244-C-2004 SALA DE LO CIVIL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las once horas del doce de mayo de dos mil cinco. Vistos en casación de la sentencia definitiva, pronunciada en apelación, por la Cámara de lo Civil de la Primera Sección de Oriente, a las once horas y quince minutos del catorce de octubre de dos mil cuatro, en el juicio civil ordinario de reclamación de daños y perjuicios, incoado por el doctor Carlos Abraham Chávez Arias, como apoderado general judicial del señor RAFAEL CHÁVEZ ARIAS conocido por RAFAEL CHÁVEZ, contra la licenciada ELBA ARGENTINA PORTILLO DE VALENCIA. Han intervenido en el juicio, en primera y segunda instancia y en casación" los licenciados Carlos Abraham Chávez Arias, como apoderado general judicial del señor RAFAEL CHÁVEZ ARIAS y la señora ELBA ARGENTINA PORTILLO DE VALENCIA, actuando por sí, ambos abogados, del domicilio de San Miguel. VISTOS LOS AUTOS, Y, CONSIDERANDO I: El Fallo de primera instancia dice así: "Por lo tanto de conformidad a las razones expuestas, disposiciones legales citadas y a lo que prescriben los Arts. 417, 421, 422, 427, 432, 437, 439, Pr. C., 678, 2159 Y 2160 C. Y 1276 Pr. C., a nombre de la República de El Salvador FALLO: ABSUÉLVASE A LA PARTE DEMANDADA Licenciada ELBA ARGENTINA PORTILLO DE VALENCIA, de las acciones incoadas en su contra en este proceso por el doctor CARLOS ABRAHAM CHÁVEZ ARIAS, en su calidad de Apoderado General Judicial del señor RAFAEL CHÁVEZ ARIAS, condénase a la parte demandante al pago de las costas procesales de esta Instancia. NOTIFIQUESE". II- El fallo de segunda instancia reza así: "POR TANTO: Por las razones expuestas, disposiciones legales citadas y Arts. 1089 Y 1090 Pr. C., a nombre de la República de El Salvador, DIJERON: CONFIRMASE en todas sus partes la sentencia de mérito pronunciada por el señor JUEZ PRIMERO DE LO CIVIL de este distrito, CONDÉNASE en las costas de esta instancia a la parte apelante. Oportunamente, devuélvanse los autos principales al Juzgado de su origen, con la certificación correspondiente". III- La parte actora, estando inconforme con la sentencia pronunciada, interpuso recurso de casación, en los términos siguientes: "El recurso de casación lo interpongo con base en la causal genérica de "Infracción de Ley", que contempla el literal a) del Art. 2 de la Ley de Casación y por los motivos específicos que regula el Art. 3 de la misma Ley de Casación. Dichos motivos son los siguientes: -- 1°) Por violación de Ley, motivo establecido en el N° 1° del Art. 3 de la Ley de Casación. - 2°) Por error de hecho en la apreciación de la prueba, motivo contemplado en el N° 8 del Art. 3 de la misma Ley de Casación.---Preceptos que se consideran infringidos --- Considero que esa honorable Cámara ha violado los artículos 238 del Código de Procedimientos Civiles y artículos 43 y 62 de la Ley de Notariado. --Concepto en que ha sido violado en Art. 238 del Código de Procedimientos Civiles.-- Hay violación de ley, cuando se deja de aplicar la norma que debía aplicarse, haciéndose una falsa elección de otra. -- En el presente juicio, el demandante, Rafael Chávez Arias, con su demanda de folios uno y con el escrito de aclaración de folios 11, del juicio, que cumple con la prevención ordenada a folios 10 del mismo, dejó claramente establecidos los fundamentos de su acción, los cuales son los siguientes: ---1°) Que en el mes de agosto de 1997, el demandante celebró contrato de mutuo hipotecario con la Sociedad Inversiones Carranza, por la suma de CIEN MIL COLONES.---2°) Que dicho contrato de mutuo lo autorizó en su libro de protocolo, en calidad de Notario, la demandada, Licenciada Elba Argentina Portillo de Valencia. --- 3°) Que dicha Notario nunca le ha hecho entrega al demandante del testimonio de la Escritura Pública de Mutuo Hipotecario, por lo que éste no puede ejercer las acciones judiciales para reclamar el pago de lo que se le debe. --- Puede verse que el demandante no fundamenta su acción en el hecho de que la Notario no haya presentado el testimonio del mutuo al Registro de Hipotecas. --- De los tres puntos planteados que constituyen el fundamento de su acción, el demandante probó plenamente los dos primeros porque sólo éstos contienen elementos afirmativos. El tercero que se refiere al hecho de la no entrega