Juzgado Penal 2 Pamplona 30 de sep 2016Abre en

Anuncio
Roj: SJP 64/2016 - ECLI:ES:JP:2016:64
Id Cendoj: 31201510022016100005
Órgano: Juzgado de lo Penal
Sede: Pamplona/Iruña
Sección: 2
Nº de Recurso: 270/2011
Nº de Resolución: 252/2016
Procedimiento: PENAL - PROCEDIMIENTO ABREVIADO/SUMARIO
Ponente: FRANCISCO GARCIA ROMO
Tipo de Resolución: Sentencia
JUZGADO DE LO PENAL Nº 2 c/ San Roque, 4 - 6ª Planta Pamplona/Iruña
Teléfono: 848.42.41.90
Fax.: 848.42.42.86
C3002
Procedimiento Abreviado 0000004/2009 - 00
Jdo. Instrucción Nº 2 de Pamplona/Iruña
Sección: T2
Procedimiento: PROCEDIMIENTO ABREVIADO
Nº Procedimiento: 0000270/2011
NIG: 3120143220070016274
Resolución: Sentencia 000252/2016
S E N T E N C I A Nº 000252/2016
que es pronunciada, en nombre de S.M. el Rey de España, en Pamplona/Iruña, a 30 de septiembre
de 2016, por el/la Ilmo/a. Sr/a. FRANCISCO GARCIA ROMO, Magistrado-Juez del Juzgado de lo Penal
Nº 2 de Pamplona/Iruña, quien ha visto los presentes autos de Juicio Oral Nº 0000270/2011 y dimanantes
del procedimiento abreviado 4/2009 del Juzgado de Instrucción nº 2 de Pamplona , seguidos por delito de
Coacciones , habiendo sido parte como acusado/a Donato , con D.N.I. NUM000 , en situación de libertad
provisional por esta causa, asistido por el Letrado LETRADO DE LA COMUNIDAD FORAL NAVARRA.
Como acusado/a Fructuoso , con D.N.I. NUM001 , en situación de libertad provisional por esta causa,
asistido por el Letrado LETRADO DE LA COMUNIDAD FORAL NAVARRA.
Como Responsable Civil Subsidiario GOBIERNO DE NAVARRA, asistido por el LETRADO DE LA
COMUNIDAD FORAL DE NAVARRA.
Y habiendo intervenido el Ministerio Fiscal en la representación que la Ley le otorga.
ANTECEDENTES DE HECHO
Primero .- Las presentes actuaciones fueron remitidas a este Juzgado de lo Penal para su
enjuiciamiento y fallo.
Segundo .- La vista oral se celebró en la forma recogida por la grabación audiovisual que figura unida
a las actuaciones, cuyo contenido se da aquí por reproducido.
HECHOS PROBADOS
Primero .- El 1 de julio de 2002 Herminia tomó posesión de una plaza de pediatra en el Centro de Salud
de Villava, en sustitución de la titular de dicha plaza, Nicolasa , que se encontraba en situación administrativa
1
de servicios especiales. Lo hizo tras obtener en la jurisdicción contencioso-administrativa la revocación de la
designación inicial de Tatiana , designación efectuada tres años antes.
El otro pediatra del centro era el acusado en la presente causa Fructuoso , mayor de edad y sin
antecedentes penales, y el director, Oscar . El 1 de junio de 2005 accedió a la dirección el también acusado
Donato , mayor de edad y sin antecedentes penales, que hasta entonces había trabajado en el centro como
médico de familia. Herminia permaneció en el centro de salud hasta la reincorporación de Nicolasa , el 26 de
febrero de 2008. Durante este tiempo estuvo trabajando a media jornada, de 11.30 a 15.00, por cuidado de hijo
menor. Tuvo tres periodos de incapacidad temporal de duración superior a un mes: desde su incorporación
hasta el 2 de febrero 2003, entre el 22 de abril de 2004 y el 30 de septiembre de 2005 y desde el 20 de agosto
de 2007 hasta su cese.
La jornada correspondiente a la Sra. Herminia era completada por la pediatra Cristina , que trabajaba
hasta las 11.30 horas.
Segundo .- Las relaciones entre Herminia y su compañero Fructuoso , en un principio normales,
se fueron enturbiando con el paso del tiempo, principalmente por discrepancias sobre la organización de la
agenda y los horarios de trabajo, hasta llegar a un punto en que no se dirigían mutuamente la palabra, salvo
que fuera estrictamente necesario.
Tercero .- Cuando Donato accedió a la dirección del centro de salud telefoneó en varias ocasiones
a Herminia , que se encontraba de baja, para interesarse por su estado de salud y recomendarle que no se
reincorporara hasta que estuviera al 100 %.
Cuarto .- Tras su reincorporación al centro, en octubre de 2005, Herminia , que se encontraba cada vez
más incómoda en su trabajo, entró en una espiral de quejas, reclamaciones y peticiones, verbales y/o escritas,
por las cuestiones más diversas: organización de la agenda (cupos, pacientes desplazados, duplicación de
citas...), método de concesión de vacaciones y permisos, pago de incentivos, participación en comisiones,
obligación de trabajar un sábado, suministro y reparación de materiales y aparatos utilizados en su labor,
identificación personal en la bata de trabajo, retirada de un frigorífico que había en su consulta, suministro de
una llave del cuarto de calderas... Ello ocasionó un aumento de la tensión con su compañero Fructuoso y
con el director, Donato .
En este contexto, constan acreditados los siguientes hechos o circunstancias:
- A fecha 25 de septiembre de 2006 Herminia no aparecía en un listado de uso interno de nombres
y teléfonos de trabajadores del centro, en el que sí figuraban los de los pediatras Fructuoso y Cristina .
Tampoco aparecían, sin embargo, los nombres y teléfonos de otras empleadas, como Ruth (Jefa del Área
Administrativa), Azucena (Jefa de la Unidad de Enfermería), Esperanza (enfermera), Leocadia (auxiliar
administrativa), Paula (auxiliar administrativa), Virginia y Angelica (médico).
