas provisionales urgentes que estime necesarias para proteger dichos intereses y dará cuenta a la oficina ejecutora, la que podrá ratificarlas o modificarlas. Si estas medidas no fueren acatadas por el deudor o el personal de la negociación, la oficina ejecutora ordenará de plano que el depositario interventor se convierta en administrador o sea substituido por un depositario administrador, quien tomará posesión de su cargo desde luego; IX. El depositario administrador a que se refiere la fracción anterior, no quedará supeditado en su actuación al consejo de administración, asamblea de accionistas, socios o partícipes; X. El depositario administrador que se refiere la fracción VIII de este artículo, tendrá las facultades que normalmente corresponden a la administración de la sociedad y plenos poderes con las facultades que requieran cláusula especial conforme a la ley, para ejercer actos de dominio y de administración, para pleitos y cobranzas, otorgar o suscribir títulos de crédito, presentar denuncias y querellas, otorgar el perdón en estas últimas, previo acuerdo de la oficina ejecutora, así como para otorgar los poderes generales o especiales que juzgue convenientes, revocar los otorgados por la sociedad intervenida y los que él mismo hubiere conferido; XI. Tratándose de negociaciones que no constituyan una sociedad, el depositario administrador tendrá todas las facultades de dueño para la conservación y buena marcha del negocio; y Xll. El depositario administrador no podrá enajenar los bienes del activo fijo. Cuando se den los supuestos de enajenación de la negociación intervenida a que se refiere el artículo 216 de este Código, se procederá al remate de conformidad con las disposiciones contenidas en este ordenamiento. Artículo 213. Sin perjuicio de lo dispuesto por la fracción VIII del artículo anterior, la asamblea de accionistas y la administración de la sociedad podrán continuar reuniéndose regularmente para conocer de los asuntos que les competen y de los informes que formule el depositario administrador sobre el funcionamiento y las operaciones de la negociación, así como para opinar de los asuntos que les someta a su consideración. El depositario administrador podrá convocar a asambleas de accionistas, socios o partícipes y citar a la administración de la sociedad, con los propósitos que considere necesarios o convenientes para la buena marcha de la empresa. Artículo 214. En caso de que la negociación que se pretenda intervenir ya lo estuviera por mandato de otra autoridad, la oficina ejecutora nombrará no obstante un nuevo interventor, que también lo será para otras intervenciones mientras subsista la efectuada por dicha autoridad fiscal. La designación o cambio de interventor se pondrá en conocimiento de las autoridades que ordenaron las anteriores o posteriores intervenciones. Artículo 215. La intervención se levantará cuando el crédito fiscal se hubiere satisfecho o cuando de conformidad con este Código se haya enajenado la negociación. En estos casos la oficina ejecutora comunicará el hecho al Registro Público que corresponda para que se cancele la inscripción respectiva. Artículo 216. Las autoridades podrán proceder a la enajenación de la negociación intervenida 87 cuando lo recuperado en tres meses no alcance a cubrir por lo menos el veinticuatro por ciento del crédito fiscal, salvo que se trate de negociaciones que obtengan sus ingresos en determinado periodo del año, en cuyo caso el porcentaje será el que corresponda al número de meses transcurridos a razón del ocho por ciento mensual y siempre que lo recaudado no alcance a cubrir el porcentaje de crédito que resulte. Artículo 217. Los embargos podrán ampliarse en cualquier momento del procedimiento de ejecución, cuando la oficina ejecutora estime razonadamente que los bienes embargados son insuficientes para cubrir el crédito fiscal. Artículo 218. La venta de bienes embargados, procederá: I. A partir del día siguiente al en que se hubiese fijado la base para el remate en los términos del artículo 222 de este Código; II. En el supuesto previsto por la fracción I del artículo 241 de este Código; o III. Cuando quede firme la resolución dictada en los medios de impugnación o defensa que se hubieren hecho valer en contra del embargo, en el caso de que se confirme su legalidad y la base para el remate hubiese sido fijada de conformidad con el artículo 222 de este Código. Artículo 219. Salvo los casos que este Código señala, toda venta se hará en subasta pública que se celebrará en el local de la oficina ejecutora. La autoridad fiscal podrá designar otro lugar para la venta u ordenar que los bienes embargados se vendan en lotes o fracciones o en piezas sueltas, con el objeto de obtener un mayor rendimiento. Artículo 220. El fisco estatal o municipal tendrá preferencia para recibir el pago de créditos provenientes de ingresos que debieron percibir, con excepción de adeudos por alimentos, salarios o sueldos devengados en el último año, de indemnizaciones a los trabajadores, de acuerdo con la Ley Federal del Trabajo, o se trate de adeudos garantizados con prenda o hipoteca. Para que sea aplicable la excepción a que se refiere el párrafo anterior, será requisito indispensable que, con anterioridad a la fecha en que surta efectos la notificación del crédito fiscal, se haya presentado la demanda ante la autoridad jurisdiccional competente respecto de los adeudos por alimentos, salarios, sueldos o indemnizaciones a los trabajadores, o que las garantías se hayan inscrito con la misma antelación en el Registro Público que corresponda. La vigencia y exigibilidad del crédito cuya preferencia se invoque deberá comprobarse en forma fehaciente al hacerse valer el recurso de revocación o el juicio contencioso. En ningún caso, el fisco estatal o municipal entrarán en los juicios universales. Cuando se inicie un juicio concursal, la autoridad jurisdiccional que conozca del asunto, deberá dar aviso a las autoridades fiscales competentes para que, en su caso, hagan exigibles los créditos fiscales a su favor a través del procedimiento de ejecución. Artículo 221. Las controversias que surjan entre el fisco estatal y municipales, relativas al derecho de preferencia para recibir el pago de los créditos fiscales, se resolverán por el Tribunal tomando en cuenta las garantías constituidas y conforme a las siguientes reglas: I. La preferencia corresponderá al fisco que tenga a su favor créditos por impuestos sobre la propiedad raíz, tratándose de los frutos de los bienes in muebles o del producto de la venta de éstos; y II. En los demás casos, la preferencia corresponderá al fisco que tenga el carácter de primer embargante y, en su caso, inscrito el embargo en el Registro Público de la Propiedad. Artículo 222. La base para el remate de los bienes embargados será la que fijen de común acuerdo la oficina ejecutora y el deudor. Si no se pusieren de acuerdo, la oficina ejecutora y el deudor designarán, cada uno, su perito valuador, y el avalúo se practicará, en lo conducente, de conformidad con las reglas establecidas para la prueba pericial en este Código. La oficina ejecutora notificará personalmente al deudor el avalúo fijado, para que en su caso pueda impugnarlo. La oficina ejecutora obtendrá del Registro Público que corresponda, certificado de gravámenes relativo a los bienes inmuebles embargados, previo a la convocatoria de remate. Artículo 223. El remate deberá ser convocado para una fecha fijada dentro de los treinta días siguientes a la determinación del precio que deberá servir de base. La publicación de la convocatoria se hará cuando menos diez días antes de la fecha 88 del remate. La convocatoria se fijará en los estrados de la oficina ejecutora y en los lugares públicos que se estimen convenientes. Cuando el valor de los bienes muebles o inmuebles exceda de la cantidad que corresponda a una vez el salario mínimo general vigente en la capital del Estado elevado al año, la convocatoria se publicará en la Gaceta Oficial y en uno de los periódicos de mayor circulación donde resida la oficina ejecutora, por dos veces con un intervalo de siete días. En todo caso, a petición del deudor ya su costa, la oficina ejecutora podrá ordenar una publicidad más amplia, dentro del plazo señalado en el primer párrafo de este artículo. Artículo 224. Los acreedores que aparezcan en el certificado de gravámenes, serán citados para el acto del remate y, en caso de no ser factible, se tendrá como citación la que se haga en las convocatorias en que se anuncie el remate, en las que deberá expresarse el nombre de los acreedores. Los acreedores a que alude el párrafo anterior, tendrán derecho a concurrir al remate y hacer las observaciones que estimen del caso, las cuales serán resueltas por la oficina ejecutora en el acto de la diligencia. Artículo 225. Mientras no se finque el remate, el deudor puede hacer el pago del crédito fiscal y sus accesorios, caso en el cual se levantará el embargo. Una vez realizado el pago por el embargado, éste deberá retirar los bienes motivo del embargo en el momento en que la autoridad los ponga a su disposición, y en caso de no hacerlo, se causarán derechos por el almacenaje a partir del día siguiente. Artículo 226. Es postura legal la que cubra las dos terceras partes del valor señalado como base para el remate. En toda postura deberá ofrecerse de contado, por lo menos, la parte suficiente para cubrir el interés fiscal. Si la base fijada para la venta supera al monto del crédito fiscal, la diferencia se reconocerá en favor del deudor ejecutado, con los intereses correspondientes hasta por un año de plazo, a partir de la fecha en que se hubiere rematado o adjudicado el bien de que se trate. Artículo 227. Al escrito en que se haga la postura se acompañará un certificado de depósito expedido por la oficina ejecutora, por un importe del diez por ciento del valor fijado a los bienes en la convocatoria. El importe de los depósitos que se constituyan de acuerdo con lo que establece el presente artículo, servirá de garantía para el cumplimiento de las obligaciones que contraigan los postores por el fincamiento del remate a su favor. Inmediatamente después del fincamiento, se devolverán los certificados de depósito a los postores, excepto el que corresponda al mejor postor, cuyo valor continuará como garantía del cumplimiento de su obligación y, en su caso, como parte del precio de venta. Artículo 228. Cuando el postor en cuyo favor se hubiere fincado un remate no cumpla con las obligaciones que este Código le señala, perderá el importe del depósito que hubiere constituido y se aplicará de plano, por la oficina ejecutora, a favor del erario público. En este caso se reanudarán las almonedas en la forma y plazos que señalan los artículos respectivos. Artículo 229. El escrito en que se haga la postura deberá contener los siguientes datos: I. Nombre, edad, nacionalidad, capacidad legal, estado civil, profesión o actividad y domicilio del postor. Si fuere una persona moral, los datos principales de su escritura constitutiva; II. La cantidad que se ofrezca; y III. La cantidad que se ofrezca de contado y los términos en que haya de pagarse la diferencia. Artículo 230. El día y hora señalados en la convocatoria, el jefe de la oficina ejecutora, después de pasar lista de las personas que se hubieren presentado como postores, hará saber a las que estén presentes cuáles posturas fueron calificadas como legales y les dará a conocer cuál de ellas es la mejor, concediendo plazos sucesivos de cinco minutos cada uno, hasta que la última postura no sea mejorada. El jefe de la oficina ejecutora fincará el remate en favor de quien hubiere hecho la mejor postura. Si en la última postura se ofrece igual suma de contado, por dos o más licitantes, se designará por sorteo la que deba aceptarse. Artículo 231. Fincado el remate de bienes muebles, se aplicará el depósito constituido, y 89 el postor, dentro de los tres días siguientes a la fecha del remate, enterará en la caja de la oficina ejecutora, el saldo de la cantidad de contado ofrecida en su postura o mejoras, y constituirá las garantías a que se hubiere obligado por la parte del precio que quedare adeudado. Tan pronto como el postor hubiere cumplido con los requisitos a que se refiere el párrafo anterior, la oficina ejecutora procederá a la adjudicación y entrega de los bienes. Una vez adjudicados los bienes al adquirente, éste deberá retirarlos en el momento en que la autoridad los ponga a su disposición; en caso de no hacerlo, se causarán derechos por el almacenaje a partir del día siguiente. Cuando el monto del derecho por el almacenaje sea igualo superior al valor en que se adjudicaron los bienes, estos se aplicarán a cubrir los adeudos que se hubieran generado por dicho almacenaje. Artículo 232. Fincado el remate de bienes inmuebles o negociaciones, se aplicará el depósito constituido. Dentro de los diez días siguientes a la fecha del remate, el postor enterará en la caja de la oficina ejecutora el saldo de la cantidad ofrecida de contado en su postura o la que resulte de las mejoras. Hecho el pago a que se refiere el párrafo anterior y designado, en su caso, el notario público por el postor, se citará al ejecutado, para que, dentro de un plazo de cinco días, otorgue y firme la escritura de venta correspondiente, apercibido de que. si no lo hace, el jefe de la oficina ejecutora lo hará en su rebeldía. El ejecutado, aún en el caso de rebeldía, responde por la evicción y los vicios ocultos. Artículo 233. Los bienes inmuebles pasarán a ser propiedad del postor libres de todo gravamen, y a fin de que se cancelen los que reportaren, el jefe de la oficina ejecutora que finque el remate, dentro de los diez días siguientes a la firma de la escritura, comunicará al Registro Público de la Propiedad la transmisión del dominio. El Registro Público de la Propiedad inscribirá las transmisiones de dominio de bienes inmuebles que resulten de los remates celebrados por las oficinas ejecutoras, y procederá a hacer las cancelaciones de gravámenes que sean conducentes como consecuencia de la transmisión o adjudicación. Artículo 234. Otorgada y firmada la escritura en que conste la adjudicación de un inmueble, el jefe de la oficina ejecutora dispondrá que se entregue al adquirente, dando las órdenes necesarias, aún las de desocupación, si estuviere habitado por el deudor o por terceros que no tuvieren contrato para acreditar el uso, inscrito en el Registro Público con antelación a la fecha de notificación del crédito fiscal. Artículo 235. Los jefes de las oficinas ejecutoras y el personal de las mismas, así como las personas que hubieren intervenido por parte del fisco en los procedimientos de ejecución, no podrán adquirir los bienes objeto de un remate por sí o por interpósita persona. El remate efectuado con infracción a este precepto, será nulo y los infractores serán sancionados en términos de ley. Artículo 236. El producto del remate se apli 90 cará al pago del interés fiscal en el siguiente orden: I. Los gastos de ejecución; II. Los recargos, multas y demás accesorios; III. Los impuestos, derechos, aportaciones de mejoras, aprovechamientos y cualquier otro concepto que las leyes respectivas consideren como crédito fiscal que motivaron el embargo, por su orden de antigüedad; y IV. Los vencimientos ocurridos durante el procedimiento administrativo. Artículo 237. El fisco estatal o municipal tendrá preferencia para adjudicarse, en cualquier almoneda, los bienes ofrecidos en remate, en los siguientes casos: I. A falta