® Legal y Tributario Member Crowe Horwath International Información Legal y Tributaria mayo 2016 ÁREA FISCAL ‘Patent box’ y su modificación en la Ley Presupuestos Generales del Estado 2016 Jaime Seguí, Abogado Socio del Departamento Fiscal Barcelona jaime.segui@crowehorwath.es Cuando apenas hacía un año que se había aprobado la reforma del Impuesto sobre Sociedades, la Ley de Presupuestos Generales del Estado (LPGE) para 2016 ha introducido una nueva modificación del Impuesto sobre Sociedades en el régimen de la reducción de las rentas procedentes de determinados activos intangibles el conocido como Patent Box. La justificación de esta modificación viene de la presentación de los informes finales del Proyecto BEPS. Las BEPS no es ni más ni menos que las siglas de Base Erosion and Profit Shiting, se trata de un conjunto de propuestas por parte de la OCDE a los Estados para modernizar la legislación fiscal desde un punto de vista global entre todos los Estados. La modificación introducida por la Ley de Presupuestos para 2016, pretende compensar a aquellos proyectos que puedan aplicar Patent Box en los que la actividad de investigación se realiza directamente por el contribuyente, de tal forma que se desincentiva la subcontratación o la adquisición a terceros. El artículo 23 de la LIS, hasta la modificación introducida por la LGPE 2016, establecía la posibilidad de aplicar una reducción de la base imponible de hasta el 60% por las rentas procedentes de la cesión del derecho de uso o explotación y la transmisión a terceros no vinculados de patentes, dibujos o modelos, planos, fórmulas o procedimientos secretos, y derechos sobre experiencias industriales, científicas o comerciales (know-how). Esta reducción supone una tributación efectiva por este tipo de rentas del 10%, (100-60% = 40 * 25% = 10%). Quedando expresamente excluidas marcas, obras literarias artísticas o científicas, las películas cinematográficas, de derechos personales susceptibles de cesión como los derechos de imagen, de programas informáticos, equipos industriales, comerciales o científicos. La aplicación de dicha reducción está condicionada al cumplimento de los siguientes requisitos: La entidad cedente haya participado al menos en el 25% del coste de creación de los activos que van a ser cedidos; el cesionario debe destinar dichos activos al desarrollo de una actividad económica sin que los resultados de ésta se traduzcan en la entrega de bienes o prestación de servicios susceptibles de generar gastos deducibles en la entidad cedente vinculada, en su caso; el cesionario no debe ser residente de un Estado de nula tributación o paraíso fiscal, salvo que se trate de un país de la UE y el cesionario acredite que la operativa responde a motivos económicos válidos y realice una actividad económica; en caso de que en un mismo contrato de cesión se incluyan prestaciones accesorias, éstas deberán diferenciarse en dicho contrato; y ÁREA FISCAL 3 >> El tratamiento fiscal de las retribuciones percibidas por los economistas y titulares mercantiles como socios profesionales ÁREA LABORAL 3 >> Cálculo de indemnizaciones por despido en contratos con antigüedad relevante >> En materia de indemnizaciones por despido, Hacienda perdona… pero no olvida >> Políticas de igualdad en el trabajo ÁREA DERECHO BANCARIO Y FINANCIERO 6 >> Propuesta de la Comisión Europea de Reglamento sobre el folleto que debe publicarse en caso de oferta pública o admisión a cotización de valores ÁREA PROCESAL Y ARB. 8 >> Vulneración del derecho de la Unión Europea imputable a una resolución dictada por el Tribunal Supremo de un Estado miembro: responsabilidad patrimonial de dicho Estado e incidencia de los principios de fuerza de cosa juzgada y seguridad jurídica >> Registros de morosos y principio de calidad de los datos ÁREA DERECHO ADM. 10 la entidad disponga de los registros contables necesarios para poder determinar los ingresos y gastos directos correspondientes a los activos objeto de cesión. >> ‘Fracking’ en México. Está pasando La reducción se aplica sobre el importe de la renta neta resultante de la explotación de los referidos intangibles, entendiendo por tal la diferencia positiva entre los ingresos del período procedentes de dicha cesión y las cantidades que se deduzcan en dicho período en concepto de amortización y correcciones de >> Ataques cibernéticos en España – riesgo latente ante una falta de medidas preventivas en materia de seguridad de activos de información – CROWE HORWATH AUDITORÍA Y CONSULTORÍA 11 ® Legal y Tributario Member Crowe Horwath International valor de tales elementos, y por aquellos gastos directamente relacionado con los mismos incurrido en dicho período. Debido a las regulaciones del Patent Box se ha establecido un régimen transitorio previsto en la LPGE para 2016: La nueva redacción del artículo 23 de la LIS, mantiene el porcentaje de reducción del 60% a las rentas procedentes de la cesión de activos intangibles, si bien este porcentaje de reducción puede verse alterado en función de la subcontratación o adquisición a terceros de dicho activo. Aquellas cesiones de activos intangibles que hayan sido realizadas antes del 29 de septiembre de 2013, entrada en vigor de la Ley 14/2013, de 27 de septiembre, de apoyo a los emprendedores y su internalización (Ley 14/2013) podrán optar por aplicar hasta finalización de contratos por el régimen establecido en art. 23 TRLIS, según D.A. 8.1. Ocho Ley 16/2007, de 4 de julio. Así, el ratio establecido es el siguiente: Gastos directos creación activo intangible incurridos cedente (incluida subcontratación 3º no vinculado) *1,30 Total gastos incurridos (subcontratación + adquisición activo inclusive) Quedan excluidos para la determinación de este ratio los gastos financieros, amortizaciones de inmuebles y aquellos gastos que no se encuentren directamente relacionados con la creación del activo, el resultado del ratio nunca puede ser superior a 1. Por tanto, cuanto mayor sean los gastos indirectos y de subcontratación con terceros vinculados respecto del total de gastos y/o total gastos de subcontratación (con terceros vinculados o no), menor será la reducción aplicable en sede de la empresa cedente. Ahora bien, la fórmula suaviza la subcontratación con terceros, puesto que se permite un incremento del 30% de los gastos directos en la creación del activo intangible, de tal forma que no se perjudica si parte del activo se encarga a un tercero vinculado. Aquellas cesiones de activos intangibles realizadas entre 29 de septiembre de 2013 hasta el 30 de junio de 2016, lapso temporal de Ley 14/2013 y 30 de junio de 2016 podrán optar por aplicar hasta finalización de contratos el régimen establecido en art. 23 LIS (según redacción Ley 27/2014). El ejercicio de las referidas opciones se ha de realizar a través de la declaración del Impuesto sobre Sociedades correspondiente al ejercicio 2016. Dichas opciones serán válidas hasta el 30 de junio de 2021, fecha a partir de la cual se regirán por nuevo artículo 23 LIS, según redacción LPGE 2016. Aquellas transmisiones de activos intangibles realizadas entre 1 de julio de 2016 hasta 30 de junio de 2021 podrán optar por aplicar el régimen del art. 23 de la LIS, a través de la declaración del período impositivo de transmisión. En línea con esta modificación se elimina el requisito de que “la