En la consulta de Herminia había un frigorífico utilizado para guardar las vacunas del centro, lo que
provocaba la entrada y salida de las enfermeras, perturbando en ocasiones el desarrollo de la consulta. Tras
varias quejas de Herminia , el frigorífico, que estaba allí desde los tiempos de Tatiana , fue finalmente
trasladado a otra consulta.
Herminia no disponía, a diferencia de otros trabajadores del centro, de llave de la puerta de calderas,
utilizada en ocasiones como puerta de entrada y salida del edificio. No obstante, dicha puerta quedaba más
alejada de su consulta que la puerta principal, y había una copia de la llave disponible para uso común.
El 14 de marzo de 2007 Donato comunicó a Herminia que debía presentarse en el centro el
sábado 17 a trabajar de 08.00 a 15.00, conforme a un turno rotatorio para los sábados establecido entre
los centros de salud de Villava y Huarte. Tras presentar reclamación, la Dirección de Atención Primaria de
Osasunbidea redujo su horario para ese sábado de 11.30 a 15.00 horas. Recurrió en alzada ante el Consejero
de Presidencia, Justicia e Interior, recurso que fue desestimado.
Quinto .- Herminia fue diagnosticada en 2008 de trastorno de ansiedad generalizada, en cuya génesis
los conflictos laborales habían tenido el papel más importante.
Ya en marzo de 2004 había padecido un trastorno de este tipo, y en enero de 2016 igualmente tenía
ese diagnóstico.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
2
Primero .- Hemos de referirnos en primer lugar, bien que brevemente, a la alegación de prescripción
del delito de lesiones psíquicas planteada por la defensa como cuestión previa al comienzo de la vista oral, al
amparo del artículo 786.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal . Se argumenta que la denunciante, Herminia
, fue diagnosticada de trastorno de ansiedad generalizada el 23 de marzo de 2004, como figura en el informe
del Centro de Salud de Cizur que obra al folio 1.420 de las actuaciones, siendo así que la denuncia que
dio origen al procedimiento fue presentada el 25 de junio de 2007, transcurrido ya el plazo de prescripción
de 3 años vigente en la época de los hechos. Ante todo, hemos de señalar que el escrito de acusación se
formula, con carácter principal, por un delito contra la integridad moral del art. 173.1 del Código Penal , y solo
alternativamente por delitos de coacciones y lesiones psíquicas. Solo de descartarse la existencia del delito
del art. 173.1 procedería examinar si ha existido o no prescripción del delito del art. 147.1.
De cualquier forma, en el informe pericial del médico forense Romeo que obra a los ff. 1.003 y 1.004
se indica que "el trastorno de ansiedad generalizada (...) es de crácter crónico, pero fluctuante, con frecuentes
agravamientos coincidiendo con periodos de estrés". La acusación del Ministerio Fiscal se basa no en el
diagnóstico de marzo de 2003, sino en el efectuado por el perito psiquiatra Pedro Antonio el 30 de junio de
2008 (ff. 958 y ss.), que aparece claramente vinculado a la problemática laboral sufrida por la Sra. Herminia
en los años inmediatamente anteriores. Mismo diagnóstico, misma enfermedad, pero distintos brotes con
diferentes causas. No existe, por lo tanto, la prescripción alegada, con independencia de la relación causal
que pueda existir entre alguna actuación dolosa de los acusados y la situación psíquica de la denunciante en
junio de 2008, cuestión que atañe al fondo de lo enjuiciado.
Segundo .- Como acabamos de señalar, se formula acusación por el Ministerio Fiscal contra Donato ,
director del Centro de Salud de Villava desde el 1 de junio de 2005 hasta, al menos, junio de 2007, y Fructuoso
, pediatra titular de dicho centro, por la comisión de un delito contra la integridad moral del art. 173.1 CP ,
o, alternativamente, de un delito continuado de coacciones de los arts. 172.1 y 74 y un delito de lesiones
psíquicas del art. 147.1. Los hechos en los que se basa la acusación son, esencialmente, los siguientes: desde
el momento en que Herminia se incorporó a una plaza de pediatra en el Centro de Salud de Villava, en
las circunstancias descritas en el hecho probado 1º de esta sentencia, los acusados "orquestaron un plan de
acoso y desprestigio permanente a la Dra. Herminia , con el fin de hacerle la vida imposible y tuviera que
abandonar el puesto". Así, "de modo sistemático desprestigiaban a la misma, poniendo en duda su capacidad
profesional, su forma de acceso a la plaza, su formación, etc.", "maniobraban para que su tiempo de trabajo
lo desarrollase en un ambiente lo más enrarecido posible" y "ponían en duda sus diagnósticos en público".
A Fructuoso se le imputa además que "no perdía ocasión para tratar de minar el prestigio y autoestima
de la misma", "decía a los pacientes que trabajaba poco" y "difundía entre los diferentes profesionales del
centro que los pacientes del cupo de la Dra. Herminia le preferían a él como pediatra". Conviene matizar,
ya desde un principio, que el Sr. Donato no comenzó a ejercer como director del centro de salud hasta el
1 de junio de 2005, casi tres años después de la designación como pediatra de Herminia ; y que durante
este tiempo, en el que trabajó como médico de familia, Herminia declaró en el juicio que no guarda ningún
recuerdo de él, ni siquiera visual. Queda descartado, por lo tanto, que los acusados orquestaran desde la
incorporación de Herminia , en julio de 2002, un plan de acoso y desprestigio contra ella; no al menos el Sr.
Donato , cuya intervención en los hechos comenzaría, en todo caso, en junio de 2005. Como concreción de
las acusaciones genéricas antes mencionadas, en el prolijo escrito de acusación se enumera una veintena
de actuaciones concretas de uno, otro o ambos acusados tendentes a desprestigiar y minusvalorar a la Sra.
