76-CQCM-11 CÁMARA TERCERA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA SECCIÓN DEL CENTRO: San Salvador, a las ocho horas veinte minutos de quince de noviembre de dos mil once. Concluida la tramitación del presente recurso ordinario de apelación del auto definitivo proveído por el señor Juez Quinto de lo Mercantil, a las catorce horas de veintiséis de abril del corriente año, por medio del cual declaró improponible la demanda del PROCESO COMÚN DE PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA DE LA ACCIÓN EJECUTIVA promovido por don WILFREDO IVÁN CIENFUEGOS CASTILLO, mayor de edad, Ingeniero Electricista, de este domicilio, por medio de su apoderado general judicial licenciado Herbert Danilo Vega Cruz, contra el “FONDO DE SANEAMIENTO Y FORTALECIMIENTO FINANCIERO”, que se abrevia FOSAFFI. La resolución recurrida en lo pertinente, EXPRESA: “…darle trámite a la pretensión incoada por el señor WILFREDO IVÁN CIENFUEGOS CASTILLO a través del licenciado HERBERT DANILO VEGA CRUZ sería violentar la seguridad jurídica por abrir juicios ya fenecidos, sobre los que ya se ha discutido el pago de una obligación como en el presente caso, y se ha confirmado la sentencia emitida en segunda instancia y además por la Sala de lo Constitucional, existiendo por estas circunstancias cosa juzgada (…) por tanto no puede el suscrito juez invalidar las actuaciones y sentencia ya emitidas sobre el presente caso atentando contra la Constitución de la República como lo establece en su art. 17, violentando la seguridad jurídica que han causado las supra mencionadas resoluciones y además el principio de legalidad contemplado en los arts. 15 Cn. y 3 CPCM. Por todo lo antes relacionado, el suscrito juez (…) RESUELVE: DECLÁRASE IMPROPONIBLE la demanda de proceso común de prescripción extintiva de la acción ejecutiva mercantil presentada por el licenciado HERBERT DANILO VEGA CRUZ como apoderado general judicial del señor WILFREDO IVÁN CIENFUEGOS CASTILLO en contra del FONDO DE SANEAMIENTO Y FORTALECIMIENTO FINANCIERO que se abrevia FOSAFFI, por existir cosa juzgada respecto a su pretensión, todo como se ha analizado en los romanos anteriores. ” (fs. 45 a 47 p.p.) Intervino en ambas instancias únicamente como parte actora-apelante don WILFREDO IVÁN CIENFUEGOS CASTILLO a través de su apoderado general judicial licenciado Herbert Danilo Vega Cruz, quien es mayor de edad, abogado y de este domicilio. LEÍDOS LOS AUTOS; Y, CONSIDERANDO: I. ANTECEDENTES DE HECHO SUSTANCIACIÓN DEL PROCESO A. EN PRIMERA INSTANCIA El licenciado Herbert Danilo Vega Cruz, en el carácter antes relacionado presentó demanda y en lo esencial EXPUSO: “Con instrucciones expresas de mi mandante, vengo a Demandar en Proceso Declarativo Común y de conformidad a los artículos 240 y 276 del CPCM la Prescripción Extintiva de la acción Ejecutiva Mercantil, en contra del Fondo de Saneamiento y Fortalecimiento Financiero y que se abrevia FOSAFFI (…) por los hechos que a continuación le MANIFIESTO: De conformidad a la fotocopia certificada por notario que le presento: por Escritura Pública número Ciento Dieciocho, del Libro Quinto de Protocolo, que venció el día dieciséis de abril de mil novecientos noventa y siete, ante los oficios del Notario Ricardo Alberto Iglesias Herrera, se otorgó Contrato de Mutuo, a las quince horas y treinta minutos del día catorce de marzo de mil novecientos noventa y siete, por la cantidad de Cuatrocientos doce mil ciento cincuenta y dos colones, equivalentes a cuarenta y siete mil ciento tres dólares con ocho centavos de dólar y demás conceptos, derechos y obligaciones que constan en dicho instrumento. Otorgada a favor, como acreedora, de la sociedad FINANCIERA INDUSTRIAL Y COMERCIAL SOCIEDAD ANÓNIMA y que se abrevia FINCOMER, S.A., ya extinguida y por el señor Wilfredo Cienfuegos como deudor (…) En dicha obligación mi mandante compareció como Garante Hipotecario, Codeudor y fiador