de postores, por la base de la postura legal que habría de servir para la almoneda siguiente; II. A falta de pujas, por la base de la postura legal, no mejorada; III. En caso de postura o pujas iguales, por la cantidad en que se haya producido el empate; y IV. Hasta por el monto del adeudo si este no excede de la cantidad en que deba fincarse el remate en la segunda almoneda. Artículo 238. Causarán abandono en favor del fisco estatal o municipal los bienes embargados por las autoridades, en los siguientes casos: I. Cuando habiendo sido enajenados o adjudicados los bienes al adquirente, no se retiren del lugar en que se encuentren dentro de dos meses contados a partir de la fecha en que se pongan a su disposición; II. Cuando el embargado efectúe el pago del crédito fiscal u obtenga resolución o sentencia favorable que ordene su devolución, derivada de la interposición de algún medio de defensa, antes de que se hubieren rematado, enajenado o adjudicado los bienes y no los retire del lugar en que se encuentren dentro de dos meses contados a partir de la fecha en que se pongan a disposición del interesado; o III. Cuando se trate de bienes muebles que no hubieren sido rematados después de transcurridos dieciocho meses de practicado el embargo y respecto de los cuales no se hubiere interpuesto ningún medio de defensa. Se entenderá que los bienes se encuentran a disposición del interesado, a partir del día si- guiente al en que surta efectos la notificación de la resolución correspondiente. Cuando los bienes embargados hubieran causado abandono, las autoridades notificarán personalmente o por correo registrado con acuse de recibo a los propietarios de los mismos, que ha transcurrido el plazo de abandono y que cuentan con quince días para retirar los bienes, previo pago de los derechos de almacenaje causados. En los casos en que no se hubiera señalado domicilio o el señalado no corresponda a la persona, la notificación se efectuará a través de estrados. Los bienes que pasen a propiedad del fisco estatal o municipal conforme a este artículo, serán enajenados mediante subasta pública. El producto de la venta se destinará a pagar los cargos originados por el manejo, almacenaje, custodia y gastos de venta de los citados bienes, considerándose estos como gastos de ejecución; el remanente se ingresará a la hacienda pública que corresponda. Los bienes que conforme a este artículo no sean enajenados, podrán destinarse al uso de la administración pública correspondiente o donarse para obras o servicios públicos, o a instituciones asistenciales o de beneficencia autorizadas conforme a las normas. Artículo 239. Los plazos de abandono a que se refiere el artículo anterior se interrumpirán por la interposición del recurso de revocación o la presentación de la demanda en el juicio que proceda, siempre que la resolución definitiva que recaiga no confirme, en todo o en parte, la que se impugnó. Artículo 240. Cuando no se hubiere fincado el remate en la primera almoneda, se fijará nueva fecha y hora para que, dentro de los quince días siguientes, se lleve a cabo una segunda almoneda, cuya convocatoria se hará en términos del artículo 223 de este Código, con la salvedad de que la publicación se hará por una sola vez. La base para el remate en la segunda almoneda se determinará deduciendo un veinte por ciento de la señalada para la primera. Si tampoco se fincare el remate en la segunda almoneda, se considerará que el bien fue enajenado en un cincuenta por ciento del valor de avalúo, aceptándose como dación en pago para el efecto de que la autoridad pueda adjudicárselo, 91 y aplicarlo al pago del interés fiscal en el orden señalado por el artículo 236 de este Código. Artículo 241. Los bienes embargados podrán venderse fuera de subasta, cuando: I. El embargado proponga comprador antes del día en que se finque el remate, se enajenen o adjudiquen los bienes a favor del fisco, siempre que el precio en que se vendan cubra el valor que se haya señalado a los bienes embargados; II. Se trate de bienes de fácil descomposición o deterioro, semovientes o de materiales inflamables, siempre que en la localidad no puedan guardarse o depositarse en lugares apropiados para su conservación; o III. Se trate de bienes que habiendo salido a remate en segunda almoneda, no se hubieren presentado postores. Artículo 242. Las cantidades excedentes después de haber hecho la aplicación del producto del remate, venta fuera de subasta o adjudicación de los bienes embargados, se entregarán al ejecutado dentro de un plazo de diez días, salvo que medie orden escrita de la autoridad que corresponda o que el propio embargado acepte, también por escrito, que se haga entrega total o parcial del saldo a un tercero. Vencido el plazo a que se refiere el párrafo anterior, si la autoridad fiscal no hubiere hecho entrega de las cantidades excedentes al interesado, ésta deberá cubrirle intereses conforme a las tasas aplicables a los Certificados de la Tesorería de la Federación a veintiocho días. En caso de conflicto, el remanente quedará depositado en la oficina ejecutora, en tanto resuelven los tribunales competentes. Artículo 243. Las garantías constituidas para asegurar el interés fiscal se harán efectivas a través del procedimiento administrativo de ejecución. Cuando la garantía fuere dinero en efectivo depositado en la oficina ejecutora, se ordenará la aplicación del depósito al pago del crédito fiscal en el orden de prelación establecido en el artículo 236 de este Código. Artículo 244. Se suspenderá el procedimiento administrativo de ejecución durante la tramitación del recurso de revocación o del juicio contencioso, cuando lo solicite el interesado y garantice el crédito fiscal y los posibles recargos, en alguna de las formas señaladas por la ley de la materia. La suspensión podrá ser solicitada ante la oficina ejecutora, acompañando copia del escrito de interposición del recurso o de la demanda del juicio contencioso, así como la garantía del interés fiscal. La oficina ejecutora suspenderá el procedimiento administrativo de ejecución una vez satisfechos estos requisitos. No se exigirá garantía adicional si en el procedimiento administrativo de ejecución se hubieren embargado bienes suficientes para garantizar el interés fiscal. CAPITULO III DE LAS TERCERÍAS Artículo 245. Los terceros a los que se hubieren embargado bienes de su propiedad y que no tengan responsabilidad solidaria en el adeudo por el que se siga el procedimiento administrativo de ejecución, podrán promover, ante la oficina ejecutora que siga dicho procedimiento, recurso de revocación en el que hagan valer tercería excluyente de dominio. Dicho recurso podrá interponerse mientras no se haya fincado el remate. La tercería excluyente de dominio sólo podrá fundarse en la propiedad que tenga el tercerista sobre los bienes embargados. Artículo 246. La persona que tenga derecho preferente al del fisco para ser pagada con el producto del remate, podrá promover recurso de revocación en el que haga valer tercería excluyente de preferencia, ante la oficina ejecutora que lo haya practicado. Dicho recurso podrá interponerse siempre que no se haya aplicado el producto del remate al pago del crédito fiscal. Artículo 247. El recurso de revocación en el que se haga valer una tercería, deberá promoverse por escrito ante el jefe de la oficina ejecutora, acompañando título que compruebe la propiedad de los bienes objeto de embargo, tratándose de tercería excluyente de dominio, o los que acrediten el derecho preferente para ser pagados con el producto del remate. La interposición del recurso suspenderá el procedimiento administrativo de ejecución, hasta que se dicte resolución. Recibido el escrito y examinadas las pruebas que el tercerista ofrezca, el jefe de la oficina ejecutora dictará la resolución que corresponda, 92 en un plazo no mayor de cinco días, contados a partir de la fecha en que se hubiere promovido la tercería. Artículo 248. Si la resolución dictada en la tercería excluyente de dominio reconoce la propiedad de los bienes a favor del tercerista, ordenará que se levante el embargo, se entreguen los bienes a su propietario y se embarguen otros bienes del deudor suficientes para cubrir el crédito fiscal. Si se declara improcedente la tercería, se ordenará que continúe el procedimiento hasta el remate de los bienes embargados. Artículo 249. Si se trata de tercería excluyente de preferencia, y en la resolución que se dicte se reconoce el derecho preferente del tercerista para ser pagado con el producto del remate, se mandará que, al efectuarse el pago, se cubra en primer lugar el crédito del tercerista, y el remanente, si lo hubiere, se aplique para cubrir el crédito fiscal. Si dicho remanente no es suficiente para cubrirlo, se ordenará que se embarguen nuevos bienes del deudor que sean suficientes para garantizarlo. Artículo 250. Para resolver sobre la preferencia de derechos, se estará a lo dispuesto por los artículos 220 y 221 de este C6digo. CAPITULO IV DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO PARA EL FINCAMIENTO DE RESPOSABILIDADES A LOS SERVIDORES PUBLICOS Artículo 251. Las autoridades, a través de sus unidades de control interno, o el Órgano, serán competentes para la determinación de responsabilidades a los servidores públicos y, en su caso, para el fincamiento de las indemnizaciones y sanciones administrativas que correspondan; así como para promover ante las autoridades competentes el fincamiento de otras responsabilidades y presentar las denuncias y querellas penales, en términos de las normas aplicables. Para efectos de lo señalado en el párrafo anterior, si de la revisión y fiscalización superior de las Cuentas Públicas que apruebe el Congreso del Estado, aparecieran irregularidades que permitan presumir la existencia de hechos o conductas que produzcan daños y perjuicios en contra de las Haciendas Públicas estatal o municipales, al patrimonio de las entidades paraestatales o al de los organismos autónomos de el Estado, el Órgano procederá de inmediato a iniciar las investigaciones del caso, a la determinación de las responsabilidades y al fincamiento de las indemnizaciones y sanciones correspondientes. Cuando se actualice alguno de los supuestos previstos en los dos párrafos anteriores, las unidades de control interno de las autoridades o el Órgano aprobarán el siguiente procedimiento: I. Se citará personalmente al presunto responsable a una audiencia en la sede de la autoridad o del Órgano, haciéndole saber los hechos u omisiones que le imputan y que sean causa de responsabilidad en los términos de ley, señalando el lugar, día y hora en que tendrá verificativo dicha audiencia y su derecho a ofrecer pruebas y formular alegatos, por sí o por medio de un defensor; apercibido que de no comparecer sin justa causa, se tendrá por precluido su derecho para ofrecer pruebas y formular alegatos, y se resolverá con los elementos que obren en el expediente respectivo. Entre la fecha de citación y la de la audiencia deberá mediar un plazo no menor de diez ni mayor de quince días; II. Celebrada la audiencia se emitirá resolución dentro de los quince días siguientes en la que se determinará la existencia o inexistencia de la responsabilidad, y se fincará, en su caso, la indemnización y sanciones correspondientes, y se notificará al responsable y al superior jerárquico dicha resolución para los efectos que procedan; cuando la resolución constituya, además, un crédito fiscal, se remitirá un tanto autógrafo de la misma a la oficina ejecutora que corresponda, para el efecto de que si, en un plazo de quince días siguientes a la fecha en que surta efectos la notificación, éste no es cubierto, o no es impugnado y debidamente garantizado en términos de las normas aplicables; III. Si celebrada la audiencia, los órganos de control interno de las autoridades o el Órgano, no encontraren elementos suficientes para fincar la responsabilidad, emitirán una resolución en ese sentido, en el plazo señalado en la fracción anterior; y 93 IV. En cualquier momento, previo o posterior al citatorio al que se refiere la fracción I del presente artículo, los órganos de control interno de las autoridades o el Órgano, podrán acordar como medida precautoria la suspensión temporal de los presuntos responsables, en sus cargos, empleos o comisiones, si a su juicio conviene para la conducción o continuación de las investigaciones. La suspensión temporal no prejuzga sobre la responsabilidad que se impute. El acuerdo que al efecto se emita hará constar expresamente esta salvedad. La suspensión temporal a que se refiere esta fracción, suspenderá los efectos del acto que haya dado origen a la ocupación del empleo, cargo o comisión, y regirá desde el momento en que sea notificada al interesado. La suspensión cesará cuando así lo resuelva fundada y motivadamente la autoridad que la haya acordado, independientemente de la iniciación, continuación o conclusión del procedimiento a que se refiere el presente artículo. Si los servidores públicos suspendidos temporalmente no resultaren responsables de la falta que se les imputa, serán restituidos en el goce de sus derechos y se les cubrirán las percepciones correspondientes al tiempo que estuvieron suspendidos. Si el nombramiento del servidor público de que se trate corresponde al Gobernador del Estado, se requerirá autorización de éste para dicha suspensión. Si el nombramiento fue efectuado o requirió ratificación por el Poder Legislativo, en los términos de la Constitución Política del Estado, se requerirá autorización del Congreso del Estado o, en su caso, de la Diputación Permanente. Artículo 252. Los titulares de las dependencias, entidades u órganos de la Administración Pública observarán, en el ámbito de su competencia, las reglas contenidas en el presente Código y las leyes del Estado, en los procedimientos que se sigan para la investigación, determinación de responsabilidades y aplicación de sanciones, Artículo 253. De todas las diligencias que se practiquen en el procedimiento a que se refiere este Capítulo se levantará acta circunstanciada, que suscribirán quienes intervengan en ellas. Artículo 254. Los superiores jerárquicos de los servidores públicos sujetos a un procedimiento de responsabilidad, podrán designar un delegado que participe en las diligencias, a quien se le dará vista de las actuaciones. Artículo 255. El procedimiento a que se refiere este capítulo, se inscribirá en un registro, que contendrá la sección de procedimientos disciplinarios y la correspondiente a las sanciones impuestas. Artículo 256. En contra de las resoluciones definitivas que se dicten en el procedimiento a que se refiere este Capítulo, se podrá interponer el recurso de revocación o el juicio contencioso previstos en este Código. Las resoluciones revocatorias o anulatorias dictadas con motivo de la interposición del recurso o del juicio, tendrán el efecto de restituir al servidor publico en el goce de los derechos de que hubiese sido privado por la ejecución de la sanción, sin perjuicio de lo que establezcan otras normas. Artículo 257. La ejecución de las sanciones administrativas impuestas por resolución firme se llevará a cabo de inmediato, en los términos que la misma disponga. La suspensión, destitución o inhabilitación que se imponga a los servidores públicos, surtirá efectos al notificarse personalmente la resolución y se considerará de orden público. En el caso de los servidores públicos de base, la suspensión y la destitución se sujetarán a lo previsto en la Ley de la