CAPÍTULO VI EL EVOLUCIONISMO DESPUÉS DE DARWIN Neodarwinismo: los fecundos errores de copia El evolucionismo incorporó la genética de Mendel en la primera mitad del siglo XX. El azar debía actuar, para producir modificaciones hereditarias estables, sobre los genes, produciendo mutaciones que luego serían seleccionadas mediante la supervivencia del más apto. Al copiar a las células reproductoras la dotación genética, habría ligeros cambios, al azar, como errores de copia, que producirían las mutaciones. La experimentación permitió detectar ese tipo de cambios, pero que sólo produjeron variaciones muy accidentales y muy pequeñas (micro-evolución). El genetista francés Jerome Lejeune, en su conferencia "El Compromiso de la Ciencia", pronunciada en Pamplona el 9-V1974, resume su opinión sobre el tema. Dice que el chimpancé tiene 48 pares de cromosomas y el hombre 46, 60 EL EVOLUCIONISMO DESPUÉS DE DARWIN entre los cuales parece haber un cierto aire de familia, pero también diferencias muy substanciales: "El progreso en el conocimiento permite pensar que algunas de las diferencias que separan a los primates, gorila, orangután, chimpancé, del "homo sapiens", no responden en absoluto a una diversificación producida poco a poco, tal como es sostenido por la ingeniosa simplificación del neodarwinismo." "Parece, al contrario, que algunos cambios cromosómicos que separan las especies tienen probablemente rasgos tan profundos, que no pueden explicarse por los cambios insensibles que postulaban las hipótesis de esa escuela, lo que demuestra que, si la evolución se produjo en el tiempo, no se desarrolló en absoluto con la calma de un río,... sino más bien mediante saltos bruscos, localizados en el tiempo y en el número de sujetos: algo así como si la naturaleza operase a golpes, y precisamente, a golpes de genio." "En lugar de variantes progresivas en manuscritos, debidas a errores sucesivos de copistas poco hábiles, Figura 11. Unos monos de imitación teclean al azar en computadores. ¿Podrían escribir, por casualidad, las obras completas de Cervantes? RAFAEL ESTARTÚS TOBELLA 61 seleccionados secundariamente por una especie de necesidad ciega, parece como si pasajes enteros hubieran sido substituidos por una nueva sintaxis que, en el acto, les confiere otra significación." El Milagro de los monos dactilógrafos Admitir el proceso al azar en la evolución, desde el punto de vista científico -y considerando el "azar débil"-equivale, como se ha hecho notar de muchas maneras, a admitir la posibilidad práctica del siguiente suceso: Se colocan unos monos ante unas máquinas de escribir, provistas de papel. Un hombre delante de ellos escribe en otra máquina, y los monos lo imitan. Teclean al azar, pero nada se opone a que -por casualidad- escriban frases con sentido. ¿Sería posible que escribieran las obras completas de Cervantes? Ninguna ley física se opone a ello. Sin embargo, la probabilidad es tan tremendamente pequeña Figura 12. Lo bueno del evolucionismo, es que proporciona un marco de clasificación (provisional) de los seres vivientes y los fósiles, y una explicación fácil (aunque inútil y meramente verbal) del desarrollo de los órganos de los seres vivos. 62 EL EVOLUCIONISMO DESPUÉS DE DARWIN que ello es imposible (es una improbabilidad astronómica, como diría Julian Huxley). (1) Figura 13. Lo malo del evolucionismo materialista: la historia es cíclica. Las especies han aparecido y desaparecido infinitas veces, y volverán a hacerlo de nuevo hasta el infinito. (1) Tresmontant, "Cómo se...”, pág. 188. RAFAEL ESTARTÚS TOBELLA 63 Pues más difícil aún se antoja que, por azar, se formen las especies de seres vivos tan bien constituidas y organizadas como las que están a nuestra vista. Figura 14. Lo feo del evolucionismo materialista: Siempre que haya seres vivos, estarán enzarzados en una lucha sin cuartel y sin objetivo. La guerra produce el progreso, pero al mismo tiempo ese progreso es ilusorio. Falta tiempo para el gradualismo Desde fines del siglo XIX estaba claro que la edad de la Tierra (4,500 millones de años desde que era una masa ígnea) no dejaba tiempo suficiente para la evolución darwiniana (o neodarwiniana). Se consideró seriamente la posibilidad de que la evolución se hubiera producido en otros planetas, o en otras galaxias, y hubiera habido una migración cósmica a la Tierra. Naturalmente no había la menor prueba de ello. Pero empujaba hacia esa hipótesis la extremada improbabilidad -mejor imposibilidad- del desarrollo de la vida. Como dijo el genetista inglés Francis Crick, "el origen de la vida aparece casi como un milagro, tantas son las condiciones que habrían tenido que satisfacerse 64 EL EVOLUCIONISMO DESPUÉS DE DARWIN para que comenzase." (Crick, "Life itself", New York, 1981; (2 )). En la década de los 60, la teoría del Big Bang dejaba de ser una hipótesis rara para convertirse en una doctrina científica generalmente aceptada. La