Universidad Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca Centro de Estudios de Posgrado e Investigación Instituto de la Judicatura de Bolivia Consecuencias jurídicas e inaplicabilidad del carácter solemne del contrato de anticresis en Bolivia (Ciudad de La Paz) Tesis para la opción al grado académico de Magister en administración de justicia – versión 1 Wilma Rosario Tancara Quispe La Paz – Bolivia 2009 Universidad Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca Centro de Estudios de Posgrado e Investigación Instituto de la Judicatura de Bolivia Consecuencias jurídicas e inaplicabilidad del carácter solemne del contrato de anticresis en Bolivia (Ciudad de La Paz) Tesis para la opción al grado académico de Magister en administración de justicia – versión 1 Wilma Rosario Tancara Quispe Tutor: Mgs. Sc. Luis Fernando Garcia Mamani La Paz – Bolivia 2009 Índice Resumen Introducción 2 2 I. Justificación Ii. Planteamiento del problema Iii. Situación problémica Iv. Problema científico V. Objeto de estudio Vi. Campo de Acción Vii. Idea a defender Viii. Objetivos de la investigación Ix. Diseño metodológico X. Métodos, técnicas e instrumentos Xi. Unidad de estudio población Xii. Criterio de selección 2 3 4 4 4 4 5 5 5 6 7 7 Capítulo I Marco teórico, conceptual y contextual 1.1. Marco teórico y conceptual 1.1.1. El instituto de la anticresis 1.1.2. Definición de Anticresis 1.1.3. Evolución histórica 1.1.4. Características de la anticresis 1.1.5. Ubicación de la anticresis en los contratos 1.1.6. Elementos esenciales a la existencia y validez de la anticresis 1.1.7. Efectos de la anticresis 1.1.8. Teoría de la Escritura Pública y del Documento Privado 1.1.9. Constitución del Contrato de Anticresis por documento o escritura pública (Art. 1430 y 491 inc. 3) del Código Civil) 1.1.10. Extinción del contrato de anticresis 1.2. Marco contextual 1.2.1. Orientación jurisprudencial sobre la anticresis en Bolivia 1.2.2.Legislación Comparada en materia de anticresis 8 8 8 8 8 9 10 11 11 12 13 Capítulo II Diagnóstico 3.1. Causas del incumplimiento del carácter solemne del contrato de anticresis 3.1.1. Encuesta dirigida a jueces 3.1.2. Incidencia y tipología de procesos en los juzgados 3.1.3. Causas por las cuales no se perfecciona el contrato de anticresis, desde la perspectiva de los jueces. 3.1.4. Posición jurídica respecto a la interpretación del Art. 1430 del Código Civil 3.1.5. Posición legal que adoptan los tribunales superiores 3.1.6. Aplicabilidad del Art. 1430 del Código Civil 3.1.7. Opinión respecto a la modificación del Art. 1430 del Código Civil 3.2. Consecuencias jurídico-sociales que hacen inaplicable la norma de la anticresis 3.2.1. Vías procesales adoptadas en la problemática de la anticresis 3.2.2. Demandas y sentencias como muestra de la orientación jurídica 3.2.3. La anticresis opción habitacional en detrimento 25 25 25 25 25 14 15 15 15 20 28 29 29 30 32 33 33 35 44 3.2.4. Salvaguarda y protección del patrimonio económico del anticresista, por medio la norma jurídica. 45 Capitulo III Propuesta Proyecto de ley de modificación de la anticresis 3.1. Fundamento filosófico 3.2. Fundamento constitucional 3.3. Exposición de motivos 3.4. Enfoque jurídico 3.5. Alcances de la norma 3.6. Anteproyecto de Ley 46 46 46 46 46 47 48 49 50 Conclusiones y recomendaciones Conclusiones Recomendaciones Referencias Anexos 51 51 53 53 Lista de anexos Anexo N.- 1 Anexo N.- 2 Anexo N.- 3 Anexo N.- 4 Anexo N.- 5 Anexo N. 6 Anexo N. 7 Anexo N. 8 Condición de la vivienda según año. INE 2001 Visión horizontal de la tesis Encuesta aplicada a Magistrados del área civil Caso: Proceso sumario de Cumplimiento de contrato seguido por Dimas Rodrigo Cruz Sánchez contra María Elena Oblitas Torrez Caso: Proceso sumario de Resolución de contrato seguido por Hermenegildo Tupa Quispe y Elvira Yampara de Tupa contra María Bonifacio de Arcani Caso: Proceso Ejecutivo seguido por Nancy Cronenbol Helguero contra Guido Montaño Zabala sobre cobro de Dólares Americanos Caso: Demanda Ejecutiva seguida por Sebastián Carlos Cáceres Cari contra Tomas Poma Poma con Tercería de dominio excluyente de Alberto Fernández Ballivián y Martha Aldazosa de Fernández Caso: Demanda Coactiva seguida por Angélica Barrenechea Torrico contra Cuper Aguilera Montecinos con Tercería de dominio excluyente de Graciela Elsa Callisaya de LLanos Resumen En ese contexto, la investigación efectuada, tiene como base la Doctrina del Derecho Civil en el que se enmarcan los contratos de anticresis, sus tendencias en la legislación comparada, en contraste con nuestra legislación y el grado de aplicación en la realidad social boliviana, utilizando los métodos empíricos y teóricos con los que se espera obtener como resultado la demostración de la inaplicabilidad del carácter solemne del contrato de anticresis en nuestro país, y la necesidad de una propuesta para adecuar nuestras normas a la realidad social y económica actual. Para dar respuesta al problema planteado en la investigación se aplicó el Paradigma Sociocrítico porque sus principios apuntan a la propuesta de solución en términos científicos. Seguidamente se desarrolla el trabajo en Tres capítulos. Palabras clave: contrato de anticresis, inaplicabilidad, realidad boliviana, investigación empírica. Abstract In this context, the research carried out, is based on the doctrine of civil law in which contracts antichresis trends in comparative law, in contrast to our legislation and the level of implementation in the Bolivian social reality are framed using empirical and theoretical methods with those expected result is the demonstration of the inapplicability of the solemn nature of the contract antichresis in our country, and the need for a proposal to adapt our rules to the current social and economic reality. To address the problem posed in the research paradigm was applied socio-critic because its principles point to the proposed solution in scientific terms. Then the work is done in three chapters. Keywords: contract antichresis, inapplicability, Bolivian reality, empirical research. Introducción I. Justificación El derecho a la propiedad y a la vivienda es considerado como un derecho fundamental de la persona, según Mary Robinson1, ex alta comisionada de Naciones Unidas para los derechos humanos, quien estima que el derecho a la propiedad y a la vivienda está íntimamente ligado a otros derechos humanos fundamentales para el desarrollo de la persona y de las comunidades. Más de la mitad de la población mundial vive en países carentes de leyes eficaces de protección del derecho a la propiedad y la vivienda. Así, miles de millones de personas no sólo viven sumidas en la más absoluta pobreza, también conviven con el miedo a ser desapoderados y expulsados de sus casas. La Declaración Universal de los Derechos Humanos (1995), en su artículo 17, dice que “toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente”. Sin embargo, este derecho es vulnerado constantemente. Aunque el derecho a la propiedad sea uno de los conceptos más arraigados dentro de la sociedad europea y occidental, no es menos cierto que la “propiedad” en la actualidad es un valor ajeno a muchos. En este sentido, el instituto de la anticresis ha paliado la deficiencia habitacional de los que carecen de vivienda propia. Empero su aplicación viene generando una serie de inconvenientes, pese a que existe normas jurídicas que regulan su formación. La mayoría prefiere efectuar documentos privados, por ello, en la ciudad de La Paz, las demandas por estafas y otros van en incremento. El instituto de la anticresis está regulado por el Código Civil, sin embargo, la población ignora cómo es su formación. El artículo 1430 establece que el contrato de anticresis sólo surte efecto frente a terceros si es constituido mediante un documento público y desde el día de su inscripción en el registro, es decir; en la Oficina de Derechos Reales. Ésa es la única forma de garantizar la devolución del dinero correspondiente a la finalización del contrato ante cualquier eventualidad. El Código Civil establece que el anticresista es preferencial ante cualquier situación, incluso si el propietario no tiene el dinero para devolver el monto, el anticresista puede llegar hasta al remate del bien. Sin embargo, en Bolivia el requisito de la solemnidad y registro en Derechos Reales, ha ocasionado innumerables problemas para los anticresistas y propietarios, por lo cual la presente investigación considera que es de vital importancia estudiar el instituto de la anticresis, como emergencia del derecho a la vivienda, entendido como un derecho universal. En cuanto a la significación práctica de la investigación se puede afirmar que existen bastantes beneficiarios y usuarios que podrán emplear con fines académicos; y con fines técnico – jurídicos, los administradores de justicia que se encuentran desarrollando funciones en el área civil; también el Poder Legislativo podrá sancionar el proyecto de Ley que se propone; y, finalmente, la sociedad civil en pleno, porque se facilitará la formación del contrato de anticresis en sus nuevas relaciones jurídicas. En lo referente al aporte teórico se puede señalar que aún no se ha llegado a determinar un conocimiento teórico nuevo - en vista de que los procesos de construcción deben cumplir rigurosos pasos, situación que demandaría bastante tiempo. La novedad y actualidad de la investigación circunda en la explicación y análisis de la temática con el apoyo de estudios de caso y diferentes consultas a expertos (jueces) acerca de las consecuencias jurídicas e inaplicabilidad del carácter solemne del contrato de anticresis en Bolivia, debido a que el requerimiento habitacional en la ciudad de La Paz es cada vez complejo y cuestionado el instituto de la anticresis, por ello surge la urgente necesidad de adecuación a la realidad nacional, a fin de que el instituto cumpla sus verdaderos objetivos, aspecto que refleja la pertinencia social de la investigación. II. Planteamiento del problema De acuerdo a cifras reveladas por el Instituto Nacional de Estadísticas, Bolivia cuenta con una población mayor a los 8 millones de habitantes, que en su mayoría se ubican en áreas urbanas, de ahí que ante una observación inicial en torno a lo habitacional, según datos del INE en el año 2001, en Bolivia sólo el 63,41 % de la población contaba con casa propia, el 14,66 % vivía en casa de alquiler y un 5,53 % en anticresis (Ver Anexo Nº 1). Para el caso del Departamento de La Paz, las estadísticas muestran que un 68, 88% de la población paceña vive en casa propia, un 15,52%, vive en viviendas alquiladas y un porcentaje representativo (4,80%) en viviendas bajo la figura legal de la anticresis. Sobre este tema, el periódico Los Tiempos en fecha 16 de noviembre de 2004, se refería a la injusticia e inseguridad jurídica en la que se encuentra el anticresista, quién resulta ser el sujeto de derecho que entrega su dinero producto de sus ahorros de años al propietario de un inmueble mediante la suscripción de un documento privado, quién muchas veces actúa de mala fe y que fácilmente pierde el capital de anticresis, pues se puede evidenciar que a diario los órganos de prensa del país publican edictos de remate de bienes inmuebles en procesos coactivos o ejecutivos, dando a conocer el valor de los inmuebles a rematarse en precios irrisorios, habiendo perdido los inmuebles subastados o por subastarse el valor real o comercial. Lo paradójico del caso es que los propietarios ejecutados, de mala fe, ceden en contrato de anticresis el inmueble y contraen obligaciones con entes financieros, incumpliendo con el pago a los mismos y sin haber devuelto el capital que recibieron a los anticresistas; como efecto el banco acreedor viene adjudicándose inmuebles de toda clase, desde luego en cumplimiento a normas procesales. Las consecuencias las vienen sufriendo cientos o miles de anticresistas que han sido y están siendo echados a la calle por efecto de que los jueces se ven obligados a expedir mandamiento de desapoderamiento aún en contra de terceros ocupantes del inmueble, sin poder considerar el derecho del anticresista, que de buena fe, entregó el capital de anticresis al propietario, fruto de muchos años de trabajo y esfuerzo económico, sin que exista a su favor la protección y seguridad jurídica, porque su derecho no consta en escritura pública inscrita oportunamente en el registro de Derechos Reales, como prevé el ordenamiento jurídico vigente. III. Situación problémica De lo anteriormente detallado, se considera que es oportuno e importante investigar las consecuencias jurídicas que genera un contrato de anticresis celebrado entre partes sin cumplir con las formalidades y solemnidades exigidas por ley, existiendo innumerables casos en los cuales los anticresistas celebran sus contratos mediante documentos privados, obviando la suscripción de la escritura pública y la inscripción en Derechos Reales, y ante el incumplimiento de la devolución del capital por parte del propietario del inmueble, ven amenazado su patrimonio, porque el Juez no puede dar reconocimiento ni validez a ese contrato celebrado sin cumplir con uno de los requisitos señalados por ley, cual es la solemnidad, y como consecuencia el anticresista como única alternativa se ve obligado a iniciar procesos contra el propietario del inmueble en la vía penal por el delito de estafa ó en la civil por cumplimiento, nulidad, resolución de contrato, etc., con resultados inciertos. De lo anterior resulta importante conocer: ¿Cuáles son los antecedentes, naturaleza y alcances de la anticresis en Bolivia? ¿Cuál es la orientación jurisprudencial sobre la anticresis que adoptan los administradores de justicia? ¿Cuáles son las causas más relevantes por las cuales no se cumple con las formalidades y solemnidades exigidas por Ley, en la anticresis? ¿Cuáles son las consecuencias jurídico-sociales que hacen inaplicable a la norma de la anticresis? ¿Cuál es la posición jurídica que adoptan otros países con relación a la anticresis? IV. Problema científico El análisis de las interrogantes anteriores y la justificación encontrada de la etapa exploratoria por la autora le permitieron identificar el siguiente problema científico: ¿Cuáles son las consecuencias jurídico-sociales que genera un contrato de anticresis celebrado entre partes sin cumplir con las formalidades y solemnidades exigidas por Ley? V. Objeto de estudio Como objeto de estudio se encuentra el proceso de la normatividad jurídica en materia civil sobre el contrato de anticresis. VI. Campo de acción En cuanto al campo de acción se encuentra en el contrato de anticresis constituido mediante documento público y privado. VII. Idea a defender De la observación efectuada de la realidad social boliviana desde el lugar que la autora ocupa en la administración de justicia, ha percibido la existencia de inseguridad jurídica del anticresista, quien a la conclusión del contrato muchas veces pierde el capital de anticresis, porque no fue debidamente garantizado el contrato. En este sentido la idea a defender que plantea la investigación es la siguiente: Las formalidades y solemnidades que son exigidas por Ley para la anticresis, en la actualidad, generan consecuencias jurídico-sociales que hacen inaplicable la norma. VIII. Objetivos de la investigación Como objetivos de la investigación se tienen los siguientes: Objetivo General: Determinar las consecuencias jurídico-sociales que genera un contrato de anticresis celebrado entre partes sin cumplir con las solemnidades exigidas por Ley, con el fin de proponer una nueva regulación de los contratos de anticresis adecuada al contexto social de Bolivia. Objetivos Específicos: Establecer el instituto de la anticresis, en cuanto sus características, elementos, efectos, obligaciones y otros aspectos teóricos. Describir la orientación jurisprudencial sobre la anticresis con el fin de conocer los lineamientos adoptados por administradores de justicia. Realizar un análisis comparativo, por medio de la legislación comparada, para conocer la posición que adoptan otros países con relación al tema de investigación. Establecer las causas más relevantes por las cuales no se cumple con las formalidades y solemnidades exigidas por Ley, en la anticresis. Explicar los perjuicios y consecuencias jurídico-sociales que hacen inaplicable a la norma de la anticresis. IX. Diseño metodológico En el Diseño metodológico y para el desarrollo de la investigación, se tienen en cuenta los siguientes aspectos: Enfoque de investigación: Partiendo desde la epistemología, como Doctrina de los fundamentos y métodos del conocimiento científico, el tipo de investigación desarrollado es bajo el paradigma sociocritico, porque sus principios apuntan a la propuesta de solución en términos científicos. El Paradigma Sociocrítico surge como respuesta a las tradiciones positivistas e interpretativas y pretende superar el reduccionismo de la primera y el conservadurismo de la segunda, admitiendo la posibilidad de una ciencia social que no sea ni puramente empírica ni sólo interpretativa. El Paradigma Sociocrítico introduce la ideología de forma explícita y la autorreflexión crítica en los procesos del conocimiento. Tiene como finalidad la transformación de la estructura de las relaciones sociales y dar respuesta a determinados problemas generados por éstas. Sus principios son: Conocer y comprender la realidad como praxis Unir teoría y práctica (conocimiento, acción y valores) Orientar el conocimiento a emancipar y liberar al hombre Implica partir de la autorreflexión Como plantea Valcárcel (2007) el Paradigma Sociocrítico es una propuesta de solución en términos científicos, pero que, necesariamente, se lleva a la práctica, responde a las necesidades de carácter social que es la justicia, trata de superar y llegar a algo que sea más equilibrado, por ello combina lo cuantitativo con lo cualitativo, efectúa el análisis de particularidades para comprender la realidad en la propia práctica, por ello conoce y comprende la realidad en la praxis. X. Métodos, técnicas e instrumentos En cuanto a los Métodos, técnicas e instrumentos: Para dar respuesta al problema planteado en la investigación se utilizó, métodos empíricos y teóricos. Dentro de los Métodos Empíricos el método vivencial, de observación y la encuesta, que surge de mi experiencia personal en la función de la administración de justicia en la búsqueda de alternativas prácticas sobre el tema. Dentro de los Métodos Teóricos, se utilizaron los siguientes: El Método de la revisión documental: Que consistió en la revisión de documentos, textos, libros, normativas del área civil, sitios de Internet, periódicos, a fin de la comprensión de los componentes doctrinales del contrato de anticresis y construir una visión conceptual y contextual del tema. El Método de la educación o legislación comparada: En la búsqueda de semejanzas, diferencias o tendencias de los contratos de anticresis en los diferentes países y sistemas de derecho. El Método de la Sistematización: Tomando de cada autor lo positivo, y reflejar la realidad buscando la actividad transformadora del objeto de estudio buscando una aplicación dialéctica de lo teórico y práctico. El Método de Modelación: Que permitió reproducir el fenómeno que se está estudiando, creando modelos para investigar la realidad. En cuanto a los instrumentos y técnicas aplicables al método empírico, están la guía de observación aplicable al método de la observación y vivencial, y el cuestionario aplicado en la encuesta. En cuanto a los instrumentos teóricos, aplicables a los métodos teóricos se utilizó los documentos, publicaciones de prensa, textos, publicaciones jurídicas, códigos, jurisprudencia, sitios de Internet. XI. Unidad de estudio población Las unidades de estudio para la presente investigación son dos Jueces de Instrucción en lo Civil Demandas judiciales referidas al tema Para la presente investigación se tomó el concepto de Universo ó de Población, que según Hernández Sampieri (2003) se refiere al: “conjunto de todos los casos que concuerdan con una serie de especificaciones”. Bajo este concepto podemos definir lo siguiente: Unidad de estudio 1. El universo o la población de la investigación está comprendida por todos aquellos jueces en materia civil del Distrito de La Paz que son un total de 45, a los cuales se aplicó una encuesta al 26%, es decir a 12 Jueces de Instrucción en lo Civil. Unidad de estudio 2. Para este caso la población de la investigación esta comprendida por casos de demandas presentadas en los Juzgados de Instrucción en lo Civil del Distrito de La Paz, de los cuales se tomó 5 casos bajo criterio de investigación. XII. Criterio de selección El estudio se caracteriza por tomar una muestra no probabilística centrada específicamente en una muestra de expertos que para el caso, son magistrados del área civil del Distrito de La Paz. Para el estudio de caso se toma un conjunto de 5 casos que se consideran como representativos para efectos de la investigación. Por lo cual, a continuación se procederá a desarrollar los elementos que hacen al marco teórico de la investigación, que proporcionan la teoría, las definiciones conceptuales y el contexto de estudio. Capítulo I Marco teórico, conceptual y contextual 1.1. Marco teórico y conceptual 1.1.1. El instituto de la anticresis En la bibliografía jurídica, el instituto de la anticresis ha estado huérfana de estudios especializados, sin embargo, encontramos a Lidia Garrido Cordobera (1986) que en la exposición del resultado de sus investigaciones, señala que este es un instituto vigente en las legislaciones2, pese a que uno de los principales escollos que atraviesa es su supervivencia, porque le siguieron las críticas encaminadas a demostrar su inutilidad, pero esas ondas adversas no alcanzaron a propagarse a los sistemas legislativos de idiosincrasia latina, donde el instituto se mantiene, por las bondades que encierra esta institución de garantía, especialmente porque en los países de tradición latina y dentro de ellos, Bolivia, llega a paliar urgentes necesidades habitacionales, se trata, pues, de una institución que culturalmente se ha enraizado en la ciudad de La Paz, por su alto índice demográfico y un gran déficit habitacional. 