El buen tiempo propicia las comidas al aire libre y, por supuesto, las reuniones en torno a una barbacoa. Carnes, pescados, mariscos y verduras pueden asarse en la parrilla e impregnarse del sabor que proporcionan las brasas. Para cocinarlos se precisa destreza y cierta precaución para evitar accidentes desafortunados. Una barbacoa siempre está relacionada con un momento lúdico, veraniego, sosegado. Se celebra al aire libre, en el jardín, en un área recreativa acondicionada e incluso en la playa al anochecer. Pueden ser momentos de auténtica devoción culinaria al cerdo, al cordero, al marisco e incluso a la dieta mediterránea. Pero antes de disfrutar de todas estas viandas, hay que comenzar por preparar el fuego. Lo primero será decidir el tipo de combustible. El más eficaz es el carbón que puede adquirirse en bloques o en tizones. Para avivar el fuego utiliza periódicos, ramas secas, alcohol o pastillas especiales para su encendido. Existen además utensilios para facilitar la labor del cocinero: guantes gruesos para manipular la parrilla sin quemarse, pinzas metálicas largas para dar vuelta a los alimentos, cepillos para limpiar la parrilla, brochetas para hacer pinchos morunos, etc. Se puede comenzar a asar una vez que las brasas muestren una capa de ceniza gris o blanca. En la parrilla cabe casi todo. Desde la carne de ternera en filetes o chuletas, hasta las chuletillas de cordero, hamburguesas, salchichas, costillas y chorizos, pasando por mariscos (como langostinos y cigalas), pescados, verduras y hortalizas. Para muchos, la ternera es la reina de la barbacoa. Te recomendamos engrasar la parrilla con aceite o grasa antes de cocinar y salar la carne una vez asada. Al darle la vuelta evita pincharla para no perder su jugo. En el caso del cordero, lo mejor es usar un fuego bajo para que el exterior quede dorado y el interior tierno. Salchichas, chorizos, longanizas o hamburguesas se asan a fuego suave mientras que para el pescado es mejor utilizar una doble parrilla impregnada de aceite que facilite dar la vuelta a la pieza y evite que se rompa. Parrilla vegetariana En verano además puede resultar mucho más ligera y refrescante una barbacoa vegetariana. La parrilla admite todas las verduras y hortalizas que normalmente se consumen cocidas. Con ellas podemos preparar coloridas brochetas, menestras o verduras rellenas conservando todas sus propiedades, ricas en minerales, vitaminas, fibra y sustancias de acción antioxidante. Cualquier tipo de parrillada puede ir acompañada de ensaladas y frutas para hidratar el cuerpo en los días más calurosos. La barbacoa puede ser de diferentes tipos en función del combustible que utilice, de carbón, de gas o eléctricas. Además, las hay fijas, portátiles, con tapa, etc. Las barbacoas a gas utilizan piedra de lava o briquetas cerámicas en vez de carbón. La diferencia entre la piedra y las briquetas es que estas últimas se pueden reutilizar un mayor número de veces que las piedras de lava, pero su función es la misma: absorber la grasa y distribuir de forma homogénea el calor. Brasas seguras Para evitar posibles accidentes, conviene que adoptes algunas precauciones a la hora de preparar una parrillada: • • • • • • La barbacoa debe colocarse siempre sobre una base uniforme para que no se ladee y pueda caerse produciendo quemaduras. Sitúala lejos de los árboles y la casa y mantén alejados a los niños y a los animales. Pon cerca un cubo de agua, por si tuvieras que recurrir a él debido a algún imprevisto. No eches jamás líquidos inflamables sobre el fuego para avivarlo. Utiliza carbón para barbacoas, nunca palos ni hierba seca. Evita los incendios forestales respetando las restricciones para hacer fuego y asegurándote en su caso de que todas las ascuas queden bien apagadas. Parrillada de pescados y mariscos Lo mejor es utilizar una parrilla doble para darle la vuelta al pescado sin correr el riesgo de que se rompa. Asegúrate de que está bien lubricada y asa el pescado untado también de aceite, siempre a fuego caliente o medio caliente. Normalmente en 10 minutos, según el espesor de la pieza, el pescado estará cocinado. • • • • Frescos y enteros: siempre que sea posible utiliza pescados frescos de piel firme y enteros, como la lubina, el bonito, el salmón, las sardinas o las truchas. Sólo hay que abrirlos por el vientre a lo largo. En rodajas: deben ser tajadas gordas para evitar que se rompan. Pueden ser de bonito, merluza, salmón... Brochetas: resultan deliciosas las de camarones