2012 CORPORACIÓN UNIFICADA NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR(CUN) JOHN BONILLA(INFORMÁTICA Y CONVERGENCIA TECNOLÓGICA) ELIZABETH MARTINEZ MORENO EDISON MARTIN GÓMEZ LÓPEZ BRAYAN YESID JIMENEZ GONZÁLEZ [EL JAZZ] Uno de los más importantes géneros musicales. TABLA DE CONTENI DO introducción ................................................................................................................................................................. 3 objetivos ........................................................................................................................................................................... 4 HISTORIA DEL JAZZ ............................................................................................................................................... 5 EL JAZZ UN SENTIMIENTO ................................................................................................................................ 7 LOS ESTILOS DEL JAZZ ...................................................................................................................................... 8 EL CINE Y EL JAZZ ............................................................................................................................................... 19 Bibliografía ................................................................................................................................................................... 20 INTRODUCCIÓN Nuestros principales intereses para este trabajo es la de conocer la historia y el surgimiento del jazz de donde vienen sus tonos e inspiración sus mayores exponentes, los estilos que de este surgen y también las ramas de la comunicación por la que se difunde y tiene influencias como el cine, teatro, radio y televisión; también veremos la variación del jazz según su ciudad en la que esta se reproduzca. OBJETIVOS OBJETI VOS GENERALES - Adquirir conocimientos para el análisis y creación musical en el ámbito del Jazz a través de la integración de técnicas musicales del género. - Aprender sobre el desarrollo del Jazz en Colombia. OBJETIVOS ESPECIFICOS - Conocer técnicas y prácticas musicales, notación de instrumentos, estilos y sub-géneros de la composición en el ámbito del Jazz. -Comprender la función y enfoques de la audición y análisis en la composición de melodías y secuencias armónicas de género de Jazz. -Aplicar los criterios, conocimientos y habilidades adquiridas en la creación y producción de obras musicales. -Fomentar la revalorización de la educación integral a través de la información musical formando músicos con alto rigor técnico y conceptualmente amplio ante la diversidad. -Sentar las bases para la creación de una industria cultural sustentable con eje en los valores del Movimiento. -Fomentar la autogestión cultural para generar proyectos grupales que impacten en toda la sociedad. HISTORI A DEL J AZ Z ¿Cuándo comenzó el jazz? Es una pregunta que se mantendrá para siempre sin respuesta. La primera grabación de jazz se efectuó en 1917, pero la música existía por lo menos en su estado primitivo desde hacía 20 años. Influenciado por la música clásica, marchas, spirituals, work songs, ragtime, blues y la música popular de la época, el jazz ya era una forma particular de música cuando comenzó su documentación. Es probable que el jazz fuera inicialmente interpretado por músicos sin educación musical que tocaban en bandas de marchas en Nueva Orleans. La música era una parte importante de la vida cotidiana de esta ciudad desde por lo menos la década de 1890, con bandas de bronces que se contrataban para tocar en desfiles, funerales, fiestas y bailes. Es plausible pensar que los músicos, que frecuentemente no leían música, no tocaban las melodías de manera continua, sino que le agregaban variaciones para mantener las actuaciones interesantes. Puesto que el cornetista Buddy Bolden, el primer músico famoso en ser considerado jazzista, formó su banda en 1895, se podría usar ésa como una fecha simbólica del nacimiento del jazz. Durante las próximas dos décadas no existe documentación del jazz, si bien se sabe que progresó a pasos lentos. Freddie Keppard sucedió a Bolden como el cornetista de más prestigio de Nueva Orleans, pero fue rápidamente superado por King Oliver. Aunque algunos músicos de Nueva Orleans viajaron al norte, el jazz se mantuvo estrictamente como una expresión musical típica de Nueva Orleans hasta la primera guerra mundial. El 30 de enero de 1917, un grupo de músicos blancos llamado, sin modestia alguna, The Original Dixieland Jass Band