entidad cedente haya creado los activos objeto de cesión, al menos en un 25% de su coste”. Como puede verse el régimen transitorio permite valorar qué régimen es más beneficioso, lo cual deberá valorarse durante 2016 al menos durante 5 años (2021), lo cual supone valorar el correcto cumplimiento de los requisitos de los distintos requisitos de un régimen fiscal que permite una reducción en la base imponible en aquellas empresas con un desarrollo de intangibles. “Debido a las regulaciones del Patent Box se ha establecido un régimen transitorio previsto en la LPGE para 2016” Sin duda este régimen fiscal es interesante para muchas empresas y debería ser analizado caso por caso, también es plausible que a pesar de las modificaciones fiscales sufridas donde se ha limitado la deducibilidad de muchos gastos se siga incentivando la investigación. Ahora bien, lo que sin duda es controvertido son las modificaciones legislativas de un mismo régimen en un periodo corto de tiempo dando cierta inseguridad en su aplicación. Se ha ampliado la prohibición de aplicar la reducción en el caso de transmisión de activo a entidades vinculadas, en la anterior normativa la limitación se referenciaba a empresas del grupo, concepto previsto para entidades vinculadas más amplio que el referido a empresas del grupo. La entrada en vigor de estas modificaciones es sin duda peculiar, 1 de julio de 2016, cuando lo habitual es que las modificaciones en el Impuesto sobre Sociedades sean de aplicación con el inicio de un periodo impositivo. A efectos meramente estadísticos, y según información publicada por la Agencia Estatal Tributaria en el año 2013 sólo 197 entidades han aplicado esta reducción, suponiendo una reducción en la base imponible global de 425.399.418€, lo que en cierta medida puede considerarse que son muy pocas las entidades que aplican este beneficio, teniendo en cuenta que aproximadamente hay 1.021.332 sociedades anónimas o limitadas activas que presentaron declaración del Impuesto sobre Sociedades en dicho periodo impositivo. Estos datos deberían hacer reflexionar al legislador si quizás ha puesto demasiados condicionantes para su aplicación. ® Legal y Tributario Member Crowe Horwath International 2 ÁREA FISCAL El tratamiento fiscal de las retribuciones percibidas por los economistas y titulares mercantiles como socios profesionales Jordi Bech, Economista Socio del Departamento Fiscal Barcelona jordi.bech@crowehorwath.es La Comisión fiscal del Col·legi d’Economistes de Catalunya ha realizado una consulta a la Dirección General de Tributos (DGT) a los efectos de clarificar el tratamiento fiscal de las retribuciones que perciben los economistas y titulares mercantiles como socios profesionales: la consideración como sueldo con la correspondiente retención o bien la consideración como actividad económica y en su caso, con la correspondiente obligación de emitir factura y repercusión del IVA ,se vienen aplicando indistintamente y por tanto, requería de una consulta concreta al respecto. La respuesta de Tributos viene a considerar estas retribuciones como actividad económica con independencia de si se prestan a una sociedad profesional o a una sociedad con actividad profesional y tanto si el socio desarrolla dentro de la sociedad una actividad técnica, comercial, organizativa o de dirección de equipos, siempre y cuando cotice en el Régimen de trabajadores autónomos (RETA). La DGT precisa que dicho tipo de retribuciones, devengarán IVA en el caso de que los socios ejerzan su actividad de forma independiente y ello, debe valorarse en base a los siguientes indicios: Ejercer la actividad fundamentalmente a través de la ordenación de medios propios en contraposición a los de la sociedad. En este sentido, Tributos viene a considerar que en el caso de los servicios profesionales, el factor humano puede constituir un medio de producción relevante (el prestigio profesional, la capacitación , el conocimiento) frente a los medios de producción que puede utilizar de la sociedad. Desarrollar su actividad libremente en contraposición a la total integración en la estructura organizativa de la sociedad: en el caso de los socios profesionales, es compatible la elección de colaboradores, la libertad de horarios y vacaciones con estar sometido en alguna medida a las normas internas de la sociedad. Soportar el riesgo económico de la sociedad, es decir, que la contraprestación económica del socio quede vinculada significativamente a los beneficios de la sociedad o en función de las prestaciones realizadas por el mismo. Asumir la responsabilidad contractual de la actividad desarrollada por el socio frente a los clientes. Por tanto, aunque hay que analizar caso por caso, los indicios comentados son consustanciales a la actividad de las sociedades profesionales y de sus socios y por tanto, podemos concluir que la prestación de servicios de los socios de sociedades profesionales deberá considerarse como actividad económica con la correspondiente repercusión del IVA y todo ello, con independencia del porcentaje de participación del socio en la sociedad profesional por cuanto en general, la retribución de los socios de este tipo de sociedades, se establece en base a criterios diferentes al de la mera participación en el capital social. Sin duda, la respuesta de la DGT asienta las bases para considerar como actividad económica la prestación de servicios de naturaleza jurídica mercantil de los socios de las sociedades profesionales, siempre y cuando la participación de esos socios en el capital social sea acorde y proporcional a la del resto de socios, y no se trate sólo de una participación meramente formal que pudiera encubrir una relación laboral. ÁREA LABORAL Cálculo de indemnizaciones por despido en contratos con antigüedad relevante Max Arias, Abogado Socio del Departamento Laboral Barcelona max.arias@crowehorwath.es Una de las medidas más conocidas de la reforma laboral del año 2012 fue el establecimiento de una nueva cuantía, más reducida, para las indemnizaciones por despido improcedente –treinta y tres días de salario por año de servicio, con el límite de veinticuatro mensualidades, contra los tradicionales cuarenta y cinco días de salario con el límite de ® 3 Legal y Tributario Member Crowe Horwath International ® Legal y Tributario Member Crowe Horwath International cuarenta y dos mensualidades. El Real Decreto Ley 3/2012, introdujo en su Disposición Transitoria 5ª una no tan conocida cuestión de derecho transitorio, consistente en una limitación general por la cual “…el importe indemnizatorio resultante no podrá ser superior a 720 días de salario, salvo que del cálculo de la indemnización por el periodo anterior a la entrada en vigor de este real decreto ley resultase un número de días superior, en cuyo caso se aplicará éste como importe indemnizatorio máximo, sin que dicho importe pueda ser superior a 42 mensualidades, en ningún caso”. El precepto contenía pues, en su literalidad, una limitación general al importe equivalente a 720 días de salario, congelando el devengo cuando la indemnización que correspondiera en la fecha de entrada en vigor de aquella reforma laboral de 2012 hubiera superado ese importe. La mencionada Disposición Transitoria (que tiene actual redacción en la Disposición Adicional 11ª del Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre, que aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores), sólo se aplica a los supuestos en que el contrato se hubiera celebrado con anterioridad al 12.02.12. Contra el sentido de la norma, la Sala Cuarta del Tribunal Supremo estableció, en una polémica sentencia dictada en fecha 29.09.14, que en el caso de trabajadores que a fecha 11.02.12 hubieran ya superado el límite indemnizatorio de 720 días, tal límite indemnizatorio debía sustituirse por el del importe de 42 mensualidades de salario; habiendo casado y anulado aquella resolución del Supremo la recurrida, por haber aplicado indebidamente el tope de 720 días, pese a estar excedido a la fecha de entrada en vigor del referido RD-Ley 3/2012. En sentido contrario, la norma indica que si por el periodo de prestación de servicios anterior a 12.02.12 no se ha sobrepasado el tope de 720 días, tampoco puede saltarse éste como consecuencia de la posterior actividad. Tras una larga temporada de incerteza y confusión, las sentencias de la Sala Social del propio Tribunal Supremo de 02.02.16 y 18.02.16 han venido a clarificar el concreto alcance de esa norma intertemporal, “dirigida a dulcificar la rebaja de la cuantía indemnizatoria que la Ley 3/2012 llevó a cabo (de 45 a 33 días por año; de 42 a 24 mensualidades como máximo)”; recordándonos que: Quienes a 12.02.12 no habían alcanzado los 720 días indemnizatorios (con el módulo de 45 días/año) siguen devengando indemnización por el periodo posterior (con el módulo de 33 días). El referido tope de los 720 días opera para el importe global derivado de ambos periodos. Cuando por aplicación de ese precepto se toman en cuenta periodos de servicio anteriores y posteriores al 12.02.12, “el importe indemnizatorio resultante no podrá ser superior a 720 días de salario”. De manera excepcional, el tope de 720 días de salario puede superarse si por el periodo anterior a 12.02.12 ya se ha devengado una cuantía superior. Si los 720 días indemnizatorios se superan atendiendo a los servicios prestados antes de 12.02.12 hay que aplicar un segundo tope: el correspondiente a lo devengado en esa fecha. A su vez, esa cuantía no puede superar las 42 mensualidades. El cálculo de cada uno de los dos periodos es autónomo y se realiza tomando en cuenta los años de servicio, “prorrateándose por meses los períodos de tiempo inferiores a un año” en los dos supuestos. ÁREA LABORAL En materia de indemnizaciones por despido, Hacienda perdona… pero no olvida Javier Abelló, Abogado Departamento Laboral Barcelona javier.abello@crowehorwath.es La normativa reguladora del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) prevé la exención de la indemnización por despido. En efecto, la Ley reguladora de dicho impuesto establece que están exentas “Las indemnizaciones por despido o cese del trabajador, en la cuantía establecida con carácter obligatorio en el Estatuto de los Trabajadores, en su normativa de desarrollo o, en su caso, en la normativa reguladora de la ejecución de sentencias, sin que pueda considerarse como tal la establecida en virtud de convenio, pacto o contrato”. Y establece también la Ley que, en los supuestos de despidos por causas económicas, técnicas, organizativas, productivas o por fuerza mayor, quede exenta la parte de la indemnización percibida que no supere los límites establecidos legalmente para el despido improcedente. Así pues, la norma tributaria no hace distinción, a los efectos de la exención, entre las causas motivadoras de la extinción contractual a instancias del empleador o por fuerza mayor, que puede motivar el despido lo mismo en causas disciplinarias que en causas de índole objetiva –además de la fuerza mayor-, sin que ello tenga transcendencia alguna en orden a la exención de la correspondiente indemnización. Y tampoco afecta en modo alguno al tratamiento fiscal de la in- ® Legal y Tributario Member Crowe Horwath International 4 demnización, que el despido sea individual o que la decisión extintiva del contrato de trabajo sea de carácter colectivo. Pero este tratamiento benévolo que la Ley depara a la indemnización por despido, sí tiene sus condicionantes. Y es que la indemnización sólo logra escapar de la avidez recaudatoria del fisco en supuestos en que concurren determinadas circunstancias y en el marco de una política fiscal que, inspirada por la necesidad de nutrir las maltrechas arcas públicas, ha devenido progresivamente más restrictiva respecto del alcance de la exención. Así, entre otras limitaciones de ésta, resulta que la indemnización por resolución del contrato laboral especial de alta dirección está plenamente sujeta al tributo y que el importe máximo indemnizatorio exento en las relaciones laborales ordinarias es de ciento ochenta mil euros, de tal suerte que la indemnización que supera dicho importe esté exenta sólo parcialmente, tributando por IRPF el exceso sobre dicho importe máximo, como rendimiento del trabajo. Tampoco gozan del beneficio de la exención las indemnizaciones por despido en que, de las circunstancias concurrentes (edad del trabajador, antigüedad en la empresa, importe indemnizatorio…), se deduce que el despido encubre una resolución del contrato de trabajo de mutuo acuerdo entre el empleador y el trabajador, no dándose en consecuencia la condición sine qua non para la exención, esto es, que la cantidad que se satisfaga al trabajador sea consecuencia de su despido o cese. Es pacífica la Jurisprudencia que sostiene que sólo cuando la indemnización compensa la pérdida forzosa del empleo, ha lugar a la exención, pero no así en los demás casos, esto es, cuando la prestación económica que percibe el trabajador materializa derechos basados en pactos de otra naturaleza, abonados por la empresa, por ejemplo, para primar el abandono voluntario del puesto de trabajo por parte del trabajador, o para estimular económicamente su jubilación anticipada. Otro de los aspectos que condicionan la aplicación de la exención de la indemnización por despido al IRPF es que el despido comporte la real y efectiva desvinculación de la persona trabajadora con la entidad que lo despida. Y se presume que tal desvinculación no se da, cuando en los tres años siguientes al despido o cese, el empleado vuelve a prestar servicios en la misma empresa o en otra vinculada a ésta, resultando indiferente tanto la duración del nuevo contrato, como que los servicios prestados por el trabajador nuevamente empleado deriven de una nueva relación laboral o de la realización de una actividad empresarial o profesional. Si bien se trata de una presunción que puede combatirse por cualquiera de los medios de prueba admitidos en derecho, son los órganos encargados de las actuaciones de comprobación e investigación tributaria quienes tienen atribuida la labor de valorar si en su día se produjo efectivamente dicha desvinculación o si, por el contrario, aun habiéndose extinguido formalmente el vínculo laboral anterior y transcurrido un período de tiempo desde entonces y hasta el inicio de la prestación de servicios para quien fuera empleador del trabajador (o para una entidad vinculada a aquél), a los efectos de la exención, debe entenderse que no ha tenido lugar dicha desvinculación. Si bien esta presunción legal es enervable, no puede soslayarse que, siendo Inspección de Hacienda juez y parte en el expediente inspector, entraña