DIVERSIDAD Y GENERACIÓN DE VALOR: CLAVES DE GESTIÓN Prof. José Ramón Pin Dtra. Pilar García Lombardía Prof. Lourdes Susaeta Dª Angela Gallifa IESE Universidad de Navarra IRCO (Internacional Research Center in Organizations) Dpto. de Dirección de Personas en las Organizaciones Camino del Cerro del Águila, 3 28023 Madrid, España pin@iese.edu pgarcial@iese.edu Tfno.: +34 91 211 30 00 1 DIVERSIDAD Y GENERACIÓN DE VALOR: CLAVES DE GESTIÓN RESUMEN La inversión en políticas de diversidad es cada vez más frecuente en las empresas, que afirman encontrar en esta implantación beneficios en cuestiones tales como incrementos en la creatividad, mejora de la imagen y la reputación corporativas, mejora del clima laboral etc. La mayoría de las empresas, sin embargo, no utilizan ningún sistema de evaluación del impacto de las políticas de diversidad. Además, desde el ámbito académico, los numerosos estudios empíricos realizados en los últimos 20 años no han logrado ofrecer resultados concluyentes acerca de una posible relación positiva entre la introducción de la diversidad en las empresas y el aumento del beneficio, el desempeño de los empleados o el compromiso y la cohesión interna. Esta situación procede en gran parte de la inexistencia de un criterio riguroso y consensuado de diversidad. En Europa, y especialmente en España, las políticas de diversidad siguen los criterios legales, superándolos en muchos casos y entrando así en el plano de la RSC, pero manteniendo los atributos de diversidad marcados por la ley. Tales atributos, precisamente por derivar del marco legal, tienen más que ver con la integración y la no-discriminación que con una acepción de diversidad más próxima a lo que algunos autores norteamericanos denominan Variedad: heterogeneidad respecto a competencias, habilidades, experiencia, etc. Esta diversidad entendida como variedad sí puede generar valor en la organización, siempre que sea bien gestionada. PALABRAS CLAVE Diversidad, igualdad de oportunidades, RSC, integración, gestión. 2 INTRODUCCIÓN Necesidad de profundizar en el concepto de la diversidad La diversidad es un concepto muy amplio en el que hay diferentes aspectos, que se encuentran en distintos momentos de desarrollo. En unos campos España está recorriendo tramos de un camino que otros países ya hicieron, como en la integración de inmigrantes, y se puede aprender de sus éxitos y fracasos. En otros campos, como el del edadismo (la edad como factor de diversidad), el reto es nuevo para todos. En la integración de discapacitados, como indicamos en el apartado anterior, la ONCE esta en la vanguardia. Pero, junto a estos criterios demográficos de la diversidad, aparecen otras variables que introducen la heterogeneidad en las plantillas: diferentes background profesionales, diferentes contenidos y niveles de formación e incluso, diferentes estilos cognitivos. Esta diversidad oculta –como la denominan algunos autores- supone una relevante fuente de valor para la organización, si se gestiona adecuadamente. A la hora de delimitar qué es diversidad, en el ámbito empresarial y profesional, constituye un buen punto de partida recordar que lo antitético de diverso no es igual, sino único. Este punto de partida lleva directamente a la consideración del principio de dignidad de la persona y convierte el respecto a esa unicidad del ser humano en el eje vertebrador de cualquier sistema de gestión de la diversidad. De otro modo, se corre el riesgo de, al incidir excesivamente en las diferencias y en la generación de grupos diversos, caer en lo que se pretende evitar: la discriminación. Y en este punto es donde los límites de la definición de un concepto unívoco de diversidad se diluyen. ¿Qué relación existe entre los conceptos de diversidad, igualdad, no discriminación? ¿Son equiparables o intercambiables en el ámbito empresarial? ¿Una plantilla heterogénea desde el punto de vista, por ejemplo, de la procedencia geográfica, es una plantilla diversa? El objetivo de este artículo es demostrar que no necesariamente la heterogeneidad –que puede buscarse por otros motivos igualmente lícitos- produce la diversidad entendida como variedad de