del testimonio, por contener éste un hecho negativo, el demandante no lo ha probado, porque la carga de probar el hecho de que sí se realizó la entrega del testimonio, de acuerdo con dicho Art. 238 Pr., recae sobre la parte demandada. -- La doctrina y nuestra jurisprudencia reconocen que el actor no está obligado a aprobar hechos negativos. Eduardo Pallares, en su Diccionario de Derecho Procesal Civil, en las Páginas 141 y 142 dice: -- "En las obligaciones de dar o de hacer, no le corresponde al demandante probar que no han sido cumplidas. Por el contrario si se trata de obligaciones de no hacer o de no dar, debe demostrar que el demandado las ha violado. Pág: 141 N° 8--El actor debe probar los hechos constitutivos de su acción y el reo los impeditivos y extintivos o modificativos que hace valer. Pág. 142 N° 10". --- De acuerdo con el Art. 1308 del Código Civil, las obligaciones nacen de los contratos, cuasicontratos, delitos, cuasidelitos, faltas y de la ley. La obligación de dar o entregar el testimonio al demandante a cargo de la Notario demandada, ha nacido de la ley, contenida en el Art. 43 de la Ley de Notariado. Dicha Notario no ha probado en el juicio el hecho extintivo consistente en haber pagado su obligación haciendo entrega al demandante del testimonio del mutuo hipotecario a su favor. --- Esa honorable Cámara viola el Art. 238 del Código de Procedimientos Civiles, porque lo olvida y no lo aplica al caso que se discute ya que de haberlo aplicado, esa honorable Cámara, hubiese reconocido que dicha norma legal deja a la parte demandada la carga de probar el hecho extintivo de que si realizó la entrega del testimonio de su demandante, en cambio, esa honorable Cámara en su sentencia sustenta el criterio de que es el demandante quien tiene la carga de probar el hecho negativo de que la Notario no le entregó el testimonio del mutuo hipotecario a su favor. Dicho criterio esa Cámara lo aplica cuando afirma en el considerando de derecho de folios 28 de su sentencia que el demandante, Rafael Chávez Arias, por haber presentado sólo una testigo no probó plenamente, como lo exige el inciso 1º del Art. 321 Pr., "la no entrega del testimonio por parte de la Notario" y más adelante continúa diciendo la sentencia en el párrafo penúltimo de su considerando de derecho que por tal razón procede confirmar la sentencia del Juez a quo. Dicho criterio no tiene fundamento legal que lo sustente, pues equivale a que esa honorable Cámara, en juicio de inquilinato por mora en el pago del canon de arrendamiento o en juicio ejecutivo por mora en el pago de la suma de dinero mutuada, absolviera a la parte demandada, porque la parte actora no probó plenamente el "no pago de la suma de dinero mutuada, en el juicio ejecutivo. Tal criterio por no tener asidero legal es desde todo punto de vista antijurídico, sin embargo, es el criterio que se ha aplicado en la sentencia que recurro en casación. Es de la manera expresada, como considero que se ha violado el expresado Art. 238 del Código de Procedimientos Civiles. -Concepto en el que ha sido violado el Art. 62 de la Ley de Notariado. – Esa honorable Cámara viola dicho Art. 62 L.N. por las razones siguientes:--- a) Que haya, por parte de la Notario demandada, violación de un deber legal, por acción u omisión. --- b) Que exista culpa o negligencia inexcusable por parte de la Notario demandada, en el no cumplimiento de su deber legal. ---c) Que se pruebe en juicio los daños y perjuicios que tal negligencia inexcusable ha causado a la parte demandante. --- En el juicio se han dado los tres requisitos, veamos: --- De acuerdo con el Art. 1308 del Código Civil, las obligaciones nacen de los contratos, cuasicontratos, delitos, cuasidelitos, faltas y de la ley. A la Notario demandada le nació por mandato de la ley, contenida en el Art. 43 de la Ley de Notariado, el deber u obligación legal de entregar al demandante el testimonio del mutuo hipotecario a su favor. Al no hacer entrega de dicho testimonio, la demandada ha violado por omisión el deber legal de pagar su obligación haciendo entrega de dicho testimonio. -- La negligencia por parte de la Notario es inexcusable, porque no ha probado en el juicio que haya tenido un impedimento razonable que la excuse del hecho de no haber cumplido con su obligación de hacer entrega de dicho testimonio.