AMPARO DIRECTO 70/2004. Número de registro: 18381 Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: Tomo XX, Octubre de 2004 Página: 2138 AMPARO DIRECTO 70/2004. ÁLVARO CHÁVEZ ACHO. CONSIDERANDO: QUINTO. Son fundados los conceptos de violación esgrimidos por la quejosa, como se precisa más adelante. Previamente al estudio de los conceptos de violación, es conveniente reseñar los siguientes antecedentes. El veintidós de febrero de dos mil dos, Álvaro Chávez Acho, demandó de Rubén Acho y Novia, Francisca Acho y Novia, y Crescencia Mercedes Acho, las siguientes prestaciones: "A) Que se ponga término a la perturbación que pretenden realizar los demandados respecto de la posesión que tiene el suscrito respecto de una fracción de terreno perteneciente al ubicado en Quincuagésima Legislatura, antes Manuel Acuña número tres, Barrio de Texcacoa en Tepotzotlán, Estado de México y que tiene las siguientes medidas y colindancias: Al norte, en 89.25 mts., con Mercedes Novia viuda de Acho. Al sur, en 89.19 mts., con Armando Rubén Acho. Al oriente, en 6.63 mts., con Manuel Hernández. Al poniente, en 6.77 mts., con la calle de Manuel Acuña. B) Se indemnice al suscrito de los daños y perjuicios que me han sido causados por la perturbación realizada por parte de los demandados respecto de mi posesión de la fracción de terreno descrita en el inciso A). C) Afianzamiento por parte de los demandados por la cantidad de $1,000,000.00 (un millón de pesos 00/100 M.N.) para el efecto de que mi contraria no vuelva a perturbar mi posesión respecto de la fracción de terreno descrito en el inciso A). D) Conminar a la demandada con multa y arresto, para que en el caso de que reincida en la perturbación de mi posesión de la fracción de terreno descrita en el inciso A). F) El pago de los gastos y costas que se originen con el presente asunto." (fojas 1 y 2 del expediente 190/2002). La demanda se sustentó en los siguientes hechos: "1. Tal como lo acredito con la sentencia de fecha siete de febrero de mil novecientos noventa, dictada en el juicio ordinario civil promovido por las señoras Crescencia Mercedes Acho y Novia y Francisca Acho y Novia con número de expediente 134/99 radicado en el -1- AMPARO DIRECTO 70/2004. Juzgado Primero Civil de Primera Instancia en Cuautitlán, México, sentencia que fue confirmada mediante sentencia de segunda instancia de fecha doce de mayo del año dos mil uno dictada en el toca de apelación con número 204/00 por los CC. Magistrados que integran la Segunda Sala Civil Regional de Tlalnepantla, Estado de México la cual anexo a la presente demanda en copia certificada, tengo la posesión de la fracción de terreno descrito en el capítulo de prestaciones en el inciso A) de la presente demanda; dicha fracción de terreno la ocupo con la ubicación, medidas y colindancias que detallo en el presente escrito. 2. Desde el primero de agosto de mil novecientos setenta y nueve la he venido poseyendo en concepto de propietario, de buena fe, de manera pacífica, continua y públicamente tal como me fue reconocido dicho derecho mediante sentencia de fecha siete de febrero de mil novecientos noventa, dictada en el juicio ordinario civil promovido por las señoras Crescencia Mercedes Acho y Novia, y Francisca Acho y Novia con número de expediente 134/99 radicado en el Juzgado Primero Civil de Primera Instancia en Cuautitlán, México, sentencia que fue confirmada mediante sentencia de segunda instancia de fecha doce de mayo del año dos mil uno dictada en el toca de apelación con número 204/00 por los CC. Magistrados que integran la Segunda Sala Civil Regional de Tlalnepantla, Estado de México, la cual anexo a la presente demanda en copia certificada. 3. El día diecinueve de febrero del presente año recibí una llamada por parte de algunos familiares manifestándome que los señores Rubén Acho y Novia, Francisca Acho y Novia, Crescencia Mercedes Acho y Novia, y aproximadamente diez trabajadores (albañiles y un operador de máquina) habían entrado en el terreno descrito en el capítulo de prestaciones en el inciso A) en el que por sentencia ejecutoriada el suscrito tiene la posesión. Dichas personas desde aproximadamente las 8:30 de la mañana del día que se narra entraron al terreno del cual tengo la posesión con maquinaria pesada (un trascabo conocido como mano de chango) introduciéndose furtivamente a sabiendas de que perdieron el juicio señalado en líneas anteriores y del que fui absuelto de la devolución del mismo, entrando dichas personas con maquinaria pesada, como lo he mencionado, derribando la malla de división del terreno y postes que detenían la misma con lujo de violencia y sin el consentimiento del suscrito, dichos actos considero son actos preparatorios tendientes directamente a la usurpación violenta y a impedirme el ejercicio de mi derecho de posesión. 4. En virtud de que me informaron lo que señalo en líneas anteriores me dirigí a mi domicilio ubicado en Quincuagésima Legislatura, número tres, Barrio Texcacoa, Tepotzotlán, Estado de México, llegando a éste aproximadamente a las diez de la mañana y, efectivamente, se encontraban las siguientes personas Rubén Acho y Novia, Francisca Acho y Novia, y Crescencia Mercedes Acho y Novia, realizando actos tendientes a perturbar mi posesión del terreno descrito con anterioridad, ya que se encontraban excavando en el mismo con una máquina de aproximadamente un metro de ancho abarcando la totalidad del perímetro de mi terreno de aproximadamente 89 metros de largo, en el cual, además, depositaron tierra producto de la excavación, todo ello sin mi consentimiento. 5. Es el caso que me dirigí a ellos y les pedí que se abstuvieran de perturbar mi posesión, del cual no existe sentencia para que el suscrito lo desocupe por haber ganado los juicios respectivos, ante dicha petición se dirigieron al suscrito con agresiones verbales y amenazas, manifestándome ‘ni que fuera -2- AMPARO DIRECTO 70/2004. tuyo, esto es nuestro’ y puedes hacer lo que quieras, acto seguido ignorando mi petición continuaron con las excavaciones, derribando la malla de mi predio, casi en su totalidad y sin el menor indicio de abstenerse de seguir ocasionando daños en el inmueble materia del presente juicio, ya que dichas personas continuaron en él absteniéndose de salir, siendo que se los había solicitado, por lo que me vi en la necesidad de volver a decirles que se retiraran de mi predio, lo cual fue todo lo contrario incluyendo los mismos trabajadores quienes continuaron con las labores que les había encomendado, principalmente el señor Rubén Acho y Novia y también Francisca Acho y Novia, y Crescencia Mercedes Acho y Novia, dirigiéndose estas personas hacia el suscrito en forma agresiva y el señor Rubén Acho y Novia estuvo casi a punto de golpearme por lo cual y ante las amenazas verbales de golpearme me vi en la necesidad de salir del precitado inmueble, continuando ellos en el mismo. 