1.1.2. Definición de Anticresis La palabra Anticresis etimológicamente proviene del griego, “anti” que significa contra y “Chresis” que significa uso. Es decir uso mutuo o contrario, por cuanto el acreedor goza de la cosa del deudor y éste del dinero del acreedor3 Para el jurista Roca Sastre citado por Pascual Marín Pérez, “la anticresis es un derecho real de disfrute y a la vez de realización de valor, en funciones de garantía y de pago de una obligación pecuniaria, de carácter accesorio, indivisible y que recae directa e inmediatamente sobre bienes inmuebles, fructíferos, ajenos y enajenables que pueden quedar en poder del propietario”4. Según José Cesar Villarroel, “el contrato de anticresis es un contrato de garantía real pignoraticia en virtud del cual una persona llamada deudor propietario, o un tercero por él, entrega un bien inmueble corporal a otro llamado acreedor anticresista para que de los frutos que produzca el inmueble en principio se haga pago de los intereses que produce el capital o si se lo pacta se haga pago en forma íntegra estos últimos, restituyéndose ambas partes las obligaciones o prestaciones asumidas”5. A través de este contrato el propietario hace entrega física de un bien inmueble corporal a otro sujeto de la relación jurídica llamado acreedor anticresista, siendo éste un contrato pignoraticio, de garantía, cuyos objetivos dependen del tipo de anticresis que se trate, si es anticresis ordinaria, o lo que los franceses denominaban vif gage el objetivo es entregar el bien inmueble por parte del deudor propietario al acreedor anticresista para que con los frutos que produzca el inmueble se pague primero los intereses y luego el capital, y puede haber un momento en el que no se tenga que devolver absolutamente nada del capital. Por otro lado, el otro objetivo es que la anticresis sea compensatoria, llamada, también, en alzada; es decir que las partes pactan que los frutos que produce el inmueble, se presume alquileres, se compensen completamente con los intereses que produce el capital, de tal manera que al finalizar el contrato ambas partes se restituyan lo que han recibido, y para ello debe pactarse en cláusula expresa6. 1.1.3. Evolución histórica La mayoría de los autores, tanto nacionales como extranjeros, señalan que la anticresis es una institución que se daba en Grecia y luego pasó a Roma. G. L. Allende en su libro Los Códigos Más Antiguos, citado por Lidia Garrido Cordobera en su obra Anticresis un Instituto vigente, señala que esta institución estaba receptada en el Art. 49 del Código de Hamurabi. Lo cierto es que la anticresis como instituto jurídico no es producto de la era moderna, sino de una sociedad antigua, al igual que la hipoteca7. El origen de la anticresis se remonta hasta el derecho griego, en el cual significó un contra uso y consistía en un pacto de compensación de frutos por intereses. En otras palabras, el deudor entregaba una cosa al acreedor para que este se hiciera pago de los intereses con el valor de los frutos que la cosa originaba. No se usaba la institución como medio para cancelar la deuda8. Todos los autores expresan que en realidad, era más que una estipulación autónoma, una cláusula en el contrato de pignus, por la cual las partes convenían que el acreedor percibía los frutos de la cosa empeñada. En el derecho romano se la practicaba tanto con respecto a muebles como a inmuebles y facilitaba el pago de la deuda. Pero no dejan de señalar que también podemos encontrarlo como “contrato de anticresis” separado de la prenda. El hecho de que durante muchos siglos estuviera unido a la prenda hace que aún hoy se tome como denominación por algunos autores la de “prenda inmobiliaria”. Avanzando en el tiempo, en el antiguo derecho francés se la conocía como mort – gage (prenda muerta) o usufructuaria, en el cual se amortizaban los frutos con los intereses; fue condenada por los canonistas, por ello, también, se halla una variante la del vif – gage (prenda viva) o amortizadora, en el cual los frutos se imputaban al capital. Hay que señalar que al condenar los canonistas la usura atacaron la mort – gage por considerar que era una aplicación directa de aquélla y, por lo tanto, debía ser erradicada de la tierra. La anticresis se fue haciendo muy rara, según Loysel, en el Siglo XVII desapareció completamente9 . En el Siglo XVIII los estudios de derecho romano hicieron que fuese nuevamente conocida esta institución, en razón de que se consideraba a la anticresis como una simple convención relativa a las rentas. La situación era la siguiente: la prenda para los muebles, hipoteca para los inmuebles, y anticresis, en los casos en que se quiere asegurar el pago de intereses de la deuda en aquellos supuestos que se podía percibirlos sin cometer delito de usura. El Código Civil Francés de 1804 la incorporó en sus reglas; y el Código Italiano de 1861 la reguló no entre las garantías patrimoniales de los derechos sino simplemente entre los contratos y, como tal fue considerada un medio para reforzar la obligación, como modo de pago, por el hecho de que el acreedor debe imputar los frutos que percibe a los intereses, si se deben y después al capital10. La institución de la anticresis en Bolivia fue introducida mediante el Código Civil Banzer de 1975. Como antecedente indirecto a esta institución, se encuentra el Código Civil Santa Cruz de 1831, que regulaba la prenda de cosa mueble y de cosa inmueble, señalando que este es un contrato por el cual el deudor da una cosa a su acreedor para seguridad de la deuda. En el Art. 1429 regulaba que esta prenda no se establece sino por escrito. El acreedor adquiría la facultad de percibir los frutos del inmueble, debiéndolos descontar anualmente sobre los intereses, si le son debidos, y después, sobre el capital de su crédito. Asimismo, el Art. 1433 del Código Civil abrogado señalaba si las partes han estipulado que los intereses se compensarán con los frutos, totalmente o hasta una cierta cantidad, esta convención se ejecutará como toda otra que no esté prohibida por las leyes. El Código Civil Santa Cruz no exigía mayores formalidades para la formación del contrato de prenda sobre cosa inmueble, sino que se efectúe por escrito11. De lo anterior se llega a concluir que la anticresis fue introducida en nuestra legislación por influencia del Código Civil Francés de 1804 e Italiano (1942) en el Código Civil de 1975 en el Capítulo IV del Título I del Libro Quinto como la Pignoración. La pignoración es el contrato en virtud del cual el deudor u otra persona por él, entrega un bien mueble o inmueble para garantizar el cumplimiento de una obligación. La pignoración de bienes muebles se llama prenda; la de inmuebles, anticresis. El Art. 1429 del Código Civil en vigencia12 establece que por el contrato de anticresis el acreedor tiene derecho a percibir los frutos del inmueble, imputándolos primero a los intereses, si son debidos, y después al capital. Es válido el pacto por el cual las partes convienen en que los frutos se compensen con los intereses en todo o en parte. Es decir se aplica la anticresis compensatoria. El Código Civil establece que el contrato de anticresis según el Art. 1430, no se constituye sino por documento público y surte efectos respecto a terceros sólo desde el día de su inscripción en el registro. 1.1.4. Características de la anticresis Las características que tiene son: Es un contrato autónomo, distinto, diferente a cualquier otro contrato, diferente a los contratos de garantía personal o real, diferente a la fianza, hipoteca, prenda; y tiene una estructura propia en el derecho moderno. En algunas legislaciones (todavía) clásicas y en el derecho francés no era un contrato autónomo, sino una especie del contrato de prenda. Es un contrato de garantía inmobiliaria, porque necesita la traditio, visión que ha cambiado en el derecho moderno; porque en el derecho clásico, para perfeccionarse, el deudor propietario tenía que entregar el bien inmueble, sino hacía entrega, por mucho que se hubiera celebrado el contrato verbalmente ó en documento público, definitivamente el contrato no se había perfeccionado. Sin embargo, en la legislación boliviana la anticresis no es un contrato real, es un contrato de garantía real solemne, se perfecciona aún cuando no exista la entrega de la cosa, basta que se suscriba la escritura pública. Es un contrato accesorio y no un contrato principal porque está unida a otro contrato, ese contrato principal se denomina contrato de préstamo, en toda anticresis el contrato principal es el contrato de préstamo, que toma el deudor propietario con el acreedor anticresista de un capital, la anticresis se ubica dentro de los contratos bilaterales sinalagmáticos perfectos, porque desde un primer momento genera obligaciones recíprocas para ambas partes. Es un contrato oneroso porque ambas partes realizan un sacrificio patrimonial, porque el acreedor anticresista entrega un capital para su uso y goce por un lapso de tiempo, y el deudor propietario entrega el bien inmueble para su uso, este es un contrato por su naturaleza esencialmente oneroso. Es un contrato esencialmente conmutativo, las partes saben de antemano las ventajas y desventajas, a no ser que se trate de una anticresis compensatoria en cuyo caso es aleatorio. La anticresis es un contrato de tracto sucesivo, las prestaciones recíprocas que asumen las partes se van ejecutando o cumpliendo de momento a momento, no puede haber una anticresis de tracto único, de tracto instantáneo. La anticresis es un contrato causado, porque en el momento de la celebración se explica la causa, la razón el motivo que lleva a cada una de las partes a la celebración de este contrato accesorio. Normalmente la anticresis es un contrato de libre discusión porque las partes deliberan el contenido del contrato, las cláusulas del contrato, al extremo que tienen que elegir qué clase de anticresis van a optar, la anticresis ordinaria o la anticresis en alzada. Pero también puede haber una anticresis bajo el sistema de contrato de adhesión que es lo que normalmente ocurre porque es el acreedor anticresista o el propietario deudor quien impone las condiciones del contrato13. 1.1.5. Ubicación de la anticresis en los contratos En algunas legislaciones el contrato de anticresis es un contrato real porque se perfecciona sólo con la entrega del bien inmueble por parte del deudor constituyente al acreedor anticresista de tal manera que por mucho que se celebre por escrito en documento privado o público, la anticresis no se perfecciona si previamente el deudor constituyente no ha hecho entrega del bien inmueble al acreedor anticresista14. En el Código Civil Boliviano la anticresis no es un contrato consensual, ni real, es un contrato solemne, pues aunque no se entregue el bien inmueble objeto del contrato por parte del deudor constituyente al acreedor, se perfecciona con la suscripción de una escritura pública. Es además un contrato bilateral sinalagmático perfecto que produce obligaciones para ambas partes desde el mismo momento en que se celebra el contrato, obligaciones interdependientes no sólo por su carácter formal, sino por las obligaciones principales que asumen cada uno de los sujetos del contrato, de tal manera que hay obligaciones propias del constituyente como obligaciones propias del acreedor anticresista. La anticresis en cualquiera de sus formas es un contrato accesorio porque busca garantizar una obligación principal de préstamo, porque el deudor constituyente se presta dinero del acreedor anticresista, y para garantizarle el pago de los intereses total o parcialmente le entrega un bien inmueble. 1.1.6. Elementos esenciales a la existencia y validez de la anticresis Los elementos esenciales del contrato de anticresis son: consentimiento, objeto, causa y forma (solemnidad)15. Consentimiento.- El consentimiento de las partes debe ser expreso, en el que existe oferta y aceptación y para ello se requiere no solo capacidad de obrar, sino poder de disposición, lo que quiere decir que los incapaces, menores de edad, los interdictos, no pueden celebrar el contrato de anticresis, ni si quiera pueden celebrar los que tienen capacidad limitada como los emancipados por matrimonio, a no ser que obtengan autorización de sus padres, tutores o del juez. Objeto.- La anticresis tiene dos objetos distintos: 1.- El capital.- Que normalmente es en dinero. 2.El bien inmueble. Aquí se trata de prestaciones de dar, y deben cumplir los siguientes requisitos: 1.- Que la cosa exista, 2.- Que sea de propiedad de quien la transfiere, 3.- Que esté dentro del comercio humano y 4.- Que esté determinado o que sea susceptible de determinación. Asimismo, es un contrato de garantía, tiene que cumplir el principio de especificidad, en cuanto al inmueble y al cuántum del crédito. Causa.- Si es un contrato bilateral existe causa, la causa de la obligación de una de las partes constituye la causa de la obligación de la otra parte contratante, y se aplica la teoría de la causa función, porque cumple una función socioeconómica, tendrá que ser lícita, no contraria a la ley ni a las buenas costumbres. Forma.- En Bolivia es un contrato solemne, porque tiene que ser suscrita mediante escritura pública para que el contrato sea válido entre las partes y surta efectos frente a terceros, no tiene validez un documento privado. En otras legislaciones existe otro requisito cual es la: Traditio.- Es la previa entrega del bien inmueble por parte del deudor constituyente al acreedor anticresista. En Bolivia, la anticresis es un contrato solemne, consiguientemente la traditio no es un requisito de formación del contrato16. 1.1.7. Efectos de la anticresis El contrato de anticresis es bilateral, por lo tanto genera derechos y obligaciones para ambas partes contratantes: Derechos y obligaciones del acreedor anticresista El acreedor anticresista tiene el derecho de recibir la cosa, es decir a que se le entregue el bien inmueble, sino se le entrega voluntariamente, será por la vía de ejecución forzada, porque se trata de una prestación de dar. Tiene derecho a usar la cosa conforme a su naturaleza y destino. Tiene el derecho de goce, de beneficiarse de la totalidad de los frutos que produce la cosa, frutos naturales y frutos civiles. El acreedor anticresista tiene el derecho de retener la cosa mientras no se le pague el capital, es decir tiene el jus retinendi, porque no obstante de no ser un contrato real, es un contrato con efectos reales, el anticresista respecto del bien inmueble tiene un derecho real, y este derecho real le reconoce el derecho de retención. El acreedor anticresista puede estar en ejercicio de su derecho real y de todas las acciones posesorias, porque en el fondo no es un poseedor, sino un detentador, y las acciones posesorias también protegen a los detentadores, por lo tanto está legitimado para plantear cualquier interdicto o acción posesoria. Tiene el derecho de ejercer el derecho de persecución de orden jurídico o jus distraendi, el derecho de hacer vender la cosa, porque el deudor constituyente, al celebrar el contrato de anticresis está afectando el valor económico de la cosa, para el caso de que no se devuelva el capital. Lo único que el acreedor anticresista no puede hacer es pactar que si no se le paga el capital se quedará con el bien. Tiene el derecho de preferencia, es decir; el derecho a ser pagado con prioridad frente a otros acreedores anticresistas, hipotecarios o quirografarios, según quien haya inscrito primero el título en Derechos Reales17. Derechos y obligaciones del deudor propietario Tiene la obligación de entregar la cosa y abstenerse de perturbar el uso y goce de la cosa. Tiene el derecho de exigir la restitución de la cosa. Tiene derecho de retener el capital si el acreedor anticresista se niega a devolver el bien inmueble, en aplicación del axioma non adimplendi contractus, cumple tú primero para que yo cumpla después. Tiene derecho a reconocer algunos otros derechos sobre la cosa como servidumbres, usufructo, uso habitación siempre que no perjudique el derecho del acreedor anticresista. Tiene el derecho de reclamar el pago de daños y perjuicios por deterioros en la cosa debido a la conducta culposa del acreedor anticresista. Tiene el derecho de exigir al acreedor anticresista que realice gastos ordinarios de conservación de la cosa18. 1.1.8. Teoría de la Escritura Pública La escritura pública para Ávila Álvarez citado por Ramiro Villarroel Claure, 19 es el documento autorizado, con las solemnidades legales, por Notario competente a requerimiento de parte, e incluido en el protocolo y que contiene, revela o exterioriza un hecho, acto o negocio jurídico, para su prueba, eficacia o constitución, así como las copias o reproducciones notariales de él. La legislación española, en su Reglamento de la Ley del Notariado reconoce como contenido de las escrituras públicas, “Las declaraciones de voluntad, los actos jurídicos que impliquen prestación de consentimiento y los contratos de todas clases”. La función de la escritura pública, certificada por el Notario es crear o recoger formalmente un negocio jurídico o expresar una declaración de voluntad, capaz de crear, modificar o extinguir derechos subjetivos de las partes interesadas20. La otorgación de la escritura pública y su formalidad está reglada por preceptos concretos y su cumplimiento no puede eludirse pues son de rigurosa imposición, son la manera legal de expresar las relaciones jurídicas que constituyen su contenido. A diferencia de la escritura pública, el documento privado, según Guillermo Cabanellas en su Diccionario de Derecho Usual, es el redactado por las partes interesadas, con testigos o sin ellos, pero sin la intervención del notario o funcionario público que le dé fe o autoridad. El Art. 1297 del Código Civil establece la eficacia del documento privado reconocido, es decir hace entre los otorgantes y sus herederos y causa – habientes, la misma fe que un documento público respecto a la verdad de sus declaraciones, es decir que constituye un documento ad probationem, que se perfeccionan por el solo consentimiento de las partes contratantes. 