ESTUDIO DE LA FORMA Y EL CRECIMIENTO URBANO DE LA REGION METROPOLITANA. Fase 1: Mapificación del crecimiento urbano del Valle de Aburrá Un Estudio de ÁREA METROPOLITANA DEL VALLE DE ABURRÁ Ricardo Smith Quintero, Director Jorge Pérez Jaramillo, Subdirector de Planeación UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA Monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, Rector Universidad Pontificia Bolivariana Jairo Augusto Lopera Pérez, Director Centro Integrado para el Desarrollo de la Investigación CIDI Samuel Ricardo Vélez Gonzalez, Decano Escuela de Arquitectura y Diseño GRUPO DE TRABAJO Patricia Schnitter, Arquitecta, Ph.D. Juan Manuel Patiño, Arquitecto, Especialista Sandra Salazar, Arquitecta Juliana Cadavid, Arquitecta Clara Inés Duque, Arquitecta, Magíster Catalina Sánchez, Arquitecta Jesús Anaya, Ingeniero Forestal. Ángela Rave, Ingeniera Ambiental. Valentina Castellanos, Ingeniera Ambiental. Catalina Góez, Ingeniera Ambiental. Martha Lía Giraldo, Historiadora. Darney Echeverri, Ingeniera de Sistemas. Emilse Castrillón, Camilo Zapata, Rodrigo Lombana y Ángela Goez, estudiantes de práctica de Arquitectura. Interventoría Magda Marcela Restrepo Hernández, Profesional Universitario Área Metropolitana del Valle de Aburrá Coordinación de la publicación Oficina Asesora de Comunicaciones del Área Metropolitana del Valle de Aburrá Laboratorio de Arquitectura y Urbanismo -LAUR- Universidad Pontificia Bolivariana Mapas producidos Laboratorio de Arquitectura y Urbanismo, LAUR, de la Universidad Pontificia Bolivariana. Ilustración de la cubierta: Unidades Morfológicas 1948+1970 +1985+1996. Zona central del Valle de Aburrá, Municipios: Bello, Medellín, Itagüí, Envigado, Sabaneta. Esc: 1:50.000 Diseño gráfico Centro Imagen, Universidad Pontificia Bolivariana. Impresión Editorial Artes y Letras Ltda. Registro ISBN 978-958-696-649-8 Medellín, diciembre de 2007 Está prohibida la reproducción parcial o total de esta publicación y mucho menos para fines comerciales. Para utilizar información contenida en ella se deberá citar fuente. Contenido Presentación Introducción Tema Planteamiento del Problema Aspectos metodológicos y conceptuales Procesamiento digital de la información para la elaboración de la cartografía Crecimiento urbano en la segunda mitad del Siglo XX Hacia la metropolización del Valle de Aburrá La ciudad del territorio. Plano de 1948 La ciudad de la explosión urbana. Plano de 1970 La ciudad comunicada y fragmentada. Plano de 1985 La consolidación de la metrópoli. Plano de 1996 Elementos temáticos del análisis: UNIDADES MORFOLÓGICAS Trama regular: 1948+1970+1985+1996 Trama irregular: 1948+1970+1985+1996 Unidad residencial: 1970+1985+1996 Hilera suburbana: 948+1970+1985+1996 Alrededor de industria y/o equipamiento: 1948+1970+1985+1996 Por agrupación: 1948+1970+1985+1996 Por ramificación: 1948+1970+1985+1996 A lo largo de un eje: 1948+1970+1985+1996 Unidades morfológicas 1948 Unidades morfológicas 1970 Unidades morfológicas 1985 Unidades morfológicas 1996 Unidades morfológicas: 1948+1970+1985+1996 Elementos temáticos del análisis: ESTRUCTURA VIARIA Estructura vial 1948 Estructura vial 1970 Estructura vial 1985 Estructura vial 1996 Estructura vial: 1948+1970+1985+1996 Resultados de la Investigación Bibliografía 4 5 6 6 7 9 11 11 12 16 18 20 27 30 32 34 36 38 40 42 44 46 48 50 52 54 57 58 60 62 64 66 69 70 4 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 5 Introducción Presentación La realidad urbana actual no es producto de una generación espontánea, sino el resultado de algo que fue posible y que tuvo actualidad en su día. El trabajo conjunto entre la administración municipal y la academia representa un esfuerzo invaluable en tanto se aprovechan las sinergias para estudiar las temáticas comunes al desarrollo local sostenible. Las ciudades necesitan ser pensadas, combinando propósitos y esfuerzos para la realización de proyectos que de otra manera sería imposible llevar a cabo aisladamente. El presente, el estado actual, no puede presentarse como imagen estática, sino como algo con sentido dinámico, del pasado al presente, como preparación para la proyectación hacia el futuro. Martínez Caro y De Las Rivas. La carencia de estudios del territorio metropolitano del Valle de Aburrá y la región en la perspectiva de una descripción de las transformaciones o cambios materiales en su condición física, como espacio habitable y como resultado de un largo proceso de construcción en el tiempo, llevó a proponer un convenio de apoyo que dio lugar a este proyecto de investigación. El estudio está planteado en varias fases, la primera de las cuales es la que se materializó en la elaboración de una cartografía digital del crecimiento urbano del Valle de Aburrá, que corresponde a esta publicación. La investigación contribuye a identificar y diagnosticar el proceso de transformación de la región y específicamente los hechos que han soportado la construcción del territorio metropolitano. Los resultados obtenidos permitieron una mejor comprensión de los procesos de formación de la estructura metropolitana, de sus cambios físicos y estructurales, contribuyendo a la elaboración de las Directrices Metropolitanas de Ordenamiento Territorial (Acuerdo 015 de 2006) como la revisión de las Orientaciones Metropolitanas de Ordenamiento Territorial de 1998 formuladas por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez Rector, Universidad Pontificia Bolivariana Ricardo Smith Quintero Director, Área Metropolitana del Valle de Aburrá El documento a continuación presenta una parte del resultado del proyecto de la investigación Estudio de la forma y el crecimiento urbano de la región metropolitana: Fase 1 Valle de Aburrá, suscrito en convenio de apoyo No 536 de 2004 entre la Universidad Pontificia Bolivariana y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Este proyecto, inicialmente titulado: Cartografía Digital del Crecimiento Urbano del Área Metropolitana, planteaba la construcción de una cartografía digital para el análisis de las formas de crecimiento urbano. Al iniciar el trabajo de análisis y confección previa de esta cartografía, se evidenció la necesidad de ir construyendo el análisis cartográfico bajo un Sistema de Información Geográfica, SIG, puesto que éste permite, una vez construida la cartografía, generar otras aplicaciones y temas de análisis. El proyecto se presentó al Área Metropolitana del Valle de Aburrá, quien con anterioridad había manifestado su interés en apoyar el estudio cuando se presentó ante COLCIENCIAS, participando de una convocatoria para su financiación. Dado el interés común por los resultados del proyecto para el reconocimiento del territorio metropolitano en sus formas de crecimiento urbano en la segundad mitad del siglo XX, se firmó el convenio de apoyo entre las dos instituciones, Área Metropolitana del Valle de Aburrá y Universidad Pontificia Bolivariana, el cual se desarrolló entre febrero de 2005 y noviembre de 2006. El estudio sobre el crecimiento urbano del Valle de Aburrá espera poder ampliarse a las subregiones de oriente y occidente, y asimismo profundizar en otros elementos de análisis en escalas menores de aproximación, que se podrán ir construyendo, como también la actualización del crecimiento al 2007. 6 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá Tema La investigación que se presenta se centra en reconocer la lectura cartográfica como un medio complementario para el análisis del territorio. El análisis de las formas de crecimiento urbano permite identificar y reconocer el proceso de transformación urbana en el Valle de Aburrá en los últimos 50 años. Éste se incorpora en un sistema de información geográfica, SIG, que permite dar cuenta del proceso de transformación urbana. Planteamiento del Problema En el área geográfica del Valle del Aburrá se localizan 10 municipios del departamento de Antioquia: Caldas, La Estrella, Sabaneta, Itagüí, Envigado, Medellín, Bello, Copacabana, Girardota y Barbosa, en una extensión de 1.152 kms², de los cuales 340 kms² son de área urbana y 812 kms² de área rural. Desde el siglo XVIII, se perfilaron los asentamientos que posteriormente darían lugar a las cabeceras municipales. Para 1951 el Valle de Aburrá contaba con una población de 526.756 habitantes. En 1993 alcanzó un crecimiento poblacional de 2.340.548 habitantes y para el 2000, 3.004.344 habitantes, que equivalía aproximadamente al 56% de la población del departamento de Antioquia. Este crecimiento acelerado se debió en parte al atractivo proceso de industrialización que en las décadas del 50 y 60 se desarrolló en el Valle de Aburrá, sumado al creciente índice de migraciones campesinas a los centros urbanos. La repercusión física de esta problemática incidió en un desbordamiento de los cascos urbanos más próximos a Medellín, produciendo en las décadas siguientes el fenómeno de conurbación o área urbanizada continua. La previsión de este proceso escapó a cualquier acción de planeación en un contexto metropolitano. 7 Este crecimiento del territorio metropolitano plantea el siguiente cuestionamiento ¿Cómo se ha conformado la estructura urbana del área metropolitana en los últimos 50 años? Como referente preliminar para este proyecto se parte de considerar que “la estructura urbana debe interpretarse como el resultado de procesos de producción, consumo e intercambio que se materializan en las distintas formaciones socioeconómicas y en diversos períodos históricos” y que ésta puede definirse como “los diferentes elementos formales y funcionales, entendidos sincrónicamente y considerados primordiales en la conformación de una ciudad y su inmediata periferia, partiendo del principio de que dichos componentes se encuentran interrelacionados y forman parte de un todo”.1 Frente a esta definición, en una perspectiva holística, la investigación propone una mirada desde lo físico espacial como aporte para comprender el proceso de construcción de una estructura urbana en el ámbito metropolitano. Para el análisis del crecimiento urbano se priorizaron diferentes momentos del desarrollo en los municipios pertenecientes al Valle de Aburrá y su relación con el territorio metropolitano. No obstante, el análisis físico espacial se soporta en la “reconstrucción de episodios urbanizadores” que caracterizaron la expansión urbana y el proceso de conurbación del valle en la segunda mitad del siglo XX. La carencia de estudios del territorio metropolitano del Valle de Aburrá y la región, en la perspectiva de una descripción de las transformaciones o cambios materiales en su condición física, como espacio habitable y como resultado de un largo proceso de construcción en el tiempo, condujo a proponer esta investigación, que en su primera fase se materializa en la elaboración de una cartografía digital del crecimiento urbano del Valle de Aburrá, como resultado del estudio. 