grabó "Darktown Strutter's Ball" e "Indiana" para el sello Columbia. La música se consideró demasiado revolucionaria para la época y no se publicó, sin embargo, dos meses después la ODJB grabó para el sello Victor "Livery Stable Blues" y "The Original Dixieland One Step", temas que tuvieron gran éxito. Otros grupos se unieron al movimiento y también comenzaron a grabar. Así el jazz se convirtió en moda, ya que los promotores vieron una oportunidad de ganar dinero fácilmente. Pasarían varios años antes de que se hicieran grabaciones de músicos negros. En ese tiempo comenzaron a oírse opiniones que mantenían que los blancos habían inventado el jazz. Más tarde surgió una corriente contraria, que existe hasta hoy, que apoyaba la idea de que el jazz era una música negra y que sólo los negros tenían el conocimiento, sentimiento y talento para tocarla. Se ha probado en muchas ocasiones que ambas posiciones son falsas. La trayectoria del jazz de 1920 a 1975 fue de una constante evolución con nuevos estilos que quedaban fuera de moda dentro de cinco a diez años. En los '80 súbitamente se consideró aceptable dar tributo al pasado y acudir a épocas anteriores al bop para inspirarse. Aunque el Dixieland se ha mantenido bastante activo, casi de manera clandestina, por décadas (tuvo un auge de popularidad durante los '50), pocos de la tendencia principal del jazz moderno reconocieron su existencia o importancia antes de los '80. Wynton Marsalis, quien simbolizó la década, comenzó como trompetista inspirado en gran parte por la manera de tocar del Miles Davis de los '60. Eventualmente encontró su propio sonido al retroceder en el tiempo explorando la música de los maestros del prebop, y el resultado fue que, aunque tocaba nueva música moderna, Marsalis logró adaptar e interpretar de una manera original las ideas proporcionadas por el pasado distante. Muchos de los jóvenes intérpretes que han seguido a Marsalis ignoran a la fusión y a las más importantes innovaciones del avant garde, usando sólo el hard bop como la base de su música. Es un acontecimiento realmente curioso que existan tantos músicos jóvenes que tocan con un estilo que tuvo su auge antes de que ellos nacieran, pero a mediados de los '90 muchos de estos Young Lions finalmente comienzan a establecer sus propias voces y construyen en base a las innovaciones de antaño. Casi todos los estilos del jazz siguen activos en los '90, incluyendo el Dixieland, jazz clásico, pequeños grupos de swing, bop, hard bop, post-bop, avant garde y varias formas de fusión. El jazz ha pasado a ser una música realmente internacional, aunque su evolución se ha hecho más lenta durante los últimos 20 años. Hoy no es evidente la dirección en que irá el jazz en el futuro. Algunos cínicos piensan que la música ha llegado al final de su desarrollo, pero se puede apostar que mientras existan grabaciones, junto con la necesidad de auto expresión, el jazz sobrevivirá. EL J AZZ UN SENTI MIEN TO Esta música maravillosa inventada por los negros afroamericanos en la New Orleáns de primeros del siglo XX siempre ha sido una música controvertida. Para acercarse a ella no es necesario ser un erudito, ni un gran entendido, sólo te tiene que pellizcar el corazón. El Jazz es un sentimiento, y nunca tiene en el oyente término medio. Hay quien no la soporta, y hay incondicionales que son capaces de llevarse toda una vida buscando un disco inencontrable o pagar una fortuna por una pieza rara de colección. Espero que esta web te ayude a disfrutar del jazz, sin ningún género de duda, la música representativa por antonomasia del Siglo XX y que aspire a seguir siéndolo en este incipiente tercer milenio. (APOLOYBACO) LOS ESTI LOS DEL J AZZ La música que llamamos jazz surgió bastante antes que el disco; sin embargo, desde el último cuarto del siglo XIX, el jazz estaba incubándose en el estado sureño de Louisiana (EE.UU.) en torno a un proceso largo y complejo que intentaba superar la rigidez rítmica y adquirir el sello del swing. Uno de los elementos genealógicos más decisivos junto al blues, que no ha dejado de estar presente a lo largo del jazz, fue el ragtime. Los rags, aunque se tocaban sobre toda clase de instrumentos, fueron esencialmente una especialidad de pianistas. Su apogeo se sitúa entre finales del siglo XIX y las dos primeras décadas del XX. Antes de todo eso estaba el blues, entendido este no como un estilo del jazz. Es más que eso. El blues es el origen de todo. Es la columna vertebral del jazz. Sus orígenes son inciertos y lejanos, aunque es indudable que se trata de una genuina creación afroamericana, sin