edad del Universo a partir de la Gran Explosión se calcula en 16 mil millones de años. Falta tiempo para el gradualismo, no sólo en la tierra, sino en cualquier galaxia. El darwinismo tenía que ser profundamente modificado. El Equilibrio Puntuado A partir de 1972, los paleontólogos norteamericanos Gould y Eldredge han elaborado la hipótesis llamada del equilibrio puntuado; en ella postulan una evolución sin gradualismo, a saltos, que sea compatible con el escaso tiempo disponible, y también que de razón de por qué no se encuentran los eslabones intermedios entre especies (por ejemplo, parece ser que el "eslabón perdido" entre el mono o antropoide y el hombre, no existe). Según ellos, habría períodos de evolución muy rápida de una especie a otra, seguidos de períodos de equilibrio en que la especie no evoluciona. (3) En esa hipótesis, pues, el gradualismo ha desaparecido en la aparición de especies nuevas, es decir, niegan un concepto esencial del darwinismo. Si Gould y Eldredge se limitaran a lo dicho, los legos en la materia no tendríamos nada que objetar a su teoría. Es una cuestión científica que los científicos tienen que resolver, o que dejar pendiente, y no cabe duda que Gould y Eldredge son autoridades en el conocimiento de los fósiles. Desgraciadamente Gould hace gala de ateísmo en sus publicaciones, basándolo no en su ciencia, sino en (2) (3) Artigas, "Las Fronteras...”, pág. 43. Artigas, "Las Fronteras...” pág. 75-90. 65 RAFAEL ESTARTÚS TOBELLA argumentos de corte filosófico en los que carece de profundidad: la imperfección de los seres vivos, el mal en el mundo... cosas que nada tienen que ver con la paleontología y que no son sino la repetición de viejos tópicos sin valor probatorio. Las críticas científicas al Evolucionismo El Equilibrio Puntuado es la hipótesis evolucionista más aceptable hoy en día (una vez purgada del lastre pseudocientífico que la acompaña, como un añadido), pero aún así muchos científicos le ponen objeciones de peso. La objeción más grave, es la carencia de datos experimentales. "La evolución de los vivientes durante millones de años no es un hecho observable, y nadie lo ha observado nunca." (4). Los fósiles faltan donde serían más necesarios; la cronología se basa en métodos indirectos, que nunca será posible calibrar adecuadamente. Si a la hipótesis del equilibrio puntuado se le aplican los requisitos exigidos a una hipótesis científica (poder prever los resultados de experimentos repetitivos, por ejemplo; ser verificable o falsable; etc.), no los cumple. Es más una conjetura que una verdadera hipótesis. Tampoco se puede afirmar que no haya habido evolución. Pero hay que hacer "una llamada al rigor, en beneficio de la propia ciencia, desenmascarando afirmaciones globales infundadas que son perjudiciales para la ciencia y que, de otra parte, contribuyen a difundir falsas ideologías pseudocientíficas. " (5) Nada se sabe del mecanismo de la posible evolución. El propuesto por Darwin -azar y selección natural- está, como hemos visto, prácticamente abandonado. El zoólogo francés Pierre Grassé - eminente autoridad en su campo(4) Artigas, "Las Fronteras...”, pág. 79. (5) Artigas, "Las Fronteras...”, pág. 114. 66 EL EVOLUCIONISMO DESPUÉS DE DARWIN piensa que probablemente ha habido evolución, pero que no es la de Darwin ni la de los neodarwinistas: "Recurrir a un mecanismo diferente al mutacional y aleatorio es algo que se impone a todo sistema que pretenda explicar la evolución." (6) Este mecanismo espera todavía ser descubierto. La evolución, ¿un hecho? El biólogo Jean Rostand dijo en 1932 (y otros muchos lo siguen repitiendo en varios tonos): "La evolución es un hecho... en tanto que se pueda considerar como hecho un acontecimiento al que nadie ha asistido y que no se puede reproducir. ("L'évolution créatrice", citado por Gilson. (7)) Tratemos de dilucidar, con la mejor voluntad, la aparente paradoja de "un hecho" científico inobservable e irreproducible (un hecho científico es, al menos pretende ser, algo observable y reproducible, es decir, un conocimiento público, comprobable). Suponemos que Rostand quiere indicar que, para quien conozca a fondo muchos seres vivos actuales y pretéritos, se le impone la idea, la convicción de la evolución. Es decir, sería una razonable intuición, al estilo de lo que dice Cuénot de la finalidad en la naturaleza, y al estilo de las demostraciones, tan demostradas por algunos evolucionistas, de la existencia de Dios, de la moral natural y hasta del derecho natural. El espíritu capta la realidad de un modo profundo, con seguridad, pero el conocimiento que así obtiene no es un conocimiento público, fácilmente comunicable ni expresable. (6) Artigas, "Las Fronteras...” pág. 120. (7) Gilson, "De Aristóteles...” Pág. 206. RAFAEL ESTARTÚS TOBELLA 67 Nada tenemos que oponer a esa explicación, pero en ese caso la hipótesis evolucionista no estaría al mismo nivel que