6. Como lo manifiesto en el hecho anterior, salí de mi propiedad y me dirigí al H. Ayuntamiento de Tepotzotlán, atendiéndome el encargado de obras públicas, quien me sugirió que hablara con el director del jurídico del mismo H. Ayuntamiento de Tepotzotlán Lic. Juan Tenorio Labrada, quien para efecto de corroborar los hechos manifestados en la presente demanda, envió con el suscrito a una licenciada del jurídico del H. Ayuntamiento y a un arquitecto de obras públicas del H. Ayuntamiento, personas con quienes me dirigí a mi propiedad, las cuales corroboraron plenamente lo narrado en la presente, la primera de ellos se dirigió a las personas que se encontraban en mi propiedad solicitándose en ese acto la documentación que les autorizaba a ejecutar dichos actos en esa propiedad, recibiendo la licenciada como contestación de Rubén Acho y Novia, y Mauricio Durán Acho, contestando en forma déspota, grosera y altanera sin importarles que el requerimiento lo hacía una autoridad, manifestándole que no era quién para solicitarle documentación alguna y dirigiéndose a ella en forma por demás agresiva. Acto seguido el arquitecto de obras públicas corroboró las medidas y colindancias de cada una de las fracciones aledañas basándose en un plano de obras públicas con lo que verificó que efectivamente se estaba utilizando el terreno del cual tengo la posesión sin mi consentimiento, para mayor referencia de lo narrado en la presente anexo a la misma fotografías que acreditan la presencia de los demandados y la usurpación que pretenden hacer del terreno materia del presente juicio. 7. Es por lo narrado con anterioridad que considero se está perturbando la posesión que detento sobre el inmueble señalado con antelación lo que impide el ejercicio pacífico de mi posesión es por ello que considero se acredita la existencia de actos perturbatorios a que se refiere el artículo 488 de la ley adjetiva de la materia, ya que dichas personas se introdujeron al precitado terreno sin mi consentimiento, por tanto, es de considerarse que los actos perturbatorios de hecho y de palabra descritos en el presente y realizados en mi contra por parte de los hoy demandados son actos tendientes directamente a la usurpación violenta y despojo del terreno ya multicitado y que es motivo de la presente demanda, asimismo, son actos tendientes a restringirme de continuar mi libre ejercicio de derecho de posesión que tengo respecto al citado inmueble, ante tal situación el suscrito considera que es procedente que se les condene a los hoy demandados al cumplimiento de todas y cada una de las prestaciones que les demando en la presente vía y forma a fin de evitar que se lleve a cabo el despojo en mi -3- AMPARO DIRECTO 70/2004. perjuicio del inmueble descrito en el inciso A) del capítulo de prestaciones de la presente demanda." (fojas 2 a 4 del expediente 190/2002). Se admitió la demanda, quedando registrada bajo el número de expediente 190/2002 del índice del Juzgado Primero Civil de Primera Instancia de Cuautitlán, Estado de México, asimismo, se emplazó a los demandados, quienes contestaron la instaurada en su contra, oponiendo las siguientes excepciones y defensas: "1. La falta de legitimación activa al proceso y a la causa del supuesto actor, dado que la discusión jurídica emana de un patrimonio hereditario, donde éste, no está reconocido. 2. La excepción prevista en los artículos 581 del Código de Procedimientos Civiles, en relación con los artículos 778 y 781 del Código Civil, en atención a que el supuesto demandante no exhibió el documento fundatorio del derecho subjetivo ejercitado, es decir, el justo título que lo justificara como poseedor jurídico, no obstante que el primero de los numerales, categórica, tajante y terminantemente exige la exhibición del documento base de la acción (véase que el artículo 581 del código procesal civil claramente establece ‘deberá’). 3. La excepción de improcedencia de la acción interina de retener la posesión, en virtud de que el mendaz actor, al ser un mero detentador y poseedor precario, que él mismo reconoce y admite expresamente, carece de la posesión jurídica u originaria necesaria para conservar o mantenerse en la misma, atento a lo dispuesto por el artículo 488, párrafo segundo, del Código de Procedimientos Civiles. 4. La excepción de dolo procesal del supuesto actor. 5. La excepción de oscuridad, imprecisión y defecto legal en la demanda, por los motivos y fundamentos jurídicos que se invocan al dar contestación a las prestaciones que reclame el mendaz actor y a los hechos narrados por éste. 6. La excepción de que la copia certificada de una sentencia definitiva, exclusivamente de segunda instancia, carece de idoneidad y de eficacia jurídica para admitirse y tomarse en cuenta como documento fundatorio del derecho subjetivo ejercitado, por los motivos y fundamentos de derecho que se invocan, al dar contestación a las prestaciones reclamadas por la contraria y en los hechos narrados por éste. 7. La excepción prevista en el artículo 512 del Código de Procedimientos Civiles (no es permitido suplir la deficiencia de la queja con posterioridad, dado lo estricto del derecho civil). 8. La excepción prevista en las fracciones IV y V del artículo 589 del Código de Procedimientos Civiles (la demanda no es clara, ni precisa, ni exacta). 9. La excepción de inexistencia física y jurídica del supuesto inmueble que señala la contraria en el escrito de demanda, dado que al no tener la posesión jurídica u originaria, evidentemente que carece de justo título. 10. La excepción prevista en el artículo 778, párrafo segundo, del Código Civil, que establece: ‘Es mejor la posesión que se funda en título, y cuando se trata de inmuebles, la que está inscrita. ...’