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IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN FINANCIERA Y DE LA TECNOLOGÍA
EN LAS MICROFINANZAS
Dr. César Alarcón Costta
Director Ejecutivo, Fundación Ecuatoriana de Desarrollo
direcciónfed@ymail.com
El ser humano es un emprendedor por naturaleza. La trayectoria de la especie humana es
el testimonio de su iniciativa e ímpetu creador, que ha sido capaz de instrumentalizar
todos los elementos de la naturaleza. Al inicio trabajó con la piedra y la madera, dominó el
fuego, domesticó animales y vegetales, con arcilla elaboró vasijas. Luego siguió un proceso
creciente e indetenible de progreso en todos los órdenes. Desde mundo ancestral, en el
que vivieron los primeros humanos, al que ahora tenemos en el siglo XXI, los cambios,
como producto del accionar de nuestra especie, son radicales. Toda la gigantesca
transformación testimonian la potencia de su atributo más importante: la inteligencia, que
le permite conceptualizar sus experiencias y transmitirlas a los demás. El transcurso del
tiempo significó acumulación de conocimientos.
La comunicación, primero mediante señas y sonidos elementales, luego con el lenguaje
hablado y más tarde con el escrito, sentó las bases de la universalización del conocimiento
que hoy fluye a través de Internet. La diferencia de los pueblos radica en el grado de
conocimiento. Sin la comunicación que hace posible compartir los conocimientos, cada ser
humano estaría condenado a empezar de cero, como ocurre con las especies del reino
animal.
La calidad de la educación determina la suerte de las colectividades. La educación forja la
mentalidad del ser humano. El horizonte vital en el que cada individuo se desenvuelve y
desarrolla sus talentos, depende de su visión, conocimiento, aptitud y actitud. La fuente
de poder del ser humano está en su mentalidad. No todos vemos al mundo de la misma
manera. Lo que para unos es problema para otros es oportunidad. En el entorno humano,
lo objetivo y lo subjetivo son como dos caras de la misma moneda. No existe la una sin la
otra.
La mentalidad es la forma en que el ser humano percibe, conceptualiza y comprende la
realidad. Las acciones dependen de los pensamientos y los instintos. Los primeros se
estructuran conforme se conoce y se reflexiona, y los segundos vienen con la herencia
genética.
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El optimismo y el pesimismo responden a dos tipos de mentalidad. Desde un punto de
vista, la realidad es contemplada como un universo de controversias, conflictos y
problemas que exigen urgente solución. Desde otro punto de vista, la realidad es un
amplio y diverso conjunto de elementos que con habilidad, energía e intrepidez pueden
confluir en una dirección integradora para hacer factible la autorrealización individual y
colectiva del ser humano.
El Emprendimiento
El emprendimiento, como todo actividad humana, es una dinámica confluencia de los más
diversos elementos. Tan importante es la intuición como la razón, tan necesaria es la
planificación como la capacidad de improvisación para poder desenvolverse en un mundo
en el que la certidumbre y la incertidumbre están presentes en todo momento y lugar.
El cambio y la innovación caracterizan a la realidad tanto en lo universal como en lo
particular. Nada permanece estático y nada llega para quedarse, todo está en
movimiento. Lo que era válido en un tiempo deja de serlo en otro. El emprendimiento
grande, mediano, pequeño o micro, independiente de su tamaño, no escapa a la incesante
corriente de modernización constante.
El emprendedor no debe descuidar ningún aspecto del negocio y al mismo tiempo ser
innovador en todos ellos. La calidad de atención al cliente no debe sacrificar el oportuno
manejo del inventario. La política de precios no debe rezagarse frente a la competencia,
pero tampoco subestimar la necesaria rentabilidad.
En este contexto es preciso reconocer que la educación financiera es sustancial para la
supervivencia y desarrollo del emprendimiento. No debe concebírsela como una materia
técnica reservada al exclusivo ámbito de los expertos. Es tan importante como todos los
demás elementos constitutivos del negocio. Un adecuado manejo financiero hace posible
la optimización del uso de los recursos y la sustentabilidad de un emprendimiento.
La educación financiera debe formar parte de la educación básica de todos. Las principales
variables financieras deben ser los elementos configuradores de la mentalidad desde la
más temprana edad. No importa si el joven hacia el futuro se inclina por una carrera
profesional con acento en la técnica, la ciencia, la cultura, el deporte o los servicios, pues,
no solo que en todos ellos incide el manejo financiero, sino que, si tiene criterio
financiero, en todos esos campos puede desarrollar con éxito emprendimientos
económicos.
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La educación financiera abre el horizonte de posibilidades para el desarrollo en todos los
ámbitos y sienta las bases para formar un criterio pragmático en función del largo plazo.
Sin una visión realista el ser humano fácilmente se pierde al calor de las emociones y las
expectativas inmediatas.