parangón con las tradiciones europeas. En sus formas arcaicas, aparece ya después de la Guerra Civil americana o incluso antes. Era el blues rural cantado en los campos de algodón, en las prisiones y en los caminos por bluesman desconocidos, anónimos y sin ningún atisbo de profesionalidad. Alguien dijo algún día, que el blues, no era más que un hombre dolido pensando en la mujer con la que estuvo alguna vez. El sonido del alma chirriando cuando es acosada por el dolor; un lamento en forma de canción. El jazz y el blues están íntimamente ligados el uno al otro. ILUSTRACIÓN 1 EL RAGTIME ILUSTRACIÓN 2 Uno de los elementos genealógicos más decisivos junto al blues, que no ha dejado de estar presente a lo largo del jazz, fue el ragtime. Los rags, aunque se tocaban sobre toda clase de instrumentos, fueron esencialmente una especialidad de pianistas. Su apogeo se sitúa entre finales del siglo XIX y las dos primeras décadas del XX. Los rags era una música de procedencia europea con un estrecho parentesco con los bailes y marchas entonces en boga. En una época en la que aún no se había expandido el fonógrafo, los rollos de pianola sirvieron para difundirlo. En realidad el ragtime no puede ser considerado como jazz. Los rags estaban totalmente escritos y excluían la improvisación, pero constituyeron un punto de partida clave para la aparición de los primeros estilos pianísticos de jazz, en particular el estilo stride. Los pianistas criollos y negros de aquella zona, cuyo eje geográfico era New Orleáns como consecuencia del cruce de culturas (española, francesa, anglosajona y africana) desarrollaron sus acentuaciones rítmicas y la independencia entre ambas manos sobre el teclado sirvió para comenzar a introducir variaciones. La incorporación de la tradición del blues y el hecho de tener que tocar para el baile favorecieron paulatinamente el desarrollo del piano-jazz, inequívocamente orquestal. Corresponde a James Price Johnson (1881-1955) el mérito de haber sido el máximo artífice entre la evolución del ragtime al jazz. Sus primeras composiciones de 1917 todavía se situaban en la órbita del ragtime, pero fue a partir de la grabación del célebre "Carolina Shout" -pieza que determino la vocación pianista de Duke Ellington- cuando se distancia con sensibles diferencias de sus precedentes versiones en rollos de pianola. El jazz estaba ya preparado para experimentar el gran salto de una música bailable y entretenida a una manifestación musical de enorme potencial, y James P. Johnson sintió ya en los años treinta, que la música que hacía, pertenecía al pasado, pero sus manos inspiraron, décadas más tardes, a figuras del jazz de la talla de Fats Waller, Willie "The Lion" Smith, Count Basie, Duke Ellington, Art Tatum e incluso a Thelonious Monk El Mainstream La corriente principal del jazz o "mainstrean" define en el sentido genealógico de la palabra, las grabaciones y los músicos determinantes en la historia del jazz y que conforman una estirpe de continuidad desde principios del siglo XX hasta nuestros días. King Oliver con su "Creole Jazz Band" en 1923; Louis Armstrong con sus "Hot Five" y "Hot Seven" de 1925/1928; Jelly Roll Morton con sus "Red Hot Peppers" 1926/1928; las actuaciones de Duke Ellington en el Cotton Club entre 1927 y 1931; las grabaciones de Charlie Parker y Dizzy Gillespie de 1945 para Savoy Dial; las doce tomas del Noneto Capitol de Miles Davis en 1949/1950 o el disco de Ornette Coleman titulado "The Shape of Jazz to Come" de 1959, son eslabones de una cadena que llega hasta el jazz actual. Gunther Shuller, uno de los más respetados musicólogos del jazz dejó dicho de Louis Armstrong lo siguiente: “Cuando el 28 de junio de 1928 improvisó, con una espectacular serie de frases en cascada, su introducción de "West End Blues", dejó trazada la principal dirección estilística que el jazz seguiría durante varias décadas posteriores. Más aún, esta improvisación dejó muy claro que el jazz ya no podría volver a ser considerado como una música folklórica o de entretenimiento. Aquella extraordinaria actuación anunciaba que el jazz tenía suficiente potencial como para competir con cualquier otra expresión musical de alto rango conocida hasta entonces". El mundo del jazz tuvo que esperar a la llegada de Charlie Parker para volver a oír cosas similares. Allí quedó trazado el camino principal del jazz o "mainstrean". El Blues El blues, no es un estilo del jazz. Es más que eso. El blues es el origen de todo. Es la columna vertebral del jazz. Sus orígenes son inciertos y lejanos, aunque es indudable que se trata de una genuina creación