considerable dificultad la destrucción de esa presunción en vía administrativa, por lo que el contencioso acaba derivando con frecuencia hacia la vía jurisdiccional. En cualquier caso, de no haberse producido la efectiva desvinculación, resulta que la indemnización que en su momento estaba exenta del impuesto, ha devenido después no exenta, y que Hacienda, que antes perdonó, después no olvida: el otrora despedido carente de todo interés es ahora un apetitoso contribuyente que debe pasar por caja. ÁREA LABORAL Políticas de igualdad en el trabajo Xavier Murciano, Abogado Departamento Laboral Barcelona xavier.murciano@crowehorwath.es “El único estado estable es aquel en que todos los ciudadanos son iguales ante la ley”. Con esta frase, Aristóteles sentó las bases del principio de igualdad que, tras la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, se convertiría en un fundamento que se halla presente en la gran mayoría de normas de los estados democráticos modernos. Uno de los retos de la sociedad actual es favorecer la igualdad en el lugar de trabajo, bien sea de género –el caso más paradigmático-, de edad, raza, religión, o cualquier otra condición personal. Y para ello, no son pocos los parlamentos que han diseñado normas para que se practique un trato equitativo que impulse la progresión personal y profesional del equipo humano de las empresas y las administraciones públicas. Ello no obstante, no debemos olvidar que hablamos de una cuestión que con cierta frecuencia queda en segundo plano en el momento de organizar las relaciones laborales en la empresa, bien sea porque el día a día empuja a abordar problemas que requieren una solución inmediata, por el coste de tiempo –e incluso dinero- que puede implicar, o por la baja relevancia que se le da. Seguramente la igualdad en el trabajo que más se pretende fomentar en nuestro país es la de género, y ello sea por la tradicional y persistente desigualdad entre hombres y mujeres en el medio laboral, con una proyección y desarrollo de la mujer muy limitada en algunos casos. En consonancia con ello y, para conseguir una mejor política, resulta importante fomentar la conciliación entre la vida familiar y profe- ® 5 Legal y Tributario Member Crowe Horwath International ® Legal y Tributario Member Crowe Horwath International sional, que se puede definir como el equilibrio entre la vida personal y el trabajo a través de la reestructuración de los sistemas de organización en el puesto de trabajo, manteniendo la igualdad de oportunidades de acceso, garantía y promoción en un trabajo, y alternándolo con la posibilidad de cubrir las necesidades de las personas dependientes a cargo. Por ello, es una figura que ha sido desarrollada en el Estatuto de los Trabajadores (ET), si bien los derechos de conciliación que actualmente se contemplan en dicha ley son más reducidos en comparación con otras legislaciones de estados de la Unión Europea. Se trata, principalmente, de cuatro: el derecho al permiso y reducción de jornada por lactancia (artículo 37.4 ET), que permite reducir en una hora la jornada de trabajo (pudiendo dividirse en dos fracciones) hasta que el menor cumpla los nueve meses; el derecho de reducción de jornada por guarda legal de menor de 8 años o discapacitado, o por cuidado directo de un familiar (artículo 37.5 ET); el derecho de concreción horaria y determinación del período de disfrute de los anteriores derechos (artículo 37.6 ET); y, por último, las vacaciones (artículo 38 ET), permitiéndose su disfrute en fecha distinta a la del disfrute de alguno de los permisos anteriormente mencionados. En este sentido, fomentar la igualdad de oportunidades resulta fundamental para avanzar en este tipo de políticas, asegurar el desarrollo de los sistemas de calidad, consolidar la responsabilidad social corporativa, mejorar la imagen de la empresa para clientes, proveedores, inversores, etc., optimizar los recursos humanos aumentando la motivación y el clima laboral, mejorar la productividad y competitividad empresarial y, por supuesto, a cumplir con la normativa vigente (Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efec- tiva de mujeres y hombres -LOIMH-). Justamente el cumplimiento de esta norma aporta las claves para hacer efectivo el anteriormente citado principio de igualdad, además de regular los planes de igualdad y la adopción de medidas a favor de la misma en las empresas, para asimismo favorecer la negociación en el marco de los convenios colectivos. Estos planes de igualdad son todas las medidas que la empresa adopta de una forma ordenada tras detectar situaciones, o potenciales escenarios de desigualdades, con el fin de evitarlos, fomentar la igualdad de oportunidades y eliminar la discriminación por cualesquiera razones. Al amparo de la citada ley, existe la obligatoriedad de implantar un plan de igualdad de género en aquellas empresas que tengan más de doscientas cincuenta personas en su plantilla, las que por razón de su actividad estén suscritas a un convenio colectivo que así lo prevea, así como aquellas compañías que tras un procedimiento sancionador la autoridad laboral haya acordado la elaboración de este plan como sustitución a una sanción accesoria. Por su parte, en las empresas que cuentan con menos de doscientos cincuenta trabajadores, la elaboración e implementación de planes de igualdad es voluntaria, previa consulta a la representación de los trabajadores. En definitiva, los planes de igualdad son el instrumento más eficaz para lograr la igualdad efectiva entre las trabajadoras y trabajadores de una empresa. Con el establecimiento y consecución de buenas estrategias y prácticas a adoptar, junto con su consecuente seguimiento, la compañía será más proclive a respetar la igualdad de trato y oportunidades en el ámbito laboral. ÁREA DERECHO BANCARIO Y FINANCIERO Propuesta de la Comisión Europea de Reglamento sobre el folleto que debe publicarse en caso de oferta pública o admisión a cotización de valores Luis Coronel de Palma, Abogado Socio del Departamento de Derecho Bancario y Financiero Madrid luis.coronel@crowehorwath.es La Unión Europea (“UE”) está revisando sus normas sobre folletos. El folleto es un documento legalmente obligatorio que las empresas elaboran para sus inversores potenciales, que presenta información sobre los valores que emiten y sobre sí mismas. El 30 de noviembre de 2015, como parte del Plan de acción para la creación de la Unión de los Mercados de Capitales, la Comisión Europea ha presentado una propuesta para un nuevo Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo sobre el folleto que debe publicarse en caso de oferta pública o admisión a cotización de valores, que reformará y sustituirá a la vigente Directiva de Folletos1 y será directamente aplicable en los países miembros de la UE, sin necesidad de transposición de sus normas a la legislación nacional. La finalidad de la propuesta de Reglamento sobre el folleto en el contexto de la Unión de los Mercados de Capitales es facilitar el acceso de las empresas a los mercados financieros, especialmente de las pequeñas y medianas empresas (pymes). 