1 Diccionario de geografía urbana, urbanismo y ordenación del territorio. Barcelona: Editorial Ariel, 2000. En el estudio del territorio, en esta perspectiva, nos hemos apoyado en el trabajo adelantado en el Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio de la Universidad Politécnica de Cataluña, Escuela Técnica Superior Arquitectura del Valles, “La construcción del territorio metropolitano de Barcelona”, Antonio Font, Carles Llop y Joseph M. Vilanova,2 el cual fue decisivo para comprender la necesidad de iniciar un proceso de investigación que comience por elaborar una cartografía histórica del crecimiento territorial. Asimismo, en una dirección similar, la publicación L´explosió de la ciutat3, dirigida por el profesor Antonio Font, trabajo monográfico del conjunto de 13 regiones urbanas europeas realizado por distintos equipos de investigación universitarios desde sus facultades de arquitectura y que pone de manifiesto las transformaciones territoriales recientes de sus regiones. Dicha investigación se presentó en el marco de la exposición Forum Barcelona 2004. Uno de los casos estudiados corresponde a la región urbana de Montpellier, presentada por el arquitecto Stéphane Bosc, profesor de la Escuela de Arquitectura de Languedoc-Roussillon, Montpellier, Francia, profesor invitado a la Facultad de Arquitectura UPB en 2002 y 2005. En su trabajo es importante resaltar el valor que se atribuye al tema morfológico y cómo este enfoque metodológico es fundamental para sus resultados. La utilización de instrumentos gráficos en los que la cartografía constituye una herramienta base para la investigación y análisis de las transformaciones espaciales en el territorio. En el inicio del análisis de crecimiento urbano se contó con el trabajo realizado por el grupo LAUR-UPB sobre el Inventario del Patrimonio Arquitectónico y Urbanístico del Valle de Aburrá elaborado entre 1998-2000 para el Área Metropolitana del Valle de Aburrá con recursos del Banco Mundial. En dicho 2 FONT Antonio, LLOP Carles, VILANOVA Joseph M. La construcció del territori metropolita. Morfogènesi de la regió urbana de Barcelona. Barcelona: Área metropolitana de Barcelona, 1999. 3 FONT, Antonio y otros. L’explosió de la ciutat. Morfologies, mirades i mocions. Barcelona: COAC, 2004. estudio se recopiló la información existente en los municipios respecto a su proceso de configuración y crecimiento, análisis de la evolución histórica, social, cultural, económica y ambiental en forma general desde el siglo XVII; se elaboró un diagnóstico de la evolución histórica y el proceso de configuración urbana del Valle de Aburrá que arrojó, como uno de sus resultados, planos esquemáticos e hipotéticos del crecimiento urbano de los municipios. Se ha contado también con el trabajo de los docentes-investigadores FAUPB, que desde los cursos de pregrado y dirección de monografías, han desarrollado sobre el tema. Aspectos metodológicos y conceptuales El objetivo central del estudio fue identificar y analizar las formas urbanas en el proceso de crecimiento de los municipios del Valle de Aburrá, se enmarcó en la dimensión temporal y espacial del crecimiento urbano del valle durante la segunda mitad del siglo XX, en diferentes períodos de la expansión urbana. Entre los objetivos específicos planteados estaban: Analizar la expansión urbana en momentos claves del desarrollo mediante el estudio de las formas de crecimiento y Procesar digitalmente la información para confeccionar una cartografía de acuerdo con las etapas y temas propuestos. La investigación propuso la lectura cartográfica como medio complementario para el análisis del territorio. La delimitación temporal del análisis se estableció por etapas de acuerdo a la cartografía existente en el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, IGAC, con base en la restitución cartográfica en escala 1:10.000 a partir del año 1948, continuando con 1970 y restituciones de 1985/87. Y como base digital la cartografía SIGMA de 1996 suministrada por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá. 8 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá El análisis planimétrico permitió identificar y clasificar el proceso de transformación urbana en el Valle de Aburrá en los últimos 50 años. El estudio del plano condujo al reconocimiento y la comprensión de la estructura urbana del territorio con base en el análisis de la morfología urbana, a través de la interpretación planimétrica como resultado de procesos de crecimiento o transformación en el tiempo. Una vez realizada la representación gráfica del análisis se propuso incorporarla en una cartografía digital que permitiera dar cuenta del proceso de transformación urbana. Sin embargo, se consideró la importancia de implementarlo en un sistema de información geográfica, SIG, justificado por la “facilidad que ofrece para procesar información espacial y representarla mediante un modelo análogo de la realidad que presenta entidades espaciales a partir del punto, la línea y el polígono e información temática.”4 El análisis morfológico se estructuró con base en cartografías temáticas en las diferentes etapas que identifican la conformación físico-espacial del territorio metropolitano del Valle de Aburrá como conjunto. Éste se complementó con los episodios urbanizadores que caracterizaron la expansión en los diferentes momentos utilizando un enfoque metodológico de carácter histórico que permita visualizar la relación con los hechos políticos, sociales y económicos que los determinaron. Cartografía temática Para el análisis se definió primero una estructura por períodos que corresponde a la cartografía escala 1:10.000, como ya se ha mencionado, disponible en el IGAC. La existencia de esta cartografía editada en los años 1948/1970/1985-87, se trabajó en escala 1:25.000 y 1:50.000 que permite una aproximación a todo el conjunto del área metropolitana y proponer un análisis comparativo entre los diferentes momentos del desarrollo urbano del Valle de Aburrá con la cartografía digital de 1996. 4 Los sistemas de información geográfica en: Análisis y síntesis en cartografía: Algunos procedimientos. MADRID SOTO, Adriana y ORTIZ LOPEZ, Lina. Bogotá. Universidad Nacional, 2005. 9 Las etapas definidas fueron: Etapa I: Anterior a 1948 (cartografía restituida en 1948) Etapa II: De 1950 a 1970 (cartografía restituida en 1970) Etapa III: De 1970 a 1985 (cartografía restituida en 1985/87) Etapa IV: De 1985 a 1996 (cartografía digital 1996) Posteriormente se definió para el análisis la construcción de cartografías temáticas de las condiciones naturales y artificiales del territorio. Las temáticas levantadas con base en la información que se obtuvo son: curvas de nivel, red hídrica, estructura vial y unidades morfológicas. Cada plano temático genera una tabla de información, que en forma de base de datos, permite alimentar el Sistema de Información Geográfica. La sobreposición de los diferentes planos temáticos produjo mapas síntesis que permiten la formulación de hipótesis desde lo físico espacial, sobre los elementos que condicionan las formas del crecimiento urbano. La sobreposición de cartografías temáticas como las unidades morfológicas y la estructura vial en contraposición a las curvas de nivel y la hidrografía, esto es, las condiciones naturales contrapuestas a las acciones antrópicas, permiten definir tendencias y características en la expansión determinadas por las formas urbanas. A futuro, esta definición temática permitirá profundizar en otros aspectos identificando otras modalidades y actores que participan en la expansión urbana. Es el caso de los procesos de urbanización que define Solá Morales, en su propuesta de “Las formas de crecimiento urbano”5. 5 Solá Morales, con el Laboratorio de Urbanismo de Barcelona, LUB elaboró una teoría de la forma física que distingue entre elementos que son unidades de forma y los procesos de urbanización, parcelación y edificación. (Formas de crecimiento urbano) Propuesta conceptual y metodológica que sirvió de base para la investigación pero que no se lleva a cabo en su planteamiento completo por la escala de la cartografía con la que trabajamos y el nivel de información que ésta permite. Procesamiento digital de la información para la elaboración de la cartografía Es importante resaltar que el procesamiento digital, se programó inicialmente para desarrollarlo en formato DWG, Autocad, pero que en el proceso de la investigación se evidenció la necesidad de implementarlo en un SIG, que a futuro permitiría mayores aplicaciones del trabajo realizado. La digitalización se planteó teniendo como base la existencia de la cartografía digital 1996 que suministró el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, para ser editada y que cumpliera con los parámetros establecidos por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi IGAC y las necesidades del Sistema de Información Geográfica SIG. Para posteriormente incorporar los planos temáticos producto de la investigación en un sistema de información geográfica, que permite funciones de análisis que combina representaciones graficas y técnicas cuantitativas. Correspondió al Área Metropolitana del Valle de Aburrá la contratación de la digitalización de la cartografía de acuerdo al convenio establecido, bajo la supervisón de la Universidad Pontificia Bolivariana UPB. Sin embargo, una vez revisada la cartografía entregada en DWG, Autocad, por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá al contratista, se reconocieron múltiples dificultades que presentaban los mapas en formato DWG, Autocad, especialmente en cuanto a la falta de una estructuración temática en capas y la carencia de un diccionario de datos y metadatos. Adicionalmente se observó la existencia de diversos sistemas de coordenadas en la información digital, donde algunos mapas no se ajustaban a los orígenes IGAC. Para la digitalización multitemporal o de las diferentes etapas, se partió de la cartografía IGAC escala 