Evolución de la Cirugía Mini Invasiva en el manejo del Cáncer Ginecológico en un servicio de Ginecología con sección de Ginecología Oncológica. Hospital Italiano de Buenos Aires. Orti Roberto; Perrotta Myriam; Saadi Jose; Testa Roberto. Servicio de Ginecología, Hospital Italiano de Buenos Aires, Argentina. El rol de la cirugía mini invasiva en el tratamiento del cáncer ginecológico tuvo un incremento muy importante en las ultimas dos décadas (1,2,3,4). Los ginecólogos fueron pioneros en el uso de la cirugía laparoscópica desde 1960 cuando comenzaron las prácticas diagnósticas .En 1970, con la introducción de la instrumentación quirúrgica laparoscópica, comienza el uso como tratamiento con la aplicación en ligaduras tubarias, hasta publicarse en 1990 el primer caso de histerectomía radical laparoscópica (5), procedimiento que identifica a los ginecólogos oncólogos. A pesar de este avance muchos centros fueron reticentes al uso de la cirugía laparoscópica como forma de tratamiento en el cáncer ginecológico, probablemente debido a dificultades en el entrenamiento, imposibilidad de alcanzar una curva aceptable de formación, desconocimiento de la anatomía laparoscópica y falta de convencimiento, que fue reflejado en el análisis de la encuesta realizada por miembros del MD Anderson a miembros y fellow del SGO (society gynecology oncologic) (6). Numerosos estudios demuestran la factibilidad, seguridad y eficacia, para llevar a cabo el abordaje laparoscópico en el cáncer ginecológico(7,8,9,10). Sin embargo estos estudios son en su mayoría llevados a la practica en prestigiosos centros oncológicos, siendo pocas las publicaciones reportadas por servicios de ginecología general con sección de Ginecología Oncológica. El objetivo de nuestro trabajo es presentar la evolución de la cirugía mini invasiva en el manejo del cáncer ginecológico en el Hospital Italiano de Buenos Aires en el contexto de un servicio de Ginecología con sección de Ginecología Oncológica. Metodos Nuestro estudio incluye las pacientes con cáncer ginecológico que fueron intervenidas quirúrgicamente por cirugía mini invasiva, laparoscópica/laparoscópica con asistencia robótica, en el periodo comprendido entre enero del 2008 y diciembre del 2010. Se incluyeron pacientes con diagnóstico de cáncer de endometrio, cuello uterino y de ovario. Se excluyeron todos los casos de tumores de ovario de bajo potencial, las pacientes con evidencia clínica e imagenológica de enfermedad peritoneal avanzada (masas abdominopelvianas o difusión miliar). y las pacientes con tamaños uterinos mayores a 16 semanas de gestación, enfermedad cardiorespiratoria severa o antecedente de patología de cadera que dificulten la posición ginecológica. Se incluyeron para el análisis 140 pacientes con cirugías de tratamiento o estadificación (AHT, linfadenectomias pelvianas, lumboaórticas, HT radicales). Se analizaron las características de las pacientes (edad, índice de masa corporal-BMI-) y de las cirugías (tipo de cirugía, tiempo de hospitalización, conversión a laparotomía, transfusiones, complicaciones intra y postoperatorias, números de ganglios removidos, tiempo operatorio).(tabla 1) Tabla 1- Características de las pacientes y de los procedimientos quirúrgicos realizados Total de pacientes 140 pacientes Edad 58 (24-88) BMI 29 (19-51) Tipo de tumor Ovario 12 Utero 99 Cuello 29 Procedimiento AHT 122 Linfadenectomia pelviana 48 Linfadenectomia LA 23 Omentectomia 12 Histerectomia radical 6 Tipo de cirugia Laparoscopicas 133 Roboticas 7 Las técnicas quirúrgica llevadas a cabo se basaron en imitar los pasos quirúrgicos realizados en cirugías convencionales. Nuestra técnica laparoscópica es similar a otras publicadas en la literatura (11,12,13). En todos los casos se colocaron 4 trócares, la vía principal de 12mm se colocó en la región umbilical o supraumbilical, 3 vías accesorias, de 5mm en fosa iliaca izquierda e hipogastrio y la restante de 10mm en la fosa iliaca derecha (figura 1). En todos los casos de HT o AHT esta se realizó por vía laparoscópica total, en ningún caso se asistió por vía vaginal. Se indico la linfadenectomia pelviana en los canceres de endometrio con factores de riesgo intermedio y alto en estadios iniciales