las hipótesis físicas y mecánicas, experimentables y falsables, sino más bien en el nivel de las convicciones metafísicas más seguras (en el mejor de los casos). Lo que podemos pedir es que no se nos repita continuamente que la moral, por ejemplo, es subjetiva, y en cambio la evolución es objetiva y científica; ni tampoco se debe considerar a quienes admiten ese modo de conocimiento no fácilmente formalizable, como si fueran débiles mentales. El científico Richard C. Lewontin, escribió hace tiempo: "La evolución es un hecho, no una teoría...las aves derivan de no aves, los humanos derivan de no humanos". Sin embargo, tiempo después, entrevistado por Barrett, comentó: "Esas son declaraciones muy débiles, convengo". Y admitió también que la razón más fuerte que tenía para pensar que las aves derivaban de no aves, era que no veía otra posibilidad: o sea, era consecuencia de su materialismo. Por consiguiente, no era una convicción con base científica, sino ideológica (8). Los cladistas Entre los científicos más escépticos respecto a la evolución, están los llamados cladistas o clasificadores. Esta escuela fue fundada por el alemán Willi Henning (muerto en 1976), autor de libros de mucha influencia entre los profesionales. Las impugnaciones de los cladistas al evolucionismo, son impresionantes por su envergadura y su rigor. Tom Bethell resume aspectos fácilmente comprensibles de su modo de pensar (9). (8) Bethell, "Creación...”, p.111. (9) Bethell, " Creación...”. 68 EL EVOLUCIONISMO DESPUÉS DE DARWIN Objetan por de pronto el valor científico de los grupos definidos negativamente: los invertebrados, por ejemplo, sería un concepto nebuloso y vago, o sea vacuo. Muchas de las deducciones de los evolucionistas se apoyan en conceptos negativos. Los cladistas consideran que no conocemos ni medianamente bien los seres actualmente vivos, por lo que resulta ilusoria la pretensión de conocer bien los que existieron, y más ilusoria aún la de establecer líneas de parentesco entre fósiles. El cladista Gareth Nelson expresa que la mayoría de los legos en la materia cree que los expertos en biología han hecho estudios exhaustivos, cuando apenas han arañado la superficie. Los fósiles nos permiten, se supone, reconstruir la historia de la vida. Algo así como un museo del automóvil nos permitiría apreciar la 'evolución' y los 'antepasados' del coche. "Comúnmente, dijo Nelson, con los fósiles todo lo que se encuentra son unas cuantas tuercas y pernos. Tal vez un aro de émbolo suelto o diferentes piezas de un carburador esparcidas o apiladas una encima de otra, pero no en su orden correcto". Además, en casos que él conoce a fondo, los evolucionistas no han hecho un buen trabajo con los fósiles, sino que han aplicado una metodología negligente. Norman Platnick es un cladista, especialista en arañas (ha publicado libros muy conocidos sobre su especialidad). "Yo nunca he dicho que esta araña sea antepasado de esa otra", dice Platnick. Bethell le citó un párrafo de un libro de texto de enseñanza media en Estados Unidos, muy vendido, que dice: "Un animal no se clasifica como arácnido porque tenga cuatro o cinco pares de patas en vez de tres. Se le clasifica en la familia de los Arachnida porque tiene los mismos antepasados que otros arácnidos y un antepasado diferente de los insectos durante algunos cientos de millones de años, como lo atestiguan todas las características variantes de los dos grupos y el gran número de fósiles representativos de ambos". RAFAEL ESTARTÚS TOBELLA 69 Platnick al oír eso se retrepó en su silla y soltó una carcajada. Explicó que hay muy contados fósiles de arañas; y que la genealogía de las arañas es desconocida por la ciencia, como sucede en todos los grupos de organismos. Regresando a Lamarck Algunos experimentos inducen a ciertos biólogos a pensar en una evolución predirigida. Tomás Unger ("El Comercio", Lima, 20-II-1990) comenta artículos aparecidos en la revista "Nature", indicando que ciertas bacterias mutan, adquiriendo capacidades nuevas, cuando les ha resultado indispensable para su supervivencia. Así, el biólogo Hall, expone que ciertas bacterias mutaron para hacerse capaces de digerir salicilina, con probabilidad prácticamente nula de que la mutación fuera aleatoria (de azar). "Se trata de una revolución en Biología, que (de ser cierto lo observado) alteraría nuestra visión de la vida.", comenta Unger. Su sorpresa es comprensible, pues la visión darwinista era admitida, como algo científicamente demostrado, en muchos ambientes. Figura 15. Si no existieran libros sobre barcos, se podría tal vez reconstruir la “evolución” de las naves y averiguar cuáles hayan sido los “antepasados” de los barcos actuales, usando los restos encontrados en el fondo del mar. Los seres vivos dejan restos mucho menos resistentes a la corrosión del tiempo que los barcos. Además, son muchísimos más complejos 70 EL EVOLUCIONISMO DESPUÉS DE DARWIN