Discurso "Acuerdo por lo Superior" Lunes, 04 de agosto de 2014 Aprender implica estar en capacidad de hacer un alto en el camino, reorganizar el viaje, corregir el rumbo y avanzar en la dirección correcta. Aprender no significa "sabérselas todas", sino estar en disposición de escuchar lo que las situaciones nos enseñan. Muchas veces, creemos tener la certeza de que lo que deseamos es lo mejor ¡y mucho más cuando lo hemos trabajado!, pero la vida misma se encarga de mostrarnos que siempre es posible encontrar caminos aún mejores, superiores, excelentes. Aprender implica estar en capacidad de hacer un alto en el camino, reorganizar el viaje, corregir el rumbo y avanzar en la dirección correcta. Aprender no significa "sabérselas todas", sino estar en disposición de escuchar lo que las situaciones nos enseñan. Muchas veces, creemos tener la certeza de que lo que deseamos es lo mejor ¡y mucho más cuando lo hemos trabajado!, pero la vida misma se encarga de mostrarnos que siempre es posible encontrar caminos aún mejores, superiores, excelentes. La excelencia no es el fruto de un golpe de suerte o de un momento de iluminación, sino el producto de un trabajo constante, disciplinado y abierto al riesgo de asumir nuevos modos de hacer lo que creíamos estar haciendo bien. Hace 3 años, desde el Ministerio de Educación, presentamos un proyecto de reforma a la Ley 30 de 1992 con el ánimo de llevar la educación superior colombiana a un mejor nivel, corregir los rezagos históricos que ha acumulado y proponer fórmulas para sanar sus problemas de financiación. En ese momento, creíamos que la ruta propuesta era la indicada y que sería posible encontrar los consensos necesarios para sacarla adelante. Sin embargo, la coyuntura histórica nos demostró que era necesario apuntar a la construcción de una política educativa con una base social amplia que le proporcione todo el estímulo vital necesario para hacerla eficaz. ¿Y qué significa una base social amplia en la educación superior? Pues que la educación superior se construye desde las regiones. Y la hace el Gobierno Nacional junto con los mandatarios locales, los secretarios de educación, los rectores, los estudiantes, los profesores, los investigadores, los académicos, los empresarios, los padres de familia y, desde luego, las comunidades. Cada uno de estos actores, desde sus expectativas y necesidades, tiene algo por proponer y esperar de la educación superior en Colombia y, por ello, era preciso coordinar sus voces para que se hicieran escuchar de manera crítica, organizada, propositiva, y, sobre todo, constructiva. En 2012, en el Ministerio comenzamos un trabajo intenso y riguroso con toda la base social del sector. Un Gran Diálogo Nacional por la Educación Superior que recorrió todo el país para escuchar a las comunidades académicas y a las regiones. Un diálogo que nos demostró que la complejidad del sistema educativo, merecía también un proceso complejo y amplio de discusión, en el que las voces de los que carecen de medios de movilización o de comunicación también se hicieran valer. En enero de 2013, por recomendación del Ministerio de Educación, el CNA, Conaces y el CESU, decidieron que fuese el CESU quien liderara este Gran Diálogo Nacional, en razón de la naturaleza que le determina la Ley y de la representatividad que tienen cada uno de los 16 consejeros que lo componen. Todos los consejeros del CESU han sido elegidos democráticamente por sus respectivas comunidades, para periodos de tiempo distintos a los del Gobierno Nacional y según los procedimientos propios de cada sector. Así, hay representantes de las universidades públicas y privadas, de las instituciones de educación superior técnicas y tecnológicas públicas y privadas, de los profesores, de los estudiantes, de los investigadores, del sector productivo y, desde luego, del Gobierno Nacional. El CESU, consciente del enorme reto histórico de liderar un Diálogo Nacional del cual los colombianos esperan resultados superiores, inició un recorrido por todo el país, creó mesas temáticas especializadas, realizó encuentros con expertos internacionales y debatió agudamente al interior del cuerpo colegiado, para llegar al documento que hoy presentamos al país. Este documento ratifica la convicción que tuvimos, en la propuesta de reforma de 2011, de que el sistema de educación superior debe revisar algunos de sus esquemas, agenciar más recursos y crear nuevas formas de interrelación entre los protagonistas del sistema. Pero, a diferencia de la reforma de Ley que nosotros planteamos, el CESU propone toda una política integral de transformación de la educación superior que, evidentemente, toma en cuenta más dimensiones de las que inicialmente planteamos. Abrirnos a un Diálogo Nacional amplio nos permitió aprender del país y sus regiones. Este proceso de Diálogo, nos enseñó que cuando sectores con muy diversos intereses y necesidades, pero con un mismo espíritu