. Como se aprecia de autos, el supuesto actor no reúne estas hipótesis, lo cual sería suficiente para decretar la improcedencia de la acción provisional ejercitada. 11. La excepción de que el supuesto actor omite mencionar en el escrito de demanda, cómo adquirió, cómo obtuvo la posesión que dice tener, de quién la adquirió, qué actos materiales de dominio ha realizado en el fundo que dice viene poseyendo y desde cuándo los ha llevado -4- AMPARO DIRECTO 70/2004. a cabo. Lo anterior, para haber estado en posibilidad de contestar debidamente y con amplitud al respecto. Deficiencias técnico-jurídicas que ya no es posible enmendar, corregir y subsanar con posterioridad, atendiendo a lo estricto del derecho civil, que no permite suplir la deficiencia de la queja." ( fojas 38 vuelta a 39 expediente 190/2002). Asimismo, reconvinieron de Álvaro Chávez Acho, lo siguiente: "A) Se condene al contrademandado a la reparación del daño causado, restableciendo la situación anterior al mismo, de conformidad con lo que disponen los artículos 1739 y 1744 del Código Civil. B) Se condene al reconvenido al pago de la cantidad de $450,000.00 (cuatrocientos cincuenta mil pesos 00/100 M.N.), como indemnización por el daño causado a los contrademandantes. C) Se condene al contrademandado al pago de la cantidad de $600,000.00 (seiscientos mil pesos 00/100 M.N.), por concepto de daño moral, causado a los reconvenientes, originado por la conducta ilícita observada por el reconvenido. D) Se condene al contrademandado, al pago de la cantidad de $330,000.00 (trescientos treinta mil pesos 00/100 M.N.), por concepto de perjuicios, causados a los contrademandantes, que serán regulados en su oportunidad en ejecución de sentencia, a juicio de peritos. E) Se condene al reconvenido, al pago de los gastos y costas que se originen en todas sus instancias." (foja 39 vuelta del expediente 190/2002). Dicha reconvención se sustentó en los siguientes hechos: "I. Como lo justificamos con el testimonio de la escritura número 86,300 que se anexa al presente, tirada ante la fe del licenciado J. Claudio Ibarrola Muro, notario público número tres del Distrito de Tlalnepantla, México, que contiene la adjudicación de bienes inmuebles que forman parte del acervo hereditario de la sucesión intestamentaria a bienes del señor Fernando Acho Castro, inscrito en el Registro Público de la Propiedad, el suscrito Armando Rubén Acho Novia, es propietario de una fracción de terreno ubicada en la calle de Francisco Javier Alegre y Avenida Insurgentes, Avenida Quincuagésima Legislatura y calle Manuel Acuña, Barrio de Texcacoa, Municipio de Tepotzotlán, México, el cual tiene las siguientes medidas, colindancias y superficie: al norte, en 89.19 metros, colindando con Francisca Acho Novia. Al sur, en 89.16 metros, colindando con Mercedes Novia viuda de Acho. Al oriente, en 3.31 metros, colindando con Manuel Hernández. Y al poniente, en 3.39 metros, colindando con la calle de Manuel Acuña. Teniendo una superficie de 298.86 metros cuadrados. II. En virtud de que el contrademandado Álvaro Chávez Acho, indebida, ilícitamente y sin ningún derecho despojó tanto al suscrito Armando Rubén Acho Novia, de la heredad de mi propiedad, identificada en el hecho que antecede, así como a nuestra señora madre Mercedes Novia viuda de Acho, de la fracción de terreno de su propiedad, ubicada en las calles de Francisco Javier Alegre y Avenida Insurgentes, Avenida Quincuagésima Legislatura y calle Manuel Acuña, Barrio de Texcacoa, Municipio de Tepotzotlán, México, misma que tiene las siguientes medidas, colindancias y superficie: al norte, en 89.40 metros, -5- AMPARO DIRECTO 70/2004. colindando con el propio predio. Al sur, en 89.25 metros, colindando con propiedad de Crescencia Mercedes Acho Novia. Al oriente, en 12.23 metros, colindando con propiedad de Manuel Hernández. Y al poniente, en 11.07 metros, colindando con la calle de Manuel Acuña. Teniendo una superficie de 1068.77 metros cuadrados, de la cual se ha demostrado plenamente la propiedad con el testimonio de la escritura número 90,947, tirada ante la fe del licenciado J. Claudio Ibarrola Muro, notario público número tres del Distrito de Tlalnepantla, México, inscrita en el Registro Público de la Propiedad a nombre de nuestra citada señora madre Mercedes Novia viuda de Acho, instrumento notarial que ya fue exhibido con antelación. Nuestra mencionada señora madre y el suscrito Armando Rubén Acho Novia, nos vimos en la imperiosa necesidad de demandar al mismo Álvaro Chávez Acho, ante ese propio órgano jurisdiccional, la reivindicación de los fundos señalados en líneas precedentes, registrándose los expedientes números 473/99, que correspondió al juicio reivindicatorio promovido por el contrademandante Armando Rubén Acho Novia y el expediente número 314/98, que correspondió al juicio reivindicatorio que promoviera nuestra referida señora madre Mercedes Novia viuda de Acho en contra del mismo Álvaro Chávez Acho. Los procesos civiles de referencia, concluyeron por sentencia definitiva ejecutoriada, adversa a los intereses del contrademandado Álvaro Chávez Acho, dado que se declararon procedentes las acciones reales que se ejercitaron en su contra, al justificarse plenamente las mismas, por lo que, obviamente, se le condenó a la restitución de los inmuebles que fueron materia de los litigios, con todos sus frutos, mejoras y accesiones, y con fecha diecinueve de septiembre del año próximo pasado, en cumplimiento de la ejecutoria pronunciada en los juicios acumulados, la ejecutora de ese juzgado puso en posesión jurídica y material al suscrito Armando Rubén Acho Novia y a nuestra referida señora madre, de las fracciones de terreno que fueron materia de la controversia, dándose por recibidas a su entera satisfacción. Se anexa al presente copia certificada de la diligencia judicial aludida, para que se agregue a sus autos y se tome en cuenta al momento de pronunciarse la sentencia definitiva que proceda en derecho. III. Con la finalidad de que el suscrito Armando Rubén Acho Novia y nuestra señora madre Mercedes Novia viuda de Acho, quedáramos debidamente delimitados del contrademandado Álvaro Chávez Acho y de su madre Hilda Olivia Acho Peza, decidimos mandar construir una barda a todo lo largo de las propiedades de nuestra mencionada señora madre y del ocursante Armando Rubén Acho Novia, señaladas y