Solidario del señor Wilfredo Cienfuegos (…) La obligación antes referida fue garantizada por medio de Primera Hipoteca Abierta, otorgada en San Salvador, a las quince horas del día catorce de marzo de mil novecientos noventa y siete, ante los oficios del Notario Ricardo Alberto Iglesias Herrera, a la escritura pública número Ciento diecisiete, del Libro Quinto de Protocolo, que venció el día dieciséis de abril de mil novecientos noventa y siete, con un inmueble propiedad de mi mandante (…) inscrito al número de matricula 60094280-00000 asiento 2. (…) Dicha obligación fue cedida y dada en pago, por la Sociedad FINCOMER, S.A., al Fondo de Saneamiento y Fortalecimiento Financiero que se abrevia FOSAFFI, por medio de escritura número ocho, del protocolo número cuarto, que venció el día uno de diciembre de mil novecientos noventa y ocho, otorgada en San Salvador a las nueve horas del día diecinueve de mayo de mil novecientos noventa y ocho, ante los oficios de la Notario Sara Carolina Rico González y se encuentra registrado al mismo número de matricula, pero con asiento 3 (…) Pero es el caso que hasta la fecha no se me ha demandado en Juicio Mercantil Ejecutivo reclamándome cantidad de dinero alguno en ningún tribunal competente y de conformidad a los artículos 995 romanos III y IV del Código de Comercio, dicha obligación ya prescribió por haber pasado más de trece años desde la fecha de mora o sea el quince de mayo de mil novecientos noventa y siete sin que se haya incoado Acción mercantil Ejecutiva en mi contra (…) Por lo anterior con el mayor respeto PIDO: (…) en sentencia definitiva se declare la prescripción extintiva de la acción ejecutiva de la obligación contraída por instrumento: A- Otorgado en la escritura número ciento dieciocho del libro de protocolo quinto que venció el día dieciséis de abril de mil novecientos noventa y siete en San Salvador, a las quince horas y treinta minutos del día catorce de marzo de mil novecientos noventa y siete, otorgado ante los oficios del Notario Ricardo Alberto Iglesias Herrera. B- Primera Hipoteca Abierta, otorgada en San Salvador, a las quince horas del día catorce de marzo de mil novecientos noventa y siete, del libro quinto de protocolo que venció el día dieciséis de abril de mil novecientos noventa y siete, ante los oficios del Notario Ricardo Alberto Iglesias Herrera y todos sus actos consecuentes.” (Fs. 1 a 3 p.p.) Adjuntó la documentación que obra de fs. 4 a 41 p.p. Mediante auto definitivo proveído a las catorce horas de veintiséis de abril del corriente año, se declaró Improponible la demanda interpuesta. (fs. 45 a 47 p.p.) Según providencia de las catorce horas de dieciséis de mayo del presente año, se tuvo por interpuesto el recurso de apelación presentado por el licenciado Herbert Danilo Vega Cruz. (fs. 52 p.p.) B. EN SEGUNDA INSTANCIA Mediante resolución de once horas veinte minutos de treinta de mayo del año en curso (fs. 5), una vez examinada la procedencia del presente recurso, se admitió la apelación interpuesta por el licenciado Herbert Danilo Vega Cruz, se tuvo por parte como apoderado de don WILFREDO IVÁN CIENFUEGOS CASTILLO, como apelante; se omitió señalar para audiencia, en vista que los Magistrados Propietarios de este Tribunal se abstuvieron de conocer en el presente incidente, por las razones relacionadas en dicho auto, remitiéndose los originales de los autos a la Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia, a fin de que resolviese el incidente suscitado. Por auto de las ocho horas treinta y siete minutos de veintiséis de septiembre del presente año, fs. 21, se recibió el PROCESO COMÚN DE PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA DE LA ACCIÓN EJECUTIVA, el incidente que nos ocupa y la resolución pronunciada por la Sala de lo Civil, habiéndose declarado legal la causal de abstención manifestada por los Magistrados Propietarios de esta Cámara. Según decreto de