1. ESTADO DE CAMBIOS EN EL PATRIMONIO NETO Hay un antecedente de este estado en el Plan General de Contabilidad vigente que incluye, al tratar el contenido de la Memoria, un apartado dedicado a los Fondos propios de la empresa. En el punto 10.1 contempla la presentación del “análisis del movimiento durante el ejercicio de cada partida del balance incluida en ésta agrupación". Asimismo, especifica que "se indicarán los orígenes de los aumentos y las causas de las disminuciones, así como los saldos iniciales y finales". La Norma Internacional de Contabilidad número 1, da entidad propia al Estado de Cambios en el patrimonio neto, y lo incorpora como componente de lo que se llama un conjunto completo de estados financieros. Su objetivo es dar una visión completa de la situación inicial del patrimonio neto de la empresa, y de los componentes que la integran, de las variaciones experimentadas para cada uno de ellos a lo largo del ejercicio que se estudia y cuál es la situación a la que se llega al final del periodo considerado. Los componentes de las situaciones iniciales y finales del patrimonio neto de la empresa se pueden concretar como situaciones derivadas de las relaciones con los propietarios de la entidad y de los resultados obtenidos hasta la fecha sobre la que se informa. Es decir, los componentes del patrimonio neto de la empresa incluirán los efectos de los desembolsos de los socios y reembolsos que se les hayan hecho hasta la fecha del balance, los resultados obtenidos y los dividendos distribuidos. Por tanto, las variaciones del periodo harán referencia a los mismos conceptos tratados en el párrafo anterior, pero sus importes quedarán limitados únicamente a los correspondientes a las operaciones que se hayan producido a lo largo del periodo objeto de información. Un aspecto que reviste especial interés es lo que se refiere a los resultados, tanto los derivados del periodo como los acumulados hasta el final del mismo. La normativa contable española actual establece que, por norma general, los resultados del periodo figuren dentro de la cuenta de Pérdidas y ganancias, en el qué se incorporan tanto los materializados como los potenciales. Sin embargo, de estos últimos, por aplicación del principio de prudencia sólo se consideran los que tienen incidencia negativa sobre el patrimonio neto. La normativa contable internacional supera ésta limitación con la introducción del concepto de valor razonable. En algunos casos, el valor razonable es de aplicación obligatoria, mientras que en otros es la empresa quién habrá de decidir si opta, o no, por su adopción. El valor razonable de un elemento no necesariamente será estable a lo largo del tiempo. Es decir, que puede resultar, y esto es lo más probable, que el valor razonable de los diferentes elementos a los cuales se les aplica este importe, vaya modificándose con el paso del tiempo. La normativa contable internacional prevé que en algunos casos se recojan las variaciones del valor razonable directamente en una cuenta específica del patrimonio neto, independiente de la cuenta de Pérdidas y ganancias. Pero, en ciertas ocasiones, ofrece la posibilidad de optar entre imputar directamente la diferencia en una cuenta o en otra. En este caso, será la empresa la que decidirá cuál es la salida que prefiere. El resultado del ejercicio puede quedar repartido entre dos apartados. Por una parte, la cuenta de Pérdidas y ganancias, y por la otra, una cuenta del patrimonio neto, en el qué se recogen los incrementos o disminuciones de valor experimentados por determinados elementos de la empresa. Por tanto, ya no sería posible obtener la información correspondiente para el total de los resultados obtenidos en el periodo. El estado de variaciones del patrimonio neto resuelve el problema anterior, dado que incluye: - El resultado del ejercicio - El detalle de las partidas de ingresos y gastos del ejercicio que se hayan reconocido directamente en el patrimonio neto, y el total de todos ellos. - El total de ingresos y gastos resultante de la agregación de los dos apartados anteriores. Por otra parte, aparte de los aspectos considerados hasta ahora, hay otro elemento que puede alterar el importe y composición del patrimonio neto de la empresa. Se trata de los efectos derivados de los cambios en las políticas contables de la empresa y de las correcciones de errores fundamentales, o sea, que alteran considerablemente la presentación del patrimonio neto y sus componentes. En este caso, y para los efectos que tienen incidencia retroactiva, las correcciones practicadas afectarán a la comparabilidad de datos. Por este motivo, el Estado de variaciones del patrimonio neto incluirá los importes correspondientes a los ajustes practicados, a los efectos de redefinir la situación inicial del patrimonio neto y de su composición. A pesar de que la NIC número 1 no concreta cuál debe ser el formato del estado que nos ocupa, sí que, en cambio, expresa cuál es el contenido que debe de tener. De acuerdo con las indicaciones de la norma, el estado podría adoptar una estructura