o quisquillas alternadas con trozos de pescado, como sepia, y de vegetales. Si empleas pinchos de madera, sumérgelos en agua durante media hora para evitar que se quemen en la parrilla. Mariscos: gambas, langostinos y cigalas son los más recomendables para la barbacoa. Lo más sencillo es colocar las piezas directamente en la parrilla con un poquito de sal gorda y un toque de aceite de oliva virgen extra. Los dejamos hasta que se vean burbujitas en las cabezas, les damos la vuelta y echamos un poco más de aceite y zumo de limón. Contundente: Carnes La carne es la reina de la barbacoa en todas sus variedades. Hay que elegir una de buena calidad para asar a la parrilla, recuerda que los mejores cortes son los que proceden del lomo. Nunca pongas la carne sobre la parrilla fría. Si el trozo de carne es muy grueso colócalo más lejos del fuego para que no se queme por fuera y quede crudo su interior. No sales hasta el final. • • • • • • Costilla: es uno de los cortes más tiernos, bien sea de ternera, vaca o cerdo. Resulta excelente a la plancha o la parrilla, sobre todo adobada, recubierta de una mezcla de especias picantes y aceite o vino. Bistec o filete: la carne de vaca o ternera en filetes es muy apropiada para ser asada o frita. Atrévete además con los bistecs de canguro o avestruz. Chuleta y entrecot: sea cual sea su procedencia, la chuleta o el entrecot nunca deben faltar. Si eres amante de los sabores exóticos, evita la sal y riega la carne, preferiblemente de cerdo o cordero, con miel de abeja. Hamburguesa: tiene un contenido en grasa variable. Cuantos más puntos blancos presente, más grasa contendrá. Ten en cuenta que se estropea enseguida pues las bacterias se multiplican rápidamente. Salchichas: suelen elaborarse con carne de cerdo, pero también las hay de vaca, ternera y aves. Normalmente, en las barbacoas se utilizan las de Toulouse (carne de cerdo condimentada con pimiento), la Weisswurst (salchicha blanca a base de ternera, nata y huevos) y la Bratwurst (mezcla de cerdo, ternera, bacon, leche y cebolla). Chorizo: se elabora con carne de cerdo, o cerdo y vaca, sazonado con ajo, pimienta, pimentón y otras especies. El que se utiliza en las barbacoas es fresco, sin curar, y debe hacerse poco a poco, a fuego bajo, para que no se dore demasiado. Ligera: Verduras y Hortalizas Todas las verduras y hortalizas que se consumen cocidas o crudas tienen cabida en la parrilla: zanahorias, tomates, espárragos, berenjenas, pimientos verdes, calabacines, etc. Se limpian bien, se les echa un poco de aceite y sal y ya están listas para asar. • • Las ensaladas se preparan, en gran medida, con verduras, frutas y hortalizas de temporada Menestra: coloca diferentes hortalizas como espárragos, tomates, zanahorias, etc, cortadas a tiras y untadas con una mezcla de aceite, ajo y perejil. Brochetas: combina las verduras u hortalizas con langostinos, setas, sepias o trozos de carne y obtendrás unas coloridas y sabrosas recetas. Sabor extra Sea cual sea tu parrillada, siempre puedes alegrar tus platos con algún tipo de salsa. Las hay de muchas clases, desde la tradicional mayonesa hasta la de setas, de distintas variedades de queso y tomates, tártara, salsa rosa... Te recomendamos dos: • • Salsa barbacoa: especial para acompañar carnes, se compone de tomate, mostaza, vinagre de vino, sal, azúcar, ajo, y especias. Es picante. Sitúala lejos de los árboles y la casa y mantén alejados a los niños y a los animales. Salsa roquefort: apropiada para carnes y verduras, contiene roquefort, aceite de girasol, yema de huevo, vinagre de vino, sal y zumo de limón Limpieza y mantenimiento de la barbacoa de gas Las barbacoas de gas son relativamente fáciles de mantener. De forma periódica, siga los pasos detallados a continuación para asegurarse años de funcionamiento sin contratiempos. * * * * * Caja de herramientas para la barbacoa de gas Limpieza de las parrillas de cocción Cambio de la bandeja recolectora desechable Limpieza de las manchas de humo Limpieza de las barras saborizantes * * * * Limpieza de las rejillas de calentamiento y del panel de control Limpieza de la parte exterior de la tapa y del recipiente Nunca encere ni pinte la barbacoa Nunca utilice un limpiador para hornos Caja de herramientas para la barbacoa de gas Tenga a mano las siguientes herramientas para realizar la limpieza de forma rápida, fácil y regular: - Cepillo de cerdas metálicas para barbacoas - Estropajos de aluminio empapados en jabón - Jabón suave - Esponja