los estudios epidemiológicos como observatorio de la

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Rev Fed Arg Cardiol. 2016; 45(2): 54-55
Los editoriales representan la opinión de los autores, no
necesariamente las del Comité Editorial de la Revista FAC.
Editorial
Los estudios epidemiológicos como observatorio de la realidad asistencial.
El estudio SMALL-J
Epidemiology studies as an observatory of medical care reality. The SMALL-J study
Daniel Piskorz
Instituto de Cardiologia del Sanatorio Británico. Rosario; Argentina
I N F OR M ACI Ó N D E L ART í CULO
Recibido el 28 de febrero de 2016
Aceptado el 31 de marzo de 2016
Online el 30 de junio de 2016
Palabras clave:
Hipertensión arterial
Factores de riesgo cardiovascular
Epidemiología latinoamericana
Keywords:
Hypertension
Cardiovascular risk factors
Latin-American epidemiology
www.revistafac.org.ar
El autor declara no tener
conflicto de intereses
El Estudio de Factores Mayores de Riesgo Cardiovascular en los Hipertensos de Jinotega (SMALL-J), publicado
en este número de la Revista de la Federación Argentina
de Cardiología, es un corte transversal de una muestra de
pacientes hipertensos arteriales asistidos por especialistas
en cardiología, en tres centros asistenciales situados en el
mencionado departamento de Nicaragua1. Se trata de una
muestra de individuos de demanda espontánea de salud,
por lo tanto, con fuerte probabilidad de que sus características epidemiológicas no sean concordantes con el perfil de
riesgo cardiovascular de la población general ni de quienes
padecen hipertensión arterial en este departamento nicaragüense, pero con posibilidades ciertas de que los datos
obtenidos sean valiosos para organizar el sistema sanitario
local, programar las estrategias de salud pública, y generar
los recursos humanos capacitados para responder a los requerimientos de la población. Dos terceras partes de los sujetos incorporados fueron de sexo femenino, con una edad
promedio de 62.9 años, por lo que la información obtenida
está enfocada muy fuertemente en mujeres con algunos
años de evolución de su menopausia, con las particularidades antropométricas, neurohormonales y metabólicas que
ello trae aparejado2-3.
Véase el artículo original publicado en páginas 80-84
En este contexto, se debe remarcar que más del 85%
de la muestra presentaba sobrepeso y obesidad, y en más
del 90% de los casos la obesidad fue de tipo central, por
lo que seguramente esta variable condiciona la mayoría de
los componentes del perfil de riesgo cardiovascular descripto, ya que es ampliamente reconocido el impacto de
la obesidad central sobre el resto de los factores de riesgo,
el desarrollo de daño tisular y la morbimortalidad cardiovascular y renal4-5. Se trata en definitiva de una muestra de
sujetos hipertensos con obesidad central, mayoritariamente mujeres en climaterio. Con estos antecedentes, parecen
coherentes algunos de los hallazgos del estudio, como la
alta prevalencia de diabetes tipo 2 del 18.8%, significativamente mayor que en la mayoría de los relevamientos epidemiológicos latinoamericanos en población general, pero
menor que en población hipertensa; la elevada frecuencia
de dislipemias que abarcó a más del 50% de los individuos
incluídos, desprendiéndose por los promedios muestrales
de colesterol plasmático total y trigliceridemia, que se trata
de alteraciones del perfil lipídico fuertemente asociadas a
la obesidad central, con una significativa impronta aterogénica; y por otra parte, cerca de la mitad de los individuos
presentaban cifras de presión arterial nivel 2 ó 3, es decir,
mayor a 160 y/o 100 mm Hg. En este contexto, y más allá
de la sorprendentemente baja frecuencia de tabaquismo,
que obviamente requeriría una análisis de los autores, no
sorprende que uno de cada tres sujetos reclutados presente antecedentes de enfermedad cardiovascular evidente, y
aunque el estudio no lo analiza, muy probablemente también se hubiera podido demostrar una muy alta frecuencia
de compromiso subclínico; de lo que se desprende que la
mayoría de los pacientes deberían recibir una estrategia terapéutica de prevención secundaria, en la que un número
importante de ellos deberían estar recibiendo terapia hipolipemiante y antiagregante plaquetaria, información no
brindada por el estudio6.
El estudio CARMELA, realizado en siete ciudades latinoamericanas, Barquisimeto en Venezuela, Bogotá en Co-
Autor para correspondencia: Dr. Daniel Piskorz. Instituto de Cardiología del Sanatorio Británico SA. Paraguay 40 (2000) Rosario, Argentina
e-mail: danielpiskorz@ciudad.com.ar
D Piskorz / Rev Fed Arg Cardiol. 2016; 45(2): 54-55
lombia, Buenos Aires en Argentina, Lima en Perú, el Distrito Federal en México, Quito en Ecuador y Santiago de
Chile, mostró que la prevalencia de hipertensión arterial
en Latinoamérica puede ser tan baja como el 8.6% de Quito, hasta llegar al 29% de Buenos Aires; por otra parte, la
frecuencia de síndrome metabólico de acuerdo a la definición del ATP 2, en el que para su diagnóstico se requiere la
presencia, además de hipertensión arterial, la de obesidad
central, diabetes tipo 2 o intolerancia glucémica, y dislipidemia aterogénica, osciló entre el 14% en Quito y el 27% en
México7. Por lo expuesto, Latinoamérica no es una región
homogénea en términos de prevalencia de factores de riesgo cardiovascular, y este tipo de observaciones determina
la necesidad, plausible por cierto, de analizar la situación
epidemiológica de cada país, inclusive de cada región o ciudad, como lo hace el estudio Small-J, poniendo luz a estas
grandes diferencias regionales, que en definitiva determinan necesidades sanitarias específicas.