o en los casos de presentar adenopatías en estudios preoperatorios o en la evaluacion intraoperatoria. En cáncer de cuello uterino, en las pacientes tratadas con cirugía radical o como estadificación quirúrgica previo a definir tratamiento primario en los estadios localmente avanzados. En los canceres de ovarios formando parte de la estadificación quirúrgica. La linfadenectomía pelviana (figura 2) se realizó de acuerdo a la siguiente técnica, previa sección de ambos ligamentos redondos, y abordaje del retroperitoneo siguiendo el borde del psoas, se completo la linfadenectomía comenzando por la cadena ganglionar iliaca externa tomando como limite inferior la vena circunfleja y superior el nacimiento de las arterias iliacas primitivas. Abordaje de la fosa obturatriz entre la arteria iliaca externa y el psoas, disección de la misma, con extirpación de los ganglios obturadores, previa visualización del nervio obturador. Luego de realizar la disección de la vena hipogastrica y la arteria vesical superior, se completo la linfadenectomia pelviana con la resección de la cadena ganglionar hipogastrica. La linfadenectomia lumboaórtica(LLA) (figuras 3 a 7) fue realizada abordando el retroperitoneo desde la bifurcación de la arteria aorta, exponiendo el borde del psoas e identificando el ureter derecho. El peritoneo fue abierto hasta el ángulo de Treitz, movilizando el duodeno y elevando el peritoneo y el intestino con un endoretractor exponiendo de esta forma los grandes vasos hasta las venas renales. La linfadenectomía se realizó dividiendo las cadenas ganglionares en ganglios de la bifurcación aortica, paracavales, intercavoaorticas, paraaorticas Infra y supramesentericas. Los límites considerados para la realización de la LLA, fueron la bifurcación aortica el inferior, y las venas renales como limite superior. En los casos de histerectomia radical (figura 8 a 11) se siguieron los mismos pasos que en la cirugía convencional, apertura de ambas fosas paravesicales, linfadenectomia pelviana bilateral, disección del ureter en todo su trayecto con destunelización del mismo. Para la ligadura de los vasos uterinos se utilizo clip hem-o-lock previo a la sección. Descenso de la vejiga con maniobras romas, y apertura de la fosa pararectal. Los parametrios fueron seccionados con electrobisturi armonico (ultrasisción) o con energia monopolar. La sutura de la vagina se realizo utilizando vycril 01 o 02. Durante el procedimiento quirúrgico se utilizo ATB profilaxis y medias de compresión neumática, mientras que la profilaxis antitrombótica con heparina de bajo peso molecular se utilizo 24 horas previo a la cirugía y se continúo por 10 días posterior a la misma. La colocación de drenajes no fue utilizada en forma sistemática, dependiendo de la perdida hemática intraoperatoria o por decisión del cirujano. El tiempo operatorio fue calculado desde la incisión en piel hasta la remoción de los trocares. Figura 1: Colocacion de trocares: 12 mm supraumbilical,5 mm Fosa iliaca izquierda 5 mm hipogastrio, 10 mm Fosa iliaca derecha Figura 2. LInfadenectomia pelviana derecha e izquierda Linfadenectomia pelviana izquierda Linfadenectomia pelviana derecha Figuras 3 a 7. Linfadenectomia lumboaórtica Apertura del retroperitoneo, identificación del ureter derecho y borde psoas Ganglios de la bifurcación aortica y aórticos inframesentericos Disección de la vena cava y resección de la cadena paracaval Cadena ganglionar supramesenterica e intercavoaortica Venas renales como limite superior Figura 8-11. Pasos de la Histerectomia radical Clampeo de arteria uterina Sección de parametrio lateral con electro bisturí armónico Apertura de fosa paravesical HT radical Resultados De un total de 392 pacientes con cáncer ginecológico operadas en el periodo analizado, 198 fueron intervenidas por cirugía mini invasiva, en 58 casos diagnóstica y en 140 pacientes como tratamiento o estadificación. Estas 140 pacientes con cirugías de tratamiento o estadificación (anexohisterectomia total, linfadenectomias pelvianas, lumboaórticas, histerectomias radicales) son las incluidas para el análisis. El incremento en el uso de la cirugía mini invasiva fue gradual, 32.5% en 2008, 52 % 2009, 60% en 2010 (p 0.001)(Figura 