1.1.9. Constitución del contrato de anticresis por documento o escritura pública (Art. 1430 491 inc. 3) del Código Civil) Dentro de los requisitos de formación de los contratos están las formalidades, en Bolivia fue previsto por el Art. 452 inciso 4) del Código Civil, que deviene desde el Derecho Romano, en el que la forma daba la esencia a los actos y en donde no tenían mucha importancia los elementos subjetivos, pues en Roma la mayoría de los actos jurídicos eran solemnes, teniendo que realizar ante ciertas autoridades, en presencia de determinados testigos y repitiendo fórmulas sacramentales. El consentimiento era necesario, pero no suficiente para dar nacimiento a los actos jurídicos, posteriormente, se halla influenciada por el formalismo jurídico que aparece a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, sus principales exponentes Rodolfo Stammler y Hans Kelsen en el que se inicia un movimiento de retorno a Kant, que ejerció influencia en el pensamiento jurídico. La concepción formalista esta centrada en la forma o manera en que debe ser realizada una acción para que sea un acto jurídico, y no en su contenido justo o injusto, ni en su finalidad. Utiliza una metodología jurídica cuyo instrumento más importante es la lógica formal21. El Formalismo Jurídico que se inició con Stammler y Del Vecchio alcanzó su auge con Kelsen, al fundar la Teoría Pura del Derecho, desprovista de cualquier indagación ideológica, de cualquier "juicio de valor" sin reflexionar sobre el contenido del Derecho, preocupándose tan sólo por su "forma". El Formalismo, separó la razón de la experiencia, actuando con los "productos", y no con la "fuente de la producción"22. La concepción formal del Derecho lleva al análisis teórico de las relaciones entre formalismo jurídico frente a la libertad que es el fundamento del principio de la autonomía de la voluntad, doctrina de filosofía jurídica según la cual toda obligación reposa esencialmente sobre la voluntad de las partes que es, a la vez, la fuente y la medida de los derechos y de las obligaciones que el contrato produce Las formalidades en sentido amplio según Walter Kaune Arteaga (2001) pueden ser: Ad solemnitatem y ad probationem. Ad solemnitatem.- Son aquellas que dan la esencia y validez al contrato. Algunos negocios jurídicos son solemnes, por la gravedad de los efectos que generan a las partes contratantes al imponer sacrificios patrimoniales y económicos que no siempre son compensados, por cuya razón se les exige la observancia de determinados requisitos formales como ser: la intervención de ciertas autoridades, presencia de testigos, utilización de instrumentos adecuados que permitan a las partes contratantes disponer de un cierto tiempo de reflexión sobre el sentido y alcance de las obligaciones que van a contraer. Ad probationem.- Se exigen sólo para efectos de prueba. Existen otro tipo de contratos en los que los sacrificios son recíprocos, o cuyos efectos no se refieren a la transferencia a título gratuito de bienes, estos se perfeccionan por el sólo consentimiento de las partes contratantes, aunque, para efectos de su verificación, requiere de la prueba pertinente23. El Art. 491 del Código Civil Boliviano regula qué contratos deben celebrarse por documento o escritura pública, dentro de los cuales se encuentra la anticresis. El Art. 1430 del Código Civil establece de manera categórica que el contrato de anticresis, se constituye por documento público, y surte sus efectos respecto a terceros sólo desde el día de su inscripción en el registro. Asimismo, el Art. 549 inc. 1) establece como una de las causales de nulidad del contrato la falta de forma prevista por la ley como requisito de validez24. De lo anterior se llega a concluir que el contrato de anticresis no puede constituirse sino por un documento o escritura pública efectuada ante Notario de Fe Pública y que esté inscrita en la oficina de Derechos Reales, su incumplimiento conlleva la nulidad del contrato. 1.1.10. Extinción del contrato de anticresis El contrato de anticresis puede llegar a extinguirse por las siguientes causas: Por vía de consecuencia, cumplida la obligación principal, la anticresis quedará extinguida, es la forma normal de extinción de la anticresis. Por vía principal, se extingue porque queda nulo el contrato de anticresis, por las causas de nulidad o las de anulabilidad. Hoy en día quedan nulos por falta de solemnidad, porque fueron celebrados en documentos privados. También se puede extinguir por prescripción del crédito. Por perecimiento o destrucción del bien inmueble. Por resolución de contrato, por incumplimiento imputable al incumplido25. Complementando a la parte teórica, es importante de desarrollar el marco contextual, con el aporte de la orientación jurisprudencial de la anticresis en Bolivia y la legislación comparada. 1.2. Marco contextual 1.2.1. Orientación jurisprudencial sobre la anticresis en Bolivia 1.2.1.1.Orientación de la Jurisprudencia Ordinaria y Constitucional La Corte Suprema de Justicia de Bolivia ha emitido una vasta jurisprudencia con relación a la temática de la anticresis, considerando los requisitos que debe cumplir para considerar su validez y efectos en las relaciones jurídicas, de igual manera el Tribunal Constitucional Boliviano ha iniciado su tratamiento, es por ello que la jurisprudencia considerada para efectos de la investigación tiene la finalidad de conocer estos lineamientos adoptados por los administradores de justicia. En tal sentido, para realizar esta descripción se consideró catorce Autos Supremos y dos Sentencias Constitucionales que se podría decir que es el universo de fallos existentes entre los años 1984 a 2008, contemplando y detallando especialmente sus fundamentos jurídicos que constituyen los razonamientos jurídicos que sirven de sustento a las decisiones emitidas por el más alto Tribunal de Justicia en la jurisprudencia existente. El método de revisión documental nos lleva a distinguir la jurisprudencia boliviana en tres orientaciones diferenciadas referidas a la temática de la anticresis, especialmente cuando hablamos de los procesos ejecutivos y de conocimiento. A continuación, se hará una descripción analítica de las resoluciones objeto de estudio de acuerdo a los parámetros antes indicados: 1.- La Orientación formalista de la anticresis: Las Resoluciones que se afilian a la orientación formalista son las siguientes: 1.- Auto Supremo Nº SC II CSJ 70 de 2 de mayo de 1985 dictado en proceso ejecutivo. Los Fundamentos Jurídicos del Fallo señalan que la anticresis debe otorgarse por documento público ante Notario, porque la minuta, así tenga el reconocimiento de firmas y rúbricas, que esté protocolizado por orden judicial é inscrito en Derechos Reales, no puede reputársela como documento público, porque el anticrético se perfecciona con la firma del protocolo ante Notaría de Fe Pública. Este Auto Supremo hace énfasis en que nunca un documento privado reconocido y testimoniado adquiere la calidad de documento público. 2.- Auto Supremo No. 206 CSJ de 15 de noviembre de 1985 dictado en proceso ejecutivo. Los Fundamentos Jurídicos del Fallo denotan que el contrato anticrético, por ser formal, para su validez, fuera del cumplimiento de requisitos comunes a los convenios contractuales, debe concertarse en documento público, sin que pueda servir de excusa la norma del parágrafo II del artículo 493 del Código Civil, razón por la que no puede permitirse que la voluntad de las partes salve la exigencia formal inexcusable preceptuada por la Ley26. El Art. 493 – II del Código de Procedimiento Civil establece una norma excepcional para constituir un contrato cuando las partes expresamente convienen una forma determinada para su conclusión. Sin embargo, el Auto Supremo no acepta esta excepción para la constitución del contrato de anticresis, por su carácter solemne. 3.- Auto Supremo Nº 213 SC I CSJ de 25 de noviembre de 1985 dictado en proceso ejecutivo. Los Fundamentos Jurídicos del Fallo dan a entender que el contrato de anticresis debe cumplir con todas las formalidades legales exigidas por los Arts. 1430, 491 inc. 3) y 452 inc. 4) del Código Civil para que dicha convención sea perfecta, para su validez legal, tal cual determina el Art. 493 del C. Civil, sin que se pueda invocar la segunda parte. 4.- Auto Supremo Nº 57 SC I CSJ de 14 de abril de 1986 dictado en proceso sumario de nulidad de contrato de anticresis. Los fundamentos jurídicos del Fallo refieren que el contrato anticrético pactado mediante un instrumento privado es una simple minuta que no tiene la categoría de documento público por la falta de un requisito formal legalmente exigible, y en consecuencia el contrato es nulo por imperio del Art. 549 numeral 1) segunda parte del Código Civil, nulidad que conforme al Art. 547 inc. 1) del mismo Código sustantivo, extingue las obligaciones incumplidas27. Según opinión de Carlos Morales Guillén en su Código Civil comentado y concordado, esta concepción surge debido a la profana interpretación leguleya del común que se ha convertido en el aforismo, de que el documento privado o minuta reconocida en su firma y rúbrica se convierte en documento público, ha dado lugar a un uso indebido del documento privado en la celebración de contratos anticréticos que ha causado la existencia de esta jurisprudencia28. 5.- Auto Supremo Nº 125 SC II CSJ de 1º de julio de 1986 dictado en proceso ejecutivo. Los fundamentos jurídicos del fallo señala que las dos salas civiles del Tribunal Supremo han unificado la jurisprudencia mediante acuerdo firmado, para establecer que el contrato anticrético debe imprescindiblemente otorgarse ante Notario de Fe Pública conforme al Art. 491 numeral 3) y 1430 del Código Civil para poseer la calidad de título ejecutivo29. Este Auto Supremo reconoce la diversidad de criterios que existía sobre el tema y la necesidad de unificar posiciones en los tribunales de justicia. Auto Supremo Nº 151 SC II CSJ. 24 de julio de 1986 dictado en proceso ejecutivo. Los fundamentos jurídicos del Fallo determinan que no puede haber contrato de anticresis si se ha violado la forma prevista por los Arts. 491, incs. 3) y 1430 del Código Civil, porque la forma exigida es ad solemnitatem, conforme determina el artículo 493 del mismo Código sustantivo, que en forma precisa dice: “Si la ley exige que el contrato revista una forma determinada, no asume validez sino mediante dicha forma”30. Auto Supremo 199908 – SALA CIVIL – II CSJ de 19 de agosto de 1999 dictado en proceso de nulidad de contrato de anticresis. Los fundamentos jurídicos del fallo hacen mención a que el Auto de Vista objeto de recurso efectúa una correcta interpretación al declarar probada la demanda y consecuentemente nulo el contrato de anticresis objeto del litigio, en razón de no tener la calidad ni el valor de documento público, contrariando el Art. 491 inc. 3) del Código Civil.31 Auto Supremo 200104– SC II CSJ 084 de 25 de abril de 2001 dictado en proceso de nulidad de documento privado de anticresis y pago de daños y perjuicios. Los fundamentos jurídicos del fallo señalan que el contrato anticrético que figura en el documento privado reconocido que sirve de base a este proceso no se adecua a la forma solemne exigida por los Arts. 491 – 3), 549 – 1) y 1430 del Código Civil, porque debe observarse y extenderse escritura pública con estricta sujeción al precepto contenido en el Art. 1297 del Código Civil, todos ellos de cumplimiento obligatorio 32. SSCC Nº 0030/2004 – R. Tribunal Constitucional de 14 de enero de 2004 dictado en recurso de amparo constitucional, cuyos Fundamentos jurídicos del Fallo refieren que el contrato de anticresis no se elaboró en documento público, la parte acreedora puede demandar el cumplimiento por la vía del juicio civil ordinario. El incumplimiento de la devolución del dinero recibido en anticresis, no constituye delito de apropiación indebida.33 Esta jurisprudencia constitucional se halla en concordancia con la línea de la Corte Suprema de Justicia, al exigir el cumplimiento estricto de las solemnidades en el contrato de anticresis, y a diferencia de la jurisprudencia ordinaria, ésta tiene carácter vinculante conforme lo señala el Art. 44 de la Ley del Tribunal Constitucional. Auto Supremo Nº 269 SC II CSJ de 26 de agosto de 2005 dictado en proceso de nulidad de contrato de anticresis. Entre los fundamentos jurídicos del Fallo señala que el Auto de Vista es correcto al declarar nulo el contrato por no haberse constituido en la forma prevista en los Arts. 1430 y 491 – 3 del Código Civil34. Auto Supremo N° 41 SC CSJ de 15 de Marzo de 2006 dictado en proceso de cumplimiento de contrato de anticresis. Los fundamentos jurídicos del Fallo señalan que el contrato de anticresis es un contrato real de garantía, accesorio de otro principal, que confiere al acreedor derechos de retención y preferencia si lo registra en Derechos Reales. SSCC Nº 0853/2006 – R. Tribunal Constitucional de 29 de agosto de 2006 dictado en proceso de amparo constitucional en proceso ejecutivo por rechazo a tercería de derecho preferente y oposición a desapoderamiento, cuyos Fundamentos jurídicos del Fallo concluyen que, al haber suscrito el primer contrato de anticresis de 6 de julio de 1995 mediante un documento privado con reconocimiento de firmas, sin inscribirlo en Derechos Reales, luego a través de la escritura pública 385/2001 de 15 de marzo, sin registrarla tampoco en la oficina de Derechos Reales, no es posible tomar en cuenta los derechos de retención y preferencia que consagran los Arts. 1431 y 1432 del CC, por cuanto se omitió cumplir con el requisito fundamental consignado en el Art. 1430 del CC, que dispone que el contrato de anticrético se debe constituir por documento público para que surta efectos respecto a terceros únicamente desde el día de su inscripción en el registro de Derechos Reales, sin que sea válido el argumento de los recurrentes en sentido que basta con que el documento tenga fecha cierta35. En conclusión la orientación formalista del contrato de anticresis en la jurisprudencia existente denota una radicalidad extrema al desconocer absolutamente los efectos jurídicos de un contrato de anticresis suscrito sin cumplir con las formalidades establecidas por el Art. 1430 del Código Civil, especialmente cuando se trata de procesos de ejecución, en el que se plantean demandas ejecutivas, en base a documentos privados de anticresis con reconocimiento de firmas y rúbricas, en los cuales la jurisprudencia taxativamente niega efectos jurídicos a dicho contrato sin cumplir con las formalidades exigidas por Ley. Cabe aclarar que la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia tiene solamente carácter orientador al juez inferior y no tiene carácter vinculante, a diferencia de la jurisprudencia constitucional. Con este criterio legalista de interpretación fría de la norma con relación el tema de la anticresis, se deja sin protección a una gran cantidad de anticresistas que por diversas causas han suscrito el contrato en documento privado, con el consiguiente detrimento en su patrimonio y la imposibilidad de recobrar el monto de dinero dado en calidad de anticresis. 2.- La Orientación ecléctica de la anticresis: Las Resoluciones que se afilian a la orientación ecléctica son las siguientes: 1.- Auto Supremo Nº 205 SC II CSJ15 de septiembre de 1984 dictado en proceso: sumario de cumplimiento de obligación. Los Fundamentos Jurídicos del Fallo hacen mención a que el Art. 1430 del Código Civil exige que el contrato de anticresis se constituya mediante documento público, sin embargo dicha formalidad no puede invalidar el derecho del propietario de pedir la entrega del inmueble y ejercer el derecho de propiedad, pues el requisito es esencial para que el contrato surta efectos respecto a terceros.36 Desde el punto de vista de la autora de la investigación es ecléctica porque exige la solemnidad respecto a terceros y reconoce efectos de un documento privado de anticresis entre partes. 2.- Auto Supremo Nº 39 SC II CSJ de 17 de marzo de 1986 dictado en proceso ejecutivo. En cuyos Fundamentos Jurídicos del Fallo señala que el contrato de anticresis se lo constituye “ad solemnitatem” mediante documento público cuyo proceso de formación se inicia con la minuta y se perfecciona con la firma del protocolo por las partes contratantes, en la Notaría de Fe Pública, conforme a las previsiones de los Arts. 491 – 3), 493 – I y 1430 del Código Civil. El documento privado de anticresis reconocido, si bien no constituye título ejecutivo, no por eso deja de tener validez “ad probationem” para pedir por la vía ordinaria la entrega del inmueble. Esta resolución demuestra rigidez y radicalidad en cuanto a la validez del contrato de anticresis cumpliendo solemnidades para el proceso ejecutivo, sin embargo es flexible en su consideración en el proceso ordinario cuando está constituido en documento privado reconocido. 3.- Auto Supremo Nº 301 SC II CSJ de 13 de septiembre de 2005 dictado en proceso de cumplimiento de contrato de anticresis. En cuanto a los Fundamentos jurídicos del Fallo establece que el contrato de anticresis no se constituye sino por documento público conforme al Art. 1430 del Código Civil, por lo que un documento privado de anticresis reconocido y protocolizado en Notaría e inscrito en Derechos Reales no se convierte en documento público ni adquiere fuerza ejecutiva para su cumplimiento, corresponde establecer su eficacia y valor jurídico a través del proceso de conocimiento, toda vez que no se pueden desconocer las obligaciones y compromisos asumidos37. En síntesis la posición ecléctica38, no reconoce efectos jurídicos al contrato de anticresis suscrito mediante documento privado reconocido o minuta con el correspondiente reconocimiento en los procesos ejecutivos; empero le otorga efectos jurídicos que deben ser demostrados en procesos de conocimiento, sean estos sumarios u ordinarios mediante acciones de cumplimiento, nulidad o resolución de contrato. Es decir, otorga efecto ad probationem al documento privado de anticresis reconocido en sus firmas y rúbricas. De ahí que esta jurisprudencia generalmente deviene de recursos de casación o nulidad en procesos ejecutivos y de cumplimiento de contrato, resolución o nulidad de contrato de anticresis, teniendo presente que en forma anterior a la modificación establecida en la Ley 1760 de 1997, los procesos ejecutivos admitían el recurso de casación. 3.- La Orientación no formalista de la anticresis: Se ha encontrado una resolución que no exige solemnidades: Auto Supremo Nº 193 SC CSJ de 13 de Septiembre de 2006 dictado en el proceso de resolución de contrato de anticresis. En cuanto a los Fundamentos jurídicos del Fallo indica que el Auto de Vista es correcto en su interpretación por no corresponder la resolución del contrato de anticresis en razón de haberse cumplido con el objeto de dicho contrato39. Se observa que las formalidades para la suscripción del contrato de anticresis no son consideradas como un requisito de validez por el Tribunal de casación. Esta tercera posición, reconoce efectos jurídicos a un documento privado reconocido, protocolizado e inscrito en la oficina de Derechos Reales, aplicando la teoría de la autonomía de la voluntad De las tres orientaciones antes descritas la posición mayoritaria y más difundida en la jurisprudencia es la formalista que predomina en la Corte Suprema de Justicia por lo cual los resultados de los fallos en recurso de casación de acreedores anticresistas que sustentan su acción en un documento privado es adverso a sus intereses, declarándolos infundados. Esta posición formalista es aplicada de manera concluyente por la jurisprudencia constitucional del Tribunal Constitucional que según el Art. 44 de la Ley 1836 tiene carácter vinculante, consiguientemente la que deben aplicar todos los jueces y tribunales de la República, sobreponiéndose a la jurisprudencia ordinaria que solamente tiene carácter orientador. 