perspectivas, enfoques y puntos de vista. Tratando de poner orden en los conceptos mencionados, podemos considerar que el punto de partida lo constituye la no-discriminación: es, por así decir, el mínimo que 3 toda empresa debe cumplir antes de plantear la posibilidad de implantar sistemas y políticas de diversidad. La implantación de políticas en esta fase está marcada por la legislación y apoyada sobre un principio de actuación simple: valorar las capacidades y el desempeño de cada trabajador en función de los requisitos requeridos para su puesto de trabajo y no por otras circunstancias de carácter personal o subjetivo, que poco o nada tienen que ver con su realización profesional. El paso siguiente es la inserción, ámbito en el que también la legislación ha promovido mejoras importantes. Además de los requisitos legales, y con motivo del Año Europeo de la Igualdad de Oportunidades, se han promovido iniciativas dirigidas a mejorar la empleabilidad de ciertos colectivos y a acercar a empresarios y directivos a segmentos de población que tradicionalmente están lejos del cada vez más infrecuente “perfil ideal” de empleado (varón, raza blanca, entre 30 y 40 años, sin discapacidad…). Sin pretender restar valor a este tipo de políticas e iniciativas dirigidas a la inserción y la igualdad de oportunidades, enclavadas en los aspectos demográficos y más visibles de la diversidad, las siguientes páginas pretenden demostrar la necesidad de trabajar en áreas algo diferentes: la diversidad oculta, producto en ocasiones de la diversidad demográfica, pero no siempre. Gestionar esta heterogeneidad supone realmente aceptar el carácter único de cada una de las personas que integran la organización, no sólo por su color, su nacionalidad, su edad o su género, sino por su formación, su estilo de dirección o su estilo cognitivo. I. OBJETIVO Y JUSTIFICACIÓN El objetivo del presente trabajo es profundizar en la construcción de un marco teórico adecuado para la definición y el estudio de la diversidad y su gestión, a través del análisis de las realidades empíricas observadas en el ámbito académico y en las empresas. Partiendo de la hipótesis de que la diversidad es algo más que la integración o agregación de grupos de individuos que poseen una misma característica que, al mismo tiempo, es diferente a la del resto de la organización (procedencia, género, etc.), su adecuada gestión precisa una conceptualización más amplia, profunda y rigurosa. La justificación de este trabajo viene dada por diferentes vías: 4 1. Existe desde finales de los 90 un interés tanto académico como aplicado en el tema de la diversidad. En Europa, y en España especialmente, se ha enfocado la cuestión desde un punto de vista casi estrictamente demográfico, ligando la diversidad a la inserción laboral, la no-discriminación y la igualdad de oportunidades. La celebración del Año Europeo de la Igualdad de Oportunidades para Todos (2007) es buena muestra de este interés. Esta perspectiva pierde de vista, sin embargo la necesidad de definir con mayor exactitud la diversidad, corriendo el riesgo de desembocar en actitudes y comportamientos contrarios a los deseados, como desunión, deterioro del clima laboral, desconfianza, absentismo, desmotivación, etc. 2. El enfoque de la diversidad basado en la búsqueda de la heterogeneidad y la variedad en el terreno de las competencias, las capacidades y los estilos de trabajo, más propio de la literatura especializada norteamericana, complementa adecuadamente, como mostramos en las siguientes páginas, el enfoque de corte más asistencial propio de nuestro país y, en general, de la perspectiva europea. 3. Por último, y teniendo en cuenta que cada vez son más numerosas las empresas que año tras año dedican una cantidad considerable de recursos a implantar políticas de diversidad, parece justificado profundizar en definición de un marco adecuado para el estudio y la gestión de la misma, marco que permita también establecer indicadores para la medición de su impacto. II. METODOLOGÍA La metodología seguida para la elaboración de este trabajo ha sido fundamentalmente una metodología cualitativa, basada en las siguientes acciones: 1. Revisión de la literatura académica sobre el tema. 2. revisión de literatura de tipo empírico sobre diversidad: estudio de casos, informes de buenas prácticas, etc. 3. Celebración de un Focus Group con responsables de grandes empresas españolas. 