como la que figura en el figura número 1. Concepto Capi Res Saldo Inicial Cambios políticas Saldo reexpresado Rdos netos no Revalorización propiedades Revalorización inversiones Resultados periodo (cuenta) Resultados totales del Distribución resultados Emisión capital Saldo final Reserv Difs Conv. . . Resul. Total Figura 1. Estado de variaciones del patrimonio neto El contenido del cuadro formulado puede ser objeto de simplificación, dejándole reducido únicamente a los conceptos e importes globales, correspondientes a los resultados del periodo recogidos en el patrimonio neto y en la cuenta de resultados, así como también el total de los ajustes realizados por cambios de políticas contables. En este caso, en las Notas se deberá incluir la información que se haya omitido en el cuadro indicado. Es decir: *Importes de las transacciones con los socios, por esta condición, tanto los desembolsos como de reintegros y distribuciones de beneficios. *Saldo de las reservas por resultados acumulados al principio del ejercicio y a la fecha de balance, y movimientos que se hayan producido durante el ejercicio. *Conciliación entre los importes en libros, al principio y final del ejercicio, para cada clase de patrimonio aportado y para cada clase de reservas, con información detallada para cada movimiento que haya habido en ellos. 2. ESTADO DE FLUJOS DE EFECTIVO El Estado de flujos de efectivo está contemplado en la NIC número 1, donde se indica que "suministra a los usuarios las bases para la evaluación de la capacidad que la entidad tiene para generar efectivo y otros medios líquidos equivalentes, así como las necesidades de la entidad para la utilización de estos flujos de efectivo". El desarrollo, las características y los aspectos básicos relacionados con su elaboración están recogidos en la NIC 7, donde se ha substituido el anterior Estado de origen y aplicación de fondos, que la norma denominaba Estado de cambios en la posición financiera. Se trata de un estado financiero que tiene por objeto dar información dinámica sobre magnitudes estáticas, que pone su acento en el efectivo de la empresa. También se incluyen aquellos importes que, sin ser específicamente componentes de efectivo se les puede asimilar, dada su facilidad de transformarlos en efectivo y la casi inexistencia de riesgo de que la recuperación no represente la obtención del importe total. Su objetivo es dar cuenta de las operaciones que la empresa ha realizado a lo largo de un periodo determinado, que han incidido directamente en la situación del efectivo de que se dispone en la fecha de dar la información económica. Su elaboración se fundamenta en el hecho de que la información contable es la que resulta del conjunto de anotaciones que se han realizado a lo largo del periodo en cuestión. Pero, dentro de las anotaciones practicadas, es preciso distinguir entre aquellas que corresponden a operaciones realmente realizadas, y aquellas que representan operaciones aparentes. Éste es el caso de las dotaciones propias de la imputación a un ejercicio concreto de gastos e ingresos registrados en periodos anteriores o que serán recogidas en periodos posteriores. También podemos incluir las reclasificaciones, debidas a una nueva catalogación de ciertos elementos patrimoniales, y las correcciones valorativas que tienen por objeto recoger las variaciones de valor que, por razones diversas, experimentan ciertos elementos con el paso del tiempo. Y centrados en las anotaciones debidas a operaciones que realmente se han llevado a cabo, que afectan al conjunto de magnitudes de la empresa, podemos distinguir entre aquellas que han tenido incidencia directa en la tesorería de la empresa, cobros y pagos realizados, de las que, en todo caso, esta incidencia será posterior. En la figura núm. 2, se presenta el esquema que clasifica los distintos tipos de anotaciones contables que se han expuesto. Cada operación realizada por la empresa genera una corriente económica, es decir, un desplazamiento de valor que la relaciona con su ámbito externo, o si bien se lleva a cabo sin salir del ámbito interno, y cada corriente incide en determinados elementos patrimoniales de la empresa. El conjunto de corrientes que afectan a un determinado elemento, desde su origen, determinan su situación en cada momento, el valor de la cual se conoce como fondo. Pero si limitamos los efectos sobre un elemento patrimonial al conjunto de operaciones realizadas durante un periodo de tiempo determinado, normalmente un ejercicio, lo que se obtiene es la variación del fondo correspondiente que se ha producido en el periodo contemplado. Esta variación recibe el nombre de flujo. Por tanto, el flujo de efectivo representa la variación que ha sufrido esta magnitud a lo largo de un periodo, como consecuencia de las operaciones realizadas que han incidido directamente en él, o sea, los cobros y pagos. Podemos determinar directamente el importe del flujo de efectivo, comparando el valor de los fondos que integran el efectivo al principio y al final del periodo: la diferencia resultante será el flujo