1.2.2. Legislación comparada en materia de anticresis Criterios metodológicos El conocimiento científico tiene a la legislación comparada como un método de investigación que permite la búsqueda de semejanzas, diferencias o tendencias de los contratos de anticresis en los diferentes países. Asimismo, el método de la modelación, permite estudiar el fenómeno en los diferentes tipos de modelos y estructuras legislativas existentes en los diferentes países a fin de poder establecer la posibilidad de transformar la realidad a partir de tales modelos. Para el caso de esta investigación se recurre a estudiar de manera breve la legislación de los siguientes países. Perú, Italia, Brasil, Ecuador, España, Venezuela y México, clasificándolas en tres sistemas diferenciados: Sistema formalista Código Civil peruano El Código Civil del Perú de 14 de noviembre de 1984 en el Art. 1091 establece la anticresis como la entrega de un inmueble en garantía de una deuda, concediendo al acreedor el derecho de explotarlo y percibir sus frutos y, claramente, en el Art. 1092 establece que el contrato debe otorgarse por escritura pública, bajo sanción de nulidad, expresando la renta del inmueble y el interés que se pacte. Se puede señalar que la anticresis Es un derecho real, que se constituye sobre un bien inmueble, y que como tal es oponible a terceros, siempre que se registre. Es un derecho de garantía que generalmente se concede al acreedor de una suma de dinero. No obstante ello, en aplicación del artículo 1091 del código vigente, su ámbito de aplicación puede extenderse a otra clase de obligación, al no existir distinción en la norma. Concede al acreedor la posesión del bien anticrético con las facultades de usar y disfrutar del mismo. Queda claro, asimismo, que su ámbito se encuentra circunscrito a los bienes inmuebles. La renta del inmueble se aplica al pago de los intereses y gastos y el saldo al capital. Asimismo, el Art. 1412 establece que, si por mandato de la ley o por convenio de las partes deba otorgarse escritura pública o cumplirse otro requisito, bajo sanción de nulidad, éstas pueden compelerse recíprocamente a llenar la formalidad requerida. La pretensión se tramita como proceso sumarísimo40. Los Códigos Civiles del Perú y de Bolivia son los más formalistas de los Códigos Latinoamericanos en cuanto al tema de la anticresis, establecen el requisito de formalidad o solemnidad en la constitución del contrato de anticresis, bajo pena de nulidad. Sistema ecléctico Código Civil italiano El Código Civil Italiano regula el contrato de anticresis en los Arts. 1960 a 1964 (Dell'anticresi), y constituye aquel contrato por el cual el deudor o un tercero por él se obliga a consignar un inmueble al acreedor en garantía del crédito, a fin de que el acreedor perciba los frutos imputándolos a los intereses y en segundo lugar al capital. La duración del contrato de anticresis no puede ser mayor a los dieciséis años, si se ha convenido una duración mayor, será reducido al término señalado por ley. Es nulo cualquier pacto, aunque posterior a la conclusión del contrato, cuando se conviene que la propiedad del inmueble pasa al acreedor en el caso de que exista incumplimiento del pago de la obligación. Con referencia a los requisitos para la formación de los contratos el Art. 1325 establece los siguientes: El acuerdo de partes, la causa, el objeto y la forma cuando está establecida en la ley, bajo pena de nulidad. Acerca de la forma del contrato el Art. 1350 del Código Civil Italiano establece que bajo pena de nulidad deberá ser suscrito por escritura pública o por documento privado entre otros: el contrato de transferencia de la propiedad de bienes inmuebles, El contrato de constitución del derecho de usufructo de un bien inmueble, el derecho de superficie, de la enfiteusis, el contrato de locación de bien inmueble cuya duración es superior a nueve años, el contrato de sociedad, y en el inciso 7) se halla el contrato de anticresis, lo que quiere decir que para la constitución de un contrato de anticresis, deberá suscribirse en documento público o privado, bajo pena de nulidad, por cuya razón que el Código Civil Italiano en la presente investigación ha sido clasificado como ecléctico41. Sistema no formalista Código Civil brasileño La redacción final aprobada el 6 de diciembre de 2001, contiene 2046 artículos, y en su sistemática se halla consignada la institución de la anticresis en el Título Segundo referido a los Derechos Reales, en cuyo Título X Capítulo IV, en los Arts. 1506 al 1510 regula en el sentido de que puede el deudor u otro por él entregar el inmueble al acreedor y ceder el derecho de percibir en compensación los frutos que produce el bien. Es decir se enmarca dentro de la anticresis compensatoria. El acreedor anticresista puede administrar los bienes dados en anticrético y recibir sus frutos y utilidades, pero deberá presentar anualmente balance exacto y fiel de su administración. Si el deudor propietario evidencie que el balance contiene datos inexactos o es ruinosa la administración, puede impugnarlo y requerir la transformación en arrendamiento, fijando el juez el valor mensual del canon de arrendamiento, el cual podrá ser modificado o corregido anualmente. El acreedor anticresista puede recobrar sus derechos contra el adquirente de los bienes, o acreedores quirografarios o hipotecarios posteriores al registro del anticrético. Del análisis de las normas contenidas en el Código Civil Brasileño no se observa la existencia de regulación alguna sobre el requisito de solemnidad en la formación del contrato, llegándose a inferir que es posible su constitución entre partes sin la intervención de Notario de Fe Pública, y la posibilidad de su registro correspondiente, toda vez que el Art. 104 establece que para la validez del negocio jurídico se requiere capacidad de obrar, objeto lícito, posible, determinado o determinable y la forma prescrita por ley. Y solamente el Art. 108 establece que salvo lo dispuesto por ley, la escritura pública es esencial para la validez de los negocios jurídicos que se refieran a la constitución, transferencia, modificación o renuncia de derechos reales sobre inmuebles de valor superior a treinta veces o mayor al salario mínimo vigente en el país. Es decir que se determina el requisito de escritura pública de acuerdo a la importancia económica del bien inmueble objeto de transferencia, norma que no es aplicable al contrato de anticresis42. Código Civil ecuatoriano La institución de la anticresis se halla regulada en el Código Civil del Ecuador vigente desde 20 de Noviembre de 1970, en el Art. 2361 a 1271 y entre sus particularidades está que el contrato de anticresis se perfecciona con la entrega del bien inmueble objeto del contrato, (contrato real), no existiendo norma expresa que determine la constitución del contrato por escritura pública, sin embargo es costumbre aplicar a la anticresis por analogía la norma prevista para el Art. 1930 del contrato de arrendamiento, que establece el respeto al contrato cuando se ha efectuado por escritura pública inscrita en el libro correspondiente del Registro de la propiedad antes de los acreedores hipotecarios. Según el Art. 2367 el acreedor no se hace dueño del inmueble a falta de pago, ni tiene preferencia en él sobre los otros acreedores, sino la que le dé el contrato accesorio de hipoteca, si lo hubiere. Toda estipulación en contrario es nula. Asimismo, el Art. 2370 establece que el deudor no podrá pedir la restitución de la cosa dada en anticresis sino después de la extinción total de la deuda; pero el acreedor podrá restituirla en cualquier tiempo y perseguir el pago de su crédito por los otros medios legales, sin perjuicio de lo que se hubiere estipulado en contrario. Los artículos objeto de análisis denotan que el contrato de anticresis no exige formalidades para su constitución, solo la entrega del bien inmueble para su perfeccionamiento43. Código Civil español El Código Civil Español regula la institución de la anticresis en los Arts. 1881 al 1886, y considera como un contrato en virtud del cual el acreedor adquiere el derecho de percibir los frutos del inmueble de su deudor, con la obligación de aplicarlos al pago de los intereses, si se deben, y después al del capital de su crédito. Los contratantes pueden convenir que se compensen los intereses de la deuda con los frutos del inmueble dado en anticresis. En cuanto a los requisitos esenciales para la validez de los contratos según el Art. 1261 se hallan: El consentimiento, el objeto y la causa de la obligación, a diferencia del Código Civil Boliviano que contiene como un requisito ineludible a las formalidades del contrato. En cuanto a la constitución de los contratos, el Art. 1280 expresamente enumera qué contratos deben constar en documento público, dentro de los cuales no se halla la anticresis. Sin embargo señala que deben hacerse constar por escrito, aunque sea privado, los demás contratos en que la cuantía de las prestaciones exceda de 1.500 pesetas. De lo anterior se deduce que la ley no señala en forma expresa que el contrato de anticresis deba celebrarse mediante escritura pública como lo hace la legislación Boliviana, sino que existe el imperativo de que cualquier contrato que supere la cuantía de las 1.500 pesetas deba celebrarse en documento privado, norma que es también aplicable al contrato de anticresis. Asimismo, no existe regulación con referencia a la inscripción del contrato en el Registro de Derechos Reales 44. Código Civil venezolano El Código Civil de Venezuela de 26 de julio de 1982 contiene en el Art. 1855 el instituto de la Anticresis, entendiéndolo como aquel contrato por el cual el acreedor adquiere el derecho de hacer suyos los frutos del inmueble que se le entregue, con la obligación de imputarlos a los intereses y luego al capital de su acreencia, entre otras características, la anticresis no concede ningún privilegio al acreedor, éste tiene solamente el derecho de retener el inmueble hasta que su acreencia sea totalmente pagada. Por otro lado, la anticresis no puede ser estipulada por un tiempo mayor de quince años. En el caso de que el contrato no establezca ningún término, o establezca uno mayor de quince años, la anticresis concluirá al vencimiento del decimoquinto. La anticresis debe ser registrada en la Oficina que corresponda a la ubicación del inmueble para que pueda ser opuesta a terceros. Con referencia a los requisitos de constitución de la anticresis, el código no establece ningún requisito de forma, y de la lectura del Art. 1141 se tiene que las condiciones generales requeridas para la existencia del contrato en general son: el consentimiento de las partes, el objeto y la causa lícita. De lo que se infiere que en Venezuela a diferencia de lo que sucede en Bolivia para la constitución del contrato de anticresis no se ha determinado ninguna formalidad o solemnidad. Asimismo las causas de nulidad del contrato están señaladas en el Art. 1142 por incapacidad legal de las partes, por vicios del consentimiento y por ausencia de los requisitos de validez de los contratos. No existiendo norma alguna que determine como causal de nulidad la falta de forma del contrato de anticresis45. Legislaciones que no regulan la institución de la anticresis Según Lidia Garrido Cordobera, en razón de los innumerables escollos que ofrece la anticresis, ha dejado de tener vigencia en muchos países Europeos, especialmente a partir del Código Civil Alemán, con la posterior adhesión del Código Civil Suizo, en los cuales existían posiciones encaminadas a demostrar su inutilidad46; posición que se propagó en los países del sistema anglosajón como Inglaterra y Estados Unidos, y dentro de los sistemas legislativos de idiosincrasia latina, en México, en cuyo Código Civil de 30 de agosto de 1928 no se consigna ni establece la institución de la anticresis, y en la formación de los contratos elimina las solemnidades, dando énfasis en la voluntad y capacidad de las partes para su formación, constituyendo una norma flexible en relación a otros Códigos dentro del contexto latinoamericano47. Semejanzas y contrastes de las legislaciones sobre el tema de la anticresis Los diferentes sistemas legislativos existentes en los países con relación a la anticresis han permitido establecer las semejanzas y diferencias con la legislación boliviana, concluyéndose que de los países estudiados, solamente el Código Civil Peruano, al igual que el Boliviano, llegan a establecer de manera taxativa los requisitos de solemnidad para la formación del contrato de anticresis, en los cuales el incumplimiento de la norma conlleva a la nulidad del acto jurídico; sin embargo, lo interesante de la legislación peruana es que a fin de evitar que cualquiera de las partes incumpla con la suscripción del contrato con las formalidades establecidas por ley, no obstante haber recibido la prestación de la otra parte, según el Art. 1412, éstas pueden compelerse recíprocamente a llenar la formalidad requerida a través de un proceso sumarísimo 48, norma que en la legislación boliviana no existe, consiguientemente ante la falta de escrituración ante Notario de Fe Pública, la parte que ha suscrito un contrato de anticresis mediante minuta, ante la eventual negativa del co - contratante de firmar el protocolo para concluir con la escrituración, se ve obligada a plantear la demanda preliminar de reconocimiento de firmas y rúbricas, lo cual desnaturaliza la constitución de la escritura pública. Otro aspecto importante es que en la legislación Ecuatoriana, el contrato de anticresis se perfecciona con la entrega del bien inmueble, con la traditio (contrato real por excelencia), no exige mayores formalidades. Las legislaciones de Brasil y Venezuela tampoco exigen la constitución de documento público en el contrato de anticresis; sin embargo lo innovador del Código Civil Brasileño es que, efectúa una diferencia, de acuerdo a la importancia económica del bien inmueble cuando se trata de constitución, transferencia, modificación o renuncia de derechos reales sobre inmuebles, exigiendo escritura pública cuando el valor sea superior a treinta veces o mayor al salario mínimo vigente en el país. Empero esta norma no es aplicable al contrato de anticresis porque no existe transferencia de derechos reales. Dentro de las legislaciones Europeas, está el Código Civil Italiano que exige para la constitución del contrato de anticresis la celebración en documento público o privado, sin sancionarlo con nulidad su incumplimiento, este Código sirve de modelo al Proyecto de modificación del Código Civil Boliviano que se encuentra en espera de aprobación en las Cámaras legislativas desde el año 1999. El Código Civil Español, adecuándose a un modelo más amplio, establece la formación del contrato de anticresis mediante documento privado. Se hizo una síntesis de la legislación comparada, ahora corresponde entrar en la parte de la diagnosis de la presente investigación, la cual se ha desarrollado en dos puntos centrales, el primero: las causas del incumplimiento del carácter solemne del contrato de anticresis y las consecuencias jurídico sociales que hacen inaplicable el Art. 1430 del Código Civil Boliviano. Capítulo II Diagnóstico 3.1. Causas del incumplimiento del carácter solemne del contrato de anticresis 3.1.1. Encuesta dirigida a jueces El presente capitulo, está constituido esencialmente por la aplicación de una encuesta (auto administrada) dirigida a Jueces de Instrucción del área civil del Distrito Judicial de La Paz, (Ver Anexo N.- 3) los resultados tanto cualitativos como cuantitativos permiten analizar los siguientes aspectos: a) la parte estadística, que representan el número de casos que se ventilan en cada juzgado en la actualidad, es decir: procesos en trámite en la gestión 2008, y b) la parte de los juicios de valor fundamentados en la experiencia de cada uno de los administradores de justicia y especialmente en la antigüedad en el cargo que está enmarcada entre 2 a 15 años. Es importante destacar que los resultados provienen de una valoración personal, de los informantes, con un criterio aproximado, por lo cual; los resultados que se presentan son un acercamiento a la realidad con un alto grado de confiabilidad. 3.1.2. Incidencia y tipología de procesos en los juzgados En la gráfica Nº 1. Se observa la experiencia traducida en años de antigüedad que tienen los 12 jueces de Instrucción en lo Civil (informantes) que va desde los dos años como mínimo y 15 años como máximo, con una media de 4 a 5 como promedio, lo cual demuestra que los informantes constituyen fuentes confiables de investigación, debido a su experiencia cotidiana como jueces en el tratamiento de la temática objeto de estudio. Gráfica 1 ANTIGUEDAD DE LOS INFORMANTES EN MATERIA CIVIL 16 14 12 10 8 6 4 2 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 Gráfica 2. PROCESOS SUMARIOS Y DE EJECUCIÓN RELACIONADOS CON EL CONTRATO DE ANTICRESIS QUE SON TRAMITADOS EN LOS JUZGADOS Cumplimiento; 13,53% Otros; 27,06% Resolución; 7,80% Ejecutivos o coactivos; 39,68% Cumplimiento Nulidad; 11,93% Resolución Nulidad Ejecutivos o coactivos Otros En la gráfica Nº 2. Se denota la distribución de causas tramitadas en los Juzgados de Instrucción estudiados, que reveló el mayor porcentaje de procesos ejecutivos y coactivos tramitados con relación al tema de la anticresis de un total de 436 casos que constituye el 100%, el 39, 68% corresponde a los procesos ejecutivos y coactivos, y dentro de los procesos de conocimiento (sumarios), el mayor porcentaje constituye los procesos de cumplimiento de contrato con un 13,53%, seguido de las acciones de nulidad de contrato con un 11,93% y finalmente los procesos de resolución de contrato con un 7,80%, y dentro de otro tipo de procesos, principalmente medidas preparatorias de demanda se halla un 27,06%. De lo que se concluye la alta incidencia de acreedores anticresistas que acuden al órgano jurisdiccional a fin de lograr el reconocimiento de sus derechos. Situación que nos permite inferir que gran parte de todas estas demandas terminarán en su rechazo por no cumplir con las formalidades que establece el Art. 1430 del Código Civil. Por otro lado, no se puede dejar de lado considerar la medida preparatoria que está contemplada en el 27,06% (de la muestra de estudio) que en un momento determinado irán a incrementar los procesos de ejecución o de conocimiento cuando lleguen a formalizar la demanda principal. Gráfica 3. TOTAL DE PROCESOS SUMARIOS, ADMITIDOS, TRAMITADOS Y RESUELTOS 180 160 140 120 EN TRAMITE 100 ADMISIÓN 80 60 40 20 0 Cumplimie Resolución nto Nulidad Ejecutivos o coactivos Otros EN TRAMITE 59 34 52 173 118 ADMISIÓN 34 12 28 26 17 En la gráfica N 3. Se compara el indicador de causas incoadas que tienen relación con la problemática de la anticresis que fueron tramitadas y resueltas “admisión”, existiendo actualmente un alto grado de planteamiento de demandas de ejecución con un total de 173 causas en los 12 Juzgados de Instrucción investigados, de las cuales sólo 26 son admitidas y han logrado obtener una resolución. Al respecto no se puede precisar el resultado de la demanda en cuanto a su reconocimiento o negación de la pretensión por la limitación del variable tiempo. Pero se puede aclarar que la admisión tiene relación especialmente con el cumplimiento de requisitos de forma. En los procesos sumarios de cumplimiento de contrato de un total de 59 causas sólo son admitidas y resueltas 34, en los procesos de nulidad de contrato de un total de 52 sólo son admitidas 28, y de los procesos de resolución de contrato sólo son admitidos y resueltos 12 casos, siendo éste tipo de acciones que en menor cantidad y proporción son planteados y admitidos. 