Herminia , marginarla, restringirle los medios necesarios para desempeñar su labor, someterla a estrés en su
desempeño, sobrecargarla de trabajo o restringirle sus derechos. Todas ellas han sido negadas por los Sres.
Donato y Fructuoso . Las examinaremos una por una, a la luz de la prueba practicada en la vista oral y de
la documental obrante en las actuaciones, y siguiendo el orden con el que aparecen expuestas en el escrito.
Intentos de Donato de que Herminia no se reincorporara ala plaza tras una baja
La acusación se refiere a la baja de casi año y medio en que permaneció la denunciante entre abril de
2004 y septiembre de 2005, época en que se produjo el relevo en la dirección. Según el escrito de calificación,
"cuando comunica su intención de reincorporarse al puesto, Donato intenta por todos los medios que no lo
haga, argumentándole que debe incorporarse cuando se encuentre al 100 %. Le telefonea al menos en cuatro
ocasiones haciéndole manifestaciones en tal sentido".
Sobre esta cuestión solo contamos con la versión de uno y de otra. En el juicio el acusado declaró que
llamó a Herminia dos o tres veces, no cogía y le dejó un mensaje saludándola. Herminia manifestó que la
llamó en dos ocasiones, se interesó por su salud y le dijo que si no estaba al 100 % no se reincorporase. Aun
dando por buena la versión de Herminia , no vemos ningún signo de acoso o presión en estas llamadas.
3
Comentario despectivo de Fructuoso en presencia de una paciente
"En una ocasión entró en el despacho de la Dra. Herminia sin llamar con una paciente suya y le dijo
literalmente 'que te vea ésta que no tiene nada que hacer'", señala el escrito de acusación. El acusado declaró
en el juicio no haber dicho nunca que Herminia trabajaba poco, y la denunciante ni siquiera fue interrogada
sobre este episodio, que por tanto no queda probado.
Control agobiante de la puntualidad de Herminia por parte de Fructuoso
Se imputa a Fructuoso que prácticamente todos lo días, cinco minutos después de la hora de entrada
de Herminia , salía a la sala de Admisión para preguntar si la misma había llegado al trabajo, llegando en
una ocasión a gritar que iba a poner una queja por impuntualidad. También que cinco minutos antes de la
hora de salida iba a Admisión a preguntar si Herminia se había marchado. Asimismo, que cuando Herminia
iba al servicio o al almacén salía a Admisión a preguntar "¿dónde se ha metido esa?". Fructuoso declaró
en el juicio que nunca estuvo pendiente de los horarios de Herminia , pues se encontraba trabajando en su
consulta. Herminia ratificó la acusación. Sobre este extremo fueron interrogadas en el juicio ocho trabajadoras
del centro, incluídas dos auxiliares administrativas que trabajaban en el servicio de Admisión, Leocadia y
Paula . Todas ellas negaron haber escuchado quejas de Fructuoso sobre la impuntualidad de Herminia .
Tales quejas reiteradas, de haber existido, hubieran llegado, con toda seguridad, a oídos de la dirección
del centro. Pues bien, Oscar , que fue el director hasta mayo de 2005, negó en el juicio haber tenido
conocimiento de las mismas. Es importante subrayar que la relación de Oscar con Herminia en los años en
que coincidieron fue buena, como han declarado ambos, por lo que estamos ante un testigo cualificado. En
definitiva, no ha quedado probada la existencia del control agobiante que se imputa al Sr. Fructuoso .
Maniobras de Donato para que pacientes y estudiantes demedicina pensaran que Herminia no era
titular sino una simple sustituta
El escrito de acusación indica que "cuando llegaban estudiantes de medicina al centro de salud para
completar su formación, el Dr. Donato conscientemente no destacaba claramente a la Dra. Herminia como
titular de la plaza, con el fin de que pensasen que era una sustituta contratada a media jornada". También
que, al reicorporarse Herminia de una baja, se encontró con que se había retirado la placa con su nombre de
la puerta de la consulta, sustituyéndola por la de Cristina (la pediatra que completaba su jornada), hecho que
comunicó en varias ocasiones al director, hasta que colocaron su nombre en una tira de papel pegada con
cinta adhesiva sobre la placa, "de modo que los pacientes creyeran que no era la titular sino una sustituta o
personal eventual". Tras varios meses y al menos diez peticiones, y solo después de que Herminia sacara una
foto con el diario del día, la placa fue correctamente sustituída, se añade. Donato ha negado lo relativo a los
estudiantes, y ha dicho no recordar el episodio de la placa. Herminia , por su parte, ni siquiera fue preguntada
por estos hechos en la vista oral. Al folio 66 de las actuaciones obra la fotografía que tomó Herminia . En
ella se observa, con un periódico del día 25 de septiembre de 2006, que aparecen colocados los nombres
de Herminia y Cristina , con placas o papeles de similar tamaño y caracteres tipográficos. Lo cual parece
bastante lógico, si tenemos en cuenta que se trataba de las dos pediatras que, a media jornada cada una, se
ocupaban del cupo de pacientes de Herminia .
No han quedado acreditados, por tanto, los hechos imputados al Dr. Donato .
Omisión de Herminia en el listado de teléfonos del centro
Obra en autos una fotografía, con periódico del 25 de septiembre de 2006, en la que aparece un listado
con 18 teléfonos, en el que figuran los pediatras Fructuoso y Cristina , pero no Herminia (f. 67). Se observa,
sin embargo, que, como indicamos en el relato de hechos probados, tampoco aparecen otros trabajadores
del centro, incluída una médico ( Angelica ) y dos jefas de área ( Ruth y Azucena ). El director anterior al
Sr. Donato , Oscar , declaró en el juicio que él tampoco figuró durante bastante tiempo. Nos parece una
cuestión de nula relevancia, al tratarse además de un centro de salud pequeño en el que todos se conocían,
como indicó Oscar . Se da además la circunstancia de que Herminia declaró en el juicio no recordar si
solicitó su inclusión en el listado.
