Fortalecer el estudio personal y familiar del Evangelio

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Semanas 1 y 4: Temas seleccionados localmente
Fortalecer el estudio personal y familiar del Evangelio
Razones para tratar este tema
Los profetas de los últimos días nos han enseñado continuamente que el mejor lugar para aprender y
enseñar el Evangelio es en el hogar (véase, por ejemplo, Thomas S. Monson, “The Lord’s Way”, Ensign,
mayo de 1990, pág. 93). Cuando los miembros estudian el Evangelio en su hogar, tanto de forma individual
como en familia, llegan a ser más autosuficientes espiritualmente. Acuden constantemente a las Escrituras
cuando tienen preguntas y problemas, y hallan allí inspiración y alimento espiritual. Algunos miembros quizás
piensen que carecen de las destrezas necesarias para llegar a ser autosuficientes en su estudio del
Evangelio, pero usted les puede ayudar a ver que estudiar y enseñar el Evangelio en casa es algo que todos
podemos hacer.
Prepárese para una reunión inspiradora
En esta reunión, ¿cómo podría ayudar a las personas quienes usted enseña a ganar confianza en su
capacidad para estudiar el Evangelio? ¿Cómo podrían fortalecerse unos a otros en su resolución de estudiar
el Evangelio?
¿A quién podría pedirle que testifique de las bendiciones de estudiar y enseñar el Evangelio en el hogar?
A medida que ore y estudie los siguientes recursos, ¿qué impresiones tiene en cuanto a la manera de
infundir ánimo a los miembros en su tarea de aprender y enseñar el Evangelio en su hogar?
Guía para el Estudio de las Escrituras:
“Escrituras: El valor de las Escrituras”.
David A. Bednar, “Velando… con toda
perseverancia”, Liahona, mayo de 2010,
págs. 40–43.
“Un análisis sobre el estudio de las
Escrituras”, entrevista con el presidente
Henry B. Eyring, Liahona, julio de 2005, págs.
8–12.
“La enseñanza del Evangelio en el hogar”,
Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia:
Harold B. Lee, 2001, págs. 130–139.
“Parte D: La enseñanza en el hogar: La
enseñanza dentro del vínculo familiar”, La
enseñanza: El llamamiento más importante,
Guía de consulta para la enseñanza del
Evangelio, 2000, págs. 143–162.
Video: “Advice for Studying the Scriptures”
[Consejos para estudiar las Escrituras] (2:07) “I
Love My Daily Scripture Study” [Me encanta
estudiar las Escrituras a diario] (1:08)
Comience la reunión
Al comenzar la reunión, piense en la manera de ayudar a los alumnos a reconocer el progreso espiritual que
ellos y sus familias están experimentando. Podría pedirles que compartan lo que han pensado o lo que han
hecho como resultado de la reunión de la semana pasada, o podría prepararlos para el análisis de hoy
pidiéndoles que hablen acerca de lo que han hecho para que su estudio del Evangelio a nivel personal o en
familia sea exitoso.
Ideas para aprender juntos
Para ayudar a los alumnos a comprender cómo convertir sus hogares en centros de estudio del Evangelio,
utilice una o más de las siguientes ideas o prepare sus propias ideas:
•
Los miembros de la clase podrían estudiar con antelación algunos de los recursos que figuran arriba, y
venir preparados a la clase para compartir lo que hayan aprendido. Aliéntelos a hacerse preguntas unos
Semanas 1 y 4: Temas seleccionados localmente
a otros, y a compartir ideas sobre cómo estudiar y enseñar el Evangelio en el hogar (esto se podría
hacer en grupos pequeños).
•
Usted podría compartir algunas de las ideas sobre el estudio de las Escrituras que se encuentran en “Un
análisis sobre el estudio de las Escrituras” (véase las referencias que se indicaron anteriormente) y pedir
a los miembros que compartan algunas de sus formas predilectas de estudiar las Escrituras en familia e
individualmente.
•
Como clase, podrían estudiar el capítulo “La enseñanza del Evangelio en el hogar”, del manual
Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Harold B. Lee y analizar lo que aprendan del presidente
Lee. ¿Cuáles son algunas de las bendiciones y los milagros que los miembros han recibido gracias
al estudio de las Escrituras en sus hogares?
Poner en práctica
Ayude a los alumnos a pensar en la forma de aplicar lo que han aprendido individualmente, en sus familias y
en sus quórums u organizaciones auxiliares. ¿Qué pueden poner en práctica esta semana para optimizar su
estudio del Evangelio de forma personal y en familia? Por ejemplo, usted podría preguntarles:
• ¿Qué han hecho anteriormente para que el estudio del Evangelio en su hogar sea eficaz? ¿Qué
obstáculos han tenido que superar?
• ¿Qué metas personales tienen esta semana a fin de optimizar su estudio personal o familiar del
Evangelio?
• ¿Hay otras personas en su hogar a las que ustedes podrían animar para que estudie el Evangelio? ¿Qué
pueden hacer o decir para motivar a esas personas?
Tal vez desee pedir a los miembros de la clase que compartan otras medidas específicas que se sientan
inspirados a tomar, ya sea individualmente o con sus familias, a fin de optimizar el estudio del Evangelio en
su hogar.
Durante la semana, quizás pueda enviar un recordatorio (mediante un correo electrónico, mensaje de texto o
por redes sociales) e invitar a los miembros a que actúen según lo que hayan aprendido, y también podría
compartir los recursos de aprendizaje y enseñanza adicionales.
Enseñar a la manera del Salvador
El Salvador hacía preguntas que motivaban a las personas a pensar y reflexionar intensamente. Él se interesó sinceramente por escuchar sus respuestas y
se regocijó por sus expresiones de fe; Él les dio oportunidades para hacer sus propias preguntas, y escuchó sus experiencias. ¿Qué preguntas hará para
motivar a los alumnos a pensar y reflexionar intensamente en el Evangelio?
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