1:10.000 previamen- te escaneada que aportó la Universidad Pontificia Bolivariana UPB. Inicialmente se georeferenciaron las planchas IGAG con base en las coordenadas de cada plancha. Determinando una exactitud horizontal de alrededor 10 m. según la calidad del original y del escaner. Se evaluó la correspondencia de la información vector existente en el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y homologada por Integral correspondiente al año 1996. La delimitación del área total de estudio se definió por la disponibilidad de las planchas del IGAC. El área gráfica coincide con la totalidad de las áreas urbanas pero no con la totalidad de las zonas rurales de los municipios del Área Metropolitana. La información digitalizada en cada uno de los mapas corresponde a los siguientes elementos: lo construido (manzanas y casas), la estructura vial (vías) y el sistema hídrico (quebradas principales y río Medellín) para cada año. Sin embargo, es importante aclarar que para la construcción de la cartografía base el plano del año 1996, en DWG, se encontraba en pésimas condiciones para el trabajo, generando un esfuerzo muy grande en la digitalización de todos los elementos, solo con algunas excepciones, lo cual no estaba contemplado inicialmente en el procesamiento digital puesto que la idea era extraer, en lo posible, todo lo que se tenía digitalizado de 1996. La red hídrica se construyó a partir de la información suministrada por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y el plano “río_orden3” generado a partir de un producto conocido como “Río” elaborado dentro del proyecto “Diseño y puesta en Marcha de la red de Monitoreo Ambiental en La Cuenca Hidrográfica Del Río Medellín en Jurisdicción del Área Metropolitana”. Las curvas de nivel corresponden al plano suministrado por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá. A partir de la base cartográfica para cada uno de lo años, se construyeron los diferentes planos temáticos, unidades morfológicas y estructura vial que se digitalizaron a partir de la información resultante del análisis cartográfico realizado por el grupo de trabajo de la UPB. 10 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 11 1948 Crecimiento urbano en la segunda mitad del Siglo XX Hacia la metropolización del Valle de Aburrá 1970 1985 1996 El análisis gráfico realizado a partir del estudio de las formas de crecimiento en el proceso de transformación urbana del territorio metropolitano del Valle de Aburrá en los últimos 50 años, nos permite establecer una caracterización de cada situación definida por los cuatro momentos seleccionados. La cartografía seleccionada de 1948, 1970, 1985 y 1996 es determinante para entender el proceso de ocupación urbana del territorio del Valle de Aburrá. La interpretación del plano de 1948, siendo este primer momento el inicio de nuestra investigación, nos permite resaltar algunas circunstancias previas que caracterizaron la ocupación del Valle de Aburrá entre los siglos XVII y XIX e inicios del XX. La interpretación gráfica que aportan los planos de 1970, 1985 y 1996, evidencian el desbordamiento de los núcleos urbanos más próximos a Medellín, produciendo el fenómeno de conurbación que caracteriza la condición metropolitana. De la ocupación del valle que permiten interpretar las diferentes cartografías, emerge la mancha urbana caracterizada por el rápido desarrollo acontecido en los 50 años en que se consolida la metropolización y se reglamenta el funcionamiento del Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Al analizar la mancha del crecimiento urbano en los cuatro momentos, se puede afirmar que la configuración metropolitana del Valle de Aburrá responde, en su estructura espacial y forma de crecimiento urbano, a una condición polinuclear con núcleo dominante y crecimiento concentrado contenido en su delimitación geográfica, como se puede apreciar al comparar la sobreposición de los momentos significativos en el crecimiento. 12 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 13 Medellín, ubicada en la zona centroriental del valle, en el lugar donde éste se amplía, determina una gran ocupación que sobrepasa considerablemente el desarrollo urbano de las otras cabeceras municipales. Para 1951, la población del municipio de Medellín alcanzaba 385.189 habitantes mientras que la población en conjunto de los municipios del norte era 71.490 habitantes y los del sur alcanzaban 70.077 habitantes. La ciudad del territorio Plano de 1948 La cartografía de 1948 corresponde a la primera etapa del estudio con el que iniciamos el análisis planimétrico. Permite interpretar la ocupación del territorio para mediados del siglo XX y establece un punto de partida para la comparación con los tres momentos siguientes. Sin embargo, también representa un punto de llegada que consolida la formación urbana de los siglos anteriores y define la situación base para la comprensión de la forma y el crecimiento urbano, permitiendo caracterizar para entonces, la ocupación del territorio. Este primer momento analizado, plano 1948, está soportado en la restitución cartográfica realizada por el IGAC con fotografías aéreas de los años 1945 y 1946. En una descripción preliminar del territorio urbano, encontramos a lo largo del río los núcleos fundacionales o de origen de las cabeceras municipales que en su mayoría responden a un trazado ortogonal derivado de la reinterpretación de las Leyes de Indias. Para entonces, Medellín se extiende hacia la ladera nororiental en un proceso de expansión del núcleo central continuando con las características regulares de su trazado y salvando los accidentes geográficos. Hacia el suroriente se encuentra el núcleo del Poblado separado del núcleo central y cuyo origen se remonta al siglo XVII. Hacia el occidente, al otro lado del río se ubican pequeños núcleos urbanos o fracciones6. Se encuentran principalmente Belén, La América y Robledo; y hacia el noroccidente San Cristóbal. Su emplazamiento está condicionado por cruces de caminos y algunos se definen en torno a una plaza regular. En el territorio es característica la ocupación urbana en forma lineal siguiendo el curso de vías suburbanas en las dos márgenes del río. Hacia el sur del valle, las cabeceras municipales de Envigado, Itagüí, La Estrella y Caldas; y al norte, Bello, Copacabana, Girardota y Barbosa, responden en su mayoría al trazado regular que les dio origen, y que caracteriza su implantación inicial. Se evidencia la relación de estos poblados fundacionales con el territorio, como espacio geográfico que determina las condiciones para su organización. Éstos se generan en cruces de 6 Denominación utilizada para entonces, hace referencia al barrio o núcleo residencial urbanizado distante del centro de Medellín. vías de comunicación que conectan con el resto del territorio y asimismo, hay una directa relación con las características topográficas e hidrográficas y el lugar de estos asentamientos. La situación urbana que resume el plano de 1948, permite leer la ocupación en el territorio de más de 250 años a partir de la fundación de Medellín, sustentado en el sistema territorial construido en el periodo prehispánico. En 1675 se fundó la Villa de Nuestra Señora de La Candelaria de Medellín, que como afirma Botero Herrera7 es el resultado de la política española para concentrar población con finalidades de control político, militar y religioso ante la ocupación dispersa con algunos agrupamientos espontáneos de mayor densidad que caracterizaba el Valle de Aburrá. Desde entonces se fueron concentrando otros poblados siguiendo la forma lineal condicionante de la geografía del valle, dando origen a las cabeceras urbanas de los futuros municipios. La Villa recién fundada se había ubicado en un lugar estratégico para las comunicaciones con el resto del país, marcando el ámbito de la naciente población como centro comercial. Las buenas condiciones climáticas del valle, la fertilidad de los suelos para la agricultura y la ubicación estratégica respecto a las regiones mineras, favorecerían los procesos de población y desarrollo de la ciudad. En el siglo XVIII la Villa se desarrolló considerablemente debido a las obras públicas que se ejecutaban. Sin embargo, no será sino hasta finales del siglo XIX, cuando presenta un 7 BOTERO HERRERA, Fernando. Medellín, 1890 – 1950. Historia urbana y juego de intereses. Medellín: Universidad de Antioquia, 1996. P 13 14 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 15 tos a partir del ámbito de influencia y el medio de locomoción o transporte. En el desarrollo urbano del Valle de Aburrá, la estructura viaria y ferroviaria, enmarcada en las condiciones longitudinales del valle y el eje estructurador del río, del que se adelantaban obras parciales de canalización, permiten evidenciar la estructura de carácter metropolitano que adquiere el territorio. importante crecimiento urbano. Medellín pasó de ser centro comercial a un lugar óptimo para el establecimiento de la industria. El cruce del ferrocarril por el Valle de Aburrá, la proximidad a fuentes de agua para generación de electricidad para los procesos industriales y la cercanía de un mercado de expansión, se convirtieron en los principales factores para el fortalecimiento de la incipiente industria. La industria fue el motor del crecimiento urbano en las primeras décadas del siglo XX, promoviendo el fortalecimiento de las cabeceras municipales próximas a Medellín, como Bello, Envigado e Itagüí. La construcción del ferrocarril y las vías de comunicación a lo largo del valle irían definiendo la estructura lineal tan condicionada por la geografía. Partiendo del primer momento, el plano de 1948, se construyeron las diferentes cartografías temáticas de análisis de las condiciones naturales y artificiales. De este análisis, en una primera identificación morfológica de la ocupación del territorio y su estructura urbana, se realiza una clasificación derivada de la interpretación del plano donde se evidencia en primera instancia el trazado caracterizado por núcleos de origen fundacional en forma de damero y su expansión, que se adapta a las condiciones físicas del lugar. Sin embargo, se identificaron bajo la clasificación de trazado irregular aquellas expansiones de la trama regular que pierden su condición ortogonal, al ser resultado de intervenciones o prolongaciones de pequeña magnitud condicionados a los propietarios del suelo