1 Directiva 2003/71/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 4 de noviembre de 2003, modificada en el año 2009, sobre el folleto que debe publicarse en caso de oferta pública o admisión a cotización de valores. ® Legal y Tributario Member Crowe Horwath International 6 El proyecto de Reglamento sobre el folleto, en síntesis, contiene las siguientes novedades: Exención de elaboración del folleto en las emisiones más pequeñas La propuesta de Reglamento establece que no se exigirá folleto en caso de ofertas de valores cuyo importe total sea inferior a 500.000€ (actualmente 100.000€). Adicionalmente, los Estados miembros podrán eximir de la obligación de elaborar un folleto a las ofertas nacionales cuando el importe total de los valores ofertados sea inferior a 10.000.000€ (actualmente 5.000.000€). Creación de un folleto simplificado para las pymes Se permitiría a las pymes elaborar un folleto simplificado, menos costoso y más fácil de utilizar, cuando hagan una oferta de valores, que se negocie en los sistemas multilaterales de negociación, como los mercados de pymes en expansión. Este tipo de folletos no se pondrá a disposición de las pymes que tengan valores admitidos a negociación en un mercado regulado, porque no debe haber distintos niveles de información en dichos mercados dependiendo del tamaño del emisor. Se ha ampliado la definición de pyme, elevándose a 200 millones de euros el umbral de 100 millones de euros que actualmente define las empresas con reducida capitalización de mercado. Simplificación de las emisiones secundarias para las empresas cotizadas Las empresas ya admitidas a cotización en un mercado regulado, o en el futuro mercado de pymes en expansión, durante al menos 18 meses, y que deseen emitir nuevas acciones (emisiones secundarias) u obligaciones (bonos de empresa) podrían acogerse al folleto simplificado, que contendría solo información financiera mínima del último ejercicio, así como otra información que no esté sujeta a la obligación de información continua. Folletos más breves e información de mejor calidad para el inversor La propuesta especifica más claramente la cantidad de información necesaria para que los folletos sean más claros y concisos. Documento de Registro Universal para emisores frecuentes Las empresas que emitan valores con frecuencia también podrían utilizar el documento de registro universal, que contendría toda la información relevante de la empresa. Una vez que dicho documento ha sido aprobado por la autoridad competente del mercado de valores, ésta se compromete a examinar los restantes documentos (la nota de valores y la nota de síntesis) en el plazo de cinco días hábiles, en lugar de los actuales diez, en los supuestos de una oferta o admisión a cotización de valores. “El folleto es un documento legalmente obligatorio que las empresas elaboran para sus inversores potenciales, que presenta información sobre los valores que emiten y sobre sí mismas” Un punto de acceso único para todos los folletos de la UE La Autoridad Europea de Valores Mobiliarios (ESMA, en sus siglas en inglés) desarrollará un mecanismo de almacenamiento en línea en su sitio web, por la que se podría acceder a la versión electrónica de todos los folletos aprobados en el Espacio Económico Europeo. Tratamiento de los valores no participativos de elevado valor unitario El tratamiento favorable dado a las emisiones de valores no participativos cuyo valor nominal unitario es superior a 100.000 euros puede distorsionar la estructura de los mercados de deuda, reduciendo la liquidez del mercado secundario, y restringiendo las opciones de adquisición de estos valores por los pequeños inversores. Por lo que la propuesta propone: Eliminar la exención de la obligación de elaborar un folleto para las ofertas de valores cuyo valor nominal unitario sea de al menos 100.000 euros, aunque seguirán beneficiándose de dicha exención aquellas emisiones dirigidas únicamente para inversores cualificados o que exijan un compromiso mínimo de 100.000 euros por emisor; y folleto uniforme para los valores no participativos admitidos a negociación en un mercado regulado, por lo que se suprimiría la norma dual de divulgación de información según se tratase de emisiones destinadas a inversores cualificados (mayorista) o no cualificados (minorista). Siguientes etapas El Consejo recibió de la Comisión la propuesta de Reglamento sobre el folleto el 30 de noviembre de 2015. El Grupo de Servicios Financieros del Consejo ha iniciado los debates sobre la propuesta en enero de 2016. Una serie de actos relacionados con el proyecto han sido delegados en la Comisión Europea, que será asistida por ESMA, la cual elaborará directrices y presentará, normas técnicas de regulación y de ejecución de determinados aspectos del Reglamento. Es difícil estimar la fecha de entrada en vigor del Reglamento, pero no creemos que esta se pueda producir con anterioridad de mediados del año 2017. ® 7 Legal y Tributario Member Crowe Horwath International ® Legal y Tributario Member Crowe Horwath International ÁREA PROCESAL Y ARBITRAJE Vulneración del derecho de la Unión Europea imputable a una resolución dictada por el Tribunal Supremo de un Estado miembro: responsabilidad patrimonial de dicho Estado e incidencia de los principios de fuerza de cosa juzgada y seguridad jurídica Miguel Ángel Serrano, Abogado Socio del Departamento de Procesal y Arbitraje Madrid mangel.serrano@crowehorwath.es El supuesto analizado se refiere a la exigencia de responsabilidad patrimonial a un Estado miembro de la Unión Europea por los daños causados a unos particulares como consecuencia de una resolución judicial dictada por el Tribunal Supremo de ese Estado, en cuanto órgano jurisdiccional que ha resuelto en última instancia, sin posibilidad de interponer ulterior recurso judicial de Derecho nacional o interno, y sobre la base de que la decisión adoptada por dicho Tribunal se fundó en una interpretación manifiestamente errónea del Derecho de la Unión. A la vista de que la citada resolución judicial del Tribunal Supremo es firme, cabe preguntarse si los principios de fuerza de cosa juzgada y seguridad jurídica tendrían alguna incidencia en el posterior procedimiento judicial nacional que los particulares perjudicados por dicha resolución judicial han instado para determinar la mencionada responsabilidad patrimonial del Estado miembro. Pero sin olvidar, asimismo, que los órganos jurisdiccionales estatales desempeñan, en el ámbito de la Unión Europea, una función esencial respecto a la protección de los derechos conferidos a los particulares por las normas del Derecho de la Unión. Planteada así la cuestión, en primer lugar y por lo que respecta al principio de fuerza de cosa juzgada, debe ponerse de manifiesto que es cierto que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha señalado la importancia que tiene este principio en los ordenamientos jurídicos de la Unión y nacionales, con la precisión de que, a falta de normativa de la Unión en la materia, su aplicación se rige por el Derecho de los Estados miembros, en virtud del principio de autonomía procesal de estos últimos (en esta dirección, puede invocarse la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en el asunto Fallimento Olimpiclub). Ahora bien, el procedimiento judicial nacional dirigido a exigir la responsabilidad patrimonial del Estado no tiene el mismo objeto y tampoco necesariamente las mismas partes que el procedimiento judicial en el que se dictó, por el Tribunal Supremo, la resolución judicial firme que tiene