3.1.3. Causas por las cuales no se perfecciona el contrato de anticresis, desde la perspectiva de los jueces. Grafica 4. CAUSAS POR LAS CUALES NO SE PERFECCIONA EL CONTRATO DE LA ANTICRESIS COSTUMBRE; 14,29% EL ECONÓMICO; 28,57% CARENCIA DE DOCUMENTOS DE PROPIEDAD; 7,14% DESCONOCIMIENTO; 50,00% En la gráfica No. 4. Referente a las causas son variadas, podemos identificarlos bajo los siguientes denominadores: El económico. El cumplimiento de las formalidades establecidas en el Art. 1430 del Código Civil, representa la erogación de un gasto económico adicional tanto para la suscripción de la escritura pública ante Notario de Fe Pública, así como en el pago de aranceles ante la Oficina de Derechos Reales a fin de lograr la inscripción del contrato de anticresis, que de acuerdo a nuestra realidad social no puede cumplir el ciudadano, y de igual manera al finalizar el contrato, el levantamiento del gravamen representa un gasto adicional y que debe cubrir en su generalidad el acreedor anticresista, en cuya consecuencia las partes tratan de aminorar gastos y evitar la observancia de las solemnidades que implican un gasto excesivo, por lo que prefieren realizar el contrato en documento privado. Desconocimiento. Existe ignorancia y carencia de información en litigantes sobre las formalidades que debe revestir la suscripción del contrato de anticresis, quienes muchas veces celebran contratos sin la presencia de un abogado; y en cuanto a los abogados no existe un buen asesoramiento hacia sus clientes en explicarles la forma establecida por Ley para perfeccionar un contrato de anticresis. Costumbre. Existe una costumbre generalizada de las partes de suscribir contratos de anticresis en simples documentos privados. Carencia de documentación de derecho propietario. El deudor propietario no cuenta con los títulos de propiedad y otros documentos en orden, a efectos de que el acreedor anticresista pueda proceder a la inscripción del contrato en la Oficina de Derechos Reales. 3.1.4. Posición jurídica respecto a la interpretación del Art. 1430 del Código Civil Entre los administradores de justicia encuestados, que resuelven las causas en primera instancia tanto en procesos de conocimiento y de ejecución se advierte la existencia de dos posiciones antagónicas que son: (Ver gráfica Nº 5) Posición formalista y legalista. Los que exigen el fiel cumplimiento y acatamiento en las partes suscribientes del contrato de anticresis de las formalidades previstas en el Art. 1430 del Código Civil en concordancia con los Arts. 1429, 491 inc. 3) y 1287 del mismo cuerpo legal, pues consideran que deben existir todos los presupuestos legales para la validez de los contratos de anticresis como son la escritura pública inscrita en Derechos Reales, y para el caso eventual de que no se haya cumplido con la formalidad, la acción que corresponde al acreedor anticresista para recuperar el monto de su capital es la demanda de nulidad de contrato por falta de forma en un proceso de conocimiento, y no la acción de cumplimiento ni resolución de contrato. Autonomía de la voluntad. La efectividad del derecho subjetivo más que las formalidades que se requieren para la admisión de una causa. Gráfica 5. POSICIÓN JURÍDICA RESPECTO A LA INTERPRETACIÓN DEL ART. 1430 DEL CPC POSICIÓN FORMALISTA Y LEGALISTA; 41,67% AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD; 58,33% 3.1.5. Posición legal que adoptan los tribunales superiores Entre los administradores de justicia encuestados y que han tenido la experiencia de emitir resoluciones en procesos de conocimiento o de ejecución relativos a contratos de anticresis, que fueron revisados mediante los recursos de apelación y casación por tribunales superiores sean éstos Jueces de Partido y Vocales de las Cortes Superiores de Distrito, han advertido la existencia de discrepancia de criterios entre la posición formalista y de la autonomía de la voluntad. Las interpretaciones de los tribunales superiores tienen criterios dispares, algunos exigen el cumplimiento de las formalidades exigidas por ley para la celebración del contrato de anticresis, por ello no otorgan efectividad al contrato ante el incumplimiento del Art. 1430 del Código Civil, éste es el criterio mayoritario. Otros en cambio dan validez a un documento privado que ha sido objeto de reconocimiento de firmas y rúbricas en virtud del principio de la autonomía de la voluntad. De ahí que las interpretaciones de las causas por los Tribunales superiores son diferentes, algunos jueces admiten la posibilidad de que se pueda accionar la demanda de cumplimiento de obligación de un contrato de anticresis y para otros solo procede la demanda de nulidad del contrato de anticresis, por estas razones no existe uniformidad en sus resoluciones, algunos anulan obrados por no cumplir con el Art. 1430 del Código Civil, son formalistas y legalistas al extremo y otros confirman las sentencias en procesos de cumplimiento de obligación, porque reconocen la autonomía de la voluntad más allá de la formalidad exigida por la ley. (Ver gráfica Nº 6) Gráfica 6. POSICIÓN LEGAL QUE ADOPTAN LOS TRIBUNALES SUPERIORES N/S; 16,67% AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD; 41,67% POSICIÓN FORMALISTA Y LEGALISTA; 41,67% Aplicabilidad del Art. 1430 del Código Civil La encuesta efectuada a los jueces revela dos posiciones antagónicas sobre la aplicabilidad de la norma establecida en el Art. 1430 del Código Civil en el contexto nacional y concretamente en la realidad social de la ciudad de La Paz. (Ver gráfica Nº 7) Gráfica 7. APLICABILIDAD DEL ART. 1430 DEL CÓDIGO CIVIL NO ES APLICABLE. ; 58,33% SI ES APLICABLE; 41,67% 0,00% 10,00% 20,00% 30,00% 40,00% 50,00% 60,00% Si es aplicable. Porque es la única forma de resguardar los derechos del acreedor anticresista, debiendo respetar la voluntad de las partes que intervienen en la relación jurídica y ellas deben tomar la previsión de cumplir con los requisitos establecidos en la Ley. Asimismo, se constituye en un medio eficaz para el cobro del capital anticrético, frente a otros acreedores, de lo contrario el anticresista estaría en desventaja y a merced del propietario del inmueble. Opinan, además que siendo miembros de un Estado de Derecho, su cumplimiento debería ser exigido por los administradores de justicia a fin de garantizar la seguridad jurídica de las partes. No es aplicable. Porque las partes desconocen las formalidades establecidas en la norma para la suscripción del contrato de anticresis, teniendo en cuenta la realidad socioeconómica y educativa del País. Asimismo, la exigencia legal en la mayor parte de casos resulta un óbice para la persona que quiere recuperar su capital, e implica un gasto adicional que afecta a la economía del acreedor anticresista, resultando onerosa su constitución, lo que conlleva a la imposibilidad de su inscripción en Derechos Reales. Resultando además, que ante el eventual incumplimiento del contrato, para el reconocimiento del derecho las partes se encuentran con exigencias legales, difíciles de subsanar, ocasionando diversos problemas en la administración de justicia, porque una gran mayoría de la población tiene la costumbre de suscribir el contrato en documento privado, concluyendo la opinión de los encuestados, que el artículo está diseñado para una realidad ajena a la sociedad boliviana. 3.1.6. Opinión respecto a la modificación del Art. 1430 del Código Civil Gráfica 8. OPINIÓN RESPECTO A LA MODIFICACIÓN DEL ART. 1430 DEL CÓDIGO CIVIL NO REQUIERE MODIFICACIÓN; 41,67% REQUIERE MODIFICACIÓN; 58,33% 0,00% 10,00% 20,00% 30,00% 40,00% 50,00% 60,00% Está reflejada en dos posiciones contrarias: (Ver gráfica Nº 8) No requiere modificación. Porque en la actualidad, es la única forma de garantizar tanto al deudor como al acreedor anticresista el cumplimiento de las obligaciones emergentes del contrato, así como la conservación de sus derechos, y la modificación de la norma ocasionaría mayor inseguridad para el anticresista a momento de pretender recuperar su capital, por lo que opinan que debe difundirse entre la población las solemnidades en la contratación de la anticresis. Requiere modificación. Porque el contrato de anticresis debería ser como cualquier contrato, en el que debe respetarse la voluntad de las partes, y debe modificarse el artículo 1430 del Código Civil, porque el derecho debe ser capaz de responder y adaptarse a las necesidades, la dinámica social y la economía de la población, pues se requiere que el derecho del acreedor anticresista sea protegido, la norma actual debe ser adaptada a la realidad nacional, por una norma más práctica y provechosa, pues el fin del derecho debe ser la resolución de los conflictos, no para generarlos. La experiencia de los administradores de justicia permitió conocer la opinión sobre la temática planteada. A continuación se hará la explicación de los efectos que tiene la norma actual en la sociedad boliviana. 3.2. Consecuencias jurídico-sociales que hacen inaplicable la norma de la anticresis 3.2.1. Vías procesales adoptadas en la problemática de la anticresis En Bolivia y especialmente en el departamento de La Paz, de la observación de la realidad social se llega a advertir que un gran porcentaje de contratos de anticresis es celebrado entre partes mediante documento privado, sin observar las solemnidades exigidas por los Arts. 1430 y 491 inc. 3) del Código Civil, aspecto que no representa mayor conflicto cuando ambas partes dan cumplimiento al contrato, es decir al vencimiento del plazo, el deudor propietario devuelve el capital al anticresista y el anticresista efectúa la devolución del inmueble al deudor propietario. Empero, la problemática surge ante el incumplimiento de una de las partes o de ambas, situación que conlleva a su judicialización en busca de la recuperación del capital o del bien inmueble dado en anticresis, pues el proceso surge de la aplicación del principio de que no es admitida la defensa propia del derecho, por lo que ante el agotamiento de los medios pacíficos de solución, debe recurrirse a la protección del Estado, que actúa por medio de los órganos jurisdiccionales. Protección que se invoca mediante la interposición de la demanda, que es el modo normal del ejercicio de la acción, hasta que el juez la conceda o niegue en sentencia esa protección, en ese lapso, media una serie de actos llamado procedimiento, cuyo conjunto toma el nombre de proceso En el caso de la anticresis, se acude a diversas vías procesales englobadas principalmente en los procesos de conocimiento y de ejecución49. Proceso de conocimiento Son los procesos tipo regulados en nuestras leyes procesales, por los que se tramitan todas las cuestiones que no tienen señalado un procedimiento especial50. El criterio adoptado para diferenciar a las tres clases de proceso de conocimiento es predominantemente cuantitativo, según se pueden establecer de los Arts. 316, 317 y 318 del Código de Procedimiento Civil, Art. 134, 177, 198 de la Ley de Organización Judicial, distinguiéndose en procesos ordinarios, sumarios y sumarísimos, de los cuales por su relevancia en la temática se hará una exposición de los dos primeros: 1 Proceso Ordinario.- Es el previsto para todo asunto contencioso que no esté sometido a trámite especial, su competencia le corresponde a los Juzgados de Partido en materia Civil – comercial sobre pretensiones personales, reales y mixtas (inmuebles o muebles) cuya cuantía supere los 80.000 Bs. o tenga cuantía indeterminada, según el Art. 316 del Código de Procedimiento Civil y Resolución de Sala Plena de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia de la Nación. 2 Proceso Sumario.- Este conoce y resuelve las acciones reales, personales y mixtas sobre bienes inmuebles, muebles, dinero y valores cuya cuantía no superen a 80.000 Bs. y corresponde su conocimiento a los Jueces Instructores, según el Art. 317 del Código Adjetivo Civil y acuerdo de Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia. El proceso sumario tiene las mismas características del proceso ordinario, simplemente se lo distingue por la celeridad en la tramitación, para hacer más ágil la justicia, y el mismo está dotada de una estructura simple y abreviada51. Entre los procesos de conocimiento sean estos ordinarios o sumarios que con frecuencia se demandan entre acreedores anticresistas y deudores propietarios como emergencia del incumplimiento de un contrato de anticresis, se mencionan los siguientes: Cumplimiento de contrato.- El contrato es según el Art. 450 del Código Civil el acuerdo entre dos o más personas para constituir, modificar o extinguir entre sí una relación jurídica. En los contratos bilaterales, una de las situaciones que puede presentarse, es el incumplimiento culposo de la obligación asumida por cualquiera de los contratantes; eventualidad en que la otra parte cumplida puede a su elección interponer la acción de cumplimiento o la acción resolutoria, según el Art. 568 del Código Sustantivo Civil, puede pedir judicialmente el cumplimiento del contrato dentro de un plazo razonable que fijará el juez. Resolución del contrato.- Resolución, es un medio de invalidez por causas sobrevivientes de los contratos sinalagmáticos o bilaterales, debido al incumplimiento culpable, a la imposibilidad sobreviviente o a la excesiva onerosidad de una de las prestaciones, que deja sin efecto, con carácter retroactivo, un contrato que ha surgido plenamente a la vida del derecho. Así lo establece el Art. 568 del Código Civil, en el que ante el incumplimiento del contrato por una de las partes, en contratos con prestaciones recíprocas, como es el caso del contrato de anticresis, la parte que ha cumplido puede pedir judicialmente la resolución del contrato, caso en el cual, ya no podrá pedirse el cumplimiento del contrato, y el demandado, a su vez, ya no podrá cumplir su obligación desde el día de su notificación con la demanda. Nulidad del contrato.- Todo contrato debe cumplir los requisitos exigidos por ley para su formación, según el Art. 452 del Código Civil son los siguientes: el consentimiento de las partes, el objeto, la causa y la forma, ésta última siempre que sea legalmente exigible. Cuando faltan esos requisitos, o cuando no han sido respetadas las reglas que les conciernen, el contrato no se ha perfeccionado, es nulo, es ineficaz. La nulidad, en consecuencia constituye una forma de ineficacia que deriva de un vicio sustancial de legalidad en cualquiera de los presupuestos del acto o negocio jurídico en el momento de su celebración, empero la validez o eficacia inicial no impide que, con posterioridad, otras circunstancias sobrevivientes, lo tornen también ineficaz. Las causas de nulidad están señaladas en el Art. 549 del Código Civil, se fundan en los requisitos que deben reunir los presupuestos referidos al objeto, la forma y la causa. En lo referente a la ausencia de la forma exigida por ley, cabe destacar la formalidad, cuando para su formación y consiguiente nacimiento a la vida jurídica necesita ser realizado con todas las solemnidades que establece la ley, como es la constitución en escritura pública, tal como lo determina el Art. 491 del Código Civil, bajo sanción de nulidad. En ese orden, el citado artículo indica que se constituirán por documento público los contratos de: donación, hipoteca convencional, anticresis y otros que expresamente determine la ley, de donde se infiere que si no se observa esta imposición legal, no asumen validez dichos contratos y serán nulos52. La acción de cumplimiento, resolución o nulidad de contrato se interpondrá mediante un proceso ordinario o sumario dependiendo de la cuantía. Procesos de ejecución En las acciones de ejecución el juez se dedica a exigir al deudor insolvente el cumplimiento de una obligación que se encuentra debidamente documentada o que contiene la sentencia judicial, donde ya no se discuten derechos dudosos o contradictorios. Cualquier acción judicial tiene una fase de ejecución, además que la misma es necesaria en la estructura del proceso judicial, porque en la misma se exige el cumplimiento de una obligación de dar, hacer o no hacer. Sin esta fase la justicia y el acreedor verían frustrados sus derechos reconocidos en la sentencia y de poder exigir a la fuerza el cumplimiento de un derecho que se encuentra debidamente reconocido por una resolución judicial. Se considera al proceso ejecutivo y coactivo como vía de ejecución, porque su objetivo no consiste solamente en obtener un pronunciamiento judicial que declare la existencia o inexistencia de un derecho sustancial incierto, sino lograr la satisfacción de un crédito que la propia ley presume existente en virtud del documento base de la ejecución; además, el efecto inmediato de la pretensión ejecutiva y coactiva civil consiste en acto coactivo sobre el patrimonio del deudor al embargarse directamente sus bienes para que con el producto del mismo sea satisfecha la obligación53. a) Proceso Ejecutivo Es el proceso de ejecución típico, en el cual se reclama el pago de una cantidad líquida de dinero y exigible que resulte de uno de los denominados “Títulos ejecutivos”. Este proceso comprende dos etapas: la primera, de conocimiento, muy limitada solo a las “excepciones” y la segunda del cumplimiento de la sentencia de remate, que constituye en sí una etapa de ejecución forzosa. Es un proceso especial porque se halla sometido a trámites específicos, propios de este proceso y diferentes del proceso de conocimiento54. Es sumario, porque es breve, resumido, donde el conocimiento judicial se debe circunscribir al examen limitado número de defensas (excepciones e incidentes que se resuelven casi todos en sentencia). Es de ejecución porque, sin averiguar la causa de la obligación, no da lugar al examen y solución del problema. A través de su fallo no se declara la existencia o inexistencia de un derecho sustancial incierto, sino la satisfacción de un crédito sobre el cual se presume la certeza del derecho del acreedor55. b) Proceso Coactivo La acción coactiva civil de garantías reales tiene por objetivo la reclamación de deudas dinerarias vencidas, exigibles y de cantidad determinada. La reclamación coactiva debe justificarse documentalmente, bastando con la aportación del título que demuestre el crédito hipotecario o prendario, es decir, lo que abre el proceso coactivo es del documento base de la ejecución. Igualmente para la procedencia de la vía coactiva, el deudor debe renunciar expresamente a los trámites del proceso ejecutivo en el mismo documento base de la ejecución, el cual debe encontrarse debidamente registrado en la oficina correspondiente, ya sea en Derechos Reales o Tránsito, para que sea oponible a terceras personas56. Estas vías procesales son generalmente adoptadas por los acreedores anticresistas y los deudores propietarios a fin de demandar la recuperación de su patrimonio. 