y un proceso discontinuo de urbanización. La segunda instancia pertenece a la clasificación por dispersión. Aquellos asentamientos que se caracterizan por una ocupación no continua respondiendo a una estructura suburbana pero que permiten definir una unidad morfológica, cuyo común denominador se caracteriza por zonas de ocupación en forma dispersa conectada con una estructura de carreteras o caminos. La infraestructura viaria para entonces soporta la movilidad en el territorio. De ésta se identificaron los distintos elemen- Del plano de 1948 emergen las formas básicas de ocupación, que representan la materialización en el territorio de la estructura socioeconómica y política que define la primera mitad del siglo XX y que evidencia la estrecha relación existente entre la geografía del valle y la localización de los núcleos urbanos. Una situación, que aunque expresa la condición de núcleo dominante de Medellín, refleja un equilibrio en la ocupación polinuclear del territorio. El Plan Piloto de Medellín, la incidencia del Urbanismo Moderno Hacia mediados del siglo XX, Medellín es considerada la segunda ciudad de Colombia y principal centro industrial en desarrollo. La preocupación manifiesta por el crecimiento urbano generaría para entonces la contratación del Plan Piloto con los arquitectos extranjeros Paul Lester Wiener y José Luís Sert.8 El plan piloto, considerado la etapa más creativa del Plan Regulador, debía determinar el criterio urbanístico y las directivas generales a seguir para la reorganización de la ciudad y su crecimiento. Éste se elabora en el marco de la ley 88 de 8 La ciudad tenía para entonces una población aproximada de 250.00 habitantes y el plan calculaba 700.000 habitantes para 50 años. 1947, que incluye por primera vez en la legislación urbanística colombiana la obligación de elaborar planes reguladores para direccionar y reorientar el desarrollo urbano de las ciudades en municipios con un presupuesto mayor a $200.000 pesos. Sin embargo, no podemos desconocer intenciones anteriores por parte de la administración municipal a finales del siglo XIX y en las primeras décadas del siglo XX para ordenar el crecimiento de la ciudad. No obstante, el mérito que aporta el Plan Piloto es poner de manifiesto la necesidad de considerar la dimensión metropolitana y supramunicipal. En el informe del Plan Piloto que entregan los urbanistas Wiener y Sert, hacen énfasis en la definición de una región más inmediata a la ciudad que denominarían Área Metropolitana, y se limitaba a la parte del río Medellín. “Este valle presenta condiciones especiales debido a su confinamiento dentro de limites estrechos obligando a las líneas naturales de comunicación a seguir los bordes del Río”9, comprendiendo la vocación metropolitana que caracterizaba el Valle de Aburrá. Podríamos afirmar que por primera vez se dan unas recomendaciones de carácter metropolitano para la planeación física que involucraban las obras de canalización del río, infraestructura vial, usos del suelo, industria y áreas residenciales; éstas definían la estructura metropolitana del territorio soportado en la determinante físico-geográfica. La estructura urbana propuesta en el plan estaba basada en los planteamientos del urbanismo moderno soportados en la Carta de Atenas y en una separación por funciones. 9 Informe Plan Piloto de Medellín. En: RESTREPO URIBE, Jorge. Medellín su origen, progreso y desarrollo. Medellín: Servigráficas. 1981. 16 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 17 Siguiendo la metodología de las capas temáticas y a partir de las características que emergen del plano de 1970, los aspectos que llevan una atención especial y que se desprenden de la ocupación urbana, son las unidades morfológicas resultantes y la estructura vial. Éstos soportan la mayor transformación de la estructura urbana en el territorio; puesto que en relación con los naturales, la topografía se conserva sin muchos cambios y la hidrografía se revisa desde su transformación, canalización de quebradas o cubrimiento. Al tratar de identificar la nueva ocupación, a través de las unidades morfológicas, evidenciamos la magnitud de la ocupación en el plano de 1970 en correspondencia con las identificadas anteriormente en l948, esta situación nos llevó a denominar esta etapa como “la explosión urbana”. La ciudad de la explosión urbana Plano de 1970 La configuración urbana resultante que representa el plano de 1970, describe la ocupación del territorio en las décadas de 1950 y 1960, y expresa la situación de crecimiento acelerado en la parte central del valle, principalmente la ciudad de Medellín, reafirmando su condición de núcleo dominante y direccionando un proceso de conurbación hacia el norte y el sur. Una situación que desborda notablemente la ocupación del territorio comparada con la del plano de 1948. Si comparamos el total de la población del municipio de Medellín acorde con el censo de 1973 que sobrepasaba el millón de habitantes, 1.151.762, con las cifras del censo de 1951, 358.189 habitantes, podemos ver cómo la población se triplicó en un periodo de 22 años. El mayor crecimiento lo tendrán los municipios de Itagüí y Bello, principalmente Itagüí que incrementó su población entre 1951 y 1973 en 5,2 y Bello en 3,8 veces. Del norte será también significativo el crecimiento de Copacabana, (2,8 veces) y del sur Envigado (2,5) aunque desde 1968 se separa Sabaneta, La Estrella (2,7) y Caldas (2,7). Acordes a la clasificación inicial de ocupación derivada del trazado, se diferenciaron dos categorías una por su condición regular y otra irregular. Esta diferenciación está soportada en considerar que el trazado regular corresponde a una mayor voluntad de orden o planeamiento previo, que se percibe en sus características geométricas, vinculada en su gran mayoría a una actuación de mayor dimensión. Pueden proceder de intervenciones de carácter público o privado. En el trazado irregular, aún cuando comparte características semejantes, prima cierta irregularidad en sus formas. Intervenciones pequeñas que en su conjunto van dando forma a la ocupación urbana pero sin responder a algún planeamiento general. Resuelve más que todo el problema de ocupación de pequeñas fracciones. Dado el alcance propuesto por la investigación, no se profundiza para llegar a definir el carácter de cada actuación y su agente o promotor. Sin embargo, se elabora una tabla que identifica cada unidad con su descripción formal y localización. De la clasificación por dispersión, se destaca la clasificación de las unidades morfológicas alrededor de equipamiento o industria caracterizada por el “vacío”, que comparten, con la preexistencia de equipamientos o industrias, la carencia de trazado que las estructure. Las unidades identificadas permiten evidenciar una situación que se va gestando en el desarrollo urbano, que va tejiendo una ciudad de fragmentos ocu- pando los “vacíos” del plano de 1948. En esta ocupación se van consolidando las hileras suburbanas que van adquiriendo un carácter urbano en su papel de estructurantes viales. En 1948, la contratación del Plan Piloto para Medellín determinó una visión hacia la planeación de la ciudad, el plano de 1970, nos permite leer qué tanto de la ciudad construida responde a las directrices trazadas y su aplicación. Sin embargo, la ciudad de Medellín evolucionó a un ritmo que no permitió resolver los problemas que se presentaban por el incremento acelerado de la población.10 La ciudad adquiere un gran dinamismo que va dando como resultado una construcción fragmentada o por partes respondiendo a los diferentes procesos urbanos, legales o ilegales. Las dimensiones de estas actuaciones estarán determinadas por las parcelaciones que definían las normas vigentes. No obstante, en esta construcción fragmentaria, evidenciada por las unidades morfológicas identificadas, es necesario rastrear el modelo de unidad vecinal propuesto por el Plan Piloto, situación que se destaca principalmente en la zona centroccidental de Medellín. No se cumplen en su totalidad los criterios propuestos, pero si se puede hablar de una concepción nueva de hacer ciudad, destinada para el uso residencial y comercial, determinando una nueva forma de ocupación basada en la unidad vecinal, que algunas veces se caracteriza por pequeñas actuaciones, limitadas por la dificultad de intervenir sobre porciones importantes del territorio. La lectura registrada en la sobreposición de las unidades morfológicas y la estructura vial nos lleva a evidenciar la relación directa entre los proyectos viales y las áreas residenciales que se generan en esta época. Las intervenciones de Valorización Municipal a partir de 1952 sobre la estructura vial principalmente en la zona occidental de la ciudad tendrán una repercusión importante sobre extensas zonas que no se habían utilizado por falta de vías y drenajes. 10 COUPÉ, Françoise. Migración y urbanización 1930-1980. En: Historia de Medellín, tomo II. Bogotá: 1996. 18 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 19 En relación a la ocupación urbana, en los 15 años de 1970 a 1985, la ciudad ya no se extiende de manera continua, sino que empieza a llenar los vacíos existentes en forma de fragmentos a manera de un patchwork. Al analizar la cartografía de 1985, se observa como las zonas que inicialmente representaron el importante crecimiento en el 70 empiezan a consolidarse. La nueva ocupación, junto con la consolidación y transformación de unidades morfológicas anteriores, genera como resultado un tejido que va llenando y dando forma al continuum urbano. La ciudad comunicada y fragmentada Plano de 1985 Entre 1969 y 1971 se realizó por parte de la Oficina de Planeación Municipal de Medellín el Estudio básico para el Plan Vial de Medellín, basado en una sólida investigación de campo que como resultado proponía un sistema arterial en el núcleo urbano principal, e incorporaba conceptos ya esbozados en 1964 del sistema arterial del río, perfilándolo cada vez más como el corredor multimodal de paso libre y el sistema de puentes con enlaces de trébol.11 El estudio tuvo un enorme impacto en la estructura nuclear-arterial de Medellín, previendo inclusive enlaces metropolitanos. El tema del transporte masivo sería también un aspecto tratado en este estudio. El sistema metro fue aprobado en 1975 pero no sería sino hasta 1985 que se empiezan las obras y su inauguración sólo hasta 1995. El plano de 1985, como se evidencia principalmente en el análisis de la estructura vial recoge en su mayoría la implementación del plan vial de 1970. 