eficacia de cosa juzgada. A este respecto, debe ponderar- se que la acción de responsabilidad patrimonial ejercitada contra el Estado miembro busca la condena de dicho Estado a efectos de reparar el daño sufrido por la parte perjudicada, pero no conlleva necesariamente la anulación de la fuerza de cosa juzgada de la resolución judicial causante de aquel daño. Y, en todo caso, el principio de la responsabilidad del Estado inherente al ordenamiento jurídico de la Unión exige tal reparación, pero no impone la revisión de la resolución judicial causante del perjuicio (así, puede verse la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en el asunto Köbler). De ahí que el reconocimiento de la responsabilidad patrimonial del Estado derivada de la mentada resolución del Tribunal Supremo no tenga como consecuencia, en sí, que se cuestione la fuerza de cosa juzgada de la resolución judicial de la que se deriva el perjuicio causado (en este sentido, puede traerse a colación la reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en el asunto Ferreira da Silva e Brito). “El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha señalado la importancia que tiene este principio en los ordenamientos jurídicos de la Unión y nacionales” Y por otro lado, en cuanto al principio de seguridad jurídica, debe tenerse presente que, al tratarse de una resolución judicial del Tribunal Supremo basada en una palmaria interpretación errónea del Derecho de la Unión, la toma en consideración del citado principio de seguridad para contrarrestar, a su vez, el también principio de la responsabilidad del Estado, tendría como consecuencia impedir que los particulares hicieran valer los derechos que les otorga el ordenamiento jurídico de la Unión y, en especial, los que se derivan del propio principio de la responsabilidad del Estado miembro, principio éste que es inherente al sistema de los Tratados en los que la Unión se funda (en este sentido, pueden citarse la sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en los asuntos Specht y Ferreira da Silva e Brito). ® Legal y Tributario Member Crowe Horwath International 8 Por tanto, la plena eficacia de las normas del Derecho de la Unión Europea y protección de los derechos por las mismas reconocidos se verían mermadas en la medida en que los particulares no pudieran exigir la responsabilidad patrimonial a un Estado miembro para obtener una indemnización, en determinadas condiciones, cuando aquellos derechos resulten lesionados a raíz de la violación del Derecho de la Unión por parte de la resolución judicial dictada por un órgano jurisdiccional de ese Estado que resuelva en última instancia (así, pueden invocarse las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en los asuntos Köbler y Ferreira da Silva e Brito). Y, en consecuencia, los principios de fuerza de cosa juzgada y de seguridad jurídica no pueden servir de obstáculo para la aplicación efectiva de aquellas normas del Derecho de la Unión Europea y de un principio tan fundamental como el de la responsabilidad patrimonial de los Estados miembros por haber infringido tal Derecho de la Unión (al respecto, véase la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en el asunto Ferreira da Silva e Brito). ÁREA PROCESAL Y ARBITRAJE Registros de morosos y principio de calidad de los datos Miguel Ángel Serrano, Abogado Socio del Departamento de Procesal y Arbitraje Madrid mangel.serrano@crowehorwath.es La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo ha dictado varias sentencias en las que se declara que el denominado “principio de calidad de los datos” es uno de los ejes fundamentales de la regulación del tratamiento automatizado de datos personales. Este principio, y los derechos que del mismo se derivan para los afectados, son aplicables a todas las modalidades de tratamiento automatizado de datos de carácter personal. Y tienen una especial trascendencia cuando se trata de los llamados “registros de morosos”, esto es, los ficheros de datos de carácter personal relativos al cumplimiento o incumplimiento de obligaciones dinerarias facilitados por el acreedor o por quien actúe por su cuenta o interés. A este respecto, debe tenerse presente que los datos que se incluyan en estos registros de morosos han de ser ciertos y exactos, pero también que no basta con el cumplimiento de esos requisitos para satisfacer las exigencias del principio de calidad de los datos en este tipo de registros. Hay datos que pueden ser ciertos y exactos sin ser por ello pertinentes, pues no son determinantes para enjuiciar la solvencia económica de los interesados. Veamos un ejemplo. Una compañía de telefonía móvil remite los datos personales de un cliente a un registro de morosos, con indicación del importe de la deuda fijada unilateralmente por dicha compañía, pese a conocer que el referido cliente no estaba conforme con el servicio prestado y la facturación realizada, así como que, por estos motivos, el mismo había sometido la cuestión a un proceso arbitral de consumo. Pues bien, si la deuda unilateralmente determinada por la mencionada compañía es objeto de controversia, porque el titular de los datos considera legítimamente que no debe lo que se le reclama y la cuestión está sometida a decisión arbitral, la falta de pago no es indicativa de la insolvencia del afectado. Puede que la deuda resulte reconocida, en todo o parte, por el laudo que ponga término al proceso arbitral iniciado, y que pueda considerarse, por tanto, como un dato veraz. Pero lo cierto es que no era un dato pertinente y proporcionado a la finalidad del registro de morosos cuando fue comunicado por la compañía de telefonía, dado que estos registros no tienen como objeto la simple constatación de las deudas, sino la solvencia patrimonial de los afectados. En consecuencia, la inclusión de datos personales en esta clase de registros sólo es pertinente cuando se trate de deudores que no pueden o no quieren, de modo no justificado, pagar sus deudas, pero no cuando dichos deudores legítimamente están discutiendo con el acreedor la existencia y cuantía de la deuda. Y todo lo anterior, por supuesto, sin olvidar que igualmente puede traerse aquí a colación la doctrina jurisprudencial sentada por la aludida Sala de lo Civil del Tribunal Supremo en su sentencia de fecha 6 de marzo de 2013, y reiterada en otras posteriores –como las de 22 de diciembre de 2015–, donde se declara que: «La inclusión en los registros de morosos no puede ser utilizada por las grandes empresas para buscar obtener el cobro de las cantidades que estiman pertinentes, amparándose en el temor al descrédito personal y menoscabo de su prestigio profesional y a la denegación del acceso al sistema crediticio que supone aparecer en un fichero de morosos, evitando con tal práctica los gastos que conllevaría la iniciación del correspondiente procedimiento judicial, muchas veces superior al importe de las deudas que reclaman. Por tanto, esta Sala estima que acudir a este método de presión representa en el caso que nos ocupa una intromisión ilegítima en el derecho al honor [...]». Y ello, porque no cabe duda de que la inclusión de los datos personales del cliente en el registro de morosos, una vez que la compañía de telefonía móvil conocía que aquél había sometido a arbitraje la procedencia de la deuda, puede interpretarse como