Ensayos para el control de la Caligidosis: impacto del peróxido de hidrόgeno en la ultraestructura de la cápsula ovígera de C. rogercresseyi R. Jaramillo1, O. Garrido1, G. Asencio2 K. Saez1 P. Barria3 y J. Mancilla3, 4 1Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas, Universidad Austral de Chile; 2Centro de Investigaciones I-Mar, Universidad de Los Lagos; 3Unidad Caligus, Laboratorio Central, Marine Harvest Chile. 4Programa de Doctorado en Acuicultura UACH. jjaramil@uach.cl Introducción La caligidosis en Chile, es causada por Caligus rogercresseyi (Boxhall y Bravo 2000), un parásito del robalo Eleginops maclovinus (Cuvier) (Carvajal y col., 1998). La literatura sugiere que este parásito fue transmitido desde la especie nativa a la trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss W.) y al salmón Atlántico (Salmo salar L.), las cuales son más susceptibles de ser infectadas. Sin embargo, desde hace algunos años también se han encontrado estadios juveniles de este parásito infectando smolts de salmón coho (Oncorhynchus kisutch W.) después de que éstos han sido transferidos desde agua dulce (González y col., 2012). El aumento de los volúmenes de producción de salmonídeos junto con las altas densidades de cultivo y la proximidad entre centros, ha facilitado el desarrollo y expansión de la caligidosis en las áreas geográficas en donde se desarrolla esta actividad, contribuyendo a elevar la carga parasitaria de los peces y promoviendo el contagio y la prevalencia de esta epidemia (Rozas y Asencio, 2007; Bravo y col., 2008). Con la finalidad de mitigar o eliminar los efectos de este ectoparásito, se ha probado una serie de productos y metodologías, entre las que se incluyen el uso de desinfectantes, antiparasitarios, fármacos, vacunas, productos naturales, depredadores, peces biocontroladores , baños térmicos, agua dulce, ultrasonido, electricidad, láser óptico, cercos o faldones, cebos, trampas, etc. (Asencio, 2014). La literatura reporta que el tratamiento más comúnmente usado para controlar la proliferación del piojo del salmón en el hemisferio norte (Lepeophtheirus salmonis; Krøyer, 1837), son los baños de peróxido de hidrógeno en concentraciones que van entre 1,5 a 2 g L-1 por 20 minutos (Pike y Wadsworth, 1999). Dicho procedimiento ha mostrado ser efectivo para remover entre el 85% y el 100% de los estadios adultos y pre-adultos de esta especie de piojo, presentes en ejemplares del salmón Atlántico (Johnson y col., 1993). Sin embargo, este tratamiento no parece tener un efecto significativo en reducir el número individuos en estado de chalimus (Johnson y col., 1993; Pike y Wadsworth, 1999). A pesar de lo ampliamente conocido del tratamiento con peróxido de hidrógeno, hasta el momento se desconoce la forma en que éste actúa sobre el piojo del salmón. Algunos autores como Thomassen, 1993; Bruno y Raynard, 1994; Treasurer y col., 2000, sugieren que el peróxido podría generar burbujas de aire en la hemolinfa del parásito, aumentando con ello la flotabilidad del piojo obligándolo a subir a la superficie y de paso liberando al pez del parásito. Estudios in vitro reportan que el peróxido de hidrógeno sería capaz de producir una alteración en el color de la pigmentación de las cápsulas ovígeras, el cual pareciera tener efectos nocivos sobre la viabilidad del huevo, no así sobre el estado chalimus (Mc Andrew y col., 1998). Desconociéndose el mecanismo de acción del peróxido sobre el piojo del salmón, y considerando los antecedentes previamente reportados que indican un cambio de coloración que sufriría la cápsula ovígera de Caligus y su potencial efecto sobre la viabilidad de las larvas en desarrollo, resulta interesante obtener información que contribuya a entender la forma en que el peróxido de hidrogeno actúa sobre la pared de la cápsula ovígera de esta especie. En consecuencia, el propósito del presente trabajo fue investigar los cambios ultraestructurales de la pared de la cápsula ovígera de C. rogercresseyi, frente a los baños de peróxido de hidrógeno, en diferentes concentraciones Material y métodos Ultraestructura de las cápsulas ovígeras de C. rogercresseyi Cápsulas ovígeras de C. rogercresseyi se obtuvieron a partir de hembras maduras parasitando ejemplares de salmón Atlántico en balsas jaulas de centros de engorda de la empresa Marine Harvest Chile, ubicados en Lincay y Llinhua, Isla de Chiloé, en campañas realizadas durante agosto y septiembre del 2014. Las hembras ovígeras de este parásito fueron sometidas a dos ensayos in vitro para evaluar su sensibilidad a este químico (Fig. 1), utilizándose el protocolo recomendado por los proveedores del producto, el cual consiste en aplicar baños de peróxido de hidrogeno al 50% por 20 minutos, a 12 °C (Thomassen, 1993), en concentraciones experimentales de 0 ppm (control), 750 ppm, 1.000 ppm y 1.500 ppm. Para cada dilución experimental, se utilizaron las cápsulas