11 BOTERO GOMEZ, Fabio. La planeación del desarrollo urbano de Medellín, 1955-1993. En: Historia de Medellín, tomo II. Bogotá: 1996. La nueva ocupación que predomina en este período se encuentra al norte de Medellín costados occidental y oriental, hacia la parte alta, y en el municipio de Bello hay grandes zonas al norte y sur del núcleo central y que responden a soluciones de vivienda de interés social en su mayoría. En muchos casos a fin de ampliar coberturas en la oferta estatal y privada de vivienda popular en los años 80 se adoptaron normas mínimas en los estándares urbanos y de habitabilidad, que generaron un uso irracional del suelo, limitaron las posibilidades de redensificación, y deterioraron el espacio público y las reservas para futuros equipamientos e infraestructuras. En el borde de la zona centroccidental y centroriental de Medellín, en menor escala se percibe también un incremento de la ocupación, en respuesta a estas características. Este modelo de ocupación del suelo profundiza el desequilibrio espacial, y genera desarticulación en el tejido barrial y segregación. La radialidad en torno al centro de Medellín y algunos incipientes subcentros zonales, aumenta la presión sobre la periferia, en las laderas norte, centro oriente y occidente de la ciudad, de altas pendientes, y uso no apto para la urbanización, aumentando la vulnerabilidad y riesgo para el asentamiento. Al sur, de la zona central del Valle de Aburrá, la condición es muy diferente, la nueva ocupación predomina a lo largo del río de forma no continua tejiendo los diferentes espacios. De la lectura de las formas de ocupación en el plano del 85, basada en la clasificación preliminar de las unidades morfológicas, emerge una nueva categoría que hemos denominado urbanización residencial. Esta se observa en el plano del 70 de manera mínima, sin embargo para este año toma una gran relevancia. Se asocian algunos de estos casos con la aparición de “urbanizaciones cerradas”, que comienzan a caracterizar nuevas formas de habitar la ciudad. Lo que algunos autores han señalado como la privatización del espacio público con el cierre de urbanizaciones que da como resultado la pérdida de la unidad barrial como referente urbano, de sus condiciones de entorno propicio para la socialización y desarrollo comunitario, carentes de referentes simbólicos-colectivos. Las intervenciones de la ciudad planificada están representada en la ciudad del plan vial que se propone en 1971 y que se materializada al analizar la estructura vial en la cartografía de 1985. Al registrar lo nuevo en el lapso entre 1970 y 1985, la vialidad ocupa un lugar preponderante en la construcción urbana. Este período se caracterizaría por la predominancia de las políticas de vialidad. Se llevaron a cabo grandes proyectos viales que modificaron la estructura urbana. “La implementación de estos proyectos, produjo una de las transformaciones más visibles del espacio urbano y se conectó con una idea de progreso que colocaba en lo físico y sobre todo, en las grandes vías, el signo claro de aproximación hacia una imagen de ciudad moderna”12 Las estructuras de circulación, -autopistas, vías arterias, anillos viales, tréboles- al servicio del automóvil se convirtieron en el criterio organizador de la ciudad. Las transformaciones del Plan Vial se manifiestan en la ciudad con sus grandes infraestructuras viales y en la zona centro de la ciudad la intervención de la Avenida Oriental. 12 NARANJO Gloria, VILLA, Marta Inés. Entre luces y sombras. Medellín: Espacio y Políticas Urbanas. Medellín: Corporación Región. 1997. P.76 20 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 21 La consolidación de la metrópoli Plano de 1996 La lectura del plano del año 1996 permite considerar los efectos de una planeación metropolitana puesto que es en 1985 que se adopta el “Plan Integral de Desarrollo Metropolitano. Para Consolidar la Metrópoli”, este plan condensaba las investigaciones realizadas para identificar la dinámica de la estructura metropolitana. de los arquitectos la necesidad de coordinar, con los demás municipios del Valle de Aburrá, una planeación regional y no local. Continuando con este propósito encontramos que en 1966, se lograría proyectar una entidad llamada Municipios Asociados del Valle de Aburrá, por iniciativa de varios municipios.14 En el plano legislativo sólo en 1968, la reforma constitucional autorizaría la formación de áreas metropolitanas y en 1979 por ley nacional se reglamenta el artículo de la constitución. En 1980 se adoptaría la ordenanza que dispuso el funcionamiento del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, convirtiéndose en la primera que se conformó en el país y la que comprende un mayor número de municipios. La oficina de planeación municipal se reestructuraría con funciones metropolitanas a partir de 1982. Y en 1985 se adoptaría dicho Plan Integral de Desarrollo Metropolitano. En busca del crecimiento equilibrado. Hacia una Visión Metropolitana Sin embargo, no podemos desconocer los antecedentes de un interés por la condición metropolitana que se remontan a 1717, como lo afirma Restrepo Uribe13 cuando se decretaron dos caminos a lado y lado del Río Medellín para facilitar el tráfico por el valle, evidenciando una preocupación por integrar los municipios del Valle de Aburrá. Posteriormente, no será sino hasta 1948 con Wiener y Sert, cuando se encarga el Plan Regulador para Medellín, que se manifieste por parte Es importante resaltar, que a principios de la década del 70, la preocupación generada por el aumento de población y el crecimiento urbano, conduciría a la búsqueda de la definición de una figura jurídica del área metropolitana. Desde el Estudio del Plan Vial para Medellín 1969 -1971 y su aprobación, se tenía una visión amplia de los problemas de la ciudad con una perspectiva metropolitana, su articulación a los usos y las densidades del Valle de Aburrá, sobretodo la idea de la 13 RESTREPO URIBE, Jorge. Medellín su origen, progreso y desarrollo. Medellín: Servigráficas. 1981. P. 144. 14 Ibid “metrópoli Medellín integrada”.15 El Plan Vial representa el hecho de movilidad más importante al generar el corredor de transporte metropolitano y dar solución al transporte pesado y al transporte de travesía sobre el corredor del río como estructurante, ya no sólo natural sino de la movilidad. Las transformaciones que se realizan en la ciudad tienen que ver principalmente con la estructura vial. Para entonces se empieza hablar de la metropolización, como expresión de ese fenómeno expansivo que se percibía en torno a un centro de mayor jerarquía, -la metrópoli-. Sin embargo, aún no se vislumbra la claridad necesaria de una propuesta para el manejo armónico de las actividades y servicios básicos comunes a las distintas poblaciones, a partir de la estructuración concertada de las áreas metropolitanas como instancias que, por encima de las demandas y necesidades locales, orientaran y coordinaran el desarrollo conjunto preservando elementos esenciales de las necesarias autonomías individuales. 15 BOTERO GÓMEZ, Fabio. Historia del transporte público de Medellín. 1890-1990. Medellín 1998. 22 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 23 a Medellín y generó rápidamente el fenómeno de conurbación física de los cascos urbanos. Es decir, se entiende que se creó la entidad supramunicipal, pero la planificación del territorio metropolitano estaba en manos todavía del municipio núcleo. En el interés por planificar el crecimiento del Valle de Aburrá, podemos señalar algunas acciones significativas que contribuyen a la constitución del Área Metropolitana. En 1973 se firmó un convenio con objeto de crear una oficina encargada de coordinar un plan metropolitano entre los diferentes entes planificadores, Planeación Departamental, junto con Planeación Nacional y Municipal de Medellín y las Empresas Públicas de Medellín; este plan tenia inicialmente un carácter orientador, pues carecía de herramientas legales y jurídicas que le dieran el perfil de obligatoriedad. El plan se fundamentaba en la necesidad de reordenar el desarrollo del Valle de Aburrá y planificar el crecimiento hacia el oriente de Medellín, el Valle de Rionegro.16 En 1974, la oficina de Planeación Departamental de Antioquia formuló por primera vez las directrices para el desarrollo en el documento: “Planeamiento General para el desarrollo de Antioquia”, en el cual se concretaron propuestas para el desarrollo espacial del Área Metropolitana. Se advertían para esa época las dificultades en cuanto a regulación urbanística, y aún de orden ambiental, entre los desarrollos periurbanos y campestres de Medellín, frente a los que 16 En 1974, Planeación Nacional contrataría el estudio Toups - AEI sobre el crecimiento regional de los Valles de Aburrá y Rionegro, que aporta ideas sobre el Ordenamiento Territorial de los dos valles. Para entonces se tenía la idea de que Medellín estaba llegando a niveles de saturación del suelo y era necesario pensar en el Valle de Rionegro (al oriente) como futura expansión. Para entender esta percepción es importante remitirse a un titular de prensa en 1973: “Medellín se va para Rionegro” El Tiempo, 13 de marzo de 1973. SCHNITTER Patricia. José Luís Sert y Colombia. Medellín: 2004. p 265 - 266. aparecían en municipios de la subregión del oriente cercano en las zonas de frontera, como efecto del crecimiento de los flujos de comunicación vial que se generaba con progresiva intensidad entre el Valle de Aburrá y el Valle de Rionegro. de 1978, daría lugar a la expedición del decreto que disponía el funcionamiento de las áreas metropolitanas17 y mediante Ordenanza No. 034 de 1980 se dispuso el funcionamiento del Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Fue así como surgió entonces en la Gobernación de Antioquia una oficina encargada de proyectar un “plan metropolitano”, apoyada en las perspectivas de un concepto, la “metropolización”, que tenía suficiente auge y desarrollo en el mundo desde el comienzo del Siglo XX y que otorgó facultades extraordinarias al ejecutivo para regular las características básicas. En 1982, el Alcalde de Medellín mediante Decreto No.040, reestructuraría el Departamento de Planeación Municipal para que cumpliera las funciones de planeación Metropolitana y se