1). La mediana de edad de las pacientes fue 58 años (rango 24-88 años). El BMI de las pacientes fue 29 (rango 19-51), el tiempo de hospitalización fue 31 horas (rango 16-48 horas). Solo una paciente requirió transfusión. Una paciente obesa con antecedente de pelvis peritonitis requirió conversión a laparotomía (0.7%). El número de ganglios pelvianos removidos fue 18 (rango 7-34), y lumboaórticos 12 (rango 4-23). En 7 pacientes se presentaron complicaciones intra o postoperatorias (5.7% de los casos). En 2 casos, lesión de la vejiga, que fueron reparadas laparoscópicamente con colocación de sonda vesical postquirúrgica por 10 días; 1 lesión intraoperatoria de uréter que requirió reimplante en el mismo acto quirúrgico, 2 fístulas uretererales, una que requirió tratamiento quirúrgico y en el caso restante la fístula fue tratada con catéter doble J. Una paciente presentó hematoma de cúpula vaginal que requirió drenaje ambulatorio y ATB por 7 días y en la ultima paciente se presento una lesión compresiva del nervio popliteo por la posición intraoperatoria que se recupero con tratamiento medico y rehabilitación. No se registraron casos de linfoceles sintomáticos. El tiempo operatorio medio fue 147 minutos (rango 50-360), dependiendo del tipo de cirugía, Para las AHT el tiempo promedio fue 100 minutos (50-200 min), linfadenectomias pelvianas 85 min (60140), linfadenectomía lumboaórtica 110 minutos (80-150). En los casos de HT Radical el tiempo fue, 250 minutos (220-360 min).(Tabla 2) Tabla 2 - Resultados Operatorios Numero Tiempo operatorio total 147 minutos AHT 100 minutos Linfadenectomia pelviana 85 minutos Linfadenectomia LA 110 minutos HT Radical 250 minutos Porcentaje (%) Numero de ganglios Pelvianos 18 Lumboaórtico 12 Complicaciones total 7 5.7 Transfusiones 1 0.7 Conversión a laparotomia 1 0.7 Cuadro 1 Cirugías por año 60 50 60% 40 30 52% Nro cirugías 20 32.5% 10 0 2008 2009 2010 Discusión Este estudio evalúa el impacto de la incorporación de la cirugía mini invasiva en la práctica de nuestra sección de Ginecología Oncológica, evidenciándose un cambio en la estrategia quirúrgica, con un marcado incremento en el uso de la cirugía mini invasiva en el periodo de tiempo analizado. Partiendo de un 32 % de pacientes tratadas por cirugía mini invasiva en el año 2008, el incremento fue gradual hasta alcanzar el 60% en el 2010. Querleu y Childers(14), fueron los pioneros en la realización de linfadenectomias pelvianas laparoscópicas en pacientes con cáncer cervical, mientras que Nezhat (15) y colaboradores introducen la linfadenectomia paraaórtica laparoscópica posteriormente ratificada por las publicaciones de Querleu y Le Blanc. En 1990 Canis (5) publica el primer caso de histerectomia radical, procedimiento que caracteriza a los ginecólogos oncólogos, y luego Nezhat en 1992 (15) reporta su primer caso y describe la técnica. En los últimos 15 años muchos grupos han publicado su experiencia en cuanto a la factibilidad, seguridad y eficacia de la cirugía mini invasiva, haciendo incapié en las ventajas de esta vía de abordaje, en términos de rápida recuperación, menor tiempo de hospitalización, menor requerimiento de analgesia, y excelentes resultados cosméticos. Existen publicados diferentes estudios comparativos entre la cirugía laparoscópica y las cirugías convencionales que avalan estos resultados, como así también el menor numero de complicaciones observado con el avance en la curva de entrenamiento. (16,17,18) La mayor confianza en el abordaje laparoscópico hizo que muchas contraindicaciones a la cirugía laparoscópica pasen a ser de absolutas a relativa, lo que permitió una mejora en la curva de entrenamiento en los diferentes centros. Sin embargo existe aun resistencia a la incorporación de esta vía de abordaje en Ginecología Oncológica, aduciendo la falta de entrenamiento adecuado, dificultad en lograr una curva aceptable de aprendizaje, tiempos operatorios largos, y la falta de datos concluyentes en cuanto a resultados oncológicos como fuera expresado en la encuesta a miembros del SGO (19). Respecto a los parámetros evaluados en nuestra serie, el tiempo operatorio medio fue 147 minutos en general, (100 min AHT, 85 min linfadenectomias pelvianas, 