materia. El órgano, para efectos de lo dispuesto en el segundo párrafo del artículo 251 de este Código, fincará las indemnizaciones y sanciones correspondientes en un período no mayor de un año, contado a partir de que se inicien las investigaciones. Las sanciones económicas que se impongan en las resoluciones dictadas en el procedimiento a que se refiere este Capítulo, constituirán créditos fiscales y se harán efectivas mediante el procedimiento administrativo de ejecución. Artículo 258. Si el servidor público presunto responsable, confesare su responsabilidad por el incumplimiento de las obligaciones a que se encuentra sujeto con motivo de su empleo, cargo o comisión, se procederá de inmediato a dictar resolución, a no ser que quien conozca del procedimiento disponga la recepción de pruebas para acreditar la veracidad de la confesión o el monto de los daños y perjuicios causados. En caso de que se acepte la plena validez probatoria de la 94 confesión, se impondrá al interesado dos tercios de la sanción aplicable, si es de naturaleza económica; pero en lo que respecta a indemnización, en todo caso, deberá ser suficiente para cubrir los daños y perjuicios causados, y siempre deberán restituirse los bienes o productos que se hubieren percibido con motivo de la infracción. Artículo 259. Las atribuciones de los órganos de control interno de las autoridades y del superior jerárquico para determinar responsabilidades e imponer sanciones caducan en tres años, contados a partir de la fecha de la comisión de la infracción. TITULO CUARTO DEL RECURSO DE REVOCACIÓN Artículo 260. Los interesados afectados por los actos o resoluciones definitivos de las autoridades, así como por los dictados en el procedimiento administrativo de ejecución, podrán, a su elección, interponer el recurso de revocación previsto en este Código o intentar el juicio contencioso ante el Tribunal. El recurso de revocación tendrá por objeto que el superior jerárquico de la autoridad emisora confirme, modifique, revoque o anule el acto administrativo recurrido. Artículo 261. El plazo para interponer el recurso de revocación será de quince días, contados a partir del día siguiente a aquél en que surta sus efectos la notificación de la resolución que se recurra. o de que el recurrente tenga conocimiento de dicha resolución, excepto en los casos en que a través de este recurso se hagan valer tercerías en los términos de los artículos 245 y 246 de este Código. Artículo 262. El recurso de revocación deberá presentarse ante el superior jerárquico de la autoridad que emitió el acto o resolución. Será competente para conocer y resolver este recurso dicho superior jerárquico. Artículo 263. En el escrito de interposición del recurso de revocación, el interesado deberá cumplir con los requisitos previstos en los artículos 21,22 y 24 de este Código y señalar además: I. La autoridad a quien se dirige; I.El nombre del recurrente, y del tercero perjudicado si lo hubiere, así como el domicilio que señale para oír y recibir notificaciones y docu- mentos; y III. El acto o resolución administrativa que impugna, así como la fecha en que le fue notificado o, en su caso, la declaratoria bajo protesta de decir verdad de la fecha en que tuvo conocimiento del acto o resolución; IV. La autoridad emisora del acto o resolución que recurre; V. La descripción de los hechos que son antecedentes del acto o resolución que recurre; VI. Los agravios que le causan y los argumentos de derecho que se hagan valer en contra del acto o resolución recurridas; y VIl. Las pruebas que se ofrezcan, relacionándolas con los hechos que se mencionen. Artículo 264. Con el escrito de interposición del recurso de revocación se deberán acompañar: I. Los documentos que acrediten la personería del promovente, cuando actúe a nombre de otro o de persona moral; II. El documento en que conste el acto o la resolución recurrida, cuando dicha actuación haya sido por escrito. Tratándose de afirmativa o negativa fictas deberá acompañarse el escrito de iniciación del procedimiento, o el documento sobre el cual no hubiere recaído resolución alguna; o, en su caso, la certificación o el escrito por el cual ésta fue solicitada; III. La constancia de notificación del acto impugnado, o la última publicación si la notificación hubiese sido por edictos; y II. Las pruebas que se ofrezcan. Artículo 265. En caso de que el recurrente no cumpliera con alguno de los requisitos o no acompañe los documentos que se señalan en loS dos artículos anteriores, la autoridad que conozca del recurso, deberá prevenirlo por escrito por una sola vez para que en un plazo de cinco días subsane la omisión. Si transcurrido este plazo el recurrente no desahoga en sus términos la prevención, el recurso se tendrá por no interpuesto. Si el escrito de interposición del recurso no aparece firmado por el interesado, o por quien deba hacerlo, se tendrá por no interpuesto. Artículo 266. El interesado podrá solicitar por escrito la suspensión de la ejecución del acto o de la resolución recurrida, en cualquier momento hasta antes de que se resuelva la revocación. 95 La autoridad que conozca del recurso deberá acordar lo conducente dentro de los cinco días siguientes a la solicitud. Artículo 267. La autoridad que conozca del recurso, al resolver sobre la solicitud de suspensión deberá señalar, en su caso, las garantías necesarias para cubrir los daños y perjuicios que pudieran ocasionarse con di cha medida. Tratándose de indemnizaciones y sanciones pecuniarias y demás créditos fiscales, el recurrente deberá garantizar el interés fiscal en cualquiera de las formas previstas por la Ley de la materia. En los casos que proceda la suspensión, pero su otorgamiento pueda ocasionar daños o perjuicios a terceros, el interesado deberá otorgar garantía bastante para reparar el daño e indemnizar los perjuicios que pudieran ocasionar con dicha medida. Artículo 268. No se otorgará la suspensión en aquellos casos en que se cause perjuicio al interés social, se contravengan disposiciones de orden público o se deje sin materia el procedimiento. Artículo 269. La suspensión tendrá como efecto que las cosas se mantengan en el estado en que se encuentran, en tanto se pronuncia la resolución del recurso. Dicha suspensión podrá revocarse si se modifican las condiciones bajo las cuales se otorgó. Artículo 270. El superior jerárquico, una vez recibido el recurso, le solicitará al inferior un informe sobre el asunto y la remisión del expediente respectivo, lo cual deberá cumplir en un plazo de tres días. El superior jerárquico emitirá acuerdo sobre la admisión, prevención o desechamiento del recurso, dentro de los tres días siguientes contados a partir de la recepción del informe, lo cual deberá notificarse personalmente al recurrente. Artículo 271. Se desechará por improcedente el recurso cuando se interponga en contra de actos o resoluciones: I. Que no afecten el interés legítimo del recurrente; II. Que sean dictadas en recursos administrativos o en cumplimiento de éstas o de sentencias; III. Que hayan sido impugnados ante el Tribunal; IV. En caso de que no se amplíe el recurso administrativo o si en la ampliación no se expresa agravio alguno, tratándose de lo previsto por la fracción II del artículo 44 de este Código; V. Que sean revocados por la autoridad o el Órgano; VI. Que sean materia de otro recurso que se encuentre pendiente de resolución y que haya sido promovido por el mismo recurrente por el propio acto impugnado; VII. Consumados de modo irreparable; VIII. Que se hayan consentido, entendiéndose por tales, aquellos respecto de los cuales no se interpuso el recurso de revocación dentro del plazo establecido por este Código; o IX. Que sean conexos a otro que haya sido impugnados por algún recurso o medio de impugnación diferente. Artículo 272. Será sobreseído el recurso cuando: I. El promovente se desista expresamente; II. El recurrente fallezca durante el procedimiento, si el acto o resolución impugnado sólo afecta a su persona; III. Durante el procedimiento sobrevenga alguna de las causas de improcedencia a que se refiere el artículo anterior; III. Hayan cesado los efectos del acto impugnado; V. Falte el objeto o materia del acto; o IV. No se probare la existencia del acto impugnado. Artículo 273. El superior jerárquico deberá resolver el recurso de revocación dentro de los cuarenta y cinco días siguientes a la fecha de su interposición o de que, en su caso, se hubiera desahogado la prevención a que se refiere el artículo 265 de este Código. Ante el silencio de la autoridad, se entenderá confirmado el acto que se Impugna. El recurrente podrá esperar la resolución expresa o impugnar en cualquier tiempo la presunta confirmación del acto impugnado. Artículo 274. La resolución del recurso se fundará en derecho y examinará todos y cada uno de los agravios hechos valer por el recurrente, teniendo la autoridad la facultad de invocar hechos notorios; pero cuando uno de los agravios sea suficiente para desvirtuar la validez del acto impugnado, bastará con el examen de dicho 96 punto. La autoridad, en beneficio del recurrente, podrá corregir los errores que advierta en la cita de los preceptos que se consideren violados y examinar en su conjunto los agravios, así como los demás razonamientos del recurrente, a fin de resolver la cuestión efectivamente planteada, pero sin cambiar los hechos expuestos en el recurso. Si la resolución ordena realizar un determinado acto lo iniciar la reposición del procedimiento, deberá cumplirse dentro de un plazo de quince días contados a partir de que se notifique al recurrente dicha resolución. Artículo 275. Las resoluciones que pongan fin al recurso podrán: I. Declararlo improcedente o sobreseerlo; II. Confirmar el acto impugnado; III. Declarar la nulidad o anulabilidad del acto impugnado o revocarlo; o IV. Modificar el acto impugnado, u ordenar uno nuevo o; que lo sustituya, cuando el recurso interpuesto sea total o parcialmente resuelto a favor del recurrente; u ordenar la reposición del procedimiento administrativo. Artículo 276. No se podrán anular, revocar o modificar los actos o resoluciones administrativos con argumentos que no haya hecho valer el recurrente. Artículo 277. Contra la resolución que recaiga al recurso de revocación procede el juicio contencioso ante el Tribunal. LIBRO TERCERO DEL JUICIO CONTENCIOSO CAPÍTULO I DISPOSICIONES GENERALES Artículo 278. Los juicios que se promuevan ante el Tribunal se regirán por las disposiciones de este Código. Artículo 279. Cuando la resolución recaída al recurso de revocación no satisfaga el interés legítimo a i del recurrente y éste la controvierta, se entenderá que simultáneamente impugna la resolución recurrida en la parte que continúe afectándolo, pudiendo hacer valer conceptos de impugnación no planteados en el recurso. Artículo 280. Procede el juicio contencioso en contra de: I. Actos administrativos que dicte, ordene, ejecute o trate de ejecutar la autoridad, por violaciones cometidas en los mismos o durante el procedimiento administrativo; en este último caso cuando trasciendan al sentido de las resoluciones ; II. Actos administrativos que dicte, ordene, ejecute o trate de ejecutar la autoridad, que afecten derechos de particulares; III. Actos que dicte, ordene, ejecute o trate de ejecutar, de manera unilateral la autoridad, respecto de contratos administrativos u otros acuerdos de voluntad de la misma naturaleza que se hayan celebrado con los particulares en los renglones administrativo y fiscal; IV. Actos administrativos que se configuren por el silencio de la autoridad, en términos de este Código; V. Resoluciones dictadas por la autoridad que impongan sanciones a los servidores públicos que hayan incurrido en responsabilidad administrativa; VI. Resoluciones favorables a los particulares que causen lesión al interés público, cuya nulidad demande la autoridad; VII. Resoluciones definitivas dictadas en e! recurso de revocación; y V. Los demás actos y resoluciones que señale la ley. Artículo 281. Son partes en el juicio: I. El actor o demandante; II. El demandado. Tendrán este carácter: a) La autoridad que dicte, ordene, ejecute o trate de ejecutar el acto impugnado; b) La autoridad que omita dar respuesta a las peticiones o instancias de los particulares; o c) El particular a quien favorezca la resolución cuya nulidad demande la autoridad; y III. El tercero perjudicado que tenga un derecho incompatible con la pretensión del demandante. Artículo 282. Sólo podrán intervenir en juicio quienes tengan un interés jurídico o legítimo que funde su pretensión. Artículo 283. Cuando las partes tengan reconocida la personería ante la autoridad demandada, ésta será admitida en el juicio, siempre que se compruebe esa circunstancia con las constancias 97 respectivas. Artículo 284. Las partes deberán señalar, en el escrito inicial que presenten, domicilio en el municipio donde resida la Sala del Tribunal ante la que se promueva, para que en él se hagan las notificaciones personales indicadas en este Código. En caso contrario, se les requerirá para que lo señalen en un plazo de tres días, con el apercibimiento que de no hacerlo, las notificaciones que deban ser personales se efectuarán en los estrados de la propia sala. Los particulares podrán señalar los estrados del Tribunal para recibir notificaciones. Artículo 285. Las diligencias que deban practicarse fuera del recinto de las Salas del Tribunal, se encomendarán a los secretarios de acuerdos o actuarios de la Sala correspondiente. Las diligencias que deban realizarse fuera del territorio del Estado, se encomendarán por medio de exhorto al Tribunal de lo Contencioso Administrativo o Tribunal Judicial de la entidad federativa de que se trate. El Tribunal, a solicitud de parte, podrá entregar el exhorto al interesado, quien bajo su más estricta responsabilidad lo hará llegar al Tribunal exhortado para su trámite, pudiéndose devolver el documento diligenciado por conducto del mismo interesado. Artículo 286. Los magistrados del Tribunal estarán impedidos para conocer de los juicios en que intervengan, en los casos previstos por la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado. Cuando alguno de los magistrados del Tribunal se encuentre impedido, hará la manifestación ante el Presidente del Tribunal, quien la remitirá a la Sala Superior para que califique la excusa de plano y, cuando proceda, designe a quien deba sustituir al magistrado impedido. En el caso de que, presentándose un impedimento, el magistrado que conozca del asunto no se excuse en los términos del párrafo anterior, la parte perjudicada podrá recusarlo a través de la interposición del incidente a que se refieren los artículos 312, fracción V, 317 y 318 de este Código. Artículo 287. Los secretarios de acuerdos autorizarán las actuaciones jurisdiccionales. También cuidarán que los expedientes sean foliados al agregarse cada una de las hojas, las rubricarán en el centro de lo escrito y pondrán el sello oficial en el fondo del cuaderno, de manera que queden selladas las dos caras. Artículo 288. Las resoluciones del Tribunal tendrán el carácter de I. Acuerdos, las determinaciones de trámite; II. Sentencias interlocutorias, las que no resuelven una cuestión principal; y III. Sentencias definitivas, las que resuelven el juicio o recurso en lo principal. CAPÍTULO II DE LA IMPROCEDENCIA Y DEL SOBRESEIMIENTO Artículo 289. Es improcedente el juicio contencioso ante el Tribunal, en los casos, por las causales y contra los actos y resoluciones siguientes: I. Que no sean