---Por último, el demandante, con el testimonio compulsado de folios 61 del juicio, ha probado el monto del capital y de los intereses que por no tener el testimonio del mutuo hipotecario, no ha podido exigir su pago en forma oportuna, monto de capital e intereses que son la medida del daño económico sufrido por el demandante que constituyen los daños y perjuicios que en el juicio se reclaman. --- Con lo anterior, queda demostrado que se han llenado los tres requisitos indispensables para que esa honorable Cámara haya aplicado a la Notario demandada, lo dispuesto en el Art. 62 L.N., condenándola al pago de los daños y perjuicios a que se refiere dicha norma legal, pero esa Cámara, en su sentencia, sólo se limita a transcribir dicho Art. 62 L.N. y no lo interpreta ni lo aplica, por ello, al absolver a la Notario demandada de la acción en su contra, ha ignorado dicho Art. 62 de la Ley de Notariado, constituyendo ello violación de la expresada norma legal. --- Concepto en el que ha sido violado el Art. 43 de las Ley de Notariado. --- El Art. 43 de la Ley de Notariado se ha violado porque la sentencia, sólo lo transcribe, no lo interpreta ni lo aplica al caso que se controvierte, a pesar de que en el juicio se ha probado plenamente con el testimonio compulsado de folios 61 del juicio, que la Notario demandada autorizó con su firma en su libro de protocolo el mutuo hipotecario a favor del demandante y que éste repetidas veces, como consta a folios 19 del juicio pidió se le hiciera entrega del testimonio y que se le entretuvo por tiempo indefinido con la mentira de que se lo darían cuando saliera del Registro de Hipotecas. --- La notario demandada, no ha probado haber entregado al demandante el expresado testimonio y con ello ha incumplido por omisión, el deber legal que le impone el Art. 43 L.N., cayendo con ello, en la negligencia inexcusable prevista en el Art. 62 de la misma Ley de Notariado, pues la demandada no ha probado haber tenido un impedimento razonable que la excuse del pago de su obligación. --- En conclusión, esa honorable Cámara viola el Art. 43 L.N., cuando absuelve a la demandada de la acción en su contra y sólo transcribe en su sentencia dicha norma legal, no la interpreta ni la aplica reconociendo que dicha Notario, por negligencia inexcusable no ha cumplido con el deber legal que le impone dicha norma legal, consistente en hacer real entrega al demandante, del testimonio del mutuo hipotecario a su favor, por el contrario, en la sentencia se hace falsa elección de los artículos 8 y 66 de la Ley de Notariado. --- De la falsa elección de los artículos 8 y 66 de la Ley de Notariado. --- Cuando en la sentencia se transcriben los artículos 8 y 66 de la Ley de Notariado y se indica que el demandante debió seguir el procedimientos que en ellos se señala, esa honorable Cámara hace falsa elección de tales normas, porque no es cierto que ellas sean aplicables al caso que se discute, por las razones siguientes: --- La negligencia por parte del Notario en el ejercicio de su función, puede generar dos acciones: la primera es la acción para que se aplique la sanción administrativa en su contra, establecida en dicho Art. 8 L. N. Pero si la negligencia del Notario, además, produce daños y perjuicios, como ocurre en el presente caso, ello da nacimiento a otra acción que se ventila a nivel judicial para el pago de daños y perjuicios, cuya acción está establecida en el Art. 62 de dicha Ley de Notariado. --- De lo anterior, fácilmente se concluye que el interesado en un momento dado, puede tener a su favor ambas acciones, quedando a su arbitrio ejercer sólo una de ellas o ambas al mismo tiempo. En el presente caso, el demandante ha ejercido sólo la acción para el pago de daños y sanción administrativa correspondiente, siendo sólo en este caso que procede ejercer la acción que establece dicho Art. 8 L.N., por ello considero falsa la elección de dicha norma legal, que esa honorable Cámara hace en su sentencia, cuando afirma que el demandante en el presente juicio debió ejercer la acción que establece dicho Art. 8 L.N.