En este mismo escenario, el estudio RISIM, conducido
en seis países de nuestro continente y España, estuvo dirigido a determinar la prevalencia del síndrome metabólico
en pacientes hipertensos con residencia urbana. La muestra
de pacientes, más pequeña que la del estudio CARMELA,
fue extraída de Guadalajara y el Distrito Federal en México,
Barquisimeto en Venezuela, Medellín en Colombia, Santiago de Chile, Buenos Aires, Córdoba y Rosario en Argentina,
y Juiz de Fora, Rio de Janeiro, Sao Paulo y Campiñas en
Brasil, y mostró que aproximadamente el 90% de los sujetos
presentaba obesidad central medida como circunferencia
de cintura, y excepto en Venezuela, dos terceras partes de
los pacientes evidenciaron hiperglucemias; por lo que de
acuerdo a este estudio, los pacientes hipertensos latinoamericanos presentan un perfil epidemiológico específico, en el
que la obesidad central juega un rol trascendente para el
desarrollo del síndrome metabólico8.
Latinoamérica es un territorio de aproximadamente 20
millones cuadrados de superficie, con cerca de 600 millones
de habitantes, cuya densidad poblacional en Sud América
es de alrededor de 22 habitantes por km2 y en América Central 72 habitantes por km2, lo que sumado a la gran diversidad étnica y racial, socio-cultural y económica, explica la
gran variabilidad de la información que se puede obtener
en este tipo de estudios epidemiológicos transversales. Para
comprender estos fenómenos, en una simple comparación
de las realidades de distintos países, los procesos de urbanización, con el impacto que ellos tienen en la salud pública y la realidad social, en los últimos 100 años han sido
cualitativa y cuantitativamente disímiles en la región, así,
tomados sólo como ejemplos, Nicaragua tiene el 55% de su
población urbanizada, mientras que en países como México, Puerto Rico o Cuba es de más del 75%, en tanto que
en Argentina es del 89%. Al mismo tiempo, la mayor parte
de la población de Nicaragua es mestiza, con un porcentaje
entre el 15% y el 20% de habitantes de raza negra; mientras
que por ejemplo en Costa Rica, Uruguay o Argentina es mayoritariamente de raza blanca. Por otra parte, las tasas de
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desempleo y los índices de pobreza varían constantemente,
dependiendo fundamentalmente de los incesantes cambios
políticos que ocurren en la región y de los instrumentos que
se utilicen para medirlos. No menos importantes para esta
editorial son los hábitos alimentarios de la población, por
otra parte fuertemente influenciados por todos los aspectos previamente discutidos. El mas recientemente publicado estudio PURE, con más de 100 mil sujetos incluídos,
de los cuales 17.003 eran latinoamericanos provenientes de
Argentina, Brasil, Chile y Colombia, analizó mediante una
metodología indirecta, con cierto grado de limitación en su
precisión, la relación entre la ingesta diaria de sodio y los
niveles de presión arterial y la morbi-mortalidad cardiovascular, demostrando una relación positiva, continua, pero no
lineal con la presión arterial, y que los consumos de más de
7 grs de sodio por día, estimados a partir del análisis por el
método de Kawasaki modificado de una muestra recolectada de orina matinal, incrementan la mortalidad y los eventos cardiovasculares mayores9. Todos estos aspectos tienen
dramáticas consecuencias sobre la salud pública, y ello se
ve reflejado en el criterio que se aplica para medir dentro
de los índices de desarrollo humano de cada país uno de
sus parámetros más importantes como es la salud pública,
que es la esperanza de vida al nacer, y que presenta extraordinarias variaciones regionales, ya que oscila entre 62 años
en Bolivia y 79 años en Costa Rica, siendo de 74 años en
Nicaragua y 72 años en Argentina.
Consideraciones finales
Relevamientos epidemiológicos, como el realizado y
publicado en este volumen de la Revista de la Federación
Argentina de Cardiología por Rizo Rivera et al, son imprescindibles para conocer la realidad sanitaria local, planificar
políticas de salud pública e implementar planes de acción.
Las situaciones epidemiológicas locales, regionales y continentales son extremadamente disímiles, y por tanto las
comparaciones son ociosas. El objetivo “25 por 25” de Naciones Unidas marca el camino a seguir para esta muchas
veces dolorosa epidemiología latinoamericana10.
BIBLIOGRAFÍA
1. Rizo Rivera GO, Hurtado P, Cruz Rodríguez JL, et al. Características clínicas
de hipertensos atendidos en consultas cardiológicas de Jinotega, Nicaragua:
Estudio SMALL-J. Rev Fed Arg Cardiol 2016; 45 (2): 80-84.
2. Cifkova R, Pitha J, Lejskova M, et al. Blood pressure around the menopause:
a population study. J Hypertens 2008; 26: 1976-82.
3. Jansen I, Powell LH, Crawford S, et al. Menopause and the metabolic syndrome: the Study of Women’s Health Across the Nation. Arch Intern Med
2008; 168: 1568-75.
4. Wong CY, O´Moore-Sullivan T, Leano R, et al. Alterations of left ventricular myocardial characteristics associated with obesity. Circulation 2004; 110:
3081-7.
5. Gibson AA, Schaffer JE, Peterson LR, et al. Quantitative analysis of the magnitude and time delay of cyclic variation of myocardial backscatter from asymptomatic type 2 diabetes mellitus subjects. Ultrasound Med Biol 2009;
35: 1458-67.
Bibliografía completa disponible en www.revistafac.org.ar
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