de la competencia del Tribunal; II. Que hayan sido impugnados en un diverso proceso jurisdiccional, siempre que exista sentencia ejecutoria que decida el fondo del asunto; III. Que no afecten el interés legítimo del actor; IV. Que se hayan consentido expresamente por el actor, mediante manifestaciones escritas de carácter indubitable; V. Que se hayan consentido tácitamente, entendiéndose por tales aquéllos contra los que no se promueva recurso de revocación o juicio contencioso en los plazos señalados por este Código; VI. Que hayan sido materia de sentencia pronunciada por el Tribunal, siempre que hubiera identidad de partes y se trate del mismo acto impugnado, aunque los conceptos de impugnación sean diversos; VII. Que sean materia de un recurso o juicio que se encuentre pendiente de resolución ante una autoridad administrativa o ante el propio Tribunal; VIII. Que puedan impugnarse por medio de algún recurso o medio de defensa, con excepción de aquéllos cuya interposición sea optativa; IX. Conexos a otro que haya sido impugnado por medio de algún recurso o medio de defensa diferente. Para los efectos de esta fracción, se entiende que hay conexidad siempre que concu- 98 rran las causas de acumulación previstas en el artículo 314 de este Código; X. Cuando no se hagan valer conceptos de impugnación; XI. Cuando de las constancias de autos apareciere claramente que no existe el acto o resolución impugnados; XII. Cuando el acto o resolución impugnados no puedan surtir efecto alguno, legal o materialmente, por haber dejado de existir el objeto o materia del mismo; o XIII. En los demás casos en que la improcedencia resulte de alguna disposición legal. Artículo 290. Procede el sobreseimiento del juicio: I. Cuando el demandante se desista expresamente; II. Cuando durante el juicio apareciere o sobreviniere alguna de las causales de improcedencia a que se refiere el artículo anterior; III. En el caso de que el demandante muera durante el juicio, si su pretensión es intransmisible o si su muerte deja sin materia el juicio; IV. Si la autoridad demandada deja sin efectos el acto impugnado; o V. En los demás casos en que por disposición legal haya impedimento para emitir resolución en cuanto al fondo. El sobreseimiento del juicio podrá ser total o parcial. Artículo 291. Contestada la demanda, el magistrado examinará el expediente y si encontrare acreditada alguna causa evidente de improcedencia o sobreseimiento, a petición de parte o de oficio, emitirá la resolución en la que se dé por concluido el juicio. En caso de que la causal no sea clara, ésta se decidirá en la sentencia definitiva. CAPÍTULO III DE LA DEMANDA Artículo 292. La demanda deberá formularse por escrito y presentarse directamente ante la Sala Regional con jurisdicción territorial en el municipio en el que tenga su domicilio el demandante, dentro de los quince días siguientes al en que surta efectos notificación del acto o resolución que se impugna, o al en que se haya tenido conocimiento del mismo, con las excepciones siguientes: I. Tratándose de la resolución negativa o afirmativa fictas, la demanda podrá presentarse en cualquier tiempo, mientras no se notifique la resolución expresa; II. Cuando se pida la nulidad de una resolución favorable a un particular, la demanda deberá presentarse dentro los cinco años siguientes a la fecha de su elrusión; III. Si el particular afectado reside fuera del Estado, pero dentro del país y no tiene representante en el mismo, el término para iniciar el juicio será de treinta días a partir del día siguiente al en que surta efectos su notificación; o IV. Si el particular afectado reside en el extranjero y no tiene representante en el Estado o en el país, el plazo para iniciar el juicio será de cuarenta y cinco días a partir del día siguiente al en que surta efectos su notificación. La demanda podrá enviarse por correo registrado con acuse de recibo, y se tomará como fecha de presentación aquella en que se deposite en la oficina de correos. Artículo 293. La demanda, además de los requisitos previstos en los artículos 21,22 y 24 de este Código, deberá señalar lo siguiente: I. El nombre del actor o demandante, o de quien promueva en su nombre, así como su domicilio para oír y recibir todo tipo de notificaciones y documentos; II. El acto o resolución que se impugna; III. Las autoridades o particulares a quienes se demanden; IV. El nombre y domicilio del tercero perjudicado, si lo hubiere; V. Los hechos que sustenten la impugnación del actor o demandante; VI. Los conceptos de impugnación y las pretensiones que se deducen; VII. La fecha en que se notificó o se tuvo conocimiento del acto o resolución que se impugne; VIII. Las pruebas que se ofrezcan; y IX. La solicitud de suspensión del acto impugnado, en su caso. Cuando se omitan los requisitos a que se refieren las fracciones I, II y VI la Sala Regional desechará por improcedente la demanda interpuesta. Cuando se omitan los requisitos previstos en las 99 fracciones III, IV, V, VII y VIII la Sala Regional requerirá al promovente para que los señale dentro del plazo de cinco días, apercibiéndolo que de no hacerlo en tiempo se tendrá por no presentada la demanda o por no ofrecidas las pruebas, según el caso. Artículo 294. El actor podrá incluir en las pretensiones que se deduzcan en la demanda el pago de daños y perjuicios que afirme se le hayan causado en forma dolosa o culposa por algún servidor público, con la emisión o ejecución del acto impugnado, ofreciendo las pruebas específicas que acrediten la existencia de los mismos. Artículo 295. El actor deberá adjuntar a la demanda: I. Una copia de la misma y de los documentos anexos, para cada una de las partes; II. El documento que acredite su personería, cuando promueva a nombre de otro, o en el que conste que le fue reconocida por la autoridad demandada; III. Constancia de la notificación del acto o resolución que se impugne, excepto cuando el demandante declare bajo protesta de decir verdad que no recibió constancia o cuando se hubiera realizado por correo. Si la notificación fue por edictos deberá señalar la fecha de la última publicación en la Gaceta Oficial del Estado y el nombre del órgano en que ésta se hizo; IV. El documento en que conste el acto o la resolución impugnados o, en su caso, copia de la instancia o solicitud no resuelta por la autoridad, que incluya el sello o datos de su recepción; V. Los documentos que ofrezca como prueba; y VI. El interrogatorio para los testigos y cuestionario para los peritos, en caso del ofrecimiento de las pruebas testimonial o pericial. Si no se adjuntan a la demanda los documentos a que se refiere este precepto, la Sala Regional requerirá al promovente para que los presente dentro del plazo de cinco días. Cuando el promovente no los presente dentro de dicho plazo y se trate de los documentos a que se refieren las fracciones I a IV, se tendrá por no presentada la demanda. Si se trata de las pruebas a que se refieren las fracciones V y VI, las mismas se tendrán por no ofrecidas. Artículo 296. Dentro de los tres días siguien- tes a la presentación de la demanda, se dictará acuerdo sobre su admisión. En el mismo acuerdo se admitirán o desecharán las pruebas ofrecidas y, en su caso, se dictarán las providencias necesarias para su desahogo. Asimismo, se proveerá lo conducente sobre la suspensión del acto o resolución impugnados, cuando se hubiere solicitado en la demanda o cuando proceda de oficio. Artículo 297. La Sala Regional desechará la demanda, cuando: I. No contenga la firma autógrafa o huella digital del promovente; II. Encontrare motivo manifiesto e indudable de improcedencia; o III. En los casos a que se refieren los artículos 293 y 295 de este Código. Artículo 298. Se podrá ampliar la demanda, dentro de los diez días siguientes a aquél en que surta efectos la notificación del acuerdo que admita su contestación, en los siguientes casos: I. Cuando se impugne una negativa ficta; II. Contra el acto principal del que derive el impugnado en la demanda, así como su notificación, cuando se den a conocer en la contestación; III. En los casos previstos por el artículo 44 de este Código; o IV. Cuando con motivo de la contestación, se introduzcan cuestiones que sin violar lo dispuesto por el artículo 303 de este Código no sean conocidas por el actor o demandante al presentar la demanda. En el escrito de ampliación de demanda se deberá señalar el nombre del actor y el juicio en que se actúa, y le serán aplicables en lo conducente, lo dispuesto en el último párrafo de los artículos 293 y 295 de este Código. Artículo 299. El tercero perjudicado, dentro de los quince días siguientes al en que surta efectos la notificación que se le haga de la demanda, podrá apersonarse en juicio, mediante escrito que contendrá los requisitos de la demanda o de la contestación, según sea el caso, así como la justificación de su derecho para intervenir en el asunto. Deberá adjuntar a su escrito, el documento con el que acredite su personería cuando no promueva en nombre propio, las pruebas documentales que ofrezca, el interrogatorio para los testigos y el cuestionario para a los peritos. Es aplicable en lo 100 conducente, lo dispuesto en el último párrafo de los artículos 293 y 295 del presente Código. CAPÍTULO IV DE LA CONTESTACIÓN DE DEMANDA Artículo 300. Admitida la demanda se correrá y traslado de ella a los demandados, emplazándolos para que la contesten dentro de los quince días siguientes a o aquél en que surta efectos el emplazamiento. Cuando fueren varios los demandados, el plazo correrá individualmente. El plazo para la contestación de la ampliación de demanda será de diez días posteriores al en que surta efectos la notificación de dicha ampliación. Si no se produce la contestación dentro del plazo señalado, o esta no se refiere a todos los hechos, se tendrán como ciertos los que el actor impute de manera precisa al demandado, salvo que por las pruebas rendidas o por hechos notorios resulten desvirtuados. Cuando alguna autoridad que deba ser parte en el juicio no fuese señalada por el actor como demandada, de oficio se le correrá traslado de la demanda para que la conteste en el plazo a que se refiere el primer párrafo de este artículo. Artículo 301. La contestación de demanda y su ampliación, expresarán: I. Los incidentes de previo y especial pronunciamiento a que haya lugar; II. Las consideraciones que impidan se emita decisión en cuanto al fondo del asunto, en su caso; III. La referencia concreta a cada uno de los hechos que el demandante le impute de manera expresa, afirmándolos, negándolos, expresando que los ignora por no ser propios o señalando cómo ocurrieron, según sea el caso; IV. Los argumentos que tiendan a demostrar la ineficacia de los conceptos de impugnación del actor; V. Las pruebas que el demandado ofrezca; y VI. Nombre y domicilio del tercero perjudicado, cuando exista y no se haya señalado por el demandante. Artículo 302. El demandado deberá adjuntar a su contestación: I. Una copia de la misma y de los documentos anexos, para cada una de las partes; II. El documento con el que acredite su personería, cuando el demandado sea un particular y no promueva en nombre propio; III. Los documentos que ofrezca como prueba; y IV. El interrogatorio para los testigos y el cuestionario para los peritos o su correspondiente adición, en caso de ofrecimiento de estas pruebas. Artículo 303. En la contestación de la demanda no podrán cambiarse los fundamentos de derecho del acto o resolución impugnados. En caso de resolución negativa ficta, la autoridad expresará los hechos y el derecho en que se apoye la misma. En la contestación de la demanda o antes del cierre de la instrucción, la autoridad demandada podrá allanarse a las pretensiones del demandante o revocar el acto o resolución impugnados. Artículo 304. Se dictará acuerdo sobre la contestación de demanda a más tardar al tercer día siguiente al de su presentación. En el mismo acuerdo se tendrán por admitidas o desechadas las pruebas ofrecidas; se ordenarán, en su caso, las providencias necesarias para su desahogo, señalando el derecho del demandante para ampliar su demanda y las consecuencias de no hacerlo, y se fijará fecha para la audiencia del juicio, la que deberá celebrarse dentro de los treinta días siguientes; o cuarenta y cinco días en el supuesto de ampliación de demanda. ambos plazos contados a partir de la fecha de emisión del acuerdo respectivo. CAPÍTULO V DE LA SUSPENSIÓN DEL ACTO IMPUGNADO Artículo 305. La suspensión del acto impugnado se decretará de oficio o a petición de parte. Sólo procederá la suspensión de oficio cuando se trate de multa excesiva, confiscación de bienes y actos que de llegar a consumarse hicieran imposible restituir al actor en el pleno goce de sus derechos. Esta suspensión se decretará de plano por la Sala Regional, en el mismo acuerdo en que se admita la demanda. En los demás casos, la suspensión podrá solicitarla el actor en el escrito de demanda o 101 en cualquier momento, mientras se encuentre en trámite el juicio contencioso, ante la Sala que conozca del asunto. Cuando se otorgue la suspensión, se comunicará sin demora a la autoridad demandada para su inmediato cumplimiento. Artículo 306. La suspensión tendrá por efecto mantener las cosas en el estado en que se encuentren, en tanto se dicte sentencia. No se otorgará la suspensión si se sigue perjuicio al interés público, si se contravienen disposiciones de orden público o se deja sin materia el juicio. La suspensión podrá concederse con efectos restitutorios siempre que proceda el otorgamiento de la medida cautelar genérica, cuando se trate de actos que afecten a particulares de escasos recursos económicos, o bien, cuando a criterio de la Sala sea necesario otorgarle estos efectos Con el objeto de conservar la materia del litigio o impedir perjuicios irreparables al propio particular. La suspensión podrá ser revocada o modificada por la Sala, en cualquier momento del juicio, previa vista que se conceda a los interesados en un plazo de tres días, si varían las condiciones en las cuales se otorgó. Artículo 307. Tratándose de multas, impuestos, derechos o cualquier otro concepto que de conformidad con las leyes sea considerado crédito fiscal, la Sala podrá conceder la suspensión del procedimiento administrativo de ejecución. Cuando de conformidad con las leyes fuere necesario garantizar el interés fiscal, la suspensión del acto reclamado se concederá, una vez que éste se encuentre debidamente garantizado, en cualquiera de las formas que se establecen en las disposiciones fiscales relativas, a menos que la garantía se hubiese constituido de antemano ante la autoridad demandada. No obstante lo anterior, la Sala que conozca del asunto podrá conceder dicha suspensión sin necesidad de que se garantice el interés fiscal, por notoria insuficiencia económica del demandante. Artículo 308. En los casos en que proceda la suspensión pero pueda ocasionar daños o perjuicios a terceros, se concederá si el actor otorga garantía bastante para reparar el daño e indemnizar los perjuicios que con aquella se causaren, si no obtuviere sentencia favorable en el juicio. Cuando con la suspensión puedan afectarse derechos de terceros no estimables en dinero, la Sala que conozca del asunto fijará discrecionalmente el importe de la garantía. La suspensión otorgada quedará sin efecto si el tercero otorga, a su vez, caución bastante para que las cosas se mantengan en el estado en que se encontraban al momento de la violación y para pagar los daños y perjuicios