Presentación 2 del Tema I Autor: Dr. Mario Estévez Báez Diseño: Lic. José Mario Estévez Carrera. En el primer cuarto del siglo XVII, William Harvey demostró que las fibras miocárdicas auriculares poseían una frecuencia espontánea de contracción más elevada que las ventriculares, pero solo a comienzos del siglo XX, fue descubierto por Keyth y Flack el nódulo aurículo-sinusal, como el sitio de mayor frecuencia espontánea de autorritmicidad cardiaca. Es tos hechos demuestran que si bien el corazón posee vías nerviosas autonómicas que llegan al mismo y producen efectos que influyen en su actividad, no puede dejar de considerarse el papel de autorritmicidad cardiaca al analizar el comportamiento de la regulación funcional del sistema cardiovascular. No obstante, hasta hace poco tiempo, las evidencias del papel del propio corazón en el proceso regulatorio, interactuando con las secciones S y Ps del SNA eran escasas. A partir de mediados de la década de los 80 del pasado siglo, comenzaron a presentarse evidencias morfológicas e histoquímicas, que demostraban la existencia de fibras nerviosas autonómicas, no adrenérgicas y no colinérgicas en la inervación principalmente del intestino (plexo mioentérico) y en una parte importante de las fibras de inervación a los pulmones. En el intestino, cerca del 30 por ciento de las fibras autonómicas eran de este tipo y se las comenzó a denominar purinérgicas, por la observación del ATP o de la adenosina parecían constituir el neurotransmisor del segundo eslabón sináptico en estas fibras. Ya a partir del presente siglo XXI, en los manuales de Farmacología se acepta sin discusión que la clasificación clásica del SNA en simpático y Parasimpático no es objetiva y se postula como correcta la que incluye al sistema nervioso entérico como otra nueva sección del SNA. En la lámina se recoge una afirmación de lo anterior donde de modo explícito se le concede a esta nueva sección del SNA, una independencia respecto a las otras dos secciones autonómicas clásicas. La cita corresponde al libro de texto cubano sobre Farmacología General de Morón y Levy (2002) y a sido tomada del capítulo Principios de la neurotransmisión del profesor Salazar Rodríguez. En la visión clásica del SNA, habíamos repasado que dos neurotransmisores eran los característicos del mismo: la acetilcolina y la noradrenalina. Señalamos también que las fibras nerviosas S y Ps terminaban haciendo sinapsis directamente en el tejido miocárdico y aunque se aceptaba la existencia de neuronas en el plexo cardiaco, se consideraba que las mismas correspondían a neuronas posganglionares Ps. En las próximas láminas mostraremos evidencias de otros neurotransmisores en las fibras autonómicas cardiacas, de interacciones sinápticas complejas en el plexo cardiaco y de elementos funcionales que otorgan a la regulación autonómica cardiovascular una complejidad nuca antes sospechada. Entre los neurotransmisores identificados en el tejido nerviosos autonómico cardiaco se encuentran: la sustancia P y la calcitonina, el neuropéptido Y, el péptido intestinal vasoactivo, al adenosina y la bradiquinina. También han sido demostrados receptores purinérgicos P1 y P2, cuyo neurotransmisor es la adenosina y que al ligarse a la misma provocan cambios opuestos en la frecuencia cardiaca reducción o aumento respectivamente. El neurotransmisor adenosina se ha demostrado que es producido localmente en el tejido nervioso autonómico cardiaco. En neuronas del tejido intrínsico cardiaco han sido descubiertos receptores NK1, NK2 y NK3, sensibles a las bradiquininas. Estos estudios no solo han incluido investigaciones experimentales con animales, sino que también han sido reportados en corazones humanos estudiados en fetos recién nacidos y en adultos fallecidos. Un elemento importante en el estudio de los neurotransmisores ha sido indudablemente la demostración de interacciones sinápticas especiales en el tejido nerviosos, incluyendo el tejido nervioso autonómico. Se han clasificado en homotrópicas y heterotrópicas. Un ejemplo para las fibras simpáticas se muestra en la parte superior de la lámina, mostrando que la estimulación nerviosa, liberando norepinefrina en el espacio intersináptico, ademas de influir en la membrana postsinpatica es capáz de actuar sobre receptores de