ovigeras de tres hembras maduras y por cada dilución se realizaron tres réplicas. Transcurrido el tiempo de exposición al peróxido, se procedió a separar las hembras de las cápsulas ovígeras mediante el uso de pinzas, guardando solamente las cápsulas, las que fueron fijadas en una solución de glutaraldehido al 3%. Las cápsulas así fijadas, fueron procesadas para su estudio a la Microscopia Electrónica de Barrido (MEB) para lo cual fueron lavadas en buffer fosfato de sodio, pH 7,2-7,4 (0,2 M), posteriormente post-fijadas en una solución de OsO4 al 1% en el mismo buffer durante 2 h a 4 °C y, más tarde, deshidratadas en soluciones de concentración creciente de alcohol y acetona, seguido del proceso de secado al punto crítico del CO2. Las muestras fueron montadas en un portaespécimen para MEB, recubiertas con una película de oro de aproximadamente 10 a 15 nm de espesor (Ion coater IB-2) y luego observadas en un microscopio electrónico de barrido LEO-420. Las fotografías obtenidas a la MEB fueron analizadas mediante el uso del software de análisis de imágenes SigmaScan pro5 (SPSS - Inc.). Resultados del Impacto del peróxido de hidrógeno El análisis de las imágenes de MEB reveló que la cápsula corresponde a una estructura tubular con extremos redondeados y de 2,75 mm (± 5,2 n=20) de longitud promedio; el diámetro promedio de las cápsulas normales fue de 325 µm ± 26,50 µm (n=20) mientras que el diámetro de las tratadas con peróxido de hidrógeno (independiente del tratamiento) registraron un valor promedio de 280 µm ± 20,18 µm (n= 20). En el interior de la cápsula se dispone un número variable de huevos en desarrollo, que presentan un diámetro promedio de 260 µm (n=80), rodeados de un fluido extracelular. La observación a la MEB, de cápsulas recién ovopositadas y utilizadas como control (0 ppm), permitió establecer que la superficie de éstas corresponde a una envoltura lisa, con una serie de surcos leves, distribuidos a intervalos de aproximadamente 68 µm, que corresponden a los huevos en desarrollo en su interior (Fig. 2). Las cápsulas tratadas con 750 ppm de peróxido mostraron una modificación externa muy evidente, que se traduce en la aparición de una serie de constricciones (que recuerdan la forma de las cuentas de un collar) en donde se produce la agregación de tres a cinco huevos por constricción (Fig. 3). Esta modificación ocurre a lo largo de toda la cápsula y se extiende incluso hasta los extremos, tal como se observa en la Figura 4. Entre cada una de las constricciones se produce la liberación de un pequeño espacio, de extensión variable, pero que permite observar la pared de la cápsula de manera muy tensionada y con una serie de pliegues (Fig. 3). Los extremos proximal y distal de la cápsula muestran una serie de perforaciones y rugosidades que no se observan en el resto de esta estructura (Figs. 4, 5). Externamente, las cápsulas tratadas con 1.000 y 1.500 ppm de peróxido, se ven más tensionadas como resultado de la reducción de su diámetro (Fig. 6) y que se manifiesta por la aparición de los bordes que limitan cada uno de los huevos, mientras que la pared de las regiones extremas muestra un alto grado de rugosidad y una serie de poros que indican la ruptura o desgaste de la pared por acciόn del perόxido, adicionalmente, se observan una notable proliferación de hongos y bacterias en superficie (Fig. 7). Discusión La literatura indica que, en Chile, entre el 2000 y 2007, el único tratamiento contra C. rogercresseyi fue el benzoato de emamectina, el cual perdió efectividad tras ser utilizado por esos siete años consecutivos. En su reemplazo, ese año se introdujo el tratamiento más comúnmente usado para controlar la proliferación del piojo del salmón en el hemisferio norte (L. salmonis), y que corresponde a baños de peróxido de hidrógeno en concentraciones que van entre 1,5 a 2 g L-1 durante 20 minutos (Bravo y col., 2010, Pike y Wadsworth, 1999). Este producto continúa en uso, en forma esporádica, para reducir esta parasitosis, recomendándose la aplicación en sistemas cerrados (wellboats o jaulas cerradas por lonas), y resguardando las exigencias de las normativas sanitarias y ambientales vigentes para la salmonicultura. La implementación de este tipo de tratamiento farmacológico sobre caligidos tiene tres niveles de acción, los cuales no han sido completamente dimensionados; el primer nivel, que es el más conocido y estudiado, se relaciona con el efecto sobre el parásito adulto; un segundo nivel se relaciona con el efecto sobre el desarrollo avanzado (desde nauplios a chalimus), el cual ha sido parcialmente estudiado por Toovey y Lyndon, (2000) y Aaen y col. (2014); y el tercer nivel corresponde al efecto sobre el desarrollo temprano (formación de la cápsula y el posterior desarrollo de los huevos hasta la formación del nauplio) sobre el cual existen escasos antecedentes. Bravo y col. (2015) realizaron ensayos con