3.2.2. Demandas y sentencias como muestra de la orientación jurídica El estudio de caso es un método de investigación empleado para estudiar un individuo o una institución en un entorno o situación única, y de la forma más intensa y detallada posible; Es una investigación que se le define como descriptiva, es decir, describe la situación prevaleciente en el momento de realizarse el estudio. Como parte del diagnóstico de la investigación se eligieron un conjunto de 5 casos reales de procesos judiciales que se hallaron en el Juzgado 1ro de Instrucción en lo Civil de la ciudad de El Alto y otros en el Juzgado 8vo y 9vo de Instrucción en lo Civil de la ciudad de La Paz. Seguidamente, se presentará un resumen descriptivo de procesos sumarios de cumplimiento de contrato, resolución y de ejecución relacionados con el contrato de anticresis. Demanda de cumplimiento de contrato Caso: Proceso sumario de Cumplimiento de contrato seguido por Dimas Rodrigo Cruz Sánchez contra María Elena Oblitas Torrez El proceso es radicado en el Juzgado Noveno de Instrucción en lo Civil y es seguido por Dimas Rodrigo Cruz Sánchez representado por Elena Sánchez de Flores quien incoa demanda de cumplimiento de obligación y de daños y perjuicios en contra de María Elena Oblitas Torrez, señalando que su mandante habría suscrito un contrato de anticrético con María Elena Oblitas Torrez en fecha 20 de noviembre de 2002, por la suma de $us. 3.500, por el término de 2 años, y la propietaria no le habría devuelto el capital anticrético, por lo que de acuerdo al Art. 568 - I del Código Civil, demanda cumplimiento de contrato, más pago de daños y perjuicios, pidiendo la devolución de $us. 3.500, el pago de daños y perjuicios y honorarios profesionales. Efectuados los trámites de ley, se dicta la sentencia que declara improbada la demanda de cumplimiento de contrato, más pago de daños y perjuicios, bajo la siguiente fundamentación legal: El contrato privado de anticresis firmado entre María Elena Oblitas Torrez por una parte en su condición de propietaria del inmueble ubicado en la Calle José María de Velasco No. 1769 de la Zona de San Pedro y Dimas Rodrigo Cruz Sánchez como anticresista, no cumple con los requisitos de validez y formación de los contratos, en mérito a lo dispuesto por el Art. 1430 del Código Civil, que exige la constitución del contrato de anticresis mediante documento público e inscripción en el registro. En el caso, el documento privado que se acompañó, se trata de un documento que carece de solemnidad, al no haberse suscrito en documento público, y no estar inscrito en la Oficina de Derechos Reales, en consecuencia no puede surtir efectos dignos de tutela jurídica. Por otra parte, señala, que por disposición del Art. 452 inc. 4) del Código Civil, los requisitos de formación de los contratos, entre otros se requiere la forma de los contratos, siempre que sea legalmente exigible, y en el caso que nos ocupa, las partes al momento de suscribir el contrato han soslayado el Art. 1430 del Código Civil, pues se requiere suscribirlo en documento público e inscribirlo en la oficina de Derechos Reales, aspecto que no sucedió, pues no es posible que un documento privado, por mucho que cuente con reconocimiento de firmas y rúbricas dentro de un proceso preliminar, se le otorgue la calidad de documento público, porque desde su origen, el documento base de la acción carece de todo valor jurídico, y mal puede demandarse cumplimiento de un contrato que adolece de defectos de formación de los contratos. Consiguientemente se declaró improbada la demanda de cumplimiento de contrato y se negó la devolución del monto de anticrético y el pago de daños y perjuicios. Frente a esta resolución, la parte actora interpone recurso de apelación contra la sentencia y mediante Resolución No. 95/2007 se dicta auto de vista que revoca totalmente la sentencia y en su mérito declara probada la demanda de cumplimiento de contrato, bajo los siguientes argumentos de orden legal: Evidentemente el contrato de anticresis debe ser celebrado en documento público para su posterior registro en Derechos Reales según lo disponen los Arts. 452 num. 4) y 1430 del Código Civil y ante el incumplimiento de las formalidades establecidas en la ley existe la posibilidad de demandar la nulidad por falta de forma. Sobre este punto en especial, se precisó de que la nulidad no opera de pleno derecho, como erróneamente señaló el juez a – quo por expresa disposición del Art. 546 del Código Civil, lo que implica la presunción de legalidad y validez de todo acto jurídico en tanto no exista sentencia judicial firme que declare la nulidad, siguiendo esos lineamientos es plenamente posible en la vía de conocimiento (sea a través de un proceso sumario u ordinario) demandar el cumplimiento en base a un contrato de anticresis porque no puede desconocerse la existencia de las obligaciones recíprocamente asumidas por las partes por una supuesta nulidad que no fue declarada en proceso, debiendo prevalecer la presunción de legalidad, porque lo contrario daría lugar a un enriquecimiento ilícito. El auto de vista al declarar probada la demanda dispone la devolución del monto entregado dentro del tercer día hábil de ejecutoriado el auto de vista. (Ver Anexo N.- 4) Se puede observar que en este caso el Juez de primera instancia se adscribe a una concepción formalista, en cambio el de segunda instancia al principio de autonomía de la voluntad. (Con este caso de observa que se aplica el principio de seguridad jurídica del anticresista) Demanda de Resolución Caso: Proceso sumario de Resolución de contrato seguido por Hermenegildo Tupa Quispe y Elvira Yampara de Tupa contra María Bonifacio de Arcani Proceso radicado en el Juzgado Primero de Instrucción en lo Civil de El Alto, en el cual mediante Hermenegildo Tupa Quispe y Elvira Yampara de Tupa plantean demanda preliminar de reconocimiento de firmas y rúbricas del documento privado de contrato de anticresis de fecha 29 de octubre de 1999 celebrado con María Bonifacio de Arcani por la suma de $us. 1.000, y mediante Resolución No. 1745/2003 se declaró legalmente reconocido en sus firmas y rúbricas, así como la efectividad del documento. Sobre la base de la medida preparatoria anterior, el actor formaliza demanda ejecutiva en contra de la deudora propietaria María Bonifacio de Arcani, solicitando el pago de $us. 1.000. Empero la demanda intentada es desestimada, en razón de que el documento privado acompañado no tiene eficacia de título ejecutivo. No obstante de la anterior acción ejecutiva intentada, los anticresistas nuevamente intentan la recuperación del capital anticrético esta vez formalizando demanda sumaria de resolución de contrato por incumplimiento más daños y perjuicios, señalando que a raíz de un contrato privado de anticresis debidamente reconocido, él y su familia se hallaban viviendo desde el 1º. de noviembre de 1999 hasta mayo de 2003 en que fueron echados del inmueble, al no permitirles el ingreso a las habitaciones, no habiendo sido devueltos sus muebles y enseres ni el capital anticrético, y que ya no habitan más en el inmueble de propiedad de la demandada, por lo cual al amparo del Art. 568 del Código Civil demandan la resolución del contrato más pago de daños y perjuicios, pidiendo la devolución de $us. 1.000 y $us. 500 por pago de daños y perjuicios. Admitida la demanda y efectuados los trámites correspondientes se emite la Sentencia No. 1490/2005 por el cual se declara probada en parte la demanda disponiendo que la demandada María Bonifacio de Arcani restituya la suma de $us. 1.000 a favor de los actores dentro de tercero día. Sentencia que en sus fundamentos jurídicos destaca el Art. 519 y 520 del Código Civil acerca de que el contrato tiene fuerza de ley entre las partes contratantes no puede ser disuelto sino por consentimiento mutuo o por las causas autorizadas por ley, y que pese a la falta de forma en la celebración del contrato de anticresis, este aspecto no fue reclamado por ninguna de las partes. En caso de incumplimiento de sus obligaciones contractuales por una de las partes, la que cumplió las suyas tiene la facultad de pedir judicialmente la resolución o el cumplimiento del contrato, el contrato de anticresis es bilateral y al haber cumplido los anticresistas con su obligación de devolver las habitaciones, corresponde a la propietaria devolver la suma recibida de $us. 1.000, porque lo contrario significaría condenar a los demandantes anticresistas a verse privados de contar con el capital suficiente para conseguir otra vivienda. Contra la referida sentencia la demandada María Bonifacio de Arcani interpuso recurso de apelación, el cual es resuelto mediante auto de vista No. 104/2006 que revoca totalmente la sentencia de primera instancia declarando improbada la demanda, con el fundamento de que en el tercer considerando de la sentencia el Juez a – quo manifiesta que la suscripción del contrato no cumple con las formalidades exigidas por el Art. 491 inc. 3) del Código Civil, el mismo, no es documento público por lo que se considera como nulo de conformidad al Art. 549 inc. 1 del Código Civil, y que en el caso de autos el juez no aplicó la norma, dictando una sentencia con un documento nulo. En conclusión el anticresista, tras un largo y tortuoso proceso sumario que duró aproximadamente cuatro años, no recuperó el capital anticrético demandado porque el Juez de alzada aplicó de manera rigurosa los requisitos de formación del contrato de anticresis en cuanto a las solemnidades que son exigidos por el Art. 1430 del Código Civil. (Ver Anexo N.- 5) Demanda Ejecutiva Caso: Proceso Ejecutivo seguido por Nancy Cronenbol Helguero contra Guido Montaño Zabala sobre cobro de Dólares Americanos Proceso radicado en el Juzgado Octavo de Instrucción en lo Civil en el cual mediante memorial de Fs. 7 acompañando documento privado de anticrético con reconocimiento de firmas y rúbricas Nancy Cronembol Helguero incoa demanda ejecutiva en contra de Guido Montaño Zabala, señalando que por el documento privado con reconocimiento de firmas y rúbricas que se constituye título ejecutivo, consta que el demandado recibió la suma de $us. 3.000. Por concepto de contrato anticrético de un departamento que le dio en el inmueble de su propiedad ubicado en la Zona de Pampahasi de la ciudad de La Paz, cuya vigencia era de dos años, que empezó a correr desde el mes de julio de 2005, plazo que ha fenecido y se ha devuelto al propietario el departamento sin haberle restituido el capital por lo que se encuentra en mora, solicitando el pago de $us. 3.000 más intereses legales, costas, daños y perjuicios, y la dictación del auto intimatorio. Ante lo cual mediante Resolución No. 412/2008 se rechazó la demanda ejecutiva en razón de que el contrato de anticresis acompañado, no cumple con los requisitos de fondo y de forma para constituir un título ejecutivo. De fondo por carecer de exigibilidad y plazo vencido, y de forma por que el contrato no cumple con lo establecido en el Art. 1430 del Código Civil, es decir no está constituido en documento público y no se halla inscrito en la oficina de Derechos Reales para ser oponible a terceros. Es además un contrato bilateral sinalagmático perfecto que produce obligaciones para ambas partes. Esta resolución aplica de manera objetiva el Art. 1430 del Código Civil, exigiendo las formalidades en la constitución del contrato de anticresis, siendo tan sólo un ejemplo de los cientos de casos que se presentan a diario en los despachos judiciales, en los cuales no se admiten en la vía ejecutiva obligaciones bilaterales que tienen origen en contrato de anticresis. En conclusión la demanda ejecutiva no procede en base a un contrato de anticresis suscrito en documento privado reconocido. (Ver Anexo N.- 6) Demanda Ejecutiva con tercería de dominio excluyente Caso: Demanda Ejecutiva seguida por Sebastián Carlos Cáceres Cari contra Tomas Poma Poma con Tercería de dominio excluyente de Alberto Fernández Ballivián y Martha Aldazosa de Fernández Proceso radicado en el Juzgado Octavo de Instrucción en lo Civil, en el cual mediante minuta con reconocimiento de firmas y rúbricas Sebastián Carlos Cáceres demanda en contra de Tomás Poma Poma en la vía ejecutiva el pago $us. de 7.500, dictándose el auto intimatorio No. 432/2004 y posteriormente Sentencia No. 96/2005 por el cual se declara probada la demanda, disponiendo proseguir con el trámite hasta el remate de los bienes propios del ejecutado tomas poma poma para que con su producto se haga pago a sebastian carlos caceres cari de la suma de $us. 7.500, más intereses y costas del proceso, sentencia que fue declarada ejecutoriada, en cuya consecuencia el demandante solicitó las medidas previas al remate, así como el avalúo pericial, el cual fue cumplido sobre el bien inmueble de propiedad del ejecutado ubicado en la calle valentín navarro no. 728 de la zona el tejar de la ciudad de la paz con 673 mts.2 de superficie, y cumplidas las medidas previas, se señala audiencia para el primer remate del bien inmueble objeto de garantía previa notificación a los co – propietarios, Silverio, Marina Salome, y Gustavo Segundo Poma Linares. En cuyo mérito Alberto Fernandez Ballivián y Martha Aldazosa de Fernandez interponen Tercería de dominio excluyente en su calidad de anticresistas, arguyendo que suscribieron un contrato de anticresis con la co-propietaria Marina Salome Poma Linares por la suma de $us. 10.000, teniendo en garantía la anotación preventiva sobre el bien inmueble objeto de remate, solicitando el derecho de hacerles pagar con preferencia a otros acreedores, adjuntando al efecto un testimonio de trámite sobre anotación preventiva, folio real sobre el Derecho propietario del ejecutado en el que consta la anotación preventiva efectuada por el tercerista y que fue ordenada por el Juez 14º de Partido en lo civil. Tramitada la tercería se emite la resolución correspondiente declarando improbada la tercería en razón de carecer de título que acredite el derecho propietario o de dominio sobre el bien objeto de subasta y por no cumplir con las formalidades previstas en el Art. 1430 del Código Civil. En forma paralela, también se apersonan otros acreedores anticresistas: Mercedes Torrez Mamani, Sandra Ferrufino Torrez, Maritza Quispe Ramos, Carlos Huallpa Rojas, Belia Ramos Nacho, Juan Carlos Fernandez Apaza, Lourdes Carvajal Oviedo, Basilia Chura Choquehuanca y otros señalando que tiene en la calidad de anticresistas, empero no han podido efectuar el contrato mediante escritura pública ni registrarlos en la oficina de Derechos Reales, exponiéndose a ser perjudicados y expulsados de sus departamentos y tiendas en las que se encuentran en posesión, adjuntando documentos privados de anticresis con reconocimiento de firmas y rúbricas. El referido memorial no tuvo mayor consideración al no haber adjuntado escritura pública de anticresis con el registro en Derechos Reales que pueda respaldar alguna tercería. Posteriormente, mediante memorial de Fs. 344 se apersona Juan de Dios Mollisaca Machaca, interponiendo tercería de derecho preferente al pago, señalando ser anticresista de Tomás Poma Poma por la suma de $us. 8.000 dólares de una tienda del bien inmueble de propiedad del ejecutado y que es objeto de subasta, adjuntando al efecto testimonio de la resolución sobre reconocimiento de firmas y rúbricas de contrato de anticresis. La Tercería es desestimada por la falta de pago del 5% del monto base de la subasta del bien inmueble y por no cumplir el contrato con la formalidad prevista en el Art. 1430 del Código Civil. De lo anterior, se concluye que en procesos ejecución, sólo es posible el reconocimiento del derecho del tercerista que tiene calidad de acreedor anticresista, cuando ha suscrito el contrato con todas las formalidades exigidas por ley, debiendo estar inscrita su acreencia en el Registro de Derechos Reales, de lo contrario su derecho no es tutelado por el órgano jurisdiccional, como ocurrió en el presente caso. Llama también la atención, la existencia de un sinnúmero de acreedores anticresistas que no pueden reclamar tutela, en virtud de tener solamente documento privado reconocido con anotación preventiva, los cuales se encuentran en situación de desamparo, al estar imposibilitados de oponer tercerías, por carecer de escritura pública de constitución de anticresis inscrito en Derechos Reales. (Ver Anexo N.- 7) Demanda Coactiva con tercería de dominio excluyente Caso: Demanda Coactiva seguida por Angélica Barrenechea Torrico contra Cuper Aguilera Montecinos con Tercería de dominio excluyente de Graciela Elsa Callisaya de LLanos Proceso radicado en el Juzgado Octavo de Instrucción en lo Civil, en el que Angélica Gloria Barrenechea Torrico plantea demanda coactiva en contra de Cuper Aguilera Montecinos en cuyo mérito se pronuncia sentencia No. 969 /2002 declarando probada la demanda, disponiendo el pago de $us. 4.000 y procederse al remate del bien inmueble otorgado en garantía hipotecaria. Ejecutoriada la sentencia y efectuadas las medidas previas al remate, se señala audiencia de subasta, en ese estado procesal se apersona Graciela Elsa Callisaya de Llanos interponiendo Tercería de dominio excluyente señalando que el demandado Cuper Aguilera Montecinos, con anterioridad al préstamo suscribió con su persona un contrato de anticrético por la suma de $us. 8.000 lamentablemente sólo mediante un documento privado, señala además que posteriormente y de mala fe el propietario Cuper Aguilera obtuvo de Gloria Barrenechea un préstamo de dinero por el que se sigue el proceso coactivo. Adjuntó al efecto documento privado de anticresis con reconocimiento de firmas y rúbricas, interponiendo Tercería de dominio excluyente, pidiendo la suspensión del remate. La Tercería es observada al no adjuntar la documentación que respalde su derecho y el depósito bancario sobre el 5% de la base de la subasta. La observación no es subsanada por la tercerista, por lo que continúa el proceso hasta el remate y adjudicación del inmueble objeto de garantía del crédito a favor del acreedor, ordenándose el levantamiento de gravámenes correspondientes a otras acreencias, ante lo cual nuevamente mediante memorial de Fs. 245 se apersona la anticresista Graciela Elsa Callisaya de Llanos, adjuntando fotocopias legalizadas y folio real, señalando que se opone a dicha determinación especialmente de los dos gravámenes existentes sobre el inmueble de Cuper Aguilera, que le dio dolosamente en anticresis por el monto de $us. 8.000, haciendo conocer que por ninguna razón dejará el departamento mientras no le sea devuelto el dinero entregado en calidad de anticresis. De otro lado, a solicitud del acreedor y adjudicatario, mediante auto de Fs. 360 Vlta. se ordena la entrega y desapoderamiento del bien inmueble que sirvió de garantía de la obligación, auto que es objetado por la anticresista Graciela Elsa Callisaya de Llanos señalando de existiendo contrato de anticresis en obrados, se halla ocupando el departamento adjudicado al demandante, el inmueble no está ocupado por el ejecutado, sino por ella conjuntamente con su familia, advirtiendo que no desocuparán el inmueble mientras el demandado (deudor y ex propietario del inmueble) no le devuelva su dinero, señala además de que ha presentado su tercería, pero lastimosamente la deuda de la ejecutante era anterior a su contrato y naturalmente tenía prioridad, por lo que pide se considere su situación de anticresista y una vez que el demandado Cuper Aguilera le devuelva su dinero, no tendrá objeción en devolver el departamento. Esta solicitud no ha tenido mayor consideración por la autoridad jurisdiccional al no haber demostrado la calidad de anticresista con documentación idónea, no tener calidad de parte, ni haber ingresado en calidad de tercerista. En conclusión, al igual que en el anterior caso, en este proceso existe una acreedora anticresista Graciela Elsa Callisaya de Llanos, quien pese a tener documento privado reconocido y haber seguido un proceso ordinario de cumplimiento de obligación en el Juzgado de Partido en lo Civil obteniendo sentencia favorable, no ha podido recuperar su acreencia y tampoco puede ingresar en calidad de tercerista, pues no cumple con el requisito esencial de tener instrumento público y acreencia privilegiada, hasta el momento de la redacción de la presente investigación, ha sido notificada para desocupar el bien inmueble objeto de garantía hipotecaria, para posteriormente expedirse el mandamiento de desapoderamiento, sin tener la posibilidad de recuperar su capital anticrético. (Ver Anexo N.