descritas en hechos precedentes, no sin antes, desde luego, solicitar el permiso de construcción ante la Dirección de Obras Públicas Municipales del Ayuntamiento de Tepotzotlán, mismo que nos fue concedido el quince febrero de este año, sin obstáculo alguno, dado que se cumplieron con los requisitos legales requeridos. Para llevar a cabo la obra en cuestión, se contrató una pequeña retroexcavadora, propiedad de la empresa Materiales Rosas, con domicilio en el poblado de Santa Cruz, Municipio de Tepotzotlán, México, operada por el señor Héctor Manuel Cano, para que excavara zanjas o cepas de los dos inmuebles mencionados en líneas precedentes, contratándose, además, a un maestro albañil de nombre Ramón Arana y cinco peones o chalanes. Fue así, que el martes diecinueve de febrero del año en curso, como a las ocho de la mañana, aproximadamente se dio inicio a la obra en comento, en los fundos -6- AMPARO DIRECTO 70/2004. propiedad de nuestra señora madre Mercedes Novia viuda de Acho y del suscrito Armando Rubén Acho Novia, sin ningún contratiempo, interrupción, ni obstáculo de ninguna especie. El operador de la pequeña retroexcavadora, excavó y abrió zanjas a todo lo largo de dichos inmuebles, y una vez que concluyó su trabajo, de inmediato el maestro albañil y sus peones empezaron a colocar mampostería de piedra; pero es el caso, que el jueves veintiuno de febrero del año en curso, siendo como las quince horas con treinta minutos, aproximadamente, sorpresiva e intempestivamente se presentaron en los citados terrenos, una persona que se ostentó como licenciado, diciendo llamarse Juan Tenorio Labrada y ser el director del jurídico del Ayuntamiento de Tepotzotlán, sin acreditarlo, en compañía del contrademandado Álvaro Chávez Acho, dos personas del sexo femenino que se negaron a dar sus nombres, pero dijeron trabajar en el jurídico del Ayuntamiento Municipal de Tepotzotlán, así como una patrulla municipal. En forma por demás agresiva, violenta y prepotente, el primero de ellos, de nombre Juan Tenorio Labrada, sin estar facultado, ni autorizado por la Dirección de Obras Públicas Municipales del mencionado Ayuntamiento de Tepotzotlán, pues únicamente dijo ser el director del jurídico del mismo, no obstante que no laboraba para la dirección de referencia, se le mostraron los permisos para construir la barda que nos otorgó la citada dirección, indebida e ilícitamente le ordenó al maestro albañil que suspendiera la obra o de lo contrario se los iba a llevar a la cárcel, junto con sus chalanes. Ante el temor de que el referido Juan Tenorio cumpliera sus amenazas, el albañil contratado por nuestra señora madre Mercedes Novia viuda de Acho y por los suscritos reconvenientes, no tuvo más remedio que suspender la obra, lo cual nos causó serios y graves daños y perjuicios, puesto que se invirtió en contratar al operador de la retroexcavadora, al albañil y peones, y los gastos considerables que se hicieron para adquirir el material para construcción, a quienes se les pagó por adelantado sus servicios prestados, y se les sigue pagando, aun sin laborar, atendiendo al contrato concertado con ellos. De inmediato, los miembros del Ayuntamiento Municipal de Tepotzotlán, citados con antelación, con la colaboración del contrademandado Álvaro Chávez Acho y familiares de éste, indebidamente procedieron a fijar fajillas o sellos de suspensión de la obra en los terrenos propiedad de nuestra señora madre Mercedes Novia viuda de Acho y en el del suscrito Armando Rubén Acho Novia. Ante la ilícita y arbitraria actitud del que se dijo director del jurídico del Ayuntamiento de Tepotzotlán, Juan Tenorio Labrada y los miembros de la Dirección de Obras Públicas Municipales, se presentó una denuncia en su contra ante la oficina de Derechos Humanos del mismo Ayuntamiento y Contraloría Interna del Estado de México, a las cuales se les ha estado dando el seguimiento correspondiente. Los anteriores acontecimientos se demuestran fehacientemente con las documentales exhibidas al presente, al dar contestación a las prestaciones reclamadas por el supuesto actor y a los hechos narrados por éste, que en obvio de inútiles repeticiones y por economía procesal reproducimos en todas y cada una de sus partes. 4. La actitud ilícita y arbitraria observada por el reconvenido Álvaro Chávez Acho, su familia, los miembros de la Dirección de Obras Públicas y Dirección Jurídica del Ayuntamiento de Tepotzotlán, que colaboraron y apoyaron, franca y abiertamente al mencionado contrademandado, al suspender indebidamente la construcción de la obra autorizada por la propia Dirección de -7- AMPARO DIRECTO 70/2004. Obras Públicas, nos ha ocasionado, repetimos, graves y serios daños y perjuicios, y es por lo que comparecemos a ese órgano jurisdiccional en demanda de las prestaciones reclamadas en la presente reconvención para que, en su oportunidad procesal, se condene al reo al pago y cumplimiento de las mismas." (fojas 39 vuelta a 41 del expediente 190/2002). Mediante escrito de contestación de demanda, de fecha dieciocho de marzo de dos mil dos, se admitió la reconvención planteada y el uno de abril de dos mil dos, el referido demandado en reconvención dio contestación a la misma, manifestando las excepciones y defensas que enseguida se transcriben: "1. La de falta de acción y derecho de los actores en la reconvención, ya que no les asiste ni la acción ni el derecho para demandarme en la vía y forma en que lo hacen, puesto que ellos confiesan que el suscrito detenta la posesión del predio en cuestión y, además, de haberles ganado un juicio por esta posesión, el suscrito no les para los actos perturbadores que pretendían realizar colocando la barda a su antojo sin respetar la posesión del suscrito. 