de construcción se reúnen, son capaces de construir los acuerdos sociales necesarios para impulsar los avances que necesita el país. No se trata aquí de alcanzar unanimismos, sino de construir en la diferencia. Construir respetuosamente con los disensos y convertir el espíritu crítico en soluciones concretas. Este proceso de construcción de política educativa, es ejemplo para el país de cómo avanzar en medio de las diferencias y de que no hay nada más fructífero que el diálogo y nada más estéril que la radicalidad. El gran logro del Ministerio de Educación y del CESU, después de 3 años de trabajo con toda la base social del sector, ha sido construir una visión compartida y unos objetivos comunes para la educación superior para los próximos 20 años. Y el resultado es una propuesta real, seria, rigurosa y con metas claras, para transformar a fondo la educación superior en Colombia. Gracias a que somos capaces de aprender de quienes nos critican y de tener la valentía de corregir el camino, pasamos de proponer un proyecto puntual de reforma a la Ley 30 en 2011, a desarrollar participativamente toda una política integral de transformación del sistema de la educación superior en 2014. Y no solo el Ministerio aprendió en todo este proceso. Hoy, gracias a este Diálogo Nacional, todo el sector está más informado y en capacidad de tomar mejores decisiones, gracias a los estudios, análisis e información con los que ahora contamos y que hace 3 años no teníamos. Diagnósticos y propuestas que son completamente públicos y que están disponibles para todos los colombianos en el sitio web del CESU. Hoy, con el CESU, podemos decir con orgullo que ¡LE CUMPLIMOS AL PAÍS! Nos comprometimos a desarrollar una propuesta de manera participativa y aquí está. Recibimos de Colombia el mandato de repensar proactivamente la educación colombiana y aquí está el resultado. Este Acuerdo por lo Superior 2034 es una Propuesta de política pública para la excelencia de la educación superior en Colombia, en el escenario de la Paz. Y sintetiza las aspiraciones más sentidas de un país que quiere una educación superior de calidad, incluyente, construida desde las regiones, internacionalizada, dirigida al bienestar de la comunidad académica, con un profesorado de las más altas calidades y con estabilidad laboral, con ambientes idóneos para el desarrollo de la ciencia y la tecnología, un sistema sostenible gracias a la concurrencia de recursos de diversas fuentes y sin ánimo de lucro. Queremos que para el año 2034 el sistema de educación superior sea uno de los pilares sobre los cuales los colombianos habremos construido una sociedad en paz. Una sociedad justa, culta, democrática, solidaria, próspera, competitiva e incluyente, en la que convivan digna y pacíficamente ciudadanos libres, éticos, responsables y productivos. No me quiero adelantar a contarles cada uno de los aspectos más precisos de los 136 lineamientos propuestos en esta política, pues eso lo harán los consejeros del CESU en unos breves momentos. Pero hay un aspecto central de toda la propuesta que hoy presentamos que me gustaría resaltar. El nuevo Sistema de Educación Superior propuesto tiene por centro al ESTUDIANTE. Y hacer de los estudiantes el corazón del sistema significa que su formación y bienestar es lo que nos impulsa y apasiona como sector. Quiere decir que los gobernantes, rectores, profesores, investigadores, empresarios y familias, concurrimos en la formación del estudiante para ofrecerle una educación de calidad, incluyente y pertinente. Esto, desde luego, significa también que el país espera de sus estudiantes que asuman tal preponderancia con la más alta responsabilidad y con sentido de lo público, y que le aporten constructivamente a sus regiones. Dado que los estudiantes son el corazón de este Acuerdo por lo Superior 2034, es a ellos a quienes, en primera instancia, quiero agradecer su participación. Dar ese paso gallardo de la crítica a la construcción en medio de las diferencias, es algo que todo el país debe reconocerles. También quiero agradecer a todas las asociaciones y agremiaciones del sector de la educación superior, que apoyan esta propuesta y participaron de su construcción. Gracias al Sistema Universitario Estatal -SUE; a la Asociación Colombiana de Universidades -ASCUN; a la Asociación Colombiana de Instituciones de Educación Superior con Formación Técnica y Tecnológica -ACIET; a la Asociación de Instituciones de Educación Superior con Programas de Educación a Distancia ACESAD; a la Asociación Colombiana de Instituciones Técnicas Profesionales - ACICAPI; a la Asociación Colombiana de Instituciones Universitarias Privadas - ACIUP; a la Asociación Colombiana de Facultades de Educación -ASCOFADE; a las Red de Instituciones Técnicas Profesionales, Tecnológicas e Instituciones Universitarias públicas de Colombia -Red TTU; a la Asociación de Instituciones de Educación Superior del Caribe -ASIESCA; a