una presión ilegítima para que el referido cliente pagara una deuda que previamente había cuestionado, en la medida en que no existe base alguna que permita considerar abusiva o manifiestamente infundada la conducta del cliente por haber instado el citado arbitraje de consumo. ® 9 Legal y Tributario Member Crowe Horwath International ® Legal y Tributario Member Crowe Horwath International ÁREA DERECHO ADMINISTRATIVO ‘Fracking’ en México. Está pasando Teresa Lasierra, Abogada Asociada del Departamento de Derecho Administrativo Madrid teresa.lasierra@crowehorwath.es El fracking permite extraer hidrocarburos no convencionales al perforar la superficie terrestre a medida que se inyectan fluidos compuestos de agua y diversos productos químicos, a muy alta presión, para que la roca del subsuelo se fracture, se abran los poros y de este modo se dé paso a la liberación y extracción de gas y petróleo. Pues bien, en México está pasando. Hablar del desarrollo y la aplicación de técnicas para la extracción de gas no convencional o shale gas en cualquier país de América Latina es adelantar un acontecimiento de gran impacto en el orden económico-social del país en cuestión. Sin embargo, hablar del mismo desarrollo y de idéntica aplicación de técnicas iguales en México supondría un tsunami económico de dimensiones inabarcables. A finales del año 2013, y de la mano del Presidente Enrique Peña Nieto, se llevó a cabo con una premura nunca vista en el equipo legislativo mexicano una reforma energética que rompió un paradigma al permitir el ingreso de capital privado en la extracción de hidrocarburos. No mucho más tarde, el 11 de agosto de 2014 y a través del Diario Oficial, se dio publicidad a la reglamentación que articularía, formaría y daría acción al fracking. Legislación secundaria relativa a la explotación de hidrocarburos que fue aprobada una vez consiguió el visto bueno de los órganos legislativos federales, es decir, la Cámara Alta y la Cámara Baja que le asignarían a la Comisión Nacional de Hidrocarburos la regulación y supervisión de las actividades de perforación de pozos por parte de los asignatarios o contratistas autorizados. Así, tras casi ocho décadas de monopolio estatal, la empresa paraestatal Petróleos Mexicanos (PEMEX) da un paso atrás arguyendo incapacidad técnica para explotar ese tipo de yacimientos y el país mexicano licita a empresas privadas de todo el mundo áreas petroleras para su exploración y explotación. El objetivo, atraer inversión extranjera y darle acceso al mercado mexicano. Esta reforma energética ha creado grandes expectativas y ha sido considerada como el pilar del crecimiento económico en los años venideros, marcando un precedente histórico al despojar a Petróleos Mexicanos y a la Comisión Federal de Electricidad de su carácter estatal y otorgarle una nueva naturaleza como empresas productivas del estado. Por todo lo dicho, parece que soplan vientos nuevos en México, pero nada más lejos de la realidad. La primera gran reforma energética (y la que ha utilizado Peña Nieto a modo de fuelle) fue impulsada por el Presidente Lázaro Cárdenas y se configuró como una reforma nacionalista, por supuesto, pero llena de un espíritu modernizador y visionario. Su piedra angular se basaba en garantizar la propiedad del Estado en el control de los hidrocarburos a la vez que contemplaba la participación del sector privado en determinadas actividades. Así, otorgó la exclusividad de la propiedad de los recursos del subsuelo al Estado, abolió los derechos que tenían los particulares sobre el petróleo y el gas a base de concesiones e incorporó contratos con particulares para las actividades de explotación y extracción. Todo ello bajo las condiciones establecidas por el Estado mexicano. Por suerte o por desgracia, cada cual que elija su dicha; esta reforma se vio desvirtuada fruto de las reformas constitucionales posteriores haciendo que perdiese su original esencia, esencia que Peña Nieto ha recuperado con la Reforma Energética vigente. “Esta reforma energética ha creado grandes expectativas y ha sido considerada como el pilar del crecimiento económico en los años venideros” A día de hoy quién decide cuando extraer shale gas es el Gobierno Mexicano y no PEMEX. A día de hoy podrán proceder a la extracción empresas privadas que suscriban un contrato de utilidad compartida con el Gobierno de la República, y no solo PEMEX. En resumen, ayer la ganancia era poca, hoy es mucha y mañana desorbitada. El marco legislativo vigente y la situación geopolítica de los Estados Unidos Mexicanos; que disfrutan de un vecindario nada desdeñable, máxime cuando sus vecinos del norte, en Texas, ya han perforado la friolera de 5.400 pozos desde 2008 en Eagle Ford; los costos laborales más baratos y la disposición del Gobierno de la República a aceptar un precio menor por las tierras que los propietarios estadounidenses; los convierte directa e inexorablemente en un caramelo en la puerta de un colegio. ® Legal y Tributario Member Crowe Horwath International 10 CROWE HORWATH AUDITORÍA Y CONSULTORÍA Ataques cibernéticos en España – riesgo latente ante una falta de medidas preventivas en materia de seguridad de activos de información – Yazomary García Senior Manager Consultoría Barcelona yazomary.garcia@crowehorwath.es En España se registraron en el año 2015 cerca de 45.000 agresiones cibernéticas, siendo así el tercer país del mundo que más ataques recibe, por detrás de Estados Unidos y Reino Unido, provocando unas pérdidas económicas valoradas en más de 14.000 millones de euros, equivalente al 1,6% del PIB. Una de las principales amenazas, tanto para empresas como para usuarios, es el ransomware, el cual es un tipo de programa informático malintencionado que restringe el acceso a determinadas partes o archivos del sistema infectado, y pide un rescate a cambio de quitar esta restricción. Cabe destacar que los ataques utilizando esta técnica crecieron un 58% en el segundo trimestre de 2015. Esta importante progresión se atribuye a la rápida propagación de nuevas variedades del ransomware como CTB-Locker o CryptoWall, entre otros. El impacto económico de este tipo de ataques en las empresas no sólo se limita al pago de un rescate, sino que incluye además las pérdidas ocasionadas por la interrupción del negocio al no poder acceder a información crítica. Otro aspecto fundamental es la formación en seguridad de usuarios y empleados, dado que la mayor parte de los ataques de ransomware comienzan por correos electrónicos de phishing. En este sentido, cabe destacar que un 64% de las organizaciones no ofrece este tipo de formación a sus equipos de atención al cliente, mientras que un 72% no lo hace a sus recepcionistas y empleados que trabajan de cara al público, todos ellos representan puestos altamente expuestos a ser objeto de un ataque online. Intel Security, compañía de software especializada en seguridad informática, ha destacado la importancia de que las empresas españolas tomen conciencia real de las consecuencias económicas que un ciberataque puede tener en su negocio y adopten un enfoque de seguridad proactivo basado en medidas de prevención. Actualmente, los sistemas tradicionales de protección, tales como antivirus y firewalls, siguen siendo necesarios, sin embargo, no son suficientes para proteger la información de una empresa. De igual