- --- En cuanto al Art. 66 L.N., elegido por esa Cámara, se advierte que el procedimiento establecido en dicha norma legal no es obligatoria pues en ella se dice que "podrá" el interesado recurrir a la Corte Suprema de Justicia, para que obligue al notario la entrega del testimonio. Por otra parte, este procedimiento sólo es aplicable si a la fecha de reclamar el testimonio, no ha vencido el Libro de Protocolo del Notario, de lo contrario, el trámite no sería el del Art. 66 L. N., sino que el del Art. 45 de la misma Ley de Notariado. Consta a folios 19 del juicio, que el demandante, fue engañado por tiempo indefinido pues siempre que él reclamó la entrega de su testimonio lo entretuvieron con la mentira de que se lo darían cuando saliera del Registro. --- Concepto de la manera como ha habido error de hecho en la apreciación de la prueba --- Esa honorable Cámara al considerar en su sentencia que la Notario demandada con la razón de saca puesta al margen del instrumento compulsado a folios 61 del juicio y que transcribe a folios 29 de su sentencia, ha probado que cumplió con la obligación que le impone el Art. 43 de dicha Ley de Notariado, de hacer real entrega al demandante del testimonio de mutuo hipotecario a su favor, comete error de hecho en la apreciación de la prueba que surge de dicha razón de saca, por las razones siguientes: En primer lugar, de acuerdo con el Art. 43 L. N., la razón de saca debe expresar el nombre de la persona a quien se le da o entrega el testimonio, pero al leer detenidamente la razón de saca que transcribe en su sentencia, se encuentra que el nombre que se menciona en dicha saca es el de la persona a quien la Notario demandada "le entregará" en tiempo futuro que no se especifica, el testimonio y no menciona a la persona a quien se ha hecho entrega el mismo. Por tal razón dicha razón de saca no es tal porque no llena el requisito que exige dicho Art. 43 L. N.- En segundo lugar, la notario demandada, con la razón de saca no puede probar el pago de su obligación de haber hecho entrega del testimonio, porque en ninguna legislación del mundo el deudor puede probar el pago de su obligación con una simple declaración unilateral en la que afirma haberla pagado. La pretendida razón de saca es eso, una simple declaración unilateral hecho por la misma parte deudora. ---En consecuencia, esa Cámara comete error de hecho en la apreciación de la prueba que se deriva de dicha razón de saca porque hace abstracción de los vicios que dicha prueba adolece y que se han señalado". IV- Estudiado el escrito de interposición, por resolución de las doce horas del veintiocho de enero de dos mil cinco, se admitió el recurso por el motivo genérico infracción de ley, por violación a los Arts. 238 Pr. C., 43 Y 62 L. Not y se declaró inadmisible en cuanto al motivo específico. Error de Hecho en la apreciación de la prueba, porque no señala el precepto infringido, y además, por sus palabras, el error no sería de hecho, sino de Derecho, porque la Cámara sí entró a valorar como prueba, la razón puesta en el Libro de Protocolo. En la misma resolución, se ordenó pasar los autos a la Secretaría, para que las partes presentaran sus alegatos dentro del término de ley, habiéndolo hecho ambas partes, quienes expusieron las razones para la defensa de sus derechos, quedando el recurso en estado de pronunciar sentencia. V- La primera disposición legal señalada como violada es el Art. 238 Pr. C., acerca de la cual el recurrente ha dicho que existe violación porque la Cámara no la aplicó, debiendo hacerlo; que de haberlo aplicado, hubiera reconocido que la carga de la prueba del hecho extintivo es de la demandada; en cambio esa Cámara, en su sentencia, sustenta el criterio de que es el demandante quien tiene la carga de probar el hecho negativo de que la Notario no le entregó el testimonio del mutuo hipotecario a su favor. Tal criterio la Cámara lo expresa cuando dice que el demandante, por haber presentado sólo un testigo, no probó plenamente, como lo exige el Art. 321 Pr.C., la no entrega del testimonio por parte de la Notario. El tribunal Ad quem ha expresado que, en el presente caso, el actor, para probar la no entrega del testimonio por parte de la notario, presentó a la testigo Ana Luisa Robles de Chávez, cuya declaración consta a fs. 19 p.p. y transcribe el Art. 321 Inc. 1° Pr. C., agregando que "este tribunal advierte que es la única testigo presentada en el presente juicio, y cuya declaración consta a fs. 19 de la