INFORMACIÓN A TODA LA COMUNIDAD DE CURACAVÍ COLLEGE. Antes de informar el aspecto sustantivo de este comunicado, es necesario fundamentar algunos alcances que nos permiten comprender y respaldar cabalmente la resolución tomada, en virtud de los acontecimientos sucedidos en la actividad denominada “Juegos de Agua”, conocida como una actividad de algarabía que se ha transformado en una tradición en nuestro colegio. La que es realizada por los alumnos(as) de 4º Medios, con el fin de celebrar, no sólo el final de su proceso de fin de año, sino que también el ciclo general de educación de 12 años de estudio. Dicha actividad es un momento de esparcimiento, entre quienes llegan a esta parcial, pero importante, meta en su vida y está impregnada de actitudes alegres tan propia de la juventud. No obstante, el compartir este sentimiento, no podemos olvidar que esta actividad se ha enmarcado - siempre - en los límites del contexto propio de un colegio y por lo tanto, debe seguir abocado a su tarea trasformadora, hasta el último momento. Todos sabemos que en nuestro país se debate sobre qué –o cuál- debe ser el concepto de calidad en educación. Sin duda, no es sólo el aprender una determinada asignatura, es algo mucho más complejo que eso. Es un conjunto de formas, valores, maneras de relacionarse y de entender el “mundo”, y que toda persona educada debe manifestar, para ostentar dicha condición. No podemos dejar de recordar al notable educador Paulo Freire quién decía: “Nadie educa a nadie, nadie se educa sólo. Todos nos educamos mediatizados por el mundo”. Y en virtud de esta cita es que debemos –no sin poco dolorenfrentarlo públicamente, ya que, cuando uno de los nuestros falla, nos hace fallar a todos. Porque, ese uno, pertenece a un cuerpo - en este caso - es nuestra familia educativa; la familia Curacaví College es la que sufre y recibe el golpe, no sólo quienes han cometido la falta. Siendo este un comunicado público y con el deseo de evitar tergiversaciones, que con el correr del tiempo, puedan transformarse en mitos juveniles. Como asimismo, para sentar el precedente colectivo de una información basada en función de los hechos objetivos que concluyan esta situación, es que: firmemente, podemos decir que los alumnos(as) de los cuartos medios del presente año, en la actividad indicada, sobrepasaron las reglas estipuladas, provocando desordenes inesperados, agresivos, fuera de contextos, atentatorios a la dignidad docente, planeando premeditadamente acciones violentas, provocando actos inconscientes de sus consecuencias y sus alcances, para con sus pares, para con los alumnos(as), para con sus compañeros más pequeños, provocándoles sustos (que bien sabemos los educadores, en sus pequeñas mentes pueden tener serias consecuencias), para con sus profesores jefes, quienes han actuado con la lealtad de hablarles honestamente, depositando en ellos su credibilidad, para con las autoridades, quienes han hecho lo posible por entenderlos y otorgarles todo aquello que es correcto y, finalmente, para con el cariño y esfuerzo de sus padres, manifestando actitudes, que no asisten, no provienen de ellos. Existen muchas más razones para seguir esgrimiendo, no obstante, la herida es lo suficientemente dolorosa y profunda, para hacerla aún más grande. Por todo lo anterior, es que después de analizar con la calma, que da la distancia y el tiempo prudente, es que Dirección y Cuerpo docente han decidido suspender al acto de licenciatura, toda vez que los hechos acontecidos han dañado muy fuertemente la convivencia y el respeto al interior de nuestra comunidad. Reafirmamos que es necesaria esta rigurosa medida para sentar los límites que deben existir como manifestación de un estado de derechos y deberes para con uno y para con los demás, desde la enseñanza inicial, hasta la profesional. Finalmente, me quiero dirigir a todos nuestros apoderados. Como padres y madres lo mejor que podemos dejarles a nuestros hijos –para que se defiendan en la vida- es la educación, pero no podemos dejarles una educación basada en el error, esa educación no sirve de nada. La educación conlleva enseñarles los límites, enseñar valores, enseñar virtudes. Y no dudo, que ninguno de ustedes estarán en desacuerdo con esto. Los alumnos(as) renunciaron a su derecho, a su acto de licenciatura, sabiendo los límites iniciaron y llevaron a cabo las acciones, con las consecuencias indicadas. La Directora y El Cuerpo Docente ve con tristeza las acciones que provocaron esta medida, sin embargo, como educadores no podemos dejar pasar la oportunidad de dar nuestra última lección: EL RESPETO ES Y DEBE SER, PARA TODOS. SIN OTRO PARTICULAR. LOTTY RICHTER PÉREZ DIRECTORA CURACAVÍ COLLEGE Curacaví, 25 de noviembre de 2014