fortaleciera la planificación de todo el territorio desde el núcleo; afectando con problemas el ordenamiento físico de otros municipios. Es así como la localización de áreas de expansión, y en especial para vivienda de interés social, se ubican en otros municipios supliendo la demanda de Medellín y la ubicación de equipamientos de carácter metropolitano (Relleno Sanitario, Aeropuerto y Metro entre otros.). Esto incidió fuertemente en el crecimiento acelerado de los municipios aledaños Las inquietudes desde el departamento de Antioquia al respecto de una planeación metropolitana, y en particular de Medellín, fueron las precursoras del concepto sobre áreas metropolitanas en el país. Conscientes de que el fenómeno no era exclusivo del Valle de Aburrá surgió en la Reforma Constitucional de 1968 la figura de las áreas, que bajo las facultades extraordinarias conferidas al Ejecutivo por la Ley 61 17 Decreto-Ley 3104 de 1979 en virtud del cual se dispuso el funcionamiento de las áreas metropolitanas del Valle de Aburrá, de Centro Occidente, de Bucaramanga, Cali y Barranquilla. Por otro lado, las políticas de estado enfocaron la planificación hacia el desarrollo integral, con especial énfasis en lo social y económico. Esta situación condujo a una planificación socio-económica con gran influencia en lo físico, donde el valle comienza un proceso de transformaciones físicas que obedecerían más a la necesidad puntual o sectorial, que a un ordenamiento físico. Para 1985 se formula el Plan Integral de Desarrollo Metropolitano “Para la consolidación de la metrópoli”, que establece siete estrategias regionales para la consolidación de la metrópoli y la región. De aquí se deriva la formulación de los planes de ordenamiento territorial zona norte y zona sur, que definieron una propuesta de ordenamiento físico para el Valle de Aburrá. Desafortunadamente fueron ejercicios de planificación indicativos pero no vinculantes en el desarrollo de los municipios. En paralelo a esto, en 1988,18 se expide el Estatuto Metropolitano de Planeación Usos del Suelo, Urbanismo y Construcción para el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, que permitió unificar por los menos las condiciones de habitabilidad de construcción y urbanización de los municipios del Valle de Aburrá. Para entonces, en la década de los 80, se evidencia una decadencia fuerte en el sector industrial, generando impactos en 18 Por Acuerdo No.03 de la Junta Metropolitana 24 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 25 vivienda. Adicionalmente, es preciso tener en cuenta la capacidad administrativa de los municipios para recibir los nuevos desarrollos, que no pueden estar orientados únicamente en la disponibilidad de tierra, sino en la localización de los equipamientos necesarios y la redensificación de áreas con suficiente infraestructura para esto. Basados en un reparto equitativo de cargas y beneficios. la economía regional y en lo social. El estado pierde aliados importantes en la asistencia social a la población, puesto que las industrias asumían gran parte del bienestar social de una parte de la población, esto acentuaría más el desequilibrio urbano porque los bienes y servicios seguían concentrados en el núcleo dominante. En la década de los 90, ocurren hechos que transforman fuertemente el desarrollo y los procesos de planificación del territorio y en el estado. Primero que todo se promulga una nueva constitución política, que trasforma el estado paternalista que asumía toda la planificación, por un estado participativo, donde la planificación del territorio debe ser compartida entre el estado y la ciudadanía, y convierte al municipio en el protagonista del desarrollo, otorgándole una mayor autonomía para los procesos en su territorio. Asimismo Colombia participa en la cumbre de la tierra realizada en Río de Janeiro, Brasil en 1992. Allí se asumen compromisos de crear una legislación muy concreta sobre medio ambiente y en especial para los centros urbanos, firmando compromisos en la llamada “Agenda 21”. Esto incide en la nueva legislación colombiana que crea en 1993 la Ley 99 y el sistema nacional ambiental. Por otra parte, se fortalecen jurídicamente las Áreas Metropolitanas con la Ley orgánica 128 de 1994 que le otorga la función de planificadora del territorio, con competencias muy claras sobre el desarrollo territorial. Por último se modifica la ley 9 de 1989 de reforma urbana con la ley 388 de 1997 que obliga a los municipios a formular los planes de ordenamiento territorial en su jurisdicción. Es así, como para entonces, comienza un período de gran influencia de la planificación en el componente físico espacial. Se formularía la primera generación de planes de ordenamiento territorial entre 1999 y 2001, como una primera aproximación al territorio y como plataforma para el desarrollo económico y sociocultural, y la posibilidad de armonizar el desarrollo urbano con el medio natural. Sin embargo, esto debe articularse con los procesos de planificación a otras escalas,19 donde hay que entender a los municipios en un contexto metropolitano y a la metrópoli en un contexto regional. Situación aún por consolidar. cercano como efecto del mejoramiento en las condiciones de comunicación. Esta última percepción debe tenerse como un antecedente de los años 60 del concepto de “Ciudad-Región”, que hoy el Área Metropolitana, concibe bajo el concepto evolucionado de “Gran Región Metropolitana”, y comienza a ser claro que la entidad supramunicipal debe hacer esfuerzos por mejorar las condiciones de conectividad de la subregión con las otras, a fin de hacer viables las opciones de competitividad. En estos términos deberá ser posible se aúnen esfuerzos y recursos para la toma de decisiones que impacten en las condiciones de “atractividad” subregionales del Valle de Aburrá. A este punto, es importante señalar que desde la segunda mitad del siglo XX se identificaron, los riesgos expansivos del propio Valle de Aburrá, puesto que ya comenzaba a detectarse un incremento de las interacciones con la subregión del oriente Para concluir, según las tendencias analizadas, para el 2020, se tendrá un aumento de más de un millón de habitantes respecto a la población actual, lo cual obliga a reflexionar sobre las limitaciones de tierras urbanizables en el Valle de Aburrá, de infraestructura básica de transportes y servicios públicos, de posibilidades de empleo y disponibilidades de 19 Planificación metropolitana, regional y nacional, según las competencias que otorga la ley a las diferentes instancias. Esta inminente perspectiva obliga al Plan Integral de Desarrollo Metropolitano20 a disponer de directrices relacionadas con un crecimiento equilibrado, programado y compensado para dar cumplimiento a las necesidades básicas de la población, sin menoscabo en forma alguna de la autonomía de los entes territoriales pero que defina un Modelo Territorial de futuro para la Región Metropolitana del Valle de Aburrá, con un Modelo de Ordenamiento a través un proceso concertado de planificación territorial que procure por la funcionalidad de la estructura territorial y económica interna. Como se mencionó anteriormente, una propuesta para el manejo armónico de las actividades y servicios básicos comunes a las distintas poblaciones, a partir de la estructuración concertada del área metropolitana como instancia que, por encima de las demandas y necesidades locales, oriente y coordine el desarrollo conjunto, preservando elementos esenciales de las necesarias autonomías individuales, apuntando a una necesaria pero siempre ausente consciencia metropolitana. 20 Plan integral de desarrollo metropolitano que la ley 128 de 1994 obliga a las Áreas Metropolitanas a formular. 26 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 27 Elementos temáticos del análisis: UNIDADES MORFOLÓGICAS Un estudio morfológico contribuye desde lo descriptivo y explicativo a la comprensión sobre la forma como la ciudad se ha construido y ha evolucionado. En la identificación preliminar, a partir del análisis morfológico en el plano, se definieron las unidades morfológicas y la estructura viaria como elementos esenciales en la configuración del territorio y su estructura urbana. Para las unidades morfológicas, se establecieron dos categorías básicas definidas por: la existencia de un trazado asociada al concepto de una ciudad compacta o continua y por la ausencia de trazado asociado a una ocupación dispersa. Esta clasificación se deriva a partir de la interpretación de la lectura inicial del plano de 1948, donde se evidencia en primera instancia el trazado caracterizado por núcleos de origen fundacional en forma de damero y su expansión, que se adapta a las condiciones físicas del lugar. Esta estructura inicial en damero, en unos casos mas regulares que otros con plaza central en su mayoría, se iría expandiendo de forma lenta en el territorio hasta donde las características geográficas permitieran mantener una homogeneidad en el trazado. Rasgo este de las cabeceras municipales del valle de Aburrá. 