la membrana presináptica, produciendo en este caso en particular un efecto de frenado a la ulterior liberación del neurotransmisor. Es éste un caso de interacción sináptica homotrópica. En la parte inferior mostramos otro caso, en el cual una fibra Ps al activar la membrana postsináptica, provoca en el efector la liberación de otro neurotransmisor que influye en la membrana presináptica reforzando en este caso particualar, la acción liberadoradel neurotransmisor postganglionar. Corresponde este tipo a la interacción heterotrópica, donde es el efector quién actúa sobre la sinopsis postganglionar, y no la propia liberación del neurotransmisor, como ocurre en la interacción homotrópica. También han sido identificados desde el punto de vista farmacológicos, otros neurotransmisores en el tejido nerviosos autonómico intrínseco cardiaco. Entre ellos, el óxido nítrico, la histamina, diferentes endotelinas, la butirilcolina y la tirosina. De igual modo, se han demostrado los receptores para estos neurotransmisores en el tejido nerviosos intrínseco cardiaco. Quiere ello decir, que en el tejido nervioso autonómico existe, al igual que en le tejido nervioso somático, una extraordinaria complejidad de los mecanismos de generación transmisión y recepción de impulsos nerviosos y que por tanto al igual que han sido descritos sistemas funcionales en el SNC vinculados a determinados neurotransmisores (gabaérgicos, serotoninérgicos, glutamatérgicos, etc.), no tardarán en irse identificando de modo similar para el SNA central y periférico. Un hallazgo de singular interés es la reciente demostración de la existencia de neuronas catecolaminérgicas propias en el tejido nervioso intrínseco cardiaco por diferentes autores como se muestra en la lámina. Con ello, y tomando en cuanta además otros elementos que no exponemos en este momento, se demuestra que en el tejido nervioso intrínsico cardiaco existen un sector aferente. Uno intercalar y otro eferente, que deben jugar un papel funcional de alguna importancia en la regulación cardiaca y que iremos exponiendo en próximas láminas. Un hallazgo reciente ha venido a encontrar una explicación a la aparente paradoja ala que hicimos mención en otra parte de este tema. Weighe y colaboradores han demostrado que la inervación de las glándulas sudoríparas humanas no es sólo colinérgica, sino que las fibras inervadoras poseen todas las proteínas y las enzimas necesarias para una completa función adrenérgica. A este fenómeno s le ha denominado contransmisión colinérgico-adrenérgica y resulta un rasgo distintivo exclusivo para los primates y el hombre. Esta coexpresión colino-adrenérgica está ausente en otras porciones del sistema nervioso autónomo simpático, pero ha sido demostrada poara fibras parasimpáticas que partiendo del neuroeje se dirigen por vía del vago a neuronas del tejido neuroal intrínsico cardiaco. Los estudios sobre el plexo cardiaco en humanos han sido numerosos en los últimos 5 años y demuestran que en el mismo existen sectores nerviosos bien definidos con un elevado número de elementos nerviosos que varían en relación con el desarrollo ontogenético y que han hecho surgir nuevos criterios e incluso afirmaciones explícitas como la que aparece reflejada en la parte inferior de la lámina. No resulta aventurado concebir que la clasificación del sistema nervioso autónomo en un futuro no lejano incluya una nueva sección, como se muestra en la lámina, que reconozca al sistema nervioso autónomo cardiaco por su organización estructural y funcional como parte integrante del SNA como ya ocurrió como en el SNA entérico. El sistema nervioso autónomo muestra en sus fibras y conexiones sinápticas un grado de diversidad similar al encontrado en otras regiones del SNC. Los neurotransmisores son tan variados como en otras zonas del sistema nervioso. Han sido demostrados diversos tipos de receptores tanto para fibras autonómicas S como Ps en el plexo cardiaco. Debe prestarse atención en el análisis de la regulación cardiovascular el eslabón representado por el tejido nervioso intrínseco cardiaco. Las repercusiones de estos hallazgos actuales abren nuevos caminos en el estudio de la Fisiología Cardiovascular, en la Fisiopatología y especialmente en la farmacoterapia de los trastornos del sistema cardiovascular.