de efectivo del periodo. Asimismo, podemos explicar esta variación mediante la determinación de los pagos y cobros realizados en idéntico periodo, debidamente agrupados por afinidad entre ellos. En este sentido, no se deberán de tener en cuenta todos aquellos cobros y pagos que constituyen simples movimientos entre partidas de efectivo, o bien entre estas y las que, por sus características, son equivalentes al efectivo. El flujo de efectivo experimentado en un periodo se puede deber a diferentes tipos de actividad. La NIC 7 las clasifica y agrupa en tres tipos: - Actividades de explotación. Se entiende que se incluyen todas aquellas que constituyen la principal fuente de ingresos ordinarios de la empresa. - Actividades de inversión. Comprenden todas las operaciones relacionadas con la adquisición, alienación o abandono de elementos de activo que la empresa tiene con carácter de permanencia. - Actividades de financiación. Son aquellas que producen alteraciones en el tamaño y composición de los capitales propios de la empresa y en su endeudamiento. Sin incidencia en tesorería Operaciones reales Con incidencia en tesorería Anotaciones contables Operaciones aparentes Figura 2. Clasificación de las anotaciones contables Tomando en consideración la clasificación anterior, el flujo de efectivo se puede entender como el importe que resulta de agregar los flujos de tesorería provenientes de las actividades de la explotación, inversión y financiación. De acuerdo con este criterio, el Estado de flujos de efectivo deberá ofrecer información sobre las variaciones del efectivo derivadas de cada una de las tres actividades apuntadas. Según la NIC 7, esta distinción nos debe permitir hacer una evaluación del impacto de cada actividad sobre la posición financiera de la empresa, y conocer el importe final del efectivo y demás equivalentes de efectivo. Y advierte de la posibilidad de que ciertas transacciones comprenden flujo de efectivo que se clasifican de forma diferente. Por ilustrar está afirmación, hace referencia al caso de los reembolsos de un préstamo, que pueden incluir capital e intereses a la vez: la devolución del capital sería actividad de financiación, mientras que los intereses se podrían clasificar como actividad de explotación. La formulación del Estado de flujos de efectivo puede plantearse como un proceso en el que se puede diferenciar claramente los pasos siguientes: - Determinación del flujo de efectivo, como resultante de las variaciones de los saldos de las cuentas representativas del efectivo y equivalente. - Clasificación del flujo anterior, diferenciando lo que corresponde a cada una de las tres actividades consideradas, a partir de las variaciones de las magnitudes directamente derivadas de cada una de ellas. - Explicación de los flujos correspondientes a cada una de las tres actividades apuntadas, mediante el ajuste de las variaciones de magnitudes que no suponen pagos o cobros. Alternativamente, si la empresa dispone de los registros de cobros y pagos adecuados, la explicación podría obtenerse directamente del detalle proveniente de estos registros. La norma internacional de contabilidad número 7 (punto 14) indica que los flujos procedentes de las actividades de explotación proceden de las operaciones y otros acontecimientos relevantes para la determinación de las pérdidas o ganancias netas. Según la misma norma (punto 13), el Estado de flujo de efectivo por actividades de explotación es un "indicador clave de la medida en qué estas actividades han generado fondos líquidos suficientes para reembolsar los préstamos, mantener la capacidad de explotación de la empresa, pagar dividendos y realizar nuevas inversiones sin recurrir a fondos externos de financiación" Asimismo, añade que "la información sobre los componentes específicos de los flujos de efectivo de las actividades de explotación es útil, junto con otra información, para pronosticar los flujos de efectivo futuros de estas actividades". Por otra parte, respecto al Estado de flujos de efectivo por actividades de inversión, indica (punto 16) que representa "la medida en la qué se han hecho desembolsos por causa de los recursos económicos que han de producir ingresos y flujos de efectivo en el futuro". Finalmente, por lo que respecta al Estado de flujos de efectivo por actividades de financiación realiza (punto 17) "una predicción de las necesidades de efectivo para cubrir compromisos con los que suministran capital a la empresa". En la norma indicada, se ofrecen dos posibilidades para informar sobre los flujos de efectivo de las actividades de explotación: el método directo y el indirecto. En cambio, para las actividades de inversión y financiación, la descripción que realiza da a entender que sólo se les puede aplicar el método directo. Según el método directo, se informa por separado de las principales categorías de cobros y pagos en términos brutos. De hecho, en este caso, la elaboración sigue los pasos del proceso que se han indicado antes, en este mismo apartado. La mecánica supone incorporar las magnitudes contenidas