5 Las dificultades de realizar un estudio empírico a partir de una muestra estadísticamente significativa se derivan de dos cuestiones: 1. Por una parte, al no estar implantado en la práctica un concepto unívoco de diversidad ni un modelo causal capaz de explicar la relación entre diversidad y desempeño, la comparación estadística de un número significativo de casos resulta muy difícil. Sí existen datos públicos sobre inserción o composición de las plantillas según algunos criterios, pero no sobre su gestión. 2. Por otra parte, en el mejor de los casos, los datos aportados serían sobre diversidad demográfica que, como ya hemos expuesto, es sólo una parte de la diversidad. Puesto que el objetivo principal es arrojar luz en las cuestiones referentes al marco de diseño de políticas de diversidad, la investigación realizada a partir de herramientas cualitativas parece la más adecuada. III. DIFERENTES PERSPECTIVAS SOBRE LA DIVERSIDAD 1. Perspectiva teórica La diversidad en ámbito empresarial como tema de investigación y análisis comenzó a tener relevancia en los años noventa. Desde esa fecha, numerosos estudios han tratado de demostrar la relación causal y positiva entre diversidad y rendimiento, pero los resultados obtenidos hasta el momento no son concluyentes. Dependiendo de las variables de medida utilizadas, los resultados son tanto positivos como negativos (p.e., Harrison, Price & Bell, 2998; Wagner, Pfeffer y O’Reilly, 1984, Acker, 1992; Pitcher & Smith, 2001). Tras un exhaustivo estudio de las investigaciones empíricas sobre diversidad realizadas entre 1997 y 2002, Jackson, Joshi y Erhardt concluyen que “la revisión de tales trabajos muestra escasos resultados concluyentes. Para la mayoría de las dimensiones de diversidad, los resultados de los estudios empíricos son mixtos” (2003). La divergencia de resultados es consecuencia en gran parte de la inexistencia de una definición estricta y consensuada de diversidad. No existe un modelo explícito que 6 permita establecer unos criterios de medida de la diversidad, por lo que resulta difícil disponer de datos acumulados y comparables, relevantes para el desarrollo de un modelo causal que relacione la diversidad con otros factores relevantes para el negocio como el desempeño, la creatividad, la cohesión del equipo o la mejora del clima laboral. Desde finales de los noventa, y especialmente en los últimos años, varios autores están aportando un nuevo rumbo a los estudios sobre diversidad. En España, Martín Alcázar, Romero Fernández y Sánchez Gardel (2006) proponen un concepto de diversidad que incluye tanto variables demográficas (edad, género, origen étnico y nacionalidad) como la diversidad del capital humano (educación, formación, experiencia, antigüedad y área funcional). Además, los autores citados relacionan este construct diversidad con el desempeño a través de la mediación del sistema de dirección estratégica de los recursos humanos (Figura 1). De esta forma, se pone de manifiesto lo que parece ser la lección a extraer de la amplia variedad de estudios empíricos sobre diversidad y desempeño: la diversidad por sí misma no genera valor, sino que es su adecuada gestión, a través de la dirección estratégica, la que proporciona tal valor. Figura 1: El construct diversidad Características inmutables Edad Género Origen étnico Nacionalidad Conocimientos Destrezas Bagaje Educación Formación Experiencia Antigüedad Área funcional Habilidades Valores Fuente: Martín Alcázar, Romero Fernández y Sánchez Gardel (2006), Pág. 229 7 Harrison y Klein (2007) proponen un análisis más estricto del término “diversidad”, estableciendo que por tal, en la práctica y en la investigación, se está aludiendo a conceptos tan diferentes como dispersión, heterogeneidad, disimilitud, desacuerdo, divergencia o desigualdad. En la práctica, esta confusión de términos y acepciones puede dar lugar a efectos negativos