La incorporación temprana de la educación financiera en los establecimientos escolares
contribuye de modo significativo a difundir una cultura financiera en la sociedad, para
conseguir que la juventud no sea formada prioritariamente para desempeñarse como
empleado público o privado, sino como emprendedor capaz de desplegar iniciativas,
asumir riesgos y desarrollar proyectos generadores de riqueza y empleo para la
colectividad.
Este es el nuevo enfoque educativo que es preciso poner en marcha en todos los países si
quieren crecer hacia el futuro. Los tiempos en que los títulos universitarios reemplazaban
a los nobiliarios y se constituían en el orgullo familiar de los padres que se ufanaban de
presentar “a mi hijo el doctor”, quedaron atrás. Ahora el desafío es dejar de educar para
empleados y empezar a formar emprendedores, que serán los protagonistas de los nuevos
tiempos.
En las aulas de escuelas y colegios no es suficiente enseñar matemáticas abstractas, es
muy importante dar un paso adelante y aplicar los conocimientos a ejemplos sencillos,
claros y concretos relacionados con las pérdidas y ganancias, con el cálculo de la
sostenibilidad económica, con el significado e impacto del ahorro y la inversión, las tasas
de interés activas y pasivas, la generación de excedentes y su reinversión simple y
ampliada.
La mentalidad financiera tiene grandes ventajas comparativas en el mundo real, no solo
porque puede entender de mejor manera la dinámica social, política y económica, sino en
el desenvolvimiento personal, familiar y comunitario dado que permite tomar mejores
decisiones.
Si la formación académica de la juventud tiene entre sus pilares el conocimiento
financiero básico desarrollado de manera sencilla y aplicada a las circunstancias concretas
de su entorno, se contribuye de manera extraordinaria a la generación de esa mentalidad
financiera que le permite asumirse a sí mismo y en plenitud, la condición intrínseca de
sujeto de la historia, porque entiende y maneja la dinámica de las variables financieras, lo
que permite ser proactivo. En cambio, cuando se le priva de ese conocimiento, el ser
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humano queda resignado a la condición de objeto pasivo, destinado a soportar las
consecuencias de las acciones desplegadas por otros.
En el campo de la microempresa, la educación financiera del emprendedor es
fundamental. Sin ella su proyecto de inversión corre el riesgo de convertirse en una simple
aventura bien intencionada o lo que es peor en un salto al vacío. El entusiasmo y la actitud
positiva son muy importantes, pero no bastan para alcanzar el éxito que en mucho
depende del óptimo manejo de los recursos y el sentido de oportunidad para hacer de
cada circunstancia la ocasión propicia para atender las necesidades de la colectividad.
Las expectativas que el emprendedor tiene hacia el futuro, pueden quedar como simples
deseos que se esfuman o en proyecciones ciertas que consolidan. Todo depende de lo que
haga y deje de hacer, pero en uno y otro caso lo determinante es el criterio financiero.
Quien carece de conocimientos financieros suele extraviarse entre ilusiones y fantasías
que le inducen a tomar medidas muchas veces inadecuadas. Quien posee las bases de
análisis financiero está en capacidad de evaluar posibilidades y escoger, con fundamento,
entre distintas alternativas.
La educación financiera es clave en el proceso de capacitación microempresarial, pero
debe hacérsela mediante los métodos y sistemas apropiados para los adultos. Cada etapa
de la vida tiene sus propias características. La niñez y la juventud requieren formas que no
pueden ser trasladadas mecánicamente a la edad adulta.
La persuasión y la disuasión son recursos que deben ser tomados en cuenta a partir de la
experiencia vivida por cada emprendedor. El estudio de casos y el amplio diálogo
desarrollado en un ambiente participativo son básicos a la hora de poner en marcha
programas de capacitación dirigida a los emprendedores. No se trata de impartir lecciones
para memorizarlas, sino de racionalizar la experiencias y extraer de ellas las mejores
prácticas para impulsar el proceso de mejora continua.
El manejo eficiente, eficaz y efectivo de la empresa siempre ha exigido la más expedita
actualización en el uso de la tecnología disponible. Para alcanzar los mejores niveles de
competitividad los pequeños negocios deben acceder y utilizar los recursos tecnológicos
para interactuar en el mercado. El mundo, como todos sabemos, “es una aldea grande” y
nadie debe marginarse.
El desafío de hoy para los emprendedores de nuestros países es incorporarse a la red,
participar en ella, conocer experiencias y compartir las propias, enterarse de las nuevas
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tendencias del mercado y de las innovaciones científicas y tecnológicas que surgen cada
día. La obsolescencia le pisa los talones a cada nuevo invento.
El mundo cambia de manera febril y de modo inusitado. Los esquemas mentales que
rigieron en el pasado quedaron atrás y no sirven para interpretar las nuevas
circunstancias. La historia siempre ha sido, es y será inédita; por eso exige a los
protagonistas de todos los tiempos una mente abierta al cambio. La capacitación, de cara
al futuro, es la plataforma para lanzarse a la construcción del futuro.
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