en la cuenta de Pérdidas y ganancias y compensar los importes correspondientes a la variación de la parte no pagada o no cobrada de cada una de ellas, según el caso, que se desprenden del balance. Por lo que respecta al método indirecto, no tiene en cuenta las magnitudes que figuran en la cuenta de Pérdidas y ganancias. Se limita a tomar el importe del saldo correspondiente a este concepto y corregirlo acto seguido con las transacciones no monetarias y para todas las partidas que recogen cobros o pagos realizados en el pasado o a realizar en el futuro, pero imputadas al resultado del ejercicio corriente. Asimismo, se le tendrán que deducir las partidas de pérdidas o ganancias asociadas a flujos de efectivo por actividades de inversión o financiación. De hecho, esta información, que se contempla sólo para los flujos procedentes de actividades de explotación, también se puede ampliar y añadirle de forma separada la correspondiente a las otras dos actividades. Por otra parte, la información que se deriva de la aplicación del método indirecto se puede obtener al desarrollar el método directo, motivo por el cual también se puede considerar como si se tratase de una aplicación parcial de este último método. A pesar de que en la descripción del método directo, se establece la presentación separada de los importes brutos de las diferentes categorías de cobros y pagos, también se prevé la posibilidad de presentar los flujos de efectivo en términos netos, referidos a ciertas operaciones en las qué los flujos reflejan mejor que los importes brutos la actividad de la empresa. Éste sería el caso de los cobros y pagos por cuenta de clientes o los cobros y pagos correspondientes a partidas de rotación elevada (compra y venta de inversiones financieras, préstamos a corto plazo, tarjetas de crédito, etc.). Otro aspecto que merece un comentario propio se refiere a los flujos de efectivo en moneda extranjera. Básicamente, corresponden a transacciones en moneda extranjera y flujos de efectivo respecto a una dependiente extranjera. En estos casos, será necesario convertir los importes resultantes según el tipo de cambio entre las dos unidades monetarias en la fecha en qué se produjo el corriente de efectivo. En el caso de haberse producido estas corrientes de forma repetitiva, se puede recurrir a una simplificación consistente en aplicar un tipo de cambio que se aproxime al tipo de cambio efectivo que resultaría si se aplicasen los históricos correspondientes a cada operación. La media ponderada del periodo puede ser una buena solución en la mayoría de los casos. También es preciso considerar el problema derivado de las variaciones del tipo de cambio. Las diferencias que resultan alteran el importe de las existencias de efectivo al no suponer ningún flujo. Para poder conciliar las existencias de efectivo al principio y final del ejercicio, se deberá incorporar la información sobre estas diferencias, pero sin incorporarlas en los flujos reales de efectivo. En la clasificación de las corrientes por actividades, puede resultar que determinadas corrientes no sean identificadas de inmediato, o bien su catalogación permita más de una posibilidad. Acto seguido vamos a referirnos a los supuestos más habituales: - Intereses pagados. Se pueden aplicar a actividades de explotación, atendiendo que entran en la determinación del resultado ordinario de la empresa. Pero también se los puede considerar como propios de actividades de financiación, debido a que representan los costes de obtención de recursos financieros. - Dividendos pagados. Por una parte, se puede considerar que constituyen el coste del financiamiento propio y, en consecuencia, propios de actividades de financiación. Pero también se los puede interpretar como propios de las actividades de explotación, por qué ayudan a los usuarios de la información a determinar la capacidad de la empresa para atender a tales dividendos, mediante flujos de efectivo procedentes de su actividad de explotación. - Intereses y dividendos cobrados. En un principio, serán rendimiento de inversiones financieras y, por lo tanto, imputables a actividades de inversión. Sin embargo, si se trata de una empresa que desarrolla una actividad financiera, tanto los importes percibidos como los pagados serían derivados de actividades de explotación. - Impuesto sobre los beneficios. En principio, sería conveniente informar sobre el total pagado y realizar una imputación separada a cada una de las actividades individuales que han generado los beneficios sobre los que se contribuye. En este caso, no debería haber dificultad alguna para asignar a cada tipo de actividad la parte que le corresponde. No obstante, no siempre es posible esta distinción individualizada. Si se da este caso, el importe total figuraría en el ámbito de las actividades de explotación. - Inversiones en sociedades dependientes y asociadas. La información de la empresa inversora se presentará como propia de actividades de inversión y se limitará a los flujos que se produzcan entre la inversora y las participadas, por dividendos, anticipos u otros cobros y pagos. - Inversiones en negocios conjuntos. Si la inversora aplica el método de la participación, el tratamiento a seguir será el mismo que se ha descrito en el apartado anterior. Por lo que hace referencia al Estado de flujos de efectivo consolidado, éste incluirá la parte proporcional de los flujos de efectivo de la sociedad participada. Como información adicional al Estado de flujos de efectivo, la empresa deberá revelar los componentes de la partida de efectivo y los equivalentes al efectivo y explicar los criterios seguidos para determinar la composición de la partida en cuestión. Asimismo, se deberá presentar una conciliación con las partidas del balance de los saldos que figuran en el Estado de flujos de efectivo. 