Deficiente dotación de medios en la consulta de la Dra. Herminia
Según el Ministerio Fiscal, se obligaba a Herminia a solicitar reiteradamente material sanitario (guantes,
palos de exploración, mascarilla...), cuando se averiaba el material de dotación de la consulta (fluorescentes,
megatoscopio, otoscopio...) tardaba meses en repararse, y no existía en su despacho un armario ni un lugar
en el que colocar su ropa, pese a haberlo solicitado, habiéndosele denegado asimismo el uso a tal fin de unas
4
taquillas existentes en el piso superior. Hemos de señalar, ante todo, que Herminia compartía despacho
con la pediatra que complementaba su media jornada, Cristina , de forma que las deficiencias que pudieran
existir habrían afectado por igual a ambas. Sin embargo, Cristina no manifestó, ni en esa época ni en la vista
oral, ninguna queja al respecto.
Sobre esta cuestión se practicó en el juicio abundante prueba testifical, de la que cabe concluir que el
despacho de Herminia era igual a los demás en mobiliario, mobiliario que no incluía armario ropero pero sí
tres percheros. En cuanto a los suministros y reparaciones, nadie adveró que hubiera existido discriminación
hacia Herminia , y ella misma tampoco fue muy explícita: declaró no recordar si llegó a pedir por escrito
material sanitario, y luego que creía que tras mucho pedir se le facilitó. Según declaraciones coincidentes de
los testigos, el sistema habitual de suministro consistía en que cada uno fuera por su cuenta al almacén a
surtirse, salvo algún periodo en que se intentó establecer cierto control con peticiones semanales por escrito
a la Jefa del Área Administrativa, Ruth , y reparto por la Jefa de la Unidad de Enfermería, Azucena , que era
precisamente la enfermera con la que trabajaba Herminia . Respecto de las taquillas, varias testigos ( Ruth ,
Azucena , Asunción ) afirmaron que no había, y solo una, Dulce , mencionó la existencia de "2 ó 3 taquillas".
En las actuaciones solo consta como prueba documental en la cuestión que nos ocupa una queja escrita de la
Sra. Herminia por averías en el otoscopio y el megatoscopio (f. 69). En definitiva, no consideramos acreditada
la existencia de discriminación hacia la denunciante en esta materia.
Burlas hacia la Dra. Herminia por el uso de gafas de exploración
Señala el Ministerio Fiscal que los dos acusados "ridiculizaban en público a la Dra. Herminia por
utilizar gafas de exploración en su consulta, medida ésta recomendada por la OMS y en diferentes protocolos
de control epidemiológico". Los acusados lo han negado, y Herminia declaró en el juicio no recordar si
se producían o no estos episodios de ridiculización. Ningún testigo fue interrogado sobre este extremo. Los
hechos, por tanto, no han quedado acreditados.
Uso del despacho de la Dra. Herminia como almacén
Según reza el escrito de acusación, "desde un principio se utilizó el despacho de la Dra. Herminia
como almacén. Allí se guardaban las cremas, muestras de leche y demás material cedido por los laboratorios
farmacéuticos, así como las vacunas y material sanitario refrigerado, mediante un frigorífico de grandes
dimensiones. Esto último era muy desagradable, puesto que había un tránsito de personas constante entrando
y saliendo de la consulta, enfermeras de todos los servicios y operarios de las compañías de transportes que
traían los materiales. Tras comunicárselo al Dr. Donato le manifestó que tendría que fastidiarse y que no
tenían otro lugar donde colocarlo. Ella le dio varias opciones: despacho de enfermería, almacén de suministros,
etc., a lo que el Dr. Donato le contestó negativamente". Solo cuando Herminia le indicó al director que
de no retirar el frigorífico en 48 horas interpondría una denuncia, el mismo fue retirado, en marzo de 2006,
añade el escrito de calificación. Nadie ha discutido que ese frigorífico existía, ni que provocó las quejas de
Herminia (vid. f. 68). No de Cristina , que usaba el mismo despacho, como ya sabemos, ni de Tatiana , la
antecesora de Herminia en el puesto, en cuya época fue colocado, según diversos testigos, por ser el sitio
"más funcional". Tampoco hubo quejas sobre la nevera por parte de Herminia cuando el director era Oscar
, según ha declarado éste. Lo cierto, en cualquier caso, es que el electrodoméstico acabó siendo retirado.
En cuanto a las cremas, muestras de leche y demás material de los laboratorios farmacéuticos, no fueron ni
mencionados en el curso de la vista oral.
Negativa al cambio de cupo para un paciente problemático
"La Dra. Herminia tenía asignado un paciente de 14 años de origen dominicano con retraso mental
moderado y cuya actitud para con la misma era sexualmente inquietante (medía alrededor de 1#80 metros
y pesaba sobre 100 kgs.), por lo que solicitó que se le trasladase a otro cupo, lo que se le negó por el Dr.
Donato ridiculizando además su petición y diciendo textualmente que 'a él tampoco le resultaba grato explorar
genitales de mujeres'", se indica en el escrito de acusación. Herminia corroboró en la vista oral lo expuesto.
El Dr. Donato dijo no recordar haber hecho el comentario relativo a los genitales. Y la madre del menor,
Tania , expuso que ella estaba presente en las consultas y que el chico se portó bien, sin ningún problema
con Herminia . No hemos encontrado en las actuaciones ninguna referencia escrita a este episodio.
Negativa a proporcionar a Herminia la llave de la puerta de calderas
Según el escrito de calificación de la acusación, "en el centro existía una puerta trasera para poder salir
en ocasiones sin tener que hacerlo por la puerta principal, que era usada habitualmente por los fumadores.