en el clima laboral y en la cohesión del grupo, operando así en contra del resultado buscado. Los autores distinguen tres acepciones diferentes: Separación, Variedad y Disparidad. Estas dimensiones implican diferentes criterios de clasificación y, lo que es más relevante a efectos del presente estudio, de gestión. Ejemplo de atributos Posibles resultados Separación Opiniones, creencias, Reducción de la Los individuos difieren entre sí por valores y actitudes, cohesión, más su posicionamiento respecto a un especialmente probabilidades de atributo S, que actúa como un relacionados con conflicto continuo horizontal. El grado de procesos y objetivos del interpersonal, separación equipo. desconfianza y viene dado por la distancia y la dispersión. menor desempeño. Variedad Experiencia, background Mayor creatividad, Los individuos difieren unos de funcional, network, innovación, mayor otros cualitativamente respecto a experiencia sectorial. calidad en la toma diferentes categorías del atributo V de decisiones, (por mayor conflicto de ejemplo, background, formación, etc.). Este atributo no es tareas, mayor continuo. flexibilidad. Disparidad Ingresos, poder, estatus, Mayor Los individuos difieren entre sí por autoridad competencia la proporción que poseen de un interna, atributo D valorado socialmente. resentimiento, renuncia, retraimiento Fuente: elaboración propia a partir de Harrison y Klein (2007), pág. 1203. 8 La siguiente figura muestra de forma gráfica el sentido de cada uno de estos tres tipos de diversidad: Mínima Moderada Máxima Separación Variedad Disparidad Fuente: Harrison y Klein (2007), pág. 1202. El enfoque de la diversidad como disparidad no es habitual en la literatura organizacional, aunque sí ha sido tratado ampliamente en los estudios sociológicos asociado al término “desigualdad”. No obstante, existen algunos excelentes ejemplos de la conceptualización de la diversidad como disparidad (Bloom, 1999; Bloom y Michel, 2002). Los atributos de diversidad analizados con mayor frecuencia en las investigaciones que buscan analizar la posible relación causal entre diversidad y desempeño son el género, la raza o procedencia étnica y la edad (Jackson, Joshi y Erhardt, 2003). Las investigaciones sobre la diversidad respecto a un único atributo resultan muy limitadas a la hora de explicar los efectos totales de la diversidad que puede observarse en una organización (Cox, 1993). A pesar de ello, el 43% de los estudios analizados por Jackson et al. Analizan un solo atributo. Más frecuentes, y con un mayor poder explicativo, son los estudios que incluyen dos atributos. El género suele relacionarse con procedencia étnica y la edad, con experiencia funcional y/o nivel de formación (Jackson, Joshi y Erhardt, 2003). 9 Desde finales de los años noventa han proliferado los estudios centrados en los efectos de la diversidad sobre el desempeño y los resultaos, tanto desde el punto de vista de la organización como del equipo. En su análisis sobre las investigaciones realizadas, Jackson et al. Encuentran resultados poco consistentes, cuando no contradictorios: - Respecto al género y su impacto sobre el desempeño, existen trabajos que muestran una relación positiva Jackson y Joshi, 2003), otras muestran una relación negativa (Jehn y Bezrukova, 2003) y otras, una relación no significativa (Richard, 2000) - Respecto a la diversidad en edad, los resultados son igualmente variados, mostrando una relación positiva (Kilduff, Angelmar y Mehra, 2000) o no significativa (Bunderson y Sutcliffe, 2002). - Respecto a la diversidad étnica, la conclusión que parece extraerse de los estudios realizados es que su impacto sobre el desempeño depende de factores del entorno y de la propia definición de la tarea. En algunos casos se observa que la diversidad étnica tiene un impacto negativo sobre el desempeño cuando se trata de tareas con alto grado de interdependencia, mientras que resulta no significativa en tareas de escasa interdependencia (Timmerman, 2000). En otro estudio se concluye que la diversidad étnica resulta beneficiosa para el desempeño en organizaciones que buscan una estrategia de crecimiento, mientras