o paño - Espátula - Bandejas recolectoras desechables de aluminio Cada vez que ase: Limpie la parrilla de cocción. Antes o después de cocinar, queme los residuos de grasa. Deberá girar la válvula de control del quemador a la posición HIGH hasta que se detenga el humo y luego cepillar las parrillas de cocción con un cepillo de cerdas metálicas. ¡Así de fácil! (Aviso: las parrillas de cocción de hierro fundido difieren levemente en los cuidados necesarios). Según sea necesario: Cambie la bandeja recolectora desechable. Estas bandejas se adaptan a su bandeja recolectora debajo de la bandeja inferior de la barbacoa de gas . Si cambia las bandejas desechables, también ahuyentará a los animales que se alimentan de las sobras de la barbacoa. Quite las manchas de humo de la tapa de la barbacoa y de la funda del quemador lateral. Con cuidado, quite las manchas de humo de la tapa de la barbacoa con un estropajo de acero y jabón. Para la funda del quemador lateral de acero inoxidable, utilice solamente agua, jabón y una esponja o paño. Hasta el estropajo de acero la rayará. Las manchas de humo aparecerán con más probabilidad cuando la barbacoa Weber sea nueva, en las juntas de la tapa donde la cubierta de porcelana se une con el centro y la tapa. También se pueden acumular alrededor del soporte para el termómetro. Estas manchas ya no aparecerán después de que la barbacoa haya acumulado un sello natural con el humo de la cocción. Limpie las barras saborizantes . Sinceramente, no necesita quitar las barras saborizantes de la barbacoa para limpiarlas, ya que al calentar la barbacoa y quemar el residuo girando la parilla de control a la posición HIGH alcanza para convertir la suciedad acumulada en cenizas. En ciertas ocasiones, será suficiente para el mantenimiento si cepilla las barras con un cepillo de cerdas metálicas o si los frota con una espátula teflón, plástico o nylon. Tan sólo tenga cuidado de no cincelar el acabado de porcelana. Limpie las rejillas de calentamiento y del panel de control. Para quitar las manchas de humo y los residuos y mantener las rejillas de calentamiento limpias, utilice un estropajo de acero y jabón. También quitará las manchas de grasa del panel de control, pero aplíquelo suavemente para no dañar la porcelana. Enjuague con abundante agua. Limpieza de la parte exterior de la tapa y del recipiente. Cuanto antes, debe limpiar la grasa y los jugos en estas superficies externas. La grasa es tóxica para las superficies pintadas. Utilice agua y jabón suave y enjuague abundantemente. Los limpiadores fuertes o que contienen limón pueden arruinar el acabado de pintura en la tapa y el recipiente. Si necesita retocar la pintura del centro y tapa y de la caja de cocción, utilice pintura para rociar resistente a las altas temperaturas (hasta 300 °C). Barbecue Black o Fireplace Black. (Debe tener en cuenta que esta pintura sólo se utiliza para la tapa y el recipiente, y no para cualquier otro acabado en porcelana). Primero, lave la superficie a pintar y lime las manchas al descubierto con papel de lija fino. Luego proteja la cubierta de porcelana con papel o cartón para evitar rociar sobre el acabado de porcelana. Rocíe sólo la parte exterior del centro y tapa de la tapa. Para la caja de cocción, primero cubra todas las demás partes de la barbacoa con papel o cartón, y luego rocíe apenas las manchas al descubierto. Limpie la bandeja inferior. Retire la bandeja inferior fría (nunca caliente) de la parte inferior de la barbacoa y colóquela sobre un cubo de basura. Con cuidado, frote la parte interna con una espátula o otro objeto plano. Retire el residuo, empujándolo a través del orificio inferior hacia el cubo de la basura. Para limpiar la bandeja en profundidad, utilice agua y jabón y un estropajo metálico enjabonado, siempre cuidando de no rayar el acabado de porcelana. (NUNCA forre la bandeja inferior con papel de aluminio, ya que la grasa se acumula en los pliegues y puede originar llamaradas. Nunca: Encere ni pinte la tapa. El acabado de la barbacoa es de esmalte de porcelana horneado; por lo tanto, nunca lo encere ni lo pinte. Este acabado es más brillante y muchísimo más duradero que la pintura, y la cera se resquebrajará cuando se caliente la barbacoa. Sencillamente, cuando se ensucie la tapa, frótela con agua tibia y jabón. ¡Así de fácil! NUNCA utilice un limpiador de horno en la barbacoa de gas. El limpiador de horno no es para las superficies pintadas de su barbacoa; puede quitar la pintura.