A la Dra. Herminia no se le suministró llave de dicha puerta, a pesar de que la había solicitado y de que la
5
tenía prácticamente todo el personal del centro". En el juicio varios trabajadores admitieron tener llave de esa
puerta (el acusado Fructuoso , Asunción , Leocadia , Josefina y Ruth ). Un pediatra que trabajó en el
centro en los 90, Juan Pedro , dijo que él no tenía copia. En cualquier caso, lo relevante es que, como se
recoge en el propio escrito de acusación, la Dra. Herminia tenía su despacho justo al lado del servicio de
Admisión, es decir, junto a la puerta principal, por lo que no se sabe muy bien para qué quería llave de la puerta
a que nos venimos refiriendo, que es la puerta de calderas. En el plano que obra al f. 208 de las actuaciones
se aprecia bien esta circunstancia, subrayada en la vista oral por varios de los testigos. De cualquier forma,
el director anterior a Donato , Oscar , con el que, como ya hemos subrayado, Herminia no tuvo ningún
problema, declaró en el juicio que si Herminia le hubiera pedido copia de esa llave la hubiera tenido, de lo
que se colige que no la pidió; y que había una copia colgada en el cajetín de llaves, a disposición del que
quisiera usarla, extremo ratificado por Azucena , Jefa de la Unidad de Enfermería y enfermera asignada a
Herminia . Negativa a suministrar a Herminia bata con identificación
"La Dra. Herminia tuvo que solicitar por escrito batas con identificación reglamentaria (7-3-2006), tras
meses de solicitudes orales, a las que el Dr. Donato respondía que no conocía ningún reglamento que
obligara a la identificación externa del personal sanitario (cuando sí existe esa obligación)", se dice en el
escrito de acusación. El director del centro y acusado, Donato , declaró en la vista oral que todos tienen el
nombre puesto en la bata sujeto con un alfiler. Otros testigos hablaron de una chapa ( Josefina , médico de
familia) o de una placa ( Esperanza , enfermera), y algunos dijeron que no llevaban identificación ( Juan
Pedro , pediatra en los 90, y Oscar , director del centro hasta 2005). Lo que todos ellos dejaron claro es
que no llevaban el nombre bordado en la bata, que es lo que en concreto pretendía Herminia , si atendemos
al tenor de la solicitud por escrito a que hace mención el Ministerio Fiscal, solicitud que obra al f. 70 de las
actuaciones. Únicamente el acusado Fructuoso dijo llevarlo bordado así, porque los niños tienden a arrancar
la placa, y manifestó haberse costeado él mismo el bordado. Herminia , por su parte, declaró que se le acabó
facilitando la placa.
Negativa a que Herminia organizara su propia agenda
Conforme al escrito de acusación, "el Dr. Donato le ha negado la organización de su propia agenda
alegando incompatibilidad con la de la enfermera asignada, cuando en realidad ella debería organizar la
totalidad de la actividad asistencial del cupo, según la normativa aplicable. De hecho se le negó por el Dr.
Donato pasar las revisiones a última hora como pretendía, produciéndose una desorganización absoluta que
se mantuvo hasta que se decidió por ella denunciar el hecho y solicitar el pasar las revisiones sin enfermera
ayudante, ante lo cual los problemas de agenda desaparecieron por completo". Sobre esta cuestión Herminia
declaró en el juicio, en esencia, lo siguiente: " Donato me denegó la organización de la agenda. Yo quería
pasar los exámenes de salud a última hora, como Fructuoso , y se me
dijo que no era compatible con el horario de la enfermera. Dije que pasaría la consulta sin enfermera, y al
final creo que aceptaron". Ciertamente, parece difícil que la dirección del centro pudiera obligar a la enfermera,
Azucena , a permanecer trabajando hasta las 15.10, cuando tenía hora de salida a las 15.00, según ella ha
declarado. De cualquier forma, parece, por su propia manifestación, que Herminia al final consiguió lo que
pretendía, aun a costa de prescindir de la enfermera a última hora de la mañana.
Apertura de un "cupo fantasma" a nombre de la pediatra Cristina
"Se abrió un tercer cupo fantasma a nombre de la pediatra sustituta de la Dra. Herminia para la otra
media jornada, de forma que no constase a su nombre las incorporaciones, sobresaturando su cupo de forma
artificial" (sic). No terminamos de entender en qué consistió exactamente la maniobra denunciada, a la que
Herminia se refirió en el juicio como "un tema mal gestionado, no malintencionado". De cualquier manera,
Cristina ha negado que se abriera ningún cupo a su nombre, como lo han negado la enfermera de Herminia
, Azucena , la Jefa del Área Administrativa, Ruth , y las auxiliares administrativas Paula y Leocadia ,
quienes afirmaron que solo había dos cupos: el de Fructuoso , por un lado, y el de Herminia y Cristina ,
por el otro. Así consta, además, en certificado del Jefe del Servicio de Personal de la Dirección de Atención
Primaria del Servicio Navarro de Salud: Cristina no tenía asignado cupo, los niños que acudían a su consulta
figuraban en el cupo asignado a Herminia (f. 1.330).
Deficiente gestión de la atención a pacientes desplazados, en perjuicio de Herminia
Según el escrito de acusación, "para que la atención de los pacientes desplazados fuese equitativa, y
tras la negativa del Dr. Donato a establecer un sistema organizado, la Dra. Herminia elaboró por su cuenta
un documento con un orden de asignación de estos pacientes a uno u otro pediatra: los
6
días pares a uno y los impares a otro. El citado documento fue arrancado en al menos tres ocasiones
por el Dr. Fructuoso , a la vez que gritaba por ello a las administrativas. (...) Ello con el fin de que los
desplazados le fueran asignados de modo sistemático a la Dra. Herminia ". Herminia corroboró en el juicio
estos hechos, añadiendo que este tipo de pacientes le eran sistemáticamente adjudicados a ella. De la prueba
testifical practicada se deduce que los pacientes desplazados eran muy pocos al mes, cuatro o cinco. Según
los acusados, atendía más Fructuoso que Herminia . Fructuoso declaró no haber visto siquiera el documento
que se dice que arrancó. Ruth , Jefa del Área Administrativa, declaró por su parte que estos pacientes se
distribuían al pediatra que tuviera disponibilidad. Al folio 31 de los autos está la propuesta escrita elaborada
por Herminia , sellada el 17 de octubre de 2006, en una hoja impoluta, que no parece arrancada. Y poco
más podemos añadir sobre esta cuestión, salvo que a fecha 30 de junio de 2006 Herminia tenía asignados
1.008 pacientes en total y Fructuoso 1.053, según la Dirección de Atención Primaria (f. 679), de forma que,
al menos en las cifras globales, la Sra. Herminia no estaba más sobrecargada que su compañero.