110 min LA, 250 min HT Radical). El número de ganglios extirpados promedio fue 18 pelvianos (rango 7-34) y LA de 12 (rango 4-23), estos resultados son comparables con otras experiencias publicadas (13,20). Con respecto a las complicaciones intra o postoperatorias en nuestra serie fue 5.7 %, las que requirieron resolución quirúrgica se realizaron por vía laparoscoópica. Sin embargo en la literatura existen reportes de complicaciones que varían entre 0 a 11%(21) y una tasa de conversión a laparotomía para resolver las complicaciones inferior al 5 %. Nuestros datos son coincidentes con los publicados, y en ninguna de las complicaciones se requirió conversión a laparotomía para su resolución. Registramos un solo caso de conversión a laparotomía (0.7%), en una paciente obesa con antecedentes de pelvis peritonitis y bloqueo pelviano severo. El tiempo promedio de hospitalización fue 31 horas (rango 16-48 horas), en todos los casos se considero la recuperación de las funciones fisiológicas, deambulación, y tolerancia de dieta. La ventaja en el corto tiempo de hospitalización es reflejada en diferentes publicaciones. Numerosos estudios han demostrado la posibilidad de incorporar la cirugía mini invasiva dentro del arsenal terapéutico como una forma factible y segura de ser llevada a cabo por ginecólogos oncólogos entrenados. El LAP 2 al igual que otros autores (22,17) lo demuestran en el tratamiento del cáncer de endometrio. Ramirez y colaboradores (23) en 2006 presentan su experiencia en el tratamiento laparoscópico del cáncer de cuello uterino, considerando esta modalidad de tratamiento factible y seguro de realizar con poca pérdida hematica y mínima morbilidad perioperatoria. Chen y colaboradores (24) evalúan 295 pacientes con cáncer de cuello uterino tratadas por laparoscopia, considerando una posibilidad terapéutica efectiva en términos quirúrgicos y oncológicos. Otros autores coinciden con estas afirmaciones(25,26). Aunque continúa siendo controvertido el manejo quirúrgico por vía mini invasiva de pacientes con cáncer de ovario, existen publicaciones que sustentan y dan valor a su utilización. Un Sunk Jung y colaboradores (27) publican su experiencia y consideran un método seguro y factible de ser realizado. Leblanc(28), Childers (29) y Nezhat (30) en sus respectivas publicaciones avalan el uso de la cirugía laparoscópica en la estadificación y tratamiento de los estadios iniciales del cáncer de ovario. El periodo de seguimiento en nuestros casos de cirugía mini invasiva es insuficiente para sacar conclusiones en términos de resultados oncológicos, sin embargo los datos de sobrevida global, índice de recurrencias publicados en la literatura son alentadores y similares a los obtenidos con las cirugías convencionales. Estudios futuros comparativos y randomizados son necesarios para determinar estos resultados. Nosotros coincidimos en la importancia de incorporar la cirugía mini invasiva dentro de las opciones terapéuticas, para el tratamiento de las pacientes con cáncer ginecológico por sus beneficios. Nuestro compromiso como ginecólogos oncólogos es aportar el tratamiento mas adecuado, con la menor morbimortalidad posible y sin afectar los resultados oncológicos. Conclusiones La cirugía mini invasiva tuvo un incremento importante en la utilización como tratamiento o estadificación quirúrgica de las pacientes con cáncer ginecológico en nuestro servicio de Ginecología, sección ginecología oncológica, durante el periodo analizado. Consideramos que ofrece beneficios importantes en tiempo de internación, recuperación de las pacientes, baja tasa de complicaciones, sin detrimento en la duración del procedimiento quirúrgico ni del número de ganglios removidos, acorde a lo publicado en la literatura y que debe ser incorporada en el manejo del cáncer ginecológico en centros de ginecología con ginecólogos oncólogos entrenados. Bibliografia 1 Canis M,Botchorishvili R,Wattiez A,Pouly J,Mage G,Manhes H,Bruhat A. Cancer and laparoscopy,experimental studies: a review.European journal of Obstetric and Gynecol and reproductive biology.2000;91:1-9 2 Walker J, Mannel R, Piedmonte M, Schlaerth J, Spirtos N, Spiegel G. 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