- 8) Es importante destacar que en todos estos procesos los actores más afectados son aquellos acreedores anticresistas que ponen en juego su patrimonio familiar. Sin embargo el perjuicio no sólo es de carácter económico, sino que al existir vulneración a su derecho habitacional, también se están quebrantando otros derechos, como los que a continuación se detallan. Derechos vulnerados a través de la aplicación rígida de la norma El diagnóstico efectuado de la institución de la anticresis en la realidad boliviana, revela que existe perjuicio económico y quebrantamiento de ciertos derechos inmanentes al ser humano, como son: El Derecho a la Libertad La libertad aparece, dentro de algunas teorías modernas del derecho, como uno de los derechos subjetivos, originarios, que se adquieren simplemente por el nacimiento, es un derecho subjetivo privado, ya que corresponde a los individuos como simples seres humanos para asegurarles el goce del propio ser, físico y espiritual; es un derecho absoluto, en el sentido de su oponibilidad erga omnes; es un derecho personal, extrapatrimonial, y es, finalmente, por razón de su misma naturaleza, irrenunciable e imprescriptible. Podría definirse a la libertad como la aptitud de obrar por sí, sin obedecer a ninguna fuerza o motivo determinante. Es, como dice Kant, una causalidad cuyo primer momento es sólo causa, no efecto de otra causa, todo lo que pertenece al orden de la libertad pertenece al orden de la razón. Solamente es libre el hombre en cuanto ser racional y dispuesto a actuar como ser racional. La libertad es concebida primariamente como autonomía o independencia, ésta autonomía o independencia consiste en la posibilidad de regir sus propios destinos, sin interferencia de otros57. En cuanto a la libertad jurídica, por su parte, se divide en la libertad para contratar, que es la libertad para celebrar el contrato y con quien, y la libertad contractual, que es la libertad para fijar los términos o contenido del contrato, es decir aquella facultad reconocida por el derecho positivo a todo ciudadano, de poder celebrar negocios, contratos, convenios, pactos para satisfacer sus necesidades, introduciendo los contenidos más diversos. La libertad contractual tiene elementos como la soberanía de la voluntad y la fuerza obligatoria de la voluntad, La primera referida a la voluntad para contratar, que se basta a sí misma, sin necesidad del cumplimiento de formalidades. La fuerza obligatoria se refiere a que lo pactado entre las partes tiene fuerza de ley en estas58. El ordenamiento jurídico en materia de anticresis por su carácter formalista, otorga mayor importancia al cumplimiento de las formas de manera rígida, vulnera el derecho a la libertad contractual del anticresista, de poder realizar su voluntad a través de la celebración de un contrato. El Derecho a la Dignidad La dignidad no puede identificarse con un derecho fundamental, sino que todo derecho fundamental tiene sentido en cuanto su concepto gira en torno a la dignidad de la persona, al desarrollo de la personalidad, pero no sólo en un plano estrictamente individual, sino en su dimensión social, por cuanto es el fundamento del orden político y de la paz social. Dignidad humana significa la facultad que tiene toda persona de exigir de los demás, un trato acorde con su condición humana, abarca las condiciones materiales básicas de existencia, es decir, el mínimo vital de subsistencia como la alimentación, la salud, la vivienda, el trabajo, la educación, la seguridad social, etc. para el desarrollo de la persona no sólo de manera individual, sino como parte del núcleo familiar59. Este derecho fundamental es vulnerado por el Art. 1430 del Código Civil, porque lo subordina al cumplimiento de ciertas formalidades en la celebración del contrato, sin reconocer efectos jurídicos a los contratos celebrados en documento privado, por lo cual el resultado es adverso para el acreedor anticresista que a la finalización del plazo acordado, no logra recuperar su capital, lo cual imposibilita el volver a acceder a una vivienda digna del ser humano y tener un nivel adecuado de nivel de vida. El Derecho a la Seguridad Jurídica "La seguridad jurídica es la garantía dada al individuo, por el Estado, de que su persona, sus bienes y sus derechos no serán violentados o que, si esto llegara a producirse, le serán asegurados por la sociedad, protección y reparación. Dicho en otras palabras, según José Guillermo Metlich de la Peña, la seguridad jurídica es la certeza que tiene el individuo de que su situación jurídica no será modificada más que por procedimientos regulares, establecidos previamente"60. El hombre posee una serie de derechos que le han sido reconocidos por el Estado. La finalidad última del Estado es asegurar los medios para que las personas que habitan dentro de su territorio gocen de la estabilidad y la seguridad de que sus facultades, posesiones y su persona, no podrán ser violentados sino por procedimientos establecidos dentro de un sistema de derecho positivo vigente, general, heterónomo y equitativo. El Estado, como ente del poder público de las relaciones en sociedad, no sólo establece los lineamientos y normas a seguir, sino que en un sentido más amplio tiene la obligación de establecer "seguridad jurídica" al ejercer su poder político, jurídico y legislativo. Esta seguridad jurídica no se proporciona al acreedor anticresista con la legislación boliviana actual, cuya finalidad de otorgar seguridad jurídica al anticresista resulta una mera apariencia por el excesivo formalismo en su constitución, que resulta inalcanzable para ciertos sectores sociales, produciendo en la realidad efectos contrarios a los deseados. Esta inseguridad jurídica, se constata con los innumerables casos de pérdida de su patrimonio, debido a la imposibilidad del cumplimiento del Art. 1430 del Código Civil. Daños y perjuicios socioeconómicos al patrimonio del anticresista La vivienda desempeña un decisivo papel en la calidad de vida de las personas y conlleva, en la mayoría de los casos, al acceso a servicios hoy considerados esenciales para alcanzar niveles mínimos de bienestar; se puede afirmar que representa la principal inversión y el patrimonio más importante de las familias de ingresos medio y bajo, por ello gran parte de la población muestra un fuerte déficit habitacional, que se expresa en la carencia de vivienda propia, este aspecto incide en la existencia de contratos bajo la modalidad de anticrético. El contrato de anticresis celebrado con las exigencias descritas en el Art. 1430 del Código Civil, crea efectos jurídicos para las partes contratantes que son reconocidos por Ley y otorga al anticresista derechos, como el derecho de retención hasta que se le devuelva el capital, el derecho de persecución que significa, ser pagado con el valor económico del bien a través del remate y el derecho de preferencia que es el derecho a ser pagado con prioridad frente a otros acreedores, según quien haya inscrito primero el título en Derechos Reales; sin embargo, los anticresistas que celebran sus contratos en documentos privados, cuando acuden al órgano jurisdiccional, no pueden ejercer ese derecho de retención, especialmente en los procesos de ejecución cuando se está rematando el bien inmueble objeto de garantía de la obligación y paralelamente éste ha sido objeto del contrato de anticresis, expidiéndose el mandamiento de desapoderamiento en contra del anticresista, al no poder demostrar válidamente que se está en posesión del bien inmueble objeto de remate en base a un contrato de anticresis, sufriendo en consecuencia un gran perjuicio económico al quedarse sin vivienda y sin recuperar su capital anticrético, toda vez que no se reconoce ese derecho de persecución, ni de preferencia sufriendo detrimento económico en su patrimonio, lo cual constituye una gran injusticia contra aquel que ha entregado su capital, fruto del esfuerzo y ahorro de toda una vida, y que injustamente ve que no se le reconoce sus derechos por no haber cumplido una mera formalidad. A esto se suma los daños y perjuicios a los cuales se somete, por el tiempo dedicado al proceso en sus diferentes instancias y los gastos concernientes a pago de honorarios de abogado y gastos judiciales, que finalmente concluyen con un proceso con resultados totalmente desfavorables, que inclusive llegan a afectar las buenas relaciones del grupo familiar. 3.2.3. La anticresis opción habitacional en detrimento La anticresis como opción habitacional está estrechamente relacionado con el problema de la vivienda en Bolivia, el cual, al ser abordado inicialmente desde el punto de vista constitucional, se tiene que todas las Constituciones, desde la Primera Constitución Política del Estado hasta la actual se ha establecido como el derecho fundamental de respeto a la dignidad humana, donde la vivienda juega un rol fundamental, porque no se puede tener garantizada la existencia de la familia, como célula de la sociedad sin una vivienda digna y confortable, una vivienda de acuerdo a las exigencias de la vida en sociedad. Ahora, el instituto de la anticresis, como contrato de garantías reales presta una gran utilidad en la sociedad porque facilita a los contratantes a resolver sus problemas económicos de dinero y habitacionales, al cual una cantidad considerable de personas se acoge, por las grandes ventajas que conlleva; de una parte tener dinero sin intereses, y de la otra parte acceder a una vivienda de forma inmediata sin tener que pagar renta alguna; sin embargo se han dado experiencias negativas, principalmente en el acreedor anticresista que se ve imposibilitado de recuperar el capital anticrético, o ejercer el derecho de retención que le confiere la ley, por defectos formales en la suscripción del contrato, ha logrado una innegable desconfianza en la población de llevar adelante este tipo de contratos, llegándose a equiparar a la anticresis como sinónimo de la adquisición gratuita de problemas judiciales, es decir realizar un negocio que con lleva mucho riesgo, y como consecuencia lógica esta institución, ha sufrido una desvalorización considerable en la actualidad en la ciudad de La Paz. 3.2.4. Salvaguarda y protección del patrimonio económico del anticresista, por medio la norma jurídica En el contexto de la realidad boliviana, las solemnidades establecidas por el Art. 1430 del Código Civil no llegan a cumplirse por diferentes factores enumerados en la presente investigación, en consecuencia se puede llegar a afirmar que dicha norma no cumple su finalidad, cual es brindar protección jurídica al contratante, porque esa norma jurídica no se ajusta a la realidad socioeconómica boliviana, puesto que gran porcentaje de la población llega a constituir contratos de anticresis por documento privado, de ahí la necesidad de adecuación de la norma a la realidad boliviana con el establecimiento de una nueva propuesta de solución a cientos de casos, que se ven enfrascados en la problemática de la anticresis, en la búsqueda de la realización teleológica de la norma, cual es el lograr el respeto de la verdadera institucionalidad del contrato de anticresis, así como el reconocimiento y vigencia plena de los derechos del acreedor anticresista y del deudor propietario en procura de la salvaguarda y protección de su patrimonio. Finalmente, habiendo descrito los aspectos teóricos y efectuado el diagnóstico de la investigación, corresponde plantear la propuesta de investigación que es resultado del análisis e investigación jurídica de acuerdo a la metodología antes descrita. Capitulo III Propuesta Proyecto de ley de modificación de la anticresis 3.1. Fundamento filosófico La filosofía tiene una tarea fundamental cual es interpretar la realidad desde la perspectiva de la conciencia humana con un criterio universal, en esa tarea los valores tienen un papel trascendental, los valores constituyen el punto de partida del mundo jurídico, y le dotan de una finalidad. Los valores y el derecho tienen relación, pues dentro de los valores espirituales está lo justo e injusto, como base de un orden jurídico objetivo, Hartmann, citado por Lino Rodriguez – Arias Bustamante61. Señala que el derecho es un valor básico, una instancia protectora, no solo de los valores inferiores sino que también de los superiores, ya que ningún valor cultural podrá florecer mientras no estén seguros el cuerpo y la vida, la propiedad, la libertad personal, etc. Pues el derecho nos viene a garantizar la seguridad proclamando la igualdad de todas las personas ante la ley. El valor justicia, es el valor de realización esencial; sin embargo, está claro que no se puede llegar a concretar una verdadera justicia sin otorgar seguridad jurídica a la ciudadanía, esto supone una distribución de derechos de manera ordenada y armoniosa que viene a incidir en la conducta humana social. El derecho ha de ser un instrumento para mejorar el orden social y económico, para satisfacer las necesidades sociales y lograr la justicia, para ello la norma debe satisfacer las necesidades individuales y contextualizarse a la sociedad, debe ser pragmática frente a la esterilidad del formalismo jurídico, siguiendo de esta forma la orientación de las escuelas filosóficas que corresponden a un nuevo momento histórico, como son el individualismo y el pragmatismo. La justicia en virtud del principio a “cada uno lo suyo” que es vinculante y separante, que se entiende tanto en su vocación personalista como en su vocación comunitaria, por ello es que la justicia en cuanto vincula personas, “cree” en la libertad, en la autonomía, en la autodeterminación del hombre. Por ello la justicia sobresale en la escala moderna de los valores, dado que ni el orden o la legalidad poseen el carisma de lo justo. Esta preeminencia de que goza la justicia, es debido a que reivindica la dignidad humana62. 3.2. Fundamento constitucional El sistema constitucional se asienta sobre bases firmes que constituyen los valores y principios constitucionales que tienen directa correspondencia con los derechos humanos. Estos valores supremos son los ideales que una comunidad decide constituir como sus máximos objetivos a desarrollar por el ordenamiento jurídico, es decir, los fines a los cuales pretende llegar. Por ello determinan el sentido y finalidad de las demás normas y disposiciones legales que conforman el ordenamiento jurídico del Estado63. El Estado, a fin de lograr la concreción de esos valores supremos, que constituyen: el valor igualdad, libertad, dignidad humana y valor justicia, llega a utilizar diferentes instrumentos jurídicos, llega a positivizarlos en la Constitución a través del reconocimiento de los derechos fundamentales y garantías constitucionales establecidos en la Constitución Boliviana a través de la historia de las Constituciones que van desde el Constitucionalismo liberal hasta el constitucionalismo social. Subsecuentemente, las demás leyes y disposiciones inferiores deben ir en correspondencia y armonía con estos valores supremos. La norma contenida en el Art. 1430 del Código Civil, de acuerdo a los casos verídicos demostrados de la realidad socioeconómica Boliviana, quebranta los valores supremos enunciados, principalmente al valor justicia, igualdad y dignidad humana, al desconocer la autonomía contractual frente al excesivo formalismo, obteniendo un resultando adverso al deseado, pues se convierte en instrumento de despojo del patrimonio del acreedor anticresista, tornando en injusta e inequitativa la norma, reconociendo un enriquecimiento ilegítimo de una de las partes contratantes, siendo menester la adecuación de la norma a la realidad social boliviana, en correspondencia al “ ideal de justicia” que es el fin de la norma. 3.3. Exposición de motivos La necesidad de contextualizar el Art. 1430 del Código Civil, se remonta a la época de su nacimiento a la vida jurídica con el Código Civil de 1975, toda vez que sus efectos adversos salen a la luz al producirse las diferentes controversias judiciales en torno a la temática, a partir de la década de los años 80, que dan origen a la jurisprudencia contradictoria, por la diversidad de interpretación en las diferentes instancias judiciales, definiéndose por último en una posición formalista que es la que está vigente en la actualidad. En contraposición, la legislación extranjera existente en el orbe latino en cuanto a este tema, en forma particular los Códigos Español, Brasileño, Venezolano y Ecuatoriano que son posteriores al Código Civil Boliviano, prescinden del formalismo en la celebración del contrato de anticresis y como consecuencia se adoptan medidas jurídicas pragmáticas que facilitan las relaciones entre acreedor (anticresista) y deudor (propietario). Las formalidades doctrinalmente se exigen con la finalidad de otorgar seguridad a las partes y por ello el Art. 549 inc. 1 del Código Civil, sanciona con nulidad su inobservancia; empero, tal solemnidad no ha cumplido su verdadero fin en la sociedad boliviana, no ha otorgado seguridad a los contratantes, al no ajustarse a la realidad social y va en discrepancia con la costumbre y la praxis, resultando un mero enunciado jurídico. Se debe tener en cuenta además que las condiciones socioeconómicas que se traducen en la extrema pobreza en que se vive en las ciudades bolivianas, particularmente en la ciudad de La Paz con una alta densidad demográfica y un gran déficit de vivienda, hacen que el instituto de anticresis esté plenamente vigente paliando sus efectos ante el decremento de la oferta habitacional. La anticresis no obstante de constituir un sinónimo de solución al conflicto habitacional, empero en si mismo conlleva un gran riesgo de pérdida patrimonial del capital anticrético, con la consiguiente proliferación de conflictos judiciales, siendo necesario dar urgente solución alternativa a tal problemática, con propuestas coherentes a la idiosincrasia de la sociedad boliviana. El Estado boliviano ha pretendido dar respuesta a tal necesidad en el régimen contractual de la anticresis, por medio del Proyecto de Reforma del año 2000 a cargo de la Comisión de Revisión y Actualización del Código Civil, encabezado por el Ministro de Justicia y Derechos Humanos de aquel entonces, Dr. Juan Antonio Chaín Lupo, que con apoyo de otros profesionales planteó la reforma de los Artículos 1430, Art. 452 num. 3 y 491 num. 3, bajo el argumento de que en la gran mayoría de los casos, las partes - propietarios y anticresistas – sea por burlar la obligación impositiva o evitar la burocracia en lo administrativo, o para consumar la operación con sentido práctico y oportuno, optaban por otorgarlo mediante documento privado y ni siquiera con el reconocimiento voluntario o judicial de rigor, y que dada la circunstancia y la frecuencia con que la anticresis se vio deformada con aquel sentido de universalidad material antes que jurídica, fijó en la reforma que los contratos de anticrético, sin que se vea lesionado el interés fiscal, ni la intervención de las autoridades correspondientes al caso, puedan ser celebrados por instrumento público o privado reconocido64. Se puede decir que este proyecto, además de ser una copia del Código Civil italiano, no da solución integral a la problemática, que no solamente tiene su origen en evasión de una obligación impositiva o administrativa, como se manifiesta, más al contrario su aplicabilidad pasa por factores fundamentalmente económicos, de desconocimiento de la legislación, en la costumbre arraigada de celebración de documentos privados en una gran parte de la población y en la carencia de documentación de derecho propietario, por consiguiente la reforma proyectada da respuesta parcial al conflicto. Por lo que al pretender reformar la norma, es necesario dar solución integral a la problemática, con la constitución de la anticresis mediante documento privado y su inscripción en el registro correspondiente, y permitirá resolver las dificultades existentes, que se reflejará en los alcances de la norma, conforme se detallará más adelante: 3.4. Enfoque jurídico La actual legislación boliviana actual se afilia al formalismo en el tema del contrato de anticresis, en contraposición, la propuesta de Ley se adscribe al principio de autonomía de la voluntad, que tiene un doble fundamento: uno de carácter filosófico y otro de carácter económico. El fundamento filosófico reposa en la teoría del individualismo; mientras que el fundamento económico se encuentra en la corriente del liberalismo65. Alessandri define la autonomía de la voluntad como "la libertad de que gozan los particulares para pactar los contratos que les plazcan, y de determinar su contenido, efectos y duración", y señala que esta voluntad es soberana, que el contrato nace del acuerdo de voluntades66. Para Francesco Messineo una de las varias acepciones del principio de autonomía de la voluntad o libertad contractual, de acuerdo a las cuales dicho principio implica que a ninguna de las partes del contrato pueda imponer unilateralmente a la otra el contenido de las obligaciones que lo conforman, pues el contrato debe ser fruto de un acuerdo previo entre las partes67. Por su parte, López Santa María, señala que "El principio de la autonomía de la voluntad es una doctrina de filosofía jurídica según la cual toda obligación reposa esencialmente sobre la voluntad de las partes. Esta es, a la vez, la fuente y la medida de los derechos y de las obligaciones que el contrato produce"68. Es así como la autonomía de la voluntad se funda en los principios propios de la Ilustración de la libertad y la igualdad llevados al plano jurídico, que se traduce en la igualdad y libertad jurídica de las partes., porque los pilares del derecho, están referidos al valor supremo igualdad y libertad, que la norma fundamental del Estado y el ordenamiento jurídico positivo reconoce a todo ciudadano, siempre que esta libertad contractual no vaya contra la ley, el orden publico y las buenas costumbres69. Esta autonomía de voluntad, no es otra cosa que la expresión de lo querido, al ámbito externo orientado a producir efectos jurídicos que el ordenamiento jurídico los reconoce como idóneos y aptos para generar efectos jurídicos, y el Estado lo único que hace es reconocerle validez, eficacia y trascendencia, cuando las partes con su voluntad pueden definir el contenido, la forma y el modo del acto, la sola voluntad es capaz de producir efectos jurídicos70. Hoy en día la autonomía de la voluntad es la regla, no se precisa formalidades y solemnidades porque el consentimiento es capaz de producir efectos jurídicos bajo la idea de “pacta sunt servanda”, los pactos aunque nudos deben y tienen que cumplirse. 