Duplicación de citas en la agenda de Herminia
Era, según el Ministerio Fiscal, otra forma de sobrecargarla de trabajo: citar a dos pacientes a la
misma hora, cuestión por la que se quejó a la dirección, infructuosamente. También se indica que cuando la
Dra. Herminia reservaba para un paciente 20 minutos en lugar de los 10 habituales, por entender que los
necesitaba, se le introducía informáticamente un segundo paciente en esa franja horaria, con la consecuencia
de retrasos, estrés y reducción de la calidad del servicio. Estas prácticas, se dice, las realizaba el personal
administrativo por indicación de la dirección del centro. Los testigos que declararon sobre este extremo en
el plenario oscilaron entre considerar la duplicación de citas algo normal, por presentarse casos urgentes (
Josefina , Cristina ), y negar que existieran ( Ruth , Leocadia ). Nadie, sin embargo, declaró que Herminia
recibiera un
trato diferente en esta cuestión. La propia denunciante quitó hierro al asunto en su declaración, al decir,
en esencia, que "obedecía a una mala organización de la dirección. En todos los centros se duplican citas,
por urgencias, pero con un mínimo de protocolo y buena voluntad desde Admisión se avisa al médico y se le
pregunta si puede atender. Supongo que no fue con dolo".
Trato desconsiderado de Fructuoso para con Herminia
Según el escrito de acusación, "el Dr. Fructuoso le negaba a la Dra. Herminia el saludo de cortesía
delante de los demás compañeros y le negaba la palabra. Cuando coincidían varias personas y preguntaba
algo al grupo y contestaba la Dra. Herminia , hacía como que no había oído y volvía a preguntar". También
se dice que "cuando la Dra. Herminia acudía a la reunión de la Unidad Básica de Atención Primaria (...),
al apercibirse el Dr. Fructuoso de que asistía la Dra. Herminia , al entrar en la reunión automáticamente
abandonaba la sala". Según el acusado, "había una falta de comunicación mutua; si ella no me saludaba yo
tampoco". Según él, la relación se torció cuando se negó a una propuesta de ella de irse ambos del centro un
poco antes un día a la semana por haber poco trabajo. De cualquier forma, añadió, mantenían un contacto
mínimo, pues ella llegaba a las 11.30 y él estaba en su consulta. Parece evidente, por lo tanto, que no se
hablaban, y así lo recogemos en los hechos probados. Por lo demás, ninguno de los dos únicos testigos que
fueron interrogados al respecto, Ruth y Asunción , dijo haber visto que Fructuoso abandonara una reunión
por estar presente Herminia .
Exclusión de Herminia de las reuniones de equipo, actividadesdocentes, programas de formación y
comisiones
Según el escrito de calificación del Ministerio Fiscal, "el día 9 de marzo de 2006 la Dra. Herminia se
percató de que no se le estaba citando a las reuniones de equipo de los jueves y de que era la única persona
que estaba trabajando mientras el resto estaban reunidos en el piso superior, incluido el otro pediatra, Sr.
Fructuoso ". También se indica que "a la Dra. Herminia el Dr. Donato la excluía sistemáticamente de
las actividades docentes del centro (nunca le comunicaba su existencia y tenía que enterarse por terceras
personas), en programas de formación y en la participación de cualquier comisión que se crease". El acusado
negó en el juicio esta imputación, señalando que toda la información se colgaba en el tablón de anuncios.
Herminia , por su parte, matizó la acusación, al decir que "a veces tenía acceso a los cursos de formación y
a veces no. A las reuniones organizativas del centro inicialmente acudía, dejé de acudir y como ' Herminia
no va' se me asignaban pacientes en ese horario".
Diversas testigos, por su parte, negaron que se excluyese a Herminia de reuniones y actividades
( Asunción , Dulce , Esperanza -que dijo pertenecer a la comisión de docencia-). Azucena y Ruth
declararon que los cursos se publicaban, y además se ponían en la taquilla de cada trabajador en Admisión.
7
Y la médico Angelica aseguró que había coincidido con Herminia en reuniones de formación. En las
actuaciones encontramos una petición de Herminia de pertenecer a una comisión (f. 105), que no consta se
le denegara, y su asistencia a un taller de formación el 11 de abril de 2006 (f. 832). Consta también que el
9 de marzo de 2006 no se celebró ninguna reunión del Equipo de Atención Primaria del Centro de Salud de
Villava, sino solo una reunión de enfermeras (f. 711). Por todo lo expuesto, la exclusión de la Sra. Herminia
de estas actividades no ha quedado acreditada.
Entorpecimiento de la solicitud de vacaciones y permiso sin sueldo porparte de Herminia en el año 2006
Según el Ministerio Fiscal, se le obligó a solicitar las vacaciones y el permiso en tres ocasiones
diferentes: 28 de febrero, 15 de mayo y 22 de mayo, intentando novar el plazo de denegación, plazo que ya
había transcurrido en la segunda ocasión. En la voluminosa documentación que obra en los seis tomos de las
actuaciones lo único que hemos encontrado sobre esta cuestión es dos escritos de Herminia dirigidos
al centro de salud (ff. 37 y 38). En uno pide dos permisos sin sueldo y en el otro se extiende en consideraciones
sobre lo que ahora es objeto de acusación. Y en la vista oral Herminia se limitó a decir que de las vacaciones
trataba con Ruth . No ha quedado probado, por lo tanto, que se maniobrara para perjudicar a la denunciante.
