Propuesta de la Comisión Europea sobre un Sistema

Notas de Actualidad Financiera
Propuesta de la Comisión Europea sobre un Sistema
Común de Garantía de Depósitos
La propuesta de la Comisión Europea para la constitución de un sistema de garantía de
depósitos único en Europa, recupera el pilar “olvidado” de la Unión Bancaria, relegado a un
segundo plano (por detrás de la supervisión y la resolución únicas) hasta hace pocos meses.
Esta propuesta supone un primer paso para completar la Unión Bancaria, aunque el camino
a recorrer es largo, puesto que se enfrenta a la oposición de Alemania y quedan pendientes
elementos por definir e incertidumbres sin resolver. Entre los elementos pendientes la
ausencia más notable es la dotación de un backstop público común en caso de falta de
recursos. Por otra parte, la principal economía europea está en contra de que se sigan
mutualizando los riesgos de los bancos, a no ser que previamente se adopten medidas que
aseguren el éxito de los mecanismos de bail-in y reduzcan la exposición de los bancos al
riesgo soberano, entre otras.
Antecedentes
En 2012 se acuerda hoja de ruta de la Unión Bancaria para completar la integración monetaria
mediante el Informe de los Cuatro Presidentes (jun-2012)1. En su versión inicial, la Unión
Bancaria constaba de tres pilares: el mecanismo único de supervisión, el mecanismo único de
resolución y el sistema común de garantía de depósitos, pero pronto el tercer pilar queda
relegado a un segundo plano. La versión final de dicho informe ya solo reclama una rápida
adopción de la directiva sobre fondos de garantía de depósitos con el fin de armonizar los FGD
nacionales.
En abril de 2014 el Parlamente Europeo aprueba la Directiva de Sistemas de Garantía de
Depósitos, que armoniza los distintos FGD nacionales, para mejorar la protección de los
depositantes, proporcionarles un acceso más fácil y rápido al importe garantizado y asegurar que
cada estado miembro disponga de fondos suficiente.
Tres años después, el Informe de los Cinco Presidentes de jun-20152 ha recuperado el tercer pilar
reanudando el debate sobre la necesidad de constituir un sistema común de garantía de
depósitos. La CE sostiene que mientras los FDG sigan siendo nacionales, el objetivo último de la
Unión Bancaria de romper el vínculo riesgo bancario-riesgo soberano no podrá conseguirse.
Propuesta
La propuesta de la Comisión Europea emitida el pasado 24 de noviembre consta de tres fases: 1.
Reaseguro (2017-2020); 2. Coaseguro o mutualización progresiva (2020-2024); y 3. Seguro pleno
(sistema europeo de garantía de depósitos -EDIS-European Deposit Insurance Scheme) en 2024.
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Informe elaborado por el presidente del Consejo Europeo que, en colaboración con los presidentes de la Comisión Europea, del
Eurogrupo y del BCE
2
Informe elaborado por los cuatro presidentes anteriores a los que se añade el del Parlamente Europeo
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1. Fase 1: Reaseguro (2017-2020)
Los FGD podrán acceder al EDIS únicamente
cuando hayan consumido sus propios recursos
El EDIS proporcionará fondos adicionales pero
sólo hasta un nivel predeterminado (20%)
2. Fase 2: Coaseguro- Mutualización (2020-2024)
El EDIS contribuirá desde el momento inicial de
reembolso a los depositantes
La contribución del EDIS será reducida
inicialmente para ir ampliándose progresivamente
3. Fase 3: Seguro pleno (2024)
El EDIS asume el 100% de los depósitos
garantizados por los FGD nacionales
En 2024 también queda constituido plenamente
el Fondo Único de Resolución y se implementa
totalmente la Directiva de Garantía de Depósitos
Fuente: Comisión Europea
Principales características del EDIS:
 Alcance: todas las entidades bancarias de los estados miembros participantes en el MUS
 Financiación: financiación privada a través de contribuciones exante de los bancos
participantes. No supondrá un coste adicional para las entidades ya que se deducirá de sus
contribuciones a los FGD nacionales.
 Nivel objetivo: el objetivo inicial será alcanzado al final de la fase de reaseguro, equivalente
al 20% de los 4/9 de la suma de los objetivos mínimos de los FGD nacionales de los estados
miembros participantes. El objetivo final será alcanzado en ocho años (2017-2024),
equivalente al 0,8% de los depósitos garantizados (en torno a 43.000 mll. € (según datos de
balance de los bancos de 2011).