que sobrevengan al actor, en el caso de que éste obtenga sentencia favorable. Para que surta efecto, la caución que ofrezca el tercero deberá cubrir previamente el costo de la que hubiese otorgado el actor. Artículo 309. En los casos en que la suspensión sea procedente, se concederá en forma que no impida la continuación del procedimiento administrativo en el que se haya emitido el acto impugnado hasta dictarse resolución que ponga fin al mismo, a no ser que la continuación del procedimiento deje irreparablemente consumado el daño o perjuicio que pueda ocasionarse al actor. Artículo 310. El acuerdo en el que se conceda la suspensión del acto impugnado, surtirá sus efectos desde la fecha de su otorgamiento y tendrá vigencia incluso durante la substanciación del recurso de revisión ante la Sala Superior del Tribunal. El acuerdo en que se niegue la suspensión dejará expedita la facultad de la autoridad demandada para la ejecución del acto impugnado, aún cuando se interponga el recurso de revisión; pero si la Sala Superior revoca el acuerdo recurrido y concede la suspensión, esta surtirá sus efectos de manera inmediata. Artículo 311. Para hacer efectivas las garantías otorgadas con motivo de la suspensión, el interesado deberá solicitarlo dentro de los quince días siguientes al en que surta efectos la notificación del auto que declare ejecutoriada la sentencia. La Sala, dentro de los tres días siguientes, dará vista a las demás partes y citará a una audiencia de pruebas y alegatos que deberá celebrarse dentro de los cinco días siguientes, en la que dictará la resolución que corresponda. CAPÍTULO VI DE LOS INCIDENTES 102 Artículo 312. En el juicio contencioso serán de previo y especial pronunciamiento, los incidentes de; I. Incompetencia en razón del territorio; II. Acumulación de autos; III. Nulidad de notificaciones; IV. Interrupción por causa de muerte, disolución, incapacidad o declaratoria de ausencia; y V. Recusación por causa de impedimento. Cuando la promoción del incidente sea frívola o improcedente, se impondrá a quien lo promueva una multa de cincuenta hasta cien días de salario mínimo vigente en la capital del Estado. Artículo 313. Cuando ante una de las Salas Regionales se promueva juicio del que otra deba conocer por razón de territorio, se declarará incompetente de plano y comunicará su resolución a la que en su concepto corresponda ventilar el negocio, enviándole los autos. Si la Sala Regional requerida lo acepta, comunicará su resolución a la requirente y a las partes. En caso de no aceptarlo, hará saber su resolución a la sala requirente ya las partes y remitirá los autos a la Sala Superior, para que ésta determine la Sala Regional que deba conocer del asunto, notificando su decisión a las partes y a las salas respectivas. Cuando una Sala Regional esté conociendo de algún juicio que sea de la competencia de otra, cualesquiera de las partes podrá ocurrir a la Sala Superior, exhibiendo copia certificada de la demanda y de las constancias que estime pertinentes. La Sala Superior resolverá la cuestión de competencia y ordenará la remisión de los autos a la Sala Regional que corresponda. Artículo 314. La Sala Regional acordará la acumulación de los autos de los juicios contenciosos que ante ella se sigan, de oficio o a petición de parte, en los siguientes casos: I. Cuando las partes sean las mismas y se invoquen idénticos agravios; II. Cuando, siendo diferentes las partes e invocándose distintos agravios, el acto impugnado sea uno mismo, o se impugnen varias partes del mismo acto; o III. Independientemente de que las partes y los agravios sean o no diversos, cuando se impugnen actos que sean unos antecedentes o consecuencia de otros. Las solicitudes de acumulación notoriamente infundadas se desecharán de plano. Artículo 315. Las notificaciones dentro del juicio contencioso que no fueren practicadas conforme a lo dispuesto en este Código, serán anulables. En este caso la parte perjudicada podrá pedir que se declare su nulidad dentro de los tres días siguientes a aquél en que tenga conocimiento del acto, ofreciendo las pruebas pertinentes en el mismo escrito en que se promueva el incidente respectivo. Si se admite el incidente de nulidad de notificaciones, la Sala resolverá lo procedente en un plazo de tres días. En el caso de que se declare la nulidad, la Sala ordenará la reposición del procedimiento a partir de la notificación anulada. Artículo 316. La interrupción del juicio contencioso por causa de muerte, disolución, incapacidad o declaratoria de ausencia durará como máximo un año y se sujetará a lo siguiente: I. Se decretará por la Sala a partir de la fecha en que ésta tenga conocimiento de la existencia de alguno de los supuestos a que se refiere este artículo; y II. Si transcurrido el plazo máximo de interrupción, no comparece el albacea, el representante legal o el tutor, la Sala acordará la reanudación del juicio, ordenando que todas las notificaciones se efectúen por estrados al representante de la sucesión o de la liquidación, según sea el caso. Artículo 317. Las partes podrán recusar a los magistrados del Tribunal. cuando estén en alguno de los casos de impedimento a que se refiere el artículo 163 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado. Artículo 318. La recusación de magistrados se promoverá mediante escrito que se presente ante la Sala Regional en que se halle adscrito el magistrado, acompañando las pruebas que se ofrezcan. La Sala Regional, dentro de los cinco días siguientes, enviará al Presidente del Tribunal, el escrito de recusación junto con un informe que el magistrado recusado debe rendir, a fin de que se someta el asunto al conocimiento de la Sala Superior. A falta de informe, se presumirá cierto el impedimento. Si la Sala Superior considera fundada la recusación, el magistrado recusado será sustituido por quien esa designe. Si la recusación se promueve contra algún ma- 103 gistrado de la Sala Superior, éste será sustituido por el secretario de acuerdos del Tribunal. quien integrará Sala para conocer de la recusación y, de resultar esta fundada, sustituirá al magistrado recusado. Los magistrados que conozcan de una recusación serán irrecusables para ese sólo efecto. Artículo 319. Las demás cuestiones que surjan dentro del juicio contencioso se decidirán de plano, salvo las que trasciendan al resultado del juicio, que se resolverán en la sentencia. Tales cuestiones se harán valer a petición de parte interesada dentro de los tres días siguientes a la notificación del acuerdo respectivo. CAPÍTULO VII DE LA AUDIENCIA Artículo 320. La audiencia del juicio tendrá por objeto: I. Desahogar las pruebas admitidas; II. Resolver cualquier cuestión incidental que se plantee en la audiencia; y III. Oír los alegatos. Artículo 321. Abierta la audiencia el día y hora señalados, el secretario de acuerdos llamará a las partes, peritos, testigos y demás personas que por disposición de la ley deban de intervenir en el juicio, y determinará quiénes deban permanecer en el lugar en que se lleve a cabo la diligencia y quiénes en lugar separado para ser introducidos en su oportunidad. La falta de asistencia de las partes no impedirá la celebración de la audiencia. El desahogo de las pruebas admitidas se llevará a cabo de conformidad con lo establecido en este Código. Artículo 322. Concluido el desahogo de las pruebas, las partes podrán alegar en forma escrita o verbal, por sí o por medio de sus apoderados. Los alegatos verbales no podrán exceder de quince minutos por cada una de las partes. Artículo 323. Concluida la audiencia, los autos serán turnados para resolver, lo cual deberá realizarse dentro de los diez días siguientes a la fecha de celebración de la audiencia. Cuando por el número de constancias que deban tomarse en cuenta, no sea posible dictar sentencia dentro del plazo señalado en los términos de este artículo, este podrá ser ampliado hasta por diez días. Artículo 324. En cualquier momento de la tramitación del juicio contencioso, hasta antes del cierre de la instrucción, las partes podrán llegar a arreglos conciliatorios que pongan fin al asunto, siempre que no sean contrarios a las normas. Los convenios respectivos aprobados por el magistrado de la Sala del conocimiento producirán todos los efectos jurídicos inherentes a una sentencia ejecutoria, con autoridad de cosa juzgada. CAPITULO VIII DE LA SENTENCIA Artículo 325. Las sentencias que dicte el Tribunal deberán contener: I. Lugar, fecha y autoridad que la suscribe; II. El análisis de las causales de improcedencia o sobreseimiento del juicio, en su caso; III. La fijación clara y precisa de los puntos controvertidos; IV. El análisis de todas y cada una de las cuestiones planteadas por los interesados, salvo que el estudio de una o algunas sea suficiente para desvirtuar la validez del acto o resolución impugnados; V. El examen y valoración de las pruebas; VI. La mención de las normas que la sustenten; VII. La suplencia de la deficiencia de la queja del particular, en los casos previstos por la ley, pero sin cambiar los hechos planteados por las partes; y VIII. Los puntos resolutivos, en los que se expresarán, según proceda la declaratoria de sobreseimiento del juicio; los actos o resoluciones cuya validez se reconozca o cuya nulidad se declare; la reposición del procedimiento que se ordene; los términos de la modificación del acto o resolución impugnados y la condena que, en su caso, se decrete. Artículo 326. Serán causas de nulidad de los actos o resoluciones impugnados; I. Incompetencia de la autoridad que los haya dictado, ordenado, ejecutado o los trate de ejecutar; II. Omisión de los requisitos formales que legalmente deban revestir los actos o resoluciones, cuando ello afecte las defensas del particular y 104 trascienda al sentido de los mismos; III. Vicios del procedimiento administrativo que afecten las defensas del particular y trasciendan al sentido de los actos o resoluciones; IV. Si los hechos que los motivaron no se realizaron, fueron distintos o se apreciaron en forma equivocada, o bien si se dictaron en contravención de las normas aplicables o se dejaron de aplicar las debidas; y V. Arbitrariedad, desproporción, desigualdad, injusticia manifiesta, desvío de poder o cualquier otra causa similar a éstas. Artículo 327. Las sentencias que declaren la nulidad del acto impugnado precisarán la forma y términos en que las autoridades demandadas deben otorgar o restituir a los particulares en el pleno goce de los derechos afectados. En caso de que en la sentencia se condene al pago de daños y perjuicios que se hayan causado, en forma dolosa o culposa, por la emisión o ejecución del acto anulado, se cuantificará el monto de los mismos, los cuales serán pagados por las autoridades demandadas, sin perjuicio de que estas repitan en contra de los servidores públicos responsables. Artículo 328. Las partes podrán formular excitativa de justicia ante la Sala Superior, si el magistrado de la sala regional no dicta sentencia dentro del plazo legal respectivo. Recibida la excitativa de justicia, el Presidente de la Sala Superior solicitará informe al magistrado que corresponda, quien deberá rendirlo dentro del plazo de tres días. Si se encuentra fundada la excitativa, el Presidente otorgará al magistrado un plazo que no excederá de tres días para que dicte la resolución correspondiente. Artículo 329. Causan ejecutoria las siguientes sentencias: I. Las que no admitan recurso alguno; II. Las que, admitiendo algún recurso, no fueren recurridas, o habiéndolas sido, se haya desechado o hubiese resultado infundado; y III. Las consentidas expresamente por las partes o sus representantes legales. una sentencia favorable al actor, la Sala Regional competente la comunicará por oficio y sin demora alguna, a las autoridades demandadas para su cumplimiento. En el propio oficio en que se haga la notificación a los demandados, se les prevendrá para que informen sobre el cumplimiento que se dé a la sentencia respectiva. Artículo 331. Si dentro de los tres días siguientes a la notificación a los demandados, la sen CAPÍTULO IX DEL CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA Artículo 330. Cuando haya causado ejecutoria 105 tencia no quedare cumplida o no se encontrare en vías de cumplimiento, la Sala Regional competente, de oficio o a petición de parte, solicitará un informe a las autoridades para que manifiesten lo conducente. Se procederá de la misma forma, cuando el actor manifieste que existe defecto o exceso en la ejecución de la sentencia o que se ha repetido el acto impugnado. La Sala Regional resolverá si el demandado ha I cumplido con los términos de la sentencia, si no existe defecto o exceso en la ejecución de la misma o si no se ha repetido el acto impugnado; de lo contrario, la requerirá para que cumpla la decisión respectiva en un plazo de tres días posteriores al en que surta efectos la notificación y previniéndola que, en caso de renuencia, se le impondrá una multa de cincuenta hasta mil días de salario mínimo vigente en la capital del Estado. Cuando la naturaleza del acto lo permita, el magistrado cornisionará al secretario de acuerdos o actuario para que dé cumplimiento a la ejecutoria, en caso de que no lo haga la autoridad en ese plazo. Artículo 332. En el supuesto de que la autoridad o servidor público persistiere en su actitud, la Sala Superior resolverá a instancia de la Sala Regional, solicitar del titular de la autoridad a quien se encuentre subordinado, conmine al servidor público responsable para que dé cumplimiento a las determinaciones del Tribunal, en un plazo de tres días siguientes al en que surta efectos la notificación. Cuando los servidores públicos de la autoridad no tuvieren superior, el requerimiento se hará directamente con ellos. Si no obstante los requerimientos anteriores, no se da cumplimiento a la resolución, la Sala Superior podrá decretar la destitución del servidor público responsable, excepto que goce de fuero. En este último caso, la Sala Superior formulará ante el Congreso del Estado la solicitud de declaración de procedencia, en cuya tramitación y resolución se aplicará la Ley de Responsabilidades. Las autoridades requeridas como superiores jerárquicos incurren en responsabilidad, por falta de cumplimiento de las ejecutorias, en los mismos términos que las autoridades demandadas. Artículo 333. Tratándose de actos de privación de la propiedad de bienes inmuebles, la Sala Superior podrá determinar, de oficio o a petición de cualquiera de las partes, el cumplimiento sustituto de las ejecutorias, mediante el pago del valor comercial de los inmuebles, cuando su ejecución afecte gravemente a la sociedad o a terceros en mayor proporci6n que los beneficios econ6micos que pudiera obtener el actor. Artículo 334. No podrá archivarse ningún juicio contencioso sin que se haya cumplido enteramente la sentencia ejecutoria en que se haya declarado la nulidad del acto o resolución impugnados. Artículo 335. Las disposiciones anteriores se aplicarán en lo conducente cuando no se dé cumplimiento, se viole o exista exceso o defecto en la ejecución del acuerdo de suspensión que se hubiere decretado respecto del acto o resoluci6n impugnados. CAPÍTULO X DE LOS RECURSOS Artículo 336. En contra de las resoluciones dictadas en el juicio contencioso administrativo podrán interponerse los siguientes recursos: I. Reclamación; II. Queja; y III. Revisión. Artículo 337. El recurso de reclamación tiene por objeto que las Salas Regionales o la Sala Superior revoquen, modifiquen o confirmen sus