DEVOCIONAL MES DE AGOSTO TEMA: ¡MANTENERSE EN EQUILIBRIO! Alguna vez has estado en un circo? Cualquier circo bueno, tiene un equilibrista que camina sobre la cuerda floja. Los circos menos importantes tienen al menos uno, pero los circos más reconocidos, cuentan con un buen número de ellos. Algunos equilibristas caminan sobre la cuerda floja de dos en dos, llevando una delgada vara sobre sus hombros. En el centro de esa vara, se coloca una tercera persona, sentada en una silla, balanceándose. Imagínese el equilibrio que necesitan desarrollar cada uno de ellos para no caerse. Estas personas que se encuentran en la cuerda, deben llevar a cabo delicados ajustes para permanecer sincronizados entre sí. De la misma manera, si deseamos lograr una vida cristiana estable, necesitamos descubrir en la Palabra de Dios un equilibrio entre lo que Dios hace por nosotros (su soberanía) y nuestra responsabilidad personal. Ambas cosas se enseñan con claridad en la Palabra. Por un instante, imagina que tú eres la persona que está sentada en medio de los dos equilibristas. El que va adelante representa nuestra perspectiva de la soberanía de Dios. El que va detrás, representa la idea que tenemos en cuanto a nuestra responsabilidad personal. Si una de las dos perspectivas pierde su equilibrio, nos caeremos. Del mismo modo, el proceso de parecernos a Jesús (la santificación) requiere manejo delicado. Resulta fácil descubrir que tendemos a perder el equilibrio en uno u otro sentido cuando consideramos las dos perspectivas extremas de la santificación. El aferrarnos a cualquiera de los dos extremos complicará el proceso de ser formados a imagen y semejanza de Dios. Si declaramos que somos santos y pasamos por alto la realidad del pecado en nuestras vidas y la necesidad de asumir nuestra responsabilidad en cuento a lograr un crecimiento, vamos a caernos de la cuerda. Porque esto nos puede llevar a una negación de nuestras faltas y acabaremos pretendiendo que ya lo tenemos todo bajo control cuando en realidad no es así. Y como alcanzar el equilibrio? La respuesta se encuentra en la humildad. Sentarse en la silla del medio requiere un acto de humildad, de abandono, de confianza en lo que Cristo ha hecho por nosotros. Es declarar: nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne. (Filipenses 3:3) SEMANA DEL 1 AL 7 Versículo clave: (Proverbios 21:4) “Altivez de ojos y orgullo de corazón y pensamiento de impíos, son pecado” Piensa: La humildad que podemos alcanzar en Cristo esta siempre en el centro de la cuerda floja. Que sucede cuando inclinamos hacia uno de los extremos de la cuerda? SEMANA DEL 8 AL 14 Filipenses 1:6 “estando persuadidos de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionara hasta el día de Jesucristo” Toma algo de tiempo hoy para considerar como vas marchando. Recuerda que has sido santificado y continuas siendo santificado, y que un día serás glorificado! SEMANA DEL 15 AL 21 DE AGOSTO Pablo escribe: “Y estuve entre vosotros con debilidad y mucho temor y temblor y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios” (1 Corintios 2: 3-5) Piensa: En qué lugar de la cuerda te encuentras? Que ajustes puedes realizar en cuanto a nuestra posición para lograr equilibrio y paz? SEMANA DEL 22 AL 30 DE AGOSTO “ Porque quien de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios” (1 Corintios 2:11) “Porque el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1 Corintios 2:14) Ora pidiéndole a Dios que cosas te separan de su Verdad y disponte a alejarte de esas conductas para ser cada día santificado para Dios. ORACION: Amado Padre Celestial, tú dices que yo he sido marcado con un sello (el Espíritu Santo que nos fue prometido) que garantiza mi herencia en Cristo, Señor ayúdame a mantenerme tomado de la verdad que me hará libre, para que pueda seguirte y hacer tu voluntad. En el nombre de Jesús te lo pido. Amen