las once horas cincuenta minutos de día veintinueve de septiembre del corriente año, fs. 33, se señaló lugar, hora y fecha para la práctica de la audiencia a que se refiere el Art. 513 CPCM. El resultado de la audiencia especial obra de fs. 35 a 37. II. PRETENSIÓN. A) “Don WILFREDO IVÁN CIENFUEGOS CASTILLO, por medio de su apoderado licenciado Herbert Danilo Vega Cruz pretende que en sentencia definitiva se declare la prescripción extintiva de la acción ejecutiva que deriva del Contrato de Mutuo otorgado por el señor Wilfredo Cienfuegos, a las quince horas y treinta minutos del día catorce de marzo de mil novecientos noventa y siete, por la cantidad de CUATROCIENTOS DOCE MIL CIENTO CINCUENTA Y DOS COLONES, equivalentes a CUARENTA Y SIETE MIL CIENTO TRES DÓLARES CON OCHO CENTAVOS DE DÓLAR y demás conceptos, derechos y obligaciones que constan en dicho instrumento, a favor de la FINANCIERA INDUSTRIAL Y COMERCIAL SOCIEDAD ANÓNIMA y que se abrevia FINCOMER, S.A., ya extinguida, hoy del FONDO DE SANEAMIENTO Y FORTALECIMIENTO FINANCIERO, que se abrevia FOSAFFI, en la cual se constituyó Garante Hipotecario, Codeudor y fiador Solidario del señor Wilfredo Cienfuegos; por no haberse ejercido la pretensión contra él durante cierto lapso de tiempo. B. DE LOS AGRAVIOS EN QUE FUNDAMENTA LA APELACIÓN. La parte apelante por medio del licenciado Vega Cruz, manifiesta como agravio lo siguiente: “la resolución impugnada adolece de erróneas interpretaciones de la demanda, ya que el señor Wilfredo Iván Cienfuegos Castillo no ha sido demandado en juicio ejecutivo alguno por documento de mutuo a favor de FINCOMER, S.A., en el que tiene la calidad de garante hipotecario, codeudor y fiador solidario, además de reunir los requisitos señalados en la ley, por lo que es procedente revocar la resolución impugnada y ordenar la admisión de la demanda presentada, pues no se pretende que se invalide la sentencia pronunciada por el señor Juez Quinto de lo Mercantil, sino que en base al Art. 470 CPCM la sentencia no produce los efectos de cosa juzgada, la cual no fue confirmada por la Sala de lo Constitucional sino que ésta se refirió a que no era posible amparar los derechos del señor Cienfuegos Castillo por no ser parte procesal en el referido juicio ejecutivo, en el que nunca fue demandado, habiendo transcurrido el plazo que señala el Art. 995 romanos III y IV C.Com.” III. FUNDAMENTACIÓN DOCTRINARIA Y DE DERECHO. 1. DE LA IMPROPONIBILIDAD. A. El Art. 277 CPCM, literalmente DICE: “Si, presentada la demanda, el Juez advierte algún defecto en la pretensión, como decir que su objeto sea ilícito, imposible o absurdo; carezca de competencia objetiva o de grado, o atinente al objeto procesal, como la litispendencia, la cosa juzgada, compromiso pendiente; evidencie falta de presupuestos materiales o esenciales y otros semejantes, se rechazará la demanda sin necesidad de prevención por ser improponible, debiendo explicar los fundamentos de la decisión. El auto por medio del cual se declara improponible una demanda admite apelación.” (Subrayado es nuestro) B. La improponibilidad de la demanda, se puede entender como un despacho saneador de la misma, constituyendo un mecanismo de control por parte del Órgano Jurisdiccional; como una facultad al rechazarse por tal motivo una demanda (pretensión) in limine litis; pero también puede darse la improponibilidad de la misma in persequendi litis, pues si bien se exige un examen riguroso, prima facie de la demanda, existe la posibilidad que los errores o vicios no puedan ser advertidos inicialmente, pasando desapercibidos por constituir errores o vicios encubiertos, pero sí son (advertidos) in persequendi litis, bien por el juzgador o porque el demandado se los hace notar. (Art. 127 CPCM) Esas circunstancias de orden procesal, pueden ser de dos tipos: a) Ausencia de un presupuesto de la litis: Sea de alguno de los de carácter subjetivo, como la falta