Impago parcial a Herminia de los incentivos de los años 2005 y 2006
Se indica en el escrito de acusación que en el reparto de los incentivos de esos dos años a Herminia se
le abonó solo una parte, por haber estado de baja, tras una protesta de Fructuoso por la intención inicial de
que se le abonaran íntegramente. Todos los testigos interrogados en la vista oral sobre esta cuestión ( Ruth ,
Josefina , Oscar , Edurne ) apoyaron la versión de los acusados según la cual los incentivos se repartían en
función del número de horas trabajadas. Así se desprende también de la prolija documentación que obra a los
ff. 591 y ss. de las actuaciones. Es por ello lógico que Herminia , a media jornada y de baja por incapacidad
temporal durante 9 meses en 2005, cobrara menos. En el escrito de acusación se dice que Tatiana estuvo
de baja maternal en 2006 y no se le hizo descuento alguno, pero esta pediatra fue la antecesora de Herminia
y estuvo en el centro de 1999 a 2002, sin que además en la vista oral se le hiciera pregunta alguna sobre
esta cuestión de los incentivos.
Imposición a Herminia de trabajar el sábado 17 de marzo de 2007
Según se señala en el escrito de acusación, el 14 de marzo de 2007 Donato comunicó a Herminia que
debía cubrir el servicio de pediatría del centro de salud el sábado día 17, de 08.00 a 15.00. Herminia pidió
comunicación escrita, que recibió el día 15. En ella se indicaba que no se había encontrado médico para pasar
consulta ese sábado, y que se le designaba a ella siguiendo el orden establecido formado por los pediatras de
Huarte, consultorio de Gorraiz y Villava. Según la acusación, no se le entregó previamente copia de ninguna
lista, pese a ostentar la condición de interesada, como marca la ley. La Dra. Herminia remitió alegaciones
a la Subdirección de Área Norte, que se limitó a reducir el horario de 11.30 a 15.00 horas. Herminia trabajó
en ese horario y recurrió en alzada, recurso que fue desestimado. Sigue diciendo el escrito de acusación
que la directora del Centro de Salud de Huarte había comunicado con anterioridad al Dr. Donato que debía
excluirse del turno de guardias a la pediatra de Huarte Sara , por tener jornada reducida por cuidado de hijo
(misma situación en la que se encontraba Herminia ), ya que se le había comunicado por la Subdirección
Navarra-Norte de Atención Primaria que no podía hacer ningún exceso de horario. Se añade para terminar
que en el llamamiento para trabajar no se siguió el orden que venía establecido en la supuesta lista. A los
ff. 78 y ss. de las actuaciones figuran las actuaciones administrativas generadas por esta controversia, que
terminan con la interposición por Herminia de un recurso contencioso-administrativo contra la Orden Foral
235/2007, de 29 de mayo, del Consejero de Presidencia, Justicia e Interior, por la que se desestimó el recurso
de alzada al que se refiere el escrito de acusación. Desconocemos qué suerte corrió este recurso judicial. En
la vista oral prestó declaración Sara , la pediatra de Huarte que estaba en la misma situación de reducción
de jornada que Herminia . Y manifestó que, como Herminia , ella también fue obligada a trabajar un sábado,
y además en jornada completa, situación que no se repitió tras comunicarle la directora de su centro, Susana
, que había habido una mala interpretación de la norma. La Sra. Susana también declaró, y dijo que la
Dirección de Atención Primaria le había comunicado que Sara no podía trabajar la jornada entera del sábado.
Estamos, en definitiva, ante una cuestión cuando menos confusa, sin que haya quedado probada la existencia
de una discriminación consciente hacia Herminia por el hecho de obligarla a trabajar esa media jornada de
un sábado, hecho que no consta se repitiera.
Por lo demás, dejando ya las acusaciones concretas y volviendo a las genéricas sobre el acoso y
despestigio a que por parte de los acusados se sometía a la Sra. Herminia , todos los testigos que declararon
en la vista oral y fueron preguntados al respecto, y fueron muchos, negaron haber presenciado o tenido noticia
8
de conductas inadecuadas por parte de los Sres. Donato y Fructuoso . Únicamente Cristina , la pediatra
que completaba la jornada de Herminia , declaró que en una ocasión Fructuoso cuestionó la dedicación
de Herminia al trabajo, sin que recordara las palabras exactas. Para terminar con la prueba de los hechos,
hemos de señalar que el hecho primero, referente a la labor de los implicados en el Centro de Salud de
Villava y a sus circunstancias profesionales, aparece documentado de forma dispersa en los seis tomos del
procedimiento, y no es objeto de controversia. Y en cuanto al hecho sexto, sobre las circunstancias de salud
de Herminia , queda acreditado con el informe del psiquiatra Pedro Antonio que obra a los ff. 958 y ss. de
las actuaciones, con el informe del Centro de Salud de Cizur que figura al f. 1.420 y con el informe del médico
de familia Feliciano localizado al f. 2.205.
Tercero .- Sobre la base de los hechos que hemos declarado probados, resulta evidente que no
podemos considerar existente ninguno de los delitos que el Ministerio Fiscal imputa a los acusados: delito
contra la integridad moral previsto y penado en el art. 173.1 CP o, alternativamente, delito continuado de
coacciones de los arts. 172.1 y 74 en concurso real con delito de lesiones psíquicas del art. 147.1 CP .