afroamericana, sin parangón con las tradiciones europeas. En sus formas arcaicas, aparece ya después de la Guerra Civil americana o incluso antes. Era el blues rural cantado en los campos de algodón, en las prisiones y en los caminos por bluesman desconocidos, anónimos y sin ningún atisbo de profesionalidad. Alguien dijo algún día, que el blues, no era más que un hombre dolido pensando en la mujer con la que estuvo alguna vez. El sonido del alma chirriando cuando es acosada por el dolor; un lamento en forma de canción. El jazz y el blues están íntimamente ligados el uno al otro. Una página de jazz que se precie no puede olvidar esta música porque en ella está el origen de esta música. En los cantos de los campos de trabajo, los llamados "work songs", en la guitarra de Robert Johnson o Muddy Waters, en la garganta de Bessie Smith, o Ma Rainey, en las armónicas de Little Walter o de Sonny Boy Wiliamson, están los sonidos del negro afro americano cuya evolución musical dio base al jazz. Como homenaje a esta música hermana, desde esta página de jazz os invito a que conozcáis los discos más representativos de mi colección de blues. La música nacida de las entrañas del Delta del Mississippi. El Dixieland El jazz es una música inventada por negros. Eso es incuestionable históricamente; también lo es, que a lo largo de su ya centenaria andadura, la controversia entre blancos y negros siempre ha estado revoloteando a su alrededor en una pugna histórica en la que negros y blancos pugnaban por la capacidad de generar swing y de paso, disputarse la hegemonía y también, por qué no, la paternidad de aquel sonido. La cuestión racial en los Estados Unidos no es una cosa baladí. Fue un combo blanco - La Original Dixieland Jass Band (ODJB)- quienes ayudados por la industria discográfica de entonces, tuvieron el privilegio y el honor de haber realizado las primeras grabaciones en estudio de la historia del jazz, imitando en 1917 la música negra de New Orleáns. Por otra parte, los músicos negros vieron limitados a principios del siglo XX su campo de actuación a burdeles, circuitos teatrales y locales exclusivamente para negros; incluso bien entrados los años treinta, los productores solo dejaban a los negros el camino de grabar en los llamados "Race records", una especie de sellos discográficos exclusivamente para negros. No obstante lo anterior, la música criolla recorrió Estados Unidos de arriba a abajo y fue en Chicago donde aquellos sonidos negros fueron imitados con mayor naturalidad y sapiencia por los blancos. Los discos de la OJDB y los de la New Orleáns Rhythm Kings eran devorados por los ciudadanos de la "ciudad del viento" y aquel movimiento tomo cuerpo y nombre. Allí nació el estilo llamado dixieland. Surgido como contraposición al jazz de los negros, limitado en principio a la simple imitación de aquellos sonidos del sur, el dixieland empezó a tomar cuerpo alrededor de un par de músicos fanáticos de los sonidos de New Orleáns y de la trompeta de Bix Beiderbecke: Eddie Condón y Bud Freeman. En la década de los cuarenta el dixieland, ya adulto, adquirió en New York gran popularidad. Sus solistas fueron celebres personajes y algunos como Jack Teagarden, miembro durante mucho tiempo de los famosos "All Stars" de Louis Armstrong, se convirtieron en verdaderos ídolos. Allí, trasladado desde 1932, Eddie Condón abriría su mítico club que serviría como pórtico y centro de reunión de los músicos que tocaban un jazz afín al suyo. "El Condon's", abierto por primera vez en el 47 de Wes 3rd Street, fue durante mucho tiempo el más perseverante club de jazz de New York después del "Villaje Vanguard" y escenario de los mejores momentos de una música que aun hoy tiene muchísimos adeptos. El Swing ¿Qué es el swing? ¿Qué significa esa palabra que ha hecho correr ríos de tinta desde que a principios del siglo XX, unos negros comenzaran a bailar y tocar esa música? El swing literalmente, balanceo o meneo- es al Jazz, lo que el "duende" al cante flamenco. Nadie sabe explicar con certeza de que se trata, pero si el swing no aparece, la música como proclamaba a los cuatro vientos, el maestro Edward Duke Ellington, con su "It Don't Mean A Thing", no merece la pena. Técnica y físicamente, el swing corresponde al balanceo de un tiempo a otro del compás que genera una sensación dual de tensiónrelajación que se produce alternativamente a cada golpe de ritmo. Por situarlo en el tiempo, el swing nace en 1924 cuando un joven cornetista de New Orleáns, llamado Louis Armstrong, se incorpora a la banda de Fletcher Henderson. En aquella banda había un