2. La excepción de sine actione agis en que el actor de probar sus hechos y que el suscrito le causó los daños y perjuicios que dice. 3. Opongo todas y cada una de las excepciones que se deriven de la presente contestación." (fojas 260 y 261 del expediente 190/2002). Seguida la secuela procedimental, con fecha cinco de junio de dos mil dos, el Juez natural resolvió: "PRIMERO. La parte actora Álvaro Chávez Acho, no probó los hechos constitutivos de la acción real de interdicto de retener la posesión intentada en contra de Francisca, Armando Rubén y Crescencia Mercedes de apellidos Acho y Novia, quienes sí justificaron la excepción de improcedencia de la acción. SEGUNDO. Se absuelve a la parte demandada, Francisca, Armando Rubén y Crescencia Mercedes de apellidos Acho y Novia, de todas y cada una de las prestaciones que les fueron reclamadas. TERCERO. Este órgano jurisdiccional se abstiene de entrar al estudio del fondo del negocio reconvencional, porque la parte actora y demandada reconvencional Álvaro Chávez Acho, no se encuentra legitimada pasivamente en el proceso por la existencia de litisconsorcio pasivo necesario. CUARTO. Se dejan a salvo los derechos de la parte demandada y actora reconvencional Francisca, Armando Rubén y Crescencia Mercedes de apellidos Acho y Novia, para que los hagan valer en la vía y forma que estimen convenientes. QUINTO. Notifíquese personalmente." ( foja 402 del expediente 190/2002). Inconformes con la anterior resolución, ambas partes interpusieron sendos recursos de apelación de los cuales, por razón de turno, tocó conocer a la Segunda Sala Civil Regional de Tlalnepantla del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, la que con fecha veinticuatro de octubre de dos mil dos en el toca número 764/2002, resolvió: -8- AMPARO DIRECTO 70/2004. "PRIMERO. Esta Sala es competente para conocer y resolver el recurso de apelación. SEGUNDO. No se hace pronunciamiento en relación a los agravios expuestos por los apelantes. TERCERO. Se revoca la sentencia definitiva de fecha cinco de junio de dos mil dos, dictada por el Juez Primero Civil de Primera Instancia del Distrito Judicial de Cuautitlán, Estado de México, en el expediente número 190/02 relativo al juicio verbal promovido por Álvaro Chávez Acho contra Rubén Acho y Novia y otras, para dictar otra que deberá quedar en los términos precisados en la parte final del considerando quinto de esta resolución. CUARTO. No se hace condena al pago de costas en esta segunda instancia. QUINTO. Notifíquese personalmente." (foja 29 del toca 764/2002). Contra esta resolución la parte quejosa promovió el amparo que se analiza. La parte impetrante del amparo esencialmente alega que la resolución combatida es violatoria de su garantía de seguridad contenida en el artículo 14 constitucional, en razón a que la Sala responsable estimó innecesario el estudio de sus agravios, por considerar que en el juicio natural se estaba en presencia de un litisconsorcio pasivo necesario. En ese sentido, señala el agraviado que, por un lado, la acción interdictal es real, pues la intención es conservar la posesión de un bien inmueble, además de que protege a toda clase de poseedores y, por el otro, la reconvención planteada por los demandados consistente en el pago de daños y perjuicios, en la que señalaron a una tercera persona, es una acción personal. Lo anterior, así lo estima el impetrante del amparo, porque refiere que en la doctrina se ha sostenido que los interdictos son juicios sumarísimos que no se preocupan por las cuestiones de propiedad, ni aun de posesión definitiva, sino que su papel se limita en unos casos a adquirir, retener o recobrar la posesión interina de una cosa, entre otros, para que la autoridad dicte ciertas medidas que impidan que una cosa que amenaza ruina o cause daño, como suspender la ejecución de una obra, cause perjuicio. En ese sentido, el impetrante del amparo afirma que no puede existir litisconsorcio pasivo necesario, en virtud de que la reconvención promovida por la parte demandada en nada se relaciona con la acción real de interdicto de retener la posesión, pues los daños y perjuicios podrían promoverse con la acción principal donde se determine la propiedad o posesión definitiva del bien. Aunado a lo anterior, refiere el quejoso que del escrito de contestación de demanda no se advierte que los enjuiciados hayan mencionado que existan otras personas a quienes les pueda parar perjuicio la sentencia que se dicte en relación con el interdicto, por lo que de admitir ahí la existencia de un litisconsorcio pasivo necesario se perdería la naturaleza jurídica de la referida figura jurídica que no se ocupa de las cuestiones de fondo o de carácter definitivo, sino únicamente provisional, de ahí que estima el agraviado que no debe -9- AMPARO DIRECTO 70/2004. mezclarse con alguna acción personal que pretendan demandar los actores en reconvención. En ese sentido, el peticionario de garantías estima que la sentencia reclamada se encuentra indebidamente fundada y motivada, en orden a que la Sala responsable de manera general señaló que el pronunciamiento en el fondo de la acción interdictal como principal, se encuentra íntimamente ligada con la de daños y perjuicios, sin precisar cuáles son las razones por las que considerara ligadas ambas acciones, pues insiste en que la procedencia de la acción interdictal en nada afectaría que se dejaran a salvo los derechos de la actora reconventora para que demandara todo lo manifestado en su reconvención, ya que es una acción personal y no real, o bien, que lo demandara en la acción real que le corresponda. En efecto, es fundado lo argumentado por la parte quejosa, en cuanto sostiene que la acción interdictal ejercitada para retener la posesión de un inmueble debió haberse estudiado en la forma y términos planteados en los agravios formulados en la apelación contra la sentencia de primer grado, ya que el litisconsorcio pasivo necesario sólo afecta el reclamo de daños y perjuicios planteado vía reconvención por la parte ahora tercera perjudicada, y no así a la acción interdictal intentada por él, en virtud de que ésta quedó previamente integrada, además de que sostuvo que las acciones intentadas son de naturaleza distinta. En principio, cabe señalar que en la sentencia reclamada la Sala consideró que al no haberse llamado a las personas que indicó la parte actora en la reconvención como responsables de haberle causado los daños y perjuicios que refiere, no resultaba válido tampoco hacer el pronunciamiento de fondo de la acción interdictal principal, toda vez que ambas decisiones se encuentran íntimamente ligadas, pues deben resolverse en una misma sentencia, ya que al declarar sobre la procedencia de una, traería como consecuencia inmediata desestimar la otra, sin haber dado la oportunidad debida a todos los interesados, apoyando tales consideraciones en los criterios de los rubros siguientes: "LITISCONSORCIO