importancia, el Informe de Riesgos Globales de 2016, realizado por el Foro Económico Mundial, incorpora una encuesta donde se solicitó a 750 expertos la conside- ración de 29 riesgos globales, categorizados en sociales, tecnológicos, económicos y medio ambientales o geopolíticos a 10 años en el horizonte, evaluando cada uno de ellos acorde a la probabilidad de que suceda y su impacto en la sociedad. Particularmente, el riesgo de ataques cibernéticos se encuentra por encima de la media de los 29 riesgos (tanto probabilidad como impacto), suponiendo un riesgo serio de pérdida económica y de información. En este sentido, es fundamental que las organizaciones estén dotadas de sistemas inteligentes de protección interconectados, capaces de comunicarse entre sí, y que faciliten la detección y actuación ante un ataque de forma más rápida y eficiente. Ya que más preocupante que el número de ataques es, si cabe, constatar lo desprotegidas que están las empresas ante ellos. El 51% de los ordenadores del mundo han experimentado virus o malware y el 100% de los atacados dispone de firewall y un antivirus actualizado y, aun así, la mayoría no llega a identificar que han sido víctimas de un ataque cibernético. Como consiguiente, una empresa tarda 205 días de media en detectar que ha sido atacada. Ni siquiera los departamentos de seguridad informática de las grandes multinacionales, logran ser totalmente eficaces, ya que cada vez más deben estar alerta en un campo que está fuera de su perímetro de seguridad: los dispositivos de sus clientes. Para los delincuentes, resulta igual de rentable atacar uno por uno a los de clientes de una empresa, y mucho más sencillo, al no tener que sortear la seguridad digital que éstas suelen mantener en torno a sus activos. Con esta situación, la Comisión de Mercado Interior de la Eurocámara ha dado luz verde a la primera ley europea de ciberseguridad, donde las empresas que satisfacen servicios básicos como la energía, el transporte, la banca y la salud, o servicios digitales tales como los motores de búsqueda y la nube, tendrán que tomar medidas para mejorar su capacidad de resistencia a los ataques cibernéticos, además, estarán obligadas a comunicar violaciones graves de seguridad a las autoridades nacionales. Adicionalmente, el 6 de diciembre de 2015, entró en vigor la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que permitirá entre otras cosas, que la Policía pueda intervenir herramientas como el popular servicio de mensajería WhatsApp, infiltrar agentes encubiertos en el marco de investigaciones online con capacidad para intercambiar o enviar archivos ilícitos o incluso utilizar troyanos, un software malicioso que brinda a un atacante acceso remoto al equipo infectado y ® 11 Legal y Tributario Member Crowe Horwath International ® Legal y Tributario Member Member Crowe Horwath International que es una de las principales herramientas de los cibercriminales. Además, la legislación obligará ahora a los operadores tecnológicos que gestionen datos a colaborar de forma obligatoria. La ofensiva legal contra los ciberdelitos se complementa con la última reforma del Código Penal, que entró en vigor el 1 de julio de 2015 y que recoge explícitamente amenazas como el ciberterrorismo, la estafa informática, el espionaje mediante las nuevas tecnologías o el blanqueo de capitales de forma telemática. En conclusión, una vez más se reitera la necesidad imperante de implantar medidas preventivas de seguridad de la información, capaces de reducir las posibilidades de infección por parte de las empresas minimizando el riesgo de presentar ataques cibernéticos. En este sentido, Crowe Horwath dispone de la división de Consultoría – Risk Management, conformado por un equipo de profesionales expertos en la Gestión de Riesgos Tecnológicos. NOTICIAS CORPORATIVAS Crowe Horwath incorpora Gerardo Roca y Ramón Santos de PwC (Landwell-PricewaterhouseCoopers) Crowe Horwath Legal y Tributario en Barcelona ha incorporado 2 socios internacionales de Landwell-PwC y 5 asociados de esta misma firma con sus correspondientes equipos. Gerardo Roca, con 30 años de experiencia profesional inició su carrera en el bufete Roca Puig fundado en 1962, siendo finalmente su socio director. Dicho bufete se integró posteriormente en Landwell-PwC, donde era socio responsable del equipo Mercantil-Transacciones en Barcelona, así como responsable del German Desk. Se ha incorporado como socio responsable de Corporate-Transacciones en Crowe Horwath Legal y Tributario, aprovechando su amplia experiencia en profesional en este área así como en el área financiera. Ramón Santos cuenta con 24 años de experiencia profesional, habiendo sido en Landwell-PwC el responsable del equipo fiscal de la oficina de Barcelona, y el responsable nacional del sector de Distribución y Gran Consumo en el ámbito legal y fiscal. Fue también responsable nacional en KPMG de la unidad de empresa familiar, y buena parte de su experiencia la desarrolló en Cuatrecasas. Es, además, profesor en ESADE y en la Universidad Ramon Llull desde hace más de 15 años. Juntamente con ellos, se incorporan también Álvaro San Martín, Antxon Gracia y Eduard Urtasun en el área de Corporate y Mercedes Escudero y Carmen Villamar en el área Fiscal, los cuales conformarán dos equipos de más de 15 personas. Álvaro San Martín, con más de 12 años de experiencia profesional, inició su carrera como abogado mercantilista en Clifford Chance, donde desarrolló su práctica hasta el año 2014, año en el que empezó a trabajar en Landwell-PwC. Es especialista en derecho societario y en M&A, en particular en transacciones financieras, incluyendo el sector seguros y private equity. Antxon Gracia, con más de 15 años de experiencia profesional, ha desarrollado su carrera en el ámbito del derecho mercantil, procesal y civil. Antes de incorporarse a Crowe Horwath, Antxon trabajó en los despachos Roca Puig, Ramón & Añoveros, y Landwell-PwC. Eduard Urtasun, se incorporó a PwC en el año 2010 en su departamento de derecho mercantil/M&A, del cual era abogado asociado. Es especialista en derecho societario y M&A, asesorando tanto a clientes nacionales como internacionales. Mercedes Escudero cuenta con una trayectoria de más de 10 años como asesora fiscal de grupos de entidades nacionales y multinacionales con presencia en Catalunya, la cual ha desarrollado en Landwell-PwC, donde se incorporó en 2005 tras acumular experiencia previa en consultoría estratégica y de procesos. Carmen Villamar es Licenciada en Derecho por la Universidad de Oviedo con Máster en Asesoría y Gestión Tributaria de ESADE. A lo largo de su trayectoria profesional como abogada fiscal ha asesorado a grupos empresariales tanto a nivel nacional como internacional. ® Legal y Tributario Member Crowe Horwath International Legal y Tributario Member Crowe Horwath International ® Avda. Diagonal, 429, 5ª planta 08036 Barcelona Tel. + 34 932 448 900 Fax + 34 932 651 971 barcelona@crowehorwath.es P.º de la Castellana, 130, 7ª planta 28046 Madrid Tel. + 34 918 270 010 Fax + 34 918 334 028 madrid@crowehorwath.es Depósito legal: B-5.968 - 2005. Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos incluidos en esta publicación sin citar expresamente su procedencia. Juana de Vega,12, 2º 15003 A Coruña Tel. + 34 981 217 139 Fax + 34 981 208 528 acoruna@crowehorwath.es