que su impacto es negativo cuando se trata de empresas en proceso de downsizing (Richard, 2000). Como excepción a esta ausencia de resultados consistentes es de destacar la existencia de recientes estudios que parecen concluir que la diversidad funcional y ocupacional tiene un efecto positivo sobre el desempeño (Carpenter, 2002; Jehn y Bezrukova, 2003, Pitcher y Smith, 2000). En resumen, la literatura especializada no ofrece una conclusión clara y consistente sobre el impacto de la diversidad en el desempeño, ni tampoco ofrece resultados concluyentes respecto a otras dimensiones como el clima laboral, la motivación o el compromiso de los empleados. Es más, como señalan diversos autores (Harrison y Klein (2007)), el problema radica en la carencia de un modelo adecuado de recogida de datos y de un 10 sistema adecuado de variables que permita la medición de tal impacto. Y todo ello arranca en buena medida de la ausencia de consenso sobre una definición operativa de diversidad. Desde el punto de vista de la práctica, es decir, desde las empresas, sé han puesto en marcha importantes y numerosas iniciativas para incrementar la diversidad de las plantillas. Estas iniciativas siguen, en buena medida, las indicaciones de los diferentes marcos regulatorios, pero en la mayoría de los casos, van más allá, entrando de lleno en el campo de la Responsabilidad Corporativa. ¿Qué razones impulsan a las corporaciones a dedicar recursos a la diversidad? Las siguientes páginas pretenden ofrecer una respuesta a esta cuestión. 2. Perspectiva empírica: análisis de prácticas en Europa y España El año 2007 fue declarado por la Unión Europea como el Año de la Igualdad de Oportunidades para todos. Con este motivo, fueron muy abundantes las investigaciones y estudios sobre diversidad, inserción laboral e igualdad de oportunidades en los países de la UE. Este punto de vista refleja por sí mismo el enfoque dominante en el continente respecto a la diversidad: inserción laboral y social, igualdad y no discriminación son percibidos como los ingredientes inseparables que conforman las políticas de diversidad. En este marco, la diversidad se refiere de forma casi exclusiva a la diversidad que, siguiendo a Martín Alcázar, Romero Fernández y Sánchez Gardel, hemos denominado diversidad demográfica. Entre los estudios empíricos más relevantes realizados en el marco de este Año Europeo está el Business Case for Diversity. Good Practices in the Workplace, editado por la Comisión Europea. Se trata de un compendio de las mejores prácticas en materia de diversidad en 72 grandes empresas europeas, analizando con rigor y profundidad las razones de la inversión diversidad, los beneficios esperados y obtenidos, etc. Este estudio refleja claramente un enfoque de la diversidad como diversidad demográfica, apareciendo criterios y estrategias de no discriminación respecto a atributos como el género, la edad, la orientación sexual o la procedencia geográfica. La dimensión relativa al Capital Humano, usando la terminología de Martín Alcázar et al., que incluye atributos como la formación, la experiencia o la antigüedad, no aparece recogida en este exhaustivo estudio empírico. 11 Las compañías que participan en este estudio señalan un amplio conjunto de ventajas y beneficios esperados y obtenidos de la aplicación de políticas de diversidad: Acceso a nuevos yacimientos de talento en el mercado laboral (42.6%) Beneficios en la imagen corporativa, la reputación (38.2%) Acuerdo con los valores de igualdad y diversidad de la compañía (35.4%) Innovación y creatividad (26.3%) Mejora de la motivación y la eficiencia (24.4%) Cumplimiento legal (23.5%) Ventaja competitiva (17.1%) Beneficio económico y eficiencia (16.7%) Oportunidades de mercado sobre una mayor base de clientes (15.8%) Mejora en la satisfacción del cliente (15.4%) Otros (2.7%) Fuente: Business Case for Diversity. Good Practices in the Workplace, pág. 53 El mismo estudio ofrece datos un tanto contradictorios con los anteriores, al señalar que solo el 31% de las empresas utilizan algún sistema de medida para la evaluación y el seguimiento del impacto de las políticas de diversidad1. Podría