28 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 29 En esta misma clasificación por trazado, se identifican separados del núcleo fundacional entidades aisladas que mantienen características de trama regular a partir de una plaza o una unidad morfológica fácilmente delimitada cuyo origen proviene de procesos de urbanización en el concepto genérico de “ciudad jardín”21 que daría origen a los “barrios”. Por agrupación: Concentración de formas dispersas, alrededor de vías o caminos, conformando grupos. A partir del año 70 se incorpora una nueva categoría que denominamos unidad residencial, que se realza en el plano por ser una entidad delimitable con un trazado geométrico propio y un orden derivado de la forma de ocupación. Por un eje: ocupación a lo largo de una vía o quebrada (curso de agua) en forma longitudinal, que denote la continuidad de un eje. La segunda instancia pertenece a la clasificación por dispersión. Aquellos asentamientos que se caracterizan por una ocupación no continua respondiendo a una estructura suburbana pero que permiten definir una unidad morfológica, cuyo común denominador se caracteriza por zonas de ocupación en forma dispersa conectada con una estructura de carreteras o caminos. Esta clasificación permitió identificar subcategorías basadas en las formas de su ocupación y que se denominaron: por agrupación, por racimo, o a lo largo de un eje, según una consideración de la forma que permite diferenciar una variedad en la condición dispersa. Como se definen a continuación: 21 Hacemos aquí referencia a “ciudad jardín” al término derivado de la ciudad jardín propuesta por E. Howard, pero adaptado al concepto local que tiene que ver con un barrio suburbano (separado del núcleo de la ciudad fundacional) con una propuesta de ruptura con la traza regular e innovaciones en la utilización del verde, antejardines y/o separadores. Por racimo: responde a una estructura de ocupación que se aglutina a lo largo de elementos viales o caminos del que se desprenden tramos cortos. Se incluye en esta condición dispersa una categoría intermedia que por su tamaño o forma se realza en el plano y se denominó: alrededor de industria y/o equipamiento que permite una delimitación de la unidad pero sin existir un trazado que lo regularice pero si un uso definido. Adicionalmente se identificó una categoría intermedia entre el trazado y la dispersión caracterizada por una ocupación a lo largo de un estructurante vial, en una condición de crecimiento suburbano. Se evidencia principalmente en la lectura cartográfica de 1948 y se denominó hilera suburbana, pues esta característica se repite en las vías que comunican las cabeceras municipales del Valle de Aburrá o de otros municipios de la región. Asimismo esta condición se refleja en cruces de caminos que permiten una ocupación continúa a lo largo de las vías. Para la cartografía de 1970 - 1985 - 1996 se incluye un indicador que determina si las categorías descritas anteriormente son: nuevas, consolidadas o transformadas. Como se puede apreciar en los mapas de pág. 16,18 y 20. 30 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 31 1948 Trama regular 1948+1970+1985+1996 1948: Esta trama se encuentra asociada principalmente a los núcleos fundacionales de las cabeceras municipales de Caldas, La Estrella, Itaguí, Envigado, Bello y Barbosa. En Medellín, en el centro de la ciudad, (Parque Berrio) y las zonas suburbanas de El Poblado, Belén y San Antonio de Prado. Todos ellos responden a una forma regular de manzana cuadrada con el vacío de la plaza de iguales proporciones. Existe también otro tipo de agrupación regular aislada, diferente a las anteriores, correspondientes a la estructura de barrio (en el concepto de ciudad jardín) ya sea radiales como el caso de Laureles, o rectangulares. 1970 1970: Se presenta un tipo de crecimiento de manzanas de característica regular con formas rectangulares, asociadas a estructuras previas de trama regular, o producto de la expansión urbana desarrollada para este período, claramente insertada en las laderas noroccidental y nororiental. La mayor expansión o crecimiento de este trazado regular se da para este periodo. 1985 1985: Este tipo de forma se hace visible en pequeños grupos de manzanas que en su mayoría no están asociadas a formas similares, a excepción de la zona noroccidental, las demás no alcanzan a conformar grandes agrupaciones estructurantes de la morfología del valle como sucede en el período anterior (1970). 1996: El crecimiento del trazado regular se hace de manera puntal y muy reducido. No marca una continuidad y predomina en los bordes de la ciudad. Presenta un mayor predominio en la zona centroriental y noroccidental. Igual caso para la zona de Itagüí de pendiente moderada y condición de borde. 1996 32 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 33 1948 1970 Trama irregular 1948+1970+1985+1996 1948: Se caracteriza por ser extensión del trazado regular de los núcleos fundacionales que se ve modificado por la condición fisicogeográfica. Esta situación se hace evidente en los municipios de Caldas, Itaguí, Envigado y Bello principalmente. En Medellín, en el centro y alrededor de los barrios tradicionales hacia el nororiente. 1985 1970: Mayor presencia en la zona centroccidental de Medellín y sobre el mismo costado occidental del Río Medellín. 1985: Principal desarrollo al nororiente y noroccidente de Medellín. 1996: Las manifestaciones más notorias de este tipo de trama se presentan en los bordes periféricos de las zonas centro occidental y nororiental de Medellín, asimismo, en la franja cercana al río limitando con la zona sur del Jardín Botánico. 1996 34 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 35 1970 Unidad residencial 1970+1985+1996 1970: Como inicio de este nuevo tipo de ocupación, para éste período sólo se presentan dos casos ubicados en los barios Belén Rincón y Robledo. 1985: La Unidad Residencial se manifiesta principalmente al centroccidente y al su oriente del municipio de Medellín, presentándose en esta última zona la mayor concentración. Hacia el norte aparecen algunas manzanas de este tipo en los municipios de Bello, Copacabana y Barbosa. También se desarrollan algunas unidades en el centro oriente del valle. 1996: Se extiende este tipo de ocupación en las zonas que ya presentaban esta modalidad de unidades residenciales, además se localizan nuevas unidades en la zona suroccidental de Medellín en cercanías a La Estrella. 1985 1996 36 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 37 1948 1970 Hilera suburbana 1948+1970+1985+1996 1948: Se presentan asociaciones de estos conjuntos de edificaciones en relación a puntos conectores como: Desde el borde sur del Cerro Nutibara hacia el Aeropuerto; sobre la vía San Juan hacia San Javier y extensiones sobre vías perpendiculares a ella. Se presentan además otras hileras aisladas hacia el costado suroriental entre el municipio de Envigado y el barrio El Poblado y en el noroccidente partiendo del centro del municipio de Bello hacia la zona de pendiente. 1985 1970: La principal manifestación de este tipo de ocupación se presenta en relación con la vía la 65 en el punto medio entre el municipio de Itagüí y el Cerro Nutibara. 1985 y 1996: Se presentan unas pocas concentraciones de este tipo de trama al costado norte de la cabecera del municipio de Caldas en dirección hacia La Estrella, sobre la salida occidental de San Antonio de Prado y en cercanías al centro urbano de San Cristóbal. 1996 38 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 39 1948 1970 Alrededor de industria y/o equipamiento 1948+1970+1985+1996 1948: Sobre el eje del río desde el costado centro hasta el nororiental, igualmente desde el centro hasta el noroccidental, se presentan formas aisladas de esta clasificación; se destaca una agrupación considerable de este tipo de forma urbana, sobre el río Medellín en el límite con municipio de Bello. 1970: El mayor desarrollo de esta clasificación se evidencia en este período, la principal concentración se ubica a ambos costados del eje del río Medellín y en mayor proporción al sur de este Municipio presentándose la más alta densidad en el límite municipal entre Itagüí y Medellín y a esta misma altura al lado opuesto del río Medellín. 1985 y 1996: La mayoría de estas ocupaciones, consolidan áreas previamente destinadas a este uso, se destaca la gran mancha irregular que integran el club El Rodeo y el cementerio Campos de Paz y otra al extremo sur del municipio de Itagüí. 1985 1996 40 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 41 1948 1970 Por agrupación 1948+1970+1985+1996 1948: Se presenta en zonas, que para la época, estaban asociadas a ocupación rural, es por esto que en zonas como la suroriental se ve asociada a lugares que actualmente presentan una ocupación más compacta, en contraste, en los municipios del norte, Copacabana, Girardota y Barbosa y al sur entre Caldas y La Estrella, esta condición aún se conserva. 1985 1970: Se asocian a las zonas detalladas en el período anterior, aumentando la densidad de estos primeros asentamientos por agrupación. 1985 y 1996: Ocupaciones de este tipo se consolidan como conjuntos de pequeñas de manzanas en zonas correspondientes al municipio de Itagüí a ambos lados del río Medellín, también se presenta una agrupación similar en el extremo noroccidental. Hacia el límite de la zona centro occidental aparece una agrupación de alto nivel de densidad correspondiente en cercanías a San Cristóbal, igualmente aumenta la densidad de este tipo de ocupación a todo lo largo del borde urbano del costado oriental del Valle de Aburrá. 1996 42 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 43 1948 1970 1985 Por ramificación 1948+1970+1985+1996 Al ser un modelo de ocupación de baja concentración, se puede definir que las características de la ramificación son similares para todos los períodos, se evidencia claramente una mayor presencia de esta forma de ocupación en la zona suroriental del valle y otras que conforman agrupaciones aisladas en las zonas suroccidental, centro occidental, noroccidental, nororiental de Medellín y sobre el eje de la autopista norte entre los municipios de Bello y Copacabana. 1996 44 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 45 1948 1970 A lo largo de un eje 1985 1948+1970+1985+1996 Este tipo de ocupación del suelo presenta un comportamiento similar en todos los períodos, gracias al fenómeno de estar asociado a las vías de comunicación de las concentraciones urbanas más importantes, para este caso se hace manifiesta la ocupación a lo largo de las vías: Caldas - La estrella; Itagüí - San Antonio de Prado; Envigado - El Retiro y Envigado – Sabaneta; Carrera 65 en la porción media entre el Cerro Nutibara e Itagüí; Calle San Juan desde el río Medellín hasta San Javier; Tramo calles 30 y 30 A entre el Cerro Nutibara y el Aeropuerto; Vías de salida del corregimiento de San Cristóbal; Salida al occidente Parque de Bello y algunas pequeñas porciones sobre la vía regional hacia el norte. 