diferentes productos farmacológicos, incluyendo el peróxido de hidrógeno en concentraciones por debajo de los valores regularmente usados en los tratamientos habituales para el control de C. rogercresseyi y han logrado demostrar que todos ellos impactan la sobrevivencia de los huevos, disminuyendo el número de las larvas que eclosionaron desde las cápsulas. En el caso particular del tratamiento con peróxido, se reporta la liberación de huevos abortivos a partir de las 24 horas post tratamiento y hasta el quinto dia post-tratamiento, sin que se haya logrado observar estadios de nauplios vivos. Los resultados de nuestro estudio indican que los baños de peróxido de hidrógeno en concentración de 750 ppm producen ruptura de algunas de las siete capas que conforman la pared de la cápsula de C. rogercresseyi (Jaramillo y col., 2015), alterando la permeabilidad de ésta (Mc Andrew y col. 1998) y causando la muerte temprana de los huevos en desarrollo. Junto con ello, la aparición de rugosidades que reducen el diámetro promedio de la pared capsular contribuirían a facilitar la liberación de los huevos. Estos cambios en la pared capsular podrían explicar la liberación de huevos abortados a las primeras 24 horas post tratamiento, como se reporta en las experiencias de Bravo y col. (2015), asumiendo que algunas de las cápsulas utilizadas en dichas experiencias hayan estado en un estado temprano de desarrollo. Por el contrario, la apariciόn de estrangulaciones (cuentas de collar) y deformaciones en la pared capsular podrían postergar, por algun tiempo, la liberación de huevos en desarrollo hasta que se produce la degradaciόn parcial o total de la pared capsular por las bacterias y hongos que predominan en la superficie capsular. Estas alteraciones estructurales de la cápsula podrian explicar, por ejemplo, la liberación de huevos abortivos en los siete dias posteriores al tratamiento (Bravo y col. 2015). En este caso es posible que los huevos hayan muerto al inicio del tratamiento, pero por factores físicos no fue posible su liberación inmediata. Una variable a tener presente al recomendar el peróxido de hidrógeno en el control de los caligidos, es la resistencia que adquieren éstos parásitos por el uso contínuo de un único fármaco, como describen Helgesen y col. (2015) para L. salmonis. Por ende, garantizar un número menor de tratamientos que controlen efectivamente y de forma permanente las poblaciones de este parásito, podría transformarse en una alternativa de manejo de esta enfermedad, resguardando con ello la viabilidad de éste fármaco. Al reducir o limitar la diseminación de larvas de caligidos se lograría dicho control, ya que se minimizaría la tasa de infección entre centros, así como la autoinfección. Adicional a esto, la potencial disminución de la fecundidad de las hembras ovígeras de este parásito se puede convertir en una herramienta factible de explorar en los futuros programas de control para esta enfermedad. Referencias Aaen, S. M., A.F. Aunsmo & T.E. Horsberg. 2014. Impact of hydrogen peroxide on hatching ability of egg strings from salmon lice (Lepeophtheirus salmonis) in a field treatment and in a laboratory study with ascending concentrations. Aquac., 422– 423: 167–171 Asencio, G. 2014. La caligidosis, una parasitosis que complica a la salmonicultura chilena: análisis de las estrategias de control actuales. Salmonexpert, 8: 29-36. Boxshall, G.A. & S. Bravo. 2000. On the identity of the common Caligus (Copepoda:Siphonostomatoida: Caligidae) from salmonid netpen system in southern Chile. Contrib. to Zool., 69: 137-146. Bravo, S., S. Sevatdal & T. Horsberg. 2008. Sensitivity assessment of Caligus rogercresseyi to emamectin benzoate in Chile. Aquac., 282: 7–12. Bravo, S., M. 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Imagen a la MEB de la región media de una cápsula de Caligus rogercresseyi tratada con 750 ppm de peróxido de hidrógeno: se observan dos protuberancias tipo cuenta de collar, separadas por una constricción entre ellas. Las flechas indican las rugosidades que sufre la pared de la cápsula. Figura 4. Imagen a la MEB de la región proximal de una cápsula de Caligus rogercresseyi tratada con 750 ppm de peróxido de hidrógeno mostrando perforaciones y rugosidades presentes sobre la pared de la cápsula. Figura 5. Imagen a la MEB de la región distal de una cápsula de Caligus rogercresseyi tratada con 750 ppm de peróxido de hidrógeno: es posible apreciar perforaciones y rugosidades sobre la pared de la cápsula. Figura 6. Imagen a la MEB de cápsulas de Caligus rogercresseyi tratada con 1.000 ppm de peróxido de hidrógeno: es posible observar la clara delimitación de cada uno de los huevos en incubación. Figura 7. Imagen a la MEB de la región distal de una cápsula de Caligus rogercresseyi tratada con 1.500 ppm de peróxido de hidrógeno, donde es posible apreciar perforaciones y pequeñas poblaciones de hongos.