deducirse, por tanto, que los beneficios y ventajas percibidos señalados anteriormente proceden más de una sensación que de una medida específica. Dichos beneficios incluyen, por otra parte, cuestiones de muy diversa índole: a) Beneficios referidos a factores objetivos Acceso a nuevos yacimientos de talento en el mercado laboral (42.6%) Cumplimiento legal (23.5%) Oportunidades de mercado sobre una mayor base de clientes (15.8%) Que la diversidad demográfica está presente en la sociedad parece un hecho innegable, como lo es que las empresas, como instituciones sociales, deben reflejar tanto en su 1 Los sistemas de medición del impacto de la diversidad más ampliamente utilizados son el Harvard Balanced Scorecard (www.hbs.edu) y el European Quality Model (www.efqm.org). study. 12 plantilla como en su oferta de productos y servicios, dicha diversidad. Los cambios demográficos más relevantes de las últimas décadas –incorporación plena de la mujer al mercado laboral, envejecimiento de la población en los países desarrollados y fuertes movimientos migratorios- están impulsando tanto el desarrollo de marcos legales que buscan la protección de las minorías mediante políticas anti-discriminación como la adopción por parte de las empresas de nuevas estrategias de adaptación a estos cambios. b) Beneficios de carácter ético Beneficios en la imagen corporativa, la reputación (38.2%) Acuerdo con los valores de igualdad y diversidad de la compañía (35.4%) La diversidad entendida en su dimensión demográfica implica la adopción de políticas de igualdad de oportunidades, no-discriminación e inserción laboral y social que generalmente están incluidas entre los valores de la organización. En este sentido, la inclusión de minorías en la plantilla y la adopción ciertas medidas dirigidas a prevenir el acoso y la discriminación suponen un alineamiento de las políticas de RR. HH. con la estrategia y los valores de la empresa. c) Beneficios relacionados con el desempeño Innovación y creatividad (26.3%) Mejora de la motivación y la eficiencia (24.4%) Ventaja competitiva (17.1%) Beneficio económico y eficiencia (16.7%) Mejora en la satisfacción del cliente (15.4%) En el apartado anterior se ha insistido suficientemente en que, desde el punto de vista de la investigación empírica, no existen datos que permitan concluir la relación positiva entre diversidad demográfica y este tipo de efectos. El hecho de que desde las empresas se señale la existencia de tal impacto, cuando además, como se ha señalado en el mismo estudio, el 70% no utiliza medidas de evaluación y seguimiento del impacto de la diversidad, parece obedecer a expectativas subjetivas más que a datos objetivos. Con el fin de conocer mejor cómo conciben y afrontan el tema de la diversidad las empresas en España, el IRCO ha realizado una investigación, uno de cuyos principales 13 pilares fue la organización de un Focus Group en el que se ha debatido sobre la delimitación del concepto de diversidad y la experiencia de algunas empresas al respecto. Las empresas representadas en esta mesa de debate fueron las siguientes: Citibank, NH Hoteles, Grupo Mahou-San Miguel, Grupo VIPS y Hewlett Packard. A continuación presentamos las conclusiones más importantes obtenidas de dicho debate: 1. Existe un alto grado de acuerdo entre los representantes de las diferentes empresas en señalar que el foco no debe estar tanto en la diversidad como en la persona. Un excesivo énfasis en la categorización puede llevar a la generación de ghetos de diversidad, es decir, a otra forma de discriminación. Una de las alternativas más eficaces parece ser la de trabajar sobre el eje de la igualdad de oportunidades y del trato digno a todas las personas por el hecho de serlo. 2. Lo antitético de igualdad no es diversidad, sino desigualdad. Y lo antitético de diverso es único. Por eso es importante insistir en que, siendo todas las personas únicas en sí mismas, el eje vertebrador de la gestión de la diversidad debe centrarse en las personas, en la igualdad de oportunidades y en el trato digno y justo. La heterogeneidad entre los seres que integran cualquier colectivo puede convertirse en causa de desigualdad y discriminación: por eso, aun manteniendo que el eje central de la gestión deben ser las personas, es cierto también que centrar el foco en la diversidad puede ayudar a corregir esta desviación. 