arreglista llamado Don Redman que fue quien escribió los arreglos para el sonido sinuoso y rítmico de aquella corneta. Sin embargo fue el clarinetista Benny Goodman quien se llevó los laureles cuando en 1938, tras su histórico y memorable concierto en el Carnegie Hall de New York fue aclamado por publico y medios de comunicación como "El rey del Swing", y paradojas de la vida, tocando las composiciones que Fletcher Henderson creó con anterioridad en su banda. Por otra parte, la palabra "swing" fue desprovista de su auténtico significado cuando a mediados de los años treinta, fue utilizada por los medios de comunicación para designar de forma genérica, con propósitos promociónales y publicitarios, al estilo de jazz imperante en esa época dorada de las grandes orquestas. El swing murió oficialmente en 1945, coincidiendo con la depresión económica de la II Guerra Mundial. Ya no había dinero para sostener a los músicos que componían las grandes orquestas, y sólo en un par de meses, se disolvieron más de cincuenta big bands. El Bebop A principios de la década de los cuarenta el jazz se estaba acomodando en un obsoleto circulo de música comercial propiciado por varios cientos de orquestas de baile, en las que el jazz brillaba por su ausencia. La era del swing, ese estilo de jazz inventado veinte años atrás, había sido exprimido hasta el límite de sus posibilidades y los grandes solistas de entonces sólo hacían repetir, eso sí con gran maestría, las mismas formulas musicales una y otra noche. Y eso a pesar del esfuerzo de músicos de swing empeñados en buscar algo más. Buscaban otro sonido y no lo encontraron. En Harlem (New York) corría el año 1940, y había un club en la calle 118 que se llamaba "Minton's Playhouse". Lo regentaba un hombre llamado, Teddy Hill que tuvo la feliz idea de abrir ese local todas las noches a horas en que los demás clubes de New York cerraban sus puertas y consiguió reunir noche tras noche a los músicos de jazz de la ciudad que se enfrascaban, liberados del corsé de las actuaciones en sus respectivas bandas, en interminables y memorables "jam sessions". Allí germinó un sonido nuevo, un repertorio de temas disonantes con melodías llenas de saltos bruscos y que expresaban un concepto distinto de la estética melódica al uso. Nació el bebop Así pues, estos buscadores del nuevo sonido bautizado como "bebop" o "bop" entre los que se encontraban Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Thelonious Monk, Charlie Christian, Bud Powell o Kenny Clarke entre otros consiguieron realizar una revolución melódica, armónica y rítmica y lo más importante, que no estuviera exento de swing. Alguien, alguna vez pregunto a Charlie Parker, que significaba la palabra "bebop". Charlie, tan sarcástico como siempre, contestó que se les había ocurrido porque aquella palabra sonaba igual que la porra de un policía en el cráneo de un negro. Cierto o no, lo seguro es que el sonido inventado por el tandem Parker-Gillespie puso las base de todo el jazz moderno. El Cool La década de los cincuenta comenzó alumbrando su propio estilo inaugurando la segunda mitad del siglo XX con una música nueva que los hombres del jazz, bautizaron como "cool" -en ingles "fresco"-. La feliz colaboración entre el trompetista Miles Davis, y el compositor Gil Evans, determinó las aparición del llamado estilo cool. Al mismo tiempo, un pianista blanco llamado Lennie Tristano, mostró sus propias y todavía más radicales soluciones de continuidad para el jazz moderno. Ambas aventuras, hermanadas con el bebop, tenían en común una expresa preocupación formal, así como un destacado protagonismo de músicos de raza blanca. El corpus de toda esa música lo constituyen los doce temas de la versión completa del disco "Birth Of The Cool", continuamente reeditado y producto de pacientes y continuas sesiones de investigación e intercambio de ideas desarrolladas entre el compositor canadiense y el trompetista de Alton. Gil Evans, procedía musicalmente hablando, de la orquesta de Claude Thornhill y Miles Davis, y con tan solo 24 años, contaba con el privilegio de haber sido uno de los partners de Charlie Parker y un músico clave en el equilibrio de la música bop. La primera "tuba band" -después llamada Orquesta o Noneto Capitol-, actuó en septiembre de 1948 en el Royal Roost de New York durante dos semanas y despertó poco interés del público y mucho entusiasmo por parte de la crítica. Aquellos primeros escarceos todavía estaban influenciados por el clima nervioso del imperante bebop. Las tres sesiones del Noneto Capitol grabadas entre enero de 1949 y marzo de 