1996 46 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 47 A lo largo de un eje Por ramificación Por agrupación Alrededor de industria y/o equipamiento Unidades morfológicas 1948 La ocupación compacta para este período se manifiesta principalmente en el área correspondiente al centro de Medellín y de los barrios tradicionales aledaños. Igualmente en las zonas que corresponden a los centros urbanos de los otros municipios que conforman el área metropolitana: Barbosa, Girardota, Copacabana, Bello, Envigado, Itagüí, La Estrella, Sabaneta y Caldas. Para el resto de los asentamientos de Medellín esta ocupación compacta se evidencia en los barrios, otrora separados unos de otros: El Poblado, Belén, La América, San Javier y Robledo. Las zonas suroriental, centro y noroccidental de Medellín presentan ocupación dispersa, con un mayor concentración sobre la zona suroriental. Hilera suburbana Trama irregular Trama regular 48 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 49 A lo largo de un eje Por ramificación Por agrupación Alrededor de industria y/o equipamiento Hilera suburbana Unidad residencial Trama irregular Trama regular Unidades morfológicas 1970 La conformación del valle se hace más compacta, aún se notan divisiones entre las zonas nororiental y noroccidental con la zona centro de Medellín. Al suroriente de Medellín se percibe la ocupación dispersa, al igual que en los municipios del norte. El tramo correspondiente al eje del río, al sur del municipio de Medellín, se hace más denso y compacto. 50 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 51 A lo largo de un eje Por ramificación Por agrupación Alrededor de industria y/o equipamiento Hilera suburbana Unidad residencial Trama irregular Trama regular Unidades morfológicas 1985 Para este período se consolidan las franjas extremas de la zona nororiental y noroccidental de Medellín, además, al sur del valle en el borde del río, se densifican y llenan los vacíos previos. El resto del área metropolitana continúa con una ocupación dispersa, pero con mayor densidad. El municipio de Copacabana consolida su casco urbano. 52 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 53 A lo largo de un eje Por ramificación Por agrupación Alrededor de industria y/o equipamiento Hilera suburbana Unidad residencial Trama irregular Trama regular Unidades morfológicas 1996 Se presenta una fuerte consolidación de los bordes urbanos de todas las zonas que conforman el Valle de Aburrá, de igual manera hay un claro aumento de densidad de la ocupación dispersa principalmente de los municipios del norte; hacia la zona noroccidental de Medellín y norte del municipio de Bello también se presenta un considerable aumento de densidad de la ocupación dispersa. 54 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 55 UM 1948 Unidades morfológicas UM 1970 1948+1970+1985+1996 La forma del área Metropolitana del Valle de Aburrá está claramente definida por su condición geográfica; la parte ancha del valle contiene toda la ocupación compacta, mientras al norte y al sur, en los ancones, el tipo de ocupación es dispersa y de baja densidad al igual que en las zonas de pendiente media y alta de las montañas que rodean el valle. En las zonas centro y nororiental de Medellín, se presenta ocupación dispersa. En la zona suroriental de Medellín también se presenta este tipo de ocupación dispersa pero no se restringe a las áreas de pendiente como sucede en las anteriores. UM 1985 UM 1996 Sector sur del centro del Valle de Aburrá. La Estrella, Sabaneta, Itagüí y Envigado. Esc: 1:75.000 56 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 57 Elementos temáticos del análisis: ESTRUCTURA VIARIA Por estructura viaria se comprende la conformada por vías, calles y caminos asociados a un sistema de movilidad en el territorio que dan cohesión a la estructura urbana y por unidades morfológicas las entidades formales fácilmente identificables en las diferentes formas de ocupación urbana del territorio. En la definición de elementos para la identificación de la estructura viaria, asociada a la movilidad -entendida como la capacidad que dispone un territorio de ser recorrido- se diferenciaron dos condiciones, una a partir del ámbito de influencia identificando aquellas vías que tenían una condición de estructurante: regional, metropolitano, intermunicipal, zonal, barrial y rural. Y otra condición en relación al medio de locomoción o transporte: vía o carretera, carreteable y camino, considerando también la línea del ferrocarril y la del metro. 58 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 59 Estructura vial 1948 Se entiende una clara estructura vial de carreteras en relación con la conexión entre los municipios que constituyen el Área Metropolitana como también en concordancia con la comunicación interna entre los núcleos barriales tradicionales y el centro de Medellín. En lo que respecta a esto último, el centro, se constituye en el centro zonal a partir del cual se extiende la comunicación a los demás centros urbanos, a su interior se dispone una clara red de vías de carácter barrial. En cuanto a la red de comunicación rural, se presenta el mayor desarrollo en la zona suroccidental. Sector central eje Río Medellín 60 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 61 Estructura vial 1970 Para este período se presenta el mayor desarrollo en relación con toda la zona occidental, tanto del valle como en relación con los municipios del Norte. A partir de estas vías regionales se desprende una red de vías municipales y zonales que comunican principalmente el centro y el noroccidente de Medellín. La red de caminos rurales se desarrolla principalmente al norte y al sur del valle y también sobre la zona suroccidental de Medellín. Sector central eje Río Medellín 62 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 63 Estructura vial 1985 Se presentan dos intervenciones importantes ya visibles en este período, estas corresponden a los intercambios viales y ampliación de la vía regional del río y la intervención de la avenida oriental que se conecta con la primera. En cuanto a las intervenciones de vías zonales y barriales, se sigue integrando la conectividad en el costado occidental del valle y algunas en la zona suroriental y nororiental de Medellín. Se presentan nuevas vías rurales al norte del valle y en la zona rural de Envigado. Sector central eje Río Medellín 64 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 65 Estructura vial 1996 La intervención más notoria tiene que ver con la línea del metro, que atraviesa el valle de Norte a Sur desde Niquía hasta Itagüí con su extensión occidental hacia San Javier. Se presentan unas pequeñas intervenciones de vías, principalmente de carácter barrial en zonas altas de todo el perfil oriental y occidental de Medellín. El incremento de carreteras rurales más representativo se encuentra al norte entre los municipios de Barbosa y Copacabana. Sector central eje Río Medellín 66 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá EV 1948 EV 1970 Sector central eje Río Medellín 67 EV 1985 EV 1996 Esc: 1:75.000 Estructura vial 1948+1970+1985+1996 La estructura vial del Área Metropolitana del Valle de Aburrá está claramente determinada por la condición de valle y el eje estructurante del Río Medellín, este eje principal, además, estructura la relación de conectividad rural en los municipios del norte y del sur. A lo largo de él se localizan las principales categorías de vía: metropolitanas y municipales incluyendo la línea del Metro, a partir de éstas se desprenden las vías de conexión transversal al Valle, algunas de ellas intermunicipales, y la gran mayoría zonales, todas en función de definir la relación de movilidad entre los barrios de la ciudad. 68 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 69 Resultados de la Investigación La mapificación de las formas de crecimiento urbano en el Valle de Aburrá, es uno de los resultados del proyecto que se deriva de la implementación de la cartografía digital del estudio en un sistema de información geográfica, SIG. La plataforma que se construye a partir del SIG, es un importante aporte de la investigación que permite continuar profundizando sobre diversos temas y se constituye en un instrumento de soporte de futuras investigaciones que irán complementando y enriqueciendo el trabajo. El análisis gráfico del proceso de transformación urbana del territorio metropolitano del Valle de Aburrá en los últimos 50 años, es determinante para entender el proceso de ocupación urbana del Valle a partir de la cartografía seleccionada de 1948, 1970, 1985 y 1996. La sobreposición de cartografías temáticas como las unidades morfológicas y la estructura vial en contraposición a las curvas de nivel y la hidrografía, esto es, las condiciones naturales contrapuestas a las acciones antrópicas, permiten definir tendencias y características en la expansión determinadas por las formas urbanas. El estudio Esc: 1:300.000 de las formas urbanas supone una atención a los elementos básicos que configuran el tejido urbano y a los mecanismos de transformación de las estructuras. Generación de mapas. Cartografía temática por variable de unidad morfológica y por municipio. A futuro las definiciones temáticas permitirán profundizar en otros aspectos identificando otras modalidades y actores que participan en la expansión urbana, formulando diferentes preguntas de acuerdo a la información que registran las cartografías temáticas. Se podrán establecer diferentes zonas para estudios posteriores por ejemplo, es el caso de la conurbación de los municipios del sur de Medellín frente al proceso aún por consolidar de los municipios del norte, o también el desarrollo que se ha dado a lo largo del Río Medellín y el sistema vial. En el plano las barras de colores, correspondientes a las gamas utilizadas previamente para cada UM, identifican la aplicación de las variables de unidades morfológicas (8) para cada municipio y en Medellín para cada zona, y corregimientos occidentales. Las barras evidencian el comportamiento del crecimiento para cada uno ellos en cada uno de los años analizados. Una investigación no tiene punto final en tanto es un proceso que tiene muchas posibilidades, son los investigadores los que tienen la responsabilidad de decidir donde poner punto final para presentarla y compartir experiencias. Estamos seguros que esta publicación es de interés para profesionales, estudiosos y público en general, asimismo como de utilidad para la toma de decisiones futuras del territorio metropolitano. 70 Fase 1: Mapificación de las for mas de crecimiento del Valle de Aburrá 71 BOERI, Stefano; LANZANI, Arturo; MARINI, Edoardo: “Le tre città della regione milanese”, en Casabella 607, 1993. NARANJO, Gloria y VILLA, Marta. Entre luces y sombras. Medellín: Corporación Región, 1997. BOTERO GOMEZ, Fabio. Cien años de la vida de Medellín. 1890 – 1990. Editorial Universidad de Antioquia. Municipio de Medellín. 1994. Medellín. POVEDA, Gabriel. “Los verdaderos problemas económicos de Medellín”. En: Memorias Seminario Una mirada a Medellín y al Valle de Aburrá. 1993. 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