propios acuerdos. Artículo 338. El recurso de reclamación es procedente en contra de acuerdos de trámite dictados por el Presidente del Tribunal, así como en contra de aquellos pronunciados por las Salas Regionales que: I. Desechen la demanda; II. Desechen la contestación de la demanda; III. Denieguen la intervención del tercero perjudicado; IV. Concedan o nieguen la suspensión o señalen el monto de las fianzas o contrafianzas; o V. Desechen las pruebas ofrecidas hasta antes de la celebración de la audiencia del juicio. Artículo 339. El recurso de reclamación se interpondrá por escrito, con expresión de agravios y acompañando las copias respectivas para cada una de las partes, dentro del plazo de tres días, contados a partir del siguientes al en que surta efectos la notificación del acuerdo recurrido, 106 ante la Sala Superior o la Sala Regional, según corresponda. Artículo 340. El recurso se substanciará con vista a las demás partes, por un plazo común de tres días, para que expresen lo que a su derecho convenga. Transcurrido dicho plazo y sin más trámite se resolverá en tres días. Artículo 341. El recurso de queja es procedente: I. Contra actos de las autoridades por exceso o defecto en la ejecución del auto en el que se haya concedido la suspensión del acto o procedimiento impugnado; II. Contra actos de las autoridades por exceso o defecto en la ejecución de las sentencias del Tribunal que hayan declarado fundada la pretensión del actor; o III. Contra actos de las autoridades tendentes a repetir el acto o procedimiento anulado. Artículo 342. El recurso de queja deberá interponerse por escrito, ante la Sala que conozca o hubiere conocido del juicio, dentro de un plazo de tres días contados a partir del día siguiente al en que surta sus efectos la notificación de la resolución recurrida, acompañando una copia del recurso por cada una de las partes. Artículo 343. Admitido el recurso, la Sala requerirá a la autoridad contra la que se hubiere interpuesto, para que rinda un informe con justificación sobre la materia de la queja, dentro de un plazo de tres días y dentro de los tres días siguientes dictará la resolución que proceda. La falta de informes establece la presunción de ser ciertos los hechos que el interesado le impute a las autoridades. En este supuesto, las autoridades omisas se harán acreedoras a una multa de cincuenta a cien días de salario mínimo vigente en la capital del Estado, que impondrá de plano la Sala que conozca de la queja al resolver el recurso. Artículo 344. El recurso de revisión es procedente contra las resoluciones pronunciadas por las Salas Regionales que: I. Decreten o nieguen el sobreseimiento del juicio; II. Decidan la cuestión planteada, por violaciones cometidas en ellas o durante el procedimiento del juicio, en este último caso, cuando hayan dejado sin defensa al recurrente y trasciendan al sentido de la sentencia; o III. Pongan fin al procedimiento de ejecución de la sentencia. Artículo 345. El recurso de revisión podrá ser interpuesto por cualquiera de las partes, con expresión de agravios, dentro del plazo de cinco días siguientes al en que surta efectos la notificación de la resolución que se impugne. Se presentará ante la Sala Regional correspondiente para su remisión y posterior resolución de la Sala Superior. De ser procedente el recurso, el Presidente de la Sala Superior designará a un magistrado ponente y mandará correr traslado del mismo a las demás partes por el plazo de cinco días posteriores al en que surta efectos la notificación, para que expongan lo que a su derecho convenga. Vencido dicho plazo, el magistrado ponente formulará el proyecto de resolución y dará cuenta del mismo a la Sala Superior en un plazo de diez días, la cual dictará la resolución respectiva dentro de los cinco días siguientes. Artículo 346. Las partes podrán formular excitativa de justicia ante la Sala Superior, si el magistrado ponente no formula el proyecto de resolución del recurso de revisión dentro del plazo legal respectivo. El Presidente de la Sala Superior examinará dicha excitativa y si la encuentra fundada, otorgará un plazo que no excederá de tres días para que el magistrado presente el proyecto correspondiente. Artículo 347. Para la resolución del recurso de revisión se observará lo siguiente: I. Si se considera infundada alguna causal de sobreseimiento del juicio, se modificará esta resolución cuando apareciere probado otro motivo legal para ello, o bien se revocará la determinación, para emitir sentencia en la que decida la cuestión planteada; II. Si se acreditan violaciones cometidas durante el procedimiento del juicio, que hayan dejando sin defensa al recurrente y trasciendan al sentido de las sentencias, se revocarán éstas y se mandará reponer el procedimiento; III. Cuando se estimen fundados los agravios en los que se sostenga que se omitió el análisis de determinados argumentos o la valoración de algunas pruebas, se realizará el estudio de unos 107 y de otras; IV. Sólo se tomarán en consideración las pruebas que se hubiesen aportado en el juicio respectivo, salvo que no se haya tenido la oportunidad procesal para rendirlas; y V. Se suplirá la deficiencia de los agravios del particular demandante, en los casos previstos por la ley. TRANSITORIOS Primero. El presente Código iniciará su vigencia el día uno de mayo del año dos mil uno. Segundo. Se abroga la Ley de Justicia Administrativa para el Estado de Veracruz-Llave, de fecha catorce de febrero de mil novecientos ochenta y nueve. Tercero. En los procedimientos administrativos que se encuentren en trámite, el interesado podrá optar por su continuación conforme a las disposiciones aplicables en el momento de su inicio o a las de este Código. Cuarto. Los recursos administrativos y juicios contenciosos que se encuentren en trámite a la vigencia de este ordenamiento, se substanciarán y resolverán de conformidad con lo establecido en las normas aplicables al momento de su inicio. Quinto. Se derogan todas las disposiciones que se opongan a lo previsto por este Código. Dado en el salón de sesiones de la H. LIX Legislatura del Congreso del estado, en la ciudad de Xalapa- Enríquez, Veracruz, a los dieciocho días del mes de enero del año dos mil uno. Alfonso Gutiérrez de Velasco Oliver, diputado presidente.-Rúbrica. José Luis Salas Torres, diputado secretario.-Rúbrica. 108 JURISPRUDENCIA Y TESIS AISLADAS MATERIA CIVIL ALBACEA, REVOCACION DEL CARGO DE, POR VOTO MAYORITARIO DE LOS HEREDEROS. Si bien es cierto que de la lectura de los artículos 1678, fracción VI y 1679 del Código Civil del Estado de Veracruz, no se desprende de manera textual que la revocación del nombramiento de albacea deba hacerse por mayoría o unanimidad de votos de los herederos; no menos cierto resulta que se estime que la intención del legislador fue la de establecer la facultad de los herederos de revocar el cargo de albacea, y que si por disposición de la ley, prevista en el precepto 1615 del aludido Código Civil local, que a la letra dice: “Cuando el testador no hubiera designado albacea o el nombrado no desempeñare el cargo, los herederos elegirán albacea por mayoría de votos...”, los herederos pueden elegir albacea por mayoría de votos, es dable aceptar que también esa mayoría puede revocar tal nombramiento; de ahí que de una correcta interpretación de los numerales mencionados, sea innecesaria la unanimidad de votos por parte de los herederos para la procedencia de la revocación de albacea, pues de aceptarse tal unanimidad se requeriría también del voto del albacea que se niega a ser destituido de su cargo, quien obviamente votaría en contra, por lo que nunca operaría la revocación; en tales condiciones es correcto que la revocación del albacea debe llevarse a cabo por el voto mayoritario de los herederos. Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del séptimo Circuito. PRECEDENTES: Amparo en revisión civil 791/2000.- Mario Alarcón Gutiérrez.- 18 de octubre del 2000.Unanimidad de votos.- Ponente: Magdo. Lic. Clemente Gerardo Ochoa Cantú.- Secretaria: Lic. Anastacia Dorantes Herbert. PRESCRIPCION. EL RECONOCIMIENTO EXPRESO, DE PALABRA O POR ESCRITO, O TACITAMENTE POR HECHOS INDUDABLES, DEL DERECHO DE LA PERSONA CONTRA QUIEN PRESCRIBE, LA INTERRUMPE. El artículo 1201 fracción III del Código Civil para el Estado de Veracruz establece que la prescripción se interrumpe cuando la persona a cuyo favor corre ésta reconozca expresamente, de palabra o por escrito, o tácitamente por hechos indudables, el derecho de la persona contra quien prescribe; de donde se desprende que si en diversos judicios civiles sobre petición de herencia, en los que no se entró al estudio de las acciones y excepciones hechas valer debido a que no se integró la relación jurídica procesal, la parte demandada reconoció que la actora es hija del cujus y por tanto aceptó el derecho a heredarlo, dicho reconocimiento expreso y judicial interrumpe el término prescriptivo de diez años para ejercitar la aludida acción, el cual volvió a iniciarse desde el día en que se hiciera ese reconocimiento, según lo dispuesto en el último párrafo de la fracción III del artículo 1201 invocado; en la inteligencia de que las causas que interrumpen la prescripción respecto de uno de los deudores (demandados) solidarios, la interrumpen respecto de los otros, conforme al numeral 1202 ibidem. Primer Tribunal Colegiado del Séptimo Circuito. PRECEDENTES: Amparo directo civil 20/2001.- Maricela Sánchez Oliveros.- 14 de febrero del 2001.- Unanimidad de votos.- Ponente: Magdo. Lic. Amado Guerrero Alvarado.- Secretario: Lic. José angel Ramos Bonifaz. PRESCRIPCION. LA PRESENTACION DE DEMANDA LA INTERRUMPE, AUN CUANDO NO SE HAYA RESUELTO EL FONDO DEL ASUNTO POR NO INTEGRARSE LA RELACION JURIDICA PROCESAL. La interpretación armónica y hermeneutica de los artículos 211 fracción I del Código de Pro- 111 cedimientos Civiles y 1201 fracción II, párrafo inicial, del Código Civil ambos del Estado de Veracruz, conlleva a concluir que aún cuando no se integre la relación jurídica procesal, basta la presentación de la demanda, ante autoridad judicial competente, así como su notificación a la contraparte, para interrumpir la prescripción de la acción ejercitada, ello en virtud de constituir una clara manifestación del interés que tiene la parte actora de que se le reconozcan sus pretenciones y en su caso, de que se le satisfagan por el demandado; y aunque el segundo de los artículos citados en su parte final establezca, como caso de excepción que lo anterior no opera cuando fuese “desestimada” la demanda, cabe precisar que gramaticamente este término significa tener en poco, desechar, denegar, o no recoger un juez o tribunal las peticiones de una o de ambas partes; de ahí que para considerar desestimada una demanda cuando no se integra la relación jurídica procesal civil, previo trámite del procedimiento correspondiente la sentencia que lo concluye forzosamente debe ser aquella que decida el negocio en lo principal, ocupandose para ello de la litis planteada mediante las acciones deducidas y las excepciones opuestas y respecto de la cual la ley común no conceda ningún recurso ordinario por virtud del cual pueda ser modificada o revocada, ya condenando o absolviéndolo, según proceda, en forma tal que la litis quede definitivamente juzgada, ya que el artículo 216 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Veracruz estatuye que cuando en la resolución que ponga fin el proceso se declare procedente una excepción dilatoria, previa o procesal que no hubiere sido resuelta en la audiencia prevista en el artículo 219 de ése Código, o hubiere ausencia de un presupuesto procesal, o no se hubiere emplazado legalmente a alguna de las partes, o no estuviere debidamente integrada la relación jurídica procesal, se abstendrá el juez o tribunal de fallar la cuestión principal y hará reserva de los derechos de las partes. Es decir que la falta de la integración de la relación jurídica procesal solo tiene por efecto el de absolver de la instancia, o sea, dejar a salvo los derechos de los contendientes, dado que esa excepción no destruye la acción, por ser su efecto dilatorio únicamente; de ahí que ese supuesto no pueda jurídicamente tenerse por desestimada la acción ejercitada y menos que no se interrumpiera el término de la prescripción de ésta. Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito. PRECEDENTES: Amparo directo civil 20/2001.- Maricela Sánchez Oliveros.- 14 de febrero del 2001.- Unanimidad de votos.- Ponente: Magdo. Lic. Amado Guerrero Alvarado.- Secretario: Lic. José Angel Ramos Bonifaz. ARRENDAMIENTO. TACITA RECONDUCCION, SU INOPERANCIA. (LEGISLACION DE VERACRUZ). El hecho de que la demanda de terminación del contrato de arrendamiento se haya promovido con posterioridad al término de diez días, no implica que por ello opere la tácita reconducción, ya que si bien la demanda constituye la más clara prueba de oposición, no es la única, puesto que la misma puede manifestarse en cualquier forma, al no existir alguna previamente establecida o regulada por la ley, tal como se observa de los numerales 2419 y 2420 del Código Civil veracruzano, que para mayor claridad se trascriben: “2419.- Si después de terminado el arrendamiento y su prórroga, si la hubo, continúa el arrendatario sin oposición en el goce y uso del precio, y éste es rústico, se entenderá renovado el contrato por otro año”; y, 2420.- En el caso 112 del artículo anterior si el predio fuere urbano, el arrendamiento continuará por tiempo indefinido, y el arrendatario deberá pagar la renta que corresponde al tiempo que exceda al del contrato, con arreglo a lo que pagaba”; de ahí que, si en la especie, se dio aviso al arrendatario dentro del lapso de diez dias después del vencimiento del contrato, de que era voluntad del arrendador dar por terminado éste, ello constituye una evidente renuencia a que subsista la relación arrendaticia y es suficiente para que no se actualice la figura jurídica de la tácita reconducción en favor del inquilino. Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito. PRECEDENTES: Amparo directo civil 1527/2000.- Rosa Alarcón Grajales y otro.- 14 de febrero del 2001.Unanimidad de votos.- Ponente: Mgdo. Licc. Clemente G. Ochoa Cantú.- Secretaria: Lic. Anstasia Dorantes Herbert. PENSIÓN ALIMENTICIA. SU MONTO RESULTA CORRECTO TOMANDO COMO BASE LA TOTALIDAD DE LAS PERCEPCIONES DEL DEUDOR ALIMENTARlO, DISMINUYENDO DEDUCCIONES DE CARÁCTER LEGAL (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE VERACRUZ) .-El artículo 242 del Código Civil del Estado establece que los alimentos han de ser proporcionados a la posibilidad del que debe darlos y a la necesidad del que debe recibirlos; por su parte, el diverso 210 del Código de Procedimientos Civiles local prevé la reclamación sobre la pensión alimenticia provisional fijada por la autoridad competente; de la interpretación armónica de esos preceptos se obtiene que el monto de la pensión sólo resulta correcto si se señala como tal la cantidad o porcentaje que corresponda, tomando como base la totalidad de las percepciones que el deudor alimentario perciba, disminuyendo deducciones de carácter legal no derivadas de obligaciones personales impuestas al deudor alimentario como podrían ser, entre otros, el impuesto al ingreso por trabajo realizado. Por lo tanto, los derechos personales derivados de las necesidades alimentarias, deben ser calculados del monto total de las percepciones de carácter permanente. Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito. VII.3o.C.13 C Amparo en revisión 22/2001.