3.5. Alcances de la norma La reforma del artículo 1430 del Código Civil Boliviano dará solución integral a la problemática en estudio en lo siguiente: El principio de la autonomía de la voluntad antes que el ritualismo en la formación del contrato otorgará un enfoque privado al instituto objeto de estudio y modificación, porque el contrato de anticresis pasa de ser Ad solemnitatem a ser Ad probationem, es decir sólo para efectos de prueba en caso de existir controversia judicial. La norma propuesta estará en perfecta correspondencia de la realidad y con la costumbre arraigada de la población, considerando a la costumbre como fuente del Derecho. La norma puesta a consideración dará aplicación al principio de gratuidad en la inscripción del contrato en el Registro de Derechos Reales, a fin de que tenga oponibilidad frente a terceros, sin que represente óbice alguno el haberse constituido mediante documento privado, aspecto último que está en concordancia con el Art. 1542 inc. 3) del Código Civil y el Art. 5 del D.S. 27957 Decreto Reglamentario de la Ley de Derechos Reales. La proposición normativa logrará el cumplimiento voluntario del contrato, con la consiguiente desjudicialización de las relaciones jurídicas emergentes del contrato de anticresis que repercutirá en el descongestionamiento del aparato jurisdiccional. Dará solución al problema socioeconómico - habitacional de las clases empobrecidas y carentes de vivienda propia que acuden a esta figura jurídica al otorgarles mayor seguridad jurídica en el reconocimiento de sus derechos. Se uniformará la jurisprudencia y eliminará la existencia de fallos contradictorios sobre le tema de la anticresis en la administración de justicia. 3.6. Anteproyecto de Ley Anteproyecto de ley de reforma al código civil Libro quinto del título segundo capítulo IV sección tercera de la anticresis y libro tercero parte segunda título primero capitulo segundo, sección quinta de la forma de los contratos Art. 491. Contratos y actos que deben celebrarse por documento público. (Modificado) Deben celebrarse por documento público: La donación, excepto la donación manual La hipoteca voluntaria La subrogación consentida por el deudor Los demás actos señalados por Ley Art. 1430. Constitución por documento público. El contrato de anticresis se constituye a través de documento privado reconocido y surte sus efectos respecto a terceros desde el momento de su inscripción en el registro de Derechos Reales en forma gratuita. (Modificado) Conclusiones y recomendaciones Conclusiones Después de haber llevado a cabo una serie de pasos metodológicos y sistemáticos en torno a la investigación se presentarán a continuación las conclusiones de la investigación. Primera.- Como principal conclusión y como verificación de la idea a defender de la investigación se concluye que las formalidades y solemnidades que son exigidas por Ley para la anticresis, en la actualidad generan consecuencias jurídico-sociales negativas al acreedor anticresista que hacen inaplicable la norma a la realidad nacional. Segunda.- Se ha determinado como objetivo específico de la investigación el describir la orientación jurisprudencial y lineamientos de la temática de la anticresis en Bolivia, la cual fue cumplida a través de la revisión documental, que llega a distinguir la jurisprudencia ordinaria en tres orientaciones: La primera formalista con una radicalidad extrema al desconocer absolutamente los efectos jurídicos de un contrato de anticresis suscrito sin cumplir con las formalidades establecidas por el Art. 1430 del Código Civil. La segunda posición ecléctica, que no reconoce efectos jurídicos al contrato de anticresis suscrito mediante documento privado reconocido, en los procesos ejecutivos; empero le otorga efectos jurídicos que deben ser demostrados en procesos de conocimiento mediante acciones de cumplimiento, nulidad o resolución de contrato. La tercera posición, reconoce efectos jurídicos a un documento privado reconocido, protocolizado e inscrito en la oficina de Derechos Reales, aplicando la teoría de la autonomía de la voluntad. De las tres orientaciones antes descritas la posición mayoritaria y más difundida en la jurisprudencia, es la formalista que predomina en la Corte Suprema de Justicia por lo cual los resultados de los fallos en recurso de casación de acreedores anticresistas que sustentan su acción en un documento privado es adverso a sus intereses, declarándolos infundados, llegándose a concluir que la posición legalista, desconoce la problemática social que genera la aplicación del Art. 1430 del Código Civil. Tercera.- Se ha determinado como objetivo específico de la investigación el realizar un análisis comparativo de la legislación comparada para conocer la posición que adoptan otros países con relación al tema de investigación, llegándose a concluir de que existen tres sistemas: el formalista, ecléctico y no formalista, de los cuales Bolivia y el Perú forman parte del sistema formalista, llegando a establecer de manera taxativa la formación del contrato de anticresis mediante escritura pública, siendo causal de nulidad del contrato la omisión de este requisito. Entre los países que no exigen formalidades para la constitución del contrato de anticresis están Brasil y Venezuela, y dentro del sistema ecléctico, se encuentra la legislación Italiana que exige la celebración del contrato en documento público o privado. Asimismo, llama la atención la existencia de países como Alemania y México que han eliminado de sus legislaciones el contrato de anticresis. Cuarta.- Se ha determinado como objetivo específico el establecer las causas más relevantes por las cuales no se cumple con las formalidades exigidas por ley en la anticresis, la cual fue cumplida a través de la técnica de la encuesta dirigida esencialmente a magistrados del área civil, que permite conocer las siguientes causas: aspectos económicos, de desconocimiento de la norma, la costumbre y la carencia de documentos sobre derecho propietario. Quinta.- Se ha propuesto como objetivo específico de investigación, conocer y explicar las consecuencias jurídico sociales que hacen inaplicable el carácter solemne del contrato de anticresis, el cual fue cumplido, al haberse obtenido datos cuantitativos de 12 Juzgados de Instrucción en lo Civil del Distrito de La Paz, del cual se puede concluir que de un total de 436 casos relacionados con la problemática de la anticresis en la última gestión, en primer orden están los procesos de ejecución, y dentro de los procesos de conocimiento (sumarios) están los procesos de cumplimiento de contrato, acciones de nulidad de contrato y finalmente los procesos de resolución de contrato. De lo que se concluye la existencia de alta incidencia de acreedores anticresistas que acuden al órgano jurisdiccional a fin de lograr la protección de sus derechos, situación que permite inferir, que gran parte de estas demandas terminan denegando la pretensión, por no cumplir con las formalidades que establece el Art. 1430 del Código Civil. Sexta.- Se propuso como objetivo específico de la investigación, el explicar las consecuencias jurídico sociales que hacen inaplicable el carácter solemne del contrato de anticresis, que fue cumplida a través de la encuesta a magistrados, permitiendo conocer la posición jurídica que adoptan los administradores de justicia en primera instancia, respecto a la interpretación del Art. 1430 del Código Civil, tanto en procesos de conocimiento y de ejecución, que se puede clasificar de la siguiente manera: a) posición formalista y b) autonomía de la voluntad, y los tribunales superiores mantienen similar interpretación con criterios dispares en su aplicación. Por otra parte los jueces revelan dos posiciones antagónicas sobre la aplicabilidad de la norma establecida en el Art. 1430 del Código Civil en el contexto nacional, y concretamente en la realidad social de la ciudad de La Paz, señalando que la norma no es aplicable a la realidad nacional, y la otra posición, adversa en el sentido de que si se adecua al contexto social. En cuanto a la opinión que manifiestan los jueces respecto a la modificación del Art. 1430 del Código Civil, se encuentran dos tipos: la primera, que no se requiere modificación y la segunda, que requiere modificación respetando la voluntad de las partes ante la necesidad de adecuación a la realidad social. Séptima.- Se propuso como objetivo específico de la investigación el explicar las consecuencias jurídico sociales que hacen inaplicable el carácter solemne del contrato de anticresis, el cual fue cumplido a través del estudio de casos reales, llegando a la conclusión de que las consecuencias son negativas para el contratante, especialmente cuando tiene que acudir al órgano jurisdiccional, ocasionándole pérdida de tiempo y dinero, principalmente tratándose del acreedor anticresista, cuya pretensión de recuperar su capital se ve insatisfecha al rechazarse la demanda por la imposibilidad de demostrar válidamente su derecho, por el incumplimiento de las formalidades establecidas en la ley. Octava.- El contrato de anticresis celebrado sin las exigencias descritas en el Art. 1430 del Código Civil, no crea efectos jurídicos para las partes contratantes, menos el derecho de retención, de preferencia, de persecución o derecho a ser pagado con prioridad al anticresista, especialmente en los procesos de ejecución, sufriendo en consecuencia el anticresista un gran perjuicio económico en su patrimonio al ser objeto de desapoderamiento, quedarse sin vivienda y sin recuperar su capital anticrético. Recomendaciones Las recomendaciones que a continuación se efectúan son resultado de la consideración de los fundamentos teóricos y ante todo el diagnóstico de la investigación. Se podría decir que aquéllos rebasan las expectativas que la investigación consideraba en un principio, tal como se indica seguidamente. Primera.- Se recomienda a los magistrados del área civil de las diferentes instancias, procurar entender al instituto de la anticresis en su sentido jurídico social, en búsqueda de la realización de la justicia frente a la aplicación fría de la norma en la resolución de las controversias sometidas a su conocimiento. Segunda.- Los administradores de justicia, deberán emitir pronunciamientos a través de diferentes estudios y publicaciones jurídicas sobre la problemática de la anticresis, en búsqueda de encontrar soluciones inmediatas. Tercera.- Los Colegios de Abogados, deberán organizar eventos para la discusión de la problemática entre los colegiados, a fin de que los abogados presten una mejor orientación y asesoramiento al mundo litigante. Cuarta.- La ciudadanía, deberá tomar conciencia de la importancia y significación de la celebración de los contratos de anticresis, acudiendo al asesoramiento de un abogado especialista en la materia, a fin de obtener la garantía necesaria en la recuperación de su patrimonio. Quinta.- Las autoridades del Órgano Judicial y de Derechos Reales deberán diseñar políticas públicas para coadyuvar y simplificar la tramitación de inscripciones de los contratos de anticresis en la oficina de Derechos Reales con el fin de que otorgar oponibilidad frente a terceros. Sexta.- Los lectores y usuarios de la presente investigación deberán aportar con las críticas y recomendaciones a fin de profundizar y continuar con la indagación, exploración y estudio de la problemática de la anticresis. Séptima.- Las autoridades del Órgano Judicial deberán incentivar la difusión y análisis de la presente investigación a fin de su presentación como proyecto de Ley al Poder Legislativo en la búsqueda de la modificación urgente del Art. 1430 del Código Civil. Referencias Álvarez Cercano Patricio. Revista Chilena de Derecho Informático No. 3 diciembre de 2003. Chile Anteproyecto del Código Civil Boliviano Reformado. República de Bolivia. Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. La Paz - Bolivia. 2000. Bunge, Mario. La ciencia, su método y su filosofía. Buenos Aires. Editorial Gato Negro, Quito Ecuador. 1996. Calderón Saravia, Marcelo. Diccionario de jurisprudencia. Materia Civil. Tomo I 1984-1986. Castán Tobeñas. Derecho Civil Español Común y Foral. T. 2 Castellanos Trigo, Gonzalo. Proceso Ordinario, Sumario y Sumarísimo. Edit. Talleres Gráficos Gaviota del Sur S.R.L. Tarija. Bolivia 2008. Castellanos Trigo, Gonzalo. Procesos de Ejecución. Edit. Luis de Fuentes. Tarija Bolivia. 2005. 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INE 2001 Visión horizontal de la tesis Encuesta aplicada a Magistrados del área civil Caso: Proceso sumario de Cumplimiento de contrato seguido por Dimas Rodrigo Cruz Sánchez contra María Elena Oblitas Torrez Caso: Proceso sumario de Resolución de contrato seguido por Hermenegildo Tupa Quispe y Elvira Yampara de Tupa contra María Bonifacio de Arcani Caso: Proceso Ejecutivo seguido por Nancy Cronenbol Helguero contra Guido Montaño Zabala sobre cobro de Dólares Americanos Caso: Demanda Ejecutiva seguida por Sebastián Carlos Cáceres Cari contra Tomas Poma Poma con Tercería de dominio excluyente de Alberto Fernández Ballivián y Martha Aldazosa de Fernández Caso: Demanda Coactiva seguida por Angélica Barrenechea Torrico contra Cuper Aguilera Montecinos con Tercería de dominio excluyente de Graciela Elsa Callisaya de LLanos Anexo Nº 1 Condición de la vivienda según año. INE 2001 2002 2003(p) Vivienda Tenencia de la vivienda Bolivia Alquilada Propia (2) En contrato anticrético y mixto Cedida por servicios Cedida por parentesco Otro 1999 2000 2001 100,00 13,86 65,49 4,74 4,20 10,61 1,11 100,00 15,36 64,35 5,29 3,51 11,02 0,47 100,00 14,66 63,41 5,53 4,31 11,47 0,62 100,00 15,00 64,40 4,40 4,70 11,00 0,50 100,00 14,47 66,10 2,92 4,84 11,39 0,27 Área Urbana Alquilada Propia (2) En contrato anticrético y mixto Cedida por servicios Cedida por parentesco Otro 100,00 20,32 54,42 7,49 2,80 13,54 1,42 100,00 22,08 52,91 8,09 2,68 13,77 0,46 100,00 21,12 51,29 8,71 3,24 14,76 0,88 100,00 21,60 53,00 6,70 3,80 14,40 0,50 100,00 20,76 55,59 4,48 3,79 15,25 0,13 Área Rural 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 Alquilada 2,99 3,64 4,09 3,90 3,53 Propia (2) 84,11 84,27 83,28 83,70 84,36 En contrato anticrético y mixto 0,11 0,41 0,31 0,40 0,22 Cedida por servicios 6,54 4,95 6,05 6,20 6,67 Cedida por parentesco 5,68 6,24 6,08 5,30 4,69 Otro 0,57 0,49 0,20 0,50 0,52 Fuente: Instituto Nacional De Estadística (1) Incluye locales no destinados para habitación. (2) Incluye las viviendas que se encuentran en proceso de pago. Descripción La Paz Bolivia 630.072 Propia 68,68 Alquilada 15,52 Contrato anticrético 4,80 Contrato Mixto 0,36 Cedida por servicios 2,39 Cedida por parientes y/o amigos 7,08 Otros 1,17 Área urbana 398.884 Bolivia Propia 55,71 Alquilada 22,63 Contrato anticretico 7,47 Contrato mixto 0,46 Cedida por servicios 2,35 Cedida por parientes y/o amigos 9,76 Otros 1,62 Área rural 231.188 Bolivia Propia 91,07 Alquilada 3,27 Contrato anticrético 0,19 Contrato mixto 0,18 Cedida por servicios 2,46 Cedida por parientes y/o amigos 2,45 Otros 0,39 Fuente: INE documento país Bolivia abril de 2007 Anexo Nº 2 Visión horizontal de la tesis Interrogantes Científicas o variables si trabaja hipótesis. las se con ¿Cuáles son las consecuencias jurídicas-sociales que genera un contrato de anticresis celebrado entre partes sin cumplir con las formalidades y solemnidades exigidas por Ley? Resultados Métodos o indagaciones (aportes teórico, Tareas de la empíricas o teóricas. práctico) o investigación. Declarar en cada una la novedad del población y la muestra tema. 1) Definir y establecer el Conocer el instituto del anticresis, en instituto de la cuanto sus características, El Método de la revisión anticresis, en elementos, efectos, documental cuanto sus obligaciones y otros El Método de la características, aspectos teóricos más. Sistematización elementos, efectos, obligaciones 2) Describir la orientación jurisprudencial sobre la anticresis con el fin de conocer los lineamientos adoptados por administradores de justicia. 3) Establecer las causas más relevantes por las cuales no se cumple con las formalidades y solemnidades exigidas por Ley, en la anticresis. Se conoce los lineamientos El Método de la revisión tendencias documental jurídicas respecto a la orientación jurisprudencial El Método de la revisión documental El método de la encuesta Población 45 jueces en materia civil se tomara al 26% de jueces Se conoce el criterio jurídico respecto al contrato de anticresis de 12 jueces Estructura del informe por capítulos o epígrafes. Capitulo I 1.1.El instituto de la anticresis 1.2.Evolución histórica 1.3.Características de la anticresis 1.4.Ubicación de la anticresis en los contratos 1.5.Elementos esenciales a la existencia y validez de la anticresis 1.6.Extinción del contrato de anticresis Capitulo II 2.1. Orientación de los autos supremos 2.2. La ratio decidendi 2.3 Discusión de Línea jurisprudencial en general Capitulo III 3.1. Conocimiento de los motivos y razones por los cuales no se perfecciona en contrato de la anticresis, desde la perspectiva de los jueces. 3.2. Incidencia y tipología de procesos en los juzgados 3.3.. Posición jurídica respecto a la interpretación del Art. 1430 del CPC 3.4. Opinión respecto a la modificación del Interrogantes Científicas o variables si trabaja hipótesis. las Tareas de se investigación. con Resultados Métodos o indagaciones (aportes teórico, la empíricas o teóricas. Estructura del informe por capítulos o práctico) o Declarar en cada una la epígrafes. novedad del población y la muestra tema. Art. 1430 de la Sección III del CPC. 491 Inc. 3ro 4) Explicar el daño y consecuencias jurídicasociales que hacen inaplicables a la norma de la anticresis. El Método de la revisión documental Se han revisado y 4 casos del Juzgado 8vo de estudiado 4 casos instrucción en lo civil 5) Realizar un análisis comparativo por medio de la legislación comparada, para conocer la posición que adoptan otros países con relación al tema de investigación. Capitulo IV 4.1.Doctrina sobre los tipos de procesos que da origen en contrato de anticresis 4.2.Demandas y sentencias como muestra de la orientación jurídica 4.3.Daños y perjuicios económicos al patrimonio del anticresista 4.4. La anticresis opción habitacional en detrimento 4.5.Salvaguarda y protección del patrimonio económico del anticresista, por medio la norma jurídica. Capítulo V 5.1. Criterios metodológicos El Método de la educación Se conoce la 5.2. Sistema romano-germánico o legislación comparada posición jurídica 5.3. Sistema Anglosajón El Método de de diferentes 5.4. Discusión de semejanzas y contrastes de Modelación: países las legislaciones sobre el tema de la anticresis. Interrogantes Científicas o variables si trabaja hipótesis. Resultados Métodos o indagaciones (aportes teórico, la empíricas o teóricas. práctico) o Declarar en cada una la novedad del población y la muestra tema. 6) Elaborar un proyecto de Ley que establezca, determine y regule a la El Método de Modelación Se tiene un anticresis de acuerdo al El Método de la Anteproyecto de contexto social actual. Sistematización Ley. las Tareas de se investigación. con Estructura del informe por capítulos o epígrafes. Capítulo VI 6.1. Antecedentes 6.2. Exposición de motivos 6.3. Alcances de la norma 6.4. Enfoque jurídico 6.5. Conclusiones 6.6. Anteproyecto de Ley