Mateo 10:34-42 Meta: Que los oyentes testifiquen acerca de Cristo

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Mateo 10:34-42
Meta: Que los oyentes testifiquen acerca de Cristo aún cuando enfrentan conflicto y oposición
dentro de sus propias familias.
Ley:
Debemos querer más a Cristo que a nuestra propia familia.
Debemos tomar la cruz.
Evangelio: Aunque perdemos la vida por causa de Cristo, tenemos vida eterna.
Cristo nos hace sus representantes y da recompensa.
Introducción
Paz, paz. Todos queremos la paz. Las naciones buscan la paz. ¿Dónde hay paz? Solamente en
Jesucristo hay verdadera paz. Como predicador, yo les digo que Jesucristo es el Príncipe de Paz.
Como cristianos, debemos decir a todo el mundo que en Cristo hay paz.
Pero aquí Jesucristo dice que no ha venido a traer paz a la tierra, sino división. ¿Cómo puede
ser? ¿Qué quiere decir Jesús en este momento? ¿Acaso no tenemos paz en Jesucristo?
1. Ley: Debemos proclamar acerca de Cristo aún cuando trae conflicto
Sí, hay paz en Jesucristo. Hay una paz que el mundo no puede dar. Pero muchas personas no
quieren la paz de Cristo. Cuando nosotros hablamos acerca de Cristo, siempre hay gente en
contra. A veces la gente que está en contra viene de nuestra propia familia.
Ejemplo: Javier, mi propia familia que protesta que no les presto atención.
¿Por qué hay personas en contra del mensaje de Cristo? Porque Cristo nos llama a arrepentirnos,
es decir, a reconocer nuestras propias fallas y a confiar en él para ser perdonados. Por naturaleza,
no nos gusta admitir nuestras fallas. Por eso a menudo no queremos la paz que Dios provee. Mas
bien queremos establecer la paz por nuestra cuenta. Queremos tranquilizar nuestra conciencia.
Concedemos menos importancia a nuestro pecado y lo consideramos como menos grave de lo
que es.
Ejemplos: una mentira es una mentira piadosa, una palabra dura se me salió porque estaba
cansado, sí tengo mis fallas pero no soy tan malo como otro.
Pero Dios no acepta estas justificaciones. En los tiempos pasados, Dios condenó a los falsos
profetas que proclamaban la paz cuando no había paz. Jeremías dice que solamente tendremos
verdadera paz cuando Dios nos quite la maldad, no cuando nosotros tratamos de esconder la
maldad.
¿Quieres tener verdadera paz? Entonces no te justifiques. Reconoce tus errores y confía en
Cristo. Pues Cristo murió por tus fallas y resucitó para darte una nueva oportunidad, una nueva
vida.
Pero cuando hablamos acerca de Cristo, siempre habrán algunos que rechazarán este mensaje de
paz. En los tiempos de Jesucristo, muchos judíos creían que el Mesías aplastaría a los enemigos
políticos, los romanos, y así establecería la paz en la tierra. Cuando Jesús no llenó sus
expectativas, ellos lo rechazaron. Ellos causaron división en vez de armonía, odio en vez de
amistad. Odiaban tanto a Cristo que tramaron su muerte.
Jesús nos envía a proclamar su mensaje de salvación en todas partes. Somos sus representantes.
Tenemos su autoridad. Pero habrá conflicto y oposición. Cuando hablamos de Cristo, algunos se
pondrán en contra nuestra. Algunos se burlarán de nosotros. Jesús vino a traer paz al corazón.
Pero hay conflicto con los que no quieren ver a Jesús ni en pintura.
Jesús quiere prepararnos para el rechazo. Por eso habló estas palabras a sus discípulos. Debemos
proclamar el mensaje de Cristo aún cuando hay conflicto y oposición.
Evangelio
No siempre cumplimos con este mandato de Cristo. A veces preferimos no decir nada acerca de
Cristo para que la gente no nos rechace. Para que no haya conflicto con nuestros familiares.
Cierto cristiano tenía un vecino incrédulo. Eran muy buenos amigos, pero el cristiano tenía pena
de hablarle acerca de Cristo. Después de pasar muchos años, otra persona tocó en la puerta del
incrédulo y le habló acerca de Cristo y su salvación. El incrédulo se convirtió y tuvo por primera
vez la verdadera paz de Cristo. Inmediatamente fue a su gran amigo y vecino y comenzó a
decirle acerca del Señor. El cristiano dijo: “Pero es que yo también soy cristiano, he sido
creyente por muchos años.” Su vecino respondió: “¿Cómo es posible que somos vecinos y
amigos por más de 20 años y tú nunca me dijiste nada acerca de Cristo y la vida eterna? ¿Y si yo
hubiera muerto sin conocer a Cristo? ¿Qué tipo de amigo eres tú?”
Así somos nosotros a menudo. Fallamos de muchas maneras. Pero hoy hay perdón en el nombre
de Cristo, y un nuevo comienzo, una nueva oportunidad.
Además, con la ayuda de Cristo, podemos ser mejores testigos. No importa la oposición o los
conflictos; Cristo tiene la victoria. Aún si perdemos la vida por causa de Cristo, tenemos la vida
eterna (v. 39). Y Cristo nos da toda autoridad como sus representantes.
Jesús dice que vino al mundo a traer una espada. ¿A qué se refiere? Podemos pensar en Efesios
6, que dice que la Palabra de Dios es “la espada del Espíritu.” La Palabra de Dios es poderosa.
Dondequiera que se predica la Palabra, allí habrán algunos creyentes. La Palabra penetra al
corazón de uno (Hebreos 4:12). La Palabra puede cambiar la vida.
Jesucristo nos ha dado esta misma Palabra poderosa. Esta Palabra nos señala nuestro pecado pero
también nos asegura que somos salvos. Esta Palabra está en nuestras manos.
Conclusión
Es cierto, cuando proclamamos la Palabra, habrá división. Inclusive puede dividir los miembros
de una familia cuando algunos creen y otros no. Los que se nieguen a creer en la Palabra de Dios
odiarán a aquellos que sí creen. Habrá descontento entre el reino de Satanás y el pueblo de Dios.
Sin embargo, Jesucristo nos envía y nos anima a hablar su mensaje a pesar de los conflictos. Él
nos ha perdonado. Nos ha dado la verdadera paz en el corazón. Somos sus representantes.
Tenemos su Palabra. Tenemos su autoridad. Tenemos la vida eterna. No hay que tener miedo en
los conflictos.
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