-Gloria Olmedo Bautista. por su propio derecho y en representación de su menor hija Silvia Carreón Olmedo-15 de febrero de 2001.- Mayoría de votos.-Disidente. José de Jesús López Arias.-Ponente de la mayoría. Hugo Arturo Baizábal Maldonado, con el Voto particular del Magistrado José de Jesús López Arias. REGISTRO PÚBLICO. RESULTA ILEGAL LA INMOVILIZACIÓN DE TRÁMITES ADMINISTRATIVOS ORDENADA POR UN ÓRGANO JURISDICCIONAL ANTE ÉL (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE VERACRUZ) .Una correcta interpretación de los artículos 2935, fracción 1, 2943, 2944, 2945,2946 y 2947 del Código Civil para la entidad, permite concluir que entre las obligaciones del encargado del Registro Público de la Propiedad está, entre otras, la de inscribir los títulos por los cuales se adquiere, transmite, modifica, grava o extingue el dominio, la posesión o los demás derechos reales sobre inmuebles, cuando se reúnan los requisitos que la propia ley señala; en esas condiciones, resulta ilegal el mandato del órgano jurisdiccional que ordena la inmovilización de cualquier trámite administrativo ante dicha dependencia, porque ello se aparta de lo dispuesto por los mencionados numerales, ya que sólo está facultado para ordenar la anotación marginal correspondiente en la. inscripción del inmueble que aparece en los registros de la misma, con la finalidad de que terceras personas puedan enterarse de la situación que prevalece respecto de dicho bien. Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Septimo Circuito. VII.2o.C.73 C 113 Amparo en revisión 908/2000.-Ramiro Sánchez Galindo.-15 de enero de 200n - Unanimidad de votos.-Ponente: Mario Galindo Arizmendi.Secretaria. Martha Reyes Peña. 114 MATERIA MERCANTIL GASTOS Y COSTAS EN EL INCIDENTE DE LIQUIDACION DE SENTENCIA EN JUICIO EJECUTIVO MERCANTIL, PARA SU CONDENA DEBE ESTARSE AL PRINCIPIO DE TEMERIDAD O MALA FE Y NO AL DE VENCIMIENTO. El artículo 1084 del Código de Comercio señala que la condenación en costas se hará cuando así lo prevenga la ley, o cuando a juicio del Juez se haya procedimdo con temeridad o mala fe; y su fracción III estatuye que siempre será condenado el que fuese vencido en juicio ejecutivo y el que lo intente si no obtiene sentencia favorable. Del análisis de la fracción anterior se desprende que las costas a que se refiere, son aquellas que se originaron en el juicio ejecutivo mercantil, sin que en la misma se haga alusión a los incidentes promovidos después de concluido el juicio. empero, en materia mercantil se sigue un sistema doble para determinar la procedencia de la condena al pago de costas en los juicios ejecutivos, que incluyen los incidentes, el primero es un criterio subjetivo, que se funda en la temeridad y mala fe del que litiga, a sabiendas de que carece de razón, conducta que se sanciona obligando a pagar a la contraria los gastos que le ocasionó el juicio; y el segundo es un criterio objetivo que establece, como regla general, que el vencido debe pagar las costas, independientemente de que su conducta haya sido de buena o mala fe, temeraria o no, representando esto una indemnización debida al vencedor de los gastos que al obligarlo a litigar, le ha ocasionado el vencido, por lo que la teoría del vencimiento regulada en la citada fracción III sólo es operante en la hipótesis de que exista sentencia de condena en juicio ejecutivo, o cuando se intenta éste y no se obtiene sentencia favorable. Sin embargo, para determinar si en el incidente de mérito, que se promovió después de dictada la sentencia,debe condenarse o no al vencedor al pago de gastos y costas respectivo, es pertinente que el Juez analice si el incidentista obró con temeridad o mala fe al promoverlo, pero partiendo de la base de que éste por tener derecho a ello, no lo hace con el propósito de causar molestias a su contraparte sin fundamento legal alguno. Primero Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito. PRECEDENTES: Amparo en revisión civil 971/2000.Leticia Méndez Conde.- 29 de noviembre del 2000.- Unanimidad de votos.- Ponente: Mgdo. Lic. Amado guerrero Alvarado.- Secretario: José Angel Ramos Bonifaz. 116 INCIDENTE DE LIQUIDACION DE SENTENCIA. EL PROMOVENTE NO ACTUA EN FORMA TEMERARIA Y DE MALA FE, TODA VEZ QUE SE FUNDA EN SENTENCIA QUE LE ES FAVORABLE. Al formular su planilla de liquidación respectiva con base en la sentencia que le es favorable, el promovente por lo general lo hace con total ausencia de una conducta procesal temeraria o dolosa, por ser el principal interesado en que aquélla esté ajustada a la sentencia condenatoria a ejecutar, a fin de que sea aprobada judicialmente desde su primera exhibición. El hecho de que esto último no lo logre, tampoco conlleva a que sea condenado en costas, en virtud de que de acuerdo a lo que señala el artículo 1348 del Código de Comercio se trata de un procedimiento sencillo y rápido en que el juez fallará lo que en derecho corresponda; por lo tanto, es lógico y jurídico concluir que en dicho incidente no opere la condena en costas, ni contra el actor cuando no se le aprueba su planilla, a pesar de su derecho a ello, ni contra el demandado cuando es lo contrario, a pesar de que en esta segunda hipótesis el demandante se ve obligado procesalmente a llegar a tramitar esa vía incidental para obtener el pago de lo que se le debe, ante la conducta de impago de su contrario, aun después de haber sido oído y vencido en el juicio, dado que en ese tipo de incidente lo único a determinar es la cantidad líquida o precisa por la cual debe ejecurarse la sentencia; liquidéz o precisión en la que el juez del proceso debe vigilar que sea por la cantidad que en realidad es, mas no necesariamente por la que proponga la parte vencedora. Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito. PRECEDENTES: Amparo en revisión civil 971/2000. Leticia Méndez Conde.- 29 de noviembre del 2000.- Unanimidad de votos.- Ponente: Mgdo. Lic. Amado Guerrero Alvarado.- Secretario: Lic. José Angel Ramos Bonifaz. 117 CONTRATO DE CRÉDITO. VENCIMIENTO ANTICIPADO DEL. SU AVISO POR ESCRITO AL ACREDITADO NO CONSTITUYE UN REQUISITO DE PROCEDIBILIDAD DE DICHA ACCIÓN, SI ELLO NO FUE PUNTO EXPRESAMENTE CONVENIDO POR LAS PARTES EN LA ESTIPULACIÓN RELATIVA A LAS CAUSAS QUE LO MOTIVARÍAN (APLICACIÓN SUPLETORIA DE LOS ARTÍCULOS 78 DEL CÓDIGO DE COMERCIO y 1851 A 1859 DEL CÓDIGO CIVIL FEDERAL A LA LEY GENERAL DE TÍTULOS Y OPERACIONES DE CRÉDITO).-Aun cuando en el contrato de crédito en que se funde la acción de vencimiento anticipado, aparezca que en una de sus cláusulas se convino que el banco quedaría facultado para restringir el importe del crédito o el plazo para hacer uso del mismo, o ambos, o para denunciar el contrato en cualquier tiempo, mediante aviso dado al acreditado por escrito con acuse de recibo o ante fedatario. a elección de la institución bancaria, pero esa convención no se pactó en la diversa estipulación donde se consignó la potestad de dicha acreedora para dar por vencido anticipadamente el crédito. cuando el acreditado incumpliera con alguna de las obligaciones asumidas de su parte en el referido acuerdo de voluntades, es claro que en este último caso no cobra aplicación lo relativo al aviso a que se refiere la cláusula primeramente citada. Ello es así, porque siguiendo las reglas que sobre interpretación de los contratos establece el artículo 78 del Código de Comercio, así como los diversos 1851 a 1859 del Código Civil Federal, supletorios a la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, conforme a su artículo 20, las cláusulas de tales acuerdos deben interpretarse de manera literal y en forma aislada en tanto que su contenido es diferente y no deja lugar a dudas, toda vez que si las partes en los contratos mercantiles se obligan en la manera y términos que aparezca que quisieron hacerlo, sin que la validez del acto dependa de la observancia de formalidades o requisitos determinados, debe entenderse, respecto de la primera cláusula cita- da. que su hipótesis sólo se estableció para cuando el banco pretendiera restringir el importe del crédito o el plazo del mismo, o ambos, o para de- nunciar el contrato, pero por voluntad propia y de manera unilateral, es decir, sin haber mediado causa imputable al acreditado, razón por la que el contenido de esta cláusula no puede interpretarse de manera conjunta y hacerse extensivo al caso del vencimiento anticipado del crédito, en el que sólo basta que el acreditado incurra en alguna de las causas de incumplimiento que para el efecto convinieron las partes, sin que sea necesario el aviso o notificación respectivo, pues ello no constituye un requisito de procedibilidad para demandar judicialmente el vencimiento anticipado del crédito de que se trate, al no haber sido establecido como una formalidad en el contrato. 1a./J. 35/2001 Contradicción de tesis 55/99-PS.-Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales Colegiados del Décimo Primer Circuito.-21 de febrero de 2001.- Mayoría de tres votos.-Disidentes: Humberto Román Palacios y José de Jesús Gudiño Pelayo.-Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas.-secretario: Carlos Mena Adame. Tesis de jurisprudencia 35/2001.-Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de veintitrés de mayo de dos mil uno, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros. presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva Meza y Oiga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Juventino V. Castro y Castro. 118 MATERIA PENAL CAREOS. SU CELEBRACIÓN PUEDE VERIFICARSE A PETICIÓN DEL DEFENSOR.-EI artículo 20, fracción IV; de la Constitución Federal, establece: «En todo proceso de orden penal, tendrá el inculpado las siguientes garantías: ...IV. Siempre que lo solicite. será careado en presencia del Juez con quienes depongan en su contra.». Por su parte, el artículo 323 del Código de Procedimientos Penales del Estado de Chihuahua, dispone: «Cuando exista contradicción entre las declaraciones de las personas podrá practicarse careo entre ellas, que se repetirá cuando surjan nuevos puntos de discrepancia o cuando el tribunal lo considere oportuno. Sólo cuando lo solicite el inculpado se le careará con quienes declararon en su contra.». Ahora bien, atendiendo a que por su naturaleza jurídica el careo constitucional es un derecho fundamental a la defensa de todo inculpado, que le permite conocer a las personas que deponen en su contra para estar en la posibilidad jurídica de refutarles sus imputaciones y de interrogarlos, y de esta manera ejercer su derecho de defensa, la interpretación de los preceptos anteriormente citados no debe ser en el sentido de que tales careos tienen que ser solicitados, exclusivamente, por el procesado o inculpado, pues no es ese el alcance de ambos preceptos, al establecer de manera similar que sólo cuando lo solicite el inculpado será careado con quienes declaren en su contra, sino que ese aspecto sólo debe entenderse referido a que los careos no pueden celebrarse en forma oficiosa, por parte del Juez o a petición del agente del Ministerio Público, como parte en el proceso, en tanto que sólo procede su celebración a petición del inculpado o procesado, por sí, o por conducto de su defensor. porque sólo a dicha parte le corresponde el derecho de que se celebren. Primer Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo Circuito. XVII.1o.6 P Amparo directo 800/2000-15 de febrero de 2001.Unanimidad de votos.-Ponente. Manuel Armando Juárez Morales-Secretaria. Lilia Isabel Barajas Garibay. ACCIÓN PENAL. ES PROCEDENTE EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO EN CONTRA DE LA ABSTENCIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO DE PRONUNCIARSE SOBRE EL EJERCICIO O NO EJERCICIO DE AQUÉLLA.-EI Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido el criterio de que el juicio de amparo indirecto es procedente en contra de las determinaciones del Ministerio Público sobre el no ejercicio o desistimiento de la acción penal, mientras no se establezca el medio ordinario de impugnación en la vía jurisdiccional. Ahora bien, dicha procedencia debe hacerse extensiva en contra de la abstención del representante social de pronunciarse sobre los resultados que arroje la averiguación previa, en virtud de que tal omisión tiene los mismos o más graves efectos, que los de una resolución expresa de no ejercicio o desistimiento. Esto es así, porque el gobernado queda en completo estado de incertidumbre e inseguridad jurídica con respecto a la persecución de los presuntos delitos por él denunciados, situación que precisamente quiso evitar el Constituyente Permanente al propugnar por la reforma del cuarto párrafo del artículo 21 de la Constitución Federal, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 31 de diciembre de 1994. En consecuencia, para hacer efectivo el propósito del Constituyente Permanente, consistente en procurar que las denuncias sean atendidas y que el Ministerio Público ejercite las funciones de investigación que le encomienda la ley, resulta procedente otorgar a los particulares el derecho de recurrir la omisión de éste de emitir algún pronunciamiento como resultado de la averiguación previa, a través del juicio de amparo indirecto, hasta en tanto no se establezca el medio ordinario de impugnación; pues, de lo contrario, en nada beneficiaría al gobernado contar con el derecho de impugnar la resolución expresa de no ejercicio de la acción penal, si no cuenta con la facultad de exigir su emisión. 1a./J. 16/2001. Contradicción de Tesis 35/99.- Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito y por el Segundo Tribunal Colegiado 120 Noveno Circuito.- 17 de enero de 2001.- Cinco votos.- Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo.Secretario: Miguel Angel Ramírez González. Tesis de jurisprudencia 16/2001.- Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de diecisiete de abril de dos mil uno, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros: presidente José de jesús Gudiño Pelayo, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez cordero de García Villegas. TERMINO CONSTITUCIONAL. DUPLICIDAD. EL JUEZ DE LA CAUSA PUEDE RESOLVER LA SITUACIÓN JURÍDICA DEL INICIADO ANTES DE QUE CONCLUYA LA AMPLIACIÓN SOLICITADA, SI ÉSTE NO OFRECE PRUEBAS (LEGISLACIÓN DEL ISTADO DE CHIHUAHUA).-De conformidad con el artículo 19 de la Constitución Federal, ninguna detención debe exceder de setenta y dos horas desde que el inculpado quede a disposición del tribunal de la causa, lo que constituye una garantía constitucional, que el artículo 179 del Código de Procedimientos Penales del Estado, no sólo reproduce, sino que la amplía, por lo que el Juez de la causa está obligado a respetar el derecho a solicitar esa ampliación del término, con el objeto de que los indiciados ofrezcan pruebas y aleguen en su defensa, siendo que lo primero se debe realizar con tal oportunidad que permita su preparación y desahogo, pues no debe olvidarse que el Juez no puede excederse del término legal ampliado de ciento cuarenta y cuatro horas para resolver la situación jurídica, por lo que resulta evidente que si los indiciados, a pesar de que solicitaron la duplicidad del plazo constitucional, no ofrecieron prueba alguna, el Juez de la causa estuvo en lo justo al haber resuelto la situación jurídica de aquellos, mediante el dictado del auto de formal prisión, pues no existía justificación constitucional , ni legal para que el juzgador retardara el pronunciamiento de esa determinación. REINCIDENCIA. NO EXISTE EN LOS DELITOS CULPOSOS O IMPRUDENCIALES (LEGISLACION DEL ESTADO DE VERACRUZ).