la Asociación de Instituciones de Educación Superior de Antioquia -ASIESDA; a la Red de Instituciones de Educación del Caribe Colombiano -RIESCAR; al Fondo de Desarrollo de la Educación Superior - FODESEP; al Foro Permanente de la Educación Superior; a la Asociación Sindical de Profesores Universitarios - ASPU; a la Federación Nacional de Representantes Estudiantiles-FENARES, a la Mesa Ampliada Nacional Estudiantil MANE y, en fin, gracias a todos los más de 33 mil colombianos que trabajaron arduamente para hacer los aportes que permitieron construir esta Visión de país. Así mismo, debo resaltar el vital apoyo de la Fundación Ford, del Centro de Estudios Interdisciplinarios Básicos y Aplicados en Complejidad -CEIBA; del Centro Nacional de Consultoría; del Instituto de Prospectiva de la Universidad del Valle, a la Secretaría Ejecutiva del Convenio Andrés Bello; y a la mesa directiva y las comisiones sextas del Congreso de la República. Quiero agradecer especialmente al doctor Jaime Posada que hoy nos acoge y, a través de él, a todas las academias del país, que representan el saber acumulado de toda nuestra historia y que hoy recibe este legado de 3 años de construcción de conocimiento. Deseo enviar un agradecimiento particular al profesor Edgar Morin, ese gran filósofo contemporáneo que inspiró parte del trabajo realizado y que, además, prologó el libro del Acuerdo. También quiero agradecer al Icfes, a Colciencias, al INCI, al INSOR, al Icetex, al DNP y a todos los representantes del Gobierno Nacional que nos acompañaron en este proceso con su experiencia y rigurosidad técnica. Y, finalmente, quiero agradecer a las comunidades académicas que nos acogieron durante todo este proceso y a las comunidades indígenas, afrodescendientes y raizales que nos ayudaron a darle una mirada realmente social e incluyente a este Acuerdo. Muchas personas me han preguntado cuándo comienza a implementarse este Acuerdo por lo Superior 2034. Y bueno, tengo que decirles que YA EMPEZAMOS. Del lado del Gobierno Nacional ya tenemos avances en los 10 grandes ejes de política planteados por el CESU. En estos 4 años, hemos creado casi 500 mil nuevos cupos en el sistema y reducido la deserción en 2 puntos. Hoy, más jóvenes tienen la oportunidad de estudiar y menos de ellos abandonan el sistema. Y déjenme darles una buena noticia: el 61% de los jóvenes que en los últimos 4 años han ingresado a la educación superior proviene de familias con ingresos por debajo de 2 salarios mínimos. Es decir, nuestra política está beneficiando a las familias que más lo necesitan. Hoy tenemos más IES y programas con acreditación de alta calidad. 635.000 estudiantes reciben hoy una educación de excelencia y trabajamos para que sean todos. Y eso ocurre porque decidimos fortalecer financieramente la oferta y la demanda. Hemos gestionado como ningún gobierno antes en la historia de Colombia más recursos para las Instituciones de Educación Superior públicas y más recursos para apoyar directamente a los jóvenes con crédito educativo subsidiado. Gracias a reformas legislativas y tributarias en las que el Congreso de la República ha jugado un papel preponderante, logramos gestionar más de $6,5 billones para el fortalecimiento de las Instituciones de Educación Superior públicas. Y gracias a un Icetex cada vez más robusto y amigo de las familias, hemos aumentado el crédito educativo mientras redujimos la tasa de interés real a 0%. Hoy, 550.000 personas estudian en Colombia con crédito subsidiado y 330.000 se benefician con una tasa de interés del 0%. Gracias a que el Gobierno Nacional cada vez más se compromete con la educación superior, tenemos la fortuna de comunicarles que el 75% de los jóvenes que hoy hacen parte de la educación superior en Colombia tienen apoyo financiero con recursos del Estado ¡Eso es apostarle a la educación pública! Son muchos los logros que hemos alcanzado como Gobierno Nacional, pero el camino que nos invita a recorrer este Acuerdo por lo Superior es de 20 años. Así que necesitamos trabajar con pasión y disciplina las 2 décadas siguientes para alcanzar esta visión que hoy le proponemos a todos los colombianos. Por eso, invito a toda la ciudadanía a convertir esta propuesta en un PROPÓSITO NACIONAL. Todos aquellos que desearon opinar y aportar a este proceso lo han hecho, y a todos se les ha escuchado. Y hoy podemos decir con plena seguridad que están dadas las condiciones para dar un paso adelante. Demos ese paso, en conjunto, como sociedad. Hagamos de este Acuerdo nuestro objetivo superior. En esto los necesitamos a todos. El escenario de la paz se abre ante nosotros y la educación es el pilar transformador. Aquí tenemos 136 lineamientos para que toda la sociedad colombiana haga un Acuerdo por lo Superior, que no es otra cosa que un Acuerdo por el objetivo más alto que nos podemos poner como sociedad: la justicia y la prosperidad para todos los colombianos. ¡Muchas gracias!