1950, capitaneadas por Miles Davis, pero donde la parte del león se la llevan los arreglistas y compositores, causó una impresión tan viva que fue inmediatamente imitada, sobre todo en la Costa Oeste de Estados Unidos cuya semilla germinó en uno de los dos pilares básicos de lo que se dio en llamar el "Wes Coast Jazz". El secreto de aquélla música, irrepetible no por la ausencia física de sus protagonistas, sino por que corresponde en un sentido histórico y estilístico a una época de recapitulación y reflexión sobre el acervo del jazz, era la perfecta ejecución en grupo, la disciplina de sus músicos, la imaginación en inventiva de los solos y el carácter reflexivo, lírico e introspectivo de la música. El cool dio al jazz una nueva visión musical de enorme importancia. El Hard-Bop El camino iniciado a principios de los años cuarenta por el tandén Parker-Gillespie, creadores del bebop, fue tan sólido, que forzosamente tenía que arraigar en los músicos que vendrían después. La estela fue tan poderosa que el jazz de aquella época, enganchó a toda una pléyade de artistas, músicos y cantantes que hicieron del bebop su bandera y la enarbolaron con orgullo durante varias décadas más. El hardbop fue la respuesta del mundo del jazz a ese estilo de música que rompía definitivamente con la era del swing y que situaba la música afro americana en un contexto político de rebeldía contra la marginación racista en los EE.UU. El hardbop, o bop duro, fue un movimiento poderoso, influyente y arraigado en la cultura negra. Sus músicos no tenían ningún remilgo en mostrar su rechazo a lo que ellos consideraban el amaneramiento del jazz a principios de los cincuenta sobre todo por parte de músicos blancos. El hardbop tuvo en 1954 en el club Birdland de New York, su puesta de largo. Allí se presentaron públicamente, los "Jazz Messengers", un grupo liderado por el baterista Art Blakey y cuyo director musical era el pianista Horace Silver. La música que ese día tocaron fue inmediatamente reconocida como la legítima y natural heredera del bebop y marcaba las distancias con respecto a los músicos blancos que en la costa Oeste estadounidense tocaban un estilo llamado "cool" Art Blakey con sus "Jazz Messengers", John Coltrane, Freddie Hubara, Lee Morgan, Cannonball Adderley o Max Roach, son destacados músicos de este estilo de jazz que aún hoy tiene vigencia, y que es recordado e interpretado con magnifico talento por un sinfín de músicos alrededor del mundo. El Free Jazz A finales de los a los años cincuenta, un muchacho tímido, un negro de Texas, fue acusado por los puristas de la época de asesinar al jazz. Había grabado un par de discos con un sello clásico como Contemporary gracias al espíritu abierto y libre de prejuicios del productor Lester Koening; pero fue en en el sello Atlantic donde Ornette Coleman iba a romper el formalismo en el que el jazz se encontraba transgrediendo los cotos cerrados y con la sana intención de recuperar para el jazz la libertad de la que siempre disfrutó. ¿Cuál fue la diferencia? Ornette Coleman agregaba libertad a la libertad ya intrínseca, pero vigilada del jazz, rompió con los moldes armónicos según los cuales debía improvisarse sobre los acordes de base; destrozaba los aspectos melódicos usando sonoridades que hasta ese momento solo podían considerarse como cacofonías (terreno ya experimentado por Charles Minguas en su obra maestra: "Pitecántropos Erectus") alteraba la métrica rítmica, base canónica del jazz sin perder el swing (lo cual hasta ese momento parecía un contrasentido), y a veces, dejaba absoluta libertad para que los músicos avanzaran por su cuenta sin más norma que la atención a una suerte de comunidad emocional, aspecto este que llegaría al paroxismo con su disco "Free Jazz" . Era demasiado para servirlo todo en la misma bandeja y las reacciones fueron todavía más airadas que cuando Charlie Parker y Dizzy Gillespie inventaron el bebop. Cuando Ornette Coleman publicó el álbum: "The Shape of Jazz to Come" para Atlantic en 1959, estaba abriendo la veda para lo que se dio en llamar el "freejazz" o jazz libre. Las capas más combativas del pueblo negro hicieron suya la porción que les interesaba de esta música y bajo esa filosofía, la radicalizaron y protagonizaron en la segunda mitad de la década de los sesenta una airada revolución, ya insinuada en el bebop, dispuesta a derribar términos, conceptos y tradiciones que olían a "Tío Tom", el emblema de la esclavitud negra, y a humillaciones ancestrales y papeles sociales bufos e irrelevantes. La vertiginosa evolución hacia ese terreno de John Coltrane sería