- De conformidad con lo dispuesto por el artículo 69 del Código Penal para el Estado, al reincidente se le aplicará la sanción que le corresponda por el último delito cometido, la que podrá aumentarse hasta 121 Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo Circuito. XVII.2o.35 P. Amparo en revisión 4092000-10 de febrero de 2001.-Unanimidad de votos.- Ponente. Gerardo Dávila Gaona-Secretario: Hilario B. García Rivera. COMPARECENCIA, ORDEN DE. SU LIBRAMIENTO DEBE SER NOTIFICADO PERSONALMENTE AL INDICIADO EN VEZ DE LIBRAR OFICIO AL MINISTERIO PUBLICO PARA SU CUMPLIMIENTO (LEGISLACION DEL ESTADO DE VERACRUZ).- En tratándose de delitos que se sancionan con pena alternativa y sólo ameritan orden de comparecencia para que el indiciado concurra a declarar en formal preparatoria, el Juez de la causa penal debe señalar hora y fecha para la práctica de la citada diligencia y, previa notificación personal, aquél esté en posibilidad de comparecer voluntariamente a cumplir con el mandato judicial, sin que proceda girar oficio al Ministerio Público para que ejecute esa orden. Lo anterior, toda vez que desde el punto de vista formal la orden de comparecencia tiene como finalidad que el indiciado concurra ante el a quo a declarar en preparatoria, lo que desde el punto de vista material constituye un verdadero acto de molestia, cuando la forma en que se ordena su presentación es mediante su detención, porque trae como consecuencia que, aun cuando sea momentáneamente, se restrinja su libertad, lo cual contraviene la garantía de legalidad jurídica que establece el artículo 16 constitucional; máxime que en los artículos 77 al 87 del capítulo IX, título primero, del Código de Procedimientos Penales del Estado, se establecen las reglas específicas que los juzgadores deben cumplir al ordenar la citación de las personas obligadas a presentarse a declarar ante los tribunales o ante el Ministerio Público, como lo es una orden de comparecencia. Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo Circuito. VII.1o.P.129 P Amparo en revisión 259/2000.-17 de agosto de 2000.- Unanimidad de votos.-Ponente: Sofía Virgen Avendaño.- Secretario: Marco Antonio Ovando Santos. Amparo en revisión 477/2000.-10 de enero 2001. Unanimidad de votos.-Ponente: Heriberto Sánchez Vargas.- Secretario: Isaias N. Oficial Juesca. 122 HOMICIDIO CULPOSO (TRANSPORTE PUBLICO). NO DEBE CONSIDERARSE GRAVE EN TERMINOS DE LA FRACCION II DEL ARTICULO 13 DEL CODIGO PENAL PARA EL ESTADO DE VERACRUZ, SI EL SUJETO ACTIVO NO PRESTO EL SERVICIO A CAMBIO DE UNA REMUNERACION.- No debe considerarse como delito grave culposo en términos de lo dispuesto por el artículo 13, fracción II, del Código Penal para el Estado, el homicidio de más de una persona, a consecuencia de la conducta culposa del acusado, consistente en conducir sin la debida precaución, un vehículo destinado al servicio público de pasajeros en la modalidad de taxi, si de autos quedó acreditado que el activo del ilícito no prestó ese servicio a cambio de una remuneración, sino que como en el presente caso, se advierte que por distinta razón a la económica, trasladó a más de dos personas, de un lugar a otro. Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo Circuito. VII. 1o. P. 126 P Amparo en revisión 411/2000.- 25 de octubre de 2000.- Unanimidad de votos.- Ponente: Sofía Virgen Avendaño.- Secretario: María de Jesús Ruiz Marinero. 123 el máximo de treinta años de prisión, según el grado de peligrosidad que revele. La interpretación jurídica del citado precepto legal permite concluir que sólo se refiere a los delitos dolosos o intencionales y excluye a los culposos o imprudenciales, pues respecto de éstos debe tomarse en consideración la mayor o menor gravedad de la culpa en que se haya incurrido, por lo que si, como aconteció en el caso, la autoridad responsable consideró reincidente al quejosos y aumentó la penalidad por tal concepto, con base en que se le sentenció en diverso proceso penal por el delito de daños culposos, tal consideración carece de fundamento legal y es violatoria de la garantía de la exacta aplicación de la ley tutelada por el artículo 14 constitucional. Primer Tribuna Colegiado en Materia Penal del Séptimo Circuito. VII.1o.P.132P Amparo directo 75/2001.- 22 de marzo de 2001.Unanimidad de votos.- Ponente. Sofía Virgen Avendaño.- Secretario: Marco Antonio Ovando Santos. AVERIGUACIÓN PREVIA. SU ACCESO A ELLA POR PARTE DEL INCULPADO NO IMPLICA EL DERECHO A QUE SE LE EXPIDAN COPIAS CERTIFICADAS DE LA MISMA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE VERACRUZ). De conformidad con lo dispuesto por el articulo 128, párrafo quinto, de la ley procesal de la entidad, a las actuaciones de averiguación previa «sólo podrán tener acceso» el inculpado, su defensor, la víctima u ofendido y su representante legal, esto es, para imponerse de esas actuaciones y tornar los datos que estimen necesarios en relación únicamente con los hechos que estén relacionados con los mismos, pero no para que se le expidan copias o constancias de dicha averiguación, sin que esto signifique que al quejoso se le deje en estado de indefensión, habida cuenta de que no es ajeno al expediente. Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo Circuito. Amparo en revisión 288/99. Manuel Muñoz Vaquier. 20 de septiembre de 1999. Unanimidad de votos. Ponente; Heriberto Sánchez Vargas. Secretario: Isaías N. Oficial Huesca. AUTO DE FORMAL PRISIÓN, EL ARTÍCULO 204 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES DEL ESTADO DE DURANGO TIENE APLICACIÓN PREFERENTE AL ARTÍCULO 19 CONSTITUCIONAL POR OTORGAR MAYORES PRERROGATIVAS AL INCULPADO EN EL DICTADO DEL. De acuerdo con la reforma del artículo 19 constitucional del ocho de marzo de mil novecientos noventa y nueve, para dictar un auto de formal prisión se exige que los datos que arroje la averiguación previa deberán ser bastantes para comprobar el cuerpo del delito penal y hacer probable la responsabilidad del indiciado; es decir, que en autos se encuentren constancias que acrediten los elementos objetivos o externos que constituyen la materialidad de la figura delictiva. Sin embargo, el artículo 204 del Código de Procedimientos Penales del Estado de Durango, aun exige como requisito para emitir un auto de formal prisión, 124 la demostración de los elementos del tipo penal, cuyo concepto jurídicamente incluye no sólo los elementos objetivos, sino también los normativos y los subjetivos que contenga la figura típica de que se trate. De lo anterior se desprende que la legislación local en cita exige mayores requisitos que el precepto constitucional para dictar un auto de formal prisión, otorgando mayores prerrogativas al inculpado, toda vez que, en esa medida, se extiende la garantía constitucional que es el mínimo de derechos de que disponen los gobernados, por lo que resulta preferente su aplicación. Tribunal Colegiado del Vigesimo Quinto Circuito. Amparo en revisión 85/99.9 de febrero de 2000. Unanimidad de votos. Ponente: Jean Claude Tron Petit. Secretario: Luis González Bardán. 125 DIRECTORIO CONSEJO DE LA JUDICATURA MAGDO. RAUL I. AGUILAR MARABOTO PRESIDENTE MAGDA. CELSA GARCIA SERRANO MAGDO. BENJAMIN GARCIMARRERO OCHOA MAGDO. GUSTAVO KUBLI RAMIREZ MAGDO. FERNANDO FIGUEROA BUJAIDAR MAGDO. PEDRO LUIS REYES MARIN LIC. LUIS GONZALEZ GUTIERREZ SECRETARIO DE ACUERDOS 127 TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA PRESIDENTE Magdo. Raul Ivan Aguilar Maraboto PRIMERA SALA EN MATERIA PENAL Magdo. Mario M. Gutiérrez Calderón Magda. Sara Hilda Beltran Ramos Magdo. Eugenio Vázquez Hernández TERCERA SALA EN MATERIA PENAL Magdo. Fernando A. Guzmán Calvo Magdo. Hugo Montero Dominguez Magdo. Julio Patiño Rodríguez QUINTA SALA EN MATERIA PENAL Magdo. Moises Cuevas Lara Magdo. Daniel Ruíz Moráles Magdo. Emilio Polanco Servín 128 SEGUNDA SALA EN MATERIA CIVIL Magdo. Alejandro G. Hernández Viveros Magdo. Reynaldo Madruga Picazzo Magdo. Rene Poblete Dolores CUARTA SALA EN MATERIA CIVIL Magdo. Dionisio F. Gutierrez García Magdo. Miguel H. Nava Oyarzabal Magdo. Miguel G. Manzanilla Pavón SEXTA SALA EN MATERIA CIVIL Magda. Yolanda C. Castañeda Palmeros Magdo. Roberto A. Martínez Sánchez Magdo. José Lorenzo Alvaréz Montero SALA CONSTITUCIONAL Magda. Haiddé González Rebolledo Magdo. Gregorio Valerio Gómez Magdo. Vicente Morales Cabrera SALA ELECTORAL Magdo. Marco A. Domínguez Jiménez Magdo. Emeterio López Marquez Magdo. Ricardo R. Murga Contreras 129 MAGISTRADOS NUMERARIOS Magda. Maria Concepción Flores Saviaga Magdo. Raúl Pimentel Murrieta TRIBUNAL DE LO CONTENICIOSO ADMINISTRATIVO Magda. Emma Rodríguez Cañada Magdo. Jose Luis Ocampo López Magdo. Ignacio Bello Najera SALA REGIONAL UNITARIA XALAPA Magda. Irma Dinorah Guevara Trujillo SALA REGIONAL UNITARIA TUXPAN Magdo. Manuel G. Basilio de la Vega Juárez No. 40 Segundo piso. Zona Centro. Tuxpan, Ver. Tel. 01-7 8-34-92-70 SALA REGIONAL UNITARIA ACAYUCAN Magdo. Andres Cruz Ibarra Juan de la Luz. Esq. Hidalgo 01-924 5-45-74 TRIBUNAL DE CONCILIACION Y ARBITRAJE Magda. Irma Medel Barragán Magdo. Jose Antonio López Villalba Magdo. Andres Salomón Rodríguez 130 RELACION DE FUNCIONARIOS DE PRIMERA INSTANCIA Y MENORES AL SERVICIO DEL PODER JUDICIAL. ACAYUCAN PRIMERO JUEZ LIC. BEATRIZ RIVERA HERNANDEZ SECRETARIO LIC. ESTEBAN MARTINEZ VAZQUEZ PROYECTISTA LIC. RUBEN REYES RODRIGUEZ DEFENSOR LIC. QUEREN ORTIZ GONZALEZ TELEFONO 01-924-5-04-93, FAX 5-45-74 TRIBUNAL REGIONAL UNITARIO, C.P. 96000 DOMICILIOPROLONG. GUILLERMO PRIETO S/N, ANEXO AL RECLUSORIO REGIONAL ACAYUCAN SEGUNDO JUEZ LIC. NICOLAS HERNANDEZ CONTRERAS SECRETARIO LIC. MARIA LUISA HERNANDEZ CALDERON PROYECTISTA LIC. DIANA SUAREZ PEREZ TELEFONO 01-924-5-00-85 5-00-13 EXT. 34 C.P. 96000 DOMICILIO NICOLAS BRAVO ESQ. VICTORIA S/N, PLANTA ALTA, PALACIO MUNICIPAL ACAYUCAN MIXTO MENOR JUEZ LIC. BEATRIZ COLORADO MORENO SECRETARIO LIC. WENCESLAO SOLANO SANTOS DEFENSOR LIC. DEMETRIO CUESTA MOLINA TELEFONO 01-924-5-12-02 C.P. 96000 DOMICILIOPROLONG. GUILLERMO PRIETO S/N, ANEXO AL RECLUSORIO REGIONAL COATEPEC PRIMERO JUEZ LIC. ROSA MARIA HERNANDEZ MORA SECRETARIO LIC. JAVIER DAYARSE MEDINA PROYECTISTA LIC. ELOISA CAROLINA GOMEZ CALVO DEFENSOR LIC. HECTOR A. SERVIN RAMIREZ. TELEFONO 01-28-16-41-73 131 DOMICILIOPLANTA ALTA PALACIO MUNICIPAL, C.P. 915000 COATEPEC SEGUNDO JUEZ LIC. HILARIO JIMENEZ CASTILLO SECRETARIO LIC. MARIA GUADALUPE SANCHEZ ROA TELEFONO 01-28-16-58-53 DOMICILIO ALDAMA No. , C.P. 915000 COATZACOALCOS PRIMERO JUEZ LIC. LAURENTINO SOSA CAPISTRAN SECRETARIO LIC. LUZ MARIA GARCIA PEREZ DEFENSOR LIC. ANTONIO HERRERA ACOSTA TELEFONO 01-921-8-79-60 DOMICILIO CARRETERA ANTIGUA A MINATITLAN KM. 17.5, C.P. 96400 COATZACOALCOS SEGUNDO JUEZ LIC. ARMANDO VIRGEN ALCALA SECRETARIO LIC. SOCORRO MENDOZA MALERVA PROYECTISTA LIC. ENRIQUE ANTONIO FRANCISCO TELEFONO 01-921-2-03-56 C.P. 96400 DOMICILIO GUTIERREZ ZAMORA No. 325 ESQ. CARRANZA, EDIF. AMADO GUZMAN, COATZACOALCOS TERCERO JUEZ LIC. VALENTIN BOLAÑOS LEAL SECRETARIO LIC. BLANCA FLOR RAMON PERALTA PROYECTISTA LIC. JULIO ALONSO GOMEZ DEFENSOR LIC. GONZALO MIJANGOS MALDONADO TELEFONO 01-921-8-91-64 DOMICILIO CARRETERA ANTIGUA A MINATITLAN KM. 17.5, C.P. 96400 COATZACOALCOS SEXTO JUEZ LIC. ADALBERTO LOPEZ POZOS SECRETARIO LIC. TOMASA C. RODRIGUEZ CADILLO PROYECTISTA LIC. VICTOR FERNANDEZ LUNA TELEFONO 01-921- 3-09-51 FAX C.P. 96400 DOMICILIO GUTIERREZ ZAMORA No. 325 ESQ. CARRANZA, EDIF. AMADO GUZMAN. COATZACOALCOS MIXTO MENOR JUEZ LIC. SANTIAGO ARENAS VARGAS SECRETARIO LIC. CHRISTIAN MAURICIO MENDOZA ESPINOSA DEFENSOR LIC. JESUS HERNANDEZ LEON 132 TELEFONO 01-921-8-79-60 DOMICILIO CARRETERA ANTIGUA A MINATITLAN KM. 17.5, C.P. 96400 MINATITLAN CUARTO JUEZ LIC. JORGE LUIS GUEVARA COUBERT SECRETARIO LIC. ALICIA CARAM CASTRO PROYECTISTA LIC. MA. ALEJANDRA FERRUZCA TAPIA TELEFONO 01-922-3-80-14 DOMICILIO BENITO JUAREZ No. 23 ALTOS, C.P. 96700 MINATITLAN MIXTO MENOR JUEZ LIC. EDUARDO JOACHIN HERNANDEZ SECRETARIO LIC. ELIZABETH BLANCO CASTELLANOS DEFENSOR LIC. VICTERBO GUTIERREZ ALVARADO TELEFONO 01-922-1-25-09 C.P. 96720 DOMICILIO CARRET. TRANSISMICA S/N SALIDA A COSOLEACAQUE KM.2.64, COL. BENITO JUAREZ. CORDOBA PRIMERO JUEZ LIC. JULIO LUIS BOUZAS GARCIA SECRETARIO LIC. SERGIO FERRER GARCIA DEFENSOR LIC. IGNACIO JIMENEZ FLORES TELEFONO 01-271-2-16-36 DOMICILIOCALLE 1 ENTRE AVS. 1 Y 3, BAJOS PALACIO MPAL., C.P. 94500 CORDOBA SEGUNDO JUEZ LIC. VICTOR MANUEL CESAR RINCON SECRETARIO LIC. JOSE MANUEL JIMENEZ SANTES PROYECTISTA LIC. ALEJANDRO ZEPEDA PINEDA TELEFONO 01-271-2-27-66 PLANTA BAJA, C.P. 94500 DOMICILIOCALLE 1 No. 207 INT. ENTRE AVENIDAS 2 Y 4, EDIF. MA. ISA BEL PLAZA. CORDOBA TERCERO JUEZ LIC. CESAREO PIO LILI SECRETARIO LIC. GEORGINA ARREGUIN ZAVALETA DEFENSOR LIC. DAVID TEJEDA AYALA TELEFONO 01-271-2-92-92 DOMICILIOAVENIDA 3 CASI ESQ. CALLE 5, EDIF. NUEVO CORDOBA, C.P. 94500 CORDOBA CUARTO JUEZ LIC. SENEN LOEZA GUEVARA SECRETARIO LIC. FERMIN MACHADO DORANTES 133 PROYECTISTA LIC. CLAUDIA REGINA BARRERA FAJARDO TELEFONO 01-271- 2-35-50 FAX C.P. 94500 DOMICILIOAVENIDA 3 CASI ESQ. CALLE 5, EDIF. NUEVO CORDOBA, 2º PISO CORDOBA PRIMERO MENOR JUEZ LIC. ANSELMO SANDOVAL BAZAN SECRETARIO LIC. JACOBO GARCIA PEREZ DEFENSOR LIC. INES RANZAHUER OSORIO TELEFONO 01-271-2-81-09 C.P. 94500 DOMICILIOAVENIDA 3 CASI ESQ. CALLE 5, EDIF. NUEVO CORDOBA, 2º PISO CORDOBA SEGUNDO MENOR JUEZ LIC. MARIA EUGENIA EDITH ARRIOLA ORTIZ SECRETARIO LIC. BERTHA OSEGUERA GARCIA TELEFONO 01-271- C.P. 94500 DOMICILIOAVENIDA 3 CASI ESQ. CALLE 5, EDIF. NUEVO CORDOBA, 2º PISO COSAMALOAPAN PRIMERO JUEZ LIC. IGNACIO OCHOA JIMENEZ SECRETARIO LIC. NATIVIDAD PEREZ TORRES PROYECTISTA LIC. MARIA DE LOS ANGELES ESPINOSA CABRERA DEFENSOR LIC. HECTOR A. ARCHER RODRIGUEZ TELEFONO 01-288-2-04-07 C.P. 95400 DOMICILIO AV. TRIUNFO DE LA REVOLUCION ESQ. RUIZ CORTINES S/N ANEXO RECLUSORIO MORELOS. COSAMALOAPAN SEGUNDO JUEZ LIC. JOAQUIN RODRIGUEZ SANCHEZ SECRETARIO LIC. LUIS LUCAS CRUZ PROYECTISTA LIC. FELIX GARCIA CAZARIN TELEFONO 01-288-2-34-00 DOMICILIOAV. TRIUNFO DE LA REVOLUCION No. 527 ALTOS, C.P. 95400 COSAMALOAPAN CUARTO RESIDENCIA TIERRA BLANCA JUEZ LIC. JUANA SAGREDO LUNA SECRETARIO LIC. ZENON ROJAS SANCHEZ TELEFONO 01-274-3-06-50 134 DOMICILIO INDEPENDENCIA No. 229, C.P. 95100 COSAMALOAPAN MIXTO MENOR JUEZ LIC. JOSE DE JESUS TORRES KAULITZ SECRETARIO LIC. DAVID HERNANDEZ GAMBOA DEFENSOR LIC. LUZ ILEANA DOMINGUEZ CORRO TELEFONO 01-288- 2-07-35 M.P. 221-12 FAX DOMICILIOAVENIDA TRIUNFO DE LA REVOLUCION No. 821, C.P. 95400 CHICONTEPEC MIXTO JUEZ LIC. GERARDO JESUS AGUILAR FLORES SECRETARIO LIC. SOFIO SALAS VALDEZ DEFENSOR LIC. SANDRA EDITH BARRAGAN MEJIA TELEFONO 01-789-2-01-72 DOMICILIO PRIVADA LOPEZ MATEOS S/N, C.P. 92700 HUATUSCO MIXTO JUEZ LIC. ANGEL JAIME FERNANDEZ TOREA SECRETARIO LIC. MARIA MAGDALENA ROMERO ESCALANTE PROYECTISTA LIC. MARIA DOLORES DIAZ SANCHEZ DEFENSOR LIC. VICTORIA DEL PILAR BONILLA SALAZAR TELEFONO 01-273-4-04-03 DOMICILIO PALACIO MUNICIPAL ALTOS, C.P. 94100 HUAYACOCOTLA MIXTO JUEZ LIC. EDILBERTO GARCIA OSORIO SECRETARIO LIC. RAFAEL IGNACIO GARCIA GOMEZ DEFENSOR LIC. ANGEL DOMINGUEZ SANTIAGO. TELEFONO 01-775-8-00-96 80301 FAX DOMICILIOCALLE BENITO JUAREZ No. 1 INTERIOR 6, C.P. 92600 JALACINGO MIXTO JUEZ LIC. BENITO VERGARA MORALES SECRETARIO LIC. MARIA DEL ROSARIO ARCE CASTRO PROYECTISTA LIC. MONICA SEGOVIA JACOME DEFENSOR LIC. ROBERTO CAMACHO HERNANDEZ. TELEFONO 01-231-82112 82107 FAX DOMICILIOCALLE URSULO GALVAN, BAJOS PALACIO MPAL., C.P. 93660 MISANTLA PRIMERO JUEZ LIC. HECTOR ESPINOSA ESPINO SECRETARIO LIC. DOMINGA TRUJILLO TRUJILLO PROYECTISTA LIC. OLIVERIO HERNANDEZ GREZ 135