PASIVO NECESARIO. REQUISITOS QUE SE REQUIEREN PARA LA EXISTENCIA DE." y "LITISCONSORCIO PASIVO NECESARIO. LA SALA ESTÁ IMPEDIDA PARA RESOLVER EL FONDO, SI AL DECLARARLA DE OFICIO, ADVIERTE QUE LA PARTE VENDEDORA NO FUE SEÑALADA EN LA RECONVENCIÓN." Le asiste razón a la parte agraviada dado que, contrariamente a lo estimado por el tribunal de alzada, la declaratoria relativa a la no integración de la relación jurídico-procesal respecto de la acción reconvencional de daños y perjuicios causados por la suspensión de la obra que se estaba llevando a cabo en el mismo inmueble objeto del interdicto y de la cual se duele en su acción principal el actor, ahora quejoso, señalando que ello constituye los actos perturbatorios de la posesión que detenta sobre el referido lote de terreno, no podía impedir jurídicamente que se realizara el análisis de la acción interdictal que intentó la parte actora en su demanda. -10- AMPARO DIRECTO 70/2004. Lo anterior, se concluye así, porque de las constancias del juicio natural se advierte que Álvaro Chávez Acho, en ejercicio de la acción interdictal, demandó de Rubén Acho y Novia, Francisca Acho y Novia, y Crescencia Mercedes Acho, la terminación de los actos perturbatorios que pretenden realizar los demandados respecto de la posesión sobre una fracción de terreno perteneciente al ubicado en Quincuagésima Legislatura, antes Manuel Acuña, número tres, Barrio de Texcacoa, en Tepotzotlán, Estado de México, la indemnización de daños y perjuicios que le causaron los referidos actos perturbatorios, el afianzamiento por parte de los demandados para que no vuelvan a perturbar la posesión sobre el inmueble indicado, que se conminara a los enjuiciados con multa y arresto en caso de reincidencia, así como el pago de gastos y costas que originara el juicio. Por su parte, los demandados al contestar la incoada en su contra, negaron la procedencia de las prestaciones indicadas y reconvinieron la reparación del daño causado con apoyo en lo dispuesto por los artículos 1739 y 1744 del Código Civil del Estado de México, abrogado, por la cantidad de $450,000.00 (cuatrocientos cincuenta mil pesos 00/100 M.N.), la cantidad de $600,000.00 (seiscientos mil pesos 00/100 M.N.), por concepto de daño moral y $330,000.00 (trescientos treinta mil pesos 00/100 M.N.), por concepto de los perjuicios causados a los contrademandantes, así como el pago de gastos y costas que originara el juicio. Como hechos fundatorios los actores en reconvención señalaron que contendieron en diversos litigios con Álvaro Chávez Acho, respecto de la propiedad de una fracción de terreno, ubicada en la calle de Francisco Javier Alegre y Avenida Insurgentes, Avenida Quincuagésima Legislatura y calle Manuel Acuña, Barrio de Texcacoa, Municipio de Tepotzotlán, México, el cual tiene las siguientes medidas, colindancias y superficie: al norte, en 89.19 (ochenta y nueve punto diecinueve) metros, colindando con Francisca Acho y Novia. Al sur, en 89.16 (ochenta y nueve punto dieciséis) metros, colindando con Mercedes Novia viuda de Acho. Al oriente, en 3.31 (tres punto treinta y uno) metros, colindando con Manuel Hernández. Y al poniente, en 3.39 (tres punto treinta y nueve) metros, colindando con la calle de Manuel Acuña. Teniendo una superficie de 298.86 (doscientos noventa y ocho punto ochenta y seis) metros cuadrados, el referido contrademandado indebida, ilícitamente y sin ningún derecho despojó tanto a Armando Rubén Acho y Novia, de su propiedad, identificada anteriormente, así como a su madre Mercedes Novia viuda de Acho, cuya fracción de terreno de su propiedad, está ubicada en las calles de Francisco Javier Alegre y Avenida Insurgentes, Avenida Quincuagésima Legislatura y calle Manuel Acuña, Barrio de Texcacoa, Municipio de Tepotzotlán, México, y cuenta con las siguientes medidas, colindancias y superficie: al norte, en 89.40 (ochenta y nueve punto cuarenta) metros, colindando con el propio predio. Al sur, en 89.25 (ochenta y nueve punto veinticinco) metros, colindando con propiedad de Crescencia Mercedes Acho y Novia. Al oriente, en 12.23 (doce punto veintitrés) metros, colindando con propiedad de Manuel Hernández y al poniente, en 11.07 (once punto siete) metros, colindando con la calle de Manuel Acuña, con una superficie -11- AMPARO DIRECTO 70/2004. de 1068.77 (un mil sesenta y ocho punto setenta y siete) metros cuadrados. Que después de dichas contiendas judiciales se declararon procedentes las acciones reales que ejercitaron en contra de Álvaro Chávez Acho, por lo que, obviamente, se le condenó a éste a la restitución de los inmuebles que fueron materia de dichos litigios, con todos sus frutos, mejoras y accesiones, siendo así que con fecha diecinueve de septiembre del año próximo pasado, se puso en posesión jurídica y material a Armando Rubén Acho y Novia, y a su madre, de las fracciones de terreno que fueron materia de la controversia, dándose por recibidos a su entera satisfacción. Así las cosas, dichos actores en esa reconvención afirmaron que con la finalidad de delimitar sus fracciones de la correspondiente a Álvaro Chávez Acho y su madre Hilda Olivia Acho Peza, decidieron construir una barda a todo lo largo de la propiedad de la madre de los contrademandantes y del propio Armando Rubén Acho y Novia, por lo que solicitaron el permiso de construcción ante la Dirección de Obras Públicas Municipales del Ayuntamiento de Tepotzotlán, mismo que les fue concedido el quince de febrero de este año, sin obstáculo alguno, dado que se cumplieron los requisitos legales requeridos Para llevar a cabo la obra en cuestión, contrataron una pequeña retroexcavadora, propiedad de la empresa Materiales Rosas, con domicilio en el poblado de Santa Cruz, Municipio de Tepotzotlán, México, operada por Héctor Manuel Cano, para que excavara zanjas o cepas de los dos inmuebles mencionados en líneas precedentes, contratándose, además, a un maestro albañil de nombre Ramón Arana y cinco peones o chalanes. Así las cosas, señalaron que el martes diecinueve de febrero del año dos mil dos, como a las ocho de la mañana, aproximadamente, se dio inicio a la obra en comento, en los fundos propiedad de Mercedes Novia viuda de Acho y Armando Rubén Acho y Novia, sin ningún contratiempo, interrupción, ni obstáculo de ninguna especie, procediendo el operador de la pequeña retroexcavadora