Historia Universal • Bloque 1 Tema: El contexto de Asia y Europa A principios de la Edad Media, aproximadamente del siglo V al X, existían muy pocas cosas en qué gastar el dinero. Los bienes que acumulaban la Iglesia o los feudos más importantes no podían utilizarse para comprar productos o establecer algún tipo de comercio. Cada feudo contaba con campesinos, artesanos y tierra para obtener recursos y trabajarlos; podríamos decir que dichos feudos sustentaban sus necesidades de manera autónoma. En vez de comercio, existía el intercambio de materias primas o productos sobrantes con otros feudos y esta inmovilidad comercial se mantuvo por lo menos durante cinco siglos. Sin embargo, con el surgimiento de Las Cruzadas (siglos XI a XII), decenas de miles de europeos, entre guerreros, clérigos y grupos de abastecimiento, recorrieron un amplio territorio del continente. Debido a algunas victorias en territorios comercialmente estratégicos, Las Cruzadas ayudaron significativamente a reactivar el intercambio de productos al interior de Europa oriental y Europa central; así, fueron estableciéndose rutas de comercio cada vez más definidas, siendo el mediterráneo uno de los puntos más importantes de intercambio y distribución de mercancías. Brujas, en Flandes, era el contacto con el mundo ruso y escandinavo, mientras Venecia en el sur, era el enlace de Europa con el oriente. Troyes y Champagne fueron ciudades francesas pioneras en la implementación de ferias, grandes mercados de comercio de productos e intercambio de mate- rias primas, que a su vez se extendieron y establecieron en Inglaterra, Alemania, Bélgica e Italia. Con tal expansión, dichas ferias llegaron a implementarse de manera constante en el continente, debido a que al terminar de comerciar en un lugar, se implementaban las medidas necesarias para transportar las mercancías a otros lugares, en otros reinos, donde acudían los mismos y nuevos comerciantes venidos de otros lugares. Cada ciudad entonces competía por hacer la feria más grande, donde acudiesen comerciantes de todos los lugares posibles; se proporcionaba todas las facilidades de transporte y se invitaba a comerciantes de los más lejanos lugares. Ante esta dinámica, el uso del dinero se reactivó. Durante el surgimiento de las ferias hubo la necesidad de introducir su uso, sobre todo en los casos en los que el intercambio no era posible, por lo que cada reino produjo sus monedas. Para finales de la época medieval, en el siglo XVI, ya existía en las ferias el cambio de dinero: se pesaban, valuaban y cambiaban monedas de diferente origen, se hacían préstamos, se pagaban deudas antiguas y se proporcionaban cartas de crédito. Estos primeros banqueros de la época disponían de vastos recursos y sus transacciones cubrían gran parte del continente; entre sus clientes se encontraban papas, reyes, emperadores y príncipes, por lo que se originó el uso y especialización del dinero en Europa. Fuente: Huberman, L. (2002). Los bienes terrenales del hombre. México: Nuestro Tiempo, pp. 28-39. En el siguiente enlace encontrará información sobre este tema. •“El comercio en la Edad Media”. Instituto de Estudios Riojanos. Disponible en http://www.udg.edu/portals/156/articles/article_64.pdf D.R. Ríos de Tinta S.A. de C.V. Elaborado por Sergio Ramos Palacios. La aparición del comerciante en la Edad Media