de competencia objetiva y funcional del órgano judicial o el sometimiento a compromiso pendiente (lo que hace en este caso al asunto, no jurisdiccional). A esos ejemplos legales habrá que añadir la posible falta de jurisdicción de los tribunales salvadoreños por razones materiales o territoriales, o los defectos de personalidad de las partes. Falta de presupuestos objetivos: ilicitud o imposibilidad de la tutela jurisdiccional reclamada. Falta de competencia en razón del territorio. b) Aparición de un óbice procesal impeditivo de una sentencia de fondo: El artículo 277 CPCM, menciona concretamente la litispendencia y la cosa juzgada, sin excluir otros. Por ello mismo a este grupo de los óbices se une por su naturaleza la caducidad de la acción por transcurso del plazo previsto para su ejercicio, y otros. C. De allí que se considere a la improponibilidad como la facultad q ue tiene el Juzgador de rechazar de plano las pretensiones que no pueden ser acogidas, ni siquiera tramitadas por el aparato jurisdiccional, en atención a la legalidad, al debido proceso y al derecho de defensa de las partes. Inclusive, si la pretensión escapa del ámbito jurisdiccional o se basa en un objeto que carece de control jurisdiccional, cabría el rechazo por improponibilidad, y es que tal rechazo se traduciría en que la pretensión solicitada no constituye el medio idóneo para que un proceso continúe su marcha y finalice en una sentencia definitiva; en consecuencia, tenemos que la improponibilidad está reservada solo para casos de vicios que, por su naturaleza, no admiten corrección o subsanación, pues la pretensión del presente caso adolece de un defecto absoluto en la facultad de juzgar de parte del tribunal. 2. DE LA PRESCRIPCIÓN DE LA PRETENSIÓN EJECUTIVA El concepto legal y clásico de Prescripción aparece en el Inc. uno del Art. 2231 C.C. que REZA: "La prescripción es un modo de adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las acciones y derechos ajenos, por haberse poseído las cosas o no haberse ejercido dichas acciones y derechos durante cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás requisitos legales." (Subrayados son nuestros). La prescripción puede funcionar como pretensión o excepción y tiene como fundamento jurídico, entre otros, el de dar seguridad a las relaciones jurídicas, evitando así la incertidumbre en las mismas, siendo su base el factor tiempo. La prescripción liberatoria no constituye propiamente un modo de extinguir las obligaciones sino un medio que obra sobre la acción. Por el transcurso del tiempo prescribe la acción -no puede ya ejercerse- y por consiguiente deja de ser exigible la obligación, convirtiéndose en natural. El deudor adquiere, cuando ha transcurrido el tiempo legal, una excepción que puede oponer al acreedor cuando éste interponga una acción para exigir el cumplimiento. En este sentido lo libera. La prescripción no es verdaderamente un modo de extinción de las obligaciones. En efecto, deja subsistente, con cargo al deudor, una obligación natural. Así pues, la obligación no se ha extinguido; sino tan solo se extinguen los medios de exigir el cumplimiento; o sea la acción. Ahora bien, quien quiera aprovecharse de la prescripción debe alegarla porque el juez no puede declararla de oficio. (Art. 2232 C.C.) Para que ocurra la prescripción liberatoria es necesario que se den los siguientes requisitos: a) La inacción del acreedor. b) El transcurso de cierto tiempo. El simple hecho que el acreedor no exija el cumplimiento de la obligación no libera al deudor, se necesita que la inacción del acreedor haga presumir el abandono o desinterés por el crédito. c) Que la ley no impida la prescripción. Por regla general son susceptibles de prescripción todos los derechos y acciones de contenido patrimonial, sin embargo hay ciertos derechos y acciones que por disposición legal o por su misma naturaleza no pueden extinguirse por