a excavar y abrir zanjas a todo lo largo de dichos inmuebles, y una vez que concluyó su trabajo, de inmediato el maestro albañil y sus peones empezaron a colocar mampostería de piedra; sin embargo, el jueves veintiuno de febrero del mismo año, siendo como las quince horas con treinta minutos, aproximadamente, sorpresiva e intempestivamente se presentaron en los citados terrenos una persona que se ostentó como licenciado, diciendo llamarse Juan Tenorio Labrada y ser el director del jurídico del Ayuntamiento de Tepotzotlán, sin acreditarlo, en compañía del contrademandado Álvaro Chávez Acho, dos personas del sexo femenino que se negaron a dar sus nombres, pero dijeron trabajar en el jurídico del Ayuntamiento Municipal de Tepotzotlán, así como una patrulla municipal y que el primero de ellos, de nombre Juan Tenorio Labrada, no obstante que se le mostraron los permisos para construir la barda que les otorgó la citada dirección, indebida e ilícitamente le ordenó al maestro albañil que suspendiera la obra, o de lo contrario se los iba a llevar a la cárcel, junto con sus chalanes, por lo que temeroso del cumplimiento -12- AMPARO DIRECTO 70/2004. de tal amenaza el albañil contratado por Mercedes Novia viuda de Acho y los actores en reconvención, no tuvieron más remedio que suspender la obra lo cual, aducen, les causó serios y graves daños y perjuicios, puesto que invirtieron en contratar al operador de la retroexcavadora, al albañil y peones, y los gastos considerables que se hicieron para adquirir el material para construcción, habiendo pagado por adelantado los servicios prestados, además de que les seguían pagando, aun sin laborar, en atención al contrato concertado con ellos. Que de inmediato, los miembros del Ayuntamiento Municipal de Tepotzotlán, citados con antelación, con la colaboración del contrademandado Álvaro Chávez Acho y familiares de éste, indebidamente procedieron a fijar fajillas, o sellos de suspensión de la obra, con lo cual consideran se demuestra la actitud ilícita y arbitraria observada por el reconvenido Álvaro Chávez Acho, su familia, los miembros de la Dirección de Obras Públicas y Dirección Jurídica del Ayuntamiento de Tepotzotlán, que colaboraron y apoyaron, franca y abiertamente con el mencionado contrademandado, para suspender indebidamente la construcción de la obra autorizada por la propia Dirección de Obras Públicas. Por su parte, Álvaro Chávez Acho dio contestación a dicha reconvención, negando la procedencia de las prestaciones que se le reclamaron. De lo anteriormente reseñado se desprende que el hecho de que la Sala responsable haya considerado que no se integró debidamente la relación jurídico-procesal respecto de la acción reconvencional de responsabilidad civil por los daños y perjuicios que aducen los actores en reconvención se les causaron, en modo alguno le impedía al tribunal de alzada que hiciera pronunciamiento en lo relativo a la acción principal ejercitada consistente en el interdicto para retener la posesión, con fundamento en el artículo 488 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de México, abrogado, ello porque para que la relación jurídico-procesal de esta acción quede integrada no se requiere que previamente se llame a juicio a aquellas personas que intervinieran en la diligencia de suspensión de obra, pues al ejercitarse la acción interdictal sólo tiene que acreditarse: a) Que la perturbación consista en actos preparatorios tendientes directamente a la usurpación violenta o a impedir el ejercicio de un derecho; b) Que se haya reclamado dentro de un año; y, c) Que el poseedor no haya obtenido la posesión de un contrario por la fuerza, clandestinamente o a ruegos, de ahí que, es indudable que el fallo que se pronunciara al respecto no trascendería a la esfera jurídica de Juan Tenorio Labrada, como director del jurídico del Ayuntamiento de Tepotzotlán, y de las dos personas del sexo femenino que se negaron a dar sus nombres, pero dijeron trabajar en el jurídico del Ayuntamiento Municipal de Tepotzotlán, así como de los ocupantes de la patrulla municipal que dicen los quejosos participaron en la suspensión de la citada obra. Robustece lo anterior el criterio sustentado por este Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito, en la tesis II.2o.C.276 C, consultable en la página 1157, Tomo -13- AMPARO DIRECTO 70/2004. XIII, mayo de 2001, Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, del tenor literal siguiente: "INTERDICTO DE RETENER LA POSESIÓN. PARA SU PROCEDENCIA SE REQUIERE DE ACTOS DE PERTURBACIÓN REALES Y CONCRETOS, NO SÓLO INTENCIONALES (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO).-Los presupuestos que deben ser acreditados por el actor para que pueda prosperar el interdicto para retener la posesión, conforme lo dispone el artículo 488, párrafo segundo, del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de México, son: a) Que la perturbación consista en actos preparatorios tendientes directamente a la usurpación violenta o a impedir el ejercicio de un derecho; b) Que se reclame dentro de un año; y c) Que el poseedor no haya obtenido la posesión de un contrario por la fuerza, clandestinamente o a ruegos. De lo anterior se desprende que los actos desplegados por el demandado deben ser una manifestación de voluntad directamente encaminada a producir una perturbación en la posesión con consecuencias jurídicas, es decir, que para que pueda considerarse cierta su existencia deben ser reales y externados esos actos, y no quedarse en la sola intención, puesto que la esencia de esta figura jurídica estriba en la necesidad de evitar que los particulares se hagan justicia por sí mismos; es decir, su objeto es poner término a dicha perturbación, indemnizar al poseedor y que el demandado afiance no volver a perturbar y sea conminado con multa o arresto para el caso de reincidencia. En ese orden de ideas, para que de acuerdo con su génesis se actualice la acción interdictal que nos ocupa, es obvio que el demandado debe desplegar actos que trasciendan al mundo material de manera efectiva, lesionándose el derecho real de posesión que dice tener el actor sobre el inmueble, pues el orden jurídico no se ocupa de conductas internas del individuo, sino de manifestaciones de voluntad que traigan aparejada una consecuencia legal; en esas condiciones, resulta