pieza principal", llegando a concluir que la parte actora no ha probado plenamente, con la prueba presentada, la acción incoada en su demanda, razón por la cual es procedente confirmar la sentencia del juez a quo. Esta Sala estima que la disposición legal señalada como violada, establece la regla general para la carga de la prueba: "El que niega no tiene obligación de probar, a no ser que la negativa contenga afirmación y esté contra ella la presunción". Tal disposición legal está ubicada después de otra que dice: "La obligación de producir pruebas corresponde al actor, si no probase, será absuelto el reo; mas si éste opusiere alguna excepción, tiene la obligación de probarla. Art. 1569". En sentido estrictamente procesal, cada una de las partes debe acreditar la verdad de los hechos enunciados por ellas. Los hechos no probados se tienen como inexistentes. El principio romanista de que el que niega no tiene obligación de probar lo negado, significaba que el demandado que se limita a negar los hechos afirmados por el actor no soporta carga probatoria alguna; de ahí se derivó que los hechos negativos no debían probarse, y tal conclusión no es correcta, pues no faltan ocasiones en que una norma hace depender una consecuencia jurídica de un hecho negativo, por ejemplo, cuando se establece en el Código Civil que las servidumbres se extinguen por el no uso durante diez años, Art. 887 N° 5 C. Los hechos negativos, a veces, han de probarse, como en el caso en que el actor tiene la carga de la prueba, pero ante la dificultad de la prueba de los mismos, puede acudirse a la prueba indirecta, es decir, pueden probarse hechos positivos de los cuales se infiera la ocurrencia del negativo. (MONTERO AROCA. JUAN- "LA PRUEBA EN EL PROCESO CIVIL"- Editorial Civitas, Madrid, 1998- Págs. 58 y 59) En el presente caso, el actor tiene la carga de la prueba, y al expresar que la Notario no le ha entregado el testimonio, lo que debió probar es que él se lo ha pedido y que ella se ha negado a entregárselo o lo ha engañado, pero la prueba debe ser plena, no semiplena, como ha ocurrido en el presente caso. La razón de esa obligación de probar es que, como dice el Art. 238 Pr.C., la negación contiene o involucra una afirmación. El hecho negativo de que ella no le haya entregado el testimonio, significa que el actor se lo ha pedido y ella no se lo ha dado. Por consiguiente, debe probar su acción. No es la situación jurídica de simple negación, como lo afirma el recurrente. Por consiguiente, la sentencia de la Cámara está arreglada a derecho y no procede casarla, por este motivo. La segunda disposición señalada como violada es el Art. 43 de la Ley de Notariado, sobre lo cual el recurrente ha manifestado que existe violación porque no lo aplicó, a pesar de haberse comprobado plenamente, con el testimonio compulsado, la existencia de la obligación de la notario de entregarle el testimonio de la escritura pública de mutuo hipotecario que autorizó en su protocolo. El tribunal Ad quem ha manifestado en su sentencia que "Según la disposición anterior, los notarios expiden testimonio a los otorgantes, o a quien resulte un interés directo por razón de las declaraciones de los otorgantes, contenidas en los instrumentos, o a quienes deriven su derecho de los mismos.- De los testimonios que expiden los notarios a los otorgantes, debe el notario anotar la saca al margen del protocolo, con expresión del nombre de la persona a quien se da el testimonio y la fecha en que se expide. --- A fs. 37 de la pieza principal, en el margen inferior izquierdo de la fotocopia de la escritura correspondiente, agregada en las diligencias de COMPULSA, consta: "San Miguel, 19 de agosto de 1997.Expedí Testimonio de Ley para ser Entregado a Rafael Chávez Arias"." Esta Sala considera que de conformidad con el Art. 43 de Ley de Notariado, los notarios tienen la obligación de entregar testimonio de los instrumentos que autoricen, no sólo a los otorgantes, sino también, a las demás personas a que el artículo se refiere, con la obligación de anotar la saca o entrega al margen del protocolo, con expresión del nombre de la persona a quien se da el testimonio, y de la fecha en que se expide. En la compulsa de fs. 36 a 40 de la p.p. aparece anotado al margen de la primera página de la escritura