el detonante de este movimiento iconoclasta que traía nuevos dirigentes al mundo del jazz. Los títulos de los discos perdieron toda su inocencia y empezaron a sonar arrogantes, proféticos y hasta algo impacientes. El Jazz volvió a resurgir de sus cenizas. El jazz contemporáneo El jazz de hoy en día goza de una excelente salud; en los albores del siglo XXI, la música originaria de los arrabales de New Orleáns está absolutamente consolidada y una enorme masa de músicos, compositores, cantantes y arreglistas utilizan los caminos del jazz para expresar un sentimiento que ha sido capaz de soportar no solo el paso del tiempo, sino que lo ha hecho arropado de ideas, conceptos y estilos distintos entre sí, pero con un denominador común: el swing no ha envejecido. En las dos últimas décadas del siglo XX el jazz ha conocido nuevas formas y nuevos músicos y lo más importante: su música ha arraigado entre los más jóvenes una vez que el fenómeno del rock y del pop han amainado. Quizás la figura más importante que encarne todo ese movimiento sea el trompetista Wynton Marsalis; objeto de controversia desde su aparición a finales de los años ochenta, Wynton Marsalis es para unos el reflejo de una sociedad estancada, incapaz de perdurar; para otros sin embargo es el músico más importante de jazz surgido en los últimos treinta años. La verdad es que quienes le tachan de ser un instrumentista impersonal todavía no han explicado como un simple imitador ha sido capaz de crear escuela. El fuerte de todos los músicos dados a conocer en estos últimos veinte años, es sin duda, la técnica; su talón de Aquiles es probablemente la originalidad. a un músico le sigue otro con encomiable presteza y aunque todavía no se vislumbra un perfil artístico capaz de equiparse al de los Armstrong a la trompeta; a Ellington en la composición; o a Parker en la improvisación, si es cierto que hay algunos talentos que en éstos últimos años se han consagrado definitivamente, como es el caso del magnífico pianista, Brad Melda, o prometen mucho y deben consolidarse definitivamente en los próximos años: Diana Kril en la voz, o el saxofonista, Ken Banderear, por poner solo dos ejemplos, pueden ser -y ojalá sea solo cuestión de tiempo- los nuevos grandes músicos del jazz venidero. El futuro del jazz es impredecible, pero no hay duda que la semilla del swing, está fuertemente arraigada en las nuevas generaciones. La Fusión En los años setenta, cuando daba la impresión de que el jazz -raquítico y enfermo- iba disolverse en el movimiento azucarado y simplón que caracteriza a las músicas comerciales, el análisis dominante de la época subrayaba el carácter mestizo de esta música y desacreditaban los prejuicios racistas de blancos sobre negros y viceversa, al tiempo que apuntaban la necesidad del reencuentro del jazz con las raíces populares, supuestamente perdidas en los años anteriores con el freejazz por un exceso de elitismo. Ahí, en ese momento histórico nació la fusión. Hoy en día tampoco se sostiene este punto de vista. Con el paso del tiempo ha quedado claro que las fusiones no constituyen la corriente principal del jazz de los últimos lustros; más bien al contrario. La fusión en el jazz, consiste en realidad en un punto sin retorno originador de otros estilos musicales, como muy bien se ocuparon de demostrar antes que nadie sus primeros y antiguos abanderados (Herbie Hancock, Chick Corea y Freddie Hubbard entre otros). Si alguien lo duda, ahí está para corroborarlo la fusión de mediados de los años cuarenta cuando músicos de formación jazzística como Louis Jordán, Rey Charles o Bill Doggett, se fueron inclinando hacia el rhythm and blues, el soul, el rock and Roll u otras formas de música popular menos intrincadas que el jazz. El fenómeno de la fusión fue sin duda la consecuencia de una tendencia lógica e inevitable hacia las hibridaciones en el seno de una música exclusivamente negra que ya se ha permitido toda clase de cruces raciales. El jazz ha seguido a pesar de los múltiples movimientos hacia otras músicas: en los cuarenta con la música cubana; a finales de los cincuenta con el rhythm and blues y el soul; en los sesenta con la música brasileña que dio lugar a la bossa nova, y en los setenta con el jazz rock que nace con el disco de Miles Davis: "In a Silent Way" , otros derroteros. Y aunque conserva abundantes indicadores de dichas fusiones, continua evolucionando dentro de su propio marco y conservando sus propias y sólidas señas de identidad El Jazz vocal El jazz vocal constituye por si solo una amplia panorámica dentro del extenso universo del jazz. No