claro que si no existen dichas manifestaciones de voluntad, no puede considerarse que existan actos perturbatorios del derecho de posesión que amerite tutela jurisdiccional." Lo anterior es así, dado que la reconvención en sí es el ejercicio de una acción, que en el caso concreto fue la de responsabilidad civil por daños y perjuicios causados, por lo que la relación jurídico-procesal de la misma debe ser integrada correctamente por su ejercitante que, en la especie, lo es el actor reconvencionista. De esta manera, si dicha parte procesal no realizó los actos tendientes a integrar correctamente esa relación, puesto que no intentó tal acción contra todos los sujetos con legitimación pasiva ad processum, entonces es claro que esas omisiones deben operar únicamente en su perjuicio, con la consecuencia necesaria de que no se entre al estudio de su acción reconvencional, mas no la de que por esta circunstancia no se entre al estudio de la acción principal intentada y correctamente integrada por su contraria, hoy parte quejosa. De lo anterior se concluye que si los demandados al momento de intentar su acción -14- AMPARO DIRECTO 70/2004. reconvencional omitieron llamar a juicio a las autoridades que dicen participaron en la suspensión de la obra que realizaban, esa circunstancia opera únicamente en contra de la acción reconvencional planteada por los enjuiciados, mas no en contra de la acción principal intentada por la actora, ya que esta última sí cuenta con los elementos necesarios para ser estudiada por el ad quem, como se indicó, pues la promovió contra todos los interesados, y de considerarse que en la acción reconvencional falta llamar a diversos litisconsortes, se insiste, ello sólo traerá perjuicio en cuanto a esa acción reconvencional en la que se estima son parte, mas no la que se ejercitó en lo principal, pues ésta al encontrarse debidamente integrada debe ser analizada por la Sala responsable a la luz de los agravios formulados. Tiene aplicación a lo anterior, la tesis II.2o.C.211 C sustentada por este Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito, consultable en la página 1007, Tomo XI, marzo de 2000, Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, del tenor literal siguiente: "LITISCONSORCIO PASIVO NECESARIO. SI EN UN JUICIO SE EJERCITAN VARIAS ACCIONES Y AQUÉL SE ACTUALIZA RESPECTO DE UNA DE ELLAS, DEBE RESOLVERSE EL FONDO DE LA CUESTIÓN PLANTEADA, EN RELACIÓN CON LAS ACCIONES RESTANTES CUYA LITIS HAYA QUEDADO DEBIDAMENTE INTEGRADA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO).-Cuando en un juicio se ejercitan varias acciones, la Sala responsable al abocarse al estudio en apelación del fallo de primer grado y percatarse de que no se llamó a juicio a un litisconsorte respecto de una acción, debe declarar de oficio que se actualiza el litisconsorcio pasivo por no haber concurrido todas las partes que intervinieron en el acto que se reclama, resultando procedente que se abstenga de realizar el pronunciamiento correspondiente a esa acción; sin embargo, está obligada a decidir el punto litigioso planteado respecto de diversa acción, en términos de lo dispuesto por el artículo 209 del Código de Procedimientos Civiles vigente en la entidad, ya que el ejercicio de la acción cuya litis quedó debidamente integrada trae aparejada la obligación del juzgador de pronunciarse al respecto." En ese orden de ideas, las consecuencias de derecho de la actualización de la figura de litisconsorcio pasivo necesario respecto de la acción reconvencional de daños y perjuicios, sólo puede trascender respecto de las partes con legitimación en dicha acción, mas no respecto de las demás partes en la acción principal del juicio natural, pues en aquélla fueron considerados por el tribunal de alzada, Juan Tenorio Labrada, como director del jurídico del Ayuntamiento de Tepotzotlán, y de las dos personas del sexo femenino que se negaron a dar sus nombres, pero dijeron trabajar en el jurídico del Ayuntamiento Municipal de Tepotzotlán, así como los ocupantes de la patrulla municipal. Por ende, al no haberse ocupado la Sala Civil de la acción interdictal, a la luz de la litis fijada, es indudable que incurrió en una violación a las garantías individuales contenidas en los -15- AMPARO DIRECTO 70/2004. artículos 14 y 16 constitucionales, por lo cual procede conceder el amparo para el único efecto de que la Sala responsable deje insubsistente la sentencia reclamada y, en su lugar, acto continuo, dicte otra en la que a la luz de las consideraciones vertidas en esta ejecutoria, deje intocado el argumento consistente en que existe litisconsorcio pasivo necesario respecto de la acción reconvencional de daños y perjuicios, y entre al estudio de los agravios formulados por el apelante en relación con la procedencia de la acción relativa al interdicto de retener la posesión, resolviendo con plena jurisdicción lo que en derecho corresponda, todo de acuerdo con la litis inicial y demás probanzas aportadas por las partes. Similar criterio sostuvo ya este Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil de este circuito, al resolver por unanimidad de votos de sus Magistrados integrantes los juicios de amparo directo 503/99 promovido por J. Isabel López Medina, 328/2001 intentado por Rosario Luna Belman, 376/2001 promovido por Leticia Buendía Canto y 299/2002 intentado por Dolores Catzoli López. Por lo expuesto y fundado, se resuelve: ÚNICO.-Para los efectos precisados exclusivamente al final de esta ejecutoria, la Justicia de la Unión ampara y protege a Álvaro Chávez Acho, quien por su propio derecho reclamó de la Segunda Sala Civil Regional de Tlalnepantla, del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, la sentencia dictada el veinticuatro de octubre de dos mil dos en el toca de apelación 764/2002. Notifíquese; con testimonio de la presente ejecutoria federal devuélvanse los autos respectivos al tribunal estatal de su origen; oportunamente archívese el expediente como asunto concluido, previas las anotaciones de rigor en el libro de gobierno respectivo. Así, por unanimidad de votos de los señores Magistrados presidente Noé Adonai Martínez Berman, Javier Cardoso Chávez y Virgilio A. Solorio Campos, lo resolvió el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito, siendo ponente el segundo de los nombrados. -16-