Fuente: Comisión Europea
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 Contribuciones: serán a nivel individual, calculándose en base a los depósitos garantizados de
cada entidad y ajustadas en función de su perfil de riesgo. Dicho perfil será establecido en
relación a los bancos domésticos durante la fase de reaseguro y en relación a todos los
bancos europeos participantes en la fase posterior.
 Gestión: será administrado bajo el paraguas del Consejo Único de Resolución con una
estructura de gobierno adecuadamente modificada de acuerdo a las nuevas tareas de
garantía de depósitos, para evitar posibles conflictos de interés.
Medidas paralelas
La propuesta de la CE viene acompañada de una Comunicación con un paquete de medidas
adicionales para reducir riesgos para la estabilidad financiera y garantizar igualdad de
condiciones:
 Reducción de las opciones y facultades discrecionales nacionales en la aplicación de las
normas prudenciales
 Implementación de los restantes elementos del marco regulador internacional, en particular
para limitar el apalancamiento de los bancos, garantizar la estabilidad de la financiación
bancaria y mejorar la comparabilidad de los activos ponderados por riesgo, y para permitir la
puesta en práctica en 2019 como máximo, de las recomendaciones del Consejo de
Estabilidad Financiera sobre la capacidad total de absorción de pérdidas por los bancos, de
modo que se disponga de recursos suficientes para los bancos en dificultades sin tener que
recurrir a los contribuyentes
 Aumento de la convergencia del Derecho de insolvencia tal como figura en el plan de acción
para una unión de los mercados de capitales;
 Revisar el trato prudencial de la exposición en deuda soberana, con iniciativas como limitar
las exposiciones de los bancos al riesgo de deuda soberana para garantizar la diversificación
 Además de estas acciones, la CE se asegurará de que los Estados miembros transpongan
plenamente la legislación existente en este ámbito, como las Directivas sobre rescate y
resolución bancarios y sistemas de garantía de depósitos.
Postura alemana
Alemania ha sido el mayor detractor de la propuesta. El principal argumento es que considera al
sistema europeo de garantía de depósitos un elemento muy próximo a la unión fiscal para la
que, según opinan, Europa no está preparada todavía. “Aunque contamos con una moneda y
una supervisión bancaria únicas, las políticas fiscales y económicas nacionales siguen
determinando la situación de los sistemas bancarios”, afirma Andreas Dombret, miembro del
Comité ejecutivo del Bundesbank. Como ejemplo cita la considerable heterogeneidad existente
entre los diferentes regímenes de insolvencias nacionales, que hace que decisiones a escala
doméstica en este ámbito puedan tener un impacto negativo sobre los depositantes de toda la
zona euro.
También menciona la elevada exposición en deuda soberana doméstica en el balance de
algunos bancos, cuyo riesgo se mutualizaría en toda la zona euro si existiera un sistema común
de garantía de depósitos, aspecto sobre el que se sitúa totalmente en contra. Tampoco cree que
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el Consejo Único de Resolución sea la institución adecuada para gestionar el fondo único de
garantía de depósitos, y por último, alude a la necesidad de mantener la “proporcionalidad
regulatoria”, dudando sobre si la carga sería compartida equitativamente entre los bancos
grandes y pequeños.
Para atajar estos temores, la CE ha propuesto las medidas paralelas anteriormente mencionadas,
aunque de momento parecen insuficientes para Alemania.
Temas pendientes
La carencia más notable es la dotación de un mecanismo de apoyo público común (backstop)
que surta al fondo en caso de falta de recursos, asegurando la credibilidad de todo el proceso. A
pesar de su escasa probabilidad de uso, limitada por el nuevo marco europeo de resolución, el
tamaño del fondo único (próximo a los 45.000 mll. €), podría resultar insuficiente por lo que la
existencia de un backstop constituye un elemento necesario. Otros elementos que deberían ir
concretándose son la metodología de las contribuciones, cómo hacer frente a la falta de
armonización de los regímenes de insolvencia o cómo garantizar un trato no penalizador a
aquellos miembros con una posición financiera más fuerte de sus fondos nacionales.
Este Informe tiene carácter meramente informativo y no se pretende, por medio de esta publicación, prestar servicios o asesorar en
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