obstante, son los instrumentistas, quienes han hecho crecer y evolucionar el jazz en los momentos decisivos, y cualquier análisis sobre las grandes voces del jazz, no deben obviar esa realidad. Es muy difícil encontrar cantantes de jazz cuya esencia pertenezcan por completo al jazz: Louis Armstrong, Billie Holiday, Ella Fitzgerald, o Jimmie Rushing, son algunos ejemplos. La gran mayoría son solo cantantes populares que musicalmente hablando, cantan jazz. En los orígenes del canto jazzistico, está como casi en todo, el blues. Es el blues folklórico y rural, cantado en los campos de algodón y en las plantaciones rurales por los esclavos procedentes del continente africano, en las prisiones y en los caminos, el que se usa para expresar el dolor, el abandono, la adversidad, la desesperación o cualquier otro sentimiento personal y social. A la esclavitud, sucedió la segregación racial, y con ella, la intensa corriente migratoria llevó a la población negra a los ghettos de las grandes ciudades a finales del siglo XIX. El blues viajó con ellos y se hizo urbano. Ese canto se difundió no solo entre tabernas y lupanares, sino que el mundo del vodevil, el cabaret y el teatro se hicieron eco de ese canto llevando el blues a las comedias musicales negras de Harlem y Broadway. Cuando las cantantes negras de la época: Mamie Smith, Gertrude "Ma" Rainey, Bessie Smith, o Ethel Waters se desprendieron del manto opaco del vodevil, pusieron los pilares que sostienen todo el canto jazzistico que hoy conocemos. Luego llegó Louis Armstrong, ya convertido en un genial cornetista, innovador y eje básico del jazz moderno. Su aportación a la música vocal fue adaptar su voz -nada privilegiada por otra parte- a los ritmos que ya había conseguido con su instrumento. La voz quebrada y el registro de su corneta, gozaban de una misma maestría rítmica, un dominio creativo de la tensión y la distensión (el swing), de los acentos, las sincopas y las pausas que es lo que constituye en última instancia la excelencia del cantante de jazz. Billie Holiday, Ella Fitzgerald y Sarah Vaughan -para mí, por este orden- ocupan en términos de prestigio, la cima del jazz vocal femenino. Billie Holiday adoptó el fraseo de Louis Armstrong y el temperamento expresivo de Bessie Smith para convertirse en una cantante inigualable en los tiempos medios, redistribuyendo sus acentos y pausas dentro de los límites de la canción; Sarah Vaughan, utilizó su potente registro vocal para aproximarse a una canción como lo haría un instrumentista de viento; y Ella Fitzgerald, además de ser la cantante que más ha calado entre el gran público, consiguió que el "chat" se convirtiera en una herramienta musical completa y autosuficiente. EL CINE Y EL J AZZ El cine sonoro no nació en 1927 cuando se estrenó la obra de Cortland, sino que el cine sonoro nació con el inicio del cine. La gran mayoría de los realizadores de finales del siglo XIX y principios del XX, buscaban la sonoridad del cine, aunque todavía no había medios tecnológicos suficientes. Por lo tanto, cabe decir que la idea de un cine sonoro es intrínseca a la propia naturaleza del cine y se origina junto con las imágenes en movimiento. La narración in situ de la película En un principio esta sonorización se realizaba por medios muy arcaicos. Un explicador o comentador iba narrando a los espectadores in situ lo que acontecía en la pantalla. Poco después se relegó esta figura presencial por una “tecnología” más avanzada que sincronizaba la imagen con el sonido, aunque todavía no se pueda hablar de una integración de la banda de imagen y del sonido en un mismo soporte. La primera exhibición pública conocida del cine sonoro fue proyectada en Paris en 1900. (http://musicadejazz.blogspot.com/) La pista de sonido fue uno de los primeros intentos de un nuevo sistema sonoro. Una de las alternativas fue dada por De Forest: el sonido estaba grabado fotográficamente en un lado de la cinta de la película junto con la banda de imagen. Aunque este método tuvo su competidor con el sonido en disco (el sistema Vitaphone desarrollado por Warner Bros) finalmente ganó la batalla tecnológica el sistema de Forest. INDICE B G bebop, 12, 13, 14, 15 género, 3, 6 C H cine, 2, 18 historia, 2, 9, 10 E J El blues, 7, 9, 17 jazz, 2, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17 F M Fusión, 16 música, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17 N S negros afroamericanos, 6 swing, 5, 7, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17 R rags, 7, 8 BIBLIOGRAFÍA APOLOYBACO. EL JAZZ UN SENTIMIENTO. http://musicadejazz.blogspot.com/. (s.f.).