En efecto, como ya hemos visto, no ha quedado acreditada la existencia de las conductas de acoso,
menosprecio, marginación, desprestigio, minusvaloración... que se describen en el escrito de acusación, y
que constituirían la base para la existencia de uno o varios de los indicados delitos, sobre los que por ello nos
vamos a abstener de teorizar. Sí que existía un mal ambiente de trabajo entre Herminia , por un lado, y Donato
y Fructuoso , por el otro, y una deteriorada relación personal, pero ello queda al margen del Derecho Penal.
En su informe final, insólitamente escueto para un juicio que duró tres días, el Ministerio Fiscal consideró
suficientes para sostener la acusación la declaración de Herminia y el informe del perito Pedro Antonio .
Respecto de la declaración de la denunciante, es conocida la jurisprudencia que indica que abstractamente
considerada resulta apta para desvirtuar el derecho a la presunción de inocencia; pero esta prueba ha de
ser examinada con especial cuidado, pues en estos casos se produce una situación límite de riesgo para el
indicado derecho constitucional. Por ello, la Sala Segunda del Tribunal Supremo ha indicado una serie de
pautas de valoración de esta prueba, no con valor de reglas legales (ya que no existe en nuestro Derecho
un sistema de prueba tasada) sino como criterios orientativos ( SSTS 23 octubre 2000 y 11 octubre 2003 ):
verificación de la ausencia de incredibilidad subjetiva derivada de relaciones acusado-víctima anteriores a los
hechos enjuiciados de las que pudiera deducirse la concurrencia de un móvil de resentimiento o enemistad
que privara a su testimonio de la aptitud para generar el estado subjetivo de certidumbre en que la convicción
jurídica estriba, examen de la verosimilitud de las imputaciones vertidas, existencia de corroboraciones de
carácter objetivo de tales imputaciones y persistencia en la incriminación, que, si es prolongada en el tiempo,
deberá carecer de ambigüedades y contradicciones.
En el caso que nos ocupa, a lo largo del fundamento jurídico segundo hemos puesto de manifiesto
algunas ambigüedades y contradicciones en la versión que de lo ocurrido a lo largo de esos duros años para
ella (esto no se discute) ha dado Herminia . Pero nos interesa más subrayar que es evidente la existencia, ya
cuando muchos de los hechos enjuiciados estaban sucediendo, de un fuerte resentimiento de la denunciante
para con los hoy acusados (y viceversa, desde luego), lo que puede comprometer la imparcialidad de las
apreciaciones de la Sra. Herminia . Y más aún que no existe corroboración objetiva de las imputaciones,
pues ya hemos visto cómo ninguno de los testigos que depusieron en la vista oral, más de 30, ni siquiera los
propuestos por la acusación, avalaron la existencia de las conductas delictivas imputadas a los acusados.
Ciertamente, como ha subrayado el Ministerio Fiscal en varios escritos a lo largo de la prolija instrucción
y fase intermedia, en muchos casos de acoso laboral o mobbing en sentido vertical, de jefes hacia empleados,
existe una tendencia de los compañeros de trabajo del acosado a alinearse con "el poder". Pero en el caso
que nos ocupa ha existido una unanimidad absoluta, incluso entre testigos ya jubilados o que no trabajan ya
en el Centro de Salud de Villava. A uno de ellos, Oscar , le hemos concedido especial valor, pues fue el
director del centro durante los primeros años de supuesto acoso y tanto él como Herminia han declarado que
tenían buena relación entre sí. Por lo que respecta al informe del Dr. Pedro Antonio , en él se atribuye un
papel fundamental en el trastorno de ansiedad generalizada que sufre Herminia a "los conflictos laborales".
Pero en el informe se habla también de otros factores coadyuvantes, como ciertas alteraciones hormonales
que padece la Sra. Herminia . Y, en cualquier caso, "conflicto laboral" no es sinónimo de "acoso en el trabajo".
Ya hemos visto cómo en 2004, antes de conocer al coacusado Donato , Herminia ya había padecido un
trastorno de ansiedad generalizada. Y ahora lo sigue padeciendo, varios años después de haber dejado de
tener contacto con los acusados. También debemos subrayar que, si bien en el informe del Dr. Pedro Antonio
se indica que la Sra. Herminia no presenta ningún trastorno paranoide de la personalidad, ni patología en
la que predominen las ideas delirantes de persecución, obra en autos otro informe psiquiátrico, de la doctora
9
Penélope , que habla de "aproximación diagnóstica hacia un trastorno paranoide de personalidad, que se
caracteriza por una sensibilidad excesiva a los contratiempos, incapacidad para perdonar agravios, suspicacia
y tendencia generalizada a distorsionar experiencias propias, interpretando manifestaciones neutrales como
hostiles o despectivas, y un sentido combativo de sus derechos al margen de la realidad" (ff. 1.428 y 1.429).
La doctora Penélope ratificó y explicó este informe en la vista oral, como lo hizo el Dr. Pedro Antonio con el
suyo. En definitiva, y por todo lo expuesto, procede dictar sentencia libremente absolutoria de los acusados.
Cuarto .- De conformidad con el art. 240 LECrim ., se declaran de oficio las costas del juicio.
Vistos los preceptos legales citados y demás de general y pertinente aplicación,
FALLO
Que debo absolver y absuelvo a Donato y a Fructuoso en relación a los hechos enjuiciados en las
presentes actuaciones, con declaración de las costas de oficio.
El tiempo que el/los acusado/s haya/n sufrido cautelarmente privado/s de libertad por esta causa podrá
ser de abono en otra distinta con estricta sujeción a lo dispuesto en el art. 58.1 del Código Penal .
Llévese certificación de esta Sentencia a los autos principales y notifíquese al Ministerio Fiscal y a las
partes con expresión del recurso de apelación que cabe interponer frente a la misma dentro de los DIEZ DIAS
siguientes al de su notificación, correspondiendo el conocimiento de dicho recurso a la Audiencia Provincial
de Navarra.
Lo que pronuncio, ordeno y firmo, juzgando definitivamente en la instancia por esta Sentencia, en lugar
y fecha "ut supra".
10
Descargar