prescripción. IV. ANÁLISIS DE LOS AGRAVIOS. En el caso de marras el actor pretende que se declare prescrita una acción ejecutiva, alegando que las sentencias definitivas pronunciadas en un proceso ejecutivo no producen efectos de cosa juzgada y pueden accionar su derecho nuevamente mediante un proceso común según lo establece el inciso primero del Art. 470 CPCM que dice: “La sentencia dictada en los procesos ejecutivos no producirá efecto de cosa juzgada, y dejará expedito el derecho de las partes para controvertir la obligación que causó la ejecución.” La norma transcrita evidencia que las sentencias pronunciadas en el proceso ejecutivo sólo adquieren la calidad de cosa juzgada formal, en el sentido que son aptas para ser ejecutadas, y es susceptible de que se discuta la obligación que causó la ejecución en un proceso común (siempre y cuando el mismo no se funde en títulosvalores); no obstante, en el sub júdice no se está discutiendo la obligación que causó la ejecución, sino la ACCIÓN, es decir, manifiesta el actor que se han dado las condiciones para declarar prescrita la ACCIÓN EJECUTIVA, lo que en efecto es lo que prescribe. Sobre este punto, es necesario aclarar que la prescripción liberatoria se funda en la inacción del acreedor frente al crédito por cierto lapso de tiempo, es decir, que es necesario que haya por parte del acreedor una actitud pasiva frente al crédito, un no accionar, lo que se fundamenta en la inconveniencia de mantener un vínculo indefinido en el tiempo, la razón que cuando en el acreedor se observa una actitud silente prolongada está demos trando que no necesita ni tiene interés en la prestación debida. La inacción del acreedor indica la poca importancia que para él tiene el cumplimiento de la obligación, sin embargo, en el caso de autos, tal situación no ha operado, pues consta de la documentación presentada por el recurrente, que el acreedor instauró demanda ejecutiva contra don Wilfredo Iván Cienfuegos, por el crédito que hoy el actor pretende que se declare prescrito; y es que el hecho que el ahora apelante señor WILFREDO IVÁN CIENFUEGOS CASTILLO no fue demandado en el referido proceso no implica que pueda solicitar la prescripción de la acción ejecutiva bajo el argumento de que “no fue demandado en juicio ejecutivo alguno por documento de mutuo a favor de FINCOMER, S.A., en el cual tiene la calidad de garante hipotecario, codeudor y fiador solidario”, pues en virtud de haberse constituido deudor solidario, implica que la prescripción obra sobre el objeto base de la obligación, es decir, que todo lo que recaiga sobre el objeto se extiende a TODOS los sujetos obligados, lo que significa que no puede declarase prescrita una pretensión ejecutiva que ya fue ejercida y sobre la cual ha recaído sentencia de remate, llegándose a la ejecución de la misma y adjudicándose en pago el inmueble embargado, tal como se establece de su lectura de la fotocopia de la sentencia de amparo que corre agregada de fs. 37 a 41 p.p. Por lo tanto existiendo tal defecto de fondo no es posible darle trámite a la demanda de mérito. Y habiendo resuelto en esa forma el juez de la causa, debemos confirmar la resolución venida en apelación. POR TANTO: de conformidad a lo antes dicho, disposiciones legales citadas y a los artículos 1, 2, 11, 15, 18, 172 Inc. 3º, 182 Ord. 5º Cn.; 1, 2, 3, 14, 15, 216, 218, 219, 222, 514 y 515 CPCM, esta Cámara RESUELVE: 1°) CONFIRMASE el auto definitivo venido en apelación, pronunciado por el señor Juez Uno Quinto de lo Civil y Mercantil de esta ciudad, a las catorce horas del día veintiséis de abril del corriente año, habida cuenta de lo considerado en la presente; 2°) No hay especial condenación en costas. Y, 3°) Oportunamente vuelva la pieza principal al Juzgado de su origen con certificación de lo resuelto para los fines legales. HÁGASE SABER. PRONUNCIADA POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LA SUSCRIBEN.