correspondiente, o sea a fs. 271 del protocolo de la Notario Elba Argentina Portillo de Valencia, que el 19 de agosto de 1997, expidió testimonio para ser entregado a Rafael Chávez Arias, o lo que es lo mismo, que el testimonio se expidió a favor de uno de los otorgantes, el señor Chávez Arias mencionado. Esa razón, es el medio determinado por el ley para comprobar a quien se ha expedido testimonio de la citada escritura de mutuo hipotecario, no a qué persona se le ha entregado materialmente. La entrega material del testimonio al favorecido, puede probarse de diferentes formas, según los medios de que dispone el Notario; sin embargo, es de suponer que el Notario lo entrega materialmente a la persona interesada que dice la razón de la saca; entendiéndose por saca, la copia auténtica de un documento protocolizado. (CABANELLAS, GUILLERMO- DICCIONARIO ENCICLOPÉDICO DE DERECHO USUAL- Tomo VII- Ed. Heliasta- Ed. 25- Pág. 266). A juicio de esta Sala, la Notario ha cumplido con las obligaciones que le impone el Inc. 1ª del Art. 43 de la Ley de Notariado, y por consiguiente, no se presenta la violación alegada por el recurrente, no siendo procedente casar la sentencia recurrida. La tercera disposición legal señalada como violada es el Art. 62 de la Ley de Notariado, acerca de lo cual, el impetrante ha manifestado que se ha violado, porque la Cámara la ha ignorado y por consiguiente, no la ha aplicado. Agrega que para aplicar el Art. 62 L. Not. son precisos los requisitos siguientes: 1) Que haya por parte de la Notario demandada, violación de un deber legal, por acción u omisión; 2) Que exista culpa o negligencia inexcusable por parte de la Notario demandada, en el no cumplimiento de su deber legal y c) Que se pruebe en juicio los daños y perjuicios que tal negligencia inexcusable ha causado a la parte demandante. Agrega el impetrante que los requisitos mencionados se probaron en el proceso y que la Cámara al absolver a la demanda ha desconocido la disposición legal señalada. El tribunal Ad quem, además de transcribir el Art. 62 L. Not. Ha dicho en sus consideraciones jurídicas que: "La responsabilidad civil del notario consiste en la obligación de resarcir daños y abonar perjuicios, derivados de un acto ilícito que se impone a quien lo comete; del no cumplimiento de un deber legal que tiene una persona determinada.- La responsabilidad civil del Notario supone los siguientes requisitos: Que haya una violación de un deber legal, ya sea por acción u omisión del notario; que exista culpa o negligencia de parte del notario; que se cause un perjuicio; que la culpa o negligencia debe ser inexcusable; y, que el perjuicio debe probarse. Esta Sala estima que el Art. 62 de la Ley de Notariado sanciona al Notario que sea responsable de los daños y perjuicios que, por su negligencia, malicia o ignorancia inexcusable, causaren a las partes, además de otras sanciones que la misma disposición legal señala. Tales perjuicios deben ser comprobados en el juicio, no basta decir que existen. En el caso sub judice, se ha comprobado que existe una escritura de mutuo hipotecario otorgada por el actor y otra persona, en los oficios notariales de la demandada; se ha comprobado que la demandada expidió testimonio a nombre del acreedor, o sea el actor en el proceso, pero no se ha probado que existan perjuicios de los cuales sea responsable la Notario demandada. Al no existir prueba de los perjuicios, en el proceso, no se puede condenar a la demandada, por consiguiente, la sentencia de la Cámara está arreglada a derecho y no procede casarla. POR TANTO, de conformidad con las razones expuestas, disposiciones legales citadas y Arts. 428 y 429 Pr. C. y 23 de la Ley de Casación, a nombre de la República, la Sala FALLA: 1) Declárase que no ha lugar a casar la sentencia de que se ha hecho mérito; 2) Condénanse al doctor CARLOS ABRAHAM CHÁVEZ ARIAS al pago de las costas del recurso, como abogado firmante del escrito, y al señor RAFAEL CHÁVEZ ARIAS conocido por RAFAEL CHÁVEZ, a los daños y perjuicios a que hubiere lugar; 3) Vuelvan los autos al tribunal de origen, con certificación de esta sentencia, para los efectos de rigor. NOTIFIQUESE. M.E. VELASCO---PERLA J.---GUZMAN U.D.C.--PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN.--MANUEL EDGARDO LEMUS---RUBRICADAS.