3. Esta línea de argumentación lleva a la interesante cuestión del principio fundamental que subyace a todo este debate y que integra todos los factores involucrados: el principio de dignidad. Básicamente se trata de establecer que, por encima de posibles ineficiencias económicas o de cualquier otro tipo, la empresa (y la sociedad en general) tendría que respetar la diversidad por el principio básico y unificador del respeto a la dignidad humana. Y a este principio se apela, por ejemplo, desde el Pacto Mundial (con el Principio 6) y desde las Naciones Unidas. No obstante, las empresas no pueden llevar solas la carga de la aceptación positiva de la diversidad en la sociedad: como en otros tantos asuntos, el papel de la empresa, siendo muy relevante, no puede en ningún caso sustituir la actuación de otros agentes sociales, desde la Administración Pública a los Estados nacionales, los sindicatos, etc. 14 4. Respecto a los tipos de diversidad, existe también un alto grado de acuerdo entre los participantes en señalar que si bien hay algunos criterios que están suficientemente protegidos por la legislación, otros, como la edad o la discapacidad, están aún algo olvidados tanto por la actuación pública como por las empresas. Respecto a la discriminación por edad, en concreto en el caso de los mayores de 50 años, los participantes confirman que no se está haciendo prácticamente nada. 5. Una gestión de los recursos humanos adecuada, con políticas y procedimientos articulados sobre los ejes de la persona y la igualdad de oportunidades, debería conducir a una adecuada y natural integración de la diversidad inevitable que ya está en la sociedad. La posición de las empresas españolas parece estar en línea con el resto de empresas europeas en el sentido de enfocar la cuestión de la diversidad desde una perspectiva casi asistencial, guiada por la necesidad de cumplimiento del marco legal y utilizando los atributos de diversidad que marca el legislador, es decir, los demográficos. En resumen, desde el ámbito empresarial europeo y español encontramos un enfoque de la diversidad centrado mayoritariamente en los atributos demográficos de género, edad y procedencia. Incidiendo aún más e el carácter social de este enfoque, se incluye también la discapacidad como atributo de diversidad. La mayoría de las empresas no utilizan sistemas específicos de medida del impacto, pero afirman percibir beneficios que afectan al desempeño, a la dimensión ética de la empresa y a cuestiones objetivas, como el cumplimiento de la ley y el acceso a nuevos nichos de mercado, tanto en la contratación de personal como en la venta de productos y servicios. Desde esta perspectiva, la cuestión de la diversidad se reduce prácticamente a la incorporación de procesos de selección con criterios de integración e igualdad de oportunidades, quedando la gestión en sentido profundo relegada a un segundo término. De alguna forma es como si el objetivo se agotara en el logro de una foto de plantilla diversa, compuesta por diferentes colectivos demográficamente variados. Sin embargo, la realidad dista mucho de ser así: la mera inclusión de personas con diferentes atributos en una plantilla no asegura, ni mucho menos, la obtención de los beneficios señalados por las empresas. Aún más, siguiendo la argumentación de Harrison y Klein recogida en 15 páginas anteriores, la falta de atención específica sobre este punto puede llevar a la desintegración, la desmotivación y la desconfianza entre los empleados. Sólo la diversidad entendida como variedad puede conducir a la obtención del verdadero valor de la diversidad. En cambio, si los atributos de diversidad demográfica son conceptualizados como separación o disparidad, los efectos sobre la plantilla y el desempeño pueden ser negativos. II. NECESIDAD DE UN MARCO DE REFERENCIA PARA UN NUEVO CONCEPTO OPERATIVO DE DIVERSIDAD Hasta el momento hemos mostrado cómo las investigaciones empíricas de los