3. LAS NOTAS Tal y como se expone en la NIC 1, las notas "contienen información adicional a la presentada en el balance, cuenta de resultados, estado de cambios en el patrimonio neto y estado de flujos de efectivo". Su contenido comprende tres tipos de información: - Ampliación de la información que ya se da en alguno de los demás estados financieros, ya sea detallando ciertas magnitudes, o añadiendo ciertos datos que no tienen cabida en los estados principales. En este caso, en el estado principal correspondiente a cada partida sobre la que se informe, se hará constar una referencia cruzada a la información correspondiente contenida en las notas. - Información adicional que no se presente en los otros estados financieros, que es requerida por la normativa internacional, así como también toda aquella que, a pesar de no requerirse resulta relevante para la comprensión de la situación económica de la empresa. - Descripciones narrativas que facilitan una mejor comprensión de la realidad económica de la empresa, como es el caso de la actividad principal, datos identificativos de la propia empresa, de sus propietarios principales o de las empresas participadas que tienen un peso significativo en el patrimonio real de la empresa. - Información relativa a la elaboración de los estados financieros, como pueden ser las bases para la elaboración de los estados financieros o las políticas contables específicas que la empresa viene aplicando. En la medida en que sea posible, la información de las notas se presentará de forma sistemática, de acuerdo con la siguiente estructura: - Declaración expresa del cumplimiento de la normativa contable internacional. - Resumen de las políticas contables significativas y los criterios que se siguen en su aplicación, si su revelación puede ser de ayuda a los usuarios de la información financiera para comprender mejor como se han reflejado las transacciones realizadas por la empresa y otros acontecimientos que tengan incidencia sobre su situación económica. Ésta revelación es especialmente interesante en el caso en qué se pueda escoger entre diversas alternativas posibles de contabilización. - Información de soporte para las partidas que figuran en los estados principales, según el orden en que figuran en cada uno de los estados y las partidas que los integran. - Otras informaciones, como pueden ser: * Pasivos contingentes. * Compromisos contractuales que no han sido reconocidos. * Otra información obligatoria que no es de carácter financiero. * Información sobre aquellas situaciones de incertidumbre que puedan representar alteraciones significativas en el valor de los activos o pasivos en el ejercicio siguiente, con detalle de los elementos que pueden verse afectados. * Importe de los dividendos propuestos o acordados que no hayan estado reconocidos como distribución y los importes por acción correspondientes, así como el importe de los dividendos preferentes que no hayan sido reconocidos. - Datos identificativos de la sociedad, como pueden ser: * Nombre, forma legal, domicilio de la sede social y del centro o centros donde desarrolla sus actividades. * Descripción de la naturaleza de la explotación de la entidad y de las actividades principales que desarrolla. * Si es el caso, el nombre de la entidad dominante directa y de la dominante última del grupo. 4. OTROS DOCUMENTOS La norma internacional de contabilidad número 1 prevé también la posibilidad de presentar un informe en el qué se describa y explique las principales características del rendimiento y de la situación financiera de la empresa y las incertidumbres más importantes a las que tiene que enfrentarse. El informe indicado puede incluir una referencia a los principales factores e influencias que han determinado el rendimiento financiero. Entre otros, pueden constar los cambios del entorno de la entidad, la respuesta que ésta haya dado y los efectos que se han obtenido. También, relacionado con el anterior, la política de inversiones que se sigue, las fuentes de financiación de la entidad, política de dividendos y de endeudamiento. Asimismo, si es de interés, también se puede informar sobre los recursos de la entidad que no quedan reflejados en el balance o información de tipos medioambiental cuando los factores propios de dicho ámbito resultan significativos.