últimos 20 años no han conseguido arrojar conclusiones relevantes que establezcan una relación causal entre la diversidad n las plantillas de las empresas y el incremento del beneficio, el desempeño u otros indicadores. Pero las empresas continúan invirtiendo año tras año una considerable cantidad de recursos en diversidad. Que la diversidad es una realidad inevitable parece fuera de toda duda. Y no se trata sólo de la diversidad demográfica: las diferentes instituciones sociales –y la empresa es una de las más representativas- deben dar paso al diálogo y a la integración de diferentes estilos y puntos de vista, como consecuencia de la generalización de nuevas formas de trabajar. Por una parte, la economía y los negocios se han hecho globales y, por tanto, étnicamente diversos, diversidad que afecta a los consumidores y a los empleados. Pero además, las rígidas organizaciones basadas en la jerarquía han dado paso al trabajo en equipo como herramienta básica de gestión, capaz de aportar la flexibilidad necesaria en un entorno global y cambiante y de aprovechar al máximo el talento disponible (Page, 2007; Manix y Neale, 2006). Para acceder a los indudables beneficios que la diversidad puede proporcionar a la empresa resulta imprescindible desarrollar un sistema de gestión adecuado, de manera que se pueda asegurar que: 1. La diversidad no constituye un objetivo en si misma, sino que es deseable por su capacidad para generar un impacto positivo e determinadas variables; 2. Que los objetivos buscados mediante la diversidad se corresponden con los valores y la estrategia de la empresa; 16 3. Que los atributos de diversidad buscados son los más adecuados a dichos valores y estrategia; 4. Que se pueden establecer indicadores fiables que permitan la evaluación y el seguimiento de las políticas de diversidad. Todo ello constituye el marco de referencia que permitirá en cada caso diseñar la estrategia de diversidad más adecuada para alinear las políticas de RRHH de la empresa en esta materia con la estrategia global de la organización. El ámbito académico proporciona algunas claves generales a tener en cuenta: 1. Que ningún atributo de diversidad, por sí mismo, genera impacto positivo o, si se prefiere, valor. 2. Que la combinación de dos atributos o más ofrece algunas previsiones más fiables, pero no concluyentes. 3. Que resulta imprescindible introducir variables de contexto interno y externo de la empresa, es decir, que ha de ser un traje a medida. De la práctica podemos extraer también algunas conclusiones generales válidas para cualquier modelo ad hoc de diversidad: 1. Que la diversidad debe estar enraizada en los valores y la cultura de la empresa 2. Que existe un componente ético y de reputación en la gestión de la diversidad 3. Que la diversidad en la empresa debe ser reflejo de la diversidad social, abriendo las puertas a un nuevo segmento de fuerza de trabajo y a nuevos nichos de mercado. 17 CONCLUSIONES Las principales conclusiones que podemos extraer de la revisión de la literatura, la experiencia de las empresas y el Focus Group son las siguientes: 1. La literatura no ofrece conclusiones significativas sobre la eficiencia de la diversidad. 2. Las empresas pueden utilizar la diversidad: a) Como elemento descriptivo y de cumplimiento normativo; b) Como una parte de la RSC, dando sentido social a la igualdad de oportunidades; c) Como parte integrante de la estrategia de la empresa, como expresión de los valores y la cultura de la misma. 3. El enfoque estratégico exige un planteamiento de gestión que permita extraer las ventajas de la diversidad. Pero no es un proceso sencillo, exento de costes, ni las empresas acceden a estos beneficios sin esfuerzo. 18 REFERENCIAS Acker, J. (1992, January). Between Feminism and Labor: The Significance of the Comparable Worth Movement (Book). American Journal of Sociology, 97(4), 11541156. Retrieved March 28, 2008 Bloom, M. (1999, February). The Performance Effects Of Pay Dispersion On Individuals And Organizations. Academy of Management Journal, 42(1), 25-40 Bloom, M., & Michel, J. (2002, February). 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